Ars-Celebrandi Compressed
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ARS CELEBRANDI
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NOTA DEL EDITOR
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Nota del Editor
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ARS CELEBRANDI 1
1 Considero que habría que hacer una suerte de consulta, ya que afecta a todos, no sólo
como es obvio, al Consejo General, sino a todos los provinciales y asimilados, los rectores
de seminarios mayores, los licenciados en Liturgia y otros que merecen especial
consideración, rogándoles presenten sus modos. [Nota del Editor: La consulta a la que se
refiere el autor fue realizada por el superior general del Instituto, P. Carlos Walker, el 11
de febrero de 2014, y varios sacerdotes enviaron modos, algunos de los cuales fueron
incorporados por el autor].
I.
MOTIVACIÓN PRINCIPAL
[NOTA DEL EDITOR: Se refiere al V Capítulo General del Instituto del Verbo
Encarnado tenido en Segni, Italia, en el año 2007, y presidido por el mismo P.
Buela, entonces superior general].
1 Notas del V Capítulo General del Instituto del Verbo Encarnado, 4.
2 Ibidem, 6.
3 Ibidem.
4 SAN JUAN PABLO II, Carta a los sacerdotes con ocasión del Jueves Santo (16/3/1986),
8; cf. II Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos (1985), Relación final.
5 Directorio de Vida Litúrgica del Instituto del Verbo Encarnado, 4.
Ars celebrandi
6 SAN JUAN PABLO II, Discurso al quinto grupo de obispos de Francia en Visita
8
I. Motivación principal
13 SAN JUAN PABLO II, Carta Dominicae Cenae a todos los obispos de la Iglesia
sobre el misterio y el culto de la Eucaristía (24/2/1980), 9.
14 Directorio de Vida Litúrgica del Instituto del Verbo Encarnado, 55.
15 SAN JUAN PABLO II, Discurso al undécimo grupo de obispos de Estados
9
Ars celebrandi
10
II.
SUGERENCIAS PARA IMPLEMENTAR EL CURSO
llamado «modo ordinario» del rito romano, surgido después del Concilio
Vaticano II. Por ejemplo, cuando toca celebrar en un altar que está ubicado
contra la pared o un retablo, como de hecho se explica en ciertos números de la
OGMR (por ej. para la incensación del altar, etc.)].
** [NOTA DEL EDITOR: Se refiere a tener cierto conocimiento, al menos de lo
esencial, del llamado «modo extraordinario» del rito romano. Ver lo que el
mismo P. Buela escribe en el Apéndice IV y nuestra nota allí].
Ars celebrandi
1 «Ritus nobili simplicitate fulgeant...» en SC, 34; cf. OGMR, nn. 292 y 351.
12
II. Sugerencias para implementar el curso
13
III.
PROGRAMA DE ‘ARS CELEBRANDI’
1ª parte
de la materia. De hecho, bajo este título está toda la materia desarrollada, con
excepción de los 8 «Apéndices»].
Ars celebrandi
en PL 54, 461.
2 Podemos decir, por lo tanto, que la Eucaristía es la mayor fuerza trinitizante
16
III. Programa de ‘Ars celebrandi’
2ª parte
17
Ars celebrandi
I. Introducción
per un’arte del celebrare, Edizioni Qiqajon, Magnano 2008, p. 16; cf. R. COFFY, La
Chiesa: Per una attuazione della «Lumen gentium», Àncora, Milano 1986, p. 16.
[Resaltado nuestro].
6 Ibidem, p. 25.
18
III. Programa de ‘Ars celebrandi’
original How not to say Mass, Paulist Press, Mahwah, New Jersey,
1986 (ver el Prólogo del traductor y la Nota preliminar del autor)**.
[Prólogo del traductor] «Trae Ortega y Gasset, en la Rebelión de
las masas, una historieta que le da pie para disertar sobre lo que llama
“la quiebra de las normas europeas” en el mundo: “El gitano se fue
a confesar; pero el cura, precavido, comenzó por preguntarle si
sabía los mandamientos de la ley de Dios. A lo que el gitano
respondió: ‘Misté, padre, yo loh iba a aprendé; pero he oído un runrún de
que loh iban a quitá’”. De lo cual saca el filósofo una inmediata
conclusión: “Corre un runrún de que ya no rigen los mandamientos
europeos y, en vista de ello, las gentes –hombres y pueblos–
aprovechan la ocasión para vivir sin imperativos”.
