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Breve Analisis Del Fallo Canales Mariano

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Voces: CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN - JUECES PENALES - JUICIO

POR JURADOS - CONSTITUCIÓN NACIONAL - DERECHOS Y GARANTÍAS


CONSTITUCIONALES - PROVINCIAS - APLICACIÓN DE LA LEY - VEREDICTO - DEBIDO
PROCESO - DEFENSA EN JUICIO - IGUALDAD ANTE LA LEY - FACULTADES DEL
GOBIERNO PROVINCIAL - COMPETENCIA - GARANTÍAS PROCESALES - JUECES
NATURALES - CONSTITUCIONALIDAD - PRINCIPIO DE INOCENCIA

Título: Breve análisis del fallo «Canales Mariano Eduardo y otros s/Homicidio agravado-
Impugnación extraordinaria» CSJN 02/05/19 – Juicio por Jurados: constitucionalidad de la
normativa de la provincia de Neuquén

Autor: Benavídez, Sofía

Fecha: 3-sep-2019

Cita: MJ-DOC-15031-AR | MJD15031

Producto: MJ

Sumario: I. Introducción. II. Antecedentes. III. El recurso. IV. La resolución de la Corte. V. El


voto del Dr. Rosatti. VI. Un debate que no se profundizó. VII. Conclusiones.

Por Sofía Benavídez (*)

I. INTRODUCCIÓN

En este breve análisis del primer fallo relevante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
(CSJN) vinculado al funcionamiento del Juicio por Jurados, caso «Canales, Mariano y Otros s/
Homicidio agravado», se pretende repasar los antecedentes del caso, para luego observar los
agravios planteados por los recurrentes y la forma en que cada uno de estos es tratado por el
Superior Tribunal en su voto mayoritario. Asimismo, se analizará la postura del Procurador
General de la Nación y los Votos en disidencia del Dr. Rosenkrantz y Dr. Rosatti.

Luego de repasar los argumentos vertidos en el fallo y sus conclusiones, aventuraremos un


análisis sobre la función que el juicio por jurados cumple en la realidad de nuestro país a la luz
de la Constitución Nacional. Adelantándose aquí que, el fallo resulta un avance real en cuanto
al análisis de la normativa federal que concluye con la aseveración categórica de la potestad de
las Provincias para regular el instituto; pero, se queda corto en el debate de la cuestión
vinculada a las garantías procesales penales constitucionales que el jurado envuelve.

II. ANTECEDENTES

La Ley que incorpora el Juicio por Jurados en la provincia de Neuquén, Ley N°2.784 (Código
Procesal Penal- CPP) fue sancionada el día 24 de noviembre del 2011 y promulgada el 11 de
enero del 2012, fijando un plazo de vacancia legal de dos años para su puesta en vigencia (1),
tiempo estimado para la puesta en funcionamiento del nuevo proceso penal provincial. Esta
norma es el resultado de años de debate y consiguiendo un consenso político generalizado
instrumentado a través de una comisión inter-poderes que trabajó en el proyecto.

Que el caso que se trae a estudio se da inicio en el Juzgado de instrucción N° 5, primera


circunscripción judicial de Neuquén, contra los Sres. Obreque Vacas, Castillo y Canales por
homicidio agravado bajo N° 31.058/13.Finalizada la instrucción se eleva a la Cámara Criminal
N° 1 bajo Expte. N° 59/13. El 14 de enero del año 2014 se produce la entrada en vigencia del
Nuevo Código Procesal que resulta aplicable a todos los casos nuevos o en curso cuya
solicitud de pena por el fiscal sea superior a 15 años de prisión (2).

Llevándose adelante, consecuentemente, el juicio penal con Jurados Populares en el que


resultó un veredicto condenatorio (legajo N°10.375), luego del juicio de cesura (N°40/14) el
Juez condena a los tres imputados a prisión perpetua en concordancia con el veredicto de
culpabilidad dispuesto por el jurado. Los imputados hallados culpables interponen entonces
impugnaciones ordinarias contra este resolutorio; en fecha 24/07/2015 el Tribunal de
Impugnación interviniente rechaza las impugnaciones por inadmisibles (Sentencia N° 46).
Interponen los encausados entonces Recurso de control extraordinario con fundamento en
múltiples agravios ante el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJN) y en virtud de ello
en fecha 11/12/15 en acuerdo la Sala Penal del STJN declara la admisibilidad formal de los
recursos, pero los rechaza por no verificarse los agravios planteados (3). Contra dicho
pronunciamiento los encausados dedujeron Recurso Extraordinario Federal, cuya declaración
de inadmisibilidad por el TSJN motiva la elevación en queja ante la CSJN.

III. EL RECURSO

III.A. El Recurso Extraordinario Federal planteado contiene múltiples agravios que se pueden
alinear en torno a 5 ejes principales:

III.A.1. La vulneración de la garantía del Juez natural; por la aplicación del instituto del Jurado
Popular previsto en el código procesal que entró en vigencia durante el trámite de la causa.

III.A.2. Cuestionamiento a las potestades provinciales para instaurar el juicio por jurados en la
provincia de Neuquén.

III.A.3.Inconstitucionalidad de la Regulación de la ley de Jurados de la Provincia de Neuquén


por:

a) ser de carácter obligatorio y no un derecho del imputado;

b) establecer mayorías de 8 votos sobre el total de 12 jurados en vez de requerir unanimidad


(comparándolo con Prov. de Bs As.), afectando el principio de igualdad, de inocencia y con
restringida facultad para formular cuestionamientos recursivos.

III.A.4. Realiza cuestionamientos vinculados con errores en la apreciación de testimoniales por


los jurados, errores en las instrucciones dadas al jurado, refieren a formularios de veredicto
inválidos.

III.A.5. Plantea la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua.

III.B. Dictamen del Procurador General de la Nación:

A su turno el procurador General de la Nación analiza el caso y estima debe desestimarse la


queja; los argumentos del procurador son claros en el sentido que los agravios vinculados con
la aplicación del nuevo ordenamiento procesal penal de Neuquén y las disposiciones que
regulan el juicio por jurados deben ser declarados inadmisibles debido a la conducta procesal
asumida por los acusados. Este argumento que parece de lógica muy sencilla se apoya en la
completa extemporaneidad de los planteos, no existiendo la posibilidad de nulificar lo actuado,
a su criterio, y observando no existe gravamen alguno para los imputados.

