Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas11 páginas

Resumen de Historia-1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 11

DOCUMENTO HOBSBAWN

El fragmento describe la percepción de la Primera Guerra Mundial como el fin de una era.
Edward Grey y Karl Kraus reflejan esta visión, destacando la guerra como una ruptura con
el pasado. Gran Bretaña y Alemania entraron en guerra en 1914, esto suponía la liquidación
de un mundo. Durante los 31 años de conflictos mundiales, desde 1914 hasta 1945, la
humanidad se enfrentó a la posibilidad de su destrucción. Aunque sobrevivió, la civilización
decimonónica se derrumbó. La guerra se convirtió en un elemento omnipresente del siglo
XX. Para quienes vivieron antes de 1914, la paz se asociaba con el período previo. Antes
de la Primera Guerra Mundial, las grandes potencias habían evitado conflictos mayores, con
solo breves enfrentamientos y estos duraban meses o incluso semanas, como la Guerra de
Crimea y conflictos menores. (pag 30 y 31)

Antes de 1914, no había habido una guerra mundial, aunque hubo conflictos regionales y
expediciones imperialistas de potencias contra enemigos más débiles. Entre 1815 y 1914,
las grandes potencias no se enfrentaron fuera de sus áreas inmediatas de influencia. Sin
embargo, en 1914, la Primera Guerra Mundial involucró a casi todas las grandes potencias
y estados europeos, excepto algunos países neutrales(España, Países Bajos, tres paises
escandinavos y Suiza). Países de ultramar, como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y
Estados Unidos, también enviaron tropas fuera de sus regiones por primera vez.
Los canadienses lucharon en Francia. Los indios fueron enviados a Europa y al Próximo
Oriente, batallones de trabajo chinos viajaron a Occidente y hubo africanos que sirvieron en
el ejército francés.
La guerra tuvo un impacto global, con combates no solo en Europa, sino también en el
Próximo Oriente y en el Atlántico, involucrando a soldados de diversas nacionalidades. (pag
31)

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto global que involucró a casi todos los estados
independientes, aunque la participación de algunos países, como las repúblicas de América
Latina, fue nominal. Las colonias de las potencias imperiales no tuvieron elección. Solo
Irlanda, Suecia, Suiza, Portugal, Turquía y España en Europa, y Afganistán fuera de ella, se
mantuvieron neutrales. Las batallas se libraron en diversas partes del mundo, familiarizando
a la gente con nombres de lugares distantes. Las guerras del siglo XX fueron más
devastadoras que las anteriores, con las mayores bajas ocurriendo en este siglo. La
Primera Guerra Mundial marcó el inicio de una era de masacres. Comenzó como una
guerra europea entre la Triple Alianza (Francia, Gran Bretaña, Rusia) y las Potencias
Centrales (Alemania, Austria-Hungría). Serbia y Bélgica se unieron tras ser atacadas.
Turquía y Bulgaria se aliaron con las Potencias Centrales, mientras que la Triple Alianza se
expandió con la participación de Italia, Grecia, Rumania y Portugal. Japón intervino en el
Extremo Oriente y el Pacífico, y Estados Unidos entró en 1917, siendo decisivo. (32)

Durante la Primera Guerra Mundial, Alemania enfrentó una posible guerra en múltiples
frentes, similar a la Segunda Guerra Mundial. Su plan era derrotar rápidamente a Francia en
el oeste y luego a Rusia(para eliminarlo) en el este. Aunque el plan casi tuvo éxito, el
avance alemán fue detenido en el río Marne, lo que llevó a la creación de líneas de
trincheras, que se extendían hasta la frontera suiza, que se mantuvieron estables durante
años. El frente occidental se convirtió en una de las maquinarias de guerra más mortíferas,
con millones de soldados viviendo en condiciones miserables y enfrentándose en
sangrientas batallas como Verdún y el Somme. Los alemanes intentaron romper la línea
defensiva en Verdún, en una batalla en la que se enfrentaron dos millones de soldados.
Las pérdidas fueron enormes, especialmente para Francia y Gran Bretaña, que perdieron
una gran parte de su población joven y masculina. No es sorprendente que para los
británicos y los franceses, que lucharon durante la mayor parte de la, primera guerra
mundial en el frente occidental, aquella fuera la «gran guerra», más terrible y traumática que
la segunda guerra mundial.
La guerra dejó profundas cicatrices, y aunque las bajas estadounidenses fueron menores, el
conflicto demostró ser extremadamente sangriento y traumático. (33-34)

