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Musica Campesina

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Alonso Rodríguez, G.: La música campesina en la cultura popular del municipio de Las Tunas, en
Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

INTRODUCCIÓN

La música es parte inherente de las sociedades o grupos sociales. Es una fuente fundamental para
el conocimiento de la cultura popular tradicional de los pueblos, una de las creaciones a través de
la cual el pueblo expresa sus sentimientos, modos de vida, maneras de ser y pensar. Constituye
parte del acervo de las expresiones y manifestaciones de la creación popular.

Dentro del catauro musical, en Cuba se puede hablar de géneros propios. La música en la Isla
constituye un mosaico de tradiciones étnicas, que a lo largo de la historia, a partir de la conquista y
colonización española, se fueron fundiendo en un proceso de sincretismo cultural y de
advenimiento de elementos culturales. A través de esto se forma junto a aspectos de la ya
naciente identidad cultural del archipiélago, lo que se conoce como música campesina y toda la
gama de géneros que dentro de ella se crean, formando así, un abanico musical.

Las primeras investigaciones científicas, se inician en 1985 con la conformación del Atlas
Etnográfico que en esta esfera del quehacer popular, aportaron un patrimonio imprescindible para
la formulación de los primeros criterios y conceptos teóricos sobre música campesina.

Entre los investigadores del área se destacan la Doctora María Teresa Linares, sus estudios,
recogen la mayoría de los elementos que integran la música campesina, así como su origen y
evolución, expresadas en obras como: La música y el pueblo (1985), El punto cubano (1999 y
2005), La Música campesina como resultado de la confluencia de estilos hispánicos (1999), La
música cubana en la República (2001) Otro investigador del género es Argelier León con: Del canto
y el tiempo (1983) así como Virtudes Feliú Fiestas Tradicionales Cubanas (2003), Fiestas cubanas
de origen hispánico (inédito), Fiestas Populares Tradicionales de la provincia Las Tunas (2007). Sin
embargo, estos estudios no abarcan todas las zonas que mantiene esta tradición musical en la
cultura popular de los territorios y que conlleven a un análisis pleno del fenómeno que trascienda
a nivel local.
cpopular en el municipio no constan fuentes bibliográficas, solo algunos estudios que de manera
aislada y empírica se han hecho. Dentro de ellos se destacan como antecedentes: Trabajo de
Diploma: Grupo Rumores del Yáquimo. Aportes al desarrollo cultural del municipio Amancio de la
autora Dinorah María Almanza Montero; El repentismo y su influencia en el desarrollo cultural de
la comunidad Vedado 3 del autor Héctor Mario Peña Peña, Jornada Cucalambeana. Un estudio de
la música folklórica y tradicional en Las Tunas del autor Luis Ernesto Peña Laguna, trabajos
presentados en los Coloquios Iberomericanos de la Décima como: La participación de la familia
Miranda en las Cucalambeanas, aportes de una tradición centenaria de los autores, MSc. Noidé
Fernández González y MSc. Ana Margarita Montero, investigación publicada en el anuario
provincial Fiesta Suprema. Historia de la Jornada Cucalambeana de los autores Mayda Elena Anias
Martínez y Ramón Batista López; artículos publicados en la revista Quehacer: Conjunto Original
Cucalambé de Leticia Fernández Sánchez y Hágase la luz, una entrevista a José Urbano Mujica
Mayedo de Argel Fernández Granados y otros inéditos: entrevista a Idelgrades Hernández de
Neyxis Sobrado y Miguelín Fernández, La Música y el tiempo de Argel Fernández Granado.

La importancia de revelar la significación social de esta expresión y su presencia en la cultura


popular del municipio, implica dar a conocer el proceso creativo y el reconocimiento de la cultura
del territorio que ha tenido a través de los años. Aún cuando sus avances son perceptibles, los
estudios dirigidos a la misma y la influencia que tiene para el patrimonio cultural vivo son
insuficientes, lo que evidencia la carencia de estudios sistematizados sobre la música campesina
con un enfoque etnográfico y con resultados abarcadores de la problemática a nivel local.

Las investigaciones con las que se cuentan hasta el momento constituyen una base para los
estudios en esta esfera, en tanto se presenta trabajos dirigidos a un determinado grupo portador
o representante del género, pero de forma muy aislada, siendo este territorio una vasta fuente en
tradiciones musicales campesinas que no solo se manifiestan en los límites de la ciudad sino en los
marcos de la misma.

Atendiendo a esta problemática y por la necesidad de estudiar una de las manifestaciones más
autóctonas de la cultura nacional y local, se plantea como tema: La música campesina en la cultura
popular del municipio de Las Tunas. Sustentado en el siguiente problema científico: La inexistencia
de un estudio que valore la presencia de la música campesina en el municipio de Las Tunas como
expresión de la cultura popular tunera, no permite visualizar su presencia, creación y rescate
patrimonial en la localidad.

Este estudio se propone los siguientes objetivos:

Objetivo general: Valorar la presencia de la música campesina en el municipio Las Tunas como
expresión de la cultura popular del territorio.

Objetivos específicos:

1. Definir el contexto sociocultural tunero que se presenta como escenario para el desarrollo de la
música campesina en Las Tunas.

2. Determinar la presencia de la música campesina en el municipio de Las Tunas como parte de la


cultura popular del territorio.

Esta investigación llevó consigo el análisis crítico de dos conceptos fundamentales: la cultura
popular y la música campesina a lo cual se arribó a las siguientes tesis:

La cultura popular es la base esencial de la cultura propia de la población que la da origen y la


caracteriza. Es el conjunto de manifestaciones, expresiones, acciones conocimientos, sistemas
simbólicos, lenguaje, costumbres, mitos, tradiciones, formas compartidas de pensar y representar
el mundo, que han sido adquiridos y formados en un complejo proceso de transculturación y
cambio social, donde se funda la nacionalidad. Noe s privativa de una clase social específica, es la
cultura que emana del pueblo, quien la crea y recrea, humaniza y comparte. Es la llamada
sabiduría del pueblo, por lo que posee un sello identificador para las diversas creaciones del
mismo. Se caracteriza por su amplia capacidad de adaptarse a las condiciones histórico- sociales.
Su espíritu de combatividad ante la maceración hace que constituya la base de la cultura nacional
autentica.

