Alimentos Peces
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MICROCRUSTACEOS
Microcrustáceos como alimento complementario en la acuicultura.
Los microcrustáceos, como los copépodos, los rotíferos y los cladóceros, pueden ser una
excelente fuente de alimento complementario en la acuicultura y la alimentación de
organismos acuáticos en cautiverio, como peces, camarones y larvas de moluscos. Estos
organismos son ricos en proteínas, lípidos, vitaminas y minerales esenciales, lo que los
convierte en un valioso recurso alimenticio.
Algunos de los beneficios de utilizar microcrustáceos como alimento complementario son:
Valor nutricional: Los microcrustáceos son una fuente rica en nutrientes esenciales, como
proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales, que son necesarios para el
crecimiento y desarrollo saludable de los organismos acuáticos.
Mejora de la salud: La inclusión de microcrustáceos en la dieta de los peces y otros
organismos acuáticos puede mejorar su sistema inmunológico y promover una mejor salud en
general.
Alta digestibilidad: Los microcrustáceos suelen ser fácilmente digeribles para una amplia
variedad de organismos acuáticos, lo que maximiza la eficiencia en la conversión de
alimentos y reduce el desperdicio.
Estímulo del comportamiento natural de alimentación: Muchos peces y otros organismos
acuáticos son depredadores naturales de microcrustáceos en su hábitat natural. Al incluir
microcrustáceos en su dieta, se promueve su comportamiento de caza y alimentación natural.
Alternativa sostenible: La producción de microcrustáceos puede ser una alternativa más
sostenible en comparación con otros alimentos para peces que dependen de recursos como el
pescado silvestre. La cría de microcrustáceos puede requerir menos recursos y tener un menor
impacto ambiental.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la inclusión de microcrustáceos en la dieta de
los organismos acuáticos debe estar bien equilibrada con otros alimentos y suplementos
nutritivos para garantizar una nutrición completa y adecuada. Además, es fundamental
garantizar la calidad y la higiene de los microcrustáceos utilizados como alimento para evitar
problemas de salud y contaminación en los organismos acuáticos.
Procedimiento:
Selección de especies de microcrustáceos: Identifica las especies de microcrustáceos
adecuadas para la dieta de tus peces u organismos acuáticos. Algunas opciones comunes
incluyen copépodos, rotíferos, cladóceros (como Daphnia) y Artemia (a menudo conocidos
como camarones de salmuera).
Cultivo de microcrustáceos: Establece un sistema de cultivo adecuado para criar los
microcrustáceos seleccionados. Esto puede incluir tanques o recipientes con agua dulce o
salada, dependiendo de las necesidades de las especies. Asegúrate de proporcionar
condiciones óptimas de temperatura, oxígeno, luz y alimentación para promover la
reproducción y el crecimiento de los microcrustáceos.
Alimentación de los microcrustáceos: Suministra a los microcrustáceos una dieta adecuada
que les proporcione los nutrientes necesarios para su crecimiento y reproducción. Esto puede
incluir microalgas, levaduras, materia orgánica en descomposición u otros alimentos
específicos para microcrustáceos disponibles comercialmente.
Recolección y preparación del alimento: Recolecta los microcrustáceos cultivados cuando
estén en su etapa de desarrollo óptimo, generalmente cuando son jóvenes y ricos en
nutrientes. Puedes filtrarlos del medio de cultivo y lavarlos con agua limpia para eliminar
residuos no deseados antes de alimentar a los peces u otros organismos acuáticos.
Alimentación de los organismos acuáticos: Alimenta a los peces u otros organismos
acuáticos con los microcrustáceos recolectados. Ajusta la cantidad de alimento según las
necesidades nutricionales de tus organismos acuáticos y asegúrate de no sobrealimentar, ya
que esto puede afectar la calidad del agua y causar problemas de salud.
Monitoreo y ajuste: Supervisa regularmente la respuesta de que los peces u otros
organismos acuáticos a la dieta de microcrustáceos. Realiza ajustes según sea necesario en la
cantidad y frecuencia de alimentación para garantizar una nutrición adecuada y un
crecimiento saludable.
ROTIFEROS
Los rotíferos del género Brachionus son fundamentales como fuente de alimento vivo durante
las primeras etapas de desarrollo larvario en muchas especies marinas, especialmente en las
larvas de peces. Estos microorganismos han sido objeto de extensos estudios debido a su
relevancia en la acuicultura comercial y su utilidad en diversas áreas de investigación
(Kostopoulou et al., 2012).
