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Kalisantarana Upanishad

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Dedicatoria (samarpanam)

A Aquel que mora en Vrindavana

Destructor del demonio Kamsa

Quien comió el grano de Sudama

A Él le ofrezco salutaciones.

A aquel que mora en Anandakutir

Quien es Swami Sivananda

Nuestro amado Gurudev

A él le ofrezco salutaciones.

A aquel que viaja por todo el mundo

Quien es Swami Vishnudevananda

Quien vive por el bien de la humanidad

A él le ofrezco salutaciones.
Om namo Bhagavate Vasudevaya ¡Salutaciones al Divino Vasudeva!

El Señor Krishna es el Señor del Universo. Su gloria y misericordia no


tienen límites. Él llena y permea el Universo entero. Él es el Brahman
Eterno, el Alma de nuestra alma, y el Padre Celestial. Nadie es comparable
a Él. Es completo y perfecto en Sí mismo. Es el Ser original.

El alma humana se halla perdida en este Océano de Mundanidad llamado


samsara. Perdido como una hoja movida por el viento, no sabe a dónde ir ni
a qué aferrarse o a qué renunciar. Se halla solo en este viaje llamado vida.

La Kalisantarana Upanishad es la guía que puede sacar de este océano al


alma, y devolverla a su verdadero hogar en el seno de Dios. Confiere Amor
Divino a quien la lee con verdadera devoción y espíritu humilde.

El nombre de Sri Hari es el remedio para todos los males de este mundo.
Su sonido lava todas las lágrimas y destruye los pecados de este Kaliyuga.

Hari Das es el más indigno de los sirvientes de Dios. No tiene ninguna


devoción, y muy poco conocimiento. Sin embargo, por la Gracia Divina, ha
escrito este comentario para tratar de establecer en su propio corazón la
suprema devoción al Señor, y por si puede servir de ayuda a otras almas
perdidas como la suya.

Om Shanti Shanti Shanti.

Kartika Krishna Ashtami, 2074.

12 de Octubre de 2017
Prefacio: Vida del Señor Krishna.
¿Quién es Krishna? ¿Por qué se Le adora? ¿Cuál fue Su vida y hechos?
Muchas preguntas surgen alrededor de una figura tan importante y
venerada a lo largo de los siglos. En este prefacio trataremos de hacer una
muy breve semblanza de la vida de Krishna para la mayor comprensión del
texto upanishádico.

El Señor krishna fue un Avatar. La palabra sánscrita Avatara significa


“descendimiento”. Cuando alguna desgracia se cierne sobre la tierra y el
Aharma, injusticia o irreligión asciende, minimizando el Dharma, un rayo
del Brahman sempiterno adviene en una forma, aparentemente terrena, para
salvaguardar a Sus devotos y restablecer el equilibrio.

De los avatares de Dios, que han descendido durante innumerables eras, el


Señor Krishna tiene un lugar especial, ya que no hubo otra encarnación tan
magnánima, bondadosa y sabia. Él era un Purna Avatar, la forma más
perfecta de Dios en la Tierra. Fue la personalidad más grande y majestuosa
de Su tiempo. Todo cuanto hizo y dijo contenía enseñanzas sublimes sobre
el Conocimiento del Atman o el Espíritu Divino. Las Escrituras que Le
glorifican son las más grandes y leídas de toda la cultura hindú. El
Bhagavata Purana, el Harivamsa y el Mahabharata, que cuentan Su vida y
Sus hechos son solamente sagrados porque contienen Su Santo Nombre
¡Que dulce es todo lo que está con Él relacionado! Nada existe que merezca
la pena contemplar si no está Él presente.

La vida terrena de Krishna sucedió en la anterior era del mundo, llamada


Dvapara, hace aproximadamente 5.000 años. En aquella época, el pecado
se había asentado en la tierra, en las personas de reyes malvados, que
conquistaban todo a su paso, con la única meta de hacerse a ellos mismos
poderosos y temibles. Estos reyes no tenían idea alguna de la
responsabilidad que un rey debe tener sobre sus súbditos; así, abusaban de
la tierra y sus recursos, y de los habitantes de sus reinos, que clamaban a
Dios por un salvador.

La Diosa de la Tierra, Bhumi Devi, no podía soportar el peso de tanto mal,


y, tomando la forma de una vaca, se dirigió a Vaikuntha, la morada del
Señor Vishnu. Rogó al Señor por una solución, y Él resolvió tomar forma
humana para liberar a la Madre Tierra de tanto sufrimiento.
De entre aquellos reyes demoníacos, uno de los peores era Kamsa, príncipe
de Mathura. Era hijo del rey Ugrasena, quien era bondadoso pero débil,
debido a lo cual no tenía poder sobre su tiránico hijo. Kamsa tenía una
hermana que era pura de corazón, a la que amaba mucho, llamada Devaki.
En su momento, Kamsa entregó a Devaki en matrimonio al príncipe
Vasudeva, de la noble familia de los Yadavas. Kamsa mismo insistió en
conducir el carro que llevaría a los esposos a su reino. Cuando el carro se
conducía a través del camino hasta el reino yadava, entre gran pompa y
vitoreos del pueblo, algo milagroso sucedió. Una voz poderosa que venía
de los mismos Cielos hizó una terrible profecía: el octavo hijo de Devaki y
Vasudeva sería la causa de la muerte del terrible Kamsa.

Kamsa no pudo soportar tal idea, e inmediatamente trató de matar a


Devaki, a la que tanto parecía amar, con su espada, pero Vasudeva le
detuvo. Convenció a Kamsa de que era el octavo hijo el que debía matarle
y no otro, y le prometió entregarle su octavo hijo si perdonaba la vida a su
esposa.

Kamsa accedió, pero mantuvo a Devaki y Vasudeva encarcelados. También


mandó encarcelar a su padre, Ugrasena, tomando el control total del reino
de Mathura.

Cada vez que Devaki y Vasudeva tenían un hijo, Kamsa le daba muerte
ante el horror de sus padres. Así pasaron siete hijos de Devaki y Vasudeva.
El octavo, sin embargo, fue diferente.

En la noche del octavo día de la quincena creciente del mes de bhadrapada,


cuando la estrella Rohini estaba en ascenso, el Señor advino a la tierra.
Todos los dioses cantaron loas al Señor Vishnu, y todos los signos
auspiciosos tuvieron lugar. El Señor apareció ante Devaki y Vasudeva con
cuatro brazos, complexión azul, y la caracola, el disco, la maza y el loto,
rodeado de gran esplendor, y les explicó que en una vida anterior habían
practicado grandes austeridades para tener un hijo tal como el Señor
Vishnu. Puesto que nadie hay igual a Vishnu sobre la tierra, Él nació como
su hijo. Instruyó a Vasudeva para que tomara al niño nacido, que no era
otro sino Él mismo, lo introdujese en una cesta, y lo llevara fuera de
Mathura. En ese momento, las puertas de la celda donde se hallaba la
pareja se abrieron milagrosamente. Los soldados que guardaban el palacio
cayeron en sueño repentino, y Vasudeva, con la cesta sobre su cabeza, llegó
hasta la región de Gokula, habitada por pastores de vacas. Allí, Yashodha,
su reina, esposa de Nanda Maharaja, acababa de ser madre de una hermosa
niña. Bajo la instrucción de Vishnu, Vasudeva cambió los niños mientras
todos dormían, y regresó a la celda con la hija de Nanda y Yashodha,
mientras que el Niño Divino fue confiado a éstos. Nadie más supo del
cambio.

A la mañana siguienteuando Kamsa supo que Devaki había sido madre


nuevamente, corrió a su celda y trató de matar a la niña del mismo modo
que lo había hecho con los otros siete, pero cuando la agarró de los pies,
ésta se deslizó en el aire revelando Su verdadera forma: no era otra que
Durga, la Madre Divina. Dijo a Kamsa: “¡Necio! El que ha de matarte está
ya en Gokula!”

El niño de Gokula fue llamado Krishna de acuerdo a la astrología de la


noche en que nació. Creció allí como un pastor de vacas, adorado por
quienes Le conocían. Krishna era un niñito travieso y adorable, siempre
tratando de engañar a sus padres y cuidadoras para robar la dulce
mantequilla de sus despensas.

En una ocasión, el hermano de Krishna, Balarama (quien era una


encarnación de Ananta-Sesha, una forma del Señor Vishnu), le vio
comiendo tierra y se lo dijo a su madre Yashoda. Krishna lo negó, y
Yashoda le mandó que abriera la boca. Al abrirla, Yashodha contempló
estupefacta todo el universo en su interior. En otra ocasión, una vendedora
de frutas llegó a casa de Nanda y Yashodha. Krishna quiso comprar
algunas frutas, y tomó un puñado de granos para pagarlas, pero los granos
se escapaban por sus pequeñas manos. La frutera, viendo tan amorosa
escena, dio las frutas más hermosas a Krishna. Cuando la frutera regresó a
su hogar, los pocos granos que Krishna le dio se habían transformado en
grandes cantidades de oro y joyas. Tal era Su naturaleza compasiva y
generosa.

Cuando Indra, el dios del trueno se enojó por no recibir adoración por parte
de los habitantes de Gokula, mandó inundar la región con una terrible
tormenta. Krishna levantó la montaña Govardhana con Su dedo meñique y
protegió a todos, seres humanos y animales usándola como paraguas.

Krishna creció y se convirtió en un muchacho muy bello y virtuoso. Todas


las pastorcillas lo amaban más que a su vida. Ellas eran en realidad
asociadas eternas del Señor en el mundo espiritual. Pero la que más amaba
a Krishna era Radha, quien era de la misma Naturaleza Divina de Krishna.
Ella no era otra que Su forma femenina, eternamente separada de Él para
poder disfrutar de Su amor.

Cuando Krishna tocaba la flauta pastoril, en las noches de primavera, las


gopis o pastorcillas se sentían transportadas de Amor Divino, y bailaban
embelesadas con Su amado. Él se expandía en tantas formas como gopis
había para bailar y amar a todas ellas a un tiempo. Esta era la danza Rasa,
que estableció la religión devocional en la India. Muy pocos pueden
comprender sus secretos.

Durante todos estos años, Kamsa había enviado a diferentes demonios que
estaban a su servicio para matar a Krishna. Kamsa temía mucho la profecía
que escuchara años atrás y por eso no se atrevía a ir él mismo,
desconociendo además la identidad exacta de la criatura. Krishna les dio
muerte a todos ellos de diversas maneras. Con ello el Señor les daba
moksha, Liberación espiritual. Tal era Su misericordia.

Finalmente Kamsa supo de la existencia de Krishna por Narada Muni, el


sabio celestial, y envió con el emisario Akrura una invitación tanto a
Krishna como a Su hermano, Balarama, para asistir a un combate deportivo
en Mathura. Su plan era matar a Krishna rodeado de sus guerreros de forma
que Krishna no pudiese hacerle daño. Krishna y Balarama conocían Su
deber y sabían que tenían que abandonar Gokula. La tristeza y
desesperación de las gopis y todos los Vrajavasis (los habitantes de Vraja,
en Gokula) era indescriptible. Sus lágrimas no tuvieron fin.