En este mismo sentido emite su voto el Sr. Presidente de la Corte Dr.Fernando Rosenkrantz,
quien hace suyos los fundamentos del Procurador, y desestima la queja en su totalidad.

Se observa, en efecto, que la lógica planteada por el Procurador General no es del todo
desacertada, en tanto los imputados en la causa no se opusieron a la implementación de la
nueva normativa cuando ésta entró en vigencia y su causa se vio alcanzada por la figura del
Juicio por Jurados, ni tampoco se opusieron en aquella ocasión a la forma en la que estaba
regulado dicho instituto en la provincia; es más, una vez que el Fiscal pidiera la realización de
juicio por jurados por razón del monto de la pena, ninguno de los imputados o sus defensas se
opuso a ello, se expidieron acerca de la prueba del juicio y cumplido ello la Juez de la causa
dispuso que el juicio sea llevado adelante frente a jurado popular. Los imputados con sus
defensores participaron del proceso de selección de jurados, formulando recusaciones y
participaron activamente de la audiencia de juicio y de la formulación de las instrucciones al
jurado.

Resalta el Procurador General que los imputados y sus letrados participaron sin oposiciones
en el trámite del debate, y que luego en sus planteos recursivos entran en contradicción con
sus propios actos, actos deliberados, jurídicamente relevantes y eficaces, producto de una
actitud procesal determinada en el planteo de la defensa en juicio.

Lo que se quiere poner de resalto aquí por la Procuración General de la Nación es, entonces,
que no estamos frente a un regular planteo de vulneración de derechos devenido de la
inconstitucionalidad de la norma, sino que es una manifestación de disconformidad con el
veredicto brindado por el jurado.

En efecto, los planteos de inconstitucionalidad respecto de la naturaleza del instituto del Juicio
por Jurados y la forma como está regulado el instituto a nivel provincial, para tener sentido, en
el caso, debieron haber sido planteados antes de la realización del Juicio, máxime cuando
algunos de los planteos poseen entidad de caso federal y son cuestiones dignas de ser
debatidas en profundidad.Acertadamente, la CSJN procede a evaluar los agravios en forma
diferenciada para dejar ciertos conceptos en claro y evitar la repetición de futuros planteos
similares originados quizás también por una mera disconformidad con el veredicto.
III.C.- La habilitación de la instancia extraordinaria ante la CSJN:

Los Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación rechazan la queja respecto de los
agravios vinculados con la afectación de la garantía del debido proceso (por el modo en que el
jurado valoró las testimoniales, por el modo de darse las instrucciones al jurado, y la emisión
sucesiva de veredictos), rechaza también el agravio vinculado al planteo de inconstitucionalidad
de la prisión perpetua de Obreque Varas; no habilitan estos argumentos la instancia Federal
por cuanto los apelantes no rebaten los argumentos del Tribunal Superior de Neuquén (4).

No obstante, considera que si suscitan cuestión federal suficiente los agravios vinculados con
instauración del instituto del Juicio por Jurados en la provincia de Neuquén vía ley provincial N°
2784, por encontrarse cuestionado si se trata de facultades legislativas nacionales o
provinciales, tachando la ley como contraria a los art. 16, 18, 24 y 75 inc. 12 de la Constitución
Nacional; y por cuestionar la forma en que el instituto fue receptado en la ley, especialmente la
competencia obligatoria del Jurado (5) y la mayoría especial regulada (6)

IV. LA SENTENCIA DE LA CSJN:

Luego de aclarada la admisibilidad de los agravios que hacen a la cuestión federal, la Corte
advierte que no se encuentra limitada por los argumentos del a quo ni de las partes, sino que
efectuará una declaración sobre el punto disputado según la interpretación que corresponde, y
acto seguido procede a analizar las cuestiones traídas a su estudio en el siguiente orden:

VI.1. Garantía del Juez natural:

Respecto al agravio de que se aplicase una nueva ley procesal mientras la causa ya estaba en
trámite violando la garantía del Art.18 CN del Juez natural, que a criterio de los reclamantes
era la Cámara Criminal conformada por jueces profesionales, la Corte indica lo siguiente:

a) Que las leyes de modificación de jurisdicción y competencia se aplican de inmediato,

b) Que la facultad de cambiar las leyes procesales es un derecho que pertenece a la


soberanía,

c) Que no existe un derecho a ser juzgado por un determinado régimen procesal, pues las
normas de procedimiento y jurisdicción son de orden público (especialmente si se trata de la
forma de descubrir y perseguir delitos).

Que la Garantía de Juez Natural no impide la inmediata apli cación de nuevas normas de
competencia, inclusive a las causas pendientes, a menos que ello signifique en el caso
concreto despojar a actos procesales válidamente cumplidos de eficacia obstaculizando la
pronta terminación de procesos que exige la buena administración de justicia, lo cual no se ha
verificado en este caso.

Los recurrentes no han siquiera referido al derecho de ser Juzgado conforme a la ley penal y
procesal penal más benigna en el caso concreto (7) desechando la aplicación del instituto
juradista por razón del momento de su implantación, sin alegar perjuicio alguno por razón de
esa implementación y luego de haber llevado adelante el juicio.Tampoco han cuestionado la
forma de implementación a casos pendientes de la norma 2784 que indica que la entrada en
vigencia del instituto de jurados conforme al nuevo procedimiento penal sería aplicable a todos
los casos en que el fiscal «solicite» -implica que el Fiscal esté en condiciones de solicitar pena
y que el Juicio no haya iniciado- una pena de más de 15 años de prisión (8).

De todas maneras, cabe destacar aquí, que el Juez Natural al que alude la Garantía
constitucional no sólo es el Juez o Tribunal profesional designado de forma anterior al hecho
del proceso, sino que también lo es el Jurado popular en forma originaria, por ser el pueblo
representado por propios conciudadanos el verdadero y original Juez Natural conforme al
sistema republicano, representativo y democrático de gobierno plasmado en la Carta Magna; y
especialmente regulado así para los casos Criminales en el art. 118 de la Constitución
Nacional (9).

