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6 Texto - Estructura Textual - CVC

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Lingüística del texto

Con el nombre de lingüística textual se hace referencia a una disciplina cuyo objeto de
estudio es el texto, entendido como acontecimiento comunicativo verbal con plenitud de
sentido, que posee una serie de propiedades.

Concebida como ciencia interdisciplinaria, la lingüística textual emerge a fines de los años
60 del siglo XX en las universidades de Europa Central, entre las que cabe destacar la
Universidad de Constanza (Alemania). Se presenta como una lingüística cuyo objetivo es
dar cuenta de la cohesión y coherencia de un texto, traspasando los límites de la oración.

T. Van Dijk (1979) llamó la atención sobre el hecho de que la denominación de lingüística
del texto no se refiere a una única disciplina, sino que este término se utiliza para etiquetar
cualquier estudio que tenga como objeto el texto. En este sentido, la retórica es la forma
más antigua de interés por el estudio del texto. Asimismo, los textos han sido durante
mucho tiempo objeto de investigación de los estudios literarios, en los que la lingüística
textual tiene un precursor importante, por cuanto recupera esa tradición filológica y
retórica. Por otro lado, aunque en un principio se interesó por las producciones escritas, sus
intereses tienden a converger con la disciplina denominada análisis del discurso, orientada
en sus orígenes a las producciones orales.

Aunque puede ser entendida como una disciplina auxiliar del análisis del discurso, la
lingüística textual tiene una entidad propia, y su objeto de estudio, el texto, ha sido
estudiado desde diferentes ópticas:

1. En su ámbito se han planteado distintas maneras de tratar el texto, como producto


acabado o, desde una perspectiva cognitiva, en su proceso de producción e
interpretación.
2. Por otro lado, desde distintos presupuestos, se han estudiado las propiedades que
definen el texto, esto es, las propiedades básicas que hacen que un acto
comunicativo verbal pueda ser entendido como tal.
3. Esta disciplina se plantea también el estudio de estructuras lingüísticas que
trascienden los límites oracionales: la macroestructura y la superestructura, como
estructuras globales del texto.
4. Asimismo, la lingüística textual se interesa por la búsqueda de una clasificación de
los tipos de texto. En este sentido, cabe destacar el planteamiento teórico que se
basa en la combinatoria de secuencias textuales prototípicas para la elaboración de
un texto, que se ha convertido en uno de los puntos de referencia más extendidos
para el estudio de los tipos de texto.

En la enseñanza de la lengua, las distintas aportaciones teóricas de la lingüística textual


han supuesto una manera distinta de abordar la didáctica de las destrezas lingüísticas,
sobre todo en lo que atañe a la comprensión y producción de textos orales y escritos. Tales
propuestas han supuesto discernir estrategias cognitivas y metacognitivas con el fin de
mejorar la competencia discursiva de los aprendientes.

Otros términos relacionados

Estructuras textuales; Macrorreglas textuales; Planos de organización


textual; Procedimientos de composición; Textualización.
Texto

El texto es la unidad de análisis de la lengua propia de la lingüística textual. Producto verbal


-oral o escrito- es la unidad mínima con plenitud de sentido, que se establece mediante
procedimientos de negociación entre emisor y receptor, y que se mantiene en una línea de
continuidad de principio a fin del texto.

Se caracteriza, entre otras propiedades, por su coherencia, que nace de un conjunto de


relaciones semánticas entre sus diversas proposiciones, y pragmáticas entre el texto y
su contexto. Algunas de estas relaciones quedan señaladas por las que se dan entre las
unidades lingüísticas de la superficie textual (palabras, frases y párrafos), que crean
la cohesión textual. Así, el texto posee una dimensión supraoracional, que se basa en un
conjunto de reglas y estructuras que lo organizan.

No todas las escuelas de la lingüística del texto lo conciben del mismo modo: unas lo
consideran una realidad empírica, mientras que para otras es un constructo teórico; unas lo
ven como una realidad estática -producto de la actividad verbal-, otras acentúan su
dimensión dinámica -evento comunicativo-.

Además de responder a un conjunto de reglas y propiedades comunes a todos ellos, los


textos se diversifican en una serie de tipos, caracterizados por unas propiedades
diferenciales, que han dado lugar al establecimiento de tipología textual.

