Fitzpatrick - La Revolución Rusa - Capítulo 2
Fitzpatrick - La Revolución Rusa - Capítulo 2
Fitzpatrick - La Revolución Rusa - Capítulo 2
que enmascaraba algo que se parecía mvicho al vacío de poder. La re- emigración de grandes cantidades de rusos educados en el trans-
volución popular se hizo cada vez más radical, mientras que la curso e inmediatamente después de la guerra civil que siguió a la
revolución de élite se desplazó hacia una ansiosa posición conser- victoria bolchevique. Para los emigrados, la revolución bolchevi-
vadora en defensa de la propiedad, la ley y el orden. El gobierno que no fue tanto una tragedia en el sentido griego como un desas-
provisional apenas si sobrevivió al intento de golpe de derecha del tre inesperado, inmerecido y esencialmente injusto. A la opinión
general Kornilov lo suficiente como para sucumbir al golpe de iz- pública occidental y en particular estadounidense, le pareció que
quierda de los bolcheviques, popularmente asociado al lema "to- al pueblo ruso le había sido quitada con engaños la democracia li-
do el poder a los soviets". La tan esperada Asamblea Constituyen- beral por la que había combatido por tanto tiempo con tanta no-
te se reunió pero no obtuvo nada, y, en enero de 1918, fue disuelta bleza. Teorías conspirativas que explicaban la victoria bolchevique
sin ceremonias por los bolcheviques. En la periferia de Rusia, ofi- ganaron amplia aceptación: la más popular era la de la conspira-
ciales del antiguo ejército zarista convocaban a sus fuerzas para » ción judía internacional, ya que Trotsky, Zinoviev y muchos otros
combatir a los bolcheviques, algunos bajo la bandera monárqviica líderes bolcheviques eran judíos; pero otra teoría, revivida por Sol-
que parecía haber desaparecido para siempre desde 1917. La re- yenitzin en Lenin en Zurich, representaba a los bolcheviques como
volución no llevó la democracia liberal a Rusia. En cambió, trajo la a títeres de los alemanes, parte de un complot victorioso para sa-
anarquía y la guerra civil. car a Rvisia de la guerra. Por supuesto que los historiadores tien-
El paso directo del febrero democrático al octubre rojo asom- den a considerar las teorías conspirativas con escepticismo. Pero
bró por igual a vencedores y vencidos. Para los liberales rusos, fue las actitvides que permitieron que tales teorías proliferaran pue-
un choque traumático. La revolución —su revolución, tal como lo den haber influido en los enfoques académicos occidentales del
demostraba la historia de Europa occidental, y como lo aceptaban problema. Hasta muy recientemente, la mayoría de las explicacio-
los marxistas que veían las cosas con objetividad— finalmente ha- nes históricas de la revolución bolchevique enfatizaban de una u
bía ocurrido, sólo para serles arrebatada por fuerzas siniestras e in- otra forma su ilegitimidad, como si buscasen absolver al pvieblo
comprensibles. Los mencheviques y otros marxistas no bolchevi- ruso de toda responsabilidad por el episodio y sus consecuencias.
ques se sintieron igualmente ultrajados: el momento aún no En la clásica interpretación occidental de la victoria bolchevi-
estaba maduro para una revolución socialista proletaria y era inex- que y la subsiguiente evolución del poder soviético, el deus ex ma-
cusable que un partido marxista rompiera las reglas y se adueñase china era el arma secreta bolchevique: organización y disciplina
del poder. Los aliados, socios de Rtisia en la guerra en Europa, partidaria. El panfleto de Lenin ¿Qiiéhacer? (véase supra, p. 46), en
quedaron horrorizados ante la catástrofe y se negaron a recono- el que se fijaban los requisitos para la organización exitosa de vm
cer al nuevo gobierno, que se disponía a retirar unilateralmente partido ilegal y conspirativo, se solía citar como texto básico; y se
a Rusia de la guerra. Los diplomáticos apenas si conocían los argüyó que las ideas de ¿ Qiié hacer? moldearon al Partido Bolche-
nombres de los nuevos regentes de Rusia, pero sospechaban lo vique en los años formativos y siguieron determinando la conduc-
peor y rogaban por una rápida resurrección de las esperanzas de- ta bolchevique aun después de la salida de la clandestinidad en fe-
mocráticas a las que habían dado la bienvenida en febrero. Los brero de 1917. La política abierta, democrática y pluralista que
occidentales lectores de diarios se enteraron con horror del des- imperó en Rusia en los meses que sigviieron a febrero fue así sub-
censo de Rusia desde la civilización a las profundidades bárbaras vertida, lo que culminó con la toma ilegal del poder por parte de
del comunismo ateo. los bolcheviques en octubre mediante un golpe organizado. La
Las cicatrices que dejó la revolución de octubre fueron hon- tradición bolchevique de organización centralizada y estricta dis-
das e hicieron más dolorosa y visible para el mundo exterior la ciplina partidaria llevó al nuevo régimen soviético al autoritarismo
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represivo y echó los cimientos para la ulterior dictadura totalitaria La relación de "poder dual" entre el gobierno provisional y el
de Stalin.1 soviet de Petrogrado solía interpretarse en términos de clase como
Pero siempre ha habido problemas para aplicar este concep- una alianza entre burguesía y proletariado. Su supervivencia de-
to general sobre los orígenes del totalitarismo soviético a la situa- pendía de que continuase la cooperación entre estas clases y los
ción histórica específica que se desarrolló entre febrero y octubre políticos que decían representarlas; pero para el verano de 1917
de 1917. En primer lugar, el viejo Partido Bolchevique clandestino quedó claro que el frágil consenso de febrero había quedado se-
recibió un enorme aporte de nuevos integrantes, sobrepasando a riamente comprometido. A medida que la sociedad urbana se po-
todos los demás partidos en términos de afiliaciones, en particular larizaba crecientemente entre la derecha comprometida con la ley
en las fábricas y las fuerzas armadas. Para mediados de 1917, se ha- y el orden y la izquierda revolucionaria, el campo intermedio de la
bía convertido en un partido de masas abierto, y se parecía poco a coalición democrática comenzó a agrietarse. En julio, multitudes
la élite disciplinada de revolucionarios de tiempo completo des- de obreros, soldados y marineros salieron a las calles de Petrogra-
cripta en ¿ Qué hacer? En segundo lugar, en 1917, ni el partido en do, exigiendo que el soviet tomase el poder en nombre de la clase
conjunto ni su dirigencia estaban unidos en las más básicas cues- trabajadora y repudiando a los "diez ministros capitalistas" del go-
tiones de política. Por ejemplo, en octubre, los desacuerdos en el bierno provisional. En agosto, mes del abortado golpe del general
seno de la conducción del partido sobre cuan deseable o no era la Kornilov, un líder industrial urgió a los liberales a ser más decidi-
insurrección fueron tan agudos que los bolcheviques debatieron dos en la defensa de sus intereses de clase:
el tema en forma pública en la prensa diaria.
Bien puede ser que la mayor fuerza de los bolcheviques en Deberíamos decir... que la presente revolución es una revolución bur-
1917 no consistiera en la estricta organización partidaria y la disci- guesa, que el orden burgués que existe en este momento es inevita-
plina (que apenas si existía para ese momento), sino más bien en ble y que, dado que es inevitable, uno debe llegar a la conclusión
la posición partidaria de radicalismo intransigente, a la extrema iz- completamente lógica e insistir en que aquellos que rigen el estado
quierda del espectro político. Mientras que otros grupos socialis- piensen en forma burguesa y actúen en forma burguesa.2
tas y liberales competían por cargos en el gobierno provisional y
en el soviet de Petrogrado, los bolcheviques se negaron a transigir El "poder dual" fue concebido como un acuerdo interino que
y denunciaron la política de coalición y compromiso. Mientras funcionaría hasta la convocatoria a una asamblea constituyente.