Krishna y Balarama llegaron a Mathura, donde fueron atacados por esbirros


de Kamsa y fieras como el elefante Kuvayalapida. Krishna y Balarama los
mataron a todos. Finalmente, en la arena del estadio de Kamsa, Krishna
alcanzó al tirano y lo mató a puñetazos por todas sus maldades. Kamsa
obtuvo la Liberación.

Krishna liberó al rey Ugrasena y a Sus padres, y el orden volvió a sus


reinos respectivos, pero Krishna y Balarama no volvieron a la GOkula que
tanto amaban. Sabían que Su infancia había concluido y debían ocuparse de
asuntos más importantes, como la guerra que se avecinaba.
Krishna estudió bajo la tutela del sabio brahmín Sandipani Muni. En poco
tiempo dominó por completo las sesenta y cuatro artes suplementarias de
los Vedas. Luego, tomo Su responsabilidad como príncipe de los Yadavas
en Mathura.

Jarasandha era el rey de Maghada, aliado de Kamsa. Al saber de su muerte,


trató de hacer la guerra con los Yadavas. Estos, estratégicamente,
trasladaron su capital a Dvaraka, una ciudad sobre las montañas y limitada
por el océano.

En su momento Krishna tomó esposa, la bella Rukmini. Ella era Su esposa


favorita, aunque llegó a tener hasta 16.108 esposas. Sin embargo, nunca
olvidó a Radha. Uno no debe pensar que Krishna era un mujeriego, o que
Sus pasatiempos amorosos se debían a la lujuria. Krishna amaba a todas
estas mujeres porque sentían devoción intensa hacia Él. Su amor iba mucho
más allá de lo material. Sólo con una mente absolutamente pura y libre de
lujuria uno puede comprender este misterio.

Mientras tanto, terribles acontecimientos se sucedían en la India; Los cinco


príncipes, los hermanos Pandavas, primos de Krishna, habían sido
desterrados durante trece años por su también primo, el malvado
Duryodhana, rey de los Kauravas, el cual les había arrebatado su reino por
medio de una partida de dados fraudulenta. Krishna ayudó todo lo que pudo
a Sus primos y a Draupadi, la esposa de éstos, durante su destierro, en el
bosque de Dandaka. Al llegar el decimotercer año, los príncipes trataron de
recuperar su reino, como era lo convenido; pero Duryodhana odiaba a los
Pandavas y se negó. Yudhisthira, el mayor de los Pandavas, era un rey
justo y bondadoso; amaba la paz. Llegó a pedir tan sólo cinco pueblos, uno
para cada príncipe, pero Duryodhana negó drles ni un grano de tierra. La
guerra era inevitable. Los reyes de la tierra se alinearon con los Pandavas o
con sus primos, los Kauravas.

Se cuenta que Arjuna, otro de los hermanos Pandavas, y Duryodhana,


fueron ambos a ver al Señor Krishna para pedirle Su participación en la
guerra. Krishna les dio a elegir: Podían escoger entre el ejército de los
Yadavas, o a Él solo y desarmado, habiendo jurado que no lucharía en la
guerra. Duryodhana, feliz, escogió el ejército; Arjuna sólo quería a
Krishna, aún sin luchar. Arjuna escogió sabiamente.
La guerra comenzó. Krishna fue el auriga de Arjuna, llevando los caballos
de su carro de guerra. Sin embargo, cuando Krishna llevó el carro entre los
dos ejércitos, Arjuna se sintió desfallecer. Sus enemigos eran, después de
todo, de su misma sangre. No deseaba matar a aquellos guerreros tn
cercanos a él. Cayó presa de la tristeza y el desánimo. Pidió a Krishna que
le instruyese sobre qué hacer.

Entonces, el Señor Krishna dio el más bello discurso que los siglos hayan
escuchado jamás. Habló a Arjuna sobre la naturaleza del alma, de Dios y
del mundo. Sobre la acción correcta y sobre la ilusión que cubre las mentes
de los habitantes de esta tierra; y más importante, del modo de liberarse de
todas las aflicciones.

Nunca antes en la historia de la humanidad alguien habló de forma tan bella


y poética. Este canto se convirtió en el libro sagrado más importante de la
India, y se llamó La Canción del Señor, o Bhagavad Gita. Aquellos que la
leen con devoción al Señor adquieren la capacidad para ver Su forma
universal, tal como Él se la mostró a Arjuna. Entre sus páginas, toda la
belleza y bondad del mundo puede ser hallada. La esencia del Sermón de la
Montaña, del Talmud hebreo, y de todas las Escrituras se halla contenida
en la Bhagavad Gita. Lee sus 700 versos y lo entenderás.

Tras ser instruido, Arjuna luchó con denuedo y la guerra se inclinó del lado
de los Pandavas. Los Kauravas fueron derrotados. El Dharma fue
restablecido, pero a un costo demasiado grande. Krishna se retiró a la
ciudad de Dwaraka. Allí reinó durante años. Antes de sentir la llamada del
más allá, dio Sus últimas instrucciones a Su primo Uddhava. Estas palabras
de sabiduría, que describen el camino de la devoción suprema, pueden ser
halladas en el undécimo canto del Srimad Bhagavatam.

Poco después, Krishna supo que debía abandonar el mundo. Se marchó de


Dwaraka. Su hermano, Balarama, abandonó Su cuerpo como lo hacen los
yogis, sentándose en meditación y abandonando Sus alientos vitales, pero
Krishna había vivido entre los mortales y deseaba irse como un mortal. Así
reflexionaba sobre la manera de dejar Su cuerpo, cuando un cazador le
confundió con un animal y disparó su flecha, atravesando el pie del
Señor,único lugar donde era vulnerable. Cuando lo descubrió, el cazador
quiso curarle, pero Krishna e lo impidió. Dio las gracias al cazador y lo
bendijo, y abandonó Su cuerpo, recuperando Su aspecto divino.
El mundo fue desde entonces como una flor sin fragancia. Los príncipes
Pandavas, que eran encarnaciones de las virtudes morales, también
emprendieron su gran viaje, dejando al nieto de Arjuna, Parikshit, en el
trono. Fue el principio de la era de hierro, Kali Yuga. A partir de entonces,
todo rastro de virtud y devoción iría desapareciendo lentamente de la
Tierra. Así, el Señor por Su gran misericordia, sabiendo que los devotos se
hallarían perdidos en esta época de iniquidad, dio la Kalisantarana
Upanishad, con el remedio para los males de esta edad. Aquel que lo sigue
con fe y devoción, siempre se halla internamente en Satya Yuga, la Era de
los Dioses.
Śri Kali-Saṇṭāraṇa Upaniṣad
O la Upanishad para cruzar el Océano de la Era de Kali

ॐ सह नाववतु । सह नौ भुन ु ।
सह वीय रवावहै।
ते ज नावधीतम ु मा िवि षावहै।
ॐ शा ः शा ः शा ः ।

auṃ saha nāvavatu


saha nau bhunaktu
saha vīryaṃ karavāvahai
tejasvi nāvadhītamastu
mā vi-dwiṣāvahai
auṃ śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ

Invocación:
¡Om! Que Él nos proteja a ambos. Que a ambos nos alimente. Que juntos
con gran energía trabajemos. Que nuestro ejercicio sea vigoroso y radiante.
Que nunca nos peleemos. Om, Paz, Paz, Paz.

Comentario: Es común en muchas Upanishads añadir al texto troncal una


invocación para atraer lo auspicioso. Este mantra procede de la Taittiriya
Upanishad del Yajur Veda, y es llamado popularmente “Shanti Mantra” o
mantra para la paz. Aparece en otras muchas Upanishads, como por
ejemplo Isha. En él se invoca a Dios para que nos llene de fuerza y vigor en
el ejercicio de nuestra vida espiritual. Probablemente el uso del dual
“ambos” se refiere a maestro y discípulo, quienes tienen una misión a
cumplimentar juntos: enseñar y ser enseñado. A partir de aquí comienza la
Upanishad propiamente dicha.
ह!रः ॐ । ापरा े नारदो %&ाणं जगाम कथं भगवन् गां
पयटन् किलं स रे यिमित ।

hariḥ Oṃ

dvāparānte nārado brahmāṇaṃ jagāma kathaṃ


bhagavan gāṃ paryaṭan kaliṃ santareyam iti

¡Hari Om! Al final de Dvapara Yuga, Narada fue a ver a Brahma, y se


dirigió a él de esta manera:

“Oh, Señor, ¿Cómo puedo yo, vagando por la tierra, ser apto para librarme
de los efectos de Kali Yuga?”

Comentario: Narada es un sabio celestial. Es hijo de Brahma, la divinidad


creadora. Viaja por todos los planos de existencia acompañado de una vina
o cítara, cantando el Santo Nombre de Dios.

Kali Yuga es la actual era. En la tradición védica, el tiempo del mundo se


mide a través de cuatro eras que se repiten constantemente en ciclos
interminables, y en las cuales hay una progresiva degradación de la
sociedad humana. La primera edad del mundo fue Satya Yuga o la Edad de
Oro. Durante esta era, los dioses se comunicaban fácilmente con los
mortales, los cuales vivían diez mil años. Los brahmanas o sacerdotes eran
santos y sabios, y los reyes eran justos. En esta época los hombres se
orientaban hacia la vida espiritual. Debido a que su periodo de vida era tan
largo, ellos podían ejecutar austeridades durante siglos a fin de hallar la
liberación. De este modo, tapas o austeridad era el modo de hallar la
Liberación. La siguiente edad fue Treta Yuga, que dura una tercera parte
menos. En esta época, parte del Dharma o la justicia había desaparecido de
la faz de la tierra, sin embargo aún permanecían los dioses en el mundo, si
bien a veces eran amenazados por demonios. Los hombres vivían mil años,
y la manera de hallar la Liberación era el yajña, la ejecución del ritual. La
tercera edad fue Dvapara Yuga, de una duración aún menor. Durante esta
edad, sucedió una terrible guerra entre los miembros de una misma familia,
la cual se narra en el Mahabharata. En esta época apareció el Señor Krishna
sobre la tierra, para salvarla de la destrucción total y grabar el Dharma en
los corazones de los hombres, ya que la guerra iba a destruir la mayoría de
la bondad y la devoción. Cuando Krishna abandono el mundo de los
mortales, Kali Yuga o la Era de las Riñas entró en el mundo. Durante esta
edad se ha dado la inversión de los varnas o clases de personas. Los varnas
son los siguientes:

Los brahmanas, o la clase intelectual, son aquellos que por su naturaleza


bondadosa y espiritual se dedican a la vida religiosa e intelectual. Tienen la
misión de guiar a los demás varnas, y por tanto de ser honestos, eruditos y
sabios.

