Tema 2 GH
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El 14 de julio de 1789 tiene lugar la primera revolución popular urbana con la toma
de la cárcel de la Bastilla. Esta situación también se extendió al campo, donde fue mucho
más violenta.
El Consulado (1799-1804)
El golpe de Estado de Napoleón tuvo el apoyo de buena parte de la burguesía
francesa. Su objetivo era construir un imperio bajo los principios moderados.
En 1799 Napoleón inauguró el Consulado (gobierno dirigido por tres cónsules), ya
que fue nombrado cónsul. Dicho gobierno se caracterizó por lo siguiente:
- Aprobó una Constitución en 1802 para consolidar su poder vitalicio.
- Su actitud dominante y autoritaria.
- Se redujeron las libertades.
- Se defendieron los intereses de la burguesía.
- Para centralizar la administración del Estado y controlar a las provincias se dividieron.
- Se estrecharon las relaciones con la Iglesia.
- Se elaboró un Código Civil para regular la convivencia entre los ciudadanos.
- Se aprobó un código de comercio para mejorar la economía.
La unificación italiana
A principios del siglo XIX la península itálica estaba conformada por diversos
Estados y Austria había incorporado a su imperio la Lombardía y el Véneto.
En 1859, el Piamonte, reinado bajo la dinastía de los Saboya y gobernado por el
conde Cavour, inició un proceso de unificación.
Podemos distinguir tres fases de la unificación:
1º fase (1849-1860): desde 1848, Víctor Manuel II de Saboya, rey de Piamonte y Cerdeña,
dirigió un proceso de unificación. Contó con la ayuda de su ministro Cavour. Para ello se
alió con Francia para combatir contra Austria derrotándola en Magenta y Solferino (1859).
En 1860, Parma, Módena, Romaña y Toscana se unieron al Piamonte bajo un Parlamento
común.
2º fase (1860-1865): En 1860 los campesinos sicilianos se sublevaron contra el rey de
Nápoles. Aprovechando el descontento Cavour envió al sur de Italia a los “mil camisas
rojas” dirigidos por Garibaldi que consiguieron tomar el Sur.
3º fase (1866-1870): la guerra entre Italia y Prusia contra Austria permitió la conquista del
Véneto (1866). De este modo solo quedaban los Estados Pontificios, que fueron tomados
tras la derrota de la guerra francoprusiana (1870), estableciendo la capital en Roma.
La unificación alemana
A principios del siglo XIX Alemania se encontraba dividida en 36 Estados integrados
en la Confederación Germánica.
La unificación alemana fue de la mano de Prusia. El impulso definitivo llegó en la
década de 1860, cuando Guillermo I accedió al trono prusiano y nombró como canciller a
Otto von Bismarck.
En 1834 tuvo lugar el primer acercamiento con la unión aduanera (Zollverein) que
abolía los aranceles entre los diferentes Estados.
Las fases de la unificación alemana fueron las siguientes:
1º fase (1859-1865): Prusia era el principal Estado alemán y pretendía liderar la unificación,
por lo que inició un proceso de aceleración industrial, de reforzamiento del ejército y de
reformas políticas. En 1862 Bismarck fue nombrado canciller de Prusia y planteó la
unificación a partir de la guerra. La primera acción fue la guerra contra Dinamarca para
obtener Schleswig y Holstein.
2º fase (1866-1869): Prusia se enfrentó a Austria en la batalla de Sadowa (1866) cuyo
triunfo benefició a la creación de la Confederación de Alemania del Norte.
3º fase (1870-1871): Bismarck firmó una alianza con los Estados del sur, decisión que no
contentó a Napoleón III, llevándolos a la guerra francoprusiana que acabó con la derrota de
Francia en Sedán (1870). Como resultado Alemania anexionó Alsacia y Lorena, naciendo
así en 1871 el Segundo Imperio alemán (II Reich) en Versalles, cuyo káiser fue Guillermo I.