que otros políticos, hasta entonces radicales, convocaban a la me- Pero su desintegración bajo el ataque de la izquierda y la derecha
sura y a ejercer el liderazgo en forma responsable y propia de esta- y de la creciente polarización de la política rusa planteó preguntas
distas, los bolcheviques se mantuvieron en las calles con la irres- perturbadoras acerca del futuro y del presente, a mediados de
ponsable y belicosa muchedumbre revolucionaria. A medida que 1917. ¿Seguía siendo razonable esperar que los problemas políticos
se desintegraba la estructura de "poder dual", desacreditando a la de Rusia fueran resueltos por un asamblea constituyente elegida
conducción de los partidos de la coalición representados en la diri- por el voto popular y por la institucionalización formal de una de-
gencia del gobierno provisional y del soviet de Petrogrado, sólo los mocracia parlamentaria de modelo occidental? La solución de la
bolcheviques quedaron en posición de beneficiarse. Entre los parti- asamblea constituyente, al igual que el "poder dual" interino, reque-
dos marxistas, sólo los bolcheviques habían superado los escrúpulos ría cierto grado de consenso político y de acuerdo en la necesidad
marxistas, interpretado el ánimo de la multitud y declarado su de un compromiso. Las alternativas que se percibían al consenso
disposición a adueñarse del poder en nombre de la revolución y al compromiso eran la dictadura y la guerra civil. Así y todo, pa-
proletaria. recería que estas alternativas posiblemente fueran elegidas por
lí
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una sociedad turbulenta y violentamente polarizada que se había acuerdo. Pero tras aceptar inicialmente la sugerencia de que abdi-
quitado los frenos gubernativos. cara en favor de su hijo, pensó más a fondo en la delicada salud
del zarevich y decidió en cambio abdicar en nombre propio y de
Alexei en favor de su hermano, el Gran Duque Miguel. Siempre
La revolución de febrero y el "poder dual" había sido un hombre de familia y pasó lo qtie quedaba del viaje
reflexionando con notable calma e inocencia política acerca de su
En la última semana de febrero, la escasez de pan, las huelgas, futuro como ciudadano privado:
paros y, finalmente, una manifestación en honor del Día Interna-
cional de la Mujer realizada por obreras del distrito de Vyborg lle- Dijo que se iría al extranjero mientras continuaran las hostilidades
varon a las calles de Petrogrado una multitud que no pudo ser di- [de la guerra contra Alemania], regresaría después a Rusia, se afin-
sxielta por las autoridades. La cuarta Duma, que había llegado al caría en Crimea y se consagraría exclusivamente a la educación de
fin de su mandato, le pidió ttna vez más al Emperador un gabine- su hijo. Algunos de sus asesores dudaron de que se le permitiera ha-
te responsable y solicitó permanecer en sesiones mientras la crisis se cerlo, pero Nicolás replicó que en ninguna parte se negaba a los pa-
prolongase. Ambas solicitudes fueron denegadas; pero un comité dres el derecho a educar a sus hijos.3
de la Duma no autorizado, dominado por los liberales del partido
cadete y el bloque progresista se mantuvo en sesión. Los ministros (Tras llegar a la capital, Nicolás fue enviado a reunirse con su
del Emperador mantuvieron una última, indecisa reunión y luego familia a las afueras de Petrogrado, y de ahí en más, permanecie-
abandonaron sus puestos. Los más cautos de entre ellos dejaron la ron discretamente bajo arresto domiciliario mientras el gobierno
ciudad de inmediato. El propio Nicolás II estaba ausente, ya que es- provisional y los aliados trataban de decidir qué hacer con él. No se
taba visitando el estado mayor del ejército en Moguilev; su res- alcanzó una solución. Ulteriormente, toda la familia fue enviada
puesta a la crisis fue una lacónica instrucción telegrafiada de que primero a Siberia, después a los Urales, siempre bajo arresto domi-
los desórdenes debían finalizar de inmediato. Pero la policía se ciliario, pero en condiciones cada vez más difíciles que Nicolás so-
desintegraba y las tropas de la guarnición de Petrogrado llevadas portó con entereza. En julio de 1918, tras el estallido de la guerra
a la ciudad para controlar a la muchedumbre, comenzaron a civil, Nicolás y su familia fueron ejecutados por orden del soviet
confraternizar con ésta. Para la noche del 28 de febrero, el co- bolchevique de los Urales. Desde el momento de su abdicación
mandante militar de Petrogrado debió informar que la multitud hasta su muerte, Nicolás realmente actuó corno un ciudadano
revolucionaria había tomado todas las estaciones de ferrocarril, privado, sin desempeñar absolutamente ningún papel político.)
tocio el parque de artillería y, por lo que sabía, toda la ciudad; le En los días que siguieron a la abdicación de Nicolás, los polí-
quedaban muy pocas tropas confiables y ni siquiera funcionaban ticos de Petrogrado estaban en un estado de gran excitación y ac-
los teléfonos. tividad frenética. Su intención original había sido deshacerse de
El comando supremo del Ejército tenía dos opciones, o enviar Nicolás, no de la monarquía. Pero al renunciar Nicolás en nom-
nuevas tropas que podían o no responderle o buscar una solución bre de su hijo anuló la posibilidad de una regencia mientras éste
política con ayuda de los políticos de la Duma. Escogió la segunda al- fuese menor de edad; y el gran duque Miguel, que era un hom-
ternativa. En Pskov, el tren que traía a Nicolás de regreso de Mogui- bre prudente, declinó la invitación a suceder a su hermano. De
lev se encontró con emisarios del comando supremo y de la Duma fado, por lo tanto, Rusia ya no era una monarquía. Se decidió que
quienes sugirieron respetuosamente que el Emperador abdicara. la futura forma de gobierno del país sería determinada a su debi-
Tras discutirlo por un tiempo, Nicolás se demostró amablemente de do tiempo por una asamblea constituyente y que entre tanto un
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autoridades autoconstituiclas que aspiraban a un papel de alcance
"gobierno provisional" autodesignado se haría cargo de las res-
nacional. La segunda era el soviet de Petrogrado, conformado se-
ponsabilidades del antiguo Consejo de Ministros imperial. El prín-
gún el patrón del soviet de Petersburgo de 1905 por obreros, solda-
cipe Gueorguii Lvov, un liberal moderado que encabezaba la Liga
dos y políticos socialistas. El soviet ya sesionaba en el palacio de Tau-
cíe zemstvos, fue designado al frente del nuevo gobierno. Su gabi-
ride cuando la creación del gobierno provisional fue anunciada el
nete incluía a Pavel Milyukov, historiador y teórico del partido ca-
2 de marzo.
dete, dos destacados industriales como ministros de finanzas y de
La relación de "poder dual" entre el gobierno provisional y el
comercio e industria y al abogado socialista Alexander Kerensky
soviet de Petrogrado emergió en forma espontánea, y el gobierno
como ministro de justicia. la aceptó en buena parte porque no tenía más remedio. En los tér-
El gobierno provisional no tenía mandato electoral, y deriva-
minos prácticos más inmediatos, una docena de ministros sin fuer-
ba su autoridad de la ya extinguida Duma, del consentimiento del
zas de seguridad a su disposición mal podrían haber desalojado
comando supremo del ejército y de acuerdos informales con orga-
del palacio (punto de reunión inicial tanto del gobierno como del
nizaciones públicas como la liga de zemstvos y el comité de indus-
soviet) a la desharrapada muchedumbre de obreros, soldados y
trias de guerra. La vieja burocracia zarista proveyó su mecanismo
marineros que allí entraba y salía, pronunciaba discursos, comía,
ejecutivo pero, debido a la disolución de la Duma, no tenía un
dormía, debatía y escribía proclamas; y el ánimo de la multitud,
cuerpo legislativo que lo sustentase. Dadas su fragilidad y su falta
que cada tanto irrumpía en la cámara del soviet con un policía cau-
de legitimidad formal, la asunción del poder por parte del nuevo
tivo o ex ministro zarista para depositar a los pies de los diputados,
gobierno pareció notablemente fácil. Las potencias aliadas lo re-
debe de haber disuadido cualquier intento en ese sentido. En tér-
conocieron de inmediato. Las simpatías monárquicas parecían ha-
minos más amplios, tal como le explicó a comienzos de marzo el
ber desaparecido de un día para otro en Rusia: en todo el décimo
ministro de guerra Guchkov al comandante en jefe del ejército,
ejército, sólo dos oficiales se negaron a jurar lealtad al gobierno
provisional. Como recordó más tarde un político liberal,
El gobierno provisional no tiene ningún poder real; y sus directivas
son llevadas adelante sólo en la medida en que se lo permite el so-
... individuos y organizaciones expresaron su lealtad al nuevo poder.
viet de obreros y de delegados de los soldados, que usufructúa to-
La siavka [cuartel general de ejército] en su totalidad, seguida por
dos los elementos reales del poder, ya que las tropas, ferrocarriles,
todo el estado mayor, reconoció al gobierno provisional. Los minis-
correo y telégrafo están todos en sus manos. Para decirlo en dos
tros zaristas y algunos de los ministros asistentes fueron encarcela-
palabras, el gobierno provisional sólo existe en tanto el soviet le
dos, pero todos los demás funcionarios continuaron en sus puestos.
permite hacerlo.5
Ministerios, oficinas, bancos, de hecho todo el mecanismo político
de Rusia, no dejó de funcionar nunca. En ese respecto, el golpe de es-
Durante los primeros meses, el gobierno provisional estuvo
tado [de febrero] se produjo con tal suavidad que uno hasta llegaba a
integrado básicamente por liberales, mientras que el comité ejecu-
tener el vago presentimiento de que las cosas no habían terminado
tivo del soviet estaba dominado por intelectuales socialistas, sobre
aquí, que la crisis no pasaría tan pacíficamente,4
todo mencheviques y SR en términos partidarios. Kerensky, inte-
grante del gobierno provisional pero también socialista, quien había
De hecho, desde el comienzo mismo, había razones para du-
participado de la organización de las dos instituciones, actuaba de
dar de la efectividad de la transferencia del poder. La razón más
enlace entre ambas. Los socialistas del soviet pretendían ser cus-
importante para esto era que el gobierno provisional tenía un com-
todios del gobierno provisional, protegiendo los intereses de la
petidor: la revolución de febrero había producido no una sino dos
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clase trabajadora hasta el momento en que la revolución burgue- la forma menos practicable de poder dual, es decir, una situación
sa concluyese. Esta deferencia hacia la burguesía era en parte re- en la cual los reclutados para servir en las fuerzas armadas sólo re-
sultado de la buena educación marxista de los socialistas y en par- conocían la autoridad del soviet de Petrogrado, mientras que la
te producto de la cautela y la incertidumbre. Como notó Nikolai oficialidad sólo reconocía la autoridad del gobierno provisional.