Los kshatriyas o clase guerrera son aquellos que se ven llamados a luchar.
Son estadistas, políticos, jueces, o soldados. Debido a su cualidad pasional,
se ven impelidos a luchar por las causas justas. El deber del kshatriya es
defender la justicia y a los indefensos. Debido a que están en puestos de
poder, están obligados a ser generosos, justos y nobles.

Los Vaishyas o clase comerciante son aquellos que por sus cualidades son
buenos creciendo económicamente. A esta clase pertenecen los
empresarios, vendedores, negociantes, etc. En la antigüedad también
estaban encargados de cuidar el ganado. Los vaishyas son buenos
diplomáticos, y su deber es hacer la tierra rica y abundante. Debido a su
ocupación, el deber del vaishya es ser honesto y generoso.

Los Shudras son aquellos que no tienen interés en nada más que cumplir
con su ciclo vital, es decir, comer, dormir, tener una familia y no dedicarse
a nada más. Por ello, solía dedicarse a trabajos físicos o de servicio, que no
requiriesen de gran esfuerzo intelectual. Los sudras buscan el placer de los
sentidos.

Hay que entender que este sistema, llamado varnashrama, no debe ser
como el llamado “sistema de castas” o sistema de jati (nacimiento) en el
que es el linaje familiar el que determina casta y ocupación. Son sólo las
cualidades y acciones de uno las que determinarán el varna de cada
individuo, pudiendo cambiar en función del cambio de dichas cualidades.
De modo que si un shudra comienza a comportarse o adquirir cualidades
brahmínicas, se convertirá gradualmente en un brahmán. Del mismo modo,
un brahmán que no cuide de su comportamiento e indulgencie en el placer
de los sentidos en demasía, se volverá un sudra, o si mira demasiado por la
ganancia material se volverá un vaishya.
Así, en Kali Yuga, o la Era de las Riñas, los varnas se han invertido.
Aquellos dotados de espiritualidad, razón y bondad son, a menudo,
relegados a trabajos serviles, mientras que, quienes ocupan los cargos de
estadistas, científicos y sacerdotes, con demasiada frecuencia sólo buscan
el placer de los sentidos, para lo cual abusan de la Madre Tierra y sus
recursos, y de sus pobres habitantes. Esto ha causado una reducción
importante en la duración de la vida sobre la tierra, debido a lo cual,
algunos de los procesos espirituales de antaño, que requerían de muchos
años para completarse, ya no son viables. Al mismo tiempo, la humanidad
no posee el poder espiritual que tuvo antaño. Nos hemos debilitado a nivel
físico y mental, y el mundo y la sociedad que nos rodea están empeñados
en terminar con todo rastro de devoción sobre la tierra ¡qué terrible
situación acontece en el mundo de hoy!

Debido a esta situación, Narada se acerca a su padre, el dios creador, al


final de dvapara, la era anterior a esta de Kali. Narada es un sabio celestial,
y conoce los Vedas. Por ello, sabía todo cuanto iba a acontecer en el mundo
en esta edad, todas las guerras y calamidades, y pregunta cuál puede ser la
salvación en esta era. Narada también es un siddha, un ser perfecto. Su
naturaleza es la del Ishvarakoti o rayo divino, el sabio liberado, en perpétua
consciencia de la Divinidad, pero que desciende al plano de los sentidos
para ayudar a otras almas a ser liberadas. En una ocasión, Narada fue
obnubilado por la ilusión mundana por deseo del Señor Vishnu, y Parvati
preguntó a Shiva como era posible que un sabio celestial cayera en las
garras de Maya, la ilusión. Shiva contestó: “Oh, Parvati, no hay nadie
liberado ni engañado: El hombre se convierte en lo que el Señor desea que
sea”. Así, Narada, en ocasiones parece caer en la ilusión mundana para
enseñar alguna lección a la humanidad, o por la voluntad del Señor, pero
realmente no cae en la ilusión. Si pregunta el método de cruzar la
existencia, es para beneficio de los demás. No es raro que en ocasiones los
abios finjan ignorancia para instruir a los demás. El mismo Señor Rama,
una de las Encarnaciones de Dios, se hizo ver confuso y apesadumbrado a
fin de que Vashishta diese la enseñanza del Vedanta. Narada es un
brahmán, lo que significa que su naturaleza es la de no dañar a nadie, y, así,
también la de evitar el daño a todos los seres vivientes, ya que siente
compasión por todos los afligidos. Otra cualidad del devoto de Dios es que
siempre desea hacer honor a los demás. Por eso, aunque Narada conoce la
cura para los males de Kali Yuga, pregunta a su padre con objeto de que la
sabiduría de éste quede patente.

स होवाच %&ा साधु पृ1ोऽ 3 सव4ुितरह5ं गो6ं


त7ृ णु येन किलसंसारं त!र8िस ।

sa hovācha brahmā sādhu pṛiṣṭo asmi sarva śruti rahasyaṃ gopyaṃ


tachchṛiṇu yena kali saṃsāraṃ tariṣyasi

Brahma replicó: “Has preguntado bien. Escucha lo que los Vedas guardan
secretamente, y con lo cual uno puede cruzar el océano de la existencia
durante Kali Yuga.

Comentario: Brahma se halla complacido con la pregunta de Narada. No


hay otra más pertinente, ya que Dvapara Yuga está por finalizar, y pronto
comenzará la terrible era de la impiedad.

Hay que puntualizar, ya que es una confusión común en el lector


occidental, que Kali Yuga y Kali Maa, la Diosa del tiempo destructor no
están relacionados, empezando por que en el idioma sánscrito ambos
nombres son escritos de distinta forma, siendo Kālī (con “a” prolongada e
“i” prolongada) un nombre femenino, y Kali (con vocales breves)
masculino; sin embargo al transliterarlos a caracteres occidentales su
lectura es igual, de lo cual surge la confusión. Kali Maa, la Divina Madre
Oscura es todo-bondadosa y desea que Sus hijos crezcan en devoción y
conocimiento. Si Kali tiene un aspecto terrible es debido a que es la
destructora del mal, y con su fiereza ahuyenta a los demonios de la ira, la
impiedad y la arrogancia. El significado de ambos términos también
difiere. Kālī es la Oscura, en referencia al color de Su piel y su vinculación
con la noche. Kali, en masculino es riña, conflicto, y se refiere a esta época
de degradación.

Ahora Brahma desvela el secreto guardado por los Vedas, que destruye los
efectos de Kali.
भगवत आिदपु:ष5 नारायन5 नामो;ारणमा<ेण
िनधृतकिलभवतीित

bhagavata ādi-puruṣasya nārāyanasya nāmochchāraṇamātreṇa


nir-dhṛita kalir bhavatīti

Es a través de la mera recitación de los nombres del Señor Narayana, quien


es el espíritu Primordial, que uno trasciende los efectos malignos de Kali
Yuga.

Comentario: El nombre de Dios es la verdadera cura para los males de la


sociedad y del mundo entero. Aquellos que lo repiten con corazón puro son
liberados sin que pase mucho tiempo. El poder del nombre del Señor está
empoderado de innumerables Shaktis, o poderes divinos. En esencia, el
Nombre y el Nombrado no son diferentes.

Brahma llama al Señor Adi Purusha, el Espíritu Primordial, lo que


significa que en Él existen todas las almas. Él es el Espíritu Supremo sin el
cual no existiría ningún otro espíritu, ya que todo ser es de Su misma
sustancia.

Narayana es el nombre del Señor en el cual son contenidos todos los dioses
y seres, el Supremo Señor.

Bhagavan es el Opulento. Aquel que posee las seis riquezas en el grado


más alto, a saber:

No hay nadie tan rico como Bhagavan, ya que Él es el propietario y causa


eficiente de toda materia en el universo. En nuestra vida material, creemos
ser propietarios de la naturaleza, extrayendo sus recursos para nuestro
bienestar, pero de pronto todo es cambiado en un solo día por una riada, un
terremoto o una helada. Compramos seguros de accidentes y robos para
mantener nuestras posesiones, pero esto está sujeto al sistema económico
dominante en el momento. Si el sistema económico cae (y muchas veces ha
caído en la historia) todo seguro artificial cae por sí mismo. Incluso aquello
que creemos poseer más claramente, como nuestro cuerpo y nuestra mente,
nos es arrebatado por la enfermedad. El cuerpo se va irremediablemente; la
mente es afectada por el olvido o la demencia. Por lo tanto, sólo el Señor es
propietario, ya que Él no está sujeto a la pérdida.

No hay nadie tan famoso como Bhagavan, Su nombre se canta en todos los
países y en todas las naciones. Incluso sin quererlo, el ateo nombra a Dios
para combatir la creencia en Él. La idea de Dios es inseparable del ser
humano. Por tanto no hay nadie tan famoso como Él.

No hay nadie tan sabio como Bhagavan: Él y sólo Él posee todo el jñana o
conocimiento, e incluso Él mismo es la reserva de todo el Conocimiento.
Incluso Brahma, al principio del tiempo, no sabía cómo crear el Universo.
Sólo meditando en Narayana pudo extraer el conocimiento necesario para
hacerlo. Desde entonces, todo conocimiento se ha transmitido de maestro a
discípulo en cadenas de sucesión llamadas parampara, sin embargo, el
Señor es el primer depositario y orígen de este conocimiento. Por tanto
nadie es tan sabio como Él.

No hay nadie tan atractivo como Bhagavan: En la Brihadaranyaka


Upanishad, Yajñavalkya dice a su esposa Maitreyi:

No es por amor al marido que el marido es amado, sino por amor al atman
es que el marido es amado.

El atman, el Alma de todos los seres, que es idéntica con el Señor, es lo que
amamos y buscamos en todas las relaciones y deseos. Incluso en el impulso
carnal más bajo, el simple deseo sexual, lo que amamos del cuerpo del
hombre o de la mujer, es la vida (que es dada por el alma) en ese cuerpo,
puesto que jamás nos atraerá un cuerpo sin vida. Así, por tanto, es por la
Gracia de Dios que amamos y nos atraemos unos a otros. Por tanto, nadie
es tan Atractivo como Él.

No hay nadie tan poderoso como Bhagavan. Él mismo es todo, y Él es


quien anima todas las cosas a través de Su Shakti o poder divino. Toda
energía o fuerza que se manifiesta en este universo proviene de Él. El ser
humano cree tener sus propias fuerzas y poderes debido a la ignorancia, sin
embargo es Él quien nos confiere todo esto. En la Liberación Sarupya, en la
que el devoto adquiere la misma forma de Ishvara, éste puede llegar a
adquirir los poderes de Dios, excepto los de creación, mantenimiento y
destrucción. Incluso el ser más poderoso del universo no tiene poder de
creación. Por lo tanto, nadie hay más poderoso que Bhagavan.

