El Desenfoque
El Desenfoque
El Desenfoque
El desenfoque puede ser tan básico como el de una cámara, pero tan profundo como el de
nuestras vidas.
El desenfoque en nuestras vidas puede ser el trabajo, las situaciones de la vida, el ocio, los
problemas, la diversión, la comodidad, las amistades, nuevos proyectos, etc.
Una distracción es cualquier cosa que evite que nos movamos en dirección a nuestro destino,
meta, llamado, y propósito en nuestra vida. Puede presentarse como una persona, cosa, o un
lugar.
Perdemos el enfoque.
Se retrasa nuestro progreso
Nos detiene de tomar decisiones.
Nuestras fuerzas son dispersas.
No nos dejan compremeternos
No permiten que cumplamos con nuestro llamado.
Hace que nos volvamos errantes o vagabundos.
Tenemos que aprender a enfocarnos en Jesús y aprender de Jesús. Jesús miraba a la cruz, Él no
estaba distraído por los azotes, el dolor, o por las personas que le hicieron daño. Tenemos que
aprender que nunca podemos reemplazar a Dios o Su voluntad con cosas o con distracciones
Para poder volver a enfocarnos tenemos que poner nuestra mente en el cielo y las cosas de arriba.
Tenemos que saber quienes somos en Dios, como Sus hijos e hijas.
Nuestra mente y nuestro enfoque están conectados. Nuestra mentalidad determina nuestro
propósito. Dondequiera que nuestra mente esté puesta, fija y establecida, ese será el lugar donde
va a estar nuestro enfoque. Si nuestra mente está en nuestra meta, llamado, o propósito,
entonces nuestro enfoque estará también en estas cosas. Necesitamos enfocarnos otra vez en el
diseño original de Dios para nosotros
Mateo 6:21: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”
Lucas 9:62: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino
de Dios.”
Colosenses 3:2: “Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”
En este tiempo las personas viven desenfocándos y con una imagen borrosa de lo que es la vida.
Casi siempre la parte borrosa de la imagen es Dios.
Muchas veces se enfoca lo urgente y no lo importante?
¿Qué es lo urgente y qué es lo importante?
1. Negar mi yo y seguir al Maestro. Lucas9:23
2. Negar mi placer y hacer Su voluntad. Juan 4:31
3. Negar a aquellos que amo por lo que necesitan escuchar las buenas nuevas. Lucas 8:19-21
4. Negar el afán por su presencia. Lucas 10:38-42
5. Negar todo lo que tengo por Eterno. Mateo 13:44-46
El desenfoque buscará golpear nuestras vidas, haciéndonos desviar del propósito de Dios.
es necesario mantenernos enfocado porque así nuestro Señor nos lo exige y para estar enfocado
necesitamos de mucho esfuerzo y valentía.
El desenfoque es uno de los actos más violentos que el enemigo utiliza para detener el reino de
los cielos.
El desenfoque nos lleva a la religiosidad. Tratando de hacer todo correcto. Nos volvemos
ceremonialmente limpios. Pero nuestro corazón se va alejando de Él.
Hay mucha gente que trabaja en el reino pero no conocen al Rey.
Todos los días encontramos algo que nos tratará de desenfocar.
El que está enfocado en esta verdad muy difícilmente las circunstancias de la vida y los malos
momentos lo podrán apartar de su Creador.
es tiempo de salir del desenfoque y comenzar con los objetivos que quieren conseguir, trazen
nuevas metas, revisen su plan de acción, reajusten sus valores y presten atención en lo que
realmente es importante.
Nuestro enfoque va hacia donde la mente dirige nuestras acciones.
Nuestro enfoque es seguir a Jesús.
Al advertir contra los falsos maestros, Pedro escribió: “Pero hubo también falsos profetas entre el
pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina... Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo
de Beor, el cual amó el premio de la maldad, y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda
bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta” (2 Pedro 2:1, 15-16).
En estos pasajes, vemos que Balaam es un ejemplo perdurable de un hombre que transigió con su
comportamiento según Dios para obtener ganancias deshonestas. Trató de obedecer a Dios y aun
así hacer su propia voluntad sin tener éxito. Al servir a Dios hoy, debemos servirle de todo corazón
(Salmo 119:2; Mateo 22:37).
Cómo se explica esto? Dios dice, “no vayas”; luego dice “vete con ellos” y por fin “la ira de Dios se
encendió porque él iba”. Dios conoció el corazón de Balaam, sabía que amaba “el premio de la
maldad” y que esperaba de todo corazón que de alguna manera pudiera obtener la recompensa
que Balac le ofrecía; desde luego, esta actitud de Balaam tuvo algo que ver con la ira de Dios
contra él.
Conclusión. Cuando uno se desenfoca, toma el camino de Balaam ; pero aún en medio
de esos caminos, siempre hay un Dios misericordioso, que nos sale al paso para
decirnos: Tú eres mi hijo amado, no tienes por qué andar mirando esto o aquello, ni
distraído en tantas cosas, enfócate en Dios que te llamó y que te ama, no te dejes
distraer por la bendición que era de otro, no te llenes de malestar o de envidia por lo
que veas a tu alrededor, porque eso era para “ella” o para “él”, lo tuyo va a llegar. Eso
es perder la concepción de quien es Dios,
miremos el ejemplo de David de como él se sometió a su cobertura que era Saúl, quien
cometió tantos errores, pero David entendió que Saúl era el ungido y que el Señor
sabría qué hacer.
Dios cuando ve una injusticia va a actuar, va a moldear. Hemos sido llamados por Dios
a llevar paz a su pueblo, no seamos gente que lleva inquietud, ya el mundo está
generando bastante inquietud; Así igual a ti te digo que no eres cualquiera en esta
casa, sino que todos somos hijos de un Rey que nos ha revestido de autoridad y unción,
no nos dejemos desenfocar, porque “aunque el príncipe pierda su lugar, tú jamás
pierdas el tuyo”.