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Trabajo Práctico Arqueología APA6th

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TRABAJO PRÁCTICO ARQUEOLOGÍA 1

TRABAJO PRÁCTICO ARQUEOLOGÍA – ÁREA ARQUEOLÓGICA PROTEGIDA


SOACHA - COLOMBIA

Hernán David Rivera Galeano

Maestría en Gestión e Intervención del Patrimonio Arquitectónico y Urbano

Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño

Universidad Nacional de Mar del Plata

Seminario Arqueológía

Dra. Diana Mazzanti

Dr. Gustavo Federico Bonnat

Mayo 2024
TRABAJO PRÁCTICO ARQUEOLOGÍA 2

Contenido

Consignas ....................................................................................................................... 3

Contexto general ............................................................................................................ 3

Aproximación normativa al Patrimonio Arqueológico en Colombia ............................ 4

Sitio arqueológico de Soacha ......................................................................................... 6

Referencias ..................................................................................................................... 9

Tabla de Ilustraciones .................................................................................................... 9

HERNAN DAVID RIVERA – MAESTRÍA GIPAU-FAUD-UNMDP


TRABAJO PRÁCTICO ARQUEOLOGÍA 3

Consignas

Desarrollar un tema arqueológico de interés zonal del país, con una extensión de 5
carillas, abordar temas controversiales.

Contexto general

El caso propuesto para abordar el Trabajo Práctico (T.P.) de Arqueología surge a partir
de un incidente ocurrido en el municipio de Soacha, vecino de la ciudad de Bogotá, capital de
Colombia el 3 de mayo de 2024, en el sitio arqueológico de Soacha, que en teoría estaba
protegido como "Área de Conservación" según el Plan de Manejo Arqueológico (PMA) del
municipio, el cual sufrió un ataque con pintura negra de aceite sobre sus pictogramas. Este
lamentable evento pone de relieve las vulnerabilidades en la protección y conservación del
patrimonio cultural arqueológico y la necesidad de su divulgación para su protección.

Ilustración 1. Piedra afectada vandalismo. Fuente: https://shorturl.at/6RVAx (Periódico El


Espectador, 2024).

Para comprender los motivos que subyacen a los actos vandálicos y la escasa conciencia
sobre el patrimonio arqueológico en Colombia, resulta fundamental abordar el problema desde
diversas disciplinas y perspectivas. Sin embargo, debido al enfoque práctico del trabajo, se
realizará un análisis somero. Este enfoque destaca, en líneas generales, la falta de apropiación
y protección del arte rupestre, lo que ha resultado en una pérdida irreversible e invaluable.

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Para abordar esta compleja problemática, es crucial considerar múltiples factores y


actores sociales involucrados. Además de la obvia falta de educación y conciencia cultural,
debemos examinar cómo los problemas sociales, políticos y económicos contribuyen a esta
situación. Por ejemplo, la falta de políticas eficaces de conservación del patrimonio, la
inestabilidad política, la migración y la asistencia social deficiente pueden alimentar el
desinterés y la falta de respeto hacia los sitios arqueológicos.

En el caso específico del ataque al sitio arqueológico de Soacha, se ha mencionado que


la acción vandálica podría estar relacionada con un conflicto por desalojos de personas que
ocupaban los terrenos. Esto sugiere que el problema va más allá de una simple falta de
conciencia cultural; está arraigado en tensiones sociales y políticas más amplias que deben
abordarse de manera integral.

Aproximación normativa al Patrimonio Arqueológico en Colombia

El artículo 72 de la Constitución Política de la República de Colombia establece que el


patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado y señala que el patrimonio
arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional son inalienables,
inembargables e imprescriptibles y pertenecen a la Nación. (CONSTITUCIÓN POLITICA DE
COLOMBIA, 1991), en esta medida lo acontecido recae bajo la ausencia de protección.

Además de la protección constitucional, existen leyes específicas que resguardan el


patrimonio arqueológico en Colombia, incluyendo a Soacha. Entre ellas se destacan la Ley 163
de 1959, que establece medidas de defensa y conservación del patrimonio histórico; la Ley
1185 de 2008, que actualiza la definición de Patrimonio Cultural de la Nación y crea un régimen
especial de protección y divulgación; y el Decreto 1080 de 2015, que define lineamientos
científicos y técnicos para la protección del patrimonio arqueológico, modificado por el
Decreto 138 de 2019.

Los Planes de Manejo y Protección (PMA) en Colombia surgieron como un


instrumento fundamental para la gestión del patrimonio arqueológico, ya que establece
directrices para proteger, gestionar, divulgar y asegurar la sostenibilidad del sitio a lo largo del
tiempo, en respuesta a la creciente preocupación por su conservación. Aunque el inicio de estos
planes puede variar dependiendo del contexto, en su mayoría se empezaron a desarrollar a
partir de la segunda mitad del siglo XX, época en la que se intensificó la conciencia acerca de
la relevancia de proteger el patrimonio arqueológico, histórico y natural de Colombia.