Sujanov, uno de los líderes mencheviques del soviet, era previsible El comité ejecutivo del soviet hizo cuanto pudo por no com-
que hubiese problemas en el futuro, y era mejor que los liberales prometerse con la postura radical que implicaba la orden núm. 1.
fuese responsables y, de ser necesario, culpables, de ellos: Pero en abril, Sujanov comentó acerca del "aislamiento de las ma-
sas" producido por la alianza defacto del comité ejecutivo con el go-
La democracia soviética debió confiarle el poder a los elementos bierno provisional. Por supuesto que se trataba sólo de una alianza
propietarios, sus enemigos de clase, sin cuya participación no habría parcial. Había conflictos recurrentes entre el comité ejecutivo del
podido aplicar las técnicas de administración bajo tan desesperadas soviet y el gobierno provisional en materia de política laboral y de
condiciones de desintegración ni lidiar con las fuerzas del zarismo y los reclamos de tierras por parte de los campesinos. También ha-
la burguesía, combinadas contra ella. Pero la condición de esta trans- bía importantes desacuerdos referidos a la participación rusa en la
ferencia era que se asegurara a la democracia de una victoria com- guerra europea. El gobierno provisional continuaba firmemente
pleta sobre el enemigo de clase en el futuro cercano.6 comprometido con el esfuerzo bélico; y la nota del 18 de abril del
ministro de relaciones exteriores Milyukov implicaba que seguía
Pero los obreros, soldados y marineros que constituían las fi- existiendo un interés en extender el control ruso a Constantinopla
las del soviet no eran tan cautelosos. El 1a de marzo, antes del es- y los Estrechos (tal como se había acordado en los tratados secretos
tablecimiento formal del gobierno provisional o de la aparición pactados entre el gobierno zarista y los aliados). Pero el rechazo
de una "conducción responsable" en el soviet, se propaló la famosa público y nuevas manifestaciones callejeras lo forzaron a renun-
orden núm. 1 en nombre del soviet de Petrogrado. La orden núm. 1 ciar. El comité ejecutivo del soviet adoptó la posición defensista,
era un documento revolucionario y una afirmación del poder del so- favoreciendo la continuación de la guerra en tanto el territorio ru-
viet. Convocaba a la democratización del ejército mediante la crea- so fuese atacado, pero oponiéndose a los objetivos bélicos anexio-
ción de comités de soldados, la reducción de los poderes discipli- nistas y a los tratados secretos. Pero en el soviet —y en las calles, las
narios de los oficiales y, lo más importante, el reconocimiento de fábricas y especialmente en los cuarteles— la actitud hacia la gue-
la autoridad del soviet en todas las cuestiones políticas que tuvie- rra tendía a ser más simple y drástica: basta de pelear, salir de la
ran que ver con las fuerzas armadas: afirmaba que ninguna orden guerra, regresar las tropas a casa.
del gobierno referida a las fuerzas armadas sería considerada váli- La relación qtie se desarrolló entre el comité ejecutivo del so-
da sin la aprobación del soviet. Si bien la orden núm. 1 no indica- viet y el gobierno provisional durante la primavera y el verano de
ba en forma explícita que se realizaran elecciones para confirmar 1917 fue intensa, íntima y pendenciera. El comité ejecutivo guar-
a los oficiales en sus puestos, de hecho tales elecciones tenían lu- daba celosamente su identidad independiente, pero en última ins-
gar en las unidades más rebeldes; y hubo informes que afirmaban tancia ambas instituciones estaban demasiado ligadas como para
que cientos de oficiales navales habían sido arrestados o muertos ser indiferentes a su mutuo destino o para disociarse en la even-
por los marineros de Kronstadt y de la flota del Báltico durante los tualidad de un desastre. El vínculo se estrechó en mayo, cuando el
días de febrero. Por lo tanto, la orden núm. 1 tenía fuertes conno- gobierno provisional dejó de ser exclusivamente liberal y se trans-
taciones de guerra de clases y no daba esperanza alguna sobre la formó en una coalición de liberales y socialistas, atrayendo a re-
posibilidad de una cooperación entre las distintas clases. Presagiaba presentantes de los principales partidos socialistas (mencheviques
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y SR), cuya influencia era predominante en el comité ejecutivo del de la guerra, pues los bolcheviques no sólo se oponían a la partici-
soviet. Los socialistas no estaban ansiosos por ingresar en el go- pación rusa sino que argüían que una derrota rusa favorecería los
bierno, pero llegaron a la conclusión de que era su deber afianzar intereses de la revolución. Los líderes bolcheviques que habían es-
el vacilante régimen en un momento de crisis nacional. Continua- tado exiliados en Siberia, incluyendo a Stalin y Molotov, estuvie-
ron considerando al soviet como su esfera natural de acción política, ron entre los primeros que regresaron a las capitales. Pero aque-
especialmente cuando quedó claro que los nuevos ministros socialis- llos que habían emigrado a Europa encontraron mucho más
tas de agricultura y trabajo no podrían implementar sus políticas de- difícil regresar, por la sencilla razón de que Europa estaba en gue-
bido a la oposición liberal. Así y tocio, habían realizado una elección rra. Regresar por el Báltico era peligroso y requería de la coopera-
simbólica: al asociarse más estrechamente con el gobierno provisio- ción de los aliados, mientras que las rutas terrestres atravesaban te-
nal, los socialistas "responsables" se separaban (y por extensión, tam- rritorio enemigo. Sin embargo, Lenin y otros integrantes de la
bién lo hacía el comité ejecutivo del soviet) de la revolución popular comunidad que estaba emigrada en la Suiza neutral estaban muy
"irresponsable". ansiosos por volver; y, tras negociaciones conducidas por interme-
La hostilidad popular hacia el gobierno provisional "burgués" diarios, el gobierno alemán les ofreció la oportunidad de cruzar
creció a fines de la primavera, a medida que aumentaba el rechazo Alemania en un tren precintado. Estaba claro que a Alemania le
hacia la guerra y la situación económica se deterioraba en las citi- convenía permitir que revolucionarios rusos que se oponían a la
dades. Durante las manifestaciones callejeras que tuvieron lugar guerra regresaran a Rusia, pero los revolucionarios mismos de-
en julio (las jornadas de julio), los manifestantes llevaban pancar- bían evaluar cuan deseable era regresar frente al riesgo de quedar
tas donde se exigía "todo el poder a los soviets" lo cual en la prácti- comprometidos políticamente. Lenin, junto a un pequeño contin-
ca hubiera significado que el gobierno provisional fuese expulsado gente de emigrados predominantemente bolcheviques, decidió co-
del poder. Paradójicamente —aunque lógicamente en términos de rrer el riesgo y partió hacia fines de marzo. (Un grupo mucho más
su compromiso con el gobierno— el comité ejecutivo del soviet de importante de revolucionarios rusos exiliados en Suiza, incluyendo
Petrogrado rechazó el lema de "todo el poder a los soviets"; y, de a casi todos los mencheviques, decidió que sería más prudente es-
hecho, la manifestación se dirigía tanto contra la presente diri- perar, una jugada astuta, pues evitaron toda la controversia y las
gencia del soviet como contra el gobierno mismo. "¡Toma el po- acusaciones que provocó el viaje de Lenin. Un mes después, este
der, hijo de puta, criando te lo dan!", gritó un manifestante, agi- grupo siguió los pasos del primero, también en un tren precintado
tando su puño ante un diputado socialista.7 Pero éste era un obtenido mediante un arreglo similar con los alemanes.)
reclamo (¿tal vez una amenaza?) que aquellos que se habían Antes del regreso de Lenin a Petrogrado a comienzos de abril,
comprometido al "poder dual" no estaban en condiciones de los ex exiliados en Siberia habían comenzado a reconstruir la or-
conceder. ganización bolchevique y publicar un periódico. En ese punto, los
bolcheviques, como otros grupos socialistas, daban indicios de nu-
clearse en una coalición amplia en torno del soviet de Petrogrado.
Los bolcheviques Pero los dirigentes mencheviques y SR del soviet no habían olvida-
do cuántos problemas podía causar Lenin, y aguardaban su regre-
Para el momento de la revolución de octubre, virtualmente so con intranquilidad. Ésta resultó justificada. El 3 de abril, cuan-
todos los principales bolcheviques habían emigrado al extranjero do Lenin descendió del tren en la estación de Finlandia de
o estaban exiliados en regiones remotas del imperio ruso, a donde Petrogrado, respondió brevemente al comité de recepción del so-
habían ido a dar tras ser arrestados en masa después del estallido viet, le dirigió unas pocas palabras a la multitud en la voz áspera
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que siempre molestó a sus oponentes y partió abruptamente para había perdido contacto con las realidades de la vida en Rusia, Pe-
una recepción privada y un conciliábulo con sus colegas del Parti- ro en los meses siguientes, los bolcheviques, bajo las exhortaciones
do Bolchevique. Estaba claro que Lenin no había perdido svis vie- y reproches de Lenin, efectivamente adoptaron una postura más
jos hábitos sectarios. No demostró señal alguna de las gozosas intransigente que los aisló cíe la coalición socialista. Sin embargo,
emociones que a menudo llevaban a viejos antagonistas políticos a sin una mayoría bolchevique en el soviet de Petrogrado, el lema
abrazarse como hermanos en honor de la victoria revohicionaria. de Lenin "¡Todo el poder a los soviets!" no proveía a los bolchevi-
La evaluación que hizo Lenin de la situación política, conoci- ques de una guía de acción práctica. Si la estrategia de Lenin era
da en la historia como las tesis de abril era belicosa, intransigente la de un maestro de la política o la de un desequilibrado extremis-
y decididamente desconcertante para los bolcheviques de Petro- ta —una contrapartida izquierdista al viejo socialista Plejánov, cu-
grado, quienes habían aceptado tentativamente la línea del soviet yo patriotismo irrestricto en el tema de la guerra lo había sacado
de unidad socialista y apoyo crítico al nuevo gobierno. Apenas de- de la corriente principal de la política socialista rusa— era una
teniéndose en los logros de febrero, Lenin ya apuntaba a la segun- cuestión abierta.
