Desing Thinking
Desing Thinking
Desing Thinking
thinking. Lo que la hace tan popular es su versatilidad, pues se puede aplicar en ambientes de trabajo
multidisciplinarios, para así innovar en los rubros que sean necesarios. En esta ocasión, vamos a ir más
allá de la definición, y te vamos a enseñar algunas de las técnicas para trabajar el design thinking,
basándonos en cada etapa de esta metodología.
¿Qué aprenderás en este artículo?
En breve: ¿Qué es design thinking?
Ahora, veremos en corto qué es design thinking –o pensamiento de diseño en español–, desde la definición
del mismísimo Tim Brown, presidente y CEO de IDEO.
De acuerdo con este reconocido profesional, esta metodología te ayuda a innovar a través de un
enfoque centrado en el humano, en el que cualquier profesional o diseñador integra tres cosas:
las necesidades de las personas, el mundo de opciones que brinda la tecnología y
las habilidades necesarias para que un negocio sea exitoso.
Si quieres aprender más a detalle qué es esta metodología y cómo aplicarla a tu empresa, visita este
artículo de nuestro blog.
Herramientas en la etapa de ‘Empatía’
Recordemos que el design thinking tiene cinco etapas: Empatía, Definición, Ideación, Prototipado y
Testeo.
En este punto, veremos las herramientas que puedes utilizar en la primera etapa, la de ‘Empatía’.
Aquí –y de hecho para el resto de las etapas–, vamos a utilizar como fuente principal estos recursos de la
plataforma Design Thinking en Español, que es un proyecto de la consultora en innovación
española, DINNGO.
Aquí, te describiremos dos que consideramos muy valiosas:
AEIOU
Si quieres conocer a profundidad el contexto del problema, esta herramienta es la ideal para esa etapa
primaria de investigación.
Las letras hacen referencia a las palabras en
inglés: Activities (Actividades), Environments (Lugares), Interactions (Interacciones), Objects (Objetos)
y Users (Usuarios).
Actividades hace referencia a las acciones que las personas hacen ante el reto presentado.
Lugares, sirve para identificar los distintos sitios o ambientes que juegan un papel importante.
Interacciones, sirve para «mapear» los comportamientos y actitudes.
Objetos, plantea los elementos que hay en el reto y cómo las personas se relacionan con
ellos.
Usuarios, que explora a detalle los efectos del problema/reto en las personas y cómo lo
perciben.
Entrevistas cualitativas
Aquí el objetivo principal es, como la etapa lo dice, EMPATIZAR a través de preguntas concretas y bien
establecidas. Lo importante no es que la persona entrevistada se sienta bombardeada de cuestionamientos,
sino en un ambiente de confianza para expresarse sobre el tema.
La plataforma de Design Thinking en Español describe que las entrevistas cualitativas tienen como objetivo
que nosotros como profesionales podamos entender las motivaciones, emociones y formas de pensar del
usuario.
Aquí lo importante es: profundizar en el porqué, no sugerir respuestas a las preguntas, que dos
personas hagan las entrevistas (una apunta y otra pregunta) y también prestar atención al lenguaje no
verbal.
¿Y si…?
Esta herramienta está muy padre, pues como Design Thinking en Español lo menciona, fomenta
el pensamiento disruptivo. Aquí puedes proponer ideas locas e hipótesis extremas.
Primero, debes clasificar las necesidades de los usuarios por temas para visualizar áreas de oportunidad.
Después, comenzarás a hacer preguntas que empiecen con “¿Y si…?” para cada uno de esos temas. De
este modo, saldrán respuestas que traerán potenciales soluciones a cada área.
Herramientas en la etapa de ‘Prototipado’
Ahora, vamos a la penúltima etapa, la de ‘Prototipado’. Aquí podemos destacar dos:
Maquetas
Algo esencial es que puedas probar tu producto antes de hacer tu lanzamiento. ¡Eso es básico!
