S1 ESP - Encontrar Nuestro Lugar en Las Profecías
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“Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte
para los judíos; más tú y la casa de tu padre pereceréis.
¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” Ester 4:14
B. MENOSPRECIAR LAS PROFECÍAS APAGA EL ESPÍRITU (1 Ts. 5:19-20), pero cuando valoramos las
profecías, las abrazamos y decidimos colaborar con el cumplimiento de estas, se enciende el Espíritu
(hay una gracia abundante viniendo sobre los que alinean su vida a las profecías bíblicas).
• Juan conocía a Aquel que era (había estado con Cristo en la cruz), también a Aquel que es, había
estado en Pentecostés, el derramamiento del Espíritu, y luego vio a Jesús resucitado por 40 días. Sin
embargo, Dios lo tuvo que llevar a tener una revelación de Aquel que había de venir:
• Todos los profetas y líderes más trascendentes de la Biblia tuvieron visiones de la segunda
venida y entendimiento del plan final de Dios.
D. LAS PROFECÍAS NOS CONECTAN CON EL PLAN DE DIOS. No hay mayor tragedia que tener éxito en
algo que nos aleje del plan de Dios. Daniel vio que en los últimos tiempos la estrategia de Satanás será
halagarnos en áreas que nos lleven a perder nuestra fe, para terminar oponiéndonos al plan de Dios.
“Con halagos hará apostatar a los que obran inicuamente hacia el pacto,
mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará”. Daniel 11:32, LBLA
o La Iglesia es una profecía: La edificaré (Mt. 16:18), estableceré el diseño (Ef. 4:11-16) y la
perfeccionaré (Fil. 1:6)
o La evangelización global es una profecía: “este evangelio del Reino será predicado en todas las
naciones” (Mt. 24:14; Ap. 14:6)
o La casa de oración día y noche es una profecía: Mi casa será llamada Casa de Oración (Mr.
11:17). Reedificaré el tabernaculo caído de David (Am. 9:11; Hch. 15:16) y haré justicia a los que
clamen día y noche antes de mi venida (Lc. 18:7-8)
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o La salvación de Israel es una profecía: La plenitud de los gentiles provocará a celos a los judíos y
todo Israel será salvo (Ro. 11:25-26), lo último de la tierra le dirá a Israel: He aquí tu salvador
viene (Is. 62:11-12)
o La salvación de las naciones árabes es una profecía: “habrá una carretera de salvación y
adoración entre Egipto y Asiria, actual Irán” (Is. 19)
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras
lo que de él decían”. Lucas 24:27
“44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese
todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió
el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario
que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre
el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”.
Lucas 24:44-47
“Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor,
como dijo el profeta Isaías”. Juan 1:23
“15 Porque estos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. 16 Mas esto
es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones,
y vuestros ancianos soñarán sueños”. Hechos 2:15-16
C. TENEMOS QUE ESTUDIAR LAS PROFECÍAS HASTA ENCONTRARNOS EN ELLAS. Por eso la
exhortación es que serán BIENAVENTURADOS los que oyen, leen y guardan, las palabras de la
profecía de Apocalipsis. No estudiamos las profecías para ganar discusiones escatológicas, sino
para comprender cuál es nuestra parte en el plan global de Dios.
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2. LAS PROFECÍAS DEFINEN NUESTRO PROPÓSITO
“El mensaje MARANATA define qué tenemos que hacer”
“Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca
en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe”.
Hebreos 11:7
“9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas
con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios”. Hebreos 11:9-10
“20 Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy,
para mantener en vida a mucho pueblo. 21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a
vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón”. Génesis 50:20-21
“24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes
ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores
riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”.
Hebreos 11:24-26
“… yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías,
que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. 3 Y volví mi rostro a Dios el Señor,
buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza”. Daniel 9:2-3
A. Las profecías no son para llenar tu mente de información escatológica, sino para llenar tu
corazón de deseo por Cristo y hambre por su voz
B. El espíritu de la profecía es revelar a Jesús de una manera que no podamos contener nuestra
adoración
“Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo,
y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios;
porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. Apocalipsis 19:10
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Si tu entendimiento escatológico, no te deja en el piso adorando a Jesucristo,
no tienes entendimiento escatológico
• Cuando el Padre está sentado en el trono con el plan en la mano, el cielo canta SANTO
(Ap. 4)
“Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos;
y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era,
el que es, y el que ha de venir”. Apocalipsis 4:8
“9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú
fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Apocalipsis 5:9-10
• Cuando suena la séptima trompeta y Jesús aparece en las nubes, el cielo canta GRACIAS
(Ap. 11)
“Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir,
porque has tomado tu gran poder, y has reinado”. Apocalipsis 11:17
• Cuando el Cordero pone sus pies en el monte de los Olivos, el cielo canta ALELUYA
(Ap. 19)
“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya!...” Apocalipsis 19:1
“3 Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. 4 Y los veinticuatro ancianos
y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono,
y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!” Apocalipsis 19:3-4
“Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos,
que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” Apocalipsis 19:6
• La mayor expresión de intimidad de la Iglesia madura de los últimos tiempos que encontró
su lugar en las profecías es: ¡VEN SEÑOR JESÚS!
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga;
y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17
“20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén”. Apocalipsis 22:20-21
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