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Novena A La Santisima Virgen de Los Desamparados

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NOVENA A LA SANTISIMA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS

Por la señal de la santa Cruz…

En el nombre del Padre…

ACTO DE CONTRICION.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y


Redentor mío, Dios de las misericordias y de toda consolación, que
por un efecto de vuestra infinita bondad me librasteis de la
condenación eterna, preparando un antídoto eficaz para remedio de
todos mis males; porque sois tan bueno y tan amable os amo más
que a mí mismo y sobre todas las cosas. Penetrado de vuestro
infinito amor y confuso por mi ingratitud, os digo, Señor, que me
pesa el haberos ofendido, quisiera se me rompiese el corazón de
dolor por haber pecad, me arrepiento de mis culpas, y propongo
firmemente no volver a cometerlas, huir de las ocasiones de
ofenderos y buscar todos los medios de serviros en cuanto sepa y
pueda, mediante los auxilios de vuestra divina gracia. Amen.

DEPRECIACION.

Clementísima Señora, cuyo sagrado atributo de Madre de los


Desamparados es vuestra mayor gloria y singular aliento de los
pecadores que por la culpa viven enemigos de Jesús y privados de su
gracia, atended propicia a mis súplicas, haced con la eficacia de
vuestro patrocinio que se enfervorice mi tibieza para acertar en esta
sagrada novena a pediros lo que más me convenga. ¡Óh Madre mía!
o cuando podré usar dignamente este dulce título, acreditando con
mis obras, ¿que soy verdadero hijo vuestro? Hacedlo vos misma;
acogedme bajo el piadoso manto de vuestro amparo, y rogad por mí
a vuestro hijo, a fin de que, compadecido de mi flaqueza, no atienda
a lo que yo le pida, sino a lo que más convenga para su gloria, y
salvación de mi alma. Amén.
DIA PRIMERO MEDITACION. María es nuestra Reina.

PUNTO PRIMERO. Considera, oh cristiano, a la soberana Madre de


los Desamparados como á verdadera Reina de cielos y tierra. Desde
luego conocerás su grandeza y majestad superior a toda criatura, y
solo inferior al mismo Dios. Templo y sagrario de la beatísima
Trinidad, su imperio es universal, y no hay quien quede privado de
su patrocinio, sino el que voluntariamente lo desecha. Confúndete
re conociendo las muchas veces que has procurado substraerte de
su benigno imperio, haciéndote sordo a los divinos preceptos.
Resuelve vivir en adelante inseparablemente unido a su amor, y
adicto a sus leyes.

PUNTO SEGUNDO. Contempla a la augusta Reina de cielos y tierra.


Mira de que glorioso timbre la condecoró la Trinidad beatísima,
eligiéndola entre todas las mujeres por verdadera madre del
Unigénito del Dios Padre, nuestro soberano Rey, colocándola y
ensalzándola sobre todos los coros de los ángeles en el reino
celestial y eterno; adórala y venérala por tal y procura tributarla el
más rendido vasallaje de reconocimiento y entera sumisión a las
leyes y consejos de su divino Hijo. Ya sabes que ella secundará tus
deseos, para que nunca jamás te separes por el pecado de tan suave
y benéfico imperio, auxiliándole a este fin con su amparo, para
resistir a la tiranía de tus pasiones, y sacudir el yugo de las vanidades
y engaños de este mundo.

ORACION. ¡Oh soberana Reina! cuanto se complace mi alma en la


grandeza de vuestro poder y elevación! Aunque indigno vasallo
vuestro por haber tantas ve ces con mis culpas merecido la
indignación de vuestro hijo mi Redentor, recibidme bajo vuestro am
paro, que este es la firme ancora de mi esperanza en los peligrosos
escollos de la vida. Alcanzadme. gracia, para que en adelante mi
corazón os rinda tan perfecto vasallaje que atento y puntual en la
observancia de las divinas leyes, se borren las culpas pasadas, y
consiga lo que más convenga para la felicidad eterna de mi alma.
Amen.

