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MISIONERO

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2.

ARTHUR MOUW: COMO LOS DYAK APRENDIERON A OFRENDAR


Arthur Mouw miraba mientras que su mamá colocó el dinero en la tasita. El y sus 7 hermanos la
llamaban La Taza de Dios. Cada semana su mamá colocó la décima parte del dinero que su papá
ganó. Era para la obra de Dios. Aunque la familia era pobre, este dinero jamás fue usado para
alimento ni para ropa. Su papá los recordó un versículo: Mas buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia. (Mateo 7:33) Cuando Arthur tenía 8 años comenzó a ganar un poco dinero. Entonces
le parecía bien empezar ofrendar a Dios su diezmo. Muy pronto la décima le parecía muy poco. A
veces ofrendó extra por su amor hacia el Señor Jesús. Arthur escuchaba a sus padres hablando de
“darse a sí mismo a Dios”. Oraban que el Señor llamara a unos de sus hijos a las misiones. Arthur
quería gritar, “ o. o quiero ser misionero. Tengo miedo.” Él quería ganar mucho dinero y ser un
hombre muy rico. De repente algo alteró su vida. Un día un predicador vino a su liceo y habló de la
vida de David Livingston, misionero a África. Él quería saber que le causaría a Livingstone ir a un
lugar tan bárbaro. Encontró 3 libros a biblioteca. “¿Cómo oirán si no hay alguien les
predique?”(Romanos 10:14) Un día el Espíritu Santo le preguntó si estaba dispuesto ser misionero.
Respondió “¡Si!” Después de estudiar en un instituto bíblico, bordó un barco a Borneo Oeste. En
los primeros 4 años sirviendo a la gente Dyak, más que 2,000 personas aceptaron a Jesús. Explicó
a sus compañeros que creyó que Dios querría que enseñe que “debemos devolver a Dios la décima
parte de lo que Él nos da.” Sus amigos dijeron, “Es imposible. Los Dyak son demasiados pobres.”
Si, eran pobres. o tenían dinero ni ropa. Usaron solamente cáscaras de los árboles para cubrirse.
Pero la Biblia no dice nada de ser demasiado pobre para diezmar. Los Dyak dijeron que la Biblia
no nos ha mentido nunca. Él enseñó de la décima. “Si tengas 10 gallinas, una le corresponde al
Señor. Si tengas 10 tazas de arroz, una le corresponde al Señor. Dios te proveerá y te promete una
bendición especial si le des el diezmo.” Arthur preguntó, “¿Qué les perece el mensaje de la Palabra
de Dios?” Respondieron: Dios nos ha hecho tanto. os hemos preguntando que podríamos hacer
para mostrarle nuestra gratitud por enviarnos a Su Hijo para morir por nosotros. ¡Esta es la manera
que hemos buscado! Una vez cada mes lleváramos nuestros diezmos a tu hogar. Al tiempo debido
llevaron gallinas, un montón de pepinos, una canasta de huevos, y bolsas de arroz. Cada mes con
fidelidad llegaron los Dyak con sus diezmos. Arthur vendía las ofrendas y compró clavos y
comenzaron a construir iglesias. ¿Y puedes imaginar lo que pasó cuando llegó la época de
cosecha? Cosecharon más arroz que nunca. Mientras ofrendaban, llegaron a ser preocupados por
las otras gentes que nunca habían escuchado de Jesús. Entonces enviaron a sus propios
misioneros a las regiones alrededor. Los Dyak gozaban en llevar sus diezmos a Dios y ver como Él
los usaban para que otros escucharan del Salvador. Aunque antes fueron pobres, después de
comenzar dar primeramente a Dios, Él les proveía de todo. ¿Y tú? ¿Están listos a le entregar a si
mismos para que Él te pueda usar a contar a los demás del Salvador? Actividad: Piense en una
actividad que pueda reforzar el mensaje de la historia. Por ejemplo: • Como clase pueden
confeccionar algo (un marcador de Biblia, galletas, etc.) para que los niños puedan vender para
obtener recursos como ofrenda a algún misionero. • Los niños pueden confeccionar una alcancía,
(una taza de Dios), para colocar ofrendas para misiones.

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