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Comunicaciones Satelitales - M1

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ÍNDICE Pág.

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO GENERAL DEL CURSO. 4

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL MÓDULO. 4

UNIDAD 0: ELEMENTOS INTRODUCTORIOS: ESPECTRO ELECTRO-


MAGNÉTICO, BANDAS DE FRECUENCIAS, PROPAGACIÓN DE ONDAS. 5
0.1. La propagación de ondas. 5
0.2. Espectro electromagnético. Definición. 6
0.3. Espectro radioeléctrico. 6
0.4. Propagación en el espacio libre. 7
0.5. Tipos de onda según propagación. 8

UNIDAD 1: LOS SISTEMAS SATELITALES, ESTUDIO DE SUS CARAC-


TERÍSTICAS PRINCIPALES Y FUNCIONAMIENTO. 9
1.1. ¿Qué es un satélite? 9
1.2. Ventajas del uso de los satélites para disminuir la Brecha
Digital. 10
1.3. Descripción y características esenciales de los satélites. 10
1.4. Configuración del Bus del Satélite. 11
1.5. Principales componentes de un sistema de comunicaciones
por satélite. 13
1.6. Modelo del enlace de comunicaciones. 13
1.7. Enlace ascendente y enlace descendente (Diagrama de
bloques). 13

UNIDAD 2: SEGMENTO ESPACIAL DEL SISTEMA DE COMUNICA-


CIONES POR SATÉLITE. 14
2.1. La carga útil y la plataforma del satélite. 15
2.2. El transpondedor, funciones, componentes, tipos y
características. 15
2.3. Subsistemas principales del satélite. 16
Pág.
UNIDAD 3: SEGMENTO TERRENO DEL SISTEMA DE COMUNICACIO-
NES POR SATÉLITE. 20
3.1. La estación terrena. 20
3.2. Antenas para transmisión y recepción. 22
3.3. Tamaños de las antenas y tipos de reflectores. 22
3.4. Parámetros relevantes de las antenas. 25
3.5. Equipos físicos de Radiofrecuencia de la Estación Terrena. 29
3.6. Estaciones Terrenas en Movimiento (ETEM). 29
3.7. Adaptación del segmento terreno a las complejidades de las
nuevas súper constelaciones LEO y MEO. 31

UNIDAD 4: FUNDAMENTOS DE LAS ÓRBITAS DE LOS SATÉLITES. 32


4.1. Leyes físicas que rigen el comportamiento de las órbitas. 32
4.2. Parámetros de las órbitas. 33
4.3. Clasificación de las órbitas de los satélites. 34
4.4. Puesta en órbita de un satélite. 36
4.5. Los innovadores Vehículos de Extensión de Misión (MEV). 37

BIBLIOGRAFÍA. 38

REFERENCIAS WEB. 38

3
INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO GENERAL DEL CURSO.
La presente capacitación en línea está enfocada en facilitar al personal del sector público, privado y a
otros actores interesados, la información de actualidad en materia de telecomunicaciones satelitales,
tendencias, evolución de la industria y el mercado internacional, resaltando su importancia en el impul-
so de la conectividad global en todo momento y el papel fundamental de los satélites de Banda Ancha
y sus nuevos proyectos, en la disminución de la brecha digital.

De igual manera el curso suministra contenido útil para los participantes sobre los conceptos técnicos
de funcionamiento de las redes satelitales, los tipos de órbitas y sus características, en una era en la
que las súper constelaciones de satélites han dicho presente. Se abordan también las características
del segmento espacial y del segmento terreno, considerando la importancia de la digitalización de éste
último segmento para adaptarlo a la complejidad de las nuevas constelaciones de órbita baja.

Por último y no menos importante, se aborda un tema en el que nuestros reguladores en Latinoamé-
rica deben mantener una capacitación continua, se trata de información relevante sobre la normativa
internacional en el marco del Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT, en materia de la gestión
del recurso órbita-espectro, adaptada a los cambios tecnológicos recientes de la industria satelital.

El curso está dividido en cuatro módulos cuyo contenido se indica a continuación. Una vez finalizada
la revisión del material de cada módulo y las videoconferencias semanales, el participante debe acce-
der a un cuestionario sobre el material visto en el módulo, el cual consta de un conjunto de diez (10)
preguntas de selección simple, además se deben responder y realizar aportes a los foros de debates
disponibles en cada uno de los módulos.

MÓDULO 1
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LAS TELECOMUNICACIONES SATELITALES.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL MÓDULO.


En este módulo se estudiarán los conceptos básicos de las telecomunicaciones por satélite y sus ca-
racterísticas, se estudiará en detalle el modelo del enlace de comunicaciones satelitales a través de la
revisión de los elementos que componen el segmento espacial y el segmento terreno. Se estudiará la
arquitectura del satélite, sus componentes, los detalles de la carga útil de comunicaciones y los distin-
tos subsistemas necesarios para su funcionamiento y mantenimiento en órbita.

Adicionalmente se estudiarán en detalle los elementos integrantes del segmento terreno, sus pará-
metros relevantes y funciones, incluyendo las adaptaciones y la digitalización que han experimentado
las estaciones terrenas y telepuertos, con la llegada de las constelaciones satelitales de órbita baja y
media.

4
UNIDAD 0
ELEMENTOS INTRODUCTORIOS: ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO, BANDAS DE FRE-
CUENCIAS, PROPAGACIÓN DE ONDAS.

0.1. La propagación de ondas.

La propagación se define como un mecanismo de transporte de energía de un sitio a otro en el espa-


cio y en el tiempo. Una onda es la propagación de una perturbación de alguna propiedad en un medio
determinado (aire, agua, vacío, aceite, metales, etc).
Son ejemplo de propiedades: la densidad, la presión, el sonido, la luz, el campo eléctrico o el campo
magnético.

Una onda electromagnética es la propagación simultánea de los campos eléctrico y magnético en to-
das las direcciones, producidos por una carga eléctrica en movimiento. Las principales características
de las ondas electromagnéticas son las siguientes:

• Pueden propagarse en el vacío o en cualquier otro medio.


• Se desplazan en el vacío a una velocidad aproximada de C= 300.000 km/s
• Se caracterizan por la frecuencia (f) de sus oscilaciones y la longitud de las mismas (λ) con la rela-
ción C=λ.f
• Son tridimensionales: se propagan en las tres direcciones del espacio.
• Son transversales: la perturbación se produce perpendicularmente a la dirección de propagación.

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0.2. Espectro electromagnético. Definición.

La radiación electromagnética es el flujo de energía saliente de una fuente en forma de ondas electro-
magnéticas. Esta radiación puede ser de origen natural o artificial. El espectro electromagnético es el
rango o conjunto de todas las frecuencias (número de ciclos de la onda por unidad de tiempo) posibles
a las que se produce radiación electromagnética.

Las ondas electromagnéticas, convenientemente tratadas y moduladas (variando de forma controlada


la amplitud, fase y/o frecuencia de la onda original), pueden emplearse para la propagación y transmi-
sión de información, dando lugar a una forma de telecomunicación1.

0.3. Espectro radioeléctrico.

El Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT define espectro radioeléctrico (ondas radioeléctricas


u ondas hertzianas), como el conjunto de ondas cuya frecuencia se fija convencionalmente por debajo
de 3.000 GHz y se propagan por el espacio sin necesidad de guía artificial.

El espectro radioeléctrico es un subconjunto del espectro electromagnético y se divide en bandas de


frecuencias que se designan por números enteros, en orden creciente. Las bandas de frecuencias
constituyen el agrupamiento o conjunto de ondas radioeléctricas con límite superior e inferior defini-
dos convencionalmente.

Espectro Radioeléctrico y algunos servicios por banda.

1. Según el Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT se define telecomunicación como toda transmisión, emisión o recepción de
signos, señales, escritos, imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos u otros
sistemas electromagnéticos.

6
Se debe mencionar que cada banda de frecuencias ofrece ciertas condiciones de propagación y ate-
nuación de las ondas durante su trayecto entre el emisor y el receptor. Es por esta razón que depen-
diendo del servicio a prestar (radio FM, AM, TV, telefonía celular, servicio fijo o móvil por satélite, etc),
se utilizan segmentos de frecuencias en particular. En el Módulo 4 de este curso, se definirá el término
Atribución, establecido por la UIT y adoptado por los países miembros de ese Organismo Internacional.

El espectro radioeléctrico es un recurso limitado, administrado, gestionado y coordinado por los Esta-
dos (Administraciones) de manera soberana dentro de los límites de su territorio.

Tomando en cuenta que la unidad de frecuencia es el Hertz (Hz), las frecuencias se expresan:

– en kilohertz (kHz) hasta 3 000 kHz, inclusive;


– en megahertz (MHz) por encima de 3 MHz hasta 3 000 MHz, inclusive;
– en gigahertz (GHz) por encima de 3 GHz hasta 3 000 GHz, inclusive.

0.4. Propagación en el espacio libre.

El sector de radiocomunicaciones de la UIT, en sus Recomendaciones define la propagación en el espa-


cio libre como la propagación de una onda electromagnética en un medio dieléctrico ideal homogéneo
que se puede considerar infinito en todas las direcciones.

