Resumen Derecho Político Lucero G
Resumen Derecho Político Lucero G
Resumen Derecho Político Lucero G
Derecho
Político
Sexto Semestre- Turno Mañana
ASUNCIÓN
2024
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
El Estado como institución o conjunto de instituciones permanentes, fundadas por ciertos lazos que une a los hombres
en determinadas circunstancias, para ordenar la vida colectiva de manera adecuada, según un sistema completo de
condiciones libres y reciprocas. Quiere decir que el Estado es una Institución para el Derecho.
Desde el punto de vista jurídico el Estado, dice Jellinek, es una corporación o sujeto de derechos y obligaciones,
formada por un pueblo, dotada de poder de mando originario y asentada en un territorio determinado.
LA CIENCIA POLÍTICA:
Etimológicamente, el vocablo “política” proviene de “polis”, la ciudad estado griega. Aristóteles define la “polis”
como la asociación de varias aldeas o poblados que posee todos los medios para sí misma, alcanzando el fin para que
fue formada, comprendiendo en sí a todas las demás asociaciones”
Es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos.
También puede definírselo como el ejercicio del poder para la resolución de un conflicto de intereses.
La utilización del término gano popularidad en el siglo V A.C., cuando Aristóteles desarrollo su obra titulada
justamente Política. Actividad destinada a ordenar jurídicamente la vida social. De ella deriva el gobierno de los
hombres y consiste en acciones ejecutadas con intención de obtener, conservar o modificar el Poder.
El estado es la organización jurídico-política más perfecta que se conoce hasta el presente. Es un ente orgánico
unitario, estructurado jurídicamente bajo la forma de una corporación, que detenta el ejercicio del poder.
Es la organización del poder político dentro de una comunidad; una forma de vida social políticamente organizada. Es
un producto de la cultura, de la interacción humana.
Las sociedades se organizan para poder desarrollarse, y constituir la vida social, creando diversas formas de
organización socioeconómica, de modo a intentar satisfacer la búsqueda incesante de felicidad y bienestar que posee
el ser humano.
Por lo tanto, las personas al organizarse socialmente tienen como fin la persecución del perfeccionamiento de la vida
del hombre en todos sus aspectos.
LECCIÓN 2: EL ESTADO
CONCEPTOS:
Es una organización social, constituida en un territorio propio, con fuerza para mantener en él, e imponer dentro
de él un poder supremo de ordenación y de imperio.
Poder ejercido por aquel elemento social que en cada momento asume la mayor fuerza política.
Organización Jurídica y Política de una nación.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Es la organización del poder político dentro de una comunidad; una forma de vida social políticamente
organizada. Es un producto de la cultura, de la interacción humana.
Agrupación humana, fijada en un territorio determinado y en la que existe un orden social, político y jurídico
orientado hacia el bien común, establecido y mantenido por una autoridad dotada de poderes de coerción.
ELEMENTOS:
1º Población (elemento humano del Estado); Es un conjunto de personas naturales que habitan en un territorio de
manera estable. Este asentamiento estable o residencia exigida a los integrantes de la población excluye a los
extranjeros de paso o transeúntes. Este conjunto humano estará integrado habitualmente por nacionales y
extranjeros. Los nacionales son aquellos que tienen la nacionalidad del Estado de que se trata.
La nacionalidad en definitiva es el vínculo jurídico que une a un individuo a un Estado. Sin embargo, como se ha dicho,
en general dentro de los Estados también pueden encontrarse extranjeros que residen dentro del estado y por tanto,
deberán respetar las normas internas y, serán sujetos también de ciertas funciones del Estado respecto de la
población.
2º Territorio (espacio físico); Es el espacio físico en donde se asienta la población, constituye uno de los elementos
fundamentales del Estado. Según algunos más que un elemento, sería una condición de existencia, ya que sin
territorio desaparece el Estado
3º Poder (forma de organización colectiva para lograr sus fines); Se considera al poder en general, como un tipo
de influencia y a ésta como un fenómeno social en que un sujeto activo obtiene que otro sujeto (pasivo) haga (acción)
o no haga (abstención) algo que el sujeto activo pretende.
Hay centralización administrativa en la medida en que los órganos del poder central retienen facultades de emitir
actos administrativos.
En la centralización de competencia las facultades del órgano superior son las del poder jerárquico en toda su
plenitud, las emitir órdenes e instrucciones y revocar o corregir los actos del inferior, sin limitaciones.
Descentralización: es todo proceso que traslada los asuntos de la capital del Estado a las Entidades locales. Es la
facultad que se le atribuye a determinadas entidades públicas para gobernarse por sí mismas, mediante el
otorgamiento de funciones específicas que son ejercidas autónomamente.
Descentralización territorial: es la concesión de competencias o funciones administrativas a las entidades
territoriales, regionales o locales, las cuales se ejecutan en su propio nombre y bajo su propia responsabilidad.
En la descentralización es necesaria para el control por parte del Estado, porque el mismo debe salvaguardar su unidad
política y vigilar el respeto a la ley.
El Estado es la reunión de una multitud de hombres que viven bajo leyes jurídicas. Es una sociedad humana que se
halla organizada política y jurídicamente en un ámbito territorial determinado.
1. Orgánicas: Consideran al Estado como un organismo, como una formación natural independiente de la voluntad
individual, se caracterizan por no diferenciar claramente fenómenos sociales como los fenómenos políticos.
2. Mecánicas: Tiene como postulado al individuo. Considera a la sociedad como un agregado de individuos y al
Estado como una creación de voluntad humana, cuya fundamentación se encuentra en el contrato o pacto social.
3. Intermedias: Procuraron conciliar la concepción organicista con la mecánica.
El Estado Visigodo cuya capital era Toledo, pero que iba a ser barrido por la invasión de los árabes que llegaron a la
península Ibérica.
Luego el Estado musulmán fue formándose al compás de las conquistas que iban haciendo los ejércitos árabes que
estaban formados por fanáticos religiosos.
Ya para los tiempos en que la Península Ibérica estaba dividida en veintinueve reinos de taifas nadie podía imaginarse
que algún día toda ella estaría ocupada por cinco reinos, y eso vino a suceder en el siglo XII. Los cinco reinos fueron
Castilla, León, Portugal, Navarra y Aragón, agregados al último los condados de Cataluña; pero tres siglos después
serían menos porque esos cinco quedarían reducidos a dos -España y Portugal.
Ya muchos años después, en los territorios Americanos los conquistadores españoles se apoderaron violentamente
de algunos, como las Antillas cuyos habitantes vivían agrupados en tribus, pero también de otros como la región
denominada ahora Mesoamérica en la que los mayas se habían organizado en ciudades Estado varios siglos antes de
que llegaran los españoles. En esa época en México había tres estados que eran el Estado Inca, Estado Azteca, Estado
Maya.
Por otra parte, Luis XIV heredó la corona real de Francia y encarnó lo que es un “Estado absolutista.” Estados Unidos
de América fue el nombre del primer Estado capitalista de la historia, nació sin el menor asomo de influencias
feudales; ellos eran gobernados por representantes que ellos elegían. En el primer Estado capitalista, el poder no iba
a estar representado por reyes, sino serían presidentes elegidos por mayoría de votos de todos los ciudadanos cuyos
votos tendrían igual valor.
Por otra parte, la declaración de independencia y con ella la creación de Estados que se formaron en los países del
Nuevo Mundo a partir de los primeros años del siglo XIX, inició una etapa histórica que tuvo su origen, directa e
indirectamente en la Revolución Francesa (1789) y de manera especial desde que al finalizar el siglo XVIII fue creado
el gobierno del Consulado, cuyo jefe natural debía ser, y fue, Napoleón Bonaparte.
En Brasil existía lo que se llamaba un Estado Imperial, el cual sobrevivió 19 años al imperio francés encabezado por
Napoleón III.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Más tarde, la Revolución Rusa requería de un tipo nuevo de Estado en el que todo debía ser creado, porque en la
historia humana no se conocía ninguna revolución que se pareciera a la rusa. Entonces se creó lo que es un Estado
Socialista.
Luego en 1922, se creó el Estado Fascista, creado por Benito Mussolini, que fue encargado por el rey de Italia de
formar, y por tanto encabezar el gobierno de ese país. Mussolini describió con una sola palabra
“totalitario”, al tipo de gobierno que se proponía hacer el fascismo; el totalitarismo es considerado como una
dictadura.
El fascismo es, realmente una concepción religiosa que concibe al hombre en una relación inmanente con una ley
superior, una voluntad objetiva, que trasciende al individuo particular y lo eleva a la calidad de miembro consciente
en una sociedad espiritual. Y es el Estado, más que la nación, el que crea y encarna esta sociedad espiritual. Luego,
en Alemania se creó el Estado Nazi, creado por Adolf Hitler, pero que no fue producto de una revolución que lo llevara
al poder, sino, tiene sus orígenes en las ideas sociales, económicas, y políticas.
El Fenómeno Nacista culminó en la creación del Estado más brutal, prácticamente demencial, que ha conocido la
humanidad, por lo menos desde que el capitalismo comenzó, en el siglo XVI, a conquistar el poder político
desplazando de él a los Estados Feudales.
Tanto el fascismo italiano como el nacionalismo alemán fueron, intrínsecamente, esfuerzos por suprimir todas las
diferencias de clase y de grupo dentro del propósito único del engrandecimiento imperialista.
La Independencia de los Estados Unidos y la Revolución francesa abre la historia de las doctrinas políticas
contemporáneas, con el liberalismo (Jefferson, Sieyès, Jeremy Bentham, Alexis de Tocqueville, John Stuart Mill) y el
socialismo (Marx) a los que se opone el moderantismo (Adolphe Thiers, Guizot) y el conservadurismo o pensamiento
reaccionario (Burke, Louis de Bonald, Joseph de Maistre), todo ello en el XIX y conviviendo con el naciente
nacionalismo (Mazzini, Fichte). El siglo XX verá añadirse las ideologías totalitarias: comunismo (Lenin, Mao), Fascismo
(Mussolini) y Nazismo (Hitler), y sus nuevos oponentes: la socialdemocracia y la democracia cristiana.
Convierte a un determinado poder político en supremo, adicionando a su capacidad de dirección la de obrar como
instancia final de decisión, acción y sanción.
El poder determinado como soberano, dentro del ámbito de su actividad, no se encuentra subordinado a ningún otro;
tiene superioridad, siendo, en su especie, el poder más alto.
La soberanía se encuentra relacionada con el imperio de la ley, segundo elemento modal de la estructura del Estado.
Hay una relación funcional entre ambos. La una hace posible la existencia de la otra. El orden jurídico impera en
función de la soberanía.
Como elemento modal o atributo del estado, afirma su individualidad, autodeterminación e independencia respecto
de los otros estados particulares. Se comprende como soberanía exterior y no tiene sentido de superioridad sino de
igualdad.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Como cualidad del poder, se refiere al poder en el Estado que no reconoce a ningún otro por encima de él. Ese poder
es el poder constituyente y reside en la nación o pueblo, quien confiere poder de autoridad o dominación o sus
representantes a fin del ejercicio concreto del poder constituido.
El poder caracterizado como supremo, revertía a su fuente originaria, la nación y en su versión americana, al pueblo
este es quien se organiza políticamente, confiere autoridad, divide las competencias y se reserva el poder
constituyente.
La soberanía reside en la comunidad nacional, esta es el sujeto concreto de la soberanía y cualifica el poder originario
o constituyente de que se encuentra investida. La soberanía en el derecho público actual, aparece como la cualidad
del poder constituyente. La nación como un todo indivisible, es titular de la soberanía
Para Kant, el poder legislativo es el titular de la soberanía. En cambio para Fichte, el pueblo es en definitiva
depositario del poder supremo.
La reacción contra la teoría de la soberanía popular tuvo su expresión en la doctrina del derecho divino de los reyes y
en la escuela histórica. En la primera De Maistre y De Bonald, en Francia, y Sthal en Alemania; en la segunda Hugo y
Savigny.
Betham: considera que el motor de la obra social y política no esta en la voluntad humana, sino en la utilidad en la
vida en común, siendo en realidad el dolor y el placer las dos soberanías de la humanidad. Políticamente, la soberanía
corresponde a los que mandan, no a los que obedecen.
Austin: reaparece con el la noción de soberanía como un proceso de voluntad, afirmando que el soberano es el
Estado, entendiendo por tal, al grupo que recibe obediencia dentro del Estado.
Dicey: distingue entre soberanía legal, depositada en el Parlamento, y soberanía política, depositada en el pueblo.
Bryce: distingue entre soberanía de facto, depositada en la persona o cuerpo que es obedecido en el Estado; y la
soberanía de jure, depositada en la persona o cuerpo a quienes la ley confiere autoridad.
Heller: entiende por soberanía la capacidad, tanto jurídica como real, de decidir “de manera definitiva y eficaz en
todo conflicto que altera la unidad de la cooperación social-territorial, en caso necesario incluso contra el derecho
positivo, imponiendo su decisión a todos”.
En segundo lugar, el origen de la soberanía, deteniéndose en explicar la doctrina del derecho divino de la soberanía
como proposición que le sirve al autor al propio tiempo, de transición para llegar a la doctrina de la soberanía nacional
en su completo desarrollo donde la nación es una persona investida de conciencia y voluntad soberana.
Ejercida por gobernantes en nombre de la nación, por ello concluye afirmando que existe un Estado cuando la
voluntad soberana de la nación está representada por un gobierno. Así el Estado es soberano por definición, ya que
es la misma nación soberana organizada y representada políticamente.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Desde Aristóteles hasta nuestros días, el problema de los fines del Estado es una cuestión fundamental para todas las
doctrinas.
El fin del Estado aparece descripto y formulado mediante normas sean escritas o no. La constitución del Estado
contiene la descripción de sus fines.
Examen y crítica de las diversas teorías teológicas del estado - Escuelas antiguas y modernas
Los teólogos cristianos, especialmente San Agustín, sostenían que el Estado, como hecho de Dios, tiene una finalidad
universal y permanente que cumplir como formación humana. Esta finalidad es la felicidad, es decir, “la mayor
felicidad para el mayor número”.
Tanto los sabios Filósofos y Politólogos, como Aristóteles y Santo Tomás, entendieron que los fines del Estado, son el
bien común de los ciudadanos, respaldados por distinguidos teólogos católicos.
El problema de los fines, según Heller, fue considerado fundamental para la doctrina del Estado desde Aristóteles
hasta el romanticismo, momento éste en que la escuela de Derecho Natural combatió la legitimidad del problema,
afirmando que el Estado es un fin en sí, por ser un producto necesario de la voluntad humana, la creación arbitraria
de los individuos para un fin conciente. Esto hizo que el momento teológico pasara a un lugar secundario en la teoría
del Estado, por considerarlo una cuestión ficticia, o superflua, de imposible solución.
Según Heller el Estado tiene una función objetiva llena de sentido, que no siempre concuerda con los fines subjetivos
de los hombres que lo forman.
Según Jellinek, al problema de los fines del Estado corresponden tres cuestiones diferentes:
1. El fin del Estado consiste en favorecer los intereses solidarios, individuales, nacionales y humanos, en una
evolución progresiva y común, fines que son permanentes y universales
2. Teoría de los fines particulares del Estado sostiene que cada Estado ha tenido y tiene fines que le son
enteramente propios y que condicionan su situación y destino histórico.
3. Fin Subjetivo, es decir la relación de los Estados con sus fines individuales, todo acto del Estado tiene que
tener un fin racional, conforme a la conciencia de sus autores.
Los Fines del Estado de acuerdo al criterio de la doctrina
Según Kelsen el Estado no tiene fines. Es una forma jurídica del servicio de cualquier fin social posible. Solo los
individuos se proponen fines.
Según Sánchez Viamonte los fines propios del Estado, no pasan de ser funciones subordinadas y adecuadas a la
realización de fines humanos, colectivos e individuales.
Segundo V. Linares Quintana, sostiene que como toda acción humana, el Estado tiene fines que cumplir: es por
excelencia una unidad finalista o teológica.
Santo Tomas: el fin es el bien común, es decir, el orden justo para la vida suficiente de una comunidad.
Dabin: bien común relacionado al fin de cualquier asociación; bien publico es el relacionado con todos y comprenden
a los individuos y a los grupos.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Criterio de Bluntschli: considera como fin el desarrollo de las facultades de la nación mediante la conservación y el
progreso.
Criterio de Haltzendorff: procura una armonía de fines, entendiendo que estos deben estar en estrecha relación
con las reales necesidades de un pueblo.
Doctrinas finalistas relativas: ellas asignan al Estado un fin concreto y se refieren a lo que el Estado puede hacer con
éxito.
Su finalidad es la de actuar como vigilante o policía para procurar la seguridad interior y exterior, manteniendo el
orden y administrando la justicia para asegurar las libertades.
El socialismo es a la vez doctrina y movimiento político, que propugna soluciones éticas, económicas, jurídicas,
políticas, que proclama como esencial la intervención estatal para conseguir una expansión eficaz del bienestar de
todos mediante una radical transformación social y política.
Así se dice que Roma significa la conquista y Grecia el saber (en la antigüedad); Inglaterra, la libertad política; España,
la unidad de la fe católica, etc.
En alguna medida el fin subjetivo de cada estado es para él su fin particular. Sin embargo suelen considerarse fines
particulares, no tanto los que subjetivamente elige cada estado si no más bien lo que dentro de los subjetivos, se forja
un estado en un momento histórico determinado, casi diríamos como vocación suya a cumplir ocasionalmente.
En los Estados modernos como el nuestro, la Constitución o Ley Fundamental establece los principios esenciales a
que deben ajustarse las normas legales, es decir el Derecho Positivo. Acorde con este ordenamiento, se reconocen
aquellos derechos esenciales para los habitantes, derechos individuales, civiles y políticos, derechos sociales,
derechos económicos, derechos de los trabajadores, etc.
Uno de los elementos del Estado es la población que es una asociación permanente de individuos que forman una
colectividad organizada, regida por leyes, usos y costumbres. La población es el elemento humano del Estado y ella
abarca tanto a nacionales como a extranjeros que viven en el territorio del Estado.
Tenemos así lo que JELLINEK denomina status de la personalidad o conjunto de los derechos y deberes de los
miembros del Estado, es decir, de los individuos que integran la población. En virtud de dicho status.
El individuo se encuentra sometido al poder del Estado, dentro de los límites que fijan las leyes. Por lo tanto, queda
siempre una esfera de libertad para el individuo una vez que ha cumplido con sus deberes y obligaciones.
El individuo puede exigir al Estado el cumplimiento de acciones positivas en servicio de sus propios intereses
individuales; por ejemplo, poner en acción a la justicia en defensa de los intereses particulares.
El individuo tiene derecho a participar en el Gobierno del Estado. Esto implica el ejercicio de derechos políticos, como
ser el de votar y ser votado. Este derecho tiene amplia vigencia para los nacionales, y con ciertas limitaciones para los
extranjeros.
La Población tiene una influencia determinante en la contextura del Estado y en su organización, la que variará según
el comportamiento de los individuos y el ejercicio de sus derechos así como el cumplimiento de sus obligaciones
.Mientras más el estado intervenga en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, más esta, (la
población) constituirá un agente de cambio que a su vez influya en el Estado mismo.
Para Hobbes; “El hombre tiene un deseo insaciable de poder por eso se constituye en el más peligroso de los
animales, por ser un animal en constante insatisfacción”. Su misión se concreta en una serie de deberes que son:
Un sistema jurídico debe establecer y sancionar reglas que asegure la satisfacción de las necesidades de los hombres
en una sociedad, estableciendo y asegurando el imperio del derecho.
En los sistemas “absolutistas” el ejercicio del poder no se halla regulada por normas, y si las hay son rudimentarias o
de ninguna importancia. Lo que tiene vigencia es la voluntad del soberano absoluto; existe un poder supremo que
reina sobre los súbditos sin restricciones legales, como dice BODIN, en el siglo XVI. Sólo más tarde, al desplazarse la
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
idea de “soberanía” del monarca al pueblo o la nación se comprendió que éste poder no debía existir de la misma
manera absoluta que en el pasado, sino que debía tener vida dentro de normas fijadas libremente por el pueblo.
En tal sentido, La Revolución americana (1776) y la Revolución Francesa (1789), significan el punto de partida de la
consagración jurídica de un conjunto de derechos reconocidos al pueblo. Surge así el “Estado de Derecho”. Se llama
Estado de Derecho a aquella forma de gobierno en el que el poder de los órganos del Estado respecto al ciudadano
está de algún modo delimitado por medio de preceptos jurídicos inviolables. Ese conjunto de derechos reconocidos
a los individuos son inviolables; el poder estatal no puede avasallarlos (la libertad individual, la igualdad de derechos
civiles, la libertad del pensamiento, etc.).
Contra éste “absolutismo” del ejercicio del poder surgió, desde ARISTÓTELES y otros pensadores de la antigüedad, el
pensamiento de dividir o separar las distintas “funciones” que realiza el poder, buscando con ello la mejor
organización y funcionamiento del Estado”.
Locke y Montesquieu
LOCKE: dice que la división del poder es una consecuencia necesaria de su ejercicio. De tal modo, el poder del
Estado se distribuye para el mejor orden público y administrativo, evitando el mal de la concentración en una sola
mano que lleva fatalmente al despotismo y la arbitrariedad y propone que la separación de los poderes se distribuya
de la siguiente manera:
• Poder Legislativo, cuya función es hacer leyes.
• Poder Ejecutivo; tiene a su cargo la ejecución de las leyes.
• Poder Federativo; que se ocupa de las relaciones con otros Estados, de la guerra, de la paz y de los
tratados.
• Poder de Prerrogativa; es un permiso otorgado por el pueblo al Poder Ejecutivo para que lleve a cabo
diversas resoluciones, cuando la ley estuviere muda o aún en contra de ella por el bien público.
MONTESQUIEU, mediante la separación de poderes se asegura de manera efectiva la libertad individual frente al
Estado. Refiere que en todo Estado hay tres especies de poder.
La monarquía es el gobierno de uno, soberano, basado en la desigualdad, con un Estado personalizado en el monarca,
sin responsabilidad política, vitalicio y hereditario.
Monarquías absolutas: son regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder absoluto del gobierno.
Monarquías constitucionales con fuerte poder regio: También son llamadas monarquías
semiconstitucionales porque, a pesar de regirse por un texto constitucional y poseer instituciones legislativas elegidas,
judiciales con mayor o menor independencia y un ejecutivo dirigido por un primer ministro; el monarca conserva
poderes significativos, que puede utilizar a discreción, y control sobre todos los poderes, de forma en cierto modo
similar a como se ejercía el poder monárquico con una carta otorgada.
Monarquías constitucionales o parlamentarias: Tanto en las monarquías constitucionales como en las monarquías
parlamentarias actuales, el monarca, aun manteniendo su posición como el jefe de estado, tiene poderes muy
limitados o meramente simbólicos o ceremoniales. El poder ejecutivo es ejercido en su nombre por el gobierno,
dirigido por un jefe de gobierno, primer ministro o presidente del gobierno. Éste es nombrado a través de
procedimientos fijados por la ley o la costumbre, que en la práctica significan el nombramiento del líder del partido o
coalición con mayor representación en un parlamento o cuerpo legislativo elegido democráticamente.
Elementos:
a) División de poderes;
b) Elección popular de los gobernantes;
c) Periodicidad en el ejercicio del gobierno;
d) Publicidad de los actos del gobierno;
e) Responsabilidad por esos mismos actos;
f) Igualdad de los individuos.
Características:
La república requiere el origen o la formación de los órganos del poder (gobernantes) a través de la elección por parte
del pueblo; la renovación temporaria; el control popular de la gestión gubernativa, que presupone el conocerla
(publicidad) y el hacerla responsable.
Gobierno Aristocrático.
Aristocracia es un concepto social; etimológicamente, el gobierno de los mejores, que define una forma en donde el
poder soberano es conducido por un número determinado de personas a los que se les atribuye ser los más
capacitados. El alto nivel de la posición social, es el único criterio para identificar a las personas que deben gobernar
en un sistema aristocrático; otros criterios tradicionalmente relacionados con ella son la plutocracia (gobierno de los
ricos) o la democracia (gobierno del pueblo).
En el gobierno representativo los ciudadanos designan (por medio de aplicación de sistemas electorales diversos) a
otros ciudadanos para que, en su representación ejerzan tales funciones.
Heródoto: señalaba como formas de gobierno la monarquía, la oligarquía y la isonomía, equivalentes las dos últimas,
respectivamente, a la aristocracia y a la democracia.
Polibio: se refería a reino, aristocracia y democracia, indicando que en la aristocracia son escogidos para ejercer el
mando los más justos y prudentes.
Aristóteles: que mezcla un criterio numérico (atendiendo al número de personas que ejercen el poder) y un criterio
cualitativo (atendiendo al bien público), entendía que la aristocracia, o gobierno de uno solo, la aristocracia, o
gobierno de una minoría constituida por los mejores, y la democracia o gobierno de la mayoría, representaban las
formas puras de gobernación, con sus degeneraciones respectivas de tiranía, oligarquía y demagogia, o formas
impuras.
Montesquieu: divide los gobiernos en monárquicos o ejercidos por una persona con arreglo a la ley, despóticos o
ejercidos por una persona sin sujeción a la ley y republicanos o ejercidos por el pueblo: si en su totalidad,
democráticos; y si en parte, aristocráticos.
Maquiavelo: en El Príncipe divide a las formas de gobiernos, en principados y repúblicas. Es clásica su clasificación
bipartita.
Montesquieu (Del Espíritu de las Leyes, 1748) modifica la clasificación aristotélica con la distinción entre monarquía,
despotismo y república; y dentro de ésta entre democracia y aristocracia.
El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la potestad soberana.
El monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas.
El despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho.
La república en donde el poder soberano está en manos de parte del pueblo tiene una aristocracia.
En los Estados populares, es decir, en las repúblicas democráticas, se necesita el resorte de la virtud. La moderación
es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que se refiere a la que está fundada en la virtud, no a la
que nace de la cobardía o pereza del alma. En cambio en las monarquías la política produce las mayores cosas con la
menor virtud posible.
Rousseau: estima que la forma aristocrática es aquella en que el gobierno es ejercido por un número reducido, y
señala que ese sistema aristocrático puede ser natural, hereditario y electivo, conviniendo el primero a los pueblos
sencillos, siendo el segundo el peor de todos, y representando el tercero el mejor, por cuanto constituye la aristocracia
propiamente dicha.
Biuntschli: se atiene a la clasificación aristotélica, a la que añade otra forma de gobierno pura, que es la ideocracia,
con su correspondiente corruptela o forma impura, que es la idolocracia.
Miceli: dice que existe únicamente dos formas fundamentales de gobierno: monarquía y república, si bien cada una
de ellas se puede dividir en formas secundarias, como la aristocrática y la democrática con respecto a la organización
republicana.
Orlando: sobre la base esencial de monarquía y república, distingue en la segunda la aristocrática y la democrática,
diferenciadas según que el titular ejerza el poder por delegación de parte de los ciudadanos o de todos ellos.
Locke: en Ensayo sobre el gobierno civil, distingue entre democracia, oligarquía y monarquía.
Kant: considera que hay tres formas de gobierno: autocracia, aristocracia y monarquía.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Jellinek: considera que las formas de gobiernos fundamentales son la monarquía y la republica, de las que surgen
numerosas variedades: la monarquía puede ser absoluta y hereditaria, electiva y limitada, y esta última, a su vez, de
clases, de índole constitucional o parlamentaria. La república puede dividirse en aristocracia, oligárquica y
democrática; en antigua y modera; en directa o indirecta, etc.
Kelsen: del acuerdo al método de la creación del Derecho, menciona dos: la autocracia y la democracia.
