Economia
Economia
Economia
de recursos o factores de producción. Las necesidades humanas son ilimitadas, pero los
recursos son limitados, lo que genera el problema económico.
Los recursos: Existen recursos que son abundantes, como el aire o la arena del desierto,
conocidos como bienes libres. Los recursos escasos, en cambio, son aquellos que tienen
usos alternativos y deben gestionarse eficientemente.
El problema económico: La economía es la ciencia que estudia cómo los seres humanos
utilizan recursos escasos para satisfacer sus necesidades, lo cual implica tomar decisiones
sobre cómo asignar esos recursos.
Lionel Robbins (1932) define la economía como “el estudio del comportamiento humano
como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternativos”.
F.A. Hayek (1945) plantea que el problema económico no se reduce solo a la escasez de
recursos, sino a la falta de información sobre cuáles son los recursos disponibles y las
tecnologías para transformarlos.
Adam Smith (1776) explica que el trueque era ineficiente, ya que requería encontrar a
alguien con los bienes que se deseen y que, al mismo tiempo, quiera lo que uno ofrece. Así,
surge el dinero para facilitar el intercambio.
● Medio de pago.
● Depósito de valor.
● Unidad de cuenta.
● Fiduciario: Su valor depende de la confianza en que será aceptado como medio de
intercambio.
Oferta y demanda: El mercado resuelve las preguntas sobre qué, cómo y para quién
producir a través de la interacción entre oferta y demanda, utilizando los precios como
señal.
El excedente del productor es la diferencia entre el precio mínimo al que un productor está
dispuesto a vender y el precio al que realmente vende.
Producto Interno Bruto (PIB): El PIB mide el valor de mercado de todos los bienes y
servicios finales producidos en un país durante un período de tiempo.
Afecta negativamente a los consumidores, ya que reduce el poder adquisitivo del dinero.
Curva de Laffer: La Curva de Laffer ilustra la relación entre la tasa impositiva y los ingresos
fiscales. Un aumento excesivo de los impuestos puede reducir la recaudación fiscal al
desincentivar la producción y el trabajo.
● Individualismo metodológico.
● Preferencias y escala de valores.
● Escasez.
● Incertidumbre.
¿Qué es la economía?
Sea uno conservador o radical, proteccionista o librecambista, cosmopolita o nacionalista,
hombre de Iglesia o pagano, es útil conocer las causas y consecuencias de los fenómenos
económicos.
GEORGE J. STIGLER
Para entender la mayoría de las discusiones sobre economía que se producen en los
medios de comunicación y en la política, lo único que se necesita es conocer los
principios económicos más básicos. No obstante, la mayor parte de las personas los
desconocen, incluidos políticos, periodistas y muchos académicos de otros ámbitos.
Los principios económicos se han aplicado en todo el mundo a lo largo de la
historia, en distintos tipos de economías —capitalista, socialista, feudal o cualquier
otra— y en una amplia variedad de pueblos, culturas y gobiernos. Las mismas
políticas que produjeron una subida de precios bajo el mandato de Alejandro Magno
también la provocaron en Estados Unidos, miles de años después. Las leyes de
control de alquileres llevaron a consecuencias similares en lugares tan dispares como
El Cairo, Hong Kong, Estocolmo, Melbourne y Nueva York. Y lo mismo ocurrió con
las políticas agrícolas en la India y en los países de la Unión Europea.
Las diferencias en cuanto a prácticas económicas son también reveladoras. Es por
razones económicas por las que las empresas manufactureras de la Unión Soviética
mantenían stocks tales que podían durarles un año, mientras que el stock de
productos en compañías japonesas como Toyota se consume en apenas unas horas y
los repuestos y equipos que llegan a la fábrica en camiones a distintas horas del día,
se descargan y se instalan inmediatamente en los automóviles, mientras éstos se están
ensamblando. Ambos tipos de políticas de stock tienen una base racional, de acuerdo
con los distintos tipos de sistemas económicos bajo los que funcionan.
La economía es mucho más que una manera de observar patrones o de
desenmarañar anomalías confusas. Su preocupación fundamental es el nivel material
de vida de la sociedad en su conjunto y cómo éste se ve afectado por decisiones
específicas a cargo de individuos e instituciones. Una de las maneras de estudiar esto
es observando las políticas económicas y los sistemas económicos en función de los
incentivos que crean, en vez de los objetivos que persiguen. Esto quiere decir que los
resultados son más importantes que las intenciones; y no solamente los resultados
inmediatos, sino también las repercusiones que a la larga tienen todas las decisiones,
las políticas y las instituciones.
