ALCÁNTARA
ALCÁNTARA
ALCÁNTARA
ALCÁNTARA.
UNA LAUREADA DE VIDA
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© Autor y editor, 2013
NIPO: 083-13-057-3 (edición papel)
ISBN: 978-84-9781-755-4 (edición papel)
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Imprime: Imprenta Ministerio de Defensa
Tirada: 500 ejemplares
Fecha de edición: marzo 2013
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SANTIAGO, PATRÓN DE ESPAÑA Y DEL ARMA DE CABALLERÍA
Santiago
Jose-Juan, La Coruña 1939
La concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, como Laureada Colectiva, al Regimiento de Cazadores de
Alcántara, 14 de Caballería, ha supuesto un acontecimiento relevante y singular. Si en el año 2012 el Instituto
de Historia y Cultura Militar rememoraba el centenario del comienzo del Protectorado de España en Marrue-
cos con una exposición en el Museo del Ejército, es de justicia que ahora, tras la imposición de esta valiosa
recompensa, otra muestra traiga el recuerdo de los hechos que la motivaron y rinda homenaje a los héroes que
escribieron aquellas admirables páginas de valor y ejemplar cumplimiento del deber hasta el sacrificio, en los
combates que fueron librando entre Annual y Monte Arruit, en aquél trágico verano de 1921.
Con motivo de este reconocimiento, el pasado año tuvieron lugar diferentes actividades. Entre ellas, se desarro-
lló un ciclo de conferencias en el Instituto de Historia y Cultura Militar y el CESEDEN, con una nutrida asistencia
y activa participación por parte del público. Se trataron los pormenores de aquellos hechos históricos, el marco
en el que sucedieron, los protagonistas, así como las propias historias del Regimiento, del Expediente de con-
cesión de la Laureada y de las condecoraciones de la Orden de San Fernando.
Ahora es el turno de la presentación en imágenes, objetos, textos y otros variados fondos patrimoniales -al-
gunos de ellos de gran valor histórico– de distintos elementos representativos de aquello que fue analizado
en las pasadas conferencias. Ya antes de la concesión formal de la recompensa, el heroísmo de los jinetes
del Alcántara era vox pópuli; el término que un autor acuñó como la “laureada debida” era una acertada
manifestación de este reconocimiento tácito. Ahora, una vez que, ya de una manera oficial, ha quedado re-
gistrado el carácter heroico de aquella gesta, en la exposición que se presenta se han cambiado ligeramente
las palabras, transformándolas en una “laureada de vida”, que viene a dar otro significado bien diferente a
la expresión.
El coronel Juan Luís Sanz y Calabria, Jefe del Regimiento Alcántara a quien cupo el honor de sujetar el Estandar-
te del Regimiento para que S.M. el Rey impusiera en él la Corbata Laureada que en 1.921 ganaron los bravos
jinetes que formaban en sus filas, en su alocución en la Plaza de la Armería del Palacio Real el pasado 1 de octu-
bre, dijo que ya aquellos héroes descansaban en paz, añadiendo que, con esta condecoración, España cerraba
los ojos de aquellos que murieron defendiéndola mirando cara a cara al enemigo que la atacaba. La Patria tenía
una deuda con ellos y ahora, por fin, conforme al conocido verso del himno de la Infantería española, les ha
devuelto, agradecida, el beso que de ellos un día recibió. Esta exposición pretende, en suma, ser una pequeña
muestra más de ese agradecimiento. Con ella, se trata de rendir homenaje a aquellos valientes soldados que
dieron un asombroso testimonio de patriotismo, valor, sacrificio y, en suma, cumplimiento del deber.
Enrique Vidal de Loño
General Director del Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra
Mucho fue el camino recorrido por el Regimiento de Cazadores de Alcántara 14, de Caballería, desde que lo
fundasen allá en los Países Bajos como “Trozo de Nestién”, hasta que prácticamente lo exterminasen en los
áridos, polvorientos, agrestes y calurosos terrenos del Norte de Marruecos entre Annual y Monte Arruit y mu-
cho el tiempo empleado en ese periplo, más de dos siglos y medio desde 1656 hasta 1921, pero en ese largo
transcurrir físico y temporal, estaba forjando su historia y su gloria.
“Valor heroico” fija el Reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernando, “combatió heroicamente” re-
conoce el Real Decreto de la concesión de la Laureada Colectiva y eso fue, de forma metódica, reflexiva, con
pleno conocimiento del único final posible, la entrega de la propia vida, unos heroicos combates. Combatieron
heroicamente cumpliendo su juramento, hasta la última gota de sangre, cumpliendo con la misión de proteger
el repliegue y la vida de sus camaradas.
Recordando unas de las últimas palabras del Teniente Coronel Primo de Rivera, ni ayer, ni hoy, ni mañana,
nadie, ni sus madres, ni sus hermanas, ni sus novias, nadie podrán llamarles cobardes, hoy todos podemos
llamarles héroes.
El Museo del Ejército sensible a cuantos eventos se producen y en cumplimiento de sus fines “mostrar la historia
del Ejército como parte integrante e inseparable de la historia de España” se une al resto del Ejército y quiere
rendir homenaje a los jinetes del Alcántara, los de antaño y los de hogaño, los héroes y sus herederos, con una
sencilla y sentida exposición, porque la muerte no es final, el Alcántara vivió ayer y vive hoy, dio mucha vida a
sus camaradas y tiene una “laureada de vida” para continuar con la leyenda mañana.
Antonio Izquierdo García
General Director del Museo del Ejército
Homenaje a Alcántara. Una Laureada de vida
1
(1795-1881) Historiador, pensador y ensayista inglés.
2
Disipa como el sol, las nubes a su paso. Lema Regimiento Alcántara.
3
Asno, burro.
4
Arenga del Tcol. D. Fernando Primo de Rivera.
12 Alcántara. Una laureada de vida
Un escalofrió le recorrió la espalda, como una explosión, su mente se llenó de recuerdos narrados por su abue-
lo Mohand, narraciones sobre lo que los españoles denominaron el desastre de Annual: la retirada por la llanu-
ra, el ataque a la columna al paso sobre el río Iga5, las cuatro cargas de la Caballería, la ultima con los corceles
al paso, recordó hasta el nombre del Regimiento “el Puente 14”6. También a su jefe Primo de Rivera, admirado
por su abuelo. Permaneció atento a lo que sucedía.
Ante sus ojos los Escuadrones pasaron al galope, entre jirones
de neblina y ruido de cascos, al grito de los esforzados jinetes
“¡Viva España!”.
Un rayo de sol atravesó la niebla e hizo mirar a Ahmed hacia lo
alto. Allí, al trasluz, contempló a un extraño jinete que, mon-
tado en un caballo blanco, alentó a los escuadrones con una
arenga.
“¡Santiago y cierra España!”
..., a continuación, la visión se difuminó entre la ne-
blina.
Atemorizado y sin saber cómo reaccionar ante lo observado,
vio como la neblina se disipaba totalmente y el borriquillo sin
ninguna indicación, se dispuso a cruzar la rambla en cuyo bor-
de se encontraba. Identificó el lugar como el cauce seco del
rio Igan...
ESPAÑA, 02 junio 2012
A esa misma hora, en los despachos de todos los
acuartelamientos, ya corre la noticia, “Pepe, ¿te has
Boceto. Augusto Ferrer-Dalmau
leído el BOE?, le han concedido la Laureada al Alcán-
tara. Ya era hora”.
Si ya lo decía Séneca “Nada se parece más a la injusticia que la justicia tardía”, pero bienve-
nida sea. Gran noticia para la Caballería…
Hoy mismo, al trazar estos mal pergeñados renglones, nuestro espíritu no puede por menos que recordar vi-
vamente las glorias conquistadas por el soldado español en aquellas apartadas tierras, hoy marroquíes, donde
el aire que respiró, el sol que le iluminaba y el agua con que apagaba su sed, eran como los enemigos que le
combatían, casi impunemente, desde las chumberas, barrancos y riscos inaccesibles.
El reglamento vigente de la Real y Militar Orden de San Fernando, declara expresamente que es su objeto “hon-
rar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a cometer
acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España 7.
5
Rio Igan.
6
Alcántara 14.
7
VVAA: La Real y Militar Orden de San Fernando. Ed. Palafox & Pezuela. Madrid, 2003. Proemio. pp. 13-14.
Alcántara. Una laureada de vida 13
Han pasado noventa y un años para reconocer la gesta heroica de unos hombres que derramaron su sangre
por España y por fin se ha alcanzado la meta, en base al empeño de otros hombres que no han olvidado a
sus compañeros, para cumplimentar tradición, honor y reconocimiento de unos hijos de España en los que su
sentido del deber, la abnegación, el espíritu de sacrificio y su patriotismo, son la explosión del sentimiento del
español de a pie de la época, que a menudo se traducía y plasmaba en heroísmo.
Y recogido queda en el Boletín Oficial del Estado en los siguientes términos:
73678 Real Decreto 905/2012, de 1de junio, por el que se concede la Cruz Laureada de
San Fernando, como Laureada Colectiva, al Regimiento de «Cazadores de Alcántara, 14 de
Caballería».
De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento general de recompensas militares, apro-
bado por Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, y a tenor de lo preceptuado en el Regla-
mento de la Real y Militar Orden de San Fernando, aprobado por Real Decreto 899/2001,
de 27 de julio, visto el expediente de juicio contradictorio instruido al Regimiento de «Caza-
dores de Alcántara, 14 de Caballería», actual Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara
10, por los hechos protagonizados en las jornadas del 22 de julio al 9 de agosto de 1921,
en los sucesos conocidos como «Desastre de Annual», donde dicha unidad combatió heroi-
camente protegiendo el repliegue de las tropas españolas, desde las posiciones en Annual
a Monte Arruit, hasta el punto de que las bajas sufridas fueron de 28 jefes y oficiales de
un total de 32 y de 523 de clases de tropa de un total de 685 en filas, y de acuerdo con lo
indicado en el artículo 21.4. b) de este último reglamento y previa deliberación del Consejo
de Ministros en su reunión del día 1 de junio de 2012,
Vengo en conceder la Cruz Laureada de San Fernando, como Laureada Colectiva, al Regi-
miento de «Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería».
En la corbata de la referida condecoración deberá figurar la siguiente leyenda: «Regimiento
de Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería», «Annual», «1921».
Dado en Madrid, el 1 de junio de 2012.
JUAN CARLOS R.
El Ministro de Defensa.
PEDRO MORENÉS EULATE
Porque la enunciación de la exposición como “Alcántara, una laureada de Vida”, la clave nos la da la palabra
vida, con ella queremos reflejar los aspectos inmateriales de la exposición, que expresan, entre otros, la necesi-
dad de la puesta en valor de la Cultura de Defensa, como contribución a ese sentimiento de podríamos deno-
minar Cultura Nacional. En primer lugar hay que destacar el origen del suceso, la máxima expresión de la
heroicidad, la puesta de la propia vida a disposición de la Patria, la más sublime expresión de la condición hu-
mana, reflejada en los valores morales y tradición del soldado español, del Ejercito y de la Nación, expuesta a
8
BOE número 132, de 2-6-2012
14 Alcántara. Una laureada de vida
la visión de un mundo aferrado a lo material, y hay que distinguir asimismo el mantenimiento del Espíritu del
Arma por parte de nuestra Caballería, al no cejar en que no cayese en el olvido el reconocimiento a componen-
tes de su Arma, labor loable de todos sus miembros a través de esa línea temporal que nos conduce desde
1922 a 2012. El impulso que, desde la Real y Militar Orden de San Fernando, tiene la concesión de una laurea-
da en el siglo XXI, máxima condecoración de los Ejércitos y por último el referendo de Su Majestad el Rey D.
Juan Carlos I, que con su rúbrica destaca los valores irrenunciables de las FFAA,s., en definitiva, queremos ex-
poner al dominio público, la existencia de unos valores inmateriales universales, que debemos de inculcar a
nuestros conciudadanos y, por ende, a este mundo globalizado, incorporándolos a la cultura de las nuevas
generaciones, como una parte irrenunciable en su bagaje personal.
El Museo del Ejército ha organizado, con
motivo de tan magno acontecimiento de
carácter militar, una exposición temporal
dedicada al regimiento ALCANTARA, para
lo cual, siguiendo esa línea de lo inma-
terial, el discurso se ha articulado en tres
grandes perspectivas que reflejan la tra-
yectoria del Regimiento.
En una primera mirada se reflejará la HIS-
TORIA; la línea histórica del Regimiento
desde su creación, que englobará la crea-
ción, los lugares donde estuvo acuartela-
do, la orgánica y los medios empleados;
los Jefes, actuaciones militares, recom-
pensas, órdenes, operaciones, etc. En
definitiva, un recorrido por su historial.
Un segundo punto de vista se enfocará
Boceto. Augusto Ferrer-Dalmau hacia el HEROISMO, y es en esta línea
donde se reflejarán las operaciones que
dieron lugar al acto heroico que se conmemora, y donde se expondrán las vicisitudes de la unidad y de al-
gunos de sus miembros, su participación en el mal llamado desastre de Annual, la defensa de Monte Arruit
y alcazaba de Zeluan; la incorporación a Melilla de supervivientes, las acciones individuales, los sacrificios
personales…
Y por último, la TRADICION, reflejada en el mantenimiento y difusión en la actualidad de todos esos valores
espirituales que conserva el ARMA, y que traduce a lo cotidiano el Regimiento ALCÁNTARA 10, en su trabajo
diario. Ver el anhelo cumplido, ha sido y será para la Unidad llama viva, que, como faro, guie al Regimiento
hacia la posteridad.
Sirvan pues estas líneas como testimonio de admiración y respeto, para todos los soldados que bajo la Bandera
de España, combatieron en esas campañas y a los que quizá, aun en la actualidad, no se reconozcan sus méri-
tos, empalidecidos e instalados en la memoria de los españoles como un descalabro que resume solo una parte
del todo y se conoce como “el desastre de Annual”.
Alcántara. Una laureada de vida 15
La historia militar de España conservará siempre en sus páginas de oro, el nombre de aquellos valientes que,
sin esperanza de salvación y con el envidiable espíritu militar más honroso, prosiguieron la defensa de la invicta
Bandera patria, más allá de lo humano, donde solamente alcanza lo sublime de la abnegación y el valor de los
héroes legendarios.
“LOOR Y GLORIA A LOS HÉROES”
Joaquín Barreñada Aparicio
Coronel de Infantería
Comisario de la Exposición
Dedicado a:
Ilmo. Sr. Coronel D. Manuel Segura Quesada
Detalle de la mantilla del Regimiento de Cazadores de Alcántara (reinado de Alfonso XIII).
Museo de la Academia de Caballería de Valladolid
El Hecho Histórico
Son muchos los héroes que alberga la historia, un episodio de la misma es el Regimiento de Cazadores Alcán-
tara N.º 14 de Caballería, una unidad española que, durante la acción de Annual en el año de 1921, cubrió la
retirada de sus compañeros de otras Armas, a costa del sacrificio de casi todos sus integrantes.
Para localizar la heroica actuación del Alcántara es necesario retroceder en la historia hasta uno de los epi-
sodios más trágicos para nuestro país: la Guerra del Rif. Después de los acuerdos hispano-franceses de 1912,
se había establecido nominalmente el Protectorado
español sobre parte del territorio del norte de Áfri-
ca, lo que hoy conocemos como Marruecos, pero
ya desde el primer momento, varias kabilas no esta-
ban dispuestas a tolerar la actuación de España en
sus territorios.
El episodio tiene su origen a partir de 1920. Ese año,
el Comandante General de Melilla, D. Manuel Fer-
nández Silvestre, avanzó por el territorio rifeño con
la intención de llegar a la bahía de Alhucemas. Todas
las acciones encaminadas a tal fin, exitosas a primera
vista, no lograron más que incrementar la hostilidad
de los rifeños, lo que llevaba a las tropas españolas
a un peligroso punto, todo ello agravado por la ex-
cesiva dispersión de las unidades dado lo extenso del
terreno a dominar.
En junio, la posición de Abarran fue atacada inmedia-
tamente después de su ocupación y antes de finalizar
el establecimiento de su defensa, la ayuda de la Poli-
Cazador de Alcántara 1921. Augusto Ferrer-Dalmau
18 Alcántara. Una laureada de vida
cía Indígena, sublevada contra las propias tropas españolas, hizo posible que finalmente fuera tomada por los
rifeños tras asesinar a toda la guarnición.
Tras la ocupación de Igueriben, Abd El Krim decide pasar a la ofensiva, iniciando un ataque sobre la misma,
que estaba al mando del comandante Benítez y que ya llevaba tiempo sufriendo pequeños ataques, quedando
aislada, aunque aún llegó un convoy protegido por el capitán de Caballería Cebollino Von Lindeman que se
hizo acreedor a la Cruz Laureada de San Fernando.
Día 20 de Julio
Dada la gravedad de la situación, el 20 de Julio, el Regimiento de Alcántara se concentra en el campamento
de Drius.
Día 21 de Julio
La situación de la posición de Igueriben, sin ayuda, sin munición y lo que es peor, sin agua, se hizo desesperan-
te, llegando sus heroicos defensores a beber el líquido de las patatas estrujadas, el de las conservas de pimien-
to y al final, en la desesperación, incluso colonia, tinta y orín mezclado con azúcar. Tras un intento fallido de
socorrer la posición y tras repartir los últimos cartuchos, incendiar el material e inutilizar las piezas de artillería,
la guarnición salió a la desesperada, siendo masacrados por los rifeños que los rodean. Sólo llegaron a Annual
25 supervivientes.
