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Biografia

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Isaac Newton

Nació el 25 de diciembre de 1642, en Woolsthorpe, Lincolnshire, Inglaterra, es


el más grande de los astrónomos ingleses; se destacó también como gran
físico y matemático. Fue en realidad un genio al cual debemos el
descubrimiento de la ley de gravitación universal, que es una de las piedras
angulares de la ciencia moderna. Fue uno de los inventores del cálculo
diferencial e integral. Estableció las leyes de la mecánica clásica, y partiendo
de la ley de gravitación universal dedujo las leyes de Kepler en forma más
general. Logró construir el primer telescopio de reflexión.

Su padre,murió de neumonía unos meses antes de su nacimiento, y su madre


luchó por sacar adelante la granja de la familia en Woolsthorpe. Eran tiempos
difíciles en el país, una sangrienta guerra civil trastornó a Inglaterra durante
seis años. Cuando Isaac tenía tres años su madre volvió a casarse, dejando a
su hijo al cuidado de sus abuelos. Su primera educación la recibió en las
escuelas de los pueblos cercanos. A los doce años fue inscrito en la escuela
primaria de Grantham, una ciudad a diez kilómetros de su hogar. Allí estudió
latín y la Biblia, pero tuvo poco contacto con las matemáticas o las ciencias. El
joven Newton vivía en la casa de William Clarke, farmacéutico de la ciudad,
que tenía una de las mejores bibliotecas del lugar y una hermosa hijastra, con
la que más tarde Newton tuvo un romance adolescente, el primero y último de
su vida.

Cautivado por el principio de los relojes de sol, aprendió a calcular no sólo la


hora sino también el día del mes, y a predecir acontecimientos como los
solsticios y los equinoccios. Incluso el viento lo fascinaba. Un día, cuando
Newton tenía dieciséis años, se alzó una gran tormenta, mientras la gente
prudente buscaba refugio del viento, el joven realizó lo que más tarde
recordaría como su primer experimento científico. Primero saltó con el viento,
luego contra él. Comparando las distancias de los dos saltos, fue capaz de
estimar la fuerza del ventarrón.

Poco después, Newton fue llamado de la escuela para ocuparse de la granja de


la familia. Un viejo sirviente de confianza recibió la tarea de enseñarle todas
las habilidades necesarias, pero Newton nunca puso su corazón en el trabajo.
Construía un molino de agua en el arroyo -completo con presas y compuertas-
mientras sus ovejas sin vigilar invadían los campos de maíz del vecino. Su
curiosidad, era ilimitada en asuntos de ciencias e invenciones, pero no se
extendía hasta la agricultura. Después de nueve meses, la familia decidió que
aquel curioso manipulador estuviera mejor en la escuela. El maestro de
Grantham, que insistía en que los talentos de Newton se estaban
desperdiciando en la granja, se ofreció a alojarlo en su propia casa. Así, en
otoño de 1660, Newton regresó a Grantham a fin de prepararse para la
universidad. En junio del año siguiente estaba listo para ir a Cambridge.
Deseaba ya convertirse en profesor.
En Cambridge, Newton llenó su soledad con el estudio de una amplia variedad
de temas, que iban desde la astrología hasta la historia. Al final de su etapa de
no graduado en 1664, había descubierto también las matemáticas y la filosofía
natural, un campo que abarcaba los temas hoy conocidos como ciencias
físicas. Newton se estaba preparando para empezar el trabajo de posgraduado
cuando su vida dio otro brusco giro. Inglaterra fue golpeada por la peste
bubónica, que se llevó consigo miles de vidas, sobre todo en ciudades como
Londres y Cambridge, cuyos sucios y atestados arrabales proporcionaban un
caldo de cultivo ideal para la enfermedad transmitida por las ratas. La
universidad cerró temporalmente mientras sus estudiantes huían a regiones
rurales menos afectadas. Newton regresó a Woolsthorpe, visitando Cambridge
de tanto en tanto para usar su biblioteca. Tranquilo al calor de Lincolnshire,
puso a trabajar su poderoso intelecto en diversos problemas científicos y
matemáticos. Construyó la primera versión funcional de un nuevo instrumento
astronómico, el telescopio de reflexión, que usaba un espejo curvo en vez de
lentes para enfocar la luz. Desarrolló una nueva y poderosa rama de las
matemáticas llamada cálculo. Y efectuó el trabajo fundamental de su teoría de
la gravitación.