SÚPLICA: Virgen santísima de los Desamparados, ya que este


glorioso atributo es de clemencia, no se aparten de nosotros
vuestros ojos misericordiosos. Am parad, Señora, nuestra flaqueza,
alentad nuestra miserable debilidad, para no sucumbir a las astucias
del demonio y engaños de las pasiones. En vuestra preciosísima
imagen advierto inclinada la cabeza en señal de escuchar mis
súplicas, y esto me anima a esperar el feliz éxito de mis plegarias.
Mas si lo que pretendo alcanzar no ha de ser para la mayor gloria de
Dios, o fuere en peligro de la salvación de mi alma, os suplico no me
alcancéis otra cosa que una firme y perfecta resignación a la di vina
voluntad, una vida ejemplar y santa muerte para bendeciros y
alabaros por toda la eternidad. Amen.

DIA SEGUNDO: Se empezará con el Acto de contrición y


depreciación como el día primere, pág. 7.

MEDITACION: María es nuestra verdadera madre.

PUNTO PRIMERO: Considera a María nuestra cariñosa Madre que


como á hijos de dolor nos parió al pie de la cruz. Agonizando
Jesucristo la da por hijo a san Juan, y en su persona recibe a todos
los hombres hermanos de Jesús, para cubrirnos con el pode roso
manto de su poder. ¡oh alma mía! ¿Como has, correspondido a los
cariños y finezas de tan tierna madre? ¿Con qué respeto y
veneración las has honrado, sobre todo imitando sus virtudes?
Confúndete de tu ingratitud, y resuelve eficazmente adorarla con
profundo respeto, y saludarla con afectuosa devoción para merecer
sus maternales cariños.

PUNTO SEGUNDO: ¡Qué palabra tan dulce y con solante para el


linaje humano, fue la que dirigió a María su hijo agonizante en la
cruz, diciéndola en Ja persona del evangelista san Juan, y con él a
todos los cristianos: Mujer, ¡ahí tienes a tu hijo! Pero cuan doloroso
fue para ella conocer que en cambio del divino hijo que perdió, iba a
adquirir en la mayor parte de los hombres unos hijos
desnaturalizados, desobedientes y rebeldes, ¡indignos sobremanera
de los cariños y ternuras de tan buena Madre! Tal he sido yo,
dulcísima Madre mía, y por lo mismo apenas me atrevo a llamarme
hijo vuestro. Haced que en adelante me acredite de tal,
obsequiándoos con una afectuosa devoción y con la imitación
práctica de vuestras virtudes.

ORACION: ¡O amantísima Madre! que siéndolo del divino amor y


santa esperanza, me la infundís, para que me dirija a vos en todas
mis necesidades, perdonad mi mala correspondencia á tan singular
fineza de vuestro amor. Alcanzadme gracia, para que, cumpliendo
fielmente con las obsequiosas veneraciones de hijo, merezca de
vuestra misericordia las bendiciones de madre, y logre el favor que
pido en esta novena, si me conviene para alcanzar la eterna
bienaventuranza. Amen.

DIA TERCERO: Acto de contrición y Deprecación como el día


primero, pág. 7.

MEDITACION: María es nuestra maestra.