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Nada es más fácil que tener buenas intenciones. Pero cuando no se entiende cómo
funciona una economía, las buenas intenciones pueden llevar a consecuencias
desastrosas para naciones enteras. Muchos, quizá la mayoría, de los desastres
económicos han resultado de políticas que pretendían ser beneficiosas. Todos
aquellos desastres podrían haberse evitado si quienes propusieron y apoyaron las
políticas que los produjeron hubieran entendido de economía.
Muchos coinciden en que la economía es muy importante, pero existe mucho
menos consenso en cuanto a qué es la economía. Entre las concepciones erróneas
encontramos aquella que dice que la economía es algo que nos enseña a hacer dinero,
a administrar un negocio o a predecir las fluctuaciones del mercado de valores. Sin
embargo, la economía no son las finanzas personales ni la administración de
empresas, y la predicción de fluctuaciones en el mercado de valores aún no se ha
podido reducir a una fórmula fiable.
Para saber qué es la economía, primero debemos saber qué es una economía.
Quizá muchos de nosotros pensamos que la economía es un sistema para la
producción y distribución de los bienes y servicios que utilizamos en el día a día. Eso
es cierto, pero no es toda la verdad. El Edén era un sistema de producción y
distribución de bienes y servicios, pero no era una economía, porque todo estaba
disponible en abundancia ilimitada. Sin escasez, no hay necesidad de economizar, y
por lo tanto no hay economía. El distinguido economista británico Lionel Robbins
proporcionó la definición clásica de economía:
La economía es el estudio del empleo de aquellos recursos escasos que tienen
usos alternativos.
En otras palabras, la economía estudia las consecuencias de las decisiones que se
toman en relación con el uso de la tierra, del trabajo, del capital y de otros recursos
que se destinan a la producción del volumen de productos que determinan el nivel de
vida de un país. Esas decisiones y sus consecuencias pueden ser más importantes que
los recursos mismos, porque hay países pobres que son ricos en recursos naturales, y
países como Japón y Suiza con relativamente pocos recursos naturales pero con un
alto nivel de vida. Los valores de los recursos naturales per cápita en Uruguay y
Venezuela, por ejemplo, son varias veces los de Japón y Suiza, que sin embargo
tienen una renta per cápita aproximadamente el doble que la de Uruguay y varias
veces la de Venezuela.
Las decisiones que influyen en estos resultados no son sólo las de los particulares,
las de las empresas agrícolas o industriales, o las de las políticas de los gobiernos,
sino, y en mayor medida, aquellas que tratan sobre qué tipo de instituciones tiene una
sociedad para tomar tales decisiones: qué tipo de sistema económico, que opera sobre
qué tipo de sistema jurídico, y que está controlado por qué tipo de sistema político. Al
estudiar todas estas decisiones y analizar la evidencia de sus consecuencias, es crucial
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tener en cuenta en todo momento que los recursos utilizados son escasos y que a la
vez tienen usos alternativos. Cuando un político promete que sus políticas elevarán la
oferta de ciertos bienes y servicios deseables, la pregunta que debe hacerse es: ¿a
cambio de tener menos de qué otros bienes y servicios?
¿Qué es la «escasez»? La escasez se da cuando demasiada gente desea un
producto, del cual no hay suficiente para todos. Esto significa que no existen
soluciones fáciles que beneficien a todo el mundo, sino serias y algunas veces
dolorosas soluciones de compromiso que comportan sacrificar algo. La noción de
escasez puede sonar muy simple, pero sus repercusiones son con frecuencia
malentendidas, incluso por gente muy preparada. Como ejemplo veamos este artículo
de The New York Times que presentaba las penurias y sobresaltos económicos de la
clase media estadounidense, uno de los grupos humanos más influyentes que jamás
hayan habitado este planeta. A pesar de que el artículo incluía la foto de una familia
de clase media en su propia piscina, el título principal era: «La clase media
estadounidense se las arregla». Otros subtítulos del artículo eran:
Sueños que se postergan y proyectos que no se cumplen
Metas que siguen estando muy lejanas
Un ahorro tenaz y algunos lujos
En pocas palabras, los deseos de la clase media estadounidense exceden lo que
ésta puede pagar con comodidad, a pesar de que lo que ya tienen sería considerado
una riqueza increíble en muchos otros países del mundo, e incluso por
estadounidenses de generaciones pasadas. Sin embargo, tanto ellos como el periodista
afirmaban que se las estaban «arreglando», y en el artículo se citaba a un sociólogo
de Harvard que señalaba «lo verdaderamente ajustadas de presupuesto que estaban
estas personas en realidad». No obstante, lo que restringe a estas personas no es un
simple presupuesto hecho por el hombre, sino la realidad: nunca ha habido lo
suficiente como para satisfacer a todos por completo. Ésta es la verdadera restricción;
es decir, la escasez.