Como hilo conductor se presenta la música campesina, continuadora de una amplia tradición
nacional, que se convierte en reflejo y sentir del pueblo. En ella sus portadores son la esencia
donde se forma su permanencia y continuidad hacia nuevas generaciones que se encargan de
asegurar su perdurabilidad en el tiempo, transformándola y adaptándola a los cambios sociales
que proporciona el advenimiento de la modernidad. Formadora de un lenguaje simbólico, se
expresa en diferentes géneros, que reflejan los modos de vida, el comportamiento, memoria,
sentimientos y contenido ideológico, presentes en todo el proceso de surgimiento y desarrollo del
hombre. Es la música surgida del pueblo que constituye la defensa de la cultura nacional y el
fortalecimiento de las raíces nacionales. La música campesina permite conservar y potenciar los
valores más autóctonos del pueblo cubano, en tanto en cronista de la historia social y cultural del
país.

Esta investigación permitió estudiar la música campesina desde la Antropología Cultural, como
testimonio de los acontecimientos y cambios del momento, vislumbradora de los paisajes cubanos
y la cultura de una sociedad concreta, así como su vinculación con el contexto histórico y
geográfico, la interacción de los elementos de estilos que la conforman, las manifestaciones
musicales y las funciones que mantienen vigente las diversas variantes del género. En este sentido
como elemento primero se caracterizó el contexto sociocultural tunero como fuente básica para el
estudio de los géneros musicales que se cultivan de la música campesina, su conformación,
evolución y desarrollo. Además se tuvo en cuenta la reconstrucción del significado e importancia
del género y sus cultores partiendo de las ideas aportadas por los que forman parte de este
elemento cultural, construyendo un mundo de significados que la simbolizan y revelando su
repercusión en la preservación de la cultura popular del territorio.

Los presupuestos de los parte esta investigación, se sostienen en:

1. La cultura popular es la expresión de carácter material como espiritual, que confiere especial
valor a las tradiciones culturales, en tanto tiene una importante función aglutinadora y
continuadora de los lazos culturales intergeneracionales, que posibilita, la sucesión cultural, sin la
cual no se conservan los elementos autóctonos de un pueblo, propio de su idiosincrasia nacional.

2. La música campesina es una de las manifestaciones artísticas que muestra la defensa de la


identidad nacional, sellada por un complejo proceso de vínculos histórico-culturales, y que se
vuelve reflejo, desde los más variados ángulos, del proceso de consolidación de la nación.

Para el análisis de los resultados se partió de tres indicadores fundamentales:

1. Momentos y condiciones históricas: que posibilitan el surgimiento y desarrollo de la música


campesina en la localidad porque demuestra cómo la misma se forma como fenómeno social
junto al despertar del sentimiento de cubania en el municipio.

2. Géneros: en tanto demuestran el sincretismo cultural y permite la presencia de géneros propios


que revelan las condiciones históricas del pueblo tunero, constituyendo un elemento de arraigo
cultural

3. Acciones de salvaguarda: que implican dar a conocer el proceso creativo y reconocimiento de la


música campesina en la cultura popular del municipio Las Tunas

DESARROLLO

Continuadora de una herencia cultural de siglos de existencia, para la música campesina fue
decisivo el triunfo revolucionario de 1959 y la creación de organismos y organizaciones que, de
acuerdo con el protagonismo popular de este momento histórico, se logró su rápido vínculo al
pueblo. En este tiempo la cultura adquiere una importancia sin antecedentes ya que el hecho
proporciona en todo el país sin excepción, cambios profundos.
Una de las primeras acciones fue la Campaña de Alfabetización. Al finalizar el año 1961, Victoria de
las Tunas, se declaraba libre de analfabetismo. Es en este propio año que se funda la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Al producirse este hecho se extiende la labor de
agrupar todo el sector campesino y lograr con la Campaña de Alfabetización, elevar el nivel
cultural y educacional del campesinado tunero y con ello reconocer sus tradiciones culturales y
darle su merecido lugar en la cultura nacional.

La ANAP comienza por organizar festivales de aficionados a la música campesina y en el año 1962
celebra su primera edición nacional con los ganadores provinciales.

En 1963 queda declarado en el Primer Congreso de la organización campesina, la creación de


grupos de aficionados de todas las regiones con el objetivo de salvaguardar las tradiciones
campesinas. Este momento permite que tome un auge el guateque, la improvisación o repentismo
y los juegos típicos del campo, proporcionándole un espacio al campesino para sus
representaciones artísticas.

Para muchos de los entrevistados fundamentalmente repentistas e integrantes del conjunto


musical Cucalambé como Dimitri Tamayo (repentista e improvisador tunero), Rolando Portillo,
(Dtor del Conjunto Campesino), Gabriel Llánes Estrada (poeta repentista de Camagüey), apuntan
que la creación de las bases campesinas en el municipio y fundamentalmente en torno a la
educación de adultos y campesinos constituyó un momento de florecimiento en la música
campesina, porque se favoreció la creación de grupos de aficionados y comenzaron a realizarse
festivales campesinos y encuentros de aficionados en diferentes lugares. Desde entonces, aclaran
que se hizo indiscutible la presencia de la música campesina en todos los actos y celebraciones.

Hasta 1980 los estudios de la música campesina rebelaban particularidades regionales a la hora de
interpretar las tonadas. Con el movimiento nacional de aficionados se incrementaron las
agrupaciones en las bases campesinas y cooperativas, y se inició, entonces una labor de rescate de
las tradiciones locales en todas las provincias. A partir de ahí se estableció un modelo de conjunto
que homogeneizó la interpretación del punto. Esto conllevó a que los estilos caracterizadores de
cada región se expandieran por todo el territorio cubano y se interpretaran indistintamente las
tonadas de creadores como Martín Silveira, Miguel Puertas Salgado, Juan Pagés. Horacio Martínez,
Fortún del Sol (Colorín), Carvajal, y otras que surgieron bajo anonimato y se extendieron producto
a la tradición oral.

