Economia Politica UCA 6
Economia Politica UCA 6
Economia Politica UCA 6
CAPITULO 6
Los economistas clásicos del siglo XVIII y principios del XIX se preocupaba por el análisis del crecimiento a
largo plazo: sus causas, consecuencias y perspectivas. Este interés desaparecería en las corrientes
inmediatamente posteriores del pensamiento económico: el “paréntesis” neoclásico desplazo el interés
hacia las cuestiones de equilibrio.
Para los clásicos, es la acumulación de capital el motor principal del crecimiento económico y, por tanto, de
las riquezas de las naciones.
Adam Smith consideraba que el crecimiento económico demográfico, la expansión geográfica internacional
y la demanda de la agricultura desembocaban una ampliación del mercado. Tal extensión a su vez,
fomentaba la división del trabajo, lo que repercutía en un aumento de la productividad de la mano de obra.
La especialización conllevaba mayor destreza de cada obrero ahorro del tiempo perdido cuando los
operarios debían pasar a una tercera tarea, o a otra, así como inversión de maquinaria para facilitar y
abreviar el trabajo y capacitar a un hombre a hacer la labor de muchos.
La economía clásica, en la actualidad también conocida como Economía política, es una escuela de
pensamiento económico cuyos principales exponentes son Adam Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo.
Es considerada por muchos como la primera escuela moderna de economía. Incluye también autores tales
como Karl Marx, Thomas Malthus, William Petty y Frédéric Bastiat, algunos incluyen, entre otros, a Johann
Heinrich von Thünen. Generalmente se considera que el último clásico fue John Stuart Mill.
El término "economía clásica" fue acuñado por Marx para referirse a la Economía ricardiana - la economía
de Ricardo y James Mill y sus antecesores - pero su uso se generalizo para describir también tanto a los
seguidores de Ricardo y Mills como a todos los influidos por las percepciones generales de esos autores, []
incluido Marx mismo.]
La economía clásica (llamada economía política) estudia lo que determina los salarios recibidos por los
trabajadores en general más que lo que cada trabajador individual recibe; o qué ocasiona que la tasa de
ganancia suba o baje, más que los factores que ocasionan la ganancia de una empresa particular, etc.
Lo que ahora se conoce como Crecimiento económico — El aumento en la riqueza era conceptualizado
debido a la generación de lo que desde los tiempos de los fisiócratas se llamaba plusvalía. Por ejemplo, el
resultado de la producción agrícola es -generalmente- superior a la semilla usada. Esa cantidad "extra" es
plusvalía e implica que la riqueza ha aumentado. Esa generación de plusvalía es percibida como
dependiente, no solo de los factores de producción sino de una multitud de elementos y fenómenos tales
como las formas de organización e intercambio de los mismos, tanto a nivel empresarial como social. El
famoso ejemplo de la fabricación de alfileres de Adam Smith muestra como una nueva forma de
organización de la producción lleva a una producción superior o extra a la obtenida anteriormente, sin uso
de recursos -trabajo, bienes de capital, etc.- adicionales (ver División del trabajo). Adicionalmente a partir
de los clásicos el cómo el gobierno se aproxime a las actividades productivas, por ejemplo, permitiendo o
restringiendo la libertad de comercio, no puede ser ignorado en el análisis económico.
Principales planteamientos de los clásicos
Doctrina de la racionalidad de los individuos. La característica principal de los seres humanos es
que son animales racionales. Las personas actúan —o consiguen sus objetivos— más efectivamente
cuando lo hacen de acuerdo con la razón (ver Racionalismo y Empirismo). Los individuos siempre
tienden a maximizar su utilidad o beneficio y tienden a reducir los costos o riesgos. Los individuos
prefieren más de lo bueno y menos de lo que les cause mal. Esta racionalidad tiene que ver con una
cierta intuición que lleva a los individuos a optimizar y mejorar sus condiciones.
Doctrina del interés propio o Egoísmo psicológico. Los clásicos asumen que la motivación básica y
natural de los individuos es el interés propio. Los productores producen no porque deseen hacer el
bien, sino porque les conviene. Los consumidores compran no porque les interese el bienestar de
los productores, sino porque consideran que lo que compran les es útil, etc. (ver, por ejemplo: Ética
en David Hume). Smith describe el hombre como una criatura egoísta, que no obstante parecía
capaz de crear juicios morales sobre la base de consideraciones que no eran egoístas.
Doctrinas de la competencia y la cooperación. Los individuos persiguen racionalmente sus
intereses a veces compitiendo y a veces cooperando. Smith enfatizo las ventajas de la competencia
individual, sugiriendo que esos intereses competitivos individuales convergen, como dirigidos por
una "mano invisible", en el interés común (Doctrina de la armonía de los intereses). Ricardo y esos
influidos por el (especialmente Marx), se centraron en la competencia de grupos o clases (ver lucha
de clases). Stuart Mill estudio los efectos de la cooperación.
Doctrina del trabajo como fuente de toda riqueza y valor. Por ejemplo, Adam Smith comienza su
"La riqueza de las naciones" estableciendo que "El trabajo anual de un país es el fondo que
originalmente le proporciona todas las cosas necesarias y convenientes para la vida y que
anualmente consume; y esas cosas son siempre ya sea el producto inmediato de ese trabajo, o lo
que es comprado en otros países con ese producto.".
Doctrina de mínima intervención estatal, Mercado libre o del laissez faire: a lo menos gobierno, lo
mejor, los procesos económicos eran considerados como capaces de auto regulación, en otras
palabras, las fuerzas económicas por sí mismas dirigirán la producción, intercambio y consumo a su
nivel más eficiente. La acción del estado debe confinarse a enforzar los derechos individuales
(especialmente el de propiedad), proveer la defensa nacional y algunos servicios públicos de interés
general (justicia, algunos tipos de educación, etc.).