¿No pasa algo parecido en el campo de la liturgia? A raíz del
Concilio Vaticano II, y ante sus disposiciones generales para la
reforma de los ritos litúrgicos, se extendió por la Iglesia el runrún
de que se iban a quitar las rúbricas del Concilio de Trento. Y, en
efecto, en años posteriores, quedaron sin vigor las estrictas rúbricas
tridentinas del Misal y de los Rituales; con ellas cayeron también los
mil y un decretos de la antigua Sagrada Congregación de Ritos, así
como los minuciosos comentarios de Solans-Vendrell y Antoñana.
El pueblo de Dios, sin embargo, no quedó privado de los
oportunos imperativos litúrgicos. Con la progresiva reforma de los
diversos ritos, se dieron otros imperativos nuevos. No son tan
prólogo del traductor y a la nota preliminar del autor del libro que sigue
principalmente en esta parte, la más extensa del curso. En una revisión posterior
colocó ambos textos en notas a pie de página. En esta edición hemos preferido
ponerlos en el texto del libro, para facilitar su lectura.
Los títulos y los ítems contenidos en esta parte de la materia siguen
principalmente los títulos de este libro, que el P. Buela menciona muchas veces
sin desarrollar o los desarrolla libremente. Pero además en su exposición el P.
Buela agrega continuamente otras cosas tomadas de la OGMR, o de otros
autores, o de su propia experiencia y cosecha].
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
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IV. El presidente
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- No te olvides de la asamblea.
- No cantes si no puedes.
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
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silencio sagrado (SC, 30). La naturaleza de este silencio depende del momento de
la Misa en que se observa. Así, en el acto penitencial y después de la invitación a
orar, los presentes se recojan en su interior; al terminar la lectura o la homilía,
mediten brevemente sobre lo que han oído; y después de la Comunión, alaben a
Dios en su corazón y oren.
Es laudable que se guarde, ya antes de la misma celebración, silencio en la
iglesia, en la sacristía, y en los lugares más próximos, a fin de que todos puedan
disponerse adecuada y devotamente a las acciones sagradas».
13 «Después el sacerdote invita al acto penitencial, que, tras una breve pausa de
30
III. Programa de ‘Ars celebrandi’
mismo la introduce con una breve monición en la que invita a los fieles a orar, y
la concluye con una oración. Las intenciones que se proponen sean sobrias,
formuladas con sabia libertad, en pocas palabras, y han de reflejar la oración de
toda la comunidad. Las pronuncia el diácono o un cantor o un lector o un fiel
laico desde el ambón o desde otro lugar conveniente (cf. S. CONGR. RITUUM,
Instr. Inter Oecumenici, 26/9/1964, n. 56).
El pueblo, permaneciendo de pie, expresa su súplica bien con la invocación
común después de la proclamación de cada intención, o bien rezando en silencio.
Tras la homilía es oportuno guardar un breve espacio de silencio.
17 Cuando se ha terminado de distribuir la Comunión, el sacerdote y los fieles,
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
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19 http://www.retoricas.com/2010/04/la-historia-y-sus-discursos.html ;
www.retoricas.com
20 http://www.youtube.com/watch?v=mfBW66KSSVQ;
http://www.youtube.com/watch?v=vt9wygq1kSo
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
bendición, a las que el pueblo responde con la aclamación: «Bendito seas por siempre,
Señor».
23 «Efectivamente, este acto litúrgico solemnizado por casi todas las liturgias,
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
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Santo, etc.
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X. La concelebración
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
31 «Si no se cuenta con un diácono, sus oficios los realizan algunos de los
concelebrantes. Si tampoco están presentes otros ministros, sus oficios propios
pueden confiarse a otros fieles idóneos; en caso contrario, los desempeñan
algunos de los concelebrantes».