PUNTO PRIMERO: Considera a María como maestra, bajo cuyo título


con los soberanos ejemplos de su perfectísima virtud, é inocencia,
nos instruye en la verdadera sabiduría que es el santo temor de
Dios. Ella con sus sagrados influjos hace conocer a quien los extiende
el horror del vicio, y descubre la hermosura de la virtud. ¿Cómo has
atendido y practicado las saludables lecciones de tan sabia y
amorosa maestra, siempre solícita de tu salvación? Confúndete de
tu ceguedad y olvido de sus preceptos, siguiendo en adelante sus
ejemplos hasta alcanzar la virtud y perfección cristiana.
PUNTO SEGUNDO: ¡Qué sublime y celestial sabiduría es la que
ocupó a nuestra maestra divina! Llena enteramente del temor de
Dios, poseyó no solo el principio, sino toda la plenitud de la
verdadera sabiduría. Y en efecto, que lecciones tan sublimes de ella
nos dio en toda su vida, que no fue más que una escuela continuada
de caridad la más ardiente, de humildad la más profunda, y de todas
las virtudes en el grado más heroico. ¡Oh! ¡si nosotros estudiásemos
de continuo en esta divina escuela, como llegaríamos en breve a
adquirir y poseer la ciencia de la santidad! Disipad, oh Madre de la
luz, en nosotros con las lecciones de vuestra vida y con la luz de la
divina gracia y de vuestra mediación las tinieblas de la ignorancia y
del pecado, para que, instruidos en la virtud, la abrasemos y sigamos
constantemente.

ORACION: ¡oh sapientísima maestra! ciego mi entendimiento por el


alboroto de las pasiones, ¿hasta cuándo he de seguir los caminos de
perdición? Concededme un vivo y eficaz conocimiento de vuestra
celestial doctrina, alcanzadme por la eficacia de vuestro am paro la
ciencia de los santos, con la que, ilustrada mi alma y enfervorizado
mi corazón, se instruya mi ignorancia, huya yo de todo lo malo, siga
constantemente lo bueno, y sea la divina contemplación de vuestras
soberanas lecciones el principio y dirección de conseguir mis deseos
en esta novena, y de toda mi felicidad. Amen.

Se rezará tres veces el Ave Maria , etc. y todo lo demás del dia
primero , págs. 11 y 12.

DIA CUARTO: Acto de contrición, etc., como el día primero, pág. 7.

MEDITACION: María es nuestra abogada.

PUNTO PRÍMERO: Considera, oh cristiano, que María es tu especial


abogada. Si tus culpas merecen la indignación y castigo de su divino
hijo, ella abriendo sus entrañas de misericordia, y extendiendo el
manto de su protección intercede por ti y se presenta ante el trono
de la divina majestad para alcanzarte la corona de la gloria. ¡Oh! ¡y
cuanto debes a su soberana dignación por haberte de tantos modos
favorecido, y procurado tu verdadera felicidad! Resuelve vivir
siempre humillado bajo el pode roso manto de su protección,
reconociendo y confesando que no la mereces, atendida tu
ingratitud a los beneficios de su misericordia.

PUNTO SEGUNDO: ¿Que hubiera sido de ti, oh cristiano, si esta


poderosísima abogada no hubiese ejercido contigo tantas veces este
noble oficio? Mucho más poderosa que las potestades celestiales en
sentir de los santos Padres, te ampara y defiende en el tribunal del
supremo y justísimo juez de vivos y muertos. Con su mediación, dice
su devotísimo siervo san Bernardo, nadie desespera, con su apoyo
nadie cae, con su protección nadie teme. Y siguiendo, pues, el
consejo de este santo doctor, si te hayas turbado por la enormidad
de tus delitos, confundido por la fealdad de tu conciencia,
aterrorizado por el horror del juicio, a ella acudirás como a una
abogada, que tan eficaz y prontamente puede interceder por los
miserables pecadores.

ORACION: ¡oh clementísima abogada mía! ¿Quién más que yo


necesito de tu amoroso amparo? ¿Y en quien mejor que en Tú
puedo buscarlo con total seguridad de hallarlo? Navegando en este
proceloso mar de inquietudes, me dirijo al puerto de la gloria, pero
con la incertidumbre de hallar el rumbo que debo seguir. Señálame
Tú, que eres mi estrella, y deba a tu clemencia, que en el divino
tribunal entre los rigores del juicio sea mi alma del número de los
felices escogidos, para reinar con Ti en la gloria. Se también ahora
mi abogada para alcanzar lo que en esta novena pido, si conviene a
mi salvación eterna. Amén.
Se rezará tres veces el Ave Maria , etc. y todo lo demás del dia
primero , págs. 11 y 12.