Las consecuencias de la Primera Guerra Mundial fueron aún más devastadoras que sus
horrores. La guerra brutalizó la política y la sociedad, haciendo que la vida humana
pareciera menos valiosa. Muchos veteranos, como Adolf Hitler, desarrollaron una actitud de
superioridad y militarismo que alimentó movimientos ultraderechistas. La aversión a la
guerra en países democráticos influyó en sus estrategias posteriores, contribuyendo a la
rápida victoria alemana en 1940. A largo plazo, se priorizó la vida de los ciudadanos propios
a expensas de la de los enemigos, justificando actos como el bombardeo atómico de
Hiroshima y Nagasaki.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Frente Occidental se estancó en una guerra de
trincheras, mientras que el Frente Oriental permaneció más activo. En el Frente Oriental,
Alemania derrotó a una pequeña fuerza rusa en la Batalla de Tannenberg al inicio de la
guerra y, junto con Austria-Hungría, expulsó a los rusos de Polonia. A pesar de algunas
contraofensivas rusas, las Potencias Centrales (Alemania y Austria-Hungría) dominaban la
situación, y Rusia adoptó una postura defensiva.
En los Balcanes, las Potencias Centrales también mantenían el control, a pesar de que el
Imperio Austrohúngaro mostraba un rendimiento militar inconsistente. Serbia y Rumania,
que estaban del lado de los Aliados, sufrieron grandes pérdidas. Aunque los Aliados
ocuparon Grecia, no lograron avances significativos hasta que las Potencias Centrales
colapsaron después del verano de 1918. Italia intentó abrir un nuevo frente contra Austria-
Hungría en los Alpes, pero fracasó debido a la falta de motivación entre los soldados
italianos. Después de la derrota en Caporetto en 1917, Italia necesitó refuerzos de otros
ejércitos aliados.
Mientras tanto, en el Frente Occidental, Francia, Gran Bretaña y Alemania estaban
atrapados en una sangrienta parálisis. Rusia enfrentaba creciente inestabilidad debido a sus
derrotas, y el Imperio Austrohúngaro se acercaba a su desintegración, impulsada por
movimientos nacionalistas locales. Los ministros de Asuntos Exteriores aliados previeron
que esta desintegración sería un factor de inestabilidad en Europa.
Ambos bandos buscaban romper la parálisis en el Frente Occidental, ya que sin una victoria
en el oeste, ninguno podía ganar la guerra. La guerra naval también estaba en un punto
muerto. Los Aliados controlaban los océanos, enfrentando solo algunos ataques aislados,
mientras que las flotas británica y alemana estaban inmovilizadas en el Mar del Norte. El
único enfrentamiento naval significativo en 1916 no resultó decisivo, pero al mantener a la
flota alemana confinada, favoreció a los Aliados. (34-35)

Ambos bandos confiaban en la tecnología. Los alemanes utilizaron gas tóxico en el campo
de batalla, lo cual resultó monstruoso e ineficaz, y llevó a la Convención de Ginebra de 1925
que prohibió la guerra química. A pesar de la preparación continua, la guerra química no se
usó en la Segunda Guerra Mundial por los principales bandos, aunque Italia la empleó en
las colonias y más tarde Irak la utilizó en la guerra Irán-Irak. Los británicos introdujeron
tanques, pero no sabían cómo usarlos eficazmente. Ambos lados emplearon aviones y
Alemania experimentó con zepelines para bombardear, aunque sin mucho éxito. La guerra
aérea alcanzó su apogeo como medio de terror en la Segunda Guerra Mundial. (36)

La única arma tecnológica decisiva en la Primera Guerra Mundial fue el submarino, utilizado
por ambos bandos para intentar provocar hambre en la población enemiga. Los alemanes
casi lograron derrotar a Gran Bretaña con submarinos en 1917, lo que motivó la entrada de
Estados Unidos en la guerra. Los británicos, por su parte, intentaron bloquear los
suministros a Alemania, asfixiando su economía de guerra.
El ejército alemán, superior militarmente, logró la victoria total en el este, obligando a Rusia
a abandonar las hostilidades y a ceder territorios. En 1918, Alemania rompió el frente
occidental y avanzó hacia París, pero los aliados se recuperaron con la ayuda de refuerzos
estadounidenses. Aunque Alemania parecía estar cerca de la victoria, estaba exhausta y al
borde de la derrota. En el verano de 1918, los aliados avanzaron, y la guerra concluyó en
pocas semanas. Las potencias centrales admitieron la derrota y se derrumbaron, con la
revolución extendiéndose por Europa central y sudoriental. Incluso los países vencedores,
como Gran Bretaña y Francia, sufrieron conmociones, pero mantuvieron su estabilidad
política, a diferencia de Italia y los países derrotados. (36-37)