Se define idealmente el espacio libre como un medio homogéneo, sin corrientes o cargas conductoras
presentes, y sin objetos que absorban o reflejen energía radioeléctrica.

La propagación en cada segmento del espectro electromagnético (y del espectro radioeléctrico en


particular) se comporta de forma diferente por el medio de transmisión. Existen muchos aspectos a
considerar para establecer diferentes clasificaciones del espectro electromagnético y para utilizar las
diferentes bandas de frecuencias. Entre los elementos a tener en cuenta se encuentran:

7
• Atenuación dependiendo de la frecuencia: Según se desprende de la expresión matemática corres-
pondiente a la atenuación o pérdida en el espacio libre, a menor frecuencia existe menor atenuación
de la señal y por tanto se obtiene un mayor alcance o cobertura de la misma.
• Efectos climáticos: Factores como lluvia, nieve, niebla, granizo (hidrometeoros), calor, etc., afectan de
distinta forma la propagación de la señal, dependiendo de la banda de frecuencias utilizada.
• Comportamiento frente a obstáculos: Se debe considerar este elemento al momento de cubrir gran-
des distancias, obtener línea de vista y para ubicar repetidores.
• Costo de los equipos: En general, a frecuencias más altas, mayor es el costo de los equipos de emi-
sión, recepción y procesamiento de la señal.

0.5. Tipos de onda según propagación.

Los modos de propagación de una onda electromagnética dependen de la banda de frecuencias, de


las características eléctricas del terreno y de la atmósfera y sus distintas capas.

Pueden distinguirse diferentes modos de propagación o tipos de onda:

• Propagación superficial: Las ondas superficiales son ondas que se encuentran atrapadas cerca de la
superficie de la tierra. A las frecuencias más bajas, las señales se emiten en todas las direcciones des-
de la antena de transmisión y siguen la curvatura de la tierra con largos alcances y buena estabilidad
de las señales. La propagación superficial también puede ocurrir en el agua del mar.
• Propagación ionosférica: La propagación se produce por reflexión de las ondas en la ionosfera (capa
ionizada de la atmósfera). Se obtienen grandes distancias, pero existe cierto grado de inestabilidad en
las señales.
• Propagación espacial: La propagación se realiza a través de las capas bajas de la atmósfera terrestre
(troposfera) y eventualmente puede tomar parte el suelo. La onda es estable, aunque limitada apro-
ximadamente al campo de visión directa. En esta se distinguen tres submodos: Onda directa, Onda
reflejada y Ondas de multitrayecto.
• Propagación troposférica: La propagación se basa en reflexiones ocasionadas por discontinuidades
debidas a variaciones turbulentas de las constantes físicas de la troposfera. Para frecuencias infe-
riores a 10 GHz, la atenuación es despreciable y por encima de 10 GHz, presenta un comportamiento
creciente con la frecuencia, en particular con las frecuencias de resonancia de las moléculas. Pérdidas
muy elevadas, sujeto a desvanecimientos profundos. Ejemplo: banda Ku satelital.

El medio de transmisión afecta la propagación de las ondas electromagnéticas mediante fenómenos


físicos como reflexión, refracción, difracción, dispersión o absorción, entre otros. Sus efectos depen-
den del medio (tipo de terreno, condiciones y capas de la atmósfera), así como de la frecuencia y de
la polarización de la onda emitida. Por ejemplo, a partir de ciertas altas frecuencias las ondas pueden
atravesar las capas de la atmósfera, dando lugar a comunicaciones con el espacio exterior empleando
satélites espaciales para comunicaciones.

En este curso, nuestro interés se centrará en las ondas que se propagan a través de la atmósfera hasta
alcanzar el espacio exterior. Este tipo de ondas o señales son las que se utilizan para transmisiones del
servicio fijo y móvil por satélite.

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UNIDAD 1
LOS SISTEMAS SATELITALES, ESTUDIO DE SUS CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES Y
FUNCIONAMIENTO.

1.1. ¿Qué es un satélite?

El Reglamento de Radiocomunicaciones (RR) de la UIT, define satélite, en su artículo 1, de la manera


más general, como sigue:

Cuerpo que gira alrededor de otro cuerpo de masa preponderante y cuyo movimiento está principalmente
determinado, de modo permanente, por la fuerza de atracción de este último. (Nro. 1.179 del RR)

Por otro lado, ese mismo Reglamento de la UIT, define satélite geoestacionario de la siguiente manera:

Satélite geosincrónico cuya órbita circular y directa se encuentra en el plano ecuatorial de la Tierra y que,
por consiguiente, está fijo con respecto a la Tierra, (Nro. 1.189 del RR). Se define satélite geosincrónico
a aquel cuyo periodo de revolución es igual al periodo de rotación de la Tierra alrededor de su eje.

En el contexto de los vuelos espaciales, un satélite es un objeto que ha sido colocado en órbita por el
hombre. Dichos objetos se conocen a veces como satélites artificiales, para distinguirlos de los satéli-
tes naturales como la Luna. En el presente curso, cuando hablemos de un "satélite", nos referiremos a
un satélite artificial, que especialmente orbita la Tierra con una misión asignada.

Satélite de telecomunicaciones. Cuando el satélite es usado para comunicaciones, actúa como un


repetidor de señales de radio en el espacio. Este tipo de satélites recibe una señal (enlace ascendente)
proveniente de una estación (terrena) ubicada en cualquier lugar de la superficie terrestre y dentro de
la huella de cobertura del satélite, la amplifica y retransmite una señal (enlace descendente), a otro
lugar de la superficie terrestre. Para evitar interferencias, el enlace ascendente y el enlace descendente
están en bandas de frecuencias distintas.

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1.2. Ventajas del uso de los satélites para disminuir la Brecha Digital.

Una de las principales ventajas del uso de los sistemas satelitales en comparación con otros medios
de transmisión es que permite establecer comunicaciones a través de grandes distancias, ofreciendo
mayor flexibilidad que los enlaces de microondas, sistemas de fibra óptica, cables submarinos, comu-
nicaciones móviles terrestres, entre otras.

Con las nuevas tendencias tecnológicas en materia de prestación de servicios de banda ancha, actual-
mente estamos en presencia de un gran número de satélites denominados de Alto Rendimiento (HTS:
High Throughput Satellite), los cuales permiten optimizar el uso del espectro asignado a la red satelital
mediante el reúso de frecuencias en varios haces estrechos y puntuales, incrementando así la eficien-
cia del sistema satelital, con haces más estrechos y directivos, que facilitan el despliegue en Tierra con
terminales más manejables y fáciles de transportar en los distintos sitios, tanto urbanos como rurales.

Los satélites de comunicaciones se pueden utilizar para muchas aplicaciones, entre ellas:

• Acceso a Internet de banda ancha y comunicaciones en zonas alejadas y de difícil acceso.


• Establecimiento de llamadas telefónicas de larga distancia, incluyendo a zonas rurales y de difícil
acceso.
• Televisión directa a los hogares (DTH) sin necesidad de infraestructura de cable.
• Suministro de comunicaciones por satélite a barcos, aviones, trenes y otros vehículos móviles.
• Teleperiodismo-Transmisión de noticias desde cualquier sitio con visibilidad directa al satélite (Sate-
llite News Gathering, SNG, por sus siglas en inglés).
• Aplicaciones de Telemedicina, educación a distancia, Videoconferencias.
• GPS/Navegación, Sistema Mundial de Radionavegación por Satélite (GNSS).
• Telecomunicaciones de Emergencia en casos de desastres.

1.3. Descripción y características esenciales de los satélites.


A continuación se indican algunas de las principales características de los sistemas satelitales:

• Los satélites ofrecen características y parámetros que no se obtienen fácilmente con los sistemas de
comunicaciones terrestres.
• Ofrecen ventajas de costo en comparación con el despliegue de infraestructura para líneas terrenales
para una población determinada.
• Permiten conectividad ininterrumpida a sus usuarios en Tierra, mar y aire.
• Los satélites pueden enviar y recibir señales de radio desde el espacio en cualquier dirección.
• Un satélite puede utilizarse para cubrir un solo país (cobertura nacional) o una región compuesta por
varios países (cobertura regional).
• Un solo satélite puede emplearse para cubrir un tercio de la superficie terrestre y con tres satélites se
cubre toda la superficie de la Tierra, excepto los polos.
• Los satélites geoestacionarios se mantienen en una gran caja imaginaria de 75kmx85kmx75 km.
• Las señales emitidas por los satélites se reciben simultáneamente en una amplia zona de cobertura
de la superficie terrestre. Esta zona se denomina “Huella del satélite”.

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• La órbita de los satélites geoestacionarios, es una órbita circular y directa que se encuentra a una
distancia aproximada de 36.000 km de la superficie terrestre y sobre el plano ecuatorial.
• Los satélites de órbitas no geoestacionarias giran alrededor de la Tierra con un patrón elíptico o cir-
cular de baja o media altitud.
• Gracias a la técnica de Acceso Múltiple, varias estaciones terrenas pueden acceder simultáneamente
a un transpondedor del satélite.

• Las comunicaciones por satélite de órbita geoestacionaria pueden presentar retrasos o latencia de-
bido al doble salto satelital, en particular en una topología en estrella, cuando se da la presencia de un
Hub como estación intermedia para establecer las comunicaciones entre las estaciones terrenas.

