Cómo Hacer Una Infografía
Cómo Hacer Una Infografía
Cómo Hacer Una Infografía
Esta conocida herramienta de contenidos puede simplificar un tema complicado o convertir uno aburrido en una
experiencia cautivadora. Se caracteriza por su atractivo visual, por contener información y datos relevantes y, muchas
veces, por entrelazar y conectar conceptos clave para hacer un proceso o concepto mayor más entendible.
En definitiva, usamos las infografías en nuestros contenidos porque:
Resultan útiles y aportan valor, haciendo cualquier información más comprensible y llamativa.
Aportan datos esenciales, porcentajes, tendencias, estadísticas… Y lo hacen de una manera ligera y
entretenida.
Saber cómo hacer una infografía puede parecer fácil, pero tiene sus secretos. Piensa que, antes de nada, tienes que
tener claro qué quieres contar, de qué forma, con qué estilo, qué datos vas incluir y a quién vas a dirigirte.
Por eso, la planificación es la clave a la hora de hacer una infografía de forma fácil y creativa. Aquí, hay 4 puntos que
debemos tener en cuenta:
1. El tema.
2. Los contenidos.
3. El diseño.
4. La difusión.
1) Tema
En realidad, no hay una forma fácil de diseñar este tipo de elementos de comunicación. Hacerlo bien requiere aportar
datos relevantes o contar una historia interesante, saber darle el enfoque adecuado y, todo esto, transmitirlo con un
buen diseño.
Para ello, debes tener clara la información básica que quieres transmitir y darle un giro creativo que llame la atención
de quienes la van a ver.
La diferencia principal con los gráficos de datos tradicionales, es que la infografía cuenta una historia, normalmente
tratando de persuadir o enseñar. Si, además, quieres llamar la atención, deberás darle alguna utilidad práctica, o
generar sorpresa o desafío en el receptor.
Para dar un claro enfoque temático a tus infografías, puedes incluir:
Texto e imágenes en la proporción adecuada, quedando siempre claro lo que se quiere exponer sin
llegar a aturdir con palabras.
Datos estadísticos, numéricos o fechas de eventos que orden cronológicamente la información y
sitúen al usuario.
Mapas y diagramas que generen relación entre varios conceptos o acontecimientos y guíen al
espectador a la hora de asimilar la información.
Además, una infografía puede ser relativamente literal, como en el caso de un mapa geográfico que retrata con
precisión el terreno, o más metafórico, en el sentido de direcciones simplificadas.
2) Contenidos
Este paso puede ser uno de los más fáciles o uno de los más complicados. Todo depende de la magnitud de la
historia que quieras contar. Por ejemplo:
No hay una única forma de enfocar una infografía. Por eso, no hay una manera exclusiva de obtener
información para su contenido. Quizás algunas de estas fuentes puedan resultarte útiles:
Instituto Nacional de Estadística y otras bases de datos abiertas.
Empresas públicas y universidades.
Estudios de investigación.
Publicaciones científicas.
Registros.
Bibliotecas públicas.
Archivos de asociaciones y fundaciones con acceso público.
Encuestas de elaboración propia.
Búsqueda de datos en Internet.
3) Diseño
Llegamos a una de las partes que más me gustan de todo este creativo proceso; el diseño de infografías. Piensa que
éste puede determinar que una infografía pase rápidamente al olvido o que, por el contrario, se convierta en un
fenómeno viral.
Estos son algunos aspectos que deberías cuidar muy bien:
Equilibrio texto/imagen: Las mejores infografías son las que tienen un buen equilibrio de información visual con
información escrita. Una forma de conseguirlo es combinar el uso de iconos e ilustraciones, pero sin saturar.
Enfoque: Hay que centrarse en el tema principal, en la historia que queremos contar. Y eso es lo que debe
quedar claro en la infografía. A partir de ahí, ofrecer el resto de la información es accesorio, pero siempre ha
quedar claramente ilustrada.
Equilibrio visual: Sabiendo dónde vas a publicar el trabajo, debes diseñarlo en consonancia, con unas
proporciones y dimensiones que lo hagan fácil y agradable de leer. Para ello, debes elegir el tipo y tamaño de
letra más adecuado, teniendo en cuenta tu público potencial, la iconografía, el color, resolución, altura, anchura,
márgenes, etc.
Espacios: El diseño debe también tener los suficientes espacios en blanco, respetando los márgenes y la
correcta legibilidad de los textos.. Esto es necesario para que su función comunicativa no pierda fuerza.
Interactividad: No te límites al diseño 2D, porque para según que usos las infografías interactivas pueden
resultar una solución muy innovadora. Quizás no son el mejor formato para ser compartidas, pero sí para
compartir material didáctico en un curso formativo o en una reunión de empresa.
4) Difusión
Si tu infografía no tendrá un único uso “de puertas adentro”, sino que persigues determinados fines publicitarios y
quieres llegar a más personas con su contenido y diseño, tendrás que tener muy en cuenta la difusión de la misma.
Después de todo, ¿qué sentido tiene tanto esfuerzo si todo queda en el olvido?
Plantéate realizar diferentes acciones como las que te expongo ahora pero, sobre todo, ¡compártela sin parar!
Utiliza formatos ligueros que faciliten su descarga, tipo .jpg, .png o .gif.
Facilita que tus infografías sean compartidas desde tu web plugins o botones que den fácil acceso y conexión con
las redes sociales.
No te quedes con la redes sociales generalistas y comparte tu infografía en otros canales como el email o
WhatsApp.
Realiza concursos o sorteos que inciten a compartir tus infografías.
Incluye palabras clave en el nombre del archivo para sacar provecho del SEO de imágenes.
Tipos de infografías que puedes hacer
Cuando tenemos una historia que contar, lo demás es un poco más fácil. Pero no debemos subestimar la dificultad
de contarla de la manera más adecuada.
Llega el momento de elegir el tipo de infografía que más se adapta tu propia historia. ¿Se adapta ésta a alguno de
estos formatos?
Infografía informativa: Funciona como un cartel pero añade información y guiños a la interactividad.
Infografía publicitaria: Muestra las ventajas de un producto, sus utilidades, valor añadido, descuentos y
tipología.
Infografía jerárquica: Se trata de un mero gráfico con niveles.
Infografía estadística: Resumen o vista general de datos con uno o más gráficos, tablas o listas.
Infografía corporativa: Contiene elementos de imagen corporativa, colores, distintivos, valores y elementos
que generan engagement.
Infografía con nubes de palabras: Grupo de palabras para mostrar las asociaciones entre las palabras y el
concepto.
Infografía cronológica: Muestra el progreso de la información durante un período temporal o línea de
tiempo.
Infografía de proceso: Muestra un proceso lineal o de ramificación como una forma de enseñar el
funcionamiento de un objeto o diagrama de flujo que muestra las opciones en un proceso de decisión.
Infografía de contraste: Ilustra semejanzas o diferencias notables.
Infografía basada en la investigación: Similar a la infografía estadística, pero basada en la investigación.
Se puede utilizar para comparar elementos diferentes con conjuntos populares de datos.
Infografía interactiva: Le da a los espectadores el control para modificar los elementos y está basado,
principalmente, en usos web.