La Primera Guerra Mundial se caracterizó por objetivos ilimitados que la distinguían de


conflictos anteriores, donde las guerras solían tener fines más concretos y limitados. En
1914, la rivalidad política internacional estaba profundamente vinculada con el crecimiento
económico, y las ambiciones de los principales beligerantes, Alemania y Gran Bretaña, no
tenían límites. Alemania aspiraba a una posición de dominio mundial similar a la de Gran
Bretaña, mientras que Gran Bretaña y Francia luchaban por mantener su estatus de
grandes potencias.
Un compromiso para poner fin a la guerra no era viable porque Alemania y Gran Bretaña
estaban comprometidas en una lucha existencial por la supremacía global. Francia buscaba
compensar su inferioridad demográfica y económica frente a Alemania. Un compromiso
habría pospuesto el conflicto sin resolver las cuestiones fundamentales. La guerra persiguió
objetivos casi fantasiosos y se centró en la victoria total que era lo único que les importaba,
y en la segunda guerra mundial se dio en llamar "rendición incondicional”. La Primera
Guerra Mundial se libró hasta el agotamiento total de los bandos, sin espacio para
soluciones de compromiso. (37-38)

La Primera Guerra Mundial tuvo consecuencias devastadoras para vencedores y vencidos.


Los países derrotados fueron arrastrados a la revolución, mientras que los vencedores
enfrentaron la bancarrota y el agotamiento material. Francia, debilitada por la guerra, fue
rápidamente derrotada por Alemania en 1940 y aceptó la subordinación a Hitler porque el
país había quedado casi completamente desangrado. Gran Bretaña quedó
económicamente arruinada y nunca recuperó su anterior fortaleza.
La paz impuesta tras la victoria total, con durísimas condiciones, impidió cualquier
posibilidad de restablecer una Europa estable y liberal. Sin la reintegración de Alemania en
la economía europea, la estabilidad sería inalcanzable, pero los vencedores estaban más
interesados en eliminar a Alemania que en fomentar la recuperación y estabilidad del
continente. (38-39)
El Tratado de Versalles, impuesto por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia,
abordó cinco consideraciones principales tras la Primera Guerra Mundial. Primero,
respondía al colapso de varios regímenes en Europa y al surgimiento de un régimen
bolchevique en Rusia. Segundo, buscaba controlar a Alemania, que casi había derrotado a
los aliados por sí sola, una preocupación crucial para Francia. Tercero, reestructurar el
mapa de Europa y el Próximo Oriente para debilitar a Alemania y llenar los vacíos dejados
por los imperios ruso, austrohúngaro y turco, apoyando movimientos nacionalistas
antibolcheviques y creando estados nacionales étnico-lingüísticos, defendidos por el
presidente estadounidense Wilson. Cuarto, la reorganización del Próximo Oriente se basó
en principios imperialistas, especialmente en el reparto entre Gran Bretaña y Francia, con la
excepción de Palestina, donde se prometió establecer una patria nacional para los judíos.
Estas decisiones llevaron a futuros conflictos, evidentes en la Europa de los años noventa y
en los problemas de Oriente Próximo. (39)

El cuarto conjunto de consideraciones eran las de las políticas nacionales de los países
vencedores de la Primera Guerra Mundial, especialmente Gran Bretaña, Francia y Estados
Unidos, y cómo estas fricciones influyeron en los tratados de paz. El Congreso de los
Estados Unidos se negó a ratificar el tratado de paz, lo que tuvo importantes
consecuencias. Las potencias intentaron crear una paz duradera para evitar otra guerra,
pero fracasaron, ya que veinte años después estalló la Segunda Guerra Mundial.
Además, se trató de aislar a la Rusia revolucionaria mediante un "cordón sanitario" de
estados anticomunistas que surgieron a partir de territorios del antiguo Imperio Ruso, como
Finlandia, las repúblicas bálticas, Polonia y Rumania.
Alemania había ocupado varios territorios rusos que Rusia habría recuperado si no hubiera
ocurrido la revolución bolchevique. Los esfuerzos para aislar a la Rusia revolucionaria en el
Cáucaso fracasaron, debido a un acuerdo entre Rusia y Turquía. Como resultado, los
estados independientes de Armenia y Georgia, y los intentos británicos de controlar
Azerbaiyán, no sobrevivieron a la victoria bolchevique y al tratado turco-soviético de 1921.
Los aliados aceptaron las fronteras impuestas por Alemania a Rusia siempre que no
existieran fuerzas fuera de su control que las hicieran ineficaces. (40)