La gran caja imaginaria donde se pueden acomodar varios satélites GEO.

1.4. Configuración del Bus del Satélite.


Un satélite consta principalmente de dos grandes elementos: El Bus o Plataforma y la Carga útil, ésta
última relacionada con el cumplimiento de su misión en cuanto a prestación del servicio.

El Bus o Plataforma es el conjunto de subsistemas a bordo del satélite que soportan el funcionamien-
to remoto del mismo. Esos subsistemas conforman la estructura básica dadas por el fabricante, se
podría decir que es la parte que define al modelo, por lo que se utilizan como una base o plantilla para
la mayoría de los satélites desarrollados por cada fabricante, en la cual serán incluidas distintas confi-
guraciones de carga útil de acuerdo al uso al que sea destinado el satélite.

Se consideran dos tipos de configuración de la plataforma o bus del satélite para su correcta orienta-
ción y direcciones de apuntamiento de sus elementos físicos (antenas, paneles solares): de estabiliza-
ción giroscópica (spinners) y de estabilización triaxial.

• Satélites de estabilización giroscópica (spinners): fue la configuración utilizada por los primeros
satélites de telecomunicaciones fabricados. Este tipo de satélites está conformado por un cuerpo ci-
líndrico exterior adherido a celdas solares que gira mientras que el cuerpo interior, que sirve de soporte
a las antenas, se mantiene fijo. De esta forma las antenas no giran y apuntan siempre en la dirección
deseada, pudiendo incrementar su directividad.

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• Satélites de estabilización triaxial: En esta configuración, el satélite está conformado por un cuerpo
cúbico adherido a paneles solares y antenas. Durante el lanzamiento, los paneles solares y las antenas
reflectoras se almacenan en el cuerpo principal del satélite para su posterior despliegue. Su cuerpo
permanece fijo con relación a la superficie de la tierra, mientras que el subsistema de control de orien-
tación (control de actitud), proporciona la estabilización de giro. Una vez en órbita espacial, son des-
plegados los paneles solares y las antenas reflectoras. Esta es la configuración usada por los grandes
satélites actualmente, ya que el modelo de estabilización por giro está en desuso.

12
1.5. Principales componentes de un sistema de comunicaciones por satélite.
Cuando hablamos de un sistema de comunicaciones por satélite, en términos generales hablamos de
un segmento espacial y de un segmento terreno, cada uno compuesto por varios elementos esenciales
para el funcionamiento del sistema satelital y la prestación de servicios a los usuarios finales.

El actor principal de todo el sistema es el satélite, el cual puede ser geoestacionario o no geoesta-
cionario según la órbita en la cual se ubique y dependiendo del tipo de aplicaciones a las cuales sea
destinado. La información relativa a los tipos de órbita y la clasificación de los satélites se tratará en la
unidad 4 del presente módulo.

1.6. Modelo del enlace de Comunicaciones.


De manera esquemática, un sistema de telecomunicaciones por satélite se compone de tres etapas
de comunicación. Las estaciones terrenas transmisoras acceden al satélite a través de un enlace as-
cendente (uplink) que representa la primera etapa. Este enlace por lo general opera en un segmento
particular de una banda de frecuencias previamente establecida internacionalmente. Una segunda
etapa la constituye el procesamiento de la señal de subida que es recibida en el satélite. Esta se pro-
cesa a través del sistema de transpondedores (subsistema de comunicaciones) y es enviada luego a
las estaciones terrenas receptoras en una banda de frecuencias menor a la banda de subida, a fin de
evitar interferencias entre ambas. Esta tercera etapa la constituye el enlace descendente (downlink).

1.7. Enlace ascendente y enlace descendente (Diagrama de bloques).


En los dos puntos siguientes se presenta el modelo del enlace de subida (uplink) y enlace de bajada
(downlink) del sistema satelital, indicando los elementos principales que lo componen.

1.7.1. Enlace de Subida (Uplink).

El principal componente dentro de la sección de enlace ascendente, es el transmisor de estación te-


rrena. Éste consiste de un modulador de frecuencia Intermedia (IF) que recibe la señal de banda base,
la cual pasa por un filtro pasa-banda y a un convertidor que eleva la frecuencia intermedia (banda L) a
frecuencias de RF (banda C o Ku). Luego esta señal pasa por una etapa de amplificación a través de un
amplificador de alta potencia (HPA) y un filtro pasa-bandas para limitar la banda del espectro de salida.
Esta señal es transmitida luego al satélite mediante la antena de la estación terrena.

1.7.2. Enlace de Bajada (Downlink).

Este enlace recibe la señal del satélite en la estación terrena a través de la antena. El receptor de es-
tación terrena incluye un filtro pasa-bandas (BPF) que limita el espectro de frecuencias y elimina el
ruido recibido. Luego en el diagrama de bloque se encuentra un Amplificador de Bajo Ruido (LNA) que
mejora el nivel de la señal y por último un convertidor de RF (banda C o Ku) a Frecuencia Intermedia (IF)
en banda L. De igual manera, se presenta una nueva etapa de filtrado (BPF). En este punto, la señal es
demodulada y transformada en banda base.

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UNIDAD 2
SEGMENTO ESPACIAL DEL SISTEMA DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE.

El segmento espacial de un sistema de telecomunicaciones por satélite está conformado por los saté-
lites y por las facilidades ubicadas en tierra, que se encargan de efectuar las labores de Seguimiento,
Telemetría y Telemando (TT&C) para mantener el satélite en su posición orbital nominal, revisar sus
parámetros de operación y funcionamiento y todo el seguimiento logístico correspondiente.

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El Satélite es el núcleo principal de la red y actúa como una estación repetidora desde su órbita, efec-
tuando todas las funciones de comunicación, utilizando para ello elementos activos para conectar a
las estaciones terrenas que se sitúan en su huella de cobertura.

2.1. La carga útil y la plataforma del satélite.


La carga útil del satélite se refiere a todos los elementos y equipos electrónicos utilizados para su-
ministrar el servicio a los usuarios, para el que fue concebido el satélite. El subsistema denominado
“carga útil”, comprende todos los transpondedores y el subsistema de antenas, así como el equipo
asociado que interviene en la recepción y transmisión de las señales radioeléctricas provenientes de la
red de estaciones terrenas y hacia ellas.

La plataforma se refiere no solamente al vehículo y soporte mecánico que transporta la carga útil, sino
también a los distintos subsistemas que proporcionan la energía, el control de actitud, el control orbi-
tal, (TT&C) el control térmico, los cuales son fundamentales para la operación correcta de la carga útil.

2.2. El transpondedor, funciones, componentes, tipos y características.


En un satélite de comunicaciones, el equipo electrónico que suministra la conexión entre las antenas
de transmisión y de recepción del satélite, se denomina transpondedor. Es un tipo de dispositivo utili-
zado en telecomunicaciones satelitales cuyo nombre viene de la fusión de las palabras inglesas Trans-
mitter-responder (transmisor-respondedor).

Se puede describir como el conjunto de circuitos a bordo del satélite, que actúan como receptor, con-
mutador de frecuencias y transmisor de señales de vuelta a tierra.

Sus componentes principales son: un amplificador de bajo ruido (LNA), un conmutador de frecuencias
consistente en un mezclador y un oscilador local, y un amplificador de alta potencia (HPA). Adicional-
mente posee un filtro en la entrada que se utiliza para garantizar que cualquier señal fuera de banda,
tal como la de salida del transpondedor, se reduzca a niveles aceptables a fin de no sobrecargar el
amplificador. Una vez amplificadas las señales a un nivel apropiado, el siguiente paso es utilizar el
multiplexor para agruparlas teniendo únicamente una salida por la que serán enviadas hacia la antena
transmisora del satélite.

Es importante mencionar que los dispositivos pueden llegar a fallar, por ello se utilizan sistemas de
redundancia, lo cual permite tener varios aparatos del mismo tipo que puedan suplir a aquellos que
llegaran a fallar y así evitar cortar el flujo de la información.

Hay dos clase de transpondedores: transpondedores transparentes y transpondedores de tratamiento


a bordo (OBP, por sus siglas en inglés). Los más utilizados hasta ahora han sido los transpondedores
transparentes, los cuales efectúan las funciones arriba señaladas, pero con los avances de la tecnolo-
gía en la industria satelital, los nuevos satélites fabricados para los grandes operadores, van diseñados
en base a carga útil definida por software, lo cual llegará para quedarse.

Los transpondedores de tratamiento a bordo tienen la capacidad de realizar una o más de las tres
funciones siguientes: conmutación (frecuencia y/o espacio y/o tiempo), regeneración y tratamiento en
banda base.

15
2.2.1. Subsistema de antenas del satélite.

El diseño de las antenas del satélite depende de los objetivos de los servicios de telecomunicaciones y
del tipo del vehículo espacial utilizado. Los satélites estabilizados por rotación, exigían la ubicación de
las antenas en la parte de contrarrotación del vehículo espacial. Los actuales satélites con estabiliza-
ción triaxial colocan las antenas con alimentador centrado en la cara que mira siempre hacia la Tierra.
Las dos caras adyacentes constituyen también plataformas excelentes para ubicar las antenas con
alimentador descentrado (offset).