Doctrina del desarrollo o progreso. A partir de Turgot los procesos económicos son percibidos
como teniendo lugar en tiempos históricos, lo que lleva a los clásicos a una concepción de progreso
evolutivo. (ver "La madurez de la idea del progreso: el aporte francés" en progreso). Todos los
clásicos avanzan teorías de etapas de desarrollo económico social, las que generalmente, pero no
siempre (ver Malthusianismo) culminan en una etapa de abundancia y bienestar general. Esas
etapas a su vez pueden ser subdivididas en momentos o estadios, el todo basado en la aplicación
(intencional o no) de leyes económicas. Así, por ejemplo, en el esquema de Smith la progresiva
división del trabajo está estrechamente relacionada con otros dos fenómenos: la acumulación de
capital y la extensión gradual del mercado. La acumulación de capital permite alcanzar grados de
especialización cada vez mayores y esto da lugar a un aumento continuo de la productividad del
conjunto de factores productivos.
Principales "leyes" económicas
Ley de los mercados: La riqueza depende de la producción. Cuantos más bienes se produzcan, más
bienes existirán, que constituirán una demanda para otros bienes, lo que tiende a una situación
(que los clásicos denominaban “Estado progresivo”) en la cual todos los recursos se emplean al
máximo, a beneficio general. (Esta "ley" es a veces denominada, por sus críticos —por ejemplo,
Veblen, Schumacher — como "teoría de lo más es mejor").
Ley de la oferta. Dado que ciertos bienes se pueden vender (en otras palabras: dada la existencia
de deseo por ciertos bienes) el “valor de cambio” o precio de los mismos depende de la oferta. Si
hay un solo productor, o los productores actúan en conjunto, los precios serán los de monopolio
(es decir, los más altos posibles). Si hay varios productores y hay competencia, los precios decaerán
al límite posible: el costo de producción o precio natural [15] (Teoría del valor como costo de
producción) (nótese que ese precio natural incluye los "salarios" tanto del trabajo como del capital
y los recursos naturales, incluyendo la renta). No es que los clásicos ignoraran la demanda, es que
no la consideraban importante en el largo plazo: "Por abundante que sea la demanda, nunca puede
elevar permanentemente el precio de una mercancía sobre los gastos de su producción, incluyendo
en ese gasto la ganancia de los productores. Parece natural por lo tanto buscar la causa de la
variación del precio permanente en los gastos de producción. Disminúyanse esos y (el precio de) la
mercadería debe finalmente decaer, auméntense y seguramente subirán. ¿Que tiene todo eso que
ver con la demanda?, En otras palabras: asumiendo competencia, los productores están forzados a
reducir el precio al máximo posible, alternativamente arriesgan no vender mientras sus
competidores venden todo.
Teoría del valor-trabajo: El valor de un bien o servicio está dado por la cantidad de trabajo
empleado en la producción de ese bien o servicio.
Ley de los rendimientos decrecientes: se refiere a la disminución paulatina de los rendimientos
económicos -especialmente la tasa de ganancia- en la medida que, manteniendo el resto de los
factores constantes, se añadan cantidades adicionales de un recurso específico. La asunción
general es que tanto la expansión de la población como la disminución de precios mencionada lleva
al uso de recursos cada vez más difíciles de explotar, o menos productivos. Dado que los precios
por lo menos no aumentan, sigue que la ganancia debe decaer.
Ley de hierro de los sueldos: los salarios reales tienden "de forma natural" hacia un nivel mínimo,
que corresponde a las necesidades mínimas de subsistencia de los trabajadores. Cualquier
incremento en los salarios por encima de este nivel provoca que las familias tengan un mayor
número de hijos y por tanto un incremento de la población, y el consiguiente aumento de la
competencia por obtener un empleo hará que los salarios se reduzcan de nuevo a ese mínimo.
Los clásicos creían que las variables "nominales" o monetarias y las "reales" o físicas pueden ser analizadas
independientemente. Por ejemplo, se proponía que cosas tales como el producto y ganancia real pueden
ser analizadas sin considerar a sus contrapartidas nominales: el valor monetario de esa producción y la tasa
de ganancia.
La dicotomía puede ser definida como la tentativa de explicar los fenómenos económicos exclusivamente
en función de variables económicas, excluyendo, entre otras, las variables monetarias, lo que lleva,
obviamente, a la búsqueda de factores que permitan explicar lo económico sin referencia a tales aspectos
"externos", incluyendo los monetarios.
Esto se ve claramente en la famosa Ley de Say, que parece sugerir que la única función del dinero es servir
como medio de cambio, pero no influencia directamente ni la producción ni la demanda. Partiendo de la
base que la producción y venta de bienes solo adquieren su sentido cuando terminan en otra compra,
completando así una transacción económica, Say sugiere: "El dinero cumple solo una función monetaria en
ese doble cambio, y cuando la transacción es finalmente concluida, siempre se encontrara que un tipo de
mercadería ha sido cambiada por otra". (J.B. Say, 1803).
Esto está muy cerca de decir que el dinero es "neutral", en el sentido que afecta solo aspectos nominales
(por ejemplo, los precios) pero no las variables reales (la producción). Es necesario notar sin embargo que,
estrictamente, la sugerencia de Say no propone neutralidad monetaria, solo que no es racional mantener
dineros ociosos.
Sin embargo, los clásicos, especialmente los tardíos, se dieron cuenta que el dinero no es neutral en ese
sentido. Cambios en la cantidad de circulante afectan la tasa de interés, lo que a su vez afecta la tasa de
ganancia y, consecuentemente, decisiones acerca de inversión y ahorro, lo que tiene efecto en la economía
real. Aun asi, se esforzaron en mantener la dicotomía, buscando explicar el efecto del dinero a través de
otras variables, lo que produce una situación más bien confusa. En las palabras de Stuart Mill:
Todo lo anterior se expresa en dos áreas problemáticas evidentes a través de toda la obra clásica: el
problema del dinero y el problema del valor.
La mayoría de las escuelas macroeconómicas actuales (incluyendo la Nueva Economía Keynesiana y los
Monetaristas) rechazan la dicotomía, [] dado que, profundizando la sugerencia de Stuart Mill, consideran
que la cantidad de circulante afecta los cálculos económicos básicos, especialmente los relacionados con la
tasa de interés. Sin embargo, algunas versiones de la Nueva economía clásica y algunas escuelas
heterodoxas la aceptan.
