Lectura II Riesgo Pais Marzo-2024
Lectura II Riesgo Pais Marzo-2024
Lectura II Riesgo Pais Marzo-2024
LECTURA COMPLEMENTARIA
RIESGO PAIS
RIESGO PAIS
1. EL ORIGEN DEL RIESGO PAÍS
“Nunca en la historia tantas, naciones han debido tanto con tan pocas garantías de
devolución.” Con tan elocuente frase reflejaba la revista Time, en 1984, la situación de la
deuda en países en desarrollo (PED). A mediados de la década de los setenta, estos
países, fundamentalmente los latinoamericanos, estaban en plena expansión, por lo que
necesitaban financiar las inversiones que diesen lugar a un mayor crecimiento económico.
Este crecimiento había que financiarlo a través del ahorro extranjero, ya que las tasas de
ahorro eran insuficientes para realizar las inversiones que se habían propuesto.
Al mismo tiempo, los países de la OPEP estaban generando grandes ingresos, y no eran
capaces de acometer suficientes programas de inversión como para agotar sus enormes
ingresos percibidos en conceptos de venta de petróleo. Este exceso de liquidez fue
colocado fundamentalmente en los bancos occidentales, los cuales se encontraron con
una gran cantidad de liquidez y sin capacidad para colocarlos, ya que los países
desarrollados (PD) estaban sufriendo una crisis que frenaba sus proyectos de inversión.
Durante la década de los setenta, todo parecía ir bien. Los niveles de consumo crecían y
los PED basaban su estrategia de crecimiento en la deuda externa, que aportaba los
recursos necesarios para ir creando una industria nacional que, a la larga, lograría
sustituir las importaciones por productos nacionales. De este modo se conseguiría,
además, reducir la dependencia de las multinacionales. Para muchas ideologías en boga
(teoría de la independencia, el marxismo, teoría cepalina, etc.), esa dependencia de la
inversión directa exterior era una dependencia económica, política y tecnología.
En 1979, con la caída del Sha de Irán, se produjo la segunda crisis del petróleo. La fuerte
subida del precio de la energía y las medidas restrictivas que se tomaron en PD,
incluyendo subidas de los tipos de interés, colocaron a muchos de los países menos en
una difícil situación. La recesión mundial y los esfuerzos de los PD por ahorrar energía
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supusieron un duro golpe para los países exportadores de crudo, como México, Argelia o
Nigeria, que se habían endeudado fuertemente para financiar proyectos de desarrollo y
subvencionar las importaciones de alimentos, esperando que los ingresos futuros por la
venta de petróleo les permitiera devolver el principal (capital) y los intereses. La situación
internacional les colocó al borde de la quiebra financiera y se extendió el temor de que la
bancarrota de uno solo de estos países pudiera provocar la quiebra del sistema financiero
internacional.
En 1982, México, con 86.000 millones de dólares de deuda externa, se negó a satisfacer
los pagos de la misma. Poco después le seguiría Polonia, provocando una reacción que
emitirían más adelante la mayoría de los países deudores latinoamericanos. El sistema
financiero internacional se tambaleaba, y la primera víctima en caer sería el sistema
financiero norteamericano, que había comprometido grandes sumas en préstamos a los
países latinoamericanos. El 40% de la deuda latinoamericana estaba en manos de
Bancos Estadounidenses. Además de los americanos, un gran número de bancos
occidentales se vio, en poco tiempo, en una situación de fuerte crisis. Ante esta
perspectiva, el gobierno norteamericano tomó la iniciativa de intentar rescatar a México,
sentando las bases de lo que serían las renegociaciones de la deuda externa de todos
estos países.
La estrategia a seguir por los países acreedores, se diseño en torno a tres pilares
fundamentales:
Los intentos iniciales de los países deudores de constituir una asociación conjunta que
defendiera sus intereses frente a los países acreedores, fueron contrarrestados por el
FMI, con el apoyo de los países acreedores.
Los deudores afirmaban que el problema no solo era consecuencia de sus maltrechas
economías, sino que los acreedores tenían también parte de la culpa debido a las
condiciones extremadamente restrictivas (neoproteccionismo) que imponían a las
importaciones provenientes de las economías en desarrollo. Por ello, solicitaban unas
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mejores condiciones en los créditos, la reducción de los tipos de interés sobre la deuda y
un mayor acceso de sus productos a las economías desarrolladas.
Los países acreedores respondieron tratando a cada país de forma separada, analizando
cada caso específicamente, y obligándoles a seguir programas de renegociación
específicos para cada país, bajo la amenaza de que si no lo hacían no podrían acceder
nunca más a los mercados financieros internacionales. Los países deudores fueron
cediendo en sus exigencias, implantando las medidas de ajuste acordadas bajo la estricta
supervisión del Fondo Monetario Internacional.
