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Consejos Jovenes

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Consejo No.

1: Huye de las pasiones juveniles


En 2 Timoteo 2:22 encontramos este consejo. He escuchado a muchos predicadores
decir que los adolescentes y jóvenes pasamos por más tentaciones que un adulto. No
sé si esta afirmación sea cien porciento cierta, pero lo que si te puedo asegurar es
que sí estamos muy tentados a vivir como viven los que no son seguidores y
discípulos de Cristo.

Cuando hablamos de pasiones juveniles hablamos de "las tentaciones propias de tu


edad" (según la versión TLA). Una de las presiones en los círculos de amigos entre
los jóvenes es el de tener relaciones sexuales, ver contenido pornográfico, hablar o
contar chistes en doble sentido, entre muchas otras cosas.

La Biblia es clara y nos dice HUYE, no nos dice resiste, debemos correr como lo hizo
José cuando la esposa de Potifar lo quería hacer caer en pecado de fornicación
(Génesis 39:12).

Ahora, las pasiones juveniles no solo tiene que ver con las relaciones sexuales,
también con cualquier otra pasión que se salga de control, lo podemos llamar como
pasiones desordenadas (Colosenses 3:5). Por ejemplo: Hay chavos a los que les
gusta el fútbol, pero si su equipo favorito pierde, van enseguida a atacar con golpes a
los fanáticos del equipo contrario. Esta es una pasión desordenada, así que huye.

Consejo No. 2: Sé ejemplo de los demás


Que nadie tenga en poco tu juventud, para eso tenemos que ser ejemplo en todo (1
Timoteo 4:12). Estamos a la vista de todos, y somos cartas abiertas, teniendo a
nuestro alrededor muchos testigos (Hebreos 12:1).

Todos estamos expuestos a las críticas de los demás por nuestro comportamiento.
Haz escuchado a alguien decir: "Y eso que es cristiano". No somos perfectos pero
debemos esforzarnos para ser cada día más parecidos a Cristo.

Consejo No. 3: No te unas con yugo desigual


Este es el consejo que más se da a los jóvenes y lamentablemente el que menos
toman. Yo creo que si los jóvenes tomaran muy enserio este principio que viene de
Dios y no del hombre se evitarían muchos problemas.
Cuando los jóvenes y las jóvenes se me acercan para preguntarme sobres si es
correcto tener un novio o novia inconverso, lo primero que les leo es 2 Corintios
6:14 pero tristemente rechazan esta parte de la Biblia, rechazando así el consejo de
Dios en sus vidas.

Te pudiera contar muchísimos testimonios donde un noviazgo termino mal por seguir
su propia sabiduría. Ahora son matrimonios donde gobierna el maltrato y la violencia,
o quedaron como madres solteras.

Muchachos, si está escrito en la Biblia es por algo.

Consejo No. 4: Aviva el fuego del don


Dios te ha dado dones y talentos, ahora es tu turno el poder avivarlos y usarlos para
bendecir a otros (2 Timoteo 1:6). Es algo muy bonito descubrir los dones que el
Espíritu Santo nos ha dado y ver como Dios nos usa para llevar a otros un mensaje o
una oración para su edificación.

¿Qué dones tienes? ¿Los haz utilizado?

A través de la palabra y la oración podemos avivar el fuego de Dios en nuestro


interior. Recuerda que tu boca hablará de lo que esta lleno tu corazón.

Consejo No. 5: Guarda la Palabra


Puede ser que hayamos cometido errores, que hayamos caído pero Dios en su infinita
misericordia nos da la mano para levantarnos nuevamente.

Cómo podemos limpiar nuestro camino, como podemos enderezar nuestras veredas.
La respuesta es: LA PALABRA DE DIOS (Salmo 119:9). La Biblia es una lámpara
que nos dejará ver el camino en medio de las tinieblas de éste mundo (Salmo
119:105).

El rey David sabía este principio por eso escribió el Salmo 119. Te invito a leerlo y
enamórate de la Palabra como lo hizo éste rey.

Consejo No. 6: Acuérdate de Dios siempre


Eclesiastés 12:1 Acuérdate siempre, siempre, de tu Creador. Nunca olvides de quien
te creo, te salvó, te dio una nueva vida. Cuando sabemos que Dios es todo para
nosotros nunca lo vamos a olvidar.

Corremos el riesgo que cuando nos olvidamos de Dios, creemos que somos auto
suficientes. Si te olvidas de Dios te olvidas de todo y ahí comienza nuestra caída.
Consejo No. 7: Comparte con otros
De gracia recibisteis, dad de gracia (Mateo 10:8). Hay muchos de tus amigos que
están pasando lo mismo que tú, o situaciones más difíciles. Si tu haz recibido algo
especial de parte de Dios, es bueno poder compartirlo.

Es bien importante que los demás se conviertan a ti y no tu a ellos (Jeremías 15:19).


Cuando experimentes la presencia de Dios en tu vida al compartir con otros tu
testimonio y el mensaje de salvación, ya nada te detendrá y vas a querer hablar de
Dios siempre.

No te avergüences del evangelio (Romanos 1:16), alguien se podrá convertir a Cristo


por el poder del evangelio. Comparte con otros lo que Dios ha hecho en ti.

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