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EUTANASIA

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BIOETICA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA EUTANASIA

INTEGRANTES

JESSICA SARMIENTO
ALEXANDRA VERA

DOCENTE

JHON PARRA

BARRANQUILLA, SEPTIEMBRE DEL 2022


Introducción
En nuestros días, el común es la vida al vórtice que se impone como dinámica de
supervivencia en un mundo que se dice globalizado, en el que las inequidades se
hacen más abismales que nunca, vale la pena la reflexión profunda y consciente
sobre temas que parecieran no agotar su trascendencia, como lo es la muerte.
Pretensión que se toma desde lo que pudiese concebirse como el momento en
que el fallecimiento se medicaliza; es decir, en el que comienza a verse al médico
como un actor importante que media en el proceso de morir.

Con el devenir de la explosión industrial y la incursión de la tecnología se han


dado pasos agigantados sobre la concepción de la muerte, ya que se le
contextualiza como un proceso complejo en el que los avances de la ciencia
pueden brindar al paciente alternativas nunca antes previstas. La acción del
hombre en el acto del ejercicio médico se ve con creces superada por el apoyo
que ofrecen los equipos y procedimientos de los que se dispone; entonces ya no
sólo se entiende la muerte como un mero acto biológico, terrenal, de transición,
sino como todo un complicado proceso.

Es muy complejo contemplar los diversos aspectos del morir, sin que surjan las
duras confrontaciones que suelen aparecer alrededor del tema de la Eutanasia,
para unos es una suerte de solución racional frente a los miedos, las ansiedades,
el sufrimiento y el dolor que ésta pudiese acarrear, mientras que para otros la
muerte de un ser humano, por más agotado y desahuciado que se encuentre,
siempre es algo que compunge y estremece; por lo que, aun cuando sea todo el
equipo médico el que decida suspender un tratamiento extraordinario y dejar morir
al paciente, no son muchos los que se atreven a ejecutarlo, por contravenir sus
principios.
Antecedentes Históricos

Las prácticas eutanásicas y el suicidio por motivos altruistas, eran bastante


frecuente en los pueblos primitivos. Tanto en Grecia como en Roma, hubo
numerosos defensores.

Séneca: expresó; “Es preferible quitarse la vida, a una vida sin sentido y con
sufrimiento”.

Cicerón: (106-43 a. C) en su carta a Ático, emplea la palabra Eutanasia como


sinónimo de muerte digna, honesta y gloriosa.

Epicteto: (50-130 d.C) predicaba la muerte como una afirmación de la libre


voluntad.

Grecia Clásica: Hipócrates (Siglo V a.C.) “Padre de la Medicina”. Se opuso a la


eutanasia ya que reconoció que se podría violar fácilmente la ética ya que los
médicos, tendrían no sólo el poder para curar sino también para matar. Es cuando
nace el Juramento hipocrático, que afirma que el médico no dará medicamento
mortal por más que le sea solicitado, lo que permitió a la medicina proteger a la
vida del paciente, aun en condiciones vulnerables de salud. No obstante, la
historia señala que posiblemente los griegos fueron los primeros en consentir el
suicidio bajo ciertas condiciones, ya que como lo señalan los textos que recogen
los pensamientos de Sócrates y Platón una enfermedad dolorosa era una buena
razón para dejar de vivir. Es así como, en La República, Platón (427-337 a.C.)
condena al médico Herodito por “fomentar las enfermedades... e inventar la forma
de prolongar la muerte”.

Cristianismo: en un principio, no solo no condenó el suicidio, sino que incluso lo


consideró como un gesto heroico, para escapar al deshonor o como una forma de
aceptar el martirio. A partir del siglo IV, es cuando para evitar el gran número de
suicidios de creyentes fanáticos, que pretendían, a través de la inmolación,
conquistar el paraíso, y para restablecer un poco de valor a la vida humana,
empieza a manifestarse en su contra; entonces la Iglesia católica romana,
modificó la legislación del suicidio: “cualquiera que atentara contra su propia vida
no recibiría cristiana sepultura”.

San Agustín: afirmaba que el suicidio era algo “detestable y abominable”, Dios
otorgaba la vida y los sufrimientos, por lo tanto, tenían que soportarse. En el
Concilio de Arles se anunció que cualquiera que intentara suicidarse sería
automáticamente excomulgado.

