Simon Bolivar
Simon Bolivar
Simon Bolivar
«...no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas
que nos oprimen por voluntad del poder español».
«el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad
posible, mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad polìtica»20,
Bolívar había llegado a la cumbre de sus hazañas política y militares, allí escribe «Mi
delirio sobre el Chimborazo», nombró a Antonio José de Sucre como comandante en
jefe de los Ejércitos Libertadores del Sur, para la Batalla de Ayacucho en el Alto Perú
en 1824, donde vence, expulsando al último virrey español en América, José de la
Serna21. En gratitud se denomina territorio Bolívar (hoy Estado plurinacional de Bolivia)
al cual Bolívar le redacta su primera Constitución. Bolívar participó en la fundación de la
primera unión de naciones independientes de América Latina, la Gran Colombia, de la
que fue presidente de 1819 a 1830. Mediante nuevas campañas militares, expulsó a los
gobernantes españoles de Ecuador, Perú y Bolivia, el último de los cuales lleva su
nombre. Fue simultáneamente presidente de Gran Colombia (hoy Venezuela,
Colombia, Panamá y Ecuador), Perú y Bolivia, pero poco después, su segundo al
mando, Antonio José de Sucre, fue nombrado presidente de Bolivia. Bolívar apuntó a
una América española fuerte y unida capaz de hacer frente no solo a las amenazas que
emanan de España y la Santa Alianza europea, sino también a la potencia emergente
de los Estados Unidos. En la cima de su poder, Bolívar gobernó un vasto territorio
desde la frontera con Argentina hasta el Mar Caribe.
No obstante, Bolívar le entrega el mando militar a Sucre en el Alto Perú (Bolivia), pues
el Congreso le ordenó volver a Colombia, asimismo deja como encargados en Lima a
Andrés Santa Cruz, José María Córdoba y Manuela Sáenz. En el Congreso en Bogotá
se encuentra con intrigas palaciegas productos de sus detractores y antiunionista, se
entrevista con José Antonio Páez para evitar la separación de Venezuela, denominada
la Cosiata. Y ya en Santa Fe de Bogotá, y luego de los eventos de la convención de
Ocaña, intentan asesinarlo en la conspiración septembrina, logra salvarse por la acción
de Manuela Sáenz, y de este hecho fue acusado su excompañero de armas Santander,
tras el intento de magnicidio, los conflictos políticos y revueltas se extienden a Perú
como Bolivia, y tras la salida del poder de Santa Cruz en Lima y la renuncia de Sucre
en Bolivia, surgen hostilidades en la frontera Gran Colombiana por parte del gobierno
de Agustín Gamarra, que culmina con el Tratado de Paz y Amistad entre ambas
naciones en 1829.