El Regimiento participa sin éxito en el intento de auxilio a la posición de Igueriben.
Día 22 de Julio
En la posición de Annual, al mando de unos 3000 hombres, se encontraba el general Silvestre mientras la po-
sición es duramente hostigada hasta el extremo de que, a pesar de haberse ordenado en principio mantener la
posición, finalmente se decide abandonarla.
Los escuadrones de Alcántara (sitos en Drius) mandados por el teniente coronel Primo de Rivera «salieron muy
de mañana a acompañar y proteger un destacamento que iba a ocupar una posición que impedía que se cor-
tara el paso de Izumar», un desfiladero en el itinerario de retirada.
«Antes de que diera tiempo a llegar a Izumar, se encontraron con una avalancha que se retiraba en desorden
y que eran tiroteados desde las alturas».
«El Teniente Coronel Primo de Rivera, jefe accidental del ‘Alcántara’, vio como el enemigo trataba de cortar
el paso a los que huían, por lo que reunió a sus Oficiales y les dijo que era el momento de sacrificarse por la
Patria.
«Primero se calmó a los que huían y se puso algo de orden obligándoles a marchar entre la formación del
Regimiento, sin rebasarla, para protegerles del fuego que recibían desde las cotas inmediatas».
El ‘Alcántara’ comenzó a enviar pequeñas partidas a ocupar las alturas y desalojar al enemigo, que evitaba la
confrontación directa. Una vez pasó la columna de Annual, se continuó haciendo fuego sobre el enemigo y
acabando con él en su totalidad hasta la llegada a Ben Tieb, donde dejaron a los soldados heridos de la colum-
na de Annual que habían transportado en la grupa de los caballos».
Alcántara. Una laureada de vida 19
La actuación ese día del Regimiento es ejemplar, intentando poner orden en la retirada con los pocos medios
de que dispone, cubriendo los flancos y la retaguardia de la columna, hasta su llegada a Drius.
Al llegar al cuerpo a cuerpo, y ante la imposibilidad de usar sus Carabinas Máuser por falta de espacio, los jine-
tes se decidieron a combatir con su espada-sable «Puerto Seguro». La lucha fue sangrienta e, incluso, los
miembros del Alcántara se vieron obligados en alguna ocasión a retirarse y reagruparse, pero sólo fue para
cargar nuevamente contra el enemigo con mucho más ímpetu. Finalmente, les vencieron y les obligaron a huir.
Cabe destacar que, en las últimas cargas, ante lo men-
guado de las fuerzas, hasta los oficiales veterinarios y
los trompetas, se incorporaron y cayeron junto a sus
compañeros.
Casi 700 hombres formaban el Regimiento al comen-
zar el día pero sobrevivieron el Teniente Coronel Primo
de Rivera, dos comandantes, algunos oficiales y unos
setenta de tropa. Al finalizar esa jornada, el Regimien-
to de Alcántara dejó de existir como Unidad.
Días después en Monte Arruit falleció el Teniente Co-
ronel Primo de Rivera a causa de la gangrena produ-
cida al amputarle un brazo tras ser alcanzado por un
proyectil de cañón.
Otros componentes del regimiento se distinguieron
asimismo en la defensa de Monte Arruit, la Alcazaba y
Aeródromo de Zeluan.
Por todos estos hechos, se inició el trámite para la con-
Uniformidad de soldado del Rgto. Alcántara, julio 1921.
cesión de la Cruz Laureada de San Fernando al Re- Antonio Manzano
gimiento de Alcántara, con el siguiente dictamen del
juez instructor:
“... En virtud de estas situaciones donde resplandece de forma brillante la conducta de este
Regimiento de la que el clamor público y muy especialmente de los residentes en esta Plaza
que vivieron y sufrieron aquellos días de angustia y que son los más fieles juzgadores de la ac-
tuación de este Cuerpo hizo ya sus galas juzgándolas sin pasiones como heroicas y definitivas
en aquellos sucesos pasándolas a la historia para enaltecer y perdurar las glorias de España y
su Ejército y el Arma de Caballería ; el Juez que tiene el honor de informar es de parecer que
en pocos casos como el presente está tan claro el derecho a tan apreciada recompensa como
el del Regimiento de Alcántara comprendido en el artículo 55 del vigente reglamento.”
Melilla a 8 de Febrero de 1.933
La unidad recibió este reconocimiento de manos de S.M. el Rey el día 1 de octubre de 2012. De esta forma, la
bandera del Regimiento de Caballería «Alcántara» lucirá para siempre una corbata laureada.
Joaquín Barreñada Aparicio
Coronel de Infantería
Comisario de la Exposición
La Real y Militar Orden de San Fernando
En plena Guerra de la Independencia, el sistema español de recompensas era complejo y poco acorde con las
nuevas ideas que, de la mano de la Revolución francesa habían llegado también a España.
Las Cortes reunidas en Cádiz, en la isla de León, las mis-
mas que un año después proclamarían la primera Cons-
titución española, deciden poner orden en este asunto
y procurar que los numerosos casos de heroísmo que se
estaban produciendo en la lucha contra los franceses no
quedasen sin premio. Este es el origen de la Real y Militar
Orden de San Fernando.
Así, el decreto número LXXXVIII de aquellas Cortes crea
la Orden Nacional de San Fernando. Obsérvese que su
nombre difiere del que encabeza estas líneas, queriendo
resaltar su carácter nacional, dentro del espíritu que ins-
pirará la futura Constitución. De lo que no cabe duda es
de su carácter militar, pues aunque no aparezca en su de-
nominación, la parte dispositiva del decreto era tan breve
como elocuente “Se crea una nueva Orden Militar”.
Una importante novedad de la Orden la constituía la po- Placa de la Real y Militar Orden de San Fernando, Cruz de
sibilidad de ingreso en la misma de de cualquier indivi- Segunda Clase, Laureada para jefes y oficiales, del Capi-
duo del Ejército, de Soldado a General. No obstante, las tán de Artillería D. Luis Fernandez Herce ME[CE] 7740
insignias de la Orden no eran iguales para todos, sino
que existían distintas clases, según los empleos de los recompensados. Todavía se hace notar pese a los cam-
bios sociales experimentados la importancia de la condición de noble, que se podía alcanzar, con carácter
hereditario, a través de esta Orden por quien hubiera realizado seis acciones distinguidas.
24 Alcántara. Una laureada de vida
Un factor determinante en el prestigio que con el tiempo alcanzaría lo representa la necesidad para su conce-
sión de una información sumaria en juicio abierto contradictorio. De hecho, los momentos de menor esplendor
de la Orden fueron aquellos en que, por cuestiones políticas se concedió sin ese juicio contradictorio o incluso,
en contra de lo dictaminado en el mismo.
Desde este primer reglamento, ya se contempla la posibilidad de la concesión con carácter colectivo para aque-
llos Batallones o Regimientos que hubieran realizado una acción distinguida.
Finalizada la Guerra de la Independencia y de regreso el Rey Fernando VII en España, pese a haber abo-
lido todo lo legislado por las Cortes de Cádiz, que limitaban su soberanía, se mantiene la Orden, si bien
desaparece la exigencia del juicio contradictorio, concediéndose por voluntad real. El nombre cambia
de Nacional a Real y Militar, el Rey, que en el primer reglamento era Gran Maestre pasa a ser Jefe y
Soberano Otra importante novedad es que habiéndose creado en principio para recompensar acciones
realizadas en la Guerra de la Independencia, se amplía a otras campañas como las que se venían desa-
rrollando en las provincias americanas. Se promulgó el 19 de enero de 1815.
Este segundo reglamento, tuvo una existencia efímera, pues fue pronto sustituido por el promulgado el 10
de julio del mismo 1815, en él se restablecía, afortunadamente la necesidad de juicio contradictorio y se
diferenciaba entre acciones distinguidas y heroicas reservando para estas últimas las cruces de segunda y
cuarta clase. Además, se dan especificaciones sobre la ceremonia solemne de imposición. El restablecimiento
del juicio contradictorio, sin embargo, no impidió la concesión por decisión real de numerosas Cruces a los
franceses que la Historia conoce como los cien mil hijos de San Luis, dándose la paradoja de que una Orden
destinada en origen a premiar las acciones de la lucha contra los franceses, se otorgaba a éstos.
La prolong.ada vigencia del tercer reglamento propició que, sin promulgarse uno nuevo, sufriera modificacio-
nes de las que quizá la más notoria, por su permanencia fue la que varió las insignias de la Orden, estableciendo
para las de primera y segunda clase las espadas unidas por el pomo, tal como las conocemos ahora. Además
durante este tiempo la Asamblea y la Cancillería de la Orden establecieron una serie de privilegios para los
Caballeros de San Fernando que añadieron cierta compensación material al honor de pertenecer a la Orden.
Resulta curioso observar que, durante la vigencia de este reglamento y sin variar el mismo la correcta o incorrec-
ta aplicación de sus normas, especialmente en lo que se refiere al juicio contradictorio, den lugar a momentos
en que el ingreso en la Orden era muy restringido a otras, como el caso ya citado de los Cien mil hijos de San
Luis, el de la primera Guerra Carlista o el de la Milicia Nacional, en que se concedieron con demasiada prodi-
galidad.
De esta época datan también las primeras concesiones de Laureadas colectivas a los Regimientos de La Princesa
y de El Infante por la acción de Arlabán. Cabe señalar que, tras el convenio de Vergara, al ser reconocidos los
grados empleos y condecoraciones del bando carlista, se convalidaron las Cruces concedidas a militares del
mismo.
El 18 de mayo de 1862, siendo Ministro de la Guerra O’Donnell, que ya había hecho respetar el hasta entonces
vigente, se promulga un nuevo reglamento, el cuarto. Éste introduce pocas novedades, alguna sin excesiva
importancia como la ampliación de la posibilidad de concesión de la Gran Cruz, reservada hasta entonces a Ge-
nerales en Jefe, también a los Jefes de División. Pero hace extensiva la exigencia de juicio contradictorio a todas
las clases de la Orden. Pese a estas pocas variaciones, este cuarto reglamento continuaría en vigor hasta 1920.
Alcántara. Una laureada de vida 25
Como consecuencia de la Ley de Bases de Organización del Ejército de 29 de junio de 1918, aparece el quin-
to reglamento el 5 de julio de 1920. Como importante novedad está la desaparición de las Cruces Sencillas,
pasando a ser todas laureadas y creándose, en cambio, la Medalla Militar para recompensar los actos de valor
muy distinguido, reservándose la Orden de San Fernando para los heroicos. Al desaparecer las Cruces sencillas,
todas las Laureadas adoptan el formato de la cruz formada por cuatro espadas unidas por el pomo que ya
contemplaba el reglamento de 1820. Todos los Caballeros Laureados se considerarían militares en activo con
carácter vitalicio.
Posteriormente se han promulgado dos reglamentos más hasta el actualmente vigente de 2001, pero éste de
1920 es el que estaba en vigor cuando en aquellos tristes días de Annual los jinetes de Alcántara supieron dar la
medida de lo que es capaz la Caballería española, sacrificándose hasta el heroísmo mereciendo con ello la más
alta de las recompensas. Aunque su imposición se haya retrasado noventa y un años, cabe señalar que los pro-
cedimientos seguidos han sido los previstos y que solo una concatenación de circunstancias, que se inician con
la práctica desaparición, no solo del Regimiento, sino de la Comandancia General de Melilla, continúan con la
caída de la monarquía y culminan con la Guerra de 1936-39, que dio lugar a muy numerosos actos heroicos de
Unidades y a la consiguiente apertura de numerosos juicios contradictorios, han sido la causa de este retraso.
En el espíritu de la Orden, desde su fundación, está la inmediatez en la recompensa de los actos heroicos o de
valor muy distinguido y ello debe ser así por la propia satisfacción del recompensado, si todavía vive o de sus
más próximos familiares si alcanzó la muerte, también para conseguir una de las finalidades de las recompensas
militares, cual es el ejemplo y estímulo a los demás.
La corbata de la Orden de San Fernando concedida al Regimiento Cazadores de Alcántara 14 de Caballería
perdida esa deseable inmediatez, ha conseguido, no obstante, los fines que con ella se persiguen, pues a los
descendientes de aquellos héroes puede llenarles de orgullo y a cuantos visten el uniforme militar les obliga
el recuerdo de quienes supieron en las más duras circunstancias cumplir con el espíritu del Arma del sacrificio.
Juan I. Salafranca Álvarez
Coronel de Infantería
Regimiento de Caballería Alcántara, datos Históricos
Antecedentes
La exageración de la “noble ambición” de querer ser
más que los demás, ha llevado a muchos Jefes de Cuer-
po a encontrar cualquier artificio para tener el honor de
ser el Cuerpo más antiguo de todos. Ya en su momento,
los pertenecientes al Alcántara (nombre que se instauró
como denominación de Regimiento en 1718) quisieron
llevar su antigüedad a la de los tiempos de la Orden del
mismo nombre.
Nada más lejos de la realidad. La Orden surgió cuando, en
1214, los territorios de Alcántara fueron conquistados y
entregados a la Orden de Calatrava, que cuatro años des-
pués renunciaba a ellos por quedar demasiado excéntricos
de su área de influencia (La Mancha). Alfonso IX de León
le dio estos territorios a la Orden de San Julián de Perei-
ro, que en 1253 tomaron el nombre de Alcántara. Desde
entonces hasta 1630 nada tiene que ver la Orden de Al-
cántara con los nuevos Tercios que van a surgir en Flandes.
Hasta mitad del siglo XVII, la unidad constituida en per-
manencia en la Caballería española era la Compañía. En
1635 el Cardenal Infante previno que, para poder manio-
brar con más armonía en campaña se eligiera a Capitanes
experimentados y que a cada uno se le diera el mando de Oficial de caballería Valona, 2.ª mitad del siglo XVII.
Augusto Ferrer Dalmau,
28 Alcántara. Una laureada de vida
varias Compañías, denominando al conjunto TROZO. El 7 de marzo de 1649 el Capitán General de la Caballería
de Flandes, vistos los inconvenientes de los anteriores Trozos, ordenó que la Caballería del territorio se organi-
zase en Tercios con efectivos de 6 Compañías, aunque, examinadas las Muestras de aquellos años, los efectivos
de los diferentes Tercios oscilaban entre 2 y 5 Compañías.
Permanencia en Flandes
En 1675 el Tercio D´Ennetiéres pasó a denominarse Ter-
cio de D. Nicolás Dupuis, pues eran conocidos por el
nombre del Comisario General. Tras 17 años tomó el
mando en 1792 D. Phipippe Gourdin y cinco años más
tarde D. Alejandro Cecile.
En todos estos años y hasta la Paz de Riswick (1697), el
Tercio participó en diversas acciones en las luchas contra
Francia: Guerra de la Devolución y Guerra de los nueve
años. Se puede considerar que su organización tipo era
de 6 Compañías de 37 jinetes más cierta tropa desmon-
tada para servicios varios.
con el Regimiento de Caballería Bravante que sí realizó ese recorrido en las fechas indicadas y que posterior-
mente se refundió con Alcántara.
La Caballería española pasó a organizarse en REGIMIENTOS subdivididos en tres o cuatro Escuadrones con tres
o cuatro Compañías. No obstante los datos que se tienen de Flandes manifiestan que la fuerza de este Regi-
miento era de 2 Escuadrones a 3 Compañías.
En 1710, y al mando del Coronel Alejanfro Cecile (hijo), que había sucedido a su padre desde el 25 de abril de
1705, el Regimiento llegó a España. Participó en la Batalla de Zaragoza y se retiró a Extremadura a reorganizar-
se y remontarse para asistir, en 1714, al Sitio de Barcelona donde finalizó la Guerra de Sucesión.
Italia
En 1733 el Regimiento se trasladó a Italia, participando en
la Guerra de Sucesión de Polonia, estando de guarnición
en las cercanías de Florencia y en otros puntos de la Tosca-
na hasta 1738 en que se trasladó a Tarento, regresando a
España en 1740, pasando los siguientes 20 años prestan-
do servicio por diferentes guarniciones.
Portugal-Extremadura-Andalucía-Cataluña-
Andalucía
En 1762 tomó parte en la Guerra de Portugal y con la Di-
visión del Conde de Maceda situada en Ciudad Rodrigo,
estuvo presente en las acciones de Braganza, Chaves y
Almeida. A finales de año entró en Badajoz.
En 1779 se destina al Regimiento Alcántara al Sitio de Gi-
braltar, hasta que en 1786 se le da por guarnición Loja y
Alcalá la Real en el Distrito de Granada. En 1792 vuelve a
Extremadura relevando al Regimiento del Rey en Badajoz.
En 1793 se trasladó con dos Escuadrones a la Campaña
contra los revolucionarios franceses donde presta brillan-
tes servicios hasta 1797. En 1795 combate en Banyolas
donde se da el caso en el que la población pidió al general
en jefe D. José de Urrutia que no sea retirado el Alcántara
Uniforme del Regimiento de Caballería Alcántara, según de dicha zona.
el Estado Militar de 1791.