Burdeau: clasifica, no las formas sino los regímenes políticos, en autocráticos y democráticos.
Una decisión, que es tomada por la mayoría de los miembros de una comunidad política. La pluralidad permite y
favorece el diálogo. La democracia garantiza la vida y los derechos de las personas.
Es también un sistema que impide que el abuso de poder y la corrupción puedan permear (penetrar) en la conducción
de los asuntos públicos porque existe más control y participación de todo el pueblo sobre la autoridad.
En una sociedad pluralista no significa que no haya entre los ciudadanos nada en común, como si todo se resolviese
en meras preferencias individuales. Precisamente el pluralismo es posible cuando sus miembros, a pesar de sus
ideales distintos demuestran tener en común algunos mínimos morales que les parecen innegociables y a los que han
ido llegando libremente, y no por imposición, mínimos morales desde los que es posible construir juntos una sociedad
más justa.
Const. Nacional: Artículo 1- De La Forma del Estado y de Gobierno: (…) La República del Paraguay adopta para
su gobierno la democracia representativa, participativa y pluralista, fundada en el reconocimiento de la dignidad
humana.
La democracia puede ser:
Directa: aquella en la que el pueblo sin mandatarios ni representantes se da sus leyes.
Representativa: también llamada democracia indirecta, es aquella en la que el pueblo no gobierna ni delibera
sino por medio de sus representantes.
Participativa: uno de los rasgos más definidos de la democracia es su dinamismo, su actividad. Lo que le da a la
democracia movimiento es el grado de participación de los ciudadanos. Cuando participación responsable exista,
mayor será el grado de democracia.
La democracia es una forma de gobierno en la cual el pueblo, todas las personas, no importa su sexo, edad, condición
económica u ocupación, es dueño de la soberanía, es decir del poder.
Esta palabra surgió de una experiencia histórica: el gobierno de la polis, la ciudad-estado griega, y en particular el de
Atenas, en los siglos IV y V a.C.
En la democracia ateniense el conjunto de los ciudadanos participaba del gobierno del país. Regia una democracia
directa: los ciudadanos decidían directamente su destino. Reunidos en grandes asambleas, entre todos, discutían y
tomaban las decisiones que tenían que ver con la ciudad: podían declarar la guerra o acordar la paz, establecer nuevos
impuestos, etc.
Es necesario aclarar, sin embargo, que en las polis griegas no todos eran considerados ciudadanos y por lo tanto no
todos participaban. Solo los nacidos de padre y madre atenienses eran ciudadanos. Los esclavos, las mujeres y los
extranjeros residentes en Atenas estaban completamente excluidos.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
La democracia posee valores esenciales como la dignidad de la persona, la libertad y la igualdad que sumado a sus
principios de respeto, garantía de los derechos humanos y soberanía popular, constituyen pilares fundamentales en
una verdadera democracia.
Valores
Dignidad de la persona: es la valoración del ser humano por el solo hecho de ser persona. Todos, ricos y pobres,
niños o ancianos, blancos o negros, somos seres humanos y por el hecho de serlo tenemos dignidad.
Libertad: todos y cada uno de los seres humanos nacen libres, y nadie puede sacar esa libertad en forma arbitraria.
Ellos nos permite elegir, tomar decisiones y definir nuestra vida personal y social.
Igualdad: todos nacen iguales en derecho y dignidad, y es un valor propio de nuestra esencia de humanos.
Principios
Respeto y garantía de los Derechos Humanos: los derechos humanos constituyen el reconocimiento y
concreción de los valores de libertad e igualdad. El Estado está obligado al respeto de los derechos ciudadanos y debe
realizar acciones que los garanticen, creando leyes que los protejan.
Soberanía popular: los ciudadanos tienen derecho de elegir el tipo de gobierno que estimen conveniente con total
independencia y libertad.
Hay otros elementos que pueden variar en los diferentes regímenes democráticos:
La participación de la ciudadanía.
La estructura organizativa del Estado.
Tiene que existir una garantía efectiva para que las minorías sean respetadas en todos sus derechos.
El general Andrés Rodríguez, al momento, era Comandante del 1er. Cuerpo de Ejército, con asiento en las afueras de
la Capital, y consuegro del Gral. Stroessner.
El 1 de mayo de 1989, el candidato del Partido Colorado, el presidente provisional Andrés Rodríguez, consiguió el
74,1% de los votos en la elección presidencial. En cuanto a la elección para diputados y senadores, el Partido Colorado
alcanzó el 66,4% (mayoría de 2/3).
Convocada por su gobierno y con fuerte influencia personal del presidente en algunos puntos claves para las garantías
democráticas, la Constitución de junio de 1992 estableció un sistema democrático de gobierno y mejoró la protección
de los derechos fundamentales.
Libertad natural: es el poder o facultad de autodeterminación para obrar por sí que tienen los seres racionales.
Libertad jurídica: facultad de hacer u omitir aquello que no está ordenado ni prohibido, ella debe ser ejercida
conforme a los requisitos de licitud, capacidad y formas que las leyes establecen preceptivamente.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
La libertad ofrece extraordinaria importancia en relación con el Derecho Político, ya que la libertad es el fundamento
no ya de un determinado sistema de vida, sino de la organización del Estado. La libertad constituye la idea rectora de
los Estados de Derecho y de los gobiernos democrático-liberales. De ahí que la libertad resulte siempre desconocida
y atropellada por los regímenes totalitarios, tiránicos, dictatoriales y autocráticos.
Las democracias actuales como la que rige en nuestro país; son democracias representativas o indirectas, esto significa
que los ciudadanos no ejercen el poder directamente sino que eligen a algunas personas para que los representen y
realicen las funciones de gobierno, estos representantes son renovados periódicamente a través de elecciones y
tienen el deber de hacer lo que el pueblo les manda y responder por sus acciones. Estos representantes suelen formar
parte de partidos políticos.
En una democracia representativa, todo ciudadano tiene derecho a elegir y a ser elegido.
En la doctrina se ha discutido el doble carácter de actuación del estado como persona de derecho público y de derecho
privado. Una corriente, dentro de la cual se encontraba Bielsa, consideraba que el Estado tiene una doble
personalidad: una para el derecho público y otra para el derecho privado. Así, cuando el Estado dispone de sus bienes
privados o realiza un acto de administración de un bien de dominio privado, estaría efectuando un acto de gestión
pública, no obrando entonces como persona jurídica civil, sino como persona administrativa, y por ende, pública.
La doctrina moderna, sin embargo, considera que sólo hay un centro de imputación de normas, o lo que es igual, una
sola personalidad. Ocurre –enseña Fiorini- que “normas de derecho público han dispuesto aplicar normas similares a
las del derecho privado –explíquese bien, un acto estatal ha resuelto aplicar derecho privado- y no promover la
división de lo imposible, como es la unidad jurídica del Estado”.
En todo caso, habría que considerar el haz de normas de derecho privado y el de derecho público que le es imputado
al Estado, lo que no quiere decir que tenga doble personalidad. Entonces, lo que cabría admitir es que el Estado tiene
una doble capacidad: “aptitud suficiente para desenvolverse o actuar en el campo del derecho público o en el campo
del derecho privado”.
Es decir que cuando el estado actúa dentro de la esfera propia de su competencia y dentro de las facultades que le
acuerdan la Constitución y las leyes, lo hace como persona de derecho público, nombrando funcionarios, dictando
decretos que ordenan gastos dentro del presupuesto, etc. Y cuando el estado actúa alquilando una casa para un local
de un Juzgado de Paz o de una Agencia de Impuestos Internos, lo hace como persona de derecho privado; todo ello
sin implicar que tenga una doble personalidad, sino un doble ámbito de capacidad, tanto en el derecho público como
en el derecho privado, de conformidad a todo lo expresado.
Al respecto, el gran Savigny y otros muchos politólogos, tienen la idea de que determinadas instituciones colectivas
como el Estado, las Universidades, los Bancos, las Financieras, Sindicatos, Clubes, Colegios, Partidos Políticos, etc., no
tienen una personalidad “real” o “de existencia visible” y el hecho de que se les considere “persona” es una ficción
jurídica, una creación artificial de la ley, que le concede al estado y algunas de las instituciones arriba citadas, la
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
posibilidad de firmar tratados, convenios con otros estados y lo mismo, en lo relativo a otras instituciones con
personería jurídica, otorgando plenipotencias a las representaciones gubernamentales.
Consecuentemente, el Estado es una persona jurídica, no solamente capaz de adquirir derechos y contraer
obligaciones, sino también de crear, por medio de la ley, personas jurídicas de niveles subalternos, como bancos,
empresas de servicio público, financieras y sociedades, etc.
El que fuera profesor de Filosofía del Derecho y Derecho Político de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
de Asunción, el Dr. Emilio Saguier Aceval, sostenía que el Estado es una “realidad palpitante” que opera en todos los
países del mundo sin ninguna excepción, por medio de sus elementos fundamentales, el territorio, la población y el
poder.
Sin duda, el Estado es “sujeto” de “derechos” y lógicamente también de “obligaciones”, tanto en el orden interno
como en el internacional. Tiene derecho cuando crea empresas de servicios del Estado, Universidades, colegios,
hospitales, vende o compra inmuebles, hace obras públicas, etc., y obligaciones, como las de pagas los sueldos a los
funcionarios públicos, fomentar la educación, proteger la salud, dar seguridad, crear impuestos, percibirlos.
En lo internacional, también el estado tiene derechos y obligaciones, hace convenios de intercambio de estudiantes
y profesores, forma bloques económicos financieros, toma empréstitos, firma tratados de límites y de navegación
fluvial y marítima, etc.
Ello sería obviamente un absurdo, e igualmente absurdo es pretender que porque el estado se le apliquen, igual que
a cualquier sujeto, más de un grupo de normas, tenga, por ello, más de una personalidad jurídica. La personalidad
jurídica es necesariamente una sola en todos los casos y ello es también válido para el Estado.
El estado, en uso de su capacidad de derecho privado es sujeto de derechos, pudiendo adquirir derechos y contraer
obligaciones como todas las demás personas sean físicas o jurídicas.
Si el estado como poder soberano realiza actos de gobierno en virtud del imperio que tiene sobre su población, y
territorio, es persona de Derecho público. Así sucede cuando organiza una función o un servicio público; sanciona y
promulga leyes impositivas o de expropiación por causa de utilidad social, o necesidad pública; decreta el estado de
sitio total o parcial y por tiempo limitado, etc. Cuando el Estado actúa como poder administrador para la prestación
de los servicios públicos, en caso de controversia, la competencia jurisdiccional es la contencioso-administrativa.
El estado como persona jurídica de Derecho privado es sujeto de derechos y obligaciones en un pie de igualdad con
los sujetos particulares. En tal concepto, puede ser propietario, locatario, acreedor, deudor, actor, demandado. Y la
decisión de los casos litigiosos compete a la jurisdicción ordinaria.
Los medios técnico-jurídicos para la realización del Estado de Derecho democrático y social del siglo XXI son:
2. Los órganos del Estado para la creación y aplicación del derecho deben ejercer poderes expresos y limitados;
3. Garantías para prevenir y reprimir todo desborde de sus cauces institucionales, cometido por la autoridad
pública, en detrimento de los derechos esenciales del ser humano;
4. Separación de los poderes del Estado conforme a un sistema de equilibrio e interdependencia: y
5. Generalidad de la ley.
Si el Estado es un ente político organizado en forma de régimen político, y si entre los elementos que lo componen
(población, territorio y poder, y según los autores el cuarto elemento Gobierno) hay uno —el Gobierno— que importa
una estructura de órganos que ejercen las funciones del poder.
Por lo tanto, las Formas de Estado serán las formas de organización del Estado mismo, mientras las Formas de
Gobierno serán únicamente las formas de organización del elemento gobierno.
FORMA DE GOBIERNO.
En cambio, cuando otra pregunta se plantea como, ¿QUIÉN MANDA?, su correlativa respuesta, se refieren a
QUIÉNES SON LOS GOBERNANTES (quien o quienes ejercen el poder) y, es decir, al modo de organizar la
compleja estructura que componen. Las formas de gobierno, se ocupa de los titulares del poder, de sus funciones, de
las relaciones entre ellos, etc.; a esos titulares ya sabemos que se los denomina “órganos” del poder (Ejemplo los
Gobiernos Parlamentarios, Presidencialista, etc.)
FORMA DE ESTADO.
Para mayor claridad, responden a las preguntas básicas que se formulan entre los grandes temas de la política, cuando
la pregunta se refiere a ¿CÓMO MANDA?, el interrogante y su respuesta se hace cargo del modo COMO SE
EJERCE EL PODER, quien quiera sea el titular de ese poder, y cualquiera sea la forma del gobierno. Y el modo de
ejercer el poder es una cuestión de contenido o sustancial, que afecta al modo de ser del Estado mismo, o sea, a la
forma del Estado. (Ejemplo, Estado Unitario o centralizado, Descentralizado o federal; democrático, totalitario, etc.)
Para entender y conocer CÓMO SE EJERCE EL PODER (formas de estado), hay que poner en relación al
elemento PODER con otros elementos del Estado:
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Cuando relacionamos el poder con el territorio o elemento geográfico, nos preguntamos cómo se ejerce el poder
en relación con el territorio; y observamos que se puede ejercer en forma política mente centralizada o políticamente
descentralizada; la forma centralizada es la forma de ESTADO UNITARIO: el Estado es unitario porque su poder se
ejerce políticamente centralizado en todo el territorio. La forma descentralizada es la forma de ESTADO FEDERAL: el
Estado es federal porque su poder se ejerce políticamente descentralizado con base territorial, o sea, hay pluralización
del poder en las zonas territoriales que componen a ese Estado federal.
Cuando relacionamos el poder con la población o elemento humano, nos preguntamos cómo se ejerce el poder en
relación con los hombres; y observamos que se puede ejercer reconociéndoles su dignidad, libertad y derechos, o
restringiéndolos severamente, o negándolos; el reconocimiento implica la forma de ESTADO
DEMOCRÁTICA; la restricción implica la forma de Estado autoritaria la negación implica la forma de ESTADO
TOTALITARIO.
En consecuencia…
Al mencionar “forma de Estado” (cómo se ejerce el poder), estamos hablando de una República o Estado Unitario,
con un único centro de poder ejercido mediante las funciones ejecutivas, legislativas y judiciales. Y en cuanto a su
“forma de Gobierno”, es una democracia representativa.
Forma de Estado, también puede constituirse en Estado descentralizado o federal, como la Argentina,
Brasil, Estado Unidos. Son Estados de forma “federal”, con varios centros do poder en las Provincias a
Estados particulares, pero reconociendo a uno do estos centros como supremo. En lo que respecta a ‘sus “formas do
Gobierno”, son también democracias representativas. En síntesis: la diferencia está dada por las respuestas a la
preguntas:
- ¿Cómo se ejerce el poder? (para las formas de Estados). Centralizado o Unitario o Descentralizado o federal.
- ¿Quién ejerce el poder? (para las formas de Gobierno). Presidencial o Parlamentario (democráticos).
Se lo denomina Absolutista, pues representa la idea de no someterse a ninguna autoridad, sea interna (como ser
ante los señores feudales de la época) ni externa (como ser ante el papado), inclusive, al declararse el Rey Absoluto,
se desliga de las leyes, y se pone encima de todos, valga la redundancia, sin restricción alguna.
El estado absolutista responde a la exigencia de la época, para independizarse del papado y dominar a los señores
feudales del Medioevo, siendo electiva en los primeros tiempos, para posteriormente ser hereditario. La principal
característica del Estado “absolutista”, consiste en la concentración en manos del rey de todas las funciones
gubernativas, de modo exclusivo.
El rey gobernaba, dispensaba favores, dirigía el ejército, manejaba la economía: En una palabra, manejaba el Estado
como cosa propia”, sin interferencia ni control de nadie. EL ESTADO SOY YO, exclamaba LUIS XIV... Y como todo
gobierno autocrático, podía manejar en forma tiránica o no (dependiendo de las circunstancias, como lo enseñaba
Maquiavelo).
Este tipo de Estado subsistió hasta la Revolución Francesa, que terminó con él, conforme lo habíamos adelantado. La
participación del Estado “absoluto” tuvo consecuencias importantes, entre ellas, el establecimiento de la noción de
“soberanía” como cualidad del poder no subordinada a ningún otro poder exterior o interior, así como, la organización
de los estados nacionales.
La justificación del Estado absolutista se fundaba en fundamentos de carácter religioso (monarquías de origen divino)
por tanto solo debía rendir cuanta a Dios, y en el contractualismo de Hobbes, en el supuesto de que “los hombres
empeñaron su libertad a favor del Rey, en forma absoluta e irrevocable”.
Inglaterra, tendiente a instaurar un régimen Institucional basado en el reconocimiento de ciertos principios y garantías
al Individuo, que configuren lo que se ha llamado Estado de Derecho, en donde SE LIMITA EL PODER ESTATAL.
Hemos citado como antecedentes, la CARTA MAGNA DE 1215 de Juan Sin tierra, la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano de la Francia Revolucionaria de 1789, y la Independencia y Constitución Americana, entre
otros.
En concreto, podemos decir que el movimiento “constitucionalista” ha buscado y ha realizado la organización de la
vida política de los pueblos, recorriendo una larga trayectoria. Al iniciarse la edad contemporánea, el
constitucionalismo toma cuerpo con las mencionadas revoluciones (americana y francesa, de 1776 y 1789,
respectivamente). Con ellas nace el “constitucionalismo moderno”, al que también llamamos “clásico”. El Estado
constitucional moderno presenta la siguiente característica: a- El Estado Constitucional, se funda en una Constitución
(asamblea constituyente).
b- La Constitución del Estado moderno adopta la forma “escrita y rígida”, para afianzar la seguridad jurídica
c- Consagra la división o separación de los Poderes (Legislativo, Ejecutivo, Judicial), pero manteniendo entre ellos
una lógica “independencia” y un razonable “equilibrio” y “coordinación”.
d- Se establece el “principio de legalidad”, en virtud del cual los individuos obedecen a mandatos legales y no a
voluntad de los gobernantes por si mismos.
e- Se establecen los derechos, garantías y obligaciones que el individuo tiene frente al Estado y como integrante del
Estado.
f- Se establece que la “soberanía” reside única y exclusivamente en el pueblo determinándose la forma de su
ejercicio. Ej. Según la Constitución Nacional lo es a través de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. g- Los
cargos son electivos y temporales, y en general, todos los principios del sistema republicano.
Distinción. Tales son las características fundamentales del Estado “constitucional”, y de ellas surgen categóricamente
de las diferencias esenciales con el Estado “absolutista” en donde —reiteramos- “el poder no tiene límites”.
Las relaciones políticas son relaciones humanas, son forma de vida social humana. La organización que representa
tiene vida y efectividad cuando nuestra conducta corresponde a ese sistema de convivencia. Deja de tener efectividad
cuando nuestra manera de vivir cambia o se transforma.
En esencia, sus cambios y transformaciones son las transformaciones y cambios de nuestra forma de vida colectiva.
La realidad social como lo afirma Hermann Heller, es efectividad humana, es realidad efectuada por el hombre,
actuando bajo condiciones naturales y culturales del mundo que lo circunda.
Esto no implica negar la individualidad humana, reducir al hombre a mero portador de una función social, sino
establecer con claridad que un sector de su vida es vida humana social. A ello corresponde la realidad social, de la
que es un sector la realidad política.
De su efectividad surgen las organizaciones y estructuras, y por consiguiente, el Estado. La dimensión histórica del
mundo social adquiere sentido y significación como forma vital de la existencia humana; a la vez, ésta tiene sentido y
significación sólo a través de aquella. La íntima correlación entre ambas es consecuencia de la actividad humana. El
hombre tiene individualidad y la posibilidad de plena personalidad. Tampoco quiere decir que la organización social
y política requiera la conformación absoluta, constante y unánime de todos los hombres en todas las circunstancias.
La sociedad es un sistema de tensiones de las fuerzas sociales y de los intereses que configuran la realidad social. El
complejo de las relaciones humanas, en la realidad efectiva, se descompone en fuerzas de cooperación y solidaridad
que unen a cada uno de los miembros con el todo social, proporcionando cohesión y durabilidad al orden social; y en
fuerzas de disyunción y antagonismo, que los contraponen y dividen, generando formas de resistencia o de
insurrección latente, virtual o real, contra ese orden o sistema social.
En el seno de una y otra opera lo estático y lo dinámico del proceso social y político.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Dependiendo del hecho que se nos plantea, nuestra mente puede tener CERTEZA, OPINION, DUDA o IGNORANCIA.
Así, tenemos que la OPINIÓN es el parecer sobre algo, y para que sea una opinión pública debe trascender lo
individual.., debe ser un pensar colectivo sobre un hecho.
Ahora tenemos que saber cuándo una opinión es pública, es decir, qué sentido tiene el adjetivo “pública”. Aquí se
ha intentado dar tres respuestas posibles:
a- unos dicen que tal o cual opinión es “pública” en razón del sujeto que opina; cuando quien opina es “el público”,
la opinión es pública, lo que equivale más o menos a afirmar que opinión pública quiere decir opinión “del público”;
b- otros dicen que tal o cual opinión es “pública” en razón del objeto sobre el cual se opina; cuando se opina sobre
algo que interesa a una generalidad indeterminada del grupo social —por ej. sobre la política— la opinión es
pública, con lo que opinión pública quiere decir opinión “sobre un asunto público”;
c- los terceros sostienen que una opinión es pública, no por el sujeto ni por el objeto, sino por la forma y los caracteres
de exteriorización que esa opinión tiene, es decir, por su naturaleza pública o privada.
A nosotros nos interesa la opinión o parecer sobre los hechos y actos políticos, a la que se denomina OPINION PÚBLICA
POLITICA.
Así el objeto de la opinión pública política, es el conjunto de fenómenos políticos, el estado, el poder, la legitimidad
del régimen, la forma de gobierno, las medidas adoptadas por el gobierno, etc.
Por ello entre los factores de la dinámica política que tiene carácter de fuerza política se halla la opinión pública,
pues, incide en el quehacer Político, en su dinámica. Reiteramos que la “opinión pública” en sentido amplio es la
opinión o parecer colectiva sobre algo, como ser la moda, la religión, el arte, el fútbol.
En cambio la Opinión Pública Política, es la manifestación de un estado de conciencia colectiva sobre cuestiones
vinculadas al interés político, como ser sobre el estado, la forma de gobierno, la legitimidad del poder, etc., es decir,
se ocupa de la política, opina sobre la política, y como toda opinión admite confrontación.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Es una fuerza colectiva, difusa, no organizada y consciente, que incide en el quehacer político, le da dinamismo. Debe
tenerse presente siempre que; además de “opinión política” —o juicios y pareceres diversos-, es “pública”, vale decir,
se transforma en un pensar colectivo que influye en la vida política.
En un Estado constitucional, democrático, la opinión pública se forma con el reflejo de la actuación de los pensadores
y líderes políticos, de los escritores, la enseñanza, los grupos religiosos, culturales y artísticos, los partidos políticos,
en su visión sobre cuestiones de estado.
Es decir, en el hombre que forma un “grupo de opinión” sobre la política, como son los PARTIDOS POLITICOS, LAS
ONG´S, LOS MEDIDOS DE COMUNICACIÓN, LOS CENTROS EDUCATIVOS, LOS SINDICATOS, LA IGLESIA.
Y como generan una opinión pública?. Estos sectores que inician o apoyan movimientos para la formación de la
opinión pública, se valen de todos los medios de difusión del pensamiento que son conocidos: Escrito, radial,
televisivo, internet, chat, altoparlantes, cuchicheos, discursos, volantes, panfletos, libros, conferencias, debates,
tertulias, el lugar de trabajo.
Es decir, en el lugar que fuere (iglesia, club, plaza, universidad, calle, etc.) y de la forma que sea, con tal de llegar al
público, al pueblo, a la gente sobre un mismo hecho.
Lo más lógico es que haya otro grupo de opinión sobre el mismo tema, entonces, tenemos la confrontación, el debate,
el punto de vista de tal o cual grupo sobre un punto en especí fico, por ej. La Privatización de empresas estatales,
tendrá un grupo de opinión favorable (como ser los empresarios, usuarios, los liberales, etc.) y un grupo de opinión
contrario, como serían los sindicatos, los movimientos obreros, los socialistas, etc. Cuando se quiere lograr la
adhesión o apego a la idea difundida estamos ante una “propaganda”, que es la forma de persuadir al público a fin de
que adhiera a determinadas ideas, gustos o programas, a veces, hasta falseando la información o acomodando al
interés de uno.., por lo que, no debemos confundir opinión con propaganda, aunque se puede recurrir a la
propaganda para difundir una opinión.
En un Estado democrático la difusión de las ideas debe ser libre y para ello debe estar expresamente garantizada por
la Constitución y las leyes.
Con esto se quiere significar que el Estado constituye “un todo jurídico”, una entidad indivisible, que se rige en toda
su extensión territorial por las normas de Derecho establecidas por el mismo Estado. “Los actos del estado son actos
jurídicos en nombre de todo el estado”. La “unidad jurídica” es el reflejo de la “personalidad” del Estado.
LOS ESTADOS COMPUESTOS. DOCTRINAS.
Hemos dicho que la “forma de Estado” es la manera según la cual funciona la actividad del Estado; es decir, cómo se
ejerce el poder. A lo que podemos añadir que el problema de la “forma del Estado”, en otros términos, es el de “cómo
está constituido o estructurado”.
Estado Unitario. En el Estado unitario —dice KELSEN- todas las normas jurídicas valen de la misma manera para todo
el territorio, y emanan de una instancia única, de un poder único que domina sobre la totalidad del territorio estatal.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Todos los individuos que habitan un Estado unitario obedecen a una autoridad central, viven bajo el mismo régimen
constitucional y son regidos por las mismas leyes.
Lo que caracteriza al Estado unitario es un mayor grado de “centralización” de las funciones estatales: En tanto que
en el Estado federal la característica es la “descentralización” de estas funciones.
Pero en uno y otro caso, ni la “centralización” ni la “descentralización” son completas ni absolutas.
Estado Compuesto o Federal. En cambio, en el Estado compuesto o federal, existen varias entidades territoriales
(provincias, Estados internos, Regiones) que conservan frente al Poder Central su autonomía, lo que le permite darse
sus propias normas de gobierno, pero todas ellas conforme a la Constitución Nacional o Federal, que es la Ley Suprema
del Estado Federal.
El Estado “federal”, repetimos, es aquel que está compuesto por varias entidades territoriales (provincias, Estados
internos), que conservan frente al Poder Central su autonomía, lo que les permite darse sus propias normas de
gobierno, pero todas ellas conformes a la Constitución Nacional o Federal, que es la Ley Suprema del Estado Federal.
En un Estado Federal, no obstante la “autonomía” reconocida a las varias entidades territoriales (Provincias, Estados),
existe siempre una autoridad central o Poder Central, que está por encima de la federación, de los Estados o Provincias
que lo integran.
Jurídicamente se afirma que el vínculo que une a los miembros de Estado Federal, no es de carácter “internacional”,
sino que es “institucional interno”, por lo cual aquel vínculo es de Derecho Político Interno, rige para todos. En cambio,
las normas de gobierno que se da cada Provincia o Estado, valen solamente como leyes internas de cada uno ellos y
no como leyes de la Federación.
Desde el punto de vista “externo”, el Estado federal absorbe a los Estados miembros, en tal forma que es el Poder
Central el único que ejerce la acción y representación internacional.
