Publiquito, Unidad 4.
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La Garantía Federal junto a la Intervención Federal son dos instituciones indisolublemente ligadas.
Tan es así, que la intervención federal deviene como consecuencia lógica del no respeto a las
obligaciones surgidas en la Garantía Federal (artículo 5 de la Constitución Nacional).
Garantía Federal: se la considera como una garantía pública o institucional, que se diferencia en tal
sentido, de las garantías individuales o personales. El Gobierno Federal debe ejercerla por omisión, no
entorpeciendo la autonomía, como por acción, adoptando las medidas necesarias para preservarla
o restablecerla: advertencias a. sus autoridades; requerimientos a sus gobernadores para que
actúen como agentes del Gobierno Federal (art. 123); prestarles auxilio económico (art. 73); intervenir
sus instituciones (art. 6); etc”.
Artículo 5º.- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y
que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de
estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus
instituciones.
El artículo 5 exige, que las provincias respeten el sistema representativo republicano, en consonancia
con el artículo 1*. Cabe aclarar que el sistema republicano establece la división de poderes, pero en
un sistema federal como el nuestro esos poderes pueden —y lo han hecho— organizarse de diversas
maneras.
Es así que todos los poderes ejecutivos, lo han conformado de forma “unipersonal”, pero nada
impediría que fuera colegiado.
Con respecto al Poder Legislativo, las provincias argentinas han seguido dos vertientes: 1) el sistema
clásico previsto en la Constitución de Buenos Aires de 1854, de bicameralidad y, 2) el sistema que
más modernamente tiende a estructurar un sistema de Legislatura unicameral.
Con referencia al sistema judicial también se dan: a) el sistema clásico de doble instancia y, b) el
sistema -al cual se tiende- de única instancia. Cabe aclarar que en la Provincia de Buenos Aires se
da un sistema mixto, el cual prevé en ciertos casos la doble instancia y en otros la única instancia.
Es decir que dichos aspectos pueden ser mejorados y corregidos dentro de su natural y cabal
alcance. Por ejemplo aquellos derechos no señalados puntualmente en la Constitución de 1853, pero
que nacían indudablemente de esos artículos.
No se habrían realizado los fines de la CN si las provincias no hubiesen cooperado a afianzar justicia,
como establece el preámbulo, incluyendo un sistema judicial conveniente. Todas las constituciones
han cumplido con este mandato, creando tribunales necesarios al efecto y determinando sus
atribuciones respectivas.
El régimen municipal:
El término régimen en el artículo 5 es muy amplio y vago. No obstante no se modificó jamás. Si bien
la primera parte de la CN no se modificó en su texto específico, si a través de una reforma
subrogatoria u oblicua, así ocurrió con el artículo 5, el cual a la luz del art. 123 cabe interpretar que
donde dice “régimen municipal”, que en realidad significa “gobierno municipal”.
Educación primaria:
El constituyente advirtió, siguiendo los principios de la Revolución Francesa, que había que educar al
soberano, por lo que la CN impone a las constituciones provinciales asegurar la educación primaria.
La Intervención Federal es uno de los institutos extraordinarios del Derecho Constitucional, según el
cual el Estado Federal, en casos de suma gravedad, asume la autonomía de las provincias con el fín
de asegurar el cumplimiento de los fines estatuidos por la Constitución Nacional.
1. El Pacto Federal de 1813: su artículo 13 establece “"si llegase el caso de ser atacada la libertad e
independencia de alguna de las tres provincias litorales (al 4-1-1831 Corrientes no había signado el
pacto), por alguna otra de las que no entran al presente en la Federación o por cualquier otro poder
extraño, la auxiliarán las otras dos provincias litorales con cuantos recursos y elementos están en la
esfera de su poder…”. En el artículo 14 establece que "la fuerzas terrestres o marítimas que, según el
artículo anterior se envíen en auxilio de la provincia invadida deberán obrar, con sujeción al gobierno
de ésta, mientras pisen su territorio y naveguen sus ríos en clase de auxiliares”.
2. El Acuerdo de San Nicolás de los Arroyos de 1852: establecía su artículo 14 si la paz interior de la
República fuese perturbada por hostilidades abiertas entre una y otra provincia o por sublevaciones
armadas dentro de la misma provincia, queda autorizado el encargado de las relacio- nes exteriores
para emplear todas las medidas para restablecer la paz, sosteniendo las autoridades legalmente
constituidas; para lo cual los demás gobernadores prestarán su cooperación y ayuda.
3. Proyecto de Juan Bautista Alberdi: El art. 5 de dicho proyecto autorizaba al Gobierno de la Nación
para intervenir “sin requisición”, en el territorio de las provincias, “al solo efecto de restablecer el orden
público perturbado por sedición”:
a. Constitución Nacional de 1853: Siguiendo el proyecto de Alberdi, el artículo establecia que ““El
Gobierno Federal interviene con requisición de las Legislaturas o Gobernadores Provinciales, o sin ella,
en el territorio de cualquiera de las provincias, al solo efecto de reestablecer el orden público
perturbado por la sedición, o de atender a la seguridad nacional amenazada por un ataque o
peligro exterior”.