Uno de los momentos de realce de la música campesina también lo constituyó la creación de la


Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. Eso hizo desde el año 1993, se
vinculara lo más auténtico de la tradición campesina, precisamente promoviendo concursos como:
Justo Vega, Cucalambé, Hermeides Pompa Tamayo;

Acerca de otro acontecimiento que hizo más presente la música campesina plantea Juan Manuel
Herrera:

El primer proyecto que diseño para preservar y desarrollar esta música fue el evento de
Instrumentos de Cuerda y Tonada, proyecto al que se unen el Centro de Superación para la Cultura
y la Casa Iberoamericana de la Décima. Estos eventos anuales despertaron un incentivo, un
entusiasmo y hasta un deslumbramiento pues al recibir diferentes conferencias sobre teoría de la
comunicación, Cultura Cubana, Estética, más los talleres sobre los instrumentos (laúd y tres) y el
rico reservorio de la tonada, músicos y poetas comenzaron a tomar conciencia del valor que
representan para la cultura nacional.

En la música campesina tunera hubo un punto de giro a partir de la creación y desarrollo de los
Talleres de Repentismo, Tonada e Instrumentos de cuerda, nacido en el año 2001, acción del
Centro Provincial de la Música “Barbarito Diez” y auspiciado por el Centro de Superación para la
Cultura y la Casa Iberoamericana de la Décima.

Los talleres surgen a partir de la creación de la Cátedra Experimental de Poesía Improvisada y el


Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, en el año 2001 se desarrolló el I
Seminario Nacional de Niños Improvisadores, con una asistencia de 103 niños. En estos
seminarios, se trabajó fundamentalmente la metodología para la enseñanza y el aprendizaje de los
códigos de la improvisación, para formar a las nuevas generaciones de repentistas sobre una base
científica a partir de los documentos elaborados por Alexis Díaz-Pimienta, entre ellos: ¿Cómo
“nace” un repentista?, Metodología para la enseñanza de la improvisación poética y Teoría de la
improvisación (2001). La mayoría de los profesores que impartían estas clases eran poetas
repentistas formados empíricamente y estos primeros seminarios trabajaron sobre la base de
aspectos metodológicos para el desarrollo de las clases.

Según el poeta Juan Manuel Herrera:

El evento abarcó de forma integral la superación de los artistas que cultivan el género en todas las
provincias. Recibieron de manera práctica, talleres sobre el uso del laúd, tres, guitarra y de forma
teórico práctica conferencias sobre teoría de la comunicación, estética, cultura cubana y otras que
contribuyen al mejoramiento técnico y cultural de los ejecutantes de la música campesina.

A partir de ahí, los conjuntos campesinos de la provincia (Típico Oriental, de Puerto Padre,
Rumores del Hórmigo de Amancio, y Cucalambé de Las Tunas), se vieron presionado a elevar su
calidad técnica y su proyección escénica, en tanto el departamento de desarrollo artístico, seguía
mediante un sistema de audiciones continuas, la labor de los conjuntos, la aplicación de lo
aprendido o recibido en el taller.

Los Talleres significaron la preservación y extensión de la música campesina, fundamentalmente


en Las Tunas con la creación del Taller en el municipio que abarca niños y jóvenes de diferentes
localidades de la región, sin ser privativo del campo. Acerca de ello plantea Héctor Peláez, quien
por su trayectoria y vida artística en la ciudad ha mantenido una relación constante con el fruto de
este acontecimiento:

Aquí causa mucha admiración, el estímulo, el movimiento de niños aficionados que han surgido al
calor de los talleres de repentismo que se desarrollan. Creo que en todo el país el ascenso que ha
dado los niños improvisadores está aquí, y tu ves que aquí hay muchachos que en vez de andar
con una gorra al revés y un arete y oyendo reggaetón, están, siempre, ahora mismo los estaba
viendo ahí, tocando el punto guajiro y es realmente admirable, así que podemos sustentar que la
música campesina tiene y va a tener buen futuro y sobre todo en esta provincia.
Un reflejo de ello lo constituyó el año 2010 con del Cubadisco, evento que se realiza para
reconocer a lo más representativo de la música cubana y sin embargo luego de tantos años es que
se le dedica a la música campesina. En Las Tunas el evento significó el realce y reconocimiento
tanto de músicos como especialista e investigadores. Esto motivó que aparte de las actividades
culturales realizadas como la canturía más larga en la cual la provincia se destacó por presentar lo
mejor del talento musical campesino y en el cual participaron además los niños y jóvenes del Taller
de Repentismo, un encuentro teórico con la presentación de ponencias y el debate de la situación
actual de la música campesina, en el cual se hizo evidente la necesidad de investigar el género y
sus representantes con el fin de significar el valor real de esta manifestación y su importancia para
el patrimonio cultural de nación.

De esta forma el desarrollo de la música campesina se favorece. En los momentos actuales en Las
Tunas este género no es privativo y nunca lo fue del campo. El desarrollo de la misma en la ciudad
goza de gran aceptación y vigencia. Ello lo confirma el surgimiento y presencia de conjuntos
campesinos, poetas improvisadores y tonadistas, que si bien no todos han nacido en la ciudad, si
han llegado para establecerse y hacer su arte en el territorio.

El Conjunto Original Cucalambé propio de nuestra ciudad (fundado el 5 de enero de 1968), tuvo
como precursores a Pepito Mayedo, Vicente Colón y otros repentistas tuneros que realizaban un
programa campesino en la antigua Radio Circuito, hoy Radio Victoria. En sus inicios, se nombró
Conjunto Cucalambé y más tarde, en la década de los 80, adoptó el nombre definitivo de Conjunto
Original Cucalambé. El propio Pepito se estrenó como director de la agrupación y luego
desempeñaron esta tarea otros importantes músicos del territorio como fueron Santos Parra,
Remigio Romero, Baldomero Portillo, Pedro Pablo Martínez, Ernesto Cutiño, Ramón Espino
(Mongo Petaca) y actualmente Rolando Portillo (hijo de Baldomero Portillo).

Todos ellos propiciaron desde sus inicios un largo camino y conformaron una imagen que aun
trasciende con vitalidad propia y con un reconocimiento social que se sustenta en el nivel
profesional de sus integrantes. Se destaca por la variedad de estilos asumidos que posibilita un
espectro musical amplio, de gran sabor y una identidad única que los distingue. Sus
interpretaciones van desde una tonada regional con sus aires específicos hasta la guaracha y el
son.
En su trayectoria, el Conjunto Cucalambé ha desempeñado y desempeña un papel muy destacado
en la animación artística de la ciudad. Sus actuaciones en las actividades caracterizadoras y
eventos de todas las instituciones culturales, así como de otros organismos. El desarrollo de su
vida artística se destaca por su vínculo con la celebración de las Jornadas Cucalambeanas, donde
han sido múltiples los artistas nacionales y locales que han cantado acompañados por esta
agrupación.

