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El Arte de La Inovacion Militar

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EDWARD N.

LUTTWAK
EITAN SHAMIR

EL ARTE
DE LA
INNOVACIÒN
MILITARE
DE LA
TECNOLOGÍA y CONOCIMIENTO
de las FUERZAS DE DEFENSA ISRAELÍES,
las MÁS AVANZADAS DEL MUNDO
EDWARD N.LUTTWAK &
EITAN SHAMIR

El arte de la
innovación militar

Tecnología y conocimiento de las Fuerzas de Defensa


israelies, las más avanzadas del mundo

THE ART OF MILITARY INNOVATION


LESSONS FROM THE ISRAEL DEFENSE FORCES
ALMUZARA

Índice

Introducción........................................................................................9
I. Levantar un ejército bajo el fuego..................................................15
II. Cómo la escasez puede forzar la innovación.................................39
III. Un cuerpo de oficiales joven........................................................47
IV. Innovación desde abajo................................................................65
V. Un ejército de reserva de innovadores..........................................83
VI. Un complejo militar-industrial diferente......................................91
VII. Desarrollo a la alta velocidad. De los barcos lanzamisiles
a la Cúpula de Hierro.........................................................................99
VIII. Las mujeres de las FDI como innovadoras................................127
IX. Doctrina militar e innovación.....................................................133
X. Del triunfo al fracaso en el aire, 1967 y 1973..............................145
XI. Potencia aérea restaurada con un salto tecnológico..................185
XII. Unidades de élite. La producción en masa
de la excelencia militar....................................................................209
XIII. Empresarios militares y fuerzas especiales..............................233
XIV.El Cuerpo Blindado. Disciplina e improvisación tecnológica.....249
XV.Por qué el Merkava es diferente................................................267
XVI. Unidades 8200 y 81.................................................................289
Conclusión......................................................................................313
Notas..............................................................................................319
Agradecimientos.............................................................................363
INTRODUCCIÓN

Ésta no es una historia del Ejército israelí, ni una historia de las


guerras de Israel. Es el registro de una investigación que comenzó
con una simple pregunta: ¿por qué las relativamente pequeñas y
relativamente pobres Fuerzas Armadas israelíes han sido durante
tanto tiempo excepcionalmente innovadoras?
Década tras década, tanto bajo las presiones urgentes de la
guerra como cuando las amenazas estaban en calma, las Fuer-zas
de Defensa de Israel (FDI), como se traduce oficialmente en inglés,
han seguido innovando, al principio en gran medida por sí mismas
y, después, en conjunción con las nacientes industrias militares y los
incipientes centros de investigación de1 país; ambos,
inevitablemente poblados en su mayoría por veteranos de las FDI.'
A lo largo de los años originaron nuevas tácticas en el aire, en el mar,
para incursiones de comandos, y también para la guerra blindada -
una batalla de tanques en particular de 1973fue tomada como
modelo para una defensa exitosa contra fuer-zas blindadas
numéricamente superiores («lucha en inferioridad numérica y
gana») en posteriores manuales de campo del Ejército
estadounidense-.2
En el nivel superior, operativo, de la guerra, los israelíes han
ideado nuevos esquemas de acción combinada, a menudo para
aprovechar alguna nueva tecnología, ya que con frecuencia fueron
los primeros en adoptarla, pero a veces para sacar el máximo
partido de fuerzas totalmente convencionales.3 En una de las
principales batallas de 1967, la de Abu-Ageila, también conocida
como
batalla de Umm Qatef (5-6 de junio de 1967), columnas de
infantería a pie, batallones de tanques, artillería de campaña en
masa y tropas aerotransportadas en descenso atacaron a un
enemigo bien atrincherado y armado convergiendo desde distintas
direcciones, lo que parecía una receta para un desastre de fuego
amigo de proporciones épicas.
Fue un intento de victoria sinérgica al estilo piedra, papel o
tijera: las tropas aerotransportadas llegaron en helicóptero en
medio de las baterías de artillería egipcias, cuyas tripulaciones, por
supuesto, no estaban preparadas para la lucha cuerpo a cuerpo, y
la infantería a pie no atacó frontalmente las líneas de trincheras
egipcias, sino que penetró en ellas arrastrándose primero por dunas
de arena supuestamente infranqueables para llegar a sus puntos de
partida desprotegidos. Mientras tanto, los tanques, mantenidos a
raya por las minas antitanque que protegían las líneas de trinche-
ras egipcias, obligaron sin embargo a los defensores a agachar la
cabeza mediante fuego frontal y amenazas de asalto, distrayendo
los de la amenaza real de la infantería a pie israelí que descendía
por sus propias líneas de trincheras. En lugar de una debacle por
fuego amigo, fue el otro bando el que se desintegró.
El esfuerzo por sorprender al enemigo mediante novedosos
esquemas de acción, inevitablemente aceptando riesgos
importantes y a veces extravagantes, caracterizó las operaciones
israelíes durante el periodo de grandes guerras convencionales, que
comenzó en 1967 y terminó en 1973 con un alto el fuego que
evolucionó hacia una «paz de los valientes» con Egipto en el Tratado
de Paz de 1979. Se llevaron a cabo innovaciones tácticas de alto
riesgo a lo grande y también a lo pequeño en muchas operaciones
de comandos por tierra, mar y aire. (En una de ellas, los helicópteros
Super-Frelon entregaron tropas y equipos a un objetivo distante
más allá de su alcance máximo de ida y vuelta, regresando vacíos
para repostar antes de salir de nuevo para recuperar a los
soldados).' La alternativa a esa asunción de riesgos siempre ha sido
inaceptable para los israelíes: los ataques frontales directos, de bajo
riesgo, habrían costado decenas de miles de bajas durante los años
en los que las FDI libraron las mayores batallas desde la Segunda
Guerra Mundial, con tanques y piezas de artillería por millares
ycazas a reacción por centenares. Se salvaron vidas gracias a
innovaciones audaces y arriesgadas, no sólo en pequeñas
incursiones de comandos, sino también a mayor escala. Quizás el
ejemplo más extremo de asunción de riesgos fue el asalto-cruce del
canal de Suez en octubre de 1973, que violó un principio elemental
de la guerra: las fuerzas israelíes ni siquiera controlaban su propio
lado del canal cuando cruzaron al lado egipcio para atacar a los
invasores por la retaguardia. Su protagonista, el entonces
comandante de división Ariel Sharon, fue debidamente denunciado
como un temerario jugador por sus colegas..., hasta que salió
victorioso.
Pero las innovaciones israelíes más conocidas no fueron
tácticas ni operativas, sino tecnológicas, empezando en los años 60
con el Gabriel, el primer misil antibuque de Occidente desarrollado
a bajo coste por la entonces minúscula Marina israelí, cuando Israel
era todavía un país agrícola de dos millones de habitantes, con poco
por el camino de la industria, nada de ella avanzada.5 Llegado a
tiempo para la guerra de octubre de 1973 tras un rápido proceso de
desarrollo, el Gabriel decidió el resultado en el mar al hundir
diecinueve buques egipcios y sirios, sin pérdida de ninguno.
Esa fue la primera de una secuencia de verdaderas
innovaciones, o macroinnovaciones, que no eran meras versiones
nuevas y mejoradas de lo que ya existía, sino armas o técnicas que
no existían en absoluto hasta entonces. En la década de 1970, la
macroinnovación tuvo una forma más bien micro con el primero de
los pequeños vehículos pilotados a distancia (RPV), cuyos usos no
han dejado de ampliarse desde entonces, desde la observación
aérea a diferentes formas de ataque e incluso de transporte; pronto
rebautizados como vehículos aéreos no tripulados (UAV), se
convirtieron después en los omnipresentes drones de hoy en día.
En lo que se ha convertido en una industria global, Israel sigue
siendo un importante usuario y proveedor de drones, exportando
una gran variedad de modelos, desde los más pequeños lanzados a
mano hasta aparatos de gran tamaño capaces de ejecutar ataques
aéreos de largo alcance con importantes cargas de armamento.
También en la década de 1970, el carro de combate Merkava se
desarrolló en sucesivas versiones, sin dejar de ser el único carro de
combate principal que se aparta de la clásica configuración demotor
trasero de todos los demás carros de combate principales (y con
sesenta y cinco toneladas métricas es el más pesado, y
aparentemente el mejor protegido).
En junio de 1982 Israel dio a conocer el primero de una varie-
dad de señuelos armados lanzados desde el aire que magnificaron
el poder aéreo israelí, y mientras un nuevo tipo de submarino
táctico/estratégico sigue siendo un proyecto envuelto en el secreto,
el sistema anticohetes y antimisiles Cúpula de Hierro se hizo
mundialmente famoso en 2014, cuando logró índices de
interceptación sin precedentes contra cohetes balísticos,
consiguiendo resulta-dos aún mejores en los combates de mayo de
2021 entre Israel y Hamás en Gaza, cuando redujo el impacto de
unos cuatro mil cohetes de bombardeo a un puñado de bajas. Para
entonces, el sistema de visualización montado en el casco
desarrollado por Israel se había convertido en la innovación central
de la familia de cazas F-35 multiservicio y multinacional (permite a
los pilotos ver a través del avión que pilotan), mientras que otra
innovación (no invención), el sistema de protección activa Trophy
para vehículos blindados, detecta con radar los misiles antitanque y
cohetes que se aproximan y los ataca con munición autofrenada.6
Integrado ahora con un sistema israelí competidor (Iron Fist),
Trophy ha sido adoptado por el Ejército estadounidense y otros para
sus vehículos blindados. Entre esas grandes innovaciones, hubo
muchas otras, que van desde las cajas de blindaje reactivo que
pueden añadirse para proteger aún más a los vehículos blindados,
hasta el concepto mismo del caza a reacción polivalente, inventado
por la Fuerza Aérea israelí a finales de la década de 1950, cuando
aún era insignificantemente pequeño para los estándares
mundiales, y sus comandantes, meros jóvenes.
Esta notable capacidad de innovación rápida se ve facilitada
por la peculiar estructura organizativa de las FDI y, aunque por
supuesto está impulsada por los imperativos de seguridad de la
situación de Israel, otro factor es el impacto educativo de las propias
FDI, como institución educativa preeminente del país.
Históricamente, los ejércitos nacionales que reclutan a todos los
aptos y que, por tanto, no pueden ser selectivos han funcionado
durante mucho tiempo como poderosas instituciones educativas,
enseñandoosas tan básicas como la higiene personal y la diferencia
entre el pie derecho y el izquierdo ya en la Segunda Guerra Mundial
en el Ejército estadounidense, junto con una variedad cada vez
mayor de habilidades no relacionadas con el combate, desde la
conducción de vehículos a motor hasta el uso cada vez más
avanzado de ordenadores.
Esto también es cierto en el caso de las FDI, desde la enseñanza
de la alfabetización simple y la aritmética elemental (por razones
sociales acepta reclutas analfabetos e innumerables) hasta la
financiación de estudios avanzados de postgrado para sus oficiales.
Pero las FDI añaden un elemento adicional peculiar de sí mismas:
una cultura intensamente improvisadora y de «Sí, se puede» que
puede degenerar en un exceso de confianza, pero que está
excepcionalmente abierta a la innovación. Lo que eso significa en la
práctica es que no se requieren cualificaciones forma-les ni posición
de autoridad para obtener una audiencia para una nueva idea e
incluso fondos para el desarrollo si está justificado, como han
descubierto bastantes israelíes en general, y algunos no israelíes, a
lo largo de los años.
I.
LEVANTAR UN EJÉRCITO
BAJO EL FUEGO

Desde su nacimiento en mayo de 1948 las Fuerzas de Defensa israelíes


(FDI) se diferenciaron de otras Fuerzas Armadas del mundo. Se
establecieron desde el principio como un único servicio, con sus
incipientes unidades terrestres, navales y aéreas bajo el mismo mando,
en lugar de los ejércitos, armadas y fuerzas aéreas separados que
existían en otros lugares y persisten hasta hoy (salvo la unificación de
Canadá, mucho más tardía y en parte anulada), a veces con un cuarto
servicio, como el Cuerpo de Marines de EE.UU. o los carabinieri de
Italia.
Las FDI eran y son también únicas en reclutar mujeres, al igual que
hombres (aunque con exenciones más fácilmente permitidas). Desde
hace mucho tiempo cuentan con mujeres instructoras para todas las
habilidades, incluido el entrenamiento de combate, desde el
lanzamiento de granadas de mano hasta el disparo de fusiles, la
artillería de tanques y el manejo de la artillería de tubos y misiles. Así
pues, las mujeres desempeñan la función de instructoras de combate
que prototípicamente realizan los tipos ultramasculinos de sargento
instructor en otros ejércitos. Muchas mujeres soldado desempeñan
funciones administrativas en el interior, ya que muchas son instructoras
de combate. Otras se han presentado voluntarias para unirse a
unidades de combate en lugar de limitarse a entrenar a otras para
combatir, y algunas sirven como pilo-tos de las fuerzas aéreas y
combatientes navales.
Originalmente, el reclutamiento de mujeres era simplemente una
necesidad demográfica: un país que partía con una población de unos
650.000 civiles judíos cuando fue atacado por varios países árabes tenía
que maximizar sus recursos humanos reclutando también a mujeres.
Era una simple cuestión de asignar el mayor número posible de tareas
no relacionadas con el combate a las mujeres, para liberar a más
hombres para el combate. Pero, con el paso de los años, resultó que las
mujeres aportaban no sólo números, sino también habilidades
particulares, desde la reducción del factor miedo al mostrar a los
nuevos reclutas cómo realizar acciones inherentemente peligrosas
como lanzar granadas de mano, hasta la paciencia casi maternal al
impartir habilidades difíciles de aprender; ambos, ejemplos de
reconocer en lugar de ignorar las diferencias de género.
Otra innovación fundamental de las FDI se inspiró en la práctica
militar suiza, pero fue mucho más allá: desde el principio, las FDI se
establecieron como una fuerza militar centrada en las reservas.' Eso era
sólo teoría en 1948, porque la guerra empezó antes de que ningún
recluta se hubiera convertido en soldado entrenado. Éstos acabarían
convirtiéndose en reservistas, que podían ser llamados al servicio
activo, pero en el momento de la guerra de 1956ya había suficientes
exreclutas como para establecer formaciones de reserva que
superaban en número a las unidades en servicio activo, y esa
proporción aumentó aún más en 1967 y 1973.
Ésa es, por supuesto, la ventaja altamente deseable de las fuer-
zas centradas en la reserva: con cualquier población dada, pueden ser
mucho mayores que un ejército convencional formado sólo por
personal en servicio activo. Pero una consecuencia mucho menos
deseable es que un ejército centrado en la reserva debe depender en
gran medida del aviso previo para movilizar el grueso de sus fuerzas,
un requisito muy delicado que ni siquiera los mejores ser-vicios de
inteligencia pueden asegurar.
De eso, el mejor ejemplo fue el fracaso de la inteligencia militar
israelí en predecir los ataques sorpresa del 6 de octubre de 1973por
parte de Egipto y Siria que fueron el inicio de ofensivas a gran escala.
En las amargas secuelas, se culpó de ese costoso fracaso a los
responsables de la inteligencia militar israelí, que no revisa-ron sus
certezas a medida que las fuerzas enemigas a las que se enfrentaban.
seguían creciendo. Pero la dependencia de Israel de un ejército
centrado en las reservas estableció una tarea imposible para la
inteligencia: en un momento dado, si se predice correcta-mente un
ataque sorpresa, las FDI se movilizan y el enemigo avisa del ataque. En
ese momento, los indicadores, tanto técnicos como humanos,
incluyendo cualquier agente en el campo contrario, que predijeron
(correctamente) el ataque enemigo queda desacreditados, mientras
que los indicadores engañosos que negaron el peligro de un ataque
sorpresa quedan validados. Los repetidos casos de «grito del lobo»
pueden cegar al sistema de inteligencia, mejorando la capacidad del
enemigo para lograr la sorpresa en la siguiente ocasión.
Exactamente esa secuencia ocurrió en 1973. Había habido indicios
de una guerra inminente, pero no se produjo ninguna; entonces, en
mayo de 1973, hubo una gran acumulación de fuerzas en el canal de
Suez frente a la península del Sinaí, controlada por Israel, lo que
desencadenó una movilización a gran escala de formaciones de reserva
de las FDI y de individuos. Eso paralizó gran parte de la economía israelí
con un gran coste. Cuando no se materializaron los ataques egipcios día
tras día, se planteó el dilema de la desmovilización: enviar a los
reservistas a casa para que reanudaran sus vidas y volvieran al trabajo
con el riesgo de que tuvieran que ser llamados de nuevo al servicio en
medio de una gran con-fusión, o bien esperar un poco más mientras se
acumulaban los costes. En otras palabras, una fuerza centrada en la
reserva ofrece grandes beneficios y riesgos inherentes. Israel es una
democracia: las críticas de los medios de comunicación por la
«movilización superflua» de mayo fueron recordadas por los
responsables de la toma de decisiones en octubre, al igual que las
advertencias estadounidenses de no exacerbar la situación. No se
movilizaron y el enemigo atacó.
De todas las innovaciones de las FDI, la estructura de servicio
único es quizá la más importante. Sus ventajas económicas elementales
son obvias, pero quizá no muy significativas para unas Fuerzas Armadas
bien financiadas: sí, es más barato tener una estructura de cuartel
general, un conjunto de uniformes, un conjunto de estructuras y
prácticas administrativas, etc., pero la ventaja real de unas fuerzas
militares unificadas es que la unidad favorece la innovación, como
veremos. En lugar de la tan controvertida y aún incompleta integración
de ejércitos, fuerzas aéreas y armadas que ha avanzado lentamente en
Estados Unidos como en la mayoría de los países desde el final de la
Segunda Guerra Mundial, las FDI nacieron unidas desde el principio, sin
servicios separados y, por supuesto, sin ministerios civiles separados
con diferentes ministros políticos al mando. Esos ministros, sobre todo
el secretario de Marina y el secretario del Ejército de Estados Unidos
anteriores a 1947, o el primer lord del Almirantazgo británico, el
secretario de Estado de Guerra y el secretario de Estado del Aire, al
igual que sus equivalentes en otros lugares, tenían todos los motivos
para oponerse a la creación de un Departamento de Defensa o
Ministerio de Defensa global, que los convertiría en subordina-dos del
único ministro (o secretario estadounidense) de Defensa.
El gran aprieto de los judíos de Palestina, cuyo Estado fue ata-cado
nada más proclamarse el 15 de mayo de 1948, fue que no tenían
armadas en funcionamiento, ni Ejército, ni Marina, ni fuerzas aéreas
con capacidad para la guerra y defender el nuevo Estado. Pero en
décadas posteriores, resultó que había una ventaja oculta en esa
peligrosísima ausencia de Ejército, Marina y fuerzas aéreas: permitió a
las FDI empezar de nuevo como una estructura única, logrando una
unificación aún no alcanzada en otros lugares.
Las instituciones militares no tienen ningún valor a menos que
estén suficientemente cohesionadas para generar y mantener los altos
niveles de lealtad y dedicación al deber necesarios para luchar en la
guerra, pero esos mismos sentimientos hacen que las instituciones
militares sean muy resistentes al cambio, e incluso si se les impone el
cambio, puede haber retrocesos a medida que las mentalidades
inalteradas se reafirman para restaurar lo que había antes del cambio.
Eso es lo que ocurrió con las Fuerzas Arma-das canadienses, las únicas
que intentaron adoptar la estructura de un solo servicio de las FDI.
Hasta entonces tan separadas como sus modelos británicos originales,
el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Canadá estaban unificados
en virtud de la Ley de Defensa Nacional de 1968, que establecía
firmemente que «las Fuerzas Armadas de Su Majestad levantadas por
Canadá consisten en un solo Servicio llamado Fuerzas Armadas
Canadienses o Forces Armées Canadienne».3
Se esperaba que la unificación reduciría el coste de los calcetines
al poder comprarlos de un solo color en lugar de tres, con un ahorro
similar en un par de millones de otros artículos, y se esperaba que la
planificación conjunta de la guerra y el mando con-junto en combate
serían mucho más fáciles si todos los implicados pertenecían a la misma
fraternidad uniformada con el mismo vocabulario, hábitos y
procedimientos. También los canadienses tuvieron sus amargas
experiencias de pérdidas en combate causa-das por malentendidos
Interservicios. Al principio todo salió bien con todos vistiendo los
mismos uniformes verde fusil de las Fuer-zas Armadas Canadienses
unificadas. Pero las identidades atávicas persistían bajo la superficie y,
finalmente, se impusieron: el 16 de agosto de 2011, cuarenta y tres
años después de su unificación, los tres mandos «ambientales» de las
Fuerzas Armadas Canadienses volvieron a sus nombres originales: la
Real Fuerza Aérea Canadiense en lugar de Mando Aéreo; la Real
Armada Canadiense en lugar de Mando Marítimo, y el Ejército
Canadiense (nunca fue 《real») en lugar de Mando de Fuerzas
Terrestres.
En mayor deferencia a la tradición, los uniformes volvieron a sus
colores y patrones de 1968, completados con uniformes de gala en rojo
o azul, galones dorados y todo lo demás.+ Desde el punto de vista
operativo, se supone que esta reversión no significa nada en absoluto
y, de hecho, los servicios separados no se han restablecido
formalmente, pero lo que ocurrió demostró que las fuertes lealtades
institucionales pueden anular los fríos cálculos de coste-beneficio, y
con razón: los recuerdos y las lealtades institucionales mantienen la
moral y la cohesión (es decir, espíritu de equipo), los dos intangibles
importantísimos, aunque no mensurables, que diferencian a las
relativamente pocas Fuerzas Armadas que pueden luchar realmente
contra enemigos armados de la gran mayoría que sólo puede salir a
desfilar y atacar a civiles desarmados. La cuestión de los uniformes
separados es meramente simbólicade las cuestiones verdaderamente
problemáticas derivadas de los programas separados de desarrollo de
armamento, las instalaciones separadas de entrenamiento y las
administraciones separa-das y parcialmente duplicadas.
Los recuerdos institucionales y las lealtades institucionales lo
suficientemente poderosas como para sostener la moral de combate
también impedirán la innovación con la misma fuerza, si la novedad
concreta en cuestión choca con las misiones, el estatus, el ethos o la
autoimagen de los implicados. Ahí es donde la estructura de servicio
único de las FDI marca realmente la diferencia a la hora de favorecer la
innovación, simplemente porque ningún ethos o autoimagen de un
solo servicio se interpone en el camino. De esto el ejemplo más claro
es el temprano liderazgo de Israel en la aviación no tripulada.
Aunque los pilotos dominaban el Cuerpo Aéreo de las FDI (Heyl
Avir) tal y como era entonces, tanto como los pilotos dominan casi
todas las fuerzas aéreas, no era un servicio separado.5 Sus mandos
están subordinados al único Estado Mayor de las FDI, y aunque los
pilotos podrían haberse resistido a la introducción de aviones no
tripulados, el Estado Mayor de las FDI no lo hizo. Fue ese factor
organizativo el que permitió a Israel convertirse en el líder mundial en
el diseño, desarrollo e introducción en servicio de aviones no
tripulados, a partir de 1970, cuando aún era un país relativamente
pobre y poco desarrollado industrialmente, con un total de tres
millones de habitantes.6
En otros lugares, las fuerzas aéreas dominadas por los pilotos
estrangularon eficazmente los proyectos de aviones no tripulados, a
pesar de que las tecnologías necesarias estaban tan ampliamente
disponibles que incluso los fabricantes de juguetes podían ofrecer y
ofrecían aviones pilotados a distancia con suficiente alcance y carga útil
para ser de cierta utilidad militar, nada más sacarlos de la caja. De
hecho, incluso ahora, más de medio siglo después, con todo tipo de
aeronaves no tripuladas volando, incluidas algunas muy grandes y con
alcance intercontinental, las fuerzas aéreas de todo el mundo siguen
resistiéndose a la adopción de aeronaves no tripuladas (drones) en
funciones de caza y bombardero, esforzándose por reservarlas para los
pilotos, mientras confinan las aeronavesno tripuladas a funciones de
observación menos heroicas, salvo para algunos lanzamientos de
misiles de vez en cuando. Y eso persiste a pesar de que todo el mundo
comprende que eliminar a los humanos del diseño de los aviones de
combate puede reducir drásticamente sus costes al tiempo que
aumenta mucho su resistencia y maniobrabilidad (restando el control
discrecional del piloto, por supuesto, pero eso sólo es importante de
vez en cuando). Debido a que los límites de la fuerza g humana
constriñen absolutamente el diseño delos aviones de combate, para
evitar incidentes reversibles de visión gris, efecto túnel y apagón, así
como descensos G-LOC hacia la inconsciencia y la muerte, los aviones
de combate valorados por su agilidad y velocidad están severamente
limitados precisamente en su agilidad y velocidad por límites de fuerza
g que no molestarían en absoluto a los aviones robóticos, si sus
fuselajes están mecánicamente a la altura de las circunstancias. A pesar
de ello, no hay ni un solo cazabombardero no tripulado en producción,
e incluso el futuro bombardero pesado estadounidense de alcance
intercontinental B-21 Raider destinado al lanzamiento de armas
nucleares y no nucleares va a ser tripulado, así como opcionalmente no
tripulado, añadiendo así costes robóticos a los costes de tripulación y
de regreso a casa, un precio muy alto a pagar para permitir que unos
pocos oficia-les de las fuerzas aéreas piloten esos aviones, una elección
que sólo podría haber hecho una fuerza aérea dominada por pilotos.
Los impedimentos a la innovación causados por lealtades de
servicio por lo demás loables y, de hecho, esenciales parecen afectar a
las armadas incluso más que a las fuerzas aéreas, y eso es fácilmente
comprensible, dados sus orígenes mucho más antiguos. Y los costes de
las lealtades navales han aumentado vertiginosa-mente en los últimos
tiempos, porque motivan el desarrollo y la producción continuos de
buques de guerra de superficies grandes y muy grandes, a pesar de su
vulnerabilidad cada vez mayor a todo tipo de armas drásticamente más
baratas, incluidos los vehículos de reentrada maniobrables lanzados
por misiles balísticos como los misiles chinos de alcance medio DF-21D
y de alcance intermedio DF-26, que podrían destruir cualquier buque
que logren alcanzar con una ojiva descendente, incluidos los
portaaviones.
Todo esto estaba aún en un futuro inimaginable cuando se
inauguró el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, el quinto día del
mes de Iyar del año 5708 del calendario judío, enfrentándose a una
guerra ya en marcha sin ejército, fuerza aérea ni naval para resistir a las
Fuerzas Armadas de Egipto, Transjordania, Irak y Siria, así como a
bandas armadas tanto pequeñas como muy gran-des. Fue entonces
cuando nacieron las FDI, totalmente nuevas y de servicio único, como
un invento necesariamente original porque no existía nada parecido en
ningún lugar del mundo.
En las Fuerzas Armadas británicas -las más conocidas por los
judíos palestinos porque muchos se habían presentado voluntarios
para alistarse en ellas durante la Segunda Guerra Mundial, la Marina
Real, el Ejército y la Fuerza Aérea Real tenían cada uno su existencia
administrativa, cultural e incluso política completamente separada, y
de hecho diferían no sólo en su apariencia, sino, lo que es más
profundo, en sus mentalidades. No es de extrañar que la cooperación
interservicios fuera difícil y a veces simplemente imposible, y que sólo
mejorara lentamente durante los largos años de guerra, desde la
desastrosa falta de comunicación al principio en la Campaña de
Noruega de 1940 hasta las meras disputas en 1944, a pesar de que
Winston Churchill había establecido el primer cargo de «ministro de
Defensa» del mundo en 1940, nombrándose a sí mismo sabiamente
para el puesto.? Aun así, los funcionarios y los presupuestos
permanecieron durante toda la guerra en manos de los muy separados
secretario de Estado de Guerra, primer lord del Almirantazgo y
secretario de Estado del Aire; en otras palabras, había un ministro de
Defensa, Churchill, nada menos, pero no existía un ministerio
propiamente dicho con su propio personal ni un presupuesto
ministerial único. En 1946se creó un Estado Mayor ministerial, pero los
tres secretarios de servicio mantuvieron firmemente el control hasta
1964, y sólo entonces pudo comenzar la integración, si no la
unificación, sin que se hayan trazado planes para avanzar mucho por
ese camino.
Por lo tanto, el modelo británico era irrelevante para las FDI de un
solo servicio, al igual que el flamante modelo estadounidense
establecido por la Ley de Seguridad Nacional de 1947, que, en lugar de
impulsar la unificación de los servicios, convirtió las fuerzas aéreas del
Ejército de EE. UU. en un servicio separado como Fuerza Aérea de EE.
UU., junto con el Ejército y la Armada, con su cada vez más
independiente Cuerpo de Marines.
Esta ley de 1947 también estableció un único Departamento de
Defensa, pero no abolió las secretarías de servicio separadas, con sus
secretarías y presupuestos. De ahí que los sucesivos secretarios de
Defensa y sus cada vez más numerosos Estados Mayores tuvieran que
esforzarse mucho a lo largo de las décadas para avanzar hacia una
planificación y unas compras comunes, siendo la investigación y el
desarrollo aún más difíciles de unificar.
En cuanto a la estructura estadounidense para el mando militar en
la guerra -lo esencial para Israel en 1948 con una guerra ya en marcha
en condiciones de falta de preparación potencialmente catastrófica-,
también estaba dividida. El Joint Chiefs of Staf estadounidense, creado
tardíamente en 1942 siguiendo el modelo del Comité de Jefes de
Estado Mayor británico, como mucho podía intentar coordinar la
planificación y el mando separados de cada servicio, porque
literalmente no había nadie realmente al mando. Su jefe no era ni un
comandante en jefe (eso era prerrogativa del presidente) ni un
presidente ejecutivo -eso sólo llegaría cuarenta años más tarde con las
amplias reformas de 1986-.8 Sin personal operativo y sin oficialidad
militar propia, el primer presidente del Estado Mayor Conjunto, William
D. Leahy, tenía más influencia en la estrategia general como asesor
personal del presidente que en la conducción directa de la guerra,
porque no tenía autoridad efectiva sobre el jefe del Estado Mayor del
Ejército de EE. UU., el jefe de operaciones navales de la Marina de EE.
UU. o el general al mando de las fuerzas aéreas del Ejército de EE. UU.
No parecía haber un modelo válido a seguir para las estructuras de
mando: los propios estadounidenses y británicos seguían diciendo por
aquel entonces que habían ganado la guerra a pesar de sus estructuras
de mando, no gracias a ellas, mientras que se sabía demasiado poco
del admirado Ejército Rojo.° De ahí que los israelíes de 1948 desoyeran
audazmente toda práctica establecida e ignoraran todas las tradiciones
para inventar su propia estructura: un ser-vicio, un Estado Mayor, un
comandante con el título de «jefe del Estado Mayor» (Rosh HaMateh
HaKlali) bajo la autoridad inmediata del ministro de Defensa, bajo la
autoridad general del primer ministro como jefe del gabinete, o del
gabinete en su conjunto en los asuntos más graves. Mientras que todos
los demás territorios exbritánicos siguieron el prestigioso modelo de
las siempre gloriosas y recién victoriosas Fuerzas Armadas británicas.
Los dirigentes israelíes prefirieron lanzarse a lo desconocido con
sus propias FDI de servicio único totalmente originales, algo nunca
visto. Así pues, los israelíes fueron los primeros en aventurarse por el
camino de la integración de servicios que otros seguirían a su tiempo,
por sus propias razones.
Una consecuencia importante, que se pasa por alto fácilmente
porque es una ausencia silenciosa, es que las FDI nunca tuvieron que
esforzarse por armonizar los diferentes servicios militares
manteniendo cuarteles generales de mando conjunto, un proceso que
absorbe energías mejor empleadas de otro modo en perpetuos
esfuerzos por mantener un equilibrio adecuado de personal entre los
servicios y una asignación justa de los puestos de mando. Por el
contrario, las FDI tienen su «articularidad» institucional incorporada, lo
que facilita que diferentes tipos de fuerzas cooperen logísticamente en
tiempos de paz, aunque en la guerra los soldados en tierra, en los
aviones de combate sobre ellos y en los barcos en tierra sigan teniendo
campos de visión completamente diferentes, plazos operativos
drásticamente distintos y armas cuyo alcance efectivo varía desde unos
cientos de metros en línea de visión hasta miles de kilómetros.
De ahí que la lucha coordinada aire-tierra siga necesitando mucha
planificación y mucho entrenamiento, pero al menos en las FDI esos
esfuerzos no se ven obstaculizados por barreras disfuncionales entre
instituciones diferentes. Es para evitar ese problema por lo que el
Cuerpo de Marines de Estados Unidos se aferra ferozmente a sus
propias «alas aéreas» con sus escuadrones de cazas Marineflown, para
proporcionar apoyo aéreo cercano a los Marines que luchan en tierra,
en lugar de depender de la Fuerza Aérea de EE. UU. o, de hecho, de los
pilotos de la Armada para esa dificilísima tarea. Incluso entre
compañeros infantes de Marina sigue existiendo la necesidad de
coordinar diferentes perspectivas ambientales y plazos, pero las
comunicaciones son más fáciles dentro de la misma familia militar y, lo
que es más importante, es más probable que los riesgos del combate
se compartan equitativa-mente entre los infantes de Marina de arriba
y de abajo, con pilotos que asumen riesgos para reducir los riesgos en
tierra y viceversa. Eso se demostró célebremente en la guerra de Corea,
cuando unidades de la Primera División de Marines, ampliamente
superadas en número, se abrieron camino hacia el sur desde el Embalse
de Chosin del 27 de noviembre al 13 de diciembre de 1950, con pilo-
tos del Cuerpo de Marines ignorando el fuego masivo de
ametralladoras para lanzar sus municiones con la máxima precisión
para apoyar a sus compañeros marines en tierra.
Algo muy parecido ocurrió del 6 al 10 de octubre de 1973, cuando
las fuerzas aéreas israelíes enviaron sus cazabombarderos a atacar a las
fuerzas sirias que avanzaban en los Altos del Golán a pesar de que
estaban protegidas por una abundancia de misiles antiaéreos
suministrados por los soviéticos que no pudieron ser suprimidos de
antemano. Las fuerzas terrestres israelíes, enormemente superadas en
número, pudieron así resistir, aunque sólo fuera por poco, al precio de
muchos pilotos muertos en sus aviones destruidos. Como en el caso de
los marines, no había ninguna separación institucional que disminuyera
el impulso de los pilo-tos de ayudar a los soldados en tierra, a pesar del
riesgo extremo.

