Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

V8 Un Sentimiento

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 72

"V8 un sentimiento"

Escrito por Ana Mourín

Prólogo | 1978 | 1979 | 1980 | 1981 | 1982 | 1983 | 1984 | 1985 |


1986 | 1987

Dedicado a todos aquellos fieles seguidores que creyeron en V8


apoyando su existencia, y a quienes pese a no haber tenido la
ocasión, por su corta edad, de presenciar una sola de sus
actuaciones, hoy en día se sienten identificados con su obra,
manteniéndola viva.

La colaboración de las siguientes personas posibilitó la realización de


este trabajo. Para ellos vaya mi agradecimiento:

Pedro Lentjew, Alberto Zamarbide, Ricardo Iorio, Marcelo Tommy,


Daniel Britos, Norberto Galvano y Señora, José Ben, Frank Bulmetti,
Norberto Verea, Andres Violante, Marcelo Fisore, Claudio O´ Connor y
Señora, Juana Mansilla, Joaquin Amat, Marcelo Caputo, Jorge Pistochi,
Jose Luiz Oliva, Gonzalo M. Gil, y en especial a mi madre y a mi hija.

Prólogo

El presente libro es el resultado de mi personal investigación basada


fundamentalmente en testimonios aportados por quienes decidieron
participar, siendo importante destacar la totalidad de los principales
involucrados recibieron la oportunidad de expresarse. La libertad con
la que la cuento al no ser parte de ningún medio periodístico en
particular que me condicione a callar la realidad de su historia, me
permite volcar la información recogida aguardando el mayor respeto
posible, pero sin dejar que esto me impida develar los
acontecimientos que perjudicaron, demoraron o desvirtuaron la senda
de V8. Solo resta decir que quienes se sientan dolidos aguanten el
peso de la verdad.

Años 1978 y 1979

Durante toda la mañana de un sábado del mes de julio del año 1978,
los pobladores de las zonas lidiantes de Santos Lugares escucharon
por altoparlantes la publicidad que anunciaba la proyección por única
vez, de la película "La canción es la misma" de Led Zeppelin.
Fundamentalmente atraídos por el deseo de verse reunidos en un
tiempo que mezquinaba oportunidades, los rockeros de todas las
edades se convocaron en el cine de Santos Lugares- Allí, aquella
especialmente fría noche de invierno, un chico de 16 años llamado
Ricardo Iorio conoció a un tal Ricardo Moreno, de 18, a través de cuya
amistad se organizaría la creación del grupo más pesado, rebelde y
contestatario de la escena musical argentina: V8

Ricardo "Chofa" Moreno:


Había nacido en Capital Federal, viviendo hasta los 10 años por la Av.
Entre Ríos, edad en la que se trasladó a la localidad de Caseros,
provincia de Buenos Aires. Hijo de madre soltera, su niñez soportó sin
conocer el molde de la figura paterna, pero con toda la dedicación de
su madre, quien trabajaba en los quehaceres domésticos de una casa
de familia, conformada por un matrimonio mayor que adoptó
espiritualmente a Chofa, considerándolo como un nieto y brindándole
la poca seguridad económica que le ofrecía el panorama de su vida.
Pero la personalidad de Chofa quedaría sellada definitivamente al
padecer de asma crónica, cruel enfermedad que arrastró consigo
desde muy temprana edad, prohibiéndole saltar y correr libremente
en su infancia, posteriormente, en su adolescencia cortándole más de
una diversión, al no permitirle nunca olvidar la inferioridad de sus
condiciones físicas. No resultaba extraño entonces que fuese un
muchacho introvertido, de pocas palabras, celoso de sus sentimientos
y dueño de un espíritu ligeramente burlón, gustándole extraer de la
gente sus características más pronunciadas y satirizarlas. Su paso por
la secundaria duró unos tres años, cursados en un par de escuelas de
enseñanza industrial, en zona noroeste del Gran Buenos Aires. Al
dejar esta etapa atrás, ya le atraía la música y así es como poco
tiempo después, logra comprarse una guitarra Faim usada y ante la
necesidad e imposibilidad de adquirir un equipo, arma uno mediante
sus conocimientos de electrónica, adaptándolo al chasis de un
televisor. Notando la buena relación creada entre él y su instrumento,
Chofa advierte que cuenta con algo no muy común llamado talento, e
intuye que tal vez no todos los caminos le estén vedados, por lo que
dedica todo su tiempo a tocar la guitarra, siempre y cuando el vamos
con el firme convencimiento de hacer rock bien pesado.

Ricardo Iorio:

Nació en el Hospital Carrillo de Ciudadela el 25 de junio de 1962 y


creció en la zona sur de Caseros, donde hoy se encuentra el barrio
Carlos Gardel, Provincia de Buenos Aires. Fue segundo hijo del
matrimonio muy joven de escasos recursos, y desde su infancia
manifestó su rebeldía a toda la imposición autoritaria. Sus estudios
primarios dieron muestra de su desinterés y despreocupación y la
etapa de la secundaria la vivió como una interminable pesadilla en la
cual sus continuas manifestaciones de insurrección y desgano
motivaron su paso por varios establecimientos educativos, siempre
de enseñanza industrial. Por el año ´75, Ricardo tenia 12 años y ya
escuchaba a grupos como EL Reloj y Manal. Cursando el 1° año en el
ENET N° 1 Italia (San Justo) le llegan rumores señalando la existencia
en Lomas Del mirador de la sala de ensayo de EL Reloj. De ahí en mas
Iorio recorre la zona en largas caminatas solitarias, con la ilusiona de
poder escuchar algún ensayo de este grupo. Tras insistentes pedidos
finalmente, en junio del ´78 llega a sus manos el primer bajo, un Faim
Jazz Bass de color blanco, regalado por sus padres en ocasión de su
cumpleaños. Su interés por la música despertó a temprana edad,
siendo entonces demorado por un impulso predador de todo aquello
que lo rodeaba, luego alentado al desarrollar todo su potencial de
rebeldía, causa fundamental en esta historia, puesto que el reniegue
de Iorio fue bastión sobre el cual se afirmo la obra de V8.

Un mes después de aquel primer conocimiento en el cine de Santos


Lugares, R. Iorio encuentra a Carlos Argoné (uno de los amigos que
acompañaban a Moreno esa noche) en una disquerías de Caseros y
comienzan a relacionarse musicalmente. Como resultado de esto, el
21 de septiembre tocan en una escuela ubicada en las calles Urquiza
y Lisandro de la Torre de Caseros, adonde ambos concurrían en horas
nocturnas, presentándose bajo el nombre de Alarma acompañados en
batería por Sandro Castaña, de la misma división de Iorio. Poco
después de comenzar, la Directora del establecimiento intentó frenar
su actuación espantada ante esa música violenta, pero sin poder
conseguirlo por la presión que ejercieron los estudiantes presentes,
quienes copados, pedían que el grupo continuara. A raíz de los
comentarios de esta presentación rumoreados en el barrio que le
llegaron a Chofa, por intermedio de Aragoné, estos dos comienzan a
frecuentarse.

En los primeros días de octubre, R. Iorio se reencuentra con Moreno


en la casa de éste, situada en la calle Sudamérica del barrio de
Caseros y en cuya puerta pintada de rojo se podía ver la
característica "S" de Sabbath. Allí Iorio escucha por primera vez a
este grupo, ya que Chofa contaba con todos los discos de Black
Sabbath editados en el país Comienzan ensayando sábados,
domingos y en algún otro momento que tuvieran libre junto a
Aragoné en 2° guitarra y Castaña en la batería, tocando temas de
Sabbath y otros propios, dedicados o inspirados en personajes del
barrio, tales como Tarzán el piadoso, o La langosta, y Muerto en vida.
Los instrumentos se hallaban a merced de las necesidades biológicas
de 28 gatos, que hacían inevitable una limpieza de los mismos previa
a cada ensayo. Finalmente cuando estaba todo listo y comenzaban a
tocar, entraban en escena los vecinos presionando para que dejaran
de hacerlo. Uno en particular, Don Pipo, se enfurecía a tal punto que
era habitual verlo gritar, maldecir, amenazar y hasta cortar la
electricidad en vanos intentos por detener ese "ruido infernal". Tras la
desvinculación de S. Castaña, varios fueron los bateristas que
pasaron por el grupo, entre ellos Daniel Colombres y Carlos Ramos,
quien trajera al ensayo a un guitarrista llamado Osvaldo Civile con el
cual improvisarían largo rato sin lograr homogeneidad, dado que las
informaciones personales y los objetivos no resultaron simpáticos. Por
último en los finales de aquel verano del ´79 llega “Pichi” Correa,
presentado por dos guitarristas de la zona que años más tarde
formarían el grupo Retrosatán. Con esta formación: Moreno, Iorio,
Aragoné y Correa consiguieron realizar tres presentaciones, con el
nombre de Comunión Humana. Dos de estas presentaciones fueron
durante carnavales en los clubes América y El Triunfo, situados en las
inmediaciones de la Av. Mitre y Roosvelt, en el partido de Tres de
Febrero. Como anécdota cabe acotar que aquella noche de Carnaval,
concluido el impostergable ensayo de los sábados, un conocido
disponía de un camión volcador de la Armada, en el que cargan todo
y deciden ir a brindar el show al primero de los clubes anteriormente
nombrados, cuyas paredes estaban pintadas coloridamente, y se
dejaba leer la siguiente inscripción: "A TODO RISMO CON ROC". Aquí,
previo permiso de responsables, Comunión Humana plantó su
precario equipamiento y comenzó a entonar sus duros temas, los
cuales no agradaron precisamente al publico presenté, netamente
inclinados por la carnavalesca cumbia. Cuando la situación se torno
insoportable fueron forzados a partir y lo hicieron hacia el club El
Triunfo donde 6 (seis) fueron los espectadores: dos tomaban un vino,
otros dos estaban detrás del mostrador, y una pareja medianamente
joven intentaba bailar rock n roll, al son violento e incomprensible del
grupo. Con esta misma formación Iorio y los hermanos Cristofanetti
organizan una presentación con aire a festival en el club Italiano Uniti,
ubicado en la Avenida San Martín de 3 de febrero, en el mes de abril
del mismo año, En esa oportunidad, el escenario fue compartido por
cuatro bandas integradas por amigos allegados con diferentes ondas
e identificaciones musicales. Comunión Humana cerró el espectáculo,
en el que sólo la voz tuvo reamplificación pero en el que se contó con
algunas luces, aunque de las 50 personas que pagaron la entrada,
sólo 20 presenciaron el espectáculo íntegramente.

Luego de estas actuaciones, tanto Chofa como Ricardo advirtieron


intuitivamente la buena simbiosis creada entre ellos, basada tal vez
en el respeto y reconocimiento que inspiraba el Chofa y el empuje y
la decisión que trasmitía Ricardo, y resuelven abrirse de Comunión
Humana Así es como se gesta la idea de formar una banda muy dura
que representara e identificara los sentimientos y las vivencias de los
jóvenes (ellos mismos) inmersos en la represora, ignorante y
patriarcal realidad en que vivían.

Con este fin, aprovechan cada momento libre juntándose en la casa


de Chofa y empiezan a crear temas como Voy a enloquecer (grabado
años después con graves modificaciones bajo el título de No
enloqueceré), Muy cansado estoy, Si puedes vencer al temor y
Maligno, todos respondieron a la composición de R. Moreno y a la
autoría de R. Iorio.

Luego de dos meses de ensayos, llega el momento de integrar a la


banda un baterista, lo hacen por medio de un aviso publicado en la
revista Segunda mano, al que respondió Gerardo Osemberg, quien
contaba con tres puntos a favor: tenia una buena batería, ganas de
tocar y disponía de un lugar de ensayo. Este último era un factor
importante, ya que la situación con el vecindario era insostenible. Las
mujeres del barrio los miraban con asco y los niños se asustaban al
verlos, por lo que seguramente ha sido una gran satisfacción que
años mas tarde, estos mismos chicos crecidos captaran la idea y el
sentimiento de esta música, asistiendo a posteriores conciertos
metálicos. Sin pensarlo demasiado, deciden incorporar a este
baterista y pocos días después comienzan a ensayar en su casa. El
grupo aún carecía de nombre, barajándose en su búsqueda algunos
como “Hydra” pensado por Chofa y acompañado por un dibujo en el
que se visualiza un hombre-mutante con una guadaña; “RGB”,
propuesto por Ostemberg con las iniciales de los tres y “Bloke”, por
Ricardo con un dibujo alusivo que contenía una imagen de una mano
emergiendo de las profundidades de la tierra con un pedazo de
edificio. Volantes de este dibujo fueron repartidos por él en plaza Las
Heras y Coronel Díaz donde en aquellos momentos los días domingos
se efectuaban todo tipo de canjes relacionados con la música. Una
tarde, encontrándose todos en la vereda de Chofa pasó Aníbal Britosy
antes de alejarse sugirió: "Loco, V8 pónganle, como el motor". Iorio se
entusiasmó de inmediato, pero Moreno se resistía a aceptarlo porque
quien lo había mencionado no gozaba de su plena simpatía. Pero Iorio
insistió tanto que lo convenció, acordando que V8 sería el nombre
que los identificaría y representaría pues sugería velocidad, potencia
y peso. Lo primero que hizo Iorio fue el logo de V8 con la inscripción
Rock pesado arriba (aún no se tenía información de la palabra
“heavy”).

Foto duplicados de este original dieron comienzo a la divulgación de


su existencia. El bajista pegaba junto a los timbres de los colectivos
adhesivos sellados con esta inscripción, siendo auténtico pionero de
este medio de difusión que, aún hoy, continúa practicándose.

Año 1980

La primera presentación en vivo de V8 tuvo lugar en el club Sahores


de Villa del Parque, Capital Federal, en julio de 1980. La posibilidad de
su debut surgió al informarse Iorio de que el grupo Hermes se hallaba
organizando un concierto, del cual también participaba Orión. Ricardo
se conecta con el bajista de este grupo, Ronar Bar, quien acepta que
V8 se sume como soporte. La banda integrada por Ricardo Moreno en
guitarra, con una Faim tipo Les Paúl y un equipo Decoud, Ricardo Iorio
en bajo y voz, con un bajo Faim blanco y un equipo Shirton y Gerardo
Osemberg a cargo de la batería con una Pearl blanca. Esa noche
sonaron por primera vez en vivo “Muy cansado estoy”, “Voy a
enloquecer” y otros, ante un pequeño publico entusiasmado y otro
mayoritario que los escuchó con respeto, aunque sin entender
demasiado, ya que sonaba demasiado diferente a cualquier otro
grupo nacional escuchado anteriormente. La propuesta era bien
pesada, definida por la velocidad de su música y la realidad social que
denunciaban sus letras en un momento en que el jazz rock imperaba
en el espectro de la llamada música nacional contemporánea.

En la primavera V8 ofrece su segundo show, esta vez convocado por


Orions, a raíz del interés que la banda había despertado con su
actuación en Villa del Parque. Realizado en el salón de la calle Laprida
en la localidad de Villa Martelli, y publicitado mediante algunos
volantes y afiches de fabricación casera, a este concierto acudieron
mayormente gente más grande que casi por tradición, concurría a ver
qué pasaba.

Ya por este entonces, la imagen que el grupo transmitía a través de


sus condenados y perseguidos pelos largos, y de la irreverencia que
su bajista ostentaba al usar gorro de la policía con un V8 , en lugar
del correspondiente escudo nacional, era una visión excesivamente
fuerte y chocante, más aún en una época políticamente difícil en la
que copaba el miedo, generando verdadera confusión y fomentando
el ostracismo de mucha gente que evitaba relacionarse para no tener
problemas. Aunque V8 no contaba con buenos equipos, el sonido que
tenían era suficiente para provocar el rechazo y la mala onda de los
dueños de ese lugar.

Los ensayos continuaban en los pocos ratos libres que tenían, dado
que las actividades laborales principalmente, y los estudios, les
ocupaban la mayor parte del tiempo.

A menudo, los días viernes Chofa, Ricardo y sus amigos se dirigían al


centro de la ciudad, a ver la proyección de "Never Say Die" (Black
Sabbath), luego por supuesto de bancarse interminables videos que
no les interesaban en absoluto.

Año 1981

Ocasionalmente V8 se presenta en el mes de marzo, en el club


Pinocho de Villa Urquiza. Esto se logra por la relación sostenida con
Horacio Cristofanetti, coautor del tema “Si puedes vencer al temor”
(“Luchando por el metal”) y Alejandro Sganga (violín de “El fin de los
incuos”). Esa noche tocó también Dr. Rock, ante un público
compuesto por músicos, gente que prestaba equipos, los eternos
allegados y algún que otro pibe con una pelota en la mano que
miraban como preguntándose ¿que hacen en mi cancha?.

V8 se presentó también en la sede del Racing Club de Villa del


Parque, en octubre, en un show organizado por Hermes y junto a
otras bandas rockandroleras como Sidecar, H.R.D. y la banda del
onombrable, conocido en el ambiente por Mufa.

Este concierto fue la última presentación de Gerardo Osemberg, por


no responder al molde pesado que se requería en la banda, dando
lugar entonces a Alejandro Col Antonio alias "pesadilla", oriundo del
barrio de Almagro.
El nuevo integrante introdujo en la banda la energía de sus dos
bombos y la influencia de grupos como Motorhead.

Un amigo de él, llamado Pedro, había realizado un dibujo de la hiena


que, modificado posteriormente por Iorio, motivó el tema “Hiena de
Metal”, grabado en el 1° disco del grupo.

Una nueva etapa comenzó en V8, no sólo se afianzó el sonido, sino a


través de éste, aquella idea primitiva comenzó a tomar una forma
más concreta y definida. Al desvincularse Osemberg, V8 se quedó sin
lugar de ensayo. Así comenzó un largo peregrinaje por varias salas de
ensayo de las cuales eran echados como lacras. Despreciados por no
hacer jazz rock o tan siquiera rock n’ roll, los dueños de las salas
consideraban que la música de V8 era un quilombo de mierda, para
gente ignorante que carecía de toda cultura musical. Finalmente
llegaron a una sala ubicada en las calles Zamudio y Salvador M. del
Carril, Capital Federal, donde pudieron quedarse por algún tiempo.

Año 1982

Por ese entonces, una idea rondaba por la mente de Iorio: organizar
un concierto con varias bandas. Así es como llevado por amigos en
común llega a la casa de Alberto Zamarbide, con quien organiza el
que fuera el primer concierto de Heavy-Rock hecho en Bs.As., que
tuvo lugar en enero de este año, al aire libre en la sede del club
Atlético Chacarita Jrs., ubicada en la Av. Álvarez Thomas y Federico
Lacroze. Para esto, van juntos a hablar con la comisión directiva de
un club que vivía su decadencia, y obtienen la aprobación sin
establecer claramente que tipo de bandas se presentarían. La tarima
de la batería la hicieron con un ropero que encontraron por el lugar, el
sonido fue hecho por amigos de Ricardo y las luces eran mínimas y
casi inexistentes. La publicidad de los afiches y volantes eran hechos
en casa y pegados obviamente, por ellos mismos, en los cuales se
leían los nombres de los cinco grupos que participaban: La máquina
infernal, Manila Express, Ácido nítrico, WC (donde cantaba Zamarbide
y Gustavo Rowek tocaba la batería) y V8. El público consistía en unos
50 que seguían a V8, unos 20 a WC y el resto eran amigos y allegados
de los músicos presentes. Menor fue el número que no se intimidó
con lo que fue la anécdota de esa noche, al subir al escenario el
batero de V8, "Pesadilla" y tirar literalmente a Manila Express con silla
incluida. Es que este solista, con su guitarra acústica y temas blandos
con letras intrascendentes era más de lo que éste podía soportar,
acuciado por la ansiedad de tocar.

Presentación en el Club Atlético Chacarita Jrs.

Ricardo “Chofa” Moreno


Después de este concierto, nace una unión entre Iorio y Zamarbide,
ya que de alguna manera los dos se encontraban en la misma movida
de salir a buscar oportunidades para difundir sus historias. En ese
entonces, Ricardo trabajaba en el reparto de papas y cebollas (de ahí
el sobrenombre de "papero").

