Modelo Reintegro
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SUMARIO
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Fruto de la unión con la Sra. Patricia Graciela Altamirano, tuvimos un hijo en común, Elías
Ezequiel Altamirano Vega, nacido el día 22/05/2012, teniendo actualmente 8 años de edad.
Dos semanas antes de dar a luz a nuestro hijo, la Sra. Patricia Graciela Altamirano, decidió
unilateralmente, ir a tener al niño a la Provincia de Formosa, donde se encuentra su familia y
regresó a Buenos Aires cuando Elías Ezequiel contaba con tres (3) meses de vida. No pudiendo
presenciar el parto de mi hijo, perdiéndome sus primeros tres meses de vida con motivo de la
distancia y que mi trabajo –lastimosamente- me impedía viajar. Sobre ello, debo decir que tengo
dos hijas mayores a Elías Ezequiel, quienes dependen también económicamente de mí,
encontrando una traba más a poder ver a mi hijo en dicha provincia, ya que ahora tenía que
hacerme cargo –con gusto- de la crianza afectiva y económica de tres niños.
Al regresar a Buenos Aires, comencé a tener contacto con Elías Ezequiel y a participar de su
crianza, de su vida. En ese contexto, intentamos formar una familia con la demandada de autos,
en aquél entonces, alquilamos una casa para vivir los tres juntos y gracias a unos pocos ahorros
que tenía, pusimos un local comercial que rendía favorablemente sus frutos.
Elías Ezequiel crecía, el tiempo pasaba y contando él con dos años de edad aún no hablaba;
motivo por el cual decidimos junto con su madre consultar a un especialista, donde lo
diagnosticaron de “TGD” (Trastorno Generalizado en el desarrollo).
Hicimos varias consultas a diversos especialistas, logrando encontrar el equipo técnico
interdisciplinario que llevó a cabo el acompañamiento que mi hijo necesita, a saber: psicóloga,
neuróloga y maestras integradoras para su ciclo lectivo.
A los 4 años de Elías, tuve la suerte de encontrar trabajo en una Metalúrgica, y pasando a una
planta permanente con un ingreso fijo de manera quincenal, lo cual dio otro estilo y calidad de
vida a la familia, pudiendo contar –especialmente- con una obra social que cubra las
necesidades de salud que mi hijo requiere.
Fue finalmente ese año, que estabilizado en mi nuevo empleo, puede viajar a Formosa para
rectificar el acta de nacimiento y poder reconocerlo legalmente como hijo, aunque en los hechos
lo hice desde el vientre materno.
Mi relación con mi hijo es auténtica, especial, y si bien nos une la sangre el vínculo que hoy día
tenemos es fruto de la presencia que tuve en su vida, el lugar que pude ocupar como padre
todos estos años. Podría, sin titubear, definir nuestra relación como excelente, somos muy
unidos.
Sin embargo, ese proyecto de vida en familia, se vio truncado hace tres años atrás, fue imposible
sostenerlo por desavenencias personales en común, que no requieren ser ventiladas en las
actuaciones por exceder el propósito de la demanda.
Después de la separación, me encargue de preservar la relación con Elías Ezequiel, y que no
sufra los efectos de la separación de pareja, pues al fin y al cabo, seremos familia para siempre,
nos une mi hijo.
Fue asó que me encargué de verlo semanalmente, acompañarlo en sus terapias, apoyarlo en el
colegio, solventé íntegramente sus necesidades económicas.
No obstante, mi vida se ha visto paralizada de manera repentina, cuando dos (2) meses
atrás las cosas cambiaron, la Sra. Patricia Graciela Altamirano, entró en un cuadro de
psicológico y psiquiátrico sumamente complejo, ya que no reconocía a nadie producto de
una grave convulsión sufrida y de no seguir las indicaciones de los médicos en cuanto a
su medicación que la misma debe tomar.
Por aquél episodio, estuvo internada veinte (20) días, por lo que mandaron a llamar a su
familia y ante dicha situación pedí licencia en mi trabajo, para poder estar algunos días
con Elías Ezequiel.
Cuando la familia de la demandada arribó a nuestra Provincia, advirtieron el estado crítico de la
misma y decidieron llevarla a Formosa junto a ellos; con lo cual –también- se lo llevaron a mi
hijo, sin mi consentimiento y la debida autorización como padre.
Finalizada la licencia que había solicitado, vuelvo a trabajar pero sufro un grave problema de
salud: tuve una infección en el esófago y estuve internado diez (10) días en el Hospital Iriarte,
por lo que no pude ir a ver a mi hijo.
Cuando salí del hospital, me encontré con la noticia que se habían ido, apersonándome en
la casa que alquilaba para la demandada y mi hijo me encontré con un panorama
desolador: se habían llevado todas sus pertenencias, se habían ido con intenciones de no
volver.