Renacimiento: La Eutanasia adquiere su real significado y se considera como tal


al buen morir, siendo la muerte el último acto de la vida; por lo que había que
ayudar al moribundo con todos los recursos disponibles para lograr una muerte
digna y sin sufrimiento.

Alemania 1933: Los Nazis creían que los alemanes eran una “raza superior” y que
los judíos, los discapacitados, y algunos grupos eslavos (polacos, rusos),
considerados “inferiores”, no merecían vivir. Más de 200 mil incapacitados (física o
mentalmente) fueron asesinados en lo que el gobierno de Adolfo Hitler dio a
conocer como Programa de Eutanasia. En el uso nazi, eutanasia se refería a la
matanza sistemática de los portadores de “vida indigna de vivir” que estaban
internados en instituciones, sin el conocimiento de sus familias.

Holanda: Pionero en la legislación de la Eutanasia. Los primeros casos ocurrieron


en los años setenta. En 1973 se arrestó a un médico por matar a su madre, una
enferma terminal, con el uso de morfina, esto estableció un precedente y las
cortes dictaron un conjunto de pautas que permitían a los médicos ayudar a un
paciente en etapa terminal a cometer suicidio.

Bélgica: Segundo país del mundo en haber despenalizado la Eutanasia. Desde el


23 de Septiembre de 2002, está en vigor una ley que autoriza a un médico poner
fin a la vida de un paciente, siempre y cuando, se encuentre consciente y lo haya
solicitado por escrito de forma reiterada.
Etimología
El término eutanasia deriva de los siguientes vocablos griegos.

Eu = es bueno

Thanatos = muerte,

Por consiguiente su significado etimológico es "buena muerte". Esta acepción la


introdujo en el vocabulario científico Francisco Bacon en 1623

El significado en la Grecia antigua: Muerte honorable y una muerte sin dolor,


muerte suave.

Significado moderno: Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los


pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento.

El término no apareció recogido en el Diccionario de la RAE hasta 1947, dándole


la acepción: “Muerte sin sufrimiento físico”. Esta definición todavía aparece en la
actual edición, además de añadir “Intervención deliberada para poner fin a la vida
de un paciente sin perspectiva de cura”.

En el campo médico la eutanasia se diferencia de la ortotanasia, en que en la


eutanasia, los médicos intencionalmente causan la muerte del paciente cuando
está sufriendo de una enfermedad mortal que no tiene remedio. Mientras que en la
ortotanasia los médicos tratan de disminuir el dolor, pero no aceleran la muerte del
paciente. Estas dos se contrastan con la distanasia, en la cual los médicos
prolongan innecesariamente la vida y el sufrimiento del paciente.
Definiciones
 Es la provocación de la muerte de un paciente portador de una enfermedad
mortal, efectuada en su requerimiento y en su propio beneficio por un
tercero a través de la administración de un agente o tóxico que le provocará
la muerte, renunciando a la situación patológica de base.

 Es el acto por el cual se consigue que alguien que va a morir muera del
modo más fácil e indoloro posible.

 Es el acto deliberado de dar fin a la vida de un paciente, sea por su propio


requerimiento o a petición de sus familiares, y se califica de contraria a la
ética.

 Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin


perspectiva de cura

 Muerte digna, en condiciones humanas, sin sufrimiento, miseria o dolor.

 La Asociación Médica Mundial define la eutanasia como el acto deliberado


de dar fin a la vida de un paciente, sea por su propio requerimiento o a
petición de sus familiares.

 En el contexto deontológico, eutanasia es matar sin dolor y


deliberadamente, de ordinario mediante gestos de apariencia médica, a
pacientes que se dicen víctimas de sufrimientos insoportables o de
incapacidades extremas, para liberarles a ellos de su penosa situación y a
la sociedad de una carga inútil.

 Eutanasia se convirtió así en sinónimo de homicidio piadoso o compasivo


Características
Dentro de la eutanasia deben analizarse cinco elementos.

1. La muerte provocada por un tercero: la aparición de una tercera persona,


generalmente un trabajador de la salud y frecuentemente un médico, que
instrumenta la provocación de la muerte.

2. La presencia de una enfermedad moral: la existencia obligatoria en el


paciente de una enfermedad que acarree la muerte próxima o un
sufrimiento extremo. Esto permite distinguir a la eutanasia del homicidio.

3. La muerte provocada debe ser en propio beneficio del paciente: deberá


ser efectuada teniendo en cuenta su mejor interés que depende
naturalmente de la valoración subjetiva del paciente en el momento en que
transita determinada situación vital.