En el análisis de los textos desempeña un importante papel su contenido informativo; para


su tratamiento se han elaborado nuevos conceptos tales como los de estructuras
textuales, progresión temática, foco, tópico y comento. Asimismo, el estudio de la
organización textual ha conducido al reconocimiento de nuevas unidades y mecanismos
gramaticales, tales como los conectores y los marcadores del discurso, la deíxis y
la referencia.

Otros términos relacionados

Análisis del discurso; Competencia discursiva; Esquemas de


conocimiento; Intertextualidad; Modalización; Tema - rema; Secuencia textual.

Estructura textual

Se entiende por estructuras textuales los modos de organizar globalmente la información


en un texto, tanto en cuanto a la forma como en cuanto al contenido. En otras palabras, las
estructuras textuales hacen referencia a las partes que componen un texto, la
denominada superestructura textual, y también al tema que aborda, la
denominada macroestructura textual. La superestructura y la macroestructura tienen una
propiedad común: no se definen con respecto a oraciones o secuencias aisladas de un
texto, sino con respecto al texto en su conjunto o a determinados fragmentos de este. Esta
es la razón por la que se habla de estructuras textuales o globales, diferenciadas de las
estructuras locales o microestructuras en el nivel de las oraciones.

En los modelos textuales de la lingüística anglosajona, y particularmente en el modelo


desarrollado por T.A. Van Dijk (1977, 1978, 1980), el texto es descrito como una unidad
de comunicación que organiza su contenido en el plano global en dos tipos de estructuras:
la macroestructura y la superestructura textuales. La macroestructura textual da cuenta del
contenido semántico que representa el tema del texto; por ejemplo, el título de una noticia
constituye muchas veces la macroestructura de ese texto periodístico, si resume
efectivamente la información presentada en el cuerpo de la noticia. En cambio, la
superestructura textual representa el esquema de composición del texto, esto es, la forma
como el contenido se organiza en partes reconocibles; así, en el texto de un relato
periodístico, la superestructura estará constituida por las siguientes partes: episodio,
antecedentes, reacciones verbales y conclusiones.

La macroestructura y la superestructura, aunque son independientes como estructuras, se


superponen; es decir, las partes del esqueleto formal o superestructura de un texto se
rellenan con el contenido semántico de las macroproposiciones que resumen el sentido del
texto o macroestructura. En el ejemplo del relato periodístico, cada una de las partes de la
superestructura (episodio, antecedentes, etc.) adquiere sentido al relacionarse con los
contenidos que conforman la macroestructura del texto. La suma de los contenidos de cada
una de estas partes textuales da lugar a la macroestructura semántica global.

Otro enfoque sobre el trabajo con estructuras textuales es el desarrollado desde la


lingüística francesa. Tanto Adam (1992) como Charaudeau (1992) han descrito esquemas
regulares de organización de la información en los textos. Adam distingue cinco tipos de
«secuencias textuales» o formas características de estructurar el contenido de un texto:
secuencia narrativa, descriptiva, argumentativa, explicativa y dialogada. A diferencia de las
superestructuras textuales, las secuencias constituyen un nivel intermedio de
estructuración, entre la oración y el texto. Por ello, en un mismo texto, según Adam,
coexisten diversas secuencias, aunque siempre haya una que predomine sobre las demás.
Por su parte, Charaudeau (1992) habla de «modos de organización del discurso»,
relacionados con funciones textuales como narrar, describir, argumentar, etc.

En la didáctica de lenguas, el trabajo con estructuras textuales ha mostrado ser muy


operativo en los procesos de composición y de interpretación de los textos, pues orientan a
los interlocutores en la construcción del significado discursivo. Además, las
macroestructuras y superestructuras tienen no solo un papel semántico o cognitivo, sino
también uno comunicativo, de interacción y, por tanto, social. Es decir, las
macroestructuras definen cuáles son los asuntos más importantes que tratar en
cada género discursivo, y las superestructuras indican cómo organizar eficazmente en
partes el contenido en una determinada situación de comunicación y qué tipo de
información se relaciona con cada parte. Por ejemplo, conocer la superestructura de una
carta comercial y saber discriminar las macroestructuras posibles para llenar de contenido
cada una de sus partes aseguran que se consiga el propósito perseguido. En definitiva,
tener en cuenta las estructuras textuales en la producción y comprensión ha permitido
determinar estrategias cognitivas y metacognitivas superiores para el desarrollo de
la competencia discursiva de los aprendientes.