Son del Alba es otro de los formatos musicales que se destacan en el municipio. Se funda a inicios
del año 2007. Comenzó este quinteto en la comunidad de San José actuando para las
organizaciones de masas y actividades políticas. A medida que pasa el tiempo se convierte en un
conjunto. Entre sus actividades fundamentales está su participación para organismos, instituciones
y eventos como: Pastos y forrajes, Cabaret el Taíno, Casa de Oficiales del MININT, Casa
Iberoamericana de la Décima, Motel Tuna Azúcar, Proyecto comunitario Club Familiar, Motel Club
Familiar, EIDE, Cerámica, Facultad de Ciencias Médicas, Hospital Ernesto Guevara, Festival del Ollo,
Festival comunitario.

Además el grupo participó en la Cucalambeana celebrada en Veguitas donde clasificó para actuar
en la Jornada Iberoamericana celebrada en El Cornito, actuó para la brigada de Puerto Rico en el
círculo social de Becerra, para la brigada de México, Colombia, Venezuela, Panamá, y se ha
destacado en las Cucalambeanas de base de municipio como las realizadas en el Club familiar,
Santa Librada, El Yunque. Se amerita su participación en actividades comunitarias amenizando
bailables en la Guanábana, Hermanos Mayo, La Estrella y Ojo de Agua y en la escuela Camilito.

Entre sus composiciones se encuentran las de Carlos González (trecero): Hogar dulce hogar, La
fiesta del anciano, El triste anciano, Proyecto de vida, Los cinco héroes, El Caguayran, Luz del alba,
América, La flor del Cornito, La tradición de un beso, Canción a mi madre, Enfermera, La tercera
edad, Mi son y Son para San José. Temas que recurren a sus vivencias más cercanas.

El formato de conjunto en el municipio es fuente de todos los géneros musicales campesinos, con
la integración de nuevos instrumentos como la trompeta y el violín que aporta aires renovadores
al pentagrama musical de la música campesina, sin perder su esencia.
Entre los músicos representantes en formato de Conjunto, en el Original Cucalambé, se destaca su
director actual Rolando Portillo quien expresa acerca de sus comienzos y trascendencia familiar en
la música campesina:

En mi familia viene de la época de mis tíos, que a pesar de que posteriormente el son se convirtió
en una música urbana, el son comienza precisamente por la zona de Santiago de Cuba y por las
lomas, mis tíos desde jovencitos y niños tenían conjuntos de son, y tocaban muchas canciones
tradicionales que al final, se convirtieron en música campesina (…) se tocaba en mucho en base a
rimar la décima que siempre en la zona de oriente y los al rededores de Santiago de Cuba (…). En
la época de los años antes de los 20´, ya mis tíos tenían agrupaciones, era la época de los
Matamoros, (…) pero a través de los años después que mi papá trabaja con otros tipos de
formatos, al final de su vida dedicó un gran tiempo a dirigir el Conjunto Cucalambé en una época a
principios de los 70, y por ahí empezó a trabajar en el Conjunto Campesino y fue su director
durante muchos años y ahí si cultivó la música campesina en toda su dimensión (…). Después
vengo yo que nunca pensé en trabajar en un Conjunto Campesino, me proponen trabajar ese
género de música que no conocía profundamente por la parte del punto cubano que tiene muchas
aristas que yo no conocía (…) pienso que más a delante continúe, porque ya a mi hija la he tratado
de encaminar, ya hemos montados algunos temas, ha cantado algunos temas de la música
campesina porque hasta que la gente no entre en este mundo no se percata de lo rico que es.

Partiendo de su testimonio se manifiesta no solo su trayectoria dentro de la música campesina,


sino elementos que fueron conformando los inicios del músico en el género. En ello figura la
influencia musical de zona oriental en cuanto al son y su traspaso y adopción en tierras tuneras. Al
mismo tiempo Portillo es portador de una herencia cultural que ha asumido y trasmitido a las
nuevas generaciones, tanto en la familia como en el sostenimiento de las tradiciones musicales
campesinas en el Conjunto Cucalambé

De igual forma Jorge Crespo se destaca por ser uno de los primeros fundadores del Conjunto. Su
función en el Conjunto es el de vocalista principal. En cuanto a sus inicios plantea:

Desde una edad muy temprana incursioné en la música, siempre me gustaba la música campesina,
independientemente que trabajé en música popular muchos años. Ya en 1973 integro al Conjunto
Cucalambé con lo cual aprendí muchas cosas porque me gustaba oír a los poetas de La Habana, de
Las Villas, al Jilguero de Cienfuegos, Rondon. Yo simpatizaba mucho con la décima y le fui cogiendo
amor, cariño a la música campesina. En 1973 me dan la oportunidad en el Conjunto Cucalambé
porque en esos momentos había un cantante el fallecido Paco Corrales y hacía falta alguien que lo
ayudara en el son y la guajira entre otros géneros.

Su formación es de base empírica pero dadas las posibilidades que se abrieron de superación para
los músicos, se graduó de nivel elemental y ha continuado estudiando y preparándose con un
trabajo de voces en el Conjunto Campesino como vocalista principal.

En el repentismo surgen muchos cantores reconocidos. Entre los principales representantes se


destacó, José Urbano Mujica Mayedo (Pepito Mayedo), repentista e improvisador (fallecido),
fundador del Conjunto Original Cucalambé y su director hasta el año 1971, participó desde las
primeras Cucalambeanas. Nace el 18 de septiembre de 1929 en el campo y mantiene su
trayectoria artística hasta sus últimos días. Su tío Juan Mayedo era muy famoso por aquella época
como improvisador.

Según datos de la entrevista, con solo 16 años comienza a trabajar en la CMKG en un programa de
Vicente Colón poeta de Sagua y José Licores, un poeta pinareño, al director del programa Antonio
Yoga le gustó su forma de improvisar y le abrió las puertas bautizándolo como Pepito Mayedo: El
Benjamín de los Trovadores.

