12 Días
12 Días
12 Días
PRESENTADO POR:
ALMARY GUERRERO
GRADO:
11´3
Día 1.
Sé que puede ser precipitado, pero tus labios también me fascinaron desde el
momento en que te vi, lo redondos y rosados que son naturalmente, sé que no sería
nada eficiente si los llegara a tener al frente.
Pero, ¿puedes culparme? Al escucharte haces que quiera atarme, porque en
cualquier momento sería capaz de levantarme y besarte, dejar ir los prejuicios y
lanzarme a un precipicio del que solo tú podrías salvarme.
Me siento descolocada y tú buscas mi mirada, pero solo está centrada en tu boca, tu
boca que se siente tan lejana, tan prohibida, tan cohibida y cerrada, sé que dejaste
de hablar solo para preguntarme si estoy bien, pero, ¿cómo estarlo? Si de solo
pensarlo sé que todo estaría arruinado, que al expresarte lo que siento mi corazón
sería destrozado.
¿Si la sociedad fuese diferente, yo igual tendría estos pensamientos recurrentes?
La voz no me da ni siquiera para preguntarte o hablarte o si quiera mirarte, porque
sé que solo soy tu amiga, tu amiga a la que siempre le hablas de él. Él y su cabello
rubio, él y su toque mágico, él y su caro perfume, él y su hablar fantástico, él, él, él.
Yo desearía besar sus labios, porque sé que saben a ti, ahogarme en su perfume,
porque al olerlo siento como te consumes, tocar tu piel justo cómo él lo hace, tener
ese algo que te complace.
Mi mente me dice que yo puedo llegar a darte más, aunque, ¿es eso lo que quieres?
Porque yo podría darte el sol, pero no creo que me dejes.
Día 3.
Tus manos, como siempre me sostienen cerca, dándome la suficiente fuerza para
aguantar la lejanía, porque tenerte lejos se siente como atravesar mil bosquejos sin
hallar una salida.
Estoy lo suficientemente enamorada, tal vez más que encantada, para soportar la
distancia que nos separa y nos deja aisladas.
¿Sientes lo mismo?, ¿Puedo tomar protagonismo?
Porque cada día te doy avisos que se sienten como miles de riscos dentro de mí, no
sé qué dirás, tampoco lo que pensarás, pero si no vas a decir que me amas, por mi
bien, déjame permanecer en la sombra, en la sombra que a ti te asombra al darte
cuenta de que mi amor va más allá de la amistad, que no se define con la
hermandad y que por eso prefiero callarme la verdad.
Estoy aquí, justo aquí deseando poder estar para ti, decirte lo que siento y que eso
no haga que mis noches se llenen de lamentos.
Solo te haré saber que, si fuera un ave, volaría hacia tu casa y me convertiría en
plumas para así poder ser la almohada que abrazas.
Día 4.
Tu cabello se mueve con el viento de esta tarde clara, pareciera que todo se
acomodó para que yo esté más enamorada.
Junto a él, tu piel brilla como nunca, tu sonrisa resplandece mientras mi corazón se
estruja y mi alma se desvanece.
Me quedo sentada en el pasto, mientras te veo riendo con él y preguntándole “¿te
gusta como bailo?”, el solo ríe y asiente, pero yo te digo que es el mejor baile del
mundo en mi mente.
Trato de distraerme, pero, ¿cómo podría hacerlo si te escucho siendo feliz?, ¿será
que el destino me está diciendo que me debo rendir?
Cierro los ojos para regular mis sentimientos, dándole un alto a todo lo se siento,
escucho unos pasos acercándose y al abrir los ojos te veo frente a mí, él nos está
viendo, enfocándose.
“¿Te sientes mal?” preguntas preocupada, quiero decirte que fatal, pero solo aparto
la mirada, “no me pasa nada.” Termino contestando y tú siempre tan amable me
acaricias el cabello mientras yo creo que no estoy respirando.
Te vas de nuevo y yo me quedo igual que antes, sentada al mismo tiempo que te
admiro, recargando mi cabeza en mis rodillas y aguantándome mis miles de
suspiros.
Día 7
Por la noche, cuando tu padre nos recoge en su coche, voy pensando en tus labios
todo el camino a casa, en solo eso mi mente se basa.
“¿Quieres quedarte a dormir?” me preguntas y siento que la vida me vuelve a
sonreír, asiento y ríes emocionada, yo me contagio porque sé cuánto amas las
pijamadas.
El llegar a tu pieza y tirarme en la cama parece un ritual entre nosotras, reímos y
volteó a ver tus ojos, repleto de tus pestañas boscosas, mi corazón se comprime,
porque comienzo a entender que eres a la persona que más amo en el mundo y eso
que mi cabeza muchas veces trató de negarse, con un “no” rotundo.
Pero no es como si pudiera elegir a quién amo, comienzas a tararear una canción y
tomas mi mano, sigues tarareando y dices “bailemos”, yo sonrío más que encantada,
respondiendo, “y cantemos.”
