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Enfermedades Del Sistema Oseo

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA ÓSEO

La importancia de los huesos en el organismo es trascendental, ya que éstos,


junto con los músculos, se encargan del movimiento del cuerpo, además de
constituir una protección sólida para órganos vitales como el corazón, el cerebro
y los pulmones. Además, dentro de los huesos existe la médula ósea,
fundamental para la producción de los diversos tipos de células sanguíneas.
Las células de los huesos se regeneran de manera continua, lo que implica que
cada década, los 206 huesos de nuestro cuerpo se renuevan totalmente.
Existen múltiples enfermedades que afectan al sistema óseo, en su morfología y
fisiología, las cuales pueden ocasionar dolor e inflamación crónicos, debilidad,
inmovilidad, y fracturas, entre otros síntomas.
Síntomas de las enfermedades óseas más comunes
Existen una serie de síntomas o pistas que nos indican que existen trastornos en
los huesos. Entre los más habituales encontramos:
 Fragilidad en las uñas. Si se rompen con facilidad puede ser un síntoma
de un problema óseo pues las uñas están formadas por colágeno y calcio.
 Reducción de encías. Cuando retroceden puede tener que ver con que la mandíbula pierde fuerza y,
por tanto, masa ósea. Hay que consultar al dentista, cepillarse correctamente, usar hilo dental y
fortalecer la zona.
 Pérdida de altura y densidad. Esto es posible porque la masa cartilaginosa disminuye y podría
indicar un debilitamiento de los músculos.
 Falta de fuerza. Si se necesita hacer un mayor esfuerzo para realizar labores manuales, es posible que
sea por problemas de huesos.
 Dolores, calambres y fracturas. La presencia de calambres nocturnos y continuos, rotura de huesos
con facilidad u otros indicadores como el dolor persistente, son sinónimos de acudir al médico
especialista.
 El nivel de estrógenos es bajo. Si esta hormona disminuye (lo más habitual durante la menopausia)
los huesos están en peligro.
Enfermedades óseas más frecuentes:
1. Raquitismo:
Se produce en los infantes por falta de vitamina D, por lo que se ve afectada la solidez de los huesos y
el crecimiento. Los signos más comunes son dolor en las extremidades y en la columna, disminución de
habilidades de locomoción, y debilidad generalizada. Suele tratarse con alimentos que contengan
vitamina D o suplementos, y si existen problemas de absorción de este nutriente, se recetan otros
medicamentos. En casos en los que las alteraciones óseas sean serias, está indicado un procedimiento
quirúrgico para corregirlas.
2. Osteoporosis:
En ella, la densidad ósea se pierde porque el organismo no puede
compensar la pérdida con una regeneración adecuada, por lo que
los huesos se vuelven frágiles y susceptibles a fracturarse con
cualquier golpe o caída. Se presenta de manera frecuente en
mujeres mayores de 55 años. El tratamiento indicado es la práctica de
algún deporte para hacer más fuertes los huesos, además de la
ingesta de calcio y vitamina D.
3. Fracturas:
Se tratan de la ruptura de algún hueso cuyas causas
van desde enfermedades que debilitan los huesos,
hasta accidentes que pueden provocarlas en
individuos son un sistema óseo sano. Normalmente,
basta la inmovilización de la zona afectada y la
administración de analgésicos para recuperarse de una
fractura, pero si se trata de una lesión grave, se
requiere de una intervención quirúrgica.
4. Osteomielitis:
Es causada por alguna infección bacteriana en alguna
zona del cuerpo que llega a diseminarse a los huesos a
través del flujo sanguíneo o a través de una herida
abierta que llegue hasta el tejido óseo.