Archivo General Militar de Madrid. Al acabar la guerra Alcántara es destinado a la vigilancia
de la costa occidental gaditana, donde los británicos ame-
nazan con desembarcar. Tiene destacamentos en Rionuevo, Chipiona, Almadraba y Punta Pegina.
En 1800 y estando en el Puerto de Santa María se declaró una epidemia que causó unas ochenta muertes
incluyendo cuatro oficiales. El Regimiento fue enviado de nuevo a Extremadura. Tras diversos servicios el Regi-
miento es destinado de nuevo al Campo de Gibraltar hasta 1807.
El uno de noviembre de este año el Teniente Coronel D. Jose Antonio Calceda y el Sargento Mayor D. Joaquín
Sardeña se dirigen hacia Portugal con los Escuadrones 1º y 3º y una fuerza de 336 caballos. Quedan en el
Campo de Gibraltar el D. Coronel Andrés Mendoza con los Escuadrones 2º, 4º y 5º probablemente escasos de
ganado por ir completos los expedicionarios a Portugal.
Guerra de la Independencia
Los Escuadrones de Alcántara se incorporaron a la División española que mandaba D. Juan Caraffa, integrada
en la fuerza francesa que mandaba el General Junot. Entraron en Portugal y llegaron a Lisboa en abril de 1808,
Alcántara. Una laureada de vida 31
siendo destinados a la 2ª División del Cuerpo de Junot. El 7 de junio ambos Escuadrones fueron reducidos,
desarmados y hechos prisioneros.
Mientras tanto, y sabedores de las noti-
cias producidas en Madrid el 2 de Mayo,
la Junta de Sevilla reunió los escasos efec-
tivos del Regimiento y ordenó que se
organizasen como 1º Regimiento de Ca-
ballería Alcántara y que se unieran a las
tropas del general Castaños.
En noviembre se dirigió a Somosierra y
fue enviado a Sepúlveda. Allí la Caballe-
ría española obtuvo una victoria sobre
las vanguardias francesas. Alcántara per-
dió cuatro oficiales, dos cadetes y sesenta
hombres. Ante la previsión de un nuevo
ataque la fuerza española se replegó a
Segovia y tras cruzar el puerto de Guada-
rrama llegaron a Madrid, continuando su
marcha hacia Talavera de la Reina, Alma-
raz y Córdoba.
Por otra parte los Escuadrones prisioneros
fueron liberados por los británicos y con-
ducidos a Tarragona. Allí se organizó el 2º
Regimiento Alcántara.
Entre 1809 y 1811 hubo dos Regimien-
Cabo del Regimiento de Lanceros de Alcántara, 1849.
tos Alcántara. El 1º Regimiento Alcántara Augusto Ferrer Dalmau
asistió en La Mancha a la Campaña de
1809 participando en las batallas de Almonacid y de Ocaña replegándose a Sierra Morena a fin de año. Cuando
en 1810 los franceses forzaron Sierra Morena fue replegado a Cádiz.
Por su parte, el 2º Regimiento Alcántara fue organizado en Réus conforme a Reglamento de 1803 con cinco
escuadrones con 515 plazas y 465 caballos. En 1810 participó en el combate de Vich y en la de Hospitalet. En
1811 se ordenó que solamente hubiera un Regimiento Alcántara y que fuera el que más fuerza tuviese. Por ello
quedó disuelto el 1º Regimiento, quedando el único Alcántara en Cataluña.
Participó en la conquista de Figueras y en las salidas para asegurar su abastecimiento. Se le ordenó forzar el
bloqueo y llegar a Tarragona. Posteriormente pasó a Aragón llegando a Valencia donde gran parte de sus com-
ponentes cayeron prisioneros al capitular la Plaza en enero de 1812.
El Sargento Mayor y un centenar de jinetes se salvaron por estar en Onteniente. Pasaron al Ejército de Reserva
en Sevilla donde se le fusionaron los Cazadores de Pedroche y el Regimiento de Húsares de Fernando VII al
finalizar la guerra.
32 Alcántara. Una laureada de vida
Guerra Constitucional-disolución
Acabada la Guerra de la Independencia el Regimiento Alcántara continuó encuadrado entre los Regimientos de
Línea y en 1820 tomó parte en la denominada Guerra Constitucional, dentro del bando liberal, como la gran
mayoría del Ejército. Triunfante el Ejército Absolutista, el Alcántara, que se encontraba en Don Benito, fue
disuelto junto a todo el Ejército en diciembre de 1823.
El Alcántara en África
A inicios del siglo XX el Regi-
miento Alcántara estaba orga-
nizado en cuatro Escuadrones
de cuatro Oficiales y setenta y
cinco de tropa montada. Su ar-
mamento era la carabina máu-
ser de 7 mm modelo 1893 y el
sable, todavía modelo 1868,
aunque en algunas unidades,
quizá también en esta, se ex-
perimentaban modelos pos-
teriores aunque básicamente
iguales. Se encontraba en Va-
lencia y en 1911 fue enviado
como fuerza expedicionaria a
Tercer escuadrón del Alcántara desplegándose para atacar a una harka en Beni-Buyahi. la Comandancia General de
Mundo Gráfico, 28 de febrero de 1912 Melilla.
En 1913 el Regimiento formó parte de la guarnición permanente de la Comandancia, elevándose su fuerza
a seis Escuadrones, añadiéndose un Escuadrón de Ametralladoras a partir de 1917. Las carabinas Máuser co-
menzaron a ser sustituidas por los mosquetones Máuser modelo 1918, hecho que parece ser que sucedió tras
los sucesos de Annual.
Tras los luctuosos sucesos de 1921 el Regimiento fue reorganizado. Tras la finalización de la Campaña de Ma-
rruecos en 1927, Alcántara fue reorganizado con la PLM y un Grupo en Melilla, otro Grupo en Ceuta y otro
Grupo en Larache. Los Grupos de estas Plazas correspondían a los disueltos Regimientos Vitoria 28 y Taxdirt 29.
Sin embargo en 1929 el Regimiento se trasladó a Badajoz quedando el Regimiento Villarrobledo fusionado en
el Alcántara. En 1931 fue disuelto.
Marruecos que disponía de los los Grupos de Regulares de Caballería Tetuán n.º 1 y Melilla n.º 2 como unidades
tipo Regimiento a caballo y al Regimiento Alcántara como unidad mecanizada.
Inicialmente no dispuso, aparte de las motocicletas, más de una decena de autoametralladoras tipo “Chevro-
let”, unas con torre dotada de ametralladora y otras con torre de cañón de 45 del carro T-26B. Más adelante
dispuso de algún carro de este modelo y una decena de las denominadas “tanquetas italianas” de las cuales al
menos una estaba dotada de lanzallamas. Alcántara continuó en Melilla hasta que en 1958 pasó a denominar-
se Regimiento de Cazadores Alcántara n.º 15 por haberse hecho cargo del ganado del Tabor II de Regulares
(anterior Grupo de Regulares Melilla n.º 2). El 14 de diciembre de 1959 el Regimiento con plantilla mínima fue
destinado a la Plaza de Jaén. Se creaba en Melilla el Grupo de Caballería II con personal del Alcántara.
En 1960 recibió el nombre de Agrupación Blindada
Alcántara n.º 15 y pasó a depender de la División 91
“Reyes Católicos” de la 9ª Región Militar. No recibió
ningún material blindado y solamente algún material
de ruedas. En 1963 volvió al tradicional nombre de
Regimiento de Caballería Blindado Alcántara n.º 15
continuando en Jaén hasta 1965 en que fue “disuel-
to”, creándose en el mismo acuartelamiento el Grupo
Ligero DOT- IX.
En Melilla el Grupo de Caballería II que vio marchar
al Alcántara a Jaén ahora fue transformado en Re-
gimiento quedando la nueva unidad desde enero de
1966 con el nombre de Regimiento Ligero Acorazado
Alcántara n.º 10. Nadie ha sabido explicar este cambio
de numeración.
Aunque el Regimiento se organizó como una unidad
ligera acorazada, de momento no recibió más ma-
terial que el que disponía el Grupo II, consistente en
varios vehículos ligeros y una quincena de camiones
blindados canadienses denominados Triumphy. En
1971, y al parecer por petición al Príncipe de España,
tanto los Regimientos de Ceuta y de Melilla recibieron Coronel del regimiento de caballería Alcántara conversando
un Escuadrón de carros medios M-47. El que llegó a con dos tenientes en África.
Melilla procedía del Regimiento Farnesio. Mundo Gráfico, 28 de febrero de 1912
En 1973 el Regimiento mejoraba su material, recibiendo 13 Auitoametralladoras Panhard, 7 de modelo cañón
H-90 y 6 de modelo mortero H-60. En 1974 recibía transportes oruga acorazados M-113 A-1 y se le cambió la
denominación por la de Regimiento Acorazado de Caballería Alcántara n.º 10.
Desde entonces hasta la actualidad ha ido cambiando de plantilla y ha ido mejorando su material blindado,
pasando por sus patios los carros M-48 con sus diversas transformaciones, los M-60 y actualmente los carros
Leopard.
Alcántara. Una laureada de vida 35
camaradería que le transmitirán el espíritu jinete que impregna el alma y la acción del jinete y de las unidades
de Caballería. El caballo acompañó lealmente a los jinetes de Alcántara en sus acciones hasta Monte Arruit y
Zeluán, donde las partes de lo que quedaba del regimiento se constituyeron como unidades de infantería para
la defensa de un sector de las citadas posiciones.
Hasta entonces los caballos habían aguantado cinco larguísimas jornadas de duro verano rifeño durante las que
se les exigió un alto esfuerzo, siempre por encima de los 40 kilómetros, distancia que el reglamento establecía
como jornada diaria, sufriendo las mismas privaciones en pienso, agua y cuna que su jinete. Además de auxiliar
a su jinete en la maniobra, sirvió de medio de transporte de todo aquel que, herido o derrumbado, subiera a
su grupa. Finalmente, tras innumerables bajas por agotamiento, heridas o muerte, el caballo fue empleado
como alimento o parapeto.
Lo cierto es que la actuación del Alcántara se
guió en todo momento por el pleno sentido
de la responsabilidad sin recurrir nunca a la
imprudencia o la temeridad. Supieron hacer
sencillo el cumplimiento de las acciones, ya
comentadas anteriormente, que resultaron
necesarias para el cumplimiento de la mi-
sión recibida. Hicieron lo que había que ha-
cer mientras pudieron hacerlo. El adecuado
empleo de sus medios les permitió empeñar-
se en combate allá y cuando se les requirió.
La leyenda puede hacernos creer que el día
23 el Regimiento al completo y en perfecta
formación cargó en las inmediaciones del río
Igán hasta en ocho ocasiones para permitir y
El Jefe de la Circunscripción de T´latza en un reconocimiento con una
proteger su paso, teniendo que efectuar la úl-
sección del Alcántara . AIMM, Álbum del Regimiento África 6 8, 66
tima al paso como consecuencia de la lógica
extenuación de los jinetes y monturas.
Posiblemente no ocurrió así pues ya hemos comentado que nos referimos a unas jornadas, hablamos del 22 y 23,
en las que a las distancias propias de la previa incorporación a la zona de combate y el consiguiente repliegue
efectuado, hubo que sumar algunas cargas más en dos zonas diferentes entre Bentieb y Dar Drius durante el día
22 y las efectuadas en la mañana del 23 para permitir la evacuación y los repliegues de las posiciones de Ain Kert,
Midar, Cheif y Tarfesit hasta Dar Drius. Precisamente por la acción de Cheif fue laureado el teniente coronel Primo
de Rivera que, según se cita en la orden de concesión, la ejecutó al frente del 2º escuadrón con dos secciones del
4º y una sección del 1º, en total 192 jinetes del Alcántara que tuvieron que recurrir a cargar y combatir tanto al
arma blanca como cuerpo a cuerpo en diferentes ocasiones. Llegada la tarde y en los alrededores del río Igán se
efectuaron en distintas zonas repetidas cargas, sin poder ser cuantificadas con exactitud, para desalojar al enemi-
go de sus posiciones y posibilitar el paso del río por la columna, que pudo replegarse finalmente a Batel y Tistutín.
Las cargas se produjeron en diferentes escenarios, no todos ellos indicados para este tipo de acción pretendi-
damente resolutiva. Podemos pensar que las desfavorables condiciones del terreno, su aprovechamiento ven-
40 Alcántara. Una laureada de vida
Todos sabían que, en el cumplimiento de sus acciones propias, la Caballería no podría contar con refuerzos, por
lo que era obligatorio administrar con responsabilidad los recursos propios a fin de poder cumplir con eficacia
las misiones iniciales y las consiguientes órdenes sobrevenidas. Así lo hicieron.
Lo cierto es que otra de las claves
del éxito del Regimiento Alcántara
consistió en lograr entre los suyos la
total adhesión a su causa, a su mi-
sión, a las órdenes recibidas, es de-
cir, forjar y contar con la solidaridad
de todos sus componentes para el
cumplimiento del deber. La Laurea-
da Colectiva impuesta al Alcántara
exige dos requisitos: haber perdido
el cuerpo en la acción al menos un
tercio de su fuerza entre muertos y
heridos y acreditar a la vez extraor-
dinario valor y disciplina. Las bajas
sufridas alcanzaron finalmente en-
tre un 75 y un 80 por ciento de la
unidad y las muestras del valor y Sección de Cazadores del Alcántara en Zoco el T´latza, Mayo de 1921.
disciplina quedaron suficientemente AIMM, Álbum del Regimiento África 68, 65
reflejadas y comprobadas en los jui-
cios contradictorios instruidos tanto para su concesión como para la de la Laureada al teniente coronel Primo
de Rivera, así como en diversos informes oficiales elaborados en la época. También las podemos deducir por lo
leído hasta ahora en las líneas anteriores.
Posiblemente no haya un término más apropiado que el de la solidaridad para llegar al fondo de la concesión
de una Laureada Colectiva. La actuación del regimiento fue sobresaliente, en conjunto y por la suma de sus
individualidades, ya fuera actuando en unidad o repartido y disperso. Los Cazadores debían estar totalmente
habituados a ese variado empleo, pues venía la unidad de estar desplegada desde junio por diferentes posicio-
nes prestando escoltas y vigilancia de itinerarios. Sus mandos tenían el suficiente conocimiento del terreno y
experiencia profesional acumulada para saber maniobrar acertadamente en las principales zonas en las que se
vieron obligados a actuar.
La tropa, de quinta, tenía que haber alcanzado necesariamente el suficiente grado de instrucción para permitirles
vivir sobre el terreno, manejarse con el caballo, emplear sus armas, mosquetón y sable, e integrarse en los movi-
mientos y evoluciones de su escuadra y sección. Se trataba de una unidad bien adiestrada y muy cohesionada que
necesariamente disponía de un notable espíritu de cuerpo y un marcado estilo de actuación, pues solo con esas
bases se pudo llegar a protagonizar el cúmulo de valores y buenas prácticas que llegó a demostrar el Alcántara.
La evolución de la situación general y una serie de circunstancias varias originaron que el coronel Manella, que
había tomado el mando de regimiento el 24 de mayo de ese mismo año, se tuviera que hacer cargo del mando
territorial de la circunscripción de Annual el 19 de julio por lo que el teniente coronel Primo de Rivera le suce-
42 Alcántara. Una laureada de vida
dería al mando del Alcántara justo antes de empezar los sucesos de Annual. Pero no solo basta el adecuado
ideario y el buen estado práctico de la unidad para tratar de entender los límites de su actuación sino que hay
que detenerse en los valores morales de las personas por lo que debemos centrarnos en el soldado del regi-
miento. De procedencia exclusivamente nacional, venido de la península y reclutado por el sistema de quintas,
en general sin estudios y de cama humilde, obligado a vivir y desenvolverse en unas durísimas condiciones
durante los años de su servicio militar, aportó su patriotismo, su abnegación, su lealtad y su disciplina.
Con esa magnífica base, oficiales, clases y tropa del Alcántara dieron su magistral lección durante veintiún días en
las tierras del Rif. Algo tenía esa unidad para que en sus llegadas a los campamentos de Dar Drius y Annual fueran
ya aplaudidas y vitoreadas por los compañeros de armas de la columna que, en parte gracias a su protección, seguían
una jornada más con vida. Resulta obvio que el reconocimiento de sus compañeros fue sincero y que, al menos,
Alcántara colaboró a reforzar su seguridad y tranquilidad personal en los desgraciados últimos días de sus vidas.
Jefes y Oficiales del Regimiento Alcántara, tomada días antes de los sucesos de Julio de 1921.
Museo de la Academia de Caballería de Valladolid
Alcántara. Una laureada de vida 43
No es apropiado por tanto seguir considerando la concesión de la Laureada Colectiva a los héroes de Alcántara
como algo anacrónico y estéril. Si ya obtuvieron el agradecimiento y reconocimiento de su mérito y valor por
parte de sus compañeros en ese momento y con él murieron, ¿cómo vamos a negar el nuestro cuando nuestro
corazón sigue encogiéndose hoy en día al conocer algo más de su gesta?, ¿no seremos capaces de mostrarles
nuestra admiración extendiendo los sentimientos a sus actuales descendientes, hijos, nietos y demás familiares
y a sus herederos que hoy componen el Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara 10?, ¿no constituye
esta gloriosa página de historia una guía y referencia para que nuestra sociedad se sobreponga con libertad,
generosidad, responsabilidad y solidaridad a las terribles y adversas circunstancias que hoy amenazan nuestra
convivencia y estilo de vida? La Caballería española recoge con orgullo el legado de los Cazadores de Alcántara
14 y lo quiere ofrecer y compartir con todos los españoles.