Y para abundar, cabe referir que, estadísticamente es preferido por los justiciables en causas
criminales el jurado de pares por sobre el de Jueces profesionales (10). Ello no sólo porque los
estándares probatorios del jurado son más altos, sino porque el juicio por jurados es un tipo de
proceso en que se pueden desplegar ampliamente las estrategias defensivas dentro de un
sistema de corte acusatorio y adversarial con funcionamiento de la plena oralidad (en virtud de
la inmediación del Jurado con los actos de juicio y no con expedientes) y por ello preferido por
los defensores.

Con esta información en mente, tenemos que el cuestionamiento al jurado como violatorio de
la Garantía del Juez Natural es francamente inviable, no sólo por no existir un derecho
adquirido sobre cuestiones procesales como lo ha dicho la Corte en el fallo, sino porque el
Juez verdaderamente Natural, imparcial y de más amplia legitimación (por su accidentalidad,
aleatoriedad y representatividad) que buscaban los constituyentes originarios (11) y los
subsiguientes hasta nuestros días, en efecto, el Jurado.

IV.2.Facultades para la legislación del juicio por jurados:

Refiriendo a la cuestión de la competencia para la legislación del juicio por jurados, federal o
provincial, la corte realiza un exhaustivo análisis Constitucional, aquí vuelca el estudio más
profundo del fallo; y con ello deja delineado claramente un criterio de respeto a las autonomías
provinciales a ejercer sus facultades no delegadas y no prohibidas, en base a una serie de
fundamentos que ya venían sosteniéndose a través de los años en fallos anteriores.

Inicia el análisis citando los artículos de la Constitución que regulan el Jurado: art. 24, art 75
inc. 12 art 118. Continúa citando la normativa constitucional que refiere a las facultades no
delegadas por las provincias de organizar su administración de justicia y la tramitación de los
juicios ordinarios art. 50, 121, 122, 123 y 126.

En el considerando octavo adelanta la Corte que, de admitir el planteo de los recurrentes de


que la Ley Procesal Penal Neuquina es inconstitucional, en cuanto incluyó dentro de su
sistematización el juicio por jurado, seria afirmar que las provincias tienen reservadas
facultades para disponer sobre su administración de justicia, pero excepcionalmente se
restringieron a limitar tal facultad respecto de un proceso que incluya jurados, materia que
sería dada exclusivamente al Congreso Nacional; lo que resulta ilógico, cuanto menos.

Que el planteo que formulan los recurrentes no es de implicancias inconsecuentes ya que


impacta en forma directa dentro del sistema federal, por ello se proponen dentro del fallo dos
premisas básicas de interpretación: 1) Que la Constitución debe analizarse como un conjunto
armónico, y todas sus normas deben buscar entre ellas coherencia.2) Que el superior Tribunal
nunca ha descuidado la esencial autonomía y voluntad de las provincias, entidades políticas
por cuya voluntad se congregaron los constituyentes argentinos.

Así pues, reconoce en primer lugar que, es cierto que la CN manda al Congreso Nacional
promover el establecimiento del Juicio por jurados (art. 24); luego le atribuye competencia para
legislar en materia penal federal y dictar las leyes que requiera el establecimiento del Juicio por
jurados (art. 75 inc. 12), reservando la jurisdicción provincial; y finalmente establece el jurado
como una forma de enjuiciamiento de los casos que son competencia del Poder Judicial de la
Nación (art. 118). Sin olvidar que la reserva de la jurisdicción provincial de los actuales art 75
inc. 12 y 116 de la CN, fue ajena al texto de 1853 ya que fueron introducidos por la convención
de 1860 (entonces art. 67 inc. 11, y 100), con el deliberado propósito de impedir que las
provincias perdieran jurisdicción en las materias enumeradas; y es por eso que desde antiguo
la Corte dice reconocer la amplitud en el ejercicio de las facultades reservadas a las provincias
citando aquí fallo «Castillo» (12).

Extrayendo del entramado que conforman los art. 24, 75 inc. 12 y 118 la siguiente conclusión:
La Constitución Nacional concibió al Juicio por Jurados como una institución sustancial para el
juzgamiento de los delitos que corresponde conocer al Poder Judicial de la Nación, dando
competencia al Congreso de la Nación legislar lo relativo a su conformación y funcionamiento.

Y actualmente, se puede visualizar esta manda, ya que el legislador nacional recientemente le


ha dado cumplimiento, aunque en forma parcial, al introducir por ley N° 27.063 el nuevo
Código Procesal Penal Federal; en sus arts. 8, 52, 57 y 249 se incorporan los juicios con
jurados, siendo el art.249 el que remite a la confección de una ley particular para ello, ley que
deberá emanar del mismo Congreso Nacional.

Entonces la provincia de Neuquén dictó una ley procedimental estableciendo juicio por jurados
populares en ejercicio de sus facultades originarias, reservadas y no delegadas ni prohibidas
(art. 75 inc. 12), ya que se refiere a su sistema de administración de justicia y de dictar los
códigos que regulan la tramitación de sus procesos.

IV.3 Constitucionalidad de las previsiones contenidas en ley 2884 de Neuquén:

Habiéndose ratificado la facultad provincial de regular el juicio por jurados, se profundiza en el


control de constitucionalidad del contenido de dicha normativa, por cuanto los recurrentes han
planteado resultaría violatoria de la garantía de defensa en juicio y de los principios de igualdad
ante la ley y de la presunción de inocencia.

IV. 3. a). - Se argumenta con fundamento en el art. 24 de la CN, que la normativa neuquina,
en tanto regula el «proceso por jurados en forma obligatoria» (13) en los casos cuya solicitud
de pena sea superior 15 años de prisión, desconoce que el sistema de jurados tiene que ser
entendido como un derecho individual del imputado y por ende renunciable.

Según el Tribunal el carácter de garantía invocado por los recurrentes se hace a los fines de
fundar la pretensión de «disponibilidad de la realización del juicio con jurados» por parte del
imputado y no como un resguardo relativo al modo de juzgamiento; por lo tanto, resulta a
criterio de la Corte insuficiente para demostrar que el referido art. 24 determine la invalidez de
la ley provincial, en virtud de incumplimiento del compromiso de las provincias del art. 5° de la
CN («Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional.»). Analizando precedente «Marincovich» (14) y respecto del alcance del Art.5° del
CN reitera la Corte que la Constitución no sólo garantiza la división republicana de poderes en
las provincias, sino el goce y ejercicio efectivo y regular de las instituciones, entonces se debe
considerar el principio republicano a la luz de las regulaciones de un Estado Federal con
autonomías provinciales, cuyas constituciones no deben ser parecidas ni idénticas a la
nacional, sino que deben estar en armonía con ella (15).

