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TRAZANDO LÍNEAS: LA ELABORACIÓN DEL PLAN

DE INVESTIGACIÓN ACCIÓN
María Gabriela Regueyra Edelman *

Resumen
La elaboración de planes de trabajo que guíen la acción constituye una herramienta indispensable
para el científico social; sus habilidades para lograr construir un proyecto representan un esfuerzo
permanente. Solo la práctica y la reflexión suministrarán los elementos que le permitirán ser cada
día más asertivo. La investigación-acción permite crear conocimiento al mismo tiempo que
intervenir en la realidad para transformarla, proceso que requiere líneas claras que guíen el trabajo
y permita alcanzar las metas.

Introducción
La elaboración de un plan de trabajo que guíe la acción se convierte
frecuentemente en algo muy difícil de concretar para algunos estudiantes. Cada
año, al solicitarles que elaboren un plan de trabajo semestral, su primer proyecto
quincenal se convierte en una meta cuesta arriba. Con este pequeño escrito
quiero aportar algunas líneas que faciliten esa tarea, básica para un científico
social.
En los años de ejercicio como docente y profesional, he ido aprendiendo a
elaborar e implementar planes y proyectos de trabajo para diferentes experiencias
profesionales; este documento es una síntesis de esa construcción de
conocimientos que logré gracias al trabajo con profesionales de muchas
disciplinas y con los estudiantes.
No es importante definir el curso específico de la carrera que debe brindar
las bases para esta elaboración; lo cierto del caso es que si no se logra elaborar
un proyecto que guíe de manera adecuada la investigación­acción, la práctica se
convierte en un activismo puro, sin claridad de horizonte y en lo absoluto
formativa. Por esta razón considero que es tarea que le corresponde a todos los
docentes. Este escrito trata de ofrecer a los estudiantes algunas armas para iniciar
esta aventura, que será cada vez más compleja según el nivel de formación que
estén cursando.
Inicialmente, los estudiantes sienten que la elaboración del proyecto
semestral y quincenal es solamente un requisito más para pasar el curso, pero
poco a poco logran entender su lógica y la incorporan como herramienta
indispensable en sus acciones.

*
Escuela de Trabajo Social Universidad de Costa Rica
Realizar un esfuerzo de planificación requiere poner en práctica muchas
habilidades: soñar, crear y criticar, así como desarrollar la capacidad para definir
las metas que se quieren alcanzar, la capacidad para concretar de manera escrita
lo que se quiere lograr, y capacidad organizativa para identificar e interrelacionar
paulatinamente cada uno de los elementos necesarios para lograr el fin deseado.
El esfuerzo de planificar consiste en un primer momento en un esfuerzo
mental abstracto que solo se obtiene con la práctica y el contacto con la realidad,
que brinda la experiencia para ser cada día más asertivo en las propuestas.

Taller: una opción pedagógica


La acción pedagógica, comprendida como la forma de concebir la actividad
educativa, involucra a los sujetos que aprenden (docentes y estudiantes) en todo
el proceso de producción de conocimiento al incorporan tanto contenidos prácticos
como teóricos, así como también las acciones, las relaciones, el clima afectivo y
las situaciones particulares que la caracterizan.
El taller, como estrategia de aprendizaje, promueve la construcción de un
conocimiento sensorial; es decir, se inicia desde las sensaciones, percepciones y
representaciones o imágenes de la realidad, ordenadas en un esfuerzo
sistemático por describir esta realidad estudiada, para luego avanzar hacia un
conocimiento racional que retoma conceptos, juicios, razonamientos y
conclusiones y que se concreta en el análisis crítico y creador de la práctica.
Consiste este en un ir y venir entre la práctica y la teoría, entre el quehacer y el
pensar. Para lograrlo se propone:
- Partir inicialmente de lo conocido y concreto (realidad cotidiana) hacia lo más
complejo, es decir, desde su experiencia personal y sus conocimientos
acumulados, y luego, desde la realidad de la comunidad donde se realizará la
experiencia.
- Promover discusiones, diálogos, interrogantes y búsqueda de respuestas con
el aporte de todos los participantes del proceso, y socializar los conocimientos
adquiridos como resultado de su práctica personal y social. Todo ello se logra
con las sesiones semanales en el aula.
- Promover el trabajo creador y activo de los participantes a partir de los
elementos que genera la realidad. Para lograr su interrelación con la teoría se
realizan esfuerzos permanentes con los planes quincenales y los informes
individuales.
- Propiciar el crecimiento y la transformación de los actores, tanto en el proceso
de conocimiento como en sus destrezas, habilidades y valores; esto se puede
constatar en las tutorías en la comunidad, en el trabajo en clase con la
participación activa de los estudiantes y en los documentos elaborados.
- Promover el compromiso de transformación de esa realidad, el respeto a los
derechos humanos, el fortalecimiento de valores que propicien una cultura de
paz y por tanto, el compromiso con el ser humano.