En el mes de abril, Alejandro Merezon organiza un concierto en el


Auditorio Bs.As., sito en la calle Florida, del cual participan entre
otros, V8 y WC. Tal vez el lector sepa de quién estamos hablando, si
se le refresca la memoria y asocia el nombre de Merezon con los
famosos videos inéditos de Deep Purple que este señor se había
encargado de publicitar, vendiendo las respectivas entradas para
verlos en la Federación de Box (castro Barros 75) y que jamás ocurrió
como tampoco se hizo realidad la devolución del importe de las
entradas, generándose lógicamente disturbios ante tamaña estafa
que propiciaron la intervención de los uniformes azules quienes, como
de costumbre, se equivocaron totalmente al reprimir el efecto y no la
causa del problema. Pero volvamos al Auditorio Bs.As. Para
indignación de muchos y sorpresa de pocos, Merezon sube con su
grupo adueñándose del escenario hasta las 4 de la mañana (en este
entonces los horarios de los conciertos eran otros). Luego se presenta
WC y finalmente V8 sube a tocar alrededor de las 6, cuando ya
quedaba muy poca gente, pues cabe recordar que V8 era un grupo de
los suburbios de Caseros y zonas aledañas, y en estos tiempos que se
vivían con estado de sitio declarado, ya eran escasos los pibes que
podían trasladarse al pleno centro de la ciudad y muchísimos menos,
los que podían quedarse hasta esa hora de la mañana. V8 sólo logra
hacer un par de temas antes que corten la energía eléctrica,
enterándose de esa manera que todo había terminado pues, a pesar
de haberles hecho vender 50 entradas a cada grupo y de tener que
saldar ciertas cuentas, Merezon había desparecido con el monto de
las entradas, algo que fuera una constante a lo largo de la historia de
V8.

Ya en WC existían roces entre el guitarrista y Zamarbide, ocasionados


por las diferencias musicales e interpretativas de cada uno. Poco
después del Auditorio Bs.As., este conflicto culminó con la partida del
vocalista de esa banda. Un mes después llegó a la casa de Iorio,
quien se hallaba buscando cantante. Charlan acerca de lo sucedido y
así es como Alberto Zamarbide ingresa a V8. Hijo de inmigrantes
españoles de clase media, al término del secundario Zamarbide
consideró que le atraía mucho más la música que seguir la típica
carrera universitaria. Esta inquietud lo conectó con Dulces 16, al
grupo en el cual cumplía funciones de asistente. Se inició como
cantante en WC.

Con esta formación: Moreno/Col Antonio/Iorio/Zamarbide, V8 no logra


presentarse, a pesar de tener programado un concierto en la casa de
Bernardino Rivadavia en San Telmo, que no llegó a concretarse por
problemas ajenos al grupo. La banda atravesaría además por un
cambio trascendental, con la partida de uno de los miembros
fundadores e ideadotes de V8: Ricardo "Chofa" Moreno. El guitarrista
se encontraba muy deprimido, al sentirse cada vez más desmejorado
de la afección asmática y de serios trastornos hepáticos que padecía,
por lo que quizás movido por el deseo de no afectar ni frenar la
tremenda energía que transpiraba su compañero Ricardo, decide
desvincularse del grupo. Entonces se produce un hecho que sería
cuota de misterio que dejara Chofa al alejarse de V8. Llega al ensayo
trayendo reemplazante suyo a un muchacho que nunca le había
inspirado buena onda: Osvaldo Civile. Iorio se demostró sorprendido y
disconforme con esta decisión fundamentalmente porque tanto él
como Chofa siempre habían considerado impropios los antecedentes
y las influencias musicales de Civile. Pero el respeto que siempre le
inspiró Moreno, provoca la aceptación del nuevo guitarrista, por lo
que de esta manera extraña Osvaldo Civile ingresa a V8.
Inmediatamente después, el grupo se traslada a otra sala de ensayo,
situada en las calles Galicia y H. Pueyrredón del barrio de la Paternal.
Allí Pesadilla deja de tocar pues vende la batería como medio de
costearse un viaje a España por lo que, sin demoras y a través de su
relación con Zamarbide en WC, Gustavo Rowek se incorpora a la
banda. Es decir que la formación más conocida de V8: Iorio-
Zamarbide-Civile-Rowek queda armada entre el 22 y 25 de mayo de
1982. El primer concierto ofrecido por esta alineación fue realizado en
el club Harrolds, en el barrio de Belgrano de esta Capital. Corría el
mes de agosto y varios de los temas escuchados esa noche, serían
grabados posteriormente en su primera placa discográfica. En esa
oportunidad tocaron como soporte Dr. Rock, alrededor de 100
personas lo presenciaron, asomaban los primeros heavys con
campera de cuero, por supuesto eran una pequeña minoría, pero la
presencia de esos pocos marcaba una pauta distinta de aquella
situación de violenta represión política, social y mental en que vivía el
país bajo el régimen militar, haciendo que la idea de ver reunidos
cientos de heavys fuese poco menos que un sueño imposible.

El primer representante y productor que tuvo V8 fue Pedro Leontjew y


el contacto con el grupo surgió a través de dos amigos, Pablo Disanti
y Gabriel Ramos, que le hablaron de V8, en un Pub de la calle
Tronador en el que Pedro pasaba videos de diferentes grupos de rock
en sociedad con un tal Luis Langelotti. Tanto insistieron estos chicos
que al día siguiente va este último al ensayo, y es tan bueno el
parecer que trae que Pedro decide presenciarlo, quedando de tal
manera alucinado que propone manejarlos junto a su socio, quien
poco después, desinteligencias de por medio, quedaría fuera de esto.
A pesar de no moverse en el ambiente, y de carecer con sus 19 años
de toda experiencia en lo que al trabajo de manager se refiere, Pedro
encara su tarea con muchísimo entusiasmo y verdadera dedicación.
Lo primero que logra V8 a través de su representante es grabar un
demo. El 20 de abril en el estudio El Jardín, financiado por Leontjew.
Grabado en seis horas bajo la operacion técnica de Ernesto Socca, el
demo incluía los siguientes 7 temas: Muy cansado estoy, Tiempos
metálicos (en una versión que mas tarde fuera pulida), Maligno
(jamás editado), Hiena de metal, Destrucción, Parcas Sangrientas y
Voy a enloquecer.

Para el mes de septiembre se presentan en la Sociedad Italiana de


Morón, organizado por un grupo de chicos de una escuela de esa zona
y con la actuación de tres bandas como soportes: Nexus (rock
sinfónico), Muerte Civil (Punk) y Antídoto, grupo punk cuya guitarra
estaba a cargo del "polaco", quien años mas tarde se desempeñaría
como bajista del grupo Los Violadores. V8 sentía que tenía más
comunión con los punks que con un grupo folk, jazzero o stone. Por
esta razón pudieron compartir escenario con grupos enrolados con la
corriente punk, escuchar y ser escuchados.
Luego se trasladan a la casa de Pedro, en la localidad de Florida,
donde éste había adecuado una habitación para que funcionara como
sala de ensayo, aislada con lana de vidrio, alfombrada, con espacio
suficiente para moverse y aire acondicionado. Claro que estas
comodidades tenían su condición que era la abstinencia de fumar o
tomar alcohol excesivamente mientras, por supuesto estuviesen ahí
adentro y a efectos de poder aprovechar sin confusiones el tiempo y
la energía, volcándolos en la creatividad y polenta del grupo. Entre los
pocos invitados que se permitían en los ensayos (cotidianos, al
término de las actividades individuales), son dignos de mención un
grupo de chicos cuyas edades oscilaban entre los 14 y 16 años, que
conformaron la primer brigada metálica que tuvo V8, pibes fanáticos
de corazón, que se quedaban simplemente sentados sin molestar
mirando alucinados al grupo que transmitía una energía tremenda.
Tal es así que les dedicaron un tema cuya letra compuso Iorio de la
siguiente forma anecdótica: Volviendo una tarde de Retiro para
Florida ubicados en el asiento posterior del colectivo, de pronto
Ricardo le dice a Pedro: "tengo un tema nuevo que se lo vamos a
dedicar a las brigadas metálicas" y ahí mismo, sobre un cartón que
levantó del piso escribió, como salía la letra de Brigadas Metálicas.
Apenas llegaron a la sala comenzó a sacar los punteos con la viola de
Civile y cuando éste llegó se los pasó, poniéndose a trabajar sobre
este homenaje a esos seguidores incondicionales de aquellos
tiempos. Pedro Leontjew armó un video clip con este tema, hecho con
filmaciones que tenía el y otras que le acercaría Iorio, pasándolo
varias veces en un Pub de Ramos Mejía. Algún que otro fin de
semana, Ricardo y Pedro iban en el auto de Leontjew a Plaza Italia,
ocasiones en las que caminando entre los puestos hippies, Iorio
demostraba el desprecio que sentía por esa gente, marcando su
rebelde postura, nacida del convencimiento que tenía acerca del fin
del movimiento hippie y del nuevo paso a una conducta mas
evolutiva y sobre todo más acorde a la realidad, ya no tan estática
sino plena de acción. Cabe aclarar el tema, acotando que los hippies
a los cuales Iorio se refería en sus letras eran los saltimbanquis snobs
que adoptaron el hipismo como moda cuando ya la primitiva energía
que generó la explosión del movimiento en el planeta se había
perdido, desencajando con la plácida inactividad que propugnaban,
en el momento de violenta represión política que se vivía en el país.
El 21 de septiembre Zamarbide asiste a un festival realizado en el
Parque Sarmiento, donde entre otros se presentaba Riff. Allí el
cantante tiene la oportunidad de dialogar con Pappo y lo invita a
escuchar un ensayo de V8. En la semana entrante, cae Norberto
Napolitano a la sala y ahí les comenta que se estaba organizando un
festival grande, por lo que rápidamente Leontjew se mueve logrando
concretar la presentación de V8 en "B.A. ROCK ‘82",evento que se
realizaría en el espacio abierto del club Obras Sanitarias. El paquete
publicitario de este festival incluía una nota grafica y una
presentación por televisión. La que fuera la 1° nota del grupo fue
publicitada por la revista Pelo, de la Editorial Magendra, organizadora
del B.A. Rock. El reportaje lo efectuó J.M. Cibeira y para esa ocasión,
Pedro le pidió prestado un traje y un reloj a su hermano, movido por
su afán de cuidar la imagen que supuestamente un manager debía
tener, y evitar así que V8 fuera tomado a la marchante. La actuación
en T.V. se produjo en el programa Rock R.A., cuya puesta en el aire
tenia lugar los domingos al mediodía por el canal 13 de esta capital.
Estando en el canal y habiendo armado ya los equipos, surge un
inconveniente con la cinta abierta que habían llevado, al no resultar
apta para televisión, por lo que Iorio y Leontjew parten velozmente
rumbo al estudio Jardín, donde no pueden adecuarla. Finalmente es
en el estudio JC donde logran resolver el problema, volviendo al canal
justo a tiempo para grabar el play back de dos temas: Parcas
Sangrientas y Muy Cansado Estoy. Cuando están finalizando, la correa
de Iorio se zafa, obligándolo a dejar de tocar por unos segundos para
poder acomodarse el bajo, con la esperanza de que el camarógrafo
no lo tomaría. Luego de la producción del programa se obviaba ese
detalle, pero no fue así, y hubo más de un llamado tras que la emisión
saliera al aire, diciendo que el bajista era un genio al tocar con el bajo
al revés. Claro, en ese momento no se tenía mucha conciencia de lo
que era un play back, pero esto sirvió como anécdota humorística y
así quedó en el recuerdo del grupo. También obtuvieron una pequeña
difusión en el programa 9 PM de Radio del Plata, conducido por Lalo
MIR y Elizabeth Vernacci, donde a través de la hermana de Pedro que
trabajaba allí como programadora pasaron Muy cansado estoy en tres
o cuatro oportunidades.

Acercándose la inauguración del festival B.A. Rock '82 que se


desarrollaría durante los cuatro sábados del mes de noviembre, la
organización del mismo llevó a cabo una fiesta en honor a todos los
músicos que participarían del evento, el sábado 30 de octubre en un
famoso hotel del centro. Pero las palabras "fiesta" y "honor" no caben
en esta historia al ocurrir un hecho tan indignante que incita a pensar
en las bajezas y suciedades dominante sen el siniestro marco para
musical, al que V8 molestó desde siempre. Ubiquémonos entonces en
aquella noche en la que el grupo junto a Pedro llegaron al hotel. La
vereda del mismo se hallaba cubierta por unas 60 personas entre
músicos, representantes y periodistas. Unos tres metros antes de la
puerta de entrada, Leontjew se separa al ver a su hermano Kiry, y los
V8 se quedaron conversando con el baterista del legendario grupo
Espíritu, Rodolfo Mesina. En eso se acercan 4 personas (de esas que
uno puede percibir el uniforme aunque no lo lleven puesto) y al pasar
por al lado de Pedro, éste logra escuchar una frase muy sugerente:
"Ahí están son cinco". Tras preguntarles a los chicos si ellos eran de
V8, los toman del brazo sin más anunciándoles que debían
acompañarlos a la comisaría en calidad de detenidos. Ante el estupor
del grupo que trataba de averiguar el motivo del ilógico y arbitrario
arresto, fueron trasladados a la comisaría junto a R. Mesina al creer
que era el manager de la banda. Ya en el recinto policial, procedieron
con la rutina de tomarles los datos y quitarles los cinturones y los
cordones de las zapatillas, ignorándolos inmediatamente después.
Mientras tanto, en la fiesta los hermanos Leontew se separan. Kiry, al
ser mayor de edad parte hacia la comisaría y Pedro entra muy
nervioso a la recepción, buscando a alguno de los responsables para
que intercedieran ayudándolos. Así consigue ubicar al director de la
editorial organizadora del evento, Daniel Ripolli, quien muestra un
esquivo desinterés frente a la explicación de lo sucedido. Finalmente,
bajo las mediaciones de Kiry Leontjew los V8 junto a Mesina
recuperan la libertad, y habiendo transcurrido algo mas de dos horas
retornan con el ánimo imaginable a la fiesta, que ya se encontraba en
su apogeo. Allí Ricardo y Beto le increpan al responsable ejecutivo
que el arresto estaba arreglado, éste lo desmiente y queda todo ahí,
pero casualmente ó casualmente el fotógrafo disparó su flash ni bien
entraron los V8, mientras charlaban con los Orions, y luego esa foto
salió publicada evidenciando la presencia del grupo, pero sin ninguna
mención de la anécdota de esa noche. Todos los presentes se
acercaron interiorizándose de lo sucedido, desde músicos hasta
periodistas adoptando una postura sólo momentánea de repudio
frente a ese suceso, para luego ignorar el asunto eligiendo olvidar la
solidaridad emanada en sus manifestaciones en el fondo de una copa
o flotando en el ambiente, plácido método por el cual se continuó
fomentando la oscuridad del avestruz que esconde la cabeza bajo la
tierra.

Actuación en B. A. Rock

Esta actuación es exaltada porque constituyó un acontecimiento


innegablemente definitorio en la historia del rock duro en este país.
En aquel momento, Pedro no estaba muy de acuerdo en que se
presentaran en este festival, ya que le parecía un salto muy grande
para la banda que carecía de experiencia en escenarios grandes. Pero
el grupo se hallaba muy entusiasmado con esa posibilidad, pues
aunque eran concientes de los riesgos a que se exponían
consideraban que tocar para ese público eminentemente hippie, era
una buena oportunidad para dejar establecida su propuesta metálica,
vale decir el "esto somos y acá estamos". El día anterior a su
presentación V8 llega al estadio, tal como habían sido citados. Luego
de esperar varias horas, la producción les informó de la imposibilidad
de probar sonido ese día, convocándolos para la mañana siguiente. El
sábado llegan temprano, pero tras permanecer varias horas
calcinándose bajo el sol, mientras al resto de los músicos los habían
cómodamente instalado en una carpa especialmente con servicio de
comida y bebidas frías, nuevamente les impiden probar el sonido.
Faltando pocos minutos para que V8 saliera a escena Pedro se
traslada al campo con su videocámara, y se ubica al costado de la
torre donde se encontraba el equipo de filiación contratado por la
producción del festival. El público se encontraba apaciblemente
sentado, cual siesta de verano, esperando ver sus blancos ídolos y
escuchar sus mensajes plenos de amor y paz, cuando de pronto
irrumpe V8 sobre el escenario con sus negras camperas de cuero, sus
tachas y su cruda realidad plagada de inconformismo social. Un par
de días antes, Ricardo y Jeckill (amigo y asistente) habían
confeccionado las muñequeras que usaron ese día Iorio y Civile, y el
parche de la batería lo habían forrado con una tela negra en la que se
destacaba un V8 hecho con tachas. La imagen que ofrecía V8 sobre el
escenario era comparable a la de un grupo europeo, con los pelos
muy largos, cuero y una actitud enérgicamente rebelde. Ricardo Iorio
usó en esta oportunidad un bajo flecha (nunca visto en el país) hecho
por él mismo con el mango del primer bajo que tuvo y que rompiera
en el escenario del club Harrods. Civile había preparado una Fly
especialmente para romperla en esta actuación, acción que luego
juzgaría despectivamente la prensa con frases como "La archi
conocida rotura de guitarra. Fuera de época." El equipo de filmación
encargado de registrar el evento filmó íntegramente la actuación de
V8 a través de sus cámaras dispuestas sobre el escenario, que
entorpecían continuamente el libre desplazamiento de la banda,
como lo prueba la filmación que registró Pedro Leontjew. Sin
embargo, no pudiendo excluirlo por la conmoción que su actuación
produjo, V8 aparece en la película de B.A. Rock en una pequeña serie
de imágenes detenidas, como si fuesen diapositivas. Estando por
terminar el show, Pappo ingresa al campo provocando que la gente
ubicada en la parte posterior del campo comenzara a vivarlo, bajo el
grito de ¡Dale Pappo!. Esto es cizañosamente desparramado por la
prensa al publicar un comentario en el cual decía que las personas
presentes le habían dado la espalda a V8 por Pappo. A esta altura de
la actuación de V8 el sonido ya era desastroso, aumentando aún más
el rechazo del público, incapacitado por completo más allá de la
esquiva voluntad, de apreciar con alguna nitidez la expresión musical
del grupo. Los parlantes de reamplificación encargados de tirar el
sonido al público habían sido colocados debajo del escenario,
bastando que unas pocas personas se colocaran delante para formar
un colchón que adulterara el sonido. Ahora bien, si a esto se le suma
la falta total de experiencia del operador en cuanto al sonido que una
banda se esta naturaleza requería, y la mala disposición de la que
había dado suficiente muestra la producción, el resultado inevitable
no puede ser otro que el obtenido: un sonido deplorable, sólo apto
para sepultar a un grupo que creyera consagrarse mediante tal
presentación.