Nadie es más renunciado que Bhagavan. Nadie posee tal poder de renuncia
como Él. Uno puede preguntar cómo es posible que el Señor sea
renunciante si es el propietario supremo de todas las cosas. El Señor
Krishna dice en el capítulo noveno de la Bhagavad Gita:

Yo penetro todo este universo en Mi forma inmanifiesta. Todos los seres


están en Mí, pero Yo no estoy en ellos.

Y tampoco los seres están en Mí ¡he aquí Mi yoga soberano! Mi Yo es el


soporte y la causa eficiente de todos los seres, pero no habita en ellos.

Del mismo modo que el espacio contiene a todos los elementos sin ser
afectado por ellos, el Señor existe en todo lo manifestado, pero se ve
incambiado por ello. Ni la virtud ni el pecado pueden tocarle. Está más allá
de todo lo creado y aún así es su causa. Nada puede existir sin Él, pero
nada material puede tocarle. Incluso en Su manifestación terrena, como
avatar o descendimiento, Su cuerpo es aprakritika, es decir, no está creado
por la Naturaleza, sino que descansa en Su poder divino o Maya.

Además, el Señor renuncia a Su majestad y poder divino por un poco de


amor puro. Los grandes yogis y brahmanes no pueden alcanzarle ni con las
más austeras mortificaciones ni con los sacrificios rituales. En cambio, Él
se deja controlar como un niño por aquel devoto que le ama
verdaderamente, así se convierte en el sirviente se su sirviente. Por tanto,
no hay nadie tan renunciado como Bhagavan.

नारदः पुनः प=7 त>ाम िकिमित

nāradaḥ punaḥ paprachcha tan nāma kimiti

De nuevo, Narada preguntó: “¿Cuales son los nombres?”


स होवाच िहर?गभः ।

हरे राम हरे राम राम राम हरे हरे ।

हरे कृ@ हरे कृ@ कृ@ कृ@ हरे हरे ॥

sa hovācha hiraṇyagarbhaḥ
hare rāma hare rāma
rāma rāma hare hare
hare kṛṣṇa hare kṛṣṇa
kṛṣṇa kṛṣṇa hare hare

Hiranyagarbha respondió:

“Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare

Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare”

इित षोडशकं नाDां किलकEषनाशनम् ।

नातः परतरोपायः सववेदेषु FGते ॥

iti ṣoḍaśakaṃ nāmnāṃ kali kalmaṣa nāśanam


nātaḥ parataropāyaḥ sarva vedeṣu dṛiśyate

Estos dieciséis nombres destruyen los efectos negativos de Kali. Nada


mejor que esto es hallado en todos los Vedas.

Comentario:
Un mantra es una vibración sonora que tiene su origen en el mundo
espiritual, no en el mundo material. Los mantras no han sido inventados,
sino que existen desde siempre, y fueron percibidos en revelación por los
rishis o videntes de la antigüedad, y transcritos a los Vedas. En esta
Escritura, el Maha Mantra, o gran mantra de Krishna es revelado por
Brahma a Narada.

De todos los mantras que existen, muy pocos son llamados Maha Mantra,
tales como el Maha Mrtyunjaya, el Brahma gayatri, o el que nos ocupa. La
razón de ello es que el poder de estos mantras es mucho más arrollador y
efectivo que el de otros. Esto no significa que otros mantras no puedan
llevarnos a la Liberación del ciclo de muerte y reencarnación. Sin embargo,
la repetición de estos mantras despierta de manera más directa una shakti o
energía que nos mueve al conocimiento de Dios, el fin último de toda
práctica espiritual.

El Maha Mantra de Krishna se compone de dieciséis palabras y tres


nombres: Hare, Rama y Krishna. La palabra Hare es la forma vocativa de
Hari, el Señor Vishnu. Hari es la forma de Vishnu como redentor de almas,
el que nos libera del océano de Samsara o la mundanidad. Pero también
alude a Harâ, la energía femenina de Dios o Lakshmi, Diosa de la Fortuna
y prosperidad. Rama se refiere tanto al Señor Rama, el anterior avatar de
Dios, como a Balarama, el hermano de Krishna. Balarama es una
expansión de Mula-Sankarshana, o el principio de la Consciencia Divina.
De este Sankarshana se expande el principio de la Conscienci divina o Adi
Guru, el Guru primordial. Todos los Gurus y maestros de todas las épocas
han sido empoderados por el Señor Balarama. Krishna, por último, es el
Señor Supremo. ¿En qué sentido es Krishna el Supremo?

Aunque Brahman es indefinible, inmanente e inconcebible, Él se ha vuelto


todo el universo. Todo y todos a los que vemos no son sino formas de
Brahman. No obstante esto, hay distintos grados de manifestación de
Brahman. En el mundo material, la máxima manifestación divina posee
dieciséis kalas o rayos de la Divinidad. Por ejemplo, una piedra o un ser
inanimado tan sólo tendrán un kala de manifestación divina, el de la
existencia terrena o annamaya, ya que una piedra no hace más que existir.
Los animales tienen de tres a cuatro kalas, de acuerdo con su grado de
evolución. Un ser humano normal tendrá cinco kalas, pudiendo alcanzar
unos pocos más. Cualquier ser humano, por más sabio y santo que se
vuelva, no puede alcanzar más que ocho kalas. El Señor Rama alcanzaba
los catorce kalas de manifestación. Pero el Señor Krishna es un purna-
avatar, es decir, una encarnación completa. El grado más alto de
manifestación solo puede verse en Él y otras pocas formas de Dios, como
Mahadeva, Kali Maa o Ganesha.

El Santo Nombre de Krishna y Él mismo no son diferentes, sino que por


cantar Su nombre, podemos entrar en contacto con Su misma esencia.
Patanjali, en sus Sutras del Yoga dice:

Tasya vācakaḥ praṇavaḥ

Se expresa (Dios) en la palabra OM.

Dios es más completamente expresado por medio del sonido. Desde el


punto de vista de la Bhakti, al contrario que los jivas, quienes estamos
compuestos de cuerpo, mente, espíritu, nombre, forma, etc. Dios no es un
ente compuesto, pues si fuera así podría descomponerse. Su sustancia es
una sola y así, Su forma, Su nombre y Sus cualidades son una misma cosa.

Ha habido muchos mantras y muy poderosos, pero especialmente en esta


Era de Kali, se recomienda como más efectivo este Maha Mantra.

षोडशकलावृत5 जीव5ावरणिवनाशनम् ।
ततः =काशते परं %& मेघापाये रिवर IमJलीवेित ॥

ṣoḍaśa kalāvṛitasya jīvasyāvaraṇa vināśanam


tataḥ prakāśate paraṃ brahma meghāpāye ravi raśmi
maṇḍalīveti

Estos dieciséis nombres destruyen los dieciséis kalas (coberturas) en los


que la jiva es envuelta. Entonces, igual que el sol, al resplandecer, disipa
todas las nubes, el Brahman Supremo se manifiesta.

Comentario:

Aquí, los dieciséis kalas de los que habla el Señor Brahma, no son los
mismos kalas o poderes de Brahman que manifiesta Krishna. Aquí “Kala”
no significa un rayo de Dios, sino cada una de las coberturas del Atman. El
Atman o Sí Mismo, en sí es ilimitado, todo Existencia, Consciencia y
Dicha, y de la misma naturaleza de Dios, pero debido a la ignorancia, se
limita en una pequeña alma condicionada. Los dieciséis kalas del ser
humano son los limitantes que evitan su identificación con Brahman. Estos
dieciséis son los siguientes:

• Los cinco elementos de los que está compuesto el cuerpo: Espacio,


Aire, Fuego, Agua y Tierra.
• Los cinco órganos de conocimiento: La vista, el oído, el olfato, el
gusto y el tacto.
• Los cinco órganos de acción: La palabra, las manos, los pies, el ano
y los genitales
• La mente como controlador de los diez anteriores.

Estos elementos nos permiten expresarnos en el mundo material, pero por


la identificación con ellos, también nos limitan y nos hacen creer que
somos seres finitos. Es importante resaltar que estos elementos
(mahabhutas), órganos de acción y de conocimiento (karmendriyas y
jñanendriyas) y la mente, no pertenecen al cuerpo denso. Cuando decimos
“pie” no hablamos del pie físico, sino de aquél elemento o energía sutil que
hacen manifestarse la función de locomoción en el cuerpo. Estamos
habituados a una concepción materialista del mundo en la que es la materia
la que da origen a la mente, pero la filosofía Vedanta apunta a un mundo en
el que la manifestación se desarrolla desde lo más sutil hasta lo más denso.
Todo lo material, por ende, tiene un origen en lo abstracto y se va
concretando, haciendo más denso hasta dar a luz lo puramente material.

Cuando estos dieciséis kalas desaparecen, lo único que permanece es el


Alma, idéntica con Brahman. El devoto se ha unido al Señor Supremo,
aunque veremos que este no es el fin único del alma.

पुननारदः प=7 भगवन् कोऽ5 िविध!रित ।

punar nāradaḥ paprachcha bhagavan ko asya vidhiriti


Narada de nuevo preguntó: “¡Oh, Señor! ¿Cuáles son las normas?”

पुननारदः प=7 भगवन् कोऽ5 िविध!रित ।


तं होवाच ना5 िविध!रित ।
सवदा शु िचरशु िचवा पठन् %ा&णः सलोकतां समीपतां
सLपतां सायुMमेित

taṃ hovācha nāsya vidhiriti


sarvadā śuchir aśuchir vā paṭhan brāhmaṇaḥ
salokatāṃ samīpatāṃ sarūpatāṃ sāyujyam eti

Brahma replicó: “¡No hay normas! En cualquier caso, quien en estado puro
o impuro cante siempre estos nombres, alcanza la morada del Señor, Su
proximidad, Su forma, o la absorción en Brahman.

Comentario:

Muchos mantras o prácticas espirituales son difíciles de llevar a cabo por


las estrictas normas que las acompañan. Algunos mantras tántricos no
pueden ser repetidos hasta haber sido dados por un guru, e incluso así hay
ciertas normas para repetirlos. Algunos otros deben escribirse en un yantra
divididos en sílabas, y ser repetidos un número determinado de veces de
manera ritual antes de poder darles uso. Otros, no pueden ser repetidos
bajo ciertas circunstancias o en determinados lugares. Por ejemplo, uno
debe bañarse o al menos lavarse pies, manos y boca antes de repetir el
Gayatri Mantra.

En los tantras se dice que el mantra que termina en la palabra svaha es


femenino; si termina en la palabra namah, es andrógino, mientras que todos
los demás son masculinos. En el Narayani-Tantra se especifica que el
mantra debe ser escogido de acuerdo con la primera letra del nombre del
aspirante. Otros textos dicen que los mantras pueden ser agneya o calientes,
o saumya o fríos. El mantra agneya debe cantarse sólo cuando predomina el
aire de la narina derecha en la respiración, y el saumya cuando predomina
el de la izquierda.