Los rotíferos necesitan grandes cantidades de microalgas vivas para su alimentación. Sin
embargo, los costos elevados relacionados con su producción, el riesgo de contaminación y la
variabilidad en su valor nutricional a lo largo del tiempo presentan desafíos inherentes a
cualquier operación acuícola y restringen la producción de rotíferos (Lavens y Sorgeloos,
1996).
Materiales y métodos:
Se llevaron a cabo investigaciones para estimular la productividad primaria de los rotíferos en
condiciones ambientales.
Dhert et al. (1997) mencionan que después de que los rotíferos de diferentes géneros
eclosionaron a partir de las muestras de sedimento y alcanzaron su máxima producción, se
seleccionaron hembras adultas portadoras de huevos. Estas hembras pasaron por un tamiz de
200 µm y se eligieron aquellas con la mayor abundancia. El objetivo era obtener rotíferos con
tamaños apropiados, específicamente inferiores a 150-200 µm, considerados adecuados para
alimentar las larvas de peces de boca pequeña.
Los rotíferos demostraron la capacidad de adaptarse y crecer en todas las condiciones
experimentales evaluadas. Sin embargo, su dinámica poblacional estuvo influenciada por la
dieta utilizada (Yin et al. 2013).
Este fenómeno no es inusual, ya que investigaciones previas han evidenciado que los
rotíferos del género Brachionus se alimentan de microalgas vivas, levadura de pan, cerveza,
protozoarios, bacterias y detritos.
En un estudio realizado por Sarma et al. (2005) se observó que, en condiciones sin estrés, la
proporción de huevos por hembras en los rotíferos puede variar entre 0,2 y 2,5, dependiendo
de la especie y el estado de crecimiento de la población. Por otro lado, Snell et al. (1987)
mencionan que, si la proporción de huevos por hembra es menor a 0,13, las condiciones del
cultivo son adversas, lo que conlleva a una disminución en la población.
Durante el periodo de cultivo, se observó que los rotíferos alimentados con RotiGrow
tuvieron la mayor fecundidad promedio (0,39 huevos hembra-1), mientras que aquellos
alimentados con Espirulina presentaron la menor fecundidad (0,16 huevos hembra-1). Las
demás dietas mostraron valores promedio similares, oscilando entre 0,23 y 0,27 huevos
hembra. Estos resultados sugieren que los rotíferos alimentados con Espirulina estuvieron en
condiciones menos favorables durante el periodo experimental. Esto también se reflejó en
tasas de crecimiento más bajas, mayor tiempo de duplicación, menor densidad máxima y
menor biomasa seca y orgánica.
Además, las dietas basadas en Espirulina y Rotimac, que son microalgas secas, presentaron
menores cifras en lo que respecta a la dinámica poblacional. Esto concuerda con los hallazgos
de otros estudios, que señalan que las dietas secas provocan un crecimiento más lento
(Mostary et al. 2010).
COPEPODOS
Los copépodos son un grupo de pequeños crustáceos que juegan un papel crucial en la cadena
alimenticia acuática, especialmente en el plancton. Son fundamentales en la dieta de muchos
peces, tanto de agua dulce como marinos, debido a su abundancia y valor nutricional. Los
copépodos son uno de los grupos más numerosos del zooplancton y están presentes en casi
todos los hábitats acuáticos.
Existen cerca de 21 mil especies de copépodos, lo que significa que hay una gran variedad de
tamaños y tipos disponibles para diferentes especies de peces. Dos géneros copépodos de
agua dulce muy estudiados son Cyclops y Diaptomus, ambos ofrecen un cuadro general del
grupo bastante amplio. Los copépodos no solo sirven como alimento, sino que también
contribuyen a la limpieza de la contaminación por hidrocarburos y son indicadores ecológicos
de la presencia de masas de agua y corrientes. En la larvicultura de peces marinos, los
copépodos cultivados en mesocosmos junto con microalgas y otros microorganismos son
esenciales para aumentar la supervivencia y calidad de las larvas y alevines.
Los copépodos son un componente esencial en la acuicultura, especialmente como alimento
complementario para larvas de peces marinos. Aquí tienes algunos puntos clave sobre su uso
y producción:
Adaptabilidad: Especies como Tisbe monozota y Pseudodiaptomus euryhalinus han
demostrado gran adaptabilidad a condiciones de cultivo, toleran el manejo y presentan
ciclos de vida cortos y alta fecundidad.
Valor Nutricional: Los copépodos tienen un perfil nutricional superior al alimento
convencional enriquecido (Artemia y rotíferos), lo que los hace muy efectivos para la
nutrición de larvas de peces.