ESTRUCTURA UNIFICADA E INNOVACIÓN

En lo que respecta a la innovación, los beneficios de la unidad


institucional de las FDI son directos, simplemente porque sus fondos
de investigación y desarrollo no se reparten entre los distintos servicios,
que los utilizan sobre todo para mejorarlos vehículos de armamento y
los sensores existentes, y especialmente sus plataformas
emblemáticas, como ocurre con los carros de combate del Ejército
estadounidense, los portaaviones y submarinos de la Armada
estadounidense, así como los cazas y bombarderos tripulados de las
fuerzas aéreas estadounidenses. Este tipo de innovación incremental,
basada sólidamente en la subsanación de deficiencias específicas que
han ido surgiendo a lo largo de los años,0en la sustitución directa de
subsistemas antiguos por otros nuevos (como cuando se sustituye un
motor a reacción antiguo por uno nuevo que cabe en el mismo
volumen), es mucho menos arriesgada que la macroinnovación, es
decir, la investigación y el desarrollo de algo totalmente nuevo, que
podría fracasar por completo debido a lagunas tecnológicas
irremediables, o simplemente porque los costes no dejan de aumentar
sin que haya un final a la vista.
Además, la macroinnovación tiene otra desventaja de peso: algo
realmente nuevo requerirá la puesta a punto de las instalaciones de
mantenimiento y el reciclaje de su personal, así como la formación de
las tripulaciones operativas ab initio, lo que ya de por sí es costoso y
lleva mucho tiempo. Pero la macroinnovación ofrece una ventaja muy
grande sobre la innovación incremental que puede compensar todos
sus riesgos y costes: si el arma o dispositivo es realmente nuevo, no
habrá contramedidas ni contra armas ya en servicio en las fuerzas
enemigas para resistir, contrarrestar o superar la nueva capacidad. Esa
ausencia suspende todo el predicamento de la guerra que hace tan
difícil ganar batallas y guerras, a saber, la existencia de fuerzas
contrarias y mentes opuestas listas y esperando para observar y negar
cualquier cosa que se intente.
Tal «fiesta de las contramedidas» se produjo el 20 de noviembre
de 1917, el primer día de la batalla de Cambrai en el frente occidental,
cuando 378 carros Mark IV del Ejército británico marcaron la primera
aparición del macrocarro de combate en números significativos. A falta
de los cañones antitanque que aún no se habían desarrollado (cañones
de poca altura, con proyectiles de alta velocidad para perforar el
blindaje), y a falta de minas antitanque por no hablar de los cohetes
antitanque que llegaron en la siguiente guerra o de los misiles
antitanque que llegaron más tarde aún-, esos 378 Mark IV arrasaron los
bosques de alambre de espino que habían derrotado a tantos asaltos
de infantería, pasaron justo por encima de las trincheras que habían
albergado a los fusileros y ametralladores que previamente habían
abatido a la infantería atacante, y anularon por completo tanto las balas
disparadas contra ellos como las esquirlas de los proyectiles de
artillería con su blindaje de chapa de acero. Desde la introducción en
combate de los primeros tanques un año antes, durante la batalla del
Somme, los ataques británicos sólo habían utilizado unas pocas
docenas de tanques a la vez, y los alemanes habían estado intentando
desarrollar una respuesta antitanque. De todas las contramedidas
empleadas, el despliegue de cañones ligeros para disparar
directamente contra los tanques había demostrado ser la más eficaz -y
una batería antitanque de este tipo retrasó considerablemente a una
fuerza de tanques británica en Cambrai. Pero las pocas baterías
disponibles en el frente no podían derrotar un ataque masivo de
cientos de tanques.
Ésa es la recompensa de la macroinnovación, que puede ganar
batallas, incluso campañas enteras, si se aplica a una escala lo
suficientemente grande, por dirigentes militares dispuestos a asumir el
riesgo de asignar recursos importantes a lo nuevo y no probado. La
mayoría de las veces no lo hacen, porque el arma realmente nueva
(como lo era el tanque) no mejorará las fuerzas existentes, no afirmará
una forma de guerra ya existente.
Por eso se resistió la introducción de las primeras ametralla-doras:
ninguna de las fuerzas existentes podía utilizarlas. Eran demasiado
pesadas para que la infantería las llevara a la batalla, demasiado torpes
para montarlas a caballo y demasiado endebles para la artillería que
disparaba potentes proyectiles explosivos y no simples balas. Lo mismo
ocurría con el tanque, un concepto en el que el Ejército británico se
negaba a invertir, esencialmente porque amenazaba con desplazar a la
caballería a caballo, social-mente dominante, y estaba destinado a
restar armas a la artillería, al tiempo que eclipsaba a la infantería.
Siendo ésas las tres ramas que controlaban el Ejército británico, sus
dirigentes rechazaron la idea, por lo que el primer tanque fue
desarrollado por la Royal Navy ante la insistencia de Winston Churchill.
Simplemente porque las FDI no son un servicio militar o una
federación de servicios militares, sino un cuerpo militar unificado,
pueden aceptar macroinnovaciones y financiarlas, inevitablemente a
expensas de las fuerzas que ya existen, porque esas fuerzas separadas
con sus identidades separadas simplemente no tienen el control. Esa
es la explicación última de la larga lista de innovaciones militares
israelíes. Al principio, el 15 de mayo de 1948, unos 650.000 judíos con
una pobre economía agrícola y apenas industria no podían desarrollar
ni fabricar nada que superara el alcance de un modesto número de
talleres de herrería, soldadura y mecánica, con sólo unas pocas fábricas
reales, ninguna grande, para producir textiles y ropa, alimentos
enlatados y herramientas agrícolas manuales y cosas por el estilo.
Pero al menos la elección de qué desarrollar y fabricar fue real-
mente fácil, porque todo lo que las FDI tenían al principio eran los
escasos alijos de armas mal surtidas acumuladas en secreto por las
milicias preestatales, la dominante Haganah y su rival mucho más
pequeño, el Irgún, resultado de una escisión política de 1931. La
Haganah («la Defensa») alistó a hombres y mujeres de todas las edades
en su Heyl HaMishmar (cuerpo de guardia), a jóvenes aptos en su Heyl
HaSadeh (cuerpo de campaña) y a unos cuantos miles en las selectas
Plugot Mahatz (unidades de golpe de Palmaj)." El Irgún Tsvai Leumi
(Organización del Ejército Nacional), mucho más pequeño, sólo
contaba con unas pocas unidades organizadas, mientras que Lohamei
Herut Israel (o Lehi, Combatientes por la Libertad de Israel), alias la
Banda Stern del poeta Yair Stern, no superaba los 300 efectivos. Aparte
de extraños lotes de pistolas, revólveres, algunas metralletas, rifles de
diferentes calibres, escopetas y un puñado de ametralladoras, había
muy poco, salvo algunos camiones y autobuses protegidos con placas
de acero atornilladas.
Los judíos no pudieron importar legalmente ningún arma hasta
que terminó el dominio británico el 15 de mayo de 1948y, debido a un
embargo de la ONU, tampoco su nuevo Estado pudo importar armas
después del 15 de mayo: incluso con la invasión de cuatro ejércitos
árabes en marcha, fue sin embargo política británica, apoyada
vigorosamente por el Gobierno estadounidense, impedir que llegara
ningún arma a los beligerantes, aparentemente para limitar la
violencia, pero en realidad para asegurar la victoria de los ejércitos
árabes invasores que ya tenían su equipo. Eso se desprende muy
claramente de la historia autorizada del Servicio Secreto de Inteligencia
británico.'2 (Las acciones de los servicios de inteligencia rara vez tienen
mucha trascendencia pero reflejan los objetivos políticos reales con
más precisión que las declaraciones diplomáticas).
Teniendo en cuenta lo que les había ocurrido muy reciente-mente
a millones de correligionarios de los judíos en Europa, la postura
británica hacia los judíos locales era más que dura, pero sus motivos no
eran deliberadamente malévolos. Los británicos simplemente estaban
siendo prácticos: en aquel momento, todavía tenían grandes bases
militares en la zona del canal de Egipto que pretendían conservar y
posesiones imperiales al este de Suez. Habían entrenado y equipado al
Ejército egipcio del rey Faruk que en ese momento se disponía a
conducir a Tel Aviv, y los británicos mbién habían financiado, entrenado
y equipado a la Legión Árabe del Reino Hachemita de Transjordania,
más pequeña, comandada por el LTG sir John Bagot Glubb (Glubb
Pasha) y su ayudante Norman Oliver Lash; ambos, ciudadanos
británicos, al igual que los treinta y cinco oficiales que comanda-ban las
unidades de campo de la Legión que cruzaron el Jordán para invadir
Palestina, atacar los asentamientos judíos e intentar conquistar
Jerusalén.13
Irak, mucho más grande que Jordania y ya rico en petróleo,
también estaba gobernado por un rey hachemita instalado por los
británicos. Su ejército también había sido equipado y entrenado por los
británicos, y su Gobierno estaba dominado por Nuri al-Said, firme
aliado de los intereses británicos en Iraq hasta su asesinato una década
después.
Con todos esos valiosos activos británicos por un lado y unos
650.000 judíos sin aceite por el otro, la decisión británica de apoyar a
los árabes y negar las armas al nuevo Estado israelí fue bastante
racional, como lo fue la decisión del secretario de Estado
estadounidense, general de cinco estrellas, exjefe del Estado Mayor del
Ejército y futuro ganador del Premio Nobel de la Paz George Catlett
Marshall Jr. de respaldar a los funcionarios del Departamento de Estado
que se pusieron del lado de los británicos en contra de la Casa Blanca
al creer que el reconocimiento inmediato de Israel por parte del
presidente Truman el 15 de mayo de 1948 era un gran error que la
destrucción de Israel por los árabes victoriosos pronto corregiría." El
secretario de Asuntos Exteriores británico, Ernest Bevin, ya había
culpado preventivamente a los sueños sionistas poco prácticos de la
inevitable masacre de los judíos.
Por eso fue muy desafortunado que el mandato de Marshall
(enero de 1947-enero de 1949) coincidiera casi exactamente con la fase
más crítica del surgimiento de Israel. Aunque desprovista de cualquier
animadversión personal, por no hablar de antisemitismo, la oposición
de Marshall fue absoluta e implacable.5 Cuando el enviado de Israel le
pidió una audiencia, s negó -estaba demasiado ocupado con la naciente
Guerra Fría como para perder el tiempo con un efímero mini estado
que pronto sería destruido-.
Ésa era la predicción de Marshall como experto estratega, en la
que coincidía plenamente la recién creada Agencia Central de
Inteligencia (CIA), y a la que él mismo contribuyó en gran medida
porque los diplomáticos estadounidenses de todo el mundo se unieron
enérgicamente a los británicos para evitar que llegara a Israel cualquier
tipo de armamento.'6 Europa seguía entonces repleta de armas
abandonadas pero todavía muy utilizables de diversa categoría, en
todo tipo de depósitos o bajo lonas al aire libre, desde fusiles, artillería
y tanques hasta aviones de combate en funcionamiento o reparables.
Y los empobrecidos Gobiernos europeos de posguerra habrían vendido
con entusiasmo cualquier arma que tuvieran al nuevo Estado israelí,
que desde el 15 de mayo de 1948 tenía derecho legal a comprar todo
lo que quisiera. Pero, en cuanto les llegaba la noticia de una venta, los
diplomáticos británicos y estadounidenses intervenían, con su
entonces inmenso prestigio, con éxito en todos los casos, menos en
uno: Checoslovaquia, un pequeño país con fábricas de armas pequeñas
de fama mundial ansiosas de negocio.
Eso era realmente importante porque el recién nacido Estado no
podía esperar equipar unas Fuerzas Armadas eficaces con las
chucherías que traían los contrabandistas: pequeños lotes de armas de
diferentes calibres, a menudo viejas y desgastadas, o a las que les
faltaban piezas. Los contrabandistas tampoco podían esperar traer
aviones de combate, vehículos blindados o artille-ría de campaña,
demasiado grandes para pasar desapercibidos. Tan extrema fue la
necesidad de armas una vez que comenzaron las invasiones árabes el
15 de mayo de 1948, que dos antiguos obuses franceses de 65 mm
(Canon de 65 M modelo 1906) con miras perdidas, que disparaban
débiles proyectiles de diez libras (4,4 kg) a una lenta velocidad de boca
de 330 m/s, fueron considerados armas de importancia estratégica
reservadas para las tareas de mayor prioridad, empezando por la
defensa del sector de Degania en el río Jordán contra las tropas
invasoras del Ejército sirio del 15 al 21 de mayo de 1948.
La experta predicción de Marshall bien podría haber resultado
acertada de no haber sido por el Gobierno de coalición de
Checoslovaquia, que ignoró las presiones angloamericanas y vendió
armas a Israel de sus amplios arsenales, tanto los producidos por sus
considerables e innovadoras industrias militares antes de 1938, como
los producidos bajo la dirección nazi en tiempos de guerra a partir de
entonces." Pronto, aviones de transporte fletados pilotados por
intrépidos pilotos voluntarios entregaron 34.500 fusiles Mauser
alemanes que los israelíes aún llaman Czehi, junto con 5515
ametralladoras medianas MG 34, 500 ametralladoras ligeras ZGB
33,900 ametralladoras medianas ZB 53 y más de un millón de cartuchos
de munición.
Los checos también tenían aviones de combate que vender,
sesenta y un Spitfire Mk IX de fabricación británica que habían
equipado a los escuadrones de las fuerzas aéreas checoslovacas libres
de la Royal Air Force, y seguían siendo aviones de primera línea en
1948, y veinticinco Messerschmitt Bf 109 de fabricación local (que
reunían a ambos protagonistas de la batalla de Inglaterra) y Avia S-199
más dudosos.8 Además, los checos proporcionaron entrenamiento
para ochenta y un pilotos y sesenta y nueve tripulantes de tierra, así
como un aeródromo para los transbordos a Israel. No era mucho en
comparación con los inventarios de las tropas árabes, y era imposible
transportar por vía aérea alguno de los vehículos blindados que
abundaban localmente en aviones de transporte ligeros, pero los
envíos checos fueron suficientes para marcar la diferencia al
proporcionar conjuntos homogéneos de armas pequeñas para las
unidades de campo de las FDI, dejando las probabilidades y los
extremos acumulados a lo largo de los años para las unidades de
defensa locales.
No todos los aviones de combate sobrevivieron al peligroso
tránsito (sólo posible en absoluto gracias a una pista secreta de
reabastecimiento puesto a disposición por el Gobierno yugoslavo de
Tito), pero sí los suficientes como para que los valientes pilo-tos
pudieran pasar inmediatamente a la ofensiva contra las fuer-zas aéreas
egipcias. Equipados y entrenados por los británicos a lo largo de los
años, los egipcios ya habían bombardeado la estación central de
autobuses de Tel Aviv el 18 de mayo de 1948, matando a cuarenta y
uno e hiriendo a sesenta, hasta el día de hoy un mayor número de
víctimas que cualquier otro ataque aéreo árabe posterior en siete
décadas de guerras intermitentes.19
Por muy importantes que fueran, los envíos checos no incluían
artillería ni vehículos blindados; ambos, imprescindibles para resistir a
las fuerzas árabes invasoras y pasar después a la ofensiva. Así es como
comenzó la historia de la investigación y el desarrollo militar de Israel,
impulsada por la necesidad más que por ambiciones tecnológicas, con
diseños novedosos impuestos por limitaciones tecnológicas muy
severas más que por cualquier esfuerzo de originalidad por sí misma.
El mortero Davidka, la primera arma israelí desarrollada desde
cero, ejemplificaba ambas características. Los morteros de tres
pulgadas (en realidad, 3,209 pulgadas-81,5 mm) eran estándar en el
Ejército británico, y el Davidka también tenía una placa base y un tubo
de tres pulgadas. Pero no había suministro disponible de bombas de
tres pulgadas, y ninguna podía fabricarse en los talleres locales con la
precisión necesaria para evitar las mortales explosiones dentro del
tubo. La solución, muy original, fue fabricar bombas de super calibre
con una varilla del tamaño del calibre para propulsarlas que pudiera
proyectarse con seguridad desde el cañón del mortero. Con cuatro
veces más explosivo que las bombas de mor-tero británicas de tres
pulgadas, la Davidka producía explosiones muy ruidosas, pero al
carecer tanto de precisión como de alcance, era más útil para asustar a
los enemigos que para atacar sus defensas. Sólo se fabricaron siete y
consiguieron pocos resultados. En cuanto a los vehículos blindados,
aparte de dos tanques medianos Cromwell robados por conductores
simpatizantes del Ejército británico durante la retirada final británica, y
tres tanques M4 Sherman estadounidenses defectuosos ensamblados
a partir de restos variados dejados atrás por el Ejército británico, sólo
había vehículos blindados improvisados, fabricados atornillando placas
de acero con rendijas de disparo a camiones o autobuses; algunos, con
arietes frontales para atravesar obstáculos.
También hubo una anticipación temprana del blindaje compuesto
actual en el uso de madera contrachapada, hormigón, caucho e incluso
placas de vidrio intercaladas entre finas láminas de metal. Las
diferentes densidades servían para desviar las balas, al tiempo que
limitaban el peso total para evitar sobrecargar los motores y
sobrecargar los chasis. Pero, en cuanto se pudo importar la chapa de
acero endurecido estándar, se prefirió con mucho.20
Los jeeps no podían blindarse, pero sí armarse, y las FDI equipa-
ron algunos con la formidable potencia de fuego de dos ametralla-
doras MG 34/41 que disparaban 1200balas por minuto cada una,
ideales para incursiones rápidas al proporcionar ráfagas cortas de fuego
muy intenso para intimidar y suprimir la resistencia. Equiparon al
Batallón de Comandos Ochenta y Nueve formado y dirigido
inicialmente por el posterior general, jefe del Estado Mayor y ministro
de Defensa Moshe Dayan, que tuvo un éxito notable en ganar territorio
mediante incursiones de asalto y huida.21
Los jeeps llegaron porque ni siquiera el embargo angloamericano,
por lo demás muy eficaz, pudo impedir la importación de vehículos
totalmente desarmados procedentes de los vertederos de excedentes
de guerra en Europa, aunque originalmente hubieran sido vehículos
militares. En esa categoría se incluían las semiorugas M-3 de diez
toneladas, finamente blindados y de fabricación estadounidense, que
combinaban ruedas delanteras para la dirección con orugas en la parte
trasera para la propulsión, y una cabina delantera protegida con un
volumen de carga trasero abierto. Tendrían una vida muy larga en las
FDI: mientras que el Ejército estadounidense sustituyó todas sus
semiorugas por vehículos totalmente oruga en cuanto pudo, las FDI
siguieron utilizando muchos en la guerra del Líbano de 1982, y algunos
siguieron en uso durante otra década más.
Las FDI importaron más de 3000 semiorugas a lo largo de los años,
en un principio para servir como vehículos blindados de transporte de
tropas, pero más tarde se adaptaron para muchas funciones
especializadas: como vehículos de mando con radios adicionales y un
cabrestante delantero; como portadores de armas para ametralladoras
pesadas, para morteros de 81 mm, para mor-teros pesados de 120 mm
de fabricación local, para cañones geme-los Hispano-Suiza HS.404 de
20 mm, para cohetes y torpedos Bengalore de limpieza de minas y, por
último, para misiles antitanque, y como vehículos de ingenieros de
combate, ambulancias y mucho más. Las semiorugas se modificaron
para todos estos fines diferentes porque eran baratos y abundantes en
comparación con cualquier otro vehículo blindado, y porque la zona de
carga con techo abierto podía modificarse fácilmente para alojar
montajes de armas o cualquier otra cosa, incluidas cabinas blindadas
para la evacuación de heridos. Lo que ocurrió con este vehículo en
particular a través de todas sus diferentes modificaciones ilustra un
aspecto fundamental de la cultura de las FDI que persiste
vigorosamente incluso décadas después de la llegada de sus primeras
armas nuevas, entregadas completas con piezas de repuesto y
herramientas de mantenimiento específicas: una proclividad a
rehabilitar equipos militares de segunda mano adquiridos en diversos
estados de deterioro, reparando, reequipando y modificando lo que
llegó hasta que se vuelve útil, ya sea para los fines previstos
originalmente o para algo totalmente distinto.
Durante los años de guerras a gran escala de 1967 a 1973, las
recompensas de esta proclividad fueron muy sustanciales, de hecho,
de importancia estratégica, porque el arsenal de las FDI se reforzó
sustancialmente con armas capturadas en el campo de batalla. Así, los
carros de combate principales M48 Patton de fabricación
estadounidense capturados a los jordanos se suma-ron a los M48 de
Israel entregados originalmente por Alemania Occidental cuando su
Ejército fu reequipado con carros Leopard mucho más modernos. Con
el tiempo, ambos fueron mejorados con nuevos cañones de 105 mm y
finalmente reequipados con potentes motores diésel en lugar de sus
motores de gasolina originales que cogieron fuego con demasiada
facilidad. Con esos cambios, los M48 de Israel eran casi tan buenos
como los M60más nuevos, que las FDI no adquirieron hasta mucho más
tarde.
Muchos de los tanques soviéticos T-54/T-55 capturados en
1967fueron canibalizados y reparados según fuera necesario para
equipar nuevas unidades de tanques, y luego, con el tiempo, fueron
sucesivamente mejorados con nuevos cañones de 105 mm,
ametralladoras coaxiales, radios y piezas diversas, como la serie Tiran
de tanques reciclados. Con menos o ninguna modificación, las
excelentes armas ligeras soviéticas, incluido el justamente célebre AK-
47, también se transformaron de botín del campo de batalla en armas
adecuadamente mantenibles que armaron a unidades ente-ras, un
proceso que se repitió con la artillería soviética capturada, y en
particular con el cañón de largo alcance de 130 mm.
El reciclaje de los tanques soviéticos capturados adquirió
importancia estratégica porque permitió a las FDI seguir el ritmo de la
rápida expansión posterior a 1967 de las fuerzas blindadas egipcias,
sirias e iraquíes, en un momento en que Estados Unidos sólo fabricaba
treinta Patton M60 al mes y el Reino Unido ofrecía sus tanques
Chieftain (¡inicialmente desarrollados en código con Israel!) sólo a Irán
y a los ejércitos árabes. En octubre de 1973, los misiles antitanque
soviéticos y las granadas propulsadas por cohetes (RPG) en grandes
cantidades permitieron a las valientes tropas de infantería egipcias
enfrentarse a los tanques israelíes que se acercaban, destruyendo
algunos e inmovilizando muchos más, hasta el punto de que las fuerzas
blindadas de Israel se estaban reduciendo visiblemente justo cuando
las fuerzas blindadas ira-quíes llegaban para unirse a la lucha. Fueron
los Tirán, así como otros tanques soviéticos capturados, los que
permitieron a las FDI lograr el milagro organizativo de alinear una nueva
división blindada en diez días, con tripulaciones de tanques y todo el
resto del personal esencial que se encontró llamando a filas a los
reservistas más veteranos, reentrenando rápidamente a las
tripulaciones de tanques que habían perdido sus tanques y peinando a
los soldados blindados y otros soldados de combate que se habían
desviado hacia tareas administrativas.
La mentalidad de «Sí se puede», de improvisación, inculcada
originalmente por la imperiosa necesidad de rehabilitar equipos
abandonados -desde armas pequeñas hasta aviones multimotor
reparándolos, reacondicionándolos y modernizándolos, ha persistido a
lo largo de las décadas incluso cuando el país adquiría laboratorios y
fábricas cada vez más avanzados. Se manifiesta sobre todo, en una
voluntad de actuar con rapidez, aceptando riesgos por el camino,
exactamente lo contrario de la mentalidad de riesgo cero que ralentiza
el desarrollo de armamento a un ritmo glacial en Europa y Estados
Unidos.
En la actualidad, con Israel lo suficientemente avanzado como
para vender armas sofisticadas en todo el mundo, debe aceptar
métodos estadounidenses drásticamente diferentes a la hora de
desarrollar, producir y modificar equipos para Estados Unidos.
Formado por innumerables reglamentos impuestos por el Congreso de
EE. UU. para combatir el «despilfarro, el fraude y la mala gestión» en
las adquisiciones militares, el proceso es declarada-mente
contradictorio al imponer una documentación exhaustiva en cada paso,
y pruebas «objetivas»: en lugar de fabricar rápida-mente prototipos de
prueba de concepto y probarlos para descubrir deficiencias que
puedan arreglarse rápidamente antes de la siguiente prueba, los
ingenieros deben tomarse todo el tiempo necesario, a veces años, para
perfeccionar lo que fabrican incluso en la fase de prototipo, porque lo
prueba una entidad externa de pruebas y evaluación que se gana el
sustento encontrando fallos. Se toman su tiempo para realizar pruebas
exhaustivas, cubriendo todas las posibilidades posibles en todos los
climas y todas las condiciones, y luego se toman más tiempo para
compilar sus informes.
Sólo entonces puede reanudarse el proceso de desarrollo tras
cualquier fallo en las pruebas, a menos que el proyecto se can-cele
sobre la base del informe. Así, por ejemplo, Estados Unidos se quedó
sin aviones de vigilancia pilotados a distancia hasta que se compraron
los israelíes a tiempo para la guerra del Golfo de 1991porque el
Lockheed MQM-105 Aquila, diseñado por EE. UU. y cuyo desarrollo
comenzó en 1972, se suspendió en septiembre de 1985 (¡después de
trece años!) porque el sistema no cumplía veintiuna de las ciento
cuarenta y nueve especificaciones de rendimiento, una cifra que
demuestra por sí misma el exceso de frivolidad al imponer requisitos
extravagantes.
La fenomenal rapidez del desarrollo del sistema anticohetes
Cúpula de Hierro, desde su primera financiación en 2007, pasando por
la investigación y el desarrollo, el utillaje y la producción, la formación
y el despliegue, hasta su primer uso con éxito en combate en abril de
2011, demuestra que la cultura de innovación de alta velocidad de las
FDI sigue funcionando bien: cuatro años para desarrollar un nuevo misil
es algo inaudito, pero, en este caso, se contó además con el
extraordinario software que marca toda la diferencia al lanzar
únicamente misiles interceptores contra cohetes proyectados para
impactar contra personas u objetos muy valiosos. Ese mismo ejemplo
demuestra que la otra herencia de innovación de 1948 también sigue
vigente, porque la Cúpula de Hierro, de un éxito fenomenal, no fue
desarrollada por las Fuerzas Armadas terrestres ni aéreas, ni por la
Marina -ninguna de las cuales tiene su propia organización de
investigación y desarrollo-, sino por la única organización de
investigación y desarrollo que sirve a las FDI en su conjunto.22 Menos
mal, porque la Cúpula de Hierro nunca habría sido desarrollada por
oficiales de las fuerzas terrestres, que naturalmente, dan prioridad al
desarrollo de vehículos blindados y otras armas terrestres, ni por
oficiales navales con la guerra de superficie y submarina en la cabeza,
ni por aviadores cuya solución para todos los problemas es la potencia
aérea ofensiva. Es improbable que cualquier cosa realmente nueva
encaje cómodamente dentro de lo existente funciones de servicio, por
lo que es poco probable que se disponga del esfuerzo necesario para
investigar y desarrollar lo realmente nuevo y llevarlo al estado
operativo, ya que los jefes de cada servicio se centran en sus propias
prioridades.
Lo que habría ocurrido con la Cúpula de Hierro en ausencia de las
FDI de un solo servicio es lo que ocurrió en realidad con el no desarrollo
de los satélites espaciales militares estadounidenses, cuya importancia
crítica para el Ejército, la Armada, el Cuerpo de Marines y las fuerzas
aéreas de EE. UU. nunca se ha discutido, pero que ninguno de los
anteriores estaba dispuesto a desarrollar con sus propios fondos
presupuestados, prefiriendo utilizar sus fondos para mejorar sus
equipos existentes. Y así fue hasta que la Unión Soviética lanzó el
Sputnik, el primer satélite artificial de la Tierra, en una órbita elíptica
terrestre baja el 4 de octubre de 1957, causando una conmoción
colosal. Esto no ocurrió con la Cúpula de Hierro porque los fondos de
investigación y desarrollo militar de Israel no están preasignados a las
diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y pueden gastarse en
macroinnovaciones que, al ser totalmente nuevas, aún no tienen
defensores de servicio. En lugar de caer entre las grietas de los
servicios, una vez reconocido su potencial, las macroinnovaciones
pueden obtener financiación para pruebas de concepto y, a partir de
ahí, si realmente se demuestra una nueva capacidad, el proyecto puede
avanzar hasta la producción y el despliegue. Esa es la única forma en
que pueden lograrse avances verdaderamente grandes, porque los
equipos realmente nuevos no están constreñidos por los límites de
diseño de los equipos anteriores y -lo que es mucho más importante-
pueden beneficiarse de unas «vacaciones de contramedidas» antes de
que los adversarios puedan reaccionar con sus contramedidas técnicas,
tácticas u operativas. Es por ello sobre todo por lo que la
macroinnovación puede ser muy importante en una competición
estratégica: ofrece nuevas capacidades en su estado prístino antes de
que sean contramedidas, y en ocasiones esas capacidades pueden ser
decisivas en la guerra, o incluso en la paz, es decir, obligando a los
adversarios a redirigir recursos de otras tareas a las contramedidas
contra la macroinnovación.
II.
CÓMO LA ESCASEZ PUEDE
FORZAR LA INNOVACIÓN

