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ÉTICA

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ÉTICA APLICADA

La ética es una rama de la filosofía que examina los principios y valores morales y cómo guían
el comportamiento humano. Explora cuestiones como qué está bien o mal y cómo deben
comportarse los individuos y las sociedades. La ética aplicada, como su nombre indica, toma
estas teorías éticas y las aplica a situaciones concretas.

Es una rama de la ética que se dedica a analizar, resolver conflictos, dilemas éticos, concretos
que surgen en diversas áreas como la medicina, la tecnología, el medio ambiente, los negocios
y la política. Se basa en principios éticos generales para abordar situaciones específicas y tomar
decisiones informadas y éticamente responsables. Es ética práctica, en definitiva, útil y
conectada a la realidad.

Los principios de la ética aplicada

Los principios que guían la ética aplicada se basan en el razonamiento moral y la consideración
de factores culturales y sociales.

 El razonamiento moral desempeña un papel crucial en la ética aplicada. Implica la


evaluación sistemática de valores morales, principios y consecuencias potenciales para
tomar decisiones éticas con conocimiento de causa. El pensamiento crítico y la empatía
son esenciales para sopesar diferentes perspectivas y valores.
 Los factores culturales y sociales conforman las normas éticas de la sociedad. La ética
aplicada reconoce la importancia de tener en cuenta la diversidad cultural, la justicia
social y el impacto de las dinámicas de poder a la hora de abordar cuestiones morales.
Un enfoque integrador reconoce que los principios éticos pueden variar según las
diferentes culturas y contextos.

La importancia de la ética aplicada en la sociedad moderna

La ética aplicada proporciona un marco para abordar los dilemas éticos que se plantean en
campos como la empresa, la medicina y las cuestiones medioambientales. Ayuda a individuos y
organizaciones a tomar decisiones moralmente informadas, promoviendo mejores resultados
tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto.

En el campo de la bioética, la ética aplicada se ocupa de cuestiones relacionadas con la vida y la


salud, como la eutanasia, el aborto, la experimentación con seres humanos y la manipulación
genética. Los principios de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia son
fundamentales en la toma de decisiones éticas en este ámbito.

En el ámbito empresarial, la ética aplicada se centra en la responsabilidad social corporativa, la


equidad laboral, la sostenibilidad ambiental y la transparencia en las prácticas comerciales. Los
códigos de ética y conducta son herramientas clave para guiar el comportamiento ético de las
organizaciones y sus empleados.

En el ámbito ambiental, la ética aplicada se enfoca en la conservación de los recursos naturales,


la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. El enfoque ético
considera las interacciones complejas entre los seres humanos y el medio ambiente,
promoviendo prácticas sostenibles que respeten la integridad de los ecosistemas.
La ética aplicada es una herramienta valiosa para abordar dilemas y conflictos éticos. Al aplicar
principios éticos universales a situaciones concretas, se fomenta la toma de decisiones
informadas y moralmente responsables que promueven el bienestar individual y colectivo.

Ética aplicada en la resolución de problemas


contemporáneos
La ética aplicada en la resolución de problemas contemporáneos se basa en la aplicación de
principios éticos y morales a situaciones actuales y relevantes. En este contexto, se busca
analizar y abordar dilemas éticos que surgen en diversos ámbitos, como la tecnología, la
medicina, el medio ambiente, la política, entre otros.

La ética aplicada proporciona un marco para evaluar las implicaciones éticas de las decisiones y
acciones en un mundo en constante cambio. Esto implica considerar cuestiones como la
justicia, la equidad, la responsabilidad social, el respeto a los derechos humanos y el impacto a
largo plazo de las decisiones tomadas en el presente.

En la resolución de problemas contemporáneos, la ética aplicada busca promover el bienestar


general, la sostenibilidad y el respeto por la diversidad cultural y ambiental. Además, fomenta
el diálogo interdisciplinario y la colaboración para encontrar soluciones que sean éticamente
sólidas y socialmente responsables.

