DAMIAN CENTURION - Arena en El Ojo

Obra Protegida por el Registro “Arena en el Ojo”
de la Propiedad Intelectual del Autor de Damián Centurión
ARENA EN EL OJO
de Damián E. Centurión
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Para contactarte con el autor manda un mail a:
estebancentuok@gmail.com
PERSONAJES
EMILIO, inquilino del depto, padre gruñon, no le gusta la arena de la playa
VICTORIA esposa de Emilio, hace lo que puede para mantener la familia unida
MICHELLE hija adolescente de Emilio
CRISTIAN hijo de Emilio, obsesivo de la tecnologia
TONY, el otro inquilino del depto. Antiguo compañero de escuela de Victoria
RICHARD Hijo de Tony, jodón y enamorado de Michelle
RAFAEL, vecino, vendedor de churros, no pronuncia la RR
MARINA, vecina, hija de Rafael, estudiante gritona, estresada e irascible.
SINOPSIS
Una familia compuesta por padre, madre, hijo e hija, se van de vacaciones
a una casa en la playa. El odia la playa y todo lo relacionado, pero por
insistencia de su familia y la idea de descansar decide quedarse e intentar
disfrutar la estadía. Todo se torna de un color oscuro cuando llega a la
casa un padre soltero con su hijo, muy bohemios, agradables y
compañeros. Toda su familia empieza a sentir empatía por este dúo y
empiezan a compartir momentos… El padre gruñón no puede controlar sus
celos e intenta ponerse al ritmo de su familia y estos dos nuevos amigos,
generando así un sinfín de situaciones descabelladas, y bautizando a estas
vacaciones como “INOLVIDABLES”.
PRIMER ACTO
(La escena transcurre en un living playero, con una decoración playera y bohemia con
caracoles, imágenes de estatuillas marinas; un sillón de dos cuerpos en lo posible de
mimbre, un televisor en una esquina, barcito con botellas, un futtón, un cuadro de
“Poseidón, el Dios de los océanos”; una radio o equipo de música, en el fondo a un
costado hay una ventana que muestra una playa -en lo posible-).
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ESCENA I:
(ENTRAN VICTORIA, Y MICHELLE CON BOLSOS, MUY ENTUSIASMADAS,
SEGUIDAS DE CRISTIAN CON SU CELULAR)
VICTORIA: ¡No lo puedo creer!

VICTORIA: Este lugar es ….
MICHELLE: ¡Increíble!
CRISTIAN: ¿Habrá Wi-Fi?
VICTORIA: ¡Ay! Cris… deja ese teléfono un poco. (TOCANDO LA DECORACIÓN
DE LOS CARACOLES)
MICHELLE: (MIRADOPOR LA VENTANA) Mamá, mirá lo que es la vista… esto es
lo bueno de estar en un segundo piso… Yo te dije. Mira todas estas artesanías… son
preciosas.
VICTORIA: (ACERCÁNDOSE A LA VENTANA) Si. Elegimos la correcta. Es
hermoso… tenemos una vista privilegiada… mira lo que es…
CRISTIAN: Mamá, ¿no me das mi cargador?
VICTORIA: Pero dejá un poco la tecnología. Vinimos para pasar… ¿Y tu papá dónde
está?
CRISTIAN: No sé. Venía atrás nuestro.
MICHELLE: (MIRANDO POR LA VENTANA) De acá lo veo… está viniendo.
VICTORIA: (A CRISTIAN) ¿Te vas a pasar las veinticuatro horas del día metido con
ese teléfono?
CRISTIAN: No… las veinticuatro no. Tengo pensado dormir también, y eso va a
llevarme algunas horitas.
VICTORIA: Cristian, no vinimos de vacaciones para que te la pases todo el día
enganchado con ese aparatito.
MICHELLE: (SIGUE MIRANDO POR LA VENTANA) Cristian… ¡mirá lo que es
esto! Vení a mirar lo que es este paisaje…
CRISTIAN: (IRÓNICO) No, Gracias. Además, no puedo ir… porque si voy, corres
riesgo de caerte “accidentalmente” por esa ventana… y por tu culpa tendría que pasar
unos años en prisión, y no estoy dispuesto a pasar por eso… menos por vos.
MICHELLE: No te vendría mal pasar unos años en prisión… sería la única forma en
que puedas soltar el celular…
CRISTIAN: En la cárcel permiten los celulares. De ahí ordenan los robos y reparten
con los carceleros.
MICHELLE: Dale, vení. Mirá, sentí… (RESPIRANDO HONDO POR LA
VENTANA) Olé... Olé este aire de mar… aire tan puro. tan sano, tan libre de
contaminación, tan… (CARA DE ASCO REEBTINAMENTE) Pero que olor tan
horrible…
CRISTIAN: Ves, seguro es olor a pescado. Yo les dije por qué no íbamos a la sierra…
MICHELLE: Ay nene. Ahí hay olor a vacas y cerdos. ¡Qué asco! Voy a ver el baño.
(MICHELLE SALE. ENTRA EMILIO CARGADO CON MUCHOS BOLSOS,
TRANSPIRADO, MUY CANSADO Y AGITAD, CON LAS OJOTAS MAL
ENGANCHADAS EN LOS PIES Y SE LO VE ENOJADO)
EMILIO: ¡Ojotas del orto!
VICTORIA: Eso te pasa por comprarte las más baratas.
EMILIO: (IRÓNICO) ¡Gracias familia por ayudarme!... Total, no necesitaba ayuda con
los bolsos… no se vayan a molestar en agarrar cada uno su bolso como cualquier
familia normal. Encima el ascensor de porquería no anda. Habría que llamar al
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encargado que nos alquiló la casa para que lo solucione. No estoy dispuesto a pasar
quince días subiendo… ¿Qué es ese olor asqueroso?
CRISTIAN: Aire de mar. No hay que abrir la ventana. En la montaña no hubiera
pasado. (ENTRA MICHELLE CON UN DESODORANTE QUE CRISTIAN SE LO
SACA) Dame el desodorante que en el baño debe ser peor. (CRISTIAN SALE POR
BAÑO)
EMILIO: Pero estamos a acá y lo vamos a disfrutar como sea. Qué chico es esto.
VICTORIA: Si. En eso coincidimos. Pero en cuanto al lugar… ¡Amo el mar!. Michi,
Cristian, ayuden a su padre y lleven sus bolsos. Son dos dormitorios. Obviamente, el de
las cuchetas es el de ustedes.
MICHELLE: (TOMANDO SU BOLSO) Si… ¡y ya me cambio para ir a la playa!
Además quiero estrenar la malla que me regalaste ma.
VICTORIA: (AGARRANDO SU BOLSO) ¡Ay sí! Te va a quedar hermosa. Yo
también voy a estar de estreno. Quiero ir ya a la playa.
EMILIO: ¿Malla enteriza no? ¿Y no será cavada y de cinco números menos?
VICTORIA: ¡Ay no seas anticuado!
EMILIO: Pero Vicky, no podemos ir hoy a la playa. Recién llegamos. Tenemos que
organizarnos. Primero desarmar las valijas…
VICTORIA: Sos anticuado hasta para hablar …Bolsos, se dice “Bolsos”.
EMILIO: Si, bolsos que por la cantidad de ropa que trajeron parecen valijas, valijones.
Tenemos que hacer la listita del súper, ¿qué necesitamos? Porque no podemos comer
todos los días afuera… se nos va el presupuesto. Y no me vengas con cocinar todos los
días sería algo cansador… es más económico. ¡Ya se! Nos turnamos. Y, además,
también podríamos hacer un calendario con los días que vamos a estar acá y anotar lo
que vamos a hacer cada día, repartir las tareas diarias; que días vamos a ir la playa, que
espero por favor sea solo un par de veces. Vos sabes lo que detesto la arena. La verdad
no sé cómo me convencieron de venir a este lugar espantoso; era lo más económico por
la distancia, pero bueno, sacrificio… en el sacrificio está el ahorro. Y tres días
turnándonos para poder sacar los putos pasajes en tren… (VICTORIA LO MIRADA
FASTIDIOSA)
VICTORIA: ¿Podes dejar un poco de preocuparte por cosas que no son tan
importantes?
EMILIO: ¿Cosas que no son importantes?
VICTORIA: Si
EMILIO: ¿La comida no es importante?
VICTORIA: No dije eso. Lo que quiero decir es que no quiero que estés todas las
vacaciones con esa estructura que te caracteriza; o sea, relájate un poco. Ya vamos a ver
eso… ahora vamos a la playa. Me voy a cambiar.
EMILIO: Que horrible idea. ¿Y dejar todo acá desordenado?
VICTORIA: ¿Vas a estar con esta mala onda todas las vacaciones?
EMILIO: No es mala onda. Es sentido común Victoria.
VICTORIA: Tu sentido común no es tan común.
(ENTRAN MICHELLE CON UNA BIKINI PUESTA CON UN VESTIDO PLAYERO
O ALGUNA TRANSPARENCIA ENCIMA)
MICHELLE: Ma, ¿Cómo me queda?
EMILIO: ¡Michelle! ¿Qué es eso?
VICTORIA: Eso es tu hija creciendo.
MICHELLE: ¡Papá! ¡Tengo dieciocho años! Ya soy libre de hacer lo que quiera y
ponerme lo que quiera.
VICTORIA: Hija estás hermosa
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MICHELLE: Gracias ma. (ENTRA CRISTIAN QUE VIENE DEL BAÑO)

CRISTIAN: ¡Clausurado! Les recomiendo no entrar por un rato…
MICHELLE: Me voy ma. Te espero en la playa.
EMILIO: A ningún lado vas así vestida… tan… impúdicamente…
VICTORIA: (LO IGNORA) Nos vemos allá… ¿pero se pusieron protector?
CRISTIAN: Papá es el sobreprotector (MIENTRAS SE SIENTA CON SU
CELULAR)
VICTORIA: Pónganse protector y van a la playa.
MICHELLE: Si ma. (SALE A SU DORMITORIO)
EMILIO: Victoria ¿Cómo le vas a regalar una bikini tan…?
VICTORIA: ¿Qué tiene de malo?
EMILIO: ¡Todo! Se le ve todo… Todo tiene de malo… ¿vos querés que … le miren
el…?
VICTORIA: (SIN ENTENDER) ¿Qué? ¿Quién la va a mirar?
EMILIO: Ellos… los hombres.
VICTORIA: No podés ser tan celoso…
EMILIO: Ya bastante tengo con estar acá. Vos sabés que hubiera preferido mil veces
quedarnos en casa y disfrutar de nuestras vacaciones en casa. Tranquilo, con mi rutina,
de descanso, de paz. No hay mejor lugar para estar, que estar en casa.
VICTORIA: Pero relájate un poco. Estamos de vacaciones, en la playa.
EMILIO: Es que ese es uno de los problemas. No me gusta. La arena no sirve para
nada. Solo te ensucia y te incomoda. Y el mar es un asco… con esa agua salada… Que
si se quedara en su lugar no pasa nada. Pero no; las olas te tiran, te revuelcan y te hacen
tragar esa agua mugrienta y salada….
VICTORIA: ¡Bueno terminala! Ya me cansé de tu mala onda.
EMILIO: No es mala onda. Es lo que me pasa. Así lo siento.
VICTORIA: Y Así también me siento yo. ¡Cansada! Todo el viaje quejándote;
llegamos y aun así seguís gruñendo. Hacé lo que quieras. Si querés quedarte acá
encerrado en la casa sin hacer nada, aburrido y solo, hacelo. Nosotros vamos a salir,
pasarlo bien y disfrutar de nuestras vacaciones.
MICHELLE (EN OFF): Ma, no encuentro mi protector. ¿Te acordas donde lo
guardaste?
VICTORIA: Ahí voy… Me cansaste. (SALE POR DORMITORIO)
EMILIO: (QUEDA SOLO HABLANDO) ¡Hace lo que quieras! Hagan lo que quieran.
Yo voy a quedarme acá en la casa, que, por cierto, no es muy linda que digamos, pero
bueno, me voy a quedar acá. Disfrutando a mi manera. Sin tocar esa “mierda amarilla”.
Si. Dije mierda. Y amarilla… se te mete en todos los agujeros del cuerpo. Y Después
no sale. Tenés que bañarte dos o tres veces mínimo para sacarla de tu cuerpo y del pelo.
Y ni hablar de los bichos que viven en ella… Pulgas… garrapatas… esos cositos que se
te meten en el traste y no paras de rascarte… No… no me quiero ni imaginar el festín
que se deben hacer con todos los que se tiran en la arena. Y los perros haciendo sus
cosas y la gente tapándolo con la arena en lugar de levantarlo. Yo me quedo acá. Tengo
la tele, la barra, para hacerme algún traguito de algo, o tomarme un buen vino, aunque
no creo que haya nada bueno acá (MIRANDO LOS VINOS QUE HAY Y
ANALIZANDO. SACA UNO DE ELLOS Y LEE Y LO GUARDA) berreta…
(AGARRA OTRA BOTELLA) hay que tener mal gusto (LO GUARDA Y AGARRA
OTRA BOTELLA, ADMIRADO) “Torres” “Sangre de Toro”. No puedo creer que haya
uno de estos en esta bodeguita… de lo mejor que ha fabricado España. ¿Qué dice en
este letrero? (LEE) “Antes de tomar huélalo porque seguro es lo más parecido al
vinagre” (LO ABRE Y HUELE) ¡Por Dios! Con razón lo dejaron acá. (TOMA EL
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CONTROL DE LA TELE) ¡Vacaciones!… Creo que a esto sí podría llamarlo