da etapa de la revolución, el derrocamiento de la burguesía por La necesidad de unidad socialista parecía evidente a la mayor
parte del proletariado. No se debía respaldar al gobierno provisio- parte de los políticos asociados al soviet, quienes se enorgullecían
nal, afirmaba Lenin. Las ilusiones socialistas de unidad y la "con- de dejar de lado sus viejos desacuerdos sectarios. En junio, durante
fianza ingenua" de las masas en el nuevo régimen debían ser des- el primer congreso nacional de los soviets, un orador preguntó re-
truidas. La actual dirigencia del soviet había sucumbido a la tóricamente si algún partido político estaba por sí solo en condicio-
influencia burguesa y era inútil (en un discurso, Lenin empleó la nes de asumir el poder, dando por sentado que la respuesta sería
caracterización de Rosa Luxemburgo acerca de la socialdemocra- negativa. "¡Ese partido existe!", interrumpió Lenin. Pero a la mayor
cia alemana y la llamó "un cadáver hediondo"). parte de los delegados esto les sonó más a bravata que a un desafío
Así y todo, Lenin predijo que los soviets —bajo una renovada serio. Sin embargo, lo era, pues los bolcheviques ganaban apoyo
conducción revolucionaria— serían las instituciones clave en la popular, mientras que los socialistas de la coalición lo perdían.
transferencia de autoridad de la burguesía al proletariado. "¡Todo Los bolcheviques aún estaban en minoría en el congreso de
el poder a los soviets!", uno de los lemas de las tesis de abril de Le- junio de los soviets, y aún debían ganar en alguna elección en las
nin era, en efecto, un llamado a la guerra de clases. "Paz, pan y tie- principales ciudades. Pero su creciente fuerza era evidente a nivel
rra", otro de los lemas de abril de Lenin, tenía implicaciones igual- de las bases: en comités de los obreros de fábricas, en los comités
mente revolucionarias. "Paz", según el empleo que le daba Lenin, de soldados y marineros de las fuerzas armadas y en los soviets lo-
no sólo significaba retirarse de la guerra imperialista sino recono- cales de los distritos. La afiliación al Partido Bolchevique también
cer que tal retirada ues imposible... sin derrocar al capital". 'Tierra" crecía en forma espectacular, aunque los bolcheviques nunca to-
significaba confiscación de las fincas de los terratenientes y su re- maron una decisión formal de lanzar una campaña de recluta-
distribución a los propios campesinos, algo muy cercano a las to- miento en masa y parecieron casi sorprendidos por su propia con-
mas de tierras espontáneas. No es sorprendente que un crítico ha- vocatoria. Las cifras de afiliación al partido, por más que son
ya acusado a Lenin de "plantar la bandera de la guerra civil en inciertas y tal vez exageradas, dan una idea de sus dimensiones:
medio de la democracia revolucionaria".8 24.000 afiliados al Partido Bolchevique para el momento de la revo-
Los bolcheviques, aunque respetaban la visión y el liderazgo hición de febrero (aunque esta cifra es particularmente sospechosa,
de Lenin se sintieron conmovidos ante las tesis de abril: algunos se ya que la organización del partido en Petrogrado sólo pudo
sintieron inclinados a opinar que durante sus años de emigrado identificar a unos 2.000 de sus integrantes en febrero y la de
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Moscú, a 600); más de 100.000 afiliados para fin de abril; y, en oc- las nuevas líneas de conducta— percibían que tanto los oficiales co-
tubre de 1917, un total de 350.000 miembros, incluyendo a 60.000 mo el gobierno provisional pertenecían a la clase de los "amos",
en Petrogrado y la provincia en torno de éste y 70.000 en Moscú y mientras que ellos identificaban sus intereses con los de los obre-
la adyacente región industrial central.9 ros y con el soviet de Petrogrado. Para mayo, según reportó alarma-
do el comandante el jefe, el "antagonismo de clase" entre oficiales
y tropas había socavado hondamente el espíritu de solidaridad
La revolución popular patriótica del ejército.
Los obreros de Petrogrado ya habían demostrado su espíritu
A comienzos de 1917, había siete millones de hombres bajo revolucionario en febrero, si bien ni habían sido suficientemente
bandera y otros dos millones en la reserva. Las fuerzas armadas ha- militantes ni estaban preparados en lo psicológico para resistirse a
bían sufrido pérdidas tremendas, y el hastío con la guerra se evi- la creación del gobierno provisional "burgués". En los primeros me-
denciaba en la creciente tasa de deserción y en la respuesta de los ses después de la revolución de febrero, los principales reclamos
soldados a la confraternización impulsada por los alemanes en el formulados por los obreros de Petrogrado y otros lugares eran de
frente. Para los soldados, la revolución de febrero era una prome- índole económica, y se centraban en temas tan inmediatos como la
sa implícita de que la guerra no tardaría en concluir y esperaban jornada de ocho horas (rechazada por el gobierno provisional, ale-
impacientes a que el gobierno provisional se encargase de que es- gando la situación de emergencia que creaba la guerra), salarios,
to ocurriera, si no por iniciativa propia, entonces bajo presión del horas extra y seguro de desempleo.11 Pero nada garantizaba que esa
soviet de Petrogrado. Al comienzo de la primavera de 1917, el ejér- situación continuase, dada la tradición de militancia política de la
cito, con su nueva estructura democrática de comités electos, sus clase obrera rusa. Era cierto que la guerra había cambiado la com-
viejos problemas de suministros inadecuados y su ánimo inquieto posición de la clase obrera, aumentando en forma importante el
e impredecible era, en el mejor de los casos, una fuerza de comba- porcentaje de mujeres, además de incrementar un poco el número
te dudosa. En el frente, la moral no se había desintegrado por total de trabajadores; y se creía habitualmente que las mujeres eran
completo. Pero la situación en los cuarteles de todo el país, donde menos revolucionarias que los hombres. Sin embargo, fue la huel-
se encontraban estacionadas las tropas de reserva, era mucho más ga de las trabajadoras en el día internacional de la mujer lo que pre-
amenazadora. cipitó la revolución de febrero; y era de esperar que las que tenían
Tradicionalmente se ha calificado como "proletarios" a los maridos en el frente se opusieran con más vigor a la continuación
soldados y marineros de 1917, sea cual haya sido su ocupación en de la guerra. Petrogrado, como centro de la industria de municio-
la vida civil. De hecho, la mayor parte de los reclutas eran campe- nes en la cual muchos trabajadores expertos habían sido eximidos
sinos, aunque había una cantidad desproporcionada de obreros del servicio militar, mantenía una proporción comparativamente al-
en la flota del Báltico y en los ejércitos de los frentes septentrional ta de su clase obrera masculina anterior a la guerra. A pesar de las
y occidental, ya qvie habían sido reclutados en un área relativamen- redadas policiales antibolcheviques del comienzo de la guerra y el
te industrializada. En términos marxistas, puede argumentarse que siguiente arresto o conscripción en las fuerzas armadas de grandes
los integrantes de las fuerzas armadas eran proletarios en virtud de cantidades de otros agitadores políticos, las principales plantas
su presente empleo, pero lo más importante es que así se veían a sí metalúrgicas y de producción de armas de Petrogrado empleaban
mismos. Como lo indica el estudio de Wildman,10 en la primavera a una cantidad sorprendentemente alta de obreros enrolados en
de 1917, los soldados de la línea de batalla —aunque estaban dis- los bolcheviques u otros partidos revolucionarios, llegados a la ca-
puestos a colaborar con los oficiales que aceptaban la revolución y pital desde Ucrania y otras partes del imperio tras el estallido de la
74 SHEILA FITZPATRICK 19J7: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 75
guerra. Otros obreros revolucionarios regresaron a sus fábricas tras influencia en los comités de fábrica. Militancia significaba hostili-
la revolución de febrero, incrementando así el potencial de nuevos dad a la burguesía y afirmación de la primacía de los obreros en la
desórdenes políticos. revolución: así como el significado revisado de "control obrero"
La revolución de febrero había dado nacimiento a un formi- era que los obreros debían ser amos de las plantas en las que tra-
dable surtido de organizaciones obreras en tocios los centros in- bajaban, entre la clase trabajadora surgía una conciencia según la
dustriales de Rusia, especialmente en Petrogrado y Moscú. Los so- cual "poder del soviet" significaba que los obreros debían ser los
viets de obreros se creaban no sólo a nivel metropolitano, como únicos amos de sus distritos, ciudades y, tal vez, la totalidad del
en el caso del soviet de Petrogrado, sino en el nivel inferior de dis- país. Como teoría política, esto se aproximaba más al anarquismo
trito urbano, y allí la dirigencia solía surgir de los propios obreros o al anarcosindicalismo que al bolchevismo, y de hecho los líderes
más bien que de la inteliguentsia socialista, con el resultado de bolcheviques no compartían la idea de que la democracia obrera
que allí el ánimo solía ser más radical. Se establecieron nuevos sin- directa encarnada en los comités de fábrica y los soviets fuesen
dicatos; y a nivel de plantas, los trabajadores comenzaron a organi- una alternativa viable ni deseable a su concepto de una "dictadura
zar comités de fábrica (que no eran parte de la estructura sindical clel proletariado" conducida desde el partido. De todos modos, los
y a menudo coexistían con las ramas sindicales locales) para tratar bolcheviques eran realistas y la realidad política de Petrogrado en
con los administradores. Los comités de fábrica, más cercanos a las el verano de 1917 era que el partido tenía un fuerte apoyo en los
bases, tendían a ser las organizaciones obreras más radicalizadas. comités de fábrica y no quería perderlo. Por lo tanto, los bolchevi-
Para fin de mayo de 1917, los bolcheviques tenían una posición ques estaban a favor del "control obrero", sin definir con demasia-
dominante en los comités de fábrica de Petrogrado. da precisión qué entendían por este término.