El caso de México es uno de los más representativos. Entre 1979 y 1985, su deuda
externa pasó de 40.000 millones de dólares a 100.000 de dólares, mientras la economía
nacional sufría una fuga de capitales extranjeros que llega suponer un 80 por 100 de la
duda contraída los países desarrollados. De la falta de liquidez, se pasó a la insolvencia
nacional.
Cuando la misma transacción se hace a nivel internacional, existen otros aspectos que el
inversor ha de considerar. Si desde el punto de vista de una entidad financiera o de un
inversor en general, se puede definir el riesgo como la exposición a una pérdida, en un
sentido amplio, el Riesgo-País se define como la exposición a una pérdida financiera a
consecuencia de problemas macroeconómicos y/o acontecimientos políticos aparecidos
en el país receptor de la inversión. En esencia, el riesgo-país es la posibilidad de en qué
un deudor extranjero se muestre incapaz o reticente a satisfacer sus obligaciones
financieras por motivos políticos-económicos de carácter general.
Por tanto, el análisis Riesgo País debe identificar los peligros a los que un inversor se
expone al elegir un determinado país para llevar a cabo sus inversiones. Ha de ser una
proyección hacia el futuro de las variables políticas, económicas y sociales que puedan
afectar a la solvencia del país. Ante todo el estudio de reflejar el riesgo al que el inversor
se expone en el periodo de tiempo comprendido entre el momento de la inversión y la
recuperación de la misma a través de intereses, dividendos, devolución del principal, etc.
Este periodo puede ser muy amplio y como toda proyección a futuro, el estudio será cada
vez menos riguroso a medida que pretenda cubrir un plazo mayor.
Las entidades financieras que realizan este tipo de estudios, lo hacen para evaluar el
riesgo a cada momento, siempre y cuando ya se haya llevado a cabo la inversión.
Además, elaboran un estudio ad. Hoc., en caso de estar considerando una nueva
inversión en el país. Los informes que se hayan podido realizar con anterioridad pasa a
ser considerados como datos históricos y se utilizan para identificar las tendencias
político-económicas que se produzcan en el país objeto del estudio.
De este modo, los estudios se actualizan permanentemente para corregir posibles errores
cometidos en las evaluaciones pasadas.
riesgo soberano,
el riesgo de transferencia y un tercer tipo de riesgo al que
podemos denominar como genérico.
En primer lugar hay que destacar que el Riesgo-País es algo dinámico, en el que los
factores que intervienen, tanto a nivel interno como externo, pueden variar
significativamente a lo largo de un horizonte temporal. En este sentido, la percepción del
riesgo esta inevitablemente sujeta a los cambios de la economía mundial, así como a la
política internacional que en un momento dado prevalezca. Por tanto, el análisis debe
comprender tanto el desarrollo de la evolución de un país en particular como el de
aquellos de su entorno que `pueden tener un efecto indirecto sobre el mismo. No
obstante, esta valoración varía de unos países a otros. Las peculiares características de
un determinado país influyen de una manera importante a la hora de evaluar en qué
situación se encuentra dicha nación. No es comparable, por ejemplo, el riesgo que se
puede tener en un país como Argelia con el que se puede contraer en Polonia, aun en el
caso de que ambas naciones puedan operar con niveles de endeudamiento similares,
posean unas reservas de divisas parecidas o se hallen en la misma posición del ciclo
económico. Por ello, es conveniente a la hora de empezar a analizar el riesgo-país,
evaluar una serie de aspectos de vital importancia, entre los que se pueden destacar los
siguientes:
Todos aquellos factores que deriven de un ámbito político que pueda llevar a una
situación desfavorable para el inversor extranjero, constituyen en el riesgo político. Los
cambios legales que pueden llevar la expropiación, la nacionalización o confiscación de
activos se incluyen también en esta clasificación. En los años setenta, por ejemplo, Perú
nacionalizaba las subsidiarias peruanas de la International Petroleum Corporation.
También el régimen de Fidel Castro, en cuba, en 1961, nacionalizaba cientos de millones
de dólares de propiedades norteamericanas. No obstante, a partir de 1975, los procesos
de nacionalización de propiedades extranjeras se han reducido considerablemente en
todo el mundo, debido al efecto que produce sobre las entradas de capital extranjero.
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El analista debe tener en cuenta la estabilidad política del país, la legitimidad política del
régimen en el poder, el nivel de consenso nacional en temas fundamentales de carácter
político y económico, el grado de cumplimiento de los derechos humanos, los posibles
cambios (bruscos o no) de la situación económica y política, y el potencial de que ocurran
golpes de estado, levantamientos populares o cualquier otro acontecimiento
desestabilizador (por ejemplo, la revolución cubana de 1959). Las características de los
grupos de oposición, la participación ciudadana en la política nacional, el grado de
aceptación del gobierno entre la población o el nivel de corrupción son también factores
que influyen en la capacidad del país para satisfacer el pago de su deuda.
