Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas2 páginas

Capítulo IV Contrato de Corretaje Matrimonial: Erecho Omano

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1/ 2

Capítulo IV

CONTRATO DE CORRETAJE MATRIMONIAL

CONCEPTO.
Se entiende por tal aquel contrato en cuya virtud una agencia
matrimonial se compromete a realizar las gestiones necesarias para
proporcionar a su cliente un marido o mujer, según los casos,
mediante el pago de una remuneración determinada.

CARACTERÍSTICAS.
Las principales características del contrato de corretaje
matrimonial son:
1.- La no participación personal del corredor en el futuro
contrato y la existencia de una retribución.
2.- Por regla general, no esta regulado en las legislaciones.
Salvo en contadas legislaciones (alemana, suiza, italiana desde
1942) y en algunos proyectos como el argentino, este contrato
carece de regulación legal, es decir, forma parte de los llamados
contratos atípicos y ha de regirse por las normas del contrato más
análogo según la voluntad de los contratantes y el contenido de las
propias estipulaciones.
3.- En cuanto al servicio de corretaje ha de ser determinado y
lícito ni atentar a la moral y a las buenas costumbres.

EVOLUCIÓN DE LA INSTITUCIÓN.
En el DERECHO ROMANO existe la institución con su carácter
remuneratorio. En el Derecho Justiniano se estableció que el
corredor nada recibiría si no se hubiese pactado remuneración. La
misma quedaba fijada en la vigésima parte de la dote y la donación
nupcial.
Por influencia del Cristianismo, esta institución cayó en
desuso.
En el Derecho Francés se admitió hasta que el Tribunal de
Casación de 1855 negó el derecho de reclamar retribución al
corredor en caso de celebrarse el matrimonio, pues consideró que la
obligación estaba fundada en una causa ilícita que era la limitación a
la libertad del consentimiento.
Derecho italiano: La jurisprudencia italiana distingue entre el
derecho de retribución sujeto a que el matrimonio se celebre (lo cual
considera ilícito) y el derivado de la simple aproximación, lo cual es
válido, independientemente a la celebración del matrimonio.
En el Derecho Argentino, la doctrina se encuentra dividida en:
a) Salvat, Spota y Borda, consideran que no debe ejercerse
ninguna acción sobre la base de salvaguardar la libertad en el
consentimiento matrimonial.
b) Colombo, Anastasi, consideran que el matrimonio es válido
si no existiesen presiones del intermediador y eso facilitase el
conocimiento de personas.
La Jurisprudencia argentina se muestra contraria a este tipo
de pactos, por considerarlos contrarios a las buenas costumbres.
Belluscio, se muestra contrario a la validez de estos
contratos, estableciendo su nulidad absoluta, sean ejercidos por
profesionales o no, ya que los considera contrarios a las buenas
costumbres y a la moral. Pero ello no significa que si se hubiese
voluntariamente pagado, pueda repetirse, ya que habría torpeza en
ambas partes.
Todo ello resulta inaplicable en el caso de la "mediación", que
tiene lugar cuando se acerca a personas, independientemente del
resultado, pues ello no implica un proceder contrario a las buenas
costumbres y, si esas personas se desempeñan honestamente, no
hay razón para negarles la remuneración de servicios. Además no
son ilegales las asociaciones que tienen por objeto el acercamiento
de personas ni los anuncios periodísticos destinados a hacer
conocer propuestas matrimoniales.

¿ES LÍCITO O ILÍCITO?


Aubry et Rau y Laurent, opinan que adolece de causa ilícita. La
injerencia de un intermediario resta independencia y espontaneidad al
consentimiento de los contrayentes; el matrimonio esta fuera del comercio
humano y no es posible que sobre la base de su celebración se hagan
especulaciones pecuniarias.
Otros están por considerarlo lícito. El consentimiento se necesita en
todos los contratos, por manera que con el criterio de AUBRY ET RAU Y DE
LAURENT, el corretaje sería ilícito en todos los contratos; el agente matrimonial
no se ve por qué influya en la decisión de los contrayentes ya que lo único que
hace es contactarlos; por último, permite que aumente el número de
matrimonios, idea que corresponde al propósito del legislador.
Otra posición dice que debe distinguirse cada caso en particular y no
abanderizarse apriorísticamente con una idea en forma categórica. Así,
habrá que distinguir si la remuneración estipulada se paga a todo evento o
sólo en el caso que el matrimonio se efectúe.
En el primer caso el matrimonio no tendrá nada de censurable; en el
segundo sí, porque el intermediario, a fin de obtener la remuneración
pactada podría llegar a violentar la voluntad de los contratantes, o a realizar
maniobras dolosas.

22 D ERECH O DE F AM I LI A

También podría gustarte