Macroestructura textual

La macroestructura textual es el contenido semántico global que representa el sentido de


un texto. Para que un texto se reciba como una unidad de comunicación ha de poseer un
núcleo informativo fundamental, que es el asunto del que trata o tema. La macroestructura
textual, pues, es un concepto cercano al de tema o asunto del texto, reinterpretados en el
marco del análisis del discurso.

La acuñación del concepto macroestructura se debe al lingüista holandés T. A. Van Dijk


(1977, 1978, 1980). Según Van Dijk, el texto organiza su contenido en el plano global en
dos tipos de estructuras: las denominadas macroestructura y superestructura textuales. La
macroestructura constituye la estructura semántica del conjunto del texto; la
superestructura representa la forma como se organiza la información en el texto, esto es,
la estructura textual formal. Por ejemplo, en un cuento, la macroestructura se formula en
términos del tema que trata (un viaje iniciático, un descubrimiento, una relación amorosa,
etc.); por su parte, la superestructura define el esquema adoptado para abordar el tema
textual: en el ejemplo, las partes constitutivas del cuento (situación inicial, nudo o
complicación, acciones, etc.). Aunque macroestructura y superestructura se complementan,
son estructuras textuales independientes entre sí. Un cuento tradicional, siguiendo con el
ejemplo, presenta siempre la misma superestructura; en cambio, puede tratar muy
distintos temas, es decir, puede presentar diferentes macroestructuras.

Si una secuencia de oraciones carece de tema global o macroestructura, el conjunto es


percibido como una sucesión de enunciados incoherentes, y, por lo tanto, no llega a
constituirse como texto. La macroestructura, en este sentido, es un mecanismo
de coherencia textual. El tema no tiene por qué estar nombrado explícitamente en el texto:
si lo está hablamos de palabra temática u oración temática, que tiene la relevante función
de poner al lector en condiciones de construir la macroestructura correcta, pues señala el
probable tema del resto del discurso, de modo que ya no es necesario que el lector lo
construya.

El concepto de macroestructura es un concepto relativo: hace referencia tanto al tema


global del texto como a temas locales que se desarrollan en determinados fragmentos. Al
mismo tiempo, a modo de muñecas rusas, los subtemas de determinados fragmentos
textuales pueden presentar también otros subtemas relacionados, que constituyen por lo
tanto su propia macroestructura. De todos modos, en sentido estricto, la macroestructura
del texto será la más general y global, mientras que determinadas partes del texto también
podrán tener sendas macroestructuras locales. Como resultado se obtiene una estructura
textual jerárquica de las macroestructuras en diferentes niveles. Dependerá de la extensión
y de la diversidad de asuntos que aborde un texto el hecho de que presente una estructura
semántica o macroestructura más o menos compleja y jerarquizada. Las frases del texto
que expresan macroestructuras se denominan macroproposiciones secuencias de oraciones
que resumen la información global del texto y de los fragmentos con entidad temática; a
estas macroproposiciones se llega con la aplicación de las macrorreglas u operaciones
cognitivas que realiza el lector u oyente para extraer la macroestructura de un texto.

El concepto de macroestructura textual ha incidido en las prácticas de comprensión lectora


y en general en el procesamiento de información. Para reducir y organizar grandes
cantidades de información (sea en la producción o en la recepción), es útil conocer los
mecanismos por los que es posible construir discursos coherentes, en tanto que presentan
un sentido global, con diferentes niveles de especificidad o macroestructuras.

Términos relacionados

Competencia comunicativa; Comprensión lectora; Lingüística textual; Procedimientos de


composición; Textualización; Tipología textual.

Superestructura textual

La superestructura es la estructura formal que representa las partes en que se organiza el


contenido de un texto. Es, pues, el esqueleto reconocible que caracteriza un género
discursivo, por su forma habitual y por ello convencional de estructurar la información:
organiza las secuencias de frases y les asigna una función específica en la comunicación.