Pero en ese punto V8 no entró en ningún momento, lo que le permitió


sentirse satisfechos consigo mismos, ajenos a todo ese fatal entorno
que envolvió su actuación, y que no logró ni siquiera mellar su
energía ni la firme convicción en lo que apostaban.
P. Leontjew, R. Iorio, G. Rowek y O. Civile al bajar del Escenario de
B.A. Rock

Convencimiento del que Iorio dio muestras cuando, al bajar del


escenario, se le acerca el productor responsable del evento a
aconsejarle se dedicaran "a hacer música más tranquila, más
entradora, explotando la imagen como secreto del éxito". A estas
palabras el bajista contesto con una gloriosa puteada cara a cara.
Inmediatamente después acuerdan dirigirse a la casa de Pedro para
ver la filmación (años después comercializada por manos ajenas a
Leontjew), y al salir del estadio se encontraron con que como la gran
mayoría del publico asistido a Obras sólo para ver a V8, retirándose
luego de su actuación y aguardando en las puertas del estadio a los
músicos para felicitarlos y brindarles todo su aguante. En la semana
posterior, Pedro se reúne con los V8 para decidir si continuaba o no
con su tarea, ya que se encontraba en un momento en el que
deseaba invertir en el equipamiento de la banda, pero había algunas
cosas en las que no estaba de acuerdo. Una de ellas fue que Pedro
creía conveniente un receso del grupo hasta tanto no estuvieran bien
armados, bien ensamblados, para lo cual proponía un
"concentramiento" en los ensayos. Pero el enfoque profesional que
Pedro requería no se adecuaba a los hábitos ni personalidades de los
músicos, por lo que de esta manera, decide no seguir con su trabajo.
Diez años después de su desvinculación y entrevistado para la
confección de este libro, Pedro Leontjew conmemora esa época como
una de las más felices de su vida, recordando con nitidez los detalles
del tiempo que compartió con la banda y afirmando que el V8 que él
conoció era un grupo genuino, con un tremendo caudal energético y
una marcada rebeldía que hacía de este un grupo muy evolucionado
para esa época. Pedro Leontjew jamás quiso ocuparse de manejar
otra banda. Al finalizar Pedro con su función en el grupo, V8 se queda
no solo sin representante sino también sin sala de ensayo, por lo que
teniendo en cuenta las escasísimas posibilidades del grupo, se
trasladan a la casa de Zamarbide, donde preparan un lugar
mínimamente adecuado en el sótano, entregándose sin pérdida de
tiempo a sus ensayos. Una noche como tantas, faltando pocos días
para las fiestas de fin de año, llega Pappo al ensayo y les propone
hacer un show junto a Riff y a Los Violadores. Por supuesto que este
último grupo y V8 fueron los soportes de Riff, como quedó claramente
establecido en los afiches que el productor de Riff, Mundi Epifanio
mandó a imprimir, en los que se podía leer el nombre de sus
manejados desde 100 Mts. de distancia, y el de los otros 2 grupos
poco menos que con lupa. El lugar elegido para este show fue el Club
Atlético San Miguel y la fecha el 26 de diciembre. Ese día se
encontraban en la casa de Zamarbide esperando que pasara el flete
para buscarlos y cargar los precarios equipos con que contaban. Con
el correr de las horas y notar que no llegaría, se organizan juntando
plata entre todos para pagar la nafta de una camioneta del padre de
Zamarbide, donde cargan todo y pasan a buscar a Los Violadores,
imaginándose que el flete también los había puenteado. Cuando
estaban atravesando Campo de Mayo los militares los detienen
pidiéndoles la documentación correspondiente, encontrándose al
revisar la parte trasera de la camioneta con una imagen que los
excedía. Milagrosamente, el padre de Beto los convence contándoles
una historia poco creíble, y a pesar de los inconvenientes logran
llegar a San Miguel. Enfurecidos Ricardo y Beto se bajan de la Ford y
entran al club atacando verbalmente a Mundi y al sonidista. En esa
oportunidad se podían ver punks, heavys, rockeros y hasta algunas
personas provenientes de zonas lindantes que sin seguir ni conocer a
ninguno de los grupos presentados, asistieron a la convocatoria
generando algún tipo de disturbio fuera del club. Las camperas de
cuero ya comenzaban a proliferar, al igual que las muñequeras, los
chalecos y camperas de Jean con tachas y remeras pintadas, hechas
en casa, al no exhibirse en ningún comercio esta clase de cosas, ya
que aún el negocio heavy no se había explotado, ni habían aparecido
todavía en T.V. modelos luciendo "accesorios heavy".

Los integrantes de V8 salieron a escena con toda su fuerza, brindando


un show memorable en el que a pesar de las malas ondas, se
sintieron muy contentos de haber podido tocar y de haber obtenido
tan buena respuesta de un público cada vez más numeroso y sobre
todo cada vez mas fiel, lo que Ricardo y Beto festejaron alegremente
al ducharse vestidos como estaban, después de bajar del escenario.

Año 1983

"Luchando por el metal"

Desinteresadamente un muchacho llamado José María contacta a V8


con Audio Magnética, empresa dedicada a la fabricación de cintas
magnéticas que con este grupo abría un sello chico bajo el nombre de
Umbral, con la intención de editar trabajos de grupos con poca
experiencia y escasísimas posibilidades de grabar. José María les
presenta a Ramón Villanueva, productor ejecutivo del sello quien les
propone grabar un primer disco, tomando en cuenta que V8 formaba
parte de la película de B.A. Rock. La realización del mismo tiene lugar
en los Estudios Edipo, ubicado en la calle Muñecas de esta capital, en
los meses de marzo y abril, La operación técnica estuvo a cargo de
Marcelo Vitale, quien además colaboró en el tema Si puedes vencer al
temor tocando los teclados. Ya inmersos en la grabación del disco se
encontraron con más de un problema o detalle técnico, para los
cuales no estaban capacitados. Es allí que entra en escena un
personaje llamado Quebracho, curtido asistente de músicos con vasta
experiencia, quien se unió a los V8, copado por la movida de la
banda, cooperando infinidad de veces, habilitándoles cuerdas,
ayudándoles a afinar, brindando consejos generales y enseñándoles
en la operación de controles y en los detalles de la mezcla. No es
extraño entonces que en la contratapa del disco aparezca una foto de
Quebracho, como muestra de agradecimiento personal del grupo,
hacia este muchacho que sin ningún interés oculto, hizo mucho en
favor de V8. A raíz del descontrol de sus actos, del que daban
sobradas muestras, la producción a cargo de Villanueva toma sus
recaudos enviando a un muchacho llamado Berniz al estudio, con la
intención de que los controlara lo suficiente para evitar excesos en los
que algunos miembros incurrían. La función que el productor
esperaba ver cumplida con Berniz era fundamentalmente la de
ejercer una presión en los comportamientos del grupo. Pero esto se le
escapó de las manos ya que a poco de estar en el estudio decidió (tal
vez por aquello de "si no puedes vencerlos, úneteles") tener una
buena comunicación con la banda. Tal es así que una tarde, O. Civile
sufre un agudo dolor de muelas y Berniz lo acompañaba al dentista.
Llegados al consultorio el guitarrista observa que la espera iba a ser
más larga de lo que estaba dispuesto a soportar, por lo que frenético,
abre la puerta intimando al odontólogo a su inmediata atención,
aduciendo que como artista sufría mucho más dolor que el común de
las personas. Berniz automáticamente apoya las palabras de Civile,
quien logra la rápida asistencia recuperándose poco después. La
grabación del disco se realizó en un marco de estrecha producción,
disponiendo la banda de muy poco tiempo, no sólo para la grabación
en sí. sino para todo lo concerniente a la edición del LP. Una prueba
de esto es que el motor del tema Destrucción, que en un principio
Iorio ideó que fuera el de un motor V8, al no encontrarlo en forma
inmediata y bajo la presión del tiempo, se vio forzado a ir a un garaje
de la vuelta del estudio y grabar el sonido de un Torino que, entre los
que se encontraban en ese lugar, era el más semejante. En oposición
al bajo presupuesto y a la consiguiente tiranía del tiempo, se
encontraban el entusiasmo y las ganas de llegar a la creación con las
pocas posibilidades con las que se contaba. Es así como Ricardo Iorio,
propulsor de no esperar a tener todo en orden y bien ensamblado
para recién entonces salir a tocar, tejía mayormente la historia de V8
no sólo a medida que las propuestas iban llegando, sino también a
través de su trabajo personal y sobre todo de su convencimiento en
salvar los obstáculos e inconvenientes siempre presentes, a fuerza de
talento, perseverancia y habilidad. Los temas que integraron esta 1°
placa se lograron, en su mayoría trabajando en conjunto, y las letras
pertenecen a R. Iorio, a excepción de Parcas Sangrientas y Ángeles de
las tinieblas que responden a la autoría de B. Zamarbide, Torturador a
O. Civile y el célebre Destrucción, inicialmente compuesto por G.
Rowec y luego pulido por R. Iorio. Entrando ya en el final de la
grabación de "Luchando...", se dedican al tema de la contratapa.
Originalmente, Iorio había ideado que la misma consistiera en una
foto en negativo de todos los fieles seguidores con los cuales contaba
V8, sin haber editado un disco, Pues eran estos los que habían
fomentado la grabación, al haber creído en aquella idea primitiva que
uniera a Moreno con Iorio en el invierno del ´79, y provocara la
apertura del metal en nuestro país. Con este objetivo convocan, a
través de amigos usando el método más antiguo de difusión, es decir
"boca en boca", a toda la gente seguidora de V8 a reunirse en las
Barracas de Belgrano, lugar apto para tal propósito. En realidad, ni
todos juntos pensaron que el poder de convocatoria iba a ser tan
grande, ya que los concurrentes respondieron con mucho fervor a
esta propuesta, por demás atrayente, de participar en el primer disco
de heavy metal del país acompañado por su banda más
representativa. Pero toda fiesta tiene su fin, y ésta lo tuvo de manera
abrupta, antes de comenzar y sin mediar la voluntad de los
anfitriones o invitados. Habiéndose reunido ya una muy considerable
cantidad de personas, los V8 se encontraban aguardando al productor
ejecutivo, R. Villanueva, quien se hallaba a sólo 3 cuadras del lugar y
debía llegar acompañado del fotógrafo. Como éstos se demoraban,
Ricardo (junto a un amigo de Caseros) se dirigen a hablar por teléfono
cuando a pocos metros son detenidos por 2 policías de la comisaría
33° quienes le ordenan a Iorio sacarse la muñequera que llevaba,
hecha con un velador, y al rasparla contra la corteza de un árbol,
consideran inmediatamente que era portador de un elemento
peligroso, apto para desfigurar un rostro. Las explicaciones que Iorio
procuraba fuesen la solución al conflicto no tuvieron mella en los
uniformados, que bien pronto los suben al móvil y en el traslado a la
comisaría, se comunican por radio solicitando que dos colectivos con
sus correspondientes efectivos azulados, se hicieran presente para
llevarse detenida a toda la gente que se encontraba reunida en el
lugar. Muchas de estas personas eran menores de edad, pero claro,
seguramente se trataba de una medida destinada a salvaguardar la
seguridad física de transeúntes impávidos que podían caer en las
manos de una patota de desfigurados de rostros. Al llegar estos
colectivos llenos a la seccional, Iorio ya se encontraba allí, siendo el
último en salir, al finalmente llegar el Sr. Ramón Villanueva.
Lamentablemente, después de esta fallida tentativa de presentar el
disco de una manera más original, el sello discográfico dispuso
colocar fotos tomadas en un estudio común de fotografía. De esta
manera quedó ahogada la idea de querer compartir este primer disco
con toda la gente que apoyó y creyó incondicionalmente en V8.
Siguiendo con el tema de la contratapa, por un sistema de simple
descarte, los colores elegidos fueron el negro y el azul eléctrico. El
título de esta obra a la cual nos referimos se debió, según cuenta
años después Iorio, a una obsesión suya de sembrar un camino que
posibilitase un espacio para los heavys, y que la gente desde un
colectivo, kiosco o cualquier lugar vea un heavy y diga: "ése es
heavy". El objetivo era llegar a un nivel de aceptación tal que, por Ej.
un heavy pudiera ir a buscar una chica a su casa sin que los padres
llamaran a la policía. Ya en esta época comenzaban a salir grupos con
una propuesta totalmente diferente a la de V8, con una imagen y
sobre todo con un contenido muchísimo más blando, más entrador,
que contaban con una producción que invertía lo suficiente en
publicidad como para aparecer asiduamente en los medios, como el
"Gran Grupo".

El siguiente manager que tuvo V8 se llamó José Ben, quien había


rebajado por algún tiempo con Vox Dei. En aquél momento político
que se vivía, conseguir permisos pertinentes para un espectáculo de
rock no era tarea fácil. Pero J. Ben se hallaba vinculado a la curia
eclesiástica, lo que siempre pudo solucionar más de un problema,
Hoy en día, consultado por el presente libro Ben recuerda
conversaciones suyas mantenidas con Monseñor Canale en las cuales
éste se explayaba acerca de la situación en la que se encontraba la
juventud de aquél momento, resultando ser charlas sumamente
reveladoras del maneje al que era sometida la misma. Monseñor
explicaba que la juventud necesitaba la explosión de la energía
acumulada y reprimida, para que ésta no desembocara en pura
rebelión. El control de la gente del rock existía y se mantenía alejando
de la explosión de rebeldía y reprimiéndola después. Pero volviendo
al tema, al enterarse Ben de la dificultad de Riff de presentarse en
Capital a causa de la violencia establecida en sus conciertos y luego
de conseguir los permisos necesarios (evidentemente el nexo Curia-
Ben tenía sus ventajas) decidió ir a Mundi Epifanio, por aquél
entonces productor de Riff. En ese encuentro, y luego de haber
presentado su carta de triunfo, Ben arregló los pormenores de una
presentación en las instalaciones del club Vélez Sarsfield. Mundi le
comentó entonces sobre la energía y convocatoria de V8, grupo con
el cual existía un problema subyacente: él no los podía manejar ya
que Iorio siempre se había resistido, manteniendo una firme postura
de repudio frente al enfoque comercial que Mundi intentaba darle a
V8.

En aquella oportunidad la concurrencia del público a Vélez fue


masiva, y la efervescencia por V8, al escucharse ininterrumpidamente
el nombre del grupo fue tan elocuente que José Ben comenzó a
olfatear la posibilidad de un buen negocio, convenientemente claro
está, para él. Si bien la actuación de V8 no fue brillante, con los
instrumentos curiosamente desafinados y notorios problemas de
sonido, estos factores no repercutieron en el ánimo del público, que
lejos de reparar en estos detalles, los apoyaron de una manera que
cualquier banda envidiaría. Esa noche hubo una serie de incidentes
por sentirse invadidos en su terreno de Vélez, quienes tal vez por
sentirse invadidos en su terreno, comenzaron a hostigar al público
presente, tornándose la situación en un tremendo descontrol, son su
efecto correlativo e inmediato de la represión policial a la salida, con
la intervención de cascos y caballos, llevándose detenidos a muchas
de las 2000 personas que asistieron.

O.Civile cuando V8 se presentó en Vélez como soporte de Riff

Luego de ver la respuesta del público a V8, y habiéndose vislumbrado


con óptica de comerciante la movida, José Ben se hallaba sumamente
interesado en manejarlos, por lo que se conecta esa misma noche con
el grupo. En el transcurso de la charla mantenida, le comentan que la
banda sentía la carencia de una sala de ensayo, ya que el período en
que habían pasado por la casa de Beto había llegado a su fin. Al no
ser precisamente el lugar adecuado, pues el sótano funcionaba como
una pequeña bodega del padre de Zamarbide, éste había llegado a un
punto en el que se vio obligado a evidenciar la falta de compatibilidad
entre las damajuanas, los ensayos y la vorágine de la gente que los
frecuentaba. Luego de este encuentro, Ben se conecta con el
productor ejecutivo Villanueva y comienza a funcionar como el
manager de la banda.

La primera actuación de V8 que organizó Ben, tuvo lugar en la


localidad de Munro, Pcia de Bs. As. Tal presentación contó con una
particularidad, que hizo que la misma resultara inolvidable para todos
aquellos que asistieron. Por medio de una propuesta de Ben al
directivo de la marca Quarry, que fuera aceptada, el grupo brinda un
show gratis en la calle. Para esta ocasión inédita que incitaba al
asombro y a la curiosidad, se cortaron al tránsito la Av. Vélez
Sarsfield, donde se montó un pequeño escenario, en frente al local
auspiciante. La concurrencia sumó unas 300 personas, muchas de las
cuales no formaban parte del grupo seguidor de V8, habiendo asistido
movidos por la cuota insólita que envolvía al espectáculo. A cambio
de esta presentación, cada miembro de la banda recibió un pantalón
o una campera a elección.

Por oposición de Iorio y Zamarbide, no llegó a concretarse la


presentación de V8 en el Pub Vinicius, ubicado en la Av. Santa Fe y
Callao. Este boliche en el cual pasaban videos y en el que la
calefacción se encontraba encendida siempre al máximo (obligando al
consumo de bebidas), era propiedad de Alejandro Merezon, quien
nuevamente comete otra estafa al anunciar su actuación pese a tal
oposición. La numerosa cantidad de público que asistió se vio
engañado y propensa al descontrol, pudiéndose haber generado
graves disturbios en los cuales se hubiera involucrado, sin tener nada
que ver, el nombre del grupo.

José Ben organiza entonces una gira por la provincia de Bs. As., y de
esta manera, del 9 al 11 de septiembre, la banda viaja a Pergamino,
Arrecifes y Rojas. Para tal fin, contrata un micro el cual viaja una
troupe compuesta por: los cuatro V8, el "loco" Boogi a cargo del
sonido, el iluminador, los asistentes, el chofer, José Ben y dos
periodistas de la revista "Tren de carga" C. González y el fotógrafo
Eduardo de la Puente, quienes cubrieron la gira. Luego de varias
horas de ruta matizadas con cerveza, buena onda general y los
infaltables chistes de Gustavo Rowek llegan a Pergamino, donde
todos colaboran descargando los equipos en el gimnasio del club 25
de mayo. El recinto era un galpón, con techo cóncavo de chapa,
factor que derivó negativamente en el sonido. El rebote se dejó notar,
mas el poco pero copado público que asistió y no dio muestras de
afectarse por ello, siendo importante acotar que la falta casi de
publicidad fue decisiva en la concurrencia.

Luego de esta presentación continúan de inmediato el viaje rumbo a


Arrecifes, con un Beto Zamarbide entonando versos de un remoto
cántico español, inspirado por su abuelo. Al llegar comienza una
tortuosa búsqueda de algún hotel que nadie quería arriesgarse a dar,
escondiéndose de la gente del pueblo para mirar escandalizados el
paso por las calles de los V8 y su plantel de colaboradores.
Finalmente la búsqueda culmina en un albergue transitorio, pues ya
el cansancio acumulado adquiría proporciones demoledoras. En la
mañana, ya repuestas las fuerzas, se dirigen al club Almirante Brown,
que no se diferencia del club Pergamino. Mediando un asado y
partidos de pool, billar y ping-pong de mesa, los V8 prueban sonido
preparándose para una noche en la cual la proporción de público
tampoco difiere de la anterior, siendo responsable la misma persona
y por idéntica razón: paupérrima publicidad. A pesar de esto, la
energía de V8 logra en conjunción con el "loco" Boogie (quien se
esforzaba por atenuar el rebote del sonido), brindar y estrenar un
autentico show heavy por aquellos lugares.
En la ciudad de Rojas, el panorama fue diferente. Desde el primer
momento en que llegaron, los V8 fueron bienvenidos y agasajados
por un grupo de chicos que los esperaban en la entrada del pueblo,
demostrándoles lo que significaba para ellos esta banda y su
presentación en Rojas. Mientras en horas de la tarde los asistentes se
encargaban de armar el escenario, los V8 mantenían una entrevista
con una revista loca. Al caer la noche, el publico que asistió rondaba
las 400 persona y en medio de un clima de verdadera fiesta, V8
irrumpe sobre el escenario y es recibido con una ovación impregnada
de entusiasmo y fervor, retribuida con un show impecable, pleno de
fuerza y magnetismo. Si bien Ricardo y Beto ya conocían a Norberto
"Boogie" Galvano por intermedio de Pappo, en el transcurso de esta
gira nace un vinculo de amistad suficiente como para que, al regreso
de la misma, V8 se traslade a su casa, transformándola en algo más
que un lugar de ensayo, convirtiéndola en un punto de encuentro
donde se pasaban varias horas al día arreglando diversos equipos que
tenía el "loco", en colaboración por la onda de Norberto Galvano
quien junto a su familia, soportaría más tarde muchas locuras del
grupo. Por este tiempo ya había sido editado "Luchando por el Metal",
placa que vendió 9000 copias en 6 meses, a pesar de recibir severas
críticas en cuanto a la calidad de su sonido. V8 se presentó además
en "Domingos para la juventud", en aquel momento único programa
de T.V. destinado a los jóvenes, y en los programas radiales 9 P.M. y
Little Stone.

El viernes 7 y el sábado 8 de octubre de este mismo año, V8 presenta


en el estadio Obras, como grupo soporte de Barón Rojo. Como
invitado de V8 tocó el guitarrista Beto Frontera, de quien Civile era
discípulo y amigo, dándose una especie de agradecimiento personal
entre ambos. En la semana anterior a este concierto, los ensayos se
efectuaron en las proximidades de la estación Fernández Moreno,
Prov. de Buenos Aires. La llegada de Barón Rojo al país era el primer
grupo pesado del exterior que tocaba en Argentina en aquel
momento político de represión y autoritarismo. Por supuesto sin dejar
de tener en cuenta que los Barones eran españoles y no ingleses. La
visita del grupo era tomada por las huestes metálicas y por las no
tanto, como gran acontecimiento, ya que la presencia de V8 en Obras
redondeaba y completaba la fiesta. Cuando Barón Rojo llegó a la
Argentina, lo hizo creído que los V8 eran un grupo intranscendente,
Luego de escucharlos la primera noche quedaron asombrados,
exclamando Campusano al observar el show que eran tremendos,
señalando que parecían un grupo europeo, y que debían ir a tocar
allá.
En el estadio Obras como soporte de Barón Rojo

Ese mismo viernes V8 realiza su primer doblete presentándose en el


cine Ituzaingo, frente a la estación de S. A. de Padua. Hallándose el
grupo tocando para un publico que rondaba las 300 personas y en un
momento en que los músicos afinaban sus instrumentos, se desata
una discusión entre unos inadaptados que intentaban robarse unos
cables y uno de los asistentes, Jeckill, quien trataba de impedirlo. En
el medio de la trifulca, interviene otro personaje que merece un
calificativo aún peor, el dueño del cine, quien enardecido sube al
escenario y efectúa varios disparos al aire en una estúpida tentativa
de calmar la agitación que se había originado al cortarse el sonido,
desembocando finalmente en la rotura de numerosas butacas. Al
sonar los disparos, la confusión ya fue total y en la desesperación de
la gente que pugnaba por salir, se rompieron también los vidrios de
las puertas. Alguien había llamado a la policía, quienes se hicieron
rápidamente presentes, totalmente decididos a una represión que
alcanzó características tremendas. En conclusión, y haciendo un
ligero análisis de estos acontecimientos, los efectos negativos que se
sustraen son que los que pagaron siempre la represión siguiente al
bardo, generalmente no tenían ninguna participación en el mismo,
Pero lo que constituyó seguramente el mayor perjuicio, fue el daño
que estos ignorantes provocaron a la movida heavy, y en los que sí
creían en ella, desde músicos hasta el público mismo.