Desde ese día no lo vi más a mi hijo, lo único que pude tener son las llamadas esporádicas
que él me hace algunos días, lo extraño mucho, es desesperante esta situación y por ello
acudo a V.S. para que lleve justicia al caso y pueda volver a ver a mi hijo, se restablezca su
centro de vida y pueda continuar con su normal desarrollo.
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V.S. entenderá que el niño ha sido despojado de su hogar, de su rutina diaria, de los/as
profesionales médicos, psicológos y terapeutas que lo acompañaban en su diagnóstico,
perteneciendo todos ellos al Centro Educativo Terapéutico - Nestor Vive - C.I.C LA PAZ.
Hoy desconozco si Elías Ezequiel Vega continúa adelante con su tratamiento, la atención y
cuidados que está recibiendo, si su madre se encuentra en condiciones de brindarle las
necesidades que el mismo requiere.
Y no menor es decir, que de un día para el otro han roto de manera abrupta el vínculo que me
une con mi hijo, nos han quitado nuestros encuentros semanales, nuestro tiempo juntos. Jamás
consentí esta situación, no permitiría de ninguna forma que me arrebanten la posibilidad de ver
crecer a mi hijo. Su vida está aquí, en Quilmes, como desde hace años se viene desarrollando.
Consecuentemente, SOLICITO SE PROVEA EN FORMA URGENTE EL REINTERGO DE MI
HIJO A SU HOGAR.
El peligro en la demora se encuentra ampliamente acreditado en el caso sub examine y del
mismo se colige y desprende de las situaciones de hecho y derecho acabadamente expuestas
en el caso de marras.
La continuidad de esta situación implicaría un grave perjuicio psíquico tanto para mi hijo como
para mí persona, como así también una flagrante violación a los Derechos del Niño consagrados
en nuestra Carta Magna y los Tratados Internacionales con jerarquía constitucional, que V.S. en
su carácter de protector del ordenamiento jurídico vigente debe detener, restablecer y garantizar
evitando que se produzca un daño irreversible e irreparable.
III.- COMPETENCIA:
V.S. resulta competente porque el centro de vida del niño se desarrolló hasta el mes de Marzo en
la calle Ing. Gauna N° 327, Florencio Varela, del cual se vio sustraído de manera abrupta por
decisión unilateral de la familia materna, sin siquiera haber podido manifestarse su madre (dado
su cuadro psíquico) ni yo como su padre.
El art. 716 del CCyCN, establece que en los procesos referidos a responsabilidad parental,
cuidado personal, alimentos y régimen de comunicación, es competente el juez del lugar donde
la persona menor de edad tiene su centro de vida.
Así, los parámetros cimentados por la Convención sobre los Derechos del Niño (en adelante
CDN), doctrina y jurisprudencia distinguida -sobre todo en materia de derecho internacional
privado- se legisló tanto a nivel nacional como provincial teniendo en consideración la noción de
centro de vida del niño, niña o adolescente (en adelante NNyA) como elemento fundamental en
los procesos de familia, primando el interés superior del NNyA sobre el principio de perpetuatio
iurisdictionis.
Tal es así, que el art. 3° inc. f) de la ley 26.061 de "Protección Integral de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes", consagra el centro de vida como elemento constitutivo a respetar
en el mejor interés del niño y a tener en cuenta tanto en las cuestiones de fondo como de forma.
En palabras de Mizrahi, "la residencia habitual o el centro de vida del niño -que son ideas
equivalentes- es un criterio fáctico (y no jurídico) y se configura por la residencia principal o
permanente de ese niño; y suponen los conceptos de estabilidad y permanencia por hallarse
allí el centro de gravedad de su vida y el núcleo de sus vínculos parentales y afectivos; sin que
para tal determinación se dependa del domicilio real de sus padres o representantes legales".
Reforzando esta idea a nivel jurisprudencial se ha dicho "En los conflictos de competencia
suscitados en procesos en que se pretende la protección integral de los derechos del niño, el
principio de inmediatez impone esa función al juez del lugar donde efectivamente vive el menor,
en tanto sea su centro de vida". Vela precisamente por no variar aquellas cuestiones que hacen
al desarrollo de la vida regular del niño.
Como uno de los progenitores de Elías Ezequiel Vega, ejerzo hasta su mayoría de edad la
responsabilidad parental para con el menor de edad. Del relato de hechos se desprende largo y
tendido que NO he consentido el cambio de domicilio impetrado de manera unilateral por la
madre de mi hijo y su familia.