Desde el punto de vista “interno”, los órganos de gobierno de un Estado federal tienen imperio directo sobre los
habitantes de los Estados miembros y también sobre sus instituciones oficiales. Cada Estado miembro suele
reservarse para sí algunas instituciones que le son peculiares, y en materia “legislativa” puede ejercer esta función
pero solamente dentro de una esfera que le ha sido precisamente señalada por la Constitución Nacional.
En efecto, contamos con un territorio no tan reducido ni extenso, suelo fértil apto para la producción más variada; y
una población homogénea por su origen común, por su lengua autóctona, por una firme tradición de glorias e
infortunios, todos esos factores favorables al mantenimiento de un Estado unitario idealmente perfeccionado. Dicho
esto, consideran que, que la forma “unitaria” es la más adecuada para nuestro país. Y la forma “Federal” es la que
más convendría a otros países, como: Argentina, Brasil, Estados Unidos, etc., pues, son países de territorio extenso,
por lo que facilita la administración del poder si se halla dividida por parte (regiones, provincias, estados, etc.),
además, generalmente estos países no provienen de una raza homogénea sino que es producto de varias culturas y
pueblos que en algún momento de la historia decidieron unirse pese a las diferencias, pero mantienen ciertas
autonomías, evitando sometimiento de uno sobre otro.
Se señala como ventaja del Estado Federal, la adaptación del régimen a las peculiaridades regionales de los Estados
miembros, sin destruir la unidad nacional.
Como desventaja se dice que el Estado federal apareja el peligro de constantes fricciones entre el Poder Central y los
Estados Miembros, y que además existe una gran complejidad en materia fiscal, con la creación de los más variados
impuestos.
En los Estados federales, la “soberanía” reside en el Estado Federal y no en los Estados miembros, que no son Estados
soberanos, sino meramente “autónomos”, supeditados a un Poder Central, ejercido por los órganos del Estado
Federal.
Otros afirman que cada Estado miembro conserva su soberanía. Esto nos parece un error, cada Estado conserva su
soberanía en el caso de una Federación o Confederación de Estados soberanos, unidos generalmente en “alianza” por
razones principalmente políticas, pero sin renunciar ninguno de ellos a su soberanía, pero no así en el estado federal
en donde la unión es Perpetua y no circunstancial.
En un Estado Federal, la plenitud del Poder está en el Poder Central, y siendo la soberanía un “elemento del poder”,
ella reside en quien la ejerce.
En los Estados Unidos el Estado Federal apareció como una República compuesta, en que la soberanía estaba dividida
entre la Unión y los Estados miembros. La soberanía de la Unión reside en la Cámara de Representantes y la soberanía
de los Estados en el Senado.
Últimamente los americanos defienden la teoría de la soberanía “absoluta, única, indivisible”, pero admitiendo la
posibilidad de distribuir los “poderes” internos entre los Estados y la Unión.
En los Estados Federales de Argentina, Brasil, México, por ejemplo, conforme al concepto de la soberanía
“absoluta” e “indivisible”, ésta reside en el Poder Central del Estado Central del Estado Federal.
El Estado Unitario, como el Federal, ejerce el poder soberano sobre todo el territorio, pero el gobierno federal lo
ejerce dentro de sus competencias y lo comparte con los respectivos gobiernos de los Estados miembros.
Pueden existir “Entidades Autónomas”, tanto en el Estado unitario como en el estado Federal. En efecto:
En un Estado federal, los Estados miembros -cualquiera sea su denominación- gozan de “autonomía” para darse sus
propias normas de gobierno, pero dentro del marco jurídico de la Constitución Federal.
En un Estado unitario también existe división territorial, empero, sin constituirse en un verdadero estado dentro de
otro estado, pues las facultades son más limitadas yen el caso de Paraguay, inclusive el Gobierno Departamental
representa al Poder Ejecutivo Central.
Es decir su autonomía es limitada, tampoco tiene autarquía, pues sus ingresos o recursos dependen de la
administración central y no de si mismo. En cambio, en los estados federales cada “estado” posee autonomía y
autarquía suficiente para erigirse de modo más independiente del poder central.
Autonomía.... Es la potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para
regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. Por ello es entendido como “la Condición de quien, para
ciertas cosas, no depende de nadie”.
Autarquía.... Significa “autosuficiencia”. Por ello es entendido como “Política de un Estado que intenta bastarse con
sus propios recursos”.
Nuestra Constitución, en su intento de hacer efectiva la descentralización ha creado la figura de los GOBIERNOS
DEPARTAMENTALES como variante de los DELEGADOS DE GOBIERNO de la época dictatorial, empero, al ser un estado
unitario el gobierno departamental tiene competencias limitadas. Véase el Artículo 161 - DEL GOBIERNO
DEPARTAMENTAL- Artículo 162 - DE LA COMPETENCIA - Artículo 164 - DE LOS RECURSOS- Artículo 165 - DE LA
INTERVENCIÓN-
También nuestra carta magna, ha establecido la INSTITUCION MUNICIPAL con amplia autonomía dentro de las
facultades que le son delegadas, buscando que se practique la “comunidad de vecinos “.
Pasando así a ser un cuasi estado dentro de un estado en las materias de su competencia.... (Barrido de calles,
limpiezas de parques, recolección de basuras, organización del tránsito urbano, etc.).
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En un Estado Unitario -existe un solo estado- pero los Municipios también gozan de autonomía para atender las
necesidades generales de una parte territorial (ciudad, pueblo); eligiendo sus propias autoridades y dictando las
ordenanzas necesarias.
En el caso de los estados federales, como Argentina, Brasil y México, los municipios abarcan casi siempre amplias
extensiones, las cuales se subdividen a medida que aumenta la densidad de población. Tanto en Brasil como en
México la constitución garantiza una amplia autonomía a los municipios y los alcaldes o prefectos son elegidos por
sufragio universal. En Argentina, en la mayoría de las provincias, es el jefe del concejo municipal quien elige al
intendente o jefe del gobierno municipal.
En otros países como Chile, El Salvador Costa Rica, Guatemala, Panamá y Honduras, donde también existen
departamentos dependientes del gobierno central, la elección del jefe del gobierno municipal se realiza mediante
designación, aunque también utilizan las fórmulas antes citadas, nos reseña “Encarta 2007”. En nuestro país, la
“autonomía municipal” abarca el orden político, jurídico, económico y administrativo, dentro de las atribuciones que
le reconocen la Constitución y la Carta Orgánica Municipal, y como es un estado unitario, también existe una sola
Carta Orgánica para todos los municipios.
En síntesis, se dice que ciertas entidades —Municipales, Corporaciones- gozan de autonomía administrativa, cuando
tienen a su cargo una gestión administrativa independiente. Se trata de una administración directa a cargo del
organismo dotado de personalidad jurídica y responsabilidad propia, con el contralor jerárquico del Poder Central,
que puede intervenir en caso de serias irregularidades -Municipio- o cambiar de titulares en el caso de los entes
autárquicos.
Estas entidades autónomas realizan ciertas funciones de “administración” que competen al Estado, porque así lo
autoriza la ley, buscando “solucionar” de la manera más efectiva los problemas de la comunidad. Importancia. En
resumen, el Estado, para proveer mejor a las necesidades colectivas, se vale de distintos órganos que realizan
funciones de “administración pública” (educación, abasto, asistencia sanitaria, policía municipal; o también atención
de ciertos servicios públicos: telecomunicaciones, agua corrientes, energía eléctrica, etc.). Al mismo tiempo estas
entidades autónomas realizan su “administración propia”.
Relación Jurídica. En cuanto a la “relación jurídica” que vincula a estas entidades con el Estado, en el caso de los
Municipios es la misma Constitución quien reconoce la “autonomía municipal”,
Las demás corporaciones se rigen por las leyes de su creación yen algunos casos también por normativas
constitucionales Véase el Art. 166 - DE LA AUTONOMÍA MUNICIPAL, Artículo 167 - DEL GOBIERNO MUNICIPAL- Artículo
168 - DE LAS ATRIBUCIONES, Artículo 169- DEL IMPUESTO INMOBILIARIO-Artículo 170- DE LA PROTECCIÓN DE
RECURSOS- Artículo 171 - DE LAS CATEGORIAS Y DE LOS REGÍMENES.
Un gobierno será “De Facto”, o “de hecho” en el caso que un nuevo gobierno accede al poder —y se mantiene en el
poder- sin cumplir con los procedimientos constitucionales o legales, ya sea mediante un “golpe de Estado” o una
“revolución”, o cualquier otro tipo de “usurpación”, asumiendo todas o algunas de las funciones del Estado- Es decir,
“de hecho”, por ser una autoridad pública implantada fuera de las reglas o mecanismos previstos en la ley. En toda
época han surgido gobiernos “de facto”; unas veces obedeciendo a una legítima reacción “contra la opresión”, otras
como resultado de una “revolución”, para producir profundos cambios políticos y sociales, y la mayoría de las veces
solamente para cambiar a los gobernantes.
Hemos dicho que el gobierno “de facto” puede derivar de un “golpe de Estado” o de una “revolución”. Conviene
establecer la diferencia: La revolución es el cambio profundo en las estructuras y en las instituciones de un Estado
(nuevo ordenamiento constitucional, nuevos sistemas políticos, sociales, económicos, etc.). “Revolución es la
conquista del poder por una clase que no lo había ocupado antes con el fin de establecer un nuevo orden social y
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
económico”, nos dice Marx y En gel. El golpe de Estado es simple cambio en la persona de los gobernadores, no
afecta la estructura. Generalmente se reduce al cambio del titular del poder ejecutivo y sus colaboradores más
cercanos, manteniéndose los de los “otros poderes” en sus funciones. En América Latina se denomina “revoluciones”
a los golpes de Estado, rebeliones e insurrecciones. Siendo tal vez Paraguay el Rey de los golpes y cuartelazos en el
siglo pasado, caracterizándose por tener a gobernantes de facto durante casi todo el siglo (sea por que asumieron por
cuartelazos o porque se mantuvieron por la fuerza).
En la actualidad no podemos clasificar un gobierno de facto o de iure, limitándonos a observar solo su origen, en
nuestra tesis de legitimidad del poder, hemos resaltado que el estado de derecho debe ser tanto en su origen (acceder
al poder conforme a las leyes) como en su ejercicio (que gobierne respetando el derecho, las instituciones).
Por lo que también estamos ante un gobernante de facto o usurpador, cuando un gobernante de iure prolonga su
mandato más allá de lo previsto o se atribuye poderes que pertenecen en principio a otras instituciones.
Nuestra Constitución Nacional prevé que el Presidente y Vice-Presidente de la República así como los Parlamentarios
acceden al poder a través del mandato popular (voto) por un periodo de cinco años, mientras que los ministros del
Poder Judicial son electos por los otros poderes; siendo esa la vía de acceso y permanencia en los cargos.
No existe otra vía, de acceso ni permanencia en el cargo que no sea por elección popular o por la designación indirecta
a través de los representantes, salvo para el caso en que en el Poder Ejecutivo se produzca la vacancia del Presidente,
en este caso para evitar la ACEFALIA (sin cabeza), lo reemplaza el Vice Presidente, y a falta del VicePresidente,
establece una cadena de reemplazantes “provisorios” como el del Presidente de la Cámara de Senadores, de
Diputados o el Presidente de la Corte; si otras personas acceden por otra vía podemos decir que estamos ante un
“gobierno de facto”.
También cuando el Intendente, el Gobernador, o cualquier otra autoridad asume el cargo fuera de los mecanismos
constitucionales y legales, o indebidamente prolonga su mandato más allá del periodo inicial, estamos ante un
USURPADOR.
La Constitución nacional, en su Art. 138 “NIEGA RECONOCIMIENTO AL GOBERNANTE DE FACTO Y RESTA VALIDEZ A
SUS ACTOS”, y habilita al ciudadano a oponerse al usurpador “por cualquier medio a su alcance”, dando a entender
que hasta el TIRANICIDIO estaría permitido para evitar que un usurpador se haga cargo del poder.
El problema está que en caso de que la resistencia a la opresión no sea exitosa, el resistente sufriría en carne propia
la más segura sanción (muerte, cárcel, expulsión), etc., y el “gobernante” independientemente de los problemas que
tenga sobre la “ilegitimadad de origen”, al ser triunfante se proclama “legitimo” y al efectuar actos de gobierno pone
en tela de juicio su reconocimiento, para determinar la validez o no de sus actos.
La Doctrina impone tres exigencias para que para que una persona sea reconocida como gobernante de facto: 1- Que
ocupe un cargo que tenga reconocimiento legal (dentro de la estructura del Estado).
Siendo de esta manera, el más importante de los requisitos la EXISTENCIA EN SI DEL GOBIERNO DE FACTO. Es decir,
el segundo requisito “que esté en ejercicio de las funciones”, pues, si fracasa en su “intentona golpista” se lo va
considerar sedicioso, golpista, y lo más probable es que va ser condenado (a la cárcel, al exilio, a la muerte, etc.), en
cambio, si triunfa —tal como señala Constanstineau- deviene el nuevo gobierno y dependerá de la capacidad del
gobernante de facto para mantenerse y prolongarse en el poder, y el reconocimiento “jurídico” será mero formalismo,
pues “la Historia no conoce a un golpista que haya sido sacado del poder por no reconocerles jurídicamente”.
A NADIE SE LE HA DESALOJADO DEL PODER POR ORDEN JUDICIAL, sino más bien el Poder
Judicial siempre fue sumiso con los golpistas.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En la Argentina, la doctrina de reconocimiento de los movimientos de fuerza o gobierno de facto, elaborado por un
autor canadiense, se confirma la tesis de que “no se le puede sacar judicialmente al golpista que se ha instalado en
el poder”, y que fue aceptado por la Corte Suprema Argentina por una Acordada de fecha 10 de setiembre de 1930.
Al aceptar la situación de fuerza como un hecho (facto) que explicaba la continuidad del Estado, las normas dictadas
por los usurpadores adquieren continuidad y legalidad como parte indisoluble del sistema jurídico estatal. Por lo tanto
no serían inválidos todos los actos de la dictadura, y se precisaría que el Congreso Nacional (y eventualmente el Poder
Judicial), una vez reestablecido en funciones, tomara la decisión sobre qué actos concretos de la dictadura deben
considerarse como actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático”. Podemos decir de este
modo, siempre se halla latente el surgimiento o instalación de un Gobierno de Facto, a veces para restaurar al pueblo
sus derechos, como nos dice Locke:
“Qué es mejor para la humanidad?, el pueblo siempre expuesto a la voluntad ilimitada de la tiranía o que los
gobernantes estén sujetos a que se les resista cuando se exceden en el uso del poder y lo emplean para destruir y no
para cuidar los bienes del pueblo?.
Lastimosamente, los gobiernos de facto que han surgido en la historia han defraudado en demasía, pues,
generalmente, en vez de liberar al pueblo de la opresión, del atraso y restaurar la institucionalidad, más bien lo han
hundido y se erigieron en grandes dictadores, tal vez, por ello, la resabia contra esta forma de acceder al gobierno o
de ejercitar el poder “en forma provisoria y excepcional”.
“Si al Pueblo se hace evidente una larga serie de abusos, mentiras y artificios, todos tendientes al mismo sentido, no
pueden dejar de sentir la opresión ni dejar de ver a donde lo llevan..., y no es de extrañar QUE SE LEVANTE Y TRATE
DE PONER EL MANDO EN MANOS QUE PUEDAN ASEGURARLE LOS FINES PARA LO CUAL SE ESTABLECEN LOS
GOBIERNOS... Y EL FIN DEL GOBIERNO ES EL
BIEN COMUN DEL GENERO HUMANO”... por ello, cada ciudadano y cada gobernante debe tratar de ejercer sus
derechos políticos acorde a la ética y las leyes, caso contrario, estaría fomentando la aparición de algún golpista
salvador. Los pretextos para justificar el “golpe” y aparecer como “re-ordenadores o salvadores”, son infinitos. Lo
normal, pues, será “restablecer el imperio de la Constitución y de las Leyes”, asegurar la libertad, etc. Es decir, el nuevo
gobierno se manejará conforme al “ordenamiento constitucional” subsiguiente, pues la Constitución no ha sido
derogada.
En tanto que si se trata de una auténtica revolución, con cambios profundos en toda la estructura de instituciones
estatales, el nuevo gobierno surgido de tal acontecimiento fundará su “legitimidad” en el
“derecho de la revolución”, en el derecho natural, y en vista de ello establecerá un nuevo ordenamiento jurídico,
político, social o económico.
Estrictamente considerada la situación que se plantea al instalarse un gobierno “de facto”, el resultado es que ha
surgido un nuevo gobierno que carece de origen “legítimo” pero que funciona como gobierno.
Una teoría —la doctrina del gobierno de facto- considera al gobierno “de facto” como un “gestor de negocios”, que
administra y conserva el patrimonio durante la vacancia del poder legal. Sus actos deben ser los “estrictamente
necesarios” para asegurar la vida jurídica del Estado y de los particulares.
Otros sostienen que el gobierno “de facto” sustituye al gobierno “de jure” en todas sus atribuciones, plenamente;
puesto en su lugar, cualquiera sea la forma usada para el cambio, puede hacer todo lo que podría hacer el gobierno
“de jure”.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Las más modernas —como sostiene el Art. 138 de la CN. — NIEGAN VALIDEZ Y RECONOCIMIENTO AL GOBIERNO
USURPADOR.
Una vez que sea reconocido el gobierno “de facto”, debe resolverse la cuestión de la validez de sus actos. Según la
más autorizada doctrina —propuesta por DUVERGER- como regla general, los actos de los gobiernos “de tacto” son
jurídicamente válidos, no obstante el carácter ilegal que le es inherente, “solamente” en la medida en que eran
estrictamente necesarios para asegurar la vida jurídica del Estado y de los particulares.
Es la aplicación, pues, de aquella teoría según la cual el gobierno “de facto” aparece como una especie de “gestor de
negocios”, que conserva y administra el patrimonio nacional durante la vacancia del poder legal.
El gobierno “de jure” que le sucede puede derogar sus actos para el futuro, pero no los hace desaparecer
retroactivamente, a menos que se trate de actos que no eran “indispensables” para la comunidad de la vida jurídica.
Otro teoría entiende que el gobierno “de facto” sustituye al gobierno de jure en todas sus atribuciones, plenamente;
puesto en su lugar, cualquiera sea la forma usada para el cambio, puede hacer todo lo que podría hacer el gobierno
“de jure”.
“El tema de la validez de lo realizado dentro de la vigencia de un Gobierno de Facto, ha sido ampliamente debatido
por Juristas, politólogos, constitucionalistas, etc., debiendo anotar aquí que la primera aplicación jurisprudencial de
la declaración de validez de los actos de un funcionario de hecho, el caso del Abad de Fontaine, materializado en
Inglaterra en el año de 1431, en el cual el Juez llamado a resolverlo, determinó que eran validos los actos de Abad,
pese a su indebida designación. En Francia y en los Estados Unidos también hubo fallos favorables a la validez, sobre
todo en la guerra de secesión, basados en el estado de necesidad” (J. Saguier Guanes).
Demás esta decir, que la praxis nos ha demostrado que si un Gobierno de Facto se instala en el Poder y se mantiene
en ella, difícilmente se revoque posteriormente sus actos, principalmente si ha permanecido en el gobierno durante
varios años y décadas a veces..
Y esto es así, pues por más por más que doctrinariamente uno no esté de acuerdo con el gobierno de facto, a veces
se torna imposible anular sus actos. Sobran los ejemplos pero para mejor ilustración recordemos que no fueron
anulados los actos de Pinochet en Chile, Stroessner en Paraguay, Sadan Hussein en Irak, Francisco Franco en España,
etc.., sino simplemente se buscaron crear “gobiernos y etapas de transición”.
Los DECRETOS son las disposiciones sobre medidas ordinarias propias de su competencia, que adopta el Gobierno de
un Estado nacional, o una comunidad independiente o Estado federal dentro del país.
Los decretos suelen denominarse, desde otro punto de vista, REGLAMENTOS porque constituyen la genuina potestad
reglamentaria que tiene el Poder Ejecutivo para dictar normas de carácter general, que tienen rango inferior al de ley,
y en materia propia de su competencia. Ahora, cuando el Poder Ejecutivo dicta un “decreto con fuerza de ley”, se
tiene un Decreto-Ley, estamos, pues, en presencia de un “acto legislativo” realizado por el Poder Ejecutivo.
Los DECRETOS LEYES son aquellas disposiciones que adopta el Gobierno de la nación en materias que no son de su
competencia y sí del Parlamento o Cámara representativa, pero que por razones extraordinarias o de urgencia u otro
tipo señaladas en la Constitución de cada país, está autorizado a priori para emitirlas, siempre que se informe de
manera inmediata al Parlamento o Cámara para su aprobación, y sin perjuicio de que pueda tramitarlo como proyecto
de ley, una vez que se haya resuelto el problema de urgencia.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En la medida en que los gobiernos tienden a ser autoritarios hacen más uso de esta forma excepcional de hacer leyes,
prescindiendo del Poder Legislativo. Nadie niega que el Poder Ejecutivo pueda dictar DECRETOS o REGLAMENTOS
sobre cuestiones de su competencia, pero sí el hecho de que esa norma tenga CARACTER DE LEY, es decir, sea
equiparable a una ley emanada del propio Congreso.
En cuanto a los Decretos o Reglamentos el órgano competente para dictarlos suele ser el Consejo de
Ministros o el Gobierno de una entidad independiente inclusive. De acuerdo a nuestra Constitución Artículo 238- SON
DEBERES YATRIBUCIONES DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA Dictar decretos que, para su validez, requieren el
refrendo del Ministro del ramo.
Es decir, el Poder Ejecutivo se halla facultado a emitir DECRETOS, que una vez refrendados por el Ministro de la Cartera
pasan a integrar la normativa nacional como norma de rango inferior, conforme a la prelación de leyes previstas en el
Art. 137 de la Constitución Paraguaya de 1992 (CN., tratados, leyes, decretos, etc.), pero no constituirse como una ley
de igual rango que aquellas emanadas del Congreso.
De lo dicho hasta ahora no debe deducirse que los decretos sean sólo expresión de la actividad del Poder Ejecutivo,
pues también los otros Poderes del Estado emiten reglamentos u ordenes generales que deban respetar sus miembros
o los particulares.
El Poder Judicial por ejemplo emite decisiones que adoptan también la forma de decreto cuando resuelven asuntos
que no implican controversia entre las partes, pero si cuestiones organizativas u administrativas del Poder Judicial o
del proceso inclusive como viene a ser LAS ACORDADAS emitidas por la Corte Suprema de Justicia.
En nuestra Constitución, el Artículo 259 establece que: Son deberes y atribuciones de la Corte Suprema de Justicia
Dictar su propio reglamento interno.
Por su parte, el Poder Legislativo puede emitir decisiones organizativas como el propio reglamento de funcionamiento
de la cámara alta o baja, según los casos que, aún teniendo carácter de ley por razón de su origen, pudieran
enmarcarse entre las decisiones reglamentarias porque suelen decidir sobre cuestiones de organización y de orden,
más que funciones básicas o esenciales de la Cámara, aunque a veces implican atribuciones o pérdida de derechos.
En nuestra Constitución el Artículo 190 establece que: Cada Cámara redactará su REGLAMENTO. Pero — reiteramos-
todas estas cuestiones se refieren a decretos o reglamentaciones sobre cuestiones que son propios del órgano, o sea
son de su competencia, por lo que no viene a ser un DECRETO LEY. También los decretos o reglamentos señalados se
diferencian de los DECRETOS LEGISLATIVOS o REGLAMENTARIOS que la propia ley sancionada faculta al Poder
Ejecutivo “reglamentar” para su aplicación.
Los DECRETOS LEGISLATIVOS o REGLAMENTARIOS en cambio se refieren a aquellas disposiciones que desarrollan las
bases de regulación de una materia en que el Parlamento o las Cámaras deciden las grandes líneas de ordenación por
medio de una ley básica, y el poder ejecutivo expone los detalles, dando a aquéllas un contenido concreto que tiene
carácter de ley, ya que a partir de criterios previos dados por las Cámaras o el Parlamento, delegan en el Gobierno la
posterior precisión, otorgando la entidad necesaria.
Como es natural su elaboración está sujeta al control por las Cámaras legislativas en cuanto no se sobrepasen los
límites marcados en la delegación de funciones.
De hecho, existen algunas materias que por su grado de importancia o por la complejidad de lo “legislado” en la ley
sancionada, el Congreso regula de manera general y se otorga al poder Ejecutivo la posibilidad de “reglamentar” a
través de un Decreto para su aplicación, como ejemplo podemos citar la Ley de Adecuación Fiscal - Ley del Impuestazo
promulgado durante el gobierno de Nicanor Duarte).
Esto no infringe o no vulnera la autonomía legislativa, pues la misma ley regula los aspectos más importantes y alcanza
sus límites máximos en el establecimiento de la regulación concreta, y la misma ley la que ofrece la remisión o hace
una llamada al reglamento en auxilio de regulaciones más detalladas que en nada puedan contradecir lo dispuesto
previamente por la ley.
Es obvio que no se infringe el principio de reserva de ley si se dan estas circunstancias, las cuales no se cumplen en el
caso de ausencia completa de regulación legal como en los reglamentos independientes. Para unos, los “Decretos-
Leyes” constituyen medidas de emergencia, sólo justificables por razones de “necesidad”; por ejemplo, imposibilidad
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
material de reunir el Parlamento; que haya estallado una guerra o una revolución o una huelga general de
funcionarios, la auto disolución del Parlamento, etc..
En cualquiera de los casos, la medida tendrá que ser posteriormente ratificada por el Parlamento para que siga
teniendo validez.
Otros opinan que los decretos-leyes son propios y exclusivos de los gobiernos “de facto”.
Si se trata de un gobierno “de facto”, éste podrá dictar—o dictará- Decretos-Leyes para asegurar la vida jurídica del
Estado y de los particulares.
El hecho de que no esté en funciones el Parlamento no debe impedir al gobierno la adopción de tales medidas,
sostienen los partidarios de esta teoría, que aclaramos se halla emparentado con los gobiernos de facto y ejecutivos
autoritarios, que no respetan la real división de poderes como hemos expresado al hablar de Teoría de División de
Poderes.
Ahora bien, analizados desde el punto de vista constitucional debemos preguntarnos, si la Constitución prohíbe o
admite expresamente la promulgación de decretos- leyes, la solución es clara y concluyente:
Si lo prohíbe, será una resolución “inconstitucional” el haberlo dictado; si lo permite, quiere decir que constituye una
medida que puede ser dictada por un gobierno legal, “de jure”.
Por esta razón, varias Constituciones prevén las reglas aplicables a los decretos- leyes, como manera de dinamizar la
entrada en vigencia de una ley.
Cuando la legislación de un país regula la potestad normativa del Poder Ejecutivo y reconoce a su favor la facultad de
dictar decretos-leyes bajo condiciones y circunstancias determinadas, su admisibilidad, fuerza, duración y efectos
quedan sometidos a las disposiciones legales respectivas.
En síntesis: Los decretos-leyes son comunes a toda clase de gobierno de facto y a las autoritarias con ropaje de “de
iure”, y rara vez se halla contemplada en las constituciones democráticas, pues lo normal es que las leyes sean
potestad exclusiva del Parlamento.
Las reglas jurídicas relativas a su validez, a su vigencia y a su duración, podrán variar, pero los decretosleyes dictados
por los gobiernos “de facto” son la misma cosa que los dictados por los gobiernos “de jure”. En uno y otro caso, tiene
la misma naturaleza: Son fuentes escritas y directas del Derecho Positivo, en la hipótesis de estado de necesidad
revisten su importancia, pero, reiteramos, en la práctica se traduce en “meros caprichos” del gobernante de turno,
que se cree facultado a legislar en nombre de todos, sea porque asumió el poder por la fuerza, sea bajo la excusa de
algo urgente, o de ausencia o Autodisolución del parlamento — en el caso del Gral. Estigarribia, o de receso
parlamentario prolongado en el caso de Stroessner.