En el último estertor del ´83 y de su propia función como manager de


V8, José Ben organiza un concierto en el estadio cubierto de Platense,
el 23 de diciembre. Los ensayos previos a tal presentación se
efectuaron en una sala ubicada en la Avda. Rivadavia e Islas
Malvinas, en la zona de Caballito. Allí en un pequeño estudio
adyacente, grabaron un demo del tema Deseando destruir y matar.
Desde las primeras horas de la tarde en las que el grupo llega al
estadio, la cantidad de gente que se encontraba merodeando en la
zona era impresionante. El show estaba auspiciado por la revista
"Tren de carga" regalándose en esta oportunidad ejemplares de la
misma. Los grupos que acompañaron a V8 en calidad de soporte
fueron Bloke y Brigadas Metálicas. Ben, sumamente hábil para los
negocios tenía un arreglo con Quarry, marca que por esa época había
lanzado al mercado una línea de camperas y jeans con lo que casi
podría llamarse un "toque" metálico. A raíz de estos acuerdos
personales de los cuales V8 no tenia ni la más minima información ni
participación, en el papel metálico. Entre las cajas se habían colocado
bombas, que se encenderían cuando V8 saliera a escena. Superando
ampliamente la habitual concurrencia, cerca de 2000 heavys
acudieron al que fuera para muchos el más grandioso de los
conciertos de V8. En la apertura del show, los músicos fueron
recibidos con el estallido delirante del público, que no menguó en
ningún momento de la noche, ovacionando a un grupo que no los
defraudó ofreciendo un show memorable. Los temas interpretados
esa noche fueron todos los que conformaron "Luchando por el metal"
presentando además varios temas como deseando destruir y matar,
la mano maldita, ideando la fuga, y Lanzado al mundo hoy que más
tarde formarían parte del 2° LP. Como músico invitado tocó Tito
García, posteriormente cantante de Lethal, desempeñándose en
aquel entonces como 2° guitarra. Al finalizar el show, que transcurrió
sin disturbios que lamentar y signado por la entrega de músicos y
publico, José Ben se retira prometiendo aclarar las cuentas al día
siguiente. Pero cuando ese momento llega, Ben se disculpa
explicando que el bruto de las entradas se lo había comido los gastos,
y que por lo tanto no había billete para nadie. Esto era algo bastante
difícil de creer, aún para un grupo como V8, que no tenía en cuenta la
parte económica, ni invertía energía en tratar de mantener un control
sobre el destino que seguía el dinero que aportaban sus seguidores, a
través del pago de la entrada. Aún cuando el número de gente en
Platense había sido muy superior al acostumbrado, José Ben era
plenamente conciente del descuido del grupo en esta materia y así es
como inmediatamente después de esa reunión, y cometiendo su
último acto de piratería con V8, Ben se toma unas preciosas
vacaciones en las soleadas playas de Brasil. Entrevistado años
después para el presente libro, y ante la lógica requisitoria de los
hechos, Ben declara que "se había copado con la onda del grupo
tratando de hacer las cosas lo mejor posible" argumentando que
recién si V8 hubiera tocado durante 10 (diez) años más en forma
continuada, hubieran podido ver alguna moneda. Lo que no quedo
claro, ni pudo explicar este paracaidista del heavy, fue de que
manera pudo pagarse esas vacaciones, sino contaba hasta Platense
ni siquiera con el monto necesario para el alquiler del club.

Lo cierto es que más allá de sus explicaciones inverosímiles, José Ben


es recordado por los miembros de V8 como uno de los personajes
más siniestros, involucrado alguna vez con el grupo.

Año 1984

Antes de finalizar la función como manager, José Ben había arreglado


telefónicamente con Mario Luna, organizador del festival de la
Provincia de Córdoba en el mes de febrero. Dicha actuación no llegó a
concretarse al enfermarse Gustavo Rowek de mononucleosis,
afección que le impedía ejercer todo tipo de esfuerzo físico. Frente a
tal eventualidad, Iorio intentó que V8 pudiera presentarse, probando
a tal efecto a otro baterista. Pero este batero no reunía las
condiciones necesarias, por lo que se creyó conveniente no
presentarse. V8 ya había sido anunciado en dichos afiches de tal
evento, provocando una gran movilización de heavys provenientes de
provincias como Mendoza, San Luis, Santa Fe y de la misma Córdoba,
quienes al no recibir ningún tipo de explicación por parte de los
organizadores creyeron que se trataba de una estafa de los mismos, y
como aparte ya era vox populi el desprecio que inspiraba V8,
reaccionaron mal al enterarse que no se presentaría ocasionando
algunos desórdenes, de los que la prensa se aferró automáticamente
engrandeciéndolos más, y poniendo mucho énfasis en recalcar lo
inconveniente que resultaba un grupo que generaba tal violencia.

V8 se presenta el 3 de febrero en el Club Atlético All Boys ubicado en


Avda. Álvarez Jonte en el barrio de Floresta. Este concierto fue
organizado por Norberto Boogie y un boliviano de pocos escrúpulos
llamado Jorge Montes, quien alardeaba de poseer contactos en
Colombia, que posibilitarían que V8 se presentara en ese país. Con
ese tipo de promesas consiguió su objetivo.

En el Club Atlético All Boys

En concepto de soportes, tocaron los grupos Colt 45, 100 DB, Hugo
Racca y Brigadas Metálicas. Pappo también estuvo presente, como
invitado de V8, subiendo al escenario para hacer juntos un par de
temas, entre ellos obviamente Hiena del metal. Al finalizar el show, el
Montes había desaparecido, engrosando la lista de tranfugas que
pasaron por V8, llenando sus bolsillos y huyendo inmediatamente.
Un capítulo aparte merece la prensa de aquel entonces. Basta leer las
notas y comentarios periodísticos, para comprender el lugar que se le
dispensaba al heavy, atacándolo y menospreciándolo en cada
oportunidad disponible. Si bien normalmente existe una excepción,
en general la prensa del llamado rock nacional no creyó en el metal
hasta que se enfrentó con la reacción social que produjo V8, creando
la editorial Magendra, por ejemplo, un fascículo llamado Metal,
bastante conocido y reconocida su mala calidad que aún hoy, 9 años
después, sigue siendo el único que cuenta con una distribución
nacional. Cada vez que este medio se vio en la obligación de hacerle
una nota a V8, pues la convocatoria del grupo ejercía una presión que
no podían ignorar, envió siempre a la gente que trabajaba sólo
temporalmente, y que, por sobre todo, se encontraba muy lejos de la
onda del grupo, Al punto de ni siquiera tener una idea de la obra del
artista entrevistado, resultaba una incongruencia, que una revista
supuestamente especializada, cometiera de una manera fortuita, tal
falta de respeto hacia los músicos.

Luego de All Boys, apareció Frank Lamota, un locutor frustrado de la


misma calaña de J. Ben, quien se conecta con los V8, citándolos en su
casa. Allí se presentan Iorio y Zamarbide, quienes escuchan su
propuesta de conseguir lugares donde tocar, repitiéndoles hasta el
hartazgo que lo hacían sin ningún interés comercial, movido sólo por
el "rock n roll". Lamota no tenía idea de lo que era el heavy, pero sí
contaba con la suficiente idea como para esquivar la firma de un
contrato que avalara las promesas suyas, acerca de los porcentajes
correspondientes al grupo. Para tal objetivo, V8 constituía una
excelente opción, siendo un grupo con una fuerte convocatoria y un
desinterés acorde, de parte de los miembros de la banda, en
controlar en lo más mínimo la función del organizador. Así es como V8
se presentó el 14 de abril en la Casa Eslovaca, sita en la calle José
Mármol de esta Capital, bajo el nombre organizativo de 10.000 Watts.
En esa ocasión estaba pronosticado que tocaran como soportes
Magnum 44 y Punto Rojo, banda que a último momento no pudo
presentarse. Además de ejecutar "Luchando por el metal", V8
presentó temas que conformarían la 2° placa del grupo. Pese al
acuerdo de palabra pactado con V8, Frank Lamota no entrega ni una
moneda, inaugurando de esta forma otra etapa que no difería de la
anterior, ya que siempre, de alguna manera, aparecía un gasto que
se comía la exigua ganancia perteneciente a los músicos.
En 10.000 Watts de la calle José Mármol

Pero no solo los que jugaban de empresarios se ocupaban de robar el


fruto del sacrificio de los músicos, que luchaban por mantener viva
una historia, también se acercaban pibes con una aparente buena
onda, que en realidad no era tal. Así muchos años mas tarde, a través
de un amigo, Iorio conoce a una gente hippona de Ciudadela, quienes
habían manejado la barra en sociedad con Lamota, enterándose que
en aquella ocasión se habían robado el dinero recaudado gastándolo
nada menos que en la Fiestita del Partido Comunista realizada en
Palermo. En un momento en el cual para el heavy era un orgullo ir a
un concierto y pagar la respectiva entrada, pues tenían plena
conciencia que de esta manera impulsaba la energía puesta en esta
movida, el destino de su dinero fue una noche de mas con nada más
que la ilusión y el alarde de una estéril y efímera rebeldía.

Para este mes de mayo aparece Tony Alderete, un representante de


grupos de cumbia que nada tenía conexiones con gente allegada a
SADAIC. Alderete observa la convocatoria del grupo y se comunica
con Norberto Boogie organizando juntos un show en un boliche de
Rafael Castillo. Los únicos lugares que existían en la provincia eran
estos espacios que funcionaban en ese entonces como rockerías,
donde se centralizaba el rock bailable, y años más tarde conformarían
las bailantas. V8 se presenta en Midnight, tal era su nombre sin
escenario, debiendo tocar al ras del piso, en medio de una vorágine
de gente cuya mayor parte no comprendía la música ni la propuesta
del grupo.

Midnight, Rafael Castillo

Alquilando un colectivo escolar, arribó un grupo de fanáticos


proveniente de distintos barrios, relacionados entre si a través de la
comunicación que se gestaba en sus conciertos.

Recibidos con la desconfianza de los que se sienten invadidos en su


terreno fueron agredidos por los locales, provocándose
enfrentamientos que atrajeron la presencia de la policía. En la veloz
reiterada emprendida para esquivar a la cana, el micro dejó a muchos
pibes traídos por los V8 en el camión del flete.

Nuevamente respondiendo a la propuesta de Lamota, se presentan el


7 de julio en la Casa Suiza, sita en Rodríguez Peña al 200, Cap. Fed.
Con las actuaciones como soporte de las bandas Hangar y Bunker, V8
ofreció su show obteniendo una excelente respuesta de parte del
numeroso público presente. Esa noche concurrió Chofa a presenciar
lo que sería su ultimo concierto de V8, en una manera de despedirse
de su amigo Ricardo, con quien creara el grupo cinco años atrás.

Su salud se hallaba ya muy quebrantada, y en la charla personal


mantenida con Iorio, recordaron aquellos primeros pasos de la banda
signados por las francas ganas de plasmar y transmitir toda la
potencia que ellos sentían brotada de la profunda seguridad en la
tarea que encaraban. A los pocos días, exactamente el 20 de julio
Ricardo Moreno fallece, acompañado hasta último momento por su
vecino y fiel amigo Daniel Britos. Es importante destacar que cuatro
meses antes, Moreno había formado una agrupación cuyos
integrantes eran: Hugo Benítez en batería (Años más tarde vocalista
de Horcas), Pablo Álvarez en bajo, Juanchi (posteriormente de los
pericos) como primer guitarrista y por supuesto Ricardo Moreno.
La indomable pasión que Chofa sentía por la música pesada lo llevó a
no renunciar a su condición de guitarrista, aún a pesar de las serias
limitaciones físicas que su enfermedad le ocasionaba.

Emprendiendo ese proyecto, Chofa se comunicó con Iorio pidiéndole


su colaboración en cuanto a que se encargara de la composición de
letras, convocándolo para que se desempeñara como cantante de
esta banda, que aún no tenía nombre, tarea que también le fuera
asignada al bajista de V8. Principalmente movido por el deseo de
ayudar a su amigo, Iorio aceptó esta propuesta bautizando al grupo
con el nombre de Letal. Años más tarde, Pablo Álvarez seguiría con
esta propuesta bajo el titulo de Lethal. Así, paralelamente a su
actividad con V8 el bajista comienza a concurrir a una sala próxima a
Av. La Plata, donde luego de escuchar los temas compuestos por
Moreno, se dedica a trabajar en las respectivas letras. Tras el
alejamiento de juanchi, ingresa como reemplazante de Fernando
Monasterio. Presentándose una oportunidad para principar en un
festival organizado en All Boys, la misma no llegó a concretarse por
causas ajenas a esta agrupación. En un estudio de Caseros
perteneciente a César Silva (eximio guitarrista de la zona y músico
cesionista) Letal grabó dos temas en un demo. Años más tarde uno
de estos temas Solución Suicida fue grabado por el grupo Horcas en
su 2° placa, mencionando el nombre de su compositor Ricardo
Moreno pero sin reconocer que la letra del mismo le pertenece a
Ricardo Iorio.

Luego de la presentación en Casa Suiza, V8 hace un doblete tocando


esa misma noche en Villa Fiorito, en una rockería infernal como la de
R. Castillo, con la diferencia de que este lugar llamado Tivoli, si
contaba con un pequeño escenario. En el público se podían observar
travestis mamados inconcientes en el piso y otros saltándoles
encima, pero a pesar de que el descontrol era total, el dueño del
boliche quedó mas que conforme con la actuación del grupo
volviéndolo a contratar más tarde. Al sábado siguiente el doblete
Casa Suiza/Tivoli, V8 se presentó en el Salón Ferroviario de Boulogne
organizado por Ricardo Iorio y la colaboración de Marcelo Tommy con
quien existía una relación de encuentros esporádicos desde hacía
varios años y que tiempo después sería manager del grupo.
Emprendiendo una tarea poco menos que faraónica Iorio invierte gran
parte de su caudal energético en preparar todo lo concerniente a
dicha presentación. Para ello, aquél 14 de julio concurre a Boulogne a
las 9:00 de la mañana, al concluir su trabajo nocturno en el Mercado
de Abasto, encargándose personalmente de construir el escenario
con el que dicho club no contaba, luego de haber pagado y pegado
los afiches, repartidos los volantes, trasladarse a las radios, haber
manejado el flete, y prácticamente, descargado los equipos. A la
firma del contrato, las autoridades responsables del salón, le habían
asegurado a Tommy, que el permiso policial estaba listo, y que no
existiría ningún tipo de problemas. Pero el día del concierto, en horas
de la tarde, llegó la policía exigiendo el permiso correspondiente,
desmintiendo el supuesto arreglo del mismo, y amenazando con
llevar detenidos a todos los chicos, si V8 se presentaba en tales
condiciones. Frente a esta presión, Tommy habla con su padre y a
través de influencias de éste, logran el permiso de hacer el show,
comprometiéndose las autoridades a respetar la zona
inmediatamente cercana al club, en un radio de 200 Metros Fuera de
este sector, en las horas de la madrugada, la policía actúo con
alevosía llevándose a mucha gente detenida. Pero no sólo este
contratiempo surgió en Boulogne, ya que Boogie ante la necesidad de
colocar unos reflectores que había llevado, rompió la puerta de una
oficina, que tenía una ventana que contaba con el ángulo justo para
colocar dichos reflectores. Al lado de dicha oficina se encontraba el
casero, quien se había retirado a las pocas horas a causa del ruido
que reinaba en el club, dejando la cocina abierta. Al lunes siguiente,
Tommy recibe una situación policial. Presentándose en el recinto, las
autoridades lo instan a que pague los destrozos hechos en esa
oficina, al haber sido violada la cerradura. En ese momento M.
Tommy recuerda que la cocina del casero había quedado prendida y
usando este argumento declara que fue necesario pues la llama se
había apagado, poniendo en grave riesgo la integridad física de todos
los presentes. De esta manera queda todo frenado y zafan de peores
resultados. Dentro del salón no hubo inconvenientes y el concierto se
desarrolló normalmente con la apertura del grupo Dhak, y
posteriormente con la actuación de V8, constituyendo una
satisfacción personal de Iorio, luego de haber trabajado muchísimo en
pos de una movida independiente.

Grabación de "Un paso más en la batalla"

El 30 de julio los V8 ingresaron en los estudios Panda, dando


comienzo a la que sería la grabación más larga, complicada y
desgastante de la historia del grupo. La locura en la que se sumerge
el grupo toma el rol protagónico en este capítulo, siendo la primordial
causante de la demora que sufrió la grabación, que finalizó el 30 de
septiembre habiendo invertido más de 300 horas para su realización.
La producción ejecutiva del disco estuvo a cargo de Ramón
Villanueva, como en la placa anterior. En esta oportunidad, por
razones de salud, delega su función a un muchacho que trabajaba
como administrativo de su empresa, llamado Lombardo. Al manejarse
en calidad de productor Lombardo dio muestras de poseer buena
voluntad y mucha paciencia, al ser el punto en el cual los V8
convergían su locura, soportando todo tipo de situaciones
inimaginables, Ejemplo de esto son los densos gastes a los que era
sometido y las expediciones que debía efectuar a las horas más
insólitas en la búsqueda de sándwich, facturas, alcohol, etc.
Lombardo cumplía con estos pedidos que rozaban la exigencia, con
resignada obediencia, solicitando que, por favor, terminaran la
grabación que ya tomaba ribetes de eternidad. Algunos de los temas
que integraron este 2° trabajo discográfico, fueron arreglados o
compuestos durante el transcurso de esta grabación. Tal es el caso
de Lanzado al mundo hoy, cuyas melodías le silbara Iorio a Civile una
noche a su llegada al estudio. La letra del mismo fue compuesta un
par de días más tarde, en una noche en la que reinó la locura
provocando que en horas de la madrugada, abandonara el estudio y
se dirigieran a la casa de "Boogie" Galvano, en Lomas del Mirador. Al
llegar, "el loco" junto a su familia se encontraban lógicamente
durmiendo, a pesar de l cual Boogie dio una vez más una muestra de
su generosa hospitalidad al recibirlos alojándolos en la cocina de su
casa. Allí, en una hoja del cuaderno de Pablo, hijo de Norberto, Iorio
escribió la letra de Lanzado al mundo hoy. Generalmente los temas
eran inventados por Iorio en su casa, con una guitarra criolla, norma
que mantuvo con el paso de los años. Luego en los ensayos les
pasaba a sus compañeros la base, les silbaba la melodía y después de
los aportes individuales de cada músico, componía las letras. La
excepción de esta placa fue Camino al sepulcro, cuya composición
pertenece a Civile, mientras que la autoría estuvo a cargo de
Zamarbide. En Siervos del Mal se percibe la influencia del guitarrista
en su composición y la letra pertenece a R. Iorio, quien dedica el tema
a los policías expresando su idea acerca de esta institución, inspirado
obviamente en lo nefastamente habitual que era caer en cana, para
lo cual el sólo existir bastaba debiendo soportar no sólo la consabida
intimidación policial, sino además la consecuente mala onda con los
padres.
Paralelamente a la grabación, Iorio organizó un concierto junto a
Marcelo Tommy en el Salón cervecero de Quilmes, el 12 de agosto.
Así como en Boulogne, invirtió mucho tiempo y energía en sucesivos
viajes a este punto sur del Gran Buenos Aires para arreglar todos los
detalles concernientes a tal presentación. Este desgaste personal de
Iorio traería consecuencias poco más tarde, al ser el luchador que,
solitariamente, pujaba para mantener viva aquella idea de los
comienzos, a raíz de la cual V8 se engendrara. Esa noche en Quilmes
tocaron para alrededor de 500 personas y el soporte fue Súper Ratón,
desarrollándose todo dentro de lo que se podría considerar normal.

