T. N2 Mescp
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Las tendencias educativas TIC representan un gran reto para los educadores, puesto
que demanda de una adaptación continua al manejo de nuevas herramientas.
Además, exige una mayor alfabetización digital de los estudiantes y padres
respecto a las herramientas TIC.
Por ello, uno de los mayores obstáculos que sufren estas tendencias educativas es el
rechazo a lo nuevo y a la incertidumbre. Es así como muchos expertos actúan como
evangelizadores de las tendencias educativas TIC y empujan la transformación digital
en la educación.
Claramente, esto es un gran reto, sobre todo, para Latinoamérica. Sin embargo, poco
a poco la consciencia por desarrollar clases más enriquecedoras e interesantes,
empuja la aceptación de tendencias educativas TIC.
Pensando en eso, desarrollamos este material, que te permitirá descubrir más sobre
los Ambientes Virtuales de Aprendizaje, cómo se manifiestan en la práctica, sus
aportes al ámbito educativo y algunos ejemplos de su aplicación a la realidad actual.
Según García Hoz (1985), uno de los principales teóricos de este concepto, la
educación personalizada busca que cada persona sea capaz de desarrollar su propia
personalidad y su proyecto de vida con autonomía y libertad. Proyecto que, siguiendo
a Pérez Juste (2002) se centra en ayudar a cada estudiante a que sea consciente de
que es dueño de sí mismo, lo que significa que tiene la capacidad para dotarse de un
proyecto de vida personal, que sea socialmente valioso y llevarlo a la práctica
libremente.
Este modelo de educación personalizada tiene, entre otras, las siguientes ventajas:
Se trata de tecnologías que ya están en marcha pero que van a seguir creciendo y
mejorando como Blockchain, Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial o la
Realidad Aumentada. Y estas a su vez están dando la oportunidad de que
desarrollen nuevas herramientas como la automatización de procesos a través de
robots virtuales, o bots, o el Machine Learning que unido al Big Data, permite contar
con procesos de analítica aumentada para procesar grandes volúmenes de datos.
Los estudiantes han cambiado la manera de relacionarse tanto fuera como dentro del
aula. “El curso pasado las clases virtuales se convirtieron en la ‘normalidad’ y la vida
escolar cambió por completo”, apuntan desde la Confederación Estatal de
Asociaciones de Estudiantes (CANAE). Ya no había apenas charlas en los recreos,
juegos en el patio, descansos para el café en la cafetería… Las clases y actividades
extraescolares, el ocio principal de muchos de los menores, se redujeron
considerablemente. En definitiva, los centros educativos dejaron de ser el principal
espacio de socialización para el alumnado.
Y el efecto dominó fue claro: los problemas relacionados con la salud mental y
emocional de muchos estudiantes se incrementaron. “Han tenido mucho tiempo para
estar solos, algunos no han hecho un buen uso de las redes sociales y eso les ha
perjudicado. Han perdido hábitos de estudio y de sueño, así como de constancia y
esfuerzo ante lo académico”, afirma Joana Bohigues, orientadora en la Consejería de
Educación, Cultura y Deporte de la Generalidad Valenciana.