“Vacaciones”. Si tan solo pudiera quedarme acá sentado, descansando, y mirando la tele
podría sobre llevarlo. ¿Dónde está la petaca que me traje? (BUSCA EN UNO DE LOS
BOLSONES Y LO ENCUENTRA) ¡Esto!… ¡Esto es vida!
ESCENA II:
(ENTRAN TONY y RICHARD RIENDO Y HACIENDO BARULLO CON SUS
MALETAS)
RICHARD: No viejo… ¿Le viste la cara?
TONY: Mas o menos. Si lo miraba a los ojos le largaba la carcajada ahí nomás.
RICHARD: (RIENDO) ¡Menos mal! Si te hubieras reído… (LO VE A EMILIO, QUE
LOS ESTA MIRANDO COMO ASUSTADO Y DECOLOCADO). ¡Hola! ¿Cómo
está?
EMILIO: (DESCOLOCADO) ¡Hola! Bien… ¿Y ustedes…?
TONY: (LO INTERRUMPE) ¿Qué tal, Señor? Usted debe ser el encargado… Nosotros
somos Tony, quien te habla y Richard, mi hijo. Un gusto conocerlo. Hablamos por
teléfono hace dos días, somos sus nuevos inquilinos.
EMILIO: (DESCOLOCADO) Nunca hablamos por teléfono… (SE DA CUENTA DE
LO QUE DIJO) ¿Qué? ¡No … yo soy el inquino…
RICHARD: (MIRANDO POR LA VENTNA) ¡Mirá pa! Mira lo que es esta vista, es
hermoso…
TONY: El departamento es hermoso. Tal como lo describió. Gracias por su confianza,
estuvimos buscando departamento mucho tiempo y no conseguíamos nada. Menos mal
que vimos su aviso en internet, sino estaríamos todavía en Buenos Aires, sufriendo el
calor húmedo que la caracteriza. Y cemento por todos lados.
RICHARD: Y nos estaríamos perdiendo de ver esta belleza… Viejo, vení a ver lo que
son esos bomboncitos que están tomando sol, te lo estás perdiendo.
TONY: Richi, compórtate que estamos frente al encargado. Disculpe, Señor… ¿Cómo
se llamaba?
EMILIO: Emilio… pero se equivoca… (SE ACERCA A LA VENTANA) Y esos dos
bomboncitos que está viendo son mis dos hijas… (VUELVE A MIRAR) No, no son
mis hijas
RICHARD: ¿Sus hijas están así de fuertes?
TONY: ¡Richard! Emilio… ¿Se llamaba Emilio, no? Bueno, Señor Emilio, disculpe a
mi hijo; hace mucho tiempo que no nos tomamos vacaciones, y está un poco “excitado”.
Por eso, si no le molesta me gustaría que arreglemos el tema de dinero en otro
momento, así nos podemos acomodar, desarmar los bolsos…
RICHARD: ¿¡Estás loco pa!? Vamos a la playa a ver minitas…
TONY: ¡Para un poco… las hormonas! ¿Vio? Están alborotadísimas… Como todos a
su edad…
EMILIO: No, espere un poco… me parece que está equivocado…
TONY: (MIENTRAS SE ACOMODA EN LA CASA) Richard, lleva la cerveza a la
heladera, ¿Dónde está la cocina? Llevalas que se van a calentar, y si la tomas así te vas a
agarrar un pedo de aquellos…
EMILIO: No a la cocina no… usted se equivoca…
TONY: ¡Ah…! ¡Pillín!… Usted quiere una cerveza.
RICHARD: (AGARRANDO LA BOTELLA DE VINO) No pa. Está tomando vino…
TONY: ¡Epa! Mezcla loca…
EMILIO: No. Le pido por favor que pare un momento…y me deje hablarle… Usted no
es de acá.
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TONY: Si lo se… por eso le iba preguntar si me podía dar alguna recomendación de
donde se come bien… que lugares hay…
RICHARD: Pa, ahora vamos a ir a la playa…
TONY: Si, pero para hacer en la semana… (ENTRA MICHELLE)
MICHELLE: Pa, ¿no me das la llave del auto que me olvide mis ojotas adentro?
(MICHELLE SE ACOMO EL PELO SEDUCTORAMENTE)
RICHARD: (QUEDA BOQUIABIERTO) ¡Bendita sean las creaciones del señor!
TONY: ¿Y desde cuando sos religioso vos?
RICHARD: Desde que los ángeles caminan por la tierra.
EMILIO: ¡Cómo!
TONY: Es que a veces se pone religioso. Desde chico lo hemos instruido por los
caminos del Señor. Cada tanto se me desvía… pero es un buen chico.
EMILIO: ¡No!… más respeto que esa señorita es mi hija.
RICHARD: ¡Santo creador!
TONY: ¡Terminala! Que si no te interno para monaguillo. Más respeto con la señorita.
MICHELLE: (SONROJADA) Pa, ¿quiénes son?
EMILIO: Eso mismo me estoy preguntando yo. (MICHELLE y RICHARD QUEDAN
EN UN COSTADO CHARLANDO Y COQUETEANDO EN SEGUNDO PLANO)
TONY: Los inquilinos.
EMILIO: No. Los inquilinos somos nosotros.
TONY: Pero no se puede ser propietario e inquilino de la misma vivienda al mismo
tiempo. Ah, ¿además de alquilar el departamento usted lo habita? No se preocupe que lo
vamos a cuidar.
EMILIO: Yo no soy el propietario. Yo soy un inquilino y vinimos a esta casa
asquerosa en este inmundo lugar a pasar unas horripilantes vacaciones con mi familia…
RICHARD: (A MICHELLE) ¿Está hablando de sus vacaciones o de la Colimba que
debe haber hecho?
MICHELLE: Papá es así, pero es bueno.
TONY: Está muy equivocado señor. (SACA LA BILLETERA Y SACA UN PAPEL)
Aquí tengo el comprobante del depósito que hice para alquilar este departamento. El
inquilino soy yo.
EMILIO: No Señor… (SACA SU BILLETERA Y SACA UN PAPEL) Este es el
comprobante del depósito que hice para alquilar este lugar… así que le voy a pedir que
por favor se retire.
TONY: Yo no voy a ir a ningún lado, aquí debe haber un mal entendido.
EMILIO: Uno muy malo. Voy a llamar ya mismo al propietario. Aguárdeme un
momento, y le pido por favor que no toque nada. (SACA SU CELULAR Y SE VA A
UN COSTADO A HABLAR POR EL CELULAR. ENTRA VICTORIA, PRECIOSA
Y LISTA PARA IR A LA PLAYA)
TONY: Hola.
VICTORIA: Hola, ¿Usted quién es? ¿El encargado?
TONY: No. Soy un inquilino de la casa como ustedes.
VICTORIA: ¿Cómo?
TONY: Si, parece ser que hubo algún tipo de malentendido… y nos alquilaron la casa a
los dos, al mismo tiempo. El señor lo está llamando para aclarar esta situación.
VICTORIA: ¡Uf! Qué problema.
TONY: ¿Y usted debe ser la hermana de la señorita no?
VICTORIA: (RIE SIMPATICAMENTE) Ay no, yo soy su madre.
TONY: ¿En serio? Seguramente habrá sido una mama muy joven. Entonces si usted es
su madre deduzco que es la esposa de…
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VICTORIA: Emilio. Él es mi esposo. Disculpe, le veo cara conocida…

TONY: Si… yo también. Me recordás a una compañera que tuve…
VICTORIA: Del Normal Cinco… ¿Vos sos…?
TONY: Antonio
VICTORIA: ¡Tony! ¡Tony León! …Yo soy…
TONY: Vicky… Victoria Del Valle.
VICTORIA: ¡Sí! Que pequeño es el mundo... Tanto tiempo. (LO SALUDA)
TONY: No puedo creer que haya pasado tanto tiempo…
VICTORIA: Mirate, estás igual…
TONY: Vos también….
EMILIO: (CORTA LA CMUNICACIÓN) ¡Maldito sea! ¿Para qué va a tener un
teléfono si no lo va a contestar? (VE A SU ESPOSA DÁNDOLE UN BESO A TONY)
¡Epa! ¿Qué pasa acá?
VICTORIA: Emilio, él es Antonio León. Mi compañero de la secundaria... No puedo
creer que nos hayamos reencontrado acá ¿No te habías ido a vivir a afuera?
TONY: Si. Pero volvimos a la ciudad hace cinco años aproximadamente…
EMILIO: Bueno pero que efusividad para charlar con un ex compañerito de la escuela.
VICTORIA: Es que éramos muy amigos… ¿Además que tiene de malo? Lo estaba
saludando normalmente, como dos amigos que se reencuentran. Pero que chico que es
el mundo… y, que coincidencia que justo nos encontremos acá, en la misma casa y en
estas circunstancias tan poco comunes.
TONY: La verdad que sí. Es increíble…
EMILIO: ¡Que amigos ni que ocho cuartos! Este señor es un “ocupador”.
RICHARD: Se dice “ocupa”
EMILIO: Eso también. Es un ocupa. Y este brivoncito también lo es… es un pequeño
“ocupita”. (SE PARA ENTRE MEDIO DE ÉL YMICHELLEY LOS SEPARA)
MICHELLE: ¡Papa!...
EMILIO: ¿Qué pasa? ¿Lo vas a defender ahora?
MICHELLE: Terminala papá. (ENTRA CRISTIAN)
CRISTIAN: Papa ¿No viste mi cargador? No lo encuentro en ningún lado. Y me quedé
sin batería.
EMILIO: Dejá de joder con ese aparato.
VICTORIA: Emilio esto que estás haciendo es un papelón. Hay que llamar al
encargado y listo. Basta de tanto escándalo. Yo me voy a la playa. Me cansé de
escucharte. Mil disculpas (A TONY Y RICHARD)
MICHELLE: Yo te acompaño ma… capaz cuando volvamos esté todo aclarado y pa
más tranquilo.
CRISTIAN: Yo voy a ver si compro un cargador porque me parece que lo dejé en casa
el mío. (SALEN VICTORIA, MICHELLE Y CRISTIAN)
RICHARD: Se pudrió el rancho…
EMILIO: Por culpa de ustedes. Bueno, vamos a llamar al encargado para solucionar
este gran inconveniente.
TONY: Disculpe si lo ofendimos señor Emilio. Y si, coincido en que hay que hablar
con el encargado. Lo dejo tranquilo mientras llama al encargado. Nosotros nos vamos
con mi hijo a la playa.
EMILIO: ¿Cómo?
TONY: Si. Tuvimos un viaje muy largo y no vemos la hora de pisar la arena. Y respirar
la frescura marítima.
EMILIO: (ENOJADO) Pero tenemos que hablar con el encargado.
TONY: Quizás cuando vuelva. Necesito un poco de playa. Vamos hijo.
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RICHARD: Si pa.
EMILIO: Pero ¡Espere! Ahí lo estoy llamando… ¿Van dejar todas sus cosas acá?
TONY: Bueno, no hay nada de valor. Además, tiene cara de honesto. Cuando volvemos
me cuenta que habló con él. (SALEN RICHARD y TONY)
EMILIO: (CON EL CELULAR EN LA MANO) Pero… Hijo de una gran siete… Pero
¡qué irresponsabilidad! ¡Miralo! Miralo como se va… ¿Cómo va a dejar todo así?…
Encima dejó todas las valijas acá tiradas… Y este desgraciado que no me atiende…
Me voy a volver loco. Me van a volver loco… Yo voy a terminar en un manicomio. Y
pensar que le dije a Victoria que nos quedemos en casa… pero no. Insistió en venir a
este infierno… ¡Emilio! ¡Emilio!… Tenés que calmarte y pensar en frío. Todo esto va a
tener una solución. No te tenés que estresar… (RESPIRA ONDO E INTENTA
CALMARSE, PERO SE ACUERDA) Ese enano desgraciado como la miraba a la
nena… y el otro, justo acá tenía que venir ese ex compañero de Vicky, ¡Que mala suerte
la mía! … ¡AH!... ¡Ya sé! Le tiro las maletas por la ventana. Esta casa la alquilé yo…
(AGARRA UNA DE LAS MALETAS Y SE ACERCA A LA VENTANA Y DE
REPENTE GOLPEAN LA PUERTA) ¡Ah! Fantástico. Ese debe ser el encargado que
nos viene a recibir… Un poco tarde pero bueno al menos vino. Al fin una bien. (SALE
POR ARCADA Y AL CABO DE UNOS SEGUNDOS VUELVE A ENTRAR
SEGUIDO DE RAFAEL QUIEN SOSTIENE UNA CANASTA)
ESCENA III
EMILIO: (SIENDO LO MÁS AMABLE QUE SU NOJO LE PERMITE) Que bueno

que vino señor encargado. Esto es una locura lo que está pasando acá. (SACANDO EL
COMPROBANTE DE SU BILLETERA) ¿Me recuerda su nombre por favor?
RAFAEL: Dígame Gafa nomás.
EMILIO: Como quiera, señor Gafa. Disculpe que no recuerde su nombre. Mire, yo soy
su inquilino, aquí tengo el comprobante de pago del depósito que le hice por el alquiler
del departamento por esta semana. Y ya hemos tenido bastantes problemas. Cómo, por
ejemplo, lo lejos que queda el estacionamiento, en la publicación no lo avisaban, y eso
es algo importante para avisar de antemano, me parece a mí; luego el ascensor no
funciona, y las escaleras tienen poca iluminación. El olor a pescado que asoma por la
ventana. Las botellas de vino, que tientan, pero están como parte de la decoración. Pero
estas son cosas secundarias, el problema mayor que estamos teniendo es que en la casa
hay otra persona que declara ser el inquilino de la casa también. (RAFAEL EMPIEZA
A ELONGAR SUS MUSCULOS Y SE LO VE DOLORIDO DE LA ESPALDA) Yo
no sé si habrá sido un error suyo o este señor se equivocó de dirección, pero el caso es
que, como verá, dejó todo su equipaje aquí en el living… (LO VE QUEJARSE DE
DOLOR DE ESPALDA) Disculpe, ¿Se siente bien?
RAFAEL: Si. Me duele un poco la espalda nomas; esta canasta es muy pesada. Igual
estoy bien. ¿No me da una bebida?
EMILIO: Si, como no… ya le traigo un vasito de agua.
RAFAEL: Disculpe, me apetece un buen vinito.
EMILIO: (DESCOLOCADO) Pero si tienen gusto a vinagre. Le puedo ofrecer un poco
de mi petaca.
RAFAEL: Por favog (LE SIRVE Y LO TOMA DE UN SAQUE HACIENDO
FONDO BLANCO). ¡Más!
EMILIO: (SORPRENDIDO) Como no… (LE SIRVE OTRA COPA Y VUELVE A
HACER FONDO BLANCO) Lo noto cansado. De todos modos, no me gustaría que nos
desviemos del tema principal. El otro inquilino
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RAFAEL: Más…. Si no es molestia.