4. El paciente debe solicitar que se le provoque la muerte: el


requerimiento del paciente resulta un dato fundamental que legitima la
expresión de su voluntad autónoma en el ejercicio máximo de su derecho a
morir.

5. 5. Se indica cómo se produce la muerte: si el objetivo central de la


Eutanasia es la provocación acordada de la muerte, el procedimiento
elegido deberá cumplir obligatoriamente la condición esencial: ser
absolutamente seguro en cuanto a que su aplicación producirá el resultado
esperado en un tiempo mínimo y sin provocar sufrimiento
Clasificación
Eutanasia directa: cuando las acciones que se realizan sobre el enfermo tienen
la intención de provocar su muerte. Pueden considerarse aquí dos subtipos de
eutanasia:

 Eutanasia activa: cuando se ocasiona la muerte del enfermo


administrándole sustancias letales.
 Eutanasia pasiva: cuando se procede por omisión; es decir, se suspende o
no se inicia el tratamiento de una complicación o se suspende el uso de los
instrumentos que permiten mantener con vida al enfermo.

Eutanasia indirecta: cuando no se tiene como intención acortar la vida del


paciente sino aliviar su sufrimiento. Así, por ejemplo, cuando se administran
ciertos analgésicos que no sólo contribuyen a calmar los dolores sino que implican
también, a manera de efecto secundario, una abreviación de la vida.

Eutanasia voluntaria: cuando un individuo que tiene las capacidades físicas y


mentales para pedir que lo ayuden a morir lo ha pedido.

Eutanasia no voluntaria: esto puede darse en dos casos:

 Cuando el individuo ya no posee las capacidades físicas y mentales para


pedir que lo ayuden a morir pero expresó previamente que esa era su
voluntad.
 Cuando un individuo que no posee las capacidades físicas y mentales para
pedir que lo ayuden a morir o para oponerse, es sometido a la eutanasia sin
saber cuál habría sido su voluntad.

Un concepto relacionado pero que debe distinguirse es el del suicidio asistido.


En este caso, es el paciente mismo el que pone fin a su vida de manera voluntaria
y activa pero lo hace con los medios o información sobre los procedimientos que
alguien más le ha proporcionado intencionalmente.
Aspectos Legales y Sociales
Existe una reglamentación administrativa y judicial que en la práctica determina
unas reglas y procedimientos que regulan el derecho a morir dignamente.

Desde 2015 y hasta marzo de 2021, con la Resolución 971 de 2021 y el Protocolo
para la aplicación de Eutanasia en Colombia, se han practicado 178 eutanasias
de manera legal siguiendo todos los trámites y formalidades.

Requisito 1. Manifestar el consentimiento libre, inequívoco e informado.

Requisito 2. Ser diagnosticado con una lesión corporal o enfermedad grave e


incurable.

Requisito 3. Considerar que el sufrimiento secundario a la enfermedad es


incompatible con la idea de vida digna.

Requisito 4. La ayuda para morir debe prestarla un profesional de la medicina,


preferiblemente con la autorización del Comité para Morir Dignamente.

Actualmente en Colombia existen las siguientes normas:

Ley 1733 de 2014 sobre los servicios de cuidados paliativos que, entre otras
cosas, define qué es un enfermo en fase terminal y una enfermedad crónica,
degenerativa e irreversible de alto impacto en la calidad de vida.

Resolución 1216 de 2015 (derogada) Establece las directrices para el


funcionamiento de los Comités para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad

Resolución 825 de 2018 del Ministerio de Salud y Protección Social la cual regula
el procedimiento eutanásico para niños, niñas y adolescentes.

Resolución 2665 de 2018 del Ministerio de Salud y Protección Social por medio
de la cual se reglamenta parcialmente los Documentos de Voluntad Anticipada.
Resolución 971 de 2021 del Ministerio de Salud y Protección Social, establece
las directrices para el funcionamiento de los Comités para hacer efectivo el
derecho a morir con dignidad y la recepción y trámite de solicitudes de eutanasia.

Consecuencias De La Legalización De La Eutanasia

Las consecuencias que traería la legalización generalizada de la eutanasia las


sintetiza Herranz en los párrafos que siguen a continuación.

1. Cualquier legislación tolerante de la eutanasia provoca una brutalización


creciente de la atención médica, pues la degrada en lo ético y la empobrece en lo
científico.