General de Brigada Luis Manuel Lopez Gonzalez
Director Academia de Caballería e Inspector del Arma
El General Navarro junto con otros prisioneros españoles liberados . Archivo Histórico de Melilla, N.º Reg. 6654
Croquis de la región de Melilla con los lugares de las cargas efectuadas por el Alcántara.
Museo de la Academia de Caballería de Valladolid
La tradición: “El espíritu jinete”
Para cualquier componente del Regimiento de Caballería Alcántara el significado de la palabra “tradición” está
íntimamente ligado a un sentimiento superior, que trasciende del ámbito de nuestra Unidad, y que abarca a
todo un Arma desde sus orígenes, y que denominamos “espíritu jinete”.
Este sentimiento ha infundido en los componentes del
Arma a lo largo de los tiempos un ánimo especial de
tal magnitud que le hacía afrontar con éxito las dificul-
tades de la guerra y de su vida en campaña y que en
palabras de nuestro General Inspector de Caballería,
está compuesto de arrojo y valor, acometividad y au-
dacia, firmeza y disposición al sacrificio por los demás.
Este espíritu nos estimula el arrojo, nos da la confianza
recíproca entre jinete y montura, nos hace sentir fuer-
tes e invulnerables. Toques de clarín, brillo de sables,
el aire golpeando el rostro y la excitación de tu propio
caballo y el contagio de los demás y el ejemplo del ca-
pitán provocan una locura colectiva, una casi irracional
apetencia del riesgo -no hay hombre cuerdo a caballo-
donde sólo queda sujeto a la razón y a la convicción
íntima del cumplimiento del deber.
Espíritu que, aunque forjado en esa relación jinete ca-
ballo, ha seguido presente en nuestras unidades, espí-
ritu que siempre se ha tratado de preservar y transmitir
de antiguos a modernos por ser el distintivo más acu-
sado de nuestra personalidad como Arma, espíritu
46 Alcántara. Una laureada de vida
que hoy sigue vigente, aunque hayamos cambiado el caballo por nuevos y sofisticados sistemas de armas. En
el extremo cuidado que aún hoy se dispensa a estos sistemas, se refleja el tradicional desvelo que el jinete tenía
por cuidar que su caballo estuviese siempre en las mejores condiciones de empleo.
La Caballería ha cambiado radicalmente sus medios de combate, pero sigue cumpliendo las misiones que
tradicionalmente ha tenido asignadas a lo largo de los tiempos. Esta mutación profunda ha sido asumida por
el Arma, cuyos componentes se han visto obligados a orientar sus conocimientos profesionales en la nueva
dirección marcada por los avances tecnológicos, sin que se haya modificado su estilo peculiar de combate,
profundamente arraigado en el alma de sus hombres.
Recordemos un párrafo de nuestro viejo “Reglamento Táctico de Caballería”, que, con tintes románticos y
sugestivas resonancias, condensaba así las pautas de conducta del profesional del Arma: “La firme resolución
de llegar al enemigo y dominarlo por una brillante ostentación de energía, que es la esencia del espíritu jinete,
debe animar desde el soldado hasta el jefe de la gran unidad. Todo Jefe u Oficial de Caballería basará la rapidez
de su actuación no solamente en la velocidad de sus medios, sino también, y principalmente, en una pronta
concepción y decisión y en la elección de una maniobra sencilla y ágil”.
El espíritu del Arma de Caballería tiene su plasmación en una serie de cualidades morales, cuyo denominador
común es la intrepidez, palabra a veces de equívoca interpretación, y que nuestro Diccionario de la Lengua
define, en su versión positiva, como: “arrojo, esfuerzo o valor en los peligros”. En este sentido tiene total vi-
gencia la frase de Clausewitz, cuando sentencia que, “la intrepidez, guiada por la inteligencia, es el sello del
héroe”.
Haciendo eco de las palabras de nuestro General Inspector sintamos ahora y siempre nuestro recuerdo y
gratitud a nuestros antecesores, los Cazadores del Alcántara 14, ejemplo perenne de ese espíritu jinete, que
fueron capaces de combatir en
beneficio de sus compañeros de
armas, sin desfallecer ni volver
jamás la cara al enemigo. Nues-
tra admiración y reconocimiento
a su jefe, el teniente coronel Pri-
mo de Rivera, que con su ejem-
plo supo hacer bueno al genial
Quevedo cuando predicaba:
“Cuánto es más eficaz mandar
con el ejemplo que con el man-
dato, más quiere llevar el solda-
do los ojos en las espaldas de su
capitán, que tener los ojos de su
capitán a sus espaldas”. Lo que
se manda se oye, lo que se ve
se imita.
Todo esto, se personaliza en la
realización de forma única de Monolito en honor al “Regimiento de Cazadores de Alcántara, 14º de Caballería”.
Alcántara. Una laureada de vida 47
los actos que, incluidos en las distintas celebraciones en las que participa el Regimiento Alcántara, se han
convertido con el paso de los años en tradiciones propias de la Unidad.
de la calle así como una placa conmemorativa del 75 Aniversario de la “Gesta de los Héroes de Alcántara”, en
la cual se deposita otra corona de laurel, procediéndose a continuación a realizar un desfile ante dichas placas,
desfile con el que se pone fin a la celebración.
Durante los últimos 20 años, este Regimiento ha venido realizando el acto Honor a los Caídos con la partici-
pación, además de los guiones y banderines del Regimiento, de un caballo desmontado conducido del diestro
por un miembro de la Unidad junto a otro que porta una bandeja en la que lleva un sable y un casco. Estos
dos componentes de la Unidad, junto con los dos portacoronas, visten uniforme de época (actualmente visten
uniforme de campaña / verano de color caqui, correspondiente a los Cazador de Caballería, que se implantó
durante la década de 1920), consiguiendo el conjunto simbolizar al Jinete Caído.
Con los dos portacoronas al frente, seguidos por el caballo del diestro, así como del cazador que porta la
bandeja con el casco y el sable, este conjunto encabeza la formación de los guiones y banderines, que tras la
lectura de la poesía “El Escuadrón de la Locura” se desplazan, al son de la “Muerte no es el final”, hasta el
monolito donde se deposita la corona.
Por otra parte, se está recuperando la tradición de que los desfiles del Regimiento se realicen “montados”.
En estos tiempos, en los que los caballos han desaparecido de las Unidades de Caballería, este desfile “mon-
tado” se realiza sobre los medios que actualmente dispone el Regimiento: Carros de Combate, TOA, s, VCC
Pizarro, así como sobre los vehículos rueda. Como caso singular, durante los últimos cuatro años, este desfile
“montado” se abría con una Escuadra de Lanceros, sustituidos posteriormente por Cazadores de Alcántara, en
traje de época, montados a caballo.
Alcántara. Una laureada de vida 49
Por último, y aunque en desuso, esta Unidad heredó del Regimiento Brabante, con el cual se refundió, en
1763, el privilegio de llevar a la cabeza de la banda de trompetas un jinete vestido a la turca haciendo sonar
unos platillos metálicos. Este privilegio fué concedido el por el Rey Felipe V el 17 de julio de 1731 al Regimiento
Brabante y al Regimiento Alcántara con fecha de 11 de enero de 1769.
Francisco Jose Calderón Barragán
Teniente Coronel de Caballería
Manuel Díaz Ortega
Brigada de Caballería
1 Este Regimiento remonta sus orígenes a 1636, pero no tomó el nombre de Alcántara hasta 1718
54 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 60 x 60 cm
Materia: seda, hilos metálicos, lino
Técnica: raso, damasco, bordado
Datación: 1851
N.º Inv.: ME [CE] 30175
El 18 de mayo de 1844, el Rgto. de línea Borbón n.º 5 tomó el nombre de “4º lanceros de Almansa”, sobre la
base del “5º Borbón”, pero en 1850 recuperó su nombre anterior, mientras que por R.O. del 9 de diciembre
de 1851 volvía a crearse el Rgto. Alcántara, esta vez como 16º de lanceros. En 1859 este pasó a ser 16º de Ca-
zadores; en 1867: 2º de Cazadores, y en 1874: 14º de Cazadores, denominación que conservaría hasta 1931.
Desconocemos la fecha exacta en que recibió este estandarte, pero sin duda se trata del primer roji-gualda
que debió recibir hacia 1851 con el lema “REGIMIENTO LANCEROS DE ALCANTARA 16 DE CABALLERIA”,
bordado en plata sobre sus tres franjas de tafetán, pero modificado hacia 1875, mediante la sustitución de sus
dos franjas rojas originales por otras dos de terciopelo y la sustitución de su lema por el nuevo: “REGIMIENTO
CAZADORES DE ALCANTARA 14 DE CABALLERÍA”.
Con él participó en la campaña de Marruecos, aunque parece lógico pensar que no se hallase presente en el
desastre de Annual y Monte Arruit (1921), ni en la gloriosa carga del 22 de julio, en el que esta unidad sufrió
548 bajas de entre sus 690 hombres.
Es de destacar el que en el cementerio de San Isidro (Madrid), y sobre la tumba de su heroico Tte. Coronel Primo
de Rivera, muerto en Annual, se colocó una hermosa escultura de Benlliure en la que aparece este a tamaño
natural y portando este estandarte. Si sabemos en cambio que en la campaña de reconquista, que culminaría
en 1925 con el desembarco de Alhucemas, utilizó dos guiones de mando, hoy conservados también en el Mu-
seo con los N.º Inv.: 30232 y 30733.
Con este estandarte siguió el Rgto. hasta el 1-XI-1930, cuando recibió en Badajoz otro nuevo ofrecido por los
caballeros de Alcántara (ver N.º Inv.: 30.231).Hoy carece de corbatas, y está colocado en una simple lanza de
caballería, pero en fotografías de 1910 puede verse que la moharra original era de punta de lanza, apoyada
sobre una bola de metal y que tenía cordones con borlas y corbatas con flecos; así como que la bandolera de
su portador era blanca, con una Placa de la Cruz Verde de Alcántara a la altura del pecho.
LSM
Alcántara. Una laureada de vida 55
Medidas: 55 x 73 cm
Materia: seda, algodón, metal
Técnica: damasco, raso, tafetán, bordado
Lugar de Fabricación: España
Datación: 1899
N.º Inv.: ME [CE] 30176
Por Disposición oficial de 1 de marzo de 1899 se ordenó la creación de un Museo del Arma de Caballería con
el fin expreso de reunir cuantos documentos, armas y objetos recuerdan las glorias de la Caballería española.
Este fue instalado en la Academia de Caballería (Valladolid), y entre sus fondos iniciales figuraba una colección
de treinta guiones ornamentales realizados ex profeso para figurar en dicho museo, representando cada uno
de ellos a uno de los cuerpos que en esa fecha componían el arma de Caballería: veintiocho regimientos, mas
la Academia y el Escuadrón de la Guardia Real.
Hemos de insistir en que ninguno de ellos fue usado nunca por unidad alguna, pese a lo cual han venido siendo
citados repetidamente y sin el menor fundamento por multitud de autores como guiones de mando, cuando,
como ya hemos dicho, fueron hechos con fines puramente decorativos.
LSM
56 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 57 x 55 cm
Materia: seda fieltro y cuero
Técnica: tejido, sobrepuesto y tafetán
Lugar de Fabricación: España
Datación: 1924 – 1930
N.º Inv.: ME [CE] 30232
Este guión y el referenciado como N.º Inv.: 30733 fueron adoptados y usados por el Rgto. de Alcántara en la
Guerra de Marruecos durante un periodo impreciso, entre su reorganización en 1921 y la reconquista total del
territorio en 1927.
No hemos hallado reglamentación específica alguna acerca del colorido asignado a los guiones de los distintos
escuadrones de un regimiento de caballería con anterioridad a 1945, pero al parecer fueron los mismos que
fijaba la R.O. de 15 de noviembre de 1878 para los banderines de las compañías de infantería: 1º rojo, 2º
amarillo, 3º blanco, 4º verde, 5º morado, 6º celeste, 7º en diagonal blanco y rojo y 8º en diagonal amarillo y
verde, y conforme a esta suposición nos hallaríamos ante el guión de su primer escuadrón.
Normalmente un regimiento de caballería había contado con cuatro o cinco escuadrones a lo sumo, pero por
R.O. de 22 de enero de 1927 el de Alcántara quedó organizado en tres grupos de a tres escuadrones.
LSM
Alcántara. Una laureada de vida 57
Medidas: 57 x 55 cm
Materia: seda, fieltro, cuero
Técnica: raso, bordado, damasco
Lugar de Fabricación: España
Datación: 1925 - 1927
N.º Inv.: ME [CE] 30733
Al igual que el N.º Inv.: 30232, este guión fue utilizado por un escuadrón del Rgto. Alcántara en un periodo
impreciso de su campaña africana, tras su reorganización de 1921 y hasta la reconquista del territorio en 1927.
Suponiendo que el sistema de colores asignados a estos guiones fuese el mismo que se reglamentó para la
infantería en 1878, nos hallaríamos ante el guión de su 7º escuadrón, fuerza que no alcanzó el Rgto. hasta la
etapa final de dicha campaña. Normalmente un regimiento de caballería había contado con cuatro o cinco es-
cuadrones a lo sumo, pero por R.O. de 22 de enero de 1927 el de Alcántara quedó organizado en tres grupos
de a tres escuadrones.
LSM
58 Alcántara. Una laureada de vida
Guión de mando usado por el coronel del Regimiento Alcántara n.º 14,
D. Miguel Ponte (1926 – 1927)
Medidas: 60 x 70 cm
Materia: seda, metal
Técnica: tafetán, bordado
Datación: 1930
N.º Inv.: ME [CE] 30231
Ofrecido por los caballeros de Alcántara al Rgto. del mismo nombre para sustituir al anterior ( ver Inv.: ME [CE]
30175), su entrega tuvo lugar en la catedral de Badajoz - a causa de la lluvia - el 1 de noviembre de 1930,
siendo su madrina Dña. Ángela Heptener, esposa del General Gobernador D. Alfredo Coronel.
Tiene el lema REGIMIENTO CAZADORES DE ALCANTARA 14 DE CABALLERÍA, bordado alrededor de su escu-
do central, del que hay que destacar que luce el cuartelado de Castilla, León, Aragón y Navarra, típico de los
últimos años del reinado de Alfonso XIII, así como el que su reverso no es el roji-gualda reglamentario, sino
verde con la cruz también verde de la orden de Alcántara (diseño similar al N.º Inv.: ME [CE]30234). Luce tres
corbatas, respectivamente roja, amarilla y verde, esta última con la cruz de Alcántara bordada.
Este estandarte tuvo un uso casi efímero, ya que al proclamarse la II República y por decreto del 25 de mayo
de 1931 el Rgto. de Alcántara pasó a convertirse en Grupo de Auto-ametralladoras, con sede en Aranjuez,
recibiendo como tal un nuevo estandarte tricolor.
LSM
60 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 52 x 52 cm
Materia: seda, algodón, hilo metálico
Técnica: damasco, tafetán, bordado
Datación: 1931
N.º Inv.: ME [CE] 24066
Este estandarte es uno de los diez construidos en 1931 para un número igual de Rgtos. de Caballería, (todos
calificados como “de Cazadores”) resultantes de la reforma del arma realizada en ese año tras la llegada de
la 2ª República.
Actualmente su franja inferior morada está oculta por otra de damasco rojo, sobrepuesta en 1936, al tiempo
que se desbordaban los castilletes de la corona mural de su escudo, para darle un aspecto de corona abierta
“menos republicana”, así como la cifra ordinal del Rgto. que figuraba sobre la franja amarilla.
Afortunadamente, y gracias a las antiguas puntadas aún perceptibles en el paño, podemos afirmar que se trata
del estandarte entregado en Zaragoza, el miércoles 7 de Octubre de 1931, aniversario de la batalla de Lepanto,
al Rgto. de Cazadores de Caballería n.º 1, creado por la fusión de los antiguos Rgtos. de Caballería del Rey y de
Castillejos, y condecorado con una corbata de San Fernando heredada del disuelto Rgto. del Rey.
En 1935 fue rebautizado como Rgto. Castillejos n.º 9, pero en julio de 1936, al unirse al bando nacional, era
todavía designado en ocasiones como Rgto. n.º 1.
En 1939 fue reutilizado por el Grupo de Explotación y Exploración n.º 9, creado en Larache (a donde ignoro
como llegó este estandarte), y que en 1940 pasó a denominarse Rgto. Mixto de Caballería n.º 19, continuando
con su misma enseña, incluso cuando en 1943 se convirtió en Rgto. de Dragones de Alcántara n.º 15, en Me-
lilla, heredando además el historial de los Cazadores de Vitoria.
Poco después, recibió un nuevo estandarte (ver N.º Inv.: 19004), quedando este retirado de servicio pero en
poder del Rgto., hasta al menos 1955, ya que aún no figura en el catálogo del Museo de ese año.
LSM
2 Estandarte del Rgto. de Caballería n.º 1 ( 1931- 1936), después Rgto. Castillejos n.º 9 ( 1935- 1939), Grupo de Explotación y Exploración n.º
9 (1939 - 1940), Rgto. Mixto de Caballería n.º 19 ( 1940- 1943) y Rgto. de Dragones de Alcántara n.º 15 ( 1943- ca. 1945).