Se pueden distinguir una serie de elementos que afectan directamente a este tipo de
riesgo. Asimismo, podemos clasificarlo en aquellos que son controlables por el propio
país y aquellos que NO son controlables. Los primeros pueden convertirse en el objetivo
de la política del gobierno en caso de desequilibrios, mientras que los últimos son
difícilmente modificables por el Gobierno.
La política económica que siga en el país va a ser de gran importancia a la hora de definir
el riesgo de transferencia, ya que mucho de los factores que influyen en la balanza de
pagos pueden ser modificados o sus efectos atenuados por esta. Una política monetaria
relajada o un presupuesto expansionista provocarán un crecimiento de la inflación, lo que,
a su vez, afectará a la competitividad internacional de los productos producidos en el país
deudor y, por tanto, al flujo de divisas y de capitales extranjeros hacia el país.
Por el contrario, unos tipos de intereses reales elevados atraerán capitales extranjeros en
busca de altas rentabilidades, mientras que unos tipos reducidos fomentaran la huida del
capital ya presente en el país y desincentivarán la entrada de nueva financiación
extranjera, no obstante, los tipos de intereses no siempre pueden considerarse como
controlables por el gobierno del país deudor, ya que, con frecuencia, es el banco central el
que define la política monetaria con independencia del gobierno. Sin embargo, a efectos
del riesgo país, sigue siendo una variable controlable por el país en cuestión, ya sea por
su gobierno o por su Banco Central.
Otro factor que influye directamente sobre la balanza de pagos es la política cambiaria. En
cualquier momento el país deudor puede decidir revaluar (apreciar) o devaluar su moneda
con respecto a las demás, con lo que se trastocan todas las relaciones comerciales y de
flujo de capitales internacionales vigentes hasta la devaluación o revaluación. En caso de
devaluación, las exportaciones pasa a ser más competitivas, y las importaciones pierden
competitividad favoreciendo al productor nacional. La contrapartida es el efecto sobre la
deuda externa nominada en moneda extranjera, que se incrementa en términos de
moneda nacional. Por el contrario, en caso de revaluación, las exportaciones se
encarecen para los compradores extranjeros, mientras las importaciones bajan de precio
para los consumidores nacionales. Ello produce el efecto contrario al anterior en cuanto a
la balanza comercial, pero facilita el pago de la deuda externa.
Los recursos naturales que existan en el país van a ser también de importancia a la hora
de determinar el potencial para atraer capital extranjero y de definir la posición de la
balanza de pagos, ya que muchos países constituyen la fuente principal de divisas. Para
el analista de riesgo-país adquiere una importancia significativa el uso que el país esté
haciendo de sus recursos, si se espera que se agoten en breve o, por el contrario, se
prevé que durará aun un periodo de tiempo considerable. Para Venezuela, por ejemplo,
las exportaciones de petróleo suponen más de 70 por 100 de sus exportaciones totales y
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más de un 20 por 100 del Producto Interno Bruto, por lo que conocer el nivel de reservas
de petróleo y cuantos pueden durar es de gran importancia.
Finalmente, destaca también el efecto producido por las políticas comerciales del país en
cuanto a aranceles aduaneros y otras barreras al comercio internacional. Estas pueden
tener un efecto favorecedor o desincentivador para el comercio internacional, aunque lo
habitual es que favorezcan las exportaciones y penalicen las importaciones, para evitar
una salida de divisas además de proteger a la industria nacional. Las rondas
negociadoras del GATT (acuerdo general sobre aranceles y comercio), en especial a la
última ronda de Uruguay, han favorecido una reducción muy considerable de las barreras
arancelarias en muchas partes del mundo, con efecto que esto conlleva sobre las
balanzas de pagos y el resto de las economías nacionales. A pesar de todo, siguen
existiendo aranceles y el comercio internacional dista aún mucho de ser totalmente libre,
pero la creciente cifra de transacciones internacionales que se llevan a cambio a nivel
mundial muestra, sin duda alguna, la internacionalización del comercio.
Otro aspecto fuera del control del Gobierno se da cuando la economía nacional depende
en exceso de un recurso natural. Las variaciones de precios de estos productos, en
especial si hablamos de commodities, en el mercado internacional producen amplias
variaciones en los ingresos por divisas. Valgan como ejemplo los precios del petróleo y su
influencia en la economía venezolana, los precios internacionales del café y su efecto en
la balanza de pagos colombiana o los precios internacionales de cacahuete y su efecto en
la economía de Senegal.
Las subidas o bajadas de los tipos de interés de otros países tendrán también su efecto y
no pueden ser controladas por el Gobierno del país estudiado. Una subida de tipos de
interés en el extranjero puede tener un doble efecto: primero encarecer la deuda externa,
segundo provocar una salida de capital del país hacia los mercados que se ofrezcan una
mejor rentabilidad o el binomio rentabilidad/riesgo sea más favorable a raíz de la subida
de tipos.