Pero dada, la realidad —una cosa es que esté bien que exista o no y otra cosa es que exista o haya existido en la
realidad- las Constituciones más modernas inclusive se vieron obligados a regular esta figura, tal vez, para permitir el
control por parte de los otros poderes de estados y no dejar lagunas y abusos al respecto. Por Ejemplo, la Constitución
Argentina no admitía anteriormente la existencia de decretos leyes, empero, siempre en su historia los golpistas de
turno han dictado sus Decretos Leyes.
Y en el caso de que admitamos que sea ley —por estar previsto en la Constitución Nacional- compete al Poder Judicial,
dentro de un gobierno “de jure”, conocer y juzgar si se han cumplido las condiciones y circunstancias que autorizan el
Poder Ejecutivo a dictar decretos-leyes, conforme lo prescribe la Constitución.
También compete al Poder Legislativo, que puede modificar o derogar por otra ley.
Al hablar de Poder Judicial, estamos refiriendo a un caso en concreto sometido a su conocimiento, en donde la Corte
Suprema de Justicia podrá declarar la “inconstitucionalidad” del decreto-ley y la inaplicabilidad de sus disposiciones
contrarias a la Constitución.
En nuestro país, los decretos-leyes aparecen por primera vez incorporados al ordenamiento constitucional en la
CONSTITUCIÓN DE 1940: estableciendo en el Art. 54 que: “durante el receso parlamentario, el Poder Ejecutivo tiene
facultad de dictar decretos con fuerza de ley, con el parecer del Consejo de Estado y con la obligación de someterlos
a la aprobación de la Cámara de representantes en el siguiente periodo ordinario de sesiones”. El Periodo de sesión
era de solo cinco meses - desde el 01 de setiembre hasta el 31 de marzo-. Recordemos que esta Carta Política —que
fungía de constitución en el Paraguay- admitía la posibilidad de que el Poder Ejecutivo disuelva el congreso, por lo
que, en la práctica se “gobernaba con decretos leyes”. La CONSTITUCIÓN DE 1967 también legisla sobre el punto,
pero con más precisión y claridad.
-El Art. 183 dispone: “Durante el receso del Congreso o hallándose éste por cualquier causa desintegrado, el Poder
Ejecutivo podrá dictar Decretos con fuerza de Ley, con dictamen del Congreso de Estado y con la obligación de
someterlos a la aprobación de la Cámara de Representantes en el siguiente periodo ordinario de sesiones”. En primer
lugar, se prevé que el Congreso se encuentre en receso o se halle por cualquier causa desintegrado (por ejemplo, por
haber sido disuelto por el Poder Ejecutivo, o por renuncia colectiva de sus miembros). Luego se exige que haya
dictamen del Consejo de Estado. Además, se establece la obligación del Poder Ejecutivo de someterlos a la
consideración de las Cámaras, que tienen atribución para aprobar, modificar o derogar los decretos-leyes. En la
práctica, un gobierno de facto con Decretos Leyes o por leyes ordinarias, estipula lo que quiere, pues, los legisladores
no son más que simples alabadores del dictador, incapaces de levantar una sola voz de protesta en contra de los
proyectos de ley, y todas las leyes, eran simples fachadas para simular un estado normal.
Si el Congreso rechaza o modifica el Decreto-Ley sometido a su consideración, ello no puede ni debe acarrear la
nulidad de los actos practicados durante su vigencia.
Por último, mencionamos que la CONSTITUCIÓN DE 1992, no admite los Decretos Leyes, al no estar incluido en la
misma, que siguiendo el principio de que en derecho público se puede hacer solamente lo permitido expresamente,
concluimos que, la de hacer leyes, es facultad exclusiva del Poder Legislativo. Ahora el hecho de que la Constitución
Nacional no prevea, no significa que de hecho no surjan Decretos— Leyes, dictados por dictadores y/o usurpadores,
que sabemos que constitucionalmente “será inconstitucional”, pero si asume el poder, se instala en él—
principalmente por largo tiempo— entonces, de seguro que “la doctrina” y la sumisa Corte los van ha convalidar,
como sucedió en la Argentina en donde la constitución no los tenía previsto pero siempre han aparecido y convalidado
por la “corte”, por lo que la reforma de 1994, tuvo que regular dada la realidad.
Nótese también que la Constitución Paraguaya de 1870 no admitía los Decretos Leyes, pero, los golpistas siempre lo
han utilizado, inclusive, dicha constitución fue “reformada” por un decreto presidencial, constitucionalmente nulo,
pero la praxis y el tiempo lo ha “convalidado”.
En términos concretos o políticos podemos decir, que es el Gobierno en representación de la mayoría, con el control
o acompañamiento de la minoría. De lo cual, toda actividad del poder del estado, se ejercita en nombre del pueblo,
particularmente, la del parlamento nacional. Por lo que, todas las constituciones modernas establecen su ley “en
nombre del pueblo”.
La “representación” así definida es una antigua institución, anterior a la democracia y a la moderna naciónestado.
Los autores no están de acuerdo a cerca de cuando aparecieron por primera vez en el mundo occidental las
instituciones “representativas”, pero, según parece, la “representación” era un sistema político en el comienzo de la
Edad Media. Pero esta “representación” tenía una estructura y diferentes de la que luego adquirió en las democracias
modernas.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En efecto, en la Edad Media, estaba basada en la representación de estados y no de “individuos”. Estos “estados”
medievales eran: la Iglesia (primer estado), la Nobleza (segundo estado) y los Burgueses de las ciudades (tercer
estado).
Cada uno de ellos debía ser considerado como una “unidad política básica”, que constituía los que podríamos llamar
un verdadero “distrito electoral” con miras a la “representación”, y nombrada por representantes de cada “estado”
que debía presentarse ante el monarca y hablar por su representado. En este intento de
“representación” que tuvo vigencia en Francia principalmente, en principio no se aceptaba considerando al
“individuo” como la unidad básica de la comunidad o nación. Esto sucedió posteriormente, gracias a los Demócratas
Ingleses del Siglo XVII en donde se ha sentado que es el individuo el que debe ser representado y no un “Estado” o
grupo corporativo.
Cuando en Inglaterra los demócratas del siglo XVII introdujeron la idea de que eran los “individuos” los que debían
ser representados, esa idea fue considerada como una herejía política mayúscula. La mayoría de los teóricos políticos
de los siglos XVII y XVIII imaginaron a la democracia como el gobierno ejercido por una asamblea a la que se reúnen
todos los miembros de la comunidad.
Sostenían, fundamentalmente, que las, “unidades básicas” de la comunidad no son los “estados” o grupos
corporativos, sino sus miembros individuales. Pero ya existía una dificultad de orden práctico para reunir en Asamblea
a todos (o por lo menos a la mayoría) de los miembros de la comunidad o nación-estado: la extensión territorial y el
número de habitantes.
La representación, es un Gobierno en el que todo el pueblo, o una parte numerosa de el, ejerce a través de sus
diputados (Representantes) elegidos periódicamente por el mismo (pueblo), la suma total del poder (John Stuart
Mill).
Siendo así se tiene una “democracia representativa” en la que el pueblo se gobierna por medio de sus representantes.
La Representación Política convierte al gobierno en responsable de las decisiones que adopta en nombre de la
comunidad. El régimen representativo, significa que el pueblo gobierna por medio de sus elegidos, designados por un
tiempo limitado.
Y de acuerdo a la constitución y las leyes, se podrá revocar esa representación o sino sancionarlo en la siguiente
elección, con el voto castigo, pues, periodicidad, renovación y responsabilidad en su gestión son las condiciones del
régimen. La esencia de la “representación” está en que los diversos poderes que ejercen los atributos de la soberanía
la ejercen no en virtud de derechos propios, sino en cuanto son “representantes” de la nación y gobiernan en su
nombre. En síntesis: La función representativa moderna emana directamente del principio de la
“soberanía del pueblo”.
Nuestras Constituciones (de 1870, 1940, 1967 y 1992, todos en su Art. 2), declaran que la SOBERANIA RESIDE EN EL
PUEBLO, que la ejerce conforme a la propia carta magna y a través de los Poderes del Estado (Legislativo, Ejecutivo y
Judicial),
En los sistemas democráticos son electores, los individuos que tienen derecho de votar para elegir a sus
representantes (Convencionales, Senadores, Diputados, Intendentes, Concejales, Presidente o de Jefe de Estado). Los
electores forman lo que se llama el “CUERPO ELECTORAL”, que es también convocado para decidir sobre una cuestión
vital para el Estado, como seria un Tratado de Paz o un cambio de sistema político; en tales casos, el elector actúa
como votante en un plebiscito, referéndum, etc.
Generalmente, la cualidad de elector es un atributo de la ciudadanía que es la capacidad política del individuo. En
nuestro país, la ciudadanía se adquiere a los 18 años de edad, al igual que la capacidad civil (que anteriormente se
adquiría a los 20 años).
Como en las constituciones modernas, la nuestra reconoce la calidad de elector a hombres y mujeres sin distinción,
que hayan cumplido 18 años de edad y sean de nacionalidad paraguaya. Los extranjeros domiciliados en el país
también pueden ser electores, pero sólo con derecho a participar en las elecciones municipales. Véase el Artículo 117
-DE LOS DERECHOS POLÍTICOS- Artículo 118 - DEL SUFRAGIO- y Artículo 120 - DE LOS ELECTORES.
En todo régimen representativo, la elección es el medio que vincula a “representantes” y “representados”: éstos
eligen a aquellos. De esta manera, el representante recibe un “MANDATO” que cumplir.
El sufragio o elección, es de una concepción amplia, en cuyo ámbito está incluida la Iniciativa Popular, el referéndum,
el plebiscito y las funciones electorales, etc., por ello, en el proceso político real, el político se ha convertido en
representante de sus electores o del partido político que ha organizado o patrocinado su elección. Inclusive de hecho
se halla supeditado a los mandatos el partido aunque jurídicamente se prohíba los mandatos imperativos. Por
ejemplo. Las decisiones de bancadas que debe obedecer o las convenciones partidarias, etc., que si bien puede el
“representante” desacatar, ello implicaría una “rebeldía” y desafío a sus representados, que no pueden impedir que
el representado actúe de tal forma, pero electoralmente después podrán sancionarle o desafectarle del partido o
movimiento político.
En síntesis, en el sistema representativo el pueblo elige a sus representantes, y le otorgan un mandato que cumplir.
Al respecto, en la definición dada por los autores:
a) “Es el medio de expresión de la voluntad del pueblo en la creación de las normas o en la integración de los
órganos encargados de dictarlas” (Bernaschina Gonzáles).
b) “Desde la remota antigüedad romana, el sufragio es el derecho del ciudadano, a expresar, pública o
secretamente, su voluntad, en un asunto o negocio público, para decidir en una elección, o en una resolución
de interés general” (Bielsa).
c) “Toda manifestación de voluntad individual que tiene por objeto concurrir a la formación de la voluntad
colectiva, con el fin de constituir el gobierno o decidir algún problema trascendental para los intereses de la
nación, toma el nombre de sufragio”. Y que , “es frecuente reservar esta denominación o, por lo menos
emplearla de un modo exclusivo, para referirse al voto en Comicios Electorales destinados a la designación
de funcionarios representativos de la voluntad popular, en elecciones de primero o segundo grado. Pero
también merece el nombre de sufragio el acto por el cual los ciudadanos expresan una determinación de
voluntad directa, acerca de un problema concreto, en forma de iniciativa o de referéndum plesbicitario
(Sánchez Viamonte).
MANDATO IMPERATIVO:
Este es, verdaderamente, el resultado de una elección que vincula al elector con el elegido.
La concepción del mandato imperativo responde a una época anterior a la Revolución Francesa, cuando la tesis de la
democracia representativa no había sido acuñada ni difundida. Por mandato imperativo se entiende el pliego de
instrucciones dadas por el distrito, sector o grupo elector al candidato elegido, para que éste las cumpla
obligatoriamente. En rigor se trata de lo que en derecho privado se llama estrictamente mandato o poder, es decir, el
conjunto de obligaciones y derechos que el elector confiere al elegido para que actúe en su nombre y lo represente.
De ahí que en la teoría del mandato imperativo se sostenga que el representante elegido representa solamente al
distrito, sector o grupo que lo ha designado y que le ha otorgado dicho mandato Según la teoría del mandato
“imperativo” el representante de un distrito electoral recibe instrucciones precisas de sus electores que ha de cumplir
en el ejercicio de su mandato. Por tanto, está obligado a rendir cuenta de su actuación a sus representados, y éstos,
tienen facultad para revocar el mandato si los consideran necesario y conveniente.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Este tipo de mandato se funda en que el “representante” lo es de un determinado “distrito” y no de toda la comunidad
o Estado, por ende, al representante se le considera “representante de tal o cual distrito o sector”. Así, el
representante actúa en virtud de un poder “con cláusulas obligatorias para él”, por lo que se torna en un simple
portavoz de sus representados, quienes conservan la capacidad de revocación.
MANDATO PÚBLICO.
Libre o Representativo: Después de la Revolución Francesa, cuando se impuso la teoría de que los
“representantes” lo son de todo el pueblo y no solamente de un determinado distrito o grupo, el mandato
“imperativo” dejó de tener vigencia.
Surge así la teoría del mandato “público, libre o representativo”, fundado en que la representación se ejerce en
nombre del pueblo y no de un determinado grupo (partido) o distrito.
De esta manera, con el mandato libre se rompía la vinculación que a través de la elección y mediante el mandato
‘imperativo”, se establecía entre representantes y representados, por ende, “no pueden los electores sujetar a sus
representantes mediante poderes expresos”.
Nuestra Constitución establece que “Los senadores y diputados no estarán sujetos a mandatos imperativos dice
nuestra Constitución” (Art. 201 de la CN).
GOBIERNO DIRECTO.
Se dice que el gobierno es “directo”, cuando el pueblo ejerce “por sí mismo” las funciones del Estado. Ejemplos
históricos de esta forma de gobernar se dieron en algunas pequeñas “ciudades-estados” de la antigua Grecia y de la
Roma primitiva; pero lo cierto es que el pueblo no ejercía directamente todas las funciones del gobierno:
Generalmente se reunía para dictar algunas leyes (Función Legislativa), pero no ejercía Funciones Administrativas
(salvo la de creación de impuestos, designación de magistrados, etc.). Actualmente, sólo en algunos “cantones”
(pueblos o ciudades) de Suiza los ciudadanos se reúnen anualmente en asambleas para votar las leyes, modificarlas,
designar funcionarios y otras cuestiones de interés general. El crecimiento de las naciones-estados, en territorio y
población, hizo imposible el practicamiento del gobierno “directo” o “Autogobierno del Pueblo sin intermediarios.
Ante esa emergencia fue que surgió y tomó cuerpo la teoría de la “representación”: Ya que el pueblo no puede
gobernar por si mismo, a través de asambleas “generales”, con la participación de la “totalidad” de los ciudadanos,
entonces, lo hace por medio de sus “representantes”, que actúan en forma de “asamblea representativa” o “cuerpo
legislativo”, denominándose a este sistema “Gobierno representativo”. Gobierno Intermedio o Democracia
Semidirecta
Recordemos que la Democracia de acuerdo a la forma de intervenir del Pueblo en el Gobierno, puede ser directa,
indirecta o Semidirecta, como habíamos adelantado.
Será directa si lo ejerce sin intermediarios. Será indirecta si el pueblo ejerce por medio de representantes. Será
Semidirecta si se combina ambos regímenes (Democracia Directa e Indirecta), y en donde el poder es ejercido
normalmente por los representantes del pueblo, pero en las que los ciudadanos o pueblo, pueden intervenir
directamente en ciertos casos, como la iniciativa popular el referéndum, plebiscito, revocación popular, el veto
popular, etc.
En la democracia intermedia se impone la participación ciudadana no solamente a través del sufragio -el referéndum,
plebiscito, revocación popular, el veto popular, etc.- sino también en la deliberación y ejecución de las decisiones
políticas como por ejemplo a través de los Movimientos Sociales, la movilización y contraloría ciudadana, la opinión
pública, u otras organizaciones políticas o sociales similares.
Con la denominada “Democracia Semidirecta”, para que el pueblo a través del sufragio —a más de elegir
representantes- pueda intervenir en el funcionamiento y administración del estado, y que son: La “iniciativa
popular”, el “derecho de petición”, el “referéndum”, el “plebiscito” y el “recall”.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
LA INICIATIVA POPULAR
Es un reconocimiento al pueblo de tener derecho de promover un proyecto de ley. O sea, tiene por objeto dar
participación a los electores en la elaboración o modificación de las leyes.
La Iniciativa Popular es la facultad del pueblo o parte del pueblo de presentar proyectos de leyes u otros proyectos
de carácter legislativo (como una declaración o resolución del congreso) para su estudio y eventual aprobación.- La
iniciativa popular tuvo su origen en Suiza y ha sido adoptado por casi todas las constituciones democráticas modernas.
Así también cada estado, reglamenta la forma de presentación de los proyectos y el alcance del derecho de peticionar,
conforme a la constitución nacional y las leyes electorales.
Artículo 203 - DEL ORIGEN Y DE LA INICIATIVA: Las leyes pueden tener origen en cualquiera de las Cámaras del
Congreso, a propuestas de sus miembros; a proposición del Poder ejecutivo; a iniciativa popular o a la de la Corte
Suprema de Justicia, en los casos y en las condiciones previstas en esta Constitución y en la ley.
Al respecto, el Código Electoral, reglamenta este derecho en el Art. 266/275, en donde entre otras cuestiones, exige,
que el proyecto tenga un Texto articulado, con exposición de motivos, la firma de por lo menos del 2% de los electores.
También excluye la posibilidad de presentar proyectos de leyes, relacionadas a la legislación departamental o
municipal, la aprobación de tratados y acuerdos internacionales, así Como las materias relacionadas con lo previsto
en el Art. 122 de la CN.
EL DERECHO DE PETICIÓN
El Derecho de Peticionar a las autoridades fue consagrado en el Siglo XVII en Inglaterra, en el “Petition of Right”, “BilI
of Rights” (petición de derechos) y el “Acta posterior de 1689”, que reconocen el derecho de los súbditos de dirigir
peticiones al Rey.
En su virtud, los habitantes del país pueden hacer “peticiones” a las autoridades legalmente constituidas para un fin
de interés individual o colectivo, en forma correcta y práctica, con la garantía de que no será procesado por ello.
La petición por escrito, va dirigida a los representantes del pueblo constituidos legalmente (Poder EJECUTIVO,
LEGISLATIVO y JUDICIAL, DEPARTAMENTAL Y MUNICIPAL), quienes están obligados a recepcionar, y en su caso,
estudiar, considerar y dar respuesta al peticionante.
El derecho de “petición” es uno de los “derechos individuales” reconocidos a los habitantes por nuestra Constitución,
y está consagrado por la mayoría de las Constituciones de los sistemas democráticos, más aún, por ser tan obvia que
en un sistema democrático, el ciudadano siempre tiene que tener el derecho a peticionar
“lo que crea conveniente” a sus autoridades.
Así podemos requerir a cualquier institución pública o autoridad una información, una acción, una respuesta, etc.,
quienes al mismo tiempo, están obligados a dar una respuesta, sea positiva o negativa.
La Constitución Paraguaya, establece en su Artículo 40. DEL DERECHO A PETICIONAR A LAS AUTORIDADES: Toda
persona, individual o colectivamente y sin requisitos especiales, tienen derecho a peticionar a las autoridades, por
escrito, quienes deberán responder dentro del plazo y según las modalidades que la ley determine. Se reputará
denegada toda petición que no obtuviese respuesta en dicho plazo.
Sin embargo, a la fecha no se cuenta con una Ley reglamentaria del derecho de petición, que establezcan las
formalidades y los plazos dentro del cual las autoridades deban pronunciarse, para los efectos legales.
EL REFERENDUM.
Es la consulta al cuerpo electoral para que a través del sufragio popular se pronuncie sobre la aprobación, sanción o
derogación de una LEY o un PROYECTO DE LEY. Es decir, siempre se trata de una consulta popular sobre una ley o
proyecto de Ley, y no sobre un acto político o cualquier acto administrativo.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Por su contenido, puede ser referéndum legal (o sea se vota una ley o proyecto de ley) y referéndum constitucional
(se vota la constitución, la reforma o enmienda constitucional), siempre por su aprobación o rechazo (con un SI o con
un No).
El término “referéndum” proviene de las prácticas políticas de Suiza, donde los “representantes” de los cantones en
el Parlamento Federal votaban, a veces, las disposiciones “ad referéndum” de sus “representados”. El Parlamento
vota una ley, pero ésta, para que tenga vigencia, debe ser aprobada por el electorado, mediante una consulta popular.
- Por la época de aplicación, puede ser: 1) El referéndum “post-legem”; es el que se realiza después de
sancionada la ley, para someterla al resultado de una consulta popular y así el cuerpo electoral se pronuncie sobre su
vigencia (ratificatoria) o su derogación (veto popular). 2) EI referéndum “antelegem”, que se llama también
“consultivo”, es una consulta previa al electorado para conocer la opinión popular.
- Por el origen de su aplicación, puede ser: 1) Obligatorio: Es aquel que, por imperio de la Constitución o de
la ley, se requiere necesariamente para que la ley entre en vigor. 2) Facultativo: Si su sometimiento a la consulta
popular depende de la voluntad de las autoridades competentes.
- Por el carácter de su decisión, puede ser: 1) Consultivo: Cuando el resultado no obliga para la aprobación o
derogación de la ley. 2) Vinculante: Cuando el resultado de la consulta le obliga a hacer lo que el cuerpo electoral ha
decidido.
La Constitución Nacional Paraguaya establece en su Artículo 121 - DEL REFERENDUM: El referéndum legislativo,
decidido por ley, podrá o no ser vinculante. Esta institución será reglamentada por ley.
Artículo 122- DE LAS MATERIAS QUE NO PODRAN SER OBJETO DE REFERENDUM: No podrán ser objeto de
Referéndum: Las relaciones internacionales, tratados, convenios o acuerdos internacionales; las expropiaciones; la
defensa nacional; la limitación de la propiedad inmobiliaria; las cuestiones relativas a los sistemas tributarios,
monetarios y bancarios, la contratación de empréstitos, el Presupuestos General de la Nación, y las elecciones
nacionales, las departamentales y las municipales.
El Código Electoral regula al respecto desde el Art. 259 al 265, en donde preceptúa entre otras cuestiones, que la
iniciativa vía referéndum corresponde en exclusiva al poder Ejecutivo, a cinco senadores o diez diputados, el congreso
determinara si será vinculante o no. El cuerpo electoral deberá contestar con un “si” o un “no”, entre otros. En el Art.
265 refiere que “Aprobada la Enmienda Constitucional por ambas cámaras del Congreso, según lo previsto en el Art.
290 de la constitución y recibido el texto por el Tribunal Superior de Justicia Electoral, éste convocara dentro del plazo
de 180 días a referéndum constitucional...”.
A diferencia del Referéndum, que se refiere siempre a la aprobación o rechazo de leyes, o a reformas y enmiendas
constitucionales. El “PLEBISCITO” es una consulta que se hace al electorado sobre UNA CUESTIÓN POLÍTICA,
considerada de “vital para el Estado”.
En nuestro país se efectuaron plebiscitos en dos oportunidades: en 1938, sometiendo a consulta popular el
Tratado de Paz firmado después de la Guerra del Chaco; y en 1940, para obtener la aprobación de la Constitución
promulgada por Decreto por el gobierno del General Estigarribia. En síntesis: El plebiscito es un acto excepcional
relacionado a problemas “de hecho” sobre la estructura del Estado o de su gobierno, no afecta a actos de índole
legislativa, aplicándose a los actos políticos y medidas de gobierno.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
La Constitución Nacional paraguaya del año 1992, no prevé esta forma de consulta al electorado, por prestarse a
populismos, a más de los nefastos precedentes que ha dejado esta Institución como medio utilizado por los
dictadores, demagogos-populistas y totalitarios, para intentar legitimar sus actos o para acumular todos los poderes,
bajo la excusa de “haber votado” el pueblo favorablemente para tal decisión.
El representante no puede ser revocado, porque sus electores no tienen ningún contrato después del voto, salvo a
través del partido político. Teóricamente el votante se inclina por un partido político por adhesión al programa de
gobierno que éste propugna y vota por los candidatos de ese partido.
Cuando decimos que la democracia “Es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, la primera VENTAJA
que presenta el “gobierno representativo” es la de hacer posible la democracia.
Se considera que actualmente, la Democracia Directa es imposible llevar a la práctica en la actualidad, por la extensión
territorial, por la cantidad de la población, por las ocupaciones de cada individuo, entre otros propios de la dinámica
estatal. En tal sentido se impone la Democracia Representativa para hacer posible o, mejor dicho, llevar a la práctica
el supuesto de la democracia o auto gobierno del pueblo.
Otra ventaja indudable del sistema “representativo”, es que permite a los pueblos manifestar su voluntad política
“periódicamente” a través de los mecanismos establecidos por el régimen político, lo que le da oportunidad de
seleccionar a sus “representantes” dentro de plazos razonables, en el marco legal y constitucional vigente. En cuanto
a los “inconvenientes” que pueda presentar el “gobierno representativo”, se sostiene que tales inconvenientes no se
refieren al sistema de gobierno como tal, sino a ciertas circunstancias que puedan afectar y desvirtuar su verdadera
esencia, cual es la “representación” legítima del pueblo. Por ejemplo: Una deficiente “ley electoral”, que no
contemple la “representación” de todos los sectores de opinión, cualquiera sea el número de sus componentes, el
fraude y la violencia en las elecciones, puede alterar maliciosamente el verdadero resultado de una votación,
producto de la intimidación y las amenazas ejercidas contra los electores, el soborno, etc., todos con el fin de no
permitir la “verdadera representación” del pueblo. No obstante cabe resaltar que, los principios “comunes” de
régimen representativo o democrático son básicamente la elección libre (no existe representación sin elección), la
participación, el pluralismo político, acceso a las informaciones, la libertad de expresión, entre otros dentro del marco
de la libertad e igualdad de las personas.
Hemos visto que existen distintos tipos de democracia, una vez resuelto porqué la consideramos la mejor, se nos
plantea la duda de que entendemos por cada uno de esos tipos, aunque sólo nos vamos a dedicar a la clasificación
que atiende a la titularidad de la soberanía y de su ejercicio, que no siempre coinciden.
En ésta, los ciudadanos ejercen directamente, sin intermediarios, sin representantes, las funciones esenciales del
orden político; existió en las ciudades griegas, especialmente en Atenas, y en nuestros días se conserva en varios de
los cantones suizos, aunque en la práctica se trata de una pintoresca supervivencia de valor más simbólico que
efectivo.
¿Y con representativa?
En este tipo de democracia el pueblo gobierna a través de sus representantes, que integran instituciones a las que se
atribuyen determinadas funciones; es el tipo de los estados modernos y suele coexistir con instituciones en las que
los ciudadanos, si bien de forma ocasional, participan del ejercicio del poder.
Podemos distinguir un tercer tipo según el criterio seguido, se trata de la democracia semidirecta.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Dentro de las instituciones representativas existen otras de democracia directa, estas son el referéndum, el recall y el
veto popular, a través de las cuales el cuerpo electoral puede anular leyes o disposiciones dictadas por los órganos
competentes.
Una vez aclarados los distintos tipos de democracia que nos interesan nos planteamos ¿cuál tipo conviene
más, la representativa o la directa?