Esta técnica para trabajar el design thinking te ayudará a visualizar y testear tu producto o servicio,
para hacerle los cambios o modificaciones pertinentes, y así ajustarlo a lo que tu usuario
verdaderamente necesita.
Storyboard
Esta herramienta se utiliza mucho en el mundo de la televisión o el cine, pero también sirve para probar
productos o servicios. Con ella puedes plasmar de manera gráfica, a través de dibujos, las acciones que tu
usuario va a tomar al interactuar/usar tu producto o servicios, así podrás aclarar, entender y evaluar la
experiencia.
Herramientas en la etapa de ‘Testeo’
Por último, llegamos a la etapa de ‘Testeo’, y te presentamos dos opciones que te serán de utilidad:
Prueba de usabilidad
Aquí es cuando tu prototipo se pone a prueba para sacar insights aún más valiosos y significativos.
Básicamente, tu producto o servicio es proporcionado a diversos usuarios para que lo utilicen en su
día a día. Después, el punto es entrevistarlos o hacerles una serie de preguntas, para evaluar la
usabilidad de tu producto o servicio.
Grupos de discusión o focus group
Si quieres evaluar aún más las necesidades detrás de tus usuarios, un grupo de discusión es tu mejor opción.
Como la plataforma de Design Thinking en Español menciona, el objetivo de esta herramienta es “identificar
opiniones, hábitos de comportamientos, dinámicas sociales y necesidades sociales…”, a través de la
interacción con las personas.
Aquí puedes ver de primera mano cómo ellos influyen en el ambiente y cómo el ambiente influye en
ellos; qué es lo que valoran y cómo experimentan lo que los rodea.
¡Y listo! ¿Cómo ves estas herramientas? Ponlas a prueba y descubre cómo te pueden ayudar a desenredar el
proceso creativo y llegar a soluciones que verdaderamente resuelvan una problemática, siendo esto último el
núcleo de la metodología de design thinking.
¿Qué son las habilidades duras (hard skills)?
Las habilidades duras son aquellas para las que te puedes capacitar específicamente. Son las competencias más
tradicionales. De hecho, cuando piensas en las competencias laborales, es muy probable que pienses en este tipo de
habilidades duras. Por lo general, se pueden cuantificar y son habilidades que has aprendido y mejorado con mucho
esfuerzo. Las habilidades duras a veces pueden ser específicas según el trabajo que hagas, o el puesto o nivel en el que
te encuentres.
Ejemplos de habilidades duras
Las habilidades duras que desarrolles dependerán de tu cargo, tiempo de permanencia y trabajo. Normalmente puedes
encontrarlas como las habilidades necesarias en la descripción de un puesto de trabajo. Hay una cantidad infinita de
competencias duras, pero a continuación te presentamos algunos ejemplos de hard skills para los distintos
departamentos:
Capacidad de respuesta
Adaptabilidad
Atención a los detalles
Colaboración
Habilidad para las comunicaciones
Resolución de conflictos
Creatividad
Pensamiento crítico
Inteligencia emocional
Empatía
Flexibilidad
Innovación
Liderazgo
Organización
Paciencia
Habilidades para socializar
Resolución de problemas
Responsabilidad
Autoconciencia
Pensamiento estratégico
Trabajo en equipo
Gestión del tiempo
Ética laboral
La diferencia entre las habilidades duras y blandas (ejemplos de hard skills vs. soft skills)
Ambas habilidades, las duras y las blandas, son importantes en el trabajo. Las habilidades duras representan aquellas
cosas que has aprendido a hacer o a usar, como las herramientas, tecnologías u otras competencias. Las habilidades
blandas son los rasgos interpersonales que has desarrollado con el tiempo, como las comunicaciones efectivas, la
credibilidad que generes o la generosidad. Juntas, esas habilidades duras y blandas representan esos instrumentos de
tu caja de herramientas que te ayudan a cumplir con los objetivos en tu trabajo.
Cómo usar las habilidades duras y blandas para ser un compañero de equipo más eficaz
Las habilidades duras y blandas constituyen el conocimiento que aportas al equipo. Todas estas competencias son la
esencia de tu forma de trabajar, tanto en el trabajo propiamente dicho como con otras personas.