DIA QUINTO .

Acto de contricion y demás que para todos los dias se no ta en el


primero pag. 7 .

MEDITACION.

Maria es nuestra bienhechora .

PUNTO PRIMERO.

De tal modo puede y dice Ma ría llamarse nuestra bienhechora ,


que, segun afirma san Bernardo, Dios no concede gracia alguna sino
por María. Reflexiona atentamente, ó cristiano, que todos los bienes
de cuerpo y alma , las santas ins piraciones , castos deseos , gracias y
ausilios , todo lo debes á la benéfica mediacion de esta soberana
Madre de los Desamparados ; confúndete de lo po co que has
agradecido tantos beneficios de su mise ricordia , y resuelve
firmemente obrar en adelan te en todo conforme a su voluntad , y
seguir constan temente sus influjos soberanos.

PUNTO SEGUNDO .

Contempla á esta magnífica bienhechora y depositaria nobilísima


del inestimable tesoro de todos los dones y gracias divinas; obser va
cuan generosamente los comunica a todos sus fieles devotos , de su
seno donde entró la naturaleza divina , el poder , sabiduría y
voluntad de Dios , de su seno, repito con san Bernardo, como deun
océa no de la divinidad que en sí tenia rios caudalosos de todas las
gracias.¡ Y con cuanta mayor escelen cia goza esta misma dignidad
en el cielo , teniendo presentes todas nuestras necesidades para
socorrer las ! Ea, pues, amantísima bienhechora, desatad los
vínculos del pecado á los reos del mismo, dad á co nocer la
verdadera luz a los ciegos en la infidelidad y en sus vicios , remediad
nuestros males , pedid y alcanzadnos todos los bienes.

ORACION.

Oh liberalísima bienhechora ! ¿ Que seria de mí si Vos apartaseis


vuestros ojos compasivos, como lo merecen mis culpas é
ingratitudes ? Este es el origen del mayor desamparo de mi alma , á
cuyo remedio os empeña vuestro liberal y generoso amor. Las mi
serias y debilidades que me circuyen , deben move ros á ser mi
especial bienhechora. Sedlo, madre mia , para que, conociendo
minatural flaqueza , me apoye solo en los ausilios de vuestra gracia ,
que espero tambien para alcanzar lo que en esta novena supli co , si
me conviene para la consecucion de la eterna bienaventuranza.
Amen . Aquí se rezará tres veces el Ave Maria y demas del dia
primero, págs. 11 y 12. > i ?,,

DIA SEXTO

Acto decontricion etc. y todo lo del dia primero pag . 17

MEDITACIONIR ,

SI María es nuestra libertadora.

PUNTO PRIMERO .

Considera, óh cristiano, á María como libertadora de tu alma, á cuyo


fin para romper las cadenas de tu miserable esclavitud , dió á su
unigénito Hijo conformándose con la voluntad del eterno Padre ,
ofreció gustosa para tu libertad y re dencion aquella divina sangre ,
que formada en sus entrañas recibió un valor iofinito por la union
del di vino Verbo. i¡ Oh ! ¡ y como debes ponderar lo que pa deció
esta tierna madre en el calvario para acojerte bajo el piadoso manto
de su amparo ! Imítala en tus penas, en los trabajos y adversidades
de esta vida, resignándote a su ejemplo en todo con la voluntad de
Dios.

PUNTO SEGUNDO , Contemplala hoy como gene rosa libertadora de


los infelices hijos de Adan ; i que favorable dignidad para estos, pero
cuán penetrante á su tierno corazon ! ella acudió con su hijo á la li
bertad y redencion del mundo. Ella y Cristo ofrecie ron á Dios Padre
en la cruz un mismo holocausto , como dice un contemplativo :
Cristo en la sangre de sus venas , y María en la sangre del corazon ,
ofre ciendo gustosa la víctima divina de su Hijo , coope rando así
mucho para aplacar con su afecto ma ternal la justicia del Padre
eterno. Alos méritos de su ternura con Jesucristo debemos en parte
el fruto de su pasion , el que por los nuestros propios somos
indignos de merecerlo. ¡ Que gcapde beneficio ! Cor responde ,
pues, dignamente a él , no reusando el pa . decer con ella y con su
divino Hijo.