En una breve conclusión la Corte expresa que: «los recurrentes no alcanzan a demostrar en
forma precisa que su juzgamiento obligatorio por jueces populares implicó, en el caso
concreto, desconocer o alterar de alguna forma las garantías individuales fundamentales que
la Provincia de Neuquén está obligada a proveer a sus habitantes en virtud del art. 5° de la
CN».

Se resalta esta conclusión, en la que se advierte que:

1) la Corte refiere solamente a este caso concreto y aparentemente, no construye una regla
general - sin olvidar que, en este caso, los recurrentes no formularon el planteo sino luego de
llevar adelante la totalidad de los actos del juicio por jurados populares-.

2) La aseveración de que los recurrentes no logran demostrar los perjuicios concretos de la


aplicación obligatoria del instituto en su caso y refieren sólo a su derecho de disponer de la
opción a renunciar al jurado, por cuanto los derechos son renunciables.Se analizará esta
cuestión con más profundidad más adelante en este trabajo.

IV.3.b). - Respecto a la violación a los principios de ig ualdad ante la ley y de inocencia, que se
encontrarían conculcados con las mayorías establecidas en la ley que instituye los jurados
populares en Neuquén, por no exigir unanimidad para dictar veredictos de culpabilidad la Corte
aclara que, no hay un mandato constitucional que imponga un número determinado de votos
para afirmar la culpabilidad o inocencia de un imputado por parte del jurado (Pero si exige dos
tercios de votos para el veredicto de culpabilidad en el marco del juicio político).

Nuevamente se le reprocha al recurrente que no logra demostrar la exigencia constitucional de


unanimidad de votos para veredictos de culpabilidad de los jurados, ni siquiera por inferencia
indirecta; agrega aquí que el jurado implica derecho a juzgar en cabeza del pueblo, por
considerarlo el sujeto jurídico más apto para ponderar la criminalidad de las acciones u
omisiones del prójimo y en tal caso, el veredicto es una conclusión que se asume después de
transitar un proceso deliberativo con pluralidad de opiniones que congregan multiplicidad de
género, edades, oficios, experiencias, etc., no siendo irrazonable requerir una mayoría especial
(de las dos terceras partes). No se comprometería entonces, la presunción de inocencia, por la
mera existencia de votos disidentes, cuando se cumplen las mayorías que la voluntad popular
requiere para expresarse (16) y aclara que dicha presunción se encuentra intacta a la fecha de
resolución de la causa por la propia Corte.

La Corte, atribuye al jurado dos características destacadas; un órgano judicial de alto nivel de
legitimidad y de representatividad:

Legitimidad: Por un lado, al expresar el derecho del pueblo a participar de los actos
jurisdiccionales asumiendo las responsabilidades que ello implica y efectuando un tipo de
control directo sobre el poder judicial haciéndolo más accesible y transparente;
Representatividad:Por otro lado, al referir al proceso complejo de la deliberación, voto por
íntima convicción y el posterior acuerdo general de un grupo de conciudadanos aleatorios en
un único veredicto, el resultado es un producto del debate y de la aplicación de la percepción
de justicia de una sociedad. Que estos ciudadanos tendrán un nivel de representatividad que
quizás un magistrado o tribunal letrado no tenga, y por razón de no poseer vínculos entre ellos,
de no poseer vínculos con la estructura judicial, y que serán tan representativos de la
comunidad como disimiles (ello varia en forma dependiendo el sistema de selección adoptado,
por ejemplo, la existencia o no de igualdad de cupo femenino/masculino que en nuestro país
se encuentra en todas las legislaciones juradistas de los últimos años) es que pueden generar
un nivel de confiabilidad.

En relación a la aludida disparidad entre las mayorías existentes para conformar veredicto
condenatorio en las distintas provincias (Neuquén y Buenos Aires específicamente),
rápidamente se vuelve al argumento ya desarrollado de las autonomías provinciales y se aclara
que no existe entre las mencionadas regulaciones una asimetría tal que permita considerar
violado el derecho de ser tratado en forma igual ante la ley.

Quizás se pudiera expresar aquí que, la unanimidad para condenar por un Jurado es
preferible, aunque no exigible; en tanto en la administración de los recursos de la justicia no es
deseable obtener una proporción elevada de jurados estancados.

IV.3.c) Tampoco vulnera el debido proceso, la presunción de inocencia, ni el derecho a la


igualdad de trato el hecho de que el veredicto no contenga «expresión de fundamentos», ni
siquiera en aquellos casos en los que no haya unanimidad; ya que el veredicto sustentado en
las instrucciones al jurado en medida alguna restringe el derecho a revisión amplia en alzada
(o lo que algunos denominan doble conforme).

El caso aquí analizado es el claro ejemplo, ya que el veredicto y la sentencia de cesura han
sido revisados por el Tribunal de impugnación, luego por el Tribunal Superior de la Provincia de
Neuquén y luego por la Suprema Corte de la Nación. Y en las primigenias instancias de
revisión no sólo se han evaluado cuestiones de naturaleza constitucional sino aquellas
vinculadas con actos del proceso de juicio como testimoniales y la forma de dar las
instrucciones al jurado; evaluando la existencia de causales de nulidad de juicio (17).

Cita la Corte el Caso «VRP VPC y otros vs. Nicaragua» del 08/03/18 de la CIDH y dice que, en
efecto, la expresión de razones o la motivación de sentencias de los jueces profesionales no es
sólo relevante para el inculpado del delito, sino que permite el control ciudadano, en el caso del
jurado la participación directa implica el control jurisdiccional. La conclusión de un veredicto no
contiene el mismo tipo de motivación que una sentencia, puesto la valoración de la prueba se
hace en base a intima convicción, que no requiere explicación de motivos, sino que incorpora
cuestiones del saber popular y del sentido común, cuya verdadera fundamentación está
asentada en la coherencia entre las afirmaciones de las partes, las pruebas y el sentido de la
sentencia manifestada en los formularios de instrucciones (18). No quiere decir que la decisión
es inmotivada, sino que la motivación del jurado no se expresa en una sentencia de motivos.