Los mantras que se utilizan con propósitos de causar daño a alguien traen
terribles desgracias a quienes los practican, pero si además hay algún error
en su ejecución, el desastre puede ser irreversible. Dadas todas las normas
y regulaciones para cantar los mantras,

Narada pregunta a Brahma cuáles son las normas para cantar este; sin
embargo, No hay norma alguna para el canto del Maha Mantra. Uno puede
cantarlo en el baño, en la ducha, durante su descanso, en estado puro o
impuro; no importa que uno esté realizando acciones prohibidas como
beber alcohol, etc, uno puede cantar este mantra y liberarse de los males de
la mundanidad. Ello no significa, por supuesto, que uno pueda pecar a sus
anchas y por cantar el Maha Mantra todo quede perdonado, pero si uno,
con verdadero propósito de enmienda, canta los nombres de Dios, sus
impurezas son erradicadas. Esto es tan cierto como el sol.

El Maha Mantra no necesita de diksha o iniciación espiritual para lograr su


efecto (si bien es recomendable). Todos pueden beneficiarse de él, tanto los
que lo cantan como los que lo escuchan. Incluso quienes lo cantan
inconscientemente son purificados por ello. A veces, podemos ver que
alguien dice “Hare Krishna” para burlarse de un devoto que ve por la calle;
esta persona también es purificada por el canto del Santo Nombre. Por
supuesto, quien lo canta con corazón puro es mucho más beneficiado, pero
en cualquier caso el mantra tiene su efecto de acuerdo con la cualificación
y entendimiento de cada uno.

Esto es así por la misericordia infinita del Señor Supremo. Existe hoy día
una tendencia a despersonalizar a Dios debido a una mala comprensión del
Advaita Vedanta. La gente de poco conocimiento, influenciada por el
concepto cientifista del occidente de hoy en día, no cree en Dios a menos
que se le diga que es una especie de energía mecánica, inconsciente e
impersonal. ¡Qué triste concepto de la Divinidad es este! El hecho de que el
Brahman Supremo sea trascendente a las limitaciones de la persona no
significa que sea una cosa inerte; muy al contrario, es el origen de toda
vida. Dios es Existencia, Consciencia y Felicidad eternas y absolutas,
también ejerce Su voluntad, y por encima de todo, Dios es Amor. Además,
existe Ishvara, Dios con cualidades, que es la Voluntad y el Poder de
Brahman manifiesto en forma personal. El Señor, como Krishna, nos ama
tiernamente a cada uno de nosotros ¿Cómo no hacerlo, si somos tan suyos
como los dedos son de nuestra mano?

Muchos piensan que el karma, las reacciones que nos son devueltas por
nuestras acciones, son un sistema mecánico como la tercera ley de Newton.
En realidad, la ley de Newton de acción y reacción no es sino la forma más
densa y grosera de la ley de Karma. Si observamos detenidamente nuestras
acciones y las situaciones que nos acontecen, siempre hay una enseñanza
oculta tras de ellas. Es decir, la Ley de Karma nos devuelve la
compensación de nuestras acciones, sean buenas, malas o mixtas, pero
además, hay siempre un propósito de enseñarnos una lección en dichos
frutos de la acción. Este propósito de enseñar, sucede por una Voluntad,
por Gracia de la propia Shakti, o la forma femenina de Dios, que es Su
poder manifestado. Dios desea mostrarnos el camino hacia Él, y por ello
nos envía señales constantes. Y tanto como nos enseña, también nos
muestra Su Gracia. El Maha Mantra es la misericordia de Dios hecha
sonido, para la salvación de tantas almas perdidas.

El Señor Brahma dice que uno puede lograr las cuatro clases de Liberación
Espiritual por cantar el Maha Mantra; estas son:

• Salokya, o vivir en la misma morada de Dios.


• Samipya, o permanecer muy cercano a Dios
• Sarupya, o adquirir la misma forma de Dios.
• Sayujya, o la Fusión con Dios.

Para un vedantin, las primeras tres formas de liberación son previas a la


última, mientras que al bhakta, o devoto de Dios, la fusión total con Dios le
parece horrible, mientras que las otras tres son aceptables, ya que ¿cómo
disfrutar de la contamplación del Amado si uno se une con Él? Para
muchos, la Liberación superior a todas es la renuncia incluso a la fusión
con Dios. Esta sería la renuncia suprema, ya que el devoto ni siquiera busca
ya la Liberación, tanto ama cantar los Santos Nombres y contemplar a su
Amado. El devoto no teme los ciclos de muerte o reencarnación, ni el
infierno o el cielo. Cualquier lugar adonde el Señor quiera llevarlo está bien
para él si puede recordar Sus santos nombres.

El océano es todo agua, pero a veces el agua se concreta en hielo. Algunos


hielos se unen de nuevo al océano, pero también hay glaciares, lugares
deonde el hielo no se derrite jamás. Así, también hay formas eternas de
Dios.

Unos dicen que el fin último es la fusión definitiva, y otros que la


contemplación eterna. Lo importante es tomar un camino y no criticar a los
demás. Si la meta es Dios, no importa cómo uno defina su unión con Él.
Todo lo que se expresa con palabras es sólo una vislumbre parcial de la
Felicidad Suprema que representa el contacto con la Divinidad. Así, canta
Su santo Nombre; no te preocupes por si la filosofía de éste o aquél es
errónea. Sigue las palabras de tu guru con fe y devoción. Llegarás a Dios
sin duda alguna.

यदा5 षोडशक5 साधि<कोटीजपित तदा %&हNां तरित ।


तरित वीरहNाम् ।
ण ेयात् पूतो भवित ।
वृषलीगमनात् पूतो भवित ।
िपतृ देवमनु8ाणामपकारात् पूतो भवित ।
सवधमप!रNागपापात् सPः शु िचतामाQुयात् ।

yadāsya ṣoḍaśakasya sārdha tri-koṭīr japati


tadā brahma hatyāṃ tarati
tarati vīra hatyām
svarṇa steyāt pūto bhavati
vṛiṣalīgamanāt pūto bhavati
pitṛi deva manuṣyāṇāmapakārāt pūto bhavati
sarvadharmaparityāgapāpāt sadyaḥ śuchitāmāpnuyāt

Aquel que cante este mantra de dieciséis nombres treinta y cinco millones
de veces es absuelto incluso del crimen de matar a un brahmán o a un
héroe. Es absuelto del pecado de robar oro, y del pecado de la conducta
sexual inadecuada. De hacer daño a hombres, antepasados o dioses se
libera. Habiendo abandonado todos los deberes, es absuelto de todos los
pecados”.

Comentario:

En el texto, Brahma utiliza el término sardha tri-koti, tres kotis y medio. Un


koti, también llamado crore, es una unidad numérica india que representa
diez millones. Aunque los mantras contienen poderosas energías o Shaktis,
es necesario repetirlos para que lleguen a infiltrarse en nuestro ser. Cuando
uno lleva a cabo el purashcharana del mantra, la energía mántrica se
despierta en el devoto, dando como resultado la unión con la Divinidad
amada o ishta. Purashcharana es el tiempo y número de repeticiones que
necesita el devoto para despertar el poder del mantra. Esto puede durar en
función del mantra y de la práctica, semanas, meses o años.

Se mencionan tres pecados en el texto. Uno es svarna steyat o robar oro; el


segundo es vrishali gamanat, o copular con una mujer de baja casta, y el
tercero es pitri deva manusyamapakarat, o dañar a hombres, dioses y
antepasados. Estos, que son considerados como pecados terribles en la
cutura védica pueden ser extrapolados a nuestro tiempo y circunstancias.

Robar oro se debe entender como tomar lo ajeno sea de la clase que sea. La
corrupción en cargos de importancia, llevarse el mérito de cosas hechas por
otros o robar cualquier otro objeto entran también en esta categoría. El
amigo de lo ajeno nunca puede hallar paz espiritual debido a que es
ambicioso, desea lo que es del prójimo y no duda en usar medios
deshonestos para adquirirlo.

Al mismo tiempo, robar puede ser también una compulsión. Observa la


cantidad de hombres y mujeres, en grandes puestos de importancia.
Ministros, alcaldes u hombres de negocios, a pesar de ser personas
pudientes, utilizan malas artes para robar dinero de los impuestos o de los
ciudadanos. Esto es debido a que el dinero causa adicción, tanto como otras
adicciones tales como las drogas y el alcohol. Cuando uno tiene dinero para
comprar todo lo que desea, surge el impulso de tener más. Estas pobres
personas son muy desgraciadas y necesitan llenar sus vacíos existenciales
con oro y otros lujos. Sin embargo, con el paso del tiempo serán
descubiertos, y terminarán perdiendo su libertad y dignidad.
Sin embargo, por practicar el canto del Santo Nombre, ellos pueden ser
desligados de su terrible hábito.

Copular con una mujer de baja clase debe entenderse como cualquier
conducta sexual inadecuada, y es válido para ambos sexos. Hoy en día se
entiende que cualquier práctica, si causa placer, es loable y debe ser
practicada. Estas personas no entienden los enormes beneficios que se
derivan de la práctica del brahmacharya o moderación en el sexo. Uno
debería tener sólo una pareja y yacer con ella tanto como sea necesario para
la felicidad de ambos, pero no más. El sexo descontrolado aumenta la
consciencia del cuerpo, disminuyendo así la consciencia espiritual. Hace
ver al sexo opuesto como un objeto y dispersa la mente, que se vuelve
incapaz de concentrarse en el Señor. Una inmensa cantidad de energía se
pierde en la búsqueda de placer sexual, la cual difícilmente se vuelve a
recuperar. Se debe por lo tanto practicar la continencia, que no la represión.
Si uno se abstiene del impulso sexual simplemente, esto resultará en
enfermedades y desórdenes, pero si gradualmente reduce su deseo por
practicar asanas, pranayama, pensar en el Señor y seguir una dieta pura,
libre de carne, pescado, huevos, ajo y cebolla, alcanzará la castidad de
forma natural. El estado de tal persona es ciertamente envidiable. Su rostro
se vuelve feliz y brillante, su cuerpo despide una energía indescriptible y su
mente se halla en paz. Por ello, el yogi debe abstenerse del sexo tanto como
le sea posible.

No obstante, si uno es casado, puede practicar sexo con moderación.


Cuando el sexo es una expresión del amor, entonces es beneficioso. Sri
Radha, la Amada de Krishna, dice en el Sri Prema Samputa, del poeta
Krishnadasa Kaviraja:

Cuando el amor puro se disfraza de lujuria, Mi amado el Señor siente


felicidad sin límite, pero cuando la lujuria se disfraza de amor, el Señor
Krishna inmediatamente conoce la verdad, y no siente ningún placer en
ello.