EMILIO: No. Para nada. Pero me gustaría que podamos aclarar la situación. (ENTRA
VICTORIA)
VICTORIA: Hola, ¿cómo está?
RAFAEL: Muy bien bella dama. ¿Y usted?
VICTORIA: Bien.
EMILIO: ¡Bueno! ¿Alguien más le va a tirar los galgos a mi esposa?
VICTORIA: ¿Cómo?
EMILIO: Nada…
RAFAEL: Disculpe, ¿Dónde queda el baño?
EMILIO: Por ahí.
RAFAEL: Ya vuelvo. (SALE AL BAÑO)
VICTORIA: Veo que estás haciendo nuevos amigos.
EMILIO: No. Lo que menos quiero hacer es amigos.
VICTORIA: ¿Quién es?
EMILIO: El encargado. Así que voy a solucionar todo este problema, mientras que vos
y los chicos, se la pasan tonteando por ahí. Como siempre; yo soy el que tiene que
solucionar todo, nadie piensa en mí.
VICTORIA: Bueno, por lo visto, parece que tenés pensado seguir quejándote. Pará un
poco.
EMILIO: Y claro. Yo me ocupo de todo, pero a la vez soy el ogro. El que se queja. Me
la paso velando por mi familia, pensando en ustedes, en su bienestar, en todo. Accedí
venir a este lugar, en contra de mis gustos, solo porque ustedes insistían en que querían
venir a la playa. Pero nadie me consulto sobre lo que yo pensaba o quería.
VICTORIA: Si te consultamos. Pero vos siempre lo mismo. Siempre igual. Te querés
quedar en casa, aburrido, sin hacer nada. Y nosotros no, queremos disfrutar de un nuevo
lugar, de la playa. Cambiar la rutina de lo que hacemos todo el año, aunque sea por una
semana.
EMILIO: Ese es el punto. Yo no. No quiero cambiar mi rutina. Me gusta. Me siento
cómodo.
VICTORIA: Sos un egoísta. Porque yo sí quiero cambiar esa rutina. Me cansa, y es
muy desgastante hacer lo mismo todos los días.
EMILIO: Es bellísimo.
VICTORIA: Esta bien. Respeto lo que sentís., a pesar de no sentir igual a vos. Lo
único que te voy a pedir es que no me arruines las vacaciones, ni a mí, ni a los chicos.
Vos hace lo que quieras. Nosotros vinimos a pasarla bien. Y vos no dejas de tirar mala
onda desde que llegaste.
EMILIO: Para nada. Ustedes disfruten como quieran; yo voy a intentar disfrutar a mi
manera, en cuanto solucione lo del propietario y este gran mal entendido
VICTORIA: Como quieras, ¿Me podrías dar las llaves del auto? Porque dejé mi cartera
ahí, y necesito plata para comprar unas cosas preciosas que están vendiendo en la playa.
EMILIO: Si, pero no gastes, que todavía tenemos una semana más.
VICTORIA: ¡Emilio!
EMILIO: Está bien… disfruta. A tu manera. Pero se prudente (LE DA LAS LLAVES,
PERO LE CUESTA).
VICTORIA: Gracias. (SALE)
EMILIO: Así cualquiera disfruta. Denme plata para comprarme todo lo que quiera y
van a ver cómo me la paso con una sonrisa todas las vacaciones ¿Y este que no sale del
baño? Un tipo raro, el propietario (MIRA LA CANASTA) ¿Qué tendrá? (SACA LA
MANTA QUE TAPA EL CONTENIDO Y MIRA) Churros… (AGARRA UNO
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MIRANDO QUE NO SALGA RAFAEL DEL BAÑO, Y LO HUELE. RAFAEL SALE

DEL BAÑO Y LO VE A RAFAEL CON EL CHURRO EN LA MANO.
RAFAEL: Disculpe, ¿eso es uno de mis chugos? (NO LE SALE LA “R”)
EMILIO: Eh no… discúlpeme…si… de su canasta… solo me dio curiosidad… (LO
VUELVE A METER EN LA CANASTA Y LA VUELVE A TAPAR) ¿Cómo lo
llamó?
RAFAEL: ¿A qué cosa?
EMILIO: Lo que yo tenía en la mano.
RAFAEL: Chugo.
EMILIO: Churro.
RAFAEL: Pog eso… eso que tenía en la mano ega un chugo.
EMILIO: Ah. Si… por eso.
RAFAEL: (PATOTERO) ¿Tiene algún pgoblema?
EMILIO: No, no ningún problema.
RAFAEL: (MAS ENOJADO) ¡Pgoblema!
EMILIO: Problema
RAFAEL: Pgoblema.
EMILIO: Eso… pgoblema…. Y no. Está todo muy bien. No quise ofenderlo. Y le pido
disculpa si así lo hice.
RAFAEL: (SE PONE CONTENTO DE REPENTE) No; no se pgeocupe. Solo le estaba
haciendo una bgoma. (SE RIE FUERTE)
EMILIO: (SE RIE DE COMPROMISO PORQUE SE ASUSTO) Ah… que bueno. Me
gustaría que hablemos sobre el alquiler…
RAFAEL: Igual todavía tenemos un pgoblema.
EMILIO: ¿Cuál?
RAFAEL: El chugo.
EMILIO: Churro
RAFAEL: (FUERTE) ¡Chugo!
EMILIO: Claro… eso. ¿Y cuál es el problema?
RAFAEL: El pgoblema es que usted me tocó el chugo.
EMILIO: No yo no le toque nada…
RAFAEL: Si. Yo salí del baño y lo vi con el chugo en la mano.
EMILIO: Ah eso. Si. Le pido perdón por eso. Fue muy desubicado de mi parte.
RAFAEL: No se pgeocupe.. Lo pegdono.
EMILIO: Gracias.
RAFAEL: De nada. pego como vegá… ese chugo que usted agagó, es un chugo que no
voy a podeg vendeg.
EMILIO: No se preocupe. Yo se lo voy a pagar. (SACA SU BILLETERA) No sabía
que los vendía. ¿Cuánto es?
RAFAEL: Quinientos pesos cada uno.
EMILIO: ¡Epa! Un poco caro, ¿no le parece?
RAFAEL: No. No me pagece. Estos son chugos de pgimega calidad. Agtesanales.
Cuando lo coma me dice si le gustó.
EMILIO: (LE PAGA A DESGANO) Bueno, aquí tiene.
RAFAEL: Si, pego tenemos otga dificultad.
EMILIO: ¿Otra más?
RAFAEL: Si. Gesulta que usted volvió a poneg el chugo que usted tocó con sus manos
sucias de nuevo en la canasta. Y el chugo sucio se pegdió entre los chugos limpios. ¿No
ve?
EMILIO: Veo… pero bueno, tampoco tengo las manos sucias.
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RAFAEL: Yo no sé… no sé qué estagia haciendo con esas manos antes que yo llegue.
EMILIO: Estaba a punto de… (MIRA LAS MALETAS) Bueno no importa…
RAFAEL: Me va a teneg que pagag todos los chugos que tengo en la canasta.
EMILIO: ¿Qué?
RAFAEL: Clago. Es la única fogma de que nadie se coma ese chugo inmundo que
usted contaminó con esas manos sucias.
EMILIO: (PONIENDOSE NERVIOSO) No lo contaminé. Tengo las manos limpias.
RAFAEL: Eso no lo sé. Lo siento, pero va a teneg que quedagse con todos… y
pagaglos obviamente.
EMILIO: (CON MUCHO DESGANO) Saca un fajo… ¿Cuánto es?
RAFAEL: (HACE CALCULOS) Ayeg, déjeme cagculag… Dos y dos son cuatgo…
cuatgo y dos son seis… seis y dos son ocho… y ocho dieciséis…. Si. Ya lo tengo…
segian ocho mil cuatgocientos pesos.
EMILIO: ¿Qué? Usted es un ladgon…
RAFAEL: No. Soy un simple vendedog de chugos.
EMILIO: Un momento… Me vació la petaca. Quedaba tges cuagtos del total. La
petaca me salió seis mil pesos. Tges cuagtos de seis son cuatgo mil, así que ocho menos
cuatgo es cuatgo doscientos…
RAFAEL: Cegamos en cinco y quedamos a mano.
EMILIO: (LE PAGA Y SE QUEDA CON LA CANASTA) Más vale que me solucione
lo de la casa porque si no, vamos a tener un verdadero problema. Con erre.
RAFAEL: Pego paga eso va a teneg que hablag con el dueño de la casa.
EMILIO: Por eso, estoy hablando con usted.
RAFAEL: Ya veo. Pego usted debe hablag con el encaggado.
EMILIO: ¿No es usted el encargado?
RAFAEL: No. ¿Quién le dijo eso? Yo solo soy un humilde vendedog de chugos. Y
además su vecino.
EMILIO: Ah no. Yo lo voy a matar…
RAFAEL: ¿Al dueño?
EMILIO: No… ¡A usted! (LO EMPIEZA A CORRER POR LA CASA)
RAFAEL: No… espege un poco… cálmese…
EMILIO: ¡Calmarme mis polainas! ¡Devuélvame mi dinero!
RAFAEL: Lo siento no puedo haceg eso… no hay devolución…
EMILIO: ¡Venga para acá!
RAFAEL: No… pogque usted me quiege pegag.
EMILIO: (CASI DESQUISIADO) Esto era lo único que me faltaba…
RAFAEL: ¿Qué cosa? ¿Los chugos?
EMILIO: ¡No! ¡Usted! Usted era lo único que me faltaba… (BUSCA ALGUN
OBJETO PARA PEGARLE A RAFAEL, PERO NO ENCUENTRA NADA,
ENTONCES SE SACA UNA SANDALIA Y LA LEVANTA AMENAZANTE) ¡Vení!
¡Dale! Vení que no te voy a hacer nada.
RAFAEL: (ASUSTADO) Esto me lleva a los Gecuegdos de mi infancia…. Mi mamá
me decía lo mismo cuando me mandaba alguna…
EMILIO: ¡Que vengas!
RAFAEL: Ni mamado. Ya sé cómo tegmina esto si voy…
EMILIO: Lo voy a reventar…
RAFAEL: ¡No! ¡Cálmese un poco! (SALE CORRIENDO POR LA PUERTA Y LA
CANASTA QUEDA EN EL LIVING).
(EMILIO QUEDA CANSADO Y MUY ENOJADO EN MEDIO DE LA SALA)
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EMILIO: (GRITANDO) ¡Ya lo voy a agarrar! ¿Sabe lo que es usted?... ¡Usted es un

Chogo! ¡Digo, un Chorro! …(REFLEXIONA) No puede ser que exista gente así. Que
tipo aprovechador, por eso estamos como estamos, por gente como esta… (ENTRAN
VICTORIA Y SUS DOS HIJAS, QUE LO MIRAN A EMILIO, QUIEN NO LAS VE
AÚN) ¡No me puede estar pasando todo esto! Siento que todos los planetas se están
alineando con las estrellas con el único y mórbido fin de cagarme la vida… (SUSPIRA
Y LAS VE)
VICTORIA: Ok, vamos nena que tu padre sigue con la misma actitud.
EMILIO: (DESGASTADO) ¡No! ¡Esperen! No saben lo que pasó… (CON ENOJO)
¡Esta bien! Váyanse…. ¡Déjenme en paz! El único que soluciona las cosas acá soy yo…
ENTRA MARINA.
MARINA: ¡Permiso! Hola…
EMILIO: ¿Y vos quien sos?
MARINA: Marina… soy como la brisa marina, y vivo acá.
EMILIO: ¿Otro inquilino más? Dale, ponete cómoda. Total, donde comen dos comen
tres o seis o diez.
MARINA: ¿Qué?
EMILIO: Nada. Que ya somos demasiados inquilinos en esta casa.
MARINA: No. Yo no vivo acá… o sea, sí. Pero vivo al lado. Soy su vecina.
EMILIO: Ah. Disculpame. Es que estoy teniendo un día muy estresante.
MARINA: Si. Y justamente por eso vengo. Estoy aquí por estudios. Y resulta que en
dos días tengo un final muy importante, el cual tengo que aprobar si o sí. Lo cual
requiere mucha concentración. Resulta que desde que usted y su familia llegaron al
edificio hace un ratito, lo único que hago es escuchar sus gritos y barbaridades, y se
imaginará que así se hace muy difícil poder estudiar;
EMILIO: Disculpame, es que han pasado muchas cosas desde que llegamos y yo…
MARINA: No quiero oír una palabra más. Lo único que quiero decirle es que si llego a
desaprobar este parcial, vengo y te corto… las vacaciones…
EMILIO: Bueno, tampoco hay necesidad de cortar mis vacaciones. Porque en verdad
van a ser las vacaciones de ellos…
MARINA: ¡Basta! Dije ni una palabra más. ¿Quedo clarito?
EMILIO: Si.
MARINA: Bien. Adiós. (MARINA SALE)
EMILIO: Y sí. No podía ser algo bueno. ¿Algo más quiere pasarme?… (HABLA
PARA SI) Pero, si me pasan a mí estas cosas nomas. Igual si trato de ser positivo, la
tercera es la vencida. Eso quiere decir que lo próximo que me puede pasar tiene que ser
algo bueno, ¿no? Entonces (SACA SU CELULAR) Si lo llamo al encargado ahora, me
va a atender y va a solucionar mi problema. (LLAMA Y DESPUÉS DE UN TIEMPO
LE CONTESTAN) ¿Hola? ¿Hola, qué tal cómo está? …. ¡Uf! Qué bueno que me puedo
comunicar con usted… estuve toda la mañana tratando de hablarle… si, resulta que
estamos teniendo un grave problema… si… eh… no lo escuche bien… disculpe, ¿Cómo
dice?... No lo escucho…. (MIRA SU TELEFONO) No puede ser… (MIRA AL
FRENTE) ¡Me quedé sin batería! (APAGÓN)
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SEGUNDO ACTO
ESCENA I:
HAY UN GRAN DESSORDEN, ROPA TIRADA Y UNA MALETA ABIERTA.

EMILIO ESTÁ SENTADO EN EL SILLÓN COMIENDO UN CHURRO CON CARA
DESCONSLADA Y LA MIRADA PERDIDA. ENTRAN VICTORIA, MICHELLE y
CRISTIAN Y VEN TODO EL DESORDEN)
CRISTIAN: Parece que tuviste una tarde agitada pa.