Concluye el fallo diciendo el máximo Tribunal que «el juicio por jurados es una alternativa que
permite conjugar la precisión propia del saber técnico con la apreciación propia del saber
popular congregando la garantía inherente al debido proceso y la percepción de la realidad
propia de una decisión basada en el sentido común».
V. VOTO DEL SR. MINISTRO DR. HORACIO ROSATTI:

En lo que resulta pertinente, el voto en disidencia destaca por la particular evaluación que
formula el Ministro respecto de la Garantía que representa el Jurado y su función dentro del
sistema republicano.Desde el inicio del voto y citando a Montesquieu refiere a la participación
popular en la función judicial, lo cual es conteste con la división de poderes y de la extensión
del concepto mismo de ciudadano, de esta manera el poder de juzgar no será función
exclusiva de una clase o una profesión, elevándose como un poder invisible no individual.
Destacándose aquí la última parte del considerando 5to del voto en disidencia: «La
manifestación típica de la participación del pueblo en la función judicial es el "juicio por
jurados", entendido como el proceso judicial mediante el cual el Tribunal integrado total o
parcialmente por ciudadanos, que no son jueces letrados, decide sobre la culpabilidad de un
acusado y habilita la aplicación de la ley penal por parte de los órganos estatales
competentes». Se visualiza aquí con claridad el énfasis que el Ministro pone en la función de
Garante del afianzamiento de la Justicia y del sistema Representativo y Republicano de
Gobierno del instituto juradista.

Más, cuando llega el momento de referir a la otra función que habría de cumplir el Jurado, en
virtud de ser Juez Natural del Art. 18 CN y de la Garantía del Debido Proceso
Constitucionalmente entendida y contenida en el art. 24 de la CN, el Ministro concluye: «en
nuestro sistema constitucional, el juicio por jurados supone no sólo -o no tanto- el derecho de
una persona a ser juzgado por sus pares sino -fundamentalmente- el derecho del pueblo a
juzgar.»

Aquí la pregunta se eleva en forma necesaria: ¿El jurado implica no tanto, el derecho a ser
juzgado por el juez popular, sino el derecho del pueblo a juzgar?

VI. UN DEBATE QUE NO SE PROFUNDIZÓ:

He aquí la pregunta sobre la cual el debate del instituto juradista se centra:¿GARANTIA


CONSTITUCIONAL O PARTICIPACIÓN POPULAR?

La Corte en su voto mayoritario obvió el tema refiriendo al caso en concreto (punto 4.3.a)) y
aludiendo escuetamente a la falta de fundamentación del agravio en tal sentido por los
recurrentes (pretensión de disponibilidad), mas luego refiere ligeramente a que si sería una
garantía que obliga al legislador Nacional, no a las Provincias en virtud del art. 5 de la CN (ver
considerando 16 del fallo).

Se observa que ese debate que quedó latente está bajo la superficie buscando salir: busca
salir cuando se habla de Juez Natural y cuando se habla de Debido Proceso, cuando se habla
de la calidad representativa del jurado y su aporte a la legitimación del sistema; y se manifiesta
al final del fallo, en su total complejidad, en el voto disidente del Ministro Rosatti.

El debate en torno al juicio por jurados no es nuevo ni pacífico (19), en tal sentido es un
delicado equilibrio el que se ha de buscar entre la función de garantía constitucional del jurado
y la función participativa, o derecho a juzgar del pueblo. Y aun, habrá que pensar en qué casos
habrá colusión entre ambas funciones, y cual habrá de prevalecer.

Participación Popular:
La soberanía del pueblo se manifiesta en la participación popular de los actos de gobierno, y
hacer justicia en el principio de igualdad es un acto de gobierno (20), podemos establecer
como base que esta afirmación es cierta y se agrega que la participación de jurados dentro del
sistema judicial le da credibilidad y transparencia a un poder tradicionalmente alejado de la
soberanía del Pueblo, puesto la elección de sus magistrados no la realiza el pueblo soberano
sino de forma indirecta a través de ciertos mecanismos instaurados y ciertos representantes de
otros poderes.

Del preámbulo de la Constitución se puede inferir la función legitimadora de los jurados: el


objetivo de «afianzar la justicia»; este objetivo que busca ser alcanzado por medio de una
forma de gobierno Representativa, Republicana y Federal (Art.1 CN).

Si se analiza el contexto en que la Carta Magna se redactó, se puede observar la necesidad de


buscar reforzar la soberanía popular de todas las maneras posibles frente al poder del
absolutismo, se buscó una justicia que pueda evitar la injerencia de otros organismos estatales
y de algunos sujetos poderosos, y con un Jurad o Popular se produce el control público, directo
y obligatorio de las causas judiciales de mayor importancia (21), activando una regulación de
frenos, propios de las repúblicas, frente a la ley o a la aplicación de la ley considerada injusta
por el pueblo.

De allí su mayor nivel de legitimidad, una legitimidad desesperadamente buscada por los
poderes judiciales de toda Latinoamérica, nos encontramos frente a una magistratura
desprestigiada y que no genera niveles significativos de confianza o satisfacción y que quizás
está buscando en los jurados populares un principio de solución (esta crisis de legitimidad fue
puesta de manifiesto al principio de este año Judicial 2019 por el propio Presidente del Corte
Suprema de Justicia de la Nación Dr. Rosenkrantz) (22).

Como ya se ha desarrollado en el punto 4.3.b) el Jurado no sólo da legitimidad al sistema, y


con una mínima proporción de participación popular; sino que es de alto nivel representativo
por la diversidad de sus integrantes, y es democrático por cuanto para obtener una decisión se
delibera y se vota conforme ciertos procedimientos y estándares.

Ahora, si sólo se entiende que el juicio por jurados es una forma de organizar la justicia,
estaremos hablando de una normativa totalmente ajena a las partes y sobre la cual el Estado
puede disponer libremente, tratándose simplemente de la participación ciudadana en la
administración de justicia. Aquí, se entendería a la manda constitucional como una forma de
garantizar la democracia representativa mediante instituciones que permitan a los ciudadanos
participar en los actos de gobierno y controlarlos. Sería dicha participación de la ciudadanía la
que podría ser demandada y no otra cosa.Por ello, no sería renunciable por el imputado; y en
igual sentido se puede concluir si existe la posibilidad de entender al juicio por jurados como la
forma necesaria para alcanzar reconstrucciones históricas de los hechos más fidedignas con
lo sucedido y que, por lo tanto, permitan decisiones más ajustadas al fin de afianzar la justicia
contenido en el preámbulo (23).

