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Zapata C. Sottano P. Divorcio

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ZAPATA PATRICIO MAURO C / SOTTANO MARIA MARTA P / DIVORCIO UNILATERAL

13-05743039-1

Mendoza, 17 de Agosto de 2021

VISTOS:
Los presentes autos arriba caratulados, venidos a despacho para resolver conforme
llamamiento de fecha 6/08/21,

RESULTA:
Se inician las presentes actuaciones con la presentación del Dr. Eduardo Sayavedra,
en representación del Sr. Patricio Mauro Zapata, D.N.I. N° 92.088.261, interponiendo
formal demanda de divorcio en los términos de lo dispuesto por el art. 437 del C.C. y C., a
fin que se decrete judicialmente la disolución del vínculo matrimonial que lo une con la
Sra. María Marta Sottano, D.N.I N° 17.640.193. Expone que de dicha relación nacieron sus
dos hijos, y que existen procesos judiciales relativo al cuidado personal y alimentos de los
mismos tramitando en forma separada al divorcio. Además, expresa que las partes se
encuentra negociando la partición en forma privada.
En fecha 3/06/20 el Tribunal ordena atento la existencia de otros antecedentes en
este Tribunal, y también de expedientes en trámite en la República de Chile, previo a todo,
dar intervención al SE.JU.C.A.I. a los efectos que se expida respecto a la competencia y
derecho aplicable para entender en la presente causa.
En fecha 17/07/21 el SEJUCAI dictamina que en este estadío procesal, corresponde
acoger la demanda en razón de la norma invocada (art. 2621 del CCyC). Manifiesta que se
ha contestado la vista parcialmente y solo en relación a la cuestión de la jurisdicción
competente, ya que estima que le corresponderá expedirse sobre el derecho aplicable,
luego de que la parte demandada haya ejercitado su derecho de defensa.
En fecha 31/07/21 se corre traslado de la demanda a la contraria, quien en fecha
13/08/20 comparece y contesta allanándose al divorcio y formula propuesta reguladora de
los efectos en relación a los efectos patrimoniales del divorcio, la cual es rechazada por la
parte actora en fecha 8/09/20.
En fecha 22/10/20 la SE.JU.C.A.I dictamina respecto del derecho aplicable en la
situación planteada, refiere que sobre los efectos del divorcio se rigen por la ley del último
domicilio conyugal efectivo, que de acuerdo a las probanzas corresponde al derecho del
estado de Chile y ello por imperio de la norma del art. 2626 del CCCN. También manifiesta
que la referida norma tiene el carácter de orden público internacional y por ende, resulta
inderogable por las partes.
En fecha 27/11/20 la parte demandada se opone al dictamen emitido por la
SE.JU.C.A.I por los motivos que expone, a los cuales me remito por honor a la brevedad.
En fecha 5/04/21 la SE.JU.C.A.I dictamina nuevamente manifestando que habiendo
encuadrado la situación planteada en un caso de Reenvío en Primer Grado, corresponderá
aplicar nuestro derecho sustancial Argentino en materia de Divorcio Internacional, ello es,
las disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación a partir del art. 435 y
subsiguientes

En fecha 8/07/21 toma intervención el Ministerio Fiscal, y dictamina


favorablemente a la acción interpuesta.
En fecha 6/08/21 quedan los autos en estado de resolver.