La noción de superestructura se utiliza en los modelos textuales de la lingüística


anglosajona, y en particular en la teoría desarrollada por T. A. Van Dijk (1978, 1980), para
dar cuenta de la forma que presenta el conjunto del texto. Según Van Dijk, el texto
estructura su contenido en el plano global en dos tipos de estructuras: las
denominadas macroestructura y superestructura textuales. Mientras la macroestructura
resume el contenido global, la superestructura representa la forma que adopta el discurso.

En la superestructura, las frases de un texto se organizan en un esquema constituido por


categorías funcionales, unas opcionales y otras obligatorias. Por ejemplo, para las noticias
periodísticas, Van Dijk (1978) propone una superestructura hipotética constituida por dos
categorías superiores, el resumen y el relato, que, a su vez, contienen otras categorías
funcionales: el resumen de una noticia contiene un titular y un encabezamiento; el relato
se construye a partir de una situación (que puede constar de un episodio y antecedentes) y
de comentarios (constituidos, a su vez, por reacciones verbales y conclusiones).
Independientemente de su contenido (es decir, de la macroestructura: se trate, por
ejemplo, de un enlace matrimonial, de un acuerdo político o de un descubrimiento
científico), el esquema estructural básico de una noticia constituye una superestructura, en
el sentido de que siempre presenta el mismo esquema formal.

La superestructura como esquema básico que organiza la información contenida en un


texto lo clasifica dentro de un tipo. Según Van Dijk, determinados tipos de textos
responden a un esquema estructural básico (como la narración o la argumentación),
mientras que otros no presentan una estructura convencional clara (el texto poético, por
ejemplo). No obstante, puede distinguirse una serie de superestructuras convencionales, es
decir, que la mayoría de hablantes de una lengua conoce o reconoce. Algunos autores
(Charaudeau, 1992, Charaudeau y Maingueneau, 2002) han planteado el inconveniente de
aplicar la noción de superestructura tanto a esquemas de organización del discurso muy
generales (la narración, la argumentación) como a géneros de discurso particulares
(artículo científico, soneto, etc.). La noción recubre unidades textuales muy diferentes, por
lo que parecería más operativo reservarla para la organización de los géneros discursivos
particulares, y trabajar con el concepto de secuencia textual en los otros casos.

En didáctica de lenguas, las superestructuras esquemáticas ofrecen la posibilidad de


elaborar un texto a partir de un esquema preestablecido convencionalmente. Además, el
receptor, mediante el conocimiento de la superestructura, puede hacer hipótesis antes de la
lectura y durante ella sobre el tipo de información que queda por procesar: por ejemplo, en
una receta de cocina, después de los ingredientes, se esperan las instrucciones sobre el
modo y el tiempo de elaboración. Por lo tanto, las superestructuras organizan
cognitivamente el proceso de lectura, comprensión y (re-)producción de los géneros
discursivos. Partir de estructuras globales en la producción y comprensión de textos, en
definitiva, ha permitido determinar estrategias cognitivas y metacognitivas superiores para
el desarrollo de la competencia discursiva de los aprendientes.

Términos relacionados

Análisis del discurso; Competencia comunicativa; Comprensión lectora; Lingüística del


texto; Procedimientos de composición; Textualización.

Tema del texto

Se entiende por tema del texto el asunto global de que trata el texto.

Cabe señalar que la terminología empleada es variada para referirse a este concepto. Así,
en la bibliografía, es posible encontrar: tópico del discurso o tema del discurso. Por su
parte, G. Brown y G. Yule (1983, 1993:172) denominan entidad temática al elemento más
mencionado o implicado a lo largo de un texto. T. Van Dijk (1977) prefiere el concepto
de alusividad para dar cuenta de la densidad referencial del tema del texto.
Dentro de determinadas teorías de lingüística textual, la acotación del tema de un texto así
como los criterios para su identificación se ha convertido en objeto de estudio que incluso
ha llevado a la formulación de marcos teóricos específicos, como el desarrollado por el
lingüista holandés T. Van Dijk, quien desarrolla las nociones
de macroestructura y superestructura. Dentro de este marco, se pretende dar cuenta de
la coherencia a partir de la existencia de un tema del texto, concebido éste como el motor
que lleva a la planificación global del texto.