Dentro de sus estímulos están:

1. 1957- representó la provincia de Oriente en el Programa de Circuito Nacional (CNC), actual


Radio Rebelde.

2. Recibió un diploma por estar entre los improvisadores del país.

3. Recibió un diploma luego del Triunfo de la Revolución, 1961, cuando vino el cosmonauta
soviético Yuri Gagarin.
4. Conoce personalmente al Indio Naborí.

5. Cantó en diferentes lugares con grandes poetas.

6. 1975 recibe la medalla El Cucalambé.

7. Diplomas y certificados por su participación y colaboración en peñas de la décima, talleres de


improvisación y música campesina, así como en otras actividades culturales.

A continuación se plasma una décima improvisada entre Naborí y José, a petición del Indio sobre
una bayoya:

Indio, ¿ves esa bayoya

como asciende por la mata

apoyada en cada pata

lo bien que se desarrolla?

La dificultad descolla

Y se mueve con destreza,

Porque la naturaleza,

Que es pródiga de verdad,


Le puso en su habilidad

Lo que no le dio en belleza (2001: 16).

En esta décima José Mujica demuestra la destreza y habilidad como improvisador condicionado
por la espontaneidad del momento y al mismo tiempo en su expresión se manifiesta la forma
jocosa que lo caracterizaba.

José Mujica fue en el siglo XX uno de los improvisadores más destacado del territorio y su arte se
hizo extensivo a otras regiones. Su vinculación con el género le permitió una consagración y
sentimiento hacia la tierra que lo vio nacer. Hecho que se manifiesta cuando expresa sobre el
desarrollo del repentismo en el país y en la provincia expresa:

Antes el repentismo no progresaba, porque se discriminaba mucho, pero actualmente, sobre todo
después de la batalla por la devolución del niño Elián Gonzáles a Cuba, donde los representantes
jugaron un papel digno, la décima improvisada ha tenido un avance tremendo, nuestras poetas
son escuchados y admirados en muchas partes del mundo (…) gracias a la Revolución, la décima ha
ganado tanto prestigio que tiene un lugar privilegiado en el mundo del arte. Está claro que la
décima es el lenguaje que más directo llega al pueblo. En nuestra provincia hay que reconocer que
el trabajo que realiza la Casa Iberoamericana de la Décima con sus talleres, peñas, encuentros y
concursos, pero no podemos estar satisfechos. ¡Hay que garantizar el relevo! (Granados; 2001: 17)

Otro importante repentista y tonadista es Idelgrades Hernández Ávila (Sinsonte Caimitero). Nace
el día 18 de julio de 1924 en Las Tunas, en La Cuaba, situada después del Reparto Aeropuerto.
Comienza desde temprana edad a tocar el tres y el laúd, instrumentos con los cuáles se
acompañaban.
Según la entrevista de Neyxis Sobrado, empezó cantando en distintos lugares. Años más tarde
trabaja la emisora CMKG, hasta el surgimiento de Radio Circuito el 29 de septiembre de 1953 junto
Pepito Mayedo, Perdomo, Juan Ramón Álvarez conocido como Juan Panadero y su compañero
Pedro Guerrero: El Rey del punto cubano.

En Radio Victoria entra unido al Conjunto Cucalambé en el año 1992 justificando la armonía de
todo el equipo. Sus principales interpretaciones eran todas las variantes del repentismo y la
improvisación (controversia, disertación, diálogo, pie forzado, etc.) así como el caso de las
tonadas: pie cruzado, Carvajal, camagüeyana.

Es fundador de las Jornadas Cucalambeanas y es por ello que en el año 2007 se le otorga la
distinción por el 40 aniversario de la misma. Entre sus méritos se encuentra el de haber estado 18
meses en Angola para la realización de actividades culturales debido a motivos históricos, tanto
nacionales como internacionales.

Carlos Escalona, Carlitín es reconocido como un consagrado tonadista, que tuvo una larga
trayectoria como aficionado y luego como profesional en la música campesina De Las Tunas. Y en
el año 63´ya era cantante de la radio. Ha participado de la fiesta cucalambena desde sus inicios.

También Dimitri Tamayo, reconocido repentista e improvisador se destaca por su participación en


todas las actividades donde esté presente la música campesina en la región. En una entrevista
realizada planteó sobre sus inicios en el repentismo y la improvisación:

Mis inicios fueron en la familia, en la entrada de un bohío en la provincia de Holguín, en la misma


provincia a dos Km del parque Calixto García (…) mi formación como repentista fue en el guateque
campesino que hacía mi familia y así fui inclinándome por ese arte hasta descubrirme como
improvisador (…). Es una herencia familiar porque hay muchos poetas en mi familia, hay 12 poetas
improvisadores en estos momentos en mi familia.
Dimitri llega a Las Tunas a través de un joven que lo oye cantar en una Cucalambeana y se quedó a
hacerle pareja. Entre sus principales méritos están el de desempeñarse como profesor en un taller
de repentismo y que sus niños improvisadores fueran escogidos para ir a Venezuela, México. Ha
obtenido tres veces primer premio en el concurso Hermeides Pompa Tamayo, premio de décima
escrita Décima y Tradición y entre otros el Justo Vega del año 2000. Se considera un poeta
bucólico aún cuando recurre a varios temas en dependencia del momento que esté viviendo.

En el seno de muchas familias nace la tradición de la música campesina. En el municipio se


distingue la familia de Adelaida Hernández Rodríguez, tonadista y madre de Yusimí Rojas
Hernández (tonadista y laureada en varios eventos nacionales e internacionales), Yasmir Rojas
Hernández, (laudista) y Yaimí Rojas Hernández, (tonadista).