Teoría del valor: La riqueza de las naciones va precedida de una discusión sobre la ventaja de la división del
trabajo y del uso del dinero en las sociedades avanzadas. La división del trabajo afirmaba Smith, brota de
una propensión de la naturaleza humana al cambio por lo que cada individuo debe disponer de un
excedente por encima de sus inmediatas necesidades, para poderlo intercambiar. El dinero aparece en
escena porque facilita el intercambio en tanto que disfruta de aceptación en general y que se puede
transportar con facilidad. Entonces, el valor se determina por las reglas que la gente observa naturalmente
cuando intercambia los bienes por dinero o por otros bienes.
La palabra valor tiene dos significados distintos: unas veces expresa la utilidad de un objeto particular, y
otras veces la capacidad de comprar otros bienes que confiere la posesión de tal objeto. Podemos llamar al
primero valor de uso y al segundo valor de cambio.
La economía del estado estacionario de equilibrio dinámico es una teoría económica propuesta por Herman
Daly en la que se plantea la existencia de un estado sostenible óptimo de la economía humana a partir de
conceptos previos de los economistas neoclásicos que tenían una opinión favorable de este estado, como
John Stuart Mill. Mill solía verlo, en buenos términos, como el punto final de crecimiento ontológico
causado por el aumento de la población y la disminución de los ingresos (Kerschner, 2008, p. 13).
Sin embargo, el desarrollo del carbón y el petróleo barato crearon un espejismo de percepción de
"crecimiento ilimitado" propiciando que la estimación del final del crecimiento ontológico, que se daba por
hecho por los economistas neoclásicos, posteriormente fuera considerada como mera ficción analítica. Sólo
algunos, como Joseph Schumpeter (Schumpeter, 1942) o John Maynard Keynes continuaron estimándolo
en sus cálculos. Sin embargo, a partir de todas estas estimaciones Daly elaboró su concepto normativo de
un estado estacionario ontológico (Kerschner, 2008).
Durante siglos los economistas han considerado una transición del crecimiento económico a un estado
estable, desde los economistas clásicos, como Adam Smith, a los actuales economistas ecológicos. Smith
observó y teorizó que el comercio entre personas en mercados abiertos llevaría a la producción de las
cantidades apropiadas de los productos básicos, la división del trabajo, aumento de los salarios y una
espiral ascendente de crecimiento económico. Sin embargo, Smith reconoció un límite al crecimiento
económico. Predijo que en el largo plazo, el crecimiento demográfico elevaría el número de los salarios
bajos, los recursos naturales serían cada vez más escasos y la división del trabajo se aproximaría a los
límites de su eficacia. Smith predijo incorrectamente 200 años como el período más largo de crecimiento,
seguido de una estabilización de la población.
Por otro lado, Thomas Malthus veía la imposibilidad de que la especie humana pudiera lograr el estado
estacionario tras el final del crecimiento, así pues, argumentaba que ésta siempre estaría condenada al
"vicio y la miseria" (Kerschner, 2008, p. 13).
John Stuart Mill, uno de los pioneros de la economía más prominentes del siglo XIX, anticipó la transición
del crecimiento económico a un "estado estacionario". En su obra maestra, Principios de Economía Política,
Mill argumentó que el aumento de la riqueza no sería infinito y que el final de este crecimiento conduciría
al estado estacionario del capital. Mill, a diferencia de Malthus y Smith, (Kerschner, 2008, p. 13) veía con
buenos ojos este estado estacionario, pues solía argumentar que el final del capital y el crecimiento
necesariamente no implicaba el empeoramiento de las condiciones humanas tanto moral como
socialmente.
B. Escuela Marxista.
Karl Marx fue un economista clásico peculiar. En su intento de analizar la verdadera naturaleza del sistema
capitalista, hizo, a diferencia de los restantes economistas de esa escuela de pensamiento, un auténtico
esfuerzo de trascendencia para revelar la esencia del capitalismo. Por citar solo un ejemplo, Marx demostró
que la relación salarial oculta en realidad una relación de explotación.
Marx en sus planteamientos predijo las crisis periódicas de sobreacumulación y sobreproducción y destacó
las necesidades contrapuestas del capital: la voluntad de abaratar el factor trabajo para generar más
plusvalía y la exigencia de aumentar los salarios reales para sostener la demanda.
Es la escuela de pensamiento económico inspirada en la obra de Karl Marx. El marxismo no es solo una
teoría económica sino una concepción global del funcionamiento de las sociedades. Marx intenta, no solo
comprender la realidad, sino transformarla. Su método de análisis es el materialismo dialectico, que
plantea la lucha entre opuestos como base de las transformaciones sociales.
Sus principales representantes son: Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Lenin. Obras como El Capital,
Trabajo asalariado y capital, Teorías sobre la plusvalía, son de gran trascendencia en Carlos Marx; en Engels
está el Manifiesto del Partido Comunista en colaboración con Marx, entre otras, y en Lenin El imperialismo,
fase superior del capitalismo, entre otras.
ANTECEDENTE HISTORICO DE LA ECONOMIA DE MARX.
Injertando el materialismo de Feuerbach en la dialéctica de Hegel, Marx desarrollo un <<materialismo
dialectico>>, que extendió entonces al campo económico. Marx consideraba que el primer motor de la
historia era la manera en cómo los individuos se buscan la vida (la manera en que satisfacen sus
necesidades materiales). En ese mismo orden, considera la producción como el primer acto histórico y
económico, en donde la economía se convierte en la <<ciencia de la producción>>.
También analiza la estructura de la sociedad por medio del <<materialismo histórico>>, en donde está la
superestructura (filosofía, artes, religión, moral, leyes, política) y la infraestructura (fuerzas productivas, y
relaciones de producción).
LOS DISTINTOS MODOS DE PRODUCCIÓN EN LA TEORÍA MARXISTA.
Marx ha propuesto, a modo de esquema, la siguiente sucesión de modos de producción a través de la
historia:
Comunismo primitivo: un modo de producción en el que las relaciones sociales establecidas eran
relaciones de colaboración, y los medios de trabajo y los productos obtenidos pertenecían a la
sociedad.
Modo de producción esclavista: las relaciones sociales en el régimen esclavista son, pues, de
dominio y sometimiento. El agente propietario, el amo, ejerció dominio completo sobre las fuerzas
productivas (mano de obra - el esclavo-, y medios de producción), de las que era propietario.