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Para el PMA de Soacha realizado en 2020, su objetivo va más allá de la protección del
valioso patrimonio arqueológico del municipio, ya que también aspira a ser un modelo para
otros municipios en Colombia. Este plan no solo incluye medidas para la integración al Plan
de Ordenamiento Territorial (POT), buscando una implementación armónica que abarque tanto
los sectores económicos como culturales, sino que también, de acuerdo con el Instituto
Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), son de estricto cumplimiento, garantizando
así la protección del patrimonio arqueológico y las áreas de conservación conforme a la
normativa vigente.

Las áreas de conservación en Soacha son lugares identificados y delimitados que


albergan contextos arqueológicos, como abrigos y rocas con arte rupestre, así como elementos
arquitectónicos históricos. Estas áreas son consideradas únicas por su valor histórico y
arqueológico para el municipio y para Colombia. Sin embargo, algunas de estas zonas están en
riesgo de desaparecer debido a actividades como la extracción minera y la agricultura intensiva.
Hasta la fecha, se han identificado un total de 92 áreas de conservación en Soacha, algunas de
las cuales se encuentran en áreas protegidas ambientales.

Es crucial asegurar la preservación a largo plazo de estas áreas, evitando su degradación,


alteración, traslado o modificación. Se enfatiza la importancia de realizar investigaciones
arqueológicas en estas zonas, y se sugiere considerar la posibilidad de declararlas Áreas
Arqueológicas Protegidas (AAP), según lo establecido en la Ley 397 de 1997.

Las medidas específicas para estas zonas incluyen la formulación de proyectos


adaptados a las necesidades de los contextos arqueológicos, considerando su conservación,
ubicación y características. Es fundamental integrar estos polígonos al Plan de Ordenamiento
Territorial municipal como áreas de conservación arqueológica para evitar su modificación o
uso indebido, esto aclaro a partir del procedimiento romántico establecido, no de la realidad y
que en últimas permitió el daño irreparable, ya que existía una ocupación o asentamiento ilegal
en la zona.

En caso de intervención excepcional en estas zonas, el procedimiento establece que se


debe solicitar autorización al ICANH según lo estipulado en la Ley 397 de 1997, y formular
medidas de manejo que garanticen la protección del patrimonio arqueológico con la menor
intervención posible.

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Sitio arqueológico de Soacha

La importancia del sitio arqueológico radica en que aproximadamente hace 12.500 años,
los primeros grupos humanos llegaron a lo que hoy es Soacha (ICANH, 2020). Estas
poblaciones nómadas utilizaban las grandes rocas como refugio temporal mientras cazaban,
pescaban y recolectaban alimentos. Las herramientas de piedra y hueso encontradas en la zona
son vestigios de este antiguo periodo, proporcionando información sobre las actividades y
formas de vida de los primeros habitantes.

No es fácil demostrar si las primeras personas que llegaron a Soacha permanecieron


mucho tiempo o fueron reemplazadas por nuevos grupos, pero lo cierto es que las condiciones
ambientales del altiplano y su cercanía a páramos y tierras cálidas hicieron de Soacha un punto
estratégico. En la actual hacienda de Aguazuque se encontraron en 1989 evidencias de
viviendas, caza, horticultura y rituales funerarios colectivos de entre 3.000 y 5.000 años de
antigüedad.

Durante el periodo Herrera, las comunidades en Soacha construyeron viviendas con


madera y fibras vegetales y se dedicaron a la agricultura. Hace unos 1.000 años, en el periodo
Muisca, se unieron grupos de la Sabana de Bogotá, practicando cerámica, hilado, producción
de sal, cultivo de maíz y metalurgia. Formaron aldeas fuertes con una avanzada organización
política y religiosa, haciendo de Soacha un territorio densamente poblado.

En Soacha, el interés por el pasado comenzó en el siglo XIX con el registro de


pictogramas, pero la primera excavación arqueológica se realizó en 1943, revelando la
antigüedad y ubicación de las poblaciones prehispánicas. Uno de los primeros sitios del periodo
Muisca, descubierto en la vereda Panamá y llamado El Cementerio, reveló fragmentos de
cerámica y huesos humanos cerca del río Soacha.

En 1987 en el sitio Portalegre de Soacha, se encontraron tumbas, vasijas, herramientas


de piedra, fragmentos de cerámica y arte rupestre. Estos hallazgos sugieren la existencia de
conjuntos de viviendas cercadas, similares a las de la época colonial, con construcciones
religiosas, plazas y calles utilizadas para festividades y ceremonias.