El relato popular del origen de esa teoría -que Newton la concibió en el verano
de 1666 tras ver caer una manzana de un árbol- es imposible de confirmar,
pero la tradición ha señalado un árbol de la granja familiar como aquel del
que cayó la manzana. Cuando el árbol murió en 1820, fue cortado a trozos,
que fueron cuidadosamente conservados. En cualquier caso, algo durante este
período dirigió los pensamientos de Newton hacia la idea de la ley universal
de la gravitación. Su gran tratado Principios Matemáticos de Filosofía Natural
(Principia), publicado en 1687 presenta los estudios de Newton durante más
de veinte años en relación a la mecánica terrestre y celeste. Allí enuncia la ley
de gravitación: dos cuerpos se atraen con una fuerza proporcional a sus masas
e inversamente proporciona al cuadrado de la distancia que las separa.

La importancia filosófica de la obra de Newton es extraordinaria; la forma en


que el ser humano enfrentó la naturaleza el siglo XVIII y XIX es una
consecuencia de los descubrimientos del gran sabio inglés. Los méritos de
Newton no se reducen al campo de la mecánica y las matemáticas; también
la óptica supo de su talento. Descubrió que la luz blanca puede ser
descompuesta en todos los colores del arcoiris al hacerla pasar por un prisma,
iniciando con ello el análisis espectral, base de la astrofísica contemporánea.
Sus estudios sobre la luz lo llevaron a publicar en 1704 su Tratado sobre
Óptica, donde además detalla su teoría corpuscular para la naturaleza de la
luz.
Los últimos años de su vida los destino a profundas meditaciones teológicas,
alejado casi totalmente de aquellos quehaceres intelectuales para los cuales
no tuvo rival. Murió el 20 de marzo de 1727, en Cambridge, Cambridgeshire,
Inglaterra.
¿Quién fue Isaac Newton?
Isaac Newton fue un científico inglés que se dedicó principalmente a la física
y la matemática, pero que también incursionó en la filosofía, la alquimia (una
forma previa de la química) y la teología.

Entre sus aportes al conocimiento científico se encuentran:

 El descubrimiento del espectro de color contenido en la luz.


 La primera hipótesis sobre la existencia de partículas que componen la
luz.
 El estudio de la transmisión de temperatura a través de la convección.

Sin embargo, sus aportes más importantes son sus tres leyes del
movimiento, que se explican a continuación. Estas leyes fueron capaces de
explicar el movimiento de los astros a partir de los mismos principios físicos con
que se explica el movimiento en la superficie terrestre.

Isaac Newton nació el 4 de enero de 1643 en el condado de Lincolnshire, en


una aldea llamada Woolsthorpe Manor, que se encuentra al norte de Londres,
en Inglaterra.

Su padre, Barnabás Smith, era un campesino que había muerto a fines de 1642,
por lo que Newton fue criado por su madre, Hanna Ayscough, hasta que ella
contrajo matrimonio con otro hombre, momento en que fue a vivir con sus abuelos,
hasta que su padrastro falleció.

Desde muy pequeño mostró talento para las invenciones, por ejemplo, copió
un molino de viento de su pueblo que funcionaba incluso mejor que el original. En
1661 ingresó a la Universidad de Cambridge y profundizó sus estudios sobre
óptica, geometría y matemática, y desarrolló un modelo de telescopio.

En 1693 sufrió una crisis psíquica, junto con períodos de depresión y paranoia.
Se cree que estas afecciones fueron causadas por un envenenamiento
de mercurio ocurrido accidentalmente durante sus experimentos. Falleció el 20 de
marzo de 1727, a los 84 años.

Ley de inercia o Primera Ley de Newton


“Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme rectilíneo
a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas impresas sobre él.”

Lo que esta ley indica es que si un objeto está en reposo, continuará en


reposo, y si está en movimiento rectilíneo uniforme mantendrá ese movimiento, a
menos que se le aplique una fuerza (que busque detenerlo, acelerarlo o moverlo
en otra dirección).

