Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Santo Tomas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

Santo Tomas

Tomás de Aquino sigue en las líneas fundamentales el pensamiento de Aristóteles. Las


personas están constituidas por una unidad de alma y cuerpo, en la que la primera es la
forma-esencia (creada por Dios) y el segundo el elemento material.
Pero como filósofo y teólogo cristiano necesita modificar esta teoría para dar cabida a la
inmortalidad del alma y a la posibilidad de que esta exista temporalmente de forma
independiente mientras el cuerpo muere, hasta la resurrección de los cuerpos. Por ello
afirma que el alma es también una sustancia que por tanto puede existir sin el cuerpo.
Pero su destino definitivo es completarse con el y existir unidos.
El alma, como en Aristóteles, es única y en ella residen las tres funciones: vegetativa,
sensitiva y racional. La racionalidad es el rasgo definitorio de la vida humana y por ello
debe ser el criterio de la vida para alcanzar la felicidad y la dignidad humana. El
comportamiento humano (ética y moral): entendimiento, voluntad y libertad. Dimensión
social de la vida humana.
La Ética de Santo Tomás
Tomás de Aquino, de acuerdo con las líneas generales de su pensamiento sobre el ser
humano, el mundo y Dios, intenta conjugar los planteamientos filosóficos propios y de
Aristóteles, con sus creencias religiosas y el contenido de la teología cristiana, para dar
una visión de cómo debe ser la vida humana para alcanzar el bien y llevar una vida
virtuosa.
La concepción tomista de la vida buena se enmarca dentro de su visión general sobre el
gobierno de Dios sobre el mundo y el lugar que en relación a ellos ocupa el ser humano:
Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para todos
los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley natural, que dirige
el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser humano (único capaz de
conocerla a través de la razón).
Contenidos de la ley natural: conservación, reproducción, y vida racional y social.
Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal, son las leyes positivas o
humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural racional.
Siguiendo a Aristóteles da una importancia fundamental a las virtudes entendidas como
hábitos adquiridos, modos de actuar encaminados a obrar bien (evitando el mal),
dirigidos por la razón y la inteligencia, buscando un justo medio y evitando los
extremos. Como Aristóteles, diferencia entre virtudes intelectuales y morales. A
diferencia de aquel a las morales les llama cardinales y se fija fundamentalmente en la
prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Sigue considerando a la justicia como virtud
clave, por la repercusión que tiene en las demás personas.
Santo Tomás considera que en todo ser humano está la disposición y la capacidad de
conocer y entender los principios morales con los que debe dirigir su conducta para
obrar bien y realizar acciones buenas. El ser humano es capaz de conocer la ley natural
con la que debe guiar su vida, tiene conciencia moral (sindéresis).
CONTEXTO DE SANTO TOMÁS:
La época. El siglo XIII. La Escolástica (Influencia del pensamiento platónico y
aristotélico). El Gótico. La catedral. Las Universidades. Las monarquías medievales Las
ciudades. París. Santo Tomás: vida y obras (teólogo y filósofo)Una vida dedicada al
estudio y la enseñanza.
Santo Tomás como pensador cristiano y teólogo considera que Dios es el Bien Supremo,
por ello la ética y la vida humana tienen como referencia última a Dios, que es el mayor
Bien, por encima de los bienes particulares de este mundo (es conveniente recordar la
cuarta vía). El hombre puede encaminar su vida hacia la virtud y hacia Dios, obrando
bien; pero también puede obrar mal (desde un punto de vista moral) porque tiene
libertad o libre albedrío. (término: libertad)
El conocimiento: filosofía y teología
Autonomía y colaboración. La filosofía “al servicio” de la teología. No hay doble
verdad. Para comprender el pensamiento de Tomás de Aquino es necesario detenernos
en un problema relacionado con el conocimiento que la Escolástica medieval cristiana
se estaba planteando en esos momentos, el conocimiento a través de la fe, y el
conocimiento obtenido por medio de la razón, sus características y sus relaciones.
Existe un modo de conocer natural, racional, basado en la lógica y en métodos propios
de la razón. Este es el territorio de la filosofía racional. Existe otro modo de acceder a la
verdad que consiste en la aceptación o asentamiento voluntario, por medio de la fe, a
unos principios dados por la revelación divina, sobre los que el hombre puede pensar y
especular. Cada uno de estos dos niveles son autónomos e independientes en sus campos
de estudio propios. Además la fe (y la teología), y la razón (y la filosofía), tienen
métodos diferentes.
No hay oposición entre ambas. No hay doble verdad sobre un mismo tema, una racional
y otra religiosa. En los temas comunes deben colaborar. Además la razón y la filosofía
ayudan a la fe, preparándole el camino por medio de la demostración racional de las
bases para creer (por ejemplo la existencia de Dios). Por su parte, la fe sirve de guía a la
razón suministrándole datos a los que ella sola no puede llegar, y conduciéndola en los
temas que le resultan difíciles. Tomás de Aquino dedica todo su pensamiento y su obra a
esta tarea de síntesis entre filosofía y teología.
Hay, por tanto, una clara afirmación de la importancia de la filosofía, que supone un
avance con respecto a los pensadores cristianos que le precedieron. Pero existe una
manifiesta subordinación de la razón y la filosofía, a la fe y la teología, que en caso de
duda o conflicto tienen la llave de la verdad.
Teoría del Conocimiento
Entrando de lleno en lo que verdaderamente constituye la teoría del conocimiento de
Tomás de Aquino, encontramos un pensamiento semejante al de Aristóteles: el
conocimiento comienza por los sentidos corporales, para acabar con la abstracción de la
forma-esencia realizada por el entendimiento. El entendimiento agente es el que lleva a
cabo esta operación, y el paciente o posible es el que conoce lo abstraído. (términos:
abstracción, esencia, forma; concepto, inducción).¿Cuándo podemos decir que el
entendimiento conoce la verdad?. Verdad es para Santo Tomás la adecuación entre “lo
que” (forma-esencia abstraída) está en el entendimiento y la (forma-esencia en la)
“cosa” conocida.