Modo de producción asiático: se diferenció de la comunidad primitiva por: a) existe la explotación
del hombre por el hombre. b) existe una clase dominante. c) Está ligado a formas de producción
más desarrolladas: agricultura y ganadería.
Modo de producción feudal: las relaciones sociales de producción son también semejantes a las del
modo de producción esclavista.
Modo de producción capitalista: las relaciones sociales de producción son también semejantes a las
del modo de producción esclavista.
ANÁLISIS DE CLASES.
Los marxistas consideran que la sociedad capitalista se divide en clases sociales, de las que toman en
consideración principalmente dos:
La clase trabajadora o proletariado: Marx definió a esta clase como «los individuos que venden su
mano de obra y no poseen los medios de producción».
La burguesía: quienes «poseen los medios de producción» y emplean al proletariado.
LA NATURALEZA DEL CAPITALISMO.
En este apartado se comienza a analizar El Capital, tomando en cuenta: a) la Teoría del Valor-Trabajo, y b) la
Teoría de los Salarios, y c) sobre la Acumulación Originaria o Primitiva del Capital.
La teoría del valor-trabajo.
El valor de las mercancías: Marx parte de la base de que el valor de una mercancía está
determinado por la cantidad de trabajo socialmente necesario para producirla.
El valor de la fuerza de trabajo y el valor generado por ella: En la sociedad capitalista la fuerza de
trabajo es una mercancía como cualquier otra, por lo que su valor es igual al tiempo de trabajo
socialmente necesario para producirla. O sea, el valor de los bienes necesarios para la existencia del
trabajador y su familia.
La teoría de los salarios.
La teoría de los salarios de Marx es una variante de la teoría ricardiana. Marx sostenía que en un
sistema capitalista la fuerza laboral rara vez percibe una remuneración superior a la del nivel de
subsistencia.
La teoría de la acumulación originaria del capital.
Marx dice que la acumulación primitiva significa la expropiación de los productores directos, y "el
aniquilamiento de la propiedad privada que se funda en el trabajo propio, esto es, la expropiación
del trabajador", permitiendo "la explotación del trabajo formalmente libre de otros, es decir, el
trabajo asalariado".
OTRAS TEORÍAS.
Existen otras teorías analizadas por los Marxistas que, al no ser las primordiales en el sistema capitalista,
son también de gran importancia, como sigue: d) Teoría de la Ganancia, e) Teoría del Interés, f) Teoría de la
Renta, g) Teoría del Equilibrio Económico, y por último, h) Teoría de las Crisis.
La teoría de la ganancia o del beneficio.
Esta teoría señala primero que existe un valor social que se reparte entre los distintos miembros de
la sociedad. Una parte del valor la constituyen los salarios, y otra la ganancia, el interés y la renta,
que juntos forman la plusvalía.
La teoría acerca del interés.
La teoría marxista del interés supone que éste es una parte de la plusvalía, es decir, del trabajo no
retribuido a los asalariados. Los dueños del capital crediticio se adueñan del interés por prestarlo
durante cierto tiempo.
Teoría de la renta.
Acerca de esta categoría económica llamada renta, Marx expone que, la renta es una parte de la
plusvalía generada por los obreros asalariados de la cual se apropian los terratenientes por ser los
dueños de la tierra. La renta representa el excedente de la plusvalía sobre la ganancia media
establecida en la agricultura.
Teoría del equilibrio económico.
Marx estudió y analizó la estructura económica capitalista con objeto de explicar su funcionamiento
y sus contradicciones, las cuales establecen: a) tasa de plusvalía, b) composición orgánica del
capital, y c) tasa de ganancia.
Marx desarrolló dos Esquemas de Reproducción del Sistema Capitalista.
Esquema de Reproducción Simple del Sistema Capitalista.
Bajo el capitalismo, se da la reproducción simple cuando los capitalistas dedican a sus gastos
personales toda la plusvalía que se apropian bajo el aspecto de distintas formas de ingreso, de
suerte que las dimensiones de la producción no se modifican. Constituye un aspecto
importantísimo de la reproducción capitalista la realización de todo el producto social global (ver)
en el mercado.
Esquema de Reproducción Ampliada del Sistema Capitalista.
Proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista en creciente volumen.
Cuando la reproducción es ampliada parte de la plusvalía se capitaliza, es decir, se une al capital
activo y se emplea para aumentar el volumen de la producción. Así tiene lugar una acumulación del
capital. Parte de la plusvalía acumulada se destina a la adquisición de medios adicionales de
producción, y otra parte, a la compra de fuerza de trabajo adicional.
Teoría de las crisis.
Las crisis, para Marx, surgen como posibilidad desde que los productores individuales intercambian los
productos de su trabajo entre sí a través de un mercado desarrollado donde hay la mediación de una
moneda o equivalente general.
Las Leyes Del Movimiento Capitalista O La 1ra Teoría Referida Al Desarrollo.
¿Por qué el capitalismo necesariamente se iba a acabar? Marx estableció básicamente cinco razones o
leyes:
Ley de la acumulación y la tasa decreciente de ganancia.
En el capitalismo, bajo la perspectiva de Marx, toda la gente intenta obtener más plusvalía
(explotación sobre la remuneración al trabajador) para obtener mayores beneficios.
Ley de la concentración creciente y la centralización de la industria.
La búsqueda de beneficio lleva a cambiar trabajo por capital y transforma la industria a empresas
de gran escala con una división del trabajo más marcada y una capacidad de producción cada vez
mayor.
Ley del creciente ejército industrial de reserva.
Marx aludía a los parados bajo el pomposo vocablo de “ejercito industrial de reserva”. Se sostenía
esta ley pues, por: a) el paro tecnológico, y b) el paro cíclico.
Ley de la miseria creciente del proletariado.
A medida que crece el ejército de reserva crece también la miseria.
Ley de crisis y de presiones.
Marx vinculó la explicación de los ciclos económicos al gasto en inversión: cuando el paro es alto y
los salarios tienden a la baja, el capitalista tenderá a aumentar su demanda de trabajadores por lo
que disminuye su inversión en capital.