Las características principales de las antenas del satélite se pueden resumir en las siguientes:

• Contorno de cobertura (configuración del haz).


• Forma del diagrama y nivel de los lóbulos laterales.
• Polarización.
• Potencia.
• Capacidad de detección en radiofrecuencia.

2.3. Subsistemas principales del satélite.


Subsistema eléctrico, subsistema de control de actitud, subsistema de control orbital y subsistema de
control térmico.

Los subsistemas de antenas y de comunicaciones, son normalmente en los que más se enfoca el
ingeniero en telecomunicaciones, en especial si se trata de satélites dedicados prestar este tipo de
servicios, sin embargo a continuación de describirán de manera general los otros subsistemas que
conforman la plataforma satelital.

16
2.3.1. Subsistema eléctrico.

Los satélites requieren de un suministro de potencia eléctrica sin interrupción y sin variaciones signifi-
cativas en los niveles de voltaje y corriente. La cantidad de potencia requerida por cada uno en particu-
lar depende del modelo y de sus características de operación.

La fuente principal de energía eléctrica de los satélites son los arreglos de paneles solares, los cuales
convierten la energía solar en energía eléctrica a través de una conversión fotovoltaica.

El despliegue de los paneles del generador solar constituye siempre una fase crítica luego de lanzar el
satélite. Si los paneles no llegan a abrirse, el satélite, desprovisto de energía, no podría funcionar, y esto
reduciría su vida útil o llevaría al fracaso de la misión.

El material principal de las celdas solares es el Silicio cristalino, el cual resulta muy barato.

Celdas de arseniuro de galio (GaAs): absorben más luz solar y además disipa el calor mucho mejor,
para capturar una gama más amplia del espectro solar. Estas celdas tienen un costo elevado y si bien
no producen más energía que las de silicio cristalino, resultan más eficaces a la hora de la producción.

La fuente secundaria de energía son las Baterías. Los tipos de baterías usadas para aplicaciones espa-
ciales son: Plata-Zinc (Ag-Zn) y Níquel-Cadmio (Ni-Cd).

Otra función vital del las baterías es proporcionar potencia eléctrica a los motores de Apogeo y Perigeo.

2.3.2. Subsistema de control de actitud

Para poder realizar las funciones de comunicaciones, es necesario mantener estable la orientación de
la estructura del satélite con respecto a la superficie de la Tierra, para mantener las zonas geográficas
de cobertura en servicio las antenas del satélite deben estar perfectamente orientadas hacia la Tierra.

La actitud de un satélite está referida a su orientación en el espacio. Gran parte de los equipos a bordo
de un satélite cumplen la finalidad de controlar su actitud.

Este subsistema consiste principalmente de sensores (ópticos, mecánicos, magnéticos) para la deter-
minación de su orientación (a donde debe mirar el satélite) y actuadores o thrusters que proporcionan
los torques correctivos de posibles desviaciones. El subsistema de control de actitud en un satélite
resulta necesario para asegurarse de que las antenas direccionales del satélite apunten en las direc-
ciones correctas y que los paneles solares maximicen su exposición al sol.

Las fuerzas que alteran la actitud de un satélite son las siguientes:

• El movimiento del propelente dentro de los tanques.


• Torque de reacción debido al desbalance de la plataforma.
• Campos gravitacionales de la Tierra y la Luna.
• Presión de la radiación solar
• Impactos de los meteoritos

17
El sistema de control de actitud de los satélites se puede dividir a muy grandes rasgos en dos grandes
tipos:

• Satélites estabilizados por rotación: utilizan el efecto giroscópico para mantener una dirección iner-
cialmente fija.
• Satélites estabilizados en los tres ejes: utilizan algún mecanismo de control activo para mantener su
actitud fija respecto a alguna referencia

2.3.3. Subsistema de Control orbital (Seguimiento, Telemetría y Telemando, TT&C)

Este subsistema se encarga de la operación y posición del satélite a control remoto desde Tierra, por
medio del envío de órdenes para su ejecución en diversos subsistemas del satélite. El equipo de tele-
metría cuenta con diversos tipos de sensores instalados en cientos de puntos de prueba, que miden
cantidades tales como voltajes, corrientes, presiones, potencia de salida de amplificadores, posición
de interruptores y temperaturas, etc. Las lecturas obtenidas son convertidas en señales digitales y
enviadas hacia la Tierra.

El Seguimiento (Tracking), se efectúa mediante la transmisión de varias señales piloto denominadas


tonos, desde la estación terrena de control hacia el satélite.

Las señales de telecomando permiten efectuar las correcciones en la operación y funcionamiento del
satélite desde Tierra, entre ellas, cambiar la ganancia de los amplificadores, cerrar algún interruptor,
conmutar de transpondedor, modificar la orientación de la estructura, o bien extender los paneles sola-
res, mover las antenas y encender el motor de apogeo. Todas estas señales van codificadas y cifradas.
Los satélites modernos también poseen un procesador de control a bordo, el cual genera determina-
dos comandos para realizar funciones autónomas.

Además de controlar la actitud de un satélite, es importante que el mismo, sea mantenido en su órbita
geoestacionaria nominal correcta. Para contrarrestar el desplazamiento de los satélites producido por
la “elipticidad” de la Tierra, se le imparte al satélite un componente de velocidad en dirección contraria,
mediante chorros disparados una vez cada dos o tres semanas para corrección de la trayectoria. Ello
hace que el satélite se desplace de regreso a su posición orbital nominal, se detenga una vez llegado
allí, y luego reinicie la deriva a lo largo de la órbita hasta que se disparen nuevamente los chorros.

A través de maniobras de TT&C, el satélite se mantiene en su órbita nominal.

18
La corrección orbital se realiza mediante Seguimiento, Telemetría y telemando desde la estación terre-
na de TT&C, que vigila la posición del satélite.

Se suelen realizar maniobras de mantenimiento en posición en direcciones este-oeste y norte-sur utili-


zando los mismos propulsores que para el control de la actitud.

2.3.4. Subsistema de Control Térmico.

Las diversas partes del satélite operan a distintos rangos de temperatura, por lo que se requiere un
equilibrio térmico del conjunto para que dichos rangos se conserven. El calor generado por los amplifi-
cadores de potencia, la energía absorbida del Sol y la Tierra por el satélite y demás factores intervienen
en el equilibrio y deben considerarse.

Los satélites están expuestos a grandes gradientes térmicas, dado que reciben la radiación del Sol por
un lado y por el lado opuesto mira al espacio en la otra dirección. Los equipos montados en el satélite
también generan calor, el cual se debe eliminar.

Un satélite contiene muchos componentes que solo funcionan adecuadamente si se mantienen en


rangos de temperatura especificados. Las temperaturas de estos componentes están en función del
intercambio de energía térmica neta con el ambiente térmico del satélite. Este sistema mantiene la
temperatura de los componentes dentro del rango de temperatura deseado por medio del control de la
conductividad y las pistas de calor radiante.

• Técnicas de control térmico.

Para lograr un equilibrio térmico, se han diseñado distintos materiales que se utilizan para proteger
cada una de las partes del satélite. Por ejemplo, las caras norte y sur de los satélites triaxiales están
cubiertas con un reflector óptico de cuarzo, semejante a un gran espejo, que rechaza el calor exterior
y al mismo tiempo lo transfiere del interior al vacio; los dispositivos que generan más calor se colocan
junto a él, en el interior.

También se acostumbra proteger a las antenas y demás partes externas del satélite con materiales
aislantes que les protege del calor o de los cambios bruscos de temperatura.

• Control térmico Pasivo.

Las técnicas de control térmico pasivo incluyen: Cubiertas térmicas, Aislamiento térmico, Aislamiento
multicapa, Disipadores.

• Control térmico Activo.

Se utiliza cuando el control térmico pasivo no es adecuado ni eficiente debido a que el equipo tiene
un rango de temperatura muy angosto o disipa mucha calor como en el caso de los Tubos de Ondas
Progresivas (TWTA's).

Las técnicas de control térmico activo incluyen: Conductos térmicos o cambiadores de calor, Calenta-
dores Eléctricos (resistencias eléctricas), Persianas térmicas (louvers).

19
UNIDAD 3
SEGMENTO TERRENO DEL SISTEMA DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE.

El segmento terreno es el término con que se denomina la parte de un sistema satelital constituida por
las estaciones terrenas, que transmiten a los satélites y reciben de estos señales de tráfico de toda
naturaleza y que forman la interfaz con las redes terrenales.

3.1. La estación terrena.


El artículo 1 del Reglamento de Radiocomunicaciones (#1.63), define estación terrena de la siguiente
manera: Es toda estación situada en la superficie de la Tierra o en la parte principal de la atmósfera
terrestre destinada a establecer comunicación:

• con una o varias estaciones espaciales; o


• con una o varias estaciones de la misma naturaleza, mediante el empleo de uno o varios satélites
reflectores u otros objetos situados en el espacio.

Una estación terrena comprende todo un equipo terminal de un enlace por satélite. Su función equivale
a la de una estación terminal de un enlace de microondas. Las estaciones terrenas consisten general-
mente de seis dispositivos principales:

• La antena transmisora y receptora.