32 «Entre las Misas celebradas por determinadas comunidades, ocupa un puesto
singular la Misa conventual, que es una parte del Oficio cotidiano, o la Misa que
se llama “de comunidad”. Y aunque estas Misas no exigen ninguna forma
peculiar de celebración, con todo es muy conveniente que sean cantadas, y sobre
todo con la plena participación de todos los miembros de la comunidad,
religiosos o canónigos. Por consiguiente, en esas Misas ejerza cada uno su propio
oficio, según el Orden o ministerio recibido. Conviene, pues, en estos casos, que
todos los sacerdotes que no están obligados a celebrar en forma individual por
alguna utilidad pastoral de los fieles, a ser posible, concelebren en estas Misas.
Más aún, todos los sacerdotes pertenecientes a una comunidad, que tengan la
obligación de celebrar en forma individual por el bien pastoral de los fieles,
pueden concelebrar el mismo día en la Misa conventual o “de comunidad”
(SAGRADA CONGREGACIÓN DE RITOS, Instrucción Eucharisticum mysterium
(25/5/1967), 47, en AAS 59 (1967), p. 565). Porque es preferible que los
presbíteros que asisten a la celebración eucarística, a no ser que una causa justa
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III. Programa de ‘Ars celebrandi’
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3ª parte
4ª parte
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BIBLIOGRAFÍA
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APÉNDICE I
De la Exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis sobre la
Eucaristía fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia (22/2/2007).
1 Cf. Proposiciones de la XI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los
Obispos (2005), 2.
2 Cf. Ibidem, 25.
3 Cf. Ibidem, 19. La Proposición 25 especifica: «Una auténtica acción litúrgica
50
Apéndice I
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Ars celebrandi
El canto litúrgico
11 Cf. Ibidem.
12 Con referencia a estos aspectos, es necesario atenerse fielmente a lo
establecido en la OGMR, 319-351.
13 Cf. Ibidem, 39-41; SC, 112-118.
14 SAN AGUSTÍN, Sermo 34, 1, en PL 38, 210.
52
Apéndice I
15 Cf. Proposiciones de la XI Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos (2005),
25: «Como todas las expresiones artísticas, también el canto debe armonizarse
íntimamente con la liturgia y contribuir eficazmente a su finalidad, es decir, ha
de expresar la fe, la oración, la admiración y el amor a Jesús presente en la
Eucaristía».
16 Cf. Ibidem, 29.
17 Cf. Ibidem, 36.
18 Cf. SC, 116; OGMR, n. 41.
53
APÉNDICE II
- Kyrie.
- Gloria.
- Salmo.
- Aleluya.
- Credo.
- Preces.
- De ofrendas.
- Sanctus.
- Aclamación memorial.
- Doxología.
- Padre Nuestro.
- Agnus Dei.
- De comunión.
- Consagración a la Virgen.
- De salida.
56
APÉNDICE III
C
r
e Audio
d
e
n Sede
c
i
a
Ambón Altar
conveniente que en los seminarios del Instituto, aun sin enseñar su celebración,
se tuviese de todos modos material a disposición para quien quisiera aprender a
celebrar la forma extraordinaria del rito romano, según las indicaciones del motu
proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI, del año 2007. De hecho,
cuando el entonces secretario general del Instituto, P. Diego Pombo, envió el
material a los rectores de las casas de formación para la implementación del curso
de Ars celebrandi, escribía: «Aprovecho para repetirles la indicación que les envié
el 11 de febrero pasado respecto al modo extraordinario del rito romano. En el
material se incluye un apéndice con indicaciones para aprender a celebrar en el
modo extraordinario del rito romano. Este apéndice está puesto para que en los
seminarios se tenga el material a disposición, pero no para que de hecho se
enseñe a todos a celebrar según el modo extraordinario. En cambio, sí hay que
enseñar a celebrar bien a todos los de rito romano en el modo ordinario del rito»
(e-mail del 18 de julio de 2014). En la última revisión del escrito, en el año 2022,
el P. Buela quitó el Apéndice correspondiente, escribiendo en su lugar el único
párrafo que constituye este Apéndice IV].
APÉNDICE V
Bibliografía
1 J. LÓPEZ MARTÍN, La liturgia de la Iglesia, BAC, Madrid 1996, cap. V, pp. 57-
70. (Tomado literalmente, excepto lo que está contenido entre corchetes, que
son agregados nuestros).