Para responder a esta pregunta, que no es tarea fácil, nos apoyamos en la opinión de autores que han reflexionado
sobre esta clasificación.
Robert A. Dahl en su libro La democracia .Una guía para los ciudadanos trata sobre los problemas planteados. Se
plantea y responde la pregunta de ¿por qué la democracia?
Da diez razones que las resume de la siguiente manera, según las consecuencias deseables que produce:
1) Evita la tiranía.
2) Derechos esenciales.
3) Libertad general.
4) Ayuda a las personas a proteger sus propios intereses fundamentales.
5) Autonomía moral.
6) Proporciona una oportunidad máxima para ejercitar la responsabilidad moral.
7) Promueve el desarrollo humano.
8) Fomenta un grado relativamente alto de igualdad política.
9) Las democracias representativas modernas no se hacen la guerra entre sí.
10) Los países con gobiernos democráticos tienden a ser más prósperos que los países con gobiernos no democráticos.
También se plantea ¿democracia de asamblea o democracia representativa?
Comienza contraponiendo los términos y argumenta: “En una unidad política pequeña, como una ciudad, la
democracia de asamblea permite que los ciudadanos mismos puedan gozar de oportunidades para incorporarse al
proceso de gobierno, algo que la democracia representativa en una unidad amplia simplemente no es capaz de
proporcionar”.
Luego expone una serie de argumentos en contra de la democracia de asamblea: Las oportunidades de participación
disminuyen rápidamente con el tamaño del cuerpo de ciudadanos;…el número máximo de participantes en una única
reunión que podrían ser capaces de expresarse tomando la palabra es muy pequeño…; Estos miembros plenamente
participativos llegan a convertirse, en efecto, en representantes de otros…; Así, incluso en una unidad gobernada por
democracia de asamblea, es posible que exista un sistema representativo de facto; pero nada asegura que los miembros
plenamente representativos sean plenamente representantes del resto; … los ciudadanos pueden preferir
razonablemente elegir a sus representantes en elecciones libres e imparciales.
A continuación explica como la democracia representativa obtiene ventaja por el ahorro de tiempo que conlleva y por
último para resolver la cuestión acude a La ley del tiempo y el número: cuantos más ciudadanos contenga una unidad
democrática, menos podrán participar los ciudadanos directamente en las decisiones políticas y más tendrán que
delegar su autoridad sobre otros.
En segundo lugar tenemos la opinión de Jordi Sánchez con el comentario de La maquinaria democrática.
Aquí explica que hay una cierta crisis en el funcionamiento democrático que repercute en forma de fatiga ciudadana
ante la actividad política…aunque más adelante dice… el sistema democrático es el modelo preferido por una amplia
mayoría de los ciudadanos.
A continuación nos da a entender que hay una serie de aspectos que influyen negativamente en la actividad, estos
son: …el predominio de los intereses particulares ante los generales…y…la consolidación de una distancia cada vez
más insalvable entre el poder político y la sociedad.
Estos problemas los resuelve diciendo que lo que se necesita es una mayor participación que requiere un cambio de
actitudes por parte de todos, ciudadanos y políticos para esto No se trata de sustituir la democracia representativa por
mecanismos de democracia directa.
Sino que expone la innovación democrática como una de las principales asignaturas de la actividad política; concluye
que esta innovación debe abrir los cominos de la democracia deliberativa.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En esta se lleva a cabo la discusión y el debate sobre determinados asuntos un ejemplo seria los Consejos de
Ciudadanos.
Así vemos Un sistema representativo, junto con la libertad de expresión, de prensa y de reunión, tiene ventajas
especiales alguna de esa es por ejemplo que crea un foro (parlamento) que actúa como perro guardián de la libertad.
Al final añade La democracia representativa, entendida así, puede combinar la responsabilidad con la profesionalidad
y la pericia; puede combinar las ventajas del gobierno democrático, sin sus desventajas.
Y por último también alude al problema del tamaño, dice: En sociedades grandes, complejas y densamente pobladas,
la participación en la vida política es, por desgracia, pero inevitablemente, limitada.
Y por último en cuarto lugar acudimos a Anthony Arblaster con Democracia. Donde podemos observar que se decanta
claramente por la democracia directa preguntándose tras una serie de cuestiones ¿hasta qué punto es impracticable
la democracia directa?
Y a continuación responde Mi argumento es simple: la tecnología moderna ha convertido la participación directa del
pueblo en el debate político y la toma de decisiones en una posibilidad perfectamente practicable. El que se considere
deseable o no es una cuestión distinta.
Esta última frase la completa, añadiendo para concluir: La oposición a la democracia no está tan moribunda como la
retórica pública pudiera hacernos creer.
¿Qué tipo de democracia nos conviene más la representativa o la directa?
Partimos de la base de que el mejor sistema político es la democracia ya que es el que nos confiere mayor libertad.
Esta libertad la tenemos por ejemplo a la hora de votar, es decir, en la participación política, pero esta participación
¿dónde adquiere su mayor grado?
Hay que tener en cuenta que en Paraguay somos aproximadamente 6 millones de habitantes aunque todos no estén
en edad de ejercer el derecho a voto, seguro restando esa cantidad obtenemos todavía una cifra bastante alta, para
considerar que nuestro voto vale solo como un voto y nada más, es decir mi influencia como votante es mínima. Y
además la posibilidad de que al representante al que dé mi voto sea elegido como jefe de gobierno, también es muy
baja.
Entonces podemos concluir que la participación en la democracia representativa es mínima, y por tanto la
participación adquiere su mayor grado en la democracia directa, donde los grupos son mucho más reducidos. Y de
aquí derivan otra serie de cuestiones ¿para qué vamos a votar si prácticamente no influimos y además nos supone un
coste de tiempo y energía?
¿Y si votamos en blanco? Estas cuestiones se nos pueden plantear perfectamente en las próximas elecciones.
Por ejemplo Paraguay está iniciando la etapa de institucionalización, ya que el régimen es legítimo pero las reglas del
juego democrático no están interiorizadas por la falta de participación política.
Por otro lado nos podríamos preguntar ¿la democracia directa es ciertamente aplicable o es una utopía más? Lo de
utopía tenemos que descartarlo porque existen ejemplos (Atenas).
En un principio según R. Dahl la democracia directa depende del tamaño y de tiempo, pero si consideramos, que
como dice A. Arblaster puede accederse a una democracia directa mediante la nueva tecnología, ya no tenemos el
problema de tamaño y tiempo como tal así nada nos impide desarrollar la democracia directa.
Por tanto la directa es mejor si se puede llevar a cabo aunque también hay que incidir en su coste, ya que al utilizar
nuevas tecnologías éste será mucho mayor al de la representativa.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
1- Es el sistema que permite la representación de todos los sectores para intervenir en el estado. Pueden estar
representados los empresarios, los campesinos, los obreros, etc., que en su conjunto formarán la
“voluntad del pueblo”.
2- En toda democracia organizada, la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce por medio de los Poderes del Estado,
en cuya elección participa.
3- El pueblo tiene un poder originario (poder constituyente), con el cual organiza el estado (poder constituido), de
esta manera, se evidencia el supuesto de que “el poder reside en el pueblo.
4- Luego el pueblo elige -mediante un sistema electoral determinado- a las autoridades “Ejecutivas” (Presidente de
la Republica, Vicepresidente, Jefe de Gobierno, etc.) y “Legislativas” (Diputados y Senadores, miembros de juntas
departamentales y municipales, etc.).
5- Los poderes ejecutivos y legislativos -de acuerdo al sistema constitucional establecido- designan a las autoridades
“Judiciales” (Corte Suprema de Justicia) y esta autoridad designada (CSJ), posteriormente designa a los jueces o
magistrados inferiores... Se constituyen así, los tres Poderes del Estado, con participación directa e indirecta del
pueblo, que es una de las características del “gobierno representativo”.
6- Por medio de sus “representantes” en el Parlamento o función “legislativa” el pueblo también participa en la
elaboración de leyes.
7- A través de los partidos políticos, de la prensa oral y escrita, y de asociaciones lícitas, ejerce sus derechos políticos,
de crítica, de opinión, de trabajo, de profesar una religión, etc.
PERMITE EL CONTRALOR:
Para un “gobierno representativo” asentado sobre la división tripartita de los Poderes del Estado, debe existir entre
éstos “equilibrio e independencia” para que toda la organización estatal funcione regularmente. En el gobierno
representativo, el “contralor” o comprobación de la actuación de las autoridades gubernativas y de los funcionarios
en general es posible, mediante disposiciones constitucionales o legales y a través de la opinión pública reflejada en
los partidos políticos en la prensa, en las asociaciones gremiales, organizaciones civiles o polìticas.
El control entre poderes del Estado. LOS PODERES DEL ESTADO SON INDEPENDIENTES PERO SE CONTROLAN PARA
EVITAR ABUSOS. Por ejemplo, hoy en día, la mayoría de las constituciones modernas reconoce, que:
1- Una ley sancionada por el parlamento puede ser vetado por el Poder Ejecutivo.
2- El Veto del Poder Ejecutivo o la “Ley vetada” puede ser “ratificado” por el parlamento, pero ya no con una
mayoría simple, sino debe ser una “mayoría calificada”.
3- Una ley sancionada por el Poder Legislativo y promulgada por el Poder Ejecutivo puede ser declarado
Inconstitucional por el Poder Judicial (Corte Suprema de Justicia), volviéndose en ese caso inaplicable.
4- Un funcionario del poder ejecutivo puede ser objeto de censura o interpelación (según la CN), y hasta puede ser
destituido por el parlamento (Sistema Parlamentarista).
5- El Parlamento puede destituir al presidente de la República, a través del Juicio Político, cuando cae en mal
desempeños o comete hechos punibles.
6- Los Miembros del Poder Judicial pueden ser destituidos por mal desempeños o comisión de hechos punibles.
(Los miembros de la Corte Suprema a través del JUICIO POLITICO, y los demás magistrados a través del JURADO
DE ENJUICIAMIENTO DE MAGISTRADOS).
7- Ciertas Constituciones —Las Autoritarias- facultan al Poder Ejecutivo disolver el Parlamento (Poder
Legislativo) por hechos graves que le sean imputables y que pongan en peligro el “equilibrio” que debe existir
entre los Poderes del Estado. En ese caso, debe llamar inmediatamente a una elección.
8- El SISTEMA PARLAMENTARISTA también faculta al jefe de gobierno o primer ministro a disolver el parlamento,
pero SI pierde en la siguiente elección, el Primer Ministro debe renunciar, por lo tanto, en este sistema el uso no
es arbitrario.
9- Todos los funcionarios pueden ser investigados por la comisión de hechos punibles (en el caso de los que tengan
inmunidades o fueros, primeramente el órgano encargado debe “eliminar” las prerrogativas o privilegios del
funcionario, para que sea procesado, esto también para evitar persecuciones netamente políticas).
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
10- Además, en un gobierno democrático representativo, también ejercen el control de los actos de gobierno los
órganos de la opinión pública, que se encargan de proponer, alentar, discutir o criticar las medidas estatales. 11-
También, el pueblo en ciertos casos, interviene directamente en el control de los actos, como en los casos de
“Contralorías Ciudadanas”, “Destitución Popular”.
El cumplimiento de esta “función pública” debe realizarse conforme al Derecho Positivo del Estado, por eso es una
“función jurídica” que debe llevarse a cabo “sobre base jurídica”. Es decir, conforme a Derecho, a una ley
preestablecida.
Cuando la “función pública” es ejercida sobre “base jurídica”, es decir, al Derecho Positivo del Estado, se evitan los
males de la “discrecionalidad”, de la “arbitrariedad” o del simple “capricho” de los gobernantes.
Toda persona que ejerce una “función pública” debe hacerlo dentro de los límites de la ley o lo que el reglamento le
señala; si así no lo hace, la ley o el reglamento establecen la sanción correspondiente: Juicio Político, Destitución,
inhabilitación, suspensión o prisión.
Un análisis, aun superficial, no puede dejar de notar los elementos de continuidad entre las instituciones propuestas
o establecidas en los siglos XVII y XVIII y las pertenecientes a las democracias representativas contemporáneas.
La continuidad es particularmente notable en el caso norteamericano, en el que la mayoría de las disposiciones de la
constitución votada en 1787 continúa en vigor.
Ahora bien, ese régimen del que han salido las democracias representativas no fue concebido en modo alguno por
sus creadores como una forma de la democracia.
Por el contrario, en los escritos de sus fundadores se encuentra un acusado contraste entre la democracia y el régimen
instituido por ellos, régimen al que llamaban “gobierno representativo” o aun “república”.
Es sorprendente constatar que dos actores cuyo papel ha sido decisivo en la instauración de la representación política
moderna, James Madison (The Federalist) y Emmanuel-Joseph Siéyès, se acercan en la oposición que ambos
establecen entre el gobierno representativo o republicano y la democracia.
Su acuerdo sobre este punto es más notable aun por las múltiples y profundas diferencias que los separan por otro
lado: su formación, el contexto político en que hablan y actúan, hasta sus concepciones constitucionales.
Madison opone repetidas veces el “gobierno republicano”, caracterizado por la representación, y la “democracia” de
las pequeñas ciudades antiguas.
No obstante, no describe la representación como una aproximación de la “democracia” convertida técnicamente en
necesaria por la imposibilidad material de reunir al pueblo en grandes Estados; por el contrario, ve en ella una forma
de gobierno sustancialmente diferente y superior.
El efecto de la representación, señala, consiste en “refinar y ensanchar las opiniones públicas [the public views]
haciéndolas pasar por el conducto de un cuerpo elegido de ciudadanos cuya sabiduría pueda discernir mejor el
verdadero interés de su país y cuyo patriotismo y amor por la justicia sean los menos susceptibles de sacrificar ese
interés a consideraciones efímeras y parciales”.
“En un sistema semejante, prosigue, puede muy bien ocurrir que la voluntad pública [the public voice], formulada
por los representantes del pueblo, concuerde más con el bien público que si fuera formulada por el pueblo mismo
reunido a ese efecto.”
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Madison destaca que uno de los fines del sistema enteramente representativo propuesto en el proyecto de
constitución es poner a los gobernantes en condiciones de resistir las “pasiones desordenadas” y las “ilusiones
efímeras” que pueden apoderarse del pueblo.
Afirma que sólo “el juicio maduro y deliberado de la colectividad” debe prevalecer.
No hay duda de que, a los ojos de Madison, el papel de los representantes no consiste en querer en todas las ocasiones
lo que quiere el pueblo.
La superioridad de la representación consiste, por el contrario, en que abre la posibilidad de una separación entre la
voluntad (o decisión) pública y la voluntad popular.
Siéyès, por su lado, explica en múltiples escritos y discursos la diferencia “enorme” que separa la democracia en la
que los mismos ciudadanos hacen la ley y el régimen representativo en el cual confían el ejercicio de su poder a
representantes nombrados por ellos.
Tanto para Siéyès como para Madison, el gobierno representativo no es una modalidad de la democracia, es una
forma de gobierno esencialmente diferente y, además, preferible.
De todos modos, la superioridad del régimen representativo no se debe tanto en Siéyès a que produce decisiones
menos pasionales sino a que constituye la forma política más adecuada a la condición de “sociedades comerciantes”
modernas en las que los individuos están, ante todo, ocupados en producir y distribuir riquezas. En tales sociedades,
señala Siéyès, los ciudadanos ya no tienen el tiempo libre necesario para ocuparse de los asuntos públicos; deben,
por lo tanto, mediante la elección, confiar el gobierno a individuos que consagren todo su tiempo a esa tarea.
Siéyès ve ante todo la representación como la aplicación al orden político del principio de la división del trabajo,
principio que, a sus ojos, constituye un factor esencial del progreso social.
“El interés común, escribe, el mejoramiento del Estado social mismo nos piden que hagamos del gobierno una
profesión particular”.
Y subraya con fuerza que el papel de los representantes no consiste en transmitir la voluntad de sus electores.
“Por lo tanto es incuestionable, declara, que los diputados están en la Asamblea Nacional, no para anunciar el deseo
ya formado de sus comitentes [sus electores], sino para deliberar y votar libremente según su opinión actual,
esclarecidos con todas las luces que la Asamblea puede proporcionar a cada uno”.
Se podría hacer valer, sin duda, que la significación del término democracia ha cambiado desde fines del siglo XVIII y
que la discordancia entre la comprensión contemporánea ordinaria de la democracia representativa y la concepción
de los Padres Fundadores no debe entonces sorprender. No cabe duda de que el sentido del término democracia haya
evolucionado, pero el problema no concierne solamente a la terminología.
Cuando, en efecto, hoy se distingue democracia directa y democracia representativa, y se hacen aparecer esos
regímenes como especies de un mismo género, se sobreentiende ipso facto que la diferencia entre las dos especies
de democracia se debe a que la voluntad popular gobierna directamente en una pero no en la otra; por lo tanto se
hace de la democracia representativa la forma indirecta de la democracia.
Ahora bien, los fundadores del gobierno representativo niegan precisamente que en ese régimen la voluntad popular
sea puesta en situación de gobernar, ni siquiera de manera indirecta.
Autores que se acaban de citar lo muestran con una perfecta nitidez: Madison quiere que los gobernantes puedan
estar en condiciones de oponerse a las “pasiones desordenadas” y a las “ilusiones efímeras” del pueblo; Siéyès
subraya que los diputados no son enviados a la asamblea para “anunciar en ella el deseo” de sus electores.
El gobierno representativo ha sido instituido con el objetivo explícito de que la voluntad popular no haría la ley ni
directa ni indirectamente.
Más allá de las cuestiones de terminología, el contraste entre la concepción contemporánea y la de los fundadores
continúa siendo asombroso y suscita un interrogante sobre la relación entre el gobierno representativo y la
democracia.
Sin duda también, el gobierno representativo se ha transformado en el curso de los dos últimos siglos.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
El crecimiento gradual del derecho de sufragio y el establecimiento del sufragio universal constituyen la más evidente
de sus transformaciones.
Esos cambios, no obstante, no deben ser sobrestimados. Si se deja de lado la extensión del derecho de sufragio, en
realidad constituyen más reacomodamientos y desplazamientos que alteraciones fundamentales.
En todo caso, no hay ninguna duda de que desde los orígenes del gobierno representativo ha sido establecido cierto
número de principios que nunca fueron cuestionados a continuación.
Por principios no se entiende simplemente abstracciones o ideales, sino ideas que se traducen en prácticas (o en la
prohibición de ciertas prácticas) concretas y precisas.
Entonces, hay que preguntarse si esos principios, siempre vigentes, determinan un sistema de gobierno que puede
ser caracterizado como la forma indirecta o mediatizada del gobierno por el pueblo.
LOS ROMANOS
En el año 509 a. C. el rey Tarquinio el Soberbio fue expulsado de Roma, y con él acabó el sistema monárquico en
Roma.
La constitución de la República Romana se basaba en el equilibrio de tres órganos que se controlaban mutuamente:
Magistrados, Comicios y Senado.
La unión entre ellos se plasma en la expresión SENATUS POPULUS QUE ROMANUS (SPQR). (El Senado y el Pueblo
Romano)
El Senado representa el poder consultivo. En un principio estaba integrado sólo por patricios, pero luego se
incorporaron también los plebeyos. Las competencias del Senado son:
Los componentes de los comicios son los ciudadanos libres de pleno derecho, varones y mayores de edad.
Pero siempre en estas asambleas dominaban los intereses de los ricos: en primer lugar, siempre se votaba y se hacía
el recuento de votos empezando por la primera clase, que era la más numerosa en las asambleas; en segundo lugar,
cuando se llegaba a la mayoría absoluta cesaba el recuento, con lo que los pobres no votaban nunca. El pueblo,
reunido en los comicios, es quien elige a los magistrados, es el único que puede condenar a muerte, es quien delibera
sobre la paz y la guerra y quien ratifica las alianzas y tratados de paz.
Las Magistraturas representan el poder ejecutivo temporal. Eran elegidos por el pueblo anualmente (salvo el censor,
que era quinquenal), y eran cargos gratuitos y colegiados.
Para poder ser elegido, se debía ser ciudadano, no estar condenado por sentencia judicial y haber cumplido el servicio
militar.
El desempeño sucesivo de las magistraturas desde la más baja, la cuestura, hasta la más alta, el consulado, se
denominaba carrera política (cursus honorum):
Cuestores: inicialmente dos, llegaron a cuarenta bajo Julio César. Hubo cuestores urbanos, que, con residencia en
Roma, estuvieron encargados de la administración del tesoro del Estado; y cuestores provinciales, que administraban
el tesoro de las provincias y pagaban los estipendios del ejército.
Ediles: dos plebeyos y dos curules. Los curules, en un principio, se eligieron entre los patricios, pero los plebeyos
obtuvieron pronto el acceso al cargo de edil curul. Los ediles eran los encargados de la administración municipal
(policía, mercado, juegos públicos, etc.).
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Pretores: al principio hubo sólo un pretor. Era la magistratura con la función de administrar justicia. A partir de 241
a. de C. se eligieron dos pretores: urbanus, encargado de dirimir los pleitos entre ciudadanos; y peregrinus, encargado
de los pleitos entre extranjeros o entre un ciudadano y un extranjero. Al aumentar el número de provincias también
aumentó el número de pretores, hasta dieciséis en tiempos de Julio César.
Cónsules: fueron los magistrados con más poder de la república romana. Poseyeron poderes civiles y militares:
reclutaban y dirigían el ejército, convocaban y presidían el Senado y las Asambleas, eran los principales ejecutores de
las decisiones del Senado y del pueblo. Al salir del cargo, iban a gobernar una provincia como procónsules. Censores:
en un principio fueron solamente patricios, pero a partir del 367 a. de C. uno de ellos pudo ser plebeyo. Se elegían
cada cinco años entre los que habían sido cónsules, y permanecían en su cargo el tiempo necesario para cumplir su
misión, sin poder sobrepasar los dieciocho meses. Sus funciones fueron: confección del censo de los ciudadanos,
vigilancia de las costumbres y redacción de la lista de los senadores.
Las funciones de los magistrados que no formaban parte del cursus honorum fueron las siguientes:
Tribunos de la plebe: su misión principal fue la defensa de la plebe frente a los abusos de los magistrados, sirviéndose
del ius intercessionis o derecho de vetar las decisiones de los magistrados.
Dictador: en casos de extrema gravedad se designaba un dictador con plenos poderes civiles y militares por un
período de seis meses. En la última época de la república no se nombraron ya dictadores, sino que se otorgaba a los
cónsules el poder supremo.
LOS GERMANOS.
Los primitivos pueblos germánicos elegían a los jefes de las tribus en “asambleas nacionales” de los hombre libres, y
las cuestiones locales de cada ciudad o cantón eran resueltas por “asambleas locales”.
Con la aparición de la monarquía en los distintos pueblos desaparece la “asamblea nacional”, pero subsisten las
“asambleas locales”, con funciones más amplias: Sancionaba leyes, aplicaba la justicia, trataba los asuntos
relacionados con la guerra y la paz.
Esta organización representativa cambia fundamentalmente con el transcurrir del tiempo, al instaurar la monarquía
“absoluta” el monarca aparece como “representante” de la voluntad divina.
EDAD MEDIA.
La “representación” tenía otro significado, pues en ella no era el individuo la “unidad básica del sistema, sino que
eran los distintos Estados” o “grupos de interés” (Iglesia, Nobleza y Burguesía), los que estaban “representados” ante
el monarca.
Sus votos actuaban ante el rey en “representación” del “estado” o grupo al que pertenece, en las asambleas.
Las asambleas políticas de determinados países europeos actualmente llamadas Dieta variaron su denominación a lo
largo de la Historia. En algunos de estos países, la Dieta reunía a los distintos estratos sociales (nobleza, clero,
burguesía, etc) con el rey, como en los estados-generales de Francia, o las Cortes en Portugal.
Las asambleas del Sacro Imperio Romano Germánico recibían la denominación de Reichstag (Dieta Imperial) Uso
actual: En algunos países democráticos, el poder legislativo (o una de sus cámaras) recibe el nombre de Dieta, por
ejemplo:
Los antecedentes del “constitucionalismo” moderno arrancan de la Inglaterra de la Edad Media, en 1215, cuando el
Clero y los barones ingleses consiguieron del Rey Juan sin Tierra una “Declaración” conocida con el nombre de “Carta
Magna”.
Este instrumento tenía por principal objeto preservar los privilegios de la Iglesia y la Nobleza limitando al mismo
tiempo el poder del monarca; pero también surge el efecto de bienestar a otros sectores de la población.
La carta de Derechos (“BilI of Rights”), de 1689, que marca la superioridad del Parlamento frente al Rey, al negarle a
éste facultades para suspender las leyes y crear impuestos sin autorización del Parlamento.
Después de la Revolución Francesa, que abolió el absolutismo se restableció y perfeccionó el régimen representativo.
Con posterioridad a la Revolución Francesa, vuelve a sufrir un eclipse el sistema representativo; es con motivo de la
formación de la Santa Alianza, que pretende reconstruir las monarquías abolidas por la Revolución.
Pero transcurridos algunos años y desechada la idea absolutista en la mayoría de los países, se impusieron los ideales
de las Revoluciones Americana y Francesa. El sistema representativo se afirma y desarrolla. SIn embargo, en el
periodo de tiempo que sigue a la 1° Guerra Mundial, con la aparición del comunismo en Rusia, del fascismo en Italia,
y el nazismo en Alemania, la “representación democrática” desaparece y es reemplazada por el “totalitarismo”. El
Totalitarismo es la vigencia de un solo partido, sin posibilidad de oposición de quienes disientan con éste y absorción
por el Estado de todas las actividades del individuo. Las características de estos cambios de gran resonancia mundial
es que llevan aparejados la implantación de formas de gobiernos “no democráticas”.
Primeramente en Rusia, con el triunfo de los Bolcheviques o comunistas, se crea la “Unión de Repúblicas Soviéticas
Socialistas”, como reacción al Régimen de los Zares Rusos, proponiéndose el Comunismo como Sistema, siguiendo las
doctrinas de Karl Marx y de Lenin.
Unos años después —en 1922-, triunfa el “fascismo” bajo la dirección de MUSSOLINI e Italia se convierte en un
“Estado Corporativo”.
Más tarde en 1933, triunfa el “Nacional-Socialismo” en Alemania, bajo la conducción de ADOLF HITLER,
proponiéndose la reconstrucción de la Alemania destruida y el dominio de la raza alemana, que para no desaparecer
debe mantenerse “pura”, es decir, no mezclarse con las “razas inferiores”.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En cuanto a las causas del avance de estos regimenes totalitarios, reiteramos que a nuestro criterio, se debe a una
“reacción radical e irracional” ante los problemas que padecían dichos países (hambruna, economía destrozada,
exclusiones sociales, etc.), que sabemos son caldo de cultivos para los extremistas, que después, fueron “atraídos” en
los otros países de Europa (España, Portugal) y en América (Argentina, chile, Uruguay, Paraguay, etc.), que en nada
solucionaron los problemas, al contrario, han dejado en “terapia” a los países, coincidiendo la década del 8090 del
siglo pasado como “época de recomienzo de la era democrática”.
Los ingleses que arribaron a las costas de América del Norte en el histórico barco “Mayflower”, fue el primer
contingente de colonizadores de esa nacionalidad.
No fueron enviados ahí por su gobierno ni contaban con apoyo oficial; eran peregrinos que huían por razones
religiosas y políticas de un gobierno que consideraban opresor. No eran aventureros o buscadores de fortuna; eran
hombres que ocupaban una mediana posición social y tenían con que vivir en su patria.
