A1P2 ComunidadDeAprendizaje
A1P2 ComunidadDeAprendizaje
A1P2 ComunidadDeAprendizaje
¿Te imaginas una formación inclusiva, basada en valores y en la que los participantes sean los
protagonistas?
Asimismo, garantizar el acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como
promover las oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida de todas las personas, es uno de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados para el año 2030 por Naciones Unidas.
Teniendo esto en cuenta, las comunidades de aprendizaje se posicionan como una de las
herramientas clave para alcanzar el objetivo de lograr una educación inclusiva, equitativa y de
calidad. A continuación, te explicamos en qué consisten y cuáles son sus características y te
proporcionamos algunos ejemplos.
Una comunidad de aprendizaje es un grupo de personas que trabajan de forma colaborativa para
mejorar el aprendizaje y la convivencia de los estudiantes. Este tipo de propuesta educativa puede
aplicarse en diferentes niveles y sectores, como en las aulas escolares o en el ámbito profesional.
Grupos interactivos
Tertulias dialógicas
Formación de familiares
Una comunidad de aprendizaje está conformada por un grupo reducido de personas de distintos
niveles, géneros, culturas y situación socioeconómica que trabaja de forma colaborativa en una
tarea. Asimismo, en todas las comunidades de aprendizaje hay un guía que orienta e impulsa el
diálogo y la participación del resto de los participantes durante el desarrollo de la actividad.
Se trata de una propuesta de transformación educativa que se puede aplicar en todos los niveles y
sectores, esto es, desde en aulas escolares hasta en el ámbito profesional como, por ejemplo, en
una empresa.
Dialogar de manera democrática. Todas las personas que forman parte de la comunidad de
aprendizaje pueden hablar y serán escuchadas. Esto facilita el desarrollo de las habilidades
sociales, personales y, particularmente, de comunicación de los participantes.
De acuerdo con Global Market Insights, el aprendizaje online superó los 200 mil millones de euros
en 2020 y se prevé que su tasa anual siga creciendo hasta un 21% para el año 2027.
Desde luego, la formación online ha recibido un gran impulso durante los últimos años, por lo que
este formato se ha extendido también a las comunidades de aprendizaje. De este modo, a día de
hoy, estas pueden ser en línea o presenciales. Sin embargo, ambos tipos presentan una serie de
diferencias:
Crear una comunidad de aprendizaje no es una tarea extremadamente difícil. Sin embargo, el reto
está en lograr que funcione de manera correcta. Para ello, es necesario respetar una serie de
pautas:
Crear grupos reducidos para facilitar la gestión. En este sentido, los grupos deben estar
formados por personas de distintos niveles culturales y géneros, así como con diversas
necesidades, visiones de la realidad y de las posibles soluciones a los problemas.
Elegir a un guía para cada grupo. Es esencial que esta persona respete y haga respetar a
todo el grupo el funcionamiento que se ha acordado.
Seleccionar la tarea a realizar y el objetivo a alcanzar. Por ejemplo, la tarea puede ser leer
un libro o aprender sobre un determinado tema o herramienta. En cualquier caso, es
importante que sea un objetivo medible con el fin de poder saber si se está alcanzando el
resultado esperado.
Tertulias literarias. Se elige un libro, se decide qué parte se va a leer y las personas que
forman el grupo de aprendizaje la comentan.
Formación en la empresa. Como decía Steve Jobs: “En el mundo de los negocios las cosas
importantes no son hechas por una sola persona, son hechas por un grupo de personas”.
Por esta razón, en las empresas también se pueden formar comunidades de aprendizaje
para, por ejemplo, aprender a utilizar una nueva herramienta informática.