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62
Apéndice V
3 Cf. «Riti della Chiesa» (Editoriale), en Notitiae (Not) 311 (1992), pp. 365-368.
4 Cf. PÍO XII, Encíclica Orientalis Ecclesiae en el XV centenario de la muerte de
San Cirilo de Alejandría (9/4/1944), l y ss.; CONCILIO VATICANO II, Decreto
Unitatis redintegratio sobre el ecumenismo (21/11/1964), 14-17; CEC, 1200-1203.
5 El Papa San Juan Pablo II ha destacado el gran valor de las liturgias orientales
en su Carta apostólica Orientale Lumen, del 2/5/1995, véase Phase 211 (1996).
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pp. 475-492.
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Apéndice V
65
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2. Liturgia Maronita
66
Apéndice V
E. AMANN (ed.), Dictionnaire de Theologie Catholique, París 1931, 11, pp. 157-323,
espec. 314-323 «La liturgie» ; J. M. FIEY, Jalons por une histoire de l’Eglise en Iraq,
Louvain 1970.
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4. Liturgia Sirio-Malabar
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Apéndice V
5. Liturgia Bizantina
«grande Chiesa» Bizantina, Brescia 1981; H.–Y. SCHULZ, Die Byzantinische Liturgie,
Trier 1980; M. M. SOLOVEV, The Byzantine divine Liturgy History and Commentary,
Washington D. F. 1970.
18 Cf. C. KUCHAREK, The Byzantine-Slav Liturgie of St. John Chrysostom. Its
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6. Liturgia Armenia
Lumann-Torino.
20 Cf. Z. BARONIAN, «La liturgie de l’Eglise armenienne dans le cadre des
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Apéndice V
7. Liturgia Copta
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8. Liturgia Etíope
72
Apéndice V
1. Liturgia Africana
Litugicae. Subsidia, 13, Roma 1978, pp. 113-183; P. M. GY, «Historia de la liturgia
en Occidente hasta el Concilio de Trento», en A. G. MARTIMORT (dir.), La Iglesia
en oración. Introducción a la Liturgia, Barcelona 1987, pp. 73-90.
24 Cf. C. MAGGIONI, «Le antiche liturgie italiche non romane», en Rivista
73
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21-25, 6, 26-28, en B. BOTTE (ed.), París 1961, pp. 114-116; cf. P. BORELBA,
«Evoluzione storica e struttura letteraria del Canone della Messa romana», en Il
Canone, Roma 1968, pp. 95-113.
74
Apéndice V
3. Liturgia Ambrosiana
(24/6/2001).
31 Cf. P. BORELLA, Il Rito Ambrosiano, Brescia 1964; A. PAREDI, Storia del rito
75
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4. Liturgia Hispano-Mozárabe
126 (1977), pp. 12-28; véanse RL 65/4 (1978); 70/2 (1983); La Scuola Cattolica,
Milano 1986, 114/2-3.
34 Cf. J. BOHAJAR–I. FERNANDEZ, «Hispana, Liturgia», en NDL, 943-966; J.
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Apéndice V
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37 Véase la Carta del Papa a los reyes de León, Castilla y Aragón, en PH. JAFFE
(ed.), Regesta Pontificum Romanorum, Leipzig 1885, nn. 4840 ss.; cf. F. PÉREZ, «San
Gregorio VII y la liturgia española», en Liturgia 3 (1948), pp. 101-113 y 323-333;
S. SAINT DENIS–SAINT PETER, The Reception of the Roman Liturgy in Leon-Castile in
1080, New York 1985.
38 Cf. J. JANINI, «Liturgia Romana», en DHEE 2, 1320-1324.
39 Cf. J. ALDAZABAL, «II Rito Ispanico-Mozarabico si mette di nuovo in
de Toledo 1991), cf. Not 267 (1988), pp. 670-727; PastL 207/208 (1992), Phase
191 (1992), pp. 367-380; Salmanticensis, Salamanca 1992, 39/2, pp. 269-275; M.
FERRER, Los santos del nuevo Misal Hispano-Mozárabe, Toledo 1995.
