Control Presupuestario
Control Presupuestario
Control Presupuestario
Los presupuestos y el control son por tanto procesos complementarios dado que estos
definen los objetivos previstos, los cuales tienen valor cuando exista un plan que
facilite su consecución, mientras que la característica definitoria del control
presupuestario es la comparación entre la programación y la ejecución, debiéndose
realizar de forma metódica y regular.
El control presupuestario, por tanto, va mucho más allá de la mera localización de una
variación.
La implantación de un mecanismo de control a través del presupuesto supone
comparar los resultados con los correspondientes programas, y si no coinciden
deberán analizarse las causas de tales diferencias. En este contexto, pues, para
ejercer un control eficaz deben realizarse las siguientes consideraciones:
Todo lo que ha sido objeto de una programación debe ser objeto de control.
Toda desviación entre programas y ejecución del presupuesto tiene un motivo que
hay que analizar y que puede deberse a un fallo en la programación, un defecto en la
ejecución o a ambas razones. Toda desviación debe ser asignada a un responsable
concreto, lo que requerirá llevar a cabo un análisis minucioso de dicha desviación.
Las desviaciones pueden exigir medidas de corrección; es decir, el fin último del
control presupuestario no es transmitir temor a los directivos, sino hacerles ver las
deficiencias que se han producido y sugerirles las acciones correctoras a emprender.
Por otra parte, la planificación financiera debe estar integrada con la estrategia a largo
plazo, por lo que los presupuestos anuales serán un reflejo de ella y permitirán orientar
tanto la actuación de los centros de responsabilidad como la evaluación del
desempeño de los diferentes responsables.
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Como se planteó anteriormente las variables claves son aspectos de decisiva
importancia en el funcionamiento interno y externo de cualquier organización. Apuntan
a parámetros determinados, los cuales son concebidos a través o en función de ellas y
garantizan, en su correcta consecución, mantener en equilibrio el funcionamiento
interno y externo de la organización por lo que en ellas debe centrarse el proceso de
control. Así, por ejemplo, la competencia no es una variable clave, pero si lo son el
precio de venta, el servicio o la calidad con que se ofrezcan los productos.
“Se entiende por variable clave, aquellas áreas o actividades que de realizarse bien,
garantizan el éxito de una unidad y por tanto la consecución de sus objetivos.”
De todo lo planteado hasta aquí se infiere que los sistemas de control para garantizar
una gestión verdaderamente eficiente y eficaz deben contar con un grupo de
características que lo despeguen de su carácter netamente contable y operativo.
Ma. Isabel González (1999, p. 29.), define eficiencia como una “…simple relación,
entre las entradas y salidas de un sistema”20; magnitudes como la productividad son
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representativas desde este punto de vista. Otros autores asocian la eficiencia el hecho
de alcanzar sus objetivos optimizando la utilización de sus entradas. Este punto de
vista obliga al anterior a considerar que la salida se ajusta a lo programado y por tanto
la organización es al mismo tiempo eficaz.
Precisamente, en los aspectos propuestos para superar las limitaciones del control de
gestión, estará la vía para alcanzar ciertos niveles de efectividad en el proceso al
contar con un carácter sistémico, un enfoque estratégico, y no sólo alcanzar los
aspectos formales sino que se le ofrece un peso significativo a los aspectos no
formales del control. Es por ello que el sistema debe plantear la utilización de los
diferentes aspectos que completan un sistema de control para que pueda medir
verdaderamente la eficiencia y la eficacia de la gestión.
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Estos elementos garantizarán un nivel de descentralización que, como se ha descrito,
necesitará un control más formalizado, pero este proceso dependerá en gran medida,
del grado de formalización que permita la actividad fundamental.
El control es un proceso cíclico y repetitivo. Está compuesto de cuatro elementos que
se suceden:
2) Evaluación del desempeño: Es la segunda etapa del control, que tiene como fin
evaluar lo que se está haciendo.
