Documento de Cátedra Nro. 4 2024
Documento de Cátedra Nro. 4 2024
Documento de Cátedra Nro. 4 2024
forma en que se estructura (en clases) la sociedad moderna y la distinción entre posiciones
mercado capitalista, que busca colocar y vender los productos, se superpone la satisfacción
mercado.
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Este documento ha sido elaborado en forma conjunta entre todo el equipo de cátedra del años 2019: (en
orden alfabético) Sabrina Camino, Mariana Conde, Christian Dodaro, Mariana Galvani, Miriam Goldstein,
Lucrecia Gringauz, Carlos Juárez Aldazábal, Javier Palma, María Graciela Rodríguez, Daniel Salerno,
Sebastián Settanni, Cecilia Vázquez y Mauro Vázquez. Su actualización es de mayo del 2023.
El consumo entonces revela diversos aspectos macro y microeconómicos y macro y
microsociales, porque permite observar a la vez que a las lógicas productivas del
capitalismo, a las prácticas sociales que se le correlacionan, y también focalizar sobre una
acerca del sentido y las prácticas que se despliegan socialmente en torno a éste. Y muestra
en tensión una práctica cultural que, al mismo tiempo, somete a alienación y al capital al
Históricamente, a partir del siglo XVI y con el pasaje a la modernidad, luego del
cortesana, también se operaba por medio del consumo. Era el siglo XVII y la nobleza
mostraba su posición social a través de realizar consumos suntuarios, que implicaban dones
y contradones (Bataille, 1987): esto es, un gasto lo más grande posible que no tuviera
retorno económico.
otorgando títulos nobiliarios al sector de la burguesía que se tramaba con sus intereses
luego de gastarse toda su fortuna consumiendo esos objetos suntuarios que demostraban su
posición social.
Burguesas, que se inició con la Revolución Francesa en 1789 y se extendió durante todo el
siglo XIX (1820, 1830, 1848, 1870), modificó las relaciones de poder entre la nobleza y la
propia fábrica de Ford2 hacia 1890, integrando la máquina productiva junto a la línea de
montaje y el obrero robot (Coriat, 2003) del que se había extraído el saber productivo; saber
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Esta noción fue central en la obra de Michel de Certeau, aún antes quizás de que la misma fuera puesta a
dialogar con el Foucault de Vigilar y castigar.
que se volcó al Sistema Productivo mismo, a la organización del trabajo y a la
Durante esta crisis mundial imperialista apareció además una industria nueva, que
fue la industria cultural, que acompañó al mercado de masas y desarrolló la Publicidad y las
Relaciones Públicas (que gestionaban las relaciones de las empresas con los posibles
Bernays, el sobrino de Freud, quien incluso publicó la obra de su tío en ese país.
El sistema se apoyaba en el estudio científico del trabajo que había hecho Frederick
Winslow Taylor y disponía la producción en una línea de montaje que movía la pieza entre
las manos de trabajadores sin calificación, el obrero robot que tan bien retratara Charles
Chaplin en Tiempos Modernos. La meta era garantizar un tiempo productivo uniforme con
las clases populares, industrializando una variedad de productos que antes se hacían a nivel
doméstico, entre los que se pueden mencionar los alimentos, la vajilla e implementos de
a través del sistema de medios, complementaba los estudios para el uso de los medios de
Communication Research.
En particular sobre el consumo de medios de comunicación, en tanto dispositivos
que vehiculizan sentidos, el estudio de los medios recuperó las discusiones que se
produjeron en torno a la literatura, y derivó en los estudios de recepción que, desde los años
Este abordaje se amplió en los años de 1980 en los estudios sobre el consumo que
desarrollaron la mirada analítica hasta comprender los procesos sociales y culturales que se
despliegan en torno al consumo y los que se producen en los trayectos de consumo (Mata,
2000).