MICHELLE: ¿Papá? ¿Una tarde agitada? Debe haber estado persiguiendo un
mosquito…
VICTORIA: ¿Emilio? ¿Qué hacés? ¿Qué es todo este desorden?
EMILIO: Estoy acá sentado. Comiéndome un churro.
VICTORIA: Ya veo… Seguro no hiciste nada y encima te quejas.
EMILIO: No, si la pasé genial. Me encajaron estos churros, no vino nadie, pude gritar a
mis ansias y vinieron nuestros huéspedes y me pidieron que les acomode la ropa. Justo
llegaron ustedes sino ya lo hubiera hecho. (CON ESPEANZAS RENOVADAS) Los
estaba esperando… Cristian… ¿Me prestás el cargador de tu celular por favor?
Urgente…
CRISTIAN: No puedo pa. Parece que me lo olvidé en Buenos Aires, en casa.
EMILIO: ¿En serio? Nunca te separás de tu teléfono… y si lo hacés nunca estás tan
tranquilo…
CRISTIAN: Si. Pero la verdad es que la pasamos tan bien que ni pensé en el celular. Y
me gustó. De hecho, no voy a tocar el celular hasta que terminen las vacaciones. Se lo
prometí a Tony. (TODOS LO CALLAN).
EMILIO: ¿A quién?
MICHELLE: (TRATA DE CAMBIAR EL TEMA) A nadie pa. (LO ABRAZA)
¡Cómo te extrañé!
EMILIO: Que cariñosa que estás. Pero ¿A quién le prometiste?
MICHELLE: (CAMBIANDO DE TEMA) ¡Papá! Qué egoísta… Esperaste a que nos
vayamos para comer churros.
EMILIO: No. Ahí tienen en la canasta si quieren. Hay muchos. Agarren los que
quieran.
CRISTIAN: ¿En serio?
VICTORIA: ¿Los compraste vos?
EMILIO: Si. Compré un par de churritos.
CRISTIAN: ¡Fa! ¡Hay un montón de churros!
EMILIO: Compartí con tus hermanas y no seas angurriento.
VICTORIA: ¿Emilio estás bien?
EMILIO: Si. Estoy fantástico. ¿No me ves? Encima, justo ahora que necesito de la
ayuda de este pibe, decide convertirse a la comunidad Amish y alejarse de la tecnología.
MICHELLE: ¿Para qué necesitas el cargador?
EMILIO: Para enredármelo al cuello y ajustar. ¿Para qué lo voy a necesitar?
MICHELLE: ¡Ay papá… es obvio que para cargar tu celu, pero… ¿Por qué el de
Cristian? ¿Y el tuyo?
EMILIO: No tengo la más pálida idea. Como verás, busque en todos los rincones de mi
valija.
MICHELLE: Bolso.
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EMILIO: Y no lo encontré. Creo que, como Cristian, lo deje en Buenos Aires.

CRISTIAN: (COMIENDOSE UNO) ¿Y los churros?
EMILIO: Se los compre a un vendedor ambulante.
MICHELLE: ¿Bajaste a la playa pa?
EMILIO: No. Vino hasta acá. Lo hice pasar, tomamos unos vinos, conversamos un rato
y se fue. Y como un boludo creía que era el dueño de casa. Y como era gangoso me
encajó estos chugos.
VICTORIA: Podrías dejar de ser tan irónico ¿no?
EMILIO: No estoy siendo irónico. Es la verdad. Pasó eso.
VICTORIA: Son muchos churros. ¿Cuánto los pagaste??
EMILIO: Casi ocho Luquitas.
VICTORIA: Bueno. Después no querés que yo gaste… y vos te compras una canasta
llena de churros.
EMILIO: No. No los compré queriendo hacerlo. Me dijo que los toqué con los dedos y
que no iba a poder venderlos todos tocados.
VICTORIA: ¿Y sos tan ingenuo que le creíste? Bueno chicos, ¿me ayudan a juntar
todo esto?
CRISTIAN y MICHELLE: Si ma. (SE PONEN A JUNTAR TODA LA ROPA Y A
GUARDARLA EN LOS BOLSOS. ENTRAN RICHARD Y TONY)
TONY: (EN TONO COMPLICE) ¡Hola a todos! Tanto tiempo.
RICHARD: Hola de nuevo. Mishi, te olvidaste tus lentes en la playa.
MICHELLE: Gracias.
EMILIO: ¿Y ustedes que hacen acá?
TONY: Es que vivimos acá. ¿O te olvidás que también estamos alquilando la casa? (SE
QUEDA EN SILENCIO CON CARA DE HABER METIDO LA PATA) Disculpen,
pensé que ya habían hablado.
EMILIO: No. Un momento, ¿con quién había que hablar?
VICTORIA: Con vos Emi.
EMILIO: ¿Qué pasa acá? Acá hay algo que huele muy mal.
MICHELLE: (IRONICA)¿Otro aire de mar?
EMILIO: Díganme ya mismo que pasa que me vuelvo loco.
VICTORIA: Bueno querido… como vos sabrás hoy nos fuimos a la playa.
EMILIO: Si, y yo me quede acá como un imbécil tratando de solucionar todo.
CRISTIAN: Pero no solucionó nada.
MICHELLE: Callate.
VICTORIA: Bueno, en la playa nos encontramos con Tony y Richard.
EMILIO: ¿Tony y Richard? ...
VICTORIA: Si, ellos. Los otros inquilinos.
EMILIO: Los usurpadores.
VICTORIA: Inquilinos. Bueno, estuvimos todo el día juntos.
EMILIO: ¿Quiénes?
VICTORIA: Nosotros
EMILIO: Ustedes tres.
VICTORIA: Cinco.
EMILIO: ¿La pasaron todo el día con estos dos?
MICHELLE: Si pa…
CRISTIAN: Y no sabés qué bien la pasamos… Nos metimos al mar, jugamos al vóley,
luego nos anotamos en un torneo que estaban haciendo en la playa.
MICHELLE: Tony es un verdadero profesional jugando.
TONY: No chicos. Los campeones son ustedes.
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VICTORIA: Pero si los eliminaron en el segundo partido.

TONY: Pero para mí, son unos campeones.
CRISTIAN: Hacía mucho que no me divertía así.
RICHARD: Si. Y todo porque dejaste de lado la tecnología por un rato. Dejar las redes
sociales por las interacciones sociales.
TONY: Acordate lo que me prometiste eh.
EMILIO: ¿Qué es todo esto? ¿Qué le prometiste?
CRISTIAN: Dejar de usar el teléfono en las vacaciones. Tendrías que hacerlo pa. Es
muy des estresante.
EMILIO: ¿Qué? ¿Qué le hicieron a mi hijo? ¡Devuélvanmelo!
VICTORIA: Emilio, Cristian dio un gran paso. Algo que hace mucho tiempo no
logramos. Y Tony nos ayudó a lograrlo.
TONY: En realidad, el mérito es exclusivamente de él, y de ustedes sus papas. Tienen
unos hijos maravillosos ¿Vamos hijo? ¿Todavía sigue en pie la idea de hacer un fogón
nocturno en la playa y tocar la guitarra?
RICHARD: Por supuesto pa. Vamos.
EMILIO: Bueno, bueno, bueno… Así que se la pasaron de joda con estos dos
impostores, ¿no? Bueno, todo muy lindo, pero se acabó. Se tienen que ir.
MICHELLE: No papá.
CRISTIAN: Queremos que se queden.
EMILIO: Pero… ¿Vos también pensás defenderlos?
VICTORIA: Yo no pasé el día con ellos. Yo me fui a caminar por la playa y ellos se
quedaron en la carpa que alquilamos.
MICHELLE: Ellos justo alquilaron la carpa de al lado…
EMILIO: ¿Y alquilaron una carpa con lo que sale? ¿Con qué la pagaron?
Por lo menos este no pudo coquetear con vos…
MICHELLE: Terminala con los celos, ¿querés? Cuando volví de caminar los chicos
me contaron lo bien que lo habían pasado y…
EMILIO: ¿Y qué?
VICTORIA: Pensé que sería una buena idea…
EMILIO: No los conocemos Victoria. No sabemos quiénes son, que hacen…
VICTORIA: Los chicos ya estuvieron averiguando…
CRISTIAN: Pa, no te preocupes. Tony es profesor de Filosofía.
EMILIO: Un hippie. Son peligrosos los hippies.
MICHELLE: ¿Qué es un hippie?
CRISTIAN: Es un profesor. Además, es bombero voluntario, colaborador de
Greenpeace, y trabaja como voluntario en un refugio de perritos abandonados junto con
su hijo Richard.
MICHELLE: Richard estudia para ser Veterinario, tiene una debilidad por los
animalitos… ¡Se van a llevar bien!
EMILIO: ¿Qué querés decir?
MICHELLE: ¿No es un tierno?
EMILIO: No. No es un tierno. Es un hippie ladrón. Igual que su padre. Son dos
delincuentes disfrazados. Seguro que es toda una fachada para robarnos.
MICHELLE: No papá, son dos personas que tratan de hacer el bien en el mundo,
quieren mejorar el planeta.
EMILIO: Dejá de decir tonterías nena…
CRISTIAN: Yo quiero que se queden en casa pa. Por primera vez estoy conociendo un
mundo nuevo fuera de la tecnología, y creo que me está gustando… me siento mejor.
MICHELLE: No es un mundo nuevo Cristian. Es el mundo real.
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CRISTIAN: Seguro que te gusta porque defiende a los monos, tu verdadera familia.
MICHELLE: El único mono acá sos vos.
CRISTIAN: No, ya sé; ahora me cierra todo. Ya sé porque te gusta este chico Richard,
y ya sé por qué te quiere. Porque él quiere a todos los animalitos…Además, en vos ve a
una futura paciente para practicar…
MICHELLE: ¡Callate estupido
EMILIO: ¡Basta los dos! Acá a nadie le gusta nadie. Y nadie se va a quedar acá en la
casa más que nosotros.
VICTORIA: Emilio, ¿Podemos hablar en privado?
EMILIO: Si… (EMILIO y VICTORIA SALEN POR EL DORMITORIO)
CRISTIAN: (SENTANDOSE EN EL SILLON) Fa, no sabés cómo me duele el
brazo…
MICHELLE: Y si es la primera vez que haces algún tipo de ejercicio…
CRISTIAN: Eso no es verdad, en el colegio tenia Educación Física.
MICHELLE: Nadie hace nada en Educación Física. Además, siempre te la llevaste.
Creo que todavía la tenes previa del último año.
CRISTIAN: No. Tengo todo aprobado queridita, pero hablando de Educación física…
ahora me duele todo. Creo que me voy a dar una ducha para relajar un poco el cuerpo.
(SALE POR EL BAÑO y ENTRA RICHARD)
MICHELLE: Richard.
RICHARD: Mishe.
MICHELLE: ¿Y tú papa?
RICHARD: Está en la playa haciendo el fogón, desde hace semanas que venimos
hablando de todo lo que íbamos a hacer en la playa, y hoy es la fogata a la luz de la
luna.
MICHELLE: Que divertido.
RICHARD: (MELANCOLICO) Si… (CAMBIA DE TEMA) Y al final, ¿Pudiste
hablar con tu papa?
MICHELLE: (ASUSTADA) ¿De qué?
RICHARD: (BUSCANDOLO) ¿Dónde está?
MICHELLE: En el dormitorio, hablando con mi mama (RICHARD LE DA UN
BESO) ¡Rick! Nos puede ver alguien…
RICHARD: ¿No le contaste a tu papá no?
MICHELLE: ¿Eso me preguntabas? No, ni mamada, se puso como loco cuando le
dijimos que queríamos que ustedes se queden, además recién nos conocimos y no lo
entendería. Si le llego a contar de lo nuestro le puede dar un ataque. Nadie se puede
enterar de esto.
RICHARD: ¡Que cuida que es tu viejo eh!
MICHELLE: Si. Demasiado. O sea, es mi papá y lo amo como tal. Pero a veces me
hace enojar tanto que me entristece. Porque en esa estructura que él tiene, siempre
terminamos sufriendo nosotros. Él la pasa bien, porque es su forma de ser. No sabés lo
mal que la pasé en la secundaria. los chicos
RICHARD: ¿En serio? ¿Por?
MICHELLE: Porque mis amigas siempre hacían de todo… lo normal. Hacían lo que
cualquier padre normal hubiera autorizado en sus hijos. Iban a bailar, a los cumpleaños
que se hacían en la casa de alguna, hacían piyamadas. Pero a mí nunca me dejaban ir.
Nunca tenía permiso para juntarme con las chicas. Papá pensaba que así me estaba
cuidando de los problemas, del mundo. Pero qué equivocado que estaba. Así me fui
quedando sin amigas…
RICHARD: Por no salir con ellas. No te perdiste nada.
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MICHELLE: No Richi, no eran malas. Las entiendo y cualquiera hubiera hecho lo

mismo. Conmigo no podían compartir nada más que el colegio. Yo no podía tener
amigas gracias a esto. Solo compañeras de estudio. Nada más. Creo que yo hubiera
hecho lo mismo, pero inconscientemente. Imaginate que jamás fui a un cumpleaños. Y
ahora con dieciocho años no tengo a nadie.
RICHARD: ¿Cómo qué no?
MICHELLE: Si. No tengo ningún amigo.
RICHARD: Bueno, yo soy tu amigo.
MICHELLE: No, vos sos más que amigo… (RICHARD LA BESA Y JUSTO ENTRA
CRISTIAN QUE AL VERLOS PONE CARA Y SALE DE NUEVO. ELLOS NO LO
VEN)
RICHARD: Suena a que tu adolescencia fue un poco aburrida.
MICHELLE: Si. Y ni te cuento de la pollera de la escuela lo que fue. Parecía un
vestido, mucho más debajo de las rodillas.
RICHARD: Bueno. Igual seguro que te veías hermosa.
MICHELLE: Si. Parecía una monja.
RICHARD: (SE RIE) Bueno, pero seguro que siempre le gustaste a, porque sos
preciosa.
MICHELLE: La verdad no lo sé. Nunca salí con nadie.
RICHARD: (SE RIE MAS FUERTE PENSANDO QUE ES UN CHISTE HASTA
QUE SE DA CUENTA QUE NO) ¿En serio?
MICHELLE: Si.
RICHARD: ¿Nunca tuviste un novio?
MICHELLE: ¿Estás loco? Mi papa estaría preso por doble homicidio…. Primero
mataría al chico y luego a mí.
RICHARD: Que intenso que suena tu papa.
MICHELLE: No te imaginás. Pero es bueno. Es un buen hombre.
RICHARD: No lo dudo.
MICHELLE: Pero a veces me gustaría que sea un poco más flexible en algunas
cosas…
RICHARD: Si. Igual, yo diría que no le contemos nada de lo nuestro. No creo que le
guste que empezamos algo teniendo solo un día de conocernos.
MICHELLE: Me parece una excelente idea. (ENTRA CRISTIAN)
CRISTIAN: ¡Porl fin!
MICHELE: ¿Por fin qué?
CRISTIAN: Nada; todo está muy empalagoso por acá.
RICHARD: Y hace mucho calor hoy y al transpirar...
CRISTIAN: ¡Qué asco! Además, dije empalagoso, no pegajoso. Sigan nomás que si en
lugar de entrar yo entra…(SALE)
MICHELLE: ¿Nos habrá visto?
RICHARD: No va a decir nada. Bueno, me voy… (SE ESTA POR IR Y VUELVE)
¿Mishe, no te gustaría venir a la playa con mi papa y conmigo?
MICHELLE: No me dejarían ir sola ni loca.
RICHARD: No, digo toda tu familia.
MICHELLE: Si. Sería fantástico. Pero hay que ver si quieren ir… especialmente…
papá. (ENTRA CRISTIAN DE NUEVO)
CRISTIAN: Chicos disculpen, no quiero interrumpir pero… ¡Distancia! (ENTRAN
VICTORIA y EMILIO DISCUTIENDO. MICHELLE VA A UN COSTADO DEL
ESCENARIO Y RICHARD AL OTRO, QUEDANDO CRISTIAN EN EL MEDIO)
EMILIO: ¡Victoria estás loca!
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VICTORIA: Más loco sos vos y te vengo aguantando hace años…