Pero, a veces, puede ser difícil entender cómo trasladarlas desde el currículum vitae o la carta de presentación al ámbito
laboral real. Entonces, entrevistamos a 14 miembros del equipo de Asana para conocer cómo aplican esas diversas
habilidades en el trabajo. A continuación, te mostramos sus ejemplos de hard skills y soft skills:
Como líder, puedo reunir a personas brillantes para lograr cosas magníficas en muchísimas situaciones cotidianas, como
las siguientes:
Las fases del design thinking son 5, como los lenguajes del amor: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar.
Existen diferentes formas de aplicar esta metodología. En general es un proceso iterativo, que se retroalimenta buscando
un objetivo concreto: perfeccionar una solución. Se trata de trabajar sobre los puntos de mejora detectados en la última
fase, la de evaluación y volver a empezar el proceso. Ojo, no se trata de una ciencia exacta, no siempre se sigue el
orden secuencial de los pasos. Algunos equipos de trabajo omiten o modifican alguna de las etapas según las
necesidades del proyecto, o bien desarrollan los pasos en paralelo.
Tú también puedes hacer lo mismo y adaptar la metodología como mejor te funcione. Conocer mejor las 5 etapas del
design thinking te ayudará a encontrar la forma más conveniente de aplicarlo para ti. De momento, te las cuento aquí:
1. Empatizar:
En la primera fase, se trata de investigar y comprender el problema para el que queremos buscar solución. Las claves
son escuchar y empatizar. Cuando centras la atención en tu público y te preocupas de satisfacer sus necesidades,
eres capaz de dar con soluciones innovadoras que realmente impactan en sus vidas. Una buena idea es que
las personas a quienes va destinada la solución participen en el proyecto creativo, especialmente en esta primera
fase y en la fase final de testeo o evaluación. Con esto no sólo se potencia la empatía, sino que además se consigue
que la resistencia a la innovación sea muy baja. Las personas sienten que forman parte del proceso y se adhieren
fácilmente a las soluciones que se proponen.
2. Definir
Es momento de focalizar el problema. Analizando la información y las observaciones recopiladas en la primera fase,
podrás enunciar el problema y empezar a idear cómo hacerle frente definiendo un objetivo. Si las personas que van a
beneficiarse de la solución no forman parte del proyecto, es aconsejable crear arquetipos o perfiles para
representarlas, describir su comportamiento y humanizar el proceso.
3. Idear
En esta fase se trata de crear múltiples ideas, tantas como puedas. Así tendrás una batería de opciones entre las que
elegir. Echa mano de toda tu creatividad y tu capacidad de innovación, porque te van a hacer falta. Aquí la clave es
buscar nuevas alternativas, nuevas soluciones a los problemas de siempre. Las técnicas más útiles para esto son el
brainstorming o las notas adhesivas para anotar ideas. Puedes hacerlo tanto en soporte digital como en papel.
4. Prototipar
Crear prototipos es dar forma a las ideas. Los prototipos son un paso intermedio, previo a la solución
definitiva. Experimenta con las ideas, inventa, construye, comunica, identifica opciones. Lo importante aquí es no
centrarse en validar, sino en experimentar de forma lo menos costosa posible.
5. Evaluar
¿Cómo funcionan tus soluciones? La puesta en escena es clave en esta fase. Genera experiencias inmersivas en el
contexto en el que se van a utilizar tus soluciones o, al menos, en un entorno lo más parecido posible para ayudar a
entender la solución que propones. Puedes pedir opiniones sobre tus prototipos tanto a tu equipo como a las personas
para quienes los has diseñado. Esto puede darte información muy valiosa para pulirlos e, incluso un nuevo enfoque que
puede llevarte, de nuevo, a comenzar el proceso iterativo de Design Thinking.
En esta fase se realizan entrevistas o tests para evaluar la solución propuesta. También se utilizan dinámicas de equipo
como el focus group.