ORACION.

¡ O singularísima libertadora ! bajo cuyos auspi cios por medio de


esta antiquísima cofradía hasta los cadáveres de los pobres
ajusticiados logran li bertarse del olvido de los hombres por la
eclesiás tica sepultura , librad mi alma de la tiranía de los vicios en
que miserablemente yace sepultada con to tal olvido de la virtud. ¡ 0
madre mia! me hallo sin vida y sin aliento para solicitar lo que me
convenga en tal desamparo į no merecerá mi alma vuestra singular
proteccion ? concedédmela por vuestro amor , para que sea el fruto
de esta novena verse ahora adornada con la estola de la gracia , y
llegar despues a la inmortalidad de la gloria. Amen . - Se concluirá
con las ires Ave Marias , -y demás del pri mer dia págs. 11 y

DIA SÉPTIMO.

Acto de contricion, etc. y demás del dia primero , pag . 7.


" MEDITACION. María es nuestra consoladora.

PUNTO PRIMERO . Entra , ó cristiano, en tí mismo, y no podrás


dudar , que Maria es tu eficaz consoladora. Si , Madre del divino
amor , lleno su corazon de ternura hacia los hombres sus hijos, alivia
y ampara indefectiblemente á cuantos con viva confianza acu den á
ella , endulza y llena de suaves consolacio nes todas nuestras penas
y trabajos. ¿ Que consue lo has hallado jamás entre los hombres y
sus hala güeños placeres ? Sin embargo te apartas de aquel pozo de
agua viva , para beber en las cenagosas fuentes que no podrán ser el
consuelo de tu alma. Confúndete de tu ciega temeridad , y busca
solo en María tu verdadera consolacion .

PUNTO SEGUNDO. Ya ves con cuanta propiedad es llamada María


consoladora de afligidos. Ella por los dulces títulos de Madre y
abogada de los hombres es en sentencia unánime de los santos
Padres re dentora de los cautivos, salud de los enfermos, ale gria de
los atribulados, fortaleza de los débiles, y consuelo tan universal del
mundo , que , como dijo un prelado de la Iglesia , de la manera que
en nues tro cuerpo es la respiracion señal de vida temporal , así la
invocacion á esta buena madre es señal de vida eterna y de socorro
en las necesidades. Acude, pues , á ella en las tribulaciones que la
divina providencia te enviare con la segura confianza de hallar en la
santísima Virgen un verdadero amparo y consuelo y haz propósito
de acudir solo á ella , renunciando enterameute á las falsas
consolaciones de los hom bres.

ORACION. >

iO clementísima consoladora ! ¿ Quien sino Vos podrá dulcificar las


amarguras de mi alma en el de samparo de este destierro ? Vos
como madre univer sal consolais á los reos en las ignominias de su
muerle , á los inocentes en sus calumnias, y hasta á las almas del
purgatorio en su olvido. ¿Y será mi alma privada del torrente de
consolaciones que ma na de vuestra gracia ? No lo permitais ,
Señora ; antes bien- concededla misericordiosamente el consuelo
que necesita . Haced que merezca vuestra protec cion y soberana
asistencia en las infelicidades de es te destierro , en las agonías de
mi muerte y final-- mente vuestro favor para lograr lo que pido en
esta novena, si conviene á mi salud eterna. Amen . Conclusion como
el primer dia elc, págs. 11 y 12 .

DIA OCTAVO .

Acto de contricion y todo lo demás del dia primero, pág. 7 .

MEDITACION. María es nuestro remedio.

