Sanidad Financiera - (Clase 6 Parte 2)
Sanidad Financiera - (Clase 6 Parte 2)
Sanidad Financiera - (Clase 6 Parte 2)
Clase 6 (parte 2)
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud,
así como prospera tu alma. 3 Juan 1:2. (RVR60).
PRINCIPIOS PARA LA
PROSPERIDAD FINANCIERA
Una vez que conocemos los impedimentos de la prosperidad financiera, nos
compete entonces conocer, aprender y practicar los principios bíblicos para prosperar
financieramente.
1. Trabajar.
Usted debe comenzar a ver el trabajo como una bendición de Dios. En vez de
verlo como una exigencia vital para subsistir, véalo como una oportunidad de proveer y
bendecir a las personas que están bajo su cuidado.
Con el sudor de tu frente obtendrás alimento para comer hasta que vuelvas
a la tierra de la que fuiste formado. Pues fuiste hecho del polvo, y al polvo
volverás». Génesis 3:19.
Aunque el trabajo exige esfuerzo, son varias las razones por la cuales debemos
trabajar:
1. Trabajar digni ca. Una persona no vale más porque trabaja, tampoco vale menos
por no hacerlo, sin embargo, el trabajo nos permite sentirnos bien con nosotros
mismos, nos da un lugar en la sociedad, una tarea, una ocupación o un encargo
que le da mayor sentido a la vida.
2. Trabajar prospera. Trabajar nos permite prosperar financieramente. El trabajo es
una gran oportunidad para ganar un salario y además, para cumplir anhelos y
sueños personales.
3. Trabajar forma el carácter. La interacción con otras personas, la sujeción y el
desafío de alcanzar las metas de una organización o de una empresa, siempre nos
desafía a nivel personal, y entonces, se produce el crecimiento a nivel del carácter,
conocimiento y habilidades.
La gente que trabaja diligentemente y con buena actitud, tarde o temprano es
recompensada, en cambio, los que trabajan con desinterés y negligencia, terminan
descalificados y muchas veces, en la ruina.
Para Dios es muy importante el tipo de trabajo que usted tiene. Su trabajo debe
ser honesto:
Quien antes fue ladrón, debe dejar de robar, y ahora trabajar bien y con sus
propias manos. Así tendrá dinero para ayudar a las personas necesitadas.
Efesios 4:28.
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Juan 5:17.
2. Obedecer.
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La obediencia a Dios es el más importante principio para prosperar. Obedecer, se
define como la acción de acatar la voluntad de la persona que manda, de lo que establece una
norma o de lo que ordena la ley1. La Biblia nos enseña que, quien obedece los mandamientos
de Dios será prosperado y alcanzará el éxito.
Obedecer a Dios nos previene del fracaso financiero y nos blinda contra la ruina
espiritual y económica. Esto no significa que no lleguen pruebas a nuestras vidas, sin
embargo, cuando obedecemos, la prueba redundará en bendición para nosotros y
Dios la usará para añadir bendiciones a nuestra vida.
1 Diccionario de google.
Consecuencias de la desobediencia
• Quebranto emocional.
• Ruina o miseria.
• Poca productividad.
Piense en esto: ¿Lo han multado alguna vez? Si lo han multado en alguna
ocasión, usted recordará que por incumplir una norma de tránsito tuvo que pagar una
cantidad específica de dinero. Seguramente ese dinero estaba destinado para otra
cosa, y así mismo, el tiempo que le tomó encargarse de la diligencia, ciertamente
podía usarlo en una actividad productiva. Lo más frustrante de todo, es saber que
pudo evitar dicha multa con tan solo guardar una norma o seguir una regla.
3. Dar.
La Biblia nos enseña que la “acción de dar” representa una gran bendición.