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El riesgo soberano es aquel que se asume con los Estados directamente u otras
entidades, pero siempre con la garantía de un estado. El deudor o el garante de la
inversión o crédito es el gobierno soberano de la nación, a la fecha de vencimiento de las
obligaciones, el gobierno deudor puede decidir no satisfacer las mismas por
consideraciones políticas o por carencia de divisas, con el cual estaríamos en uno de los
casos explicados anteriormente. Por ello, el riesgo soberano ha de evaluarse con especial
cuidado, ya que cualquier acción legal que el acreedor pretenda iniciar contra el Estado
deudor, con el objeto de conseguir que se cumplan los términos pactados, puede ser
totalmente ineficaz por razones de soberanía.
Una notable lección le ofrece la crisis de México de diciembre de 1994. Cuestiones como
si existe capacidad suficiente como para poder afrontar la deuda o si esta puede
incrementarse en un futuro, son algunos aspectos a valorar. En el ejemplo anterior, las
razones que motivaron la falta de liquidez en México hay que buscarlas en las causas de
los continuos desequilibrios externos que arrastraba ese país.
Por otro lado, los propios gobiernos son conscientes de las consecuencias de llegar a un
impago o a un retraso en el servicio de la deuda. Los mercados financieros
internacionales y los inversores institucionales penalizan con dureza a los países que
incurren en impagos y retrasos. A pesar de las fuertes rentabilidades que estos países
suelen ofrecer, cada vez que se produce una irregularidad en el servicio de la deuda, se
produce también una huida masiva de inversores extranjeros. Además, las ayudas y
créditos futuros canalizados a través del Fondo Monetario o el Banco Mundial, se ven
también seriamente comprometidos cada vez que se produce impago.
También ha sido de mucha ayuda las iniciativas de los países acreedores, con la creación
de planes alternativos al servicio de la deuda, como el Plan Baker, el Plan Brady o las
renegociaciones de la deuda en el seno del Club de Paris. Mediante estas iniciativas, se
ha favorecido el acceso y la vuelta a los mercados internacionales de capitales a los
países deudores, así como la posibilidad de recibir ayudas oficiales multilaterales.
Standard & Poor`s (S&P) es la agencia calificadora de riesgo más conocida en el mundo
financiero. Fue fundada en 1860 y sus oficinas centrales se encuentran en New York,
Estados Unidos. Al igual que Moody´s, esta agencia divide las inversiones en grado
inversionista y especulativo.
5.1.3. MOODY`S
Fue fundada en 1909 y se dedica a la investigación financiera internacional y el análisis
de las entidades comerciales y gubernamentales. La empresa también califica la
solvencia de los prestatarios mediante una escala de calificaciones estandarizadas. Es
considerada una de las tres agencias de calificación de crédito mas grandes, junto a
Standard & Poor`s y Ficth Rating. Entre las tres calificadoras acumulaban una cuota de
mercado del 95%
Fitch
Moody's S&P
IBCA
Significado
Grado de inversión
Muy alta capacidad de pago de capital e intereses.
Aaa AAA AAA Calificación máxima. Factores de riesgo inexistentes.
A3 A- A- *
Esta institución financiera mide el Riesgo País a través del EMBI “Emerging Market Bonds
Index” en español, Indicador de Bonos de Mercados Emergentes. La medición de Riesgo
País lo calcula a través de la diferencia de las tasas de interés que pagan los Bonos en
dólares americanos emitidos por países en desarrollo y los Bonos del Tesoro de los
Estados Unidos, los cuales se consideran “libres” de riesgo. Por ejemplo, una medida de
900 puntos básicos (pb), significa que el gobierno en cuestión pagará por sus bonos
nueve puntos porcentuales (9%) por encima de lo que pagan los bonos del tesoro de
Estados Unidos. Cuanto más riesgoso sea un país, mas deben pagar por los títulos
valores que emiten.
este endeudamiento ya que este partido tenía los 2/3 en la Asamblea Plurinacional
cuando se realizaron las 3 emisiones de Bonos Soberanos.
Lo más lapidario fue de que el sistema financiero ni siquiera pudo devolver los ahorros en
dólares que fueron depositados por las personas, lo que enfrentó a la ciudadanía a un
cepo cambiario NO oficial.
La explicación es sencilla, las RIN cayeron de nivel lo que hizo imposible que el BCB
pueda suministrar dólares a la economía nacional; y lo que fue peor es que el ente emisor
dejó de publicar en forma semanal, los niveles de reservas que se venía haciendo desde
hace 38 años atrás creando incertidumbre y desconfianza de todos los agentes
económicos. Todo esto fue caldo de cultivo para el surgimiento de actitudes
especulativas en el mercado, los cuales no se pueden controlar.