Alcántara. Una laureada de vida 61
Medidas: 55 X 55 cm
Materia: seda, hilo metálico
Técnica: tafetán, cosido, bordado
Datación: 1945
N.º Inv.: ME [CE] 19004
En 1943 el Rgto. Mixto de Caballería n.º 19 tomó la nueva denominación de Rgto. de Dragones de Alcántara
n.º 15, el cual aunque inicialmente siguió con el estandarte del cuerpo anterior (ver n.º 24066), enseguida reci-
bió este nuevo, con el lema “REGIMIENTO DE CABALLERIA/ DRAGONES DE ALCANTARA Núm. 15”, bordado
en letras negras ribeteadas de oro, siguiendo con el, pese a los sucesivos cambios de denominación del cuerpo,
hasta el 22 de octubre de 1961, cuando fue sustituido en Jaén por otro nuevo .
LSM
3 Cazadores de Alcántara n.º 15 (1958 - 1960), Agrupación Blindada Alcántara (1960- 1961) Rgto. Blindado Alcántara n15 (1963 - 1965)
62 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 54 x 52 cm
Fecha Fabricación: 1961
N.º Inv.: ME [CE] 38088
En 1965 el Grupo Ligero Blindado n.º 2 pasó a ser Rgto. Ligero
Acorazado de Alcántara n.º 10, dejando de usar el estandarte que
había recibido en 1960, y que había pertenecido antes al Grupo de
Regulares de Caballería de Melilla n.º 2 (ver N.º Inv.: 70166), para
recibir a cambio este, que había pertenecido a la Agrupación Blin-
dada de Alcántara, disuelta ese mismo año, y que le había sido entregado en Jaén el 22 de octubre de 1961,
ofrecido por su Alcalde D. José María García Segovia, siendo madrina Dña. Socorro Gutiérrez Sánchez-Alcázar.
Al ser heredero de los Regulares de Caballería n.º 2 y 5, y del Rgto. de Cazadores Taxdir n.º 2, se le colocaron
las diversas corbatas ganadas por dichos cuerpos:
Dos de San Fernando:
Una ganada por el Tercer escuadrón de Regulares 2, por Orden de 18 de marzo de 1939
Una del Regulares 5, por Orden del de 20 de agosto de 1943
Ocho de la Medalla Militar:
Al 1. Escuadrón de Regulares 2, por Orden
er
Al 3.er Escuadrón de Regulares 2, por Orden
de 23 agosto 1923 de 23 agosto 1923
Al 3.er Escuadrón de Regulares 2, por Orden Al Escuadrón de Ametralladoras Rgto. Cazadores
de 23 agosto 1923 Taxdir n.º 29 por Orden de 16 octubre 1923
Al 3.er Escuadrón de Regulares 2, por Orden Al 2.º Escuadrón de Regulares 5, por Orden
de 9 junio 1938 de 9 junio 1938
Al 3.er Escuadrón de Regulares 5, por Orden Al 2.º Escuadrón de Regulares 5, por Orden
de 9 junio 1938 de 9 mayo 1940
Al 3.er Escuadrón de Regulares 5, por Orden
de 9 mayo 1940
Su lema original fue sustituido por el nuevo “REGIMIENTO LIGERO/ ACORAZADO/ ALCANTARA N.º 10”, si-
guiendo así con este estandarte hasta el 31 de enero de 1985, cuando recibió otro nuevo con el escudo Cons-
titucional rodeado del lema “CABALLERIA/ REGIMIENTO ACORAZADO ALCANTARA N.º 10”.
LSM
Real y Militar Orden de San Fernando
Alcántara. Una laureada de vida 65
Placa de la Real y Militar Orden de San Fernando, Cruz de plata de 1.ª clase,
sencilla, para jefes y oficiales, del capitán capellán D. Jesús Moreno Álvarez
Medidas: diám. 7 cm
Materia: lana, seda, hilo metálico
Técnica: bordado
N.º de Inv.: ME [CE] 41599
Corona de laurel bordada sobre tejido color caqui,
formada por dos ramas de laurel con tallos y fru-
tos dorados, unidas por su extremo inferior. En el
espacio interior de la corona, tejido de color rojo
sin leyenda.
Esta condecoración corresponde a la tipología de-
nominada escudos de distinción. En la actualidad,
los escudos de distinción en los uniformes indican
la concesión de una condecoración con carácter
colectivo a una unidad, y fue precisamente la Real
y Militar Orden de San Fernando quien inició esta
modalidad. En su quinto Reglamento, de 5 de julio
de 1920, quedó establecido el modelo destinado a
representar este tipo de recompensa: una corona
de laurel con la fecha de la acción en el interior,
bordada en el antebrazo de la manga izquierda del
uniforme.
SGR
Alcántara. Una laureada de vida 71
Medidas: 170 x 10 cm
Materia: seda, hilo metálico
Técnica: bordado, pasamanería, Gros de Tours
N.º de Inv.: ME [CE] 97878
Cinta de color rojo con sendas listas verticales de color naranja próximas a los bordes, con extremos rematados
en flecos dorados. Junto a los flecos, cruz bordada formada por cuatro espadas unidas por sus pomos y orladas
por corona de laurel.
La corbata con los colores de la Orden y la bandera con la divisa de la misma, han integrado las recompensas
colectivas otorgadas a regimientos, batallones o escuadrones desde el primer Reglamento de la Orden de San
Fernando, de 1811. El quinto Reglamento de la Real y Militar Orden de San Fernando estableció en 1920 que
para la concesión de las recompensas colectivas, el Cuerpo debería haber perdido en la acción al menos un
tercio de su fuerza (heridos y muertos), además de haber acreditado disciplina y valor extraordinario. También
consideraba digno de acceder a la concesión el hecho de que la mitad de las unidades que lo formaran hubiese
realizado acciones meritorias de la recompensa estando aisladas del resto del Cuerpo.
SGR
Alcántara. Una laureada de vida 73
Espada-sable para oficial general modelo 1908 del tte. gral. D. Mariano
Gómez Zamalloa
Sable con vaina para oficial de Infantería modelo 1887 del cap. D. Manuel
Muñoz Olivé
Medidas: long. total 90,5 cm, long. hoja 76,5 cm anchura hoja 2,2 cm
Peso: 642 gr
Materia: acero, madera, piel, textil
Técnica: forjada, labrada, fundida, troquelada, esmaltado, cosido
Lugar de fabricación: Fábrica de Armas de Toledo
Datación: 1896
N.º de Inv.: ME [CE] 25328
Sable reglamentario para oficiales de infantería con fiador de cordón negro . De la
vaina lleva prendido un lazo con los colores de la bandera nacional y en su centro
una insignia con la cruz laureada en esmalte.
El capitán D. Manuel Muñoz Olivé murió en la Guerra de África, junto al Kert, el 27
de Diciembre de 1911, concretamente en la acción de Izarrora como capitán del
Regimiento Melilla 59 y por la cual se le concedió la cruz laureada de San Fernan-
do. Ingresó en el Museo de Infantería en 1912.
GDB
Medidas: 8,1 x 9 x 1 cm
Materia: metal, alpaca, esmalte
Técnica: estampación, orfebrería, esmaltado,
grabado
Datación: 1909
N.º de Inv.: ME [CE] 30603.01
D. José Cavalcanti se distinguió, siendo Teniente Co-
ronel de Caballería, en varias acciones de la campa-
ña de Melilla, llegando a ser laureado con la Cruz de
San Fernando por su comportamiento al frente del
4º Escuadrón del Regimiento de Cazadores de Alfonso XII en la carga de Taxdirt (20 de septiembre de 1909).
Con motivo de esta concesión, sus “amigos del elemento civil” le regalaron una pitillera “en prueba de admi-
ración y cariño”, tal y como recoge la inscripción grabada en su interior, a la que se añadió una Cruz Laureada
de San Fernando, en reconocimiento de tan alta distinción.
Desde 1919, José Cavalcanti recibió el título de marqués de Cavalcanti, y desempeñó altos mandos militares,
como el de Comandante General de Melilla tras el desastre de Annual (1921).
JITE
78 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 56 x 42 cm
Materia: pergamino, tintas
caligráficas, pigmentos.
Técnica: manuscrito, miniado,
acuarela
Lugar de fabricación: Esperanza y
Unceta (Guernica) España
Datación: 1947
Autor: José Ordoñez Valdes
N.º de Inv.: ME [CE] 7719
El Capitán de Artillería, D. Luis Fer-
nández Hercé, cuyo retrato oval
aparece representado en la parte su-
perior izquierda del pergamino, fue
condecorado con la Cruz Laureada
de San Fernando por los méritos
contraídos durante el combate del
Zoco El Jemis, celebrado el 30 de
septiembre de 1909 en las inmedia-
ciones de Melilla.
El documento describe los méritos
que le llevaron a merecer tal recom-
pensa, recogiendo las conclusiones
del expediente del juicio contradic-
torio incoado para depurar su ac-
tuación al frente de una batería de
artillería, tal y como ilustra el dibujo
que encabeza el pergamino.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 79
Medidas: 50 x 36 cm
Materia: pergamino, tintas caligráficas,
pigmentos
Técnica: manuscrito, acuarela, dorado
Datación: 1923
Autor: José Ordoñez Valdés
N.º de Inv.: ME [CE] 24419.01
El pergamino aparece coronado por la
Cruz Laureada de San Fernando, en alu-
sión a su concesión al Teniente de Infan-
tería D. Francisco Araciel Carballo, quien
falleció el 10 de enero de 1922 defen-
diendo la posición de Dra Asef, en la cá-
bila de Aj-Mas.
El texto del documento, que describe los
méritos contraídos por el Teniente Ara-
ciel para ser merecedor de tal condecora-
ción, se encuentra rodeado por una orla
vegetal en la que se inscribe el escudo de
armas del Grupo de Fuerzas Regulares In-
dígenas de Ceuta N.º 3, al que pertenecía
el Teniente, así como una representación
de la acción en la que fue mortalmente
herido.
JITE
80 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 64 x 30 x 29 cm
Materia: bronce
Técnica: cincelado, modelado,
fundido en hueco
Lugar de fabricación: Fábrica
de Trubia
Datación: 1947 (fundición);
1922 (modelo en escayola)
Autor: Mariano Benlliure
N.º de Inv. ME [CE] 40647
Busto realizado por el escultor
Mariano Benlliure (Valencia
1862-Madrid 1947) en 1922,
aunque la fundición data,
como muestra la placa que
se encuentra en el lateral iz-
quierdo de la pieza, de 1947,
en la Fábrica de Trubia.
En esta obra podemos ver
muchos de los elementos que
caracterizan los retratos escultóricos del artista valenciano: de gran realismo y minuciosidad de detalles, consi-
gue captar, a través de la calidad técnica de su modelado, la expresividad en la mirada del retratado, lo que le
aporta una fuerza especial. En sus líneas se evoca cierta influencia del modernismo imperante en el momento
de su realización. Le retrata en una edad avanzada. Con uniforme, de su cuello cuelga la insignia del Toisón de
Oro y luce una condecoración: la Gran Cruz de San Fernando. Con largas patillas que se juntan con el espeso
bigote, le cubre la cabeza un casco. En el Museo se conserva igualmente el molde de vaciado de la pieza, con
Número de Inventario 98875.
Mariano Benlliure (Valencia 1862-Madrid 1947) se considera el último gran maestro del realismo decimonó-
nico. Formado en Valencia, Madrid, París y Roma, su estilo rompe con el idealismo que perduraba desde el
Romanticismo. Su obra se caracteriza por su gran realismo (sobre todo en la veracidad anatómica de las figuras)
y su sentido narrativo, además de la riqueza de detalles. Utiliza tanto técnicas provenientes de la pintura, como
los juegos de luces, como de la plástica modernista. Pero sin duda, su principal característica es la plasmación
del movimiento y la expresión de los personajes. Estas características y su versatilidad, ya que cultivó diversos
géneros, le valieron gran fama tanto en España como en el resto de Europa y América.
BJB
Alcántara. Una laureada de vida 81
Medidas: 38 x 18 x 16 cm
Materia: marfil, madera
Técnica: esculpido, pulido
Lugar de fabricación: Manila
Datación: 1887
Autor: Vicente Francisco
N.º de Inv. ME [DE] 5000030
Escultura en marfil del Rey D.
Alfonso XII. El autor lo repre-
senta de frente, bigote con
las guías hacia arriba, unifor-
mado con los entorchados de
Teniente General en el ros y
grandes charreteras. Lleva
dos medallas y la Laureada de
San Fernando.
El marfil está muy pulido en la
cara y más rugoso en el res-
to. Está realizada en tres par-
tes: en una pieza de marfil el
busto en sentido estricto; en
una segunda pieza de marfil,
la peana del busto, unido a la
primera pieza; y todo ello descansa sobre una peana o pedestal de madera de tipo tropical (posiblemente iro-
co). Esta última, en origen estuvo decorada con 8 placas de marfil: cuatro en los lados y cuatro en la esquinas;
sólo se conservan cuatro placas: dos de lateral y dos de esquinas. Las placas esquineras, cuyas medidas son de
3.6x2.1 cm, llevan como decoración en relieve torres de ingenieros, y al ser las dos iguales, podemos deducir
que las dos que faltan presentarían la misma decoración. Por su lado, las dos placas laterales, con medidas de
2.4x6.4 cm, se conservan en el frente y trasera de la peana, y cada una presenta un motivo diferente: la de
la delantera tiene un escudo real, y la trasera presenta los datos de realización de la obra: “Vicente Francisco.
Manila. 1887”.
BJB
Historia
Oficial de Caballería española. Guerra de los Treinta Años (1616-1648). Augusto Ferrer-Dalmau.
Alcántara. Una laureada de vida 85
La obra nos muestra una escena de época. Sobre un fondo de un cuadro de piqueros con su bandera, se nos
presenta un oficial de caballería en todo su esplendor; a destacar el magnífico corcel que monta, la postura de
entrega del mismo a su jinete, expresada en la doblez de su cerviz, dobles riendas para su manejo en combate
y cartucheras para portar pistolas o arcabucillos denominados de arzón pudiéndo ser de rueda o pedernal; a su
vez el jinete aparece tocado con chambergo de fieltro fino, como prenda de cabeza, fina camisa que destaca
sobre la refulgente media armadura de a caballo, porta espada de conchas de caballería, guanteletes y botas de
cuero, los unos forrados y las otras largas con protección por encima de las rodillas, cierra el cuadro un toque
de vivo color rojo, que representa la banda horizontal que el jinete porta colocada en su cintura.
Ferrer-Dalmau “el pintor de batallas” plasma de nuevo con gran contundencia la dualidad de la caballería,
aunque esta vez desde la quietud del conjunto jinete caballo en contraposición a la fuerza que expresa de por
si una carga de la caballería.
JABA
86 Alcántara. Una laureada de vida
Arcabucillo de Arzón
Medidas: long. total 110 cm, long. hoja 74 cm, anchura hoja 15 cm
Peso: 0,820 Kg
Materia: acero, madera
Técnica: forjada, labrada, fundida, grabada
Lugar de fabricación: Fábrica de Armas de Toledo
Datación: ca. 1970
N.º de Inv.: ME [CE] 90522
Sable con hoja ligeramente curvada con filo al exterior. Empuñadura con cazoleta cerrada donde figura la cruz
de Alcántara. En la hoja se lee ORDEN MILITAR DE ALCÁNTARA. se trata de una producción para el mercado
civil destinada a abastecer a los miembros de la Orden Militar de Alcántara.
GDB
Medidas: long. total 106,5 cm, long. hoja 91,8 cm, anchura 3,7 cm
Materia: acero, madera, cuero
Técnica: forjada, labrada, fundida, curtido
Lugar de fabricación: Real Fábrica de Armas de Toledo
Datación: 1808
N.º de Inv.: ME [CE] 25223
Espada de hoja recta y ancha con bigotera, a seis mesas y dos filos corridos. La empuñadura es de cazoleta con
dos gavilanes curvados y aro guardamanos. Puño de madera forrado de cuero.
GDB
Trompeta de caballería
Medidas: 41 x 20 x 15 cm
Materia: latón, cordonería
Datación: ca. 1800
N.º Inv.: ME [CE] 41.190
Instrumento musical de viento formado por un tubo cónico con una vuelta, cu-
bierto con cordón rojo que deja libre la embocadura y la campana. Se trata del
instrumento más característico del Arma de Caballería.
Desde mediados del siglo XVIII el Alcántara, al igual que el resto de Regimientos
de Caballería, contaba con 12 trompetas, a razón de uno por escuadrón. Estos
trompetas eran los encargados de transmitir las órdenes al resto de soldados,
tanto en el cuartel como en maniobras o en campaña, mediante los toques de
Ordenanza que estaban pautados y publicados en Reglamentos como el de 1774.
JITE
Medidas: long. total: 93; long. hoja: 81,5 cm, anchura hoja: 4,1
Peso: 0,837 kg
Materia: madera, acero
Técnica: forjado, grabado al ácido, dorado, pavonado
Lugar de fabricación: Gran Bretaña
Datación: 1800 circa
N.º de Inv.: ME [CE] 41146
Sable de procedencia inglesa utilizado en la Guerra de Independencia española con guarnición de estribo con
puño de madera forrado gallonado y alambrado. Ancha hoja curvada con filo corrido al exterior. Presenta pa-
vonado el tercio fuerte de la hoja y decorado con motivos militares grabados y dorados.