En línea con el voto mayoritario de la Corte, nos dice múltiple doctrina que el juicio por jurados
se trataría de un mecanismo procedimental sin valor de derecho fundamental establecido por
la Constitución Nacional para la organización de la judicatura federal y nacional, sujeta a que el
Congreso de la Nación dicte la ley respectiva. No es una garantía fundamental sino un recaudo
procesal a nivel federal supeditado al dictado de una ley del Congreso (24). Esta postura es
coincidente con abundante jurisprudencia de la Corte en el sentido de que cada vez que un
procesado o imputado reclamaba ante el Tribunal la nulidad del Juicio por no existir Jurados
(25), la respuesta se alineó siempre detrás de la programaticidad de la norma procedimental
nacional y de las autonomías provinciales.

Garantía Constitucional:

Del estudio histórico se observa que, aunque previsto como un instituto de participación
popular pensado para enfrentar a corporaciones de poder, el nacimiento de un
derecho/garantía surge desde la antigua Roma, cuando el imputado podía solicitar la
participación ciudadana mediante la «provocatio» justamente para repeler la arbitrariedad del
poder; la institución ha ido evolucionando y cambiando su significado para erigirse finalmente
en una verdadera garantía (prevista desde la época pre constitucional (26) e incorporada en la
C.N. de 1853 en el art. 24 ) (27).

Badeni (28) define Derechos y Garantías fundamentales en estos términos: «los derechos son
las regulaciones jurídicas de las libertades del hombre (.) mientras que las garantías son los
instrumentos jurídicos establecidos para hacer efectivos los derechos del hombre»; y se ha
dicho ya que el Jurado no sólo esta enunciado en el art.24 de la CN sino que integra la
garantía del Juez Natural del art. 18, tema al que ya se ha desarrollado en la primera parte del
análisis del fallo.

Efectivamente el Juicio por Jurados integra la garantía del juez natural y por tanto está
incorporada dentro de las previsiones del debido proceso legal adjetivo del art. 18 de la
Constitución, y los dos artículos (18 y 24) se ven completados por los art. 28 y art. 33 de la
Constitución que estipulan el principio de congruencia y el goce de los derechos implícitos.

A más, observamos amplia doctrina indicando que el jurado se erige en contra de la


arbitrariedad (29), y si frente a un resultado equivalente dado por un juez profesional a uno
dado por el jurado, el segundo posee mayor nivel de legitimación; entonces verdaderamente el
Jurado es una garantía contra la arbitrariedad de los poderes del Estado.

Siendo los derechos y garantías, en principio, renunciables, el juicio por jurados también lo
sería; en especial habrá de considerarse las circunstancias de tal renuncia, que se supone de
características excepcionales -ya se ha referido a que la mayoría de los justiciables prefiere al
jurado de pares antes que a un tribunal profesional-. Y no debe de negarse al imputado tal
renuncia, puesto en algunas especiales situaciones se ha dado y puede darse con mayor
reiteración en el futuro que -a causa de las telecomunicaciones-, por la calidad/notoriedad del
hecho o del sujeto imputado o de la víctima, el caso tome relevancia pública a través de medios
masivos de comunicación o cause especial interés o impacto en la comunidad que habrá de
conformar el jurado, con lo cual la renuncia puede ser formulada razonablemente.La función
de garantía constitucional del Jurado se supone debiera ser primigenia, así está prevista en tal
orden en la normativa constitucional, si existiera una colisión entre la garantía procesal y la
facultad popular de juzgar, nuestro Estado de Derecho debe tratar siempre de proteger el
núcleo de garantías mínimas que poseen los sujetos individuales que habitan la Nación y de
esa forma también se busca el objetivo preambular de «afianzar la Justicia», evitando el
avasallamiento del poder estatal sobre el individuo, evitando cualquier sesgo de autoritarismo o
arbitrariedad.

Evidentemente el debate no está zanjado, hay muchas aristas para evaluar al respecto y el
fallo deja una sensación de vacío al respecto, en especial habiéndose dado la perfecta
oportunidad para profundizar la cuestión y confrontar o quizás conjugar las dos posturas de la
Doctrina nacional.

En las legislaciones provinciales que han regulado el juicio por Jurados se observa que una
mayoría ha optado por el sistema obligatorio (no renunciable) (30) y muy pocas el Jurado
Clásico (31) ; ello demuestra una búsqueda de legitimación frente a la crisis de la Justicia
bastante apurada y quizás es de esperar que, con el tiempo se varíe el paradigma a un jurado
diferente, un Jurado del tipo de una Garantía Constitucional, ya que ambos modelos poseen la
capacidad de aportar elevados niveles de aprobación y confianza en el sistema.

VII. CONCLUSIONES:Estando en el entendimiento de que en este caso en particular los


recurrentes habían participado activamente del juicio por jurados en forma evidentemente
voluntaria, para luego resultar «decepcionados» del veredicto y plantear una serie de recursos
a todas luces extemporáneos, la Corte decide válidamente analizar las cuestiones federales
expuestas, pero lo hace en distintas profundidades dependiendo del agravio estudiado.

Se observa que el fallo formula un buen análisis respecto la potestad de las Provincias para
regular el instituto del Jurado dentro de las facultades que se han reservado y que no están
delegadas a la Nación, ni prohibidas por la Constitución.

Pero verdaderamente se queda corto al momento de evaluar si las provincias, al regular el


instituto -al igual que la Nación lo debiera hacer en su oportunidad-; tienen que considerarlo
una Garantía del imputado, y por tanto renunciable o disponible, al menos en atención a ciertas
circunstancias.

Si bien se observan algunas pautas que refieren a las bondades del jurado como instituto
legitimador de la justicia, necesario dentro de una república democrática y representativa; se
ha dejado de lado el estudio de la Garantía Constitucional vinculada al Debido Proceso y a la
Garantía del Juez Natural, postergando un necesario análisis de la situación de los sujetos
individuales, de los ciudadanos, que habrán de ser llevados ante los jurados; estos sujetos que,
además cuando privados de su libertad son considerados sujetos vulnerables (32) ya que se
encuentran frente al Estado en la máxima expresión de su poder supresor de derechos y
libertades.