• El sistema receptor, con una unidad de acceso con amplificador de bajo nivel de ruido.
• El transmisor.
• Unidades de modulación, demodulación y conversión de frecuencias.
• Unidades de tratamiento de señal.
• Unidades de interfaz para la interconexión con redes terrenales.

Todos estos elementos se organizan en una Unidad Exterior (Outdoor Unit-ODU-) y una Unidad Interior
(Indoor Unit-IDU-).

La Unidad Exterior representa la interfaz entre el satélite y la estación Terrena. Esta sección está cons-
tituida por:

• Antena reflectora (receptora/transmisora), reflector parabólico de tamaño variable (1.2 a 2.4 metros
de diámetro en caso de terminales de muy pequeña apertura o VSAT). La antena se encarga de concen-
trar las señales recibidas desde el satélite o transmitir las informaciones hacia el mismo.
• Sistemas Electrónicos: Bocina alimentadora, Amplificador de Potencia (HPA), Bloque Convertidor ele-
vador de frecuencia (BUC), Receptor de Bajo Ruido (LNA), Bloque convertidor descendente de frecuen-
cia (down-converter). Osciladores locales para variar la Frecuencia, Duplexor, acopladores ortogonales
(OMT), montaje rígido.

20
Diagrama de Unidad Interior y Unidad Exterior de la Estación Terrena.

La Unidad Interior es la interfaz entre la Unidad externa de la estación y el terminal de usuario o LAN,
las cuales se conectan a través de los cables coaxiales (IFL: Inter Facility Links).

La unidad interior está compuesta básicamente por:

• Modulador/Demodulador.
• Sintetizador de Frecuencia Fija.
• Interfaces Banda Base (Puertos de Entrada/Salida a los terminales de usuario).

La Unidad Interior puede estar conectada a la computadora (HOST) que se encarga de administrar la
red, dicha conexión puede ser directa o bien a través de una red pública conmutada o una línea privada.

La interfaz de la banda base debe producir una señal adecuada de salida para conectarla al sistema
multiplexor de la estación terrena (digital o análogo). Ese sistema producirá la señal de entrada a las
conexiones terrestres que provienen desde la estación terrena.

21
Diagrama de Unidad Interior de la Estación Terrena.

3.2. Antenas para transmisión y recepción.


El subsistema de antena de la estación terrena es el elemento más relevante al momento de recibir
las señales provenientes del satélite en la etapa de recepción (Rx). Representa la sección física que
refleja la energía y señales que transportan la información al espacio libre en una transmisión desde la
estación terrena (telefonía, datos, video, música, Televisión, etc).

El subsistema de antenas constituye el de mayor importancia a la hora de diseñar la estación debido a


que no puede modificarse y su sustitución es muy costosa.

Las antenas son dispositivos que se encargan de recibir señales de radiofrecuencia provenientes de
las estaciones terrenas transmisoras o de otros satélites, y después de que son amplificadas y/o pro-
cesadas en el satélite, las transmiten de regreso hacia otro destino, ya sea hacia la Tierra o hacia otro
satélite, concentrada en un determinado haz de potencia.

En el diseño de las antenas satelitales se toman en cuenta ciertos parámetros que son necesarios
para el buen funcionamiento del satélite, en especial, para poder transmitir y recibir señales de forma
eficiente y, lo más relevante es, evitar interferir a otros sistemas de radiocomunicaciones.

3.3. Tamaños de las antenas y tipos de reflectores.


En telecomunicaciones satelitales, la forma más simple de una antena de reflector satelital es la de un
paraboloide de revolución con el alimentador o fuente primaria colocada en el foco de la parábola. Es
una antena completamente simétrica y es la configuración más común cuando se desea la máxima
directividad de una antena.

22
El alimentador, o fuente de energía es una antena lineal colocada en el eje focal y la reflexión en la su-
perficie parabólica transforma el frente de onda de cilíndrico a plano. Tiene un rendimiento máximo del
60% aproximadamente, es decir, de toda la energía que llega a la superficie de la antena, el 60% llega
al foco y se aprovecha, el resto se pierde.

Los tamaños típicos de antenas son normalmente menores de 3 metros, por lo cual se les denomina
terminales de muy pequeña apertura o VSAT, por sus siglas en inglés.

Las antenas parabólicas pequeñas pueden recibir y transmitir dentro de una extensión territorial muy
grande, mientras que una antena de mayor diámetro, operando a la misma frecuencia, solo puede ha-
cerlo dentro de una zona geográfica más pequeña, porque el ancho de su haz principal de radiación es
más angosto. Este efecto se debe a que las antenas parabólicas a mayor tamaño, mayor será la con-
centración de la energía en un haz más angosto, por lo tanto, la ganancia será mayor entre más angos-
to sea el haz de radiación; esto facilita el diseño y reduce los costos de estaciones terrenas receptoras
porque reciben señales de mayor intensidad, permitiendo sistemas receptores con menor sensibilidad.

Para el caso de estaciones terrenas de gran tamaño, se han destacado antenas que introducen pe-
queños subreflectores secundarios ubicados en el foco del paraboloide. De esta manera se elimina la
necesidad de usar guías de onda largas, reduciendo considerablemente las pérdidas. Las antenas con
estas características son las siguientes:

• Antena Cassegrain: En este tipo de antenas, la onda generada en el alimentador se refleja primero en
un reflector hiperbólico ubicado en el foco, para producir otra onda esférica que incide sobre el reflec-
tor parabólico principal para ser reflejada luego hacia el satélite. Esta antena tiene gran eficacia y baja
temperatura de ruido.

• Antena Gregorian: En este caso, la antena presenta un elipsoide como segundo reflector en el foco.
Sus características de RF son similares a la de la antena Cassegrain.

Estos dos reflectores (Cassegrain y Gregorian), tienen la ventaja de simplificar el diseño al poder obte-
ner zonas de cobertura más pequeñas.

23
• Antena con alimentador descentrado (offset):

Los sistemas reflectores de antena normalmente son de simetría axial. En algunos casos pueden uti-
lizarse antenas con foco descentrado, es decir, antenas que utilizan un sistema reflector asimétrico
cuando se desea un rendimiento superior. Esto es debido a que las antenas offset no experimentan
efectos de bloqueo. El punto focal no está montado en el centro del plato, sino a un lado del mismo y
de esta manera la superficie de la antena ya no estará sombreada por el LNB (desde el punto de vista
del satélite).

24
3.4. Parámetros relevantes de las antenas (Ganancia, ancho de haz, abertu-
ra efectiva, Ancho de Banda, patrón de radiación, directividad, temperatura
de ruido, polarización)
3.4.1. Ganancia de la antena.

La UIT define ganancia de una antena, de la siguiente manera:

“Relación generalmente expresada en decibelios (dB), que debe existir entre la potencia necesaria a la
entrada de una antena de referencia sin pérdidas y la potencia suministrada a la entrada de la antena en
cuestión, para que ambas antenas produzcan, en una dirección dada, la misma intensidad de campo, o
la misma densidad de flujo de potencia, a la misma distancia. Salvo que se indique lo contrario, la ganan-
cia se refiere a la dirección de máxima radiación de la antena” (Artículo 1.160 del RR).

• Abertura Efectiva y Ganancia de la Antena


• La antena capta la potencia contenida en su “área de abertura efectiva” Ae.
• Si la antena fuera perfecta y sin pérdidas, Ae sería igual al área real proyectada A.
• Por ejemplo para una abertura circular y diámetro (D): A=πD2/4
• En la práctica: Ae= η.A; donde η es la eficiencia de la antena (η < 1) con valores típicos entre 0,6 y 0,8.

A manera de información de soporte para los interesados en las expresiones matemáticas utilizadas
para el cálculo de ganancia de una antena en función de su área efectiva, tenemos lo siguiente:

La relación entre la ganancia máxima (gmax) y el área efectiva (Ae), viene dada por:

gmax=4πAe/λ2 = 4πηA/λ2

25
Para una abertura circular, la expresión matemática viene dada por:

gmax=4πηA/λ2 = 4πη.(πD2/4)/ λ2
= η π2.D2/ λ2
gmax= η(πD/λ)2
De manera logarítmica:

Aplicando la función logarítmica y referida a una antena isotrópica (dBi), obtenemos la expresión si-
guiente:

G=9,94+10log η + 20log(D/λ) dBi (referida a una antena isotrópica)

3.4.2. Patrón de Radiación.

Una antena transmisora no radia uniformemente en todas las direcciones angulares, ni detecta energía
uniformemente desde todas las direcciones. Esta selectividad direccional de una antena es caracteri-
zada en términos de su patrón de radiación, el cual es un parámetro muy importante de toda antena.

Un patrón de radiación, es una representación gráfica que muestra las propiedades de radiación de la
antena en función de las diferentes direcciones del espacio (sistema de coordenadas esférico) a una
distancia fija.

El patrón de radiación indica las variaciones de la ganancia con respecto a la dirección en la que se está
radiando y se suele representar gráficamente tanto en coordenadas polares como en coordenadas
cartesianas, como se muestra en las siguientes imágenes.

Patrón de radiación en coordenadas cartesianas.