Esta ley contradice la ley de Aristóteles que sostenía que un cuerpo solo podía
mantenerse en movimiento si se le aplicaba una fuerza constante.

Aplicación práctica de la Primera Ley de Newton


Saber que un objeto continuará en movimiento una vez que se le aplica una fuerza
(y mientras ninguna otra actúe sobre él) es de vital importancia.

Por ejemplo, al considerar la seguridad de un medio de transporte. Un


pasajero en un automóvil se encuentra en un movimiento rectilíneo uniforme.

Si el automóvil se detiene por una fuerza externa, el pasajero continuará en


movimiento, es decir, que puede golpearse con el parabrisas o incluso
atravesarlo.

Por eso, existen cinturones de seguridad que detienen el movimiento del pasajero
al mismo tiempo que se detiene el movimiento del automóvil.

¿Por qué se detienen los objetos en movimiento?


Si se apaga el motor de un automóvil que se encuentra en un movimiento
rectilíneo uniforme, continuará en movimiento, según la Primera Ley de Newton.
Sin embargo, paulatinamente el automóvil perderá velocidad y finalmente se
detendrá. Esto se debe a que sobre el automóvil están actuando fuerzas de
rozamiento (por ejemplo, la resistencia que ejercen el aire y la carretera sobre el
automóvil).

Conocer estas fuerzas permite diseñar objetos que, por su forma, disminuyan
tanto como sea posible las diversas resistencias. Por ejemplo, los diseños
aerodinámicos de automóviles o las superficies deslizantes de los esquíes que
disminuyen el rozamiento.

La Primera Ley de Newton y la gravedad


En el espacio exterior no existe el rozamiento ya que no hay aire que detenga
a los objetos con su resistencia. Por eso, al observar el movimiento de
la Luna alrededor de la Tierra, Newton llegó a la conclusión de que si la Luna no
salía disparada fuera de su órbita era porque existía una fuerza que la mantenía
unida a la tierra: la gravedad.
Ley fundamental de la dinámica o Segunda ley de Newton
“El cambio de movimiento es directamente proporcional a la fuerza impresa y
ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.”

Con su segunda ley, Newton plantea la fuerza como un fenómeno cuantificable, es


decir, el cambio de movimiento de un objeto permite medir la fuerza aplicada
sobre ese objeto y viceversa. Las fuerzas aplicadas a los objetos en
movimiento generan una aceleración.

Caída libre
En la caída libre de los objetos se observa la aplicación de la Segunda Ley de
Newton: el objeto es atraído por la fuerza de gravedad. Por lo tanto, el objeto
sufre una aceleración.

A esto se debe que los objetos que caen desde cierta altura lleguen al suelo con
menos velocidad que los que caen desde una altura mayor: cuanto mayor es la
altura desde la que cae un objeto, mayor es el tiempo durante el que se acelera y,
por lo tanto, llega al suelo con mayor velocidad.

Péndulo simple
En el péndulo se observa la Segunda Ley de Newton pero en la combinación de
dos fuerzas. Por un lado, al soltar un péndulo, la gravedad ejerce una fuerza
hacia abajo. Pero simultáneamente, el hilo del péndulo también ejerce una fuerza,
denominada tensión. Tensión y gravedad no son fuerzas contrapuestas, sino que
se combinan creando un movimiento continuo.

Tercera Ley de Newton: Principio de acción y reacción


“Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria”. Esto quiere
decir que cuando un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro (acción), este aplica la
misma fuerza pero con sentido contrario sobre el primero (reacción).

Esta ley fue desarrollada por Newton de forma completamente original, a


diferencia de las dos anteriores, que se basaron en trabajos de otros físicos. La
Tercera Ley de Newton permite pensar las fuerzas como un sistema, en que
los cuerpos se relacionan entre sí a través de fuerzas contrapuestas.

