Juegos
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más jugadores interactúan por medio de un controlador, con un dispositivo electrónico que
muestra imágenes de video.1 Este dispositivo, conocido genéricamente como «plataforma»,
puede ser una computadora, una máquina de arcade, una consola de videojuegos o un
dispositivo portátil, como por ejemplo un teléfono móvil, teléfono inteligente, tableta o
una consola de videojuegos portátil. La industria de los videojuegos es un sector en constante
crecimiento y se ha convertido en una forma de entretenimiento muy popular a nivel mundial.
Los jugadores interactúan con los videojuegos a través de dispositivos de entrada a los que se
conoce como controladores o mandos. Mediante estos dispositivos, los jugadores controlan los
movimientos y acciones de los personajes del juego y varía dependiendo de la plataforma. Por
ejemplo, un controlador podría únicamente consistir de un botón y una palanca de
mando o joystick, mientras otro podría presentar una docena de botones y una o más
palancas, lo que llamamos mando. Los primeros juegos informáticos solían hacer uso de
un teclado para llevar a cabo la interacción, o bien requerían que el usuario adquiriera un
mando con un botón como mínimo.2 Muchos juegos de computadora modernos permiten o
exigen que el usuario utilice un teclado y un ratón de forma simultánea.
Generalmente los videojuegos hacen uso de otros medios, además de la imagen, de proveer
los reflejos e interacción al jugador. El audio es casi universal, usándose dispositivos
de reproducción de sonido, tales como altavoces y auriculares. Otro tipo de realimentación se
hace a través de periféricos hápticos que producen vibración o retroalimentación de fuerza.
Historia
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Los orígenes del videojuego se remontan a la década de 1950, cuando poco después de la
aparición de las primeras computadoras electrónicas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial,
se llevaron a cabo los primeros intentos por implementar programas de carácter lúdico. Así,
fueron creados el Nimrod (1951) o el Oxo (1952), juegos electrónicos que aún no pueden ser
denominados videojuegos, y el Tennis for Two (1958) o el Spacewar! (1962), auténticos
pioneros del género. Todos ellos eran todavía prototipos, juegos muy simples y de carácter
experimental que no llegaron a comercializarse, entre otras cosas, porque funcionaban en unas
máquinas que solo estaban disponibles en universidades o en institutos de investigación.
No sería hasta la década de los 70 en que, con la bajada de los costes de fabricación,
aparecieron las primeras máquinas recreativas y los primeros videojuegos dirigidos al gran
público. Títulos como Computer Space (1971) o Pong (1972), de Atari, inauguraron las primeras
máquinas recreativas construidas al efecto, que funcionaban con monedas. Poco después
llegarían los videojuegos a los hogares gracias a las consolas domésticas, la primera de las
cuales fue la Magnavox Odyssey (1972), y más tarde la exitosa Atari 2600 o VCS (de 1977), con
su sistema de cartuchos intercambiables. Por aquel entonces las máquinas de
arcade empezaron a hacerse comunes en bares y salones recreativos, una expansión debida en
parte a un matamarcianos que alcanzó gran popularidad, el Space Invaders (1978). Otros
juegos que marcaron esta primera época fueron Galaxian (1979), Asteroids (1979) o Pac-
Man (1980).
La consola portátil Game Boy (1989).
En los años 1980, la empresa norteamericana Atari tuvo que compartir su dominio en la
industria del videojuego con dos compañías llegadas de Japón: Nintendo (con su famosa
consola NES) y SEGA (con la Master System). Paralelamente, surgió una generación de
ordenadores personales asequibles y con capacidades gráficas que llegaron a los hogares de
millones de familias, como fueron el Spectrum, el Amstrad CPC, el Commodore 64 o el MSX. A
partir de entonces, los videojuegos empezaron a convertirse en una poderosa industria. Fue
además una época muy creativa para los desarrolladores de videojuegos; muchos de la
principales géneros que existen hoy en día (conducción, lucha, plataformas, estrategia,
aventura...) tomaron forma en esta década. Por otra parte, aparecieron también las
primeras consolas de bolsillo, también conocidas como «maquinitas», que aunque hasta la
llegada de la Game Boy de Nintendo (1989) solo ejecutaban un juego cada una, alcanzaron
gran popularidad entre los más jóvenes.
Los años 1990 traen el salto a la tecnología de 16-bit (como la SNES y la Mega Drive), lo que
traía consigo importantes mejoras gráficas. Entra en escena el gigante Sony con su
primera PlayStation (1994), mientras Nintendo y Sega actualizan sus máquinas (Nintendo
64 y Sega Saturn). En cuanto a las computadoras personales, el progreso de los PC termina por
barrer del mapa a los demás sistemas salvo el de Apple. Aparecen entonces juegos cada vez
más avanzados tecnológicamente como los juegos de disparos en primera persona o FPS, que
recrean espacios en 3D. En el año 2002 entra Microsoft en el sector de las videoconsolas con
su Xbox, mientras Nintendo lanza en 2001 la Gamecube y en el 2006 su innovadora Wii.