En la semana entrante continuaron con la grabación de "Un paso


más..", presentándose al sábado siguiente en Hurlingham. Este
concierto contó como soporte al grupo Master 10, y la organización
del mismo corrió por cuenta de un grupo de chicos pertenecientes a
un colegio industrial de la zona. Con motivo de recaudar fondos para
el viaje de fin de cursos, se contactaron con Iorio, animándose al
saber que el grupo iba sólo con que el sonido fuera cubierto. Estos
chicos habían hecho una estructura de hierro formando el logo de V8,
de aprox. 3 metros de alto y revestidos con una lona pintada de
plateado. Este regalo constituyó una gran alegría para Iorio quien se
entusiasmó mucho con la idea, usándolo en 2 conciertos posteriores.
Un día en que fuera a buscarlo a la casa de Boogie, se enteró del
destino que había corrido este V8, ya que fue entregado a un
botellero. Promediando la actuación de V8, se inició una agitación
entre un sector del público que continuó con una invasión al
escenario generándose las primeras peleas y copando en pocos
minutos un caos infernal. En un momento del show, Zamarbide se
detiene, al observar una pelea muy despareja y exclama "Para, mono
para". El aludido se interrumpe maldiciendo, para amenazar que "Iba
a volver con más para liquidarlos a todos". Lo que parecía una
intimidación sin demasiada importancia, se convirtió en realidad
desembocando todo en un desastre que el concierto finalizó
escuchándose las primeras sirenas policiales, que atormentarían por
horas con su ulular constante. Los negocios establecidos en la calle
principal, frente a la estación del ferrocarril, fueron rotos, provocando
la lógica presencia de los azules y la irracional corrida de la gente por
donde podía; en un intento de escapar tanto de la represión policial
como de la agresión de sus supuestos pares, que enarbolaban sus
cadenas dando en conjunto un triste espectáculo. Analizando estos
hechos, se podría decir que era como que ya un sector del público se
había concientizado de lo que los conciertos metálicos eran un
espacio abierto, donde se podía concurrir a descargar todo tipo de
histerias reprimidas. Cabe acotar que a esta confusión contribuyó
mucho el aporte negativo que esparció la campaña difamatoria de
esta movida que efectuó la prensa, interesada en sepultar a V8, como
siniestra estrategia para no permitir la consolidación del heavy en
este país. Esa noche, el grupo aún tendría que enfrentar otro
problema, ya que al originarse tal descontrol, el fletero contratado se
asustó y se borró, dejándolos a pata con todo el sonido. ¿Cómo
terminó? Cargando los equipos en un camión recolector de basura,
cuyos laburantes los ayudan llevándolos hasta Lomas del Mirador.

En el transcurso de la grabación del 2° disco, surgen problemas con el


técnico, Mario Broier, provocando su cambio junto con su asistente.
Básicamente, los inconvenientes se manifestaron al no poseer estos
técnicos ningún tipo de conocimiento acerca del heavy. Al estar
acostumbrados a grabar con artistas como Mercedes Sosa, o grupos
como GIT o Virus, experimentaron el atrevimiento nacido de la
ignorancia de tirar mala onda a V8, creyendo que se trataba de
cuatro músicos intrascendentes, equivocados, y por supuesto,
desmerecedores de grabar un disco bajo la supervisión técnica de
ellos. La tapa de "Un paso más.." no se ajustó a la idea que
originalmente expusiera R. Iorio, basada en un escudo metálico con
un retrato de los músicos en su interior, del tipo que conformaba la
contrataba del disco "Heaven and Hell", de Black Sabbath.

Pero en su desesperación de dar por terminado el asunto, el sello


dispuso reemplazarlo por una foto correspondiente a la misma sesión
fotográfica realizada para el primer L.P., diseñando un escudo con
forma de corazón. Las oposiciones de Iorio no fueron escuchadas, y
como si fuera intencionalmente, el arte de tapa fue presentado como
idea suya. En aquel entonces, los programas radiales de mayor
audiencia heavy eran Cuero Pesado, transmitido por la radio
continental, y otro llamado Lagunas cuya emisión salía por radio
América. Si bien Cuero Pesado (con la conducción de Daniel Aguilar)
salía al aire a las 22:00 horas, se grababa con la mañana, factor por el
cual Iorio debía ir a la salida de su trabajo, al ser el miembro de V8
que siempre se hacía cargo de las explicaciones relativas al grupo, a
pesar de ser el único integrante que hacía frente a su situación
económica, trabajando nada menos que en el Mercado de Abasto,
ambiente sumamente hostil para un rockero de pelo largo. Ninguno
de estos programas radiales reconocieron jamás el trabajo de V8,
tomándolo más bien como un dejo siempre presente de indiferencia y
relevamiento. V8 era demasiado diferente a los demás grupos, y la
firme postura que mantenía les chocaba, al destacar esa misma
actitud su posición aislada de todo el resto. Siempre había algún pero,
alguna condición, que quedaba flotando en la búsqueda de negociar
algo a cambio de la difusión, sólo que a diferencia de otras bandas,
V8 jamás pagó ninguna publicidad. La irresponsabilidad de los
conductores de estos programas produjo que los directivos, los
vincularan más tarde a varias estafas a las radios en cuestión,
perjudicando estos señores al movimiento metálico en las radios
difusoras, ya que nadie después cedía un espacio a quien tuviese
intención de difundir heavy, por más seria y honesta que esta fuera.
Una noche de mucha locura, estando todos en el estudio de
grabación, Lombardo le comunica a Iorio que lo llamaba por teléfono
Leo, del programa Lagunas, con el motivo de informarse acerca de la
grabación. El diálogo mantenido fue más o menos así: L: - Qué tal,
Ricardo ¿Como va la grabación? - R: - Todo bien. Estamos metiendo
las bases. L: - Qué te parece si nos acercas un adelanto de lo que
tienen hasta ahora? - R: - Pero loco, sos un boludo, aguanta un poco
más y te llevo un par de temas terminados. - Sin advertir las señas
desesperadas de Lombardo, quien trataba de advertir que la
comunicación estaba saliendo al aire, Iorio continuó de esta forma: L:
- Bueno loco, una noche de éstas arreglamos y vamos a comer algo. -
R: - ¿De qué hablas? ¿Desde cuando hay una onda si vos y yo no
tenemos nada en común? Déjame de joder. - y colgó. Anécdotas de
este tipo existieron muchas, pero son escasas las que se pueden
contar, sin mediar indiscreciones, o entrar en el estricto plano
privado, ya en aquellos momentos, los V8 vivían, aunque de manera
diferente, con mucha locura. A esta altura de la grabación, la gente
del sello, tanto directivos como empleados, estaban hastiados de los
problemas que les acarreaba el grupo, considerándolos como un
manojo de locos totalmente desorganizados.

Nuevamente mediando una propuesta de Frank Lamota, se presentan


el 25 de agosto en el cine Rialto, en Villa Crespo, Cap. Fed. El grupo
no quería desperdiciar ninguna oportunidad para tocar, y de hecho
Iorio siempre consideró que tocando era como se formaba la carrera
del músico. Por lo que a pesar de no estar plenamente conformes, V8
vuelve a aceptar la proposición de Lamota quien aparecía con un
nuevo rótulo: ya no se llamaba 10.000 Wats sino Conciertos
Metálicos. Desde las primeras horas de la tarde, muchísimas personas
deambulaban por la zona cercana al cine ofreciendo un marco
alentador, pero la desorganización que envolvía al grupo llegó en esta
oportunidad a su punto máximo. Al no presentarse el sonido a la hora
convenida y teniendo en cuenta la impuntualidad y el "cuelgue" de
Galvano, Iorio se trasladó hasta Lomas del Mirador con el propósito de
apurar al sonidista. Aún así el sonido arribó al Rialto pasadas las
21:00 Hs. Cuando prácticamente terminan de armar todo, Boogie
advirtió que había olvidado la manguera de conexión con la consola
de sonido, debiendo ir a buscarla. Por ese motivo se demoró
demasiado la apertura de las puertas, lo que ocasionó impaciencias
que gradualmente fueron en aumento, generándose disturbios que
determinaron la rotura de vidrios y posteriormente, dentro del cine, la
rotura de diversas butacas. El sonido fue deficiente, alcanzando un
volumen más que estridente, los acoples eran constantes y Osvaldo
Civile tenía otro de sus usuales y eternos problemas con los equipos,
confundiéndose todo en una gran distorsión. V8 atravesaba por su
etapa más intensa, en la que por un lado se observaba el delirio y la
pasión que sentían sus seguidores, respondiendo con su presencia, en
cada uno de los sitios en que se presentaban. Y por el otro lado se
hallaban los músicos, muy jóvenes, quienes vivían ese momento,
inconcientes del poder de convocatoria con que contaban, rodeados
de una demasiado imperfecta organización. La personalidad y
temperamento de R. Iorio provocaban que viviera en constante
tensión, al sentir el peso de la responsabilidad toda en sí mismo.
Con Osvaldo Civile ya muy desganado, causando que repetidas veces
tuviese que ir a buscarlo para grabar, Gustavo Rowek a quien debían
asegurarle la "fiesta" para que se presentara en el estudio, y el "no
calentarse" general que se respiraba, el bajista llegó a pensar en un
momento de ese '84 en abandonar todo. Pero finalmente, el disco es
terminado el 30 de septiembre y ante la ansiosa espera de sus fans,
sale a la venta recién en marzo del '85. Publicitado como un festival
que se desarrollaría en Luján el 21, 22 y 23 de septiembre, con la
participación entre otros, de músicos como Spinetta, Lebón y L.
Nebbia tan reconocidos como V8 no lo era, se había organizado este
evento bajo la consigna de "Primer encuentro musical en libertad",
cuya magnitud no pudo superar el poder ejercido por la iglesia, que
prohibió su realización por considerarlo un espectáculo que atentaba
contra la moral y las buenas costumbres.

En el Micro estadio abierto de Atlanta, sito en la calle Humboldt, de


esta Capital, fue el siguiente espacio en que V8 se presentó el 30 de
septiembre, bajo la llamada organización "conciertos metálicos de
primavera" a cargo de Frank Lamota. Al principio este concierto se
había programado para llevarse a cabo el 21, pero debió suspenderse
una semana por las lluvias que como de costumbre coronaron ese
día. El festival se desarrolló en dos jornadas 29 y 30, iniciándose cada
uno al mediodía y finalizando alrededor de las 21:00. El viernes 29
contó con la participación de: Tonelada, 6L6, 100 DB, Súper Ratón,
Hangar, Bloke y como final Hellion. Este último grupo, exponente de
la banda inflada, con toda la publicidad a cuestas simbolizaba la
contrapartida de V8, que no contaba con ningún trabajo en difusión
que los avalara. Este fenómeno de bandas tan rimbombantes como
efímeras vieron su fugaz brillo gracias a que V8, indiscutiblemente la
punta del movimiento heavy argentino, abriendo la puerta de un
mercado que mas de un vivo quiso aprovechar, al ver la respuesta de
público que estos generaban. Pero lo que no pudieron prever estos
comerciantes, fue que justamente la falta de apoyo, fomentó en el
público seguidor de la banda un arraigo aún mayor a su espíritu, que
los llevó a que se afianzaran y aferraran muchísimo más. Los
seguidores de V8 eran los más rebeldes, los auténticos heavys
(aunque no llevasen una campera de cuero) que se sentían desde sus
raíces profundamente identificados con el grupo, al intuir que, dentro
de su ámbito musical, esta banda era tan segregada como ellos
mismos en sus trabajos, en la calle y hasta sus propias familias.
Sintiéndose atraídos a través del impulso de su música veloz y
contundente, y sobre todo por el contenido de sus letras, concurrían a
sus conciertos percibiendo que al reconocerlos, se "reconocían" a sí
mismos. Movidos por una cuestión eminentemente social, apoyaban a
una buena banda que veían les era muy duro al existir una mala onda
palpable, que partía de los personajes que están alrededor de los
músicos para ganar su billete a costa de la energía puesta en función
de la creación, explotando la inexperiencia y la ignorancia de cuatro
pibes que sólo querían tocar. Lo cierto es que Hellion, con todo el
circo a cuestas, cuidadosamente presentados, ofrecieron una imagen
tan prefabricada, que aquél 29/9, ni siquiera lograron la aceptación
fue tan elogioso, como lo permitió el pago que su productor efectuó a
la editorial correspondiente.

Al día siguiente, el festival continuó con la presencia de: Belcebú,


Väldragón, Nosferatu, Granmamuth, Dhak, 666, Thor y para el final, el
plato fuerte: V8.

Atlanta

Caída la noche, el público comenzó a reclamar repetidamente la


actuación del grupo, lejos de imaginarse el drama que vivían Iorio y
Civile (que inusualmente se encontraba desde temprano en el lugar),
al no aparecer ni Zamarbide ni Rowek. El tiempo pareció deformarse,
transcurriendo vertiginosamente ante la tremenda presión del
público, que pedía a gritos la presencia de V8. Detrás del escenario, la
situación era por demás difícil. Civile, muy alterado por sufrir
incertidumbre acerca del paradero de sus compañeros y tener que
esperar tantas horas el momento de tocar, experimentaba por
primera vez los nervios lógicos ante una situación en la cual
anteriormente no reparaba, al ser siempre protagonista de la misma.
Lamota decide entonces ganar tiempo mandando a alguien a hablar
con la gente, que reaccionó con violencia tirando al escenario toda
clase de elementos imaginables. Al rato sube Pappo, (quien se
hallaba presente como invitado de V8) intentando apaciguar los
ánimos pero tampoco tuvo éxito, retirándose en medio de una
silbatina general, coronada por el incesante clamor por V8.
Finalmente fue la presencia de Ricardo Iorio sobre el escenario lo que
serenó definitivamente a las huestes metálicas, quienes aceptaron
con respeto las disculpas del bajista por la demora, que ya rozaba las
dos horas. Esta comunicación entre el líder de V8 y el público, era una
constante en los conciertos y si en alguna ocasión Iorio no se
mostraba muy locuaz, mucha gente se retiraba lamentando la falta
de esa suerte de comunión mágica. Esa relación especial se basaba
fundamentalmente en el "dar la cara" que siempre sostuvo Iorio al
manifestar sus pensamientos, a través de los cuales la gente recibía
toda una ideología que, invariablemente contenía un mensaje
valedero y que luego volcaban en sus vidas e historias particulares.
Finalmente cuando Zamarbide y Rowek llegan a Atlanta, se desata
una severa discusión entre los músicos. Al término de su actuación y
aprovechando el estado de ánimo de los V8, Lamota se retiró
prometiendo al día siguiente comunicarse para efectuar al
rendimiento monetario. A los dos o tres días, no mediando noticias, M.
Tommy se presenta en su casa, Allí se encuentra con una
representación de Lamota planeada de ante mano con su familia,
quienes ofrecieron un cuadro lastimero urdido para que Tommy se
sintiera el peir mortal, mientras que en realidad sólo se trataba de lo
que por derecho le correspondía a la banda. De cualquier manera, a
pesar de la cantidad de público que asistió el concierto de Atlanta
pasó a ser una más de las actuaciones de V8 en las que al grupo
jamás vio una moneda. Al poco tiempo, la historia pirata de los
organizadores de la banda se repitió al llegar rumores que
aseguraban que Lamota se repitió al llegar rumores que aseguraban
que Lamota se encontraba en las playas Brasil, información que
confirmó Beto Zamarbide cuando en enero del ´85 se lo encontró en
Rock In Río.

La relación entre los miembros de V8 ya era muy tensa. Por otra


parte, la desorganización que envolvía a la banda, cuyo principal
responsable era Norberto "Boogie", causaban aún mayores roces
entre los músicos que se hallaban muy disconformes con el
desempeño de Galvano. Iorio estaba harto de "yugar" solo y verse
rodeado de tantos quilombos internos, aunque trataba de sobre llevar
esta situación conciente de todo lo que el sonidista había ayudado y
soportado a la banda, Pero más allá de la buena onda que siempre
tiró Boogie, de algún equipo o de las guitarras suyas que le prestó a
sus miembros, lo cierto es que Galvano recibía en cada show su pago
por la asistencia suministrada. El 19 y 20 de octubre se realiza Bloke-
V8-Pappo en el estadio de Obras Sanitarias, organizado por el dueño
de un boliche llamado Airport, Sr. Lucy. En un espacio que el viernes
estaba cubierto, pero el sábado se hallaba colmado, V8 se presentó
con notorias diferencias de sonido entre un día y otro. La primera
noche el grupo sonó bastante bien (teniendo en cuenta su calidad de
soporte) recibiendo una sincera ovación de parte de un público que
quedó más que satisfecho con su actuación. Pero al día siguiente la
actuación cambio bruscamente, derivando en un caos en el cual V8
sangraba cubierto por un halo de locuras, envidias, celos y
confusiones. En los primeros acordes de la banda, ya se percibían
evidentes inconvenientes en el sonido, que resultaba poco menos que
deplorable. Sorpresivamente al tercer o cuarto tema se produjo un
corte de electricidad en el escenario, provocando la obligada retirada
del grupo ante el malestar general de un público que se manifestó
abiertamente insatisfecho por su corta actuación. En medio de ese
nerviosismo, comienzan a circular insistentes rumores señalando la
existencia de un sabotaje a cargo de manos oscuras amparadas en el
anonimato, que habrían arrojado un vaso con liquido a los toma
corrientes del escenario. La situación que se vivía detrás del mismo,
previa y posteriormente a la fugaz actuación, avalaba el fundamento
de tales sospechas que adquirieron definitivamente mayor
consistencia al ostentar Norberto Napolitano durante todo su show un
sonido impecable. Si bien el grupo soporte normalmente no cuenta
con mucho brillo (en una especie de regla implícita sumamente
establecida) lo cierto acá es que a V8 no se le dio ni siquiera esa
posibilidad. La mayor parte del público no entendía todavía las
inevitables limitaciones que una banda telonera debía sufrir. Ahora
bien, lo inexplicable (por lo menos si no se trata de una expresa mala
disposición) es que una revista como Metal, con pretensiones de
medio especializado, no tuviese conocimiento de esto, al publicar el
comentario del concierto utilizando la insuficiencia del sonido, como
parámetro para juzgar la calidad de los músicos.

En Obras Blóke - V8 y Pappo, Arriba el día viernes y abajo el día


Sábado
Cuando volvieron, muy alterados, a los camarines, se desató un
verdadero quilombo entre los amigos de los músicos, las novias de los
mismos y las amigas de éstas. Fomentado por un espíritu destructivo,
que aportó para el descontrol de los músicos en un momento en el
cual se imponía lo contrario, todo culminó en una tuertísima discusión
entre Iorio y Civile, siendo ya una realidad la primer gran fractura
entre los miembros de esa formación. Esta discusión alcanzó tal
magnitud que trascendió el sector privado, al ser testigos de este
enfrentamiento algunas personas del público, llegando incluso a oídos
de la revista Metal, que rápidamente y sin desaprovechar semejante
oportunidad, se hace eco de tal noticia publicando un comentario al
respecto. Esta disputa (sumada a todas las ocurridas a lo largo de
este año, especialmente a las gestadas durante la grabación del 2°
L.P.) derivó en que los restantes miembros de V8 estuviesen de
acuerdo en buscar un reemplazante de Civile. Con este objetivo
intentaron contactarse con Ricardo Mollo de quien Iorio tenía buen
concepto, pero esto no llega a concretarse ya que el guitarrista había
ingresado por esos días a Sumo. A la semana siguiente las aguas
vuelven a una aparente tranquilidad al concurrir Civile al ensayo, con
visibles diferencias en cuanto a su comportamiento y su actitud en
general.