Adelaida Hernández Rodríguez a través de la entrevista expresa su desarrollo como cantante y la


transmisión de la música campesina a sus hijos:

Viene por herencia de familia porque por parte de padre tengo tíos que son poetas y músicos. Yo
siempre canté allá en el mango en recibimiento a las Cucalambeanas con los poetas que iban de
visita y siempre hallaron que yo cantaba bien. Me dijeron que yo podía cantar en la emisora y al
principio no acepté pero empezaron mis niños a la escuela y yo a ellos siempre les he inculcado la
música y empezaron a cantar canciones y décimas en la escuela. De ahí conocimos a Dimitri
Tamayo ya a la edad de 12 años vio a Yusimí en una peña, la oyó cantar y le gustó desde ese
instante se lo pusieron de profesor a los niños y cuando empecé a traerlos al taller, me dijo que le
cantara una décima cuando lo hice me dijo que le gustaba como yo cantaba, y me incluye en el
repertorio de música campesina que se tocaba en la emisora y hace tres años que canto allí. Mi
formación es empírica yo nunca estudié repentismo, es herencia de familia, hago algunas tonadas
pero mi preferencia es el punto libre, los niños hacen las dos (Alonso: 2010)

Entre los compositores que tienen un auge a partir de los 80´, se destaca en el municipio Juan
Manuel Herrera, inspirado en las guajiras ha sido unos de los más premiados en el municipio como
en festivales Cantándole al Sol, Villa de Los Molinos, Emiliano Salvador y Eduardo Saborí.
Las entrevistas a representantes de la música campesina de la localidad como Orlando Portillo
(Director del Conjunto Cucalambé), Dimitri Tamayo (Repentista), Adelaida Hernández (tonadista),
Jorge Crespo (cantante principal del Conjunto) y otros poetas repentistas que por su trayectoria
musical y su presencia en cada uno de los eventos y celebraciones tuneras tienen una amplia
visión de esta manifestación musical en la localidad, tales como Nelson Lima, Gabriel Llanes y
Héctor Peláez procedentes de la provincia de Camaguey así como especialistas y expertos del
tema como Salvador Regueira, Ramón Batista, Víctor Marrero y Juan Manuel Herrera, arrojaron
una valoración acerca del desarrollo de la música campesina en el territorio.

La música campesina en el municipio de las Tunas alcanza un gran auge. Es considerada una de las
regiones que más avances tiene con respecto al género. Sostiene muchos eventos que se hacen en
el año, peñas campesinas que, según entrevistas realizadas a intérpretes campesinos de otras
localidades como Gabriel Llánes Estrada, Héctor Peláez Agüero y Nelson Lima Chaviano (poetas
repentista de Camagüey), son pocas las provincias que las tienen con la frecuencia que se hacen.

Existen niños que se destacan en géneros como la guajira, el son, la guaracha, la danza, y la décima
repentizada producto a la labor que se realiza en los Talleres de Repentismo. Asimismo existen
muchos jóvenes, resultados de los talleres, que defienden la décima repentizada, razón por la cual
constituyen el relevo del género y con su presencia y empeño musical la décima repentizada se
fortalece.

Conocida como la capital de la décima en el país, se reconoce por el apoyo de sus dirigentes y de la
población que se identifica desde todos los tiempo con la décima. En ello se encuentra el quehacer
de la Casa de la Décima en su trabajo de renovación y preservación de las tradiciones campesinas
distinguiéndose fundamentalmente en el apoyo a la realización de la Jornada Cucalambeana.

Otro de los criterios valorativos acerca de la música campesina en el municipio es el de que se


canta bien la décima en comparación con otras provincias. En ello se reconoce el trabajo que se
hace en torno a la interpretación y al nivel de dicción y afinación. Al respecto Nelson Lima plantea:
El desarrollo de la música campesina en la provincia de Las Tunas específicamente en el municipio
para mi ha tenido un auge maravilloso. Las Tunas se ha ocupado de rescatar la cultura campesina
específicamente a la música campesina, realmente tenemos la Casa Iberoamericana de la Décima
que apoya a todos los improvisadores del país y los rescata o sea a través de los improvisadores
del país ella se nutre para defender la décima y divulga a la misma ves, yo creo Las Tunas es una de
las provincia que más avances tiene con respecto a la música campesina. Para mi es la provincia de
más auge de la música campesina en Cuba a parte de la semana de la Cucalambeana nacional,
tienen muchos eventos que se hacen en el año, peñas campesinas que son pocas las provincias
que lo tienen con la frecuencia que se hacen.

Otros como Lima reconocen haber encontrado en Las Tunas una fuente principal para el desarrollo
y desempeño a plenitud del arte de improvisar, repentizar e interpretar tonadas campesinas. Tal
es el ejemplo de Héctor Peláez Agüero cuando expresa:

En realidad llevamos mucho tiempo en este trabajo noble de realizar décimas campesinas como
parte de la sustentabilidad de un género tan querido y tan poco entendido por las personas
todavía, si nos referimos a Las Tunas puedo decirte que Tunas es la capital de la décima en nuestro
país, yo he tenido el privilegio de trabajar aquí durante muchos años, con quien tengo magníficas
relaciones de trabajo y he tenido grandes éxitos en mi trabajo, mas que en mi provincia, tengo que
reconocerlo así, en Tunas es más reconocido el trabajo nuestro, porque hay un nivel de
sensibilidad, desde sus cuadros dirigentes hasta la población que admira la poesía mucho mayor
que en cualquier otro lugar del país creo que es encomiable en grado superlativo, el trabajo que
hace la Casa de la Décima específicamente en todo el quehacer en el rescate de las tradiciones
campesinas y por tener el alto privilegio de realizar esa multitudinaria Jornada Cucalambeana
nacional e internacional en la que participo casi siempre. Sin lugar a dudas Tunas es el lugar que
ennoblece la décima campesina en nuestro país y creo que como ejemplo se debe tomar esta
ciudad que ha hecho y va a hacer tanto por la décima.

Ello merita el trabajo que se realiza en el municipio no solo desde la dirección de la provincia y el
apoyo de instituciones como la Casa de la Décima, sino del amor, esfuerzo y perseverancia de los
defensores la música campesina local. El mérito alcanzado por los exponentes del son, la guajira,
repentismo, tonadas y todo el abanico musical del género campesino, constituyen base y fuente
esencial para el desarrollo de esta manifestación popular y su solidificación en la identidad tunera.