La función original de los comités de fábrica era actuar como La creciente militancia obrera alarmó a los empleadores: una
vigilantes de los intereses de los obreros en los tratos de éstos con cantidad de plantas cerraron, y un destacado industrial opinó cau-
los administradores capitalistas de las fábricas. El término emplea- tamente que "la huesuda mano del hambre" podía ser en última
do para designar esta función era "control obrero" (rabochii kon- instancia el medio que regresara al orden a los trabajadores urba-
Irol1), lo cual denotaba supervisión más bien que control en el sen- nos. Pero en el campo, la alarma y el miedo de los terratenientes
tido administrativo de la palabra. Pero en los hechos, los comités ante los campesinos era mucho mayor. Las aldeas estaban tranqui-
de fábrica solían ir más allá y hacerse cargo de las tareas de admi- las en febrero y muchos de los jóvenes campesinos no estaban allí
nistración. En ocasiones, esto se vinculaba a disputas sobre contra- pues habían sido reclutados para las fuerzas armadas. Pero para
taciones y despidos, o era producto del tipo de hostilidad de clase mayo, estaba claro que, al igual que en la revolución de 1905, el
que llevó a los obreros de algunas plantas a poner capataces y ad- campo se deslizaba hacia el desorden en respuesta a la revolución
ministradores impopulares en carretillas y arrojarlos al río. En urbana. Del mismo modo que en 1905-6, las casas solariegas fue-
otras instancias, los comités de fábrica tomaban las riendas para ron saqueadas e incendiadas. Además, los campesinos se apodera-
salvar a los obreros del desempleo cuando el propietario o el ad- ban para su propio uso de tierras privadas y estatales. Durante el
ministrador abandonaban la planta o amenazaban con cerrarla verano y con el avmiento de los disturbios, muchos terratenientes
porque estaba perdiendo dinero. A medida que estos episodios se abandonaron sus fincas y huyeron del campo.
hacían más comunes, la definición de "control obrero" se aproxi- Aunque aun después de las revueltas de 1905-6 Nicolás II se
mó más a una autogestión de los trabajadores. había aferrado a la idea de que los campesinos rusos amaban al zar,
Este cambio tuvo lugar mientras los ánimos políticos de los obre- sean cuales fueren sus opiniones sobre los funcionarios locales y los
ros se volvían cada vez más militantes y los bolcheviques ganaban terratenientes nobles, los campesinos demostraron que esto no era
1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 77
76 SHEILA FITZPATRICK.
en absoluto así con su reacción a las noticias de la caída de la mo- mismo modo en que había repartido las viejas tierras. Además,
narquía y la revolución de febrero. En toda la Rusia campesina el mira, menudo reafirmaba su autoridad sobre sus ex integran-
parece haberse dado por sentado que esta nueva revolución signi- tes en 1917-8: los "separatistas" de Stolypin, quienes habían deja-
ficaba —o se debía hacer qxie significara— que la antigua preten- do el ?rarpara instalarse como pequeños granjeros independientes
sión de posesión de las tierras por parte de los nobles quedaba revo- en los años anteriores a la guerra fueron, en muchos casos, forza-
cada. La tierra debería pertenecer a quien la trabaja, escribieron los dos a regresar e integrar sus propiedades a las tierras comunales
campesinos en las muchas peticiones que dirigieron esa primavera al de la aldea.
gobierno provisional.12 Al parecer, lo que esto significaba para los A pesar de la seriedad del problema de la tierra y de los infor-
campesinos en términos concretos era que la tierra que habían tra- mes sobre tomas de tierra que comenzaron con el verano de 1917,
bajado para los nobles cuando eran siervos, y que había sido conser- el gobierno provisional le dio largas al problema de la reforma
vada por éstos tras el acuerdo emancipador, ahora debía pertene- agraria. En principio, los liberales no se oponían a la expropiación
cerles. (En esos momentos, buena parte de esa tierra era arrendada de tierras privadas, y, en términos generales, parecen haber consi-
por los terratenientes a los campesinos; en otros casos, quienes la cul- derado que los reclamos campesinos eran justos. Pero estaba claro
tivaban eran los terratenientes, empleando a los campesinos como que cualquier reforma agraria radical plantearía problemas formi-
mano de obra paga.) dables. En primer lugar, el gobierno debería instalar un complica-
Dado que los campesinos aún daban por sentado puntos de do mecanismo oficial de expropiación y transferencia de tierras, lo
vista referidos a la tierra que se retrotraían más de medio siglo a la que casi con certeza estaba más allá de sus capacidades administra-
época de la servidumbre, no es sorprendente que las reformas tivas. En segundo lugar, no podía permitirse pagar las elevadas
agrarias llevadas adelante por Stolypin en los años que antecedie- compensaciones a los terratenientes que la mayor parte de los libe-
ron a la Primera Guerra Mundial hubieran hecho escasa mella en rales consideraba necesarias. La conclusión del gobierno provisio-
la conciencia campesina. Aun así, la evidente vitalidad del mir cam- nal fue que sería mejor dejar de lado los problemas hasta que éstos
pesino en 1917 sorprendió a muchos. Desde la década de 1880, los pudieran ser satisfactoriamente resueltos por la asamblea constitu-
marxistas afirmaban que, en lo esencial, el mir se había desintegra- yente. En el ínterin, advirtió al campesinado (aunque con escaso
do internamente y que sólo sobrevivía porque era una herramien- resultado) que de ningún modo tomara la ley en sus manos.
ta útil para el estado. Sobre el papel, el efecto de la reforma de
Stolypin había consistido en disolver el miren una importante can-
tidad de las aldeas de la Rusia europea. Pero así y todo, en 1917, el Las crisis políticas del verano
mir era claramente un factor básico en la percepción que los cam-
pesinos tenían de la tierra. En sus petitorios, los campesinos solici- A mediados de junio, Kerensky, en esos momentos ministro
taban una redistribución igualitaria de la tierra en poder de la no- de Guerra del gobierno provisional, alentó al ejército ruso a lan-
bleza, el estado, la iglesia; es decir, el mismo tipo de reparto zar una importante ofensiva en el frente de Galitzia (Polonia). Era
equitativo entre hogares aldeanos que el mir había organizado tra- la primera iniciativa militar seria que se hacía desde la revolución
dicionalmente con los campos de la aldea. Cuando en el verano de febrero, pues los alemanes se habían conformado con contem-
de 1917 comenzaron las tomas de tierra no autorizadas y a gran es- plar la desintegración de las fuerzas rusas sin comprometerse más
cala, éstas se realizaron en nombre de las comunidades aldeanas, no en el este, y el mando supremo ruso, temiendo el desastre, se ha-
de hogares campesinos individuales, y el patrón general era que ul- bía resistido hasta el momento a la presión aliada para que toma-
teriormente el mir dividía las nuevas tierras entre los aldeanos del se la ofensiva. La ofensiva rusa en Galitzia fracasó y se estima que
78 SHE1LA F1TZPATRICK
1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 79
los rusos sufrieron unas 200.000 bajas. Fue un desastre en todo Pero en otro sentido las jornadas de julio fueron un desastre para
sentido. La moral en las fuerzas armadas se desintegró aún más y los bolcheviques. Estaba claro que Lenin y el comité central bol-
los alemanes comenzaron xm exitoso contraataque que continvió chevique habían sido tomados por sorpresa. Ellos hablaban de in-
durante el verano y el otoño. Las deserciones rusas, qtie ya crecían surrección en un sentido general, pero no tenían nada planeado.
con la respuesta de los soldados a las noticias de las tomas de tie- Los bolcheviques de Kronstadt, respondiendo al estado cíe ánimo
rra, creció hasta alcanzar proporciones epidémicas. La credibili- de los marineros, habían tomado una iniciativa que, en los he-
dad del gobierno provisional resultó gravemente dañada y la ten- chos, había sido desautorizada por el comité central bolchevique.
sión entre gobierno y jefes militares aumentó. A comienzos de Todo el episodio dañó la moral bolchevique y la credibilidad de
julio, una crisis gubernamental se precipitó con la retirada de to- Lenin como líder revolucionario.