GDB
Medidas: 72 x 33 x 175,5 cm
Materia: textil, metal, madera, cuero
Técnica: cosido, curtido
MUSEO ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID,
ETE9-1019
Reproducción del uniforme de un Alférez Portaes-
tandarte del Regimiento Alcántara a comienzos del
reinado de Carlos IV. Viste casaca de paño de color
blanco con el cuello y las vueltas de las bocamangas
verdes; las solapas son curvas y también verdes, con
siete botones dorados a cada lado. Por su parte, el
calzón de paño es de color blanco -aunque debería
ser verde, tal y como se aprecia en las representacio-
nes de los Estados Militares de la época, y anteado
a partir de 1791-. El sombrero es de forma acandi-
lada, de fieltro negro con galón dorado y escarapela
encarnada.
El Alférez porta una bandolera verde de vivos dora-
dos de la que pende la cuja para portar el estandarte
blanco, con la cruz de Alcántara en el centro y cua-
tro flores de lis doradas en las esquinas.
JIFE
106 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 29 x 19 cm
Material: papel, pigmentos
Técnica: estampa coloreada a la acuarela
en sepia, amarillo, verde y carmín
Lugar de fabricación: España
Datación: 1791
ARCHIVO GENERAL MILITAR DE
MADRID, CAJA 7001, CARPETA 21,
PÁGINA 63
Dentro de un volumen encuadernado
con el título “Estado que manifiesta la
divisa de todo el Exercito de España so-
bre el hultimo Reglamento de Este Año
de 1791”, la lámina 61 está dedicada al
Regimiento de Caballería de Alcántara.
El volumen, que consta de 91 estampas,
es un estado gráfico de los uniformes
de los Regimientos de Infantería, Arti-
llería, Ingenieros, Caballería y Milicias,
con indicación de la fecha de creación
de cada uno de los Regimientos. Entre
los siglos XVII y XIX, la identificación de
los cuerpos militares propios y enemi-
gos mediante uniformes llamativos re-
sultaba esencial para la organización de
cualquier Ejército, y un detalle como la
escarapela roja en el sombrero de tres
picos era característico de todas las uni-
dades de Caballería de España.
MJSC
Alcántara. Una laureada de vida 107
Medidas: long. total 272 cm long. hoja 39,5 cm, anchura hoja 2,14 cm
Peso: 1,75 kg
Materia: madera, acero, cuero
Técnica: forjado, curtido, labrado, grabado
Lugar de fabricación: Fábrica de Armas de Toledo
Datación: 1839
N.º de Inv.: ME [CE] 111251
Lanza de caballería utilizada en 1839 por los cuerpos de lanceros, Está formada por un asta de madera, con
moharra de sección romboidal de dos filos. Está unida al asta por dos barretas desiguales, teniendo en la más
larga tres botones para la sujeción de la banderola. El asta está rematada por un regatón troncocónico y tiene
un portalanzas de cuero. Los lanceros del Alcántara pudieron llevar este tipo de lanzas ya que existió una gran
cantidad de modelos semireglamentarios.
GDB
Medidas: long. total 29,5 cm, long. cañón 15,8 cm, calibre 11
mm
Peso: 0,983 kg
Materia: madera, acero, lacre
Técnica: mecanizado-templado, troquelado, labrado
Lugar de fabricación: Trubia (España)
Datación: 1858
N.º Inv.: ME [CE]3547
Revolver con tambor de seis recámaras del sistema Lefau-
cheux reglamentario en la caballería española desde 1858.
Este ejemplar posee un lacre del Ministerio de la Guerra. Este detalle y el poseer el número 1 en el armazón
parece indicar que se trate del modelo aprobado a imitar en fábrica.
GDB
Medidas: long. total: 96,3 ; long. cañón: 57,2 cm; calibre: 14,4 mm
Peso: 3,13 kg
Materia: madera, metal
Técnica: Labrado, forjado, troquelado, fundido
Lugar de fabricación: Fábrica de Armas de Trubia (Oviedo)
Datación: 1864
N.º de Inv.: ME [CE] 4245
Arma de fuego larga para caballería con cañón de ánima rayada y sistema de percusión. Se trata concretamen-
te de una modificación Anckerman, debida a Antonio Anckerman armero del entonces Museo de Artillería.
GDB
110 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: long. total 27,5 cm, long. cañón 15,5 cm, calibre 11 mm
Materia: madera, acero
Técnica: forjado, mecanizado-templado, pavonado, troquelado,
labrado
Lugar de fabricación: Trubia (España)
Datación: 1891
N.º Inv.: ME [CE]34400
Revolver de simple acción con tambor para seis cartuchos Lehau-
cheux o de espiga, reglamentario en la caballería española desde
1863, partiendo del modelo 1858.
GDB
Medidas: long. total 103 cm, long. hoja 87,5 cm, anchura hoja
Peso: 1,250 kg
Materia: hueso, metal (acero), hilo de cobre
Técnica: forjado, fundido
Lugar de fabricación: Fábrica de Armas de Toledo
Datación: 1832
N.º Inv.: ME [CE] 30600
Perteneció al Coronel de Húsares de la Princesa Pedro Regalado Elio cuando cayó en Orduña en 1836 durante
la primera Guerra Carlista, y por cuya acción obtuvo la laureada. Fue donado por el General Don Fausto Elio a
la colección Romero Ortiz, quien a su vez donó su colección al Museo de Infantería.
GDB
Medidas: 2 cm
Materia: metal
Técnica: troquelado, estampación
Datación: 1892
N.º Inv.: ME [CE] 90283
Botones planos de metal blanco, decorados
con dos lanzas y dos sables cruzados, en re-
lieve, que representan el emblema del Arma
de Caballería. Formaban parte de la guerre-
ra del uniforme de Caballería según el regla-
mento de 11 Junio de 1892.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 115
Medidas: 22 x 26 x 33 cm
Materia: metal, cuero
Técnica: fundición, estampación, curtido
Datación: 1856
N.º Inv.: ME [CE] 30036
Casco de chapa de hierro de forma ovoide con visera redondeada, pico tronco-
cónico y carrilleras de escamas de latón. Presenta una placa frontal rafagada con
el n.º 1 isabelino, correspondiente a la cifra del regimiento de lanceros al que
perteneció.
En esta época el Alcántara era el Regimiento de Lanceros n.º 16, denominación
que mantuvo hasta 1859 cuando, por R.O. de 29 de enero, pasó a ser Regimiento
de Cazadores. Por tanto, este sería el modelo de prenda de cabeza que portaría
el Alcántara a partir del Reglamento de 1856, -eso si variando la cifra de la plaza
frontal-. Además, por esta Real Orden los lanceros pasaron a vestir de color azul turquí, en sustitución de las
casacas rojas y pantalones grises que se establecieron en 1851.
JITE
Medidas: 24 x 31 x 38 cm
Materia: hierro, latón, cuero, crin de caballo
Técnica: fundición, estampación, troquelado, curtido
Datación: ca. 1851
N.º Inv.: ME [CE] 30040
Casco de hierro “a la romana” con cimera de latón “a la Minerva”, profusa-
mente decorada, en cuyo extremo sustenta un pequeño bombillo con penacho
de crin de caballo. En la parte frontal porta una placa de latón con rafagado y
escudo ovalado con las armas reales bajo corona real; en una de las correas de
cuero del barboquejo conserva dos placas de latón a modo de escamas.
El Reglamento de 1851 disponía el empleo de este tipo de cascos para lanceros,
junto a una nueva uniformidad compuesta por casaquilla de color grana, pantalón
gris celeste con franja grana y media bota negra. Esta sería la uniformidad del Al-
cántara tras su reaparición, por R. D. de 9 de diciembre de 1851, como Regimiento
de Lanceros de Alcántara n.º 16. No obstante, desde 1844 el Regimiento Borbón n.º 5 cambió su nombre por el de
Alcántara n.º 4 de Lanceros, denominación que mantuvo, salvo variaciones en la numeración, hasta el R.D. de 1851.
JITE
116 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 74 x 53 cm
Materia: algodón, hilo, metal
Técnica: tafetán, cosido, troquelado, estampación
Datación: 1892
N.º Inv.: ME [CE] 202412
Guerrera de rayadillo de hilo azul y blanco, de cuello recto con cierre de
corchete y cosido el número del regimiento a ambos lados, en este caso
perteneciente al Sagunto n.º 8. Presenta hombreras rectas, dos bolsillos con
carteras en el pecho y siete botones de metal blanco con dos lanzas y dos
sables cruzados que corresponden al emblema del Arma de Caballería, tal y
como recoge el Reglamento de Uniformidad de 1892 para tropas de Caba-
llería en Ultramar.
Esta guerrera ilustra la uniformidad que vestía el escuadrón del Alcántara que
fue enviado a Cuba a finales de 1895, al mando del Comandante Ernesto
Gómez Suarez. Allí quedó integrado provisionalmente en el Regimiento Ex-
pedicionario de la Reina n.º 2, con el que participó, entre otras, en las acciones de la Habana, Pinar del Río y las
Villas, hasta su regreso a la Península en 1898.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 117
Medidas: 86 x 63 x 55 cm
Materia: cuero, madera, metal
Técnica: curtido, repujado, cosido, forjado
Datación: ca. 1995
N.º Inv.: ME [CE] 90193
Copia de la silla de cuero usada por el General Antonio Maceo Grajales,
líder cubano que encabezó la resistencia a la presencia española en la isla.
En ella montaba el día de su muerte, acaecida el 7 de diciembre de 1896,
cuando trataba de atravesar las líneas españolas y romper el cerco a Punta
Brava. El original fue objeto de permuta con el gobierno de la República
de Cuba en 1995.
JITE
Medidas: long. total 97 cm, long. hoja 81, anchura hoja 3,2 cm
Peso: 0,750 Kg
Materia: asta, acero
Técnica: forjado, tallado
Lugar de fabricación: Hartford (Estados Unidos de América)
Datación: ca. 1890
N.º Inv.: ME [CE] 25298
Machete utilizado por las tropas españolas en la Isla de Cuba. Hoja ancha y larga con filo corrido al exterior y
empuñadura formada por dos cachas de asta unidas por cinco pasadores. En las zonas iniciales de la hoja, bi-
gotera, aparecen dos inscripciones COLLINS &ACERO FINO CALIDAD GARANTIZADA/ LA CATALANA TENIENTE
REY, 26 HABANA. La primera hace referencia a la fábrica, mientras que la segunda se refiere a la tienda que
las comercializaba.
GDB
118 Alcántara. Una laureada de vida
Miniatura que representa a un Capitán del Regimiento de Cazadores de Alcántara montado a caballo. Respon-
de al Reglamento de uniformidad para Caballería de 1909, vistiendo chaqueta de paño azul cristina abrochada
con siete botones plateados, con cuello, bocamangas y vivos blancos. El calzón del mismo color que la guerrera
y dos franjas blancas en los costados, mientras que la prenda de cabeza es un chacó con forrajera para fijarlo
a la chaqueta por la espalda.
Por lo que respecta a la montura, la manta es de color azul cristina con dos vivos blancos bordeándola y la cruz
de Alcántara en ambos costados de la misma.
JITE
Detalles del pergamino con el Historial del Regimiento de Cazadores de Alcántara N.º 14.
Museo del Regimiento de Cazadores Alcántara N.º 10
Detalles del pergamino con el Historial del Regimiento de Cazadores de Alcántara N.º 14.
Museo del Regimiento de Cazadores Alcántara N.º 10
Heroísmo
La Caballería
Augusto Ferrer-Dalmau.
Alcántara. Una laureada de vida 127
La Caballería
La buenaventura
La carga
Medidas: 72 x 59 cm
Materia: papel, tinta, madera, cristal
Técnica: impresión fotomecánica
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE
VALLADOLID, ETE-9
Sobre una reproducción del mapa realizado en
1921 por el Capitán de Estado Mayor Alfonso
Rey Pastor, que representa la zona del Protecto-
rado español entorno a Melilla, aparece señali-
zada en color verde la ruta seguida por las tropas
españolas durante el repliegue de Annual, así
como los lugares donde tuvieron lugar las car-
gas del Regimiento Alcántara para proteger la
huida desordenada de la columna. (círculos de
color rojo).
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 131
Porra rifeña
Medidas: 45 x 9 cm
Materia: madera, hierro, plomo
Técnica: martilleado, tallado
Datación: 1909
N.º de Inv.: ME [CE] 31355
Arma contundente, de madera maciza, empleada por los com-
batientes rifeños contra las tropas españolas durante la Campa-
ña de Marruecos. La parte superior, de forma esférica, presenta
un pequeño orificio relleno de plomo y una guarnición de 20
clavos de hierro incrustados.
Fue tomada por el Regimiento de Infantería de las Navas n.º 10
durante el combate de Hidum (en las proximidades de Melilla), el 22 de septiembre de 1909.
JITE
Medidas: 14 x 6 x 18 cm
Materia: cuero, latón
Técnica: curtido, cosido, estampación, troquelado
Datación: 1892
N.º de Inv.: ME [CE] 25821
Estuche de cuero negro, de forma trapezoidal, con dos peque-
ñas correas para unirlo a la bandolera. Sobre la parte exterior de
la tapa presenta, en latón dorado, el emblema de Cazadores,
consistente en dos fusiles cruzados rodeados de dos palmas. La
bandolera, también de cuero negro, lleva un aplique de latón
dorado con la cifra “A XIII” (Alfonso XIII) bajo corona real.
Perteneció al Teniente Coronel D. Federico Julio Ceballos quien, al mando del Regimiento de Infantería de Meli-
lla, falleció el 18 de Julio de 1909 durante la defensa de la posición de Sidi Ahamed el Hach (próxima a Melilla).
JITE
Gumia
Espingarda de percusión
Medidas: 35 x 35 x 148 cm
Materia: madera, metal, espejo
Técnica: conformado industrial
Datación: ca.1900
N.º de Inv.: ME [CE] 42034
Instrumento de telegrafía óptica compuesto de un espejo móvil de forma
circular montado sobre un trípode de madera. Transmite señales por medio
de la reflexión de los rayos solares en el espejo, empleando para la comuni-
cación el código Morse.
Este heliógrafo fue empleado por las tropas del Regimiento de Telégrafos
durante la defensa de la posición de Kudia Tahar que protegía el paso ha-
cia Tetuán, asediada por los rifeños antes del desembarco de Alhucemas
(1925).
JITE
136 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: Long. total 320 cm, Long. cañón 108 cm, Anchura total 113 cm
Peso: 512 kg
Materia: acero, madera
Técnicas: mecanizado, estampado
Lugar de fabricación: Sevilla (Fábrica de Artillería), Creusot (Francia)
Datación: 1921
N.º de Inv.: ME[CE] 7644
Pieza reglamentaria en la artillería española y que sirvió en toda la contienda, siendo por ejemplo el tipo de pie-
za que defendió con su vida el Capitán de Ingenieros Felix Arenas defendiendo la retaguardia en Monte Arruit.
Cañón de retrocarga por cierre de tornillo. Le falta la plancha de protección y presenta varias faltas y deterioros
por impactos de artillería. Sirvió en la defensa del Alcázar en 1936.
GDB
138 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: Long. total 105 cm, Long. hoja 90 cm, Anchura hoja 2,7 cm
Peso: 1050 kg
Materia: acero, madera
Técnicas: forjada, labrada, fundida, troquelado
Lugar de fabricación: Alemania
Datación: ca. 1908
N.º Inv.: ME [CE] 30487
Hoja recta con lomo cuadrado al interior con bigotera y más larga que la de oficiales. Empuñadura de cazoleta
cerrada en cuyo exterior aparece el escudo de la caballería con puño de cachas de madera de nogal cuadrilla-
das. Fue el arma reglamentaria de la tropa de la caballería española con carácter definitivo desde 1918. Aunque
es posible que todavía estuviera en uso en algunas unidades de caballería el anterior modelo, concretamente el
1895 para tropa de institutos montados. Procede de la colección del Marqués de Puerto Seguro, quien la donó
al entonces Museo de Caballería.
GDB
140 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: Long. total 52,5cm, Long. hoja 40cm, Anchura hoja 2,4
Peso: 0.520 kg
Materia: forjada, labrada, fundida, grabada
Técnicas: acero, madera
Lugar de fabricación:(Fábrica de Armas)
Datación:. 1920
N.º Inv.: ME [CE] 82462
Machete bayoneta para el fusil Mauser 1893 y el mosquetón 1916. Tiene hoja con bigotera recta, larga y es-
trecha. La empuñadura es de cachas de madera cuadrillada sujeta por dos pasadores. Un botón en la zona del
pomo libera el muelle para soltar la bayoneta del arma larga.