Es por esa razón que el EMBI calculado por J.P. Morgan se elevó a 1982 p.b. (puntos
básicos) colocando a Bolivia entre los países más riesgosos del mundo. Para finales de
julio de 2023 el mismo se redujo a 917 p.b. debido a que el Gobierno logró aprobar en la
Asamblea Plurinacional en mayo del mismo año la Ley de la Compra de Oro, que en
realidad es simplemente lograr la autorización para vender 21 toneladas y de esa forma
poder cumplir con las obligaciones que se tienen con los organismos internacionales. La
venta del oro garantiza que con los dólares obtenidos por la venta, el gobierno boliviano
pueden honrar el pago de los intereses y devolución de capital de la deuda externa que
para la presente gestión 2023 alcanza a $us. 1.313,3 millones1.
En el mismo Cuadro se puede advertir que para inicios del mes de octubre 2023, J.P.
Morgan nuevamente elevó el Riesgo País de Bolivia en 1.655 p.b. esto debido al continuo
deterioro de las variables macroeconómicas, el prematuro anuncio del Sr. Evo Morales
como candidato a la presidencia alejado del actual presidente Arce Catacora lo que
provocará que el MAS se divida en el parlamento y el gobierno tenga dificultades para
1
Banco Central de Bolivia. Informe de la Deuda Externa de Bolivia gestión 2022. P. 34. Mayo 2023.
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Sin embargo para diciembre 2023 se observa que J.P. Morgan le asigna la mayor
puntuación de Riesgo País a Bolivia de 2.092 p.b (el puntaje más alto desde que se creó
este organismo) debido al fortalecimiento del dólar paralelo (mercado negro), insuficiencia
de reservas internacionales, y posibles incumplimientos en el pago del servicio de la
deuda externa fruto de la escases de dólares siendo lo más preocupante que poco o nada
ha hecho el gobierno para resolver este problema estructural.
Cuadro No 1
El Cuadro No 2 muestra que a nivel de Sudamérica, Bolivia es el tercer país mas riesgoso
por detrás de Argentina y Ecuador y el cuarto país a nivel latinoamericano. Esta situación
dificulta que Bolivia pueda volver a emitir bonos soberanos tal como lo hizo en las
gestiones 2012, 2013 y 2017 porque los tenedores de bonos exigirán tasas de intereses
que superarán los 16% en forma anual, endeudamiento muy costoso para Bolivia.
El citado cuadro muestra como hasta julio 2023 el EMBI global latinoamericano alcanza a
los 387 p.b. Si Bolivia desea volver a emitir bonos en las bolsas de valores del mundo y
hacer atractivo el país para recepcionar inversión extranjera, debería tener la misma
calificación que se alcanzó durante diciembre 2019, información que se mostró en el
cuadro anterior.
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Cuadro No 2
Es necesario aclarar que para el mes de diciembre de 2023 conforme a datos publicados
por Bloomberg, Argentina ha mejorado su calificación llegando a 1.982 p.b. y ha dejado a
Bolivia como el segundo país más riesgoso de américa latina con 2.092 p.b. El primer
país con riesgo más alto de la región es Venezuela con 17.500 p.b. cuando el promedio
regional es de 383. P.b.
Existe también la calificadora Duff & Phelps que también es muy importante, pero dada la
similitud de criterios con Standard & Poor`s, generalmente el desempate se salda a favor
de la calificación otorgada por esta última agencia.
Los criterios de calificación que sigue Duff & Phelps se basa en la revisión de las variables
macroeconómicas habituales haciendo hincapié en el estudio de la situación política y
social, y en todos aquellos factores que puedan contribuir a desestabilizar el sistema
político, como terrorismo y corrupción administrativa.
El ranking de los países de la región con mejor y peor nota para invertir
La agencia Standard and Poor's actualizó su listado de calificación de riesgo para las
naciones emergentes. Chile es el que mayor seguridad brinda a las empresas por su
capacidad de pago de la deuda. Argentina y Venezuela, los últimos de la tabla
mejor nota es Chile con A, mientras que en el último lugar del listado se encuentra
Venezuela quién ya no presentó información a la comunidad internacional.
Cada una de las calificaciones de S&P tiene distintas implicancias. Todos aquellos países
con AAA, AA, A y BBB alcanzan el "grado de inversión", es decir que son países que
tienen alta capacidad de pago de sus deudas soberanas. En cambio, los que tienen entre
BB y C tienen las puntuaciones más bajas y quedan en el "grado especulativo" para
invertir, en donde las tasas de retorno son más elevadas, pero son mayores los riesgos de
una cesación de pago.