Eran hombres de costumbres austeras y gran apego al trabajo, se trasladaron a América con sus familias y útiles de
labranza. Desde un comienzo contaron con una Asamblea Legislativa, con poderes similares al Parlamento Inglés, con
jueces que cumplían su misión con absoluta independencia y con gobiernos designados por las Compañías
colonizadoras
Como poseían unidad racial, religiosa y cultural (Los Blancos puritanos), y además traían consigo iguales tradiciones
políticas, sociales y económicas, la implantación del régimen “representativo” basado en el principio de la “igualdad
política” no fue difícil
Así aparecen las Cartas de Rhode Island y de Connecticut, verdaderas constituciones escritas, a las que sigue la famosa
CONSTITUCIÓN DE VIRGINIA, DE 1776, en la que se expresa que “TODO PODER RESIDE EN EL PUEBLO” y, por
consiguiente, de él se deriva; que los magistrados (gobernantes) son sus representantes y servidores; que el gobierno
debe ser instituido para el beneficio común, etc.”
Sin embargo, aclaremos, que solo LOS BLANCOS accedían a los cargos, mientras los INDIOS eran aniquilados, aislados
y perseguidos, y los NEGROS eran los esclavos —sin derecho alguno- que después de la independencia se tuvo que
recurrir a la Guerra Civil, para levantar el régimen de esclavitud, y recién pasados la mitad del Siglo XX, los negros
empiezan a ser “respetados” en sus derechos, que de hecho sigue siendo una lucha hasta hoy día, atendiendo a la
resistencia de los “blancos” de considerar iguales a los demás (negros, latinos, asiáticos, etc.) , basta decir que hasta
hoy día EE.UU no ha tenido un presidente de raza negra. Por ello que Barak Obama (Primer Pdte. Negro de los
EE.UU., electo en 2008), desde todo punto de vista constituye una revolución política/cultural para el país del norte.
En la América colonizada por españoles y portugueses, en cambio, el aporte humano que representaban los
conquistadores era muy distinto al de la colonización del Norte: Eran enviados de gobiernos (monarquías)
absolutistas, que corrían la gran aventura de buscar oro y riquezas, afán que los llevó a explorar los confines del
Continente, sojuzgar y destruir imperios milenarios (como el de los Incas y los Aztecas) fundar ciudades, explotar a
los indígenas, difundir el cristianismo y la cultura hispánica, y establecer cierta forma de gobierno “representativo”
limitado. Estos eran los Cabildos o gobiernos municipales de gran importancia en la vida política y social de la colonia.
Los “Europeos” y sus Criollos, se representaban en los CABILDOS. Los integrantes de los Cabildos eran designados por
los Gobernadores, eligiendo a las personas más respetables de la comunidad: escribanos, comerciantes, hacendados,
propietarios, etc. pero más de una vez América vio instalarse “Cabildos Abiertos” verdaderas Asambleas Populares
que se congregaban para resolver asuntos de gran trascendencia: Como el
Cabildo Abierto de Asunción, sostén de la Revolución de los Comuneros dirigida por ANTEQUERA, y MOMPOX.
Este tipo de representación volvió a surgir en Europa después de la primera guerra mundial, con la implantación del
“fascismo” en Italia. “Cada corporación designaba a sus representantes “.
Estas doctrinas políticas —el fascismo principalmente- sostienen que, para una verdadera y auténtica
“representación”, no basta que ésta se base en una “igualdad abstracta” de los electores, como ocurre con el sistema
de “partidos políticos”.
Pues un determinado Partidos X designa una “lista de candidatos”, integrada por personas que ejercen las más
variadas actividades, pudiendo predominar en ellas los intelectuales, o los trabajadores, o los comerciantes, pero sin
proporción adecuada a la función que desempeñan en la colectividad.
Para evitar esta ficticia “representación” —dicen., lo mejor seria que los individuos pertenecientes a los “gremios” de
que forman parte elijan a “sus” representantes.
Estos “gremios” son los grandes grupos sociales que forman la comunidad, cuyo conjunto constituye el Estado. Por
ejemplo: los trabajadores, los intelectuales, los profesionales, los agricultores, etc. en síntesis: los que se propone es
la “representación funcional”, es decir, tienen “representación” en el gobierno del Estado los individuos, según sea la
“función que desempeñan” dentro del mismo.
Así, el obrero representará al obrero, el intelectual al intelectual, el agricultor al agricultor. Lo que se pretende
eliminar es que el “político profesional” “represente” indebidamente a sectores de la población con las que ninguna
vinculación mantiene
Posteriormente, fue derogada esta prohibición y, en Francia y toda Europa se impuso el principio de la
“libertad de asociación” y así nacieron las modernas corporaciones, con sus características propias. El corporativismo
admite dos divisiones:
1- Corporativismo libre: es aquel en que las corporaciones se organizan espontáneamente, como grupos
profesionales de la vida social, sin sujetarse a determinada ideología política. Están amparadas por la “libertad de
asociación” que impera en las democracias representativas.
2- Corporativismo político: es aquel en que las corporaciones son organizadas por el Estado, siendo obligatorio
el ingreso de las mismas de los individuos de tal o cual profesión u oficio. Esta agremiación obligatoria -generalmente
con fines políticos-, atenta contra la “libertad de asociación”.
El Estado fascista se autodenomina Estado Corporativo, porque la estructura del mismo descansaba sobre las
corporaciones organizadas y controladas por el Partido Fascista.
“El Estado Corporativo Fascista es un Estado que concentra, controla y armoniza al mismo tiempo los intereses de
todas las clases sociales y al mismo tiempo las protege” (MUSSOLINI). Dentro del Fascismo como es obvio, no tenía
cabida ni era permitido el corporativismo “libre”, que sólo puede tener vida en los sistemas democráticos donde rige
el principio de la “libertad de asociación”.
En nuestro país, se ha implantado de alguna manera, el sistema corporativista, primeramente con la Constitución de
1844 (integrados por el Prelado Diocesano, dos Jueces y tres ciudadanos elegidos por el Presidente), que justamente
por los regímenes autoritarios- de la tercera República.
Asimismo, vuelven a ser implementado, tratando de legitimar el poder autoritario que ostentaba el ex Presidente
Estigarribia y el poder Totalitario de Stroessner, en donde si bien se mantenía un Parlamento decorativo como poder
de “representación del pueblo”, que prácticamente este poder no sesionaba. En la era de Stroessner tampoco
reflejaba la real representación del pueblo, siendo los legisladores, con excepción de la oposición, simples
colaboradores del Poder Ejecutivo.
de la “supremacía del Derecho” y de que “toda la vida del Estado está basada en el Derecho”. Este clima favorable a
la “constitucionalización” de los Estados fue eficazmente alentado por la “ciencia jurídica”; dos de sus más altos
exponentes —KELSEN en Austria y PREUSS en Alemania-, intervinieron en la redacción de las Constituciones de sus
respectivos países.
Además, la “democracia política” se alertó ante el triunfo del comunismo en Rusia, y entonces se buscó la forma de
“racionalizar el poder”, a fin de enfrentar los “requerimientos de justicia” que afloraban en todas partes.
Pero no todo era favorable al constitucionalismo: El surgimiento del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania
dieron paso al “autoritarismo” destruyendo sus respectivos regímenes constitucionales, lo que en doctrina se
denomina la DESCONSTITUCIONALIZACION, o gobierno sin constitución o regla fundamental de convivencia política,
prevaleciendo los cánones o dictados del líder.
A finales de la Segunda Guerra Mundial se hace visible una tendencia que marca el resurgimiento del
constitucionalismo, pero no ya en base a una democracia “liberal” sino de la democracia “social”.
Los movimientos Sociales, sindicales, desarrollados a fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX, buscaron una
reivindicación de los sectores populares, como ser el derecho al trabajo y a la seguridad social, que se reflejaron en
la Constitución de México de 1917 y de Alemania de 1919, conocida como de la Ciudad de Weimar que
posteriormente fueron seguidas por casi todos los países, dando nacimiento al ESTADO SOCIAL DE DERECHO, tratando
de hacer más real la constitución, “adaptar a la realidad” y buscar el reino de la justicia, mas que la simple
formalización jurídica.
Nuestra Constitución de 1870 y la de 1940 (Carta Política de 1940), incluye los principios sociales, declarando que el
estado regulara la vida económica, podrá limitar la extensión de la propiedad privada, y el reconocimiento de los
derechos sociales como la salud, la educación, tierra propia, entre otros, como deberes fundamentales del Estado,
entre otros derechos y garantías. Así también, la CN. de 1967, se declara de contenido “social”; contiene “avanzadas”
normas sociales, económicas y políticas; como la “reforma agraria”, el “bien de familia”, los derechos de los
“trabajadores”… Y finalmente la de 1992, establece que la República del Paraguay es un Estado Social de Derecho, y
mantiene los citados derechos fundamentales del hombre.
Casi todas ellas, obedeciendo a las necesidades de los tiempos o a contingencias políticas, han sufrido sustanciales
modificaciones.
Así la Constitución Mexicana de 1917, ha influido en los demás países latinoamericanos para INSERTAR
LO SOCIAL EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL, tal como proclamara el Mcal. Estigarribia, que “la democracia debe dejar
de ser exclusivamente política para ser también económica y social”.
También, influyeron las ideologías totalitarias surgidas en Europa, que en América cono sin constitución se han
implantado en las distintas dictaduras de derecha o izquierda.
Para fines de la década del 80 y comienzos de los 90 del siglo pasado, volver a la ERA DEMOCRATICA, en donde
nuevamente los países volvieron a cambiar de constitución para regular esta vez en beneficio de la democracia...
siendo la mayoría de corte neoliberal.
En los primeros años del Siglo XXI, en algunos estados se han cambiado (Venezuela) y otros están en pleno proceso,
hacia el Socialismo de corte cuasi marxista, como ser Bolivia y Ecuador (2008). Quedando la región americana en este
siglo por ende en la disyuntiva de: Mantener una constitución de corte neoliberal o por lo menos, social moderada, o
adoptar una constitución socialista radicalizada al estilo del régimen venezolano— Chavista.
Igualmente, en cuanto a la forma de gobierno quedan dos sistemas a seguir, la PRESIDENCIALISTA con más poderes
al ejecutivo, para garantizar una supuesta estabilidad, o el parlamentarismo como método de evitar el resurgimiento
de la dictadura, otorgando el “poder” al parlamento, de composición más proporcional, por ende, de mayor
legitimidad ciudadana.
Se lo considera el segundo precedente de la Constitución Nacional, por su origen, no ha nacido de una convención
nacional constituyente, que garantiza los derechos civiles y políticos del ciudadano, tampoco se organiza todavía los
poderes del estado, etc., al mantenerla concentración arbitraria en los Cónsules.
En donde se designan CONSULES a Don CARLOS. A. LOPEZ y a MARIANO R. ALONSO, que también consideramos como
un bando más, esta vez proveniente de un “congreso” o asamblea de ciudadanos, pero que han legitimado al gobierno
de esa forma, más aun, atendiendo a que en los sucesivos congresos (acta de independencia de 25 de noviembre de
1842, resolución del Congreso de 28 de noviembre de 1842, se aprueban “todos los actos del gobierno” entre otras
consideraciones, como por ejemplo prohibir la libertad de culto en nuestro país, lo que demuestra la arbitrariedad de
la norma).
La Constitución de 1844.
Se la considera como la Primera Constitución Nacional con el nombre de “LA LEY QUE ESTABLECE LA ADMINISTRACIÓN
POLITICA DEL PARAGUAY DE 1844”: Fue sancionada por el Congreso General de 1844, siendo Presidente don CARLOS
ANTONIO LOPEZ.
Organiza la estructura del estado (Poder Ejecutivo—ejercido por el Pdte. por 10 años, Poder Legislativo— ejercido por
los Diputados convocados cada cinco años- y el Poder Judicial—ejercido por los Tribunales y Jueces), asimismo,
decreta las Ordenanzas Generales o Derechos y deberes de los individuos, si bien en forma escueta — y con poderes
arbitrarios y de carácter exclusivo del Presidente, constituye un ensayo como
“Primera Constitución del Paraguay”.
Según los autores, este Estatuto político y Administrativo, no se ocupaba de los derechos y garantías de los habitantes,
pero sí establecía la división clásica de los poderes, sin asegurar la independencia de cada uno para la efectividad de
sus propias funciones. El único poder efectivo y fuerte era el Ejecutivo por investir atribuciones ilimitadas, soberanas.
De aquí que resultaba ilusoria la división y un mito la supuesta armonía de dichos órganos. Fue reformada en 1856,
para posibilitar la elección de militares como presidente, reducir la edad a 30 años y con la posibilidad de que el
Presidente a su muerte y al mejor estilo monárquico designe un sucesor “en un pliego cerrado”, con el fin de dar
acceso de Francisco S. López, como sucesor del Presidente Carlos A. López ocurrido en 1862.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Si bien no es la vía de cambiar o reformar la Constitución anterior, la misma tiene como antecedente el
Decreto Plebiscitario del 19 de febrero de 1936, dictado por los “Revolucionarios Febreritas” en donde se establecía
que respetada en su espíritu”, o sea, tácitamente derogada y reemplazada por los “bandos de los Febreristas”, y que
con el Decreto No. 152, de fecha 10 de marzo de 1936, firmado por el Pdte. Rafael Franco en donde comunica que la
REVOLUCION SE (DENTIFICA CON EL ESTADO PARAGUAYO,
se declaraba muerta la Constitución Nacional vigente, que con el Gobierno de Félix Paiva fue restablecida, pero el
germen del “Autoritarismo” ya se había instalado en el país.
Siendo así, al asumir ESTIGARRIBIA la primera Magistratura e instalado el virus del autoritarismo en el
Paraguay el 18 de febrero de 1940, por DECRETO NO. 01 asume la Plenitud de los poderes del estado Paraguayo (ante
la autodisolución del Parlamento), por el tiempo necesario, aunque declara subsistente los derechos y garantías
individuales y el funcionamiento del Poder Judicial, comprometiéndose a convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente, empero, en fecha 10 de julio de 1940, por decreto declara en vigencia la Constitución Nacional,
redactada por una “comisión redactora”, y somete al veredicto del Pueblo (plebiscito el 04 de agosto de 1940 y jurada
el 15 de agosto de 1940), “legalizándose” de este modo la nueva CARTA POLÍTICA que se imponía como constitución
de tipo fascista.
En su contenido incluye los principios sociales, declarando que el estado regulara la vida económica, podrá limitar la
extensión de la propiedad privada, y el reconocimiento de los derechos sociales como la salud, la educación, tierra
propia, entre otros, como deberes fundamentales del estado.
El Poder Ejecutivo será ejercido por un Presidente que dura cinco años en sus funciones y podrá ser reelecto por un
periodo más. Establece la figura del Consejo de Estado como órgano permanente prácticamente en reemplazo del
parlamento- ambos (cámara de representantes y Consejo de estado) pueden ser disueltos por el Presidente de la
Republica. El Poder Legislativo pasa a ser unicameral que se reúne solamente desde 01 de abril hasta el 31 se agosto
de cada año. El Poder Judicial, será ejercido por la Corte Suprema compuesta por tres miembros y el Tribunal de
Cuentas y demás Tribunales y Juzgados.
Ella se caracteriza por su contenido social y progresista consagrando “efectivos” derechos sociales, políticos y
económicos, (en la teoría), y mantiene el tinte autoritario del anterior, otorgando amplios poderes al Presidente de la
República (que por poco no establecieron con nombre y apellido a favor del Gral. Alfredo Stroessner).
El Poder Ejecutivo podía decretar el estado de sitio, disolver el parlamento, duraba cinco años en su periodo con
posibilidad de ser reelecto por un periodo más, que con la triste reforma -practicada por el Partido Colorado en 1977
(Sin acompañamiento de los otros partidos)- se estableció la reelección indefinida permitiendo al Dictador legitimar
su régimen, además, mantuvo el Consejo de Estado. El Poder Legislativo volvió a ser bicameral, que sesionaba
desde el 01 de abril hasta el 20 de diciembre de cada año. (No existía el sistema de representación proporcional sino
que el que ganaba —el partido colorado- se llevaba la mayoría de dos tercios, por lo que en nada se le podía controlar
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
al Presidente). El Poder Judicial ejercido por una Corte Suprema de Justicia, integrada por no menos de cinco
miembros, y por los demás tribunales y juzgados.
En líneas generales, consagra el Estado Social de derecho y como forma de gobierno adopta la democracia
representativa, participativa y pluralista. Se reconoce amplios derechos individuales, sociales y difusos, adelantándose
a otras Constituciones como la de Argentina (que en su reforma de 1994 adoptó varias modificaciones siguiendo el
modelo paraguayo). Mantiene la división tripartita de los Poderes del Estado, esta vez, de manera más real.
El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente y Vicepresidente, que duran cinco años en sus mandatos y no
pueden ser reelectos. El Presidente, no puede disolver el parlamento, tampoco puede decretar el estado de excepción
a su antojo. El Poder Legislativo se mantiene Bicameral y con facultades de someter a Juicio Político al Presidente
de la República, a los miembros de la Corte y otros altos funcionarios. El Poder Judicial es ejercido por Nueve
miembros que llevan el Titulo de Ministros, y demás tribunales y juzgados.
Como forma de despolitizar la designación y remoción de los miembros del Poder Judicial se crea el CONSEJO DE LA
MAGISTRATURA; como órgano colegiado encargado de seleccionar en terna a los candidatos (empero, la designación
de los miembros de la CSJ y el Fiscal General del Estado sigue dependiendo de la bendición del Presidente de la
República); se crea el JURADO DE ENJUICIAMIENTO como institución encargada de enjuiciar —y eventualmente
destituir- a los demás magistrados de rangos inferiores, que caen en mal desempeños de sus funciones o cometen
hechos punibles.
También se ha creado otros organismos extrapoderes — comisionados parlamentarios— como ser la Defensoría del
Pueblo, la Contraloría General, y otros, pero sin mayores facultades, que puedan influir por sobre los demás poderes
principalmente pero con roles administrativos que pueden influir en una sociedad democrática en construcción. La
Constitución del 92, en general, se puede definir como “Presidencialista con control parlamentario”. Ningún
antecedente nacional tuvo un régimen político con un Congreso tan activo y distante al modelo de 1940 y 1967.
Congreso que goza de notables competencias de control sobre el Ejecutivo. Está en camino intermedio entre el
Presidencialismo al estilo norteamericano y el parlamentarismo europeo. Posiblemente allí, radique uno de sus
problemas, al dificultar la gobernabilidad institucional y no prever mecanismos de solución a los inevitables conflictos
de poderes que suscita este modelo político. Sobre el tema volveremos más adelante y aportaremos ciertos
mecanismos de control que deben recaer sobre los parlamentarios.
a- La que acepta que “Gobierno” es ejercido por el conjunto que forman las funciones legislativas, ejecutivas y
judiciales, que tiene a su cargo todas las funciones del “Poder estatal”; y b- La que considera como “Gobierno” sólo
al Poder Ejecutivo.
Pero, aún comprendiendo en el concepto “Gobierno” el ejercicio de las tres clásicas funciones del poder legislativo,
ejecutivo y judicial-, la verdadera “función gubernativa” se halla en el Poder Ejecutivo.
Si se acepta este criterio restringido, de que el “gobierno” lo ejerce el Poder Ejecutivo, puede distinguirse dos tipos
de organización del mismo: El tipo “presidencial” y el sistema “parlamentario”.
El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente del Estado. Generalmente lleva el Título de Presidente de la República.
Según el ordenamiento constitucional de los países, se establecen específicamente sus “atribuciones”, siendo carácter
común de este sistema:
El Jefe del Ejecutivo gobierna secundado por “Secretarios del Estado”, también llamados “Ministros” en algunos
países.
El Presidente designa a sus Secretarios o Ministros libremente, al igual que a los jefes o directores de los diferentes
organismos estatales. Estos son responsables de sus actos ante el Presidente.
La designación del Presidente de la República se da a través del voto, sea directamente (Paraguay, Argentina, Brasil,
Uruguay, etc.), o a través de una elección de compromisarios (delegados), como el caso de E.E. U.U., pero no por los
parlamentarios.
Lo más significativo del sistema “presidencial”, es que el titular del Poder Ejecutivo actúa con independencia del Poder
Legislativo, o sea, aún teniendo minoría en el parlamento igual puede gobernar.
Por lo que: “El gobierno no está obligado a renunciar o no cae aunque tenga minoría en el parlamento”, y el Jefe del
Ejecutivo, es decir el Presidente, no puede ser removido del cargo por seguir una política diferente a la que desean
los miembros del Parlamento.
Salvo, los casos como en la actualidad, las constituciones democráticas contemplan o establecen la posibilidad de ser
removido, sea por medio del JUICIO POLITICO a cargo del Parlamento, o como en otros países por la vía de la
REVOCATORIA POPULAR a través del voto. Existe separación de los Poderes del Estado, esta independencia de
poderes no es de carácter “absoluta”. Por ejemplo, en los Estados Unidos, al igual que los estados democráticos
modernos, que teniendo sistema “presidencial”, el Presidente necesita el consentimiento del Senado para realizar
determinadas gestiones: Enviar soldados al exterior, decretar la movilización, designar miembros de la Corte Suprema,
etc.
En síntesis, hay una “separación” entre el Ejecutivo y el Legislativo, que sin ser absoluta, es bien notoria y permite al
Presidente realizar gran parte de su gestión gubernativa sin interferencias del Parlamento.
Es la forma de gobierno en la que el presidente es la figura central, que dirige el gobierno o poder ejecutivo. Es elegido
de forma directa por sufragio universal y concentra en un único cargo los poderes de jefe de estado y jefe de gobierno.
SISTEMA PARLAMENTARIO
Hay países —como Inglaterra, Italia, Holanda, etc.- donde la función “ejecutiva” la ejerce el “Jefe de Gobierno” o el
“Primer Ministro”, y no el monarca o presidente, que “reinan pero no gobiernan”.
Es decir, los reyes y príncipes representan al estado, mantienen el derecho de otorgar títulos, dignidades, o actuar
como depositario de las tradiciones nacionales, etc., pero el gobierno o función ejecutiva ejerce el jefe de gobierno,
y generalmente presentan los siguientes caracteres:
El Jefe de Gobierno, generalmente es denominado Primer Ministro (Ej. Inglaterra), Canciller (Ej. Alemania), o
Presidente de estado (Ej. España).
El Jefe de Gobierno designa a los miembros de su “gabinete” y el Parlamento debe darle su aprobación. La gestión
gubernativa del Jefe de Gobierno es controlada por el Parlamento, lo mismo que la de los miembros de su “gabinete”
(Secretarios o Ministros).
El Jefe de Gobierno es como un Agente del Parlamento.
Si el Parlamento pronuncia un voto de “censura” a la política del Gobierno, éste debe renunciar en pleno. A veces la
“censura” sólo afecta a uno de los Ministros, quien debe renunciar.
Por lo que existe una estrecha conexión entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, “primando el parlamento sobre
el ejecutivo”, buscando de igual manera “el equilibrio entre ambos Poderes”, pues, si el Poder Ejecutivo disuelve el
Parlamento debe llamar al mismo tiempo a elecciones y dependerá de las resultas del sufragio.
En algunos países ha dado resultados positivos, como en Inglaterra; en otros en cambio, como ocurrió en Francia
durante mucho tiempo, las continuas crisis de gobierno dificultaron gravemente la normal administración del país. A
partir de 1958, con las reformas introducidas por el gobierno del General De Gaulle, el sistema deja prácticamente de
ser parlamentario.
En Italia, sin embargo, las crisis políticas se suceden con frecuencia, a veces se ha demorado varios meses para formar
un nuevo Gobierno, pues no todos los propuestos cuentan con apoyo parlamentario, pero la tónica está, en que, no
puede formarse un gobierno si no tiene mayoría (propia o a través de alianzas).
De todos modos, el sistema ayuda a que haya concesiones y negociaciones permanentes entre los actores políticos,
evitando de este modo actitudes fundamentalistas y radicales. Por lo que desde este punto de vista, el sistema
parlamentario es más democrático que el presidencialismo y exige mayor cultura política.
El sistema supone el Pluralismo o existencia de varios partidos políticos (chicos y grandes), además para la
conformación del gobierno —casi siempre- exige alianzas de los partidos políticos entre si para tener mayoría, por lo
que, todos tienen derecho a participar en el gobierno.
Fomenta la tolerancia, los acuerdos macros, a diferencia del presidencialismo que es proclive al caudillismo y tiende
siempre hacia la dictadura. Así, no se ha de creer que los dos tipos de organización de los gobiernos sean los únicos.
En América, principalmente, no rige uno ni otro de modo absoluto.
Si bien predomina el sistema “presidencial”, lejos está de significar que se produzca por ello la total “separación” entre
las funciones “ejecutivas” y “legislativas”.
En los Sistemas Presidenciales, las Constituciones autoritarias —como la de Venezuela Bolivariana - siguen facultando
al presidente “disolver” el parlamento, y limitan un eventual enjuiciamiento del titular del ejecutivo; por lo que se
observa en ellas fuerte dosis de presidencialismo
Las Constituciones —como la Argentina, Paraguay y todas las demás de índole m*I democráticas- prevén la posibilidad
de que el Presidente sea “enjuiciado” por el
Congreso, en los casos previstos por la Constitución, por lo que se observa una suerte de “aspiración” hacia el
parlamentarismo, más todavía cuando no se faculta al titular del ejecutivo disolver el parlamento.
El Juicio Político es un sistema de control que ejerce el pueblo —indirectamente — para zafarse de los malos
gobernantes. La CN prevé en su Artículo 225.- el procedimiento por el cual: El Presidente de la República, el
Vicepresidente, los ministros del Poder Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de
Justicia, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el Subcontralor y
los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal
desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes
LA CONSTITUCIÓN PARAGUAYA DE 1992, restituye esta figura ya establecida en la Carta Magna de 1870, pero que la
Carta Política de 1940 y la Constitución de 1967, han “suprimido” y al mismo tiempo, facultaban al Presidente de
disolver el parlamento.
Por suerte hoy día se le priva al Poder Ejecutivo (de disolver el parlamento como forma de acallar las críticas y el
control) y al mismo tiempo se restablece este Instituto de significancia importantísima para la buena marcha de la
democracia (así no hace falta recurrir a los “golpes de estado”, “cierres de ruta”, “barricadas”,
“piqueteros”, “movilizaciones masivas”, etc.), para destituir al gobernante incapaz o delincuente y volver a la
normalidad y legalidad”, sino basta que haya voluntad política de los parlamentarios.
Los derechos humanos y libertades fundamentales nos permiten desarrollar y emplear cabalmente nuestras
cualidades humanas, nuestra inteligencia, nuestro talento y nuestra conciencia y satisfacer nuestras variadas
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
necesidades, entro ellas las necesidades espirituales. Se basan en una exigencia cada vez mayor de la humanidad de
una vida en la cual la dignidad y el valor inherentes de cada ser humano reciban respeto y protección
La negación de los derechos humanos y libertades fundamentales no es solo una tragedia individual y personal, sino
que además crea condiciones de intranquilidad social y política, al lanzar semillas de violencia y de conflictos entre
las sociedades y las naciones y en el seno de cada una de ellas. Como dice en su mismo comienzo la Declaración
Universal de Derechos Humanos, “la libertad, la justicia y la paz en el mundo” se basan en el respeto de los derechos
humanos y de la dignidad humana.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es la proclamación internacional básica de los derechos
inalienables e inviolables de todos los miembros de la familia humana.