Curiosamente, la primera gran macroinnovación israelí no fue algo que


los propios israelíes diseñaran o fabricaran. Se limita-ron a comprarlo,
pero en el proceso, simplemente especificando qué componentes y
auxiliares (es decir, subsistemas) querían o no querían, dieron con el
caza multirrol. Ahora bien, éste es casi el único tipo de caza que existe;
de hecho, fue inventado por las FDI a finales de la década de 1950,
cuando su Heyl Avir (Cuerpo Aéreo) resultaba aún insignificantemente
pequeño y sus recursos eran miserablemente escasos. Todavía no había
ganado el prestigio de su victoria aérea a gran escala de 1967.
La razón por la que correspondió a los israelíes inventar el caza
polivalente, diseñado para ser igualmente capaz tanto para el combate
aire-aire contra otros cazas o bombarderos como para el lanzamiento
aire-tierra de bombas, cohetes y misiles antisuperficie, es que las
principales fuerzas aéreas de la época estadounidenses, soviéticas,
británicas-habían salido de la Segunda Guerra Mundial con una serie
de aviones altamente especializados para distintas funciones. Cada
categoría era mucho menos capaz en cualquier otro papel y
persistieron durante mucho tiempo en estas diferenciaciones,
sostenidas por amplios presupuestos de la Guerra Fría. Las tres fuerzas
aéreas creían que una mezcla de bombarderos ligeros, medios y
pesados era la mejor manera de lanzar cargas de bombas de forma
eficaz a distancias varia-das contra objetivos variados, y que el combate
aéreo requería igualmente tres tipos diferentes de aviones tácticos:
interceptores muy rápidos que pudieran despegar y elevare
rápidamente para enfrentarse a los bombarderos enemigos entrantes,
pero tenían poca o ninguna capacidad para bombardear o ametrallar
objetivos en tierra; cazas nocturnos biplaza equipados con radar, aún
no disponible para los monoplazas; y cazas de escolta con suficiente
alcance para seguir y proteger a las formaciones de bombarderos. Al
ser aviones más grandes, también podían llevar ellos mismos bombas,
convirtiéndose así en cazabombarderos, pero no hubo ningún esfuerzo
especial para desarrollarlos como tales.
Cuando el Heyl Avir de Israel tuvo su precario comienzo en la
guerra de Independencia de 1948-1949, la reciente victoria de la
potencia aérea angloamericana proporcionó un modelo total-mente
probado de lo que debía llegar a ser, aunque sólo fuera a muy pequeña
escala: una fuerza aérea equilibrada, con interceptores, cazas
nocturnos y bombarderos ligeros y pesados, aunque se prescindiera de
los bombarderos medios.' Ese modelo apenas pudo aplicarse mientras
la primera y más larga guerra de Israel aún estaba en curso porque
Estados Unidos y Gran Bretaña se negaron a vender a los israelíes
ningún avión de combate, obligándoles a comprar cualquier cosa que
pudieran encontrar a la venta. Durante toda la guerra, desde el 15 de
mayo de 1948 hasta los acuerdos de armisticio de 1949, sólo gracias a
los denodados esfuerzos de los mecánicos locales, en su mayoría
autodidactas, a la inestimable experiencia de los veteranos de guerra
voluntarios llegados del extranjero y a la drástica canibalización de un
inventario abigarrado, pudieron prepararse aviones volables de dos en
dos y de tres en tres para las operaciones aéreas de cada día, con
aumentos que apenas alcanzaban el tamaño de escuadrón. No
obstante, el Heyl Avir fue ganando gradualmente superioridad en el
combate aéreo, lo que irónicamente se hizo más evidente en el
combate aéreo accidental del 7 de enero de 1949, cuando cazas de la
RAF que realizaban una patrulla de reconocimiento se enfrentaron
sobre el desierto del Sinaí, con tres Spitfires británicos y un Tempest
derribados por Spitfires israelíes sin pérdida (no hubo represalias
británicas porque esta intromisión en los combates entre Israel y Egipto
no había sido autorizada por el Gobierno británico).
Sólo después del armisticio de 1949 pudieron los aviadores
israelíes levantar la vista de las urgencias diarias del combate para
empezar a construir una fuerza aérea propiamente dicha, que, por
supuesto trataría de emular el modelo angloamericano, para lo que se
necesitarían bombarderos, cazabombarderos, cazas-interceptores y
cazas nocturnos equipados con radar, aunque a escala minúscula, con
uno o como mucho dos pequeños escuadrones de cada tipo. En un país
pobre de menos de dos millones de habitantes, muchos de ellos
refugiados sin dinero de Europa, África del Norte e Irak, no había
fondos para pagar tales ambiciones. Sin embargo, mediante la compra
de lotes impares de aviones desechados, en 1953 empezaba a surgir
algo así como una fuerza equilibrada con cazas y bombarderos, aunque
con un índice de salidas muy bajo por falta de piezas de repuesto,
cuando un piloto de cazas de treinta y dos años, Dan Tolkowsky, ex-RAF
y con un marcado acento británico, se convirtió en jefe de personal del
Cuerpo Aéreo del Ejército israelí.3
El Cuerpo Aéreo de 1953era apenas más independiente que la
artillería; de ahí que Tolkowsky no pudiera tomar grandes decisiones
sin la aprobación de sus compañeros del Estado Mayor; todos, oficiales
de infantería, salvo el igualmente asediado comandante del Cuerpo
Marítimo. Eso era un problema, porque Tolkowsky rechazaba de plano
el consenso de la «fuerza aérea equilibrada» reafirmado cada día por
las fuerzas aéreas estadounidenses, británicas, francesas y soviéticas.
Declaró obsoletos los cazas nocturnos porque los radares equiparían
pronto a todos los cazas. Y lo que es más controvertido, creía que el
Heyl Avir no debía tener ni bombarderos ni cazas interceptores, sino un
solo avión táctico para todas las funciones de combate.
En aquella época, Estados Unidos estaba desarrollando los
interceptores Delta, así como el fenomenalmente rápido F-
104Starfighter, sin ninguna disposición para el ataque a tierra o el
bombardeo. Los británicos pusieron dos motores, uno encima del otro,
para acelerar su interceptor Lightning hasta altitudes medias, de nuevo
sin disposiciones para el bombardeo, y los franceses-los únicos que
podrían vender aviones a Israel- también esta-ban diseñando un caza
para ascender rápidamente lo suficiente como para lanzar misiles aire-
aire contra los bombarderos soviéticos, sin cañones, ni bastidores de
bombas, ni bastidores bajo las alas, todo lo cual ralentizaría un
interceptor. Es mérito de los oficiales de infantería que dominaban el
Estado Mayor de Israel que estuvieran incluso dispuestos a dar
audiencia al joven Tolkowsky cuando contradijo a los mariscales del aire
británicos y a los gene-rales estadounidenses que tan recientemente
habían ganado la guerra mundial argumentando que la superioridad
aérea podía ganarse mejor destruyendo los aviones enemigos en tierra
con un ataque sorpresa total contra sus bases aéreas, no entablando el
combate aéreo poco a poco, en operaciones defensivas de desgaste.
Para ello se necesitarían todos los aviones de combate disponibles y,
por lo tanto, todos los aviones de combate debían poder llevar alguna
bomba, descartando los interceptores prioritarios para las principales
fuerzas aéreas.
En el debate subsiguiente, ambos bandos intentaron probar sus
argumentos citando la batalla de Inglaterra de 1940. Tolkowsky
argumentó que los alemanes perdieron aquella contienda por la
superioridad aérea porque cambiaron prematuramente su esfuerzo
ofensivo de los aeródromos de la RAF al bombardeo de Londres. Si
hubieran seguido bombardeando los aeródromos, los aviones
estacionados, los alojamientos del personal, las salas de preparación y
los hangares de mantenimiento, los ale-manes habrían ganado. Sus
oponentes insistieron en que la gran lección de la Batalla de Inglaterra
fue que los Spitfires y Hurricanes de la RAF defensores, que se
levantaban cargados de combustible para interceptar los aviones que
tenían que alcanzarlos desde lejos, habían desgastado a la Luftwafe en
un proceso acumulativo -un método mucho más fiable, argumentaban,
que un único ataque total contra los aeródromos enemigos que podría
salir mal por cualquier número de razones, desde una meteorología
adversa hasta una detección temprana que podría convertir un ataque
sorpresa en una emboscada enemiga-. Al final, Tolkowsky y su número
dos, Ezer Weizman, un expiloto del RAF mucho más exuberante,
convencieron al Estado Mayor para que aceptara su método operativo
de alto riesgo y alta rentabilidad, el ataque total sin guardar casi nada
en reserva por si las cosas salían mal: la futura operación Moked del 5
de junio de 1967.
Una vez ganado el debate, Tolkowsky y Weizman se enfrenta-ron
a la dura tarea de construir realmente una fuerza aérea cuyos
escuadrones de combate estuvieran equipados en su totalidad con
cazas polivalentes que pudieran tanto luchar contra otros aviones como
lanzar cargas de bombas decentes. En aquel momento, 1953-1954, eso
parecía imposible porque el único avión que podía hacer ese trabajo
era el Mustang P-51 con motor de pistón, un desarrollo accidental en
tiempos de guerra que había demostrado inesperadamente ser
excepcionalmente eficaz tanto en el combate aire-aire como aire-tierra,
pero era una casualidad que nadie intentaba emular en la era de los
reactores.4 Que Estados Unidos no estuviera desarrollando ningún
avión de ese tipo no tenía ninguna relevancia inmediata porque la
política estadounidense seguía siendo no vender ningún tipo de armas
a Israel, y mucho menos aviones de combate, incluso cuando
empezaban a llegar a las fuerzas aéreas árabes cazas MiG soviéticos
notablemente buenos. Los británicos sólo ofrecían interceptores a
reacción, ya que estaban especial-mente aferrados a la idea de que los
bombardeos debían ser realizados por bombarderos, que, sin embargo,
se negaban a vender. Eso se lo dejaba a los franceses, cuyas empresas
aeronáuticas care-cían del prestigio de los fabricantes estadounidenses
y británicos, pero estaban muy dispuestos a vender a cualquiera.
Los israelíes compraron debidamente el caza subsónico de
primera generación Ouragan, el casi supersónico Mystère y, más tarde,
el supersónico Super-Mystère, aunque en pequeñas cantidades. Los
israelíes se alegraron mucho de tenerlos, porque la Unión Soviética
estaba suministrando a las fuerzas aéreas árabes los cazas Mikoyan y
Gurevich, notablemente rápidos y maniobrables, que culminaron en el
eterno MiG-21. ° Esto seguía dejando al Heyl Avir con la desfavorable
aritmética de muy pocos aviones con cargas de bombas demasiado
pequeñas para sus ambiciosos planes de ataque total, porque los
franceses también preferían bombarderos dedicados para realizar sus
bombardeos y no diseñaban sus cazas para llevar mucha artillería en
los portaequipajes bajo el ala, ni sus motores eran lo suficientemente
potentes como para llevar cargas de bombas decentes.? Para cuando
surgió una posible solución con los prototipos del futuro caza francés
Mirage III en 1958, Dan Tolkowsky se había retirado a la madura edad
de treinta y siete años (para liderar el avance tecnológico de Israel
como banquero de inversiones) para ser sucedido por el incontenible
Ezer Weizman, de treinta y cuatro años, que durante mucho tiempo
permaneció más joven que sus años.8
Fue durante los ocho años de mandato de Weizman cuando el
Ejército del Aire adquirió finalmente el avión que necesitaba: el Mirage
IIICJ de alas delta, que -sólo gracias a la persistencia de Weizman en
obligar a los diseñadores a cumplir los requisitos israelíes- se convirtió
en el primer caza polivalente genuino del mundo desde el Mustang
accidental, lo suficientemente ágil para el combate aéreo contra el
formidable MiG-21 a la vez que adecuado para el ataque a tierra con
sus dos cañones de 30 mm y una carga de bombas que podía superar
las tres toneladas métricas. El problema de Weizman cuando tomó el
mando en julio de 1958 era que el Mirage IIICJ, a la postre muy
adecuado, en realidad no existía porque la fuerza aérea francesa, al
igual que sus homólogas estadounidense y británica, quería un
interceptor con un innovador cohete propulsor de propulsión líquida
para propulsarlo a gran altitud de forma extrarrápida, con misiles aire-
aire en lugar de cañones y sin ningún tipo de portabombas. Un avión
así habría sido inútil para el gran concepto de ataque aéreo de
Tolkowsky. Lo que sí tenía el avión francés era un buen motor que le
permitía alcanzar una velocidad de Mach 2,2 en octubre de 1958, un
récord para Europa. Sin duda, estaba totalmente al día con su sección
transversal en forma de cintura de avispa para el vuelo supersónico, un
buen radar de interceptación aérea, toda la aviónica necesaria y un
paracaídas de arrastre para acortar el balanceo de aterrizaje.
Lo que siguió fue un extenso debate entre antagonistas
absurdamente mal avenidos. El fabricante francés Dassault necesitaba
imperiosamente el pedido israelí, porque a fuerza de ahorrar y rascar
en todo lo demás, incluidos sus ya espartanos alojamientos, uniformes
y alimentos, las FDI podían encargar setenta y dos aviones de una vez,
un gran pedido para lo que entonces era aún una pequeña empresa.
Pero los directivos e ingenieros aeronáuticos de Dassault simplemente
no se atrevían a tomarse en serio las especificaciones de Weizman:
parecía decidido a arrastrar a su revolucionario Mirage al pasado
prefiriendo los bastidores de bombas a su espléndidamente innovador
propulsor de cohetes de combustible líquido, e insistiendo en montar
anticuados cañones de 30 mm en lugar de confiar en los ultramodernos
misiles aire-aire que acaba-ban de estar disponibles. Al principio, los
franceses confiaban en que las cabezas más viejas y sabias de Israel se
sobrepondrían al piloto de treinta y cuatro años que quería estropear
su avión. Sólo poco a poco se dieron cuenta los directivos de Dassault
de que el Estado de Israel había delegado efectivamente en el joven
Ezer Weizman lo que podía convertirse fácilmente en una decisión de
vida o muerte, un descubrimiento inquietante para unos hombres
acostumbrados a tratar con generales franceses de cuatro estrellas y
sesenta años que, además, se remitían a su experiencia.10
Al final, Weizman se impuso porque tenía la fuerza bruta de
cualquier comprador, por mal aconsejado que estuviera, y más de lo
que le correspondía. Sin embargo, sólo el sensacional éxito de la
ofensiva aérea de 1967, cuando se utilizaron los Mirage y aviones
franceses más antiguos para destruir unos 400 aviones egipcios,
jordanos, sirios e iraquíes en unas cincuenta horas de ataques aéreos
con cañones y sólo unos pocos misiles, reivindicó final-mente la teoría
Tolkowsky-Weizman sobre cómo debían librarse las guerras aéreas y
con qué tipo de aviones. (Por cierto, la empresa Dassault ganó una
fortuna y sus ventas aumentaron enormemente en todo el mundo,
aunque no a Israel, porque el poco sentimental Charles de Gaulle
cambió bruscamente de bando en junio de 1967, de modo que los
Mirage V especificados por Israel, de hecho, con código, se vendieron
a las fuerzas aéreas árabes, mientras que se detuvieron todas las
entregas a Israel)."
A raíz de ello, todas las fuerzas aéreas querían lo que se conoció
en inglés como cazas polivalentes, armados con cañones y no sólo con
misiles, convirtiendo así a la todavía muy pequeña
fuerza aérea israelí en líder mundial de la innovación en potencia aérea
táctica, un papel ahora reafirmado por la dependencia del F-35 de la
tecnología de combate aéreo desarrollada por Israel.'2 Los jefes aéreos
estadounidenses no tardaron en aceptar la validez del nuevo concepto
polivalente, pero como sus aviones existentes eran todos
especializados -el F-104 y el F-106 como puros interceptores, mientras
que el pesado cazabombardero F-105 carecía de maniobrabilidad para
el combate aéreo, desenvolviéndose mal contra los MiG-21 sobre
Vietnam-, la USAF se vio obligada a adquirir el versátil F-4 Phantom de
la Marina para que sirviera como su primer caza polivalente desde el
Mustang, retirado mucho antes. La humillación fue severa, y el
siguiente caza de la USAF, el F-16 -que seguiría produciéndose durante
décadas-, se inspiró en el éxito de la versión de Ezer Weizman del
Mirage III. Fue una secuencia notable: como la estructura de las FDI
favorecía la innovación -entre otras cosas, porque su modelo de dos
carreras mantenía jóvenes incluso a sus gene-rales- y como su pequeña
fuerza aérea no podía esperar prevalecer sin aviones que aún no
existían, su joven jefe utilizó su momentáneo poder comercial para
intimidar a un fabricante de aviones europeo para que produjera un
avión que se convirtió en el modelo mundial de lo que debía ser un
avión táctico, a pesar de que el Heyl Avir anterior a 1967 seguía siendo
una presencia insignificante en la aviación mundial.
III.
UN CUERPO DE OFICIALES JOVEN