SUDAMERICA: RIESGO PAIS
De esta forma, Chile y Perú se encuentran dentro del umbral recomendado por S&P
para invertir. Colombia, Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay, Ecuador y la Argentina están
dentro del grado de especulación. Venezuela ya no figura como país para ser receptor de
inversión extranjera ni tampoco para adquirir bonos soberanos por su alto riesgo que
presenta.
La mejora de la calificación de Riesgo País de Bolivia de parte del Capitalismo a través de las
calificadoras de riesgo, sin duda es una buena noticia. Pero si el gobierno hubiese brindado
seguridad jurídica, respeto a la institucionalidad y sobre todo a la propiedad privada, además de
contribuir a un clima de estabilidad social, tal vez no hubiésemos recibido un BB- a lo mejor un BBB
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o incluso un A-. Queda claro que el Riesgo Económico es importante, pero también existe el
Riesgo Político y Soberano que es donde los gestores de la política pública tienen que trabajar. Y
su primera y prioritaria tarea es promulgar una nueva Ley de Inversiones, de Hidrocarburos y
Minería, para dar buenas señales al contexto global, y luego tender puentes en la sociedad civil
para que de verdad se cumpla ese slogan “gobernar obedeciendo al pueblo”, que sea de todos y
no de unos cuantos.
El nuevo puntaje asignado al país sin duda, es un espaldarazo a la emisión de títulos de $us. 500
millones de dólares que el gobierno se propone lanzar nada menos que en la mismísima Bolsa de
Valores de New York, el centro del imperialismo americano una vez que se superen las trabas
propias de ingresar a estos círculos bursátiles. Debe quedar claro que no es malo endeudarse
puesto que un gobierno en temas de presupuesto es como una persona, gastamos para mejorar
nuestro hogar, hacer estudiar a nuestros hijos, tener mejores condiciones socioeconómicas; es
decir, gastamos para mejorar nuestra calidad de vida.
Cuando el gobierno se endeuda para gastar en infraestructura para ser más productivos y
competitivos, cuando el ser humano es el centro de su atención mejorando el acceso a la salud y la
educación, creando oportunidades para los jóvenes, en realidad es una inversión. Pero si el
gobierno se endeuda para aumentar el gasto corriente, creando nuevos empleos en el sector
público, creando empresas estatales que no tienen Estados Financieros y peor Informes de
Auditores Externos y encima son ineficientes, que quede claro: al final del día alguien tiene que
pagar esos costos. Miremos que le pasa a Grecia, España y compañía….
12 de Agosto de 2014
El informe de Fitch Ratings emitido el 12 de agosto y reafirmado el 28 del mes anterior destaca el
crecimiento de la economía boliviana que en 2013 llegó a 6,8% y proyecta la expansión hasta un
5,2% en el periodo 2014-2016, cifra que supera su potencial estimado de hasta 5%, y más rápido
que el 4,4% proyectado para países con una calificación de riesgo mayor (BB).
"La calificadora resaltó el aumento de la producción de gas natural, las reformas a los marcos
legales de hidrocarburos, inversión pública, minería y empresas estatales en las gestiones 2013-
2014, lo que redujo la incertidumbre regulatoria, los riesgos de nacionalización, lo que fomenta una
mayor participación privada en la economía", señala el informe de Economía.
El ministro de este despacho de Estado, Luis Arce, indicó que las calificadoras de riesgo no están
viendo la verdadera dimensión de lo que está pasando en el país y la calificación otorgada por
Fitch Ratings tiene que ver con el comportamiento económico del país a diferencia de lo que ocurre
con otras naciones que tuvieron crecimientos negativos o se han ralentizado.
"Hoy estamos en doble B, podríamos llegar por lo tanto a ser doble B más y luego triple B, lo que
nos permitiría ser un país grado de inversión, ¿qué significaría eso?, que cualquier emisión de
títulos, valor y acciones que se hagan en Bolivia serían fácilmente adquiridos por extranjeros o por
inversionistas", manifestó Arce Catacora.
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15 DE MAYO 2014
La economía boliviana vuelve a lograr otro hito histórico, porque este jueves 15 de mayo la
calificadora internacional Standard &Poor’s (S&P) elevó la calificación de riesgo país de Bolivia de
BB- a BB, una ubicación que el país alcanza por primera vez.
El informe de S&P destaca además el crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB), que
en 2013 llegó al 6,8% (otro hito histórico); la amplia liquidez externa y los superávits fiscales y de
cuenta corriente registrados en los últimos años, lo que da a la economía nacional una mayor
capacidad para resistir shocks negativos.
El reporte de S&P resalta también que el sólido y sostenido desempeño económico contribuyó a
una disminución de la deuda neta del Gobierno General, y permitirá impulsar la liquidez externa del
país en los próximos años.
La última vez que S&P mejoró la calificación de riesgo país de Bolivia fue el 18 de mayo de 2012
cuando elevó la posición del país de B+ a BB- (estable) y destacó la reducción de la deuda pública,
el crecimiento económico sostenido, el incremento de las Reservas Internacionales Netas (RIN), el
superávit fiscal y la bolivianización de la economía nacional.