A pesar de que la renta per cápita en Estados Unidos creció un 51 por ciento en
una sola generación, estas familias de la clase media «han tenido que trabajar duro
para lograr ganancias modestas», según un profesor de la Universidad de Fordham
citado en el mismo artículo. Sin embargo, es dudoso que otras personas en el mundo
consideren «duro» el trabajo de los estadounidenses en oficinas con aire
acondicionado y descansos para el café, o que crean que están simplemente
«arreglándoselas» con semejante nivel de vida. Sin embargo, las personas
entrevistadas en el artículo veían su propia situación como no satisfactoria, y como
algo confuso incluso para ellos mismos.
El periodista de The New York Times explicaba en el artículo que a una de estas
familias de clase media «se le fue un poco la mano con la tarjeta de crédito» pero que
después «pusieron sus finanzas en orden»:
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pobreza incluso en los países ricos, produjo desnutrición en Estados con excedentes
de alimentos y probablemente causó más muertes en el mundo que las que se
produjeron en Hiroshima y Nagasaki. Por otro lado, cuando la India y China —
históricamente, dos de las naciones más pobres del mundo— comenzaron a realizar
cambios fundamentales en sus políticas económicas a finales del siglo XX, sus
economías comenzaron a crecer de forma espectacular. Se estima que cerca de 20
millones de personas en la India salieron de la indigencia en el curso de una década.
En China, el número de personas que vivía con un dólar o menos al día cayó de 374
millones en 1990, un tercio de la población total del país, a 128 millones, en 2004 lo
que equivale apenas al 10 por ciento de una población en crecimiento. En otras
palabras, casi 250 millones de chinos comenzaron a vivir mejor como resultado de un
cambio de política económica.
Son este tipo de cuestiones las que hacen que el estudio de la economía sea tan
importante, y no meramente un asunto de opiniones o emociones. La economía es
una herramienta de análisis, un conjunto de conocimientos comprobables y una serie
de principios derivados de ese conocimiento.
No es necesario siquiera que exista dinero de por medio para que una decisión sea
económica. Cuando un equipo médico militar llega a un campo de batalla con
soldados que tienen diferentes tipos de heridas, se les presenta el problema
económico clásico de cómo asignar recursos escasos con usos alternativos. Casi
nunca hay suficientes médicos, enfermeras o paramédicos, ni suficientes medicinas.
Algunos heridos están cerca de la muerte y tienen pocas posibilidades de sobrevivir,
mientras que otros sí pueden luchar por su vida si es que reciben tratamiento médico
inmediato, u otros inclusive tienen heridas tan leves que muy probablemente se
recuperarán con o sin tratamiento médico inmediato.
Si el equipo médico no asigna su tiempo y medicinas de forma eficiente, algunos
soldados heridos morirán innecesariamente, ya sea porque se dedica tiempo a
soldados que no necesitan ayuda urgente, o se atiende a soldados cuyas heridas son
tan devastadoras que morirán independientemente del tratamiento que reciban.
Estamos ante un problema económico, a pesar de que ni un solo céntimo pase de una
mano a otra.
A la mayoría nos disgusta tener que imaginarnos siquiera en la necesidad de
escoger entre opciones como las mencionadas. Incluso, como vimos antes, algunos
estadounidenses de clase media se angustian ante la necesidad de escoger entre
opciones y soluciones de compromiso mucho menos drásticas. No obstante, la vida
no nos pregunta qué es lo que queremos, sino que nos presenta opciones, y la
economía nos ayuda a conseguir lo máximo posible de esas opciones.
Periodo clásico
El orígenes del término "economía", como menciona Huerta de Soto, el término "economía"
deriva de las palabras griegas oikos (casa o patrimonio) y nomos (regla o ley), lo que refleja
su origen como la administración de los recursos del hogar. Este concepto se extendió más
tarde a la administración de recursos en la polis (ciudad-estado).