A modo del término de la exposición, Marx entiende que la solución al capitalismo se hallaría en su
destrucción, y posterior implementación del socialismo (o comunismo).
CRITICAS A LA ESCUELA MARXISTA.
Los economistas liberales de la escuela austriaca fueron los primeros en criticar a Marx, al tratar en
forma casi opuesta cuestiones como el dinero, el capital, los ciclos y los procesos económicos. Entre
estos se cuenta principalmente a Eugen von Böhm-Bawerk quién se dedicó a refutar la teoría del
valor marxista, tanto desde la Escuela Austríaca como desde dentro de la propia teoría marxista.
Economistas austríacos como Joseph Schumpeter han revisado los orígenes del capitalismo y han
rechazado la noción marxista de acumulación originaria como una contradicción autorreferente
que requiere capital inicial para la actividad de una supuesta burguesía violenta originaria, entre
otras.
Los marxistas y anarquistas históricos tuvieron una plena disputa, la base del conflicto se centraba
en que, así como los marxistas creían en la necesidad transicional de un Estado bajo control de los
trabajadores (la «dictadura del proletariado») y que a su vez se encargara de controlar la economía
(«planificación central»), los anarquistas pensaban que el camino al socialismo (o al comunismo)
pasaba por la destrucción del Estado.
Pensamiento económico de Karl Marx
Carlos Marx nació en Tréveris (Alemania) en 1818, hijo de un abogado judío. Estudió en Bonn y en Berlín y
se doctoró en Jena en 1841 con una disertación sobre la filosofía de Epicuro.
Marx, que en sus estudios se había ocupado principalmente de la filosofía hegeliana, tuvo en Francia
ocasión de conocer el socialismo más de cerca. Expulsado del país a instancias del Gobierno prusiano, se
trasladó en 1845 a Bélgica, donde, en 1847 publicó “La miseria de a Filosofía” y, en colaboración con Engels,
“El Manifiesto del Partido comunista”.
La revolución de 1848 llevó a Marx de nuevo a París y a Colonia, pero expulsado de ambas ciudades pasó a
Londres en 1849. En la capital de Inglaterra se dedicó, junto con Engels, al estudio de esta nación, la más
avanzada socialmente. La familiarización con las condiciones de trabajo de la Gran Bretaña representa uno
de los momentos cruciales en la carrera ideológica de Marx.
En 1864 pasó a ocupar un puesto destacado en la Asociación Internacional de Trabajadores, de reciente
creación; puesto que abandonó cuando el fracaso de la Comuna de Paris y la oposición interna de los
grupos anarquistas acaudillados por Bakunin le hicieron creer inútil la persistencia en la lucha.
Karl Marx, discípulo de David Ricardo, vive la primera gran crisis del capitalismo industrial en la década de
1830 y la consecuente crisis política de 1848. Tiene por tanto que dar una explicación de esas convulsiones.
La teoría que elabora predice la evolución socioeconómica futura e invita a los trabajadores a participar
activamente acelerando la transformación del sistema.
Partiendo de la teoría ricardiana del valor-trabajo, deduce que el salario percibido por los trabajadores es
exactamente el coste de producirlo. La plusvalía es la diferencia entre el valor de las mercancías producidas
y el valor de la fuerza de trabajo que se haya utilizado. Las relaciones de producción en el sistema
capitalista y la superestructura jurídica que emana de ellas determinan que la plusvalía sea apropiada por la
clase burguesa, los propietarios de los medios de producción. Las fuerzas del sistema empujan a la clase
dominante a una continua acumulación de capital lo que provoca la disminución de la tasa de beneficios a
la vez que la concentración del capital en muy pocas manos. La progresiva mecanización crea un
permanente ejército industrial de reserva que mantiene los salarios al borde de la depauperación. La
contradicción entre la concentración de capital en pocas manos y la organización por la industria de
masivas estructuras disciplinadas de trabajadores provocará necesariamente el estallido de la revolución
social y la "expropiación de los expropiadores".
Marx representa un hito fundamental en la historia del pensamiento económico. Influyente en casi todas
las áreas de estudios sociales parte de un análisis económico y coloca a esta ciencia como una de las
fundamentales de la sociedad.
El contexto de su obra
Marx, al contrario de los socialistas que lo precedían (a quienes llamó irónicamente "Socialistas
Utópicos"), buscó establecer un Socialismo científico, basado en el descubrimiento de las leyes objetivas
que conducen los fenómenos sociales.
Desde temprano adoptó la doctrina de Hegel, que estaba en auge en la Europa de mediados del siglo XIX,
tomando principalmente la idea que la historia cambia permanentemente con un ciclo determinado.
Así, los fenómenos históricos, postula Marx, no se explican por el azar, sino por una lógica inherente al
Desarrollo de la Sociedad. A la dialéctica de Hegel, Marx le agregó el materialismo de Feuerbach,
desarrollando así lo que se conoce como el "materialismo dialéctico". Es decir, la historia cambia y el motor
del cambio es la forma cómo las personas satisfacen sus necesidades materiales.
Marx escribió, El manifiesto comunista, en 1848, junto a Engels, en el contexto de las revoluciones
europeas. En este pequeño libro que es un manifiesto político y no un escrito económico, establece las
bases que explican la revolución del proletariado.
Más tarde, durante su estadía en Inglaterra, profundizó en el estudio de la economía y, apoyándose en el
Modelo clásico de David Ricardo, construyó su propia doctrina económica, de la que publicaría un boceto
inicial en su Contribución a la Crítica de la Economía Política de 1857 y que más tarde plasmaría en El
Capital.
De esta inmensa obra sólo llegó a publicar el primer volumen, en 1867, mientras que los dos restantes los
editaría Engels después de su muerte.
Aparte de El capital y El manifiesto comunista, Marx tiene gran cantidad de libros, documentos y
conferencias publicadas, en los que se puede apreciar la evolución de su pensamiento conforme al paso del
Tiempo y de la historia.
El análisis económico
Karl Marx se dedicó a analizar el capitalismo, la forma de producción de su época. Para Marx, el capitalismo
se sustenta en la existencia de dos clases cuyos intereses son contradictorios: una es dueña de los medios
de producción, los burgueses; y la otra clase es dueña únicamente de su fuerza de Trabajo, los proletarios.