Tras la Primera Guerra Mundial, se reestructuraron grandes zonas de Europa,


principalmente del antiguo imperio austrohúngaro. Austria y Hungría se redujeron a
pequeños estados, mientras que Serbia se expandió para formar Yugoslavia al unirse con
Eslovenia, Croacia y Montenegro. Se creó Checoslovaquia uniendo territorios checos y
eslovacos, y Rumania se amplió, convirtiéndose en un conglomerado multinacional. Polonia
e Italia también se beneficiaron.
Estos nuevos estados carecían de precedentes históricos y eran construcciones
nacionalistas, lo que los hizo inestables. A Alemania se le impusieron duras condiciones de
paz bajo el Tratado de Versalles: pérdida de territorios, limitación de su ejército a 100,000
hombres, prohibición de una fuerza aérea, y pago de reparaciones de guerra. Además, se le
privó de sus colonias, que pasaron a ser "mandatos" administrados por los Aliados. Para
mediados de los años treinta, solo las cláusulas territoriales del tratado de versalles
seguían vigentes. (41)
tras la Primera Guerra Mundial, el sistema de grandes potencias europeas para evitar
conflictos se desmoronó. El presidente Wilson propuso la creación de una "Sociedad de
Naciones" para resolver problemas de manera pacífica y democrática, rechazando la
"diplomacia secreta". Esta propuesta surgió en reacción a los tratados secretos entre los
aliados durante la guerra, que ignoraban los deseos de las poblaciones afectadas. Aunque
la Sociedad de Naciones se formó como parte del tratado de paz, resultó ser casi un fracaso
total, con excepción de su función de recopilar estadísticas y resolver algunas controversias
menores. La negativa de Estados Unidos a unirse debilitó significativamente la eficacia de la
institución. (42)

el Tratado de Versalles no podía sostener una paz duradera y estaba destinado al fracaso,
asegurando prácticamente una nueva guerra. Estados Unidos no firmó el tratado, lo que
debilitó su viabilidad en un mundo donde era una potencia crucial. Alemania y la Unión
Soviética fueron temporalmente eliminadas del escenario internacional, pero su eventual
retorno desestabilizaría el tratado, que solo contaba con el apoyo de Gran Bretaña y
Francia. La negativa de las potencias vencedoras a rehabilitar a los vencidos,
especialmente la insistencia de Francia en mantener a Alemania debilitada, torpedeó las
posibilidades de paz. Además, los vencedores preferían la inexistencia de la URSS,
apoyando a la contrarrevolución y rechazando ofertas económicas de Lenin. Finalmente, la
URSS y Alemania se acercaron en los años 20, al estar ambos proscritos de la comunidad
internacional.
la Segunda Guerra Mundial podría haberse evitado o al menos retrasado si la economía
mundial hubiera recuperado su prosperidad tras la Primera Guerra Mundial. Aunque en la
década de 1920 parecía haber una recuperación, la economía mundial cayó en una crisis
profunda, la más grave desde la Revolución Industrial. Esta crisis llevó al poder en Alemania
y Japón a fuerzas militaristas y de extrema derecha, que buscaban cambiar el status quo
mediante el conflicto, no la negociación. Desde entonces, una nueva guerra mundial se hizo
inevitable y ampliamente esperada por aquellos que vivieron en los años 30. (43)

DOCUMENTO BÉJAR

El 28 de junio de 1914, un joven estudiante serbio vinculado a la organización nacionalista


clandestina “Mano Negra” asesinó en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, al
heredero del trono austro-húngaro, el archiduque Francisco Fernando, y a su esposa, la
duquesa Sofía.
Un mes después, Austria-Hungría presentó un durísimo ultimátum a Serbia y, al recibir una
respuesta que consideró “insuficiente", le declaró la guerra. Inmediatamente Rusia ordenó
la movilización general de sus ejércitos y Alemania dispuso entrar en guerra con el imperio
zarista. El 2 de agosto invadió Luxemburgo y solicitó a Bélgica derecho de paso para sus
ejércitos. Entre el 3 y 4 de agosto Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Alemania.
El ciclo se cerró entre el 6 y 12 de agosto, cuando Austria-Hungría declaró la guerra a
Rusia, a la vez que Gran Bretaña y Francia lo hicieron contra el imperio de los Habsburgo.
En el curso de la guerra ingresaron como aliados de la Triple Entente: Japón, Italia,
Portugal, Rumania, Estados Unidos y Grecia, mientras que Bulgaria se incorporó a la Triple
Alianza. En el territorio europeo permanecieron neutrales España, Suiza, Holanda, los
países escandinavos y Albania. (60)
Desde el siglo XVII y consolidándose tras la derrota de Napoleón, los principales Estados
europeos reconocieron la autonomía jurídica y la integridad territorial de los demás, creando
un orden internacional basado en la soberanía estatal y el equilibrio de poderes. A través
del sistema de congresos, especialmente el Congreso de Viena de 1815, Gran Bretaña,
Francia, Prusia, Austria y Rusia buscaban mantener el statu quo territorial, dando lugar al
"concierto europeo". Este sistema promovía la paz en Europa, aunque no eliminaba las
guerras de dominación colonial.