Aquí hay un enfoque estructurado para aplicar la ética en la resolución de


problemas:

1. Identificación del problema: Comprender claramente el problema y sus contextos. Esto


incluye quiénes están involucrados, qué está en juego y cuál es la naturaleza del
conflicto o dilema ético.
2. Recolección de información: Obtener todos los datos relevantes y perspectivas para
tener una comprensión completa del problema. Esto puede incluir hechos, opiniones
de expertos, y antecedentes históricos o culturales.
3. Evaluación de opciones: Considerar todas las posibles soluciones y evaluar las
consecuencias de cada una. Preguntar cuáles son los beneficios y perjuicios para todas
las partes involucradas.
4. Análisis de principios éticos: Aplicar principios éticos fundamentales como la justicia, la
equidad, la beneficencia, la no maleficencia, y la autonomía. Evaluar cómo cada opción
se alinea con estos principios.
5. Consideración de las partes interesadas: Identificar quiénes son las partes interesadas
y cómo cada opción les afectará. Asegurarse de que sus derechos e intereses sean
considerados.
6. Toma de decisiones: Elegir la opción que mejor resuelva el problema de manera ética,
minimizando el daño y maximizando el bien. A veces, esto implica buscar compromisos
o soluciones innovadoras.
7. Implementación y seguimiento: Poner en práctica la decisión y monitorizar sus
resultados. Estar dispuesto a reevaluar y ajustar la estrategia si surgen nuevas
complicaciones o si la solución no está produciendo los resultados esperados.

Un ejemplo de ética aplicada en la resolución de problemas podría ser en el ámbito


empresarial. Supongamos que una empresa enfrenta un dilema sobre si debe recortar personal
para reducir costos. Aplicar la ética en este contexto implicaría evaluar el impacto en los
empleados, la comunidad, y la viabilidad a largo plazo de la empresa. Consideraciones éticas
incluirían la justicia (¿es equitativo el proceso de selección de quiénes serán despedidos?), la
transparencia (¿se comunicará de manera clara y honesta a los empleados?), y la
responsabilidad social (¿hay alternativas para evitar los despidos, como reducción de horas o
redistribución de tareas?).

Este enfoque no solo ayuda a resolver problemas de manera justa y responsable, sino que
también fortalece la confianza y la integridad dentro de una organización o comunidad.

Ética empresarial
La ética empresarial es el conjunto de valores, normas y principios por los que se rige una
empresa a la hora de realizar sus acciones, actividades y toma de decisiones.

Una empresa que trabaje de manera ética atraerá talento y creará un ambiente laboral seguro
para sus empleados, lo que incrementará la confianza entre trabajadores y clientes. Todo esto
producirá un incremento de la rentabilidad.

La ética empresarial es una parte indispensable de una empresa y de suma importancia.

Los objetivos de la ética empresarial son:

 Intentar evitar la competencia desleal entre negocios.

 Evitar la producción de productos de mala calidad. Es importante aplicar unas normas


de calidad y seguir unas normas en cuanto a producción y servicio.

 Fomentar un buen ambiente laboral y profesional entre las personas de la empresa,


en el que se transmitan valores positivos para desarrollar un trabajo óptimo y
respetuoso.

7 principios de la ética empresarial

1. Responsabilidad social

Se refiere a la conciencia que tiene una empresa respecto a las decisiones que toma y que
pueden afectar de manera directa a la sociedad, ya sea a corto o a largo plazo. Por lo que
además puede contribuir en iniciativas que favorezcan a la comunidad. Un ejemplo son las
donaciones de grandes marcas a causas sociales.

2. Cumplimiento legal

Una empresa tiene que cumplir con una serie de normativas y restricciones que son impuestas
por el gobierno donde reside. Así que cada uno de sus procesos, desde producción hasta la
venta al consumidor final, es planificado y ejecutado para que no incumpla ninguna ley.
También incluye el pago de impuestos.

3. Ética ambiental

Involucra todas las acciones que realiza una empresa y que repercuten positiva o
negativamente en el ecosistema. Es decir, consumo y uso de energías renovables, emisiones de
dióxido de carbono, reciclaje, generación de ruido, manejo de desechos, empaques y
envolturas biodegradables, entre otros. Toda empresa, por pequeña que sea, tiene un impacto
en el medio ambiente, ya sea por consumo energético, emisión de ruido, gases, producción de
desechos, etc. Es por esto que las organizaciones deben decidir cómo abordar esta
consecuencia del ejercicio de su actividad, y uno de los valores básicos de la ética empresarial
será la sostenibilidad.

4. Creación de valor compartido

Este se da cuando una empresa diseña un producto o servicio que dé respuesta a una
problemática en la sociedad, por lo cual tiene un objetivo más humano que económico. Es una
gran forma en que las marcas salen de la media y demuestran realmente su ética.