GDB
Medidas: 86 x 59 x 87 cm
Materia: cuero, hierro
Técnica: curtido, cosido, forjado, pintado
Datación: ca. 1918
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID, ETE9-46
Arnés utilizado para el transporte a lomo de acémilas y caballos los
víveres, equipos y bagajes militares. Este tipo de bastes fueron los
empleados por los Escuadrones de Ametralladoras de las unidades
de Caballería española, incluido el Alcántara, para acarrear a lomo
de caballos tanto las cajas de municiones como las ametralladoras
Colt, modelo 1895, de las que fueron dotados los regimientos.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 141
Medidas: 80 x 72 x 116 cm
Material: cuero, metal, textil, madera de haya, arpillera, lienzo, piel
de cabra
Técnica: curtido, cosido, ensamblado, forjado
Lugar de producción: España
Datación: 1915
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID,
ETE-9-162
Equipo de caballería para jefes, oficiales y tropa, según el Regla-
mento de montura y equitación para el Arma de Caballería, mo-
delo de la Escuela de Equitación Militar (R.O. circular de 12 de
septiembre de 1914).
La Real Orden describía las diferentes partes que conformaban
este equipo y que debían adquirir todas las unidades de caballería.
Además de la silla de montar, quedaban reglamentados el pecho
petral, la cabezada de brida con carrilleras, las riendas, falsarrien-
das, bocado, filete y estribos. El reglamento también enumeraba
142 Alcántara. Una laureada de vida
como parte del equipo: un saco de cebada y otro de paja para portar el alimento del caballo, la manta para la
montura y un capote con funda. Del mismo modo debía llevarse, pendiendo de la silla de montar, un estuche
para la carabina y el tahalí del sable, que fueron regulados por R.O. circular de 17 de julio de 1905.
Estos equipos fueron sustituyendo a los anteriores de manera progresiva, retrasándose su suministro a las
unidades destinadas en el frente norteafricano, quedando la duda, como parecen evidenciar la fotografía de
época, de si el Alcántara llegó a recibirlos antes de verano de 1921, o si, por el contrario, todavía estaban equi-
pados con el modelo de equipo anterior.
JITE
Un estudio mas detallado de las fuentes de aquella época, como los testi-
monios, las fotografías y la base del monumento al Tcol. Fernando Primo de
Rivera sito en la Academia de Caballería, permite deducir que la tropa del
Alcántara, desde el soldado al sargento, se cubrían en el verano de 1921
con el gorro redondo de cuartel, al igual que la tropa de las otras Armas y
Cuerpos.
Ello fue así porque no se había encontrado sustituto del salacot y porque
sólo se dotó a la tropa de la Comandancia General de Melilla con el cham-
bergo tras la llegada de las banderas de La Legión y los nuevos suministros
para la campaña de desquite. El uso del gorro redondo azul claro del Al-
cántara les confería una peculiar e inconfundible seña de identidad, que
conservarían incluso en fechas tan lejanas como en 1928 en Villa Sanjurjo.
AML
144 Alcántara. Una laureada de vida
Los trompetas llevaban en la manga izquierda, a media altura entre el hombro y el codo, un distintivo de metal
plateado formado por dos sables y dos trompetas cruzados. Cabalgaban al lado de su oficial para ejecutar los
toques mediante los que mandaba su unidad. Además de los escuadrones, las secciones de Caballería también
tenían trompeta, por lo frecuente de su combate independiente. Para no perderla en la lucha, la trompeta se
llevaba con un cordón pasado por el hombro izquierdo, mientras que el sable quedaba asegurado a la muñeca
derecha mediante el fiador. La funda que cuelga hacia la derecha del trompeta es para guardar el instrumento.
AML
Alcántara. Una laureada de vida 145
La imagen muestra una recreación de la uniformidad de la tropa del Alcántara, como prenda de cabeza, gorro
redondo de cuartel (color azul turquí, con un cordoncillo de remate blanco y soutache también blanco de 4
mm.), uniforme, compuesto de chaqueta y pantalón, borceguíes con polainas y como armamento carabina
Máuser y sable.
El caballo esta ensillado sin accesorios lo que en argot se denomina “a silla pelada”, portando solo lo impres-
cindible para la alimentación del animal, la bolsa de cebada (de lona y con la cruz de Alcántara) y la bolsa para
pienso.
JABA
146 Alcántara. Una laureada de vida
Polvorera marroquí
Medidas: 15 x 16 cm
Peso: 0.5 kg
Materia: metal, hilo de seda
Técnicas: fundido, cincelado, grabado, tejido
Lugar de fabricación: Norte de Marruecos
Datación: S. XIX
N.º de Inv.: ME [CE] 31230
Depósito de pólvora negra circular con boquilla. Decorada con grabados ve-
getales y epigráficos. La inscripción hace referencia a la guerra santa. Posee
dos anillas de suspensión de las que pende un cordón de hilo.
GDB
150 Alcántara. Una laureada de vida
Rifeño
El rifeño, hombre sobrio, combativo, vengativo y gran defensor de su independencia, se convirtió, durante la
pacificación del territorio Blad el Siba (territorio del Protectorado español no sometido al Sultán), en un temible
enemigo.
La imagen muestra una vestimenta típica de estos rebeldes, chilaba, camisa, “escara”, “rexa” (turbante de
aproximadamente siete metros y medio, que servía entre otras utilidades, en caso de muerte como mortaja).
Destacar el armamento que porta, Nimcha (Marruecos, s.XVI). Arma muy extendida en el mundo islámico.
Posee una hoja de curvatura suave y una empuñadura en asta. A veces lleva brazos suplementarios doblados
hacia la hoja, cordón de fantasía y vaina ricamente trabajada, mientras que el arma principal cruzada a su es-
palda es un fusil Chassepot 1866 de calibre 11 mm.
JABA
Alcántara. Una laureada de vida 151
Caballo y rifeños
La imagen muestra una recreación de dos combatientes rifeños con su armamento y equipo de combate.
Uno de los bienes más preciados que podía poseer un rifeño era un caballo. Con él podía desplazarse, combatir,
y emplearlo como herramienta de trabajo, pero lo más importante era que mostraba su estatus dentro de la
kabila.
El corcel muestra la atención hacia él empleada, bien cuidado, esta ensillado a la “moruna” y ricamente en-
jaezado, es la carta de presentación de su dueño.
JABA
152 Alcántara. Una laureada de vida
Fotografía de Abd el Krim con Echevarrieta, negociador de la liberación de los prisioneros españoles. Archivo General Militar.
Alcántara. Una laureada de vida 153
Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo,
pensionada
Medidas: 32 x 15 cm
Materia: paño
Técnica: tejido cosido
Datación: 1926
N.º de Inv.: ME [CE] 31359
Medidas: 23 x 17 x 38 cm
Materia: baquelita, madera, metal
Técnica: conformado industrial
Datación: 1926
N.º de Inv.: ME [CE] 31363
158 Alcántara. Una laureada de vida
Alcántara. Una laureada de vida 159
Medidas: Long. total sin marco 98 x 79 cm, con marco 138 x 119 x 8 cm
Materia: lienzo, pigmentos, barnices
Técnicas: pintura al óleo.
Lugar de fabricación: España
Autor: Rafael Pellicer Galeote.
Datación: 1945
N.º de Inv.: ME [CE] 30241
Retrato realizado por el pintor Rafael Pellicer Galeote (Madrid 1906-1963), discípulo de pintores como Julio
Romero de Torres o Daniel Vázquez Díaz. Pintor consagrado por sus éxitos en diferentes Exposiciones Naciona-
les, cultivó diferentes géneros, encuadrándose dentro de la corriente del Realismo español. En sus retratos, con
cierta influencia de pintores españoles del Barroco (sobre todo Velázquez), destacan su dibujo académico y la
gran fidelidad al modelo, su realismo, aunque captando la actitud psicológica del retratado. En estos, el color
y la forma, a través de la luz, se ajustan al personaje. Estas características podemos verlas en el retrato que nos
ocupa, donde representa al Teniente General en pié, de más de medio cuerpo, de tres cuartos a la izquierda,
vistiendo uniforme azul cristina y faja de General; ostenta la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo,
escarapela, Cordones de Ayudante del Rey y múltiples condecoraciones. La mano izquierda la apoya en el sa-
ble, mientras que la derecha se apoya en una mesa, muy al estilo de los retratos clásicos. La luz se centra en el
personaje, quedando el fondo en penumbra, y así destacando sobre todo el rostro del retratado.
Felipe Navarro y Ceballos-Escalera (Madrid 1862-Paracuellos de Jarama 1936) fue un militar español del Arma
de Caballería que participó en las guerras de Cuba, Filipinas y Marruecos. Navarro ha pasado a la posteridad
por su actuación en Annual, en 1921. Tras la muerte del General Silvestre, Navarro asumió el mando y dirigió
la retirada de las fuerzas españolas hasta Monte Arruit. Allí resistió hasta que el Alto Comisario de España en
Marruecos, General Dámaso Berenguer Fusté, le autorizó a iniciar conversaciones con el enemigo para rendir la
plaza. Inicialmente Navarro se negó a ello, pero al cabo de 11 días y tras consultar con los oficiales y obtener el
voto favorable de todos ellos, Navarro rindió la posición a cambio de respetar la vida de los soldados. Una vez
aceptadas las condiciones, se prepararon para la evacuación. Pero cuando se dio la orden de partir, los rifeños
atacaron a los indefensos españoles, degollando a casi todos. Sobrevivieron 60 hombres de los 3.000 sitiados.
Se respetó la vida de algunos oficiales (entre ellos Navarro) con el fin de presionar a España y canjearlos por
dinero, y de algunos artilleros o sanitarios de los que precisaban colaboración. Tras su liberación fue sometido
a un Consejo de Guerra a raíz del Expediente Picasso de depuración de responsabilidades, enfrentándose a
graves acusaciones por parte del fiscal, pero gracias a su defensa, se retiraron los cargos al día siguiente de la
vista, que se celebró el 23 de junio de 1924.
BJB
166 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 61,5 x 78 cm
Materia: papel, gelatina, sales de plata, madera, cristal
Técnica: fotografía sobre papel baritado, Gelatina
Datación:
N.º de Inv.: ME [CE] 111227
Retrato fotográfico del Coronel D. Francisco Manella Corrales, Jefe del
Regimiento de Cazadores de Alcántara n.º 14, que se encontraba en An-
nual,como Jefe de la Circunscripción de Annual. Falleció durante la retira-
da de Annual.
JITE
Medidas: 61,5 x 78 cm
Materia: lana, seda
Técnica: confección mecánica, tafetán, bordado, sarga
Datación: 1920
N.º de Inv.: ME [CE] 30743.01
Guerrera abierta, de color caqui, de Coronel del Regimiento de
Caballería Cazadores de Alcántara n.º14. En cumplimiento de la
Real Orden de 20 de abril de 1920, sobre uniformidad para jefes
y oficiales, esta prenda lleva cuatro bolsillos con carteras, dos en
el pecho y otros dos en los faldones, así como cuatro botones
de pasta (conserva tres de ellos). Presenta, sobre el cuello de la
guerrera, la cruz verde de Alcántara bordada, como era precep-
tivo para el uniforme de diario, así como las divisas de Coronel
bordadas en ambas bocamangas.
Perteneció al Coronel Francisco Manella Corrales, fallecido duran-
te la retirada hacia la posición de Izumar, el 22 de Julio de 1921.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 167
Creada en categoría única de bronce, fue destinada a conmemorar al Ejército y la Armada participantes en la
guerra de Cuba de 1895, en la que D. Francisco Manella había ascendido a segundo Teniente el 31 de julio
de ese año (Diario Oficial del Ministerio de la Guerra de 3 de agosto de 1895). El RD de creación especificaba
que tendrían derecho a la medalla los generales, jefes, oficiales y tropa que cumpliesen alguno de los requisitos
siguientes: seis meses de operaciones, tres meses y tres hechos de armas, dos años de servicio y haber sido
heridos.
SGR
Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo,
pensionada, del coronel de caballería D. Francisco Manella Corrales
Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo,
honorífica
Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco,
honorífica
Medidas: 3,8 x 2, 8 cm
Materia: plata, metal dorado, seda
Técnica: estampación, fundición, Gros de Tours
Datación: Real Decreto de 29 de junio de 1916
N.º de Inv.: ME [CE] 202688
Medalla ovalada de plata con corona real articulada del mismo metal, en la
parte superior, pendiente de una cinta de color verde por una anilla hori-
zontal.
Anverso: liso, con busto de Alfonso XIII orlado de laurel y vestido con uni-
forme de General, casco sin plumero y pasador con condecoraciones. Flan-
queando al monarca, leyenda “MARRUECOS”. Sobre la cinta, pasador con
leyenda “MELILLA”.
Reverso: liso, con figura inspirada en la Victoria de Samotracia y escudo de
España con roble y laurel. Al fondo, alcazaba de Zeluán, con sol naciente y el
Gurugú. En la parte superior, leyenda “REINANDO ALFONSO XIII”
La Medalla Militar de Marruecos fue creada en 1916 con las categorías de
plata, a la que pertenece este ejemplar, y bronce. La primera se instituyó
para Generales, Jefes y Oficiales, y la segunda para las restantes categorías
militares. Ambas premiaban al Ejército y la Armada combatientes en África,
indicando las comandancias militares en las que habían tenido lugar las ac-
ciones mediante los pasadores correspondientes. Por su actuación en Meli-
lla, el Teniente Coronel Primo de Rivera fue condecorado con una medalla similar a ésta en 1921.
SGR
182 Alcántara. Una laureada de vida
Cruz de segunda clase de la Orden del Mérito Militar con distintivo rojo,
honorífica
Medidas: Cruz 5,4 x 5,4 cm, diám. máx. 8 cm, diám. del
centro 2,2 cm
Materia: plata, oro, esmalte
Técnica: estampación, esmaltado en caliente
Datación: Reinado de Alfonso XIII
N.º de Inv.: ME [CE] 31256
Cruz de oro con cuatro brazos iguales sobre placa de plata en
forma de estrella de ocho puntas formada por rayos facetados
imitando diamantes.
Anverso: Brazos de la cruz esmaltados de rojo en cuyo punto de
unión se sitúa un escudo circular con las armas de España simpli-
ficadas: contracuartelado en cruz, 1º y 4º de Castilla, 2º y 3º de
León, Granda en punta; en el centro, escusón ovalado azul con
tres flores de lis de oro. Sobre el brazo superior, cartela y, sobre
ésta, corona real. Entre los brazos de la cruz, acoladas, flores de
lis de oro.
Reverso: Liso y cóncavo, con tapón circular. Sujeción con bisagra, púa y enganche.
La segunda categoría, o segunda clase, de la Orden del Mérito Militar, a la que pertenece este ejemplar, se
diferenciaba de la tercera en que su ráfaga era de plata y sus lises de oro, siendo en esta otra la ráfaga de oro
y las lises de plata. El color del esmalte de la cruz señala que esta condecoración fue ganada con carácter ho-
norífico en una acción bélica. El Teniente Coronel Primo de Rivera fue recompensado con un ejemplar similar
a éste en junio de 1921.
SGR
Alcántara. Una laureada de vida 183
Espada sable Puerto Seguro 1908 con vaina teniente coronel Fernando
Primo de Rivera
Medidas: Long. total 101, Long. hoja 86,5, Anchura hoja 2,5
Peso: 1,160 gr. con vaina
Materia: acero, madera, pasta
Técnicas: niquelado, grabado, fundido, forjado, moldeado
Lugar de fabricación: Alemania/ Francia (fiador)
Datación: ca. 1915
N.º de Inv.: ME [CE] 30562
Espada sable reglamentaria para los oficiales de caballería del ejército español desde agosto de 1908. Posee
una hoja recta con filo corrido al exterior y lomo cuadrado. Vaceo y canal en el lomo hasta la pala. Guarnición
de cazoleta que se estrecha hacia el pomo donde se une por un rebaje en el mismo y guardapolvo de ante en
la zona de unión de la hoja y la empuñadura. Puño formado por cachas anatómicas de pasta unidas por dos
pasadores.
En la parte inicial del lomo presenta una inscripción MODELO II PUERTO SEGURO –S-.
Posee una vaina metálica niquelada con una abrazadera con anilla y fiador metálico con dos mosquetones.
Este sable perteneció al Teniente Coronel Don Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, cuya familia lo entregó al
entonces Museo de Caballería.
GDB
184 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 54 x 9 cms
Materia: lana, seda, metal
LUGAR DE PRODUCCIÓN: Melilla, Fábrica de gorras militares La
Sevillana.
Datación: 1920
N.º de Inv.: ME [CE] 30735
Gorra de plato sin armar, color caqui, con dos lanzas de metal blan-
co cruzadas (emblema de Caballería) en el cinturón, bajo corona real
forrada. Barboquejo de galón de plata con dos pasadores, sujeto
por dos botones con el emblema de Caballería. Corresponde a la
Real Orden de 20 de abril de 1920.
SGR
Alcántara. Una laureada de vida 185
Medidas: 55 x 150 cm
Materia: algodón impermeabilizado
Datación: ca. 1920
N.º de Inv.: ME [CE] 30734
Gabardina impermeable de color negro, de manga larga, con capucha y
longitud hasta los pies, que perteneció al Teniente Coronel D. Fernando
Primo de Rivera y Orbaneja. Las frías noches de invierno en el Rif, junto a
la escasez de prendas de abrigo para campaña, supusieron que los oficiales
españoles optasen por adquirir prendas civiles, siendo frecuente el empleo
de gabardinas e impermeables, algunos comprados a la casa Burberrys,
junto con las clásicas pellizas de diario de color azul turquí que empleaba
la Caballería.