Burgueses y proletarios están enfrentados en lo que el autor define como "lucha de clases"; es decir, dos
grupos antagónicos con intereses contrapuestos.
Este conflicto no era algo nuevo. Según Marx, siempre había existido a través de la historia en las
sociedades de clases. Antiguamente, se enfrentaron esclavos con hombres libres, luego siervos con
señores. Por lo tanto, la pugna que se daba en el Capitalismo era la reproducción de relaciones económicas
basadas en la explotación.
Otro factor importante en la obra de Marx es la división del Trabajo. Para los autores clásicos era fuente de
la Riqueza de una nación (aun cuando le reconocía algunos elementos negativos), Marx identifica el factor
de alienación que ésta genera. A medida que la división del Trabajo se va consolidando -algo que se veía
con fuerza en la época- éste se hace cada vez más fragmentado, lo que genera conflictos de intereses que
se agravan a causa de la institución de la Propiedad privada. Cada trabajador se convierte, según Marx, en
un especialista en cierta materia determinada y no sabe hacer nada más. Si una máquina reemplaza esa
tarea, el obrero pasaría a ser una "Mercancía de desecho".
El fin del capitalismo
Marx consideró al capitalismo no como un orden social inmutable, sino como un eslabón de una cadena. A
su juicio, este sistema tenía contradicciones inherentes que generarían su propio fin. ¿Por qué el
capitalismo necesariamente se iba a acabar? Marx estableció básicamente cinco razones o leyes.
En primer lugar, lo que ocurría en el capitalismo era que la tasa de Beneficio de las empresas iba bajando
cada vez más. Marx tomó este argumento de los economistas clásicos (especialmente de David Ricardo) y
adquirió un rol clave en su análisis.
En segundo lugar, la tasa decreciente de Ganancia permitía competir sólo a los más eficientes, por lo que
las pequeñas empresas no tenían posibilidad alguna de hacerlo. Así, su propietario o comerciante debía
abandonar el negocio porque no era rentable y debía incorporarse como proletario a la gran fábrica. Es
decir, la Propiedad se iría concentrando cada vez más en menos manos.
En tercer lugar, la sustitución de trabajadores por maquinaria haría que el Desempleo se incrementara,
generando lo que Marx llama un creciente ejército industrial de desempleados. De este modo, aumentaría
progresivamente la miseria de la gente, ya que por una parte habría más desempleados y, por otra, los que
estuvieran empleados serían cada vez más explotados para compensar la baja de los beneficios de los
empresarios.
Finalmente, y Producto de todo lo ya señalado, Marx predijo que las crisis y depresiones serían cada vez
mayores y que afectarían cada vez a más personas.
La consecuencia lógica de estas leyes para Marx era la revolución del proletariado. En algún momento, la
gran masa se iba a levantar, generando una revolución de la cual surgiría una nueva Sociedad: la Sociedad
comunista, donde no existirían relaciones de explotación en lo económico, ni relaciones de dominación en
lo político e ideológico.
C. Keynesianismo
La Economía keynesiana, o el Keynesianismo es el conjunto de teoría económica basada en las ideas de
John Maynard Keynes.
Keynes fue el economista más importante del siglo XX y uno de los más influyentes de toda la historia. Con
él acaba el período de hegemonía absoluta del pensamiento neoclásico en la economía.
La teoría keynesiana fue ampliamente aceptada por la necesidad de una teoría de demanda
efectiva y por tanto una teoría de empleo en la época de 1936, cuando el mundo capitalista se
encontraba sumido en una depresión y las teorías existentes no podían ofrecer una solución, ni
explicar sus causas.
La teoría keynesiana fomentó el desarrollo de la economía aplicada, macroeconomía moderna y el
posterior surgimiento de la economía del desarrollo.
Las teorías keynesianas han sido sumamente influyentes en la historia económica y en la
actualidad. Las políticas keynesianas se siguen aplicando en el mundo capitalista, aunque con
ciertas variantes.
Elementos Principales De La Teoría Keynesiana
Demanda Efectiva: El excedente de valor que da la producción resultante sobre la suma del costo
de factores y el costo de uso es la ganancia, o el ingreso del empresario. Desde el punto de vista del
empresario, llamar producto de la ocupación al ingreso global (es decir, costo de factores más
ganancias).
La suma que se espera gastará la comunidad en consumo, y la que se espera que dedique a nuevas
inversiones.
Es el ingreso global que los empresarios esperan recibir. Representa el nivel de ocupación que lleva
al máximo las expectativas de ganancias.
Desocupación involuntaria: “los hombres se encuentran involuntariamente sin empleo cuando, en
el caso de que se produzca una pequeña alza en el precio de los artículos para asalariados, en
relación con el salario nominal, tanto la oferta total de mano de obra dispuesta a trabajar por el
salario nominal corriente como la demanda total de la misma a dicho salario son mayores que el
volumen de ocupación existente”.
Multiplicador de la inversión: el multiplicador de inversión. Éste nos indica que, cuando existe un
incremento en la inversión total, el ingreso aumentará en una cantidad que es k veces el
incremento de la inversión.
Propensión al consumo: Se conoce como propensión a consumir como la relación funcional entre
un nivel de ingreso dado, medido en unidades de salario, y el gasto que para el consumo se toma
de dicho nivel de ingreso.
La propensión a consumir determina que parte del ingreso consumirá cada individuo. Relación
entre el ingreso de la comunidad y lo que se puede esperar que gaste en consumo.
La propensión marginal a consumir determina cuanto variara el consumo respecto al aumento de la
renta.
Es más débil la propensión marginal a consumir en una comunidad rica. Debido a que su
acumulación de capital es ya grande, las oportunidades para nuevas inversiones son menos
atractivas.
La propensión marginal a consumir no es constante para todos los niveles de ocupación, y es
probable que ofrezca por regla general, una tendencia a disminuir a medida que la ocupación crece;
es decir, que cuándo el ingreso real sube, la sociedad deseará consumir una proporción
gradualmente descendente del mismo.
La propensión media es creciente con la renta y la marginal es constante.