Sri Prema Samputa LVIII

En cuanto a dañar a dioses, antepasados y humanos, esto se puede


condensar en causar daño a cualquier criatura viviente. La Escritura
menciona a estos tres porque es especialmente importante ser cuidadoso
con estos seres. Esto no significa, desde luego, que podamos dañar a otros
seres como animales u otras criaturas de Dios. Uno debería abstenerse de
dañar a cualquier ser en pensamiento, palabra y obra. Por evitar el causar
daño a cualquier ser, uno alcanza el estado de brahmán.

¿Es posible dañar a los dioses? Aquí dañar se debe entender como faltar al
respeto o calumniar. Algunas personas, a causa de las malas compañías y
malos hábitos se vuelven irrespetuosas con su prójimo. Viendo que pueden
decir y hacer lo que quieran, no tardan en faltar a sus propios parientes, y,
desprovistos de todo sentido de autoridad, acabarán blasfemando contra los
santos y los mismos dioses. Esto se debe a la falta de disciplina en el habla.

Lo mismo puede ser aplicado a los antepasados. En la cultura védica se


prescriben ceremonias de adoración a los antepasados que ya nos dejaron,
las cuales aún persisten. Estas prácticas rituales ayudan al devoto a
conectar con sus raíces y mantener su armonía personal con el rta, u orden
cósmico. Al mismo tiempo, las Escrituras prescriben el respeto y
veneración a nuestros mayores, quienes se encuentran aún entre nosotros.

En resumen, aquellos pecados que se consideran los más terribles son los
que, por una parte, dañan a los demás, y por otro destruyen el conocimiento
interno del ser. Pero hasta el más terrible de ellos puede ser eliminado por
cantar el nombre del Señor.

¿Cómo uno se libera de todos los pecados por cantar el mantra? El Señor
nos dice en la Bhagavad Gita:

sarva-dharmān parityajya
mām ekaṁ śaraṇaṁ vraja
ahaṁ tvāṁ sarva-pāpebhyo
mokṣayiṣyāmi mā śucaḥ

Abandona todos los deberes y ríndete únicamente ante Mí. Yo te libraré de


todos los pecados, nada temas.

B.G. XVIII;66

Ya sea que uno siga el camino de jñana, el de bhakti o el de karma yoga, en


todos hay un aspecto común: rendición. El ego debe rendirse a Dios en
algún momento, o no habrá estado de yoga. El ego, origen de la mente
descontrolada, como un usurpador del trono, defiende con uñas y dientes su
posición, que legítimamente pertenece al Atman o Dios. Cada repetición
del mantra es una flecha que va minando sus defensas hasta que por fin,
derrotado, baja de su torre y entrega el castillo a su verdadero Señor. El
mantra, por decir así, sigue un doble juego: por un lado, la repetición
constante de un solo pensamiento concentra la mente y evita que divague;
por el otro lado va destruyendo poco a poco la dureza de corazón. Debido a
ello es que no cualquier palabra puede usarse para el japa. De ser sólo por
la concentración mental, podríamos repetir cualquier palabra que nos
gustara y obtener una estupenda concentración mental. Pero sin la idea de
la Divinidad, el ego no cederá; tendremos una mente concentrada, pero
bajo el control de un ego tan inflexible como al principio, lo que puede ser
muy peligroso. Debido a ello es necesario repetir el Santo Nombre de Dios.
Sólo su poder es capaz de destruir la dureza del corazón y purificar el alma.
Entonces la mente se concentrará, y además quedará bajo el control del
Señor Supremo. Entonces uno puede meditar bellamente en Dios y alcanzar
el estado supremo.

No obstante, la pregunta sigue en pie: ¿Cómo este hecho nos libera de


todos los pecados? La respuesta es que “rendición” significa dejar de
considerarse como el hacedor. Todo ser humano condicionado cree ser el
señor de sus acciones, aún el que ha leído la Escritura, aunque posee el
conocimiento intelectual de que él no es el hacedor, sigue comportándose
como tal, al no tener esperiencia de ello.

Sólo el Señor es el Hacedor. Él es el que crea, mantiene y destruye todos


los universos. Sin embargo, cuando pensamos en ello, nos imaginamos que
Dios crea el universo y luego lo deja a su suerte, en manos de Sus criaturas.
En realidad es Él quien está realizando todas las acciones a través de Su
Maya, la Naturaleza o Prakriti. El ego no es otra cosa que el irreal
pensamiento de que somos los actores o padecedores en este mundo. Sin
embargo, aunque irreal, este pensamiento nos adjudica los frutos de
nuestras acciones. Esto es lo que se conoce como ley de Karma. Mientras
busquemos lo que deseamos por nuestros propios esfuerzos y voluntad,
recibiremos el resultado de nuestras acciones como retribución; sin
embargo, al igual que un mensajero no dice lo que piensa, sino
simplemente transmite el mensaje de su señor, el sabio liberado, aunque
externamente parece actuar, no se siente el hacedor, sino un simple
mensajero de Dios. Pecado o virtud, no son realizados por él, sino que su
voluntad está supeditada por completo a la voluntad Divina, por tanto no
recibe el peso de las acciones, buenas o malas, y vive feliz.

Sobre este concepto, una objeción surge a menudo. Si abandonamos las


ideas de virtud y vicio, y actuamos únicamente como herramientas de la
Divinidad ¿qué nos impide matar, o realizar cualquier acto nefasto? El
sabio que abandona la moral y actúa sin apego ¿no matará, violará o
robará?

Esta pregunta es hecha porque no confiamos debidamente en Dios, además


de no comprender la verdadera naturaleza de la acción. La respuesta es que
la acción malvada o dañina sólo sucede cuando es controlada por el ego. El
sabio liberado jamás daña, debido a que su voluntad es la voluntad de Dios,
que es el Bien Supremo. Puede ser, como Arjuna en el campo de batalla
que en un momento dado se vea obligado a la violencia, pero sólo en el
momento y circunstancia en el que es necesario, y nunca por motivos
egoístas. De la acción sin deseo sólo el bien puede surgir. De hecho, en el
sabio que comprende la unidad de todos los seres, surge una compasión
ilimitada por las almas que aún se hallan atadas a la acción. Así, todas sus
acciones se encaminan a despertar a estas almas dormidas.

De cualquier modo, el Maha Mantra, en su repetición constante, es una


manera de decir “Oh, Señor, no yo, sino Tú, no yo sino Tú”. La
concentración de la mente en Dios es rendición a Su voluntad.

Por último, pero no menos importante, y quizás el más secreto de los


motivos por los cuales uno se libera de todo pecado cantando el mantra es
el siguiente: Como hemos dicho antes, nama, el Nombre, y Nami, el
Nombrado, son no-diferentes. O existe diferencia alguna entre el Señor y
Su Nombre. El Nombre no es sino la forma sonora de Dios, del mismo
modo que la imagen de Dios es la forma visible del Nombre. Por tanto,
¿cómo el pecado puede subsistir en presencia del Bien Supremo, el Señor y
origen de todo bien? Al igual que el frio no persiste en presencia del fuego,
que la oscuridad no puede existir en presencia de la luz, ningún mal puede
seguir existiendo en presencia del Nombre Divino. Nada puede oponerse a
la Gracia extraordinaria, la más brillante de las luces. En contacto con el
Señor, todo rastro de impureza es inmediatamente destruido, puesto que Él
es la Suprema Bondad. Tal como una habitación se ilumina de inmediato al
encender una lámpara, aunque llevase miles de años en la oscuridad más
profunda, aunque uno sea el pecador más grande, si se rinde al poder del
Nombre Divino, puede ser salvado incluso en un instante. La divina
promesa del Señor del Universo es que, una vez que hayas pronunciado Su
nombre aunque sea una sola vez, no cejará hasta llevarte a Su Divina
Morada.

सPो मुRते सPो मुRते इNुपिनषत् ॥

sadyo muchyate sadyo muchyate ityupaniṣat

“De todo se libera, de todo se libera”.

Tal es la Upanishad.

Comentario:

La liberación del devoto es total, no sólo de las acciones, sino de todas las
aflicciones de este mundo. Aquel que concentra su mente en el Señor y
canta con fe y devoción a Sri Krishna este Maha Mantra es liberado sin que
pase mucho tiempo. Tal es la conclusión de la Upanishad.

Escucha las glorias del Señor. Cántalas con devoción. Reúnete con los
devotos de Dios. Sé bueno y puro y canta siempre el Santo Nombre de Sri
Krishna. La liberación misma será entonces una baratija para ti. ¡Que todos
cantemos con fervor el nombre de Dios, y nos hagamos aptos para ver Su
divino rostro!

¡Om, Shanti, Shanti Shanti!


Apéndice I: Japa Yoga

La repetición del Santo Nombre de Dios es llamada Japa Yoga. Japa es una
corriente de pensamiento constante hacia Dios por medio de la
pronunciación del mantra. Los beneficios de la práctica continuada del japa
son incalculables. Purifica y eleva la mente hacia la Luz del Espíritu. Es el
camino más fácil hacia la emancipación espiritual. Podríamos escribir
páginas y páginas de grandes ejemplos de los beneficios y virtudes del japa.
Verdaderamente, aquel que siempre repite el Nombre Divino, trae el Cielo
a la tierra.

¿Cómo se hace?
Para practicar japa se debe usar una mala o rosario de meditación de ciento
ocho cuentas. Sentado con la espalda erguida comienza a pasar una cuenta
tras otra, sujetándolas con el dedo pulgar y el corazón. El dedo índice no se
usa porque representa el ego. Cada vez que se pasa una cuenta, se repite
una vez el mantra dado por el guru (o el que uno haya escogido si lo
anterior no es posible) hasta dar una vuelta completa. Al llegar a la cuenta
número ciento ocho, nos encontramos una cuenta más grande, por lo
general señalada con una borla. Esta cuenta (la 109) es llamada Meru, y
representa a la Divinidad, debido a lo cual no se debe tocar. Al llegar a ella,
no pasaremos por encima con el dedo, sino que daremos la vuelta al rosario
y comenzaremos el conteo nuevamente.

¿Cuándo hacerlo?
No hay normas para practicar Japa. El Señor es tan misericordioso que
permite la repetición de Su nombre en cualquier lugar y circunstancia. No
obstante, es recomendable practicarlo en la mañana temprano o en el
atardecer, cuando la energía ambiental es más pura. Es aconsejable ir a una
habitación en la que uno pueda ponerse en estado de recogimiento, sentado
y con la espalda recta. Si uno no puede sentarse en un asana de yoga, puede
hacerlo más cómodamente en una silla. Y aún, si uno no tiene paciencia
suficiente para permanecer sentado mucho tiempo, puede hacer japa a ratos
mientras camina por la casa. Aunque lo ideal es permanecer quieto, es
mejor hacerlo de todos modos que no hacerlo. Además de en los momentos
en los que uno lleve el rosario, puede practicar la repetición mental del
mantra mientras hace yoga, asanas y pranayama, o haciendo cualquier
trabajo mecánico como lavar los platos o barrer. Esto produce grandes
beneficios a la mente.