Comenzamos a saltar y te empiezas a acercar, yo claro que me siento titubear y mi
corazón lo que hace es temblar, tomas mis manos y comienzas a bailar, pero yo solo
siento que mi mente deja de funcionar, “¡Baila!”, gritas sobre la música que acabas
de poner, yo finjo una sonrisa y por una noche sé que mi interior no va a doler.
Día 8
Han pasado días, días en los que fuiste fría, días en los que casi no dormías, en los
que huías, en los que te escondías, pero también días de alegría últimamente, días
en los que no sales de mi mente, días en los que al fin sabes lo que sientes.
“Tengo miedo” me dijiste ese día y no sabes cuánto te entiendo, pero ¿qué es el
amor si no luchamos por él?, ¿si dejamos que se vaya sin correr?
La vida se trata de amar, de sin importar qué, crear un hogar, un hogar propio en
dónde estén las personas que ames, da igual si no llevan tu sangre, personas que
hagan que tu corazón se sienta feliz, que te apoyen y que nunca te abran una
cicatriz.
Hoy estás aquí, mirándome a los ojos y haciéndome sonreír, diciendo cualquier
cosa solo para hacerme reír, siendo una versión más feliz de ti.
Me siento completa, tal vez suene tonto que esta era mi meta, pero desde que te vi
por primera vez, supe que debía tenerte por siempre, hasta mi vejez, y si, entiendo
que a muchos puede no gustarles el amor, que muchos estarán en contra de nuestra
unión, que harán comentarios tontos y que al decirles que nos amamos, harán oídos
sordos, pero no me importa, no me importa tener que escucharlos si eso significa
que de todas maneras nos seguiremos amando.
“Los sabios dicen que solo los tontos se apresuran” pero yo no dejo y jamás dejaré
de sucumbir a tu ternura.
Día 11
Hoy en el jardín que vio nuestra historia pasar, en el que muchas veces te vi bailar,
estamos sentadas y mucho más que enamoradas.
En tu mano descansa un crisantemo rojo con facilidad, el significado de amor y
felicidad, sintiendo esas palabras más ciertas que nunca mientras nuestras manos se
entrelazan juntas.
Pienso en el inicio de esto, y solo hay ecos de mis acciones o gestos, recordando la
electricidad mágica que había entre ambas sin saberlo, luego miro a tu corazón
abierto, entregado a mi para poder conocerlo y presiento que ahora todo en mi vida
será cierto.
Yo estaba tropezando, buscando en la oscuridad con un corazón vacío, pero en
medio del caos te miro y dices que sientes lo mismo, sé que podemos con esto, sé
que no caeré de nuevo en un abismo.
Porque cuando estés perdida, encontraré la salida y seré tu luz, sé que no me sentiré
sola de nuevo sabiendo que existes tú.
Y perdón si te digo que te necesito, pero ya no estoy asustada, ya no le tengo miedo
al amor, porque si un día me dices que te gusta la pintura, sería capaz de crear un
cuadro con mi sangre sin dolor.
Con tu corazón y mi corazón atrapados en estas páginas que cuentan nuestra
historia, hay miles de olas ahí afuera que quieren rompernos sin dejarnos ninguna
escapatoria, pero sé que esta vez será diferente, que tanto tú como yo,
encontraremos la manera de hacerles frente.
Porque te amo, te amo como la luna ama al sol y como las estrellas aman a las
nubes, como el agua a la arena y como las piedras a la marea que sube, te agradezco
por existir y por amarme también, por demostrarme que si hay alguien para mí y
que merezco que me amen al cien.
Día 12
Lo he estado escondiendo por tanto tiempo, sentimientos que no sabía que tengo, a
veces autoconvenciéndome de que estaba mal, de que no era bien visto por la gente
y debía parar, preocupada del “¿Qué dirán?”
Y es tan difícil, pasar el proceso de autodescubrimiento y en el medio de eso
escuchar todos los comentarios horrendos, sintiendo que valgo menos o que hay
cosas que no merezco, diciéndome a mi misma que lo reprima, que ni se me ocurra
notarme deprimida, que aleje esos pensamientos y los deje morir con el viento, pero
¿cómo voy a ocultar todo lo que siento? No es justo y personalmente lo detesto.
A medida que iba creciendo y el mundo descubriendo, sonreía al ver a los demás
sintiendo sin miedo, pensaba que el odio se estaba extinguiendo y eso me daba
esperanza, esperanza que moría cada día más cuando fui lo suficientemente grande
para entender de que a pesar de que te esfuerces y trates, nunca vas a pertenecer.
Nunca serás “normal”, siempre soltarán comentarios que te harán llorar cuando
estés a solas, sin importar lo buena persona que seas o lo trabajadora, “pero en ti
está darles importancia”, “simplemente ignóralos y no les des relevancia”, es muy
fácil decirlo desde el privilegio, donde a ti no te hacen burlas por tu orientación en
el colegio.
A las chicas les gustan las chicas como a los hombres, no es nada nuevo y también
puede ser al inverso, todos merecemos sentir y amar sin convertirlo en algo
perverso.
Amor es amor sin cuestionar, no somos nadie para crucificar a los demás por amar.