Propiamente hablando, verdad es la verdad lógica, que es la adecuación de lo que el


entendimiento entiende de una cosa con la cosa misma, adecuación consciente o
conocida, y que se da solamente en el juicio o en el acto de la afirmación o la negación.
(Verdad óntica es la verdad de las cosas: verdadero es aquello que es. Verdad ontológica
es la verdad en el entendimiento, pero no conocida).
Filosofía social y política
Hay en Tomás de Aquino una honda preocupación por la dimensión social del ser
humano, por la justicia, por el bien común, por las formas de gobierno que pueden
conseguirlas. Santo Tomás sigue en estos temas al que considera el gran filósofo de la
antigüedad Aristóteles. Hace un esfuerzo considerable por armonizar y hacer
compatibles su pensamiento con su concepción religiosa de la existencia humana:
deberá dar respuesta al problema de las relaciones entre Estado e Iglesia, especificar las
funciones autónomas de cada uno de ellos, y justificar la primacía de la Iglesia y el
poder religioso en los asuntos relativos al fin sobrenatural del hombre, y a la
organización de la vida en torno a su destino definitivo, más allá de la vida terrenal, en
Dios.
Por otra parte, no podemos olvidar que Tomás de Aquino está viviendo el momento más
vigoroso de la Edad Media, el siglo XIII, en el que la forma de organización social y
política es la monarquía. No es casual que uno de sus libros clave sobre este tema lleve
el nombre de “La monarquía”. Siguiendo a Aristóteles, exigirá que el monarca actúe de
forma racional buscando siempre el bien común y la justicia. Pero desde sus
planteamientos religiosos, el paralelismo entre Dios como gobernante del mundo, y el
monarca o rey como organizador del Estado, era para él muy claro.
Del mismo modo que Aristóteles, Tomás de Aquino afirma la dimensión social de los
humanos. Solo en sociedad puede alcanzar el hombre el desarrollo de sus posibilidades
y la satisfacción de sus necesidades. Por medio de la inteligencia y la palabra,
razonando y hablando, los hombres, a diferencia de los animales, pueden organizar la
vida en grupo de forma de forma conveniente.
El fin de la sociedad y del Estado es el bien común, la justicia. El Gobernante o el Rey
no pueden actuar de forma caprichosa o arbitraria. El hecho de tener el poder no
justifica sus comportamientos injustos.
Dios gobierna y organiza el mundo con la ley eterna, dictada desde siempre para todos
los seres. Su reflejo en la naturaleza y en los seres naturales es la ley natural, que dirige
el funcionamiento de los seres, las plantas, los animales y el ser humano (único capaz de
conocerla a través de la razón). Los humanos crean leyes para organizar su vida terrenal,
son las leyes positivas o humanas que para ser justas deben ajustarse a la ley natural
racional.Santo Tomás distingue, como Aristóteles, diversas formas de gobierno, pero
propone la Monarquía como la mejor, porque garantiza más el orden unitario de la
sociedad, y por su semejanza con el gobierno ideal que Dios tiene con respecto del
mundo.
El Estado, el gobierno civil o humano, tiene como asuntos de su competencia la
organización social de los hombres en aquellos campos propios de la vida en este
mundo, pero en aquellos que hacen relación a la dimensión religiosa, al Bien Supremo
divino, la competencia pertenece a Dios y sus representantes en la tierra, el Papa y la
Iglesia. Desde este punto de vista, Estado e Iglesia son independientes. Sin embargo hay
una subordinación de lo civil a lo religioso, puesto que lo humano tiene como fin ultimo
sobrenatural a lo divino. Existe por tanto una primacía de la Iglesia sobre el Estado en
aquellos asuntos humanos en que ambas interactúan.
El medio o instrumento para que el Estado pueda llevar a cabo su función, el bien
común, son las leyes, que deberán ser elaboradas por la colectividad social o sus
gobernantes.
Esta leyes humanas solo serán justas si están de acuerdo con la ley natural racional. Nos
volvemos a encontrar con la visión general que Santo Tomás tiene de la organización y
gobierno del mundo por Dios y el lugar que ocupan el ser humano y la sociedad.
La metafísica de Santo Tomás: la realidad, Dios y el mundo
Planteamientos aristotélicos: ser, sustancia, accidentes, materia y forma, potencia y acto,
cuatro causas. Necesidad de diferenciar, en los seres, la esencia de la existencia. Dios, el
SER, existe por sí mismo, es el ser necesario. Los seres creados existen porque reciben
la existencia, son seres contingentes.
Solo Dios existe por sí mismo y como creador del mundo es el Ser que da la existencia a
los demás seres (estudio “a fondo” de la tercera vía).
Existencia de Dios
El acercamiento filosófico a la existencia de Dios es diferente del que se realiza a través
dela fe. Crítica al argumento ontológico de San Anselmo.
Punto de partida: un hecho de la experiencia, analizado metafísicamente. Aplicación del
principio de causalidad (nada sucede sin una causa): todo hecho (efecto) requiere una
causa. Imposibilidad de prolongar las causas hasta el infinito. Conclusión: Necesidad de
afirmar una causa primera: Dios
Las cinco vías: esquema general y explicación. Estructura-esquema de las cinco vías:
1. Vía del movimiento o del Primer Motor Inmóvil.
2. Vía de la causalidad o de la Primera Causa Eficiente
3. Vía dela contingencia o del Ser Necesario.
4. Vía de los grados de perfección o del Ser Perfecto.
5. Vía del orden racional del universo o del Ser Inteligente Ordenador.
Conocimiento de Dios por vía de negación
Eminencia: afirmar en Dios, en un grado sumo, todas las perfecciones.
Negación: negar en Dios las imperfecciones.
Cada una de las 5 vías aporta un mejor conocimiento de la realidad divina