EMILIO: Claro. Ahora me decís que siempre me aguantaste; vos me conociste así, y
siempre me quisiste así.
VICTORIA: Nunca dije que no te amé. Solo que me cansé de tu rigurosidad. No se
puede vivir así. Yo pensé que viniendo acá ibas a aflojar un poco con toda tu estructura.
Pero no, al contrario. Nunca me das nada… nunca una sorpresa…
EMILIO: No me gustan las sorpresas.
VICTORIA: Un gesto romántico.... como los que me hacías cuando estábamos de
novios.
EMILIO: Estamos casados Vicky. Esos fueron gestos para conquistarte…
VICTORIA: Ah bueno, fue todo fingido…
EMILIO: No, fueron sinceros. Yo te amaba y te amo; pero esos gestos no son la clave
del amor. El amor va por otro lado, por cuidarte, velar por vos y por los chicos.
VICTORIA: Si. El amor es eso. Pero también es mucho más. Y esos gestos a los que te
referís para mí, son muy importantes…
EMILIO: Para mí no.
VICTORIA: Bueno. No te banco más. Me voy a dormir porque no quiero escucharte
más… (LOS VE A MICHELLE y RICHARD) Ah chicos, perdón, no sabía que estaban
acá.
EMILIO: ¿Ustedes dos solos? ¿Qué hacían acá? ¿Qué hacés vos acá?
RICHARD: Disculpe Señor Emilio, no quiero que piense mal. Solo vine porque con mi
papá vamos a hacer un fogón en la playa, y vine a buscar la guitarra.
EMILIO: Te das cuenta: Hippies y guitarra. No es una buena combinación. Seguro se
van a fumar alguna sustancia también.
RICHARD: No señor. Estamos en contra de las drogas que no sean recetadas.
(EMILIO HACE CARA DE BURLA) Además papá es un excelente guitarrista, y es
algo que nos une mucho como familia.
VICTORIA: Que bueno que tengan actividades como familia (IRÓNICA A EMILIO)
Nosotros no tenemos esa suerte.
RICHARD: Bueno, también se nos ocurrió con papa, que podíamos invitarlos, si es que
tienen ganas…
EMILIO: Yo no sé tocar la guitarra. Toco el uquelele.
MICHELLE: Ay ma, que buena idea ¿no? Los papás tocan la guitarra y el ukelele.
EMILIO: (SE RIE IRONICO) ¡Y ustedes tocan el pirulín!
VICTORIA: (ENOJADA) Que desubicado que sos… Pareces un desquiciado. ¿y Sabes
qué? Me parece una excelente idea.
EMILIO: ¿Qué vayan a tocar el pirulín?
VICTORIA: Sí, también. ¿Vamos nena?
MICHELLE: ¿A dónde?
VICTORIA: A tener una verdadera actividad familiar. A tocar juntas el pirulín. ¿Y tu
hermano?
EMILIO: ¡Él también va a tocar el pirulín? Lo único que faltaba.
MICHELLE: Cristian se está bañando. No creo que quiera venir. Pero yo sí. ¿Vamos?
VICTORIA: Vamos.
(Salen VICTORIA, MICHELLE,y RICHARD CON LA GUITARRA A CUESTAS)
EMILIO: Esto era lo único que me faltaba… Además de usurpadores de casas, son
usurpadores de familias… Está bien, que se vayan… voy a disfrutar de mis vacaciones
solo. (SE SIENTE EN EL SILLON Y PRENDE LA TELE CON EL CONTROL) Voy a
ver un poco de tele… alguna buena película… (BAJA LA LUZ Y SOLO SE ILUMINA
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EL SECTOR DE LA TELE. COMIENZAN A ESCUCHARSE EN OFF VOCES

COMO VINIENDO DE LA TELEVISIÓN)
*********************************************************************
OFF VOZ MASCULINA: “…Quiero agradecer a todos los que me acompañaron,
pero nada de esto hubiera sido posible sin mi familia, a quienes quiero agradecer
profun…
(CAMBIA DE CANAL)
HOMBRE:…“En esta nueva edición de Conociendo al Hombre, tenemos un tema muy
especial… la familia y los efectos positivos de tener una familia única… (CAMBIA DE
CANAL)
PERIODISTA: ¿Qué fue lo que paso?
MUJER: … Nos robaron todo…
HOMBRE: Fue todo muy rápido.
PERIODISTA: ¿Qué fue lo que le robaron de más valor?
HOMBRE: Muchas cosas… pero lo más importante de todo no es algo que nos puedan
robar…. Nuestra familia, mientras sigamos unidos no hay nada más importan….
(CAMBIA DE CANAL)
PASTOR BRASILERO: …Ya no sufra más, cuando tenga problemas, vaya con quienes
siempre estarán ahí…. Dios se manifestará en su familia, ellos… (APAGA EL
TELEVISOR)
**********************************************************************
EMILIO: (PARÁNDOSE) ¡Y dale con la familia! Bueno… esto de ver televisión no es

una buena idea. Mejor me voy a ir a dormir… (ENTRA CRISTIAN DESDE EL BAÑO
CON UNA TOALLA TAPÁNDOSE)
CRISTIAN: Pa, ¿Qué hacías? ¿Todo bien?
EMILIO: (MIENTE) Sí, mejor imposible.
CRISTIAN: ¿Seguro?
EMILIO: No.
CRISTIAN: ¿Qué pasa pa?
EMILIO: La pregunta correcta creo que sería: ¿Qué no pasa? Porque está pasando de
todo.
CRISTIAN: ¿Por qué decís eso?
EMILIO: Tan solo mirá a tu alrededor. Desde que llegamos que me pasa de todo.
Tengo mucha mala suerte o no sé cómo llamarlo…
CRISTIAN: ¿Karma?
EMILIO: No, no es karma. Para tener karma, uno tiene que hacer algo antes para
merecer lo que recibe… la ley de causa y efecto. Y yo no hice nada para merecer nada
de esto. Es como si las estrellas se alinearan con todos los planetas en sus orbitas, con el
simple, único y mórbido fin de cagarme la vida. Es como si hubiera una fuerza del mal
velando para que yo la pase mal y sufra.
CRISTIAN: Que espiritual que te pusiste papá. Pero yo te pregunto, ¿Estás seguro que
no hiciste nada para merecer lo que está pasando?
EMILIO: Por supuesto.
CRISTIAN: ¿Y si ese es el problema?
EMILIO: No te entiendo.
CRISTIAN: Claro. Eso mismo. Las cosas te salen mal sin que hagas nada para que
suceda así. ¿Y si ese es el problema? Que no hagas nada para que las cosas salgan bien.
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Para que todo esté bien. No alcanza con no hacer nada malo. Mira viejo, hay muchas
formas de meter la pata… Una de ellas es metiendo la pata, mandándose la cagada…
EMILIO: La boca Cristian.
CRISTIAN: Perdón. Pro una cagada es una cagada. Y la otra forma es haciendo nada.
Y es una de las formas más comunes de caga… (SE CORRIGE) de meter la pata… No
hacer nada para que las cosas estén bien. (SE PONE FILOSÓFICO) Y ojo, que no estoy
diciendo que hay que forzar las cosas y hacer por obligación. No, va más allá de eso.
Consiste en disfrutar de la familia; disfrutarla al máximo en cada situación o
circunstancia que la vida presente.
EMILIO: (ASOMBRADO POR EL RAZONAMIENTO DE SU HIJO. LE TOCA LA
FRENTE) ¿Tenés fiebre? Que bien que te hace no usar el teléfono. Sos más… humano.
CRISTIAN: (SE RIEN) Yo soy siempre el mismo. Solo que nunca hay tiempo para
charlar. Y no es que quiera echar leña al fuego, pero siempre estás de mal humor u
enojado, y así no dan ganas de conversar con vos. Por eso me la paso con el teléfono.
EMILIO: Es que hay cosas que realmente me molestan.
CRISTIAN: Casi todo te molesta papá.
EMILIO: (ENOJÁNDOSE) Eso no es… (SE DA CUENTA Y SE CALMA) es verdad.
CRISTIAN: Pero no te digo esto para que te sientas mal. Solo quiero que sepas que te
quiero y que siempre vas a ser mi papá, por más gruñón que seas; pero qué lindo sería
que podamos compartir más cosas juntos.
EMILIO: Andá a cambiarte, qué si vienen tus hermanas, te van a ver así. (CRISTIAN
SALE) ¿Y si éste tiene razón? (COMO HABLANDO PARA AFUERA) ¡Pero en
cuanto hable con el encargado…! ¡Tenés razón! No me voy a enojar más… Voy a
controlar mi temperamento… Te prometo que hasta que termine las vacaciones…
CRISTIAN: (EN OFF) Y un poco más también…
EMILIO: Pará, no se puede todo de golpe… ¡Pero estos tipos…! No, está bien… Y esas
biquinis… ¡Vamos al fogón!...
APAGÓN
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ESCENA II
VUELVE LA LUZ A MEDIAS Y NO HAY NADIE EN ESCENA. TODO EN

SILENCIO. ENTRA VICTORIA EN BATA CON UN MATE Y UN CHURRO Y SE
SIENTA EN EL SILLÓN. LUEGO ENTRA MICHELLE EN PIJAMA,
DESPEINADA.
VICTORIA: Buen día Hija.

MICHELLE: (DORMIDA Y DE MAL HUMOR) Si. Hola.
VICTORIA: (RESIGNADA Y REFLEXIVA) Adolescentes. ¿Habrá algún adolescente
que no se despierte de mal humor? ¿Cómo estás querida? ¿Qué haces despierta tan
temprano?
MICHELLE: Cristian mamá, ronca mucho. Por eso, en casa tengo cuarto propio y no
tengo que compartirlo con ese engendro.
VICTORIA: (SE RIE) Bueno che, es lo que hay, hace de cuenta que estamos en casa.
MICHELLE: No es lo mismo.
VICTORIA: Además, que malhumorada. Te pareces a tu papa.
MICHELLE: Uf…
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VICTORIA: Aunque ayer fue algo extraordinario; muy fuera de lo común. Tu papá
vino al fogón, y no solo eso… estaba de buen humor, si bien, se veía reacio a fomentar
una relación con Tony y su hijo, le puso onda al menos, la pasamos bien ¿no? Creo que
la última vez que lo vi así fue hace… no se…muchísimo tiempo. Realmente me
sorprendió…
MICHELLE: (AUN DORMIDA) Guau…Claro.
VICTORIA: En fin; ayer vi un destello de lo que él era. Me gustó mucho lo de ayer.
MICHELLE: Si. Muy lindo.
VICTORIA: ¿Y vos? Te veo muy entusiasmada con ese chico… Richard.
MICHELLE: (SE DESPIERTA DE REPENTE) Este…. No… si… va, es macanudo.
VICTORIA: (RISUEÑA) ¿Macanudo?
MICHELLE: Si. Macanudo. Simpático. Copado
VICTORIA: Lindo.
MICHELLE: Claro… digo no… va, sí. Pero…
VICTORIA: No te preocupes. No me cuentes nada. Solo te digo que vayas despacio,
conócelo bien antes de que te enganches más. Cuando una se enamora de alguien, es
preferible que sea con alguien que le haga a uno bien. Alguien que te eleve, que te haga
ser mejor.
MICHELLE: Si mama. Estoy teniendo cuidado.
VICTORIA: Ya lo sé. Sos muy especial hija. Y el parece buen chico. Me pareció muy
prudente de su parte el haber alquilado un hostal para pasar esta noche, al menos hasta
que se resuelva lo de este alquiler.
MICHELLE: Si. Creo que a papa lo dejo más tranquilo eso. Gracias por el consejo ma.
Bueno, me voy a dar una ducha porque tengo que salir.
VICTORIA: ¿A dónde?
MICHELLE: A tomar unos mates a la playa con Richard…. Me das permiso, ¿no?
VICTORIA: Si. Pero no tardes.
MICHELLE: No ma. (SALE AL BAÑO. ENTRA EMILIO CON UNA BOLSITA EN
LA MANO)
EMILIO: ¡Buenos días a la flor más hermosa de este jardín! (LA BESA)
VICTORIA: (SONROJADA) Buenos días.
EMILIO: Mi vida, pero no comas esos churros que son de ayer. Ya deben estar
viejos… te traje estas facturas… de las que a vos te gustan. Medialunas de grasa y
tortitas negras…
VICTORIA: Pero están buenos eh… solo tienen un día de estar hechos… además hay
un montón. Compraste muchos ayer…
EMILIO: No me hagas acordar. Pero, igual comamos estas facturas, recién hechas.
VICTORIA: Pero ¿Por qué compraste? Qué raro vos no queriendo ahorrar
EMILIO: Me di cuenta que hay cosas igual de importantes que ahorrar, y que había
descuidado.
VICTORIA: Bueno, de eso quería que hablemos Emilio.
EMILIO: ¿De qué?
VICTORIA: Todavía sigo enojada.
EMILIO: Que raro.
VICTORIA: Pero … gracias. Gracias por haber venido ayer al fogón. Yo sé que no es
lo que más te agrada.
EMILIO: Bueno… te voy a contar.
VICTORIA: ¿Qué cosa?
EMILIO: Ayer hablé con Cristian. Me ayudo a ver y darme cuenta de algunas cosas.
VICTORIA: ¿Cristian?
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EMILIO: Si, le hace bien dejar el celular. Es todo un pensador.