Establece el artículo 6 de 1860: “El Gobierno Federal interviene en el territorio de las Provincias para
garantir la forma republicana de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus
autoridades constituidas para sostenerlas o restablecerias, si hubiesen sido depuestas por la
sedición, o por invasión de otra Provincia”,
Merecen especial rechazo las l”intervenciones federales preventivas” , las cuales son
manifiestamente inconstitucionales. Las mismas afectaron varias provincias y fueron depuestas por
Arturo Frondizi en 1962, mediante decreto, dado el triunfo de candidatos peronistas para las
elecciones de ese año.
a) Declarativa:
En la práctica la intervención federal en vez de ser usado como un remedio excepcional y único para
establecer la autonomía provincial violentada, ha sido usado para “voltear” aquellos gobiernos de
provincia de distinto color político, o enfrentados con el Ejecutivo Nacional de turno. Bidart Campos, “...
en numerosas ocasiones, bajo la alegación de alteración de la forma republicana de gobierno, el
Gobierno Central ha concretado intervenciones que solo llevaban como motivación la idea de
eliminar autoridades provinciales que les resultaban desafectas”.
El artículo 75, en su inc. 31, establece: “corresponde al Congreso: ...disponer la intervención federal a
una provincia o a la Ciudad de Buenos Aires”. Por su lado, el artículo 99, en su inc. 20, dispone que el
Poder Ejecutivo “decreta la intervención a una provincia o a la Ciudad de Buenos Aires en caso de
receso del Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento”. Ambas cláusulas
fueron incorporadas a la Constitución por la reforma de 1994.
La etapa declarativa se inicia con el proyecto de ley (emanado generalmente del Poder Ejecutivo)y
finaliza con la sanción de la misma por ambas Cámaras.
La intervención federal puede tener diversos alcances. Generalmente abarca a los tres poderes de la
provincia, pero puede ser a uno o dos de ellos (intervención amplia o restringida).
Si la intervención federal abarca a los tres poderes, se nombra a un Interventor Federal, el cual se
hace cargo del Poder Ejecutivo provincial, se disuelve el Poder Legislativo Estadual y al Poder Judicial
de la provincia, se lo declara en comisión, lo que significa suspender la inamovilidad de los
magistrados.
En nuestra historia, la mayoría de veces se han removido las autoridades locales y en contados casos
se ha sostenido o repuestas a la misma.
La reforma constitucional de 1994 incorpora la posibilidad de intervenir a la Ciudad de Buenos Aires,
dado que por dicha reforma se declaró su autonomía
b) Etapa Ejecutiva:
Promulgada por el Poder Ejecutivo la ley de intervención federal, dicho poder realizará la designación
del Interventor Federal (art. 99 inc 7 in fine)
Las facultades propias de Interventor surgen de la misma ley y de las instrucciones que le imparta el
Presidente de la Nación, con la actuación directa del Ministro del Interior. Estas instrucciones deberán
estar en consonancia con las finalidades que procura la intervención. El Interventor Federal es un
funcionario federal y como tal se halla sujeto al cumplimiento de la Constitución Nacional, la ley que
haya establecido la intervención y las instrucciones del Ejecutivo.
Por lo tanto el Interventor Federal debe actuar con la finalidad de subsanar la problemática que
motivara la intervención federal. Es un funcionario federal y no debe actuar como si fuera un
gobernador electo, su accionar debe estar expresamente restringido al motivo que lo llevó a tales
funciones.
La Intervención Federal fue en el caso de la Constitución de 1853 un claro avance sobre la autonomía
de las 14 provincias históricas y un concreto elemento distorsionante de los equilibrios que deben
sustentar a un sistema federal.
En la practica la intervencion federal en vez de ser utilizada como solución extrema ante la flagrante
violación del artículo 5 de la Constitución Nacional, fue usada con notoria frecuencia, tras fines de
baja política, acción encubierta en los amplios términos del sistema republicano y su interpretación
muchas veces antojadiza y tendencios.
Ante esto las provincias trataron de establecer límites a la intervención federal y diversos tipos de
frenos a la misma. Lo único que se logró, fue desnaturalizar a través de la Constitución Estadual la
facultad delegada al Gobierno Central. Ergo, si ha sido delegada, no puede ser reservada, aunque el
intento sea parcial.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha considerado, desde su primer fallo al respecto, que la
declaración de intervención federal de una provincia “es un acto político no judiciable”. Su primer
fallo en ese sentido se dio en el caso “Cullen, Joaquin M. c. LLerena, Baldomero” de 1893, criterio que se
mantiene hasta el presente.
La Corte ha entendido que el Interventor no representa a la provincia.
