Fragmentos Textos 1B
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1860-1920
“En arquitectura hay – si me puedo expresar así- dos maneras de que sea verdadera. Ha d ser
verdadera según el programa, y verdadera según los procedimientos de construcción. Que sea
verdadera según el programa significa que se cumpla exactamente, escrupulosamente, las
condiciones impuestas por una necesidad. Que sea verdadera según los procedimientos de
construcción significa que emplee los materias conforme a sus cualidades y a sus propiedades
(….) las cuestiones puramente artísticas, a saber, la simetría y la forma aparente, no son más
que condiciones secundarias en presencia de estos principios dominantes”.
“El entusiasmo de los revitalizadores del Gótico se extinguió cuando se enfrentaron la hecho
de formar parte de una sociedad que no puede tener y no tendrá un estilo de vida, porque es d
una necesidad económica para su existencia el que el trabajo corriente y cotidiano de su
población sea pura monotonía mecánica y porque es a la armonía del trabajo corriente y
cotidiano de la población lo que produce el Gótico, esto es: el arte arquitectónico vivo y
monotonía mecánica no pueden armonizarse hasta ser arte. La esperanza de nuestra
ignorancia ha desaparecido, pero ha dado lugar a la esperanza de un nuevo conocimiento. La
historia nos enseñó la evolución de la arquitectura, y ahora nos está ensenando la evolución
de la sociedad; resulta claro para nosotros e incluso para muchos de los que niegan a
reconocerlo, que … la nueva sociedad no estará tan angustiada como lo estamos nosotros por
la necesidad de producir cada ver más y más mercancías para sacar beneficios, con
independencia de que alguien las necesite o no; que producirá para vivir y no vivirá para
producir, como hacemos nosotros”
“La construcción ha sido y puede ser un arte: imaginativo, poético, incluso místico y mágico. Si
la poesía y la magia están en la gente y en la época, aparecerán en las artes. (…) no hay nada
bueno en decir: construyamos edificios mágicos”
“yo diría que sería estupendo para nuestra estética que nos abstuviésemos completamente de
usar ornamentos durante unos años, con el fin de que nuestros pensamientos pudiesen
concentrarse plenamente en la producción de edificios bien configurados y bonitos en su
desnudez. Deberíamos, pues, evitar forzosamente muchas cosas indeseables, y aprender, por
el contrario, lo efectivo que resulta pensar de un modo natural, positivo y favorable. (…)
habremos aprendido, sin embargo, que el ornamento es mentalmente un lujo, no una
necesidad, puesto que habremos distinguido las limitaciones así como el gran valor de las
masas sin adornos. Llevamos dentro de nosotros el romanticismo y sentimos el anhelo de
expresarlo. Apreciamos intuitivamente que nuestras formas fuertes, atléticas y simples
llevarán con una soltura natural las vestimentas con las que soñamos, y nuestros edificios –
ataviados así con ropas de imágenes poéticas y medio ocultos tras productos selectos del telar
y la mina- aparecerán con redoblado poder, como una sonora melodía cargada de voces
armoniosas”
“Los edificios comerciales en altura surgieron a raíz de la presión de los precios del suelo; los
precios del suelo, e la presión de la población: y la presión de la población, de la presión
externa…. Pero un edificio de oficinas no podía superar la altura impuesta por las escaleras sin
un medio de transporte vertical. Esta presión actuó sobre el cerebro de los ingenieros
mecánicos, que con su imaginación creativa y su diligencia dieron vida al ascensor. (…) Pero
algo inherente a la construcción de fábrica de albañilería era poner un nuevo tope de altura,
puesto que sus muros, cada vez más gruesos, ocupaban en la planta baja y en los pisos un
espacio de precio cada vez más alto, a medida que aumentaba rápidamente la presión de la
población. (…) La actividad desplegada en Chicago en la construcción de edificios en altura
llamó finalmente la atención de los representantes comerciales de los talleres de laminación
del Este del país; y sus ingenieros se pusieron manos a la obra. Durante algún tiempo, los
talleres habían estado laminando elementos estructurales que desde hacía a mucho se usaban
en la construcción de puentes. Su propio campo de acción quedó así preparado. Era una
cuestión de visión comercial basada en la imaginación y en la técnica de la ingeniería. De este
modo, la idea de una estructura de acero que soportase todas las cargas fue sometida a la
consideración de los arquitectos de Chicago. (…) El truco salió bien, y muy pronto vio la luz algo
completamente nuevo bajo el sol. (…) los arquitectos de chicago dieron la bienvenida a la
estructura de acero e hicieron algo con ella. A los arquitectos del Este les horrorizó y no
pudieron hacer ninguna contribución.”
“la pradera posee una belleza propia y nosotros deberíamos reconocer y acentuar su belleza
natural, su silenciosa llanura. De ahí … los voladizos protectores, las terrazas bajas y los muros
extendidos que delimitan jardines privados”.
“Cuando en los primeros tiempos miraba al sur desde la maciza torre de piedra del edificio
Auditorium, con un lápiz en la mano de un maestro, el resplandor rojo de los convertidores de
acero Bessemer situados al sur de Chicago me emocionaban como páginas de Las Mil y Una
Noches usadas para dar una sensación de terror y romanticismo”
“aunque para el artista todos los materiales tienen el mismo valor, no puede utilizarlos de igual
modo para todos sus fines. La resistencia necesaria, el tipo de construcción, con frecuencia,
requieren materiales que no se hallan de conformidad con los fines del edificio. El arquitecto
tiene la obligación de realizar un espacio cálido y cómodo. Las alfombras son calidad y
cómodas. Por ello, decide tender una alfombra sobre el suelo y colar tapices en las paredes.
Pero no se puede construir una casa a base de alfombras y tapices. Alfombres y tapices
necesitan un armazón constructivo que los tenga en la posición correcta. Encontrar este
armazón constituye el segundo trabajo del arquitecto”
“Puedo conducirles a la orilla de un lago de montaña? El cielo es azul, el agua verde y todo
descansa en una paz profunda. Las montañas y las nubes se reflejan en el lago, y también las
casas, los caseríos y las ermitas. No parecen creados por la mano del hombre. Están como
recién salidos del taller de Dios, como las montañas y los árboles, las nubes y el cielo. Y todo
respira belleza y silencio …
¡eh!, ¿qué es aquello? Un tono equivocado es esa paz. Como un ruido innecesario. En medio
de las casas de los campesinos, que no las hicieron ellos sino Dios, hay una villa ¡Proyecto de
un buen o de un mal arquitecto? No lo sé. Sólo sé que ya no hay paz, ni silencio, ni belleza (…)
Y vuelvo a preguntar: ¿por qué el arquitecto, tanto el bueno como el malo, deshonra el lago?
El arquitecto no tiene, como casi ningún habitante de la ciudad, cultura alguna. La falta la
seguridad del campesino, que posee cultura. El habitante de la ciudad es un desarraigado.
Llamo cultura al equilibrio interior y exterior de la persona, a lo único que hace posible un
pensamiento y una acción razonables”
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“El hombre ama todo lo que le proporciona comodidad. Odio todo lo que le saca de la posición
que ha logrado y que se ha asegurado, y odia todo lo que le molesta. Y por ello, ama la casa y
odia el arte. Así que. ¿nos será que la casa no tiene nada que con el arte y que la arquitectura
no se debe contar entre las artes? Así es. Sólo la mínima parte de la arquitectura corresponde
al dominio del arte: el sepulcro y el monumento. Todo lo demás, lo que tiene una finalidad, se
ha de excluir del reino del arte”