VICTORIA: Ya veo.
EMILIO: Y después de una linda charla le prometí que no me iba a volver a enojar en
las vacaciones.
VICTORIA: Una buena promesa.
EMILIO: Si. Y que además iba a ponerle onda a todo lo que hagamos.
VICTORIA: Ah. Qué bueno.
EMILIO: Si. Y no te das una idea del esfuerzo que estoy haciendo por no preocuparme
por todo lo que está pasando….
VICTORIA: ¿Qué está pasando?
EMILIO: (ENOJÁNDOSE, PERO SIMULANDO ALEGRIA) ¿Cómo que está
pasando? … de todo…. El encargado no me atiende el bendito teléfono… y si bien esta
gente accedió a pasar la noche en otro lugar, hoy van a volver… porque no pueden
pagar otro lugar por todas las vacaciones, y es entendible porque ya alquilaron este
lugar al igual que nosotros…. Y no me los banco... (SE DA CUENTA DE SU
COMENTARIO NEGATIVO) A la situación no me la banco… (SOBREACTUADO)
de lo que debe estar pasando esa pobre gente…
VICTORIA: Y si, pobres… pero bueno se pueden quedar con nosotros… hay un
cuarto vacío y se pueden quedar ahí….
EMILIO: ¡No! Digo…. No nos precipitemos en tomar una decisión… esto quizás se
solucione antes… voy a seguir llamando al encargado. Para ver si se soluciona…
Luego, la relación de Michelle con ese chiquito no me gusta nada… él es muy…
hippie…
VICTORIA: ¿Y eso que tiene de malo?
EMILIO: ¡Todo!… (SE CORRIGE) Todo esto me preocupa un poco… poquito…
VICTORIA: Pero parece un buen chico.
EMILIO: Claro si…. Muy bueno…
VICTORIA: No te gusta, ¿No?
EMILIO: No… Digo, no es a mí a quien le tiene que gustar. Si yo fuera mujer ni loco,
loca me engancharía con ese hippie.
VICTORIA: Bueno, no tiene por qué gustarte todo.
EMILIO: Gracias… Pero es que no me gusta nada. Digo, si yo fuera mujer. Pero no te
preocupes porque no soy mujer y porque además hice una promesa y estoy dispuesto a
cumplirla. No más enojos.
VICTORIA: Muy bien. (SUENA EL TIMBRE. EMILIO SE ACERCA A LA
ARCADA)
EMILIO: ¿Quién es?
MARINA: (EN OFF) Yo Marina.
EMILIO: ¿Qué Marina?
MARINA: (EN OFF) ¡La vecina!
EMILIO: Uh, ¿En qué te puedo ayudar?
MARINA: Necesito hablar, ¿Me permite entrar señor?
EMILIO: Pero es que… (LO INTERRUMPE VICTORIA)
VICTORIA: ¡Emilio! Pobrecita. ¿Cómo le vas a decir así? Hacela pasar.
EMILIO: (A DESGANO Y RECORDANDO SU PROMESA) Está bien. (SALE Y
VUELVE A ENTRAR SEGUIDO DE MARINA)
MARINA: Muy buenos días.
VICTORIA: Buenas días nena. ¿Cómo estás?
MARINA: Acá andamos; la verdad que algo cansada.
VICTORIA: Ay, si me imagino mi amor. Te crucé un par de veces desde que llegamos
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y siempre te vi cargando esos libros. Se nota que estudias mucho.

MARINA: (COMO COMPINCHE) ¡Ay sí! No sabe lo que me están matando en la
facu. Me están enloqueciendo.
VICTORIA: Me imagino.
MARINA: Y para colmo, estoy en época de parciales.
VICTORIA: Peor.
MARINA: Me está consumiendo la vida esta carrera.
VICTORIA: Te entiendo querida. Mirá, nosotros estamos de vacaciones, pero quiero
que sepas que podes contar con nosotros para lo que necesites, si podemos darte una
mano en algo avisanos, acá nos vas a encontrar.
MARINA: Muy amable señora de su parte. Muchísimas gracias.
EMILIO: Si contá con nosotros para lo que necesites.
MARINA: (CAMBIANDO SU AMABILIDAD POR RABIA) ¡Usted!
EMILIO: ¿Yo que?
MARINA: ¿Sabe por qué estoy cansada?
EMILIO: Por la facultad y los parciales
MARINA: No. ¡Por usted!
EMILIO: ¿Por mí?
MARINA: Si. Ayer no dormí en toda la noche escuchando sus alaridos, que pretendían
ser canciones.
EMILIO: Bueno, pero estábamos todos cantando.
MARINA: Si pero yo escuchaba armonía hasta que usted se ponía a cantar. Y no solo
eso, sino, que cuando volvieron usted siguió cantando mientras se bañaba.
VICTORIA: ¿En serio Emilio?
EMILIO: Si, pero cante bajito y además, no pensé que se escuchara tanto. Tarareaba
muy suave.
MARINA: Tengo mi dormitorio pegado a su baño, y con la acústica perfecta del baño y
su voz estridente, resonaba en mi pieza como una catedral. Así que le voy a pedir que
sea más considerado por favor y respete a sus vecinos.
EMILIO: Bueno, mire señorita, le voy a decir una cosa…(VICTORIA LO
INTERRUMPE)
VICTORIA: Querida, disculpanos, no va a volver a suceder. Fue un pequeño desliz.
MARINA: (VICTIMA) Eso espero, porque no quisiera reprobar mis parciales por
cuestiones externas a mi capacidad de estudio, y estoy esforzándome tanto por aprobar.
VICTORIA: Te entiendo mi amor, y nosotros tampoco nos perdonaríamos algo así.
Anda tranquila.
MARINA: Muchas gracias señora. Usted sí que es una persona muy considerada. A
diferencia de otros. Bueno me voy. Muchas gracias. Adiós señora. (LO MIRA CON
DESPRECIO A EMILIO Y SALE)
EMILIO: ¿Y eso qué caraj… y eso qué fue?
VICTORIA: Una pobre estudiante que está haciendo lo mejor de su parte por aprobar.
EMILIO: (COMO QUERIENDOSE ENOJAR) La verdad que me parec… (LO
INTERRUMPE EL TIMBRE)
EMILIO: (SE DIRIGE NUEVAMENTE A LA ARCADA) ¿Quién es?
RAFAEL: (EN OFF) ¡Hola Vecino! Soy Gafael…
EMILIO: ¡Vos! Te voy a mat… (LA MIRA A VICTORIA) preguntar… ¿Qué
necesitas?
RAFAEL: Es que estoy vendiendo unas pulsegas de playa, anillitos, cosas muy lindas
que le pueden gustag.
EMILIO: ¡No!… Gracias no queremos nada de usted…
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VICTORIA: Ay… me encantaría ver lo que tiene…

EMILIO: Pero amor no me parece una buena idea…
VICTORIA: A mi si… por favor… además muy considerado de su parte acercarse a
nuestra casa. Un buen vendedor que viene a ofrecernos sus productos a la puerta de
casa.
EMILIO: Si. Muy considerado. Bueno… (SALE A ABRIR)
(ENTRAN EMILIO y RAFAEL con un bolsito con pulseras y chucherías)
RAFAEL: Buenos días bella dama (LEBESA LA MANO)
EMILIO: Bueno… Ya está. Muéstrenos que es lo que tiene.
VICTORIA: Por favor.
RAFAEL: Si como no. (SACA ALGUNAS COSAS Y VICTORIA SE PONE A VER)
Solo le queguia pedig disculpas pog la situación de ayeg.
EMILIO: Ya está no se preocupe.
RAFAEL: Es que usted vio lo difícil que está la situación. Y Uno a veces tiene que
tomag ciegtas medidas para podeg mantenegse.
EMILIO: Entonces está aceptando que ayer no se comportó como debería haberlo
hecho. No fue muy honesto de su parte lo que hizo ¿No?
RAFAEL: No. No me grefegia a eso. Eso estuvo muy bien… Una venta genial fue. Me
gefegia a que no les di la bienvenida a ustedes como mis nuevos vecinos.
EMILIO: Yo te mato…
VICTORIA: Disculpe, ¿cuánto sale esta pulsera?
RAFAEL: Esa pulsega es de ogo pugo… sale cinco mil pesos.
EMILIO: ¡Epa! Pero que caro che….
RAFAEL: No… cago no. Es una promoción, compgando esa pulsega le queda un
descuento en los vestidos del cincuenta pog ciento...
VICTORIA: ¿En serio?
EMILIO: No descuento no…. no hay mujer que pueda resistirse a eso.
RAFAEL: ¡Oh sí!… ¡Un ggan descuento!
VICTORIA: (EMOCIONADA) ¿En serio?
RAFAEL: Si… aquí tiene los vestidos de playa en este bolso… (SE LO DA Y ELLA
SE PONE A VER)
EMILIO: Eso fue un golpe bajo.
RAFAEL: La venta, es impiadosa amigo. No tiene piedad ni misegicogdia.
EMILIO: Tampoco la voy a tener con usted si no se va ahora mismo. (EMILIO Y
RAFAEL SE MIRAN CON ODIO)
RAFAEL: Los descuentos y la playa son la fogmula pegfecta de una venta asegugada.
EMILIO: No necesito que venga a dar clases de marketing…
VICTORIA: Amor, ¿no es lindo este?
EMILIO: Si mi vida. Precioso.
VICTORIA: ¿Lo podemos comprar?
EMILIO: ¿No te gustaría ver otras cosas antes? En otros lugares… otros vendedores…
RAFAEL: Yo tengo las mejoges descuentos del lugag… además, estos descuentos…
(PONE SUSPENSO Y VICTORIA SE INTERESA CAADA VEZ MÁS) son…
EMILIO: ¡No!
RAFAEL: Solamente…
EMILIO: Ni se le ocurra…
RAFAEL: Pog el dia de…
EMILIO: No por favor…
RAFAEL: ¡De hoy!
EMILIO: ¡No!
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VICTORIA: ¡Sí! Lo llevamos.

EMILIO: ¡La perdí!... ¡Es un hijo de p…!
RAFAEL: (LE DA LA PULSERA Y EL VESTIDO) Muy bien y que bello le va a
quedag.
VICTORIA: Gracias señor. Es usted muy amable.
EMILIO: (IRÒNICO) ¡Es muy amable! (MIENTRAS LE PAGA)
RAFAEL: Pegdón señog. Le faltan cinco mil.
EMILIO: Pero si me dijo cinco mil.
RAFAEL: Si, cinco mil y el cincuenta pogciento del vestido que sale diez mil.
EMILIO. ¿Qué!
VICTORIA: Pero Emilio, no te lo va a regalar.
RAFAEL: ¡Ggacias señoga! (ENTRA MICHELLE LISTA PARA SALIR)
MICHELLE: ¿Qué hacen?
VICTORIA: Acá mirando estos vestidos… son preciosos. ¿Querés ver alguno?
EMILIO: Estoy perdido… Una cosa es una mujer viendo descuentos… pero dos…
¡Me voy a declarar en bancarrota!
MICHELLE: No gracias ma… No puedo ahora. Quizás más tarde.
EMILIO: ¿Qué?
MICHELLE: Chau. Nos vemos.
EMILIO: (MEDIO DESCOCERTAD) Pero. ¿A dónde vas?
VICTORIA: Va, a hacer unas compras que le pedí…
EMILIO: ¿Más compras?
MICHELLE: Si. Cosas de chicas…
EMILIO: AH…. Bueno… nos vemos. No sé si alegrarme o enfadarme. Al menos no le
compró a este.
MICHELLE: ¡Chau! ¡Los quiero! (SALE MICHELLE)
VICTORIA: Muchas gracias señor…
RAFAEL: No hay pog qué… estoy a s segvicio…
EMILIO: ¿Y ahora que espera?
RAFAEL: Que me pague los otgos cinco mil. (A DESGANO LO HACE EMILIO) No
me pegmitigía pasag al baño pog un momentito pog favog?
EMILIO: ¿No tiene baño en su… (RESPIRA HONDO. VICTORIA LO MIRA)
Adelante, pase. (RAFAEL SALE AL BAÑO)
VICTORIA: Que amable este señor…
EMILIO: Se. Amor, una consulta, ¿no te pareció extraña la actitud de Michelle?
VICTORIA: ¿Por qué me decís eso?
EMILIO: Porque paso por al lado del vendedor, y ni siquiera le dio curiosidad de lo
que vendía…
VICTORIA: Quizás no lo vio.
EMILIO: Si, pero no solo eso… antes de irse nos dijo: “Los quiero”. Los adolescentes
de hoy en día no hacen eso. Si te hubiera icho te quiero a vos, pero a mí al hablar en
plural.
VICTORIA: Si, pero no te preocupes.
EMILIO: ¿No me estarán escondiendo algo, no?
VICTORIA: Pero como vas a pensar que te escondemos algo querido…
EMILIO: Si, tenés razón. Quizás es idea mía nomás. Y no me voy a enojar
VICTORIA: Seguramente. (ENTRA TONY CON UN LIBRO EN LA MANO)
TONY: Buen día.
VICTORIA: Buen día Tony. (LO MIRA EMILIO QUE NO SALUDÓ)
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EMILIO: (A REGAÑADIENTES) ¡Buen dia!… (VICTORIA LE HACE SEÑAS A