En didáctica de lenguas, la noción de tema ha tenido una implicación en el desarrollo


didáctico de dos habilidades fundamentalmente, como puede ser la comprensión lectora y
la expresión escrita. Tanto en una habilidad como en otra, el tema, entendido como el
motor del texto, ayuda a la organización de la información, tanto en la recepción como en
la producción.

Otros términos relacionados

Cohesión; Procedimientos de composición; Progresión temática; Tema-rema.

Progresión temática

La progresión temática se define como el mecanismo por el que se dosifica y organiza el


desarrollo de la información en un texto. Es, por tanto, uno de los fenómenos que más
claramente manifiesta la cohesión textual, puesto que para que un texto presente esta
propiedad textual ha de desarrollar un tema o tópico de manera que progresivamente se
vaya añadiendo información nueva a la información ya conocidapor el contexto.

A mediados del siglo XX, los lingüistas de la Escuela de Praga (F. Danes, V. Mathesius, J.
Firbas, entre otros) iniciaron las investigaciones sobre la estructura de la información
primero en la oración y después en los textos. Estudiaron lo que denominaron la
perspectiva funcional de la oración, segmentando ésta en dos partes: tema y rema, que
hicieron coincidir con información conocida e información nueva, respectivamente. La
aplicación de la dicotomía tema/rema a nivel textual ha sido ampliamente explotada por
diversos autores, pero el modelo básico es el elaborado por F. Danes. Según este autor, la
progresión temática representa el armazón del texto, ya que supone la «concatenación y
conexión jerárquica de los temas».

Una adaptación del modelo propuesto por F. Danes es el ofrecido por B. Combettes (1983),
quien da nombre a los diferentes tipos de progresión temática, además de llevar a cabo una
aplicación didáctica del modelo teórico, tanto en lo que atañe a la comprensión como a la
producción por parte de estudiantes. B. Combettes establece diversos tipos de progresión
temática, según sea la fórmula utilizada para encadenar los temas y los remas en la sucesión
de oraciones. Distingue este autor tres esquemas de progresión temática, a los que los
textos de cierta longitud obedecen en general de forma alternativa:

• Progresión de tema constante: a un mismo tema se le van asignando distintos remas,


es decir, el mismo tema aparece en sucesivas oraciones con remas
diferentes [Gabriel es inteligente. Ø (Gabriel) Es muy rápido pensando. Ø
(Gabriel) Siempre dice cosas oportunas]. Es el esquema más simple con el que el
escritor no pone en peligro la interpretación, ya que el lector difícilmente se
extravía, al haber siempre un punto común -en este caso [Gabriel]- entre todas las
frases.
• Progresión de tema evolutivo o lineal: responde a una concatenación de temas, esto
es, el rema de una proposición o parte de éste se convierte en tema de la
siguiente. [Esta mañana he estado en la peluquería. Ø (en la peluquería) También
estaba la vecina. Ø (la vecina) Me ha dicho que...]. Es frecuente en la exposición de
acontecimientos en cadena, en el que uno es la causa del otro.
• Progresión de temas derivados: puede entenderse como una variante de los dos
esquemas anteriores. Al ser el tema constante un colectivo o un objeto, llamado
hipertema, éste se puede descomponer en partes, de forma que resulta lícito
tematizar los diferentes miembros, llamados subtemas, sucesivamente. En el caso de
que el hipertema aparezca explícito, éste puede ocupar tanto la posición de tema
como de rema: [La obra de J. R. Jiménez suele dividirse en tres etapas: etapa de la
poesía intimista [....]; etapa de la poesía pura [....]; etapa de la poesía
deshumanizada [...]]. En el ejemplo, el hipertema es [tres etapas], que a su vez se
desglosa en tres subtemas, correspondientes a cada etapa.