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(*) Abogada, Egresada UBA, co-delegada de la Comisión de Jóvenes Procesalistas de la


Asociación Argentina de Derecho Procesal para la provincia de Salta, investigadora adjunta del
proyecto Iberproceso, Miembro del Instituto de Derecho Procesal del Colegio de Abogados de
Salta institución perteneciente a la Federación de Ateneos Procesales FAEP y a la AADP.

(1)GONZÁLEZ, Leonel y FANDIÑO, Marco «Reporte sobre el funcionamiento de las Oficinas


Judiciales en Neuquén» 2017. Centro de Estudios de Justicia de las Américas, CEJA.Pág. 11.

(2)«Desde la implementación del nuevo código procesal penal, en enero de 2014, todas
aquellas causas en las que se solicite una pena mayor a 15 años de prisión, deberán ser
juzgadas por tribunales por jurados». Ministerio Publico Fiscal de Neuquén en ¿Cómo es un
juicio por jurados?
http://www.mpfneuquen.gov.ar/mpf/images/JxJCASOS/como_es_un_juicio_por_jurados.pdf.
(3)Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, Sala Penal, Acuerdo 35/15 de fecha 11/12/15
causa: "Canales Mariano Eduardo - Castillo Gabriel Alexis S/ Homicidio Agravado
‘Impugnación Extraordinaria".

(4)La Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén se expidió en el Acuerdo 35/15
respecto de las instrucciones dadas al jurado y los veredictos de la siguiente forma: .«un
repaso de las instrucciones impartidas al Jurado Popular permite aprecia r que las mismas han
abarcado todas las cuestiones fácticas atinentes a las diversas figuras típicas».(Fs. 12); «.que
el Tribunal de impugnación expresó existió actividad diligente del anterior letrado, dejó sentada
la imposibilidad de impugnar las instrucciones dirigidas al Jurado Popular por hallarse fuera del
momento procesal oportuno». (Fs.15). Y respecto del planteo de la prisión preventiva apropia
las razones vertidas por el Tribunal del Impugnación en sentido del que la declaración de
inconstitucionalidad de una norma sancionada conforme la constitución debe estudiarse con
prudencia y es «ultima ratio», asismismo la legislación sobre cumplimiento de las penas
cuanta con beneficios de aplicación progresiva; y finalmente aducen que la sanción no resulta
desproporcionada atendiendo la gravedad del hecho y sus circunstancias (Fs. 19).

(5)Artículo 35 CPP Neuquén: Tribunales de jurados populares. Cuando se deba juzgar delitos
contra las personas, la integridad sexual o cualquier otro delito cuyo resultado haya sido
muerte o lesiones gravísimas, siempre que el Ministerio Público Fiscal solicite una pena
privativa de libertad superior a los quince (15) años, el juicio será realizado en forma obligatoria
frente a un tribunal constituido por jurados populares.El tribunal se integrará con doce (12)
jurados titulares y cuatro (4) suplentes. La dirección del juicio estará a cargo de un juez
profesional.

(6)Artículo 207 CPP Neuquén: Veredicto. El veredicto deberá versar, respecto de cada hecho y
cada acusado, sobre las cuestiones siguientes: 1) ¿Está probado o no el hecho en que se
sustenta la acusación? 2) ¿Es culpable o no es culpable el acusado? En los tribunales
compuestos por doce (12) jurados, el veredicto de culpabilidad requerirá como mínimo de ocho
(8) votos. En los casos en que no se alcance lo exigido, el veredicto será de no culpabilidad.

(7)Código Penal de la Nación art. 2. Y la Constitución de Neuquén : «Debido proceso. Artículo


63. Ningún habitante de la Provincia puede ser penado sin juicio previo, fundado en ley anterior
al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces pre
constituidos por la ley antes del hecho de la causa. Siempre se aplicará, aún por efecto
retroactivo, la ley penal más favorable al imputado .»

(8)En algunos casos al introducir reformas procedimentales penales, y en miras de la


aplicación de la ley procesal penal más benigna en cada caso, las provincias dejan sentada la
posibilidad al imputado cuyo caso se encuentra en trámite, de optar entre la legislación anterior
-con la cual se venía desarrollando el proceso- y la nueva normativa; de esta forma,
intimándolo a hacer una opción explicita, se evitan planteos de esta naturaleza ex post facto.
(Caso del CPP de Salta del año 2011, Art. 3: «Las disposiciones del presente Código se
aplicarán a las causas que se inicien a partir de su vigencia, aunque los delitos que se juzguen
se hayan cometido con anterioridad, sin perjuicio de la opción que pueda formular el
previamente encausado»).

(9)Constitución Nacional, Artículo 118:«"Todos los juicios criminales ordinarios, que no se


deriven del despacho de acusación concedido en la Cámara de Diputados se terminarán por
jurados", luego que se establezca en la República esta institución. La actuación de estos
juicios se hará en la misma provincia donde se hubiera cometido el delito; pero cuando éste se
cometa fuera de los límites de la Nación, contra el derecho de gentes, el Congreso determinará
por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el juicio». (el entrecomillado me
pertenece)

(10)Datos recabados por Inecip- Ministerio Publico de Buenos Aires (donde el jurado es
optativo no obligatorio). «Si usted o un familiar suyo fuera acusado por un homicidio, ¿qué
sistema preferiría?» Ante esa pregunta, la mayoría de los encuestados (67%) respondió que
preferiría un juicio por jurados». «EL PODER DEL JURADO- Descubriendo el juicio por
jurados en la Provincia de Buenos Aires»- PORTERIE, Sidonie y ROMANO, Aldana-
Inecip/Embajada Británica en Bs As.- Pág. 39.

(11)Desde los tiempos independentistas, incluso en forma previa a la Constitución de 1853, el


Jurado de pares era un objetivo buscado para ejercicio de la soberanía en contra del
absolutismo, ya en 1819 la Constitución Unitaria estipulaba con una claridad absoluta «es de
interés y del derecho de todos los miembros del estado el ser juzgados por los jueces más
libres, independientes e imparciales, que sea dado a la condición de las cosas humanas. El
cuerpo legislativo cuidará de preparar y poner en planta el establecimiento del juicio por
jurados, en cuento lo permitan las circunstancias».