La primera Declaración de reconocimiento y protección de los derechos individuales, está contenida en a primera
Constitución de Virginia de 1776. En ella se reconocía y garantizaba a todos los miembros de la comunidad, los
derechos naturales a la vida, a la libertad, a la busca de la felicidad y el goce de la propiedad. Cabe destacar, que la
declaración contenida en la Constitución de Virginia, sirvió de inspiración a la
Convención Constituyente de la Revolución Francesa, para formular su famosa “Declaración ele los Derechos del
Hombre y el Ciudadano” en 1789. El proyecto fue presentado por LAFAYETTE, ciudadano francés que había luchado
en la Revolución Americana.
La declaración se proclamé en una resolución de la Asamblea General de 10 de diciembre de 1948 como el “ideal
común por el que todos los pueblos y naciones debe esforzarse” en el respeto de los derechos humanos. Enumera
múltiples derechos: civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, que posee la gente de todo el mundo.
Inicialmente, la Declaración Universal se concibió como una exposición de objetivos que debían alcanzar los gobiernos
y en consecuencia, no formó parte del derecho internacional obligatorio. Sin embargo, el que tanto Estados hayan
aceptado, le ha dado un considerable peso moral. Sus disposiciones se han citado como justificación de múltiples
medidas de las Naciones Unidas y han inspirado u utilizado en muchos convenios internacionales celebrado entre los
países.
En 1968 la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos convino en que la
Declaración constituía una obligación para los miembros: de la comunidad internacional. La Declaración también ha
ejercido una considerable influencia en las constituciones nacionales y las leyes nacionales y en algunos casos en
decisiones de los Tribunales.
La Declaración Universal de Derechos Humanos constituye también el primer segmento de la Carta
Internacional de Derechos Humanos, que comprende el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, adoptado por la Asamblea General en 1966, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(adoptado en 1966) y el Protocolo Facultativo de éste último Pacto (adoptado en 1966).
LIMITACION. En cuanto a las “limitaciones”, cabe decir que el principio generalmente aceptado es que pueden
ser ejercidos sin otras limitaciones que las derivadas del derecho de terceros. Lo que quiere decir que el derecho de
uno termina allí donde comienza el derecho del otro.
La Declaración Universal de Derechos Humanos afirma que el ejercicio de los derechos y las libertades de una persona
puede estar sometido a limitaciones que deben estar establecidas por la Ley. Pero, con el único fin de asegurar el
reconocimiento de los derechos de los demás y satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del
bienestar general en una sociedad democrática. Los derechos no podrán ser ejercidos para suprimir ninguno de los
derechos y libertades proclamados en la Declaración.
El Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales dice que los derechos enumerados en ese documento pueden
ser sometidos a limitaciones determinadas por la ley pero sólo en la medida compatible con la naturaleza de esos
derechos y con exclusivo objeto de promover el bienestar general en una sociedad democrática
Al contrario de lo que ocurre en la Declaración Universal y en el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
el Pacto de Derechos Civiles y Políticos no contiene ninguna disposición aplicable a todos los derechos de ese Pacto,
que autorice limitaciones a su ejercicio.
Sin embargo, varios artículos del Pacto establecen que los derechos a los que se refiere no estarán sometidos a
restricciones, salvo las previstas por la Ley y las que sean necesarias para proteger la seguridad nacional.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
El Pacto de Derechos Civiles y Políticos permite a un Estado limitar o suspender que pongan en peligro la vida de la
Nación y cuya existencia haya sido proclamada oficialmente. Esas limitaciones y suspensiones sólo se permiten “en la
medida estrictamente limitada a las exigencias de la situación” y nunca pueden entrañar discriminación alguna
fundada únicamente en motivos de raza color, sexo idioma, religión y origen social. Además, esas limitaciones o
suspensiones deben comunicarse a las Naciones Unidas.
Sin embargo, hay determinados derechos que no se pueden suspender ni limitar, ni siquiera en situaciones
excepcionales. Se trata de los siguientes: el derecho a la vida a la protección contra la tortura, a la protección contra
la esclavitud o la servidumbre, a la protección contra la prisión por deudas, a la protección contra las leyes penales
retroactivas, al derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica y a la libertad de pensamiento, conciencia y
religión.
1. El Acuerdo concertado entre Francisco 1, rey de Francia, y Harum Al Rachid, Sultán de Turquía, donde éste reconocía
el derecho de los cristianos a ser juzgados por sus propias autoridades (1535).
2. La resolución del Tratado de Westfalia, en que se reconoció la libertad de conciencia religiosa (1648).
3. El Tratado de París (1856), en donde se declaró que los Estados no deben establecer diferencias entre sus súbditos,
ni por razones de religión c razas, para que unos no queden en inferioridad de derechos en relación a otros
4. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Carta de Garantías Sociales, aprobadas en la
IX Conferencia Interamericana, realizada en Bogotá – Colombia, en abril de 1948.
5. La Declaración Universal de los Derechos. Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
en diciembre de 1948.
Los Pactos Internacionales de Derechos Humanos son tratados en los cuales los Estados Partes -es decir naciones que
han aceptado oficialmente aceptar sus disposiciones- se comprometen a respetar y a adoptar medidas para ello.
Hay dos de esos Pactos: el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos. Ambos fueron adoptados por la Asamblea General y abiertos a la firma en diciembre
do 1966, y ambos entraron en vigor en 1976.
En los Pactos se reconocen y definen con más detalle casi todos los derechos enumerados en la Declaración Universal
y además se trata de algunos mecanismos mediante el cual hay órganos de las Naciones Unidas que supervisan la
aplicación de los derechos protegidos por los Estados Partes. El Consejo Económico y Social (ECOSOC, organismo
internacional, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas) ha creado un Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, con el objeto de que examine los progresos realizados por los Estados
Partes en la aplicación del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. La aplicación del Pacto do Derechos
Civiles y Políticos se halla en manos de otro órgano de expertos independientes, que es el Comité do Derechos
Humanos.
Todas las personas residentes en los Estados que son Partes en os Pactos, o que están sometidas a la jurisdicción de
esos Estados, han de disfrutar do los derechos garantizados en los Pactos, sin distinción por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier c condición social.
El principio de la igualdad y la no discriminación no es solo básico de los Pactos, sino de todos los esfuerzos de las
Naciones Unidas por promover los derechos humanos.
El objetivo es que las obligaciones que contrae un Estado en virtud del Pacto de Derechos Civiles y Políticos se cumplan
en cuanto ese Estado pase a ser parte en el Pacto. En los casos en que esos derechos no estén ya previstos en la Ley,
el Estado se compromete a promulgar las leyes necesarias.
Sin embargo, el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, reconoce que la plena realización de los
derechos reconocidos en ese documento puede tener que lograrse a lo largo de un cierto periodo de tiempo, con
objeto de que se creen condiciones para facilitar la promoción de esos derechos. Por ejemplo, el derecho civil y
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
político al reconocimiento de la personalidad jurídica debe ponerse en vigor inmediatamente, Pero existen derechos
económicos, sociales y culturales, como el derecho a la educación, que deben perseguirse progresivamente, en la
medida que sean capacitados maestros y se construyan escuelas.
Las disposiciones de los Pactos obligan a Los Estados que los ratifican. Se prevé que los derechos reconocidos sean
Ley en esos Estados. Por ese motivo, los Pactos contienen medidas sobre el cumplimiento, es decir, disposiciones para
el examen internacional de la forma en que los Estados cumplen con las obligaciones que les imponen los Pactos.
Asimismo, los Estados Partes están obligados, en virtud de ambos Pactos, a informar periódicamente a órganos
internacionales acerca de las medidas que han adoptado, los progresos realizados y las dificultades con que hayan
tropezado en el cumplimiento de los Pactos.
LOS ELECTORES.
Son electores, los individuos que tienen derecho de votar para elegir a sus representantes (Convencionales,
Senadores, Diputados, Intendentes, Concejales u otros cargos electivos). También participan en la elección de
Presidente o de Jefe de Estado en los sistemas democráticos.
Los electores forman lo que se llama el “Cuerpo Electoral”, que es periódicamente convocado para decidir sobre una
cuestión vital para el Estado, corno sería un Tratado de Paz o un cambio de sistema político; en tales casos, el elector
actúa corno votante en un plebiscito.
Generalmente, la calidad de elector es un atributo de la ciudadanía que es la capacidad política del individuo. En
nuestro país, la ciudadanía se adquiere a loa 18 años de edad (asimismo, la capacidad civil o mayoría de edad). Las
constituciones modernas (como la nuestra) reconocen la calidad de elector a hombres y mujeres que hayan cumplido
18 años de edad y sean de nacionalidad paraguaya. Los extranjeros domiciliados en el país también pueden ser
electores, pero sólo con derecho a participar en las elecciones municipales.
Y este uso de la soberanía popular merece una especial atención, a los efectos de evitar tergiversaciones y/o
manipulaciones de la “voluntad popular”, debiendo por ende, crearse mecanismos e instituciones que hagan viable y
respetable la voluntad emanada del pueblo. En ese sentido, el SUFRAGIO, es considerado como la
EXPRESION DEL “PODER ELECTORAL”.
Los partidos políticos democráticos se componen de factores de ambos sexos, cualquiera sea su profesión u oficio,
sin distinción de clases sociales. Los partidos elaboran sus programas a desarrollar desde el Gobierno proponen listas
o nombres de candidatos para las distintas funciones electivas.
La “democracia representativa” es el sistema de gobierno adoptado por la mayoría de los países del mundo, con las
variantes aconsejadas por las necesidades políticas, sociales y económicas de cada uno de ellos. Así, por ejemplo,
existen Monarquías y Repúblicas donde impera la “democracia representativa”; algunas países adoptan el sistema
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
parlamentario “bicameral” y otros el “unicameral”, unos se manejan con el sistema “parlamentario” y otros con el
“presidencia’. etc.
La experiencia de la “democracia representativa’ en Europa y en América ha sido positiva, en su marco se han formado
y desarrollado naciones grandes y pequeñas: Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, Estados Unidos, Paraguay, Argentina,
Uruguay, Chile, Brasil.
REPRESENTACION SOCIALISTA
Hay que distinguir: si se trata de un régimen “socialista” no-marxista, como lo es un gobierno del “laborismo» en
Inglaterra o “social-demócrata» en Alemania Occidental, la “representación” se realiza por medios democráticos:
partidos políticos, elecciones libres, Parlamento, voto universal, igual y secreto. Pero si se trata de un régimen
socialista “marxista” Rusia, China, Cuba, etc. la “representación” está en manos de un sólo partido, no existe libertad
de pensamiento ni de elección: el elector debe votar obligatoriamente por la “lista única” que le impone el “partido
único”.
Además, ésta “representación” la otorga una sola clase el proletariado; las demás (si aún existen), no tienen derecho
al sufragio. A lo que hay que agregar: que sólo votan los afiliados al Partido dominante.
REPRESENTACION ECONOMICA
DUGUIT, LASKI y otros pensadores, han sostenido la teoría de la representación “gremial” o
“económica’, para reemplazar a la de carácter meramente “político” Esta teoría - marcadamente parecida al
“corporativismo”- postula que el sufragio debe organizarse de conformidad a los grupos económicos y culturales que
desempeñan una función útil y creadora en la sociedad.
Responde al propósito de que dentro del Estado, los gremios se constituyen en órganos de gestión de la economía,
del trabajo, de salud, de la cultura, etc., en su carácter de agrupaciones “técnicas” que entienden mejor los asuntos
que le atañen directamente. En síntesis, lo que se quiere no es sino una representación “funcional».
REPRESENTACION CORPORATIVA
Este tipo de representación surgió en Europa después de la primera guerra mundial, con la implantación del
“fascismo” en Italia. Las “corporaciones” estaban constituidas por individuos que ejercían una misma actividad:
trabajadores manuales o intelectuales, profesionales o artísticos.
Cada corporación designa a sus representantes. De esta manera, la “representación” tenía un carácter estrictamente
“funcional”, puesto que ella se establecía teniendo en cuenta la “función” que el individuo desarrollaba dentro del
Estado.
Y como sólo estaba permitido el Partido Fascista, no existía la posibilidad de que la representación fuera ejercida por
hombres de otras agrupaciones políticas.
Al respecto, todos sabemos que el derecho positivo de los Estados adjudica a los hombres una nacionalidad, y que
para eso adopta sistemas distintos y opuestos: unos otorgan la nacionalidad según el lugar donde se nace (Jus soli);
otros según la nacionalidad de los padres (Jus sanguinis), por lo que resulta fácil comprender que esta nacionalidad
depende del derecho estatal (Constitución y leyes), que se lo considera artificial o imperativa y no espontánea (No es
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
la nacionalidad sociológica que se adquiere espontáneamente sin sujeción a ninguna regulación jurídica). Por
consiguiente, esta nacionalidad, su estudio se encuadra al derecho constitucional positivo de cada Estado, y no dentro
del estudio de la ciencia política.
Para no confundirse con la nacionalidad a secas; la llamaremos “nacionalidad política”, y la conceptuaremos como
la situación jurídica de un hombre frente al Estado que le otorga dicha nacionalidad.
En síntesis:
la nacionalidad en sentido sociológico, o nacionalidad a secas, es un vínculo espontáneo que une a un hombre
con una nación, y que le hace ser miembro o parte de ella;
la nacionalidad “política” es artificial, depende de lo que el derecho positivo de cada Estado establece (la
Constitución y las leyes), y vincula a un hombre con un Estado (B. Campos).
Art. 149: La nacionalidad múltiple podrá ser admitida mediante tratado internacional o por reciprocidad de rango
constitucional entre los Estados de natural de origen y del de adopción.
Nuestra Constitución establece que una de las causas de “pérdida de nacionalidad” es la de “adquirir voluntariamente
otra nacionalidad”, pero también dispone que la “doble nacionalidad” podrá ser admitida mediante Tratados
internacionales.
La doble nacionalidad puede ser por distintas maneras, como por ejemplo: Una persona nació en un estado en donde
se consagre el Jus soli, Ej. Paraguay, pero sus padres provengan de donde rige el Jus sanguinis Ej. Alemania. O por
ejemplo, la persona 0pta por otra nacionalidad pero su legislación interna no prevé que pierda la nacionalidad
anterior en caso de adquirir una nueva.
Así, por más que aparentemente sea un hecho absurdo lo de la “doble nacionalidad” en la práctica se da, por lo que
el derecho internacional trata de regular como por Ej. Otorgando opción a la persona - para el cumplimiento del
deber de nacionalidad - el lugar donde se halle domiciliada, o el derecho de repudiar al llegar a la mayoría de edad, o
que la adquisición no tenga efectos retroactivo, una ves otorgada la nacionalidad.
Los extranjeros podrán obtener la nacionalidad paraguaya por naturalización si reúnen los siguientes requisitos:
1. Mayoría de edad.
2. Radicación mínima de tres años en el territorio nacional
3. Ejercicio regular en el país de alguna profesión, oficio, ciencia, arte o industria, y 4. Buena conducta, definida
en la ley
PODER EJECUTIVO: Órgano a quien está encomendada la ejecución de las leyes y el Gobierno del Estado.
Conforme al sistema constitucional de la división o separación “tripartita” de los Poderes del Estado ideada por
Montesquieu, a cada uno de éstos —Ejecutivo, Legislativo y Judicial- compete al cumplimento de aquellas “funciones”
que le asigna la Constitución o Ley Suprema del Estado. Y dentro de este ordenamiento, la actividad del Poder
Ejecutivo se divide en dos ramas: 1) Gubernativa o política; y 2) Administrativa.
Siendo así, puede afirmarse que el Poder Ejecutivo cumple una función preponderante que, en sentido restringido,
se denomina “gobierno”, de ahí su gran “significación Política”.
Art. 238: De los deberes y de las atribuciones del Presidente de la República. Son deberes y atribuciones de quien
ejerce la presidencia de la República:
Los “actos políticos y de gobierno” que realiza el Poder Ejecutivo le confieren a éste el carácter de primer motor del
Estado; de ahí que “gobierno” y “Poder Ejecutivo”, en la práctica y en la realidad, se consideran equivalentes.
En los Estados “Republicanos” de sistema “presidencial” el Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente que al mismo
tiempo viene a ser el Jefe de Estado (indistintamente Jefe de Gobierno). Este actúa secundado por varios Secretarios
de Estado o Ministros, que refrendan los actos del Presidente (por ejemplo: Un Decreto del Poder Ejecutivo debe ir
firmado por el Presidente y por el o los Ministros a cuya/s cartera/s interesa el Decreto). En los Estados
“Monárquicos”, y en los “republicanos” de sistema “Parlamentario”, el Poder Ejecutivo es ejercido por el Jefe de
Gobierno y/o Primer Ministro, designado por el Rey o Presidente generalmente en la persona del Jefe político del
partido que ha ganado las elecciones o a un político relevante para solucionar una crisis de gabinete, mientras el Rey
o Presidente de Estado se reserva la representación del estado como “Jefe de Estado”.
EL EJECUTIVO FASCISTA
Dentro del sistema “Fascista” —que se derrumbó en Italia durante la segunda guerra mundial, posteriormente en
España y Portugal, con ciertas modificaciones-, el Poder Ejecutivo es ejercido por el Jefe de Gobierno o por el Jefe de
Estado (como en España), con carácter “absoluto y dictatorial”.
En al “Fascismo” italiano, MUSSOLINI era a la vez Jefe de Gobierno, Jerarca máximo del Partido Fascista y Jefe Supremo
de las Milicias Fascistas.
A diferencia de los Jefes de Poder Ejecutivo de los sistemas “democráticos”, en los sistemas “totalitarios” (fascistas,
comunistas o falangistas), la duración del mandato del Jefe de Gobierno de Jefe de Estado no está limitada por la
Constitución o la ley, o crean todas las “condiciones” para que sea inamovible del cargo.
Ejemplo, como el caso de Stroessner en Paraguay, que “era Comandante de las fuerzas Armadas de la Nación” “Primer
afiliado y Presidente —Honorario- de su Partido Político” (ANR), y Presidente de la
República con amplias facultades de decretar el “estado de sitio”, “disolver parlamentos”, “nombrar directamente a
magistrados del Poder Judicial”, “clausurar medios de prensa”, “persecución a políticos opositores”, entre otros
medios utilizado para sostenerse en el poder Ejecutivo, por casi 35 años.
EL EJECUTIVO DEMOCRÁTICO
Todo lo que dijimos al comienzo de esta lección, es aplicable al poder ejecutivo de un Estado
“Democrático”.
Pero además podemos agregar, que una de las características del Ejecutivo Democrático, es la de ser de duración
“temporal” y “limitada”.
Si se trata de un sistema “presidencial”, el Jefe de Estado o Presidente ejerce sus funciones durante el periodo que
señala la Constitución, pudiendo o no ser reelecto según lo disponga ésta.
Generalmente en los Estados democráticos se prevén limitaciones a la posibilidad de reelección presidencial, como
ser: Admitiendo una sola reelección, o solamente tras haber transcurrido el intervalo de un periodo, o la necesidad
de renunciar unos seis meses antes de la elección, etc., tratando de este modo dar la igualdad de competencia a todos
los candidatos.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En los sistemas “parlamentarios”, los Jefes de Gobierno también tienen un periodo fijo, pero en cualquier momento
y con motivo de un voto de “censura” del Parlamento, puede producirse una crisis que acarree la caída del Gobierno
(Jefe del Ejecutivo y su Gabinete). Esto también puede ocurrir con motivo de unas elecciones parlamentarias
desfavorables al partido de gobierno.
EJECUTIVO DICTATORIAL
En primer lugar, vale lo que dijimos al tratar del Ejecutivo Fascista. Pero también puede darse casos de “ejecutivos
dictatoriales” en los sistemas “republicanos”, como con frecuencia ha ocurrido y sigue sucediendo.
Generalmente los ejecutivos “dictatoriales” son el producto de una revolución o de un golpe de Estado, el cual sigue
la instalación de un gobierno de facto.
Denominamos DICTADURA al régimen donde un una persona o un grupo de personas “reúne” todos los poderes del
estado. Otras veces, es el propio Jefe de Estado quien se convierte en dictador, “para resolver situaciones internas
críticas”, como lo hizo el Presidente Velasco Ibarra en el Ecuador, Fujimori en Perú, y otros de la actualidad que siguen
pretendiendo imitar al sistema fascista.
En Paraguay, nacimos y crecimos con gobiernos dictatoriales -de ahí nuestro atraso cultural, económico y político
La dictadura sea de derecha o de izquierda, sea del partido político que sea no construye ciudadanía; crea solo
fanáticos y aduladores. No fomenta la iniciativa propia y la responsabilidad. Hace que el país dependa de una sola
persona, quien al morir o caer deja el país sin rumbo, llevándole al pueblo tiempo y mucho esfuerzo recomponerse.
En cambio, la democracia aún con sus falencias otorga al ciudadano la posibilidad de poder encontrar sus propias
soluciones a los problemas sobre la base del consenso, diálogo y participación, lo que a la larga evita fanatismos y
fomenta la competencia y espíritu de desarrollo.
Por ello, podemos concluir con certeza —siguiendo al máximo escritor paraguayo Augusto Roa Bastos:
“Ninguna causa puede justificar y legitimar el despotismo, el dominio de una clase por otra o la opresión de la
sociedad en su conjunto, la férula de grupos, castas o del infaltable “Hombre Providencial”.
“Es cierto que el logro en Paraguay de la autarquía, la independencia y la autodeterminación se debió al régimen
dictatorial Francista en la primera mitad del siglo pasado (XX); el más austero que nuestras repúblicas conocieron
desde la emancipación. Aún así la sociedad paraguaya tuvo que pagarlo caro como una irreversible deuda de la
historia. Quedó marcada desde su nacimiento por el maligno signo del poder. No conoció jamás la democracia en su
plenitud de libertad y responsabilidad; es decir la libertad del hombre en sociedad, el hombre libre en sí pero
responsable ante los otros”. (Augusto Roa Bastos).
LOS MINISTROS:
El término Ministro proviene del latín “Minister”, que significa: Encargado de un servicio, jefe o titular de un Ministerio
del Estado.
Los Ministros o Secretarios de Estado son funcionarios designados por el Jefe del Poder Ejecutivo, para atender los
múltiples asuntos del Estado (relaciones exteriores, interior, hacienda, defensa, educación, obras públicas, comercio,
industria, agrícola, salud pública, etc.).
De acuerdo a la normativa nacional, para que un acto del Presidente o Jefe de Gobierno tenga plena validez - por
ejemplo- un Decreto debe estar “refrendado”, vale decir, también debe estar firmado por el Ministro correspondiente.
En los sistemas “presidenciales” los Ministros son responsables de sus actos públicos ante el Presidente; si alguna
determinación ha sido tomada “de acuerdo” entre los Ministros, cada uno responde “solidariamente”.
Los ministros, en los sistemas “parlamentarios”, son responsables de sus actos ante el Parlamento.
Los Ministros: Dirigen y son responsables de la gestión de sus ministerios. Tienen una doble condición: Son
responsables del ministerio sectorial y son miembros del gobierno.
El CONSEJO DE MINISTROS es muy importante por ser un órgano de deliberación, de toma de decisiones del gobierno.
Sus deliberaciones son secretas. Hay dudas sobre cómo se toman las decisiones en el seno de este órgano, a pesar de
que se supone que se toman por consenso (todos de acuerdo). Se reúnen una vez por semana.
Los ejecutivos, sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial, cuentan con un gabinete de asesoramiento al Jefe
del Ejecutivo.
La razón principal es la especificación y la tecnificación de la política y las políticas (las políticas se hacen más técnicas
y especializadas), por eso es necesario que haya inmediatez.
Este gabinete —Técnico/Político- no forma parte del gobierno (no es institucional), pero tiene muchas funciones:
Tras sintetizar las funciones o rol de los Ministros en el Gobierno Ejecutivo, analicemos ciertos artículos
constitucionales de nuestro país, relacionado a este Poder del Estado o su Titular y la designación de ministros.
Art. 226: Del ejercicio del Poder Ejecutivo: El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República.
Es decir, es Titular único del Poder Ejecutivo el Presidente de la República, teniendo la potestad de nombrar y destituir
a sus Ministros y secretarios directamente, sin la necesidad de “consentimiento” o autorización del Parlamento ni de
su Vicepresidente.
Si bien el Art. 227 establece que “habrá un Vicepresidente”, no significa compartimiento de poder, pues, el “Vice”
está solo como “primer suplente” del Presidente, cuyas únicas funciones son las de “sustituir al presidente” en caso
de vacancia o ausencia, “representar al Presidente” por designación del mismo, convirtiéndose en su delegado o
portavoz -pero solo en los casos en que se le haya confiado- siendo de esta manera irrelevantes sus funciones, salvo
la confusa e ineficaz función de “participar en las deliberaciones del Consejo de Ministros y Coordinar las relaciones
con el Parlamento” (Art. 239).
LA VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
Muchos países tienen establecida la función de “vicepresidencia” de la República, a los efectos de cubrir posibles
acefalías producidas por renuncia, muerte o inhabilitación de Presidente.
En algunos países —como lo fue en el nuestro, bajo la Constitución de 1870, el Vicepresidente desempeña al mismo
tiempo la función de presidente del Senado. La Constitución 1967 ni tampoco la de 1940 previeron el cargo de
vicepresidente, pues, ambas eran de carácter fascista, por lo tanto pregonaban la existencia de “Único líder”.
La vigente -1992- como hemos referido ha instituido la Vicepresidencia “como primer suplente y reemplazante natural
del presidente”.
En algunos países se denomina “designado” a la persona que designa el Congreso para ejercer la Presidencia en caso
de acefalía o permiso.
Art. 227: Del Vicepresidente: Habrá un Vicepresidente de la República quién, en caso de impedimento o ausencia
temporal del Vicepresidente o vacancia definitiva de dicho cargo, lo sustituirá de inmediato, con todas sus
atribuciones.
En la práctica además de ser EL PRIMER SUPLENTE (Art. 239), no le asigna ninguna otra obligación, y es recomendable
que así sea; pues:
- Si se halla enfrentado con el Presidente desde luego que no acudirá a las deliberaciones o no le dejarán
participar en las sesiones, y ni al Presidente ni al Vice-Pdte. le conviene el enfrentamiento, por lo que necesariamente
debe haber dialogo y entendimiento entre los mismos.
- De igual manera, en caso de enfrentamiento, el presidente no le encomendará coordinar con el Parlamento
en dicha situación, ni puede invocar derecho de participar o ser el eje entre el Parlamento y el
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Ejecutivo, pues, hasta le pueden dejar participar en las “deliberaciones” por ser su derecho como Vicepresidente —
pero de seguro que en dichas sesiones no se tocarán los temas “interesantes”.
- De la misma forma el parlamento le tendrá de insignificante en su función, pues, ¿para qué perder tiempo
con alguien que no tiene el poder?, Por lo que por algo, la jerga popular ha bautizado a la segunda magistratura del
ejecutivo con el mote de “florero” y conviene que el Vicepresidente sea solo Florero. - La razón de ser de la
Vicepresidencia es “otorgar seguridad al ejecutivo y a la propia nación”, de evitar caer en la anarquía y lucha sin rumbo
por el poder, pues, en caso de vacancia presidencial se sabe quien será su reemplazante... y justamente eso
desanimaría a los golpistas, quienes en vez de “echar” a uno, tienen que echar a dos, situación que torna más difícil
el éxito de un golpe.
A pesar de todo ha sido válida la inclusión de la figura del Vicepresidente de la República. Por lo que proponemos que
dentro de la Reforma constitucional próxima se mantenga la figura del vicepresidente, pues, reiteramos, ofrece
garantía de estabilidad.
No respaldamos la inclusión de más atribuciones al mismo para así justificar el “presupuesto” que maneja, pues, la
esencia del Vicepresidente es la de ser Vicepresidente, y no más.