26
Patrón de radiación en coordenadas polares.

Algunos elementos importantes relacionados con el patrón de radiación son los siguientes:

• Lóbulo principal: zona en la que la radiación es máxima


• Lóbulos laterales: zona que rodea los máximos y son de menor amplitud.
• Lóbulo secundario: lóbulo lateral de mayor amplitud
• Ancho de haz a mitad de potencia (Δθ-3dB): separación angular de las direcciones en las que el dia-
grama de radiación de potencia toma el valor mitad del máximo.

El UIT-R señala el comportamiento de la radiación de lóbulos laterales (Según Recomendación UIT-R


S. 465-6)

Para las nuevas antenas de estación terrena que funcionen con un satélite geoestacionario se reco-
mienda un objetivo de diseño por el que la ganancia la Recomendación UIT-R 580-6.

3.4.3. Directividad.

La directividad se define como la máxima ganancia directiva. De manera gráfica, podemos decir que
si una antena es muy directiva, es capaz de concentrar la potencia que radia (o recibe) en una deter-
minada dirección.

La directividad del lóbulo principal se representa como la anchura del haz a la mitad de la potencia
(disminución en 3 dB) entre dos direcciones simétricas respecto del eje de radiación máxima.

27
El factor k depende de la atenuación de iluminación en la periferia del receptor.
El valor típico usado es de k=75 grados.
D: es el diámetro de la antena.

3.4.4. Ancho de banda de la Antena.

El ancho de banda de la antena se define como el rango de frecuencias sobre las cuales la operación
de la antena es "satisfactoria".

Cuando las antenas pueden trabajar en un margen muy amplio de frecuencias se les denomina ante-
nas de Banda Ancha. Con algunas antenas tipo bocina se puede cubrir un gran margen de frecuencias;
por ejemplo, para realizar medidas radioeléctricas sin necesidad de cambiar la antena se puede cubrir
un ancho de banda de 800 MHz a 5 GHz.

3.4.5. Polarización.

La discriminación en polarización es la capacidad de una antena de diferenciar el plano de polarización


de una onda electromagnética transmitida o recibida.

Las antenas pueden trabajar con varios tipos de polarización y esto depende del diseño. Esta propiedad
depende de las variaciones en la dirección de la componente de campo eléctrico. Su utilización permite
combatir las interferencias del medio y, un punto muy importante, permite el reúso de frecuencias.
La polarización está definida por dos componentes de campo eléctrico. Estas componentes varían
tanto en amplitud como en fase.

Existen 3 tipos de polarización:

• Lineal
• Circular
• Elíptica

Un aspecto importante que se debe de tomar en cuenta al utilizar determinado tipo de polarización en
un enlace es que, tanto la antena transmisora como la antena receptora deben utilizar el mismo tipo de
polarización, esto es por el principio de reciprocidad.

3.4.6. Temperatura de Ruido.

En comunicaciones satelitales se refiere al ruido causado por la energía térmica del piso y la atmósfe-
ra y la misma se capta a través de los lóbulos laterales de la antena y la apertura de la misma, lo cual
degrada el desempeño total del receptor de la antena.

• Factor de Calidad (G/T).

El factor de calidad es la característica funcional más importante de una estación terrena en el modo
de recepción. Se define por la relación entre la ganancia de la antena en la dirección de la señal recibida
y la temperatura de ruido del sistema receptor. Esta relación G/T se da generalmente para la ganancia
máxima y se expresa en decibelios por grados Kelvin (dB(K-1)):

28
(G/T)=10log g – 10 log T dB(K-1)
(G/T)dB= G(dB) – 10 log T dB(K-1)

3.5. Equipos físicos de Radiofrecuencia de la Estación Terrena (BUC, LNB,


OMT, filtros, guías de onda, cables, acopladores).
Para conocer un poco, a nivel de equipos de RF, en la etapa de recepción de una estación terrena, se
distinguen los siguientes elementos principales:

• Bocina alimentadora.

Este dispositivo se utiliza para recibir la señal de RF reflejada en el plato parabólico y está centrada en
el LNB o, en el caso de transmisión, para emitir la señal de RF al satélite.

• LNB (Low Noise Block+Down Converter, por sus siglas en inglés).

Es parte de la cadena de Recepción de la estación VSAT. Este elemento se encuentra situado en el


foco de la antena parabólica. Este bloque receptor está conformado por un Amplificador de bajo ruido
(LNA), que combinado con la antena proporciona amplificación suficiente para las señales extremada-
mente débiles que llegan del satélite sin agregar mucho ruido térmico.

Posteriormente se convierte la señal a través de un bloque mezclador que convierte la señal de alta
frecuencia de RF (Banda C o Ku) a frecuencia Intermedia (Banda L) para poder ser transmitida por los
cables coaxiales

• BUC: (Block up Converter+HPA).

Este elemento es parte de la cadena de transmisión de la estación terrena. Inicialmente convierte la se-
ñal en banda L2 proveniente del módem para producir a la salida portadoras de bajo nivel en una banda
de frecuencia de RF (por ejemplo 5925 a 6425 MHz para banda C). Luego, mediante el Amplificador de
alta potencia (HPA), se amplifica la señal a un nivel aceptable para conectarse a la porción de transmi-
sión del alimentador de antena y luego ser reflejada en la antena hacia el satélite.

• Transformador Ortomodal (OMT) o polarizador.

Es un dispositivo colocado normalmente luego de la bocina alimentadora (puede ser considerado tam-
bién parte de esta) y que es utilizado en las estaciones terrenas de transmisión y recepción para sepa-
rar las señales que pasan hacia el LNB en el segmento de recepción y las señales de transmisión que
provienen del HPA. Está conformado por dos guías de Onda conectadas en modo ortogonal (forma de
T).

3.6. Estaciones Terrenas en Movimiento (ETEM).


El sector de radiocomunicaciones de la UIT (UIT-R) lleva varios años estudiando el despliegue de esta-
ciones terrenas en movimiento (ESIM, por sus siglas en inglés o ETEM, por sus siglas en español) que
se comunican con estaciones espaciales del SFS.

2. La Banda L es un rango de frecuencias en la banda denominada de Microondas que abarca el segmento de 1,5 a 2,9 GHz.

29
Los operadores satelitales mantienen una continua innovación en el diseño y puesta en operación de
redes de satélites geoestacionarias del Servicio Fijo por Satélite (SFS), que pueden ofrecer servicios
de banda ancha a usuarios en posición estacionaria o en movimiento, utilizando antenas directivas
estabilizadas que funcionan con los parámetros técnicos existentes del GEO del SFS.

Cuando los barcos, cruceros, navegan por el mar o las aeronaves cruzan los océanos, se ubican fuera
del alcance de las redes terrenales. Los sistemas ETEM pueden proporcionar un servicio continuo y
coherente con una cobertura geográfica muy amplia, o literalmente mundial, ya que los barcos y las
aeronaves operan en o sobre casi cualquier lugar y los satélites mantienen una cobertura amplia, ya
sea continental o marítima.

Actualmente, las velocidades de datos características de los terminales operativos en redes que pres-
tan servicios a estaciones ETEM se encuentra alrededor de los 100 Mbit/s, lo cual representa una cifra
mucho más elevada o una velocidad muy superior a la proporcionada históricamente por los sistemas
y redes de satélites del servicio móvil por satélite (SMS).

Las estaciones terrenas en movimiento abordan un reto complejo, nada más y nada menos que pro-
porcionar servicios de Internet fiables y de gran ancho de banda a lo que son, literalmente, blancos en
movimiento. Estas estaciones proporcionan comunicaciones de banda ancha, incluida conectividad a
Internet, en plataformas móviles.

Actualmente existen tres tipos de ETEM: ETEM a bordo de aeronaves (ETEM aeronáuticas), ETEM a
bordo de barcos (ETEM marítimas) y ETEM a bordo de vehículos terrestres (ETEM terrestres).

Para hacer frente a la creciente demanda de espectro de radiofrecuencias para las ETEM, al tiempo
que se protegen otros servicios de radiocomunicaciones, la Conferencia Mundial de Radiocomunica-
ciones (CMR-19) acordó en noviembre de 2019, las condiciones técnicas y reglamentarias conforme
a las cuales los tres tipos de ETEM antes mencionados, que se comunican con estaciones espaciales
geoestacionarias (GEO) del servicio fijo por satélite (SFS) podrán utilizar las bandas de frecuencias
17,7-19,7 GHz (espacio-Tierra) y 27,5-29,5 GHz (Tierra-espacio).

Las mencionadas bandas de frecuencias también están atribuidas a servicios terrenales y a otros ser-
vicios espaciales utilizados por diversos sistemas, los cuales deben protegerse del funcionamiento de
las ETEM, sin imponer restricciones indebidas.

Tomando en cuenta la existencia de los distintos servicios que operan en las mencionadas bandas de
frecuencias, en la Resolución aprobada por la CMR-19, se definen las condiciones técnicas, operacio-
nales y reglamentarias aplicables a toda ETEM que se comunique con una estación espacial del SFS
geoestacionaria en las bandas de frecuencias 17,7-19,7 GHz y 27,5-29,5 GHz o partes de las mismas.