5. Transparencia de procesos

Implica mostrar todos los ingredientes que contiene un producto, su país de origen y otros
detalles; a fin de que sean de dominio público. De esta forma, una empresa se vuelve accesible
y transparente para todas las personas y, por lo tanto, más confiable.

6. Valores familiares

Cuando una empresa entiende que lo más importante para una persona es su familia; fomenta
horarios y prácticas para que se respete el tiempo de calidad de sus trabajadores con sus seres
queridos. Un ejemplo de esto son las empresas que brindan licencias de embarazo, maternidad
y paternidad.

7. Reputación y liderazgo

Recae sobre las personas que están al mando de una empresa y contribuyen al buen desarrollo
organizacional; pues las decisiones y objetivos concuerdan con los valores de la marca y, a su
vez, con los de la sociedad. Esto genera que la empresa sea reconocida y apreciada por los
consumidores.

La ética empresarial es muy importante ya que más allá de los aspectos comerciales, la
empresa está conformada por personas y se dirige a personas que tienen derecho a ser
tratadas con dignidad. En consecuencia, el principio de la ética empresarial es el bienestar
general de una sociedad, en todos los niveles. Por lo cual, si la empresa trabaja teniendo en
mente esto, el resultado será una sociedad más bondadosa, plena, sana física y mentalmente.

Comportamiento ético y bien de la empresa


Una persona que demuestra comportamiento ético muestra un fuerte código moral y un
conjunto coherente de valores. La ética puede estar arraigada en creencias o en la búsqueda de
mejorar el mundo. Aquellos que ejemplifican un comportamiento ético hacen lo correcto sin
importar si reciben crédito por ello. Este tipo de comportamiento no se limita al entorno
laboral; puede estar presente en todos los aspectos de la vida.

En un entorno empresarial, el comportamiento ético se aplica a cualquier empleado, líder de


equipo o supervisor. Deben mostrar un comportamiento honesto y justo en sus relaciones con
compañeros de trabajo y clientes. Mostrar un buen comportamiento ético puede aumentar la
moral de la empresa y las relaciones con los clientes. Es más fácil para una empresa retener a
los empleados cuando trabajan para una empresa en la que creen. Los empleados quieren
trabajar para empresas que traten a todos y a sus clientes de manera justa y tengan prácticas
comerciales éticas y buenas.

Un alto estándar ético se extiende también a los clientes. Una reputación de


comportamiento ético positivo atrae a más clientes potenciales, clientes y socios para
trabajar con usted. También construye la lealtad del cliente con el tiempo, creando una base
de clientes que probablemente recomendará su negocio a otros.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL COMPORTAMIENTO ÉTICO?

Para comprender por qué es importante el comportamiento ético, puede ser útil saber cómo
afecta el comportamiento no ético a una empresa. Piense en una empresa que contrata solo a
familiares o que ofrece incentivos inapropiados, por ejemplo. Si bien estas acciones pueden no
ser ilegales, definitivamente pueden tener efectos negativos en la moral y el éxito de una
empresa, especialmente si se airea su ropa sucia públicamente. Luego, por supuesto, están las
consecuencias más graves del comportamiento altamente no ético. Las empresas que violan la
ética y participan en actividades ilegales pueden estar sujetas a multas costosas y juicios.

Por otro lado, un líder que personifica el comportamiento ético será justo en todas las
situaciones. A su vez, los empleados confiarán en que su equipo de liderazgo está trabajando
para el bienestar general de toda la empresa. Al ser éticos, los líderes pueden fomentar un
entorno que recompense y fomente actitudes positivas.

¿CUÁLES SON EJEMPLOS DE COMPORTAMIENTO ÉTICO?

El comportamiento ético incluye honestidad, integridad, equidad y una variedad de otros


rasgos positivos. Aquellos que tienen en cuenta los intereses de los demás al tomar decisiones
están mostrando comportamiento ético. Aquí hay otros ejemplos comunes de comportamiento
ético:

o Respeto por los demás: No importa la relación entre dos personas y lo que estén de
acuerdo o en desacuerdo, las personas dentro de una organización siempre deben
respetarse mutuamente. Esto incluye a gerentes y subordinados, compañeros y
clientes. Cuando se establece un nivel básico de respeto, las personas aceptan las
críticas de manera menos personal, pueden comunicarse de manera más abierta y
pueden ver y valorar la perspectiva de la otra persona.
o Comunicación abierta: Todas las empresas exitosas se comunican de manera efectiva.
Cuando las líneas de comunicación están abiertas y los empleados están dispuestos a
conversar entre ellos, se pueden evitar malentendidos. Tener conversaciones y
recordatorios constantes hace menos probable que un empleado rompa una regla o
tenga una producción de baja calidad.
o Responsabilidad: Los errores y malentendidos son inevitables en cualquier entorno de
trabajo. Pero cuando ocurren, los empleados deben asumir la responsabilidad de sus
acciones. Deben ser proactivos en la corrección de lo que sucedió. Cuando hay un
estándar de responsabilidad en una organización, las personas se mantienen a sí
mismas y a sus compañeros a un estándar de responsabilidad.

CODIGO ÉTICO

En el lugar de trabajo, puede haber un estándar ético establecido en toda la empresa. Muchas
organizaciones crean un código de ética, que puede incluir pautas genéricas para el
comportamiento ético relacionado con hacer lo correcto o mantener la equidad. También
podría mencionar protocolos específicos dentro del negocio.

Por ejemplo, un código de ética en un consultorio médico podría incluir poner al paciente en
primer lugar y mantener la comprensión en situaciones difíciles. En una universidad, un código
de ética podría incluir ser honesto e imparcial al calificar y ser un catalizador para perspectivas
diversas en el aula.

Las empresas deben crear y mostrar públicamente su código de ética. La visión, los valores y la
misión de la empresa deben estar claramente establecidos y visibles tanto para los empleados
como para los clientes, de modo que la empresa pueda ser juzgada por esos estándares. Un
código de ética construye la confianza y la credibilidad en una organización y crea una cultura
de comunicación abierta y honesta. Si se establece un tono ético en la cúpula y es seguido por
la gerencia, todos los que trabajan allí se mantendrán a sí mismos y a los demás a esos
estándares.

ÉTICA AMBIENTAL
La ética ambiental tiene sus raíces en la antigüedad, con pensadores como Aristóteles y los
filósofos estoicos que reconocían la interdependencia entre los seres humanos y la naturaleza.
Sin embargo, fue en el siglo XX cuando esta disciplina comenzó a tomar forma como una
preocupación ética distintiva. La ética ambiental moderna surge con la figura de Aldo Leopold,
un silvicultor, ecólogo y ambientalista estadounidense, quien es considerado un precursor en el
desarrollo de la ética ambiental al proponer la 'ética de la tierra', que incluye la consideración
moral de la naturaleza y los ecosistemas en su conjunto.

La ética ambiental surge como una rama de la ética que se centra en el estudio de la relación
entre los seres humanos y su ecosistema, enfocada en el cuidado y preservación del medio
ambiente. Sus principios buscan recuperar y preservar el equilibrio en las relaciones entre el
ser humano y el entorno natural en el que vive.

La Ética Ambiental se ocupa de regular las acciones humanas para proteger el medio ambiente,
promoviendo valores que garanticen un desarrollo sostenible y armonioso entre la sociedad y
la naturaleza. En particular, se preocupa y ocupa especialmente de regular que las acciones de
los seres humanos no atenten contra el desarrollo y la evolución de los ambientes naturales,
teniendo en cuenta aspectos como la conservación de la biodiversidad, la reducción de la
huella de carbono, administrar los recursos naturales de manera que se mantengan a largo
plazo y contrarrestar los efectos adversos del cambio climático.

La ética ambiental propone una normativa moral que exige responsabilidad por parte de las
empresas y de los hombres en cuanto al cuidado de nuestro entorno natural. Propone que el
ser humano debe ser responsable de todo el planeta que habita por lo cual deberá actuar en
función de cuidarlo a futuro para que sus acciones no afecten su presente inmediato, pero
tampoco a su prójimo.

Los principios básicos de la ética ambiental

Sus principios básicos buscan recuperar y preservar el equilibrio en las relaciones entre el ser
humano y el entorno natural en el que vive, cultivando sentimientos, pensamientos y acciones
basados en la razón, la justicia y la solidaridad. Incluyen:

1. Respeto por el entorno natural: Evitar dañar o destruir la naturaleza en el desarrollo


de actividades humanas, como la construcción de infraestructura a costa de talar
árboles.

2. Solidaridad con las generaciones futuras: Considerar los intereses y necesidades de las
personas que vivirán en el futuro al tomar decisiones que afectan al medio ambiente.
3. Valor intrínseco de la naturaleza: Reconocer que el medio ambiente tiene valor por sí
mismo, más allá de su utilidad para los seres humanos.