Cuando damos, Dios nos ve como a personas bienaventuradas, es decir, privilegiadas
o doblemente bendecidas. La mayor bendición de dar está en que cuando damos,
estamos supliendo la necesidad de otro, pero a nosotros, nos la suplirá el Señor:
Dios desea que seamos generosos. Su voluntad es librarnos del amor al dinero
para que así, podamos ayudar a otros. Dar es la más grande muestra de amor. Cuando
damos, estamos siendo coherentes con la más grande e importante obra de Dios:
nuestra salvación. El amor de Dios se reflejó en la dádiva del más grande sacrificio a
favor nuestro: Jesús (Juan 3:16).
La Biblia nos enseña dos importantes formas en las que debemos dar y practicar
la generosidad. La primera es el diezmo, la segunda es la ofrenda.
Diezmo:
A muchas personas les incomoda hablar del diezmo, pero la realidad es que
este principio bíblico, es una importante clave para la prosperidad financiera. Dar
nuestro diezmo con amor, nos ayuda a mantener la perspectiva correcta, pues nos
recuerda que debemos ser agradecidos y que todo lo que llega a nuestras manos se
debe a la bendición de Dios.
Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente
Cuestionario
• ¿Ha perdido oportunidades por causa de la pereza?
• “Se roban el dinero”: en nuestra iglesia, los recursos financieros y su destino, son
auditados por la misión global de la iglesia del Nazareno.
• “Ese dinero queda para el pastor”: el acceso a los recursos es supervisado y el fin
de los mismos está destinado al mantenimiento de la infraestructura de la iglesia,
al desarrollo, cuidado y crecimiento de sus miembros.
• “El diezmo es para otras culturas”: la Biblia es un libro universal con principios y
consejos sabios aplicables en todas las culturas y para todos los tiempos.
• “El diezmo es una práctica del Antiguo Testamento”: ciertamente, la practica del
diezmo surgió en tiempos del Antiguo Testamento, sin embargo, Jesús habló en
la época Neotestamentaría sobre esta importante práctica:
Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues
se cuidan de dar el diezmo sobre el más mínimo ingreso de sus jardines de hierbas,
pero pasan por alto los aspectos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y
la fe. Es cierto que deben diezmar, pero sin descuidar las cosas más importantes.
Mateo 23:23.
Ofrenda:
Las ofrendas también son muestras de nuestro amor a Dios y a las personas,
pues en ocasiones, el Señor pone en nuestros corazones el deseo de ayudar y
bendecir materialmente a una persona, hermano en la fe o siervo de Dios. Debemos
recordar y creer, que cada semilla que sembramos, dará en el futuro un fruto. Nos
damos para recibir, sin embargo, cuando damos, es inevitable que la recompensa
llegue.
4. Ahorrar.
El ahorro es la mejor manera de conseguir las cosas. Nuestra cultura rechaza la
idea del ahorro porque los deseos por obtener cosas de manera urgente, muchas
veces supera la determinación de aplazarlos para obtenerlos inteligentemente y sin
presiones.
El ahorro es un principio espiritual. La Biblia hace una clara distinción entre los
que ahorran y los que despilfarran. A los que ahorran llama sabios, a los que
despilfarran llama necios:
Los sabios tienen riquezas y lujos, pero los necios gastan todo lo que
consiguen. Proverbios 21:20.
Hay personas que se acostumbran a gastar todo lo que ganan debido a que
solo piensan en el presente y olvidan cuan importante es pensar en el futuro. En
tiempos de José, Dios le reveló a Faraón rey de Egipto, a través de un sueño, que
vendrían siete años de abundancia y luego, siete años de escasez (Génesis 41:1-36).
Entonces José, después de interpretar el sueño del faraón y siendo el segundo al
mando en todo Egipto, decidió crear grandes bodegas con el fin de guardar
provisiones para los siete años de escasez que vendrían:
Así como las hormigas guardan y almacenan alimento durante el verano para así
contar con reservas suficientes durante el invierno, de la misma manera deberíamos
hacerlo nosotros.
Los expertos aconsejan ahorrar el 10% de los ingresos con el propósito de tener
recursos disponibles en caso de necesitar cubrir una necesidad o emprender un
proyecto.
Cuestionario
• ¿Critica a sus compañeros de trabajo porque son más diligentes que usted?