La CMR-19 también decidió continuar los estudios sobre esta cuestión para la próxima Conferencia a
efectuarse en 2023, en la que se estará examinando la utilización de las bandas de frecuencias 17,7-
18,6 GHz, 18,8-19,3 GHz y 19,7-20,2 GHz (espacio-Tierra) y 27,5-29,1 GHz y 29. 5-30 GHz (Tierra-espa-
cio) por las ETEM que se comunican con satélites no geoestacionarios del servicio fijo por satélite.

30
3.7. Adaptación del segmento terreno a las complejidades de las nuevas
súper constelaciones LEO y MEO (Virtualización de los Telepuertos).
El ritmo del cambio tecnológico ha llevado a algunos a cuestionarse si el segmento terreno puede
mantenerse al día y seguir a la misma velocidad a todas las innovaciones del segmento espacial.
Pero de manera gradual, una serie de novedades en tecnología de antenas terrenas, procesamiento de
formas de onda y diseño de sistemas también han comenzado silenciosamente una revolución en el
segmento terreno.

En el nuevo mundo de múltiples órbitas, el mayor desafío sobre el segmento terreno será la flexibilidad.
Tradicionalmente, los operadores de satélites se han integrado verticalmente, con terminales diseña-
dos para trabajar con una sola constelación en una porción relativamente estrecha del espectro. Con
los operadores adoptando un enfoque de múltiples órbitas, eso no será suficiente.

Los proveedores de tecnología satelital están utilizando una tecnología llamada apertura fragmentada,
que aborda algunas de las limitaciones físicas subyacentes de una antena satelital convencional de
panel plano o en fase. La apertura fragmentada utiliza estructuras complejas pixeladas para sus ele-
mentos radiantes, para reducir la interferencia y aumentar la eficiencia.

NXTCOMM ya se está preparando para comenzar la producción de sus nuevas antenas con tales ca-
racterísticas. Próximamente, L3 Harris comenzará a usarlos tanto en terminales de mochila como en
terminales de vuelo para clientes pertenecientes al Departamento de Defensa de EE. UU.

Por otro lado, debido a que el cambio masivo en la dinámica de las órbitas y las mega constelaciones
debe reflejarse en el segmento terreno, muchos líderes de la industria están considerando la tecnolo-
gía de los telepuertos y se preguntan cómo debe adaptarse esta parte tan importante de la red. Enton-
ces, con el segmento terreno ya configurado para permitir que las redes LEO funcionen con éxito, es
buen momento de preguntarse cómo se puede configurar el telepuerto para que encaje perfectamente
en la red de comunicaciones más amplia.

La industria es unánime en que el próximo paso para el telepuerto es la virtualización. Con la gran
cantidad de gateways LEO y MEO necesarias para administrar datos de constelaciones, las soluciones
de software se consideran la mejor ruta a seguir, ya que permiten flexibilidad dentro de las redes y
ofrecen una forma menos compleja de escalar las operaciones. La adición física de hardware requiere
la planificación de la capacidad, mientras que una solución virtual basada en la nube se puede instalar
según la demanda.

Los satélites de nueva generación son configurables y, por lo tanto, el segmento terreno debe reac-
cionar en consecuencia. Claro que no todos los componentes pueden ser virtualizados, las antenas,
amplificadores, convertidores de frecuencias, seguirán siendo elementos físicos (hardware). Teniendo
esto en cuenta, será necesario cerrar la brecha entre el hardware y el software sin problemas; estánda-
res como OpenAPI permitirían la orquestación de dispositivos físicos y virtuales.

31
UNIDAD 4
FUNDAMENTOS DE LAS ÓRBITAS DE LOS SATÉLITES.

4.1. Leyes físicas que rigen el comportamiento de las órbitas.


Las interacciones gravitacionales son las que gobiernan la estructura y el movimiento de los cuerpos
de grandes masas, galaxias, estrellas, planetas, satélites, entre los astros del sistema solar. De igual
manera existen en la Tierra interacciones entre los cuerpos del entorno más inmediato al hombre, ya
que los cuerpos por la simple razón de tener masa, ejercen una fuerza de atracción a distancia sobre
otros cuerpos con masa.

Las leyes físicas que rigen el comportamiento de las órbitas de los satélites fueron establecidas prin-
cipalmente por Johannes Kepler e Isaac Newton. Kepler describió el movimiento de los satélites y
Newton explicó el porqué del movimiento.

Entre 1609 y 1619 Kepler (1571-1630) formuló tres leyes sobre el movimiento de los planetas alrede-
dor del Sol, que son generalizables al movimiento elíptico de cualquier cuerpo sometido al campo gra-
vitatorio de otro. Las características del movimiento de un satélite artificial en órbita terrestre tienen su
fundamento en las tres leyes de Kepler sobre el movimiento de los planetas alrededor del sol.

Las leyes de Kepler pueden ser enunciadas como sigue:

1. Primera ley de Kepler (Ley de las órbitas): La órbita de cada planeta (satélite) es una elipse con el
sol (tierra) en uno de sus focos. El punto de la órbita en el cual el planeta está más cerca del sol se
denomina perigeo, y el punto donde está más lejos del sol se le denomina apogeo.

Primera Ley de Kepler.

2. Segunda Ley de Kepler (Ley de las Áreas): Cada planeta se mueve de tal manera que el radio-vector
(sol-planeta) barre áreas iguales en tiempos iguales.

Para que esto suceda, la velocidad del planeta debe aumentar a medida que se acerque al Sol. Esto
sugiere la presencia de una fuerza que permite al Sol atraer los planetas, tal y como descubrió Isaac
Newton años más tarde.

32
Segunda Ley de Kepler.

3. Tercera Ley de Kepler (Ley de los períodos): Para cualquier planeta, el cuadrado de su período or-
bital (tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol) es directamente proporcional al cubo de la
distancia media al Sol.

Como consecuencia de esta ley, los planetas se mueven más despacio cuanto mayor es su órbita.

Observación: Por las propiedades de la elipse se cumple que el valor de la distancia media al sol coincide
con el del semieje mayor de la elipse.

4.2. Parámetros de las órbitas.


Para especificar las coordenadas inerciales de un satélite en el instante dado (t), se suele emplear un
conjunto de seis parámetros denominados elementos keplerianos:

• Excentricidad e (0 < e < 1): La excentricidad describe la forma de la órbita con respecto a una circun-
ferencia. Cuanto menos circular es una órbita, será más excéntrica o "imperfecta". Una circunferencia
perfecta tiene una excentricidad de 0 y una órbita elíptica tiene una excentricidad inferior a la unidad.
• Semi Eje mayor (a): Corresponde al semieje mayor de la elipse
• Angulo de inclinación (i): indica cuan inclinada está la órbita con respecto al plano ecuatorial.
• Ángulo del nodo ascendente (Ω): se define el nodo ascendente como el punto en el que el satélite
cruza el plano ecuatorial en dirección sur-norte. El ángulo entre la dirección I y el nodo ascendente se
conoce como la ascensión recta del nodo.
• Argumento del perigeo (w): Es la localización del perigeo con respecto al nodo ascendente. La orien-
tación de la órbita queda descrita localizando este valor (w).
• Anomalía verdadera: Tiempo en que el satélite pasa por el perigeo el cual determina la posición del
satélite en la órbita (M). Es el único parámetro que cambia continuamente.

33
4.3. Clasificación de las órbitas de los satélites.
• Órbita Geoestacionaria (GEO): Es una órbita que se encuentra a unos 36.000 km de altitud de la su-
perficie terrestre. Desde ella, un satélite tarda 24 horas en dar una vuelta a la Tierra, de modo que queda
prácticamente sincronizado con un punto situado sobre el ecuador (se trata de una órbita ecuatorial).
El satélite se desplaza en la misma dirección y a la misma velocidad que la rotación de la Tierra sobre
su eje, y parece estar “fijo” sobre un punto específico de la Tierra. Desde esa posición el satélite se tiene
una cobertura completa y constante de todo un hemisferio terrestre, pudiendo visualizar aproximada-
mente un tercio de la superficie de la Tierra. Si se colocan tres satélites en las longitudes adecuadas,
la altura de su órbita les permitirá cubrir entre ellos casi la totalidad de la superficie de la Tierra.

• Órbita Media (MEO): Son órbitas situadas entre 8.000-20.000 km por encima de la Tierra. Reservadas
principalmente para satélites de comunicaciones que cubren los polos Norte y Sur. A diferencia de
la órbita circular de los satélites geoestacionarios, la órbita de los satélites MEO es de forma elíptica
(ovalada) y se despliegan en varios planos. Su periodo es de 6 horas. Se usa para aplicaciones de Ra-
dionavegación por satélite (BEIDOU3, GPS4, GALILEO5, GLONASS6, ).

3. Beidou significa Osa Mayor en chino, y es el sistema global de navegación por satélite creado por China como alternativa al GPS. Su
nombre oficial es Sistema Experimental de Navegación por Satélite BeiDou, y cuenta con un total de 30 satélites en órbita.
4. Sistema de Posicionamiento Global (GPS) por sus siglas en inglés. Operado por Estados Unidos y controlado por 24 satélites en seis
órbitas a 20.200 km de altura.
5. La ESA culminó el lanzamiento de los 30 satélites europeos destinados a determinar la posición de un usuario ubicado en cualquier
punto de la Tierra (sistema Galileo). Estará completamente operativo en 2020. Las órbitas están situadas a 23.616 km en tres planos
circulares diferentes.
6. El sistema ruso Glonass consta de 31 satélites (24 en activo, 3 satélites de repuesto, 2 en mantenimiento, uno en
servicio y otro en pruebas), situados en tres planos orbitales de 64,8º de inclinación y 8 satélites en cada plano a una altura de 19.000 km.