Un factor importante en la innovación del caza polivalente, como en


muchas otras innovaciones de las FDI, es tan elemental que es fácil
pasar por alto su significado más profundo: los dos sucesivos jefes
aéreos israelíes que fueron los innovadores de su generación tenían
todavía poco más de treinta años cuando asumieron el mando, es decir,
eran al menos veinte años más jóvenes que sus homólogos más
jóvenes de otras fuerzas aéreas. Los establecimientos militares que
soportan la carga de responsabilidades de vida o muerte no pueden ser
libres y fáciles a la hora de asumir riesgos, por lo que se inclinan a
confiar en personal y métodos bien probados. Por ello, las trayectorias
de la carrera militar están pensadas para garantizar que los oficiales
acumulen una experiencia profesional acorde con el alcance de sus
responsabilidades, a medida que van ascendiendo rango tras rango. En
el proceso, sin embargo, los oficiales adquieren sabiduría y prudencia
en lugar de la temeridad de la juventud y un respeto adecuado por las
prácticas sólidas del pasado frente a las ventajas inciertas de las
innovaciones no probadas. A medida que las personas envejecen,
suelen volverse más fijas en sus costumbres, menos valientes, menos
inclinadas a probar lo nuevo, menos propensas a considerar el orden
de cosas existente como imperfecto y susceptible de mejora, menos
abiertas al primer paso de cualquier proceso de innovación: la voluntad
de arriesgarse con lo nuevo con la esperanza de que pueda ser mucho
mejor que lo viejo.
En los años de formación de las FDI, en la década de 1950 y
principios de la de 1960, casi todos los altos mandos tenían más de
treinta años. En 1956, en vísperas de la campaña del Sinaí, el oficial de
mayor rango sobre el terreno, el comandante de zona general de
división Asaf Simchoni, tenía treinta y cuatro años; el comandante de
la brigada principal, Ariel («Arik») Sharon, veintiocho, y el jefe del
Estado Mayor de las FDI, teniente general Moshe Dayan, cuarenta y
uno. Incluso los puestos de alto rango estaban ocupados por oficiales
jóvenes y relativamente inexpertos que aún estaban aprendiendo el
oficio. Cuando el propio Dayan era aún un inexperto jefe de
operaciones, pidió a Aharon Yariv, un oficial muy brillante y aún más
joven (y futuro jefe de la inteligencia militar), que estableciera y
dirigiera una escuela nacional de defensa para Israel, como las que
había visitado en Francia e Inglaterra. Yariv respondió que carecía de
los conocimientos y la experiencia necesarios. Pero Israel era entonces
un Estado recién formado y la mayoría de sus puestos directivos
estaban ocupados por personas sin experiencia. Dayan le contestó: «Si
Yitzhak Ben Zvi puede ser presidente, Moshe Sharet primer ministro,
Maklef jefe del Estado Mayor y yo jefe de la Dirección de Operaciones,
usted puede ser comandante de la Escuela de Defensa».
La simple explicación cronológica de este estado de cosas -que no
podía haber veteranos experimentados en un estado tan joven-resultó
ser errónea en el caso de las FDI. Las Fuerzas Armadas del nuevo Estado
israelí nacido en 1948 empezaron con oficia-les veinteañeros que
alcanzaron la treintena en los años 50, como Tolkowsky y Weizman.
Pero entonces, la progresión se detuvo, ya que, de lo contrario, el mero
paso del tiempo habría dado lugar a una estructura de edad normal a
finales de la década de 1970, con almirantes y generales de unos
sesenta años (como en las Fuer-zas Armadas estadounidenses y
europeas), coroneles de unos cincuenta, y así sucesivamente. Fue
Moshe Dayan, jefe del Estado Mayor de 1953 a 1958, quien instituyó
un principio de doble carrera por el que las FDI concederían permisos
a mitad de carrera a los oficiales para proseguir su educación (dado que
casi ninguno había superado la secundaria), lo que les permitiría
embarcarse en una segunda carrera civil tras una jubilación anticipada
a los treinta años. Dayan declaró explícitamente el objetivo: quería
mantener el cuerpo de oficiales mentalmente joven y flexible,
físicamente ágil y con la valentía de la juventud.2
Dayan actuó en consecuencia, retirándose como jefe del Estado
Mayor a los cuarenta y tres años, pero no intentó convertir su
preferencia política en una práctica permanente anclada en una ley.
Resultó, sin embargo, que se había sentado un precedente, porque la
progresión aparentemente inevitable hacia una estructura de edad
normal en las FDI en marcha desde 1948 (cuando el máximo
comandante de campo, Yigal Allon, tenía treinta años) no continuó. El
jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, teniente
general Aviv Kochavi, tomó posesión de su cargo el 15 de enero de
2019, a la edad de cincuenta y cuatro años, cuando era el miembro de
más edad del Estado Mayor, comandando un cuerpo de oficiales cuyos
generales son unos diez años más jóvenes que sus homólogos
estadounidenses y europeos. Su predecesor como jefe del Estado
Mayor, Gadi Eisenkot, había inaugurado su mandato reclamando un
cuerpo de oficiales más joven, y logró rebajar la edad media de
jubilación de cuarenta y siete a cuarenta y dos años.3
La realidad biológica de la relativa juventud parece marcar la
diferencia, disminuyendo sin duda la sabiduría de la edad madura, a
veces con graves consecuencias, pero permitiendo un mayor margen
para la innovación. Es cierto, por supuesto, que la exuberancia y el
optimismo juveniles no garantizan más que la disposición a considerar
lo nuevo, y en modo alguno la capacidad mental para inventarlo, pero
incluso la mera tolerancia hacia lo nuevo y lo no probado escasea en la
mayoría de los establecimientos militares. Incluso los departamentos
de investigación y desarrollo, cuya misión es, supuestamente, el avance
de la innovación, son a menudo bastiones de la tradición, ya que siguen
ofreciendo versiones actualizadas de configuraciones de plataformas y
armas establecidas que defienden resueltamente de cualquier cosa
realmente nueva que aparezca. Los oficiales más veteranos, cuyo
futuro es más corto que su pasado, son mucho más propensos a exigir
la perpetuación de las plataformas y armas icónicas de su rama
particular y de su propio servicio, negando así fondos para cosas
nuevas, incluso mientras se unen a la petición de más innovación en
todas partes.
Tampoco se aprende nunca la gran lección de la macroinnovación:
sólo si son verdaderamente nuevas, y no sólo nuevas y mejoradas, las
nuevas armas o técnicas pueden asegurarse la gran recompensa de
unas «vacaciones de contramedidas» frente a las contra armas y las
tácticas contrarias evocadas por sus predeceso-ras.4 Toda una
generación de inteligentes ingleses se echó a reír cuando el mariscal de
campo Douglas Haig explicó en 1925 que, aunque los aviones y los
tanques tenían sus usos, «sólo eran accesorios del hombre y del
caballo», y añadió que estaba «seguro de que, con el paso del tiempo,
[los soldados] encontrarían tanto uso para el caballo -el caballo bien
criado- como lo habían hecho en el pasado».5 Al mando de las tropas
del Ejército británico en el frente occidental desde 1915, Haig había
presidido la inmovilidad inútil de hombres y caballos (por muy bien
criados que estuvieran)provocada por la ametralladora, y después la
victoria de los prime-ros tanques que podían ignorar las balas de
ametralladora mientras avanzaban. De ahí que su visión de un futuro
para el caballo en la batalla fuera un simple caso de disonancia
temporal: dijo en 1925 lo que podría haber sido plausible en 1900 pero
que ya había sido invalidado en 1904 por las ametralladoras rusas y el
alambre de espino en Port Arthur durante la guerra ruso-japonesa.
Eso es fácil de ver ahora, casi un siglo después, mientras que los
ejemplos actuales de disonancia temporal son mucho menos
evidentes. Véase, por ejemplo, el caso del futuro bombardero B-
21Raider de largo alcance (es decir, estratégico) no nuclear y nuclear
de las fuerzas aéreas estadounidenses, que, como ya se ha seña-lado,
va a ser tripulado por una tripulación y también opcional-mente no
tripulado, con lo que a los costes de tripulación y de regreso a casa se
sumarán todos los costes robóticos, un precio realmente muy alto para
permitir que unos pocos oficiales de las fuerzas aéreas piloten esos
aviones. En este caso, la disonancia temporal alcanza niveles similares
a los de Haig, ya que, en 2021, el B-21 seguía en su fase de desarrollo
de ingeniería como bombardero tripulado, incluso cuando los
camiones no tripulados y autodirigidos ya estaban operando de forma
experimental en las carreteras de Arizona, en un entorno mucho más
complicado que los cielos sin texturas.
La disonancia temporal ha sido un problema crónico para las
Fuerzas Armadas de todo el mundo en esta era de cambios
tecnológicos revolucionarios, que podría decirse que comenzó el 26de
septiembre de 1825, con la corrida inaugural del ferrocarril a vapor
Stockton y Darlington de George Stephenson. La respuesta de las FDI a
este problema es apoyarse en la juventud, para la que el pasado es
mucho menos importante que el futuro y, por tanto, está menos
investida cultural e intelectualmente en las armas y conceptos icónicos
del pasado aún en servicio, cuya perpetuación impide la aparición de
lo nuevo.

UNA ESCASEZ DELIBERADA DE ALTOS


FUNCIONARIOS

La juventud es importante en los oficiales, pero también lo es la


escasez. En la guerra, puede haber una gran necesidad de abundancia
de oficiales subalternos en las armas de combate, especialmente en la
infantería, en la que los oficiales subalternos son semejantes a la
munición y pueden ser gastados como tales, para avanzar contra el
fuego enemigo. Pero rara vez hay escasez de oficiales superiores; de
hecho, a menudo hay demasiados, aunque no en las FDI, cuyo cuerpo
de oficiales destaca tanto por su estructura de rangos extremadamente
comprimida como por su juventud.
En lugar de la inflación de rangos que a menudo se deplora en
otros lugares -las reuniones de la OTAN cuentan con regimientos
enteros de almirantes y generales de tres y cuatro estrellas, y fue la
abundancia de estrellas lo que llevó al Congreso estadounidense a
promulgar un límite legal-, ocurre exactamente lo contrario en las FDI,
en las que a menudo se asignan grandes responsabilidades a oficiales
de rango relativamente bajo debido a la escasez crónica de oficiales
superiores.° Dado que el oficial militar de mayor rango del país, el jefe
del Estado Mayor (ramatkal), es él mismo un teniente general de tres
estrellas (rav aluf), sin genera-les de cuatro estrellas o almirantes por
encima de él, se produce inevitablemente una compresión
descendente de los rangos, que es ciertamente extrema. Toda la fuerza
aérea israelí está mandada por un general de división de dos estrellas,
aunque ahora opera más aviones que la Real Fuerza Aérea británica,
que está mandada por un mariscal jefe del aire de cuatro estrellas, con
varios maris-cales del aire de tres y dos estrellas por debajo de él.
La misma compresión de rangos superiores está presente, pero es
menos flagrante en la Marina de Israel, Heyl HaYam, que sigue siendo
una fuerza pequeña para los estándares mundiales, a diferencia de la
fuerza aérea, aunque tampoco es ya una Marina en miniatura, con una
importante flotilla de submarinos, así como cuatro corbetas, ocho
grandes lanchas misileras y numerosas patrulleras. Su comandante es
también un oficial de dos estrellas, cuyo rango hebreo de aluf se
traduce como «contralmirante», mientras que muchos de sus
homólogos de todo el mundo al mando de ejércitos menos capaces son
vicealmirantes de tres estrellas o, más a menudo, almirantes de cuatro
estrellas.?
Aparte de los jefes aéreo y naval, sólo hay otros diecisiete gene-rales
de división (alufim) de las FDI en servicio activo. HaKirya (la Ciudad), el
Cuartel General de las FDI en Tel Aviv -el Pentágono de Israel, más o
menos-, está dirigido por sólo nueve gene-rales de división, una
fracción del número empleado en el cuartel general de cualquier fuerza
armada comparable en cualquier otro lugar.8 Esa corta lista comienza
con el subjefe del Estado Mayor, que no debe estar en la misma
habitación que el jefe cuando el nivel de amenaza es extremo, y que
funciona como jefe rea del Estado Mayor cuando cualquier combate es
inminente o está en marcha. El oficial superior, aunque se denomina
jefe del Estado Mayor, funciona en realidad como comandante en jefe,
a cargo directo de todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas (en con-
traste con la práctica estadounidense), dejando en su mayor parte a su
adjunto la función de jefe de coordinación del Estado Mayor.
El siguiente en la cadena de mando es el homólogo terrestre de los jefes
aéreo y naval, el jefe del «Mando de las Fuerzas Terrestres», Mifkedet
Zro'a haYabasha, que supervisa su desarrollo en tiempos de paz y la
asignación de las unidades de campaña entre los frentes de batalla en
tiempos de guerra. En otras palabras, el mando operativo superior de
todas las FDI es responsabilidad de sólo cinco oficiales, a pesar de que
las FDI se convierten en una de las fuerzas militares más grandes del
mundo, con unos 650.000efectivos, cuando están plenamente
movilizadas.
Como todos sus homólogos modernos, las FDI tienen diferentes
departamentos de Estado Mayor que, como en todas partes, incluida
China, siguen el modelo clásico prusiano del siglo XIX atribuido al
mariscal de campo Helmuth Karl Bernhard Graf von Moltke (jefe del
Estado Mayor alemán de 1871 a 1888), con algunos añadidos del siglo
XXI. El Departamento de Operaciones, Agaf Mivtza'im (o G-3), coordina
(pero no dirige) las campañas en tiempo de guerra y se esfuerza por
planificarlas a grandes rasgos en tiempo de paz; la inteligencia militar,
Agaf HaModi'in (o G-2), cuyo acrónimo AMAN es objeto de muchos
cuentos románticos, se dedica sobre todo al trabajo analítico de
despacho. Luego viene la Dirección de Tecnología y Logística
postprusiana, Agafha'Technologia ve ha'Logistica (o Departamento G-
4),sucesor del antiguo Departamento de Intendencia prusiano, que
suministra todo, incluido el tristemente célebre pastel de carne
enlatado del Ejército (LUF, alias raciones de «carne de burro»);la
Dirección de Personal, Agaf Koach Adam (llamarlo «Departamento de
Mano de Obra» sería una traducción especialmente pobre, dado que
el Ejército de Israel es el que tiene más mujeres de toda la historia); la
nueva Dirección de Planificación y Desarrollo de Fuerzas, Agaf
ha'Tichnun, que se supone que debe predecir el futuro (una tradición
local, sin duda) e idear formas en las que las FDI puedan adaptarse para
hacer frente a las necesidades futuras, algo mucho más difícil y mucho
más fácil en los días en los que Israel aún estaba amenazado por
grandes ejércitos convencionales, y el jefe de la Dirección del Servicio
Informático del siglo XXI, Agaf ha'Tikshuv, cuya importancia ha ido
aumentando de forma casi lineal desde que las FDI adquirieron su
primer ordenador central IBM 360 poco después de su aparición en
1964. Por último, está la nueva incorporación de la dirección de
Estrategia y Tercer Anillo, Agaf Estrategia Vma'agal Shlishi, creada en
2020para centrarse en la amenaza iraní.1°
Más allá del cuartel general, otros tres generales de división, cada
uno en su propio cuartel general regional, se encargan de los comandos
de zona para el Norte (Pikud Tzafon), el Centro (Pikud Merkaz) y el Sur
(Pikud Darom). Es su responsabilidad supervisar los perímetros
frontales, con sus vallas y patrullas, y todos los depósitos de suministros
y movilización, donde los reservistas llegarían por miles tras la
movilización para encontrar uniformes, armas, transporte y
armamento pesado, incluidos los tanques que se supone que están
listos y esperando para salir a la batalla. En tiempos de guerra, los
comandantes territoriales se convierten en comandantes de frente si
hay combates a gran escala, responsables de desplegar las fuerzas que
les asigna el Estado Mayor y de coordinarlas en la acción.
Con los tres comandantes de área centrados en operaciones
militares más allá de las fronteras de Israel, mientras abundan las
amenazas internas, otro general de división dirige un Comando del
Frente Interior (Pikud Ha'Oref). Además, aunque nunca de muy buen
grado, las fuerzas del Ejército deben operar en Cisjordania, habitada
mayoritariamente por palestinos, por lo que otro general de división
tiene el título cuidadosamente redactado de coordinador de
actividades gubernamentales en los territorios (Me'ta'em ha'Pe'ulot
ba'Shtakhim). Todos estos puestos están ocupados por sólo dieciséis
generales de división de dos estrellas, y eso incluye al agregado de
defensa en Washington D. C., que también disfruta del lujo de un
uniforme de gala adecuado, a diferencia de sus colegas en casa, que
deben conformarse con uniformes de campaña, descendientes
directos de la indumentaria de combate de las Fuerzas Armadas
británicas de la Segunda Guerra Mundial, sin ninguna de las trenzas
doradas de sus homólogos extranjeros." Cualquier comparación del
solitario teniente gene-ral y la pequeña banda de generales de división
de Israel con los 144 generales y almirantes de dos estrellas, 68 de tres
estrellas y 39de cuatro estrellas con rango de bandera de las Fuerzas
Armadas estadounidenses carecería de sentido, dado el tamaño siete
veces mayor de estas últimas y, lo que es aún más importante, el
alcance global de sus funciones tanto en los comandos de teatro como
de alianza. Emulando la fórmula británica en la lucha contra el
formidable Napoleón, de reclutar a todos los aliados posibles para
luchar contra el león con el mayor número de perros y gatos y unos
cuantos ratones lanzados, la gran estrategia estadounidense requiere
el mantenimiento del mayor número posible de alianzas, lo que exige
una diplomacia militar muy paciente y constante que es en su mayor
parte responsabilidad de los oficiales de rango de bandera. Aun así, los
únicos generales de tres estrellas y los veinticuatro de dos estrellas de
Israel pueden compararse válida-mente con los cientos de generales
que pueblan las cada vez más reducidas Fuerzas Armadas europeas,
superando ampliamente en número a sus formaciones de combate,
buques de guerra o avio-nes.12 La razón por la que los números de
arriba son importan-tes es que la escasez en la cúpula impulsa
necesariamente la responsabilidad hacia abajo en la cadena de mando,
con efectos muy positivos en lo que se refiere a la innovación. Cómo
funciona eso en las FDI dista mucho de ser sencillo, pero un aspecto es
bastante simple: como los generales cuarentones son muy pocos, las
decisiones sobre innovación las toman sobre todo subordinados
treintañeros mucho menos moldeados por el pasado y mucho más
abiertos al futuro.
FORZAR LA RESPONSABILIDAD HACIA ABAJO