A pesar del alcance de la música campesina en Las Tunas se enfrentan ciertos elementos que no
frenan su desarrollo, pero que influyen negativamente en ello. Uno de los problemas que enfrenta
es la construcción instrumentos. Acerca de ello Víctor Marrero plantea:
Uno de los problemas que creo que enfrenta la música campesina es la propia construcción de
instrumentos que no se hacen. Las Tunas tiene una fábrica de órganos, hay también una tradición
de música de órganos y sin embargo no se escucha casi la música de órgano porque
desaparecieron la fábrica de órgano de aquí y de las parras ya no se hacen órgano y al no haber no
hay proliferación de esa música y el órgano es una música muy escuchada en los campos cubanos
y en Las Tunas tiene una influencia que le vino de Guantánamo. Aquí hay familias como los Parras
que sin fabricantes de órganos y partituras musicales que es parte de la cultura material
campesina no hay una fábrica pero tenemos dos lutier que fabrican guitarras y laudes pero la
construcción de instrumentos es inalcanzable para la cantidad de personas. A principio de los 60 y
70 en cualquier parte del campo se escuchaba un guateque campesino porque los campesinos
tenían guitarra, tres, maracas, tambores, que lo hacían y esa tradición se ha ido perdiendo creo
que hoy no tenemos mayor desarrollo y nivel cultura en ese sentido es por la falta de
instrumentos por la falta de construcción de elementos musicales tradicionales y no es solvente
para el campesino comprarlos en las tiendas y eso esta limitando el desarrollo de la música
campesina.

Consta que a principio de los 60 y 70 en cualquier parte del campo se escuchaba un guateque
campesino porque los campesinos tenían la base musical fundamental en cuanto a instrumentos:
guitarra, tres, maracas, laúd y tambores que construidos por ellos mismos y es un tradición que no
se manifiesta en la actualidad. Hoy se prevé un menor desarrollo y nivel cultural en ese sentido
por la falta de instrumentos, de construcción de elementos musicales tradicionales. La
construcción del laúd ha declinado, siendo este el instrumento fundamental de acompañamiento
de música campesina.

En otro sentido las expectativas con los Talleres de Repentismo no se satisfacen completamente.
Aún cuando es reconocida su importancia por los exponentes del género y especialista, revela la
necesidad de asegurar y reafirmar su presencia y seguimiento debido a factores que afectan su
desarrollo pleno. Hacia estos elementos el profesor Juan Manuel Herrera manifiesta:

Sin dudas aunque los talleres siguen vigentes, su impacto no es el mismo porque ya no se aplica el
mismo sistema y hoy estas agrupaciones han transformado sus formatos, alejándose de lo
tradicional y lo auténtico. Pero aún hasta hoy falta el rigor de las instituciones (Centro de la
Música, Direcciones Municipales de Cultura), para exigir el cumplimiento de este empeño que aún
continúa. Entre otras dificultades se presentan:
1. Muy poco apoyo y exigencia y bajo nivel de los ejecutantes.

2. Los talleres de repentismos y tonadas para niños está contribuyendo a retomar esta música en
jóvenes instrumentistas y poetas que comienzan a despertar esta música que sigue necesitando
un mayor apoyo estatal.

Los Talleres de Repentismo sustentan la música campesina y aunque logra tener éxito, es un
hecho que necesita del apoyo sistemático de las instituciones rectoras del proceso de
consolidación de las tradiciones campesinas y de la música en particular.

Aún cuando se trabaja en función de lograr calidad, formación y desarrollo en las nuevas
generaciones las entrevistas arrojan que se debe seguir enriqueciendo el quehacer musical,
teniendo en cuenta las exigencias de la sociedad actual y el momento en que se vive y con ello el
empeño de músicos profesionales que constituyen el ejemplo de las generaciones futuras y por
tanto también requieren de calidad y seriedad en su trabajo.

Referente a esta problemática plantea Rolando Portillo:

La tarea más dura que tenemos en estos momentos es de formar repentistas y de calidad, no es
que cualquiera haga una décima, pero bueno. Estamos hablando de un repentismo de calidad, de
formar un poeta con capacidad y conocimiento y que tenga el vuelo que necesita una décima y
que esté en correspondencia con los momentos actuales, es decir con la intelectualidad cubana,
no estamos hablando de sexto grado, estamos hablando de niveles superiores, de master, de
científicos y la décima tiene que tomar un vuelo de acuerdo al pensamiento del hombre actual y
creo que la música campesina fundamentalmente en el repentismo hay que apretar la mano.

Al mismo tiempo Gabriel Llanes expresa:


La música campesina en Las Tunas hace un buen tiempo viene desarrollándose de manera
satisfactoria a través de los talleres de repentismo y tonadas que se hacen con los niños y con
jóvenes aquí en la provincia, sobre todo en la ciudad, pero creo que es insuficiente todavía lo que
se está haciendo, que la Casa Iberoamericana de la Décima puede jugar un papel importante en
eso y puede hacerlo debido a que no se incorpora ni a los repertorios, ni a los conjuntos
campesinos de la provincia y del país en general, los números más auténticos de el folclore
campesino, que ya no se crean nuevos números que tengan la trascendencia de piezas como
Amorosa Guajira, el guateque campesino, y otros números de Celina Gonzales y sobre todo los
músicos no se imponen, los músicos se han ido acomodando a interpretar la música que hay
hecha, que es muy buena pero creo que todo en la vida es dialéctico y tienen que evolucionar para
bien de modo que creo que tanto los grupos campesinos como los creadores individual deben
tratar de trabajar nuevas piezas o tonadas o a desarrollar las que existen y que los poetas y
tonadistas canten más la variedad de tonadas que hay en nuestro país en desuso y que son muy
bellas, formas melódicas muy bellas de la música campesina. Se ha ido trabajando, después de
cierto desarrollo se ha vuelto a frenar, pero necesita un nuevo impulso para que se pueda trabajar
con la satisfacción que se necesita del género y la propia música campesina.

Se considera insuficiente el trabajo que se realiza, debido a la falta de repertorios, en los


Conjuntos Campesinos que incorporen los números auténticos de la música campesina, y con ello
la creación de piezas musicales como el tema de la Caldosa de Quique y Marina, propia de la
región, que constituyan un canto a los hechos y sucesos cotidianos del campesino y la sociedad en
general vinculado a los rasgos de la localidad. De la mismo forma se manifiesta el decaimiento de
algunas agrupaciones que incursionando en otros géneros pierden la esencia de lo campesino,
alejándose por completo del género o simplemente haciendo un repertorio repetitivo de obras ya
conocidas, lo que provoca que no exista distinción entre la variedad de números, formatos y
formas melódicas de la música campesina.