Preferencia por la liquidez: Proporción del ingreso que el público decide guardar o atesorar.
La preferencia por la liquidez es una potencialidad o tendencia funcional que fija la cantidad de
dinero que el público guardará cuando se conozca la tasa de interés.
Motivos de la demanda de dinero:
El motivo transacción: la necesidad de efectivo para las operaciones corrientes de cambios
personales y de negocios.
Motivo gasto de consumo.
Motivo negocio.
El motivo precaución: gastos repentinos y oportunidades imprevistas de compras ventajosas, el
deseo de seguridad.
El motivo especulativo: el propósito de conseguir ganancias para saber mejor que el mercado, lo
que el futuro traerá consigo.
Inversión:
Ahorro no es más que el excedente del ingreso sobre los gastos de consumos, es decir aquella parte del
ingreso del periodo que no se ha gastado en consumo de una manera diferente es el excedente del ingreso
neto sobre el consumo. Un acto de ahorro representa una disminución de la demanda de consumo
presente para una demanda de consumo futuro.
Como el monto del ahorro es una consecuencia del proceder colectivo de los consumidores individuales, y
el monto de la inversión lo es de la conducta colectiva de los empresarios individuales, estas dos cantidades
son necesariamente iguales, ya que cada una de ellas es igual al excedente del ingreso sobre el consumo.
La inversión para Keynes cumple una función determinante para el empleo. La inversión alienta actividades
como construir nuevas fábricas, casas, ferrocarriles y, en general, todo tipo de bienes que no son para
consumo directo e inmediato.
Para Keynes la causa real del desempleo era el insuficiente gasto en inversión.
Interés:
La tasa de interés es la recompensa por privarse de liquidez durante un periodo determinado; lo que se
recibe por correr el riesgo. Lo que implica que si la tasa fuese menor el volumen total de este que el público
desearía conservar excedería la oferta disponible y que si la tasa de interés se elevara habría un excedente
de efectivo que nadie estaría dispuesto a guardar.
La cantidad de dinero es otro factor que, combinado con la preferencia por la liquidez, determina la tasa
real de interés en circunstancias dadas.
Eficiencia marginal del capital
El rendimiento probable de la inversión son aquellos rendimientos que espera obtener un individuo de la
venta de los productos durante la vida del bien, después de deducir los gastos de operaciones respectivos.
El precio de oferta es aquel que bastaría exactamente para inducir a un fabricante a producir una nueva
unidad adicional del mismo, es decir, lo que algunas veces se llama costo de reposición.
La relación entre el rendimiento probable de un bien de capital y su precio de oferta o de reposición, es
decir, la que hay entre el rendimiento probable de una unidad más de esa clase de capital y el costo de
producirla, nos da la eficiencia marginal del capital.
El incentivo para invertir depende en parte de la curva de demanda de inversión (la curva de eficacia
marginal del capital) y en parte de la tasa de interés.
Esencia De Las Ideas Keynesianas
Refutación del liberalismo (laissez faire), apoya la intervención del Estado en la economía.
La teoría fundamental de Keynes gira en torno al hecho de que las economías de mercado no se
autorregulan en forma suave, es decir, no aseguran altos niveles de producción y bajos índices de
desempleo en forma regular. El gobierno debe garantizar
Propugnó la activa intervención del Estado principalmente en épocas recesivas, esto es, cuando existen
altísimos niveles de desocupación. El papel del estado en una situación de desempleo y capacidad
productiva no utilizada es el de aumentar el empleo y el ingreso total, incrementando primero los gatos,
sea en consumo o en inversión.
El principal rol del Estado según Keynes es alcanzar niveles considerables de empleo, y la solución que
plantea para alcanzar este objetivo es la inversión, de la cual se tiene que hacer cargo el Estado cuando el
sector privado no quiere o no puede invertir.
Hay dos herramientas estatales que señala Keynes para lograr el desarrollo económico:
La política monetaria: el gobierno puede variar la cantidad de dinero o disminuir el tipo de interés.
La política fiscal: Un aporte fundamental de Keynes se dio en el campo de la política fiscal,
entendida ésta como las resoluciones adoptadas por el Gobierno Nacional en relación con sus
gastos y con sus ingresos.
Keynes consideraba a la política fiscal como un instrumento muy efectivo para combatir el desempleo. Ya
que creía que probablemente la inversión privada no llevaría la economía al pleno empleo, y sugería que
los gastos e impuestos del gobierno actuaran como elementos compensadores, a fin de aliviar el
desempleo y la subproducción.
En una economía capitalista caracterizada por desigualdades en la distribución del ingreso y otros
elementos distorsionantes del mercado, sostenía que la base más importante para el mantenimiento de
altos niveles de empleo estaba en los gastos públicos orientados a cubrir el desequilibrio existente entre el
ingreso y el consumo en el empleo total.
El gobierno debía usar sus poderes para gravar con impuestos y para gastar a fin de influir en el ciclo
económico. El gasto gubernamental podía financiarse mediante impuestos, por la venta de bonos a la
reserva federal o por algunos otros medios.
Rigideces en la economía.
Los monopolios y los sindicatos obstaculizaban el movimiento fluido de salarios y precios que podría
producir un ajuste de la economía al pleno empleo.
Keynes creía que los trabajadores padecían de “ilusión monetaria” es decir; que su comportamiento estaba
relacionado con el salario monetario más que con el salario real. Los trabajadores en la visión keynesiana
no ofrecían su trabajo con respecto al salario real, sino más bien con respecto al salario monetario esta
ilusión monetaria no les permitía a los trabajadores aceptar reducciones de sus salarios monetarios.
Con relación a los precios Keynes consideraba que los precios eran bastantes inflexibles a la baja. El
monopolio y otras prácticas de colusión podrían impedir que el nivel de precios disminuyese, incluso en el
caso de una demanda agregada decreciente en la economía.
Teoría de la ocupación:
“cuando aumenta la ocupación aumenta también el ingreso global real de la comunidad; cuando el ingreso
real, aumenta, el consumo total crece, pero no tanto como el ingreso.”
El volumen de ocupación está determinado por la intersección de la función de la demanda global y la
función de oferta global, porque es en este punto donde las expectativas de ganancia del empresario
alcanzan el máximo.