Para lograr estos retos, los actores deben asumir responsabilidad y


compromiso con el proceso de conocimiento, y contribuir de manera creadora e
imaginativa con la construcción del mismo, lo cual es una tarea personal.
El planeamiento de todo este proceso necesita estructurarse clara y
precisamente en etapas, de acuerdo con las características exigidas anualmente
por el proceso de conocimiento del momento, y las características de los actores y
del entorno comunal.
El taller, como se mencionó anteriormente, es una modalidad que “supone
la integración de la teoría y la práctica” desde un eje temático; en el caso del taller
II, este se define como “ El trabajo Social y su relación con las respuestas
colectivas de la sociedad vinculadas con la problemática social”. El taller II
pretende que los estudiantes realicen una investigación diagnóstica por medio la
acción, y que identifiquen conjuntamente a comunitarios y estudiantes de
alternativas de solución ante necesidades o problemas sociales que se detecten.
Estos elementos delimitan lo que los estudiantes deben hacer en la realidad
y por ende establecen los lineamientos del plan semestral para lograr un
diagnóstico desde la acción.

Realizar un diagnóstico desde la acción


Se entenderá por diagnóstico una primera aproximación a la situación
definida, una comunidad o un grupo de personas. Al ser un proceso de
conocimiento, es, en sí, un proceso de investigación; las conclusiones de tal
investigación, ordenadas de manera coherente y sistemática en un informe final
denominado diagnóstico, constituyen la base para actuar eficazmente en esa
realidad.
Para Ander Egg (1982, pag.58). El diagnóstico tiene como finalidad:
- “Servir como base para acciones concretas.
- Fundamentar las estrategias que se han expresado en una práctica concreta
conforme a las necesidades y aspiraciones manifestadas por los propios
interesados.”

Este autor nos plantea el diagnóstico como una etapa de un proceso


sistemático de trabajo organizativo en el cual el diagnóstico constituye la primera
etapa, y que está conformado por: Diagnóstico, Planificación, Ejecución,
Evaluación, Sistematización.
Pero, ¿cómo se hace un diagnóstico desde la acción? Si se retoman
elementos señalados anteriormente, ¿se pretende investigar mientras se actúa
simultáneamente? Sí, en realidad esto es lo que se pretende.

Se introduce aquí un nuevo elemento, el tipo de investigación que se está


proponiendo.
Desde el inicio, la modalidad de taller adopta como proceso de
investigación la denominada investigación­ acción.

Investigación­Acción
Investigación­acción es investigar desde la acción misma, es decir, la
investigación como producción de conocimiento y la acción como modificación
intencional de una realidad, independientemente de que la acción tenga éxito o no.
(Oquist,1978,pag.5)
Para André Jacob, la investigación­acción es un “proceso de investigación
que se inscribe en una situación real, que busca un cambio efectivo, ya sea a nivel
de grupos, instituciones, grupos populares, sindicatos entre otros” (André,
1993,pag 17). Este proceso presenta las siguientes características:
Es una experiencia concreta que se inscribe en el mundo real y no solamente
en el pensamiento.
La elección de los problemas y la definición de sus objetivos no se establece a
partir de teorías o hipótesis que negar o confirmar, sino en función de una
situación global concreta.
Los investigadores trabajan con grupos reales dentro de su contexto habitual.
Persigue un cambio efectivo en los grupos.
Los objetivos pueden ser definidos por los iniciadores del proyecto y por el
conjunto de participantes o por una parte de ellos, y por grupos comprometidos
con el proceso de investigación.
Implica un interés propio como apoyo para un proceso global de cambios.
Los investigadores se comprometen con el proceso, pues no son solamente
observadores de la realidad; es decir, participan y actúan.
Es preferiblemente multidisciplinaria
El proceso se realiza en pequeña escala.
Produce generalizaciones con el fin de guiar acciones ulteriores o poner en
evidencia principios y leyes.
Aclara recíprocamente la teoría y la práctica.
Las hipótesis se inducen mediante la observación de hechos, no se deducen
de un cuadro teórico existente.
Los resultados de la investigación deben apoyar estrategias para desarrollarse
posteriormente.