2. En la dinámica de la permisividad legal, legalizar la eutanasia significaría que


matar sin dolor es una forma excepcional de tratar algunas enfermedades,
pudiendo llegar a convertirse en una intervención limpia, rápida, eficiente, indolora,
compasiva, mucho más cómoda, estética y económica que el tratamiento paliativo
para ciertos pacientes y allegados.

3. En el caso de los médicos, sus virtudes específicas -la compasión, la


prevención del sufrimiento, el no discriminar entre sus pacientes- terminaría por
volverse contra ellos, de modo que se verían imposibilitados de negar la muerte
"liberadora" a un paciente si, en circunstancias semejantes, la ha dado a otros.
Asimismo, quien sucumbió una vez a la tentación de ejecutar una eutanasia, o se
arrepiente definitivamente, o ya no podrá dejar de matar, ya que lo considerará
éticamente congruente consigo mismo y bueno -en cuanto a la naturaleza del
todo- por lo que lo hará en casos cada vez menos dramáticos y saltándose, en
nombre de la ética, las barreras legales.

4. Si un médico o enfermera consideraran que la eutanasia es un remedio superior


a la atención paliativa, no podrían evitar convertirse en mandatarios subjetivos de
los pacientes terminales.
5. La investigación de vastas áreas de la patología decaerían en su interés ya que
se encontraría en la eutanasia una opción terapéutica que evitaría cuestionarse
sobre los mecanismos del envejecimiento cerebral o los mecanismos de la
diseminación metostática, por sólo citar dos ejemplos.

6. La muerte, por último, pasaría de ser un destino personal a ser un simple gesto
técnico rutinario, ejecutado pulcramente.
Posición de la Iglesia Cristiana

Más que nunca se hace necesario volver a la verdad sobre la persona humana. El
fundamento ético de la convivencia social, tanto nacional como internacional,
radica, precisamente, en el respeto a la dignidad de la persona, quien es la "única
criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí mismo", y cuya dignidad "no
sólo está ligada a su procedencia divina, sino también a su destino de comunión
con Dios en su conocimiento y amor". La cultura de la vida se basa, precisamente,
en respetar el bien de la persona humana que es imagen de Dios.

La postura que se asume frente a la eutanasia suele estar relacionada con las
creencias religiosas. Desde la ética cristiana, se puede encontrar un valor y un
sentido al dolor y a la muerte, por lo que no tendrían sentido argumentos como
preferir la muerte al sufrimiento. En la ética secular, por el contrario, la propia
libertad se convierte en el eje, sustituyendo a Dios como horizonte final de las
decisiones humanas.

No nos creamos a nosotros mismos. No producimos nuestra propia vida y


existencia.

b) La vida es un don de Dios.

c) La impronta de Dios, que le da valor y dignidad a los seres humanos, es “la


imagen y semejanza” impresa por Dios en todos los seres humanos.

d) Dios es el dueño y señor de todo cuanto existe.

e) Dios delegó desde un principio, en los seres humanos, el cuidado,


administración y cultivo de la creación; es decir, Dios dio capacidades y
responsabilidades propias a los seres humanos, depositando en ellos su confianza
plena.

f) La vida concedida a todos los seres humanos es para el servicio y gloria de


Dios.
g) No obstante la degradación del género humano por causa de la caída (pecado),
Dios da una nueva oportunidad a los hombres (y a las mujeres) para gozar de la
“nueva creación” en Cristo Jesús.

h) La encarnación de Jesús de Nazaret, Dios hecho hombre “nacido de mujer”—es


la mejor prueba de la condescendencia, identificación plena y acción salvífica de
Dios para restituir a los seres humanos a la experiencia de ser “nuevas criaturas”
(San Pablo) y gozar también de “nuevos cielos y nueva tierra en donde imperará la
justicia y la verdad”. Por todo ello, el Dios de la vida, en su trato e intención
restauradora e impulsora de la vida, convoca a los seres humanos a la búsqueda
firme y permanente de la vida: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge pues la vida, para que vivas tú y tu
descendencia... pues Él es tu vida”

Entonces Dios el Señor formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz, le


dio vida. Así el hombre comenzó a vivir. Indiscutiblemente, tanto la fe de Israel
como la fe cristiana parten de un mismo principio, a saber, Dios es el creador y
originador de todo cuanto existe. En cuanto a los seres humanos Dios es el
formador y dador de la vida, al “soplar en su nariz la vida” y crear por tanto a los
seres humanos conforme a su imagen y semejanza (imago Dei). Toda esta acción
creativa de Dios enmarcada dentro de la voluntad, iniciativa y propósitos de Él
para con todo el universo, nos conduce necesariamente a las afirmaciones
fundamentales de la fe cristiana.