La compresión de rangos que comienza en la cúspide con sólo un


teniente general de tres estrellas para todas las FDI, y muy pocos
generales de división de dos estrellas, continúa hacia abajo. En los
ejércitos modernos de todo el mundo, tres brigadas forman una
división, con 10.000-20.000 soldados a las órdenes de un general de
división de dos estrellas, pero en Israel el mando divisional en las
fuerzas en activo sólo califica a un tat alufde una estrella, traducido
oficialmente como «general de brigada», De estos últimos hay,
aproximadamente, setenta y cinco para la totalidad de las FDI,
incluyendo su pequeña armada y su gran fuerza aérea, que cuenta con
muchos más aviones de combate en condiciones operativas que
cualquier otra aeronáutica militar europea.
Como las FDI no tienen ni la estructura de despliegue global de las
Fuerzas Armadas estadounidenses ni la elaborada sobrecarga
burocrática o las instalaciones históricas heredadas de las Fuerzas
Armadas europeas, las fuerzas terrestres de las FDI tienen una
proporción «dientes contra cola» muy alta, con muchas formaciones
de combate para su tamaño total: unas treinta y seis brigadas en
servicio activo y reserva de 2000-3000 soldados cada una en las fuerzas
terrestres (más que en cualquier ejército actual de la OTAN). Esas
brigadas están mandadas por coroneles, como en la mayoría de los
ejércitos, pero son coroneles claramente más jóvenes; algunos, de
menos de cuarenta años. Los tres batallones de una brigada típica están
mandados cada uno por un teniente coro-nel, como en la mayoría de
los ejércitos, pero de nuevo son mucho más jóvenes, con una media de
edad en torno a los treinta años. De ello se deduce que las tres
compañías de un batallón típico en servicio activo están mandadas
cada una por un capitán, de nuevo como en la mayoría de los ejércitos,
pero con veinticinco años más o menos, su edad media es inferior a la
de otros ejércitos.
El efecto inevitable de un número muy reducido de oficiales
superiores es empujar la responsabilidad hacia abajo, iniciando un
efecto cascado a medida que los coroneles de grado de campo, los
tenientes coroneles o incluso los mayores se ven cargados con deberes
y responsabilidades que los generales no pueden hacer porque ya
están plenamente ocupados en tareas aún más esencia-les. Y como los
oficiales de grado de campo también son demasiado pocos según
cualquier estándar normal (el número total de coroneles en todas las
FDI es de, aproximadamente, 450 para una fuerza que supera los
600.000 en plena movilización), muchas de sus responsabilidades
recaen en oficiales más jóvenes, de modo que a los capitanes de veinte
años se les confían rutinariamente tareas que en otros lugares están
reservadas a oficiales de más edad y decididamente más veteranos.
La escasez de oficiales superiores, la compresión resultante de los
rangos y el empuje de las responsabilidades hacia abajo se encuentran
finalmente con la contradicción de una gran abundancia de oficiales
subalternos, porque no son los escasos y caros productos de academias
militares de varios años como en Estados Unidos y otros países, sino
jóvenes reclutas que se han alistado para servir un año más con el fin
de solicitar y, si es posible, asistir al exigente curso de oficiales de las
FDI, un logro socialmente importante. Tras haber comenzado como
reclutas de dieciocho años movilizados para tres años de servicio
militar obligatorio, los candidatos a oficiales subalternos son
seleccionados de entre las filas para asistir al curso de formación de
oficiales. Ello requiere un año más de servicio después del curso, para
un total de cuatro años y medio de uniforme; de ahí que no todos a los
que se les ofrece la oportunidad de convertirse en oficiales decidan
aceptar.
Aquí es cuando interviene otra peculiaridad del cuadro de oficiales
de las FDI: en lugar de la sobreabundancia de oficiales de rango medio
que a menudo se deplora en otros lugares, las FDI tienen muy pocos;
de hecho, absurdamente pocos según los están-dares mundiales. Los
tenientes israelíes, a los que sólo les falta un año o dos para ser niños
o niñas, pueden encontrarse siendo responsables de las vidas de
muchos otros, al mando de pelotones de treinta personas, o de varios
tanques, o de baterías de artille-ría con sus tripulaciones, o de lanchas
patrulleras en la Marina, a menos que sirvan como oficiales de vuelo
en la fuerza aérea, habitualmente a cargo de aviones enormemente
caros y devastadora-mente potentes. Esto es cierto para cualquier
fuerza armada; por supuesto, en todas ellas los jóvenes tenientes
deben asumir enormes responsabilidades si hay combate real. Pero en
lo que difieren las FDI, y es una diferencia muy grande, es en la ausencia
de suboficiales profesionales. Los suboficiales son los sargentos y
suboficiales, normalmente de más edad y, por lo general, mucho más
experimentados, considerados la columna vertebral de los Ejércitos
estadounidense, británico, ruso, chino, indio y, de hecho, de casi todas
las Fuerzas Armadas, excepto las FDI. Con suboficiales cerca, los
oficiales jóvenes nunca están solos.
Las FDI no tienen ese tipo de cuadros, porque la división entre
oficiales y suboficiales en ejércitos más establecidos es producto de
diferencias de clase que carecen de sentido en el contexto israelí,
donde existen grandes diferencias de ingresos, pero no la
correspondiente distancia social entre caballeros que podrían ser
oficiales y jóvenes capaces, pero de clase baja que se contentan con ser
sargentos.'3 En cualquier caso, las FDI nunca han tenido una academia
militar para convertir a los que abandonan la escuela en oficiales y
caballeros, cuyos graduados son socialmente superiores a sus
suboficiales inferiores, que siguen siendo sus subordinados, aunque
tengan más experiencia y sean más hábiles. De ahí que incluso los
oficiales muy jóvenes de las FDI tengan que enfrentarse a situaciones
peligrosas y también delicadas completamente solos, sin la presencia
de ningún oficial superior o suboficial experimentado que los guíe en
persona. Inevitablemente, estos jóvenes son mucho más aptos para
enfrentarse a lo peli-groso que a lo delicado.14
Un itinerario típico para los futuros oficiales de infantería
comienza con veintiocho a treinta semanas de entrenamiento básico
impartido a todos los reclutas, seguidas de doce semanas de
entrenamiento específico de infantería. Lo siguiente es una asignación
a un batallón específico para otras doce semanas de entrenamiento
rutinario de seguridad y combate. Sólo entonces se considera al recluta
un soldado de infantería capaz de combatir, tras haber absorbido un
total acumulado de unas cuarenta semanas de entrenamiento de
campo, armamento y táctica, veinticuatro de ellas intensivas. Podría
pensarse que no es mucho, para convertir a un joven de dieciocho años
en un soldado que pueda entrar en combate en cualquier momento,
pero en realidad comprende más entrenamiento que el que el Ejército
de Tierra o el Cuerpo de Marines de EE. UU. proporcionan a la infantería
alistada, cuyo entrenamiento básico y avanzado combinado de
infantería puede ascender sólo a veintitrés semanas, o incluso menos;
en el Ejército de Tierra de EE. UU. sólo recientemente se ha ampliado
el entrenamiento inicial de infantería de catorce semanas a
veintidós.15
Los soldados de las FDI que obtienen buenos resultados como
reclutas durante su primer año, más o menos, son seleccionados para
el curso de kurs makim para líderes de escuadrón, de catorce semanas
de duración, la tradición más importante heredada de la Haganah
preestatal, para la que equivalía prácticamente a la totalidad del
entrenamiento. Junto con un fuerte énfasis en los deberes y
habilidades del liderazgo de combate subalterno-algo embriagador,
pero también aleccionador para jóvenes de diecinueve a veinte años,
el kurs makim añade otra capa de entrena-miento táctico. Y esas
semanas son más valiosas que las semanas de entrenamiento
anteriores debido al mayor calibre y a la motivación más intensa del
aprendiz medio. Todos los que superan con éxito el kurs makim vuelven
para servir como líderes de escuadrón durante al menos tres meses.
Algunos permanecen como sargentos en sus batallones hasta el final
de su servicio como reclutas, mientras que otros son desviados a
especializaciones de un tipo u otro, pero a los mejores se les ofrece la
oportunidad de convertirse en oficiales asistiendo al curso de
formación de oficiales de treinta semanas, el Ba'had Ehad de las
aspiraciones de muchos jóvenes.
Como ya se ha señalado, los Ejércitos estadounidense y británico
dependen en gran medida de suboficiales experimentados, sobre todo
para guiar a los recién estrenados subtenientes que pueden ser veinte
años más jóvenes. La falta de tales suboficiales en las FDI (los suyos
tienen entre diecinueve y veintiún años) significa que los jóvenes
oficiales destinados a los mandos deben asumir toda la responsabilidad
desde el primer día; sólo cuando se movilizan unidades de reserva para
ejercicios especiales o para la guerra, las FDI adquieren suboficiales
claramente mayores y curtidos en la batalla, porque servir quince o
veinte años en la misma compañía de reserva es una práctica habitual.
Pero, normalmente, sin reservistas de más edad que los ayuden, los
nuevos productos del curso de formación de oficiales deben hacerlo
todo, y eso es mucho, porque esos jóvenes oficiales deben lidiar con
las grandes responsabilidades que la estructura de mando de Israel, tan
poco estructurada, delega implacablemente hacia abajo.
Por ello, los estándares de Ba'had Ehad se guardan celosa-mente
contra todo viento contrario que pudiera reducir sus criterios de
admisión y sus requisitos de rendimiento, desde el antielitismo hasta
las preocupaciones por el impacto de las marchas exigidas por el
desierto con el máximo calor para los productos de infancias con aire
acondicionado. Los estándares se mantienen altos y, sin embargo, la
tasa de fracaso sigue siendo baja porque la admisión es seriamente
selectiva, incluyendo pruebas psicológicas en profundidad, que
siempre han sido muy apreciadas por las FDI, cuya unidad de psicología
atrae por sí misma a reclutas de gran talento. (El futuro ganador del
Premio Nobel de Economía Daniel Kahneman contribuyó con una
prueba práctica al proceso de selección en 1955, cuando era un «oficial
de psicología» de veintiún años).16
Tras su graduación, los nuevos subtenientes son designados para
dirigir un pelotón. Para entonces habrán acumulado casi dos años de
experiencia como soldados y líderes subalternos, con mucho
entrenamiento intensivo. Si todo va bien, el ascenso a teniente se
produce de forma rutinaria, y el año de servicio adicional requerido-
con un modesto salario, a diferencia del mero dinero de bolsillo que se
da a los reclutas- puede convertirse en el inicio de una carrera militar.
Exteriormente, estos jóvenes israelíes se parecen a sus homólogos
estadounidenses y europeos, sin duda, en sus funciones básicas: dirigir
a los sol-dados en misiones de vigilancia de la seguridad y en combate,
así como supervisar su formación en tiempos de paz. Al igual que
ocurre con otras fuerzas del mundo que pueden luchar real-mente
contra enemigos armados, y no sólo pavonearse en uniforme, para los
oficiales subalternos de las FDI el liderazgo en combate es la esencia de
la profesión. Y eso significa liderar desde el frente; no «Avancen», sino
«Síganme» es la orden clásica israelí, como en otros ejércitos
combatientes.
Pero ahí acaban las similitudes. En primer lugar, como ya se ha
señalado, las FDI no tienen academias militares: no existen West Point
ni Annapolis, ni la Real Academia Militar (Sandhurst) ni la École Spéciale
Militaire de Saint-Cyr, donde los graduados o casi se convierten en
oficiales sin haber servido nunca como soldados rasos, tras dos, tres o
cuatro años de educación mayoritaria-mente académica. La existencia
misma de las academias militares refleja distinciones de clase en gran
parte anticuadas; antaño se consideraba que no se podía pedir a los
jóvenes de clase alta que entrenaran y vivieran entre tropa tosca, en su
mayoría inculta o incluso analfabeta, no apta para los aspectos letrados
de la educación militar. Las academias militares clásicas producen
muchos de los futuros oficiales superiores de las Fuerzas Armadas
estadounidenses, británicas y francesas, pero las escuelas de andidatos
a oficia-les abiertas tanto a licenciados universitarios como a
suboficiales seleccionados han suministrado históricamente la mayoría
de los oficiales. Prescindiendo de la educación prolongada, aunque en
gran medida civil, que ofrecen las academias militares, imparten una
formación acelerada a lo largo de unos meses. La versión del Ejército
de Estados Unidos, anunciada como «un riguroso curso de doce
semanas diseñado para formar, evaluar y desarrollar subtenientes para
las dieciséis ramas básicas del Ejército de Estados Unidos», se ofrece
tanto a suboficiales como a licenciados universitarios que hayan
completado un curso de formación básica de combate de diez
semanas, produciendo así subtenientes que pueden ser enviados a
comandar un pelotón en guerra en un total de veintidós semanas desde
el día en que se alistaron en el Ejército.18
La falta de academias militares de las FDI -su elitismo explícito
habría estado totalmente fuera de lugar en una sociedad socialmente
igualitaria-, junto con su práctica de ascender a oficiales desde las filas
sin formación universitaria ni carrera previa de suboficial, da lugar a
una paradoja. Los oficiales subalternos de las FDI son mucho más
jóvenes que sus homólogos extranjeros y mucho menos instruidos,
pero reciben mucha más instrucción militar antes de asumir su primer
mando -más del triple que muchos oficiales del Ejército
estadounidense-. Eso resulta suponer una gran diferencia en la guerra
moderna, que normal-mente carece tanto de los horrores de la guerra
de alta intensidad con sus descargas de artillería como de la formación
en el empleo .En cuanto a las interminables guerras de
contrainsurgencia, son en todo caso des educativas, porque quienes
aprenden la guerra en Irak, Afganistán o Cisjordania no están
aprendiendo a luchar contra enemigos bien armados, sino sólo
adquiriendo malos hábitos en la lucha contra enemigos
irremediablemente débiles sin blindaje, sin artillería, sin poder aéreo y
sin inteligencia aérea.
Para los aviadores de las FDI, la ausencia de una academia aérea y
el hecho de que empiecen a vestir de uniforme a los dieciocho años en
lugar de a los veintidós o más, después de la universidad, no se traduce
simplemente en diferencias de un tipo u otro, sino más bien en una
inversión completa: en las fuerzas aéreas estadounidenses, como en las
británicas y en todas las fuerzas aéreas euro-peas, los futuros pilotos
son educados primero para ser oficiales antes de empezar a pilotar
aviones de combate, mientras que sus homólogos israelíes primero
sirven como pilotos antes de ser educados para convertirse en oficiales,
si así lo desean. Ese es el caso tanto de la Academia de las Fuerzas
Aéreas de EE. UU., de cuatro años de duración, en Colorado Springs,
como del Royal Air Force College Cranwell, cuyo curso de treinta y dos
semanas presupone más o menos una formación universitaria previa,
dado que sus asignaturas versan sobre «liderazgo transformacional y
estudios académicos del poder aéreo, incluyendo ética y pensamiento
estratégico, así como habilidades militares más prosaicas,
conocimientos esenciales del servicio, instrucción y entrenamiento
físico». La formación de vuelo sólo comienza después, en el curso de
«reactor rápido» de veintiún meses, por ejemplo, que empieza con
vuelos en un avión ligero y luego en un potente turbohélice antes de
pasar a un reactor de entrenamiento y, después, a una Unidad de Con-
versión Operativa de la Real Fuerza Aérea, en la que finalmente se
entrena a los pilotos para volar y combatir en un caza de primera línea
a la edad de veinticinco años aproximadamente.
Sus homólogos israelíes, por el contrario, pilotan aviones ligeros a
los seis meses de matricularse, cuando aún tienen diecinueve años
como máximo, por lo que sus dotes elementales de pilotaje, o la falta
de ellas, pueden determinarse rápidamente. Esos que pasan la revista
y aceptan la obligación de años adicionales de servicio militar son
entrenados durante dos años en una variedad de habilidades (incluido
el combate de infantería) y también educados en una variedad de
materias académicas, mientras continúan su entrenamiento de vuelo.
En su tercer año de uniforme, a la edad de veintiuno o veintidós años
(cuando sus homólogos estadounidenses y europeos están
empezando) son pilotos plenamente capacita-dos asignados a
escuadrones operativos de cazas a reacción, transportes,
reconocimiento u otros aviones, incluidos helicópteros,20
Es un sistema que ha producido muchos jóvenes pilotos
excelentes que han derribado muchos aviones enemigos y dado en la
diana en muchos ataques terrestres, pero que no tienen la formación
suficiente para dirigir una fuerza aérea grande y tecnológicamente
ambiciosa. Ésa es la tarea de los relativamente pocos oficiales de
carrera que permanecen en las FDI tras completar su servicio
obligatorio con los años extra de los aviadores, y a los que se concede
un generoso permiso de estudios con sueldo completo para que
adquieran la formación superior necesaria. Dada la escasez de oficiales
superiores, los oficiales de rango medio deben asumir necesariamente
sus responsabilidades; en las fuerzas aéreas estadounidenses, un ala
aérea de tres escuadrones podría estar mandada por un coronel de
cuarenta años o un general de brigada de una estrella, pero en Israel
sería un oficial unos diez años más joven de rango muy inferior.
IV.
INNOVACIÓN DESDE ABAJO

Debido a la escasez crónica de oficiales superiores, los oficiales


subalternos del FDI, a pesar de su corta edad y su escasa formación, se
ven obligados habitualmente a asumir responsabilidades
desproporcionadas. Enfrentados a situaciones complicadas, cuando las
circunstancias niegan una orientación inmediata por parte de los
oficiales más veteranos en el lugar, como los reservistas retirados que
casualmente se encuentran allí, los oficia-les subalternos deben tomar
o, mejor, aprovechar, la iniciativa ideando y ejecutando sus propios
esquemas de acción para evitar peligros repentinos o explotar
oportunidades fugaces. Eso requiere poder de decisión y quizás un
liderazgo audaz, pero esas cualidades sólo adquieren relevancia
cuando el joven oficial ha ideado un plan de acción en una situación
que quizás nunca se previó durante el entrenamiento o en la
orientación, si la hubo, que acompañaba a la tarea.
Es cierto, por supuesto, que cualquier conflicto prolongado
presentará amenazas recurrentes y oportunidades recurrentes, que, de
hecho, se convierten en temas de cursos de formación, incluso de
planificación previa.
Pero tal es la madera torcida de la humanidad y tal la infinita
variedad de circunstancias en las que puede desarrollarse cual-quier
episodio de conflicto, que ningún proceso analítico previo puede
prever todas las variables e incertidumbres que determinarán el mejor
curso de acción en una situación dada.
Por ello, en todas las fuerzas militares modernas se insta
constantemente a los jóvenes oficiales a que tomen la iniciativa, a fin
de responder tan ventajosamente como sea posible a circunstancias
imprevisibles formulando y ejecutando un plan de acción antes de que
cambie la situación. En otras palabras, aunque todo oficial subalterno
o de rango intermedio exista dentro de una cadena jerárquica de
mando poblada por oficiales de mayor rango a los que se debe
obediencia, cualquier oficial debe estar mentalmente preparado para
pensar y actuar totalmente por su cuenta a fin de reaccionar con la
rapidez suficiente para aprovechar las oportunidades fugaces y evitar
los peligros repentinos. De ahí que a los jóvenes oficiales
estadounidenses en formación se les diga que se preparen para tomar
la iniciativa, y que oigan lo mismo de los oficiales más veteranos en sus
primeros mandos.
Hay una excelente razón para toda esta insistente prédica: en la
mayoría de las formas de guerra, nada aumenta más el poder que una
propensión superior a tomar la iniciativa: puede superar incluso
groseras inferioridades en número y potencia de fuego. 'Es una
cuestión de velocidades relativas en la acción y la reacción. Al igual que
un boxeador de pies ligeros puede noquear a un oponente mucho más
fuerte que no deja de fallarle con golpes más potentes, una fuerza
armada cuyos oficiales hasta los rangos inferiores son capaces y están
dispuestos a tomar la iniciativa es mucho más ágil. Puede moverse,
actuar y reaccionar con mayor rapidez, asestando sus propios golpes
mientras esquiva los del enemigo. A mayor escala, esa agilidad hace
que una fuerza armada sea más capaz de la guerra de maniobras, en la
que el objetivo es minimizar las bajas al tiempo que se maximizan las
ganancias sorteando deliberadamente los puntos fuertes del ene-migo
y perforando para explotar las debilidades enemigas detectadas. Eso se
opone a la guerra de desgaste, mucho más común, en la que la fuerza
se activa frontalmente contra la fuerza ene-miga, en formas de
combate de trituración en las que la victoria va al bando que puede
soportar mejor las pérdidas materiales y las bajas humanas. Dado que
ningún enemigo se quedará voluntariamente de brazos cruzados
mientras se sortean sus puntos fuertes y se explotan sus puntos
débiles, la contienda se decide por la velocidad relativa de la acción de
cada bando, que a su vez dependerá -en igualdad de condiciones- de
las propensiones relativas de los oficiales, arriba y abajo en la cadena
de mando, a tomar la iniciativa y actuar. Más batallas -de hecho,
campañas enteras-se han decidido por desequilibrios de iniciativa
invisibles y no mensurables que, por desequilibrios materiales, como
es ciertamente el caso de las batallas y campañas de Israel.
Sin embargo, enseñar, promover, alentar e incluso exigir la
iniciativa es a menudo inútil; puede ser contraproducente en unas
Fuerzas Armadas cuyos oficiales simplemente no están a la altura, que
no están dispuestos a arriesgarlo todo por su propio juicio de la
situación. No harán nada mientras esperan órdenes por miedo al
fracaso, convirtiéndose así en inútiles como responsables de la toma
de decisiones, mientras que podrían haber sido incluso algo útiles si
hubieran recibido órdenes desde arriba que simplemente hubiera que
obedecer. La razón es sencilla: el alcance real de la iniciativa que
pueden ejercer realmente los oficiales de los ejércitos de la vida real
depende sobre todo de su estructura. Es decir, depende de lo que
realmente son, en contraposición a lo que dicen que son o lo que les
gustaría ser, concretamente en sus prácticas de mando y control.
Nadie supera al Ejército, la Armada, las fuerzas aéreas y la
infantería de Marina estadounidenses a la hora de insistir en la
importancia de tomar la iniciativa, especialmente en los cursos para
oficiales y mandos en los que se forma a los oficiales de campo. Al
mismo tiempo, sin embargo, ninguna fuerza armada del mundo
dispone de mejores sistemas de vigilancia con los que los oficiales de
mayor rango puedan vigilar a sus subordinados, y tampoco ninguna
dispone de mejores telecomunicaciones con las que los oficiales de
mayor rango puedan enviar instrucciones a sus subordinados -de
hecho, se denominan «sistemas de mando y control»-. Por último, las
Fuerzas Armadas estadounidenses son las más ampliamente
organizadas y estructuradas, con los cuarteles generales más
elaborados y los mayores Estados Mayores en cada escalón. Por
ejemplo, la sección G-3 o de operaciones de un cuartel general de
división del Ejército estadounidense puede tener hasta veinte oficiales,
frente a los tres o cuatro de una división alemana, cuando aún existían
en la década de 1980.
Ahí radica el problema: los oficiales estadounidenses no son tipos
ociosos, que se contentan con cobrar su paga sin esforzarse demasiado.
Tienen una ética de trabajo muy fuerte: si se les asigna servir como
oficiales del Estado Mayor en un G-3 divisional, se puede estar seguro
de que trabajarán duro para generar un flujo interminable de órdenes
detalladas, advertencias y redireccionamientos para los mandos de
brigada por debajo de ellos, dentro de cada uno de los cuales hay un
oficial G-3 igualmente trabajador que hace lo mismo para los
batallones de esa brigada. A pesar de todas las buenas enseñanzas y
exhortaciones que oyen los oficiales más jóvenes sobre tomar la
iniciativa, sobre calibrar una situación y actuar con rapidez en lugar de
limitarse a informar y esperar órdenes, el resultado inevitable de todos
esos oficiales por encima de ellos tan bien equipados para
supervisarlos es reducir la libertad de acción percibida de los mandos
más jóvenes y, por tanto, su propensión a idear iniciativas y ejecutarlas
bajo su propia responsabilidad.
Es inútil exhortar a los oficiales a que actúen con audacia a la hora
de idear y ejecutar sus propios planes por iniciativa propia cuando
queda tan poco margen por la constante interferencia de los escalones
de mando superiores. En otras palabras, incluso en ausencia de la
rigidez culturalmente impuesta de muchos ejércitos, por la que los
oficiales subalternos están siempre a la espera de órdenes, este asunto
de la iniciativa, que es realmente de la mayor importancia, no depende
de lo que se enseñe en las escuelas mili-tares. Más bien depende de la
propia naturaleza de los escalones de mando en cada nivel: los gruesos,
con muchos oficiales, restringen la iniciativa hacia abajo, mientras que
los delgados, con pocos oficiales, fuerzan la responsabilidad hacia
abajo.
En las FDI tomar la iniciativa no es una cuestión de elección: los
puestos de mando subalternos con cuarteles generales subalternos por
encima de ellos sólo pueden emitir órdenes de misión amplias y sin
detalles a los mandos subordinados. Sencillamente, sólo pueden
definir lo que hay que hacer: apoderarse de esto, retener aquello,
despejar una zona, añadiendo quizás una advertencia (¡minas
terrestres!), pero no dan instrucciones sobre cómo hay que hacerlo.
Eso se deja al comandante sobre el terreno, que puede ser un general
retirado de sesenta años muy experimentado, llamado a mandar toda
una división de reserva movilizada para la guerra, o un teniente de
veintiún años al mando de un pelotón.
Lo que falta es exactamente lo que mantiene ocupado al personal
del cuartel general en los ejércitos con exceso de oficiales: la emisión
de órdenes detalladas para las unidades subordina-das que
especifiquen lo que hay que llevar a cabo y cómo hay que hacerlo,
quizás con montones de detalles tácticos, rutas prescritas, modos de
acción recomendados, planes detallados de apoyo de fuego,
provisiones de suministros y mucho más, a diferencia de las pocas
palabras de una orden de misión típica.4 La orden escrita del
comandante del frente Yigal Alon para la primera operación a gran
escala de las FDI (operación Yoav en octubre de 1948), una
contraofensiva total para hacer retroceder al ejército egipcio invasor,
constaba de una sola página.
Los comandantes de unidad que reciben esas detalladas
directivas, pero luego se encuentran con un obstáculo imprevisto al
tratar de aplicarlas -lo que ocurre todo el tiempo en la guerra porque
los enemigos deben esforzarse por bloquear lo que esté en marcha- no
pueden simplemente improvisar su forma de sortear ese obstáculo.
Deben volver al cuartel general que emitió esas órdenes detalladas,
describir el obstáculo imprevisto y pedir nuevas órdenes. Mientras
espera la palabra de arriba, la unidad debe hacer una pausa. El esfuerzo
global se convierte así en una serie de acciones interrumpidas, y cada
interrupción proporciona un respiro al enemigo, permitiéndole idear y
ejecutar contra movimientos. Los soldados que sirven en tales fuerzas
se acostumbran rápidamente a una secuencia de ir, parar, volver a ir,
parar de nuevo, mientras sus mandos inmediatos informan a la cadena
de mando y esperan órdenes en cada remoción. (Esto ocurrió con las
fuerzas estadounidenses que desembarcaron en Italia y Francia en
1943 y 1944 para hacer retroceder a los alemanes, excepto las fuer-zas
bajo el mando de George S. Patton). Con las órdenes de misión -y toda
la mentalidad de asunción de riesgos que las acompaña-, las iniciativas
en cada nivel de mando sustituyen a las directivas desde arriba. Los
mandos de las unidades pueden comandar su propia acción,
respondiendo inmediatamente a los obstáculos inesperados
maniobrando a su alrededor o tomando cualquier otra medida que
resulte apropiada, sin tener que remitirse al cuartel general ni
detenerse a esperar nuevas órdenes. Impulsada por el ejercicio sin
trabas de la iniciativa por parte de los mandos que descienden en la
cadena de mando, la acción global puede ser rápida y fluida, con
obstáculos sorteados en una secuencia continua de movimientos,
aunque haya muchos zigzags mientras los mandos de las unidades
tratan de encontrar la mejor forma de avanzar e intentan otra cosa si
encuentran demasiada resistencia. Si resulta que el enemigo tiene un
sistema de mando estrictamente descendente (como es el caso de la
mayoría de los ejércitos del mundo), los comandantes de cada escalón
estarán atados esperando nuevas órdenes, todavía en proceso de
reaccionar al movimiento anterior incluso mientras se desarrolla un
nuevo movimiento.
Esa asimetría fue ciertamente evidente durante los treinta años
de guerra convencional árabe-israelí que terminaron con el alto el
fuego de 1973, salvo unos pocos días de combate importante contra
las fuerzas sirias en Líbano en junio de 1982. Después de eso, sin más
guerras de movimiento, las FDI se vieron absorbidas por operaciones
de seguridad repetitivas, en las que había poco margen para el ejercicio
de la iniciativa. Pero entonces llegó la llamada segunda guerra del
Líbano, del 12 de julio al 14 de agosto de 2006, a la que siguió una
comisión oficial de investigación cuyo cometido era evaluar todos los
aspectos de la actuación de las FDI, así como el proceso de toma de
decisiones del gobierno. El informe final, hecho público el 30 de enero
de 2008, fue dura-mente crítico, especialmente con lo que describía
como «un estilo de mando excesivamente centralizado» que, según se
decía, había inhibido la iniciativa de los subordinados.
Los observadores extranjeros, ya sorprendidos por la total
indiferencia ante el prestigio o incluso las consideraciones de seguridad
a la hora de exponer todo lo que iba mal en el transcurso de ganar una
guerra, se quedaron perplejos ante la constatación del exceso de
centralización en relación con prácticas que son perfectamente
normales en otros ejércitos de primera clase. Pero en el propio Israel
las críticas resonaron con fuerza, porque muchos israelíes tenían
experiencia de combate y cierta pericia en asuntos militares y, por lo
tanto, estaban preocupados con razón por cualquier signo de
disminución de la libertad de acción de los subordinados en la cadena
de mando, una consecuencia no deseada del progreso tecnológico en
las telecomunicaciones.