Una de las mayores contribuciones de Tomás de Aquino a la filosofía de raíz cristiana


fue la integración del pensamiento de Aristóteles en el tradicional
neoplatonismo heredado de San Agustín y otros pensadores clásicos que apuntalaron la
filosofía cristiana en siglos precedentes.

Santo Tomás de Aquino (en italiano, Tommaso d'Aquino; Roccasecca,1 1224/1225-


Abadía de Fossanova, 7 de marzo de 1274) fue un presbítero,
fraile, teólogo, filósofo y jurista católico perteneciente a la Orden de Predicadores, es
considerado el principal representante de la enseñanza escolástica2 y una de las mayores
figuras de la teología sistemática.3 En materia de metafísica, su obra representa una de
las fuentes más citadas del siglo xiii, además de ser punto de referencia de las escuelas
del pensamiento tomista y neotomista. La Iglesia católica lo nombra Doctor
Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental
para los estudios de filosofía y teología. Fue el principal defensor clásico de la teología
natural. Sus comentarios sobre las obras de Aristóteles lo lanzaron a la popularidad, la
recepción de su obra favoreció la compatibilidad entre el pensamiento aristotélico y la
fe católica. Asimismo, recibió influencias del platonismo de Agustín de Hipona, y
del aristotelismo de Averroes y de Maimónides, a quienes tomaba como autoridades.
Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, un compendio de la doctrina
católica en la cual trata 495 cuestiones divididas en artículos (aquí se encuentran
sus cinco vías), y la Summa contra gentiles, compendio de apología filosófica de la fe
católica, que consta de 410 capítulos agrupados en cuatro libros, redactado a petición
de san Raimundo de Peñafort.
A Tomás se le debe el rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología
monumental,3456 así como una teoría del Derecho que sería muy consultada
posteriormente.7 Canonizado en 1323, fue declarado doctor de la Iglesia en 1567 y
santo patrón de las universidades y centros de estudio católicos en 1880. Su festividad
se celebra el 28 de enero. En palabras del filósofo inglés Anthony Kenny, Santo Tomás
de Aquino es considerado "uno de los más grandes filósofos del mundo occidental".

También podría gustarte