JITE
Sable a capricho para oficial general modelo 1908, del general Manuel
Fernández Silvestre
Medidas: 33,5 x 23 cm
Material: papel, tinta
Técnica: manuscrito
Lugar de fabricación: Melilla
Datación: 15 de agosto de 1921
Archivo General Militar de Madrid, Caja 969, carpeta 45
En respuesta a la solicitud formulada por el General Picasso, Santos del Campo, Comandante y Jefe accidental
del Regimiento de Caballería de Cazadores de Alcántara n.º 14, dirigió un oficio al Comandante General de
Melilla para remitir un estado nominal de los 48 Oficiales y 2 Sargentos del citado Regimiento y su situación el
22 de julio de 1921, día de la retirada de Annual. El Comandante sobrevivió al desastre por haber permaneci-
do en Melilla ocupando su destino en la plaza, y hubo de ser el encargado de transmitir a la superioridad los
nombres y situaciones de sus compañeros, fallecidos en su mayor parte. Él mismo murió en noviembre de 1923
en Melilla, con 50 años.
MJSC
188 Alcántara. Una laureada de vida
Cadenas y grilletes
Peso: 40 kilos
Materia: hierro
Técnica: forjado
Datación: inicios del S. XX
N.º de Inv.: ME [CE] 31361
Cadena de hierro formada por setenta y dos eslabones de distintos
tamaños entre los que están intercalados seis grilletes para sujetar
al cuello. Parece ser que fueron empleados por las tropas mandadas
por Abd-el-Krim para encadenar a los prisioneros españoles durante su cautiverio.
JITE
L´Illustration
la atención de sus compradores. Utilizan tintas y paneles de diversos colores que se mezclan en las cabeceras
y portadas, introduciendo tipos de letras de diferentes estilos y se recurre con generosidad a la ilustración. La
imagen cumple una función didáctica, aclara y desarrolla el texto. Su profusión corre en paralelo al desarrollo
de la fotografía y su aplicación al mundo editorial.
Estas grandes publicaciones se distribuyen internacionalmente, sobre todo en sus áreas de influencia. Así L’Illus-
tration (1843-1939) ocupa la zona francófona, como sus equivalentes, Illustrierte Zeitung de Alemania o la
italiana La Illustrazione Italiana. Caso aparte es The Illustrated London News, publicada en Londres por William
Little. Es también la más longeva, ya que comenzó a publicarse en 1842 y se cerró en 2003, y fue distribuida
prácticamente en todo el mundo. Ya que era el medio de difusión de las noticias para toda la Commonwealth.
En España este espacio es ocupado por La Ilustración Española y Americana. Fue fundada en 1869 en Madrid
por Abelardo de Carlos, que fue su director hasta 1881, año en que fue sustituido por su hijo Abelardo José de
Carlos y Hierro. De periodicidad semanal, es continuación del Museo Universal (1857-1859). Comenzó a publi-
carse con este título en el año 14 de su predecesora, apareciendo el n. 1 el 25 de diciembre 1869 finalizando
en el n. 48 del 30 del mismo mes de 1921 (año 65 de la publicación).
El número que nos ocupa es el número 41, correspondiente a los días 8, 15, 22 y 30 de noviembre (Año 65, p.
445-446). Está firmado por Claro Abanades con el título: España en Marruecos. El autor trata de realizar una re-
construcción de los actos del Teniente Coronel Fernando Primo de Rivera con objeto de describir para sus lectores
los sucesos de Monte Arruit. Dice basarse en testimonios de diversa procedencia: la carta de un prisionero de
Aydir, explicaciones de los que lograron salvarse el 9 de agosto y los partes y noticias del General Navarro. Cabe
destacar el hecho de que ha pasado mucho tiempo desde los acontecimientos hasta su difusión en prensa.
En cuanto al contenido se describen de forma muy honda muchos momentos: la alocución de Primo de Rivera
a sus soldados antes de entrar en acción, a los que se dirige en éstos términos:”vamos a salvar a nuestros her-
manos, si lo conseguimos, España nos lo agradecerá. Si no hacemos lo que debemos, nuestras esposas, nues-
tras madres, las mujeres de España nos llamarán cobardes. Hay que demostrar que no lo somos”. Describe las
continuas cargas sobre el enemigo y la retirada hacia monte Arruit, donde acabaron por ser rodeados. Cuando
Primo de Rivera fue alcanzado por una bala de cañón en el brazo, no permitió que en su socorro los soldados
dejaran su puesto y acudió solo a la enfermería, donde le serraron el brazo sin anestesia con una sierra de car-
pintero. La herida no pudo curarse y se agangrenó. Cuando supo que iba a morir dijo a los que le rodeaban”
¿Qué mejor muerte que la mía? Muero por España y confesando a Díos”, no antes de animar a sus compañeros
a que resistiesen hasta que llegara la ayuda. El periodista deja en manos de los lectores que juzguen si el jefe
del Alcántara fue un héroe o no. Acompaña un retrato suyo de paisanon cuyo pié consta: “Fernando Primo de
Rivera que sucumbió heroicamente en la Carga de Monte Arrouit”.
La noticia recorrió el mundo y fue reflejada en las revistas de mayor tirada de la época cómo se puede compro-
bar en estos ejemplares de nuestra colección de periódicas.
Es el último de los tomos de esta prestigiosa revista, ya que desaparece a finales de este mismo año como
puede comprobar en las fechas extremas de su catalogación. El ejemplar muestra impactos de proyectiles de la
Guerra Civil Española y circunstancia idéntica a otras dos revistas que reflejan los sucesos: L’Illustration (1843-
1939) y The Illustrated London News (1842-2003), que fueron usadas como parapeto durante el asedio del
Álcazar durante la última guerra civil.
MMCC
192 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 64 x 18 x 103 cm
Materia: textil, madera, metal, cristal
Técnica: cosido
Datación: 1921
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID, ETE-9
Vitrina que contiene la bandera que ondeó en Monte Arruit tras la re-
cuperación de la posición. Se trata de una bandera rojigualda, de las de
nominadas “de percha”, que fue izada por los jinetes del Regimiento
Farnesio una vez que entraron en la plaza.
JITE
Materia: alpaca
Técnica: laminación, forjado, estampación, acuñación
Datación: ca. 1921
MUSEO DE LA ACADEMIA DE INFANTERÍA DE TOLEDO
ETE-8 66045
Conjunto de cubiertos compuesto de tenedor, cuchara, cu-
charilla de postre y dos cuchillos que fueron recogidos en
Monte Arruit tras recuperar la posición. Todos ellos llevan
estampado el emblema de la Academia de Infantería, consis-
tente en una corneta de cazadores liada por cordón y en la
que se inscribe la letra “I” mayúscula, montado por corona
real.
JITE
194 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 42 x 38 x 74 cm
Materia: textil
Técnica: cosido, bordado
Lugar de fabricación: Valladolid
Datación: 1922
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID, ETE-9 1828 y
1829
Guerrera abierta de color caqui verde claro, completamente decolorada,
con cuatro botones de pasta marrones y cuatro bolsillos rectos sin tapas,
dos en el pecho y otros dos en el faldón. Cosidas en ambas mangas,
presenta sendas tiras de tela con tres estrellas de seis puntas de Capitán.
La prenda conserva restos de sangre en el pecho.
El Capitán César Balmori, al mando de un escuadrón del Alcántara, cayó
herido por un impacto de bala en el pecho durante la carga protago-
nizada por el regimiento en Al Lal Hariga, el 9 de enero de 1922. Esta
operación formaba parte de la “campaña de Desquite” o de “Reconquista” llevada a cabo por las tropas es-
pañolas en el Protectorado.
JITE
Medidas: 29 x 20 cm
Materia: papel, tinta
Técnica: impreso, manuscrito
Lugar de fabricación: Melilla
Datación: 12 de enero de 1922
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID, ETE-9
Se trata de dos telegramas enviados por el Jefe de E.M. de la Co-
mandancia General de Melilla a Dña Luisa Diaz de Balmori, madre
de César Balmori, y al Alcalde de su localidad, comunicándoles,
por orden del Rey, que el Capitán Balmori ha sido herido grave en las operaciones del 9 de enero de 1922,
“combatiendo bizarramente al enemigo”.
GDB
Alcántara. Una laureada de vida 195
Tierra recogida de los lugares en que tuvieron lugar las cargas del
Regimiento Alcántara
Viva España
La carga de Alcántara
El deber cumplido
El espiritu de la caballería
Capitán Arenas
A la Caballería española
Uniformidad utilizada por la unidad para ejercicios y maniobras durante los años 60 y 80 ; derivada del uni-
forme modelo M67, pero de color azul mahon, su base era una camisola y pantalón, camisa kaki, botos color
negro, pañuelo de cuello, hombreras del empleo , correaje, pistola y Lepanto como prenda de cabeza, como
prenda de abrigo, un chaquetón azul marino, similar al suministrado a la marinería.
Es de destacar que la terminología de los carros de combate (comúnmente tanques), es del tipo empleado
en la mar, así los tanques no tienen puertas sino escotillas, no tiene delantera ni trasera, sino proa y popa, su
derecha e izquierda es estribor y babor, de ahí la denominación de la prenda de cabeza “Lepanto”, como la
de los marineros.
JABA
Alcántara. Una laureada de vida 211
Uniformidad utilizada por los conductores y tripulación de los escuadrones acorazados de carros de combate
no LEOPARD; está compuesta Mono mimetizado de carros ignífugo, con asa para extracción del personal del
carro, pañuelo de cuello (red mimética individual), distintivos del arma, correaje de pecho, pistola, cinturón,
botos, guantes ignífugos, gafas y casco de carros.
JABA
212 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 1,110 mm
Peso: 4,000 gr
Materia: madera (nogal), metal, (acero)
Técnicas: forjado, mecanizado.
Lugar de fabricación: Fabrica de Armas de la Coruña (España)
Datación: 1958
N.º de Inv.: ME [CE] 92415
El Mosquetón Máuser Español Modelo 1.943, es un arma de cerrojo Máuser mod 1898 con cargador fijo de 5
cartuchos de calibre 7,92 x 57 mm (8 x 57 JS), copia del mosquetón alemán KAR 98 K del que solo se diferen-
cia por tener un suplemento en el casquillo portabayoneta para poder usar la bayoneta española mod 1941.
BMG
Uniformidad utilizada por la unidad en la actualidad para ejercicios y maniobras; está compuesta del uniforme
denominado árido píxelado, cuya base es una camisola y pantalón, botos color tierra, pañuelo de cuello, distin-
tivo de brazo, distintivo de pecho, correaje, pistola y chambergo como prenda de cabeza.
JABA
Alcántara. Una laureada de vida 215
Uniformidad utilizada por los escuadrones de Carros LEOPARD en la actualidad; está compuesta del uniforme
denominado árido píxelado, pañuelo de cuello color azul, distintivo de brazo de la Unidad Superior, distintivo
de pecho, correaje, pistola, gafas y la característica chichonera negra con las comunicaciones integradas, sola-
mente utilizada como de dotación por el carro de combate alemán LEOPARD 2 A4.
JABA
216 Alcántara. Una laureada de vida
Uniformidad utilizada por la unidad en la actualidad para desfiles motorizados; está compuesta del uniforme
denominado árido píxelado, cuya base es una camisola y pantalón, botos color tierra, pañuelo de cuello del
característico color de la Caballería, distintivo de brazo de la Unidad Superior en este caso la COMGEMEL (Co-
mandancia General de Melilla), distintivo de pecho, donde se expresa el empleo y apellido, correaje y pistola
reglamentarios y boina negra con distintivo plateado de Caballería, lanzas y sables cruzados.
JABA
Alcántara. Una laureada de vida 217
El Regimiento Alcántara ha participado en distintas misiones internacionales, bajo distintos paraguas como
Naciones Unidas, OTAN, Eurocuerpo, y en distintas ubicaciones geográficas como Kosovo, Afganistán y más
recientemente en el Líbano, bien como unidad o como partes de la misma o incluso solo algún personal espe-
cializado de la Unidad.
Como referencia ha participado en misiones como SFOR, SENSE XXII, KSPFOR XXI, como parte del contingente
de KSPAGT “Peñón de Vélez”, ISAF VI, ASPFOR IX, SPFOR XXVIII como componente de la AGT “Ciudad de
Melilla”, K-FOR dentro de la MULTINATIONAL BRIGADE WEST y por ultimo en UNIFIL (UNITED NATION INTERIM
FORCE IN LEBANON)
La Uniformidad representada es la que corresponde a la misión UNIFIL; está compuesta del uniforme MIMETI-
ZADO BOSCOSO, cuya base es una camisola y pantalón, botos color negro, parche distintivo de pecho, donde
se expresa el empleo y apellido, guantes de combate, gafas, casco Marte y fusil de asalto reglamentario G-36,
como prendas características de la misión, pañuelo de cuello, funda de casco, chaleco y distintivo de brazo del
característico color azul cielo de las NACIONES UNIDAS, bajo cuyo mandato se realiza la mision.
JABA
218 Alcántara. Una laureada de vida
Maqueta VC I/ C Pizarro
Definido como el primer carro de combate moderno, el FT nació de un proyecto de 1916 del fabricante Louis
Renault. El principal usuario de exportación fueron los Estados Unidos. El bajo coste y la buena impresión cau-
sada en la IGM provocó que unos 25 países importaran el FT-17. El Ejército español adquirió un total de 17
unidades entre 1919 y 1925 que participaron en la Guerra del Rif. Después se integraron en el Grupo de Carros
de Asalto y participaron en la Revuelta de Asturias en 1934.
JABA
Alcántara. Una laureada de vida 225
Tipo: Autoametralladora-cañón
País de origen: Unión Soviética
MUSEO ACADEMIA INFANTERIA
N.º ETE8-74002
Autor: Sgto. 1º Reservista Rafael Paniagua Magán
ESPECIFICACIONES
Tripulación: 4 (jefe-tirador, tirador, cargador y conductor)
Peso: 5,120 kg
Longitud: 4’90 m. Anchura: 2’07 m. Altura: 2’36 m
Planta motriz: un motor GAZ-A de gasolina de 4 cilindros, para 40 CV a 2.800 rpm
Velocidad máxima en carretera: 55 Km/h
Blindaje: 15mm en la torre
Armamento: cañón de 45/46mm 20K modelo 1932 y 2 ametralladoras DT-1932 de 7’62 mm
La Izhorskiy Stal Zavod (ISZ) soviética, factoría de acero Izhorskiy, en Kolpino. El vehículo permitía la instalación
de cadenas de eslabones “overall” en el grupo de ruedas trasero para mejorar la tracción campo a través. Du-
rante la guerra civil española la República recibirá cierta cantidad de BA, en 1936 se reciben 4 BA-3 y 26 BA-6.
Se supone una cantidad similar en 1937 aunque no hay datos totalmente precisos, la cifra oscila entre 50 y 80
unidades. BA-6 capturados.
JABA
226 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: 40,2 x 58 cm
Materia: papel, tintas de impresión, lacre, madera, cristal
Técnica: impresión fotomecánica, lacrado
Datación: 19 de julio de 1999
MUSEO DE LA ACADEMIA DE CABALLERÍA DE VALLADOLID, ETE-9 1208
Acta que certifica la entrega por parte de S.A.R. D. Carlos de Borbón Dos Sicilias, Infante de España, Comen-
dador Mayor de la Orden de Alcántara y Presidente del Real Consejo de Órdenes Militares, del Estandarte de
la Orden Militar de Alcántara al Regimiento Acorazado Alcántara n.º 10, “en prueba de hermandad” entre la
Orden y el Regimiento.
JITE
230 Alcántara. Una laureada de vida
Medidas: diámetro 8 cm
Materia: metal, esmalte
Técnica: fundición a molde, esmaltado
Datación: 1996
MUSEO DEL RCAC ALCÁNTARA N.º 10, ETE 1289
Medalla que conmemora los 350 años de la creación del Regimiento Alcántara en 1656. Por el anverso presen-
ta en relieve el escudo del regimiento con la cruz de Alcántara sobre dos lanzas cruzadas bajo corona real; en
la cartela inferior el lema en latín; HOEC NUBILA TOLLUNT OBSTANTIA SICUT SOL; y la leyenda en el exergo:
RCAC “ALCÁNTARA” – 10 / MELILLA. Por el reverso, representación del Monumento a la Caballería realizado
por Mariano Benllure y la leyenda en el exergo: 350 ANIVERSARIO / 1656-2006.
JITE
Alcántara. Una laureada de vida 231
La Corbata Laureada, confeccionada en seda de gules (color rojo), con dos filetes naranjas y una lazada de dos
caídas terminadas ambas con flecos de oro. Sobre la primera de dichas caídas irá bordada, en sus colores la
Cruz Laureada, constituida por cuatro espadas en oro que conforman sus brazos, unidas por los pomos de sus
empuñaduras. La Cruz irá acolada a una Corona de Laurel, formada por dos ramas de laurel de sinople (color
verde), frutadas de gules (color rojo), unidas por sus troncos y liadas en punta por lazo de gules (color rojo) y
debajo, en sable (color negro), la Unidad, acción y fecha de la misma. La Corbata irá sujeta a la moharra de la
Bandera o Estandarte, quedando pendiente sobre ella y a la altura de su centro
En la reproducción:
Unidad: Regimiento de Cazadores de Alcántara 14 de Caballería
Acción: ANNUAL
Fecha: 1921
JABA
Créditos de la exposición
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