Pensamiento económico de Jenofonte: Se le atribuye uno de los primeros escritos
económicos conocidos, Oeconomicus, donde trata temas de administración del hogar y
agricultura. Jenofonte se centraba en la gestión eficiente de los recursos familiares.
Platón y la organización social: En obras como La República, Platón se ocupa del diseño
de una sociedad justa y bien organizada. En su visión ideal de la polis, aborda cuestiones
de distribución de riqueza y especialización laboral, aunque desde una perspectiva ética y
política, no económica en el sentido moderno.
Perspectiva moderna sobre el período clásico: Tal como indica Rothbard, estos
pensadores no desarrollaron una metodología económica completa, sino que abordaban el
fenómeno económico de manera fragmentada y filosófica. Sus aportes sentaron las bases
para una reflexión posterior, pero sus análisis no constituían una ciencia económica como la
entendemos hoy.
Surge en la Edad Media y desarrolla un análisis más riguroso y sistemático sobre temas
económicos, destacándose especialmente en la obra de Santo Tomás de Aquino y la
Escuela de Salamanca.
Contribuciones claves:
Usura: Cuestionaron las prácticas de préstamos con intereses excesivos, pero algunos
autores, como Luis de Molina, defendieron la legitimidad de cobrar intereses moderados,
sentando las bases de la ética financiera. Precio justo: La idea de que los precios deben
reflejar el valor real de los bienes en función de la necesidad, la demanda, y la justicia
social. Contratos: Analizaron los contratos bajo la premisa de justicia, discutiendo cuándo
un contrato era válido o inválido desde un punto de vista moral.
Mercantilismo
Corriente de pensamiento económico que predominó en Europa entre los siglos XVI y XVIII.
Se caracterizó por la creencia de que la riqueza de una nación se medía por la cantidad de
metales preciosos (como oro y plata) que acumulaba, y que el comercio y las manufacturas
eran los únicos medios válidos para generar esa riqueza.
Escuela Clásica
Pensamiento económico que marca el inicio de la economía como una disciplina moderna y
sistematizada. Surgió durante los siglos XVIII y XIX, en un contexto de grandes
transformaciones, como el surgimiento de las primeras universidades modernas y la
consolidación del Estado-nación.
La Escuela Clásica comenzó a desarrollar una visión más cercana a la economía moderna.
Sus aportes sentaron las bases para el análisis económico contemporáneo, abordando
cuestiones fundamentales como el mercado, el crecimiento económico y la asignación de
recursos.
Principales exponentes:
● Adam Smith: Su obra más importante, La riqueza de las naciones (1776), rompió
con las ideas económicas mercantilistas y absolutistas, defendiendo que la actividad
económica libre de los individuos generaba mayor riqueza y bienestar para la
sociedad. Smith introdujo conceptos clave como la división del trabajo, el libre
mercado y el bienestar social. Su idea del "libre intercambio" fue una crítica directa
al intervencionismo estatal del mercantilismo.
● David Ricardo: Se destacó por su teoría del valor-trabajo, que luego influiría en
Karl Marx, y su teoría de las ventajas comparativas, que explica por qué los países
deberían especializarse en la producción de aquellos bienes para los cuales tienen
un costo de oportunidad más bajo, maximizando así el beneficio del comercio
internacional.
Socialismo
Corriente económica y filosófica se desarrolló en gran parte como una respuesta crítica a la
teoría económica clásica, en particular a la noción del valor-trabajo propuesta por
economistas como Adam Smith y David Ricardo. Esta noción sirvió como base para el
análisis del sistema capitalista, especialmente en la obra de Karl Marx, aunque también fue
explorada por otros pensadores.
Origen teórico: El socialismo moderno tiene sus raíces en los elementos de la teoría
económica clásica, pero la lleva hacia una conclusión muy distinta. La crítica socialista parte
de la idea de que el sistema capitalista genera explotación a través de la propiedad privada
y la acumulación de capital. La obra más influyente en este sentido es El Capital de Marx,
pero otros pensadores como Saint-Simon y Rodbertus también contribuyeron a este cuerpo
teórico.
Control estatal de la economía: Una de las notas distintivas del socialismo es la defensa
de un control total de la economía por parte del Estado. Esto implica que el Estado debe
encargarse de regular los precios, la producción, la distribución y los intercambios en el
mercado, en contraposición a la libre competencia defendida por los clásicos.