CONSIDERANDO:
I.- En la presente causa dado el elemento extranjero que posee, uno de la las partes
se encuentra domiciliada en la República de Chile y en en ese mismo paíso donde se
encuentra el último domicilio conyugal, entiendo que corresponde realizar una aclaración
preliminar en cuanto al derecho aplicable.
En este caso me remito al dictamen de fecha 5/04/21 realizado por la SE.JU.C.A.I, al
que comparto en su totalidad, donde manifiesta que nuestro derecho Argentino en
materia de divorcio internacional nos remite derecho chileno en razón de haber estado allí
el último domicilio conyugal efectivo de este matrimonio (art. 2626 de. CCyC), pero que a
su vez, el derecho chileno hace regir al divorcio por el derecho del lugar de celebración,
que conforme constancias de autos, el matrimonio se celebró en Mendoza, Argentina, por
lo tanto corresponde aplicar el derecho nacional.
II.-El Código Civil y Comercial de la Nación dispone en su art. 437 que “El divorcio
se decreta judicialmente a petición de ambos o de uno solo de los cónyuges”.
La legislación actualmente vigente no sólo elimina todo requisito temporal y
sustancial para la interposición de la acción de divorcio, sino que únicamente contempla
la figura del divorcio “incausado”, dando preeminencia a la autonomía de la voluntad de
los implicados, e imponiendo un claro límite en la injerencia del juzgador en el
conocimiento y análisis de las causas que produjeron el rompimiento del vínculo
matrimonial, las que se reservan exclusivamente al ámbito de la intimidad familiar.
Es por ello que la doctrina impulsora de la reforma del Código Civil, explico en la
Exposición de Motivos de la misma que: “El matrimonio se celebra y se sostiene por la
voluntad coincidente de los contrayentes y, por ende, cuando la voluntad de uno de ellos o
de ambos desaparece, el matrimonio no tiene razón de ser y no puede ser continuado,
habilitándose por este simple y elemental fundamento, que uno o ambos puedan solicitar
su divorcio. El respeto por la libertad y autonomía de la persona humana y su proyecto de
vida impone la obligación de evitar forzar a un sujeto a continuar en un matrimonio que ya
no se desea. La protección integral de la familia de tipo matrimonial no implica desconocer
los derechos fundamentales de cada uno de sus integrantes, quienes no pueden ver
conculcados sus derechos a costa o por fuerza del matrimonio” (Fundamentos del
Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación elaborados por la Comisión
Redactora, año 2012).
Así, encontrándose acreditado en debida forma el vínculo matrimonial,
presupuesto fundamental para dar curso al proceso, mediante acta de matrimonio
acompañada y habiéndose manifestado libremente la voluntad de uno de los cónyuges de
cesar en el matrimonio, entiendo que corresponde proceder a disolución del vínculo
matrimonial.
No obstante lo expuesto, no existiendo acuerdo expreso en relación a la fecha de
separación de hecho, ya que la parte actora manifiesta que la misma se produjo en fecha 2
de diciembre de 2017, mientras que la parte demandada en los primeros días de marzo de
2018, hágase saber a las partes que dicho efecto derivado del divorcio deberá ser resuelto
por la vía incidental correspondiente o en la audiencia prevista por el art. 438 del CCyC
(art. 480, 2° párrafo del C.C.C.N.).
Por lo expuesto, constancias de autos, jurisprudencia y doctrina reseñada, y
normativa vigente (arts. 435 inc. c), 437 y cc. Del C.C.yC., y arts. 171 y cc. Ley 9.120),

RESUELVO:
I.-Hacer lugar a la acción de divorcio promovida y en consecuencia declarar a los
esposos, Sres. Patricio Mauro Zapata, D.N.I. N° 92.088.261, y María Marta Sottano, D.N.I
N° 17.640.193, divorciados con los alcances y límites de los arts. 435 inc. c), 437 y cc. del
C.C.yC.
II.- Hacer saber a las partes que la fecha de la separación de hecho deberá ser
resuelta por la vía incidental correspondiente o en la audiencia prevista por el art. 438 del
CCyC(art. 480, 2° párrafo del C.C.C.N.).
III.- A fin de llevar a cabo la audiencia prevista por el art. 438 del CCyCN., atento
que la misma se realizará de manera remota en virtud de la actual situación de aislamiento
obligatorio, hágase saber a las partes a través de sus letrados patrocinantes que – previo a
todo- deberán INFORMAR direcciones de correo electrónico de cada uno de los
intervinientes en la audiencia (partes, letrados, etc.) y sus respectivos números de teléfono
celular para la verificación correspondiente, a efectos de la coordinación, validación de los
datos y posterior participación en la audiencia mediante el programa Microsoft Windows
Teams , al cual se puede acceder vía web ó descargando previamente la aplicación en
cualquier dispositivo electrónico. NOTIFIQUESE a ambas partes, electrónicamente..
IV.-Imponer las costas por el divorcio en el orden causado (art. 35 y 36 del
C.P.C.C.yT.).
V.- Diferir la regulación de honorarios hasta tanto se celebre la audiencia ordenada
en el punto III.
VI.- Firme la presente, ofíciese al Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas a fin que se tome nota marginal en el acta n° 53, Libro Registro n° 7484,
correspondiente a la Oficina denominada “Dolores Paz Guevara de Lemos”, Provincia de
Mendoza, celebrada el día 25 de noviembre de 1998.
VII.- Notificar la presente resolución al Dr. Baltasar Sayavedra (Mat. 6698) por el Sr.
Zapata y sus honorarios, al Dr. Rodrigo Sayavedra (Mat.5829) por sus honorarios, y a los
Dres. Facundo Correas (Mat. 5795) y Yanira Isuani (Mat. 10263) por la Sra. Sottano y sus
honorarios, y al Ministerio Fiscal en forma electrónica.
COPIESE. REGISTRESE. NOTIFIQUESE. OFICIESE. OPORTUNAMENTE ARCHIVESE.

