Resumen de La Vida
Resumen de La Vida
Resumen de La Vida
J osé Artigas Pepe D'Elia comenzó su militancia sindical casi desde el momento en
que empezó su vida laboral en Montevideo. En la década de 1940 ingresó como
cobrador a una empresa de comercio y casi inmediatamente se integró a Fueci.
omo dirigente de los trabajadores del comercio participó de todos los intentos
C
unitarios del movimiento sindical. En marzo de 1942 fue protagonista del congreso
de unidad que dio nacimiento a la UGT y fue designado pro secretario de la misma.
ermanece en el país durante toda la dictadura bajo estricta vigilancia, pero en
P
ningún momento deja de participar y apoyar a los sindicatos clandestinos e
impulsar la solidaridad con los presos. Desarrolla su labor en un local de la Uita, en
la zona del Cordón.
En 1983 participa del proceso de reorganización legal del movimiento sindical.
a República
L
30/01/07
J osé Artigas "Pepe" D'Elía nació el 21 de junio de 1916 en Treinta y Tres, pero al
mes y medio su familia marchó al departamento de Rocha. Tenía nueve hermanos;
fue el sexto hijo de ese hogar humilde. En Montevideo realizó sus estudios en la
escuela del Cordón. Se casó con Delma Bauzá en julio de 1941, con la que tuvo dos
hijas: Elisa y Lídice; siete nietos y ocho bisnietos.
n 1934 se afilió al Partido Socialista. Juan Castillo recordó que hasta el último día
E
de vida tenía el carné de esa época al alcance de su mano. Participó en la lucha
contra el fascismo y abrazó la causa de la España Republicana, integrando la
organización Jóvenes Amigos de la España Leal. También fue militante de primera
línea en la solidaridad con los aliados, en particular con la Unión Soviética, y el
movimiento contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
sto que, por supuesto, implica un momento histórico para la sociedad uruguaya,
E
sella una alianza entre los trabajadores, la intelectualidad y las capas medias
juveniles urbanas, y consolida el protagonismo político de los trabajadores como
clases social, más allá, mucho más allá, de las reivindicaciones salariales o
laborales.
as discusiones eran duras y difíciles, pero como ha sido una constante a lo largo
L
del proceso histórico de unidad sindical, los caminos de confluencia se fueron
presentando en la lucha común y en el trabajo paciente de dirigentes de gran
prestigio de todas las tendencias, que fueron acercando posiciones, entre los
cuales ocupó un lugar central, una vez más, José D'Elía.
a CNT
L
El proceso de unificación sindical llegó a un momento clave en la década de 1960 a
impulso de una crisis económica y estructural creciente, y al influjo de la acción
de varios referentes sindicales que promovieron la unidad. Comenzó a plasmarse
una concepción que sería, desde entonces, seña de identidad del movimiento
obrero uruguayo: la unidad desde una perspectiva de clase y con el objetivo de
transformar y potenciar a los trabajadores, como un actor político central de la
sociedad uruguaya, con propuestas que abarquen a toda la situación nacional.
n 1964, junto a Héctor Rodríguez, Gerardo Cuesta, Gerardo Gatti, Wladimir
E
Turiansky, León Duarte, Luis Muñoz, Hugo Cores y Jorgelina Martínez, entre otros,
dio nacimiento a una nueva central sindical con un programa común, popular y
antiimperialista.
a CNT declara que "se construye para impulsar a un plano superior la lucha por las
L
reivindicaciones económicas y sociales de los trabajadores de la ciudad y del
campo; por el mejoramiento de las condiciones materiales y culturales del
conjunto del pueblo; por la liberación nacional y el progreso de nuestra patria, en
el camino hacia una sociedad sin explotados ni explotadores". La CNT, junto con
organizaciones estudiantiles populares y de izquierda, fue el corazón del
enfrentamiento a la escalada represiva del gobierno del Partido Colorado presidido
por Jorge Pacheco Areco. Duros conflictos se libraron contra la congelación de los
salarios, la militarización de los entes, en reclamo de respeto a las libertades y en
rechazo de la aplicación sistemática de Medidas Prontas de Seguridad.
l golpe y la huelga general
E
En medio de la crisis y mientras enfrentaba la represión y defendía las libertades,
la CNT procesó una discusión interna, no sólo a nivel de la dirigencia sindical, sino
en cientos de fábricas, talleres y oficinas, para analizar una respuesta a un posible
golpe de Estado. Ese proceso culminó con la decisión, adoptada conscientemente
por miles de trabajadores y trabajadoras, de enfrentar un golpe con huelga
general.
