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La Estabilidad Espiritual Del Cristiano

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Serie de Sermones – La Fuente del Gozo, Carta a los Filipenses

Sermón N°16 – La estabilidad espiritual del cristiano


Por: Jorge Betancur

Hoy continuaremos con nuestra serie de sermones que hemos titulado “La Fuente del Gozo”, la cual se
centra en la carta del Apóstol Pablo a la iglesia de los Filipenses.

Para beneficio de aquellos que no recuerdan o no estuvieron la semana antepasada, tomamos como
texto base (Filipenses 3:17-21), en donde abordamos tres aspectos necesarios para buscar la semejanza
con Cristo.

1.- Seguir y ser vidas ejemplares

2.- Ser amigos de la cruz

3.- Vivir como ciudadanos del Reino de los Cielos

El título del sermón de esta tarde lleva por nombre, La estabilidad espiritual del cristiano tomando
como texto base

Filipenses 4.1-9 “1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en
el Señor, amados. 2 Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. 3 Asimismo
te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el
evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de
la vida. 4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida
de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz
estará con vosotros.”

La iglesia de Jesucristo sufre ataques, tal como Jesús lo anuncio en

Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero
confiad, yo he vencido al mundo.”

Los ataques de la iglesia vienen de tres fuentes.

La primera es el mundo con todas sus tácticas de seducción que tratan de tentar al creyente. Asimismo,
el mundo persigue a la iglesia con sus valores contrarios a los del Reino de Dios.

Santiago 4:4 “!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”

La segunda fuente es la carne, la naturaleza caída irredenta de los creyentes la cual aún no ha sido
glorificada en un cuerpo incorruptible.
Mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil.”

La tercera fuente de ataques contra la iglesia es el diablo, quién constantemente esta en lucha contra el
avance del reino de Dios, incitando al mundo y la carne a ir en contra de los principios de Dios.

1 Pedro 5:8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar”

Entonces tenemos al mundo tentador, la carne que es débil y el diablo atacando como un león. Como
resultado, la vida eclesial puede experimentar mucha inestabilidad. Por eso, el tema de la estabilidad
espiritual predomina en el sentir de Pablo.

La inestabilidad espiritual conduce a la duda, la desilusión, el desánimo y el testimonio ineficaz. Las


personas inestables espiritualmente son más propensas a sufrir derrota en la adversidad y a su vez caen
fácilmente en las tentaciones del mundo y la carne.

En este pasaje, Pablo trata la cuestión decisiva de como los creyentes pueden ser estables en su vida
espiritual.

La frase “estad firmes” (steko) es el verbo central de los versículos del 1 al 9. Es un verbo que se
encuentra en modo imperativo, es un mandato de connotación militar. Al igual que los soldados en el
frente de batalla, los creyentes deben mantener su posición mientras enfrentan ataques, no deben
flaquear en medio de la persecución, ni transigir en su fe, ni fracasar en la prueba o ceder ante la
tentación y el pecado.

Efesios 6:11-18 “1 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las
asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis
resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros
lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del
evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos
de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra
de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
perseverancia y súplica por todos los santos”

Este pasaje comienza con la expresión de transición “así que” como prueba de que Pablo se dispone a
escribir algo con base en lo que acaba de exponer en Filipenses 3:12-21, en donde presento la
búsqueda de la semejanza con Cristo que es la meta en esta vida como el premio en la venidera.

El Señor Jesucristo es el ejemplo perfecto de firmeza para quienes esperamos nuestra perfección. Él
enfrento la persecución, pero nunca cedió.

Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”

Entonces, es lógico preguntarse cómo el mandato de Pablo a permanecer firmes debe ponerse en
práctica. La respuesta de Pablo, iniciada por la palabra así, se desarrolla en los versículos de Filipenses
4:1-9, en donde veremos tres principios básicos y prácticos que nos conducen a la estabilidad espiritual.
1.- Cultivar la armonía en la comunión de la iglesia

2.- Descansar por la fe en el Señor

3.- Pensar en las virtudes dignas de Dios

1.- Cultivar la armonía en la comunión de la iglesia

La comunión y el apoyo del Cuerpo de Cristo es un elemento importante para desarrollar y mantener la
estabilidad espiritual. Cuanto más aislado esté un creyente de otros cristianos, más probable es que sea
inestable en su vida espiritual.

Hebreos 10:23-25 “23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel
es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca.”

La iglesia debe ser un lugar donde las personas se apoyan, cuidan y rinden cuentas mutuamente. La
iglesia debe favorecer una vida de comunión en la cual los creyentes restauran a quienes ha caído en
pecado y ayudan a sobrellevar las cargas

Gálatas 6:1-2 “1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas
tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”

En la carta del apóstol Pablo a la iglesia de tesalónica, desarrolla un breve resumen de lo que la iglesia
debe hacer para mantener en la comunión de la fe, la estabilidad espiritual del cuerpo de Cristo.

1 Tesalonicenses 5:14 “También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”

No obstante, Pablo sabía que un ministerio de edificación semejante solo podía prosperar en una iglesia
armoniosa. Por tanto, cualquier amenaza contra la unidad de la iglesia debía confrontarse.

Efesios 4:11-15 “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que
ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de
hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”

En la iglesia de Filipo, Evodia y Síntique estaban en una disputa que no procedía de la defensa de la
verdad doctrinal, sino que, sus pleitos eran dados por diferencias personales las cuales causaban una
desavenencia en la comunión de la iglesia.