Dra. Daniela Alma


Juez

PG
Autos SEJUCAI N° 6320.
Ref. Expte. N° 335/20/13F caratulados: ”ZAPATA PATRICIO MAURO
C/SOTTANO MARIA MARTA P/DIVORCIO UNILATERAL, Tribunal
de Gestión Asociada de Familia, Luján de Cuyo, Mendoza.

Señora Juez:
En contestación a la vista conferida, cabe hacer las
siguientes consideraciones.
Tal como se ha dicho en dictámenes anteriores en la
situación generada en autos, se debe seguir la solución prevista en nuestro
código de fondo, de aplicar al divorcio internacional planteado la ley donde
ubicó el último domicilio conyugal efectivo de acuerdo a la expresa
normativa impuesta por el art. 2626. Esto conlleva la consiguiente aplicación
del Derecho del estado de Chile. A continuación, aportamos los resultados
obtenidos de consultar dicho ordenamiento jurídico extranjero.
PREUBA E INFORMACIÓN DEL DERECHO
CHILENO: Se ha consultado la legislación del país transandino de acuerdo
a la información oficial de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
BCN, en las siguientes coordenadas: www.leychile.cl que se adjunta a este
dictamen a título de colaboración. En dicho Estado resulta de aplicación la
Ley 19947, “Ley de matrimonio Civil”, promulgada en fecha 7 de Mayo de
2004 y publicada el 17 Mayo de 2004. El referido texto normativo regula ab
initio, su ámbito de aplicación material y establece en el artículo 1° entre
otros tópicos, lo siguiente: “(…) La presente ley regula requisitos para
contraer matrimonio, la forma de su celebración, la separación de los
cónyuges, la declaración de nulidad matrimonial, la disolución del vínculo
y los medios para remediar o paliar las rupturas entre los cónyuges y sus
efectos (…)”.

El Capítulo VIII de la referida norma regula lo atinente a


los aspectos Ius Privatistas Internacionales bajo el Subtítulo: “De La Ley
aplicable y del Reconocimiento de las Sentencias Extranjeras”. En dicho
apartado establece el Art. 81 lo siguiente: “Los efectos de los matrimonios
celebrados en Chile se regirán por la ley chilena, aunque los contrayentes
sean extranjeros y no residan en Chile”. Por otra parte, establece el art. 83
del mismo texto legal: “El divorcio estará sujeto a la ley aplicable a la
relación matrimonial al momento de interponerse la acción”.

La doctrina mayoritaria iusprivatista internacional del


derecho chileno tiene en consideración las dos normas descriptas para
alcanzar el siguiente desarrollo. La norma citada en segundo término, está
referida en concreto al divorcio y éste instituto queda regido por la Ley que
regula la situación matrimonial al momento de la interposición de la acción.
La normativa debe ser interpretada en forma conjunta con el art. 81; éste
artículo da preeminencia a la conexión lugar de celebración del acto
matrimonial, para hacer regir los efectos del matrimonio. La doctrina
entiende e interpreta que corresponde “bilateralizar” los efectos previstos en
dicha norma. Qué implica ésta bilateralización?. El alcance interpretativo
dando prioridad a la conexión “lugar de celebración”, implica que si el
matrimonio se ha celebrado en Argentina, los efectos se rigen por ley
argentina. Esta posición se encuentra descrita por Eduardo Picand Albónico,
en su trabajo “El Matrimonio en el sistema chileno de Derecho Internacional
Privado” publicado en el Anuario Español de Derecho Internacional Privado
ISSN 1578-3138, N° 6, 2006, págs.115-138.