dos los ministros del partido cadete (liberales) y la renuncia de la El daño era aun mayor porque los bolcheviques, a pesar de la
cabeza del gobierno provisional, el príncipe Lvov. vacilante e incierta respuesta de su líder, fueron culpados por las
En medio de esta crisis, Petrogrado volvió a entrar en una jornadas de julio por el gobierno provisional y los socialistas mode-
erupción de manifestaciones de masas, violencia callejera y desor- rados del soviet. El gobierno provisional decidió reprimir, cance-
den popular entre el 3 y el 5 de julio, fase que fue conocida como lando la "inmunidad parlamentaria" que tenían los políticos de to-
"las jornadas de julio".13 La multitud, que testigos contemporá- dos los partidos desde la revolución de febrero. Varios destacados
neos calculan en hasta medio millón de personas, incluía grandes bolcheviques fueron arrestados, además de Trotsky, quien había
contingentes organizados de marineros de Kronstadt, soldados y adoptado una posición cercana a la de Lenin en la extrema izquier-
obreros de las plantas de Petrogrado. Para el gobierno provisional, da desde su regreso a Rusia en mayo y que en agosto se afiliaría ofi-
parecía un intento de insurrección bolcheviqíie. Los marineros de cialmente al Partido Bolchevique. Se emitieron órdenes para el
Kronstadt, cuya llegada a Petrogrado precipitó los desórdenes, te- arresto de Lenin y uno de sus más cercanos colaboradores en la di-
nían bolcheviques entre svis líderes, llevaban banderas con el lema P rección bolchevique, Grigorii Zinoviev. Además, durante las jorna-
bolchevique "todo el poder a los soviets" y su destino inicial fue el ' das de julio, el gobierno provisional había afirmado que contaba
cuartel general del Partido Bolchevique en el palacio Kseshinskaya. con evidencia que confirmaba los rumores que sostenían que Le-
Pero cuando los manifestantes llegaron al palacio Kseshinskaya, la
nin era un agente alemán, y los bolcheviques fueron vapuleados
recepción de Lenin fue moderada, incluso abrupta. No los alentó
por vina ola de denuncias patrióticas en la prensa que socavaron
a que realizaran actos de violencia contra el gobierno provisional temporariamente su popularidad en las fuerzas armadas y las fá-
ni la dirigencia del soviet; y aunque la multitud se dirigió hacia el bricas. El comité central bolchevique (e indudablemente también
soviet, en torno del cual se arremolinó amenazadoramente, no lle- el propio Lenin) temía por la vida de Lenin. Pasó a la clandestini-
vó a cabo ninguna acción. Confundidos y carentes de dirección y dad y, a comienzos de agosto, disfrazado cíe obrero, cruzó la fron-
de planes específicos, los manifestantes vagaron por la ciudad, se • . tera y se refugió en Finlandia.
dieron a la bebida y al saqueo y finalmente se dispersaron.
Pero si bien es cierto que los bolcheviques estaban en proble-
En cierto sentido, las jornadas de julio fueron una vindicación
[j mas, lo mismo puede decirse del gobierno provisional, que a partir
de la posición intransigente que Lenin había tomado a partir de
de julio encabezó Kerensky. La coalición liberal-socialista estaba en
abril, pues indicaban la fuerte oposición popular al gobierno provi-
constante agitación, pues los socialistas eran impulsados hacia la iz-
sional y al "poder dual", la impaciencia hacia los socialistas de la coa-
quierda por los integrantes del soviet y los liberales se desplazaban
lición y la buena disposición de los marineros de Kronstadt y otros
hacia la izquierda bajo la presión de los industriales, terrate-
para la confrontación violenta y probablemente la hmvrrección.
|; nientes y comandantes militares, crecientemente alarmados por
80 SHEILA FITZPATRICK 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 81
el derrumbe de la autoridad y los desórdenes populares. Ke- caída de Riga en manos alemanas la víspera de la intentona de
rensky, a pesar de un exaltado sentido de su propia misión de sal- Kornilov sumó al ambiente de pánico, suspicacia y desespera-
var a Rusia era esencialmente un intermediario y negociador de ción que cundía entre los líderes civiles y militares de Rusia. La
compromisos políticos, a quien no se consideraba muy confiable ni última semana de agosto, desconcertado pero decidido, el gene-
respetable. Según su triste queja: "lucho con los bolcheviques de la ral Kornilov despachó tropas del frente a Petrogrado, con el pro-
izquierda y los bolcheviques de la derecha, pero la gente pretende pósito manifiesto de aplacar los desórdenes en la capital y salvar
que me apoye en uno u otro de ellos... quiero tomar un camino la república.
intermedio, pero no me lo permiten".14 El intento de golpe falló en buena parte debido a lo poco
Cada vez parecía más posible que el gobierno provisional ca- confiables que eran las tropas y al enérgico accionar de los obreros
yera en una u otra dirección. La pregunta era: ¿en cuál? La ame- de Petrogrado. Los ferroviarios desviaron y obstruyeron los trenes de
naza de la izquierda era una insurrección popular en Petrogrado tropas; los impresores detuvieron la edición de los diarios que respal-
o un golpe bolchevique. Este planteo había fracasado en julio, pe- daban la intentona de Kornilov; los metalúrgicos se precipitaron al
ro la actividad alemana en los frentes del noroeste había agudi- encuentro de las tropas y les explicaron que Petrogrado estaba en
zado la tensión en las fuerzas armadas qtie rodeaban Petrogrado calma y que sus oficiales los habían engañado. Sometida a esta pre-
hasta un punto gravemente ominoso, y la llegada de desertores re- sión, la moral de las tropas se desintegró, el golpe abortó antes de
sentidos, armados y desempleados presumiblemente aumentaba su ingreso en Petrogrado sin que hubiera enfrentamientos milita-
el peligro de violencia callejera en la ciudad misma. La otra ame- res importantes y el general Krymov, el oficial al mando que ac-
naza al gobierno provisional era la posibilidad de un golpe desde tuaba bajo las órdenes de Kornilov, se rindió al gobierno provi-
la derecha para que se estableciese una dictadura empeñada en la sional y después se suicidó. El propio Kornilov, arrestado en el
restauración de la ley y el orden. Por supuesto que, para el verano, estado mayor de ejército, no ofreció resistencia y asumió toda la
esta posibilidad estaba siendo discutida en los altos círculos milita- responsabilidad.
res y contaba con el apoyo de algunos industriales. Había indicios En Petrogrado, los políticos del centro y la derecha se apresu-
de que incluso el partido cadete, que obviamente debía oponerse a raron a reafirmar su lealtad al gobierno provisional, aún encabeza-
un episodio de esa naturaleza en sus pronunciamientos públicos y do por Kerensky. Pero la posición de Kerensky se había deteriora-
antes de que ocurriese, podía llegar a aceptar el hecho consumado do aún más con su manejo del episodio de Kornilov y el gobierno
con considerable alivio. resultó debilitado. El comité ejecutivo del soviet de Petrogrado
En agosto, el golpe de derecha finalmente fue intentado por también emergió del paso con escasa credibilidad, ya que la resis-
el general Lavr Kornikov, a quien Kerensky había designado re- tencia a Kornilov se organizó en gran parte en sindicatos y fábricas
cientemente comandante en jefe con la misión de restaurar el or- locales; y ello contribuyó a un crecimiento del respaldo a los bol-
den y la disciplina en el ejército ruso. Es evidente que Kornilov no cheviques que casi de inmediato permitió que éstos desplazaran a
actuaba impulsado por el interés personal sino por su sentido del la vieja dirección menchevique-SR del soviet. El golpe más duro lo
interés nacional. De hecho, puede haber creído que Kerensky da- recibió el comando supremo del ejército, dado que el arresto del
ría su beneplácito a una intervención del ejército para crear un go- comandante en jefe y el fracaso del golpe lo dejaron desmoraliza-
bierno fuerte que lidiara con los agitadores de izquierda, ya que Ke- do y confuso; las relaciones entre oficiales y tropas se deterioraron
rensky, advertido hasta cierto punto de las intenciones de Kornilov, drásticamente; y, como si todo eso fuese poco, el avance alemán
trató con él con peculiar ambigüedad. Los malentendidos entre los continuaba, aparentemente con el objetivo final de ocupar Petro-
dos principales actores complicaron la situación y la inesperada grado. A mediados de septiembre, el general Alexéiev, sucesor de
SHEILA FITZPATRICK 1917: LAS REVOLUCIONES DE FEBRERO Y OCTUBRE 83
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cambió tras el episodio de Kornilov y la pérdida cíe control por
Kornilov, renunció súbitamente a su cargo cíe comandante en je-
parte cíe los moderados. Los bolcheviques ganaron la mayoría en
fe, prologando su renuncia con un emotivo tributo a los elevados
el soviet de Petrogrado el 31 de agosto y la mayoría en el soviet de
motivos cíe Kornilov. Alexéiev sentía que ya no podía hacerse res-
Moscú el 5 cíe septiembre. Si el segundo congreso nacional cíe so-
ponsable de un ejército en el cual la disciplina se había derrumba-
viets, que debía reunirse en octubre sigtüera la tendencia de lo
do y "cuyos oficiales eran martirizados".
ocurrido en las capitales ¿cuáles serían las consecuencias? ¿Que-
rían los bolcheviques una transferencia de poder cuasi-legal a los
En un sentido práctico, en esta hora de terrible peligro, puedo afir-
soviets, basada en una decisión del congreso en el sentido de que
mar con horror que no tenemos ejército (al pronunciar estas pala-
el gobierno provisional ya no tenía mandato gxibernativo? ¿O su
bras, la voz del general tembló, y derramó algunas lágrimas) mien-
viejo lema realmente era un llamado a la insurrección, o una afir-
tras los alemanes se disponen, de un momento a otro, a lanzar su
mación de que los bolcheviques (a diferencia de los demás) te-
último y más poderoso golpe contra nosotros.15
nían el valor cíe tomar el poder?