Podemos concluir, entonces, que el diagnóstico se orienta hacia dos


elementos fundamentales:
1. Identificar necesidades de los sectores con los que se trabajará:
Dado que las necesidades representan una condición necesaria para la
existencia del ser humano, la identificación de estas se convierte en uno de
los elementos fundamentales del proceso de conocimiento y de
intervención, desde la perspectiva del Trabajo Social. Las necesidades
pueden ser existenciales: ser, tener, hacer o estar, o bien axiológicas:
subsistencia, protección, afecto, entendimiento o participación (Neff, 199;
pág. 54­55). Estas necesidades se analizan como parte de un conjunto
significativo de hechos mediante una lógica interna, y son propias del grupo
social con quienes se desarrollará la experiencia, puesto que están
matizadas por el relativismo cultural y el carácter social que poseen dentro
de esa realidad particular. (Krmpotic, 1999, Pag. 18)
2. Proponer alternativas de intervención según las necesidades
identificadas y los actores comunales:
Proponer alternativas de acción es el proceso permanente que se pretende
efectuar bajo el concepto de investigación­acción. Las propuestas de intervención
se construyen a medida que se conoce y analiza la realidad; dentro de ese
proceso dialéctico se realiza gradualmente el proceso de intervención,
conjuntamente con los grupos con que se trabaja, en el que la creatividad es
básica, tanto en los estudiantes como en los grupos comunitarios. Para esto no
existe receta única, pues lo que se propone en una comunidad a menudo no es
válido para otras. La intervención puede producirse en diferentes niveles de
manera paralela; a veces, mientras se trabaja con un grupo o comunidad, es
necesario buscar alternativas para enfrentar situaciones individuales.
Con todos estos elementos debemos regresar al punto de partida inicial,
razón de este escrito, que es la elaboración del plan semestral de trabajo, al que
se le denominará: Plan de Investigación­Acción.

Trazando la ruta para alcanzar retos


El Plan de Investigación­Acción
El plan de Investigación Acción es un plan que orienta el proceso de
investigación­acción. Refleja de forma general lo que se realizará durante el
tiempo en que se intervendrá en la realidad que estamos conociendo; tal proceso
de conocimiento indicará paulatinamente la forma de intervención.
El plan es una forma de ordenar las actividades de investigación­acción, de
análisis e intervención, y de integración de teoría y práctica que se realizará, para
alcanzar los objetivos propuestos.
Este instrumento debe ser flexible, pues la realidad es cambiante. La
intervención y la reflexión sobre nuestras acciones propone nuevos retos y nuevos
caminos; mientras más interactuemos y reflexionemos, nuevos caminos, nuevas
interrogantes, nuevas explicaciones y nuevos retos surgirán durante la
implementación de un plan semestral.
El esfuerzo de planificar líneas generales orientadoras del proceso
semestral de investigación­ acción identifica elementos generales esenciales. El
trabajo concreto se logra con proyectos quincenales como la planificación
operativa más concreta, que permite retomar la realidad cotidiana; su
conocimiento es producto de una reflexión y un esfuerzo de integración teórico­
práctico; a partir de esto se definen nuevamente las líneas de acción.
Un plan de investigación­acción contiene los siguientes elementos:

Introducción
Introduce al lector en el documento; describe de manera resumida los
contenidos del plan y el período en que se va a realizar y los retos que se
propone, y ubica la relación entre las partes del documento. Establece el sitio en el
que se desarrollará la experiencia, con quienes se realizará, las personas
responsables de su elaboración y el curso al cual pertenece.