Efectuando su tercer doblete V8 se presenta el viernes 4 de


noviembre, en Rafael Castillo y en Villa Fiorito. En las primeras horas
de la noche tocan en Midnight, show promovido por Tony Alderete.
Recreando películas del oeste en este caso, de la provincia de Bs. As.,
el entorno resultaba poco menos que indescriptible, pululando gente
mamada y personajes representativos de ese típico "antro". Ante ese
cuadro, ofrecen un show nuevamente al ras del piso, y el "loco"
Boogie aportó su infaltable cuota de humor al enviar a Goma-Goma
(personaje que se ligaba a los grupos con la característica que su
propio sobrenombre indica) a que constatara que el micrófono del
bombo funcionara correctamente. Iorio, incentivado por la vorágine
del show, le dio una patada en el culo que lo metió adentro del
bombo. La postura de Goma-Goma en el mismo repitiendo
incansablemente hola, hola, hola...! era una visión tan ridícula, que no
pudo menos que desatar la risa de todos los presentes.

Concluido el show de Rafael Castillo los V8 parten hacia Fiorito, donde


se presentan en Tívoli. Para esta ocasión el dueño de esta rockería,
llamado Cacho, había mandado a confeccionar dos muñequeras de
cuero con cruces de metal con la intención de sortearlas al día
siguiente, como medio de asegurarse la concurrencia de, al menos
una parte del público. Al promediar la actuación de V8, este hombre
sube al escenario, como estaba convenido, para informarle a la gente
de tal sorteo, pero lo que aparentaba ser tarea fácil se complicó
cuando Zamarbide se niega a entregarle las muñequeras, jodiéndolo
y provocando que Cacho quisiera poco menos que desaparecer ante
el papelón que estaba pasando. Aunque a decir verdad la mayor
parte de los asistentes ni se enteraron de lo que se trataba, pues se
encontraban desmayados en el suelo, saltándoles encima o bien
haciendo su historia, ya que hasta travestis "habitúes" se podían
observar en un lugar en el que todo valía.

En el último mes del año Tony Alderete y Norberto Galvano organizan


un show en el club Huracán de San Justo. La desorganización en la
que estaba inmersa V8, cada vez más caótica, se evidenció como
nunca en esta ocasión, al arribar el sonido mas tarde que lo de
costumbre, lo que ya es mucho decir. Pese a que una semana antes
Galvano le había prometido a Iorio llevar unas buenas luces, esa
noche se presentó con dos reflectores de automotor, como toda la
iluminación. Por otra parte la policía adoptó un papel protagónico, en
una noche de concierto en la cual sólo la música debería haberse
destacado. Los más fanáticos, que desde horas tempranas se
hallaban firmes en la vereda fueron llevados presos denunciados por
la comisión directiva del club. Haciéndose presentes los efectivos
portando un colectivo, el destino de estos chicos que sólo pretendían
ver a V8 fue un sucio calabozo en un recinto policial de las
inmediaciones. Recordando una película épica, la policía cercó el
lugar por medio de un cordón formado por doscientos canas armados
hasta con escudos dando un espectáculo asquerosamente incitante a
la violencia. En un momento de esa intrincada noche, el show corrió
riesgos de suspenderse, Unos policías mantenían a un par de chicos
muy jóvenes tirados en el piso presionando sus pechos con sus pies.
Esta escena provocó que el bajista incitara una fuerte discusión con
estos azulados, llegando incluso a no querer tocar frente a estas
condiciones, pero finalmente desiste ante las palabras de Marcelo
Tommy quien le recuerda que la cantidad de gente que ya había
entrado merecía la actuación de sobre todo al haber tenido en primer
lugar que evadir la represión policial y luego soportar que les quitaran
los cintos, las muñequeras, los anillos, las camperas y todo lo que
llevase metal. Estas amontonadas cosas fueron detrás de la puerta y
por supuesto, al término del concierto la repartija fue más que
despareja. Todo lo anteriormente descripto generó en el sentir del
público tanta bronca e impotencia que acertadamente eligieron
canalizarla a través de un "pogo" verdaderamente arrollador, cuya
energía llegó arriba del escenario provocando que Iorio sumamente
nervioso respirara profundamente al advertir que después de todo,
nada era en vano. Antes que el año finalice el grupo se presenta en el
club Juventud Unida de Lavallor, ubicado sobre la avenida Antártida
Argentina frente a la entrada de la fábrica Palmolive, a cuatrocientos
metros del Camino de Cintura. Con esta presentación volvían a
asomar por la zona sur y aunque el desgaste del grupo ya era
evidente, V8 brilló con su fuerza imponente sobre este escenario.
Este show, como el próximo fueron actuaciones negociadas por
Galvano, que nunca dejó de cobrar sus honorarios, aún cuando los
miembros de la agrupación (principales personajes de esta historia)
seguian sin ligar una moneda a pesar de provocar una movida
concurrencia que en aquellos tiempos, resultaba más que
considerable.

Año 1985

Luego del concierto de Lavallor el grupo entró en una etapa de


replegamiento, en la cual no ensayaban y prácticamente ni se veían.
Este período en el cual dominó el desgano se mantuvo hasta los
carnavales del ´85, cuando V8 reapareció nuevamente por la zona
sur, concretamente en Lanús. Mediante la organización de Marcelo
Tommy, la banda se presentó el sábado 6 de febrero en un bolichito
de la Avenida Pavón, y el escenario fue precariamente conformado
por 2 mesas de ping-pong colocadas sobre unos cajones de cerveza.
El grupo soporte fue Thor y la capacidad del lugar se vio sobrepasada,
siendo lo más relevante de esta ocasión que fue la última
presentación de V8 con Civile y Rowek.

Pocos días después Alberto Zamarbide y Gustavo Rowek viajan a


Brasil para presenciar el festival Rock In Río. La fractura interna del
grupo era crucial y notoria, resaltando abiertamente la falta de
homogeneidad entre los músicos quienes se encontraban ya lejos de
funcionar como un núcleo o algo semejante. A este desgaste
intrínseco se sumaron varios puntos en contra que son para destacar,
pues incentivaron aún más las confusiones y los enfrentamientos. Por
un lado, la tremenda desorganización que rodeaba al grupo,
amparada en el desgano y en el desinterés que emanaban de
Osvaldo Civile y G. Rowek, influía en que cada una de las
presentaciones de V8 fueran, al menos para Iorio y Zamarbide, una
maraña de agobiante tensión. Tal desbarajuste apunta como uno de
sus mentores a Norberto Galvano quien, aunque involuntariamente,
perjudicó mucho a la banda al no cumplir sus promesas a medida que
la misma fue creciendo, provocando que, de última, la valiosa ayuda
inicial que este ofreciera degenerara en una pasiva e inconciente
postura, que a lo único que aportó fue al entorpecimientos.
Lanús, ultima actuación con Civile y Roweck

Otro factor que influyó en el próximo paso de la agrupación, fue que


si bien en este país para un grupo pesado siempre fue difícil abrirse
paso (de eso V8 podía dar fiel testimonio) el año ´85 se mostraba más
que reticente en cuanto a conseguir lugares donde pudieran
presentarse grupos con estas características. Las puertas de todo
lugar apto para un recital se hallaban cerradas al metal, como trágica
consecuencia de la violencia que parecía haberse establecido en los
conciertos. En los sitios en los cuales V8 u otros grupos se habían
presentado era imposible volver, y en los que aún no habían sido
conquistados por el heavy, no había acceso al necesitarse que
estuviesen manejados por gente muy impávida y completamente
desinformada de esto, cosa extremadamente difícil de encontrar. El
gran problema de la violencia en los conciertos tenía su raíz en seres
que no se encontraban preparados para el abrupto crecimiento del
movimiento metálico argentino. Así, parte del público receptó y
canalizó equivocadamente la propuesta heavy, recurriendo a diversas
demostraciones de violencia bajo la creencia que de esta manera,
obtenían un "certificado" que los aprobaba como los más pesados.
Gastando primero el dinero que tenían en la esquina pagando unos
vinos sin rebelarse al comerciante ladrón, muchos exigía luego
prepotentemente entrar gratis al concierto. Aunque tal vez sin
saberlo, estos ocasionales pasajeros del metal destrozaron las
instalaciones de muchos sitios en los cuales V8 lograba ofrecer su
show a costa de muchas luchas, pagando para evitarles una
descontrolada represión policíaca sólo para después aún tener que
hacerse cargo de los destrozos provocados. Burlando la energía
invertida por los músicos, con los cuales ellos decían identificarse, se
fue distorsionando aquella legítima satisfacción del heavy que
fomentaba con su entrada, el futuro del metal en nuestro país.
Resulta muy importante señalar que esta confusión registra como
parte responsable a Riff, grupo en el cual los antecedentes musicales
de todos sus integrantes provenían del rock n´ roll y el blues
tradicional. Fue sólo una semana después de la chocante rebelde
presentación de V8 en el escenario del "B. A. Rock", criticada
amargamente por la prensa, que Riff, sin demoras echó mano a la
movida heavy que V8 se esforzaba por divulgar. Fue esa ocasión que
el grupo liderado por Pappo apareció en escena como nunca antes,
luciendo cuero, tachas y prendas negras de una tela semejante al
cuero, pero que por su liviana textura resultaba mucho más cómoda
para soportar los efectos de la elevada temperatura reinante. Esta
pose adoptada fue mostrada por la revista organizadora del evento
en su tapa y apoyada por la misma prensa que pocos días antes
había crucificado a V8. Dos años después, la prensa apañaba a Riff
defendiéndolo como "El máximo exponente del metal argentino" y le
cargaba a V8 la responsabilidad de todo acto violento ocurrido en
conciertos metálicos. A través de la legendaria trayectoria de Pappo
como músico, Riff contaba con la suficiente ventaja como para
disponer de una amplia difusión en distintos medios. Lejos de
aprovechar semejante posibilidad para beneficiar la movida heavy, en
realidad la perjudicó notablemente, retrasando la evolución y la
expansión de este género. Así, el líder de Riff aparecía regularmente
en programas televisivos y notas gráficas de variadas y distintas
propuestas, vendiendo un personaje "pesado" de utilería, a través del
cual incitaba a la violencia, en una actitud impulsada además por el
concepto de comercialización que tenía su productor, Mundi Epifanio.
Los metálicos más apasionados de entonces advertían la falsedad de
esta actitud, pero el común de la gente lamentablemente creyó en
este estúpido circo como molde representativo del heavy. Comos se
dice que todo cae bajo su propio peso es así como en diciembre del
´83 toda esa violencia impulsada por Riff, se vio en contra al
desatarse tal masacre en aquél concierto de este grupo en Ferro, que
determinó como única alternativa la separación de esta banda. A
pesar de esto la revista Metal seguiría disfrazando la realidad al
publicar un informe de lo acontecido en el ´84 exponiendo a Riff
como un grupo que "dejara un vacío difícil de llenar" y señalar "como
una consecuencia lógica que V8 se estancara haciendo de cada
recital una conformación de la falta de poder de convocatoria". En
honor a la verdad la única consecuencia lógica fue que en un grupo
como V8, fiel desde sus comienzos a una ideología auténtica y
profundamente rebelde pero sin incitación violenta, tuvo
forzadamente que hacerse cargo de la herencia maldita que le dejara
la bastarda incursión de Riff en esta movida. Profundamente
despreciable resulta entonces que precisamente esta revista, 3 años
después de la disolución de V8, publicara una síntesis de su historia
definiéndola como "la banda capital de nuestro heavy erguida en
pionera indiscutible de un género contestatario". Mucho más allá de
mis serias y conscientes dudas acerca de la sinceridad de este
concepto, decididamente fue demasiado tarde que la revista Metal se
acordara de reconocer la trascendencia e importancia de V8,
pretendiendo enarbolar la bandera de un grupo que jamás lo contó
entre sus filas.

Al regreso de Zamarbide y Rowek de Brasil, el grupo retoma su rutina


de ensayos impuntuales y despreocupados que extremaban el
aguante de Iorio, quien intentaba seguir firme pese a toda oposición.
La prensa los detestaba, los productores los despreciaban, los sitios
aptos para presentarse se negaban a conceder su espacio, en la
organización inherente al grupo reinaba el caos y las relaciones
internas se hallaban sumamente desgastadas. Como intento de
esquivar esta agobiante realidad, surge la idea de viajar a Brasil en la
búsqueda de nuevas posibilidades, incentivados por las noticias que
Zamarbide trajera a su regreso de Rock In Río. Con este objetivo
alimentado por dichos informes que señalaban la existencia en este
país, de un mercado propicio para la propuesta de V8, sus miembros
se abocaron a la tarea de conseguir el dinero necesario para
solventar los gastos del viaje. Así Osvaldo Civile, quien en su situación
personal ya se encontraba casado, mal vende su guitarra y parte
junto a su mujer, hacia la ciudad de Santos. Mientras tanto, Iorio
concretaba la venta de un vehículo con el que contaba, producto de
su trabajo en el Mercado de Abasto. Al concretarse con el sello
Umbral, informándole a Villanueva del inminente viaje, la producción
evidenció una vez más su parca fe en la obra de V8, al aportar
miserablemente con 6 discos de "un paso más en la batalla" y con 3
de "Luchando por el metal".

Resulta digno mencionar que en la falta de difusión que sufrió "Un


paso más...", emergieron oscuros intereses manejados por Mundi
Epifanio. Al fracasar en sucesivos intentos de posar sus siniestras
garras sobre V8, Mundi comenzó a trabajar con Los Violadores,
artistas del mismo sello. Así empezó a vincularse con Villanueva
(quien padecía serios trastornos depresivos) y rápidamente consiguió
obtener una creciente injerencia sobre el mismo. A través de este
poder, Mundi absorbió fondos del sello destinados a la difusión de sus
artistas, usándolos obviamente en la banda que el producía. Muchas
fueron entonces y posteriormente, las discusiones que mantuvieron
tanto Iorio como Zamarbide con el responsable del sello productor.
Ante el insistente reclamo de estos músicos en cuanto a la escasez de
difusión, siempre les ofrecían la misma explicación: "el sello no podía
invertir en un grupo que no vendía". Sin embargo, la realidad
demostraba lo contrario al agotarse la 2° placa de la banda poco
después de su aparición en las bateas. Aproximadamente en marzo
de este año, Umbral lanzó al mercado un LP bajo el nombre de
"Aleación", conteniendo temas de V8, Thor, Riff y Bloke. El sello
Umbral, que no se hallaba reconocido por la institución SADAIC,
nunca cumplió con el punto del contrato que establecía el pago de
regalías por la venta de discos.
Alrededor del 12 de marzo Iorio y Zamarbide emprendieron el viaje,
encontrándose en F. Lacroze cargados con un par de bolsos, una
guitarra criolla, un bajo Fender Jazz Bazz (en un estuche que por sus
dimensiones resultaba bastante aparatoso de acarrear), y una
guitarra Fender Bronco propiedad de Marcelo Tommy, destinada a
cubrir las necesidades de O. Civile. En principio el primer tramo del
viaje estaba planeado efectuarlo en tren pero por inconvenientes en
el servicio, la dirección de Ferrocarriles Argentinos dispuso un micro
para trasladar a los pasajeros hasta la ciudad de empedrado, en la
Prov. de Corrientes, donde abordaron un tren que los dejó a las 7:00
de la mañana en Santo Tomé. Allí los sorprendió una de esas típicas
lluvias tropicales, empapándolos y ofreciendo una imagen poco
menos que alienígena para los nativos de esa zona, quienes
consternados los veían pasar con sus pantalones ajustados, sus pelos
largos y sus camperas de cuero. Intrigados por el estuche de bajo
varios fueron los que les preguntaron que llevaba adentro,
imaginando que se trataba de un piano. Por supuesto que semejante
conmoción no se les escapó a las autoridades del control militar,
quienes hostigaron a Iorio y a Zamarbide con una requisa mas que
exhaustiva y un interrogatorio más extenso que de costumbre. Al
hallarse demorados mientras el resto de los pasajeros cruzaban la
frontera sin inconvenientes sucedió que unos milicos argentinos, no
satisfechos aún, quisieron comprobar la legitimidad de sus
nacionalidades, izando bajo la torrencial lluvia una bandera argentina
escudriñando los rostros de los músicos. Advirtiendo en esta
maniobra Ricardo y Beto rápidamente se pusieron firmes
exteriorizando tal patriotismo que logró convencerlos, quienes
finalmente los dejaron pasar. Tras abordar la lancha que cruzaba al
país vecino a través del río Uruguay se bajaron en S. Borja, donde
inmediatamente advirtieron la diferencia en cuanto al concepto de lo
que significaba ser un músico. En este pueblo fronterizo degustaron
unas cervezas y comieron pescado frito, mientras escuchaban en un
precario pasadiscos "Un paso más en la batalla". Ya en la Rodoviaria
(Terminal) de S. Borja sacaron pasajes para un micro que los llevaría
a S. Pablo, pero frente a la ansiedad de llegar y pensando que el
cambio resultaría beneficioso para la banda, aguardaron la salida del
micro brindando con más de una Caipirinha. Al rato advirtieron que
habían perdido el micro, por lo que se vieron obligados a abordar otro
de inferiores características, en el cual nuevamente causaron el
asombro de la gente que viajaba portando los más increíbles bártulos.
Horas después en una parada en la ruta alcanzaron el micro perdido,
llegando a la ciudad de San Pablo desde donde se trasladan
inmediatamente a la ciudad de Santos, en la que se encontraba
Osvaldo Civile. La desilusión pintó ni bien llegaron, al constatar que
no se trataba de una ciudad donde el rock pareciera haberse
implantado. Al cabo de una semana, la convivencia en el
departamento era intolerable. Levantándose a horas muy tempranas
Iorio y Zamarbide ganaban con extensas recorridas las calles de
Santos mientras aguardaban esperanzados que la llegada de G.
Rowek cambiara un poco la situación. Pero Rowek arribó con varios
amigos suyos y la tensión se tornó asfixiante sobre todo para Iorio
quien habiendo proclamado "basta de hippies" advertía que ese
entorno no se diferenciaba de la hipponada que tanto despreciaba.
Lejos de aparecer la concientización y el dinamismo que se esperaba
al finalmente encontrarse los cuatro miembros reunidos, crudamente
se evidenció que el cambio no debía partir de la geografía sino de las
personas, como única opción para que la cosa pueda seguir. En el
transcurso de las caminatas compartidas Iorio y Zamarbide charlaron
mucho sobre el destino de V8, y fue así que para evitar que les
pasara en ese país lo mismo que les ocurría en el suyo, una mañana
simplemente se marcharon, sin entrar en discusiones y sin mediar la
voluntad de Civile o Rowek en tratar de impedirlo. Se había llegado a
un punto en que las relaciones personales entre los cuatro ya no
funcionaban de ninguna manera, siendo a todas las luces una
realidad que aquella afinidad que en algún momento fuera posible,
estaba irremediablemente perdida. La desgastada relación y la
inexistente intención de trabajar duramente no se adecuaban al
proyecto de abrir un nuevo camino para el grupo. En un país donde
todo estaba por hacer ya que si V8 se presentaba debía hacerlo
desde abajo comenzando de nuevo, esto representaba un desafío al
que ni Civile ni Rowek estaban dispuestos a afrontar. Particularmente,
Iorio consideró que no podía desperdiciar la energía invertida en esta
historia a través de mas de 6 años de lucha.

Con esta decisión tomada, el cantante y el bajista de V8 partieron


rumbo a Sao Paulo, donde rápidamente se conectaron con otros
músicos que conocían las obras de V8 como Junior Costello, que fuera
batero de un grupo llamado Patrullas del Espacio, con varios discos
editados. Junior les presentó a un amigo suyo que generosamente les
brindó hospedaje en su casa durante las dos semanas que estuvieron
allí. En S. Paulo se percataron de que había muchas posibilidades de
tocar, ya que V8 era muy conocido allá, donde prácticamente no
existían grupos brasileros que canalizaran acertadamente la demanda
del gran caudal de gente metálica que poblara esa gigantesca
metrópoli. Al identificarse como miembros de V8 en sus recorridas por
las disquerías del micro centro, Iorio y Zamarbide contaban sólo con
sus propias autoridades para manifestarlo, escasamente avalados por
los tres discos que aún conservaban del ínfimo apoyo del sello
Umbral. Velozmente, los dueños de las disquerías les proponían
trocarles dos discos importados de edición brasileña por uno de V8 en
Brasil, aquí va una anécdota entre tantas otras que por si misma
conforma tal aseveración. Cierta tarde, en la que Beto y Ricardo
viajaban en el metro junto a sus instrumentos, un pibe llevaba una
carpeta con el logo de V8 en la tapa. Superada la emoción que
primeramente los embargó se presentaron frente a la incrédula
mirada del brasileño, quizás porque para él en aquellos momentos
era algo similar a que nosotros nos encontráramos en un colectivo
con, por ejemplo, alguno de los grandes. Basados en la suposición de
que los miembros de V8 no podían viajar en metro, sino encontrarse
cómodamente alojados en un hotel con un plantel de colaboradores
moviéndose alrededor, se hallaban también aquellas personas que,
sin esa infraestructura detrás que los respaldara, no se arriesgaban
aponer la plata necesaria para organizar un concierto. Aún así, a
través de una disquería les llegó una oferta que les proponía una
presentación en un estadio de futbol junto a otros grupos brasileños.
Pero para llegar a esto, debían ir a buscar a Santos a los dos recientes
ex integrantes, bancarse y bancarles los gastos de una permanencia
al menos de dos meses, y todo esto sin siquiera tener una mínima
seguridad de que llegado el momento de poner los huevos que la
garra de V8 requería, finalmente Civile y Rowek los pondrían. Otra
posibilidad que se les presentó fue que el amigo de Junior Costello
tenía un hermano que tocaba la guitarra, y en algún momento se
pensó en él como posible violero de la banda. Pero los ya escasos
fondos de Iorio y Zamarbide impulsaron la decisión de retornar a la
Argentina, rearmarse y volver luego a tocar a Brasil. Ya de vuelta, el
panorama se les presentó adverso, frenando el ímpetu que traían en
rearmar aceleradamente el grupo. No contando con un peso,
debieron como primera instancia comenzar a trabajar, para poder
recién entonces dedicarse a tal tarea.