A finales del siglo XIX, el concierto europeo comenzó a desintegrarse debido a la carrera
armamentista y la expansión imperialista. Las relaciones de poder cambiaron con el
ascenso de Alemania y el declive de Gran Bretaña. Además, la economía global en
expansión debilitó los imperios multinacionales europeos y desmoronó los imperios chino y
otomano. Japón aprovechó la debilidad de China, ganando territorios tras vencer en guerras
contra China (1894-1895) y Rusia (1904-1905), y estableciendo un protectorado en Corea.
En 1902, Japón firmó con Gran Bretaña un tratado de igualdad para contener el
expansionismo ruso en Asia. (61)

Los cambios en las relaciones de poder entre las metrópolis europeas dificultaron el
mantenimiento del equilibrio europeo establecido en 1815. En lugar de ello, se formaron dos
grandes alianzas: una compuesta por Gran Bretaña, Francia y Rusia, y otra por Alemania y
Austria-Hungría. Francia y Rusia compartían su enemistad con Alemania por diferentes
razones, y Gran Bretaña se unió más tarde debido a la competencia colonial con Alemania.
El canciller Otto von Bismarck había construido una red de tratados internacionales
centrada en la Triple Alianza (1882) entre Alemania, Austria-Hungría e Italia para consolidar
a Alemania como potencia dominante en Europa. Tras la salida de Bismarck, Alemania,
bajo el emperador Guillermo II, se inclinó hacia la expansión colonial.
Antes de la Primera Guerra Mundial, varias crisis en el norte de África y los Balcanes
intensificaron la carrera armamentista y reafirmaron las alianzas. Alemania intentó frenar el
avance de Francia en Marruecos, pero fue contenida por la alianza entre Francia, Gran
Bretaña y Rusia. En los Balcanes, la retirada otomana exacerbó las tensiones entre el
imperio zarista y el de los Habsburgo, así como entre los diversos grupos nacionales.
Austria-Hungría temía que Serbia unificara a los eslavos, amenazando su control en la
región. Este temor se intensificó tras el atentado de Sarajevo, llevando a Austria-Hungría a
adoptar una postura intransigente frente a Serbia. (62)

LA GRAN GUERRA
Cuando los gobiernos convocaron a la guerra, multitudes patrióticas se reunieron en
ciudades como Berlín, Viena, París y San Petersburgo, alimentando el fervor belicista. Este
patriotismo contribuyó a prolongar la guerra y generó resentimientos al llegar la paz. Sin
embargo, estas manifestaciones no reflejaban a toda la sociedad; hubo protestas y marchas
contra la guerra, aunque con menos cobertura mediática.
Entre los intelectuales, el patriotismo fue mayoritario, con pocas excepciones como Romain
Rolland y Bernard Shaw. Los socialistas también apoyaron la guerra, justificándose con la
defensa de altos valores nacionales. El patriotismo prevaleció sobre el internacionalismo
entre los trabajadores sindicalizados.
A partir de 1915, las uniones patrióticas comenzaron a desmoronarse. Líderes socialistas
dudaron en seguir apoyando la guerra, y figuras como Lenin propusieron romper con la
Segunda Internacional. Se celebraron conferencias en Zimmerwald (1915) y Kienthal (1916)
para reagrupar a los internacionalistas y opositores a la guerra, aunque la mayoría de los
participantes no querían romper con la Internacional.
Desde 1916, las protestas obreras crecieron debido a los sufrimientos y esfuerzos
impuestos para salvar la patria. Entre 1917 y 1918, estas movilizaciones llevaron a la caída
de los imperios de Rusia, Alemania y Austria-Hungría.
El papa Benedicto XV, en su encíclica "Ad beatissimi Apostolorum", atribuyó la guerra al
abandono de la sabiduría cristiana en el gobierno y destacó la necesidad de restaurar los
principios del cristianismo para lograr paz y orden. (63)

Al inicio de la Gran Guerra, todos esperaban una victoria rápida, pero en el frente
occidental, la guerra de movimientos dio paso a una guerra de posiciones tras la batalla del
Marne en 1914. Se cavaron trincheras y millones de soldados quedaron atrapados en una
sangrienta carnicería. En contraste, en el frente oriental, las potencias centrales lograron
grandes triunfos, como la victoria alemana en Tannenberg en 1914, llevando al avance
alemán y la desorganización rusa.
La Gran Guerra fue un evento global que afectó a toda la población de los países
involucrados. Las economías se movilizaron para la guerra, y los gobiernos tomaron un
papel protagónico, abandonando la ortodoxia económica liberal. En Gran Bretaña, el primer
ministro Lloyd George nacionalizó sectores clave y racionó alimentos, mientras que en
Alemania se implementó una economía de guerra planificada con racionamiento
alimentario.
Dos eventos clave ocurrieron en 1917: la Revolución rusa y la entrada de Estados Unidos
en la guerra. La revolución en Rusia llevó a la toma del poder por los bolcheviques bajo
Lenin, quienes prometieron paz inmediata y firmaron la paz de Brest-Litovsk con Alemania
en marzo de 1918, retirándose del conflicto. (64)

