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Fallo Mendoza Beatriz

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Causa Mendoza

Inicio Causa Mendoza

En el año 2004 un grupo de habitantes presentó una demanda contra el Estado


Nacional, la Provincia, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas,
reclamando la recomposición del ambiente, la creación de un fondo para financiar
el saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo y un resarcimiento económico
por daños y perjuicios. Posteriormente, la misma se amplió hacia los 14 municipios
bonaerenses por los que se extiende la Cuenca. Así se originó la causa “Mendoza,
Beatriz Silvia y otros c/ Estado Nacional y otros s/daños y perjuicios (daños
derivados de la contaminación ambiental del Río Matanza – Riachuelo)”.

El 8 de julio de 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo


histórico donde se determinó quiénes son los responsables de llevar adelante las
acciones y las obras de saneamiento.

En el se obliga a ACUMAR a realizar un programa cuyos objetivos son:

1) Mejora de la calidad de vida de la población de la Cuenca.


2) Recomposición del ambiente en todos sus componentes (agua, aire y suelo).
3) Prevención de daños con suficiente y razonable grado de predicción.

Por otra parte, el Máximo Tribunal encomendó al Defensor del Pueblo de la Nación
y a cinco Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC): Fundación Ambiente y
Recursos Naturales (FARN), Fundación Greenpeace Argentina, Centro de
Estudios Legales y Sociales (CELS), Asociación Vecinos de La Boca, y Asociación
Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH) la conformación de un Cuerpo
Colegiado para el control del Plan de Saneamiento y de las obligaciones y fallos
establecidos en la sentencia.

Causa Mendoza (Riachuelo)


Fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en el caso de la
contaminación de río Matanza–Riachuelo:

La causa “Mendoza” significa un fallo histórico por cuanto obliga al Estado a dar respuesta a la
más grave situación socio – ambiental de Argentina que afecta de manera directa a más de dos
millones de personas en torno a la cuenca Matanza Riachuelo.

Este fallo debería ser entendido como una gran oportunidad para poner en marcha una Política
de Estado en materia ambiental, que logre dar respuestas concretas a la situación de gravedad
que padece la Cuenca Matanza – Riachuelo, y por la importancia y significado que ha adquirido
en términos de intervención de los tribunales en temas que afectan derechos fundamentales y
cuyas soluciones demandan respuestas de carácter estructural, lo que ha sido reconocido tanto
a nivel nacional como internacional.

Sin embargo las acciones desarrolladas hasta el presente no han producido resultados que
puedan calificarse como satisfactorios. Tal como determinó la CSJN, “la implementación del
plan integral del saneamiento cuenta con un bajo nivel de implementación, motivo por el cual se
ha requerido a las autoridades que precisen y establezcan fechas ciertas para la
finalización”; ACUMAR no puede mostrar que hayan mejorado las condiciones de las aguas
superficiales del río ni la calidad del aire en la cuenca baja del Riachuelo; tampoco existe una
política eficiente para controlar los vertidos provenientes de las descargas que producen las
industrias y los basurales a cielo abierto (clandestinos) que aparecen persistentemente.

• Consecuencias positivas del fallo: generó resultados directos sobre el territorio de la


cuenca del Matanza–Riachuelo (CMR); se pusieron en marcha organismos estatales y políticas
públicas tendientes a saldar la deuda ambiental para con este territorio; se creó ACUMAR, un
organismo interjurisdiccional con facultades legales e institucionales suficientes para impulsar
el plan de saneamiento y cumplimiento de las mandas impuestas en el fallo por la CSJN; tareas
de remoción y limpieza de más de 1400 toneladas de residuos sólidos del espejo de agua y de
los márgenes, y en CABA se ha transformado en una política pública que hoy permite ampliar
los sistemas de recolección de residuos en espacios en los que antes ese servicio no existía;
apertura de la traza del camino de sirga; progreso de las obras de infraestructura
cloacal; realización de evaluaciones integrales de salud en áreas de riesgo (EISAR) y la
construcción de unidades de salud ambiental (USA), que mejoraron el diagnóstico y la atención
sanitaria; generó un cúmulo muy importante de información, que era desconocida y que resulta
fundamental para el diseño de políticas públicas y la toma de decisiones.

En el año 2004 un grupo de vecinos de la Provincia de Buenos Aires y CABA, encabezados por
Beatriz S. Mendoza presentaron una acción judicial contra el Estado Nacional, la Provincia de
Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas reclamando daños y
perjuicios sufridos en consecuencia a la contaminación de la Cuenca Matanza-Riachuelo, la
recomposición del ambiente y una serie de medidas cautelares a fin de asegurar que no se
agraven los daños

Cronología del caso


Junio del 2006. La Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró incompetente para
conocer sobre el reclamo de resarcimiento de los daños y perjuicios individuales. Pero, se
declara competente para entender en los aspectos vinculados con la prevención,
recomposición y el resarcimiento del daño ambiental colectivo.

También ordenó al Estado Nacional, la Provincia, Ciudad de Buenos Aires, y el COFEMA la


presentación de un Plan Integral de Saneamiento Ambiental que contemple un ordenamiento
ambiental del territorio, el control de las actividades antrópicas, estudios de impacto ambiental
de las 44 empresas demandadas, un programa de educación ambiental y un programa de
información ambiental pública. Requería a las empresas demandadas información pública
referida a los procesos productivos que realizan, el tratamiento de los residuos generados en
su actividad y la existencia –o inexistencia- de seguros contratados, y dió inicio a un sistema de
audiencias públicas en aras de dar mayor participación a la ciudadanía y relevancia a la
información pública.