La separación de Civile y Rowek tomó estado publico el 19 de abril,


fecha en la cual se presentó el grupo Quiet Riot en el Luna Park.
Hallándose esa noche presente, Zamarbide difundió la noticia ante la
cual la gente (lejos de conocer los tristes entretelones que
determinaron tal separación) se mostró interesada en saber,
fundamentalmente, si V8 continuaría su trayectoria. Desde aquél
primer conocimiento en Chacarita, de alguna manera siempre habían
luchado juntos en esta historia, por lo que a pesar de que las cosas se
mostraban más duras aún, la alianza Iorio-Zamarbide se mostró
nuevamente, otorgándoles la fuerza necesaria para afrontar ese difícil
momento. Así surgió la idea de poner dos guitarristas, como intento
de que homogéneamente evidenciaran una evolución que a las claras
justificara el cambio adoptado. De esta manera, se concentraron en la
búsqueda de dos guitarristas y de un batero que tocara con dos
bombos. En alguna ocasión, Iorio había presenciado un show de Punto
Rojo por lo que convocó a Walter Giardino, quien contaba con alguna
reputación como guitarrista, y a pesar de estar enrolado
específicamente en la corriente del Rock N´ Roll no escapó a la
tentación de formar parte de una banda tan particular como V8.
Zamarbide se hallaba unido por una relación de amistad con Miguel
Roldán, quien aceptó la convocatoria pese a sus firmes influencias de
bandas como Yes o Rush. Muchos fueron los bateros que probaron,
pero ninguno reunía las caprichosas condiciones que Giardino
requería. Finalmente a la presión ejercida por éste se integró Gustavo
Andino, baterista de Punto Rojo. Transformado en un quinteto,
comenzaron a ensayar, en la casa de Zamarbide, donde sin demoras
y más allá de la conveniente relación profesional surgieron los
primeros inevitables roces. La personalidad de Giardino fue
manifestándose progresivamente a medida que se transparentaban
sus soberbias intenciones de implantar en V8 sus propias
convicciones, acordes tal vez a su movida, pero que en esta historia
resultaban desubicadas.

Por otra parte, la postura de Andino rayaba la estupidez, ya que lejos


de actuar con modestia, se manejaba creyendo que le hacía un favor
a V8, a pesar de distar enormemente de responder con la garra que
el puesto requería, sin ser dueño de una trayectoria que lo avalara y
sobre todo, sin siquiera contar con su propio instrumento. En un
momento signado por el firme intento de alinear su historia, Iorio
soportaba estas nuevas presiones confinado en poder sobrellevarlas
lo suficiente, hasta tanto los nuevos integrantes se adaptaran
debidamente.

Entre los meses de julio y agosto, la banda se dedicó a ensayar y a


conceder entrevistas, en su mayoría procuradas por Marcelo Tommy,
quien ya se encontraba en el grupo colaborando con todo aquello que
éste necesitara. El 8 de septiembre del ´85 V8 reaparece en los
escenarios, presentándose en la Biblioteca Popular de Olivos con esta
formación: Iorio-Zamarbide-Roldán-Andino-Giardino. El receso
metálico que vivía ese año bajo la difícil situación económica del país,
el estancamiento y la chatura de las bandas nacionales, sumado a
que V8 reaparecía luego de un párate de 7 meses con interesantes
novedades en su plantel, fueron motivos que provocaron una enorme
movilización de gente que acudió a esta cita colmada de
expectativas. Superando ampliamente las esperanzas que albergaba
el grupo, la nutrida concurrencia obligó a efectuar dos funciones, con
un lleno total cada una. El sonido contratado era de primer nivel y el
grupo Tonelada actuó como soporte. Por estos días, la revista Riff
Raff, impulsada por sus periodistas Frank Blumetti y Daniel Ladich,
había lanzado y, y a color, el que fuera el único póster de V8 (durante
su existencia) que un medio sacara. Una vez tomadas las respectivas
fotos, respetuosamente le otorgaron a V8 la libertad de elegir la que
más les gustaba para la realización del mencionado póster.
Ejemplares de esta edición de Riff Raff junto a una cartilla
conteniendo datos personales e informativos de la nueva formación
de V8, se repartieron gratuitamente en la Biblioteca de Olivos. Cabe
acotar que Frank Blumetti fue el único de los que, trabajando en un
medio de comunicación afín a esta movida, apostó "en vida" a la obra
de V8 aportando al crecimiento del metal, y que hoy, casi 10 años
después, aún continúa transitando por el mismo camino. Este
concierto transcurrió sin mayores problemas, salvo algunos disturbios
producidos por el incontenible afán de ingresar al salón, cuya
capacidad (500 personas) rápidamente se encontró colmada. Una vez
anunciada la 2° función, lentamente volvió todo a la normalidad. La
respuesta del público en cuanto a los nuevos integrantes fue variada:
mientras algunos gritaban el nombre de Civile, otros afirmaban que
nunca V8 había sonado tan ajustadamente para lo cual
indudablemente pesó el buen sonido y las luces contratadas.

Una semana después, el sábado 14, la agrupación se presentó frente


a la estación Bernal, con la organización de Marcelo Tommy. El
soporte fue Kudo y la numerosa concurrencia pudo disfrutar de un
buen show, a pesar de que poco faltó para que se suspendiera, a raíz
de las quejas de los vecinos por los numerosos V8 que los metálicos
habían pintado en las paredes de las casas lindantes. Los ensayos
continuaron mientras Giardino insistía en incorporar a la banda
nuevas y personales propuestas, que no se adaptaban a la idea de
Iorio. Guiado por un extremo afán de estrellato, Giardino concurría a
los ensayos presentando temas con influencias clásicas,
caracterizándose por incluir larguísimos solos y poseer letras que, a
criterio de Iorio y Zamarbide, eran apropiadas para mentes infantiles.
Como Andino no poseía su propia batería, los primeros ensayos los
efectuaron con una bata que un pibe de V.Alsina había dejado al
probarse con anterioridad. Más tarde, ensayaban armando una
batería recolectando partes que numerosos amigos les prestaban,
tarea de la cual frente al desinterés de Andino, se encargaba Marcelo
Tommy y Ricardo Iorio.
El 6 de octubre V8 se presenta en el Teatro Ciudad de La Plata, con la
actuación como soporte del grupo local Genocidio. Este concierto fue
organizado por M. Tommy, con la colaboración de Ricardo Massei
(baterista de Genocidio), quien le presentó al dueño de este lugar que
funcionaba como discoteca, razón por la cual arreglaron para tocar un
día domingo. Si bien las lujosas características del teatro, con sus
alfombras, sus butacas y su excelente acústica, no concordaban con
la estructura de los sitios en los cuales habitualmente V8 se
presentaba, afortunadamente no hubo que lamentar disturbios, y los
platenses junto a los que se habían trasladado desde otros puntos, se
retiraron con la plena satisfacción de haber presenciado un magnifico
show.
El mes de octubre siguió su curso, mientras Iorio y Zamarbide
vislumbraban los problemas que se avecinaban. Pese a todo, V8
brindó nuevamente otro show sólo por no perjudicar aún mas al
grupo, cancelando presentaciones ya convenidas. Movidos por la
particular idea de Iorio, quien siempre consideró que tocando se
demostraba (sobre todo un grupo heavy) que estaba vivo y no era
sólo un disco, V8 continuó irrenunciablemente con su destino. Así, la
banda se presentó el 12 de noviembre en la esquina del sol, en el
barrio capitalino de Belgrano. La apertura estuvo a cargo del grupo
Mordaz, seguidamente V8 arrancó con su actuación, ante un recinto
colmado de espectadores.

Hacia el final del show, Iorio se sentó a un costado del escenario y


sintiéndose agotado intentó apoyarse estirándose hacia atrás,
cayendo en un pozo de 2 metros. Pese a las nefastas consecuencias
que los presentes temieron, el bajista se levantó prácticamente ileso
y el show concluyó con 2 temas como bises. Más tarde, en el camarín,
hartos ya de soportar continuas prepotencias de Gustavo Andino,
Iorio y Zamarbide consideraron que no se merecía la oportunidad de
estar en V8, desvinculándolo tajantemente. Un par de días después
Giardino arribó al ensayo en compañía de Gustavo Rowek, quien
exigió ganancias como condición para su reintegro en el grupo. Al
ensayo siguiente, la intención del guitarrista, querer ganar espacios
autoritariamente, se mostró crudamente, evidenciando lo inútil que
era esperar un poco de ubicación de su parte, Así, que el bajista y el
cantante debieron escarificarle que las decisiones relativas al grupo,
las tomaba ellos dos. Giardino no lo aceptó, olvidándose de que a un
grupo como V8, con tantas batallas libradas, se había sumado como
simple convocado, generándose una fuerte disputa tras lo cual se dio
por finalizado su fugaz paso por V8.

En la Esquina del Sol, última presentación con Giardino y Andino

Llegando a su fin el aguante de los padres de Zamarbide con los


ensayos, y viéndose seriamente amenazada la continuidad de los
mismos, Marcelo Tommy ofrece desinteresadamente su casa para
que los músicos dispusieran de ella para tal propósito. Se trasladan
entonces a Villa Ballester, donde inmediatamente, sin detener su
personalísima marcha, V8 integra a Adrián Cenci como baterista
(quien anteriormente ya había sido probado) y decide confiar en
Miguel Roldán como único guitarrista. Abocándose la banda sin más a
los ensayos, Iorio comienza a componer algunas letras que
posteriormente, conformarían el tercer trabajo discográfico del grupo.

Tres semanas después, exactamente el 20 de diciembre, V8


trasciende por 1° vez los límites de su provincia natal, presentándose
en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Cerca de 900 personas
concurrieron al teatro Lavarden, apoyando lo que fuera una
verdadera fiesta metálica, demostrando que con ganas y humildad,
las cosas sí podían salir bien. La noche se abrió con Ramet y siguió
con la actuación de Metallian, grupo con el cual V8 entabló una
relación de amistad a través de la cual buenas vivencias fueron
compartidas. Encarando positivamente la tarea, su organizador
Norberto Lombardi dispuso un micro para trasladar a los músicos y
sus colaboradores a esta ciudad, donde un opulento almuerzo los
esperaba. Muy satisfechos con el desempeño de Roldán y Cenci, la
voz y el bajo de V8 pudieron respirar la ansiada tranquilidad de que
les fuera esquiva con la anterior formación. Guardando en el recuerdo
de todos como un concierto trasparente, los músicos exteriorizaron
en su show la alegría que sentían por el buen momento que vivía el
grupo, y los presentes absorbieron esa renovada energía,
constituyendo verdaderamente un concierto inolvidable.
Teatro Lavardén, en la ciudad de Rosario

Finalizando el ´85 V8 se presentó el 29 de diciembre en la ex Esquina


del Sol, ubicada en Gurruchaga y Guatemala, Capital Federal, con la
actuación del grupo soporte Belcebú. En este lugar demasiado
reducido que se súper desbordó de gente, la banda ofreció su show
presentando algunos temas que formarían parte del tercer LP.
Nuevamente se sintieron conformes no sólo de como sonaban, sino
también de cómo funcionaban entre ellos mismos. Tanto Cenci como
Roldán demostraron que sabían mantener la real posición que debían,
respetando y valorando la posibilidad que se les brindaba de formar
parte de V8.

Año 1986

Anunciado un festival para el 6 de enero en el Club Deportivo de


Merlo, con la participación de V8, Los Violadores y Sumo, entre otros,
debió suspenderse a raíz de la pésima organización. Más de 1000
personas se convocaron en las primeras horas de la tarde, soportando
un calor agobiante incentivados por la opción de ver reunidos a tres
grupos que, aunque de distinta manera, llegaban mucho a la gente.
No se llegó a concretar pues sus organizadores (representantes del
grupo WC) no cumplieron con sus obligaciones pretendiendo llevar a
cabo esta movida con demasiada improvisación, no exenta de
oscuras intenciones, ya que en los afiches aparecía WC con letras de
mayores dimensiones que las de las primeras bandas participantes, lo
que luego increíblemente justificarían como un error de imprenta. No
contando con la seña requerida por los servicios de sonido e
iluminación ni con los permisos pertinentes, estos paracaidistas se
borraron, suspendiéndose el festival, lo que desenfreno la
intervención policíaca, que aprovechó la ocasión para llenar su
comisaría con mucha gente (ajena a esas maniobras) que fue
detenida.

V8 inauguró el ´86 ofreciendo un concierto el 18 de enero en Gracias


Nena, un boliche situado en la zona de Chacarita que funcionó pocos
meses y contaba con una capacidad aproximada de 500 personas.
Aquí la banda presentó temas como El fin de los incuos y La gran
ramera, mientras en los camarines se comenzaba a vivir los cambios
producidos por la creencia religiosa a la cual A. Zamarbide y M.
Roldán se habían recientemente volcado. En este mismo mes
arribaron al país los integrantes del grupo Vudú, provenientes del
Brasil, donde contaban con una considerable popularidad.

Actuación en Gracias Nena

Habiéndose concretado una sola de las 3 presentaciones prometidas,


y frente al abandono que sufrieran de parte del grupo que los trajera,
Dr. Jeckill, Marcelo Tommy les ofreció su casa para que parasen y
organizó un asado. Allí pudieron conocer a los V8, tal como era su
deseo, originándose un vínculo de solidaridad que aún hoy, estos
brasileros recuerdan con afecto.

El 8 de febrero la banda se presentó en Quilmes con la actuación


como soporte de Mark 1, grupo en el cual cantaba Claudio O´
CONNOR, posteriormente vocalista de Hermética. Los propietarios de
este lugar ubicado al lado del conocido Estadio Chico pero sin guardar
ninguna relación), propusieron comprarles el show por lo que, cuatro
días antes Tommy concurrió junto a Daniel Ladich para firmar el
correspondiente contrato y cobrar como seña el 50% de la modesta
suma requerida por el grupo, recibiendo un cheque. El día del show,
el flete de V8 paso a buscar a los Mark por su sala de ensayo,
partiendo todos juntos hacia el Salón de Quilmes. Aquí, en las charlas
con el público previas al concierto Zamarbide y Roldán comenzaron a
transmitir sus propias creencias religiosas, predicando el
evangelismo.

Alrededor de 400 personas pagaron para ver este concierto, en el


cual la entrega de la banda fue total, aunque no pudieron ver una
moneda, ya que al lunes siguiente intentando cobrar los dos cheques
recibidos, Tommy choca con la triste noticia de que estaban
denunciados por robo, Tras numerosos y fallidos reclamos de esta
gente con varias estafas en su haber, V8 nunca pudo cobrar la suma
adeudada.
Los meses siguientes transcurrieron sin mediar actuaciones o hechos
importantes que destacar, salvo que los ensayos del grupo
comenzaron a espaciarse, limitándose a los sábados por la tarde. Esto
se debió ya que, frente a los graves problemas económicos que
padecía Roldan (responsable de mantener su numerosa familia) y los
personales que atravesaba Zamarbide, ambos músicos optaron por
refugiarse en su fe religiosa, confiándose a la providencia del Señor.
Perdiéndose notablemente aquella gratificante comunicación lograda
en la sala Lavardén de Rosario, y aunque disconforme con los
cambios de sus compañeros, Iorio continuaba firme con su energía
componiendo nuevos temas, aún sabiendo que esta postura
evangélica resultaba una demora para los objetivos que
personalmente ansiaba en su carrera.

Grabación de "El fin de los inicuos"

Contando con nuevo material y con la intención de plantear la


posibilidad de editar un disco, el líder y el vocalista de V8 se
contactan con el sello Umbral, que ya se encontraba independizado
de la empresa Audio Magnética. Sin valorar su obra, pero con un
pleno conocimiento de la magnitud de la convocatoria del grupo,
Ramón Villanueva accede a tal proposición considerándola un
conveniente paso comercial. De esta manera, V8 ingresa en el mes
de septiembre al estudio Panda, dando inicio a la grabación del tercer
y último álbum: "El fin de los inicuos". Grabado en dieciséis canales
bajo la supervisión técnica de Peter Baleani, la producción ejecutiva
estuvo a cargo de Ramón Villanueva y la artística de Salvador
Belleone quien, aproximadamente un par de meses antes se había
involucrado con el sello, con intenciones (no del todo claras) de poner
una productora. En un principio el álbum se iba a titular "El vivo
sustento del inquisidor" según una idea de Iorio quien también había
realizado un dibujo alusivo como ilustración de tapa. Ante la oposición
de Zamarbide y Roldán, Finalmente se determinó que la misma se
conformaría de una pintura de Jérôme Bosch (1460-1516), incluida en
un libro que contenía sus obras, que años antes Iorio había adquirido
en una de aquellas peculiares exploraciones en busca de lo extraño
compartidas con el inolvidable "Chofa". A diferencia de las 300 horas
que demandó la descontrolada grabación de "Un paso mas...", la de
"EL fin de los inicuos" se produjo en un tiempo aproximado de
ochenta horas, obteniéndose un resultado superior. Ya encerrados en
el estudio, el fanatismo evangélico que experimentaban Zamarbide y
Roldán (ya que Cenci aún no intervenía) se evidenció crudamente,
hecho que sembró confusión en sus seguidores provocando que lo
denominaran "disco evangelista". Salvo Trágico Siglo, cuyo autor es
A. Zamarbide y el Salmo 58, extraído de la Biblia, adaptado a la
música compuesta por M. Roldán, el resto de los temas que
integraron este disco responden a la autoría de R. Iorio.. Si bien estas
letras presentaban un contenido espiritual (ya esbozado
anteriormente en temas como Deseando destruir y matar o Cautivos
del sistema), su autor los había creado intuido por el material literario
correspondiente al culto espiritista "Escuela Científica Basilio",
suministrado por los padres de Osvaldo Civile, quienes se
desempeñaban como directores de una de sus filiales. Estas ideas
fueron tildadas de brujerías, desvirtuando su significado y
condenadas por todos los inquisidores que, a lo largo de la historia
impusieron el oscurantismo, llámense católicos, judíos, testigos de
Jehová o evangelistas. Así R. Iorio en su calidad de autor, denuncia en
La gran ramera el engaño que esconde la Iglesia, en Ciega ambición
la falta de posibilidades que presenta el sistema , en El fin de los
inicuos el egoísmo que envuelve la ambición desmedida, en El vivo
sustento del inquisidor retrata las imposiciones ejercidas por las
instituciones religiosas, en Antes que los viejos reyes la gravísima
represión que los milicos llevaron a cabo enfermos de poder y en
Reina Ciega el rumbo que tomó la humanidad con su egoísmo.
Durante la grabación de “El fin de los inicuos”

Varias de estas letras sufrieron modificaciones efectuadas por


Zamarbide y Roldán, quienes se manifestaron disconformes con
determinadas palabras o frases usadas por Iorio, considerándolas
ofensivamente opuestas a la creencia religiosa que ellos profesaban.
Ajenos a esta realidad muchos fueron los fanáticos del grupo que se
confundieron, llevados principalmente por el cambio que Zamarbide y
Roldán demostraban públicamente en sus charlas evangélicas,
provocando que consideraran al bajista, en su condición de líder,
como responsable de esta etapa. Prueba evidente de que no fue así,
es la letra del tema que originalmente fuera compuesto por Iorio en el
´79 (poco después que junto al "Chofa" Moreno crearan V8) con el
nombre de Voy a enloquecer y que siete años mas tarde modificara A.
Zamarbide grabándose en El fin de los inicuos bajo el título No
enloqueceré. Influenciado profundamente por sus respetables, pero
aún así, muy personales creencias religiosas, el vocalista tergiversó
esencialmente el sentido ideado por su autor
Voy a enloquecer

Estoy muy cansado / Ya ni se que hacer / me parece que / voy a


enloquecer / Todo sigue igual / ó peor que ayer nunca paro de correr /
Ya no se quien soy / ya no se que hacer / solamente entiendo que / el
tiempo se va de mi / y se acaba infeliz / con este ardor no quiero
seguir.