Cultivo Masivo: Se han desarrollado tecnologías de cultivo que permiten la
producción masiva de copépodos, lo que facilita su uso en la acuicultura1.
Beneficios en Larvicultura: Han sido utilizados exitosamente para alimentar larvas
de peces como el botete diana y el pargo flamenco, mejorando la supervivencia y
calidad de las larvas.
Estudios de Factibilidad: Los estudios económicos han mostrado que el uso de
copépodos puede ser más beneficioso en comparación con el uso de Artemia.
Diversidad de Especies: Existen especies de copépodos que se han cultivado en
forma masiva, como Tigriopus japonicus, que es resistente a cambios ambientales y se
ha utilizado para la nutrición de larvas de peces y camarones.
Técnicas de Cultivo: Aunque el cultivo de copépodos aún no dispone de técnicas
sencillas para considerarlos posibles sustitutos de la Artemia, se han logrado avances
significativos en su producción masiva.
Potencial en Nutrición: Los copépodos representan una fuente de alimento natural
rica en ácidos grasos poliinsaturados omega-3 EPA y DHA, pigmentos y nutrientes de
alta digestibilidad, mostrándose muy eficaces en la alimentación de larvas de peces de
interés acuícola.
Prodedimiento:
El procedimiento para utilizar copépodos como alimentos complementarios en la acuicultura
implica varios pasos clave para asegurar un cultivo exitoso y beneficioso para las larvas de
peces. Aquí tienes una guía general basada en prácticas comunes y estudios recientes:
Selección de Especies:
Escoge especies de copépodos que sean adecuadas para las condiciones de cultivo y
las especies de peces a alimentar.
Establecimiento del Cultivo Inicial:
Obtén copépodos de una fuente confiable o de cultivos existentes.
Establece las condiciones óptimas de salinidad y temperatura para la especie
específica de copépodo.
Alimentación de los Copépodos:
Alimenta a los copépodos con microalgas o fitoplancton adecuado para su nutrición y
crecimiento.
Ajusta la cantidad y frecuencia de alimentación según la densidad del cultivo.
Mantenimiento del Cultivo:
Mantén condiciones estables de calidad de agua, temperatura y salinidad.
Realiza cambios de agua regulares y sifonado para eliminar desechos y mantener la
calidad del agua.
Cosecha y Utilización:
Cosecha los copépodos de manera regular para alimentar a las larvas de peces.
Asegúrate de que el tamaño de los copépodos sea adecuado para las larvas que los
consumirán.
Monitoreo y Ajustes:
Monitorea la salud y la densidad de los copépodos regularmente.
Ajusta las condiciones de cultivo y alimentación según sea necesario para optimizar la
producción.
Evaluación de Resultados:
Evalúa la efectividad de los copépodos como alimento complementario observando la
salud y el crecimiento de las larvas de peces.
Realiza ajustes en el procedimiento basándote en los resultados obtenidos para
mejorar la eficiencia del cultivo.
Harina de sangre
Resulta del proceso de deshidratación y molienda en los frigoríficos de bovinos y
porcinos. En general, redondea un 70-75% en contenido proteico, aunque es deficiente
en metionina e isoleucina y presenta baja palatabilidad y hierro en exceso; su contenido en
la formula no debe sobrepasar un nivel de 10%.
Ensilados ácidos o biológicos
La mayoría de los residuos del procesamiento industrial del pescado pueden ser utilizados
para la producción de ensilados ácidos.
Cualquiera de las dos metodologías empleadas ofrece un producto de alto valor nutricional,
que actúa como sustituto de la harina de pescado (de alto costo y escasez), no necesitando
refrigeración, pudiendo mezclarse con el resto de los insumos utilizados en las raciones de
alimentos para peces y otros organismos acuáticos.
Ingredientes de origen vegetal
Maíz
El maíz es el alimento energético más utilizado en la alimentación de aves, cerdos y peces.
Sin embargo, su nivel de proteína es bajo y no sobrepasa 9 %; además es deficiente, en
los aminoácidos lisina y metionina.
Gluten de maíz
Subproducto del maíz después de ser sometido a tratamiento de extracción de la mayor parte
del almidón; el nivel de proteína puede variar entre 42 y 60 % pero es deficiente en lisina,
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https://agrotendencia.tv/agropedia/acuicultura/alimentos-para-acuicultura/
https://repository.agrosavia.co/bitstream/handle/20.500.12324/34942/27469.pdf?
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