(12)«Castillo, Ángel Santos c/ Cerámica Alberdi S.A.»- Fecha: 7 de septiembre de 2004, Fallos
327:3610.

(13)Tipos de jurados en la argentina:1) Jurado Popular clásico, Jurado Popular obligatorio y


Jurado escabino/escabinado en versión amplia o reducida; de la clasificación realizada por la
misma autora en «Juicio por jurados en Argentina. Análisis de la Legislación Vigente en las
distintas provincias de la República Argentina «y su Anexo gráfico.Publicado en Microjuris.com
el 20/12/16.

(14)«Marincovich José Antonio c/ Vargas, Abraham Luis s/ responsabilidad civil contra


magistrados", 1 de agosto de 2013, Publicado en Fallos: 336:954- CS.

(15) Refiere la Corte a las modificaciones introducidas por la Convención de 1860 que
remueven la obligación de las provincias de remitir al Congreso Nacional, para evaluación, sus
constituciones.

(16)Paralelismo posible con los jueces profesionales que actúan en tribunales colegiados, que
tienen permitido disentir y las decisiones obedecen a las mayorías legales fijadas, la propia
SCJN actúa de esa forma y ha tenido variable número de miembros a lo largo de los años; otro
paralelo se da con la elección popular de Representantes Legislativos y Ejecutivos.

(17)CPP Neuquén Artículo 238 Recursos en los juicios por jurados. «En los juicios ante
Tribunal de Jurados serán aplicables las reglas del recurso contra la sentencia previstas en
este Código, y constituirán motivos especiales para su interposición: a) La inobservancia o
errónea aplicación de las reglas referidas a la constitución y recusación del jurado y a la
capacidad de sus miembros. b) La arbitrariedad de la decisión que rechace medidas de prueba,
de modo que se hubiera cercenado el derecho de defensa en juicio y condicionado la decisión
del jurado. c)Cuando se hubieran cuestionado las instrucciones al jurado y se entendiera que
éstas pudieron condicionar su decisión. No procederá recurso alguno contra la sentencia
absolutoria, salvo que el acusador demuestre fehacientemente que el veredicto de no
culpabilidad fue producto del soborno». Artículo 246 «El tribunal dictará resolución en forma
inmediata o en el plazo máximo de diez (10) días. Si la anulación es parcial, se indicará el
objeto concreto del nuevo juicio o resolución.»

(18)No se ha de olvidar que: el Proceso de juicio por jurados es presidido y direccionado


SIEMPRE por un Juez profesional, y que es quien provee las instrucciones al jurado.Que de la
construcción de las instrucciones participan los letrados de ambas partes. Que el juez explica a
los jurados el derecho aplicable al caso y la forma en que deben proceder. El recinto de
deliberación no alberga una reunión espontánea y libre, sino una etapa procesal normada.

(19) MAIER, Julio B.: «La cuestión juicio por jurados se refiere no sólo a una manera de
integrar los tribunales de justicia sino, antes bien, a un procedimiento judicial determinado», t.
I, p. 1026.

(20)HEIM, Andrés: «Juicio por jurados. Una paciente espera» En Revista de Derecho penal
Infojus Año I nro. 3, págs. 151 a 170.

(21) Por lo general reservado para delitos o crímenes graves.

(22) En la apertura del Año judicial 2019 en su discurso replicado en medios periodísticos, el
Presidente de la CSJN manifestó: «Toda crisis de legitimidad es en gran parte una crisis de
confianza. Los argentinos están perdiendo la confianza en el Poder Judicial. Hay dudas de que
nos comportamos como verdaderos jueces de una democracia republicana. La magistratura es
un trabajo del que dependen la libertad y el patrimonio de nuestros conciudadanos y, por esa
razón, debe estar sujeta a reglas de evaluación claras. Nuestro comportamiento, tanto
jurisdiccional como administrativo, debe poder evaluarse públicamente mediante estándares
objetivos. El poder judicial no ha avanzado lo suficiente en ese sentido» (Citas Clarín
19/03/19).

(23) PAGLIUCA, Federico José: «El Juicio por jurados como garantía constitucional»
pensamiento penal online. Pág. 5
http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2018/07/doctrina46716.pdf

(24) DÍAZ RICCI, Sergio Fallo comentado: Corte de Justicia de la Provincia de Catamarca ~
2011-02-28 ~ Rosales, Cristian s/ s/lesiones culposas y lesiones culposas en concurso ideal
Publicado en: La Ley NOA 2011 (diciembre), 1161.

(25)«Loveira, Vicente vs. Eduardo T. Mulhall, s/ Injurias y calumnias» (Fallos 115: 92 del
07/12/1911); «Valentín Santa María c. Eduardo T. Mulhall (diario La Argentina)» s/Injurias y
Calumnias (Fallos 115:60); «Ministerio Fiscal c.Director del diario La Fronda s/Desacato»
(Fallos 165:258 del 25/07/1932); «Tribuna Democrática» (Fallos 208:21); «Tieffemberg»
(Fallos 208:225) citados en Díaz Ricci, ob. Cit.

(26)Ver cita al pie N° 12.

(27)PAGLIUCA, Federico José ob. Cit. Pág.14.

(28)BADENI, Gregorio: Tratado de derecho constitucional, Tomo II, 2da edición, Ed. La Ley,
Buenos Aires, 2006, pág. 1069. (29)«En todo caso, el tribunal de jurados constituye un posible
freno político para la

arbitrariedad de los funcionarios públicos permanente -los fiscales, los jueces-, en el uso de
mecanismos coercitivos de gran poder destructor de la personalidad»

(29)MAIER, Julio B. J.: Derecho Procesal Penal, Tomo I, Fu ndamentos, 2da Ed. 3° reimp.,
Ed. Del Puerto, Buenos Aires, 2004, pág. 787/788.

(30)Mendoza, San Juan, Rio Negro, Chaco y Neuquén. Y el jurado escabinado de Córdoba
que también es obligatorio para ciertos delitos.

(31)Ley de Juicio por jurados de Buenos Aires; y proyecto de Ley N° 32.771 de la Provincia de
Santa Fe.

(32)100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la Justicia de las Personas en condición de


vulnerablidad, regla 4 y cctes. XIV Cumbre Judicial de Iberoamérica y XIX Cumbre Judicial de
Iberoamérica.

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