En septiembre, Lenin escribió desde su escondite en Finlandia
La izquierda fue la que más ganó con el episodio Kornilov, ya
urgiendo al Partido Bolchevique a prepararse para la insurrección
que éste dio sustancia a la hasta entonces abstracta noción cíe un
armada. El momento revolucionario había llegado, dijo, y debía
golpe contrarrevolucionario derechista, demostró la fuerza del
ser aprovechado antes de que fuera tarde. La demora resultaría fa-
sector obrero y, al mismo tiempo, convenció a muchos trabajado-
tal. Los bolcheviques debían actuar antes de la reunión del segun-
res de que sólo la vigilancia armada salvaría a la revolución de sus
do congreso de los soviets, adelantándose a cualquier decisión que
enemigos. Los bolcheviques, muchos de cuyos dirigentes estaban
pudiera tomar el congreso.
encarcelados o escondidos, no desempeñaron un papel especial
El llamado de Lenin a la inmediata insurrección armada fue
en la resistencia concreta a Kornilov. Pero el nuevo giro de la opi-
apasionado, pero no del todo convincente para quienes compar-
nión popular hacia ellos, ya discernible a principios de agosto, se
tían con él el liderazgo. ¿Para qué los bolcheviques habían de ju-
aceleró mucho tras el abortado golpe de Kornilov; y, en un senti-
garse en vina apuesta desesperada cuando los acontecimientos cla-
do práctico, cosecharían beneficios futuros de la creación de mili-
ramente evolucionaban como a ellos les convenía? Además, Lenin
cias obreras o "guardias rojos" que comenzó como respuesta a la
amenaza de Kornilov. La fuerza de los bolcheviques radicaba en no regresó a tomar las riendas ¿actuaría así si realmente hablara
que eran el único partido que no estaba comprometido por su en serio? No cabe duda de que las acusaciones que se le habían
asociación con la burguesía y el régimen de febrero, además de formulado en el verano lo habían dejado alterado. Es posible que
ser el más firmemente identificado con las ideas de poder obrero se hubiera quedado cavilando sobre éstas y sobre la vacilación del
comité central durante lasjornadas de julio, convencido de haber
e insurrección armada.
perdido una infrecuente ocasión de tomar el poder. Como sea, al
igual que todos los grandes líderes, Lenin era temperamental. Su
estado de ánimo podía pasar.
La revolución de octubre
Ciertamente, el comportamiento de Lenin en ese período era
De abril a agosto, el lema de los bolcheviques "todo el poder a contradictorio. Por un lado, insistía en la insurrección bolchevi-
los soviets" tuvo una intención esencialmente provocadora; era un que. Por otro, se quedaba durante semanas en Finlandia, a pesar
desafío dirigido a los moderados que controlaban el soviet de Petro- de que el gobierno provisional había liberado a los políticos de iz-
grado y se resistían a tomar la totalidad del poder. Pero la situación quierda encarcelados en julio, que por entonces los bolcheviques
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controlaban el soviet y que el momento en que Lenin corría grave sólo se trataba de un acto de desafío, sino de un anuncio público de
peligro ya había pasado. Cuando finalmente regresó a Petrogrado, que los bolcheviques planeaban secretamente vina insurrección.
probablemente al final de la primera semana de octubfe, conti- Bajo tales circunstancias, puede parecer notable que el golpe
nuó escondido, aislado hasta de los bolcheviques, comunicándose bolchevique de octubre haya sido exitoso. Pero, de hecho, la publi-
con el comité central a través de iracundas cartas de exhortación. cidad anticipada probablemente haya más bien ayudado a la cau-
El 10 de octubre, el comité central bolchevique acordó que, sa de Lenin qvie Jo contrario. Puso a los bolcheviques en vina posi-
en principio, un alzamiento era deseable. Pero estaba claro que ción en la que habría sido difícil no actuar, a no ser que antes
muchos bolcheviques se sentían inclinados a visar su posición en el hubieran sido arrestados o hubieran percibido fuertes indicios de
soviet para lograr una transferencia de poder cuasi legal y no vio- que los obreros, soldados y marineros del área de Petrogrado re-
lenta. Según recordó ulteriormente un integrante del comité bol- pudiarían cualquier acción revolucionaria. Pero Kerensky no
cheviqvie de Petrogrado: adoptó medidas preventivas decisivas contra los bolcheviques, y el
control por parte de éstos del comité militar-revolucionario del so-
Apenas si alguno de nosotros consideró que el principio consistiría viet de Petrogrado hizo que organizar un golpe fuese relativamen-
en una toma armada de todas las instituciones de gobierno a una te fácil. El propósito básico del comité militar-revolucionario era
hora dada... Considerábamos que el alzamiento sería una simple to- organizar la resistencia de los trabajadores contra la contrarrevo-
ma de poder por parte del soviet de Petrogrado. El soviet dejaría de lución encarnada en episodios como el de Kornilov, y Kerensky
acatar las órdenes del gobierno provisional, declararía que él mismo claramente no estaba en posición de interferir con tal actitud. La
era la autoridad y sacaría de en medio a cualquiera que intentara evi- situación bélica también era vin factor importante: los alemanes
tar que esto fuese así.16 avanzaban y Petrogrado estaba amenazada. Los trabajadores ya ha-
bían rechazado vina orden del gobierno provisional de evaquar las
Trotsky, recientemente salido de prisión y ahora afiliado al principales plantas industriales de la cividad: no confiaban en las
Partido Bolchevique, era ahora el jefe de la mayoría bolchevique intenciones del gobierno para con la revolución y, por cierto, tam-
del soviet de Petrogrado. En 1905 también había sido uno de los poco creían en su voluntad de combatir a los alemanes. (Paradóji-
dirigentes del soviet. Aunque no discrepaba abiertamente con Le- camente, dada la adhesión de los obreros al lema de "paz" de los
nin (y ulteriormente afirmara que los puntos de vista de ambos bolcheviques, tanto ellos como los bolcheviques reaccionaron be-
eran idénticos), parece probable que también él albergara dudas licosamente cuando la amenaza alemana se volvió inmediata y
acerca de la insurrección, y que opinara que el soviet podía y de- |, concreta: tras la caída de Riga, en el otoño y el invierno de 1917
bía ocuparse del problema de derrocar al gobierno provisional.17 I ; apenas si se oyeron los viejos lemas pacifistas.) Si Kerensky hubie-
Dos de los viejos camaradas bolcheviques de Lenin, Grigorii se intentado desarmar a los obreros mientras los alemanes se
Zinoviev y Lev Kamenev presentaron fuertes objeciones a la idea aproximaban, probablemente habría sido linchado por traidor y
de una insurrección bolchevique. Opinaban que era irresponsa- lj. capitulacionista.
ble que los bolcheviques se adueñaran del poder mediante un gol- La insvirrección comenzó el 24 de octubre, víspera del comien-
pe y poco realista creer que podían retener el poder por su cuen- zo del segundo congreso de los soviets, cuando las fuerzas del co-
ta. Cuando Zinoviev y Kamenev expusieron estos argumentos ¡:, mité militar-revolucionario de los soviets comenzaron a ocvipar
firmándolos con sus propios nombres en un diario no bolchevi- instalaciones gubernamentales clave, tomando las oficinas de te-
que (el Navaja zhizn, de Máximo Gorki), la ira y la frustración de légrafo y estaciones de ferrocarril, bloqueando los puentes de la
Lenin alcanzaron nuevas cotas. Ello era comprensible, ya que no ciudad y rodeando el Palacio de Invierno, donde sesionaba el
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gobierno provisional. Casi no encontraron resistencia violenta. legitimar la toma del poder por parte de los bolcheviques).18
Las calles permanecieron en calma, y los ciudadanos continuaron Cuando la novedad se difundió por las provincias, la versión más
con sus tareas de riitina. Durante la noche del 24-25 de octubre, difundida afirmaba que los soviets habían tomado el poder.
Lenin salió de la clandestinidad y se unió a sus camaradas en el La cuestión no quedó totalmente aclarada en el congreso de
instituto Smolny, una ex escuela de señoritas devenida en cuartel los soviets que se inauguró en Petrogrado el 25 de octubre. Según
general del soviet; también él estaba en calma, recuperado al pare- resultó, una neta mayoría de los delegados del congreso acudió
cer de su acceso de ansiedad nerviosa, y retomó sus funciones de con un mandato que respaldaba la transferencia de todo el poder
dirigente con toda normalidad. a los soviets. Pero éstos no eran un grupo exclusivamente bolche-
Para la tarde del 25, el golpe prácticamente había triunfado, vique (300 de los 670 delegados eran bolcheviques, lo que le daba
con la irritante salvedad de que el Palacio de Invierno, que alber- al partido una posición dominante pero no una mayoría), y tal
gaba a los integrantes del gobierno provisional, no había sido to- mandato no implicaba necesariamente la aprobación de la ac-
mado. El palacio cayó tarde por la noche, en el transcurso de un ción preventiva de los bolcheviques. Ésta fue violentamente criti-
confuso ataque contra un cuerpo de defensores que iba en rápida cada en la primera sesión por un importante grupo de Menche-
disminución. Fue un episodio menos heroico que lo que preten- viques y SR, quienes luego abandonaron el congreso en señal de
dieron los ulteriores relatos soviéticos: el acorazado Aurora, ama- protesta. Fue cuestionada en un tono más conciliador por un gru-
rrado en el río Neva frente al palacio no disparó ni un tiro con po encabezado por Martov, el viejo amigo de Lenin; pero Trotsky,
munición activa, y las fuerzas atacantes permitieron que Kerensky en una frase memorable, consignó estas críticas al "basurero de la
se escurriera por una puerta lateral y abandonara la ciudad en au- historia".