QUE LE HABLE) Tony, te quería agradecer por haber alquilado otro lugar para pasar la
noche. Por una cuestión de comodidad. ¿No? Esta casa no es muy grande que digamos,
y dos familias no entran…. Yo sé que también alquilaste esta casa como nosotros,
pero…
TONY: Los dos somos víctimas aquí, amigo. Pero no te preocupes, ya se va a
solucionar. Estuve toda la mañana llamando al encargado y no me pude comunicar…
EMILIO: Yo también lo estuve llamando… sería más fácil comunicarse con el Papa
que con este hombre. No atiende el teléfono.
TONY: O da ocupado.
EMILIO: Es una falta de respeto, le estamos alquilando un lugar y no es capaz de
atender el teléfono.
TONY: Cierto. Pero no dejes que esto les amargue sus vacaciones. Vamos a seguir
intentando comunicarnos con él. Estoy seguro que pronto vamos a tener novedades.
EMILIO: Si. Sino vamos a volvernos locos. (ENTRA CRISTIAN)
CRISTIAN: ¡Buen día!
VICTORIA: Buen día
TONY: Buen día Cris.
CRISTIAN: ¿Cómo pasaron la noche? ¿Qué onda el hotel?
TONY: Bien… tuvimos que caminar varias cuadras para conseguir uno, pero con el
poco tiempo que teníamos no nos podíamos poner a seleccionar. Así que tuvimos que
dormir en uno un poco caro… (CAMBIANDO DE TEMA) Ah mira, te traje lo que te
había comentado ayer.
CRISTIAN: ¿En serio?
TONY: Si. Ya lo leí varias veces. Es muy bueno. (LE DA EL LIBRO)
CRISTIAN: ¡Qué bueno! Tengo muchas ganas de leerlo
EMILIO: Cristian, eso es un …
VICTORIA: Libro.
CRISTIAN: Ya se. Los únicos libros que leí, son los que me daban en el colegio. Pero
Tony, me conto sobre este y me da curiosidad.
EMILIO: (A VICTORIA) Qué bien le hace no usar el celular.
VICTORIA: Definitivamente.
TONY: Bueno, me voy. Tengo que llamar al encargado para ver si me puedo comunicar
con él.
VICTORIA: Nosotros vamos a hacer lo mismo.
TONY: Voy a buscar a Richard que estaba tomando mate con Michelle en la playa.
CRISTIAN: ¡Ah con razón no la encontraba! Tengo que pedirle a Mishe unas cosas.
EMILIO: ¿Qué?
CRISTIAN: Que tengo que pedirle (EMILIO LO INTERRUMPE)
EMILIO: A vos no… a Tony le hablo, ¿Qué dijiste?
TONY: Si. Me aviso ayer a la noche, que hoy iban a ir a tomar unos mates… ¿Ustedes
no sabían?
EMILIO: Claro que no… que sí!… (A VICTORIA) ¿Vos sabías?
VICTORIA: Si.
EMILIO: ¿Y por qué no me dijiste… que le daba la yerba especial que le gusta?
TONY: ¡Eso es un padre ejemplar! (SALE TONY)
CRISTIAN: Yo los sigo. (SALE CRISTIAN)
VICTORIA: ¿Por qué no te lo dije? Porque te ponés así.
EMILIO: (SE VA PONIENDO NERVIOSO) ¿Por qué nunca me entero de nada yo?
VICTORIA: Quizás no estés prestando suficiente atención.
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EMILIO: ¿Qué?
VICTORIA: Eso. Está todo pasando alrededor tuyo.
EMILIO: Bueno, pará. No te pongas mística que sino no voy a poder cumplir mi
promesa. Estoy muy molesto con que me hayas mentido.
VICTORIA: (SE ACERCA Y LE EMPIEZA A HACER MIMOS) Pero no te enojes
amor…
EMILIO: ¿Qué haces?
VICTORIA: ¿No puedo acariciar a mi marido?
EMILIO: No… digo, sí. Pero es que hace tanto que no hacemos... (VICTORIA LE DA
UN BESO PASIONAL)
EMILIO: „¡Uh… ¡Qué lindo lo qué!… (LO INTERRUMPE CON OTRO BESO
PASIONAL)
EMILIO: ¡Ah. si yo te!... (LO VUELVE A INTERRUMPIR CON OTRO BESO)
¡Vamos! (LA LEVANTA EN BRAZOS Y RAPIDAMENTE LA BAJA POR UN
SEVERO DOLOR EN LA ESPALDA QUE LE DA DE REPENTE) ¡Uh… para,
para… me tiró mal!
VICTORIA: ¿Estás bien amor?
EMILIO: Si… Ahora no me para nadie. ¡Vamos! Pero caminando….
VICTORIA: ¿Seguro amor?
EMILIO: Si.
VICTORIA: ¿No querés que vayamos al médico?
EMILIO: ¡No! Vamos a la pieza. (SALEN. EMILIO MEDIO AGACHADO POR EL
DOLOR DE ESPALDA. ENTRAN MICHELLE y RICHARD)
MICHELLE: Rich, te dije que me dejes venir sola, si mi papa nos ve llegar juntos se
puede armar una grande.
RICHARD: Pero, no pasa nada. Solo vinimos a buscar azúcar.
MICHELLE: Ya se. Pero él no lo va a entender.
RICHARD: ¿Qué cosa?
MICHELLE: Eso…
RICHARD: ¿Esto? (LA BESA Y SE SIGUEN BESANDO EN EL SILLON)
MICHELLE: ¡Para! Puede entrar alguien.
RICHARD: No creo.
MICHELLE: Yo tampoco (SE SIGUEN BESANDO. ENTRA VICTORIA SEGUIDO
DE EMILIO QUE ENTRA ENCORVADO CON MUCHO DOLOR)
VICTORIA: Yo te dije que era mejor que llamemos al médico. Vení sentate en el
sillón.
EMILIO: (GEMIDO DE DOLOR LARGO Y SUAVE)
VICTORIA: (LOS VE A MICHELLE Y A RICHARD BESANDOSE EN EL
SILLON) ¡No! ¡Pará! Al sillón no. Vení a la silla. (PARA QUE NO LOS VEA)
EMILIO: (DOLORIDO) Pero es muy dura…
VICTORIA: Si… pero eso es bueno para la espalda.
EMILIO: ¿Bueno?
VICTORIA: (NERVIOSA) Si. Para reafirmar la columna. (LO SIENTA EN LA
SILLA Y SE QUEJA DE DOLOR)
EMILIO: ¡Ay! Silla de mier…. Ayúdame a pararme. (MICHELLE y RICHARD
ESCUCHAN EL GRITO DE DOLOR DE EMILIO Y SE PARAN RAPIDO. EMILIO
LOS VE PARARSE. SILENCIO SEPULCRAL
EMILIO: ¿Y ustedes dos?
MICHELLE: ¿Qué?
EMILIO: ¿Qué hacían?
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MICHELLE: ¿Qué hacíamos?

EMILIO: Si.
MICHELLE: ¿Con qué?
EMILIO: ¿Ustedes estaban en el sillón?
MICHELLE: Este….
EMILIO: ¡Maldito desgraciado! Yo te mato… (SE QUIERE PARAR, PERO NO
PUEDE) Ayudame, Victoria… ¡ayúdame a pararme por favor!
VICTORIA: Calmate Emilio… por favor…
RICHARD: Cálmese Don.
EMILIO: ¿Don? Yo te mato… (NO SE PUEDE LEVANTAR) ¡Ayudame Victoria
carajo!
VICTORIA: Calmáte Emilio. Solo estaban ahí en el sillón conversando.
EMILIO: ¿Conversando? Qué conversación tan silenciosa. Ayudame a pararme
Victoria por favor. (ENTRA TONY)
TONY: Ya me pude comunicar con el encargado.
EMILIO: (DESQUICIADO) ¡Vos! Vos sos el creador de este pequeño engendro…
¡Se van! ¡Se van ahora mismo!
TONY: Tranquilo compañero. ¿Qué pasó?
EMILIO: ¡Que me cansé de ustedes! Con sus sonrisas compradoras… ese carisma con
doble filo que tienen… Te sonríen y cuando menos te lo esperas… ¡Sas! ¡Te vacunan!
Traicionan tu confianza….
TONY: Un momento ¿De qué está hablando?
RICHARD: Nada pa... se calentó porque me chapé a la hija.
EMILIO: (FURIOSO) ¡Ah! ¡Ayudame a pararme que lo voy a estrolar contra la pared!
(ENTRA CRISTIAN POR ESCUCHAR TODO EL GRITERIO)
CRISTIAN: ¿Qué pasa?
EMILIO: Ayudame nene ayúdame a levantarme.
CRISTIAN: Pero sos muy pesado papá.
TONY: Nosotros jamás traicionamos su confianza… Mi hijo y su hija se gustan y se
están conociendo, y yo no te hice nada malo. No veo traición alguna.
EMILIO: ¡Vos seguro te querés levantar a mi mujer!
VICTORIA: ¡Terminala ahora mismo Emilio! Sino la que se va a enojar voy a ser yo.
TONY: Ah era eso ¿Sabes cuál es tu problema? Tu inseguridad.
EMILIO: Claro. Ahora vas a venir a darme clases de psicología.
VICTORIA: Terminala Emilio.
EMILIO: Como te saque la ficha eh.
TONY: ¿Con que?
EMILIO: Con tus intenciones hacia Victoria.
TONY: ¿Intenciones? Vos estás muy equivocado.
EMILIO: No me lo negas.
TONY: Mira Emilio. Victoria es maravillosa. Es una mujer como pocas. Cualquier
hombre se vería atraído a ella al conocerla, porque además de ser hermosa es una gran
persona.
EMILIO: ¿Viste? Yo sabía. Te la pasaste haciéndote el galancito.
TONY: ¿Por qué no me dejás terminar de hablar? Tu mujer es todo eso, pero no es mi
caso. Yo no me fijé en ella. No puedo fijarme en nadie.
EMILIO: A ver ¿y por qué no?
TONY: ¡Porque soy gay!
VICTORIA: (ENOJADA CON EMILIO) Si, pero no es necesario que nos cuentes tus
cosas. Es privado eso.
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TONY: No te preocupes Vicky. Quiero que me entienda.

EMILIO: Dale Vicky, te dijo Vicky. Dejalo que cuente. Que nos cuente como la mujer
lo dejó seguramente por mujeriego. Por traicionero. ¿A quién le quiere hacer creer que
es gay?
TONY: ¿Querés que te muestre?
EMILIO: ¡No, pará loco!
TONY: Me dejó, cuando se enteró. Pero después enviudé y de eso sí no quiero hablar
porque...
EMILIO: (VERGUENZA TOTAL) Perdón Tony. No quise…
TONY: Ya sé Emilio. No te preocupes.
EMILIO: Lo siento mucho.
TONY: Yo también.
RICHARD: Tranquilo pa. (LO ABRAZA)
TONY: (A EMILIO) Me haces acordar a mí; a como era yo antes de saber de su… un
gruñón. Mi consejo Emilio, es que deje de pensar en usted y disfrute de su familia. No
piense en las cosas que le molestan o no le gustan. Van a haber muchas cosas que no le
gusten. Disfrute lo que tiene, disfrute a su mujer, a sus hijos que son maravillosos. La
vida solo nos da unos años para estar junto a su familia. A algunos les da más tiempo
que a otros. Pero ese tiempo no alcanza si no se lo vive a pleno junto a ellos. No sea
tonto y no cometa mí mismo error. Disfrute a su familia al máximo. Todavía está a
tiempo de corregir el curso de su vida. (SUENA ELCELULAR DE EMILIO)
EMILIO: Mi teléfono. ¿Alguien sería tan amable de alcanzármelo? (SE LO
ALCANZA RICHAR Y ATIENDE) ¡Hola!… (ALEGRE) ¿Qué tal, ¿cómo está?
(MIRANDO A SU FAMILIA Y TAPANDO EL CELULAR) No lo puedo creer…
VICTORIA: ¿Qué pasó?
EMILIO: ¡Es el administrador!
APAGÓN
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ESCENA III
VUELVE LA LUZ. CRISTIAN ESTA LEYENDO UN LIBRO AL LADO DE LA

VENTANA. ENTRA VICTORIA.
VICTORIA: Veo que estás muy entretenido.

CRISTIAN: (SIN DEJAR DE LEER) Si ma.
VICTORIA: Bueno, no te quiero interrumpir. ¿Lo viste a su padre?
CRISTIAN: Si.
VICTORIA: ¿Y?
CRISTIAN: ¿Y qué?
VICTORIA: Y…. ¿Dónde está?
CRISTIAN: Por ahi. Lo estoy cuidando. En realidad, está en la playa. Lo dejé en una
reposera ahí sentado y de acá lo miro… Y parece que está bien. De hecho, se la pasa
saludando a todos los que pasan.
VICTORIA: ¿Cómo sabes que saluda?
CRISTIAN: Mirálo mamá, no ves que levanta los brazos.
VICTORIA: Todavía me estoy acostumbrando a ver a tu papá disfrutando.
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CRISTIAN: Ya van cuatro días sin quejarse.