Beneficios
Aparte de lo ya dicho, hay que señalar que el japa no es una práctica
aislada. Cuando hacemos japa, trabajamos muchos de los aspectos del
Yoga: Practicamos asana, ya que tenemos que sentarnos con espalda firme;
También hacemos svadhyaya, o estudio de la Escritura, pues estamos
repitiendo un texto de los Vedas; Hacemos meditación, concentrando la
mente en un solo punto; hacemos auto-indagación, ya que el mantra
purifica nuestro ser y aquieta nuestra mente, consiguiendo que nos
conozcamos mejor. El japa Yoga cubre todos estos aspectos en una sola
práctica.

El Sentimiento
El Bhava, o actitud al repetir el mantra es el elemento más importante de
toda la práctica. Uno debe sentir que el Señor, desde dentro del corazón,
purifica totalmente las impurezas, y lo llena de bondad, sabiduría y luz. Al
repetir el mantra, uno puede enfocar su mente en la imagen de Dios o
simplemente en el sonido del mantra, sabiendo que el propio mantra es
Dios mismo en forma sonora.
Pero aún cuando no se sea capaz de entrar en este estado de arrobación
divina, uno puede repetirlo de todas formas. El mantra, repetido consciente
o inconscientemente, produce el efecto deseado.

Hacer japa no solo beneficia al individuo que lo practica. Las ondas


vibratorias del mantra inundan la atmósfera de paz y bondad. Hacer japa
por una persona que está en problemas, o padece alguna enfermedad
beneficia enormemente a la persona que recibe el deseo de bienestar, pero
también a quien lo emite, quien de esta forma se liberará más rápidamente
del ego. Aquel que siempre tiene el nombre de Dios en sus labios, tiene
pronto la Liberacion en sus manos.

Apéndice II: Nama Aparadhas.

El Nombre de Dios posee poderes indescriptibles. Uno debe absteerse


siempre de cometer ofensas contra el Santo Nombre, ya que esto ensucia y
endurece el corazón de quien lo provoca.

Es importante entender aquí el concepto de aparadha u “ofensa”. No es que


Dios se sienta ofendido por nuestras palabras o acciones. Él es
todomisericordioso, y jamás se enemista con la humanidad. Dios nos ama
mucho y no tiene en cuenta nuestras faltas, para Él es como si no
existieran, porque sabe que en realidad no existen. ÉL nos reconoce como
partes de Sí mismo y por tanto, libres de pecado. Para entender lo que
significa aparadha, uno debe ir a su etimología.

El prefijo “apa” viene de apayati, ir lejos; Radha es la forma femenina de


Dios. Por lo tanto, aparadha es lejos de Radha, lejos de Dios, o lo que es lo
mismo, todo aquello que nos aleje de la meta suprema debe ser evitado. Por
ello uno no debe sentirse juzgado ni culpado si comete un pecado debido al
deseo o las tendencias mentales. Nunca Dios se ve afectado ni se enoja por
estas cuestiones. Pero sí debemos hacernos responsables de ello y tratar
con lo mejor de nosotros de no volver a cometer el mismo error. He aquí
las diez ofensas al Santo Nombre:

1. Injuriar a santos o a devotos: Quizás la peor de todas las ofensas es


criticar a los santos y los sabios; dicha práctica es llamada sadhu-
ninda. Goswami Tulsidas dice que aquellos que murmuran o desean
el mal a los demás destruyen su vida por destruir la vida de otros. No
hay seña más clara de ignorancia que criticar a los demás. Uno debe
ocuparse de su propio progreso espiritual y no preocuparse por lo
que haga éste o aquel. Además, uno no debe considerar que sólo los
devotos de su tradición concreta son santos. Ya sea de una tradición
y sostenga una filosofía diferentes se debe respetar a todo el que
canta las glorias del Señor.
2. Hacer diferencias entre los Nombres Divinos: Si uno considera que
hay muchos dioses, y éste se enfrenta con aquel, su conocimiento es
errado. Sólo hay un Dios, pero se expande en innumerables formas.
Todos los devas o dioses menores trabajan en perfecta sincronía con
la voluntad del Señor. En esencia, además, todos somos de la misma
naturaleza de Brahman. De modo que uno no debe pensar que
porque uno cante “hHari Hari” y otro “Shiva Shiva”, el uno es
devoto y el otro no. Uno debe respetar a los devotos de todas las
divinidades, viendo al Único Señor Supremo en todas ellas.

3. Ser irrespetuoso con el preceptor espiritual: El guru es un alma


avanzada que nos ayuda en el camino de la devoción a Dios. A
través del Guru es que uno puede cruzar el océano de la mundanidad
de modo que es primordial tratarlo con sumo respeto. De otro modo,
si somos desconsiderados, o hablamos mal del maestro, todo nuestro
avance espiritual se derrumbará.

4. Hablar con ligereza sobre las Escrituras: Uno no debe considerar que
los Vedas, la Bhagavad Gita, el Bhagavatam, u otros libros que
hablan de las Glorias de Dios, o del Conocimiento de Brahma, son
libros comunes, que fueron escritos por un humano. Los Vedas son
la forma literaria de Dios, y por tanto se les debe reverencia.

5. Considerar que el poder atribuido al Santo Nombre es exagerado o


imaginario: Algunos dicen que el nombre de Dios hace un efecto
sólo en quien cree en él, o que es una especie de placebo. En
realidad, el Nombre y el Nombrado no son diferentes. Es por ello
que su sola pronunciación hace maravillas. No es una palabra
material, como “perro” o “mesa”, sino que existe desde el principio
de los tiempos y proviene del mudo espiritual.

6. Cometer pecados amparándose en el Santo Nombre: Se dice que por


el canto del Nombre de Dios, todos los pecados son destruidos. No
hay cosa más cierta que esta, pero si uno comete pecados
intencionadamente, pensando que luego cantará Hare Rama hare
Krishna y todo será borrado, entonces comete la mayor ofensa. Esta
norma sólo se aplica para aquel que comete pecados
inintencionadamente o bien se arrepiente y canta el Nombre con
sincero deseo de no repetir su error.

7. Comparar el Nombre con otras prácticas tales como rituales, etc: El


canto del Santo Nombre está a mayor altura que otras actividades
filantrópicas. Si uno hace el bien, por ejemplo, por donar algún
dinero, o ayudar en una buena causa, esto en efecto es muy bueno.
Pero meditar en el Señor es el mayor bien que podemos hacer, ya
que estamos espiritualizando el mundo entero con nuestras ondas
mentales. Al igual que si riegas la raíz de un árbol, todas las ramas se
ven alimentadas, por el canto del Nombre de Dios, todos los seres se
ven complacidos. No obstante, mientras uno no esté en un nivel
espiritual muy avanzado, en el que pueda conectar directamente con
la Divinidad, debe seguir realizando actividades piadosas para su
purificación.

8. Instruir en el canto del Nombre a personas irrespetuosas e


irreverentes con él: El Señor dice en la Bhagavad Gita:

idaṁ te nātapaskāya
nābhaktāya kadācana
na cāśuśrūṣave vācyaṁ
na ca māṁ yo ’bhyasūyati

Esto no debes transmitirlo a quien no es austero o carece de


devoción, a quien no escucha o a quien Me critica.

El que no es devoto, o no se toma en serio la Enseñanza, hará burla


de ella, la ridiculizará o peor aún, la utilizará en su propio beneficio.
Están aquellos que desean el conocimiento para llegar a ser grandes
maestros y que todos les adoren. Quien no muestre el debido respeto
por el Señor, los santos y las Escrituras, no debe ser instruido.
9. Buscar otros disfrutes mundanos incluso tras haber escuchado de las
Glorias del Santo Nombre: El deseo es muy difícil de erradicar, y en
ocasiones, mientras uno practica el canto del Santo Nombre, puede
desear al mismo tiempo los objetos de los sentidos, tales como el
comer manjares, indulgencia sexual y otros. Esto no debe ser motivo
de preocupación, ya que con el tiempo, el practicante irá superando
los obstáculos. Pero están aquellos que sostienen que por cantar el
Nombre, o hacer cualquier tipo de sadhana, no tienen que renunciar a
los placeres del mundo, como excusa para sumergirse en toda clase
de vicios. En ellos, el canto no tendrá el efecto deseado.

10. Ser egoísta y alimentar las ideas de “yo” y “mío”: Uno debe cantar
el Santo Nombre, como dice el Señor Gauranga, siendo humilde
como una brizna de hierba, y tolerante como un árbol. Si uno canta
cientos y cientos de rondas del mantra, pero se considera por ello
mejor que los demás, está arruinando su vida espiritual.

Es importante entender que estas aparadhas son más graves cuanto más se
hacen a nivel consciente. Un aspirante espiritual debe ser cuidadoso, ya que
si uno comete una de estas ofensas, su progreso espiritual puede ser
bloqueado. La manera de librarse de su nefasto efecto es cantar el Santo
Nombre con verdadero arrepentimiento. Entonces el Señor borrará todas
las ofensas.

Navanga Yoga

Es cada vez más conocido en occidente el ashtanga, el yoga de los ocho


pasos de Patañjali, un sistema fuerte y fiable para alcanzar el estado de
superconciencia o samadhi. No obstante, este es sólo uno de los sistemas de
entre cientos. El Yoga es tan amplio como el mundo, y cubre todos los
aspectos del ser. Así, por ejemplo, tenemos el navanga yoga, el yoga de los
nueve pasos, el cual es el proceso requerido dentro del bhakti yoga o yoga
de la devoción amorosa al Señor. Este sistema, de devoción y entrega a
Dios, es uno de los más apreciados en la India, y no falta quien lo considera
como el Yoga Supremo. La sistematización del Bhakti Yoga en nueve
pasos puede ser encontrada en distintas escrituras sagradas, tales como el
Srimad Bhagavatam o los Bhakti Sutras de Narada. Los nueve escalones de
este yoga son:

Sravanam: Escuchar. El aspirante escucha de labios de los devotos


avanzados las historias, glorias y pasatiempos del Señor. Su mente se satura
de pensamientos divinos y se purifica. En esta etapa se debe entregar a la
escucha constante de los mantras y las plegarias.

Kirtanam: Cantar. Inmediatamente, al sentir la mente llena de estos


pensamientos, siente la necesidad de cantarlos él mismo. En esta etapa, el
devoto no sólo escucha, sino que canta los nombres de la Divinidad, sus
historias, etc. Esto refuerza su enfoque mental.

Smaranam: Recordar. Escuchando y cantando las glorias de Dios, la mente


se concentra en el único ideal, y así sólo surgen pensamientos relacionados
con Dios y Sus devotos.

Vandanam: Postrarse. Debido a esta saturación divina, el devoto desarrolla


amor hacia la deidad. Se postra ante ella, y le ofrece reverencias. En el
estado más sublime, se postra ante todos los seres, viendo a Dios sentado
en sus corazones.