Entretanto, Sony actualiza su exitosa PlayStation (versiones II y III), y en los PC, gracias a la
expansión del Internet, cobran protagonismo los juegos en línea y multijugador.
Por último, en la década de 2010 emergen como plataformas de juegos los dispositivos táctiles
portátiles, como los teléfonos inteligentes y las tabletas, llegando a un público muy amplio. Por
otro lado, varias empresas tecnológicas empiezan a desarrollar cascos de realidad virtual, que
prometen traer nuevas experiencias al mundo abierto del entretenimiento electrónico.
Generalidades
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Dependiendo del videojuego, una partida puede disputarla una sola persona contra la
máquina, dos o más personas en la misma máquina, o bien múltiples jugadores a través de
una red LAN o en línea vía Internet, compitiendo colaborativamente contra la máquina o entre
sí.
Existen videojuegos de muchos tipos. Algunos de los géneros más representativos son los
videojuegos de acción, rol, estrategia, simulación, deportes, aventura o mundo abierto.
Tecnología
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En la década de 1980 el soporte habitual para el software era el cartucho en las videoconsolas,
y el disco magnético o la cinta de casete en los ordenadores. Posteriormente se usó el CD-
ROM, pues tenía más capacidad que los cartuchos ya que estos habían llegado a su tope
tecnológico y además resultaba más económico para producir en masa. Actualmente se usa el
sistema DVD de alta capacidad y, en las consolas de sobremesa como PlayStation 4 y Xbox One,
el Blu-Ray, de capacidad muy alta. Sin embargo desde hace unos años está creciendo la
descarga desde Internet, al ser una tecnología extendida masivamente, de fácil acceso y menos
costosa que la distribución física de discos, aparte de las ventajas de seguridad al evitar
pérdidas por daños o extravío de discos (ya que el videojuego estará virtualmente siempre
disponible).
Los dispositivos de entrada son los que permiten al jugador manejar el juego. Si bien es
habitual el uso de un dispositivo de entrada externo —como son los clásicos teclado y ratón,
el mando, o el joystick—, las plataformas portátiles de hoy en día (smartphones, tablets,
videoconsolas de bolsillo...) permiten jugar mediante su pantalla táctil o mediante el
movimiento del propio aparato (gracias al uso de giroscopios y acelerómetros). Otros
dispositivos de entrada pueden ser los detectores de movimiento, entre los que destacan los
dispositivos de mano (por ejemplo el Wiimote de Wii), los de presión (alfombras o soportes
con sensores), los de dispositivos de realidad virtual como la PlayStation VR y los de captura de
imágenes, caso del Kinect de Xbox. También se puede emplear la voz en aquellos videojuegos
que la soporten a través de procesadores de voz.
Los dispositivos de salida son aquellos que muestran las imágenes y los sonidos del videojuego:
un televisor, un monitor o un proyector para el vídeo, y unos altavoces o auriculares para el
audio. Los equipos más modernos utilizan sonido digital con Dolby Surround con efectos EAX y
efectos visuales modernos por medio de las últimas tecnologías en motores de
videojuego y unidades de procesamiento gráfico.
La pieza central del hardware lo constituye la CPU o unidad central de procesamiento, que
interpreta las instrucciones contenidas en los programas y procesa los datos. Su capacidad de
procesamiento, mayor en cada nueva generación de dispositivos, marca el límite de las
posibilidades técnicas y gráficas de los videojuegos.
Plataformas
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Los distintos tipos de dispositivo en los que se ejecutan los videojuegos se conocen
como plataformas. Los cuatro tipos de plataformas más populares son el PC, las videoconsolas,
los dispositivos portátiles y las máquinas de arcade.
Las videoconsolas portátiles y otros aparatos de bolsillo cuentan con la capacidad para
reproducir videojuegos. Entre estos últimos destacan hoy en día los teléfonos móviles (en
particular los teléfonos inteligentes) que, sin ser los videojuegos su función primaria, los han
ido incorporando a medida que se han ido incrementando sus prestaciones técnicas. Otros
dispositivos portátiles de creciente popularidad en los últimos años son las tabletas.
Géneros
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Junto a los géneros, existen otras formas de clasificar o caracterizar los juegos como puede ser
por su temática (fantástico-medieval, futurista, de guerra...), su complejidad (juegos
"hardcore", juegos casuales...), su finalidad (educativos, promocionales, artísticos...), tipo de
desarrollo (producciones AAA, independientes), etc.