LA INICIATIVA COMO CAMINO HACIA


LA INNOVACIÓN

Existe una relación directa entre la cultura de iniciativa en combate de


las FDI y la innovación tecnológica. Los oficiales que aprenden a tomar
la iniciativa, cuyas mentes están formadas por la mentalidad de la
misión-orden, son mucho más propensos a ver de forma crítica lo que
les rodea, ya sean tácticas del Ejército, métodos operativos,
procedimientos, el equipo entregado a las unidades o incluso el corte
de los uniformes. Y es mucho menos probable que acepten las
limitaciones y las deficiencias como algo inevitable. En lugar de
aprender a aceptar, o incluso apreciar, los formatos organizativos
heredados, las armas específicas entregadas a sus unidades, las tácticas
prescritas y los procedimientos operativos estándar, tienden a
cuestionarlo todo y luego se esfuerzan por idear sus propias respuestas
supuestamente mejores. Ésa es la fase larvaria de toda innovación: el
cuestionamiento cada vez más detallado de lo que hay, preparatorio
para formular alternativas.
No es de extrañar que muchos jóvenes oficiales de las FDI pasen
directamente del servicio militar a empresas de nueva creación con
compañeros soldados, y no sólo en el sector de la alta tec-nología.7Esto
es cierto no sólo para los que sirvieron en una de las unidades más
tecnológicas de las FDI, sino también para los que lo hicieron en
unidades de combate ordinarias. En una experiencia bastante típica,
cuando el exalcalde de Jerusalén y miembro de la Knesset Nir Barkat
terminó su servicio militar como capitán de la 35.a Brigada de
Paracaidistas, fundó una empresa de software (BRM) que desarrolló
con éxito un nuevo software antivirus para Internet. Años más tarde,
describió su transición del Ejército al mundo de los startups:
La sensación que nos rodeaba era que formábamos parte
de un grupo de élite y que el cielo era el límite... por lo
tanto, [a uno] se le permite cometer algunos errores... Me
sentí inmediatamente como en casa... había espacio para
acciones audaces, ensayo y error, igual que en la unidad de
paracaidistas en la que serví.
En septiembre de 1968, el escritor Edward Luttwak visitó el
despacho del MG Mattityahu («Matti») Peled, entonces jefe del
Departamento de Intendencia del Estado Mayor (ahora, Dirección
Tecnológica y Logística) responsable del suministro de todo, desde
botas hasta misiles, y posteriormente distinguido profesor de literatura
árabe y defensor de la paz. Peled acababa de recibir la primera muestra
de un nuevo arnés de combate para la infantería: un chaleco de malla
abierta de nailon que parecía muy práctico con sus cuatro bolsillos para
la revista del fusil, cuatro ganchos para las granadas de mano, un
bolsillo para el botiquín de primeros auxilios y un cinturón ligero de
fibra con accesorios para dos botellas de agua. El arnés y el cinturón
eran, obviamente, una gran mejora respecto a las correas, los porta
cargadores, las bolsas para granadas y el cinturón que eran antiguos
excedentes británicos de la Segunda Guerra Mundial, hechos de un
algodón muy asfixiante y pesado, con botones incómodos y correas mal
ajustadas. Cuando le preguntaron si había solicitado sugerencias antes
de iniciar el proceso de diseño -después de todo, una alta proporción
de todos los israelíes llevarían esas correas, Peled soltó una carcajada
de buen humor y dijo que no había emitido ningún anuncio ni solicitado
ninguna sugerencia. Pero de todos modos se había corrido la voz; todos
y cada uno de los soldados de infantería que habían servido en el
Ejército tenían ya su propio diseño mucho más avanzado, al menos en
su propia mente; ¿Y cuál fue la reacción cuando empezó a circular la
noticia del diseño elegido? Oh, sólo la reacción habitual», dijo Peled:
nadie lo había visto realmente, pero todo el mundo sabía ya que el
nuevo arnés era un completo fracaso, con su nailon inflamable, su
endeble malla abierta y sus ganchos sueltos en lugar de bolsas para las
granadas. Así las cosas, los críticos estaban equivocados y el nuevo
arnés de combate resultó ser un gran éxito -excepto que los ganchos
para las granadas fueron sustituidos por fundas- porque ya encarnaba
respuestas creativas a todos los incómodos años de marchar y luchar
con el viejo arnés británico cincha.
Sin embargo, es obvio que, por muy vivas que sean sus mentes,
los jóvenes reclutas que constituyen el grueso del ejército permanente,
junto con los tenientes ex conscriptos que cumplen uno o dos años más
de servicio «profesional» y el pequeño cuadro de oficiales
profesionales de carrera, no están precisamente bien situados para
aportar innovaciones importantes. Los reclutas son bachilleres en el
mejor de los casos, y a la madura edad de diecio-cho años tampoco
pueden haber acumulado mucha experiencia laboral previa a su paso
por el Ejército. Es cierto, por supuesto, que su creatividad tecnológica
puede verse muy estimulada por todo el equipo de alta tecnología que
manejan en su servicio militar, pero su falta de formación universitaria
debe limitar su capacidad para evaluar las innovaciones tecnológicas
con métodos cuantitativos adecuados. En cuanto a los oficiales de
carrera, que sí tienen una formación universitaria, son a la vez pocos y
están muy sobrecargados de trabajo, lo que reduce su capacidad para
dedicarse a la innovación, que no es precisamente su misión.
Ayuda el hecho de que Israel sea una sociedad en gran medida
informal en la que existe una disposición general a hablar con
cualquiera e incluso a escucharle hasta cierto punto. Tampoco es difícil
llegar a los responsables de las FDI y que escuchen cualquier idea nueva
razonable. Edward Luttwak no era un reservista, sino un recién llegado
a Israel en el verano de 1970, cuando la fuerza aérea israelí sobrevolaba
territorio egipcio a través del canal de Suez para destruir las baterías de
misiles antiaéreos escalonados que la Unión Soviética estaba
suministrando generosamente. Las baterías estaban emplazándose
cada vez más cerca de la línea del frente del canal de Suez,
disminuyendo la capacidad de los cazabombarderos israelíes para
contraatacar a las baterías de artillería egipcias que bombardeaban
constantemente (de miles a decenas de miles de proyectiles al día) a
las tropas israelíes, ampliamente superadas en número, y a una
eventual ofensiva egipcia para cruzar el canal. Abrir los cielos para
operaciones aéreas efectivas en apoyo de las tropas terrestres requería
destruir las baterías de misiles, y esto a su vez se basaba en localizarlas
y realizar ataques cuidadosamente planeados y llevados a cabo con
precisión. Localizar las baterías egipcias de artillería y de misiles tierra-
aire para atacarlas con éxito requería fotografías aéreas que debían
realizarse a altitudes medias con aviones que volaran en línea recta a
velocidad constante, un blanco perfecto para los misiles. Evadir los
misiles requería abortar la misión fotográfica para realizar violentas
acrobacias aéreas. Como resultado, aunque sólo un avión israelí de foto
reconocimiento fue destruido por un misil, muchas misiones fueron
abortadas, lo que redujo la eficacia del apoyo esencial de la fuerza
aérea a las fuerzas terrestres.
Con cero credenciales, Luttwak reaccionó a la angustiosa noticia
buscando una cita con Aryeh Dvoretzky, un destacado mate-mático que
entonces ejercía de jefe científico de las FDI, para que le sugiriera otra
forma de fotografiar el terreno a través del canal: aparejar un
aeromodelo controlado por radio (algunos eran lo bastante grandes)
con una cámara de vídeo estabilizada. Dvoret-zky tomó cuidadosas
notas, comentando de pasada que la distorsión de las térmicas podría
ser un problema. Tres años más tarde, en 1973, la casa estatal de
electrónica Tadiran presentó el Mastif, el primero de los pequeños
vehículos pilotados a distancia (RPV, ahora vehículo aéreo no tripulado
o UAV, o simplemente dron), que iba a lanzar lo que se convirtió en una
industria en la que Israel sigue siendo líder mundial. No hay pruebas de
que la sugerencia de 1970 a Dvoretzky tuviera nada que ver con esto
(había otros con la misma idea), pero lo que ocurrió fue sin duda
indicativo de la mentalidad de puertas abiertas que tanto facilita la
innovación en las FDI. Ese episodio, además, ejemplifica lo que crea la
demanda de innovación: las FDI responden a los obstáculos y
contratiempos esforzándose más, y su doctrina hace mucho hincapié
en el imperativo de la tenacidad en la persecución del objetivo fijado,
sobre todo no rendirse, especialmente cuando la situación parece
desesperada.
Los reservistas con ideas tienen su oportunidad cuando los líderes
de las FDI que se enfrentan a alternativas desagradables buscan nuevas
soluciones para problemas acuciantes, ya sean métodos o técnicas,
hardware, software o cualquier otra cosa. Naturalmente, recurrirán a
los reservistas que crean que pueden estar bien situados para aportar
respuestas.
Los reservistas que son directivos en las empresas más eficientes
de Israel en su vida civil son una fuente natural de consejos de gestión
y, por supuesto, ellos mismos están siempre luchando por reducir el
inevitable abismo de eficiencia entre sus propios equipos y las FDI, cuya
ineficiencia incorporada es la consecuencia inevitable de una mano de
obra abundante y casi gratuita que en su mayor parte aún está en
formación, de unos inventarios de equipos que se deslizan siempre
hacia la obsolescencia y de unas instalaciones crónicamente
infrautilizadas salvo en la guerra.
Otros reservistas que no son jet-set de alta tecnología ni gurús de
la gestión enriquecen, sin embargo, a las FDI con formas más prosaicas
de pericia; por ejemplo, a veces ocurre que, al visitar un puesto
avanzado, se sirve comida decente, incluso bastante buena, en la
rudimentaria cocina de campaña, cocinada por un reservista en su
retiro anual que es un aficionado a la cocina o incluso un chef en la vida
privada. Otros reservistas de guardia pueden ser los directores
generales de importantes empresas. El autor Eitan Shamir sirvió en una
ocasión en el cuartel general de una división acorazada de la reserva
junto con un reservista de más edad en su retiro anual, un sargento
cuyo trabajo consistía en reunir y presentar mapas, fotos aéreas y otras
ayudas de planificación para los oficiales de operaciones G3, un
humilde trabajo de oficina. Cuando el oficial al mando de la división se
enteró de que el sargento era el director general de una importante
empresa israelí en su vida civil, lo reasignó de sus humildes funciones a
un puesto mucho más importante para que utilizara sus habilidades
directivas. El director general/sargento no estaba nada contento: había
disfrutado de sus vacaciones anuales sin tener que tomar decisiones
difíciles.
Uno puede visualizar fácilmente qué más transmiten los
reservistas de las FDI cuando realizan su servicio de llamada a filas
anual, con tantos reclutas jóvenes e inexpertos y tan pocos oficiales de
carrera a su alrededor: todo tipo de conocimientos especializados hasta
las técnicas de combate más minuciosas. Y, por supuesto, los
reservistas transmiten a los reclutas su experimentado, por no decir
cínico, sentido de los valores militares:
Mirennos, aquí estamos, todavía siendo llamados a filas para servir años después de abandonar
el ejército permanente. Se os necesita ahora y se os necesitará en el futuro. Cuando su oficial
corra hacia delante gritando «Aharai» [«Sígueme»], querrá seguirlo en ataque, o si se trata de
permanecer de pie y resistir, querrá también hacerlo. Pero no busque oportunidades para
convertirse en un héroe: no es con músculo y sangre como las FDI resuelven sus problemas, sino
con sechel [literalmente, «cerebro»], pero más exacta-mente, discernimiento, una mezcla de
inteligencia y experiencia.

A veces sólo sirve la fuerza bruta, y, desde luego, sin capacidad


para la fuerza bruta no hay supervivencia. Pero en las FDI -que son
inevitable y únicamente unas Fuerzas Armadas civiles debido a la
centralidad de sus reservistas- no es la fuerza bruta, ni los
procedimientos operativos vigentes, ni las tradiciones del ser-vicio, sino
el sechel lo que surge como el remedio deseado en un aprieto. Y así es
como comienza también la innovación, a partir de un impulso
elemental de buscar soluciones totalmente nuevas cuando las antiguas
son ineficaces o demasiado costosas.
Este es el legado de la generación fundadora de las FDI. Moshe
Dayan, el líder de guerra tuerto de Israel (tanto como jefe del Estado
Mayor de 1953 a 1958 como ministro de Defensa de 1967a 1974), que
había visitado unidades de los marines estadounidenses en combate
en 1966 en Vietnam, los juzgó «excelentes combatientes, audaces,
valientes, intrépidos». Sin embargo, Dayan recordó un día en el que los
asistentes a una conferencia diplomática en Washington observaron un
desfile de la unidad ceremonial de los marines estadounidenses:
Yo también aplaudí en agradecimiento por su lograda actuación, pero en algún lugar de mi interior
sentí cierto disgusto, incluso rabia y humillación, por este uso de las tropas de combate como
marionetas... El trabajo del soldado es luchar, y no libra batallas --al menos no hoy en día- en filas
rectas y regulares y con movimientos rítmicos fijos... Es cierto que al combatiente se le llama
«soldado» y que los hombres que componen un ejército llevan ropa de uniforme, pero la batalla
exige de cada hombre que ejerza al máximo su capacidad individual, y no que mueva las piernas y
balancee los brazos como un robot al apretar un botón."

Exprimir al máximo la «capacidad individual» es el propósito de la


unidad más selectiva de las FDI, Talpiot, apodada Sayeret Sechel
(«Comando de Cerebros») o, menos amablemente, Saye-ret Chenonim
(«Comando de Empollones») (aunque la aptitud para el liderazgo es un
requisito).2 Existe específicamente para aprovechar la creatividad de
los jóvenes reclutas para el desarrollo de nuevas tecnologías militares.
Su curso de formación es el más largo de las FDI con cuarenta y un
meses, cinco meses más que los tres años estándar de servicio
obligatorio de los reclutas, y los graduados obtienen tanto una
licenciatura en Ciencias de la Universidad Hebrea como el rango de
primer teniente, iniciando otros seis años obligatorios como oficiales
de carrera, aunque algunos permanecen más tiempo.
En el proceso de reclutamiento de la unidad, la selectividad se lleva
al extremo: cada año, se invita al 2 % de los mejores estudiantes de
secundaria israelíes a realizar las pruebas de admisión, seguidas de
exigentes exámenes de matemáticas y física. En esa fase, se seleccionan
unos doscientos candidatos de la cohorte. A continuación, los
candidatos se someten a una batería de pruebas psicológicas y de
aptitud que reducen aún más su número a unos cincuenta finalistas,
que pueden entonces iniciar el programa, con cuarenta o menos
graduados con éxito.
Los reclutas se matriculan en un curso de doble titulación en
Matemáticas y Física, que deben estudiar a tiempo parcial (como la
mayoría de los estudiantes israelíes) mientras realizan el
entrenamiento básico de infantería, seguido de cursos de perfecciona-
miento en todas y cada una de las ramas de las FDI, sirviendo así
diversamente como fusileros, artilleros de tanques, artilleros,
operadores de radio, marineros, aviadores, etc. En el proceso, los
alumnos aprenden cómo se desenvuelve el soldado medio con las
armas y otros pertrechos que se le entregan en condiciones reales, en
contraposición a los entornos controlados de laboratorios y fábricas.
Aunque se hace hincapié en la tecnología (así como en la formación
científica concurrente), el programa incluye cursos sobre doctrina
militar e historia militar, para estimular el pensamiento táctico y
operativo, además de la resolución de problemas tecnológicos. Aunque
el objetivo general es estimular el pensamiento independiente y la
creatividad, a los participantes también se les asignan tareas de la vida
real, como el desarrollo de un nuevo software especializado que
realmente necesitan las FDI, la organización de un evento complejo o
la dirección de un seminario universitario sobre un tema específico.
Los graduados del programa (los Talpions), que son mil
aproximadamente, gozan de un prestigio excepcional tanto en las FDI
como en la sociedad en general. Entre ellos se encuentran destacados
científicos y fundadores de algunas de las empresas tecno-lógicas y
biotecnológicas más exitosas de Israel. El antiguo director (2010-2016)
del Departamento de Investigación y Desarrollo del Ministerio de
Defensa de Israel, el BG Ofir Shoham, fue un graduado de Talpiot en
1983 que comandó un barco de misiles en un momento de sus treinta
años de servicio en las FDI, uno de sus muchos y variados destinos de
personal, mando e I+D.
Lo que el programa en su conjunto ha hecho por las FDI es
legitimar la creatividad ascendente frente a la mentalidad descendente
generada por una estructura inevitablemente jerárquica. En concreto,
y de la mayor importancia para la innovación, la propia existencia del
programa Talpiot afirma lo que quizá sea el principio más básico de las
FDI en su conjunto: la creatividad está por encima de la experiencia.
Fue por esta razón por la que el general Henry H. «Hap» Arnold, el
talentoso comandante de las fuerzas aéreas del Ejército de Estados
Unidos en la Segunda Guerra Mundial, creó el proyecto RAND en marzo
de 1946, con el fin de aportar nuevas ideas para la era sin precedentes
de las armas nucleares que acababa de comenzar y que, en su opinión,
había invalidado la experiencia acumulada por los aviadores
estadounidenses en la guerra que acababa de terminar.
El éxito de Talpiot condujo a la creación de otros programas de
élite, en particular Shechakim («Cielo»), un intenso programa cuyo
objetivo es nutrir a los cibernéticos y codificadores de alto nivel. Otro
programa, Havazalot («Lirios»), prepara a los mejores candidatos para
convertirse en analistas de la división de investigación de inteligencia a
través de un largo y arduo camino que incluye estudios universitarios
de árabe o persa, así como cursos internos especiales.' Los graduados
del programa se comprometen a servir durante varios años como
soldados asalariados, además de tres años de servicio de conscripción.
La creatividad que impulsa la innovación choca naturalmente con
la deferencia a la jerarquía. Para efectuar un cambio en las FDI, como
en cualquier organización, hay que modificar alguna disposición
existente, una orden permanente o una práctica o prioridad
establecida, lo que sólo puede ocurrir si los oficiales de mayor rango
están realmente dispuestos a escuchar a los subordinados con una idea
nueva. El programa Talpiot ha tenido un papel importante en la
inversión jerárquica que normalmente se requiere para la realización
de cualquier innovación militar significativa, pero, por supuesto, es muy
pequeño, por lo que la actitud despreocupada hacia el rango que
difunden en las FDI sus numerosos reservistas de alto estatus, pero
bajo rango tiene un papel mucho más importante a la hora de facilitar
la innovación. Un ejemplo extremo, inimaginable en cualquier otro
Ejército, fue presenciado en 1978 por el escritor Edward Luttwak.
Visitaba un puesto de primera línea especialmente expuesto en el sur
del Líbano en compañía del comandante general de la zona, MG
Avigdor «Yanosh» Ben-Gal, entonces máximo comandante de campo
de las FDI y héroe nacional tras la épica victoria de su 7.a Brigada
Blindada en octubre de 1973. En ese sector concreto, la táctica
preferida del enemigo consistía en bombardear breve-mente el puesto
avanzado con fuego de mortero para obligar a los soldados a entrar en
su búnker a prueba de bombas y luego lanzar inmediatamente un
asalto de infantería con la esperanza de invadir la posición antes de que
los soldados pudieran salir del búnker y correr de vuelta a sus
posiciones de tiro a lo largo del perímetro. Dado que el enemigo
también podía dejar de lanzar bombas de mortero para volver a
hacerlo casi inmediatamente con la esperanza de atrapar a los soldados
que seguían corriendo a campo abierto entre el búnker y su posición
de tiro, la orden permanente era llevar cascos y chalecos antibalas
pesados en todo momento. Después de la llegada de Ben-Gal y
Luttwak, como no pudo ser de verdad, se hizo un simulacro de carrera
de búnker a perímetro. Ben-Gal se dio cuenta de que uno de los
soldados -un soldado raso·de diecinueve años- no llevaba su chaleco
antibalas. Le gritó que volviera al búnker y se lo pusiera
inmediatamente. El soldado, en cambio, se plantó ante el general,
especialmente reputado por su pericia táctica, para explicarle con
calma que, en su opinión, era más importante correr por el terreno
abierto entre el búnker y la posición de tiro protegida lo más
rápidamente posible, para lo cual el chaleco antibalas era un serio
impedimento, especialmente al salir por la estrecha puerta del refugio.
Ben-Gal le contestó que la orden permanente había sido formulada por
los oficiales del cuartel general tras un cuidadoso estudio táctico, y que
más le valía obedecerla, y de inmediato. El soldado replicó que
obedecería, pero sólo porque tenía rango superior, insistiendo aún
mientras se dirigía al búnker para ponerse el chaleco antibalas en que
la orden permanente era errónea, al menos en el caso de su puesto
avanzado concreto. Un consejo de guerra, o al menos un castigo
sumario del comandante, podría haber sobrevenido en algunos
ejércitos, pero Ben-Gal se limitó a bromear diciendo que en las FDI
incluso los pishersjerga «grosera» para «niños en pañales»- estaban
seguros de saber más que el personal general, mientras que el teniente
de veintiún años al mando comentaba que el soldado raso era irritante
y discutidor, pero un soldado bastante bueno.
El episodio fue excepcional -incluso en las FDI los soldados rasos
no suelen discutir sobre tácticas con los altos mandos sobre el terreno-
, pero existe una clara disposición a reinterpretar las órdenes, o incluso
a ignorarlas por completo en obediencia a un principio superior de
responsabilidad de los oficiales aceptado oficialmente por todos los
ejércitos modernos mucho antes de que se establecieran las FDI, pero
afirmado quizá con más frecuencia en las FDI que en otros lugares; es
decir, que los oficiales deben dejar a un lado las órdenes para hacer lo
correcto, bajo su propia responsabilidad.' Sin ir más lejos, un ejemplo
significativo de las FDI tuvo de nuevo como protagonistas a los chalecos
antibalas. El 10 de junio de 1982, unidades de comandos sirios de las
brigadas 85.a y 62.a tomaron posiciones en Kafr Sill, un antiguo pueblo
de colina casi absorbida en el gran Beirut.'5 El capitán Doron Avital
dirigió a su compañía del 202. ° Batallón, de la 35.a Brigada de
Paracaidistas, contra las posiciones sirias en la cima de la colina. Antes
de la batalla, llegó una orden desde el cuartel general de que todos
llevaran chalecos antibalas. Los paracaidistas habían estado avanzando
hasta entonces contra la mal organizada OLP (Organización para la
Liberación de Palestina), mientras que los sirios podían lanzar fuego de
artillería para proteger sus posiciones con cortinas de esquirlas, de ahí
la orden.
Pero Avital estaba convencido de que la orden restringiría
excesivamente la movilidad de sus soldados, mermando su eficacia.
Pidió repetidamente a sus mandos que reconsideraran la orden, pero
le fue denegada. Era verano, el día era especialmente caluroso y el plan
de batalla de la compañía preveía una empinada marcha cuesta arriba
por la línea de cresta para flanquear a los comandos sirios
atrincherados. Avital dijo a sus soldados que, a pesar de la orden
recibida, lucharía sin chaleco antibalas, pero dejó que cada soldado
decidiera si seguía su ejemplo o no. Casi todos lo hicieron. En la batalla
que siguió, su compañía destacó, moviéndose más rápido y
maniobrando de forma más ágil que las otras compañías, cuyos
soldados con chalecos antibalas esta-ban agotados por la larga y
empinada subida.1 Avital no fue castigado por desobedecer la orden;
de hecho, fue ascendido, convirtiéndose más tarde en comandante de
la unidad de combate más prestigiosa de las FDI, la Sayeret Matkal.
En los anales de las FDI hay muchas historias de este tipo porque
su cultura sostiene de hecho el principio de responsabilidad de los
oficiales proclamado por todos los ejércitos, pero que suele convertirse
en papel mojado al no aceptarse ninguna desobediencia, aunque esté
justificada desde el punto de vista táctico. (Bajo el régimen de Stalin,
los oficiales del Ejército Rojo eran fusilados por desobedecer sus
órdenes fuera como fuera, una reacción a las deserciones masivas y al
colapso de frentes enteros en el verano de 1941). Es evidente que la
mentalidad imperante en las FDI, que tolera las aplicaciones
insubordinadas del principio de responsabilidad de los oficiales y
fomenta positivamente el aprovechamiento de la iniciativa, también
debe favorecer la innovación, incluso la innovación disruptiva que
fuerza cambios incómodos.
V.
UN EJÉRCITO DE RESERVA
DE INNOVADORES

La improvisación, las habilidades tácticas y el liderazgo de combate


(«Sígueme») no siempre son suficientes, y entonces la falta de
educación formal y madurez pueden realmente mostrarse. Eso nos
lleva a la peculiaridad central de las FDI, que se originó en una
necesidad directa de mucho más personal militar preparado para el
combate del que un ejército permanente extraído de una población
pequeña podría suministrar jamás, pero que, por cierto, proporciona el
mejor remedio posible para las deficiencias de los aspirantes a
innovadores demasiado jóvenes.
Cuando se establecieron formalmente por decreto del primer
ministro David BenGurion el 26 de mayo de 1948, doce días después
de la Declaración de Independencia, las FDI ya incluían la innovación
crucial de una estructura centrada en la reserva, según la cual la
formación de personal para dotar a las formaciones de reserva de
armas y equipos almacenados es un objetivo primordial de los ejércitos
de tierra en servicio activo (no se podían proporcionar muchos aviones
o buques de guerra a las fuerzas aéreas o navales de reserva), y no sólo
un subproducto de la formación de los reclutas.' De ahí que los jóvenes
reclutas que carecen de experiencia y los demasiado escasos oficiales
de carrera se vean superados ampliamente en número por los revistas
que sirven en todas las partes de las FDI, cuya experiencia militar
abarca todas las ramas, y cuya experiencia civil va desde la astrofísica a
la zoología, pasando por todas las formas de ingeniería, gestión y más.
Y ellos, por supuesto, siguen aportando sus ideas, buenas o malas, a las
FDI.
En realidad, la novedosa idea de un ejército centrado en la reserva
surgió por un proceso de eliminación.2 Cuando en los años previos a
1948 llegó el momento de deliberar sobre qué tipo de ejército debía
tener el nuevo Estado, el primero en ser descartado fue un ejército
profesional tripulado por soldados y oficiales asalariados a tiempo
completo. Ese invento romano, que sigue siendo la forma más común
de ejércitos en todo el mundo, no podía funcionar para Israel. Con
varios ejércitos árabes invadiendo ya sus fronteras desde el sur, el este
y el norte, era obvio que el nuevo Estado no podría disponer de un
ejército lo suficientemente numeroso a partir de una población judía
total de 650.000 personas, como era el 15 de mayo de 1948. Incluso si
de algún modo se pudieran encontrar los fondos, tantos hombres y
mujeres sanos servirían de uniforme año tras año que sólo quedarían
los muy jóvenes y los muy viejos para realizar cualquier trabajo.
Ya existía una alternativa antes de la Declaración de
Independencia: una milicia de voluntarios a tiempo parcial, de la que
ya había dos, la dominante Haganah y su rival el Irgún, resultado de una
escisión política de 1931. Eso bastó para persuadir a la mayoría de la
gente de que el nuevo Estado necesitaría un ejército nacional, no
milicias políticamente motivadas que dividirían a la nación en lugar de
unirla para enfrentarse a sus enemigos, que era el predicamento
palestino incluso antes de la debacle de 1948, y desde entonces.
No se podía esperar que las milicias a tiempo parcial, tripuladas
por personas que iban y venían a su antojo, absorbieran mucho
entrenamiento de combate. Hasta el momento en que se establecieron
formalmente las FDI, la mayor parte de los comba-tes seguían siendo
simples combates de infantería, o ni siquiera eso en realidad -más bien,
una cuestión de extraños grupos de personas disparándose
ocasionalmente con rifles, escopetas y pis-tolas. Pero, en cuanto los
Estados árabes entraron en la guerra casi inmediatamente después de
la Declaración de Independencia el 15 de mayo de 1948, su puñado de
aviones de combate infligió algunos daños y causó una impresión
totalmente desproporcionada, mientras que los escasos vehículos
blindados de combate del Ejército egipcio, el Ejército sirio y la Legión
Árabe supusieron un terrible problema para los defensores, que no
contaban con ninguna de las innumerables armas antiblindaje
presentes ahora en todas las zonas de combate, sino sólo con un
puñado de PIAT (Proyector Infantería Antitanque), una patética excusa
de arma antitanque propulsada por resorte que lanzaba una ojiva de
carga hueca, de forma imprecisa, a distancias muy cortas y que por sí
misma inducía a la desesperación.3
Un informe de United Press del 15 de mayo de 1948 describía el
problema sucintamente:

TEL AVIV. La batalla por Palestina se libró hoy con tropas de Egipto,
Transjordania, Siria, Líbano e Irak que convergieron contra los
defensores judíos. Aviones árabes [egipcios] bombardearon Tel
Aviv tres veces... Dos grandes fuerzas terrestres israelíes, con
infantería y artillería, atravesaron la frontera... Son [ellos] los que
encabezaron el asalto árabe que se estrelló contra la frontera sur
de Pales-tina en dos puntos. Las tropas sirias y libanesas rugieron
a través de la frontera norte... entrando en combate en 150
camiones blindados. E1rey Abdullah de Transjordania envió a sus
tropas de la Legión Árabe y a tropas regulares iraquíes a través de
la frontera oriental...Las fuerzas judías capturaron Acre, la mayor
parte de Jerusalén y se apoderaron de Haifa y Jafa Aviones egipcios
bombardearon el avipuerto justo al norte de [Tel Aviv] dañando un
avión de Air France... Las tropas de la Legión Árabe lograron una
importante victoria al capturar cuatro asentamientos judíos diez
millas al sur de Jerusalén...Las fuerzas judías de la Haganah
[lanzaron] ataques de sus propios...Irgún...fuerzas... [capturaron]
cinco aldeas árabes... Aviones egipcios lanzaron octavillas
exigiendo la rendición de los judíos. Informes sobre la derrota judía
en Kfar Ezion... por la Legión Árabe [de Transjordania]... Se cree
que murieron unos 100 defensores.