Finalmente, el mandamiento "no matarás" establece, por tanto, el punto de partida


de un camino de verdadera libertad, que nos lleva a promover activamente la vida
y a desarrollar determinadas actitudes y comportamientos a su servicio. Obrando
así, ejercitamos nuestra responsabilidad hacia las personas que nos han sido
confiadas y manifestamos, con las obras y según la verdad, nuestro
reconocimiento a Dios por el gran don de la vida.
Recomendaciones
● promover los cuidados paliativos: En la medicina paliativa se propone
humanizar el proceso de la muerte y acompañar hasta el final

● Interpretar que las súplicas de los enfermos muy graves, que alguna vez
invocan la muerte, no sean atendidas como expresión de una verdadera
voluntad de eutanasia; éstas, en efecto, son casi siempre peticiones
angustiadas de asistencia y de afecto. Además de los cuidados médicos, lo
que necesita el enfermo es el amor, el calor humano y sobrenatural, con el
que pueden y deben ser rodeados todos aquellos que están cercanos,
padres e hijos, médicos y enfermeros.

● Es difícil determinar la "calidad de vida de una persona", porque contiene


un elemento subjetivo que difiere de una persona a otra y hasta puede
variar en una misma persona de un momento a otro; además no debe
confundirse la "calidad de la vida" con el concepto de "valor de la vida",
pues si la calidad es variable, el valor de la vida humana no lo es y siempre
será independiente de la circunstancias.
Conclusiones
El tema de la muerte suele ser evadido, ignorado y escondido en la sociedad; es
como si se tratara de un enemigo al cual debe evitarse y en cada oportunidad
ineludible, debe buscarse la manera de vencerlo, pero lo cierto es que ella es
inevitable. Todos los hombres eventualmente morirán. La muerte es tan parte de
la existencia humana como el hecho de haber nacido, ella es el límite al tiempo de
vida.

Hay muchas formas de morir y a la vez muy variadas maneras de interpretar este
fenómeno inseparable de la naturaleza humana. El ser humano es el único
habitante en la biosfera entre la flora y la fauna que tiene conciencia de su finitud y
de la finitud de los otros seres humanos. En nuestro pensamiento racional
sabemos que somos perecederos, que las generaciones se van sucediendo y
cada hombre tiene que morir.

En la instauración del cristianismo la vida se toma como propiedad exclusiva de


Dios, por lo cual, está mal ponerle fin a una vida, ya que Dios quiere que
valoremos esta como un regalo. Como cristianos sabemos que la muerte es
nuestro peor enemigo, la consecuencia del pecado que hemos heredado, y
aunque no deseemos morir, tampoco debemos temer a la muerte, ya que Dios
promete que resucitará a quienes han fallecido. Las personas que respetan la vida
buscan el mejor tratamiento médico posible. Ahora bien, eso no implica elegir
tratamientos que se limiten a alargar una vida que está llegando a su fin.

En efecto, la religión cristiana, aunque proclama y lucha por la vida, dado el origen
de ella por la creación de Dios, no ignora ni es ajena a la realidad de la muerte.
Sin embargo, dada su naturaleza y cometido universal, tiene un mensaje de fe y
esperanza y fortaleza para luchar contra la muerte. Este mensaje y acción
liberadora de Dios tiene como fundamento la persona y obra salvífica de Jesús, de
quien se afirma: “En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
Bibliografía
https://personaybioetica.unisabana.edu.co/index.php/personaybioetica/article/
view/619/1793

https://docs.google.com/presentation/d/
1rX0wpZTlQc2bG1Lo8P_KEMFkYeGRSdPu/edit?
usp=sharing&ouid=109572238019141172580&rtpof=true&sd=true

https://www.asuntoslegales.com.co/consumidor/bajo-que-parametros-legales-se-
puede-ejecutar-la-eutanasia-en-colombia-306881

https://www.eltiempo.com/amp/vida/religion/reaccion-de-la-iglesia-a-resolucion-
sobre-eutanasia-en-colombia-603374

https://personaybioetica.unisabana.edu.co/index.php/personaybioetica/article/
view/619/1793

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018-
130X2001000100007

Fernández S, López E, Pasquali C, Rondolino M, Terragno J. Eutanasia: Historia y


Actualidad.

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