Si bien los muiscas trabajaron el oro, lo más revelador sobre el pasado son los objetos
de uso cotidiano, como fragmentos de cerámica, que proporcionan detalles sobre la vida diaria.
Se encontraron estos fragmentos en campos de cultivo dispersos y en excavaciones se hallaron

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más de 1.000 fragmentos, principalmente en las veredas1 Fusungá, Villa Nueva y San Francisco,
pero también en áreas sorprendentes como los altos páramos, donde la cerámica se utilizaba no
solo para uso práctico, sino también en rituales y entierros.

En otras zonas del territorio, se observa una acción vandálica similar, manifestada a
través de grafitis superpuestos. Esta práctica, motivada por la ignorancia respecto a la carga
cultural del lugar o por falta de conocimiento, conlleva a pasar por alto los cambios sutiles en
la paleta cromática de las piedras.

Específicamente, se evidencian variaciones en tonalidades de rojo, negro y,


ocasionalmente, blanco. Estos cambios reflejan los vestigios de los pigmentos originales
utilizados hace milenios, los cuales eran elaborados a partir de carbón de madera, colorantes
vegetales o minerales triturados. A pesar de que con el tiempo estos detalles pasen inadvertidos
para muchos, constituyen indicadores cruciales de la historia material y cultural de la región.

Ilustración 2. Pictogramas cubiertos por grafitis en Piedra Gorda, Vereda Panamá. Fuente: ICANH,
Edición Propia

1
Las veredas en Colombia son escalas territoriales de población, en su orden existen las veredas
asociadas a caseríos donde se establecen algunas familias, le siguen los corregimientos que son una
agrupación de veredas y los municipios que están comprendidos por los anteriores, con límites físicos
establecidos como entidad fundamental de la división político – administrativa. Se hace la aclaración
ya que en la Argentina se asocia a un camino parte del espacio público.

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En el área de Fusungá, fue donde se registró recientemente el último acto vandálico,


que lamentablemente no es un incidente aislado como fue descrito, revela tres aspectos
recurrentes en su actuar:

En primer lugar, la pasividad generalizada frente a estas acciones, que cada vez más se
normalizan y toleran; en segundo lugar, la falta de iniciativas y compromiso por parte de la
comunidad local con el valor de nuestro territorio ancestral precolombino; y por último, la
negligencia tanto del municipio como de las entidades encargadas de preservar estos lugares.
Estas entidades deberían promover charlas en las escuelas, visitas guiadas y otras actividades
que fomenten la conciencia y la apropiación cultural, especialmente de las nuevas generaciones,
ya que al parecer en 12.500 años no hubo tal ignorancia sino hasta ahora.

El motivo o la causa de este daño, más allá de la clara ignorancia de los autores
materiales, son represalias por el desalojo de las tierras que se estaban ocupando de forma ilegal,
donde el peso de la ley y control actual debería recaer también sobre los denominados “tierreros”
que son quienes promueven urbanizaciones ilegales con títulos de propiedad falsos, que venden
a precios muy bajos a personas necesitadas y demás población migrante.

De forma romántica podría decirse que conocer y valorar el patrimonio arqueológico


es una tarea que como ciudadanos debemos cumplir. Sin embargo, se requiere el compromiso
de las instituciones y empresas para que se establezcan políticas y medidas que garanticen la
protección de este patrimonio y permitan poner en valor nuestro pasado. Una herramienta muy
importante para que esto sea posible son los planes de manejo arqueológico, pero acompañados
de proyectos de gestión reales con asignación de recursos preestablecidos, que involucren los
actores públicos y privados para su preservación.

Soacha se destaca por albergar una gran cantidad de sitios con arte rupestre (SAR) en Colombia.
Estos lugares están caracterizados por pinturas y áreas que los indígenas utilizaron como
espacios especiales, es nuestro deber desde cada uno de los territorios velar por su permanencia.

Ilustración 3. Sitios de arte rupestre en Soacha, Izq. La manito en el Parque La Porna, al Centro La
Piedra Maravilla y a la Dcha. La Corneta en la vereda Bosatama. Fuente: (ICANH, 2020)

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Referencias

CONSTITUCIÓN POLITICA DE COLOMBIA (Asamblea Nacional Constituyente 01 de 01


de 1991).

ICANH. (2020). El Patrimonio arqueológico de Soacha su plan de manejo y protección.


Imprenta Nacional de Colombia.

Periódico El Espectador. (6 de Mayo de 2024). Indignación por ataque con pintura a pictograma
de más de 12.000 años de historia. El Espectador.

Tabla de Ilustraciones

Ilustración 1. Piedra afectada vandalismo. Fuente: https://shorturl.at/6RVAx (Periódico El


Espectador, 2024)....................................................................................................................... 3

Ilustración 2. Pictogramas cubiertos por grafitis en Piedra Gorda, Vereda Panamá. Fuente:
ICANH, Edición Propia ............................................................................................................. 7

Ilustración 3. Sitios de arte rupestre en Soacha, Izq. La manito en el Parque La Porna, al Centro
La Piedra Maravilla y a la Dcha. La Corneta en la vereda Bosatama. Fuente: (ICANH, 2020)8

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