Sus síntomas son el dolor e inflamación de la parte afectada, fiebre elevada, cansancio y debilidad,
pero si no se atiende puede llegar a ocasionar necrosis y llegar a ser mortal. El tratamiento se basa en
antibióticos y en casos de necrosis localizada, un procedimiento quirúrgico para eliminar el tejido
dañado.
5. Cáncer de huesos:
A pesar de ser un cáncer poco frecuente, se trata de uno de los más letales. Su origen parece ser
hereditario y sus síntomas principales son el dolor y la inflamación en la parte afectada, cansancio,
debilidad, fracturas recurrentes, y disminución del peso corporal. El tratamiento va desde quimio y
radioterapia, hasta cirugías.
6. Enfermedad de Perthes:
Aparece en la infancia y se desconocen sus causas, pero se trata de un padecimiento en el que la
sangre deja de llegar a los huesos de la cadera, provocando daño a nivel celular, siendo factor
importante para el desarrollo de fracturas y artrosis. Dentro de los síntomas destacan dolor en la
cadera, dificultad para caminar y cojera ostensible. El tratamiento incluye fisioterapia y cirugía, entre
otras posibilidades terapéuticas.
7. Osteogénesis:
Se le llama la enfermedad de los huesos de cristal, debido a que es un padecimiento de origen
genético que genera fragilidad extrema en ellos, provocando numerosas fracturas de manera
recurrente. Su origen es una anomalía genética que impide la síntesis del colágeno, componente
esencial para la solidez ósea, lo que produce síntomas como debilidad, dientes que se rompen con
facilidad, desviaciones vertebrales y afectaciones auditivas. Se trata de una enfermedad incurable e
incapacitante, por lo que el tratamiento busca mejorar la calidad de vida del paciente a través de
fisioterapia, analgésicos y cirugías en casos más graves.
CUIDADOS DEL SISTEMA ÓSEO:
1. Una dieta equilibrada es uno de los hábitos saludables para el sistema óseo
Para cuidar el sistema óseo, se requiere seguir una dieta que
incluya alimentos ricos en calcio y vitamina D, como por
ejemplo derivados lácteos bajos en grasa, salmón, entre
otros, que ayudan a mantener los huesos con los niveles
correctos de calcio que necesita. Adicional ayuda a
mantener nuestro peso e índice de masa corporal IMC
dentro de lo normal, lo cual es fundamental para evitar el
deterioro de nuestras articulaciones.
2. Realiza ejercicios, al menos, 30 minutos al día
Así como se necesita hacer ejercicios para cuidar
nuestros músculos, también son necesarios incluirlos en los
hábitos saludables para el sistema óseo. Puedes hacer rutinas con pesas, así como también ejercitarte
con caminatas, bailando o corriendo. De hecho, los ejercicios en donde carguemos nuestro peso son los
más favorables para los huesos.
3. Evita el consumo de tabaco y mide tu consumo de alcohol
El tabaco es dañino para nuestra salud y uno de sus efectos adversos es que debilita los huesos, así que
este es un motivo más para dejar de fumar. Por otro lado, el consumo de bebidas alcohólicas y
gasificadas aumentan el riesgo de osteoporosis, recomendando ingerirlas con moderación,
especialmente las mujeres que son más propensas a tener problemas en los huesos.
4. Dormir bien es fundamental para la salud ósea
Durante las horas que dormimos, nuestro cuerpo repone su suministro de células óseas, por ello una
buena calidad del sueño, brinda beneficios como la reducción del estrés y un mejor ánimo.
5. Realiza actividades para reducir tus niveles de estrés
Actualmente, el estrés es uno de los problemas más comunes a nivel mundial, siendo esencial hacer
actividades, hobbies o tener hábitos que permitan reducir sus niveles, pues aumenta la cantidad de
cortisol en el cuerpo, influyendo en el deterioro de los huesos.
6. Mantén una buena postura
Durante el crecimiento los huesos pueden deformarse. No se
debe permanecer mucho tiempo en posiciones que violenten
la posición natural del cuerpo, ni se deben soportar pesos
superiores a los que pueda sostenerse. Por todo esto los
huesos sufren graves deformaciones.
Los escolares deben sentarse en posición correcta para que
no se les deforme la columna vertebral.

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