Debido a la gravedad del desacuerdo, Pablo percibió que Evodia y Síntique necesitaban de la ayuda de la
iglesia para resolver sus conflictos. Pablo les dice que deben ser de un mismo sentir, pero
inmediatamente, se dirige a alguien a quien llama “compañero fiel”. La palabra griega para esta frase es
(suzugos) que significa “amigo íntimo” y se refiere a alguien que comparte con otro una carga. La
imagen es de dos bueyes que arrastran la misma carga.
2.- Descansar por la fe en el Señor

No hay mayor forma de estabilidad espiritual que la confianza de que el Señor está cerca. La palabra
griega para cerca es (engus) que puede usarse en la dimensión del espacio tiempo, en el texto de
Filipenses, Pablo ce centra en la cercanía del Señor en el sentido de su presencia. Él está cerca para
escuchar el clamor del corazón del creyente y para ayudarlo y fortalecerlo.

Salmo 73:28 “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi
esperanza, Para contar todas tus obras.”

Como Dios está cerca, los creyentes no deben estar ansiosos, temerosos ni vacilantes, no deben
desmayar, sino permanecer firmes y confiados en acercarse a Dios.

Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”

La fe de Habacuc se fortaleció gracias a que recordó para sí las grandezas de su Dios. La fe de Habacuc
en Dios le hizo un hombre espiritualmente estable, tanto que incluso frente a la ausencia súbita de las
cosas más elementales y necesarias de la vida, él se regocijó en Dios, llegando a declarar la importancia
de llevar una vida de fe.

Habacuc 2:4 “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.”

Hermanos, Él Señor que está cerca es el Dios vivo, todopoderoso, verdadero y revelado en las Escrituras.
Quienes se deleitan en su santidad, poder, amor y sabiduría y cultivan un profundo conocimiento de Él
por medio del estudio y la meditación de su Palabra vivirán basándose en esa verdad y gozarán de una
vida espiritual estable.

Gracias a su presencia, por nada debemos estar afanosos, nada escapa del control de Dios ni excede su
capacidad para manejarlo, debemos tener fe en su providencia perfecta para nosotros.

Cristianos débiles, inestables, necesitan fortalecerse en el fundamento de las verdades bíblicas acerca de
Dios, deben cultivar una vida de fe fundada en lo que Dios es para nosotros.

Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

3.- Pensar en las virtudes dignas de Dios

La frase “por lo demás” indica que Pablo ha llegado al punto culminante de su enseñanza de la
estabilidad espiritual.

La estabilidad espiritual es el resultado de la manera de pensar de una persona. La forma imperativa de


la palabra griega pensad (logizomai) lo convierte en un mandato. Pensar como es debido no es una
opción en la vida cristiana.

Logizomai significa más que solo abrigar pensamientos, significa “ponderar, considerar, calcular”. Los
creyentes deben considerar las cualidades que Pablo enumera en este versículo y meditar en sus
implicaciones.

Las escrituras dejan muy claro que la vida de las personas es el resultado de sus pensamientos
Proverbios 23:7 “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su
corazón no está contigo.”

El llamado de Pablo a pensar de manera bíblica es especialmente apropiado en nuestra cultura. Hoy el
interés se centra en la emoción y el pragmatismo subestimado la importancia de pensar seriamente en
la verdad revelada por Dios.

Las personas ya no se preguntan ¿esto es verdad?, sino ¿esto funciona? y ¿cómo me hace sentir? Estas
dos últimas preguntas funcionan como definición suficiente de verdad en nuestra sociedad y
lamentablemente, este pensamiento ha penetrado en la iglesia cristiana hoy en día.

John Stott en su libro “Tu mente importa” dice:

“De hecho, el pecado tiene efectos más nefastos en nuestros sentimientos que en nuestros
pensamientos, porque nuestras opiniones son reguladas y evaluadas más fácilmente por la verdad
revelada que lo son nuestras experiencias”

1 Pedro 3:15 “sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para
presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza
que hay en vosotros”

El cristiano espiritualmente inestable es debido a que no piensa en las cosas que provienen de Dios, sino
que sus pensamientos, aún están siendo dominados por la carne.

Romanos 8:5-6 “5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
Espíritu es vida y paz.”

A diferencia del hombre natural que no percibe as cosas que son del Espíritu de Dios, a los cristianos se
le ha dado la capacidad de pensar como Cristo piensa.

El cristiano debe pensar en:

Todo lo que es verdadero, significa analizar y meditar en la Palabra de Dios.

Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”

Todo lo honesto (semnos) significa reverencia o adorar.

Todo lo justo (dikaios) significa lo que esta en completa armonía con las normas de Dios.

Todo lo puro (hagnos) significa lo que es moralmente puro, libre de pecado.

Todo lo amable (proshilies) significa todo lo benigno, lo agradable delante de Dios.

Todo lo de buen nombre (euphemos) significa a lo que es de gran estima, lo primordial.

Conclusión

El D. Marttyn Lloyd-Jones escribe en su libro la depresión espiritual:

“Los reto a leer la vida de cualquier santo que haya engalanado la vida de la iglesia sin notar al
instante que la mayor cualidad en la vida de ese santo era la disciplina y el orden”

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