tomóvil. También fue ligeramente insatisfactorio como espectáculo En el congreso, los bolcheviques llamaron a una transferencia
político, ya que el congreso de los soviets —que postergó su prime- del poder a los soviets de obreros soldados y campesinos en todo
ra sesión por unas horas a instancias de los bolcheviques— final- el país. En lo que hacía al poder central, indudablemente la con-
mente comenzó a sesionar antes de la caída del palacio, frustran- secuencia lógica era que el lugar del viejo gobierno provisional se-
do así el deseo de los bolcheviques de hacer tin espectacular ría tomado por el comité central ejecutivo permanente de los so-
anuncio de apertura. Aun así, el hecho de base era indiscutible: el viets, elegido por el congreso y que incluía a representantes de
régimen de febrero había sido derrocado y el poder había pasado distintos partidos políticos. Pero esto no fue así. Para sorpresa de
a los triunfadores de octubre. muchos delegados, se anunció que las funciones del gobierno cen-
Claro que esto dejaba una pregunta sin respuesta. ¿Quiénes tral serían asumidas por un nuevo consejo de comisarios del pue-
eran los triunfadores de octubre? Al instar a los bolcheviques a la blo, cuyo padrón enteramente bolchevique fue leído al congreso
insurrección ante el congreso de los soviets, Lenin claramente ha- el 26 de octubre por un portavoz del Partido Bolchevique. La ca-
bía querido que ese título les correspondiera a los bolcheviques. beza del nuevo gobierno era Lenin y Trotsky era comisario del
Pero el hecho es que los bolcheviques habían organizado el alza- pueblo (ministro) de Asuntos Exteriores.
miento por medio del comité militar-revolucionario del soviet de
Petrogrado; e, intencionalmente o no, el congreso le había dado Algunos historiadores han sugerido que el gobierno unipar-
largas al asxmto hasta la víspera del encuentro del congreso nacio- tidista de los bolcheviques fue el resultado de un accidente histó-
nal de los soviets. (Ulteriormente, Trotsky describiría esto como rico más bien que de una intención,19 es decir, que los bolchevi-
una estrategia brillante —presumiblemente de su autoría, ya que ques no tenían el propósito de tomar el poder para ellos solos. Pero
está claro que no la trazó Lenin— que empleó a los soviets para si la intención que está en cuestión es la de Lenin, el argumento
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parece dudoso; y Lenin aplastó las objeciones de otros dirigentes en las boletas de sufragio). Los bolcheviques esperaban un mejor
de su partido. Parece claro que en septiembre y octubre Lenin resultado y ello tal vez es explicable si uno examina más de cerca
quería que el poder lo tomaran los bolcheviques, no los soviets la votación.21 Los bolcheviques ganaron en Petrogrado y Moscú
multiparticlarios. Ni siquiera pretendía usar a los soviets como fa- y posiblemente en el conjunto de la Rusia urbana. En las fuerzas
chada, sino que aparentemente hubiera preferido hacer un golpe amadas, cviyos cinco millones de votos se contaron en forma in-
abiertamente bolchevique. No hay duda de que en las provincias dependiente, los bolcheviques tuvieron la mayoría absoluta en
el resultado inmediato de la revolución de octubre fue que los so- los ejércitos de los frentes septentrional y occidental y en la flota
viets tomaron el poder; y los soviets locales no siempre estaban do- del Báltico, los electorados que mejor conocían y donde eran
minados por los bolcheviques. Aunque la actitud de los bolchevi- más conocidos. En los frentes meridionales y en la flota del mar
ques hacia los soviets está abierta a distintas interpretaciones,20 tal Negro, perdieron ante los partidos SR y ucraniano. La victoria
vez sea justo decir que en principio no tenían objeción a que los so- general de los SR se debió al voto campesino de las aldeas. Pero
viets ejercieran el poder a nivel local, siempre y cuando fuesen con- había cierta ambigüedad en esto. Es probable que al votar, los
fiablemente bolcheviques. Pero este requisito difícilmente fuera campesinos sólo tomaran en cuenta un tema, y los programas
compatible con las elecciones democráticas en las que participaran agrarios de los SRy los bolcheviques eran casi idénticos. Pero los
otros partidos políticos. SR eran mucho más conocidos para los campesinos, quienes
Ciertamente Lenin tenía una postura muy firme en lo que eran sus votantes tradicionales. En los lugares donde los campe-
respecta a coaliciones en el nuevo gobierno, el concejo de comisa- sinos conocían el programa bolchevique (generalmente como
rios del pueblo. En noviembre de 1917, cuando el comité central resultado de su proximidad a ciudades, cuarteles o ferrocarriles,
bolchevique discutió la posibilidad de pasar de un gobierno total- lugares donde la campaña bolchevique había sido más intensa)
mente bolchevique a una coalición socialista amplia, Lenin se opu- los votos se dividían entre los bolcheviques y los SR.
so férreamente, incluso cuando varios bolcheviques renunciaron Como sea, en la política democrática, una derrota es una de-
al gobierno como protesta. Ulteriormente, unos pocos "SR de iz- rrota. Pero los bolcheviques no adoptaron ese punto de vista en
quierda" (integrantes de una división del partido SR qvie había las elecciones a la asamblea constituyente: no abdicaron al no
aceptado el golpe de octubre) fueron admitidos al concejo de comi- triunfar (y cuando la asamblea se reunió y demostró hostilidad, la
sarios del pueblo, pero se trataba de políticos que no tenían una ba- disolvieron sin más trámite). Sin embargo, en términos de su man-
se partidaria fuerte. Fueron separados del gobierno en 1918, cuan- dato para gobernar, argumentaron que no pretendían represen-
do los SR de izquierda organizaron un alzamiento en protesta tar al total de la población. Habían tomado el poder en nombre
contra el tratado de paz recientemente firmado con Alemania. de la clase obrera. La conclusión que se deduce de las elecciones
Los bolcheviques no hicieron ningún otro esfuerzo por formar del segundo congreso de los soviets y la asamblea constituyente es
una coalición con otros partidos. que, en octubre y noviembre de 1917, obtenían más votos obreros
Los bolcheviques ¿tenían, o creían tener, mandato popular pa- que ningún otro partido.
ra gobernar solos? En las elecciones para designar la asamblea cons- ¿Pero qué ocurriría si en algún momento los obreros les retira-
tituyente (que se celebraron, tal como estaba previsto antes del gol- ran su apoyo? La pretensión bolchevique de representar la voluntad
pe de octubre, en noviembre de 1917) los bolcheviques obtuvieron del proletariado estaba tan basada en la fe como en la observación.
el 25 por ciento del voto popular. Esto los ubicó detrás de los SR, En términos de Lenin, era muy posible que en algún momento del
quienes obtuvieron el 40 por ciento de los votos (los SR de izquier- futuro la conciencia proletaria de los trabajadores fuera menos
da, que respaldaban el golpe bolchevique, no estaban diferenciados aguda que la del Partido Bolchevique, lo cual no necesariamente
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3. La guerra civil
revocaría el mandato gubernativo del partido. Probablemente, los
bolcheviques no esperaban que esto ocurriese. Pero muchos de sus
oponentes de 1917 sí esperaban que fuese así y daban por sentado
que el partido de Lenin no cedería el poder si perdía el apoyo cíe
la clase obrera. Engels había advertido que un partido socialista
que tomara prematuramente el poder podía quedar aislado y
verse obligado a convertirse en una dictadura represiva. Estaba La toma de poder de octubre no fue el fin de la revolución
claro que los líderes bolcheviques, en particular Lenin, estaban bolchevique sino su comienzo. Los bolcheviques tomaron el con-
trol de Petrogrado y, después de una semana de combates calleje-
dispuestos a correr ese riesgo.
ros, de Moscú. Pero los soviets surgidos en la mayor parte de los
centros provinciales aún debían seguir el ejemplo de la capital en
lo que se refería a derrocar la burguesía (a nivel local, esto a me-
nudo significaba expulsar a un "comité de seguridad pública"
constituido por la ciudadanía más sólida de la ciudad); y, si un so-
viet local era demasiado débil como para adueñarse del poder, di-
fícilmente pudiera esperar refuerzos de las capitales. En las pro-
vincias, como en el centro, los bolcheviques debían adaptar sus
actitudes a los soviets locales que habían afirmado exitosamente
su autoridad pero en los que predominaban los mencheviques y
SR. Además, la Rusia rural había en gran medida descartado la au-
toridad emanada de las ciudades. Las áreas fronterizas y no rusas del
viejo imperio exhibían diferentes grados y complejidades cíe desor-
den. Si los bolcheviques habían tomado el poder con la inten-
ción de gobernar en un sentido convencional, los esperaban largos
y difíciles enfrentamientos contra las tendencias anárquicas, descen-
tralizantes y separatistas.
De hecho, la futura forma de gobierno de Rusia seguía sien-
do una pregunta sin respuesta. A juzgar por el golpe de octubre
en Petrogrado, los bolcheviques sentían reservas hacia su propio
lema "todo el poder a los soviets". Por otro lado, en el invierno de
1917-8, este lema parecía adecuado al ánimo imperante en las pro-
vincias, aunque tal vez esto no sea más que otra forma de decir que
por el momento la autoridad gubernamental central se había de-
rrumbado. Aún quedaba por ver qué querían decir exactamente los
bolcheviques con su otro lema: "dictadura del proletariado". Si, tal
como había sugerido Lenin en sus escritos recientes, significara