Creemos que no se le debe otorgar más funciones como la de ser Presidente del Congreso, pues, siendo
“solamente Vicepresidente” ya le puede dar dolor de cabeza al presidente, imaginemos lo que puede pasar en caso
de que sea al mismo tiempo Presidente del Congreso Nacional en un país de república incipiente como la nuestra.
Para liberarnos de las peleas intestinas anuales por la titularidad del Poder Legislativo o con las constantes fricciones
entre el Presidente de la República y su Vicepresidente, debemos fomentar la capacidad del gobernante, la conducta
Ética de los políticos y la conciencia ciudadana.
Poderes constituidos son aquellos dotados del poder de autoridad y que derivan de la constitución, es decir que han
sido establecidos y organizados por el poder constituyente.
SU NATURALEZA
El poder constituyente originario no puede encontrar fundamento en ninguna norma y por tanto no puede poseer
una naturaleza jurídica. Como se ha afirmado, la tarea del poder constituyente es política, no jurídica. El poder
constituyente, al ser origen del Derecho, no puede tener dicha naturaleza.
Emmanuel Joseph Sieyès, en su obra "Qué es el Tercer Estado", atribuía dos características al poder constituyente: es
un poder originario y único, que no puede encontrar fundamento fuera de sí; y que era un poder incondicionado, es
decir, que no posee límites formales o materiales.
PODER LEGISLATIVO
El Congreso en nuestro ordenamiento Constitucional está integrado por dos Cámaras: Diputados y Senadores. Su
justificación racional se origina en que la primera es electa Departamentalmente, mientras que la segunda, se hace
por lista nacional
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
Se ha discutido sobre la conveniencia o no de tener un Congreso articulado en dos Cámaras. Sin embargo se sostiene
al respecto, que es lo mas acertado, considerando que cada Cámara posee una dinámica propia por su distinto origen
electoral, y que permitiría, en teoría, un mayor control de la calidad de la legislación, pero que en la práctica se ha
demostrado con la experiencia de los últimos tiempos, que estos presupuestos no se cumplieron.
No obstante, ante estos antecedentes, se cree que ambas Cámaras deben existir. Salvo el caso que a través de una
reforma de los sistemas electorales y la constitución, se pueda mejorar la representación de los parlamentos,
conforme está conformado en la actualidad.
Las ventajas de una sola Cámara, electa por circunscripciones uninominales en todo el territorio nacional representa
en mejor forma la unidad del pueblo, concentra la discusión sobre los temas en debate, funciona con mayor celeridad
y es más fuerte para frenar a un Ejecutivo que pretenda extralimitarse en sus poderes y sobre todo es más económica.
En cambio, según los doctrinarios, las ventajas de los sistemas bicamerales radican en que articula una doble
representación (pueblo y distritos territoriales), facilita los propios mecanismos de equilibrio dentro del Congreso,
habilita un doble debate que coadyuva a no generar mayorías coyunturales que desvían el pensamiento correcto que
hace a los verdaderos intereses del país.
El Artículo 182 de la Constitución “de la composición” dispone que el Poder Legislativo será ejercido por el Congreso,
compuesto de una Cámara de Senadores y otra de Diputados. Los miembros titulares y suplentes de ambas Cámaras
serán elegidos directamente por el pueblo; de conformidad con la ley.
Los miembros suplentes sustituirán a los titulares en caso de muerte, renuncia o inhabilidad de éstos, por el resto del
período Constitucional o mientras dure la inhabilidad, si ella fuere temporal. En los demás casos, resolverá el
reglamento de cada Cámara.
Cámara De Senadores
Composición. Atribuciones exclusivas. En realidad, pese a la opinión de muchos doctrinarios, las Cámaras del
Congreso no tienen una igualdad absoluta. El Senado tiene una serie de facultades privativas que lo ubica en la
pirámide del Poder en una real situación de superioridad en relación con la Cámara de Diputados, aunque en el
esquema básico de legislar y debatir sean absolutamente iguales.
La diferencia sustantiva se da en la participación del Senado en el control de los altos cargos de la administración
pública. Es el Senador y no el Diputado quien recibe el mandato Constitucional de controlar y prestar acuerdo para la
designación de altos funcionarios del Estado central como son los jefes militares de cierto grado hacia arriba, los
directores de las entidades binacionales y los embajadores que prestarán servicio en el exterior. Esta enunciación no
es taxativa, sino meramente enunciativa a modo de ejemplo. El Artículo 223 de la Constitución “de la composición”
describe que la Cámara de Senadores se compondrá de cuarenta y cinco miembros titulares como mínimo, y de treinta
suplentes, elegidos directamente por el pueblo en una sola circunscripción nacional. La ley podrá acrecentar la
cantidad de Senadores, conforme con el aumento de los electores. Para ser electo Senador titular o suplente se
requiere la nacionalidad paraguaya natural y haber cumplido treinta y cinco años.
Los Senadores son electos en una sola circunscripción electoral nacional, al igual que el Presidente y vicepresidente
de la República, donde todo el padrón de electores se constituye en cuerpo electoral. Aquí deben sumarse todos los
votos emitidos válidos en todo el territorio de la República sin distinción.
El Artículo 224 de la Constitución “de las atribuciones exclusivas de la Cámara de Senadores” Ver
Función y composición. El denominado “Poder Judicial” es una serie de órganos del Estado que cumplen la función
de administrar justicia o “función jurisdiccional”.
Los órganos del Poder Judicial, tribunales de justicia, son los jueces naturales para gobernados y gobernantes previstos
en el Artículo 16 de la Constitución: “Toda persona tiene derecho a ser juzgada por tribunales y jueces competentes,
independientes e imparciales’ y el 17, inc.3): “Ni se lo juzgue por tribunales especiales”
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
El Poder Judicial se integra por varios organismos (Corte Suprema de Justicia, Ministerio Público, Consejo de la
Magistratura, Tribunal Superior de Justicia Electoral). Cuenta con jueces, tribunales que actúan en diversas ramas, o
especialidades, territorios, turnos e instancias en una articulación fundada en el cumplimiento estricto del principio
de legalidad desde un punto de vista horizontal y vertical.
La institución superior de este poder del Estado es la Corte Suprema de Justicia. Al Poder Judicial se lo considera el
único órgano no político de la estructura del Estado, a diferencia del Ejecutivo y del Legislativo que son instituciones
políticas cuyos principales integrantes son electos por la voluntad popular del cuerpo electoral de la República.
Como son órganos no políticos, se habla de su independencia, en el sentido que no deben responder a los intereses
políticos sectoriales de la sociedad, por radicar allí la última garantía que tienen los gobernados para que se les respete
sus derechos, deberes y competencias pactadas en la Constitución por sus representantes.
El Poder Judicial cuando se refiere a su no politizaciones en relación a los partidos o sectores políticos que integran la
sociedad, al integrarse de un modo diferente, a los poderes Ejecutivo y Legislativo: por el voto de la gente. El Judicial
es un órgano especial y que necesariamente debe ser independiente, al poder político electivo o fáctico de una
sociedad.
Pero el Poder Judicial no deja de ser un órgano político, al ejercer una función del Estado y sus sentencias son también
actos políticos, porque emanan del Estado en un sentido estricto y no partidista del término.
El Estado organiza al Poder Judicial en forma permanente y de este modo elimina los tribunales, especiales o ad- hoc.
Además reserva la exclusividad de hacer justicia - Artículo 15 Constitución - porque hay un interés público, político,
desde que se fundó la comunidad política organizada, que los seres humanos resuelvan sus conflictos mediante la
actuación de un tercero y no por su propio accionar.
Finalmente, dentro del Estado, es exclusiva y excluyente, la administración de justicia por el órgano Judicial. No
corresponde ni al Ejecutivo ni al Legislativo. Por otra parte, la justicia, no debe admitir ninguna influencia política o
de cualquier índole fuera de la vigencia de la Constitución y las leyes dictadas en su concordancia. Debe regir el
reinado de las leyes, a través de los jueces, para que los seres humanos sean libres de ataduras arbitrarias de otros
seres humanos. Es más, incluso, los jueces, inferiores solo deben aplicar lo resuelto por sus superiores cuando las
leyes así lo prevean.
El Artículo 247 de la Constitución “DE LA FUNCIÓN Y DE LA COMPOSICIÓN” dispone que el Poder Judicial
es el custodio de esta Constitución. La interpreta, la cumple y la hace cumplir. La administración de justicia está a
cargo del Poder Judicial, ejercido por la Corte Suprema de Justicia, por los tribunales y por los juzgados, en la forma
que establezcan esta Constitución y la ley.
La norma Constitucional establece una serie de principios fundamentales para la organización de nuestro Estado en
el pacto suscripto entre gobernantes y gobernados. Al señalar que el Poder Judicial es el custodio de esta Constitución.
La interpreta, la cumple y la hace cumplir le concede a este poder del Estado una preeminencia indiscutible, en caso
de conflicto con los otros poderes del Estado, o de eventuales fricciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Es la opción aceptada por los constituyentes al diseñar nuestro moderno Estado social de derecho y eliminar una
figura central, fundamental, para el equilibrio entre los poderes del Estado que es el Tribunal de Garantías
Constitucionales.
A partir de esa omisión, el diseño del 1992 quedó desequilibrado y dejó abierta la puerta para los conflictos de
poderes, sin solución justa, porque uno de los poderes del Estado el Judicial surge con una clara preeminencia
institucional sobre los otros, como consecuencia del texto Constitucional cercenado.
La independencia del Poder Judicial está prevista en el Artículo 248 de la Constitución “DE LA INDEPENDENCIA DEL
PODER JUDICIAL”, como así también la recepción Constitucional de los principios mencionados, que dispone:
“Queda garantizada la independencia del Poder Judicial Sólo éste puede conocer y decidir en actos de carácter
contencioso. En ningún caso los miembros de los otros poderes, ni otros funcionarios, podrán arrogarse atribuciones
Judiciales que no estén expresamente establecidas en esta Constitución, ni revivir procesos fenecidos, ni paralizar los
existentes, ni intervenir de cualquier modo en los juicios. Actos de esta naturaleza conllevan nulidad insanable. Todo
ello sin perjuicio de las decisiones arbítrales en el ámbito del derecho privado, con las modalidades que la ley
determine para asegurar el derecho de defensa y las soluciones equitativas. Los que atentasen contra la independencia
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
del Poder Judicial y la de sus magistrados, quedarán inhabilitados para ejercer toda función pública por cinco años
consecutivos, además de las penas que fije la ley”.
El Artículo desarrolla con claridad la independencia del Poder Judicial y que sólo éste puede intervenir en los conflictos
suscitados entre los integrantes de la sociedad sean gobernantes o gobernados.
Fue entonces cuando surgió Benito MUSSOLINI, maestro de escueta, de familia de obreros, fogoso orador y de sólida
cultura política.
Si MUSSOLINI hubiera persistido en una política netamente nacional, italiana, sin la insensatez “imperialista”, tal vez
la historia hubiera sido otra. Pero su afán desmesurado de grandeza, lo llevó a buscar la alianza con Alemania y Japón,
dos potencias que venían preparándose intensamente para la guerra de agresión y de conquista.
Italia, Alemania y Japón constituyeron el llamado “Eje Roma-Berlín-Tokio”, pacto político ofensivo y defensivo para la
conquista del mundo. Alemania inicio la guerra en Europa atacando a Polonia; luego tuvo que enfrentar a Francia,
Inglaterra, Bélgica, Rusia y toda Europa.
Luego se incorporan a la lucha Italia y Japón -del lado de Alemania-, y Estados Unidos de parte de los
“aliados”. El final de la Segunda Guerra Mundial produjo el derrumbe de los sistema nazi y fascista en Alemania e
Italia, respectivamente, y la del régimen agresivamente “militarista” que imperaba en el Japón.
Como decíamos, el “fascismo” italiano y también el “nazismo” Alemán encontraron simpatizantes. Portugal, bajo la
dirección política de Antonio OLIVEIRA SALAZAR, político austero, economista y solterón, adoptó un régimen político
inspirado en el “fascismo”, pero no en forma absoluta.
Luego fue España, donde estalló un movimiento militar de inspiración “monárquico-clerical”, que terminó con la
Republica y estableció un régimen de fuerte inspiración ‘fascista”, con la Falange Española como Único partido, la
organización “sindical” o corporativa y jefatura vitalicia del General Franco. El Estado español es un “reino”, pero por
el momento sin rey; sin embargo, Franco ya designo a un príncipe de la Casa de Borbón para ocupar el trono cuando
el Generalisimo lo ordene.
En síntesis, ella organizaba al “proletariado” sobre la base de “soviets”, agrupaciones de obreros u campesinos. Cada
ciudad o pueblo tenía su “soviet”, controlado por los “Comisarios del Pueblo” o delegados del Partido Comunista.
Esta Carta prohibía las huelgas, premiaba a los trabajadores que rendían más en sus tareas y castigaba con la pena de
muerte a los remisos y saboteadores.
La Carta del Lavoro o Carta del Trabajo, fue dictada en los primeros años del régimen Fascista.
Ella organiza el trabajo sobre la base del “corporativismo”, estableciendo tres grandes divisiones: obreros, patrones y
profesionales independientes.
Dentro de cada una de ellas se constituían las respectivas “corporaciones”, que eran organismos del Estado,
controlados por la Cámara de las Corporaciones.
MUSSOLINI decía: “El Estado Corporativo no es el Estado en manos de las corporaciones sino corporaciones en manos
del Estado”.
a) Ambos sistemas son “totalitarios”: El Estado es amo y señor de todas las actividades: Él controla y dirige la
política, la enseñanza, las actividades laborales e intelectuales.
b) En ambos sistemas rige el “partido único”, confundido con el Estado mismo.
c) La jefatura del Gobierno es ejercida dictatorialmente.
d) Ambos sistemas son esencialmente ‘‘antidemocráticos”.
Las situaciones que plantea la Guerra Fría son derivados en general de un desarrollo muy avanzado y un subdesarrollo
muy notorio, no hay necesidad que un país victorioso o una primera potencia militarmente hablando proponga invadir
un territorio determinado, sino que existen los factores de presión, de influencia, la zona o el hábito de esa influencia
se desarrolla para que esos factores de presión tengan efectos sin disparar un tiro.
Estamos en una época de paz y la perseverancia de esa paz lleva a concepciones que son únicamente propio de ese
siglo, en ella figura eso que se denomina la Guerra Fría, o sea no la guerra candente o la guerra tibia, no la guerra con
muertos, con heridos, con estampidos de cañón y con bombardeos aéreos, sino que guerra sorda, callada, quieta,
que existe aunque no se la vea y que se realiza aunque no se la pacte. Todo el mundo sabe que esa Guerra Fría está
constituida por elementos extrínsecos e intrínsecos, por ejemplo son elementos intrínsecos aquellos que son propios
de cada país.
Los EE.UU., Rusia Soviética y China Comunista, China Roja, Inglaterra, Francia y en este momento también la India y
Pakistan que posee la bomba atómica no necesitan disuadir a las potencias que no poseen este instrumento de gran
matanza y de gran efectividad, no necesitan recurrir a la amenaza directa, basta con que ingresen al Club de las
naciones que tienen la bomba atómica para que de hecho las demás potencias que no la tienen, sepan que tienen
que obedecer ciertas órdenes calladamente, sumisamente, sin protestar porque de lo contrario sería la guerra
mundial atómica o nuclear, que es lo que se quiere evitar a toda costa, según los principios que llevan a un desarme
global como ideal que nunca se cumple, por lo menos una forma de controlar la progresión de armas de todo tipo,
no solamente bombas atómicas y de hidrógeno, sino también la guerra submarina con misiles, guerra aérea,
antiaérea, los cohetes tierra aérea, los cohetes intercontinentales, todo tipo de instrucción por intermedio de guerras
psicológicas, las guerras políticas y geopolíticas, o sea invasión de territorios estratégicamente ubicados, Gibraltar por
ejemplo, el estrecho, los canales, Chipre, la ex Yugoslavia, el Golfo Arábigo, y situaciones así que llevan a que haya
cambios en la política de los estados y también en Derecho Público Internacional, sin necesidad de recurrir a la guerra,
a eso se denomina la GUERRA FRÍA que tiene múltiples manifestaciones, no una sola.
Son las Embajadas que concurren a otro país aparentemente para ayudarlos y en realidad es para sojuzgarlos, y es un
trato de amistad o un acuerdo de amistad mutua de respeto recíproco de la soberanía pero en realidad hay un país
avasallante y otro país avasallado, no hay equilibrio perfecto pese a que las Naciones Unidas establece la igualdad
soberana de todos ante la Ley Internacional.
De súbdito y de sorpresa los países que producen petróleo, que son países árabes en su gran mayoría de porcentaje
y volumen de sus exportaciones han fijado condiciones onerosas que han sacudido los cimientos de toda Europa de
los EE.UU. y del Japón, esta forma de presión está en toda Europa, en los EE.UU. y en el Japón, esta forma de guerra
fría se ha transformado ya en una catástrofe, porque el fenómeno de inflación que significa que el poder adquisitivo
del dinero es cada día memos y los artículos de primera necesidad son cada día más costosos, son influidos a su vez
por lo que se llama una INFLACION IMPORTADA.
Si sube el precio de la energía, suben todos los precios, no hay industrias, no hay comercio, no hay translación de
mercadería, no hay intercambio, ni vuelo de avión ni trenes, ni buques, que no estén causados e influidos por lo que
se llama la energía del petróleo.
Hay otras fuentes de energías, la energía solar, la energía del viento, la energía de las mareas, la del carbón, la energía
eléctrica, pero la que más influye en el mercado es la energía del petróleo o sea el Petróleo y sus derivados.
La práctica del secuestro: Cuando la privación a la libertad personal se realiza por un grupo armado de manera
generalizada o sistemática, constituye un crimen de lesa humanidad. Entre 1984 y 1996, la CVR obtuvo evidencias de
que el MRTA habría realizado decenas de secuestros individuales y colectivos. Estos secuestros eran una práctica
frecuente orientada a la obtención de beneficios políticos o económicos.
Toma de la residencia del embajador de Japón: En diciembre de 1996, un grupo armado del MRTA tomó la
residencia del embajador japonés en Lima y capturó a 600 rehenes pertenecientes a los sectores más encumbrados
de la vida política y económica peruana, en lo que fue la última gran acción terrorista en la historia del Perú. A partir
de esta incursión, empezaría la desarticulación casi total del MRTA. El hecho tuvo como desenlace el asalto de la
embajada por fuerzas especiales del Ejército peruano, en la Operación Chavín de Huántar.
Durante el operativo militar, murieron los 14 terroristas, un rehén y dos comandos, siendo presidente de Perú en
aquel entonces Alberto Fujimori. Investigaciones posteriores y las declaraciones de testigos indican que Eduardo Cruz
Sánchez, "Tito", el segundo jefe del comando del MRTA, se encontraba vivo y habría intentado rendirse.
El 12 de marzo del 2001, los restos de Eduardo Cruz Sánchez fueron exhumados. Toda la evidencia hallada llevó a la
fiscalía a denunciar a un grupo de comandos ante el Poder Judicial para determinar de dónde provino la orden de
ejecutar a Tito cuando el enfrentamiento ya había terminado.
Según la CVR, existen suficientes evidencias para presumir razonablemente que durante el operativo de rescate se
incurrió en violaciones a los derechos humanos por parte del Estado peruano; por ello, recomendaba una
investigación imparcial que determinara las responsabilidades del caso.
ECUADOR
Una vez que derrocaron a Velasco Ibarra de la presidencia, los militares, dieron el poder político a Carlos Julio
Arosemena Monroy el 7 de noviembre de 1961 a 1963. Durante su gobierno, se dedicó a la reestructuración social
del Ecuador enfrentando problemas de la cruzada anticomunista de los Estados Unidos.
A los hechos, intervino las Fuerzas Armadas influenciada por EE.UU. que llegó al entablamento de una Junta Militar
de 1963 a 1966, la cual congregó el desarrollo capitalista, tanto que en julio de 1964 fue expedida la Primera Ley de
Reformas Agraria en el Ecuador.
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
En la Convención, de 1966, le nombró Presidente Interino al Dr. Otto Arosemena Gómez; el cual figuró la coalición de
la derecha con oligarquías enlazadas a la banca. Dos años más tarde en las votaciones de 1968 vuelva Velasco Ibarra
al poder, que con la ayuda de las Fuerzas Armadas se nombró dictador en 1970.
Para los setenta Juan Paz y Miño Cepeda, en: Ecuador: las raíces del presente, p. 165-167; aclara la situación política:
"Entre 1972 y 1979 se sucedieron dos dictaduras. La presidida por el general Guillermo Rodríguez Lara (1972-1976)
se constituyó como gobierno Nacionalista y Revolucionario de la Fuerzas Armadas, proclamó una Filosofía y Plan de
Acción y adopto un nuevo plan de Desarrollo. Además, inauguró una política petrolera basada en los conceptos de
recursos estratégicos, soberanía, nacionalismo y autoridad militar."
"El Concejo Supremo de Gobierno (1976-79) que sucedió a Rodríguez, (…) abandonó la filosofía Nacionalista y
Revolucionaria anterior, y aunque mantuvo el papel promotor del Estado y la centralización de la política petrolera,
abrió puertas al capital extranjero, flexibilizó las políticas económicas con criterios liberales y ante la disminución de
ingresos petroleros, inició un agresivo proceso de endeudamiento externo."
En cuanto a la economía con el inicio de las exportaciones de crudo (agosto de 1972) comenzaron a crecer los recursos
nacionales. Pero el petrolerismo duró poco. En 1975 comenzaron las dificultades en el mercado internacional debido
a que los precios del crudo cayeron. En los setenta el monopolio creció y hubo un progreso de en la reivindicación del
pensamiento del trabajador ecuatoriano que se manifestó en el coraje de campesinos, y obreros que fueron
reprimidos.
El Consejo Supremo estableció un Plan de Restauración Jurídica para volver al régimen legal, mediante el
sometimiento de dos proyectos Constitución a Referéndum, uno de los cuales fue adoptado para ser puesto en
vigencia desde 1979 en las elecciones realizadas en 1978 y 79 triunfó el Jaime Roldós-Osvaldo Hurtado.
Si bien es evidente, en esta etapa la participación de las Fuerzas Armadas es predominante en el escenario político,
esto se debió a que tomaron en parte el poder económico del auge petrolero y se vio caer al aparecer la crisis del
"petrolerismo"; se debe tomar en cuenta también que durante el inicio de los gobiernos dictatoriales la economía del
país mejoró resaltadamente sin embargo culminó con el aumento agresivo de la deuda externa.
En contraste con la etapa anterior, esta consolida el desarrollo del país a través del crudo, y la política está enmarcada
bajo el régimen dictatorial de las Fuerzas Armadas. En 1979 Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado asumen el poder
constitucional; dando inicio a una nueva etapa en la que retornaba la democracia. Este gobierno tenía principios
progresistas y pretendía un cambio interno que se reflejara al exterior.
Empero al gobernante Roldós, se le complicó el Plan de Desarrollo que se propuso, debido a problemas fronterizos
con el Perú en 1981, además abría de señalar la oposición hacia el gobernante por parte de Asaad Bucaram quien
pretendía gobernar.
El 24 de Mayo de 1981 Jaime Roldós muere en un accidente aéreo, con lo que el vicepresidente Hurtado asumió la
presidencia. Hacia 1982 las exportaciones del país bajaron mientras se elevaba el gasto público, estaba claro que el
auge petrolero se había terminado dando paso a una nueva recesión, agudizada por varios desastres naturales. La
protesta social se levantó liderada por el FUT e hizo tambalear al régimen, pero este logró mantenerse.
Después del alternativo gobierno de Hurtado le preside León Febres Cordero del partido Social Cristiano de 1984 a
1988 quien en su gobierno ejecutó formas neoliberales dando a los banqueros y comerciante una emancipación de
la exportación y su poder económico.
En la administración del mandatario Febres Cordero, desde su inicio, la administración enfrentó a las demás funciones
del Estado y a la oposición que denunció sistemáticamente numerosos hechos de corrupción gubernamental y
violaciones a los derechos humanos.
En 1988 el candidato Rodrigo Borja de la Izquierda Democrática, es elegido Presidente; como, ante la contra de la
derecha. En su gobierno, Borja planteaba la reconstrucción de la democracia en el país, así como la exoneración del
neoliberalismo, entablándose una mejora en la economía del Ecuador.
"En 1988, Izquierda Democrática controlaba Ejecutivo, Congreso, Corte Suprema y organismos de control. El gobierno
mantuvo las políticas económicas de ajustes con un toque gradualista. La deuda externa se incrementó y se dieron
grandes costos de la vida. El presidente Borja dio prioridad a la búsqueda de un acuerdo pacífico del conflicto
LUCERO GODOY
DELEGADA 2024
territorial con el Perú. Al final de su gobierno quedó un actitud nacional favorable a su iniciativa de paz con el Perú,
que los gobierno siguientes mantuvieron como política de
Estado."
Con las elecciones de 1995 se eligió presidente a Sixto Durán Ballén, en su gobierno se asentaron las bases para un
modelo empresarial; que en conjunto con políticos de viejos partidos, promovieron a la modernización del Estado
mediante las privatizaciones del sector público, por lo que retornaron los conflictos de los grupos sociales. E incluso
hubo escándalos de corrupción, que involucraron al vicepresidente Alberto Dahik, quien se vio obligado a salir del
cargo y salir del país.
En 1995 el Ecuador tuvo enfrentamientos graves con tropas peruanas. En las elecciones de 1996 triunfó el líder
popular Abdalá Bucaram, auspiciado por el PRE. Pero su gobierno apenas se sostuvo seis meses. Durante ellos
Bucaram hizo gala de sus propios espectáculos de tarima. Además, de las acciones de gobierno aprovechó un estrecho
círculo de empresarios, familiares y amigos. La imagen del Estado como botín político y económico escandalizado a la
opinión pública nacional, por algunas horas sucedió a Bucaram su Vicepresidenta Rosalía Arteaga.
Como consecuencia de los arreglos políticos a su interior, el Congreso designó finalmente a Fabián Alarcón Rivera,
dirigente de FRA, como sucesor constitucional en calidad de presidente Interino.
En la Asamblea de 1998 expide una nueva Constitución que cambio a la de 1979 además encaminó las nuevas
elecciones de donde fue elegido Presidente a Jamil Mahuad, quien dos años más tarde, en enero del 2000 la
inconformidad de la sociedad ante la política del mandatario, lo llevaron a su destitución; esto a través de un
Triunvirato, encabezado por el General Carlos Mendosa, el abogado Carlos Solórzano y el representante indígena
Antonio Vargas; sin embargo tal triunvirato duró poco y el Congreso nombró al vicepresidente Gustavo Noboa como
nuevo jefe de Estado; el cual inició su gobierno con retos y expectativas, hasta la actualidad.
CHILE
En cuanto a Chile, se sabe que ha habido golpes y contragolpes, la ascensión de Salvador Allende a la primera
magistratura de Chile, ha sido una novedad que se ha registrado por primera vez en Latinoamérica, por las urnas y
pacíficamente los votos han dado triunfo por la mayoría del poder para Salvador Allende, los otros partidos han
reconocido este triunfo, pero posteriormente un golpe de estado dado por los militares encabezado por Augusto
Pinochet, han barrido con todo esto que significaba la democracia dialente socialista para dar paso a una dictadura
que está ejercida por militares y compuesta e integrada también por militares.
Se ha pasado pues de una situación de solicitación de empresas también a una incentivación de los métodos de
explotación de las riquezas de Chile, especialmente las Mineras, sobre la base de un contralor del estado pero con
devolución de indemnización a los Estados Unidos por ejemplo y otros países inversionistas que no quieren tener sino
garantías para mayores inversiones.