La mayoría de los textos de cierta longitud responde a un tipo de progresión compleja,


donde se suele presentar una combinación de los tres tipos principales de progresión;
aunque, de todos modos, se puede decir que en cada texto hay un esquema predominante
que actúa como esqueleto estructurador del mismo. Por otro lado, como subraya B.
Combettes, cabe destacar que dichos esquemas, caracterizados fundamentalmente desde el
punto de vista del tema, no olvidan la función de los aportes remáticos: éstos, al igual que
los posibles temas del texto, están relacionados conceptualmente entre sí y respecto al tema
del que dependen. Es decir, la información remática forma parte también de la organización
y desarrollo informativo, y su evolución no puede quedar librada a un caos de remas
inconexos.

En didáctica de segundas lenguas, la noción de progresión temática como estructuradora


del texto ha permitido la concepción de propuestas didácticas diversas, encaminadas tanto a
la comprensión como a la produccíon de textos. Tales propuestas han supuesto
discernir estrategias cognitivas y metacognitivas con el fin de mejorar la competencia
discursiva de los aprendientes. Por otro lado, desde esta perspectiva, se puede dar cuenta
de los diferentes mecanismos de creación de referencia dentro del texto y cómo estos
pueden variar de una lengua a otra.

Otros términos relacionados

Coherencia; Superestructura; Texto.

Bibliografía básica

1. Calsamiglia, H. y Tusón, A. (1999). Las cosas del decir. Barcelona: Ariel.

Tema - rema
Los conceptos de tema y rema se emplean para describir la estructura del enunciado desde
un punto de vista informativo, partiendo del supuesto de que en los enunciados puede
distinguirse entre estos dos componentes (también denominados en otras corrientes
teóricas tópico y comento, respectivamente). El tema corresponde a lo que intuitivamente
se puede expresar como aquello de lo que se habla; mientras que rema es lo que se dice
del tema.

A mediados del siglo XX, los lingüistas de la Escuela de Praga (F. Danes, V. Mathesius, J.
Firbas, entre otros) fueron quienes iniciaron las investigaciones sobre la estructura de la
información primero en la oración y después en los textos. En la década de los 70, M.
Halliday, continuando la perspectiva de la oración propugnada por la Escuela de Praga,
emplea el concepto de tema sintáctico para referirse al constituyente situado más a la
izquierda en la frase; mientras que rema es todo lo demás que sigue en la oración y que
consta de lo que el hablante afirma sobre el punto inicial de la oración.

Teniendo en cuenta esta concepción de tema y rema, no resulta sorprendente la asociación


de tema con información conocida (información que el emisor cree que el receptor ya
conoce) y rema con información nueva (información que el emisor cree no conocida por el
receptor). De todos modos, la Escuela de Praga ya señaló que dicha coincidencia se da con
frecuencia, aunque no necesariamente. En cualquier caso, se ha tachado esta dicotomía de
equivalencias como demasiado reduccionista, por lo que J. Firbas (1971) deja el campo de
oposición más abierto, mencionando la existencia de elementos transitorios entre el tema y
el rema, así como temas y remas secundarios. Para referirse a dicha gradación, introduce el
concepto de dinamismo comunicativo, considerando estos dos elementos como los polos de
un continuo informativo. De este modo, J. Firbas asocia tema con el elemento menos
portador de información y rema con el elemento que hace avanzar el texto.

La aplicación de esta dicotomía a nivel textual ha sido ampliamente explotada por diversos
autores, entre los que destacan F. Danes y B. Combettes, quienes se interesan por el modo
en que la información textual va avanzando a partir de la articulación tema-rema, mediante
el mecanismo que denominan progresión temática.

En didáctica de lenguas, la articulación tema-rema ha permitido no sólo dar cuenta de


fenómenos oracionales que no podían ser analizados desde la perspectiva sintáctica o
semántica de la oración, como pueden ser las construcciones sintácticas con verbos
como gustar, encantar, etc.; sino también analizar el avance y organización informativa del
texto a nivel oracional, así como dar cuenta del porqué de la
determinación/indeterminación nominal o de la creación de diferentes mecanismos
de referencia en el interior del texto.

Términos relacionados

Cohesión; Competencia discursiva; Competencia gramatical; Lingüística


textual; Macroestructura; Tema de un texto.

Fuente: Centro Virtual Cervantes

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