innumerables espacios donde se elaboran los sentidos que circulan e intervienen en la lucha
por la hegemonía en la vida cotidiana. No podemos dejar de considerar el rol político de los
medios y el poder de las industrias culturales, sobre cuya lógica Stuart Hall (1984) afirmaba
comunicación de masas para poder comprender el entramado complejo de las batallas por
la hegemonía, ya que a la producción de las industrias culturales, y a los procesos de
circulación, vienen a sumarse las operaciones de los consumidores, tantas veces pensadas
sobre el consumo puede ubicarse la concepción de Michel de Certeau, para quien ha sido
para dirigirla hacia la noción de uso desviado. Los usuarios o practicantes realizan
operaciones de carácter poiético, o sea creativo, y son sujetos capaces de desvío en el uso
ellos en otro de sus libros: La cultura en plural). Sin embargo, los mismos no quedan
sin embargo, presta atención especial a la práctica de la lectura, como aquella que sin lugar
misma, deja ver su preocupación por los medios masivos de comunicación, sobre los cuales
afirma que, al igual que antaño la Iglesia, esperan de sus “fieles” la actitud de lectores
A pesar de ello, de Certeau confía en los sujetos y sus capacidades. Quizás debido a
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Para la influencia de Michel de Certeau en Martín Barbero, ver Rodríguez, María Graciela (2010).
ejemplo, que los débiles han sido capaces de ejercer operaciones de inversión o subversión
cultural sobre imposiciones recibidas por parte de los fuertes, cuando los indios de América
orden dominante al hacer funcionar sus leyes y sus representaciones bajo otro registro, en el
consumidores como una lectura desviada realizada a partir de un texto fabricado por los
de bienes (que de Certeau llamará Cultura en singular, así, con mayúsculas). Justo es decir
posiciones desiguales. Además, también bajo el supuesto de que las tácticas se producen
desde el lugar del consumo (culturas en plural), con elementos provenientes de la Cultura
(en singular).
su vez, los bienes de los medios no pertenecerían, necesariamente, a la zona letrada. Si bien
poder y la cultura en el orden social contemporáneo, y esto lo obliga a una apertura hacia,
que no la abordara desde el paradigma de la alta cultura sino desde la cultura popular. Y
comunitario cara a cara, habitada por grandes mayorías en búsqueda de inserción. Martín
Barbero distinguirá lo popular de lo masivo, aunque también afirmará que lo masivo nace
de lo popular. Se trata de dos lógicas diversas, y asimétricas, pero sobre todo del modo
como lo masivo opera sobre lo popular, desactivando el conflicto. Sin embargo, Martín-
Barbero evidencia con mayor fuerza las huellas de De Certeau en su análisis de los
consumos o usos populares de lo masivo, lugar de las astucias del débil, las estratagemas,
piensa en sus capacidades para ejercer desvíos. Asimismo, explica la pervivencia del
melodrama como transgénero en el seno de la cultura de masas en tanto que, a través de sus
que el tiempo familiar tiene dentro de ella, en oposición al tiempo mercantil y su economía
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No es casualidad que Henry Ford discutiera con el resto de los empresarios de su entorno los niveles
salariales que debían tener los trabajadores. Ford sostenía que los obreros debían tener salarios altos (y así
lo hacía, por lo que para muchos obreros trabajar en la fábrica Ford era una meta). Ese salario alto permitía
realizar gastos en el mercado de consumo.
Por otro lado, también ofrecía casa y club de fin de semana, premios por escolaridad de los hijos, etc,
logrando una regulación completa de la vida social de su trabajador (garantizando así su disciplinamiento)
tanto en el trabajo como en el tiempo libre, y no sólo sobre sí mismo sino sobre el conjunto familiar.
Desde otro lugar, Aníbal Ford recupera para el consumidor de medios un rol activo,
acción eminentemente cultural, asimétrica, activa (lo cual no implica negar la necesidad de
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que, si bien los autores hasta aquí
ocasionales o ardides tácticos, con resistencia o insurrección colectiva. El mapa sigue sin
dar cuenta de modo muy sutil de un territorio, el de la(s) cultura(s) y sus luchas, que es tan
Bibliografía citada
Bourdieu, Pierre (1998). La distinción. Criterios y bases sociales del gusto. Taurus.
Mata, María Cristina (2000). “indagaciones sobre el público”, en Estudios n° 13. Centro de
Estudios Avanzados UNC, enero-diciembre.
Rodríguez, María (2010). “Cajas chinas: Martín Barbero, lector de De Certeau” en Papeles
de trabajo. Revista electrónica del Instituto de Altos Estudios Sociales de la
Universidad Nacional de General San Martín. Año 3, Nº 6, agosto.