J osé D'Elía tiene el merecido honor de ser el orador que más veces habló en los
actos de 1º de Mayo: más de diez veces estuvo en la principal tribuna política de la
clase obrera uruguaya. Quien conoce las difíciles negociaciones y equilibrios
político-sindicales que se realizan en el movimiento obrero para acordar el
contenido de la proclama y, además, para decidir quién habla, sabe que no es un
detalle menor. Esa condición es una muestra adicional del enorme prestigio y
reconocimiento de José D'Elía entre los trabajadores.
uando 58 días después Juan María Bordaberry, hoy preso acusado de varios
C
asesinatos, disolvió las cámaras y dio el golpe, el Secretariado Ejecutivo de la CNT,
presidido por D'Elía, se reunió en la noche del 27 de junio en el local de la
Federación del Vidrio, en el barrio de La Teja. La decisión ya estaba tomada y
había que instrumentarla: huelga con ocupación de lugares de trabajo en todo el
territorio nacional. La huelga de la CNT es acompañada por la FEUU que ocupa
todas las facultades y escuelas universitarias, y además, por los estudiantes de
secundaria, que ocupan varios liceos.
La CNT es ilegalizada, todos sus dirigentes son requeridos y muchos encarcelados.
ranscurrirían doce años de violencia terrorista por parte del Estado. Miles de
T
uruguayos pasaron años de prisión y otros marcharon al exilio. Más de doscientos
serán secuestrados y desaparecidos, entre ellos Julio D'Elía, sobrino de Pepe, que
fue secuestrado junto a su esposa, Yolanda, embarazada, quien dio a luz en un
campo de concentración clandestino en Buenos Aires.
a resistencia
L
D'Elía fue encarcelado y al recuperar su libertad permaneció en el país durante
toda la dictadura bajo estricta vigilancia, pero en ningún momento dejó de
participar y apoyar a los sindicatos clandestinos e impulsar la solidaridad con los
presos. Desarrolló su labor en un local de la Uita, en la zona del Cordón.
n los años 1981, 1982 y 1983 participó del proceso de reorganización legal del
E
movimiento sindical, que utilizando la Ley de Asociaciones Profesionales promovió
la organización de los trabajadores y mantuvo a su vez la estructura clandestina. El
intento de la dictadura fracasa y por miles los trabajadores ratificaron, aun en las
condiciones citadas, su adhesión a la independencia de clase y por la democracia.
n 1993 pasó a ser presidente honorario del Pit-Cnt, responsabilidad que cumplió
E
hasta su muerte.
En el año 2000 fue convocado por el presidente Jorge Batlle para integrar a título
ersonal la Comisión para la Paz, para investigar el destino de los
p
detenidos-desaparecidos
alleció a los 90 años, a las nueve de la noche del lunes 29 de enero de 2007. A su
F
sepelio concurrieron miles de personas, el Pit-Cnt declaró un paro general en su
homenaje. Fueron al velatorio el presidente de la República, Tabaré Vázquez, que
lo definió como "uno de esos hombres que el Uruguay da cada tanto"; el ex
presidente Jorge Batlle y el presidente del directorio del Partido Nacional, Jorge
Larrañaga. Envió una carta expresando sus condolencias el ex presidente Julio
María Sanguinetti. Le rindió homenaje el embajador de la República Argentina,
Hernán Patiño Meyer, quien lo calificó como "uno de los grandes referentes del
sindicalismo latinoamericano". Ministros de Estado, jerarcas de entres públicos,
senadores, diputados, intendentes y ediles de todos los partidos le dieron el último
adiós. Los mensajes de todos los rincones del mundo se cuentan por centenas;
destacan el de la Central de Trabajadores de Cuba y el de la CUT brasileña.
n el último acto realizado frente a la sede del Pit-Cnt hablaron Luis Iguini,
E
histórico dirigente de Cofe, y Juan Castillo, trabajador portuario y dirigente actual
de la central sindical. En el cementerio lo despidió Ignacio Huguet, histórico
dirigente textil.