Justificación
Se define la razón por la cual se realiza el plan, a qué responde y que
interrogantes lo orientan. Incluye una síntesis de la opción metodológica y se
esboza a grandes rasgos la relación entre la teoría y la práctica. El porqué y el
para qué, dependerá de la concepción metodológica propuesta en la investigación,
y responde básicamente a la pregunta por qué, para qué y cómo se produce el
conocimiento.
Planteamiento del problema­objeto de intervención
Se entiende como problema­objeto de intervención un aspecto por trabajar,
una situación y/o problema que se presenta y en la que se intenta intervenir,
surgida de la observación y reflexión de la realidad. Puede estar compuesto de
varios elementos o temas relacionados entre sí y que limitan la situación o
problema.
Este problema o situación se construye, luego de varias aproximaciones a
la realidad, como producto de un proceso de reflexión sobre esta, del
enriquecimiento de la teoría encontrada y de las interrogantes que este primer
análisis nos propone. Or ende, la construcción del problema no se realiza a priori,
sino como una red de interrelaciones que unen la teoría con la práctica, es decir,
el conocimiento científico histórico, socialmente acumulado, con la realidad. Esta
realidad nos aporta un sistema de elementos, relaciones y condiciones en un
tiempo y espacio concretos que, como procesos, definen una primer aproximación
al problema­objeto de intervención que paulatinamente se profundizará durante el
proceso de investigación­acción.
La contextualización de la realidad es fundamental; en esta fase se ubica la
comunidad donde se desarrollará la experiencia y se retoma la información
existente sobre su realidad. Además, se incorporan interrogantes que surgen de la
reflexión crítica, a las cuales se espera responder gradualmente durante el
proceso de investigación­ acción.
En este apartado se realiza un primer esfuerzo de retomar hechos
particulares de la realidad para efectura un análisis más general (inducción); se
reflexiona sobre las consecuencias y las relaciones de un hecho con otro, u otros
(deducción); se realiza un análisis para identificar su significado y valoración en la
realidad concreta (axiología) como elementos fundamentales para la vida del ser
humano. Esta síntesis refleja el objeto de intervención del trabajador social, sobre
el cual se generará más conocimiento, y se construirán formas concretas de
intervención que apoyen las luchas de las personas por alcanzar una vida más
humana, justa y solidaria, para lo cual se desarrollará el proceso de la
investigación­ acción.

Población meta
Población con la que se desarrollará la experiencia

Objetivos
Responden al qué y al para qué del trabajo que se realizará. Aclaran en
pocas palabras que se hará y para qué.
Por las características del Plan de investigación­acción, es necesario
diferenciar los objetivos de investigación (conocimiento que se generará) de los
objetivos de acción (intervención en la realidad); estos pueden estar ligados, dado
que en realidad son muy cercanos y se desarrollan de manera paralela, pero
deben diferenciarse claramente.
Es decir, al final de un proceso de arduo esfuerzo, qué queremos lograr
como producto y para qué.
1. Identificar las formas en que los niños y niñas del grupo manifiestan su
derecho a la libre expresión.
2. Realizar un proceso socioeducativo con los niños y niñas acerca el
derecho a la libre expresión, con el propósito de que logren ejercerlo.

Metodología
Se refiere al cómo, es decir, a las etapas y actividades que se desarrollarán
para alcanzar los objetivos propuestos. Son los pasos que se deben seguir a la
hora de realizar una propuesta, en este caso, los pasos que permitirán llevar a
cabo la investigación­acción.
La etapas metodológicas son fundamentales para guiar el proceso, que
estará determinado por la perspectiva epistemológica e ideológica de la persona o
grupo que aplica el proyecto.
La metodología puede contener grandes etapas o pasos, y estos a su vez
pueden detallarse en actividades, técnicas y tareas.
En el presente caso, en el que se propusieron tanto objetivos de
investigación como de acción, es necesario retomar a ambos en el proceso
metodológico. Un ejemplo de ello se puede apreciar en el siguiente cuadro:
Según el tipo de planificación que se desea realizar a corto, mediano o
largo plazo, la metodología contendrá mayor detalle. Por ejemplo, un plan
semestral puede contener grandes etapas y actividades (columnas 1, 2 y 3 del
cuadro anterior), pero un plan quincenal o trisemanal requiere de un mayor detalle
que permita la claridad de las tareas que el o los responsables deben realizar, es
decir, tiene una mayor especificidad y es más operativo (columnas 3 y 4 del
cuadro anterior).

Cronograma
Con el propósito de organizar las actividades y tareas en el tiempo se utiliza
el instrumento denominado Cronograma que especifica el período: mes, semana
y/o día en que se realizará la actividad y/o tarea. Es un instrumento útil para
organizar una distribución progresiva de acciones que permite alcanzar los
objetivos en el período definido para realizar lo planeado.
También se utiliza el Cronograma con algunas variantes para agregar otros
elementos y facilitar la distribución de responsabilidades: se anota a la persona
responsable de llevar a cabo la acción detallada al lado de las tareas o
actividades. En otros casos también se incorpora un apartado sobre los recursos
que requiere cada actividad o tarea.
La elaboración de estas tablas las define el usuario, y sus contenidos
dependen de las necesidades de cada caso. Las tablas de resumen son muy
útiles pues permiten obtener una secuencia ordenada de actividades, tareas,
responsables, recursos y momentos en que se deben llevar a cabo.
Cada persona, de acuerdo con sus necesidades, puede construir diferentes
cronogramas; los elementos fundamentales son las actividades y el momento de
ejecución. Las actividades surgen de lo propuesto en la metodología.