78
Apéndice V
5. Liturgia Galicana
6. Liturgia Celta
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APÉNDICE VI
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Apéndice VI: Santo Tomás, remedio a los defectos
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Apéndice VI: Santo Tomás, remedio a los defectos
3 CONCILIO DE TOLEDO VII, año 646, can. 2; cf. GRACIANO, P. II, causa VII,
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Ars celebrandi
deba repetir, alterando así el orden del Sacrificio, sino que debe
proseguir.
Ahora bien, si está cierto de que ha omitido una cosa que es
indispensable en el sacramento, puesto que la forma es tan
indispensable como la materia, debe procederse como acabamos
de ver (ad 4) a propósito de la falta de materia, o sea, debe
comenzar a partir de la forma de la consagración, y repetir por
orden todo lo demás para no alterar el orden del Sacrificio.
Sexta objeción. Más aún: sucede alguna vez que, a causa del frío,
al sacerdote se le cae de las manos la hostia en el cáliz antes o
después de la fracción. En cuyo caso ya no puede cumplir con el
rito de la Iglesia sobre la fracción o sobre la norma de introducir en
el cáliz una tercera parte solamente.
Respuesta. A la sexta hay que decir: La fracción de la hostia
consagrada y la introducción de una de sus partes en el cáliz se
refieren al Cuerpo Místico, de la misma manera que la mezcla del
agua con el vino significa al pueblo. Y, por eso, la omisión de estas
cosas no hace que quede incompleto el Sacrificio, de tal manera que
por eso sea necesario repetir nada en la consagración de este
sacramento.
Séptima objeción. Por último: alguna vez acontece que por
negligencia del sacerdote se derrama la Sangre de Cristo, o que el
sacerdote vomita el sacramento después de la comunión; o que las
hostias llevan consagradas tanto tiempo que se pudren; o que han
sido roídas por los ratones; o que se echan a perder por cualquier
causa.
En estos casos no parece que se pueda tributar a este sacramento
el debido respeto que prescriben las normas de la Iglesia. No
parece, pues, que pueda ponerse remedio a estos defectos o
peligros si se cumplen las normas de la Iglesia.
86
Apéndice VI: Santo Tomás, remedio a los defectos
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APÉNDICE VII
1 Can. 1382, §1: «Quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o
retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae
reservada a la Sede Apostólica; el clérigo puede ser castigado además con otra
pena, sin excluir la expulsión del estado clerical». El Pontificio Consejo para la
interpretación de los textos legislativos, dio una respuesta autentica acerca del
sentido del verbo «abicere» (arrojar) de este canon. Utrum in can. 1367 CIC
(ahora can. 1382, § 1) et 1442 CCEO verbum «abicere» intelligatur tantum ut
actus proiciendi necne. R. Negative et ad mentem. Mens est quamlibet actionem
Sacras Species volontarie et graviter despicientem censendam esse inclusam in
verbo «abicere».
2 Can. 1379, § 1: «Incurre en pena latae sententiae de entredicho o, si se trata de
un clérigo, también de suspensión: 1.º quien, sin haber sido promovido al orden
sacerdotal, atenta realizar la acción litúrgica del Sacrificio eucarístico».
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
3 Can. 1379, § 5: «Quien, fuera de los casos de los que se trata en los §§ 1-4 y
en el c. 1384, simula la administración de un sacramento, debe ser castigado con
una pena justa».
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4 Can. 1382, § 2: «El reo de consagración con una finalidad sacrílega de una
sola materia o de ambas en la celebración eucarística o fuera de ella sea castigado
según la gravedad del crimen, sin excluir la expulsión del estado clerical».
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
5 El uso del pan ázimo está prescripto en el rito romano (can. 926 del CIC); en
las Iglesias Católicas Orientales sui iuris el uso es distinto.
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
933. Por causa justa y con licencia expresa del Ordinario del lugar,
puede un sacerdote celebrar la Eucaristía en el templo de una
Iglesia o comunidad eclesial que no tengan plena comunión con la
Iglesia católica, evitando el escándalo».
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Apéndice VII: La tutela de la Santísima Eucaristía en la disciplina de la Iglesia
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ÍNDICE
112
Índice
113
Ars celebrandi
114
Índice
115