PUNTO PRIMERO. Considera , ó cristiano , cuan jus tamente se debe


á María , y cuan glorioso es el sobe rano título de remedio . Escogida
para madre del Re dentor de los hombres , nos dió una medicina
mas efi caz que la de Galaad para curar nuestras dolencias , y
reparar los males que en el vaso quebradizo de nuestra naturaleza
causó la culpa. Ella mejor que los santos apóstoles recibió poder
para desvanecer toda enfermedad, siendo conveniente a la gloria de
Dios y bien de las almas. ¡ Que ciego has vivido sin acor darte en tus
enfermedades, principalmente espiritua les , de buscar y aplicarte
este remedio indefectible ! Búscalo animoso en el tiempo de la
tribulacion , y encontrarás remedio.

PUNTO SEGUNDO. Remedio seguro de todos nues tros males , causa


de la salud del género humano , canal como es de la divina gracia la
santísima Vír gen por ser madre del autor de ella Jesucristo , dio con
él el verdadero remedio á las dolencias de los miserables hijos de
Adan ; depositaria de todas las gracias y dones celestiales , Madre de
misericordia, nuestra vida , nuestra dulzura y nuestra esperan za , á
ella debemos acudir como á una fuente de sa lud la mas segura para
recibir el verdadero y uni versal remedio de todas nuestras
enfermedades, así espirituales como temporales . ¿Quien jamás á
ella ha acudido y no ha hallado al mismo tiempo la vida y no ha
conseguido su salud ? Ea , pues , áá ella acude en las inveteradas y
mortíferas enferme dades de tu alma, pues solo ella puede ser tu
reme dio .

ORACION. ¡ O poderoso y eficaz remedio de todo el linage humano !


Vos que fuisteis el piadoso instrumento de nuestra redencion , y sois
por lo mismo el verdade ro remedio de nuestras enfermedades ,
mirad con ojos compasivos las de mi alma. Compadeceos de las
profundas llagas que en ella abrieron las culpas y dignaos aplicar el
bálsamo de la gracia para curar las. Haced , ó santísima madre, que
se cicatrizen las heridas de mi endurecido corazon , y que se fortalez
ca midebilidad . En el amparo y en los auxilios de vuestra
misericordia está todo el remedio de mis necesidades , pues sois Vos
la inagotable fuente de su salud. Vuestra sola clemencia me infunde
la animo sa esperanza de conseguirlo , y tambien lo que en esta
novena suplico , si fuere conducente á la salva cion de mi alma.
Amen . Conclusion como el dia primero, etc. pags. 11 y 12 . >

DIA NOVENO.

Acto de contricion y todo lo demás como el primer dia , pág. 7.

MEDITACION. Maria es luz del mundo.

PUNTO PRIMERO . Debes en este dia reconocer á la soberana madre


de los Desamparados como á luz que resplandece en todo el
mundo , y con especia lidad en las almas de los pecadores que no la
des deñan ..Ciega la posteridad de Adan por las sombras que la
ofuscaron en su primer principio , vivia su mergida en un confuso
caos de tinieblas y errores. Pero María brillante estrella de la
mañana ilumina á los que quieren seguir su indefectible luz , y los
dirije con seguridad , haciéndoles evitar los escollos de perdicion .
i¡ Cuanto debes meditar tu ceguedad y confundirte por no haber
seguido esta hermosa luz , antes bien haber andado las sendas de la
muerte ! Medítalo ,seriamente , y resuelve vivir siempre como á hijo
de tan tierna madre , seguir sus pasos para no andar entre tinieblas ,
y merecer su amparo en la hora de la muerte.

PUNTO SEGUNDO. i¡ O luz esplendidísima delmun do ! iO estrella


clarísima y favorable, os diré con san Bernardo , levantada
necesariamente sobre el an churoso mar de este mundo para
resplandecer con méritos y alumbrar con ejemplos! ¡ O noble
estrella de Jacob , cuyos rayos alumbran todo el orbe, cu yos
resplandores lucen en los cielos , deslumbrando la tierra , y
regalando con su calor mas las almas que los cuerpos , aumenta las
virtudes y aparta los vicios! ¿ Es posible que yo hasta ahora haya
amado mas las tinieblas que la luz , esto es , que no mi rando yу
siguiendo la luz de vuestros ejemplos , haya querido envolverme
entre las sombras del pecado , y andar los caminos de eterna
perdicion ? No sea así en adelante , antes bien enviadme la luz de
vuestros socorros para no sumergirme eternamente entre las
tempestades y abismos del mar turbulento de este mundo.

