José María Aguedas Altamirano 2024.00
José María Aguedas Altamirano 2024.00
José María Aguedas Altamirano 2024.00
José María Arguedas, uno de los escritores más influyentes del siglo XX en Perú, sigue
siendo una figura central en el estudio de la literatura y la cultura andina. A través de su
rica y variada trayectoria literaria, Arguedas no solo capturó la esencia de la vida indígena,
sino que también abrió un espacio para la reflexión sobre la identidad multicultural del
Perú. En este ensayo, sostengo que la obra de José María Arguedas actúa como un
medio de resistencia cultural y de reivindicación de una identidad plural,
documentando la realidad de las comunidades indígenas peruanas con profunda
empatía y compromiso social. Al explorar las tensiones y complejidades de la identidad
peruana en un contexto de mestizaje y globalización, Arguedas ofrece una crítica aguda a
la explotación y opresión de los pueblos indígenas, reafirmando su importancia en la
literatura y la sociedad contemporánea.
José María Arguedas Nació un 18 de enero de 1911, el desde sus tres años tuvo que vivir
muy de cerca con los indígenas es por ello que plasma en sus obras como: Ríos
profundos (1958) y Agua (1935) sobre el maltrato que estos recibían por parte de los
hacendados, en estas narraciones hay noción de diversidad pero a la vez hostilidades y
discriminación, para él, el mestizaje estaba por encima de todo ya que buscaba una
equidad e igualdad entre todos los Peruanos; pero hasta ahora la gente hacendada suele
ser más beneficiada que los peruanos de la sierra, conocemos que Arguedas era mestiza,
pero vivió en dos mundos diferentes, siempre dando más interés por mundo andino.
José María Arguedas, una figura emblemática del indigenismo en la literatura peruana, no
solo escribió sobre los pueblos indígenas, sino que vivió y experimentó profundamente sus
culturas. Su estrecha relación con las comunidades indígenas y su defensa de sus
tradiciones y costumbres se reflejan en su obra literaria. Arguedas capturó la esencia de la
vida indígena peruana, documentando sus tradiciones, creencias y modos de vida con una
autenticidad inigualable. Sostengo que la obra de Arguedas no solo documenta la realidad
de las comunidades indígenas peruanas con profunda empatía y compromiso social, sino
que también actúa como un medio de resistencia cultural y de reivindicación de una
identidad plural. Arguedas creía fervientemente en la preservación de las tradiciones
indígenas, tal como lo evidencia su enfado cuando alguien intentaba modificar los
elementos culturales ya establecidos. Su primo lo describió como un acérrimo defensor de
la autenticidad cultural: "Mi primo era un aculturado, él gustaba que todas las prendas de
danza y representantes de la cultura estén conforme a su origen, si en una pollera había
bordado así debería quedar, él se enojaba mucho cuando alguien intentaba cambiar lo ya
traicionado. Él verdaderamente amaba al Perú" [Sucedió en Perú - 2012 – JMAA].
En sus entrevistas, Arguedas expresaba su amor por la diversidad del Perú y su gente.
Describió con detalle su recorrido por el país, desde los bosques hasta los caminos rurales
donde interactuaba con los indígenas y observaba su vida diaria: "No hay país más
diverso, más múltiple en variedad terrena y humana; todos los grados de calor y color de
amor y odio de símbolos utilizados e inspiradores; todo esto es el Perú, caminé por
bosques, por caminos donde los indios salían a los campos a pastar el ganado, donde los
niños corren por los campos tras las aves y pájaros".
La vida de Arguedas estuvo marcada por una profunda lucha interna, lo que finalmente lo
llevó a poner fin a su vida en 1969. Su última obra, "El zorro de arriba y el zorro de abajo",
quedó inconclusa al igual que su vida. En su carta de despedida, escribió: "Me retiro chora
- escribió - porque siento que ya no tengo energía e iluminación para seguir trabajando", lo
que dejó un vacío en el corazón de sus amigos y familiares. A pesar de su trágico final, el
legado de Arguedas perdura. Como señaló el crítico José Carlos Yrigoyen de El Comercio:
“La muerte de Arguedas cierra dolorosamente una puerta, pero a la vez se abren otras,
novedosas y sugestivas.” Esta afirmación destaca cómo, a través de su obra, Arguedas
continúa inspirando nuevas formas de pensar y de valorar la diversidad cultural peruana.
Por lo tanto, es esencial valorar su pensamiento y su contribución como un faro de
resistencia cultural y de reivindicación de una identidad múltiple y rica en matices.