REENVIO. El célebre jurista alemán Werner


Goldschmidt explicaba en su reconocida obra “Derecho Internacional
Privado1” que cuando nuestro derecho local argentino nos remite al derecho
extranjero, debe tenerse en consideración no sólo el derecho de fondo de éste
último, sino también, el derecho internacional privado (para lo sucesivo
DIPr) de ése país. A este fenómeno lo explicó designando a esta situación,
“Tesis de la Referencia Máxima”, es decir, se tiene en cuenta todo el derecho
extranjero, su derecho de fondo y su DIPr. Continuaba sus lúcidas
exposiciones explicando que en primer término cuando arribamos al derecho
extranjero, corresponde consultar el derecho Internacional de ése Estado y
ahí, pueden ocurrir cuatro situaciones.

1
Goldschmidt Werner, Derecho Internacional Privado, Derecho de la Tolerancia, Edit. Depalma, Buenos
Aires, 1985, pág. 129.
La primera, es que ése derecho internacional remitiera al
derecho sustancial del mismo estado extranjero; la segunda, que dicho DIPr
remita al derecho argentino de fondo, caso del Reenvío en Primer Grado; la
tercera posibilidad es que el DIPr. remita al derecho de un tercer estado,
donde se configuraría el Reenvío de Segundo o ulteriores grados y daba en
cuarta posibilidad una situación hipotética, dada por la remisión del DIPr
extranjero al DIPr argentino, denominándolo Doble Reenvío.

Corresponde consultar ahora lo que dispone sobre el tema


del Reenvío nuestro Código Civil y Comercial Nacional en su art. 2596; allí
puede leerse:“Cuando un derecho extranjero resulta aplicable a una
relación jurídica, también es aplicable el derecho internacional privado de
ése país. Si el derecho extranjero aplicable reenvía al derecho argentino
resultan aplicables normas del derecho interno argentino”.

Hemos recreado precedentemente las enseñanzas del


maestro berlinés a fines de determinar, cuáles de las formas de Reenvío,
nuestra legislación adopta. En primer término ha seguido la Referencia
Máximo, es decir se consulta al Derecho Extranjero en su máxima extensión,
ello es, considerando tanto el derecho de fondo como el DIPr extranjero.
Además ha seguido la fórmula del Reenvío en Primer Grado, cuando
establece que si el derecho extranjero reenvía a nuestro derecho, se aplica
nuestro derecho de fondo y al mismo tiempo, descarta el doble reenvío
porque no se permite que volvamos al punto de partida de nuestro DIPr
interno.

Con lo dicho hasta acá, tenemos que nuestro derecho


argentino en materia de divorcio internacional nos remite al derecho chileno
en razón de haber estado allí el último domicilio conyugal efectivo de este
matrimonio (art. 2626); el derecho chileno hace regir al divorcio por el
derecho del lugar de celebración (conforme lo interpreta la doctrina
dominante de los arts. 81 y 83 de la Ley 19947 de Matrimonio Civil); el
matrimonio se celebró en Mendoza, Argentina, corresponde aplicar el
derecho nacional.

Habiendo encuadrado la situación planteada en un caso


de Reenvío en Primer Grado, corresponderá aplicar nuestro derecho
sustancial argentino en materia de Divorcio Internacional, ello es, las
disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación a partir del art. 435
y subsiguientes.

En definitiva, encuadrando la cuestión planteada en un


caso de Reenvío en Primer Grado, se concluye en la aplicación del propio
derecho nacional, a partir de un análisis de Derecho Internacional.

Sirva la presente de atenta nota de remisión.

DESPACHO, Abril 5 de 2021.

FIRMADO DR. ROBERTO STOCCO,


TITULAR SEJUCAI. SUPREMA CORTE.

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