“El Interventor es solo un representante directo del Presidente de la República, que obra en una
función nacional, en representación de él, al efecto de cumplir una ley del Congreso, y sujetándose a
las instrucciones que de aquél reciba. Su nombramiento no toma origen en disposición alguna
provincial, y sus actos no están sujetos ni a las responsabilidades, ni a las acciones que las leyes
locales establecen respecto de sus propios gobernantes, sino a aquellas que el Poder Nacional, en
cuyo nombre funciona, le imponga.”
La Corte sostuvo que si el acto del Interventor Nacional, que motiva la demanda, afecta la provincia,
no es cuestión que deba resolverse en este momento, ni su solución es necesaria en el caso
ocurrente. Pero, sea cual fuere el carácter o la naturaleza de ese acto, él no hace del Interventor
Nacional el representante de la provincia para estar en juicio ante esta Suprema Corte y, por lo tanto,
no puede motivar una acción ante su jurisdicción originaria.
La Corte Suprema ha completado esta doctrina en el caso “Amaría c. Provincia de Buenos Aires”.
El Dr. Eduardo Emilio Sosa era el Procurador de la Provincia de Santa Cruz en 1995. En dicho año la
Legislatura de esa provincia dividió el Ministerio Público en dos (defensores y fiscales), eliminando por
ley 2404 el cargo de Procurador General ante el Tribunal Superior de Justicia, que ocupaba Eduardo
Emilio Sosa y que gozaba de estabilidad según lo dispuesto por la Constitución Provincial, a partir de
ese momento el Dr. Sosa inició juicio contra la Provincia de Santa Cruz.
Demanda ante la cual el Superior Tribunal de Santa Cruz reconoció que la norma era inconstitucional,
pero que no podían hacer nada porque los cargos estaban ocupados, solo otorgar una
indemnización. Sosa exige ser repuesto en el cargo, luego de extensos procedimientos la CSJN lo
avaló, mientras que el tribunal provincial insistió en la indemnización sin reposición del cargo.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación vuelve a expedirse diciendo que el Dr. Sosa debe ser
repuesto en su cargo. Ya no se trataba solamente de los perjuicios sufridos por el Dr. Sosa, sino que
estaba en juego la mismísima garantía de inamovilidad de los miembros del Poder Judicial mientras
dure su buena conducta, la cual tiene un reaseguro federal. De tal manera, impuso al gobernador de
la provincia la carga de reponer a Sosa en el cargo de Agente de Fiscal ante el Tribunal Superior de
Justicia de Santa Cruz, dentro de los treinta días de notificado, bajo apercibimiento de dar
intervención a la justicia penal para que investigue la eventual comisión de un delito de acción
pública.
En este sentido, el incumplimiento por parte de la provincia de Santa Cruz de una sentencia dictada
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación constituye un desconocimiento del principio de división
de poderes que las provincias se han comprometido a garantizar (artículos 5, 116 y 117 de la
Constitución Nacional), a la par que afecta la relación de subordinación propia del federalismo al
que deben sujetarse todas las provincias argentinas cuando reciben un mandato del poder federal
de la República
“Por ello, se resuelve: 1) Hacer efectivo el apercibimiento para se investigue la posible comisión de un
delito de acción pública…; 2) Comunicar esta sentencia al Congreso de la Nación mediante oficios
dirigidos a los señores Presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados. Notifíquese y cúmplase”.
En la Cámara de Diputados de la Nación fueron presentados tres Proyectos de Ley que disponían la
intervención federal a la Provincia de Santa Cruz por los hechos señalados, en virtud de lo dispuesto
por el art. 6º de la Constitución, para garantizar la forma republicana de gobierno. , dichos proyectos
duermen el sueño de los justos en la Comisión de Asuntos Constitucionales hace años, por lo tanto
han perdido estado parlamentario.
a. Constitución de la Rio ja: en su artículo 18 establece “En caso de Intervención Federal, los
actos que sus representantes ejecuten en el desempeño de sus funciones serán
exclusivamente administrativos, con excepción de los que deriven del estado de
necesidad. Serán válidos en la provincia sólo si hubieren sido realizados de acuerdo con
esta Constitución y las leyes provinciales. La nulidad podrá ser declarada a instancia
de parte. Los funcionarios y empleados designados por la intervención quedarán en
comisión el día en que termine la misma.”
b. Constitucion de Rio Negro: en su articulo 13 Las funciones de las intervenciones
federales son exclusivamente administrativas, con excepción de las que derivan del
estado de necesidad. Los actos administrativos que realizan las intervenciones son
válidos solamente cuando están conformes con esta Constitución y las leyes que en
su consecuencia se dicten, La nulidad emergente puede ser declarada a instancia de
parte, Los funcionarios y empleados designados por la intervención federal quedan en
comisión el día en que ésta cesa en Sus funciones”.
c. Constitución de San Juan: Las intervenciones que ordene el Gobierno de la Nación,
deben circunscribir sus actos de gobierno a los determinados en la ley que la disponga
y a los derechos, declaraciones, libertades y garantías expresados en esta Constitución.
Los nombramientos o designaciones realizados tienen el carácter transitorio.