Al inicio de la Gran Guerra, el presidente estadounidense Woodrow Wilson proclamó la


neutralidad de su país, reflejando la mayoría de la opinión pública. Sin embargo, la
neutralidad era insostenible debido a los fuertes vínculos económicos entre Estados Unidos
y los aliados occidentales. El comercio y los préstamos a Europa occidental crecieron
significativamente, alcanzando varios billones de dólares en 1917. La guerra submarina
alemana, que resultó en el hundimiento de barcos estadounidenses y la pérdida de vidas de
ciudadanos estadounidenses, conmocionó a la opinión pública y predispusó al país contra
Alemania.
A pesar de que Alemania pudo concentrar todas sus fuerzas en el frente occidental tras la
paz de Brest-Litovsk, el agotamiento de sus recursos y la llegada de tropas
estadounidenses decidieron la guerra a favor de la Entente. Con el colapso de los imperios
centrales, los gobiernos provisionales solicitaron el armisticio en 1918. En 1919, los
vencedores se reunieron en Versalles para imponer los tratados de paz a los países
culpables de la Gran Guerra. (65)

LA PAZ

Durante la posguerra, los principales estadistas, Woodrow Wilson (EE. UU.), Georges
Clemenceau (Francia), Frank Lloyd George (Reino Unido) y Vittorio Orlando (Italia), tenían
visiones diferentes para rediseñar el orden mundial. Wilson promovía una paz basada en el
liberalismo económico y la autodeterminación, mientras que Clemenceau buscaba
reparaciones y seguridad militar contra Alemania. Lloyd George prefería una postura
conciliadora con Alemania, y Orlando quería la anexión de territorios a Italia.
El gobierno revolucionario ruso fue excluido de las negociaciones. En la conferencia de paz,
Italia no obtuvo todas sus demandas, y la línea dura de Clemenceau prevaleció sobre la
posición conciliadora británica. Esto llevó a John Maynard Keynes a abandonar la
delegación británica en protesta.
Los tratados impusieron duras condiciones a los vencidos, declarados culpables de la
guerra: Alemania firmó el Tratado de Versalles, Austria el de Saint Germain, y Bulgaria el de
Neuilly. Turquía, tras la victoria de Kemal Atatürk, reemplazó el Tratado de Sèvres por el de
Lausana en 1923, estableciendo el nuevo Estado nacional turco y evitando el pago de
indemnizaciones de guerra. (65-66)

En la conferencia de París se redibujó el mapa europeo, con varios objetivos. Se buscó


debilitar a Alemania prohibiendo su unión con Austria, despojándola de sus colonias y
controlando algunas de sus regiones. Se creó un cordón "sanitario" alrededor de Rusia con
nuevos estados que habían sido parte del imperio zarista y se reorganizó el territorio del
antiguo imperio austro-húngaro.
Ocho nuevos estados surgieron en Europa del Este: Finlandia, Lituania, Letonia, Estonia,
Polonia, Austria, Checoslovaquia y Hungría. Los estados existentes en el sur, como
Rumania, Albania, Bulgaria y Grecia, sufrieron reajustes territoriales, y se fundó el Reino de
los Serbios, Croatas y Eslovenos, que más tarde sería Yugoslavia.
En Asia Oriental, Japón consiguió el reconocimiento de sus pretensiones sobre las
posesiones alemanas en China, provocando movilizaciones en China. Estados Unidos
apoyó las reivindicaciones chinas sin presionar demasiado a Japón.
Los pueblos colonizados no crearon grandes problemas durante el conflicto, y en Versalles,
las potencias europeas ignoraron sus reclamos. Gran Bretaña, por ejemplo, prometió un
reino árabe independiente a Hussein de la dinastía hachemita pero simultáneamente acordó
con Francia el reparto de Medio Oriente mediante el tratado Sykes-Picot, y declaró su apoyo
al establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina con la Declaración Balfour.
Además, rompió vínculos con el Imperio Otomano y estableció un protectorado en Egipto.
(66-67)