4. Consideración por el bienestar de los animales: Tener en cuenta las consecuencias


negativas que las acciones humanas pueden tener sobre los animales y su hábitat.

5. Justicia ecológica: Incluye la justicia global (reducir desigualdades socioeconómicas a


nivel planetario), la justicia intergeneracional (considerar a las generaciones futuras) y
la justicia interespecífica (principio de hospitalidad biosférica hacia otros seres vivos).

6. Responsabilidad como cuidado del ser vulnerable: Asumir la responsabilidad de


cuidar del medio ambiente, los seres humanos actuales y futuros, y la restante vida
planetaria.

7. Ciudadanía ecológica en una sociedad global: Promover una ciudadanía responsable


en la relación entre los seres humanos y el medio ambiente a nivel global.

Algunas empresas han implementado prácticas ambientales responsables, como Grupo Bimbo,
que ha reducido su huella ecológica y ha implementado tecnologías para el tratamiento y
reutilización del agua.

La ética ambiental es fundamental para garantizar un equilibrio entre las necesidades actuales
y futuras de la humanidad, sin comprometer los recursos y el medio ambiente. Sus principios
buscan recuperar y preservar el equilibrio en las relaciones entre el ser humano y el entorno
natural en el que vive, cultivando sentimientos, pensamientos y acciones basados en la razón,
la justicia y la solidaridad.

BIOÉTICA
La bioética es un término que se define literalmente como ética de vida, pero en una
concepción más amplia es la disciplina que promueve principios de ética y valores para la
correcta interacción del ser humano con la vida, es decir, con sus semejantes y con otros seres
vivos.

Este concepto se engloba dentro del conocimiento biológico, científico y de la salud. La bioética
tiene como finalidad solucionar posibles conflictos éticos o determinadas cuestiones éticas que
surjan en el marco de estas disciplinas. Su origen surge de la necesidad de reflexión crítica
sobre los conflictos éticos provocados por los avances de la ciencia de la vida y la medicina.

Así pues, la bioética no es un mantra o una serie de reglas que dictaminan cómo actuar, sino
que sirve de ayuda para resolver los conflictos éticos que van surgiendo. Al margen de
posicionamientos morales, se ocupa de ofrecer respuestas lejos de extremismos y soluciones
definitivas. Además, es útil para aplicarla en conflictos, donde conduce a la reflexión crítica y
argumentada y, por último, su aplicación promueve tomar decisiones en un contexto de
diálogo y respeto.

Los cuatro principios de la bioética son:

 Autonomía, este principio posibilita que la persona decida por sí misma sin que se
produzcan presiones, restricciones o interrupciones que impidan que elija de forma
autónoma.

 Beneficencia, centrado en el bienestar de los demás para garantizar no hacer daño a


terceras personas.
 No maleficencia, su objetivo es hacer el bien para evitar perjuicios y daños a otras
personas con el fin de salvar una vida.

 Principio de justicia busca que los recursos de salud se distribuyan de manera justa y
equitativa para garantizar el principio de que todas las personas son iguales en
derechos.

Aplicar la bioética en medicina es lógico porque en la relación del profesional con el paciente
se requiere una actitud ética y una toma de decisiones sustentadas en la razón.

Hay numerosos casos en los que se aplica directamente la bioética en medicina. Se trata
de temas que suelen estar en el centro del debate y generan controversia social como el
aborto, el trasplante de órganos, la fertilización in vitro, las trasfusiones de sangre, la donación
de órganos, los problemas del ambiente y la biosfera, la manipulación genética o la eutanasia.

En estos casos, el especialista no aplica la bioética para implantar un protocolo que dictamine
cuál es la actitud correcta, en su lugar lo que aporta son elementos de reflexión que ayudan a
analizar la situación concreta con el fin de construir la decisión más acertada.

La bioética no establece qué es el bien, sino que asesora a las personas inmersas en el
problema o en la situación de conflicto para que lo solucionen a través del diálogo y el respeto.

En la salud, también juegan un papel importante el área de enfermería, donde la bioética es la


base del marco ético sobre el que se rigen las actuaciones de este gremio. Estos profesionales
guían al paciente preservando siempre su bienestar, brindando una atención donde prime la
protección de sus derechos y su dignidad, así como la seguridad y calidad en todos los
procesos.

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