Esta calificación de riesgo asignada a Bolivia es la más alta en toda su historia y la ubica muy
próxima a obtener el grado de inversión (BBB). Las contantes mejoras de las calificaciones de
riesgo país que logró Bolivia, demuestran que el país se encuentra encaminado a alcanzar el grado
de inversión, a la par de economías emergentes como Brasil, México y Colombia.
Con esta mejora, Bolivia se consolida nuevamente como un país económicamente sólido, estable y
altamente atractivo para las inversiones privadas, lo que permitirá abrir nuevas oportunidades para
atraer recursos de grandes inversionistas a nivel mundial generando mayores flujos de inversión
extranjera hacia el país y garantizando el crecimiento económico en el largo plazo.
La calificadora de riesgo mantiene la ponderación de BB- Estable de Bolivia, destaca las Reservas
Internacionales y proyecta un crecimiento de 5,2% hasta 2016.
Fitch Ratings mantuvo en BB- Estable la calificación de riesgo de Bolivia, pero alertó que esta
ponderación puede deteriorarse -y subir el riesgo- por una crisis de producción de gas, ante la
ausencia de nuevas reservas, que también ocasionaría dificultades para cumplir los contratos con
Brasil y Argentina.
La entidad emitió el 28 de agosto el reporte y preserva la nota que había asignado al país en
octubre de 2013.
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Según Fitch, la economía boliviana, luego de haber alcanzado un crecimiento de 6,8% en 2013,
puede llegar a 5,2% entre 2014 y 2016.
Crisis
Sin embargo, Fitch Ratings advierte que las calificaciones podrían verse afectadas negativamente
por una "crisis de producción de hidrocarburos o una caída de los precios de exportación,
resultando en un deterioro material en los coeficientes de solvencia externa y fiscal”.
También puede incidir un fracaso para contener las presiones inflacionarias y los cambios en las
políticas que afectan la estabilidad del sistema financiero y erosionan las reservas fiscales.
La calificadora de riesgo considera que "en ausencia de nuevas reservas de gas natural, Bolivia
podría enfrentar dificultades para cumplir los compromisos de suministro interno y los
contratos con Argentina y Brasil en 2017-2018”.
29 de mayo de 2015
La agencia calificadora de riesgo estadunidense, Standard & Poor’s (S&P), decidió mantener la
calificación de la deuda soberana boliviana en BB con pronóstico estable. Los argumentos detrás
de esta decisión son el superávit fiscal concurrente en los años previos así como el superávit
comercial. También cree que durante los próximos tres años la estabilidad política continuará, así
también las políticas de gasto e inversión fiscal que mantendrán la tasa de crecimiento, razones
que S&P como factores que contribuirán a la estabilidad del rating boliviano.
El país pasó de una situación estable (BB) a una negativa (BB-). La presión
sobre la balanza de pago y la situación fiscal es uno de los puntos
observados por la agencia calificadora
La agencia Moody's , una de las tres más grandes compañías especializadas en el análisis de
riesgos financieros a nivel mundial, bajó de "estable" a "negativa" la perspectiva de calificación
de crédito de Bolivia, según América Economía, el sitio de los negocios globales de América
Latina.
La calificación de Moody’s tiene como base las persistentes presiones sobre la balanza de pago y
la fiscal, como consecuencia de un aumento de los déficits presupuestario y de cuenta corriente
de 6,9% y 6,6% del Producto Interno Bruto de 2015, respectivamente.
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La agencia de calificación de riesgo asegura que, a diferencia de otras economías que sufren el
impacto de la caída de los precios del petróleo, " las autoridades bolivianas no han indicado que
consideren introducir medidas de ajuste fiscal en respuesta a la caída de los ingresos fiscales
relacionados con la energía".
Dijeron que es preocupante que el reporte de Moddy´s haya sido conocido justo en momentos en
que una delegación de cinco ministros participaba en Londres en el Foro de Comercio e Inversión
Reino Unido-Bolivia 2016 con el objetivo de mostrar al país como la economía más estable y de
mayor crecimiento de América Latina. Cabe señalar que el Ejecutivo centró grandes
expectativas en la reunión de Londres y anunció que esperaba concretar oportunidades de
financiamiento del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2016-2020.
perspectiva del país de “negativa” a “estable” en su último reporte, citando la degradación de las
finanzas públicas y las tensiones políticas como las causas de la rebaja, señala el informe,
publicado ayer.