Arguedas se plantea el desafío de cómo modernizarse sin que ello implique una perdida
Fundamental. Debía a ver una integración al Perú capaz de respetar la cosmovisión
indígena. Este desafío tenía un destino trágico en su abra, porque su visión del escritor
como mediador, alguien Capaz de usar la literatura como forma de conectarse las
divisiones internas, el mundo interior quechua del Perú como sociedad y un estado-nación
que hablan español, no terminaba en una suerte de sutura redentora. [Edmundo Paz
Soldán - escritor boliviano]
La obra de José María Arguedas nos permite comprender más a fondo la rica y compleja
realidad del Perú indígena. Interpretar y conocer sus obras es fundamental para apreciar
la diversidad cultural de nuestro país. Sus novelas, como "Los Ríos Profundos" y "Todas
las Sangres", reflejan una profunda conexión con las raíces indígenas y un compromiso
con la defensa de la identidad cultural andina.
"La tierra no se da por vencida, ni los ríos; siguen cantando y llenando de luz los
cerros."
Por otro lado, "Todas las Sangres" (1964) se centra en la penetración imperialista y el
problema de la modernización del mundo indígena. La novela comienza con el suicidio de
don Andrés Aragón de Peralta, simbolizando el fin del sistema feudal en Perú. La historia
de sus hijos, Fermín y Bruno, y el conflicto por la explotación de la mina Aparcora, refleja
las luchas internas y externas del país. Una frase reveladora es:
"En el Perú existen todas las sangres y todas luchan entre sí."
Esta declaración resalta el conflicto y la diversidad cultural de la nación. Arguedas utiliza
este concepto para ilustrar cómo la diversidad racial y cultural del Perú es a la vez una
fuente de riqueza y de conflicto. La novela critica la penetración de las empresas
transnacionales y el impacto negativo de la modernización forzada en las comunidades
indígenas. Arguedas muestra cómo estas dinámicas de poder afectan la vida de los
pueblos andinos, subrayando la necesidad de una integración más justa y equitativa de las
diversas culturas del país. A pesar de las críticas devastadoras que recibió en una mesa
redonda en 1965, que lo afectaron profundamente, "Todas las Sangres" sigue siendo una
obra crucial para entender la complejidad de la identidad peruana y los desafíos de la
modernización.
Se realizó una mesa redonda para discutir literatura y sociología esta se dedicó a la
discusión de la novela "Todas las Sangres” con la participación del mismo Arguedas, esto
estuvo conformada por intelectuales de la izquierda admiradores de Arguedas, todos
criticaron la obra porque habría en ella una versión distorsionada de la sociedad peruana,
comenzando con la descripción de una estructura de Castas que había desaparecido ya
hacía tiempo en el conjunto de la sierra peruana. Estas críticas Fueron devastadoras para
Arguedas, quien aquella misma noche escribió, según Vargas Llosa estas líneas
desgarradoras.
“... Casi demostrado por dos sabios sociólogos y un economista, [...], que mi libro Todas
las todas sangres es negativo para el país, no tengo nada que hacer ya en este mundo.
Mis Fuerzas han declinado creo que irremediablemente" (Vargas Llosa 1996, pp. 262-263)
(Mesa Redonda sobre “Todas las sangres” 23 de junio de 1965).
En "Yawar Fiesta", Arguedas utiliza la metáfora del toro y el cóndor para representar a los
hacendados y los indígenas respectivamente. Ambientada en la época de fiestas patrias
en Puquio, la novela describe los maltratos y el abandono que sufren los indígenas por
parte de las autoridades. A través de la descripción de la celebración de la Yawar Fiesta y
las complicaciones para realizarla, Arguedas destaca la ferocidad del gran toro Misitu y la
indiferencia de las autoridades hacia los indígenas. Una cita clave es:
Reafirmando mi posición; las obras de José María Arguedas son fundamentales para
entender las diferencias y similitudes entre los mundos andino y urbano en Perú. Su
narrativa destaca la riqueza cultural y las tensiones sociales del país, ofreciendo una visión
profunda y crítica de la identidad nacional. Arguedas nos invita a reflexionar sobre la
integración de nuestras raíces indígenas y la importancia de preservar y valorar nuestra
diversidad cultural. A través de su obra, Arguedas no solo documenta la realidad indígena
peruana, sino que también nos inspira a resistir y reivindicar nuestra identidad plural en un
mundo cada vez más globalizado.