Se explica que la elección de la residencia del menor de edad constituye un acto que ingresa en
el artículo 641 inciso b) del Código Civil y Comercial, convirtiéndose en una manifestación más
de la mentada co-parentalidad. Por tal razón -señala- no puede ser decidida unilateralmente, y
ante la hipótesis del desacuerdo -como ocurre en autos- el artículo 642 del mismo cuerpo
normativo se vuelve operativo. El artículo 645 del CCyCN, contiene una previsión expresa de
cómo proceder frente a la negativa o imposibilidad de consentir de uno de los progenitores.
El centro de vida de los niños, niñas y adolescentes es definido en el art. 3, inc. f) como el lugar
donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor
parte de su existencia. El Dec. 415/06, reglamentario de la ley 26.061, dispone que el concepto
de centro de vida a que refiere el art. 3, inc. f) de la Ley 26.061 se interpretará armónicamente
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con la definición de "residencia habitual" del niño, niña o adolescente contenida en los tratados
internacionales ratificados por la República Argentina
Por fuera de lo expuesto, no debe dejar de considerarse que la finalidad de la regla de
competencia establecida en el art. 716 CCyC es asegurar la tutela judicial efectiva del niño, niña
o adolescente involucrado, lo cual está íntimamente ligado al principio de inmediatez, de allí que
la competencia del juez se relaciona con el lugar donde la persona menor de edad tiene su
residencia efectiva y habitual.
Cuando el cambio del lugar que ha constituido el centro de vida de la persona menor de edad ha
sido creado de manera ilícita por la progenitora, privando al otro del contacto con el niño y media
cierta inmediatez temporal entre el traslado que ha tenido el hijo y el problema de competencia
suscitado, la doctrina es conteste en que no es posible considerar "el centro de vida" al domicilio
actual de la persona menor de edad dado fue creado ilegítimamente por uno de los progenitorios
al modificarlo en forma unilateral y no consentida. De lo contrario se estaría avalando conductas
reñidas con el ordenamiento jurídico ( Mizrahi, op. cit., pp. 220/221: Bueres, A. J. ( dir.) Código
Civil y Comercial de la Nación. Buenos Aires: Hammurabi, 2:982/988).
Finalmente cabe recordar que la CSJN tiene dicho que en los procesos de familia le corresponde
al juez buscar soluciones que se avengan con la urgencia y la naturaleza de las pretensiones,
encauzar los trámites por vías expeditivas y evitar que el rigor de las formas pueda conducir a la
frustración de derechos que cuentan con particular tutela constitucional.
IV.- PRUEBA:
A) Documental:
-Copia simple del D.N.I. del actor;
-Constancia de solicitud de partida;
-Copia de denuncia;
-Certificado médico (2 fs);
-Certificado de atención de Elías.
B) Testimonial:
Se llame a declarar a los/las siguientes testigos:
1) Sergio Gustavo Selios, titular del D.N.I. 14.824.338, con domicilio en la calle J. blanco N° 92
e/ La Rioja y Jujuy , Quilmes oeste, nacionalidad argentino;
2) Ariel Sebastián Barraza, titular del D.N.I. N° 31.438.314, con domicilio en la Calle 842 (Vicente
Franco) N° 1880, nacionalidad argentino;
3) Ángel Adrián Silva, titular del D.N.I. N° 42.346.342, con domicilio en la calle 848 (Esquina 887)
N° 1620, nacionalidad argentino;
4) Angela Rosa Gómez, titular del D.N.I. N° 11.439.496, con domicilio en la Calle 842 (Vicente
Franco) N° 1880, nacionalidad argentina;
5) Alejandra Mabel Calisaya, titular del D.N.I. N° 23.333.189, con domicilio en la calle Rawson
2949 Quilmes, nacionalidad argentina.
C) CONFESIONAL.
Solicito se cite a la demandada de autos a la audiencia que se designará a tal fin y bajo
apercibimiento de ley, a efectos que absuelva posiciones a tenor del pliego que se acompañara
oportunamente.
D) SOLICITA INTERVENCIÓN:
Solicito se de intervención al equipo técnico interdisciplinario de vuestro digno juzgado a fin que
realice una evaluación exhaustiva de las condiciones PSÍQUICAS, FÍSICAS, Y SOCIALES del
niño ELÍAS EZEQUIEL VEGA.
V.- SOLICITA AUDIENCIA ART. 12 CDN.
El nuevo paradigma denominado como la promoción y protección integral de los derechos de
niños/as y adolescentes obliga a la jurisdicción a tomar otro rol en relación a ellos/as.
Este nuevo modelo se caracteriza por la promoción y protección de los derechos de los niños/as
y adolescentes y per se. Es así como se pone en funcionamiento ante un derecho
vulnerado o en riesgo de vulneración un sistema de protección y restablecimiento de los
derechos que intenta proteger al grupo vulnerado.
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Proveer de Conformidad,
SERÁ JUSTICIA.
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