Aplicaciones de la Tercera Ley de Newton


Aunque la Tercera Ley de Newton se utiliza en el estudio de partículas,
también podemos observarla en la cotidianidad. Por ejemplo, al utilizar un
remo, aplicamos una fuerza sobre el agua y el agua aplica la misma fuerza sobre
el remo, pero en sentido contrario. Por eso, cuando remamos “hacia atrás” el bote
se mueve hacia delante.
El principio de acción y reacción también debe tenerse en cuenta al utilizar un
arma de fuego. El arma empuja la bala, que es muy pequeña, con cierta fuerza
en una dirección pero, al mismo tiempo, el arma es empujada hacia atrás con la
misma fuerza.

Dado que el arma es de mucho mayor tamaño que la bala, la aceleración que
sufre es menor que la de la bala, de manera que con un agarre firme, su
movimiento puede contenerse.

Biografía de Arquímedes

Generalmente, las biografías de Arquímedes presentan sus aportes científicos y poco nos
dicen sobre cómo fue su vida. Arquímedes nace en Siracusa en el año 287 a.C. En la
actualidad se trata de una ciudad italiana, situada en la costa sudeste de la isla de Sicilia, pero
en la antigüedad fue una colonia griega, por este motivo se lo considera a Arquímedes un
físico y matemático griego y no italiano.

Su padre, Phidias, era astrónomo, por lo que se piensa que él fue el responsable de introducir
a Arquímedes en el mundo de las matemáticas desde muy pequeño. A su formación vale
agregar sus estudios en Alejandría (Centro cultural de la antigua Grecia), donde tuvo como
maestro a Conón de Samos y conoció a Eratóstenes.

Cuando Arquímedes regresa a Siracusa se dedica por completo a la investigación científica.


Muchas veces dejaba de lado cuestiones básicas para la vida como lo es comer y dormir,
porque se abstraía profundamente en sus cavilaciones científicas.

En torno a la vida de Arquímedes existen anécdotas que encierran al mismo tiempo cierta
cuota de humor y una muestra clara de su afán de conocimiento. Es muy conocida la
anécdota que relata su reacción luego de descubrir el método que le permitía comprobar si
existía un fraude o no en la confección de una corona de oro encargada por Hierón II, tirano
de Siracusa y protector suyo.

Arquímedes se encontraba en un establecimiento de baños cuando advirtió que el agua se


desbordaba de la bañera a medida que se iba introduciendo en ella. Esta observación le
permitió resolver la cuestión que le planteó el tirano. Se cuenta que, impulsado por el júbilo,
corrió desnudo por las calles de Siracusa hacia su casa gritando “¡Eureka! ¡Eureka!”.
Justamente, en física se lo conoce por las aportaciones que hizo sobre el equilibrio de los
cuerpos y, sobre todo, por el descubrimiento de la ley de la hidrostática, el llamado principio
de Arquímedes. Éste establece que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una
pérdida de peso igual al peso del volumen del fluido que desaloja.
Por otro lado, la investigación de Arquímedes en el ámbito de las matemáticas se centró
sobre todo en la geometría y la aritmética (lo que en actualidad se denomina cálculo integral).
Estudió también, áreas y volúmenes de figuras sólidas curvadas y áreas de figuras planas.

Entre sus inventos se citan la rueda dentada, el “tornillo sin fin”, aunque también experimentó
la palanca e inventó la polea compuesta. Éstos luego se convirtieron en instrumentación
militar y civil.

Arquímedes pasó la mayor parte de su vida en Siracusa y se suele decir que ayudó a su
ciudad durante la invasión de los romanos, suministrándoles a las autoridades muchos de sus
instrumentos mecánicos.

Arquímedes murió en el año 212 a.C. durante la Segunda Guerra Púnica, cuando las fuerzas
romanas del General Marco Claudio Marcelo capturaron la ciudad de Siracusa después de
un asedio de dos años de duración.

Se han divulgado varios relatos en torno a los últimos momentos de Arquímedes. Es más,
existe uno muy conocido que señala que el físico y matemático se encontraba contemplando
un diagrama matemático cuando la ciudad fue tomada. Un soldado romano le ordenó se
encontrara con el General, pero Arquímedes hizo caso omiso a esto, diciendo que tenía que
terminar antes con el problema.
Por otro lado, Plutarco brinda un relato menos conocido de la muerte de Arquímedes, el cual
sugiere que él podría haber sido muerto intentando rendirse ante un soldado romano. En
dicha instancia, Arquímedes llevaba instrumentos matemáticos, y fue asesinado porque el
soldado pensó que eran objetos valiosos.

