Liturgia de Pentecostes 2
Liturgia de Pentecostes 2
Liturgia de Pentecostes 2
PENTECOSTÉS
MAYO 2024
COMISIÓN DIOCESANA DE LITURGIA-DIÓCESIS DE SAN FELIPE
EL ESPACIO QUE SE CELEBRARÁ LA
VIGILIA DEBE ESTAR ADORNADO COMO
PARA UNA FIESTA:
Una vigilia es fundamentalmente una noche de vela, una noche de oración, de espera, de
preparación de un acontecimiento.
La tarde noche tiene algo especial para la oración. Jesús mismo pasaba las noches en
oración, o se levantaba al amanecer. Lo fundamental de la Vigilia es escuchar la Palabra de
Dios, la meditación y la oración durante un tiempo considerable.
En la oración nos abrimos para acoger la acción de Dios y para disponernos a secundar lo
que Dios nos pide. La Pascua dura cincuenta días. Pentecostés es tiempo de plenitud, de
tomar conciencia de lo que somos por la fuerza del Espíritu. En este tiempo, María tiene
también un sitio.
Sale el Sacerdote en procesión. Va acompañado los que llevan: El Cirio Pascual encendido;
el Leccionario (o Biblia); un recipiente de barro con agua. Mientras van entrando se canta al
espíritu
Canto al Espíritu
Saludo del Celebrante
Bienvenidos a esta celebración de la vigilia de Pentecostés: Que la fuerza del Resucitado les
inundecon su energía poderosa, los vigorice en sus luchas y los consuele en los sufrimientos,
esté con ustedes.
Rito penitencial
(Celebrante)
LITURGIA DE PENTECOSTÉS- COMISIÓN DIOCESANA DE LITURGIA
Les invito a presentar ante nuestro Dios tal como cada uno es y está en este momento.
Abrimos nuestras manos haciendo con ellas un cuenco.
Permanecemos unos instantes en silencio.
Nuestra oración es sencillamente nuestra postura de manos. Si el corazón tiene algo que
decir, que lo diga. De lo contrario, que hable nuestro cuerpo, nuestras manos en forma de
cuenco.
Silencio.
GUÍA: Para orar y profundizar en la Palabra, en primer lugar les invito a acogerla en el
corazón la meditaremos en los grupos, de manera que podamos descubrir entre todos la
acción del Espíritu de Jesús en nosotros y en nuestro mundo.
PALABRA DE DIOS
«Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que
procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio,
porque desde el principio estáis conmigo. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no
podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará
hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os
comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá
comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo
mío y os lo anunciará.»
CELEBRANTE
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados
los cuales, tuvo hambre.
El Espíritu de Jesús no tiene un mensaje distinto que decirnos que el de Jesús. Es quien
nos recuerda (“recordar”, significa etimológicamente "volver a pasar por el corazón) lo
que Jesús nos dijo, la sustancia de su mensaje. Y eso es precisamente lo que a
continuación vamos a tratar de hacer en cada grupo
Un laico(a) de cada grupo presenta el don mediante que les correspondió, mientras se hace
oración por el don presentado, en ese momento se enciende una vela que representa el don
Otro laico del grupo lee.
LAICO :
Este don, que Tú regalas, Señor, es el don del buen gusto en las cosas. El saber discernir,
disfrutar, agradar. La espontaneidad con Dios y la familiaridad con los hombres. La facilidad
de moverse con soltura en cualquier ambiente. Saber gustar donde la gente se intoxica;
saber disfrutar donde todo el mundo tiene prisa por llegar a donde nunca llega y hacer lo que
nunca hace.
El don de vivir y apreciar la vida .Por la sabiduría, que es un don que se aprende con el
corazón, saboreamos y gustamos lo bueno que es el SEÑOR.
Por esta sabiduría aceptamos TODO lo que en nuestra vida pasa, viendo en todos los
acontecimientos la historia de amor que Dios va escribiendo junto a nosotros: nuestra propia
historia.
LAICO:
Con este don, Señor, podemos leer por dentro, estudiar a fondo, llegar al corazón de las
cosas. Por el don del entendimiento llegamos a calar en el sentido y en el por qué de las
cosas y de nuestra propia vida, a veces tan difícil de entender.
Por este don nos hacemos capaces de sorprendernos gratamente con las personas que nos
rodean.