En otras palabras, a partir del 15 de mayo de 1948, los judíos


podían derrotar a los árabes locales con su entrenamiento y cohesión
superiores incluso si todo lo que tenían eran armas pequeñas variadas.
Pero no podían luchar contra las fuerzas militares árabes invasoras sólo
con armas pequeñas; incluso el menos formidable de los vehículos
blindados de combate a los que se enfrentaban, los blindados 4x4
Marmon-Herrington Mk IVF de la Legión Árabe, muy inferiores incluso
a un tanque ligero, tenía suficiente blindaje para detener las balas de
fusil, mientras que su cañón de dos libras y40 mm podía demoler muros
y fortificaciones improvisadas.
Se hizo evidente de inmediato para todos -y algunos llevaban años
diciéndolo- que las FDI necesitarían armas pesadas y tripulaciones
competentes para manejarlas, lo que sólo podría proporcionarse
mediante un entrenamiento prolongado e intensivo, mucho más allá
de la capacidad de una milicia de voluntarios a tiempo parcial.
Descartadas las dos alternativas de una milicia a tiempo parcial o de un
ejército regular a tiempo completo y careciendo Israel de población
suficiente para un ejército de reclutas de tamaño adecuado, la
respuesta tenía que ser un invento original: un ejército compuesto en
gran parte por unidades de reserva totalmente equipadas y
estabuladas, cuando fuera necesario, por antiguos reclutas llamados al
servicio activo. Hasta entonces, esos reservistas podrían llevar una vida
civil ordinaria y productiva. De ese modo, el país podría desplegar un
ejército desproporcionadamente grande en tiempos de guerra
mientras que, por lo demás, sólo mantendría en uniforme a la cosecha
actual de reclutas, así como a un cuadro relativamente pequeño de
oficia-les profesionales y especialistas variados. El coste inevitable era
proporcionar completos conjuntos de equipamiento para cada
formación de reserva: una gran masa de costosas armas, vehículos,
equipos de comunicación y demás que habría que mantener durante
todo el año y actualizar periódicamente con nuevos elementos de
equipamiento.
No había nada original en incluir a los reclutas en las listas de las
unidades de reserva después de su período de servicio nacional, una
práctica ya bien establecida en los Ejércitos europeos en el siglo XIX,
para añadir masa a sus fuerzas permanentes regulares tras la
movilización para la guerra. Las fuerzas de reserva eran muy anteriores
al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, cuando los
regimientos y divisiones de reserva tripulados por antiguos reclutas
llamados a filas para el servicio de guerra constituyeron una gran parte
del Ejército francés y del alemán. También estaba bien establecido el
papel de los reservistas individuales, previamente formados como
reclutas o como profesionales de corta duración, que podían ser
llamados al servicio activo para servir en unidades concretas.
Ni siquiera el concepto de un ejército centrado en la reserva, es
decir, con más fuerzas de reserva que en servicio activo, se inventó en
Israel, porque ése había sido durante mucho tiempo el modelo suizo,
uno citado explícitamente cuando se discutía la forma de un posible
ejército nacional en los años de formación de Israel, 1945-1948. Sin
embargo, había, y hay, una diferencia crítica. En el caso de Israel, la
guerra ya estaba en marcha cuando se establecieron las FDI en mayo
de 1948, por lo que la expectativa suiza de que todos los reservistas
serían movilizados en masa cuando la nación fuera atacada-pero no
hasta entonces- no se aplicaba en absoluto. En su lugar, los reservistas
israelíes tendrían que ser llamados a filas para proporcionar una fuerza
adicional incluso entre guerras, para hacer frente a la interminable
secuencia de amenazas a la seguridad, grandes y pequeñas, entre los
principales actos de guerra, y los que servían en formaciones de
combate y de apoyo también eran llamados a filas anualmente para
mantener su preparación para el combate con un entrena-miento de
refresco, y tal vez llamados de nuevo para aprender a manejar y
mantener el nuevo equipo entregado a su unidad desde su último
retiro anual.
Lo que era totalmente nuevo en Israel era establecer un ejército
compuesto principalmente por fuerzas de reserva, formadas en todos
los niveles de rango por civiles retirados. Siempre hubo muy pocos
aviones y buques de primera línea para permitir la formación de
grandes fuerzas de reserva aéreas o navales, pero cuando se trataba de
las fuerzas terrestres, las reservas superaban amplia-mente en número
a las formaciones en servicio activo. Y durante el período de grandes
guerras que va de 1967 a 1973, las formaciones de reserva fueron las
principales protagonistas de las grandes batallas, incluida la conquista
de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1967 por los reservistas retirados de
la 55.a Brigada de Paracaidistas, la travesía del canal de Suez en octubre
de 1973 por las divisiones acorazadas de reserva 143." y 162.", y la
contraofensiva en los Altos del Golán por las divisiones acorazadas de
reserva 146. Y 210...
Para asegurarse de que mantenían las aptitudes requeridas, los
reservistas tenían que recibir una formación muy exhaustiva en primer
lugar, cuando aún eran reclutas a tiempo completo, y luego ser
llamados de nuevo para estancias anuales de formación de refresco de
hasta un mes de duración. Eso siempre ha supuesto un gran sacrificio,
especialmente para los profesionales y los propietarios de pequeñas
empresas obligados a abandonar a sus clientes durante semanas
enteras, pero también ha mantenido a las FDI en alerta funcional: los
civiles alejados de sus familias y de sus vidas profesionales tienen muy
poca paciencia con los simulacros inútiles y los ejercicios mal dirigidos.
En cualquier caso, la elevada proporción de reservistas con res-
pecto al personal en activo de las FDI conecta al ejército y a la sociedad
a todos los niveles y en todos los sentidos en una medida única,
especialmente ahora que el servicio militar universal se ha abandonado
en casi todos los demás países.5 Los reservistas de las FDI, además, no
esperan a que se les recuerde su entrenamiento de refresco para volver
a conectar con su unidad si tienen alguna novedad que sugerir. Al servir
en ellas repetidamente a lo largo de los años, los reservistas se tutean
con sus comandantes y con sus antiguos comandantes ascendidos que
sirven en cuarteles superiores. Eso facilita que las sugerencias lleguen
a la dirección adecuada.
Como era de esperar, los reservistas han sido importantes
innovadores en las FDI. Ya en 1954, los reservistas matemáticos que
trabajaban en el Weizac (Weizmann Automatic Computer), el primer
ordenador de Israel y uno de los primeros ordenadores electrónicos
con programas almacenados a gran escala del mundo, se aseguraron
de que al menos algunos de los líderes del Ejército comprendieran el
potencial militar de los ordenado-res. En 1959, las FDI habían creado
una unidad informática con un Philco de fabricación estadounidense.'
También iniciaron un curso para enseñar a los reclutas aptos técnicas
de programación, impartido en un modesto salón de clases que ha
crecido a lo largo de las décadas hasta convertirse en un
establecimiento educativo a gran escala que es ahora una de las
principales fuentes mundiales de profesionales del software de alta
calidad.
Esa primera máquina de Philco, el TRANSAC S-2000, recién
introducido con transistores en lugar de tubos de vacío (su supremacía
duró hasta la llegada en 1964 del primer 360 de IBM), se utilizó primero
para mantener al día los registros de personal que las FDI, centradas en
la reserva, necesitaban mucho más que la mayoría de los ejércitos.
Luego encontró más aplicaciones milita-res, iniciando una tradición de
las FDI de utilizar las capacidades informáticas de formas novedosas.
Dado que en 1959 casi ningún general de las FDI tenía estudios
superiores (algunos ni siquiera habían terminado la secundaria
escuela), y que casi nadie en ninguna parte del mundo sabía nada de
ordenadores, es obvio que las FDI podrían haber permanecido sin
ordenadores durante años si no hubiera sido por sus matemáticos-
reservistas que trabajaban en el Instituto Weizmann.
La conexión con la innovación puede ser muy directa: los
reservistas de las FDI, no sólo los reservistas-científicos o los
reservistas-ingenieros, que están descontentos con lo que se les
entrega en forma de armas o equipos de cualquier tipo, o con la falta
de algún elemento de equipamiento que quizá sólo exista en sus
mentes, inician con frecuencia propuestas dentro de las FDI y fuera de
ellas, quizá poniéndose en contacto con centros de investigación de un
tipo u otro, o con alguna de las empresas aeroespaciales y de defensa
del país. Siempre pueden encontrar a un compañero reservista dentro,
o al menos al amigo de un compañero reservista. Entonces empiezan a
presionar desde fuera y siguen haciéndolo hasta que el mando
pertinente de las FDI acepta la evaluación o la rechaza, e incluso
entonces pueden seguir intentándolo. La insistencia está en el ADN
israelí. A menos que los reservistas adquieran fama de aburridos
inútiles, las puertas siempre están abiertas para ellos en el cuartel
general de mando de su propia unidad, y desde allí rara vez es difícil
llegar a alguien en todas las FDI, generales de alto rango incluidos.
I.
UN COMPLEJO MILITAR-
INDUSTRIAL DIFERENTE

Cuando se trata del desarrollo y la producción de nuevas armas, nuevas


plataformas y nuevos sistemas, las FDI se benefician de una relación
excepcionalmente estrecha con las industrias aeroespacial y militar del
país debido al predominio de sus reservistas en su dirección,
departamentos de investigación y mano de obra.' Independientemente
de la propiedad de las diferentes empresas -algunas, totalmente
privadas; otras, totalmente estatales, y algunas, intermedias-, los
empleados no pueden olvidar nunca que lo que diseñan, desarrollan y
producen puede ser exportado (como ocurre cada vez más), pero
también será utilizado por ellos mismos si son movilizados para la
guerra o por sus hijos e hijas, y eso añade un significado especial y
convincente al término «coste-eficacia» en la medida en que un equipo
mejor puede reducir las bajas. Un jefe de proyecto de desarrollo de
ingenie-ría que sirvió como comandante de un destacamento de
reconocimiento durante la primera guerra del Líbano en 1982 dijo que
durante la guerra fue enviado tras las líneas enemigas para observar e
informar, una misión muy arriesgada. «Pensé para mis adentros-dijo-:
“Tiene que haber otra forma de poder mirar 'al otro lado de la colina'
sin exponer a los soldados a semejante riesgo"»,2 Cuando regresó de
la guerra, inició el desarrollo de una serie de drones tácticos para
realizar las tareas de reconocimiento sin arriesgar a los soldados.
Aparte del aspecto emocional, está la pura calidad de las
comunicaciones entre el cliente de las FDI y los proveedores mili-tares,
en gran parte dirigidas por reservistas de las FDI. En todo el mundo
estas comunicaciones deben ser cuidadosamente calculadas y
vigiladas, incluso secretas, porque están en juego enormes cantidades
de dinero, porque cualquier adquisición militar puede convertirse
fácilmente en políticamente controvertida y porque, cuando no hay
corrupción, existen numerosas normas burocráticas para protegerse de
las incorrecciones y garantizar una estricta imparcialidad, un factor
especialmente importante en Estados Unidos, donde casi cualquier
compra importante puede desencadenar demandas por parte de los
contendientes decepcionados.
Bajo cualquier terminología, las compras militares comienzan en
cualquier lugar con una solicitud de propuestas (RFP), que
desencadena intensos esfuerzos por parte de los posibles proveedores
para entender lo que el cliente militar quiere realmente. Esto es crucial,
porque no pocas veces ocurre que al comprador militar no se le
permite especificar libremente lo que quiere porque el Ministerio de
Defensa se opondría por razones políticas, o el Ministerio de Finanzas
o Industria se oponen por razones industriales, de modo que el
comprador militar debe comprometer sus propias preferencias para
acomodarse a prioridades de defensa, financieras o industriales más
amplias. Las principales Fuerzas Arma-das, por ejemplo, dan prioridad
casi invariablemente a los buques con «capacidad aérea» que se
parezcan lo más posible a los portaaviones reales. Los funcionarios de
los Ministerios de Defensa, por otro lado, suelen temer el aumento de
tamaño/coste de cualquier cosa con «aire» en su nombre, por lo que
podrían obligar a la Marina a publicar una solicitud de propuestas para
un destructor clásico. Pero la oferta de un buque de guerra que
casualmente tiene una gran cubierta con un hangar detrás tiene más
probabilidades de ganar un contrato que la de un verdadero destructor
con armas a proa y popa y un modesto helipuerto. (De hecho, así es
como se inventó la etiqueta «destructor de cubierta pasante»: para
describir lo que en realidad era un pequeño portaaviones). La anterior
es una versión muy simplificada de un problema muy difícil: las trampas
terminológicas suelen ser más sutiles, lo que dificulta su interpretación.
A menudo, los detalles oscuros de una solicitud de propuestas están
diseñados para favorecer a un contratista específico, normalmente el
propio proveedor nacional tradicional de los países de la Unión
Europea. Se supone que todos ellos deben seleccionar a un proveedor
de la Unión Europea estrictamente por sus méritos, pero los países más
grandes suelen tener su propio proveedor local arraigado, que a
menudo es una institución nacional resonante: Beretta para las pistolas
y los rifles; Rolls-Royce para los motores a reacción; Dassault para la
aviación; Kraus-Mafei para los tanques y otros vehículos blindados.
Todos ellos, proveedores fieles y, menos sentimentalmente,
proveedores de puestos de trabajo bien remunerados para oficiales
militares retirados y funcionarios de adquisiciones. Los esfuerzos
europeos por conseguir escala y eficacia en las adquisiciones mili-tares
han sido intensos y han requerido innumerables conferencias en
ciudades como París y Venecia, e innumerables almuerzos de trabajo y
cenas de trabajo aún más duras, pero los resultados han sido esquivos
-los mismos proveedores nacionales siguen en activo, abasteciendo a
sus propios mercados cautivos con equipos buenos, malos o peores-.
En Estados Unidos todo es diferente, por supuesto, porque, como
todo el mundo sabe, Estados Unidos se rige por leyes. Resulta que una
de esas leyes es la Buy America Act para desincentivar la competencia
extranjera en las adquisiciones de defensa, pero eso sigue dejando al
menos dos contendientes para cualquier RFP, y sus grupos de presión,
miembros amistosos del Congreso de su estado natal, oficinas en
Washington y asesores se pelean con un regimiento de abogados en
cada bando dispuestos a impugnar cualquier decisión adversa.4
Por lo tanto, tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos
no existe la posibilidad de un diálogo franco, pleno y continuo entre los
compradores militares y los proveedores industria-les. Esto es muy
desafortunado porque el diseño de los sistemas de armamento se basa
en tecnologías que pueden cambiar rápida-mente, y el rendimiento
que se les exige también puede cambiar rápidamente debido a la
llegada de algo diferente al otro bando, o porque los patrones de
conflicto previstos hayan cambiado. De ahí que todo el proceso de
desarrollo de armas deba ser muy fluido para adaptarse a los cambios
con la suficiente rapidez; de lo contrario, para cuando el sistema de
armas se produzca realmente y se entregue a las Fuerzas Armadas,
puede que ya no se ajuste a los requisitos militares modificados, o
incluso puede que sea obsoleto. Pero cualquier fluidez de este tipo se
ve drásticamente restringida por obligaciones contractuales y
especificaciones detalla-das que no pueden cambiarse sin más según
las necesidades, sin «órdenes de cambio» formales y muy detalladas
que requieren elaboradas renegociaciones, llevadas a cabo mediante
el intercambio de correspondencia legalmente vetada, de modo que en
cada paso participan abogados, no sólo ingenieros y analistas de costes.
Eso hace que cada cambio acordado sea muy lento -más lento aún
si hay desacuerdos, limitando enormemente lo que se puede hacer
para mantener al día los sistemas de armas en desarrollo. Aunque la
sustitución de componentes de diseño antiguo por otros nuevos y
mejores pueda parecer de mero sentido común, sigue exigiendo la
renegociación del contrato -sin ella, no puede pasar nada, y lo que pasa
es, de hecho, casi nada, porque todo el mundo tiene tanto miedo de
reabrir los contratos de adquisición (quizá provocando demandas de un
concurso por parte del con-tendiente no seleccionado) que, mientras
continúa el proceso de desarrollo, cada vez más componentes se
deslizan hacia la obsolescencia a medida que los meses dan paso a los
años, o incluso a las décadas. Eso explica cómo puede ocurrir que cazas
ultra avanzados, entregados a bombo y platillo, puedan llegar para el
servicio de escuadrón con algunos componentes electrónicos menos
capaces que los que se encuentran en algunos juguetes
contemporáneos. Peor aún, el diseño completo puede dejar de
satisfacer los requisitos militares, a pesar de haber sido ultramoderna
quince o veinte años antes, cuando se firmó el contrato.
En Israel, por el contrario, la gente de las FDI en servicio activo que
hace la compra y la gente de las FDI, en su mayoría en la reserva, que
hace la venta -o, más bien, la investigación, el desarrollo, la fabricación,
las pruebas, la evaluación, la modificación y la repetición de pruebas-
hablan realmente entre sí todo el tiempo, antes y después de que se
firme el contrato real, sin abogados de por medio, excepto cuando se
ha hecho todo el trabajo y se pueden redactar los contratos finales. No
hay que esperar a que se renegocien los contratos para introducir
cambios en el diseño -que son esenciales para mantener todo al día, ya
que muchos componentes cambian- y no hay que esperar a las
revisiones periódicas del progreso. En su lugar, existen canales
informales de coordinación entre la unidad de las FDI que realiza las
compras y los equipos industriales que trabajan para desarrollar o
producir realmente los equipos, con una única institución coordinadora
en medio: la Administración para el Desarrollo de Armas e
Infraestructura Tecnológica (conocida por su acrónimo hebreo MaFat),
formada conjuntamente por el Ministerio de Defensa y las FDI para
coordinarlas, y todas las entidades estatales que participan en la I+D y
la producción de equipos de las FDI: Industrias Militares Israelíes (IMI),
Industrias Aeroespaciales Israelíes (IAI),Sistemas Avanzados de Defensa
Rafael, el Instituto de Investigación Biológica y la Agencia Espacial.
El director del MaFat, miembro de pleno derecho del Estado
Mayor, es un general de brigada, pero su traje civil indica que se trata
de un cargo híbrido. El cometido del MaFat es preservar la ventaja
cualitativa de las FDI en armamento e infraestructuras dirigiendo los
proyectos nacionales de I+D y los proyectos conjuntos con socios
extranjeros, y nutriéndose de mano de obra excepcional para ellos,
sobre todo a través del programa Talpiot. Su estructura interna refleja
la diversidad de las disciplinas que MaFat debe coordinar: la ciencia
aplicada es competencia de su Unidad de Infraestructura Tecnológica e
Investigación, que debe suministrar aplicaciones útiles para los
proyectos de I+D a los que ha dado prioridad; la Administración
Espacial se encarga de la I+D, la fabricación, el lanzamiento, la puesta
en órbita y la posterior explotación de todos los satélites; la Dirección
de Defensa Antimisiles supervisa todos los proyectos de I+D antimisiles
en cooperación con su homóloga estadounidense, la Agencia de
Defensa Antimisiles (MDA) del Departamento de Defensa; la Dirección
de Aviones No Tripulados tiene el cometido de hacer avanzar las
capacidades y tecnologías de los vehículos aéreos no tripulados, y
varias otras unidades se encargan de la elaboración de presupuestos,
de proyectos concretos y del enlace con socios extranjeros.
Todo esto sugiere una burocracia clásica, de múltiples capas,
estancos y compartimentada, debidamente estructurada para hacer
todas las cosas que les gusta hacer a los burócratas, que es leer papeles
y pasarlos de un despacho a otro, sin hacer en realidad gran cosa que
pueda salir mal y suscitar críticas. Pero, hasta ahora el MaFat no ha
hecho tal cosa porque en el momento de escribir estas líneas su jefe
(desde 2016) es el notoriamente testa-rudo antiburocrático general de
brigada (Res.) Dr. Daniel Gold, un talión cuya imperiosa dirección del
proyecto Cúpula de Hierro se convirtió en objeto de una investigación
a gran escala, que condenó sus innumerables violaciones
administrativas al tiempo que reconocía que había logrado resultados
maravillosos, con una rapidez milagrosa, a muy bajo coste.
MaFat nació de un debate en 1971 entre las FDI y el Ministerio de
Defensa sobre el sistema de control de incendios necesario para lo que
acabaría convirtiéndose en el nuevo carro de combate Merkava, el
primero de este tipo en Israel. Entonces, la cuestión era si habría que
importarlo, como ocurrió con el motor diésel, cuyo diseño y producción
locales eran inimaginables, o si la incipiente industria electrónica israelí
estaba a la altura de la tarea.6El inesperado resultado de este debate,
en el que participaron la Oficina del Jefe Científico del Ministerio de
Defensa, por un lado, y el Departamento de Desarrollo de Armamento
de las FDI, por otro, fue la decisión de fusionar ambos en una unidad
conjunta civil-militar de I+D (y también de seguir adelante con un
aparato de control de incendios nacional para el tanque). Este fue el
precursor de lo que se convirtió en MaFat en 1982, cuando el ministro
de Defensa Ariel Sharon añadió las direcciones de adquisición y
fabricación a la unidad conjunta de I+D. La gran innovación de la
estructura del MaFat reside en su naturaleza híbrida: su jefe asiste
tanto a las reuniones del Estado Mayor de las FDI como si fuera un
general, como a las reuniones de jefes de departamento del Ministerio
de Defensa como si fuera un administrador. De hecho, es a la vez
general en la reserva y administrador civil.?
Otra parte del establecimiento de defensa, Rafael, también
experimentó una metamorfosis revolucionaria (de hecho, varias). Se
formó a principios de 1948 como Cuerpo Científico para reunir a
científicos individuales e intentar inventar cosas que pudieran ayudar
de un modo u otro a las desesperadamente sobrecargadas unidades de
combate, pero no se registran milagros. En 1952, con un poco de
financiación, el Cuerpo Científico se convirtió en la Dirección de
Investigación y Diseño, con un elemento de investigación y una unidad
de desarrollo de armamento. Se reorganizó en 1958 como Rafael,
según el acrónimo hebreo de «Autoridad para el Desarrollo de
Armamento», y más tarde se rebautizó como la actual Rafael Advanced
Defense Systems Ltd., constituida como sociedad anónima en 2002.
Aunque sigue siendo totalmente propiedad del Estado, como empresa
autónoma puede ser un competidor justo para las empresas privadas
del país. Pero, para entonces, ya se había logrado la transformación de
Rafael en una verdadera máquina de innovación. Siendo todavía una
organización muy pequeña en comparación con sus pares, había
desarrollado de alguna manera una serie de armas nuevas: la serie
Python de misiles aire-aire; la familia Spike de misiles tierra-tierra de
disparar y olvidar; el misil aire-tierra de muy largo alcance Popeye, que
se cree que es la base de un misil de crucero con armas nuclea-res
lanzado desde submarinos; el sistema Cúpula de Hierro para la
interceptación a bajo coste de cohetes aún más baratos, pero también
de misiles caros; Trophy, el primer sistema de defensa activa para
vehículos blindados de Occidente (precedido por los rusos Drozd y
Arena), el primer vehículo de superficie no tripulado operativo del
mundo, y David's Sling, un sistema antimisiles de mucho mayor alcance
que la Cúpula de Hierro.
Si a alguien se le puede atribuir el mérito de haber transformado
a un grupo de dignos científicos y abnegados administradores que ya
habían logrado mucho (incluido el desarrollo del primer y notable misil
aire-aire del país, el Shafrir), ese fue Moshe «Musa» Peled, un general
de división retirado y una extraña excepción a los ingenieros que lo
precedieron y siguieron en el cargo. Oficial que había desempeñado un
papel importante en la transformación de una defensa heroica en una
victoria arrolladora en los Altos del Golán en octubre de 1973 como
comandante de una división blindada de reservistas equipada en su
mayoría con tanques Sherman de época de la Segunda Guerra Mundial
mejorados,
el largamente retirado Peled parecía una elección extraña cuando
fue nombrado presidente de Rafael en 1987. Sólo en el mundo de los
oficiales de blindados, incluidos estadounidenses, europeos y rusos, su
campaña de 1973 fue ampliamente reconocida como un verdadero
clásico: una ofensiva que hizo retroceder a través de la frontera a
fuerzas sirias mucho mayores y equipadas con más y mejores tanques,
por puro impulso dinámico, mantenido respondiendo a cualquier
pausa causada por el agotamiento o la resistencia enemiga enviando
hacia delante cualquier fuerza a mano, grande o pequeña, para
mantener la marcha.
En su nuevo puesto, Peled montó otra persistente ofensiva, esta
vez contra las proclividades burocráticas y las tendencias a ir a lo
seguro. No creía que mereciera la pena perseguir la innovación
incremental -del tipo que representa el 90 % o más del gasto en I+D en
todo el mundo- que minimiza los riesgos de fracaso al ceñirse a la
mejora de las plataformas y armas existentes, pero renuncia a cualquier
posibilidad de avances reales. Peled exigía macroinnovación o nada,
saltos de alto riesgo hacia lo verdaderamente nuevo, que podrían
fracasar, por supuesto. Según se dice, dijo a sus ingenieros: «Si cada
proyecto resulta un éxito, es que no sois lo bastante audaces. Yo
esperaría una tasa de fracaso global del 50 %». °
Era la forma que tenía Peled de luchar contra cualquier recaída en
una normalidad mediocre en un momento en que temía que Rafael
pudiera perder su filo de pobreza porque sus exportaciones estaban
aportando mucho más dinero que nunca, lo que se sumaba a la
creciente financiación de las FDI. Había adquirido el primer edificio
decente para su sede, con mobiliario nuevo, muy lejos de un pasado de
extrema escasez. La ofensiva de Peled tuvo éxito: en lugar de deslizarse
hacia la mediocridad corporativa bien financiada, Rafael se convirtió en
una empresa más arriesgada que nunca, y no sólo tecnológicamente:
sus directivos se lanzaron a lo más largo posible para diseñar y
desarrollar el sistema Cúpula de Hierro antes de que se hubiera
autorizado ninguna financiación gubernamental.
VII.
DESARROLLO A LA ALTA
VELOCIDAD. DE LOS
BARCOS LANZAMISILES A
LA CÚPULA DE HIERRO