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• Órbita Baja (LEO): Son órbitas ubicadas entre 500-2.000 km por encima de la Tierra. Estas son órbitas
polares que están mucho más cercanas a la Tierra, por lo cual los satélites correspondientes deben
viajar a una velocidad muy alta para evitar que la gravedad de la Tierra los saque de su órbita, dando
una vuelta a la Tierra en 1.5 a 2 horas y son necesarios muchos satélites para cubrir todo el globo
(Iridium con 66 satélites, Globalstar con 48 satélites). Este tipo de órbita es utilizada frecuentemente
para los vuelos tripulados (incluyendo estaciones espaciales), satélites científicos, servicio móvil por
satélite, satélites espías, satélites de observación de la Tierra para fines meteorológicos. Este tipo de
satélites es ideal para telefonía por el poco retardo. Este tipo de órbita es usada ampliamente por los
nuevos proyectos de mega constelaciones como Starlink, OneWeb, Telesat Lightspeed, entre otros.

• Órbita altamente elíptica (HEO): se trata de aquellas órbitas utilizadas en misiones de investigación,
y comúnmente se ocupan previas a la maniobra de escape de la atracción terrestre. Su perigeo está a
unos 500 km y el apogeo 42.000 km. Su periodo varía de 8 a 24 horas.

• Órbita inclinada: Una vez que un satélite ha sido colocado con exactitud en su posición en órbita
geoestacionaria empieza a derivar paulatinamente en dirección norte-sur diariamente debido a la in-
fluencia del Sol y la Luna. Gradualmente, la órbita se va inclinando aumentando esta a razón de 0,8
grados por año. En el caso de algunos satélites antiguos, su vida útil se puede prolongar ahorrando
combustible para las maniobras orbitales norte-sur, lo cual se traduce en una deriva del satélite en su
latitud.

• Órbita polar: El satélite pasa por encima o casi por encima de ambos polos con una inclinación de
alrededor de 90 grados hacia el ecuador y una altitud de entre 850 y 1000 kilómetros. Algunos satéli-
tes de este tipo son de tipo meteorológico, como los de la serie NOAA (EE.UU), METEOR (Rusia). Las
constelaciones LEO, usan esta órbita.

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A medida que los satélites se acercan más a la Tierra, la atracción gravitacional se vuelve más fuerte
y el satélite se mueve con más rapidez, (es decir) a un satélite a 1000 km le toma 1 hora, 45 minutos
8 segundos orbitar la Tierra mientras que a 35.786 km le toma 23 horas, 56 minutos y 4 segundos (un
día aproximadamente).

4.3.1. Comparaciones de uso de las distintas órbitas.

• Un satélite Geoestacionario puede cubrir casi 1/3 de la superficie de la Tierra, con un alcance mucho
más amplio que el que puede lograr cualquier red terrenal.
• Para las comunicaciones se necesitan antenas fijas. Como los satélites geosíncronos permanecen
estáticos en la misma posición orbital, los usuarios pueden apuntar sus antenas satelitales en la direc-
ción correcta, sin equipos de seguimiento costosos.
• En órbita inclinada, las estaciones terrenas deben contar con sistemas de seguimiento ajustables a
fin de poder apuntar al satélite durante todo el día.
• Los satélites geoestacionarios tienen mayor tiempo de vida útil, al menos 15 años.
• La órbita baja presenta pequeños retardos de propagación de la señal en comparación con la órbita
geoestacionaria.
• La órbita baja está siendo usada ampliamente por los nuevos operadores para suministrar Banda
Ancha a zonas desatendidas por los GEO y con baja latencia.
• Los proyectos de órbita baja requieren muchos lanzamientos de vehículos espaciales para poner en
órbita toda su constelación, lo cual resulta costoso.

4.4. Puesta en órbita de un satélite.


El método utilizado para ubicar el satélite en órbita se llama transferencia Hohmann que consiste en
habilitar el movimiento del satélite desde una órbita circular baja hasta una órbita circular más alta con
el mínimo de gasto de energía.

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Los siguientes son los cuatro pasos para la puesta en órbita de un satélite en la órbita geoestacionaria:

• Lanzamiento y Aparcamiento: órbita Terrestre Baja (1)


• Órbita de transferencia: Elíptica y de alta excentricidad, tiene un apogeo de 36.000 Km. (2)
• Encendido del Motor de Apogeo y órbita de Deriva: la órbita se transforma en ecuatorial y casi circu-
lar. (3)
• Órbita Geoestacionaria: El satélite queda fijo en el espacio (4)

4.5. Los innovadores Vehículos de Extensión de Misión (MEV).


Un satélite puede estar sano y en pleno funcionamiento, pero aún puede ser sacado de su órbita si
su suministro de combustible se ha agotado. Una vez que el combustible se agota, el satélite queda
inutilizable. En este punto es donde entra en funcionamiento el vehículo de extensión de misión (MEV).
Ahora hay formas de reactivar o remolcar satélites que quedaron fuera de su órbita por falta de com-
bustible o que están por finalizar su vida útil, para lo cual se utilizan los Vehículos de Extensión de
Misión (MEV), que se acoplan a los satélites que están fuera de su órbita nominal o al final de su vida
útil a fin de devolverles la posibilidad de reingresar a su órbita y seguir prestando servicios al menos
por cinco años más.

Este servicio es prestado actualmente por SpaceLogistics, una subsidiaria de propiedad absoluta de
Northrop Grumman, que ha demostrado que su vehículo de extensión de misión puede acoplarse a un
satélite en órbita y transportarlo a una nueva órbita, dando a la plataforma una nueva vida útil.

En febrero de 2020, Nothrop Grumman Corporation completó con éxito el primer acoplamiento del ve-
hículo Mission Extension (MEV-1) al satélite de comunicaciones Intelsat 901 (IS-901), con el objetivo
de incrementar la vida útil de este satélite durante cinco años más. El satélite IS-901 había estado to-
talmente operativo durante 19 años, pero se estaba quedando sin combustible. En diciembre de 2019,
Intelsat lo retiró del servicio, transfiriendo los clientes a otros satélites de su extensa flota, con el fin de
elevar su órbita a la misma altitud que el MEV-1 en preparación para el atraque.

La compañía dispone actualmente del MEV-1 y el MEV-2, los cuales poseen dos módulos de propul-
sión eléctrica, dos paneles solares, baterías de respaldo y tienen una masa de 2.326 kg y 2.875 kg
respectivamente, tienen una vida útil de 15 años y al proporcionar el servicio de propulsión necesaria
a los satélites a los que están acoplados, los llevarían a una órbita de desmantelamiento y pasarían a
su próximo cliente.

A futuro, la compañía SpaceLogistics pondrá en actividad a los Vehículos Robóticos de Misión (MRV,
por sus siglas en inglés), que permitirán hacer reparaciones en órbita, inspección detallada y reubica-
ción de satélites y en un futuro "repostar" combustible a satélites en el espacio.

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BIBLIOGRAFÍA.
• Handbook on Satellite Communications – ITU, Wiley
• Teoría de antenas, Jaume Anguera y Antonio Pérez, Ingeniería La Salle.
• Reglamento de Radiocomunicaciones de la UIT

REFERENCIAS WEB.
• http://www.ptolomeo.unam.mx:8080/jspui/bitstream/132.248.52.100/162/5/A5.pdf
• https://www.itu.int/es/myitu/News/2020/03/30/12/54/5-trends-in-satellite-communications-on-the-
horizon
• http://interactive.satellitetoday.com/via/september-2021/ground-segment-aims-to-fly-high-in-the-
new-space-environment/
• https://actualidadaeroespacial.com/northrop-grumman-acopla-con-exito-el-vehiculo-mission-exten-
sion-al-satelite-intelsat/
• http://www.acta.es/medios/articulos/ciencias_y_tecnologia/062017.pdf
• https://www.fisicalab.com/apartado/leyes-kepler#contenidoshttp
• www.sallesat.org/pdfs/ParametrosKeplerianos.pdf
• http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lem/campos_v_da/capitulo1.pdf
• http://www.space-airbusds.com/es/
• http://www.aero.us.es/move/files/t7
• https://cnes.fr/en/web/CNES-en/1097-some-classic-orbital-manoeuvres.php
• http://www.tech-faq.com/odu.html
• http://www.salleurl.edu/semipresencial/ebooks/ebooks/ebook_teoria_antenas.pdf
• https://personales.unican.es/perezvr/pdf/Antenas%20con%20Reflector%20Parab%C3%B3lico_V4.
pdf
• https://www.itu.int/dms_pubrec/itu-r/rec/s/R-REC-S.465-6-201001-I!!PDF-S.pdf
• https://aglayamagazine.wordpress.com/2015/02/15/los-satelites-que-nos-rodean-orbitas-polares
-orbitas-geoestacionarias-y-otras/

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