Recursos
Se refieren a todos los elementos necesarios para llevar a cabo el plan y
permite el cumplimiento de los objetivos semestrales. Se dispone de algunos de
ellos desde que se propone el proyecto, pero es necesario conseguir otros: esto
se convierte en una de las taras iniciales del proyecto. Se deben detallar tanto los
recursos humanos como los materiales.
Entre mayor sea el detalle de los recursos requeridos, se logrará controlar
el desarrollo del plan y proponer en el momento oportuno alternativas para
obtenerlo. De lo contrario, es posible que al desarrollar la experiencia la falta de
algunos recursos limite el cumplimiento de los objetivos propuestos.
En el caso de aquellos recursos que se deben conseguir, se especifica
dónde y cómo se obtendrán, quién los puede suministrar, la cantidad de
materiales con que se cuenta y lo que se requiere. Esto último es importante
porque existen organizaciones que esperan contribuir retomando los recursos con
que ya cuenta el proyecto.
Si se requieren recursos humanos, es preciso definir las instituciones que
puedan aportarlos, para así realizar las respectivas visitas y que estas faciliten el
personal con tiempo.
Para la organización de este rubro se pueden utilizar cuadros que integren
la información, como por ejemplo:

Evaluación
La evaluación debe permitir reflexionar acerca de las acciones realizadas y
sus resultados. En esta valoración se identifican los esfuerzos que contribuyeron a
alcanzar los objetivos; permite señalar los aspectos que deben continuar y las
mejoras que se deben realizar; es decir, debe permitir retomar los aspectos
positivos y negativos de la experiencia en todas las etapas del proceso para así
retroalimentarlo. Por lo tanto, la evaluación aporta información muy valiosa para la
toma de decisiones.
Existen diferentes formas de evaluación según el tiempo en que se realice:
puede ser ex ante o ex post; según quien la realiza puede ser externa o interna;
según sus objetivos puede ser de proceso, efectividad e impacto; según los
métodos utilizados puede ser cuantitativa o cualitativa. (Martinic, 1997, Pág.13)
Para el caso que nos ocupa y considerando que este es un aporte a los
estudiantes, se retomará la evaluación en función del cumplimiento de los
objetivos. Desde el momento en que se elabora el objetivo de manera clara y
concreta, se establecen los criterios de evaluación.
Los denominados criterios o indicadores de evaluación permitirán analizar si
se cumplió o no con el objetivo propuesto, y para esto se pueden retomar
indicadores cuantitativos o cualitativos. Entenderemos por indicadores los hechos,
actos, gestos, representaciones, eventos que definen el desempeño esperado”
(Martinic, 1997, Pág. 85)
Los indicadores son elaborados por los responsables del proyecto y estarán
muy relacionados con la opción teórica y metodológica propuesta en el proyecto.
Los indicadores pueden ser interpretados de distinta manera según la opción
teórica del proyecto. El análisis permanente de las distintas etapas del proyecto
permitirá ir adecuando las etapas siguientes según la realidad y la experiencia
desarrollada hasta el momento.

A modo de conclusión
Recordando las etapas del proceso de trabajo propuesto por Ander Egg,
citado en la página 2 de este escrito, después de la evaluación se prosigue con la
etapa de planificación. La evaluación es un apoyo a la toma de decisiones y la
ejecución de estas nos conduce nuevamente a la acción; entonces el proceso
continúa con las otras etapas: Planificación, Ejecución, Evaluación,
Sistematización. Se regresa de nuevo a la realidad, con nuevos retos y con el
conocimiento adquirido en la primera experiencia, y este se convierte en el nuevo
punto de partida.
Cada vez que nos proponemos alcanzar una meta surgen otros retos. En
este momento, cuando creo haber llegado al final de este escrito, siento que aún
queda pendiente escribir cómo se debe elaborar la planificación a corto plazo y la
elaboración del informe final, así que el proceso no concluye.

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