VICTORIA: Es verdad.
CRISTIAN: Encima, está ahí en la playa porque él pidió. Dijo que quería tomar un
poco de aire de mar. Y como no puede pararse ni sentarse solo por ese dolor de espalda
que le dio lo ayudé. Le llevé la reposera y lo senté ahí en la playa.
VICTORIA: Que bueno que haya cambiado su actitud. Y menos mal que las cosas se
fueron acomodando.
CRISTIAN: Si. Y lo bueno es que el encargado aceptó su error y les ofreció otro
alquiler a Tony y Richard.
VICTORIA: Solo tuvieron que pagar la diferencia. Pero no era mucho. (ENTRA
MICHELLE DEL BAÑO)
MICHELLE: Me voy ma.
VICTORIA: ¿A dónde vas?
MICHELLE: Me voy a encontrar con Richard.
VICTORIA: ¿Le avisaste a tu papá?
MICHELLE: ¿Estás loca ma?
VICTORIA: Tenés razón. Hasta ahora viene bien. No tentemos al destino.
MICHELLE: Claro. Igual, vamos a salir a caminar un rato. Vuelvo en un rato. A las
cinco de la tarde estoy acá.
VICTORIA: Dale. Cualquier cosa me llamas.
MICHELLE: ¿Y papá?
VICTORIA: Tomando sol, con Cristian. Bueno, Cristian lo está cuidando desde acá y
dice que saluda a todos los que pasan.
MICHELLE: Ah. ¡Qué bueno!
CRISTIAN: ¿Viste?
MICHELLE: Bueno, me voy. Nos vemos. (SALE)
VICTORIA: ¿Y vos? Veo que te estás encariñando con la lectura.
CRISTIAN: La verdad que sí. ¡Es un mundo nuevo este eh!
VICTORIA: Igual, que facilidad que tenés para meterte en tus mundos. Ya sea virtual
o en papel… es como que te desconectas.
CRISTIAN: Cierto. Pero comparto tiempo con mi familia. Como por ejemplo ahora…
con papa (LO MIRA POR LA VENTANA)
VICTORIA: ¿Sigue bien?
CRISTIAN: Si. (SUENA EL TIMBRE. SALE VICTORIA A ABRIR Y VUELVE A
ENTRAR SEGUIDA DE TONY)
TONY: ¿Qué tal?
CRISTIAN: ¿Cómo estás Tony? (DEJA EL LIBRO Y VA A SALUDARLO)
TONY: Muy bien. Disfrutando de nuestro último día de las vacaciones… ¿Vos que
hacías?
CRISTIAN: Acá leyendo un libro y compartiendo un hermoso momento con mi papá.
TONY: Veo el libro, pero no a tu papá.
CRISTIAN: Si. Está en la playa y yo lo cuido desde acá.
TONY: ¡Ah bien!
VICTORIA: Si. Saluda a todo el que pasa por al lado. (SE ACERCA A LA
VENTANA Y MIRA) Che Cris, no lo veo.
CRISTIAN: ¿Cómo qué no? (VA A MIRAR POR LA VENTANA) Capaz fue al baño.
VICTORIA: Pero ¿Cómo hizo? No se puede parar solo por la espalda.
CRISTIAN: Capaz que ya puede. El aire de mar es curativo ma.
VICTORIA: Puede ser. Tony, te quería pedir disculpas y agradecer por la situación del
otro día.
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TONY: Nada que perdonar. Solo me alegro que las cosas vayan mejor. Y tampoco hay
nada que agradecer.
VICTORIA: Si. Emilio. Es otro. Este tiempo después de lo que pasó el otro día le
hicieron cambiar su forma de ver las cosas. Ahora está más alegre. Disfruta más de lo
que hacemos.
TONY: Me alegro mucho haber sido de ayuda. Tenés una hermosa familia Vicky.
VICTORIA: ¿Pero vos…? (GESTO DE SILENCIO DE TONY. VICTORIA SE
SONRÍE. ENTRA EMILIO TODO ARDIDO POR EL SOL Y CAMINANDO UN
POCO ERGUIDO POR EL DOLOR DE ESPALDA SEGUIDO DE RAFAEL)
EMILIO: (A CRISTIAN) ¡Boludo! ¿No me veías que te estaba llamando!?
CRISTIAN: Papá, ¿Qué te pasó?
TONY: Uh te quemaste mal.
EMILIO: Tres horas bajo el sol pegándome de lleno. Me arde todo. Hasta el culo.
CRISTIAN: Pero si ahí no te dio el sol.
EMILIO: No me cargues.
CRISTIAN: En realidad fueron tres horas y media , porque salimos a las doce y treinta
y ya son las cuatro.
VICTORIA: Cristian, lo tuviste a tu papa mas de tres horas bajo el sol… Y en el peor
horario!
CRISTIAN: ¡Uh! Que rápido que paso. Es que leyendo perdí la noción del tiempo.
TONY: ¿Por qué no te ibas a un lugar con sombra?
EMILIO: Porque no me puedo parar solo. Por la espalda.
CRISTIAN: ¿Por qué no me llamaste? Y te ayudaba….
EMILIO: Hace horas que estoy levantando los brazos llamándote.
CRISTIAN: ¡Uh!… ¿Me estabas llamando? Yo pensé que estabas saludando a la gente.
EMILIO: Te voy a reventar. Menos mal que pasó Rafa vendiendo cosas por ahí y me
ayudó. Nada menos quien.
RAFAEL: Fue un placeg. Me compgas de todo cada vez que vengo. Ega lo menos que
podía haceg pog vos.
EMILIO: Si. Lo menos. Pero ahora no me vendas nada porque estoy re caliente.
CRISTIAN: ¿Por el sol?
EMILIO: Sacámelo de mi vista a este porque lo ensarto.
TONY: Bueno, antes que me olvide. Esta es nuestra última noche acá, y volvemos a
Buenos Aires, y pensamos con Richard en invitarlos a nuestro departamento. A comer
un asado. Como despedida. Si no tienen otros planes.
EMILIO: Nos encantaría Tony.
TONY: Genial. Entonces voy a buscar a mi hijo que no tengo idea donde estará. Así me
acompaña a comprar la carne.
EMILIO: Está con Michelle.
VICTORIA: (UN POCO NERVIOSA) ¿Cómo sabés?
EMILIO: Los vi caminando a la playa.
VICTORIA: Que raro que lo tomes tan tranquilo.
EMILIO: ¿Y qué podía hacer? Primero no me podía levantar, y mucho menos correr
para agarrarlo. Y segundo, ella ya es grande y parece que lo quiere. Además, confío en
ella.
VICTORIA: Tenés razón.
EMILIO: Eso sí. Si la llega a hacer sufrir, lo reviento.
TONY: Si la llega a hacer sufrir lo reviento yo.
EMILIO: Que bueno que estemos en sintonía.
TONY: Bueno me voy a comprar la carne.
32
RAFAEL: Disculpen, no quiego pageceg entgometido.

EMILIO: No te preocupes que no lo pareces, lo sos.
RAFAEL: (SE RIE) Bueno, hoy no tengo planes y si no es mucha molestia me gustagía
ayudag con el asado. Este mes estuviegon muy bien las ventas…
EMILIO: No tengo dudas.
RAFAEL: Bueno y les quegia decig…(SUENA EL TIMBRE)
EMILIO: Vicky, ¿te fijas quién es?
VICTORIA: Si. (SALE)
EMILIO: Iria yo, pero me duele todo.
CRISTIAN: Vos también papa. Ponerte a tomar sol a esta hora. Es el peor horario para
el sol. Encima seguro ni te pusiste protector.
EMILIO: Callate. ¿Querés? (ENTRA VICTORIA SEGUIDA DE MARINA)
MARINA: Buenas a todos. (TODOS LA SALUDAN. LO VE A RAFAEL Y LO
SALUDA) ¡Hola Papa! ¿Qué hacés acá?
RAFAEL: Hija, ¿Cómo estas amog?
EMILIO: ¿Es tu hija?
RAFAEL: Si. Es la luz que ilumina mi vida.
VICTORIA: Claro, ¿Cómo no nos dimos cuenta? Si son nuestros vecinos. Quiero
decirte Rafael que admiro mucho la constancia y el esfuerzo que hace tu hija. Siempre
se la ve tan aplicada con sus libro y sus cosas.
RAFAEL: Si. Es un solcito. Y ustedes la ven así, con libgos o siempge estudiando, pero
es la simpatía pegsonificada. Todo el día haciendo chistes está.
EMILIO: ¿De quién estamos hablando?
VICTORIA: ¡Emilio!
MARINA: ¡Ay papa me vas a hacer sonrojar! Bueno igual, discúlpenme el
atrevimiento. Pero bueno, les quería contar que vengo de la facultad y aprobé todos mis
exámenes. (TODOS LA FELICITAN) Si muchas gracias. Quería compartirlo con
ustedes porque a pesar de estar de vacaciones, fueron muy respetuosos con los ruidos, y
bajar los volúmenes de las cosas y todo. Y Bueno, quería agradecerles por eso.
EMILIO: Que buena noticia Marina. Te felicito.
MARINA: Muchas gracias señor Emilio. Y discúlpeme que sé que lo traté mal.
TONY: Bueno, siendo así. (A RAFAEL Y MARINA) ¿Quieren venir ustedes a comer
un asado a nuestro departamento también? Así festejamos que Marina aprobó los
exámenes.
RAFAEL: ¿En serio nos están invitando?
EMILIO: A esta altura ya sos un amigo de la casa. Si Tony no tiene problemas.
TONY: Para nada. Al contrario.
MARINA: A mí me encantaría ir.
RAFAEL: Yo conozco el mejog lugag paga compgag cagne… si quiegue lo acompaño.
TONY: Seria un placer compañero.
CRISTIAN: ¿Y yo puedo acompañarlo también?
TONY: Si te dan permiso por supuesto.
VICTORIA: Dale, vayan. En un ratito vamos
CRISTIAN: No te preocupes ma. Chau. (SALEN TONY, RAFAEL y CRISTIAN)
EMILIO: ¿Amor no me ayudas a sentarme?
VICTORIA: Si querido. (LO AYUDA A SENTARSE EN EL SILLON, PERO
CUANDO LO TOCA LE DUELE PORQUE ESTA TODO QUEMADO Y AL
SENTARLO EN EL SILLON LE DUELE LA ESPALDA)
EMILIO: Gracias amor.
33
VICTORIA: Gracias a vos. Me encanta que estés tomando todo con tanta paciencia. En
otro momento creo que todavía estarías a los gritos.
EMILIO: No tengo de que quejarme amor. Tengo la mejor familia que podría tener.
VICTORIA: (SONRIE) Te amo.
EMILIO: Yo también te amo. (SE BESAN. SALE VICTORIA)
MONOLOGO FINAL
EMILIO: (REFLEXIONANDO) ¡Qué vacaciones!… Nos pasó de todo. Se

equivocaron con el alquiler, convivimos con otra familia, me estafo un vendedor, me
cago a pedo una colegiala, me jodí la espalda, estoy todo ardido, y mi hija comenzó un
romance con un hippie bohemio… Cualquiera podría decir, “Que vacaciones de
mier…” … pero acá estamos. Todos somos mejores. Hicimos nuevos amigos. No
solamente Tony y su hijo, Rafael y Marina parecen ser buena gente también. Rafael es
un vendedor nato. Me vendió de todo el hijo de…, y a pesar que me sentí estafado, me
cae bien. No me puedo enojar con el… tiene algo que me hace quererlo en el fondo.
Cristian, dejo de lado el celular y se empezó a interesar por la lectura, la pasó bomba y
Michelle, comenzó un romance con este chico, que parece ser bueno…. Me jode… me
jode mucho… pero es parte de la vida. Ella es grande y sabe lo que hace. Y Vicky, es
maravillosa. Lo era antes de las vacaciones, y lo sigue siendo. Soy un afortunado de
estar con ella. La verdad no me puedo quejar. Estas vacaciones son … las peores que
podría haber tenido. Pero son las que más disfrute en mi vida…. ¡Qué vacaciones!
(SUENA EL CELULAR Y ATIENDE) ¡Sí!… ¿Qué?... (SE ASOMA EN
DESHABILLE VICTORIA CON UNA ACTITUD SEDUCTORA) ¡Olvidate, ahora
voy a estar ocupado!... (CUELGA. INTENTA SALIR CORRIENDO Y SE CAE TODO
DOLORIDO EN LA CINTURA) ¡Ay!...
APAGON FINAL
34

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Obra Protegida por el Registro “Arena en el Ojo”

de la Propiedad Intelectual del Autor de Damián Centurión

MICHELLE hija adolescente de Emilio

CRISTIAN hijo de Emilio, obsesivo de la tecnologia

TONY, el otro inquilino del depto. Antiguo compañero de escuela de Victoria

RICHARD Hijo de Tony, jodón y enamorado de Michelle

RAFAEL, vecino, vendedor de churros, no pronuncia la RR

MARINA, vecina, hija de Rafael, estudiante gritona, estresada e irascible.

VICTORIA: ¡No lo puedo creer!

MICHELLE: Gracias ma. (ENTRA CRISTIAN QUE VIENE DEL BAÑO)

CONTROL DE LA TELE) ¡Vacaciones!… Creo que a esto sí podría llamarlo

VICTORIA: Emilio. Él es mi esposo. Disculpe, le veo cara conocida…

EMILIO: (SIENDO LO MÁS AMABLE QUE SU NOJO LE PERMITE) Que bueno

RAFAEL: Más…. Si no es molestia.

MIRANDO QUE NO SALGA RAFAEL DEL BAÑO, Y LO HUELE. RAFAEL SALE

EMILIO: (GRITANDO) ¡Ya lo voy a agarrar! ¿Sabe lo que es usted?... ¡Usted es un

HAY UN GRAN DESSORDEN, ROPA TIRADA Y UNA MALETA ABIERTA.

CRISTIAN: Parece que tuviste una tarde agitada pa.

EMILIO: Y no lo encontré. Creo que, como Cristian, lo deje en Buenos Aires.

VICTORIA: Pero si los eliminaron en el segundo partido.

MICHELLE: No Richi, no eran malas. Las entiendo y cualquiera hubiera hecho lo

VICTORIA: Más loco sos vos y te vengo aguantando hace años…

EL SECTOR DE LA TELE. COMIENZAN A ESCUCHARSE EN OFF VOCES

EMILIO: (PARÁNDOSE) ¡Y dale con la familia! Bueno… esto de ver televisión no es

VUELVE LA LUZ A MEDIAS Y NO HAY NADIE EN ESCENA. TODO EN

VICTORIA: Buen día Hija.

EMILIO: Si, le hace bien dejar el celular. Es todo un pensador.

y siempre te vi cargando esos libros. Se nota que estudias mucho.

VICTORIA: Ay… me encantaría ver lo que tiene…

VICTORIA: ¡Sí! Lo llevamos.

EMILIO: (A REGAÑADIENTES) ¡Buen dia!… (VICTORIA LE HACE SEÑAS A

MICHELLE: ¿Qué hacíamos?

TONY: No te preocupes Vicky. Quiero que me entienda.

VUELVE LA LUZ. CRISTIAN ESTA LEYENDO UN LIBRO AL LADO DE LA

VICTORIA: Veo que estás muy entretenido.

CRISTIAN: Ya van cuatro días sin quejarse.

RAFAEL: Disculpen, no quiego pageceg entgometido.

EMILIO: (REFLEXIONANDO) ¡Qué vacaciones!… Nos pasó de todo. Se

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