Archanam: Adorar. El devoto siente la necesidad de exteriorizar su estado


de amor divino y adora a la Divinidad, ofreciéndole elementos tales como
flores, agua y frutas. Ofrece sacrificios y da cuanto tiene a Dios. Esto lo
libera del egoísmo.

Padasevanam: Servicio a los Pies de Dios. Quien ama, se convierte en un


sirviente. Porque ama a Dios y Su creación, surge en él el deseo de servir a
todos. Tal alma siempre ayuda a los necesitados. Siente el dolor de los
demás y trata de aliviar el sufrimiento de la humanidad. Sin embargo, el
orgullo jamás entra en su corazón.

Dasyam: Humor del sirviente. Todas estas acciones hacen que el devoto
establezca una relación con Dios como Su sirviente. Se postra, lo sirve y
actúa en el humor de un humilde siervo.
Sakhyam: Humor del amigo. La relación con Dios se vuelve más real y
cercana. El devoto ya se siente como el amigo de Dios, o como Su amante.
El amor por Él es más íntimo y confidencial. Tal devoto canta, baila
extasiado, llora cuando no siente Su presencia. Es compasivo con todos los
seres, y a todos ama, viendo la presencia de su Amado en todos.

Atma-nivedanam: Rendición. Finalmente, el devoto rinde por completo su


alma a la Divinidad. Todas las resistencias ceden, el ego es destruido por
completo. Tal devoto está permeado por completo de amor divino.
Descubre el Amor Supremo reinando único en su corazón. En la rendición
total del ego a Dios, no pasa mucho sin que Su gracia caiga sobre él y lo
lleve al estado supremo. El devoto se une a su Amado.

Es importante aclarar que estas relaciones con Dios no son producto de la


imaginación del devoto. Hay quien puede aducir que no son sino
herramientas para alcanzar un estado de conciencia superior, pero que no
están sino en la mente del aspirante. Esto es un error. En realidad, Dios
corresponde el sentimiento del devoto. Es Él quien pone la atracción divina
en los corazones de los hombres, y por Su Gracia Él responde al
sentimiento que el devoto profesa por él. Debido a las distintas tendencias
mentales, uno puede sentir a Dios como un amigo, un padre, un hijo o un
amante, pero no es que el devoto imagine esto, sino que el Señor se
comporta con cada uno conforme sea llamado, tal es el deseo que Él tiene
de que le alcancemos.

Al tiempo, estos nueve escalones, al igual que en el ashtanga yoga, no han


de ser por fuerza sucesivos, sino que son interdependientes. Uno puede
comenzar escuchando las glorias de Dios y al mismo tiempo estar cantando
y adorando. No se requiere perfeccionar un paso para llegar al siguiente.
No obstante esto, resulta adecuado pasar por todas las fases para que el
amor a Dios se haga fuerte en el corazón.
Consejos para avanzar en Bhakti Yoga:

1- Levántate pronto para hacer práctica espiritual. Si puedes levantarte


antes de que amanezca, tanto mejor. En ese momento, el prana o
energía cósmica es más puro y la meditación es más sencilla. Haz tu
japa frente a un altar o una imagen del Señor. Acuéstate pronto.
2- Di siempre el nombre del Señor antes de acostarte y antes de
levantarte. Esto te ayudará mucho a recordarLe durante todo el día.
Ten en el lugar donde trabajes algunas fotos de santos o de
divinidades.
3- No comas carne, pescado ni huevos. Sigue una dieta vegetariana. Si
aspiras a la unidad Universal, no puedes practicar la crueldad con tus
semejantes. Además, la dieta libre de carne purificará mucho tu
cuerpo y tu mente. Serás capaz de meditar en Dios bellamente.
4- Los Vedas dicen:”Di siempre la verdad, pero dila dulcemente y sin
causar daño; esta es la esencia del Sanatana Dharma” Vive de
acuerdo con esta sentencia.
5- Lee la vida de los santos y los sabios. Conoce los pasatiempos de
Shankara, Ramanuja, Chaitanya, Tukaram. Lee los libros con las
enseñanzas de Sivananda, Ramdas, Prabhupada, Anandamayi.
Ramakrishna. Elevarán tu mente. Evita las novelas de crímenes,
política u otros asuntos mundanos.
6- Si tienes la oportunidad de conocer a algún hombre santo, no la
pierdas. Considéralo como tu máxima prioridad. Póstrate ante los
santos con humildad.
7- Si caes en tu práctica espiritual, no te culpes. Di: “no volveré a
cometer este error. He pronunciado el Nombre de Dios ¿cómo puedo
ser un pecador?”.
8- Sé humilde con todos. No pienses que otros están por debajo de ti
porque no practican Yoga o no siguen este u otro camino espiritual.
El mismo Atman brilla resplandeciente dentro de cada uno. Hónralo.
9- Ora todo el tiempo. Habla con Dios. Siente Su presencia en tu
corazón. Esto te elevará más de lo que piensas.
10- Sé siempre optimista. No creas que si fallas Dios no te dará la
Liberación. Él es muy misericordioso. Nunca creas que no puedes
hallarLe. Trata de permanecer alegre y confía en Su Gracia.

Anexo: Los 108 nombres del Señor krishna


1. oṃ kṛṣṇāya namaḥ
2. oṃ kamalanāthāya namaḥ
3. oṃ vāsudevāya namaḥ
4. oṃ sanātanāya namaḥ
5. oṃ vasudevātmajāya namaḥ
6. oṃ puṇyāya namaḥ
7. oṃ līlāmānuṣa vigrahāya namaḥ
8. oṃ śrīvatsa kaustubhadharāya namaḥ
9. oṃ yaśodāvatsalāya namaḥ
10.oṃ hariye namaḥ
11.oṃ caturbhujātta cakrāsigadā namaḥ
12.oṃ saṅkhāmbujā yudāyujāya namaḥ
13.oṃ devākīnandanāya namaḥ
14.oṃ śrīśāya namaḥ
15.oṃ nandagopa priyātmajāya namaḥ
16.oṃ yamunāvegā saṃhāriṇe namaḥ
17.oṃ balabhadra priyanujāya namaḥ
18.oṃ pūtanājīvita harāya namaḥ
19.oṃ śakaṭāsura bhañjanāya namaḥ
20.oṃ nandavraja janānandine namaḥ
21.oṃ saccidānanda vigrahāya namaḥ
22.oṃ navanīta viliptāṅgāya namaḥ
23.oṃ navanīta naṭanāya namaḥ
24.oṃ mucukunda prasādakāya namaḥ
25.oṃ ṣoḍaśastrī sahasreśāya namaḥ
26.oṃ tribhaṅgine namaḥ
27.oṃ madhurākṛtaye namaḥ
28.oṃ śukavāga mṛtābdīndave namaḥ
29.oṃ govindāya namaḥ
30.oṃ yogināṃ pataye namaḥ
31.oṃ vatsavāṭi carāya namaḥ
32.oṃ anantāya namaḥ
33.oṃ denukāsurabhañjanāya namaḥ
34.oṃ tṛṇī kṛta tṛṇā vartāya namaḥ
35.oṃ yamaḷārjuna bhañjanāya namaḥ
36.oṃ uttalottāla bhetre namaḥ
37.oṃ tamāla śyāmalākṛtiye namaḥ
38.oṃ gopagopīśvarāya namaḥ
39.oṃ yogine namaḥ
40.oṃ koṭisūrya samaprabhāya namaḥ
41.oṃ ilāpataye namaḥ
42.oṃ parañjyotiṣe namaḥ
43.oṃ yādavendrāya namaḥ
44.oṃ yadūdvahāya namaḥ
45.oṃ vanamāline namaḥ
46.oṃ pītavāsane namaḥ
47.oṃ pārijātapahārakāya namaḥ
48.oṃ govardhanāca loddartre namaḥ
49.oṃ gopālāya namaḥ
50.oṃ sarvapālakāya namaḥ
51. oṃ ajāya namaḥ
52.oṃ nirañjanāya namaḥ
53.oṃ kāmajanakāya namaḥ
54.oṃ kañjalocanāya namaḥ
55.oṃ madhughne namaḥ
56.oṃ madhurānāthāya namaḥ
57.oṃ dvārakānāyakāya namaḥ
58.oṃ baline namaḥ
59.oṃ bṛndāvanānta sañcāriṇe namaḥ
60.oṃ tulasīdāma bhūṣanāya namaḥ
61.oṃ śamantaka maṇerhartre namaḥ
62.oṃ naranārayaṇātmakāya namaḥ
63.oṃ kujja kṛṣṇāmbaradharāya namaḥ
64.oṃ māyine namaḥ
65.oṃ paramapuruṣāya namaḥ
66.oṃ muṣṭikāsura cāṇūra namaḥ
67.oṃ mallayudda viśāradāya namaḥ
68.oṃ saṃsāravairiṇe namaḥ
69.oṃ kaṃsāraye namaḥ
70.oṃ murāraye namaḥ
71.oṃ nārākāntakāya namaḥ
72.oṃ anādi brahmacāriṇe namaḥ
73.oṃ kṛṣṇāvyasana karśakāya namaḥ
74.oṃ śiśupālaśiccetre namaḥ
75.oṃ duryodhanakulāntakāya namaḥ
76.oṃ vidurākrūra varadāya namaḥ
77.oṃ viśvarūpapradarśakāya namaḥ
78.oṃ satyavāce namaḥ
79.oṃ satya saṅkalpāya namaḥ
80.oṃ satyabhāmāratāya namaḥ
81.oṃ jayine namaḥ
82.oṃ subhadrā pūrvajāya namaḥ
83.oṃ viṣṇave namaḥ
84.oṃ bhīṣmamukti pradāyakāya namaḥ
85.oṃ jagadgurave namaḥ
86.oṃ jagannāthāya namaḥ
87.oṃ veṇunāda viśāradāya namaḥ
88.oṃ vṛṣabhāsura vidvaṃsine namaḥ
89.oṃ bāṇāsura karāntakṛte namaḥ
90.oṃ yudhiṣṭira pratiṣṭātre namaḥ
91.oṃ barhibarhāvataṃsakāya namaḥ
92.oṃ pārdhasāradhiye namaḥ
93.oṃ avyaktāya namaḥ
94.oṃ gītāmṛta mahodhadiye namaḥ
95.oṃ kāḷīya phaṇimāṇikya rañjita
96.śrī padāmbujāya namaḥ
97.oṃ dāmodarāya namaḥ
98.oṃ yajnabhokrte namaḥ
99.oṃ dānavendra vināśakāya namaḥ
100. oṃ nārāyaṇāya namaḥ
101. oṃ parabrahmaṇe namaḥ
102. oṃ pannagāśana vāhanāya namaḥ
103. oṃ jalakrīḍā samāsakta namaḥ
104. oṃ gopīvastrāpahārākāya namaḥ
105. oṃ puṇyaślokāya namaḥ
106. oṃ tīrdhakṛte namaḥ
107. oṃ vedavedyāya namaḥ
108. oṃ dayānidhaye namaḥ

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