“La rebaja de las calificaciones de Bolivia refleja el deterioro de las perspectivas de crecimiento del
país y de las finanzas públicas en medio de tensiones políticas agudas, que probablemente
complicarán ajustes de política suaves para contener los riesgos macroeconómicos después de las
Fitch explica que las presiones externas que agotaron las reservas internacionales en años
anteriores se han suavizado en 2020 debido a una caída de la demanda interna, pero éstas
podrían resurgir a medida que la economía se recupere, asimismo agrega que el déficit fiscal ha
Fitch además proyecta que la economía boliviana se contraerá un 7,5% en 2020 y un crecimiento
de 3,9% para 2021. Por otro lado, la calificadora calcula un déficit fiscal del 10,8% del PIB, debido
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al shock de los ingresos por gas e impuestos, con un aumento de las transferencias sociales para
Además, Fitch Ratings indica que proyecta que la cuenta corriente de Bolivia alcanzará un
superávit en 2021 y del mismo modo afirma que las reservas están por encima de la
mediana ‘B’, según algunas métricas y que al 10 de septiembre de 2021 el saldo de las
Reservas Internacionales Netas (RIN) alcanzó a $us 5.104 millones, lo cual muestra
holgura respecto a límites referenciales internacionales.
También aclara que el superávit en cuenta corriente, una reducción de las salidas de
capital y un esquema que incentiva a los bancos a prestar divisas al banco central
ayudaron a estabilizar las reservas en 2021.
Asimismo, Standard & Poor's puede revisar la perspectiva a estable en el próximo año si
una gestión eficaz de la política conduce a una corrección de la brecha fiscal más rápida
de lo esperado y la estabilización de la deuda soberana y la carga de intereses.
Déficit y deuda
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semanas”, asunto que “se percibe en la pérdida de acceso al mercado de bonos externos
y a la falta de perspectivas concretas de apoyo a gran escala de los acreedores oficiales”.
“Las presiones externas erosionaron el stock de reservas del BCB, que alguna vez fue
enorme, de $us 15 100 millones en 2014 a solo $us 3 500 millones (2,7 meses de pagos
externos actuales de 2023F) en los últimos datos disponibles hasta el 8 de febrero de
2023. Este nivel es muy bajo en relación con sus pares con tipos de cambio estabilizados.
La falta de publicación de datos sobre las reservas desde entonces y las preguntas sobre
su utilidad aumentan la incertidumbre sobre las municiones del BCB para manejar el
shock actual”, se lee en un parte del informe.
Remarca que el oro representa la mayor parte de las reservas ($us 2.600 millones), pero
no es de libre uso según la ley actual, y aún no se ha aprobado una reforma para cambiar
esto (la "ley del oro"). Solo $us 911 millones eran moneda fuerte o DEG que se pueden
vender por moneda fuerte (lo que Bolivia hizo recientemente por $us 300 millones, según
datos del FMI).
“Otros fondos soberanos ya se han agotado. Es posible que el BCB pueda acceder a más
divisas pertenecientes a bancos nacionales, pero ya lo ha hecho por USD 3 mil millones
desde 2018 a través del programa de intercambio CPVIS, lo que reduce el alcance de la
financiación adicional a través de este canal. Es poco probable que las medidas
destinadas a aumentar las reservas, incluido un tipo de cambio más alto para los
exportadores y los planes para comprar oro a través de la "ley del oro", lo hagan de
manera significativa dado que no abordan los problemas subyacentes de política y
confianza”, indica.
Sobre las compensaciones de políticas adversas, señala que la frágil posición externa ha
dejado a las autoridades con opciones de políticas adversas en torno a las cuales aún
tienen que hacer definiciones claras, lo que aumenta las incertidumbres
macroeconómicas a corto plazo. Continúan evitando el endurecimiento fiscal y monetario
y los cambios en el régimen cambiario.
Los rendimientos de los bonos externos se han disparado al 15%, lo que indica una
pérdida de acceso al mercado. Varios préstamos multilaterales están pendientes de
aprobación legislativa, pero no hay perspectivas concretas de un paquete de apoyo
financiero a mayor escala y de varios años de parte de los acreedores oficiales,
particularmente dado el marcado desacuerdo político con el FMI.
Fitch proyecta que el crecimiento se desacelerará a 2.4% en 2023, con serios riesgos
adicionales a la baja por el aumento de las presiones de la balanza de pagos y las
incertidumbres políticas. La inflación del 2,6% interanual a febrero de 2023 se encuentra
entre las más bajas del mundo, lo que refleja fuertes subsidios y controles de precios para
alimentos y combustibles, pero podría estar sujeta a riesgos dependiendo del éxito con el
que se aborden los problemas relacionados con la disponibilidad de divisas.
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El Gobierno Nacional mantiene una política fiscal sostenible que seguirá impulsando la
diversificación económica en sectores generadores de ingresos y empleo, para fomentar
un crecimiento económico sostenible e inclusivo. Reafirma, también, el compromiso de
promover la seguridad alimentaria, energética, sanitaria y la protección social, con el fin
de elevar la calidad de vida de la población, señala.