Agosto de 2006. La Corte aceptó la intervención del Defensor del Pueblo de la Nación y de
organizaciones no gubernamentales (entre ellas, FARN) -quienes solicitan se condene a los
demandados, el cese inmediato de la actividad contaminante y la recomposición del daño
ambiental colectivo- y de un grupo de vecinos de Lomas de Zamora como terceros en el
proceso.

La demanda se amplió, incluyendo en el proceso a la Coordinadora Ecológica Área


Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) y a los 14 Municipios de la Provincia de
Buenos Aires que abarca la cuenca.
2006-2008. En este periodo se realizaron cuatro audiencias públicas, vinculadas a la causa de
las cuales FARN participó.

• Durante este periodo también se presentó el Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca


Matanza Riachuelo (PISCMR) y se creó el Comité de Cuenca interjurisdiccional, ACUMAR.

• La Corte resolvió designar peritos independientes para realizar un informe sobre la factibilidad
del Plan de Saneamiento. En su informe plantearon serios cuestionamientos, concluyéndose
que la salud no era considerada como uno de los “ejes de trabajo” y que el Plan adolecía de la
información básica y necesaria para analizar la situación de salud y definir los objetivos de las
intervenciones.

• La Corte resolvió convocar a una nueva audiencia pública en la que cada una de las partes
involucradas expresó sus opiniones y observaciones respecto al Plan de Saneamiento de la
Cuenca Matanza-Riachuelo y al informe. Las empresas tuvieron oportunidad de exponer
públicamente sus contestaciones de demanda, presentando sus defensas y explayándose en
sus argumentos y consideraciones acerca de la contaminación de la cuenca.

Julio de 2008 – Sentencia: La Corte dictó sentencia definitiva, determinando la


responsabilidad del Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y CABA en materia de
prevención y recomposición del Daño Ambiental existente en la Cuenca. Establece un mandato
de cumplimiento obligatorio, en cabeza de la ACuMaR –sin perjuicio de la responsabilidad de
los estados- consistente en un programa de políticas públicas concretas en materia ambiental
cuyo fin es la mejora de la calidad de vida de los habitantes, la recomposición del ambiente y la
prevención de daños con suficiente y razonable grado de predicción. Prevé la posibilidad de
imponer multas ante el incumplimiento de los plazos establecidos, las que recaerán en cabeza
del Presidente del ACuMaR.

• Delega el proceso de ejecución en el Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes,


otorgándole competencia exclusiva en la ejecución de la sentencia y en la revisión judicial de
las impugnaciones de la Autoridad de cuenca. Pudiendo ordenar la investigación de delitos
derivados del incumplimiento de los mandatos, y fijando el valor de las multas. Posteriormente
en 2012 divide la competencia de la ejecución entre el Juzgado Nacional Crim y Correc 12 y el
Juzgado Federal Crim y Correc 4 de Moron.

• Establece un sistema de participación ciudadana en el control del cumplimiento de la


sentencia a través de un Cuerpo Colegiado integrado por los representantes de las ONGs que
participaron como terceros en el proceso en el ámbito y bajo la coordinación del Defensor del
Pueblo de la Nación, lo que permite promover la participación y el control ciudadano en un
tema de gran interés social.

• Establece un control en la asignación de fondos y ejecución presupuestaria a cargo de la


Auditoría General de la Nación.

• Estableció un plazo específico para que el Estado ponga en marcha un plan activo de salud
destinado a atender a los sectores más vulnerables de la cuenca.

Acciones pendientes
En primer término, creemos que ya ha llegado el momento en el cual debe definirse con suma
claridad: qué debe entenderse por saneamiento y recomposición ambiental de la Cuenca
Matanza–Riachuelo; cuáles son los resultados que en tal sentido deberían esperarse; y cuáles
son las acciones que conducirán a cada uno de los resultados, los costos y los plazos en que
podrán concretarse; todo esto debe ser sostenido además con una fuerte voluntad y
compromiso por parte de las diversas jurisdicciones involucradas, cuestión que hasta el
momento no se ha manifestado de tal manera. La gestión de saneamiento del Riachuelo
implica la erogación de importantes recursos económicos, la mayor parte de los cuales
proviene del presupuesto nacional, situación que no puede proyectarse hasta el infinito, sino
que demanda una acción cada vez más eficiente.

Resulta necesario un conjunto de acciones de carácter socio-ambiental que deben


implementarse de manera conjunta, como la eliminación de las tres fuentes principales de
contaminación, el control permanente de las industrias, la relocalización de las personas que
vienen en situación de riesgo, y la atención sanitaria de las personas.

• En concreto: establecimiento de un régimen de control de vertidos industriales y un cambio


sustancial en la legislación vigente; generación de un sistema unificado para la habilitación de
industrias; implementación de un plan para la erradicación de basurales ilegales de la cuenca,
estableciendo las responsabilidades que corresponden a cada uno de los municipios en los
cuales se encuentran situados; la remediación de los pasivos ambientales existentes; finalizar
la relocalización de las familias situadas en el borde del río y en las zonas de alto riesgo socio-
ambiental; implementar un plan integral para la gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU);
elaboración de un estudio integral de riesgo para el Polo Petroquímico de Dock Sud que prevea
su relocalización; implementar un plan de ordenamiento ambiental del territorio que defina los
usos y el destino que tendrá la cuenca.

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