Al terminar la guerra, los territorios del ex Imperio otomano y las colonias alemanas se
repartieron bajo mandatos supervisados por la Liga de Naciones. Los mandatos de tipo A,
que podrían alcanzar la autonomía, incluyeron regiones del ex Imperio otomano. Según el
acuerdo Sykes-Picot, Francia obtuvo Siria y Líbano, mientras que Gran Bretaña recibió
Mesopotamia y Palestina, creando el reino de Irak y el emirato de Transjordania.
Las colonias alemanas se dividieron en mandatos de tipo B y C, administrados por
potencias europeas y Japón. Gran Bretaña recibió Tanganyka, parte de Camerún y Togo;
Francia, el resto de Togo y Camerún; Bélgica, Ruanda y Burundi. Los mandatos de tipo C
se otorgaron a Japón y países del Pacífico y África gobernados por minorías blancas, como
la Unión Sudafricana, Australia y Nueva Zelanda.
Durante el periodo de entreguerras, aunque las colonias mantuvieron la colaboración de
grupos de poder locales, surgieron movimientos independentistas, notablemente en India
con el partido del Congreso. La guerra destruyó el optimismo liberal y deslegitimó la fe en el
progreso y la ciencia, evidenciando la incapacidad de la sociedad occidental para garantizar
la convivencia y la libertad civil. (68)
Por un lado estaba la Triple Entente, formada por Francia, Reino Unido y Rusia, las
potencias tradicionales que buscaban mantener el equilibrio de poder. Por el otro la
Triple Alianza, formada por Alemania, Italia y Austria-Hungría, que querían tener una
posición equiparable a la de las potencias tradicionales.

LA REBELIÓN DE LOS FEDERALES Y LA BATALLA DEL PARAGUAY

#### Rebelión de los Federales

Durante los años 1860, Argentina estaba dividida entre liberales y federales. Los liberales
lograron establecer un gobierno nacional en 1862, liderado por Bartolomé Mitre, que asume
este mismo año gracias a su victoria en la batalla de pavon, pero enfrentaron una fuerte
oposición de los federales, que rechazaban el centralismo impuesto desde Buenos Aires.
Mitre intentó consolidar el poder central a través de una combinación de represión militar y
negociaciones políticas. Sin embargo, estas medidas solo lograron una paz temporal, ya
que las provincias seguían resistiendo las imposiciones de Buenos Aires. La centralización
fue vista como una amenaza a las autonomías provinciales, generando resentimiento y
rebeliones.
La imposición de los liberales en la mayoría de provincias no resistió. Así, en 1863, los
levantamientos federales se intensificaron en regiones como Cuyo y el Noroeste Argentino
(NOA), donde pocos meses antes la paz de la banderita había frenado los enfrentamientos.
El general Paunero, que inicialmente había mantenido relaciones respetuosas con
Peñaloza, comenzó a quejarse a Mitre debido a las presiones de los liberales locales y la
incapacidad de estos para gestionar las provincias. Peñaloza, por su parte, se quejaba del
incumplimiento de los términos de paz y disuadía a algunos de sus partidarios de
rearmarse.
- Carta de Vicente “Chacho” Peñaloza a Mitre (1863)
En esta carta, Peñaloza manifiesta su descontento con la situación en las provincias y
acusa a los gobernantes de ser arbitrarios y despóticos. Peñaloza argumenta que su
levantamiento es una reacción legítima contra la opresión y la injusticia, defendiendo los
derechos de las provincias y su autonomía frente al centralismo de Buenos Aires.
- Proclama de Peñaloza a las Provincias Argentinas
En su proclama, Peñaloza llama a sus compatriotas a luchar por sus derechos y libertades,
afirmando que los pueblos deben resistir la tiranía y la opresión. Invita a las provincias a
unirse en la defensa de sus intereses y a no someterse a las imposiciones del poder central,
buscando justicia y equidad para todos.
La rebelión federal se expandió y abarcó varias provincias. Las tropas nacionales fueron
rápidamente movilizadas para reprimir y derrotaron a las fuerzas federales, incluidas las del
propio peñaloza.
Los federales lograron escapar. Peñaloza fue a Córdoba, donde ahí habían logrado
deponer al gobernador liberal para reemplazarlo por uno de los suyos y controlaban la
ciudad. Luego salieron de Córdoba, chacho con sus tropas, para enfrentarse en la batalla
de las playas. Los federales fueron derrotados, y con el resto de los hombres Peñaloza
regresó a la rioja.
Luego peñaloza vuelve a escaparse pero lo alcanzaron en Olta donde fue asesinado y su
cabeza fue separada de su cuerpo y expuesta en una pica en la plaza del pueblo.
Irrazabal (quien dio la orden de matar a chacho), luego de un año comprendió que su
acción, desautorizada por el presidente, había manchado el honor de las armas nacionales.
Aunque a sarmiento le parecía un buen ejemplo para servir de escarmiento a sus
seguidores, al gobierno central le resultaba un pésimo ejemplo de desconocimiento de las
leyes y el poder de las instituciones.