Al respecto Salvador Regueira plantea:

Lo que no podemos permitir ni nos podemos dar el lujo es de dejar perder la tradición de la
música campesina, del repentismo, de la improvisación, porque esas son las raíces culturales,
cuando oímos una buena controversia o una buena improvisación, verdaderamente sentimos
como un bálsamo que refresca el alma en medio de tanta música barata, comercial, y de
popularidad efímera que nos está rodeando y que lamentablemente nos imponen los medios de
difusión, no me refiero a la radio y la televisión, me refiero a los bicitaxis que no respetan horarios,
pero me refiero también a operadores de audio cuando tienen una actividad a pesar de que están
pasando un curso que le hablan de la música que deben de poner, del nivel al que deben ponerlo y
nos vuelven locos con una música extravagante, hay que ver si se impone, yo estoy seguro que de
aquí a 50 años muchos de estos géneros impuestos en estos momento o que nos hemos dejado
poner, nadie se va a acordar de ellos ni de sus intérpretes, se va a seguir hablando de música e
intérpretes campesinos y eso es sencillamente no vivir en el pasado, sino vivir para defender
nuestras raíces culturales. La música campesina cobra auge en el extranjero, porque lo que está
sucediendo es que los grandes centros del poder están difundiendo nuestra música y nosotros nos
estamos quedando atrás.

Ciertamente la música campesina compite con influencias que van en contra de la identidad e
idiosincrasia nacional. En el municipio así se presenta; existe solamente un programa radial
dirigido a la música campesina Rumores del Hórmigo, que sale al aire a la 5: 30 am, que resulta
insuficiente en comparación con los demás programas que más del 50 % promocionan música
internacional. Asimismo se manifiesta el fenómeno en áreas recreativas y vida cultural del pueblo.

A pesar de estas dificultades es de destacar que la música campesina en el municipio se impone,


aunque no adquiera todavía el vuelo y reconocimiento que merece. Ha alcanzado grandes logros
premiados especialmente por el talento musical con el que cuenta el municipio. Entre ellos se
destaca: el fomento sistemático de los Talleres de Repentismo, el desarrollo de peñas campesina
de adultos y niños, la realización de más de tres eventos anuales nacionales que posibilitan el
intercambio cultural y el enriquecimiento del género campesino en el municipio así como el
incremento de los guateques en comunidades rurales de la localidad. Igualmente consolida un
fuerte movimiento de aficionados y profesionales que se hacen presentes en actividades políticas,
recreativas y culturales en la programación de instituciones, organismos y espacios culturales.

De esta forma el trabajo realizado en aras de sustentar la música campesina en el municipio ha


repercutido sobre todo en el gusto popular, porque la labor extensionista que se realiza para su
salvaguarda, promoción y preservación y a través de la fuerza de sus fieles exponentes, permite
que no se pierda la tradición, porque sabiamente se reconocen en la raíz cultural más autóctona
de la identidad cultural de la región y del país, motivos que reafirman la presencia de esta
expresión musical en la localidad.
CONCLUSIONES

La realización del estudio acerca de la música campesina en Las Tunas propició el análisis de las
categorías música campesina y cultura popular, que fueron abordadas por diferentes autores,
posibilitando que el investigador, asuma una posición teórica y científica para fundamentar la
importancia de esta manifestación en la conformación de la cultura y la identidad tunera.

Acercarse al estudio de la música campesina en el territorio desde los referentes teóricos y


metodológicos, contribuyó a valorar su presencia en la cultura popular tunera profundizando en
los aspectos fundamentales que impulsan al pueblo a conservar su acervo cultural.

Esta manifestación de devenida herencia hispánica, fundamentalmente canaria, es el producto de


un proceso evolutivo que se produjo por la población, a través del advenimiento de elementos
heredados, para llegar a definirse como parte de la identidad local a partir siglo XVIII.

El desarrollo de la música campesina en Las Tunas ha logrado arraigarse en la ciudad con un fuerte
movimiento de profesionales y aficionados que aseguran la continuidad del género. Su presencia
se hace evidente en los diferentes eventos y actividades políticas, culturales y recreativas de la
localidad tales como Peñas de la Décima con carácter sistemático donde afluyen tanto niños,
jóvenes como adultos de la ciudad, guateques campesinos en comunidades rurales y círculos
sociales, actividades caracterizadoras de las instituciones culturales: (Casa Iberoamericana de la
Décima, Museo Provincial, Memoriales, Bibliotecas, Plaza de la Revolución, Centro Cultural),
tribunas abiertas. Resultan esenciales también los eventos nacionales que se efectúan en la
localidad como la Jornada Cucalambeana, Justo Vega, Hermeides Pompa Tamayo, encuentro de
Talleres de Repentismo, Cuerda y Tonadas y Encuentro Territorial de Peñas de la Décima, con lo
cuál perviven décimas y conjuntos campesinos.

Se ha instaurado un fuerte movimiento de niños y jóvenes que constituyen el baluarte de la


tradición en el territorio, gracias a los Talleres de Repentismo, Cuerda y Tonadas que se imparten
desde el año 2001. Se caracteriza además por la presencia del Conjunto Campesino Cucalambé
quien es la base de acompañamiento musical fundamental de repentistas, tonadistas e
improvisadores junto a los niños y jóvenes talentos que surgen al calor de los Talleres.

El patrimonio de la música campesina en el territorio se ve enriquecido gracias al intercambio


cultural que mantienen sus representantes producto de la labor y eventos de esta naturaleza. De
tal suerte en el repertorio musical se destacan tonadas en sus diversas variantes, son, son
montuno, guaracha, guajiras, controversia, improvisación y la décima en su máximo esplendor.
Estilos melódicos del género que no solo son interpretados por músicos campesinos, sino que
acuden grupos de música tradicional y popular, así como intérpretes ocasionales que defienden la
guajira.

La música campesina en el municipio Las Tunas a partir de sus elementos más enraizados, ha sido
significativa para el desarrollo sociocultural del territorio tunero. El esfuerzo y compromiso de los
exponentes en diferentes formatos musicales hacia su sentido de ser y hacer, ha logrado obtener
un considerable número de premios, condecoraciones y reconocimientos nacionales e
internacionales, que enarbolan la cultura tunera y con ello dar el justo y merecido lugar que tiene
la música campesina en la cultura nacional.

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