4) Acción correctiva: Es la cuarta y última etapa del control que busca corregir el
desempeño para adecuarlo al estándar esperado. La acción correctiva es siempre una
medida de corrección y adecuación de algún desvío o variación con relación al
estándar esperado.
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Las principales áreas de control en la empresa son:
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§ Por tipos de artículos vendidos.
§ Por volumen de ventas estacionales.
§ Por el precio de artículos vendidos.
§ Por clientes.
§ Por territorios.
§ Por vendedores.
§ Por utilidades producidas.
§ Por costos de los diversos tipos de ventas.
B) Control de publicidad: Para acompañar la propaganda contratada por la
empresa y verificar su resultado en las ventas.
C) Control de costos: Para verificar continuamente los costos de ventas, así
como las comisiones de los vendedores, los costos de propaganda, entre otros.
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C) Control de salarios: Verifica los salarios, sus reajustes o correcciones,
despidos colectivos, entre otros.
Las condiciones que debe reunir el control son: Eficacia, rapidez y selectividad.
El control debe de ser rápido para evitar que las diferencias se agraven o se
distorsionen.
La frecuencia del control es necesaria para prever una mala administración del
presupuesto.
El control debe de ser selectivo, puesto que se representa tiempo y dinero por lo cual
es recomendable que se haga por muestreo incidiendo en los rubros mas importantes.
El controlador y el comité del presupuesto deben de mantenerse informados. Los
informes serán, unos semanales y otros mensuales; pero siempre debe haber un
reporte anual.
Cuando las cantidades reales difieren mucho de las presupuestadas se deben
buscarse las causas.
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Informes de Control
Es por ello, que para este tipo de análisis resulta necesaria la elaboración y control,
por separado, de ambos tipos de presupuesto.
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Esto aún en el caso de que los responsables de ventas no tengan competencias sobre
los precios de ventas que son fijados a nivel central. En este caso, el centro de
ingresos se convierte en un centro de ventas.
Las desviaciones entre los componentes unitarios presupuestados del costo unitario
de venta y el real es atribuible a áreas distintas de a la comercial.
Para todo modelo de control estático, es decir, referido a un mismo periodo, se crea
una ecuación de control para medir las posibles desviaciones como la diferencia entre
los objetivos y la realidad.
Las desviaciones que se presentan en el análisis se dan frente a las relativas a los
márgenes de ventas o también llamadas desviaciones económicas y por otro lado las
desviaciones físicas, que reflejan una diferencia entre los volúmenes físicos, reales y
presupuestados.
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La desviación económica no es ilustrativa de la gestión comercial debido a que, los
márgenes de ventas contienen una variable, el costo de venta, que esta fuera de la
influencia de la gestión comercial.
Pero también puede realizarse un control de gestión externo, en el cual se explican las
desviaciones en función del mercado de un producto y la relación con el mismo,
teniendo en cuenta la variación que se ha producido en la demanda total de mercado
para ese mismo producto.
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Atención del control estratégico (Ver Figura 1)
La atención del control estratégico es, tanto sobre aspectos internos, como externos;
estos dos elementos no deben verse de manera aislada, es decir, la atención se
centra tanto en el macro y microambiente como en el medio interno de la organización.
Las fuerzas del macroentorno deben ser monitoriadas continuamente ya que los
cambios en el mismo siempre tienen impactos sobre la organización. En este aspecto
el control se dirige a la modificación de las operaciones de la organización para
defenderse de las amenazas externas y aprovechar las oportunidades. En el caso del
control al entorno de la industria se adoptan criterios similares al anterior, pero se
dirige a emplear al máximo de capacidad las fortalezas y minimizar las debilidades.
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servicios prestados. En marketing se valora el volumen de ventas, el nivel de
satisfacción del cliente a través de encuestas, cuestionarios, entrevistas, etc. Mientras
que en el nivel de sistema evalúa el incremento de los servicios, ventas, crecimiento,
cómo se logra sinergia entre los sistemas y su repercusión en el desarrollo del
negocio.
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