#### Guerra del Paraguay

La guerra del Paraguay duró cinco años y se perdieron aproximadamente 300.000 vidas.
La Guerra de la Triple Alianza fue un conflicto devastador que involucró a Argentina, Brasil y
Uruguay contra Paraguay. La guerra comenzó por disputas territoriales y la ambición del
presidente paraguayo Francisco Solano López de expandir su influencia en la región. Para
Argentina, la guerra implicó un enorme costo humano y económico, con miles de soldados
muertos y un debilitamiento de las economías provinciales.
Todo inició porque Brasil le propone a Uruguay renovar el tratado de comercio y
navegación, pero este se niega. Frente a esto, Brasil decide invadir Montevideo, pero a su
vez, Paraguay invade Brasil ya que estaba en contra de lo que hizo. Brasil logra defenderse
de ellos, sin embargo, esto desencadena un conflicto entre estos países. Mitre frente a esta
situación se mostró neutral, aunque la mayoría de porteños querían que gane Brasil.
El presidente paraguayo solicitó autorización para pasar con sus tropas por Argentina con el
propósito de invadir Brasil. Mitre, manteniendo la neutralidad, denegó el permiso, lo que
llevó al Congreso paraguayo a declarar la guerra a Argentina en marzo de 1865. Paraguay
atacó Corrientes, ocupando la ciudad sin mucha resistencia de los correntinos debido a los
vínculos históricos con Paraguay y la desconfianza hacia Brasil.
El 1 de mayo de 1865, Argentina firmó el Tratado de la Triple Alianza con Brasil y Uruguay,
comprometiéndose a derrocar al gobierno paraguayo y garantizar la libre navegación de los
ríos Paraná y Paraguay. La alianza acordó no firmar la paz de manera unilateral y
estableció condiciones para la posguerra y los tratados definitivos de límites.
Durante la guerra, las provincias argentinas se vieron afectadas políticamente. En el Litoral,
Urquiza mantuvo el orden en Entre Ríos, mientras que los federales del resto del país
buscaron sin éxito sumarlo a la causa antibélica. En Corrientes, la guerra provocó debates
entre la élite, que finalmente se apagaron ante los beneficios económicos del conflicto.

### Etapas de la guerra

La guerra contó con tres etapas:

1) La primera se trató de la ofensiva de Paraguay hacia el estado de Brasil y la


provincia de Corrientes. En un principio, los paraguayos tenían la ventaja ya que no
solo habían fortalecido su defensa, sino que también tenían una gran cantidad de
armas. Por lo que, todo eso fue de gran ayuda para invadir estos territorios. Sin
embargo, su suerte terminó con la batalla de Yatay, donde se vieron obligados a
retirarse. La derrota y las pérdidas que sufrieron llevó a Solano Lopez a abandonar
el territorio enemigo y volver a defender el suelo patrio.
2) La segunda etapa se consideró una guerra de posiciones y fue la etapa más larga y
sangrienta. Esto fue debido a que los aliados se encontraron con territorio
desconocido, con mucha dificultad para avanzar, el hostigamiento enemigo, las
enfermedades y epidemias que afectaban a las tropas, los desacuerdos entre los
aliados y la resistencia defensiva de los paraguayos. El objetivo era tomar la
fortaleza de humaitá, pero para hacerlo debían permanecer en el mismo lugar por
dos años, encerrados en un cuadrilátero, en donde sucedieron varias batallas de las
cuales todos fueron derrotados por los paraguayos. Ante esto, Solano Lopez pide
una reunión con Mitre para solucionar el conflicto. Sin embargo, no llegaron a nada
ya que si bien Lopez, estaba dispuesto a cumplir con varias exigencias de los
aliados, no estaba dispuesto a dejar el gobierno. A lo que Mitre le dice que no habría
paz si no se cumple con el objetivo de la triple alianza. Días después, los aliados
sufrieron su peor derrota y tuvo grandes repercusiones en la opinión pública de los
tres países afectados y en las relaciones entre ellos. Recién al año siguiente
pudieron retomar sus avances y tomar de una vez la fortaleza humaitá , aunque los
paraguayos se habían ido hace tiempo.
3) La tercera y última etapa se trató del repliegue de López y su ejército, hasta su
derrota en 1870. Fue una sucesión de combates lo que le dio victoria a los aliados,
aunque ambos países sufrieron enormes pérdidas. Lopez ordenó que las
poblaciones tenían que ser abandonadas por sus habitantes y dejaron la tierra
arrasada a sus enemigos y se movilizaron hacia las zonas que no habían sido
ocupadas. Mientras, los aliados continuaron avanzando sobre su territorio,
derrotando al resto de los ejércitos paraguayos, hasta que al fin lograron alcanzar y
matar a Lopez en 1870. Ante esto, se dio por cumplido el objetivo de la triple
alianza. Paraguay quedó devastado, su territorio fue arrasado tanto por sus tropas
como por las ajenas, su población quedó reducida por más de la mitad, tuvieron que
ceder más del 40% de su territorio y por años fue dependiente de sus países
vecinos. Además, tuvieron que soportar la ocupación brasileña por seis años,
mientras intentaban hacer funcionar un gobierno débil y subordinado. Brasil
fortaleció su ejército y lograron tener un sentimiento de pertenencia que nunca
habían tenido.

También podría gustarte