Conceptos clave:
Impacto actual: Aunque las ideas económicas del socialismo han tenido menos éxito
práctico en el ámbito puramente económico (con varias experiencias fallidas o limitadas), su
influencia es más evidente en el plano filosófico-político. Movimientos políticos y sociales
de izquierda siguen inspirándose en las ideas de igualdad y justicia social que derivan de la
crítica socialista al capitalismo.
Escuela Neoclásica
Surge en el siglo XIX como una respuesta y una evolución frente a las ideas clásicas y
socialistas, aportando un nuevo enfoque en la comprensión del valor y los mercados. Esta
escuela se caracteriza por su análisis matemático de la economía y su enfoque en la
utilidad marginal como clave para entender el valor.
Concepción subjetiva del valor: A diferencia de la teoría clásica y socialista, que veían el
valor de los bienes de forma objetiva (medido por el trabajo), los neoclásicos sostienen que
el valor es subjetivo, es decir, depende de las preferencias y necesidades de los individuos.
Esta idea fue revolucionaria porque introdujo un enfoque más individualista y psicológico
para entender los precios y la toma de decisiones económicas.
Conceptos clave:
Escuela Austriaca
Filosofía y enfoque: Los austriacos creen que la economía debe ser entendida como una
ciencia social, y no como una ciencia exacta, alejándose de los modelos matemáticos
rígidos que surgieron en la economía neoclásica. En su lugar, proponen estudiar el
comportamiento humano mediante la praxeología, que es el estudio de la acción humana
como punto de partida para comprender las decisiones económicas.
Mercado como proceso: Para los austriacos, el mercado es visto como un proceso
dinámico de descubrimiento, donde los individuos interactúan, intercambian información y
ajustan sus decisiones en función de los cambios en el entorno. Esta visión difiere de la
concepción neoclásica de los mercados como sistemas estáticos que tienden al equilibrio
Critica a la intervención estatal: Los austriacos critican las políticas económicas basadas
en la intervención estatal, como el control de precios, la planificación centralizada o la
manipulación de la moneda, argumentando que dichas intervenciones distorsionan el
funcionamiento natural del mercado y generan consecuencias no deseadas.
Cuando preguntas "¿cuánto vale?" algo, como un kilo de pan, la respuesta suele estar en
términos monetarios ($3, por ejemplo). Sin embargo, $3 es el precio, no necesariamente el
valor.
Valor de uso: Es la satisfacción personal o el placer que alguien obtiene al poseer un bien.
Por ejemplo, el valor de uso de una casa es el beneficio que brinda como lugar donde vivir.
● La teoría del valor responde a qué determina la satisfacción o utilidad que una
persona obtiene al poseer un bien (valor de uso).
● La teoría del precio responde a qué determina la cantidad de un bien que tienes
que entregar para obtener otro (valor de cambio).
El valor está relacionado con la utilidad subjetiva que un bien tiene para una persona,
mientras que el precio es el valor que se expresa en términos de intercambio en el mercado.
La obra de Aristóteles sienta las bases para una comprensión más ética y justa de la
economía. A través de sus distinciones entre diferentes tipos de valor y su enfoque en la
justicia social, Aristóteles ayuda a integrar las consideraciones económicas en un marco
más amplio de filosofía moral y política. Su pensamiento sigue siendo relevante en la
discusión contemporánea sobre la justicia económica y el papel del Estado en la regulación
de las relaciones económicas.
Aristóteles, al igual que otros filósofos griegos, estaba preocupado por cómo lograr una
sociedad justa. Esto lo llevó a tocar temas económicos, pero siempre en el contexto de la
justicia y el bienestar social.
Ejemplo: Aristóteles señala que un zapato tiene dos usos: puede ser utilizado para calzar o
para realizar un intercambio. Este punto subraya la dualidad en la función de los bienes.
Los economistas clásicos han sido criticados por tener una teoría objetiva del valor, aunque,
al igual que Aristóteles, su enfoque era más sobre el valor de cambio.
Paradoja del Valor: Aristóteles también reflexionó sobre la paradoja del valor, donde los
bienes altamente útiles pueden tener un bajo valor de cambio, mientras que los menos
útiles pueden tener un alto valor de cambio.
Aristóteles defendía la propiedad privada, pero subrayaba que no se debía permitir un uso
y disposición totalmente libres. Creía que el Estado debía regular las relaciones sociales a
través de "buenas leyes" para garantizar una convivencia justa.