Por otra parte, también se distingue a unos juegos de otros, incluso dentro de un mismo
género, por la perspectiva visual que adoptan (o dicho de otra manera, la posición de la
cámara). Así, hay juegos con perspectiva 2D (ya sea con proyección paralela, vista lateral o vista
cenital), 2.5D (mediante proyección isométrica, oblicua, o parallax scrolling, entre otras), y 3D
(en perspectiva fija, en primera persona, o en tercera persona).
Multijugador
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En muchos juegos se puede encontrar la opción de multijugador, es decir, que varias personas
puedan participar simultáneamente en la misma partida, ya sea empleando todos la misma
máquina (como suele ocurrir con las videoconsolas) o bien usando cada uno su propio
dispositivo (el caso habitual en los PC o dispositivos portátiles, en lo que se conoce
como videojuegos en línea). Existen juegos en los que un jugador humano se enfrenta contra
otros jugadores controlados por la máquina mediante inteligencia artificial (PNJ), pero en este
caso no se considera que sea un videojuego multijugador. Por último, hay videojuegos que
están pensados para congregar a un gran número de jugadores de todo el mundo conectados a
través de Internet, conocidos como videojuegos MMO (del inglés massive multiplayer online).
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Nacida con la aparición de la primera máquina recreativa a monedas en 1971, la industria del
videojuego ha pasado en unas pocas décadas de ser una mera curiosidad tecnológica a
convertirse en una de las mayores industrias del entretenimiento por volumen de facturación.
Se estima este en 1 dólar en 2014 a nivel mundial, llegando a duplicar el de la industria del cine
en el mismo año. Los ingresos proceden fundamentalmente de la venta de videojuegos, de
videoconsolas, de accesorios y de máquinas recreativas. Los principales países en ingresos por
videojuegos son EE. UU., China y Japón, seguidos de Alemania y Reino Unido. España se sitúa
en la décima posición, facturando anualmente cerca de 1 500 000 000 de dólares.3
La industria del videojuego da trabajo a más de 100 000 personas en todo el mundo, gente de
muy diversas disciplinas entre las que se incluye la programación, el diseño, la ingeniería, la
interpretación, las finanzas, la mercadotecnia, la música, la comunicación o el comercio. La
cadena de valor en la industria del videojuego se puede dividir en 6 partes: los inversores, los
desarrolladores de videojuegos, los creadores del software empleado por los desarrolladores,
los fabricantes de hardware, las distribuidoras de videojuegos, y los consumidores.
Los costes de desarrollo de un videojuego comercial varían enormemente desde los pocos
miles de dólares que puede representar un título pequeño, desarrollado por una sola persona,
hasta los más de 100 000 000 de dólares de algunos videojuegos AAA, en los que intervienen
equipos de hasta un centenar de trabajadores. El videojuego con mayor coste de desarrollo
hasta la fecha es Grand Theft Auto V, de la desarrolladora Rockstar Games, con 167 millones de
dólares, seguido por Destiny, de Bungie, con 154 millones de dólares. Las cifras son aún
bastante mayores si se suma la inversión en mercadotecnia.
Las ferias de videojuegos constituyen uno de los principales escaparates donde la industria
presenta sus más recientes creaciones cada año. Las más conocidas mundialmente son la E3 en
Los Ángeles (EE. UU., cancelada en 2023), la Gamescom en Colonia (Alemania) y la Tokyo
Games Show (Japón). En Francia la feria más importante es la Paris Games Week y en España
destacan la Madrid Games Week, GameLab y GameFest. En Chile destaca sobre todo
la Festigame, siendo la más importante de Latinoamérica. Los consumidores se informan de las
novedades del sector principalmente a través de medios de comunicación especializados. Entre
los pertenecientes al ámbito hispano se pueden destacar revistas en papel como Micromanía,
New Superjuegos o Hobbyconsolas, y revistas en Internet
como Meristation, Vandal, Eurogamer, Gamercafe, LagZero o Niubie. Existen también
numerosos blogs y canales de Youtube centrados esta temática. Es menor sin embargo su
presencia en televisión o en radio.
Videojuegos indie
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En un mercado dominado por las grandes distribuidoras de videojuegos, cabe destacar en esta
última década el auge de los videojuegos independientes (también conocidos como indie), que
han llegado a constituir un apartado propio en tiendas y en plataformas de distribución
como Steam o Itch.io. Estos juegos son desarrollados por pequeños grupos de no más de 20
personas, sin la ayuda financiera de ninguna distribuidora. Se caracterizan habitualmente por
un desarrollo artístico variado y particular, tanto en gráficos como en banda sonora, con
historias de tramas innovadoras y que generalmente no tienen una continuidad o no están
diseñados para crear una saga. La originalidad de sus planteamientos, tanto visual
como mecánicamente, alejándose muchas veces de los estereotipos establecidos, les ha valido
el interés de una parte de los aficionados.