Ellas, como son, nos son entregadas como don de Dios. Por este don del entendimiento
podemos reconocer la mano de Dios donde otros sólo ven casualidades. Con este don del
entendimiento, en definitiva, vemos con los ojos de Dios.
LAICO:
Por este don Tú nos ayudas a vivir y nos ayudas a tomarlas verdaderas y más importantes
decisiones que afectan a nuestra vida y a la vida de los demás, porque la vida tiene sentido
cuando se entrega.
Es escuchar atento y callado cuando alguien nos cuenta sus desánimos y sus confusiones,
creando un espacio en el que, el que habla, pueda entrar en sí mismo y encontrar la salida
más adecuada a lo que le preocupa. Este don del consejo es el que nos une unos a otros para
buscar conjuntamente, y para animarnos en el camino que nos lleva hacia Ti.
LITURGIA DE PENTECOSTÉS- COMISIÓN DIOCESANA DE LITURGIA
PRESENTACIÓN DE LOS DONES
LAICO:
Con este don, Tú nos das, Señor, el valor, la constancia y la perseverancia. Porque la vida no
puede vivirse a pedazos, hay que definirse, hay que “mojarse”; y para eso necesitamos la
tenacidad y la fortaleza.
Necesitamos este don para hacer frente a tantas cosas que nos quieren apartar del proyecto
de Dios; y no tanto cosas fuera de nosotros, que también las hay, sino cosas que dentro de
nosotros están luchando y tratando de apartarnos de la fidelidad al plan de Dios. Un don
para que no seamos gente que empieza y nunca sigue ni termina el camino del bien
empezado. Constancia y perseverancia para alcanzar, ayudados por Dios, la santidad a la que
Él nos llama
LAICO:
Una ciencia secreta por la que podemos entender la naturaleza y ver en ella a Dios que la
creó.
Ver en su belleza, en su grandeza y en su verdad el reflejo de la verdad y de la belleza que
tienen en Dios su fuente. El don de la ciencia que no se aprende en libros sino en el diálogo
íntimo y secreto con el Maestro: Cristo crucificado. Porque la cruz de Cristo es la cátedra en
la que se aprende la ciencia del amor por la que se bendice a Dios por todo lo que hace en
nuestra vida, y sabemos que nada nos podrá separar del amor de Dios.
LAICO:
El don de sentirnos hijos de Dios. Sentir ternura, admiración y afecto hacia Dios como Padre,
y sentirnos hermanos de los demás y amarlos, porque Dios mismo nos los ha dado como
hermanos. El don de piedad por el que sabemos vivir profundamente la amistad. Tener
amigos con los que compartir lo que somos; para poder abrir nuestro corazón y descansar en
la confianza.
Un don, sobre todo, por el que podemos llamar y sentir a Dios como padre, y por el que nos
atrevemos a llamarlo cariñosamente Papá (Abba).
LAICO:
Un temor que no tiene nada que ver con el miedo. Es un sentimiento profundo por el que
valoramos de tal manera el don del amor que Dios nos da, -que es lo mismo que darse a sí
mismo, porque es amor que tememos perderlo, como tememos perder el tesoro más
precioso que tengamos. Un don que nos lleva a respetar y reverenciar a Dios, porque
sabemos que Dios es Dios, y es el que sabe lo que nos hace falta y nos conviene.
CELEBRANTE:
PADRE NUESTRO..
GESTO DE LA PAZ-PROCLAMAR LA PAZ
Mientras el Celebrante va asperjando con agua (de la que se llevó procesionalmente) a todos
Al final todos se intercambian signos de paz.
BENDICIÓN FINAL
El Dios Padre del cielo y tierra que iluminó las mentes de sus discípulos derramando
sobre ellas el Espíritu Santo les alegre con sus bendiciones y los llene con los dones del
Espíritu Consolador. AMÉN
Que el mismo fuego divino, que de manera admirable se posó sobre los apóstoles,
purifique nuestros corazones de todo pecado y nos ilumine con su claridad. AMEN
Y que el mismo Espíritu que congregó en la confesión de una misma fe a los que el
pecado había dividido en la diversidad de lenguas les conceda el don de la perseverancia
en esta misma fe y así puedan pasar de la esperanza a la plena visión. AMEN
CANTO FINAL