El nivel de equilibrio de la ocupación, es decir, el nivel que no induce a los empresarios en conjunto a
ampliar o contraer la ocupación, dependerá de la magnitud de la inversión corriente. El monto de ésta
dependerá, a su vez, de lo que llamaremos el incentivo para Invertir, que depende de la relación entre la
curva de eficiencia marginal del capital y el complejo de las tasas de interés para préstamos, de diversos
plazos y riesgos.
La propensión a consumir y el coeficiente de inversión nueva determinan, el volumen de ocupación, y éste
está ligado únicamente a un nivel determinado de salarios reales.
El volumen de ocupación depende: a) de la función de la oferta global, F, b) de la propensión a consumir, X,
y c) del volumen de inversión, D2. Esta es la esencia de la teoría general de la ocupación.
Cuando la ocupación aumenta, D1 (suma que se espera gastará la comunidad en consumo, propensión al
consumo) hará la propio, pero no tanto como D (demanda efectiva); ya que cuando el ingreso sube, el
consumo lo hará también, pero menos.
Teoría del interés:
Cada baja en la tasa puede aumentar la cantidad de efectivo que ciertos individuos deseen conservar. La
crisis inicia con una tendencia de la tasa de interés a subir bajo la influencia de la mayor demanda de
dinero, tanto para comerciar como con fines especulativos. El incentivo para invertir depende en parte de
la curva de demanda de inversión y en parte de la tasa de interés.
La especulación se refiere a la actividad de prever la psicología del mercado.
Condición necesaria sin la cual no podría haber preferencia por la liquidez: la existencia de incertidumbre
respecto al futuro de la tasa de interés.
Keynes teorizó que a tipos de interés altos los individuos preferirían mantener bonos, a medida que
disminuye el tipo de interés aumenta el precio de los bonos y la compra de bonos se hace cada vez menos
atractiva. Así los individuos preferirán mantener una parte cada vez mayor de sus activos en forma de
dinero (y menos en bonos) a medida que disminuye el tipo de interés.
Los tipos de interés más bajos significaban niveles más altos de inversión y consumo; ya que los tipos de
interés más bajos hacen que el consumo presente sea más atractivo que el consumo futuro, es decir, el
ahorro. Para ello recomendaba que la política monetaria podría disminuir el tipo de interés y de esa
manera aumentar el gasto hasta un nivel de pleno empleo.
En el corto plazo:
El impacto inicial del aumento en la cantidad de dinero disminuye los tipos de interés, lo que aumenta la
demanda efectiva por inversión, asociada a un aumento de la renta, del empleo y de la producción. Esencia
Aportes de Keynes a la teoría del Desarrollo:
Sentó las bases de lo que luego serían las teorías modernas del crecimiento, que nacieron de la
mano de sus discípulos y seguidores. (Harrod Domar, Kaldor, Robinson, Kalecki etc.)
Rompió con la Monoeconomía: esto es la tesis neoclásica de que existe un único análisis económico
apto para estudiar cualquier tipo de situación. Existen varios análisis económicos para estudiar
realidades diferentes. Esa ruptura abrió la puerta a la Economía de desarrollo.
En gran medida creo la terminología de la moderna macroeconomía: La Gran Depresión de la
economía mundial iniciada a partir del año 1.929, contribuyó en gran medida al surgimiento
científico de la Macroeconomía y, en consecuencia, al aparecimiento de las ideas Keynesianas; pues
una gran parte del mundo desarrollado sufrió una gran disminución de la producción y un aumento
significativo de las cifras del desempleo. Este acontecimiento histórico devastador, puso en la
palestra del debate las teorías de los economistas clásicos, quienes presagiaban que las fuerzas del
mercado, con su perfecta movilidad y flexibilidad, impedirían un intenso y enorme desempleo,
como el que padeció la economía mundial en la década de los treinta del siglo XX.
Fue en este sombrío escenario, cuando aparecieron las teorías impulsadas por el economista británico,
John Maynard Keynes, esbozando el trayecto de la macroeconomía moderna al explicar con mucha
solvencia técnica, el fenómeno de la Gran Depresión, recomendando paralelamente, políticas económicas
concretas para combatirla.
Su gestión macroeconómica; que buscaba acercar la economía a su potencial. La gestión
macroeconómica debía limitarse a su dimensión por el lado de la demanda. La gestión de la
demanda efectiva, en los países desarrollados, para alcanzar el pleno empleo, no solo estabilizaría
los precios de los productos primarios a escala internacional, sino que también garantizaría a las
economías subdesarrolladas una demanda externa para sus productos, de manera que el
crecimiento de esta no se viera limitada por la escasez de divisas.
Keynes situó el problema económico principal en la infrautilización de recursos: desempleo y
subempleo de capital físico y humano de capital físico y humano.
Keynes, principalmente en los años 30, aceptó la protección comercial como un instrumento para
alcanzar el pleno empleo.
Propuso la creación de una agencia internacional de estabilización de los precios de los productos
primarios. Participó en la conferencia de Bretton Woods de 1944, que dio lugar al nacimiento del
FMI y del Banco Mundial, donde defendió la creación de un tercer pilar, la organización
internacional del comercio.
Para la teoría Keynesiana, el empleo total depende de la demanda total y el paro es el resultado de una
falta de demanda. La demanda efectiva se manifiesta en el gasto de la renta; si aumenta la renta de una
comunidad, también aumentará su consumo, pero éste menos que aquella. Por lo tanto, para que haya una
demanda suficiente para mantener el nivel de empleo, se debe verificar un nivel de inversión.
Por otro lado, no sólo el desempleo, también la inflación depende del volumen de demanda efectiva;
cuando la demanda sea deficiente habrá desempleo y cuando la demanda sea excesiva se produce
inflación.
El desempleo por una demanda efectiva deficiente se da por un nivel bajo de inversión; ante ello caben dos
acciones por parte del gobierno: una es la política fiscal a través de la expansión en inversión pública que
suplante a la privada y otra es la política monetaria a través de la variación en la cantidad de dinero que
modifique la tasa de interés y haga atractivas nuevas inversiones por parte del sector privado.