ORACION.

¡ O resplandeciente y hermosa luz ! Ya que nacis teis para ser la guia


y norte de los que viven entre las obscuridades y peligros de este
mundo, señalad me el rumbo que debo seguir en tan peligrosa nave
gacion. Aun en las tinieblas del nacimiento fuisteis luz privilegiada y
soberana , á cuyo celestial impul so se desvanecieron las sombras de
la culpa; alum brad , Señora , mi ceguedad , para que despreciando
lo perecedero siga constante las luces de la virtud . Sed, ó dulce
madre , la brillante aurora de mi alma, para que con su ardoroso
calor sea iluminado mi entendimiento é inflamada mi voluntad.
Haced que por vuestra misericordia me amanezca el alba de la
gracia para alcanzar ahora , si me conviene , lo que en esta novena
he suplicado , y forme despues el dia claro de mi verdadera y eterna
felicidad. Amen. Sigue tres veces la salutacion del Ave Maria, y
demás del dia primero pags. 11 y 12.
GOZOS Á NUESTRA SEÑORA DE LOS DESBS DOS .

Ya que á vuestra gran piedad Acudimos confiados, Madre de


Desamparados A todos nos amparad.

Por la pura Concepción. Que en Vos firmes adoramos, ị en la cual os


confesamos.

Libre de todo borrón, Logrando la ascensión Con singular dignidad,


etc.

Por el feliz nacimiento Con que disteis, óh María, Al cielo tanta


alegría. Y al mundo tan gran contento, Admirándose el portento De
vuestra natividad, etc.

Por la embajada gloriosa Con que el nuncio os saludó Llena de gracia


os llamó Del Verbo divino Esposa; Á la que muy respetuosa
Rendisteis la voluntad.

Por el más dichoso bien Que os debemos Virgen madre, Dando del
eterno Padre El Hijo a luz en Belén, No pudiendo haber, no, quien
Dude tal felicidad, etc.

Por el celo con que al templo Lleváis al Hijo de Dios, Con que sumisa
dais Vos El más elevado ejemplo, En cual misterio contemplo La más
sublime humildad.

Por la humillación, María, De vuestra purificación, Ocultando la


exención Que de aquel acto os cabía, Puesto que en Vos no existía
La común maternidad, etc.

Por la presurosa huida Que en Egipto ejecutáis, Con que de Herodes


libráis Del Hijo tierno la vida, Y del cielo protegida Lográis su
seguridad, etc.
Por la pena que pasasteis Cuando al niño Dios perdisteis, Y por el
gozo tuvisteis Cuando en el templo lo hallasteis, Pena y gozo que
aceptasteis Con santa conformidad, etc.

Por la excesiva ternura De Jesús en la pasión. En que vuestro


corazón Suportó un mar de amargura, Siendo una ancora segur. En
la mayor tempestad, etc.

Por la gloriosa Asunción En el cielo, óh Virgen pura, Y por la excelsa


ventura De vuestra coronación. En que vuestra protección. Confía
vuestra Hermandad, etc.

Por las gracias que sin cuenta. En esta iglesia del Pino, Con efecto el
más divino Todo devoto experimenta, Y vuestra imagen ostenta. La
mayor benignidad, etc.

Doncellas necesitadas Bajo vuestra protección. Están de dote


amparadas. Para su colocación. En cuya recta elección Brilla más la
caridad, etc.

RUEGA POR NOSOTROS SANTA MADRE DE DIOS. PARA QUE SEAMOS


DEGNOS DE ALCANZAR LAS GRACIAS DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO. AMÉN.

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