Arquímedes ha sido creador de numerosas obras de variada temática, basándose en


demostraciones geométricas. Entre ellas, las citadas: El arenario, La medida del círculo, De la
esfera y el cilindro, De la cuadratura, De la Parábola, De los esferoides y conoides, De las
espirales, entre otras.

La tumba de Arquímedes tiene una escultura que ilustra su descubrimiento matemático


favorito, que consistía en una esfera y un cilindro de la misma altura y
diámetro. Arquímedes había probado que el volumen y el área de la esfera son dos tercios de
los del cilindro, incluyendo sus bases.
Los 4 principales aportes de Arquímedes
a la ciencia
Arquímedes asentó las bases de la ciencia
moderna, desde las matemáticas hasta la física,
pasando por la astronomía y la ingeniería. A él le
debemos algunos de los descubrimientos e inventos sin
los cuales todo el progreso científico posterior a su
muerte no hubiera sido posible.

1. Principio de Arquímedes
El principio de Arquímedes es uno de los legados más
importantes (y famosos) que nos dejó la época antigua.
De forma accidental, como hemos visto anteriormente,
Arquímedes descubrió una manera de calcular el volumen
de todos los objetos.

El principio de Arquímedes reza que todo cuerpo


sumergido parcial o totalmente en un fluido, ya sea
líquido o gas, recibe un empuje ascendente igual al peso
del fluido desalojado por el objeto. Esto quiere decir que
lo único que determina el aumento del nivel del fluido es
el volumen del objeto. Su peso no importa.

Este principio, además de ser básico para el cálculo de


volúmenes cuando todavía no se disponían de técnicas
avanzadas, fue clave para perfeccionar la flotación
de los barcos, los globos aerostáticos, los salvavidas,
los submarinos...

2. Principio de la palanca
Antes de la invención de las maquinarias pesadas de las
que disponemos hoy en día, mover objetos pesados era
un enorme inconveniente para construir edificios y otras
estructuras. Se necesitaba la fuerza bruta de muchas
personas para mover rocas, objetos, materiales…

Afortunadamente, Arquímedes encontró la solución a


esto y descubrió uno de los principios más básicos
y fundamentales de la física y la mecánica. Observó
que si utilizabas una palanca, ponías un objeto pesado en
un extremo y lo equilibrabas en un punto de apoyo
concreto, si aplicabas una pequeña fuerza en el otro
extremo de la palanca, podías mover ese objeto sin
demasiados esfuerzos.

3. Avances en las matemáticas


Arquímedes también sentó las bases de las
matemáticas. Entre otras cosas, fue capaz de calcular
de forma muy precisa el número Pi, hizo las primeras
aproximaciones en el sistema de cálculo infinitesimal
(cosa que abriría las puertas del cálculo integral
moderno), descubrió que la relación entre el volumen de
una esfera y el cilindro en el que se encuentra es siempre
de 2:3 y muchos otros avances en el campo de la
geometría.

4. Inventos mecánicos
Arquímedes realizó muchos inventos adelantados a su
tiempo que, si bien mantenemos muchos de ellos, se cree
que algunos se perdieron. Además del tornillo sin fin que
hemos comentado anteriormente, Arquímedes hizo
muchos inventos más.

Realizó mejoras en las catapultas e ideó un sistema


de espejos para quemar a la lejanía las
embarcaciones enemigas mediante la luz del Sol.
También fue responsable de una de las armas más
temidas: la garra de Arquímedes. Se trataba de una
palanca con un gancho de agarre en la punta que
atrapaba a los barcos enemigos hasta volcarlos por
completo. Una verdadera proeza de la ingeniería. Pero no
todos sus inventos tenían un fin bélico.

También inventó el odómetro, un aparato que permitía


calcular la distancia recorrida por la persona que lo
activara, algo así como un cuenta kilómetros primitivo.
Realizó también el primer planetario, un mecanismo
mediante esferas y engranajes que imitaba el movimiento
de los planetas.

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