No enloqueceré

Ya no estoy cansado / se muy bien que hacer / ahora lo comprendo /


no he de enloquecer / Nada sigue igual / ya murió el ayer / he parado
de correr / nada sigue igual / ya murió el ayer / ahora si entiendo
que / con la presencia de Dios aquí / mi alma no ha de morir / con
ningún temor / me han de confundir / Ahora si entiendo que / quien te
induce a evadir / es quien te ha de reprimir / con ese ardor no quiero
seguir.

Concluida la inserción de las bases y la guitarra, comenzó la tarea de


grabar las voces, etapa en la cual Iorio sintiéndose muy afectado por
el cambio que sufrió sobre todo este tema, optó por no concurrir al
estudio para así evitar las desgastantes discusiones generadas por la
densa película evangélica.

El 12 de septiembre V8 se presentó por segunda vez en la ciudad


santafesina de Rosario, con las actuaciones como soportes de las
bandas locales Kashat y Metallian. Nuevamente bajo la organización
de N. Lombardi, V8 ofreció un show en el club Unión y Progreso, que a
diferencia de la céntrica sala Lavardén se hallaba ubicado en los
suburbios de la ciudad. En esta ocasión se originaron problemas al
colarse por los techos varios de los presentes, provocando la
inmediata intervención de la policía. V8 resignó las exiguas ganancias
de este concierto como única y efectiva manera de frenar una
represión policial, que de lo contrario, hubiese sido muchísimo mas
grave. Privilegiadamente ajeno a estos entretelones el numeroso
público gozó de un buen concierto, que también contó con una
particular cuota de humor. Zamba, un personaje oriundo de Mendoza
estrechamente ligado al grupo, se había prestado a una locura de
Iorio quien un rato antes del show, lo disfrazó de Quasimodo
colocándole unos trapos en la espalda y una gruesa cadena alrededor
del cuello, de la cual colgaba un V8 gigante hecho de madera.
Promediando la actuación, Zamba subió al escenario conforme a su
personificación, pero poco después, al acercarse demasiado al público
culminó abajo del mismo, arrastrado por los enfervorizados heavys
que le arrancaron el ansiado trofeo que simbolizaba el V8 que llevaba
puesto. En octubre el grupo se dedicó a mezclar y ultimar los detalles
de "El fin de los inicuos" y el mes de noviembre transcurrió con
ensayos en los cuales invariablemente los buenos momentos que se
vivían culminaban abruptamente en densos sermones religiosos.

Conquistando un espacio en el cual, a pesar de estar abierto a


diferentes movidas subterráneas, no se habían presentado
anteriormente grupos metálicos, V8 ofreció un show en el Centro
Parakultural (ubicado en la calle Venezuela al 300, San Telmo); el
domingo 7 de diciembre siendo valedero mencionar que fue el grupo
que más conciertos realizó los días domingos en horarios vespertinos,
animándose a romper con la muerte que caracteriza a ese día,
recibiéndose una gratificante respuesta del público. Frente al
desinterés del sello Umral (a pesar de presentarse el tercer disco)
Marcelo Tommy se hizo cargo de la organización de este concierto,
venciendo los miedos que albergaban los responsables de este lugar.
Previamente a la actuación, en el camarín se vivían controvertidas
situaciones, generadas por quienes dieron grandes vuelcos en sus
vidas, obsesados por una extrema pasión cristiana. La cantidad de
público que asistió desbordó la capacidad del lugar y no faltaron los
que aprovecharon el caos reinante generando tremendas avalanchas
sobre la puerta de entrada. Iniciando el show, los que quedaron
afuera entraron por una ventana situada detrás del escenario,
arrancando violentamente las rejas y rompiendo la tubería del gas.
Seis años después consultado por el presente libro, Frank Blumetti
recuerda este concierto como descriptivo de la perjudicial confusión
imperante, a raíz de la cual esa noche en las paredes del parakultural,
se grabaron inscripciones manifestando un aguante a V7 hechas,
paradójicamente, con la sangre de los que fueron lastimados, quienes
al igual que todos habían acudido a esta cita metálica apoyando a su
banda más representativa.
Provocando la obligatoria retirada de quienes se hallaban con sus
novias, mujeres o hermanas, estos erróneos receptores del metal
fueron responsables de que los músicos tuvieran que expresar su arte
(comprimidos en un diminuto escenario) sumidos en el riesgo que
acarreaba tocar en medio de una asfixiante nube de gas, en la cual
nadie parecía reparar.

A pesar de los cuantiosos destrozos ocasionados de los cuales por


supuesto, el grupo tuvo que hacerse cargo monetariamente, por
primera vez en su trayectoria V8 tuvo ganancias, gracias a que contó
con una persona honesta a cargo de la boletería.
Presentación en el Centro Parakultural

Dos días después, Marcelo Tommy viajó a Sao Paulo, Brasil, donde se
conectó con A. Pirani, director de la revista Rock Brigade y dueño del
sello con el mismo nombre, quien le manifestó su interés en editar en
ese país, los tres trabajos discográficos de V8. De regreso a la
Argentina, Tommy presentó tal propuesta al sello Umbral, el cual
exigió por los derechos pertinentes una suma tan elevada, que
imposibilitaba su concreción. Reflexionando en el motivo por el cual
Umbral desaprovechó el conveniente negocio de tal oferta y
recordando la influencia que Mundi Epifanio ejercía sobre el enfermo
depresivo R. Villanueva, inevitablemente surge la sospecha de que,
aflorando viejos rencores, Mundi haya intervenido en esto,
demostrando una vez más su despreciable condición de rata humana.
De todas formas, a través de una carta confeccionada por R. Iorio
junto a M. Tommy enviada a Pirani, V8 se manifestó ajeno a la
respuesta del sello, lamentando que tal proyecto no se concretara.

Año 1987

El primer concierto que ofreció V8 en este año tuvo lugar en Nasack


Rock, Banfield, el 17 de Enero, organizado por Marcelo Tommy.
Situada en las cercanías de Villa FIorito esta típica rockería suburbana
fue colmada no solo por los cultores del heavy, sino para bailar rock
´n roll, quienes al comenzar el show se replegaron temerosos y
asombrados de su potencia, quedando sólo los heavys delante del
escenario.

A la semana siguiente V8 se presentó en Midnight, Rafael Castillo, en


el que fuera el único (de los muchos prometidos) concierto
organizado por Salvador Bellone. Pese a que el dueño de este boliche,
Tony Alderete, afirmara haberse ocupado convenientemente del tema
de la policía y Bellone lo garantizara, una feroz represión se llevó a
cabo aquel 24 de Enero, revelando que en realidad no se había
efectuado dichos arreglos. En las inmediaciones del boliche, los
police-man actuaron con alevosía, pegando y acosando a los heavys
que se acercaban. Promediando el show de V8, la policía ingresó al
boliche lanzando sustancias lacrimógenas, obligando a finalizarlo
frente a las nefastas consecuencias que sufrieron todos los presentes.
A la salida muchísima gente fue golpeada y detenida, resultando este
concierto un amargo y siniestro recuerdo guardado de esta manera
en la memoria de todos los presentes.

El 4 de julio V8 se presentó en Gasoline, un boliche situado en las


inmediaciones de la Av. Córdoba y Juan B. Justo.

La organización corrió por cuenta de un amigo de A. Zamarbide, un


tal Gustavo Almaraz, cuyo acercamiento produjo que la postura
evangélica de tres miembros de V8, alcanzara su mayor grado de
expresión. A través de su relación con el guitarrista y el cantante,
Almaraz ejerció paulatinamente, una poderosa influencia en los
mismos, con resultados negativos para la agrupación. Sus exaltados
elogios sembraron en las mentes de estos músicos soberbias ideas,
ajenas a la humilde realidad que, según era, vivía V8.

A través del trabajo de persuasión que elaboró M. Tommy, los


responsables de "Happy days" dejaron de lado sus miedos, abriendo
por primera vez sus puertas a una banda heavy. Ubicado en Condarco
al 1400 de esta Capital, V8 se presentó aquí el 13 de septiembre. Tras
su actuación, que transcurrió sin mediar hechos que destacar, el mal
momento lo vivieron aquellos que aguardaron para saludar a los
músicos. Acercándose para brindarles su aguante, estos heavys se
retiraron confundidos por las palabras de Roldán y Zamarbide,
quienes los inducían a que buscaran su salvación siguiendo el camino
del Señor, invitándolos a concurrir al templo que ellos frecuentaban.

Conjuntamente organizado por los municipios de las provincias de


Neuquén y Río Negro, durante 4 jornadas se realizó en Plotier "La 2da
fiesta del estudiante y la juventud", con la participación de numerosos
grupos de distintas corrientes musicales. Diferenciándose del resto de
los músicos que formaron parte de este evento por intermedio de las
maniobras de Mundi Epifanio, V8 fue convocado por Daniel Cristino,
cuyo interés por la banda partió de la demanda efectuada por los
heavys neuquinos. Bajo una organización inusualmente competente
que cubrió satisfactoriamente las necesidades de los músicos, se
presentó ante un público conformado por más de 6.000 personas,
siendo fervorosamente recibidos por la minoría que conformaban los
metálicos locales, y de otras provincias adyacentes. Profundamente
alucinados por la posibilidad de ver en vivo a una banda como V8 y
con la particular admiración que sienten los que se identifican a
distancia, esta actuación marcó un acontecimiento inolvidable para
aquellos que impulsaban la movida heavy desde esas tierras.
Inicialmente programado con una duración de 30 min., la
organización del evento se vio obligada a extender el show, frente a
la inesperada respuesta del público que, por primera vez, descubría a
la banda. Trascendiendo el estricto sector heavy, V8 despertó el
respeto y el entusiasmo general, que otros músicos comerciales
masivamente difundidos como Fricción, Mónica Posse o Suéter, no
pudieron conseguir. Recibiendo elogiosos comentarios de la prensa
los V8, junto a esos artistas, emprendieron el regreso, en el cual la
digna satisfacción que sentían aplastó, merecidamente, el desprecio y
la altanería que aquellos demostraran en el viaje de ida.

Ya para esta altura del año, los ensayos del grupo transcurrían
signados por interminables discusiones, cuya gravedad anunciaba el
inminente advertimiento de su fin. Varios fueron los seguidores que
tuvieron la posibilidad de presenciar el desarrollo de aquellos últimos
ensayos. Entre ellos me encuentro yo misma, lo que me permite dar
fiel testimonio de lo sucedido, y narrarlo conforme al amargo
recuerdo que, como tal, guardo de esta etapa. Consumidos por un
fanatismo ciego y destructivo, B. Zamarbide y M. Roldán hostigaban a
todo aquel que se resistiera a plegarse a su propuesta religiosa. De
esta manera muchos pibes que habían estado siempre junto al grupo,
colaborando en infinidad de oportunidades en lo que se necesitara,
recibieron inmerecidamente chocantes agravios de parte de éstos.
Progresivamente fueron llegando a un punto irracional en el cual, por
ejemplo, M. Tommy (a pesar de estar en su propia casa) no podía
usar ciertas remeras o escuchar determinados grupos tipo Venom, o
el mismo Iorio (siendo no sólo el fundador sino además el motor
generador de la enérgica obra de V8) no podía concurrir al ensayo
con algún libro de espiritismo sin que, inmediatamente fuera atacado
por los enfervorizados Roldán y Zamarbide, acusándolo de estar
poseído por el demonio. Invocando el nombre de Cristo, estos
miembros de V8 juzgaron simples e inofensivos hábitos de Iorio
(como la cerveza) condenándolos como terribles desviaciones,
creídos de hallarse impíos y salvos de todos sus pecados,
sencillamente por haber recibido el bautismo. Ensañándose con
Tommy, B. Zamarbide y particularmente M. Roldán, dieron sobradas
muestras de poseer una enorme ingratitud al retribuir con hirientes
actitudes a la invalorable ayuda que el manager les brindara. El
incondicional aguante de Marcelo Tommy merece destacarse ya que
no sólo cedió su casa otorgándole al grupo un espacio donde ensayar
libremente, sin siquiera requerir un pago a cambio y haciéndose
cargo del consumo eléctrico, sino que además le facilitaba su
preciada guitarra a M. Roldán dado que éste carecía de su propio
instrumento, proporcionándole incluso las cuerdas. Tommy afrontaba
estos gastos con el magro sueldo que ganaba trabajando día tras día,
pero su esfuerzo no fue reconocido por Zamarbide y Roldán quienes,
ante la exasperación de Iorio, atribuían todo lo recibido a la ayuda de
Cristo afirmando que era "El señor el que todo lo proveía". Víctimas
patéticas de un agudo lavado de cerebro, el cantante y el guitarrista
adoptaron una postura abiertamente en contra de M. Tommy,
presionando a R. Iorio para que lo destituyera del grupo,
argumentando que poseía el demonio en su cuerpo por lo que si
presencia representaba una influencia negativa para la banda. Pero
este reclamo escondía una segunda intención destinada a allanarle el
camino a G. Almaraz, poseedor del requisito básico exigido por
Roldán y Zamarbide: pertenecer al mismo credo. A raíz de todo lo
expuesto, en los ensayos del grupo se desataban violentos
enfrentamientos entre el bajista y el resto de los miembros.
"Transitando en el magro camino de la Fe, encuentro a mis hermanos
lejos de entender, que demoran el paso final de la era. Secretarios en
ideas sin razón, que ocultan lo cierto de nuestra existencia
hundiéndonos aún mas, en lo peor" Estas expresiones de R. Iorio
contenidas en "cautivos de un sistema", reflejan ajustadamente la
reflexión que le merecía esta etapa vivida, sin duda, la más densa de
la historia de V8. El bajista se oponía a "patear" a Marcelo Tommy,
conciente de la injusticia que significaba y no admitía que sus
costumbres fueran cuestionadas, precisamente, por quienes habían
protagonizado descontroles mucho más graves, rebelándose
enérgicamente a doblegarse a sus exigencias. La afectuosa amistad y
el respeto que Iorio sentía por Zamarbide, fue la única causa que
mantuvo a V8 de pie durante este año, esperando un cambio sin
pensar que el evangelismo de sus miembros ganaría terreno.

Alrededor de 500 personas asistieron al siguiente concierto de la


banda, que tuvo lugar en el estadio chico de Quilmes el viernes 9 de
Octubre, organizado por G. Almaraz.

Dos días después, V8 se presentó en Taiwán, reducto ubicado en


Chacabuco al 500, del barrio de San Telmo, mediante la organización
de Marcelo Tommy. En esta oportunidad se manifestó
elocuentemente el fanatismo cristiano de Zamarbide, Roldán y Cenci
quienes en los momentos previos al show, se dedicaron a predicar el
evangelio entre los presentes, invitándolos a sumárseles en sus rezos.
"Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen", exclamaban
refiriéndose a los más borrachos.
Si aún quedaban algunos que ignoraban el influjo religioso que
padecían estos músicos, ya nadie pudo dejar de advertirlo luego del
transcurso de esta actuación. Impulsado por su ferviente devoción,
entre temas Zamarbide repetía por el micrófono "Gracias al Señor".
En el momento culminante del show se arrodilló en el escenario
alzando los brazos, profiriendo alabanzas como "loado sea el Señor" y
"Gloria a Jesucristo", ante la aprobación de Roldán y Cenci y el terrible
malestar que, desde su fuerte oposición, Iorio debió soportar.
Adoptando una postura semejante a la que caracteriza a los típicos
pastores fanáticos, Alberto Zamarbide traicionó al espíritu de V8,
transformando el escenario en un púlpito y convirtiendo el show en
una mera excusa por la cual obtenía la oportunidad de encarnar el
personaje de "Salvador de la humanidad", patético reflejo de la
doctrina impuesta por esta institución religiosa. En medio de la
conmoción y la confusión general definitivamente arraigada en el
público, muchos fueron los seguidores que, tras presenciar un
espectáculo con un mensaje demasiado diferente al esperado, se
sintieron defraudados y lo exteriorizaron profiriéndole toda clase de
insultos, rechazando su postura evangelizadora con la misma energía
que anteriormente los había llevado a una profunda identificación con
el vocalista. Ya en los camarines, imperó un silencio por demás
elocuente y prácticamente sin mediar palabras, Ricardo Iorio se retiró
con la secreta convicción de que esta reveladora actuación en
Taiwán, había quebrantado irremediablemente el frágil lazo de
amistad que aún lo unía a Zamarbide y que había sostenido al grupo
hasta ese momento.

Al término de una semana en la cual los integrantes de la banda no


volvieron a verse, Ricardo Iorio rechazó una propuesta de Mundi
Epifanio, concerniente a un par de presentaciones en México cuya
producción, bajo el rótulo de "promocional" solo cubría los gastos de
la misma, aunque existen rumores que señalan una importante suma
de dinero en juego que habría despertado el interés de Epifanio y
provocando que, años después, siguiera lamentándose de su falta de
concreción. Cabe acotar que 4 años más tarde, Mundi maniobró (para
Halley Récords) la edición de "no se rindan", un compilado de las
obras discográficas de V8. Con motivo de este lanzamiento un medio
gráfico publicó un informe sobre el grupo conteniendo errores grosos,
entre los cuales, Mundi era presentado como "alguna vez productor
de V8" (cosa que jamás ocurrió al no permitirlo Iorio) y donde este
engendro ratonil declaraba incongruencias como que "más allá de la
cuota comercial, a diferencia de otros, él prefería hacer negocio con
lo que a él le gustaba (?) y por eso todos (??) los grandes grupos del
metal han pasado por sus manos en algún momento". Sin sucumbir a
la tentadora oportunidad de salir al exterior, y a pesar de lo
beneficioso que esto resultaba para la carrera de todo músico, Iorio
se negó a aceptar esta oferta. Buscando consenso Mundi se contactó
telefónicamente con Zamarbide, quien si se interesó vivamente por
esta propuesta, comunicándose de inmediato con el bajista para
tratar de convencerlo de realizar este viaje. Pero en la conversación
mantenida Iorio reafirmó su oposición de emprender la estafa que,
para él representaba ir a predicarles el evangelio a los mexicanos
llevándoles un mensaje que no encajaba, para nada, con la
información que tenían de la banda. Ante la insistencia de A.
Zamarbide se desata la tan postergada discusión, que concluye
cuando Ricardo Iorio manifiesta que no podía permitir más que
desvirtuaran el aguerrido sentimiento que había caracterizado a V8, y
así destruyeran la esencia de aquella primitiva idea que, allá por el
´79 le dio origen, concluyendo de esta manera la trayectoria del
grupo.

Tiempo después, utilizando el nombre de V8 A. Zamarbide, M. Roldán


y A. Cenci obtuvieron espacios en medios gráficos y radiales de esa
institución, según ellos dando testimonio del vuelco logrado en su
vida tras recibir el perdón. Muchos como estos, escucharon o leyeron
el nombre de V8 arrepentido de un pasado relacionado con
blasfemias, alcohol y drogas Considerando a Iorio como quien resistía
a Cristo en su vida, invitaban a la audiencia o al lector a tomar en
cuenta este hecho en sus oraciones para hacer posible su salvación.
No realizaron actuaciones, pero si se presentaron en varios templos
narrando en voz alta sus experiencias personales. Comprendiendo
que sin Iorio no había V8, posteriormente formaron un grupo con el
nombre de Logos. Para ese momento ya Ricardo Iorio presentaba
Hermética, G Rowek a Rata blanca y O. Civile a Horcas. Sin lugar a
dudas V8 fue el grupo fundamental de la historia del heavy en
nuestro país, por eso es bien recibido y reconocido por las nuevas
generaciones y coreado su nombre en todo concierto de su género.
"No murió, V8 no murió, V8 no murió, V8 no murió..."

Vivo está en el sentimiento de todo heavy argentino.

También podría gustarte