Dos sistemas de misiles desarrollados con décadas de diferencia


ilustran cómo el proceso de adquisición israelí difiere de la forma
normal de hacer estas cosas, principalmente por un ritmo mucho más
rápido, ya que se aceptan los riesgos con preferencia a los elevados
costes e interminables retrasos de los procedimientos de prueba y
verificación de los adversarios. El primero fue el misil antibuque
Gabriel, desarrollado, junto con su radar de control de tiro y su sistema
de guía, por las incipientes industrias militares del país a partir de 1962,
cuando Israel tenía menos de la mitad de la población de Sicilia, y muy
poco en cuanto a industria eléctrica o mecánica, apenas más que unos
pocos pequeños talle-res de máquinas-herramienta, garajes de
reparación, herrerías y similares. El segundo, el mayor fracaso de Israel
en el desarrollo de armamento, fue el caza a reacción Lavi, condenado
no por su rápido desarrollo, sino por la oposición de EE. UU. Iniciado en
1980, fue cancelado en agosto de 1987 por la presión de EE.UU.
después de que hubieran volado dos prototipos.'
Aparte de la pobreza, y el país era efectivamente pobre según los
estándares europeos, por no hablar de los estadounidenses, la otra
causa del subdesarrollo industrial era la ideología sionista: favorecía
enormemente la agricultura («redimir la tierra abandonada con el
trabajo manual», que a su vez redimiría a los judíos debiluchos de la
diáspora). La mayoría de los dirigentes políticos, académicos y
creadores de opinión de Israel despreciaban el comercio; desde la
banca hasta el comercio, todo era igualmente sórdido para ellos, y
desdeñaban la industria porque su gran sueño era hacer progresar la
agricultura de Israel. En eso no tardaron en lograr el éxito: Israel se
convirtió en líder en el desarrollo de nuevos cultivos, en el uso del
bromo para la fumigación y en el riego por goteo de éxito mundial.
Mientras tanto, la industria se quedó rezagada, sin entusiasmo ni
liderazgo.
Fue en ese contexto tan poco prometedor en el que el sueño de
un misil-barco (sólo la Armada soviética tenía alguno) tuvo su incierto
comienzo. En aquella época, la Dirección de Investigación y Diseño de
Israel se reducía a unos cuantos ingenieros en unas cuantas cabañas
que pertenecían al antiguo Ejército británico, con escasos fondos y
equipos, pero pronto se embarcó en su primer intento de desarrollar
un misil táctico, el superficie-superficie Luz, que debía ser guiado
manualmente por mando con una palanca de mando y ofrecido a la
artillería y a las fuerzas aéreas.2El desarrollo se detuvo en 1963 porque
ambas ramas lo consideraron inadecuado para sus necesidades, pero
en 1964, el Cuerpo Marítimo de las FDI adoptó el proyecto junto con la
Compañía de Aviación de Israel, ahora Industrias Aeroespaciales de
Israel, cuando se dio cuenta de que las armadas egipcia y siria estaban
adquiriendo lanchas misileras soviéticas de la clase Osa equipadas con
el potente misil antibuque P15 Styx.
El comienzo fue poco prometedor porque el guiado semiactivo
por radar de lo que se convirtió en el misil Gabriel reque-ría la
iluminación ininterrumpida de un objetivo por el radar del buque
lanzador, algo difícil de conseguir con el buque lanzador y el buque
objetivo en movimiento. Al principio sólo podía hacerse a corta
distancia, diez kilómetros o menos. Pero el principal artífice del Gabriel,
el ingeniero Uri EvenTov, era un maestro de las improvisaciones y las
vueltas atrás.
Para crear una capacidad útil contra los misiles Osa, se lanzaron
dos intentos de desarrollo, cada uno de los cuales podría calificarse de
importante si no fuera por el puñado de ingenieros y los escasos
medios de que se disponía. El primero consistió en mejorar el motor
del misil para alcanzar un alcance más útil de veinte kilómetros, tarea
asignada a su desarrollador, Industrias Militares Israelíes (IMI), que se
reducía a unos pocos talleres con unos pocos ingenieros. El segunda era
desarrollar un buscador de radar activo que pudiera seguir al objetivo,
aunque maniobrara de forma evasiva.
El diseño del misil resultante preveía tres etapas: en primer lugar,
para el impulso inicial de toma de impulso, se dirigía manualmente con
comandos a izquierda y derecha; en segundo lugar, el propio radar
semiactivo del misil tomaba el relevo, con sus retornos procesados a
bordo del buque lanzador para generar comandos de guiado; en tercer
lugar, a pocos kilómetros del objetivo, el misil descendía en picado
hacia una trayectoria de rasante marino y encendía un buscador activo
para guiarlo hasta el objetivo. Ese receptor de radar montado en la
parte delantera detectaba continuamente las señales que rebotaban
del buque objetivo una vez que éste era iluminado (también conocido
como «pintado») por el transmisor de radar de a bordo y alimentaban
las entradas a un piloto automático que a su vez generaba señales
direcciona-les para las aletas móviles que enviaban el misil a la derecha
o a la izquierda según fuera necesario. Su movimiento ascendente o
descendente se regulaba mediante un altímetro para lograr el perfil de
vuelo de desnivel en el mar con el fin de minimizar la exposición del
misil a la detección visual o por radar. La Marina israelí no quería un
misil grande como el Styx que volara como un avión de bombardeo en
picado y pudiera ser derribado como tal, por lo que desde el principio
insistió en un misil rastrero de mar mucho más pequeño que fuera
difícil de detectar en todo el desorden marino que aparece en los
visores de los radares marítimos.
El desarrollo inicial del Gabriel fue muy lento debido a la falta de
fondos. Los generales de las fuerzas terrestres que dominaban el
Estado Mayor estaban de acuerdo con los aviadores, que a su vez
estaban convencidos de que podían hundir cualquier barco con sus
cazabombarderos sin necesidad de misiles navales. Pero el 21 de
octubre de 1967, con un alto el fuego en vigor tras la guerra de junio
de 1967 que dejó a Israel el control del Sinaí, el destructor escolta de
1944 de construcción británica ex MS Zealous, que servía de buque
insignia de la Marina israelí como INS Eilat, fue hundido en aguas
internacionales de Port Said, en Egipto, alcanzado por tres misiles Styx
de fabricación soviética lanzados desde lanchas misileras clase Komar
de la Marina egipcia desde el interior del puerto. De una tripulación de
199 personas, un total de 47 murieron y más de 90 resultaron heridas.
Sesenta y siete horas después del ataque, Israel tomó represalias
bombardeando Puerto Suez con morteros, destruyendo dos refinerías
de petróleo. Ese episodio bastó para cambiar las prioridades del Estado
Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel. Con una financiación
repentina y un furioso esfuerzo diurno y nocturno, el desarrollo del
Gabriel se completó en gran parte a finales de 1969. Cuatro años más
tarde, durante la guerra de octubre de 1973, fue devastadoramente
eficaz, hundiendo rápidamente siete buques de guerra egipcios y sirios,
y llevando a otros a buscar refugio en sus puertos.
El desarrollo a gran velocidad del sistema Gabriel el misil, el radar,
el sistema de control de tiro y todo un conjunto de contramedidas
electrónicas que neutralizaron en gran medida la orientación de los
misiles soviéticos Styx de las dos armadas árabes- fue un logro
extraordinario de la ingeniería. Reflejaba un concepto operativo
específico desarrollado de antemano por el principal guía de la Marina
israelí, el contralmirante Yohai Ben-Nun, que se había convertido a los
treinta y seis años en coman-dante del Cuerpo Marítimo, la Marina de
Israel en 1960.4 A Yohai Ben-Nun no le impresionaban los buques de
guerra, destructores y cruceros contemporáneos que necesitaban
grandes tonelajes para llevar cañones de alcance limitado, con grandes
tripulaciones debido a los requisitos operativos y más requisitos
generados por las necesidades de la tripulación. Esos buques de guerra
clásicos estaban bien para mostrar la bandera, pero mucho antes de
que el Eilat fuera hundido, Ben-Nun llegó a la conclusión de que eran
vulnerables a los drásticamente más pequeños barcos con misiles.
Quería una armada de barcos pequeños y rápidos para hundir buques
de guerra tradicionales mucho más grandes.
Ben-Nun, uno de los primeros hombres rana de combate de Israel,
entrenado personalmente en secreto bajo dominio británico por un
veterano de la fuerza de combate submarino italiana líder en el mundo,
fundó la fuerza de comandos navales Shaye-tet («Flotilla») 13 en 1949.
Importó en secreto material italiano sobrante de la guerra, incluidos
torpedos tripulados, con la connivencia de la unidad italiana de
hombres rana que sobrevivió en su base tradicional de forma
semiclandestina debido a las restricciones políticas de la posguerra.'
Incapaz de igualar a las fuerzas árabes más grandes en el mar -Israel no
podía permitirse buques de guerra modernos adecuados-, enviaría en
su lugar a los hombres rana de combate de Shayetet para atacar y
hundir sus buques de guerra en sus fondeaderos dentro de sus bases
navales vigiladas con minas lapa y torpedos tripulados, como los
italianos habían hecho famosamente contra la Royal Navy en Alejandría
y Gibraltar.° Para cuando el Cuerpo Marítimo de las FDI quedó bajo el
mando de Ben-Nun en 1960, éste había ideado una forma total-mente
distinta de superar su problema fundamental, a saber, la imposibilidad
de adquirir y operar siquiera un puñado de buques de guerra
modernos, dado que la fuerza aérea tenía que ocupar el primer lugar
en financiación, seguida de las fuerzas mecanizadas esenciales para
proteger a Israel de una invasión. Aparte de los dragaminas, los
torpederos y otros buques especializados, existía una jerarquía entre
los buques de guerra de superficie, entonces todavía muy en función
de la potencia de sus cañones. Empezaba con corbetas de unas mil
toneladas de desplazamiento, ascendiendo a destructores-escorta de
unas 2000 toneladas, destructores de 3000 toneladas y cruceros de
5000 a 6000 toneladas; cada clase, capaz de montar cañones cada vez
mayores. Por encima de ellos había buques de guerra aún más
imposiblemente grandes, hasta llegar a los portaaviones, así como
submarinos que podían tener pequeños desplazamientos, pero eran
drásticamente más caros por tonelada.
Dado que no podía esperar adquirir corbetas modernas, la
solución de Ben-Nun fue renunciar por completo a los buques de
guerra convencionales y a sus cañones para construir en su lugar una
armada de lanchas misileras antibuque que pudieran alcanzar una
letalidad de hundimiento de buques con desplazamientos inferiores a
500 toneladas, incluso inferiores a 300 toneladas.
A diferencia de los torpederos, establecidos desde hacía mucho
tiempo, que eran buques de ataque estrictamente de corto alcance, los
barcos lanzamisiles podían tener un alcance y una resistencia decentes
porque su arma principal no era pesada.? Pero el problema de Ben-Nun
era que no existían tales misiles ni tales buques. Para el misil, el
programa Gabriel iniciado a finales de 1962 ofrece-ría la solución,
lanzando de paso la industria israelí de misiles, que comenzó en las
pocas cabañas de Rafael y evolucionó hasta convertirse en el actual
proveedor de misiles balísticos y antibalísticos avanzados aire-aire,
aire-tierra y superficie-superficie.
Pero, para la plataforma de Gabriel, un buque «Hágalo usted
mismo» era sencillamente imposible. En aquel momento, el único
astillero de Israel podía, como mucho, reparar barcos y construir
barcazas. Al igual que había hecho con sus hombres rana cuando se
puso en contacto con los pioneros de Italia, Ben-Nun envió a un
representante de confianza a explorar astilleros por toda Europa. Lo
que quería era un buque que pudiera comprimir el alcance, la velocidad
y la capacidad de carga necesarios dentro de un tonelaje reducido, del
orden de 200 toneladas a pleno desplazamiento, lo que permitiría la
compra de una docena de barcos de este tipo por el precio de un
destructor pequeño.
Un constructor naval alemán occidental recién resucitado produjo
el mejor diseño de casco, y los mejores motores también eran
alemanes, basado en el torpedero Jaguar, diseñado y propulsado en
alemania, pero con un casco de acero especificado por Israel en lugar
del casco de madera original, la adición de 2,4 metros (siete pies, diez
pulgadas) a la longitud del casco y compartimentos internos revisados.
Los lanzamisiles Gabriel y otras armas y sistemas relacionados de lo que
se designó como la clase Sa'ar 3debían instalarse en Israel a la llegada
de los barcos.
Había una ironía histórica en el hecho de que el Jaguar, derivado
de la famosa y rápida bota S de la Marina alemana en tiempos de
guerra, fuera el más adecuado para funcionar como plataforma de la
Marina israelí. Sólo quince años después del final de la guerra y del
Holocausto, los oficiales de la Armada israelí se vieron envueltos en
enérgicas discusiones técnicas con oficiales e ingenieros alemanes que
habían servido con uniformes nazis, llegando incluso a encontrarse con
figuras muy comprometidas.
Una vez firmado un acuerdo de desarrollo, una delegación israelí
llegó al astillero alemán para discutir las modificaciones necesarias en
condiciones de extremo secreto porque las relaciones diplomáticas con
Alemania Occidental no comenzaron hasta 1965." Las modificaciones
eran extensas; además de sustituir el casco de madera por acero, se
necesitaba un armazón más largo para acomodar las armas y los
sistemas electrónicos, así como un mástil diferente. Cuando el jefe de
la Delegación israelí terminó de presentar la larga lista de requisitos
israelíes a los alemanes, hubo un momento de silencio, tras el cual el
jefe del equipo alemán preguntó: «Señor, por favor, ¿le gustaría tener
también un piano de cola en cubierta?».12
Los alemanes se negaron a acomodar todos los cambios que
querían los israelíes, pero, cuando todo parecía bloqueado, el jefe de la
Delegación israelí, el contralmirante Shlomo Erell, pidió tratar
directamente con el ingeniero jefe. Cuando los reticentes alemanes
aceptaron finalmente, la química entre los dos hombres hizo avanzar
rápidamente el diseño para que cumpliera las especificaciones
israelíes. 3 El astillero aceptó suministrar a Israel doce naves de ataque
rápido de la clase Jaguar, pero sólo se habían entregado tres cuando en
1964 el Gobierno de Alemania Occidental repudió el acuerdo bajo la
presión diplomática y comercial árabe, aunque sí aceptó que su diseño
completo se construyera en un astillero extranjero. Siendo Francia el
único país dispuesto a suministrar a Israel, la elección para los nueve
barcos restantes recayó en Constructions Mécaniques de Normandie,
un pequeño astillero privado de Cherburgo, bajo la designación de
clase La Combat-tante (designado Sa'ar 1 por los israelíes). El primer
barco con destino a Israel partió en abril de 1967 y otro un mes
después. Pero el 2 de junio de 1967, pocos días antes de que comenzara
la guerra el 5 de junio, el presidente Charles de Gaulle declaró que
Francia ya no suministraría armas «ofensivas» a Oriente Próximo, lo
que significaba Israel, al no haber compradores árabes de armas
francesas en aquel momento. Los nueve barcos habían sido pagados y
los siete restantes estaban en construcción avanzada, con dos casi
listos. Zarparon debidamente hacia Israel en el otoño de 1967, sin
resistencia; muchos en el estamento de defensa francés habían sido
compañeros de armas con los israelíes desde la década de 1950, y la
población de Cherburgo también los apoyaba firmemente.
El embargo de De Gaulle se hizo total tras un clamoroso asalto
israelí al aeropuerto de Beirut el 28 de diciembre de 1967, pero las
decisiones políticas parisinas volvieron a ser subvertidas local-mente, y
tres lanchas misileras casi terminadas embarcaron con tripulaciones
reducidas el 4 de enero de 1969. Cuando salieron a practicar, como
antes, izaron la bandera israelí y continuaron sin oposición hacia el
canal de la Mancha, para no regresar jamás. Provocó un escándalo en
París, que ordenó aumentar la vigilancia, pero se permitió que
continuara la construcción de los últimos cinco misileros. Sin embargo,
los tripulantes israelíes a los que se permitió subir a bordo para
practicar fueron mantenidos bajo vigilancia, y hubo un estricto control
de las cargas de combustible, con la Marina francesa alertada para
detener cualquier fuga. De Gaulle dimitió el 28 de abril de 1969, pero
la política francesa no cambió, y fue necesaria una operación a gran
escala del Mossad con una tapadera de compra noruega para lograr la
fuga de los cinco barcos restantes en Navidad, el 24 y 25 de diciembre
de 1969. No fue una operación de bajo riesgo; esa noche la vigilancia
francesa se relajó debido a un peligroso vendaval en el golfo de Vizcaya.
Debido a que un equipo de helicópteros de la BBC filmó más tarde
a los barcos que escapaban por el canal de la Mancha, causando mucha
hilaridad en todo el mundo ante este descarado desafío al imperioso
De Gaulle, el ministro francés de Defensa y partidario De Gaulle Michel
Debré ordenó a las fuerzas aéreas francesas que encontraran y
hundieran los barcos, entonces todavía en el inicio de su viaje de 5825
kilómetros (3145 millas náuticas) hacia Gibraltar, Creta y finalmente
Haifa, con reabastecimiento de combustible a lo largo del trayecto
desde aviones cisterna improvisados. Los jefes militares franceses, para
los que los israelíes habían sido compañeros de armas desde 1956, no
estaban dispuestos a añadir violencia a la traición y retrasaron su
respuesta a la orden de Debré hasta que fue anulada por el primer
ministro Jacques Chaban-Del-más. Podría haber sido anulado a su vez
por el presidente recién investido Georges Pompidou, pero Pompidou
no era tan devoto como Debré de De Gaulle y, en cualquier caso, no
estaba dispuesto a desafiar a Chaban-Delmas, un campeón de tenis y
rugby y un auténtico héroe de la resistencia en tiempos de guerra. Sólo
faltó que el ministro francés de Asuntos Exteriores Maurice Schumann
advirtiera que, si los barcos aparecían en Israel, «las consecuencias
serán realmente muy graves»." Pero la llegada de los barcos al puerto
de Haifa en Nochevieja, el 31 de diciembre de 1969, desencadenó una
fiesta memorable en toda la ciudad.
La previsión de Ben-Nun fue reivindicada menos de cuatro años
después, en la guerra de octubre de 1973, cuando sus lanchas misileras
y sus misiles Gabriel dominaron la guerra en el mar.15 En la primera
batalla de la historia entre lanchas misileras, en la noche del 6 al 7 de
octubre de 1973, los israelíes hundieron una lancha misilera Osa y dos
Komar de fabricación soviética, una lancha torpedera y un cazaminas
de la Armada siria cerca de la base naval del puerto de Latakia. La noche
siguiente, hundieron tres lanchas misileras egipcias de la clase Osa en
el puerto de Dumayit y dañaron gravemente otra. Fue un bautismo de
fuego para los nuevos barcos, además del Sa'ar 4 de fabricación israelí,
fabricado localmente con un mayor desplazamiento y radares y
sistemas mejorados.

CÚPULA DE HIERRO

Cuando se trata de desarrollo rápido, el ejemplo por excelencia es la


Cúpula de Hierro (Kippat Barzel), el sistema anticohetes, antimisiles,
anti granadas de artillería y potencialmente antiaéreo cuyo desarrollo
a gran escala comenzó en 2007, sobre la base de un programa de
investigación iniciado en 2005. Declarado operativo en 2011, alcanzó
fama mundial al interceptar 421 cohetes en el conflicto de siete días de
noviembre de 2012 con Hamás y otros 578 cohetes durante la
confrontación de cincuenta días del verano de 2014.' Como cualquier
sistema de armamento, la Cúpula de Hierro tiene sus limitaciones, pero
en comparación con los quince a veinte o más años que tardan los
proyectos de misiles guiados en otros lugares, la mera rapidez de su
desarrollo, menos de cinco años- fue fenomenal, dado que el detector
y rastreador de radar, el extraordinario software y el misil interceptor
eran totalmente nuevos.
El software fue el avance clave porque hizo que el sistema
resultara económico, permitiendo a Israel interceptar un sinfín de
cohetes, la mayoría de fabricación rudimentaria y barata
(aproximadamente, 500 dólares cada uno), pero aún así potencial-
mente destructivos y posiblemente devastadores, con misiles que
podrían haber costado al menos cien veces más.18
Estudiando el historial de ataques con cohetes, los planifica-dores
israelíes llegaron a la conclusión de que alrededor del 75%de los
cohetes caerían en terreno abierto y, por tanto, no justificaban su
interceptación. Por lo tanto, el ordenador de la Cúpula de Hierro debía
trazar la trayectoria de los cohetes entrantes para evaluar su punto de
impacto final y lanzar misiles interceptores sólo a los que se calculaba
que caerían en zonas residenciales o en infraestructuras civiles o
militares importantes. Los operadores necesitaban la capacidad de
anular el software porque incluso los cohetes interceptados pueden
infligir daños; a pesar de los escasos segundos disponibles, las
interceptaciones controladas manual-mente se realizan de forma
rutinaria, salvando muchas vidas y evitando muchos daños materiales.
La Cúpula de Hierro es la prueba definitiva de que el proceso de
adquisición ultrarrápido y a menudo arriesgado de Israel ofrece dos
beneficios muy diferentes. Uno es obvio: la entrega a tiempo de armas
eficaces que se necesitan con urgencia para episodios recurrentes de
combate. La otra es la economía de los programas directos, que supone
un gran ahorro. Y el coste es decisivo para las innovaciones de las FDI
porque, en la mayoría de los casos, si una nueva arma o sistema no
puede desarrollarse a bajo coste, no puede desarrollarse en absoluto.
Por supuesto, las prisas también suponen un desperdicio.
Apresurarse a comprar y fabricar antes de haber completado todos los
cálculos da lugar tanto a salidas en falso como a retrocesos. Pero
incluso una prisa algo derrochadora resulta económica compa-rada con
el coste acumulado de programas de desarrollo cuidadosamente
planificados, gestionados, presupuestados y ejecutados,
constantemente superados por la obsolescencia de los componen-tes,
los cambios en la naturaleza de la amenaza o el cambio tecno-lógico.
Los procedimientos agónicamente detallados obligatorios tanto en
Estados Unidos como en Europa Occidental, que retrasan la adquisición
de sistemas de armamento durante años e incluso décadas, infligen
unos costes tremendos al tiempo que intentan limitarlos evitando la
sobrefacturación, el despilfarro, el fraude técnico (resultados de
pruebas falsos) y la mala gestión. Las elaboradas normas para
garantizar unas prácticas de contratación en condiciones de igualdad,
diseñadas para evitar los tratos de favor entre funcionarios de
adquisiciones complacientes y contratistas codiciosos, exigen que todo
se calcule y especifique con un detalle insoportable. Eso en sí mismo
requiere muchísimas horas de trabajo por parte de gestores, contables
y abogados que habitual-mente superan en número a los ingenieros
implicados. Luego hay más de lo mismo para cada revisión sucesiva del
diseño, la evaluación del programa y el análisis de costes, que también
requieren un sinfín de nuevos cálculos, a menudo subcontratados a un
gran coste, lo que aumenta el gasto total antes de que se produzca
nada.
Pero lo peor es que durante los años y décadas que dura el proceso
de desarrollo, cada vez más componentes e incluso subsiste-mas (en
los aviones de combate pueden ser subsistemas tan importantes como
el radar o incluso los motores) se quedan obsoletos, o incluso pueden
dejar de fabricarse en un futuro próximo. Cada vez que eso ocurre, el
resultado es un dilema agonizante: Cambiar a un nuevo elemento, que
normalmente requerirá rediseño y reingeniería, lo que suele
desencadenar otra revisión del programa que lleva mucho tiempo. O
bien quedarse con lo viejo, y contribuir así al problema de la
obsolescencia en la entrega, que puede desencadenar finalmente la
cancelación pura y simple -que ha sido el destino de muchos costosos
sistemas de armamento después de haberse gastado enormes sumas
para nada.
Consideremos, por ejemplo, la más costosa de todas las
adquisiciones de armamento contemporáneas, la familia de cazas a
reacción F-35, cuyo desarrollo comenzó en 1996. Fue declarado
operativo («capacidad operativa inicial» o COI) unos veinte años más
tarde, en 2015 para la versión de los Marines estadounidenses en 2016
para la versión de las fuerzas aéreas y en 2019 para la versión de la
Armada -salvo que se trataba de COI políticos para contrarrestar las
críticas sobre la lentitud del desarrollo, y que-daban muchas
insuficiencias por corregir, Junto con las fuer-zas aéreas
estadounidenses, las fuerzas aéreas israelíes (FAI) han encabezado el
uso operativo del F-35, y las FAI fueron las prime-ras fuerzas aéreas en
utilizar el avión en combate.21 Incluso entonces, voló con problemas
de software sin resolver. Cuando un proyecto aeronáutico se prolonga
tanto, arrastrándose durante más de dos décadas, es inevitable que se
quede rezagado ante el rápido avance de la tecnología de
microprocesadores. Cualquier avión de combate es también un
conjunto de ordenadores: mientras que algunos microprocesadores se
actualizan fácilmente, otros están incrustados en componentes y
subsistemas que hay que rediseñar, lo que retrasa de nuevo el
proyecto, mientras que es inevitable que se produzcan nuevos avances.
El F-35 sacrifica velocidad, maniobrabilidad y sus cargas de bombas
aire-tierra para maximizar sus características furtivas, que habrían sido
extremadamente valiosas en combate en 1996, pero lo son mucho
menos ahora que tanto los radares de baja frecuencia como los
biestáticos pueden detectar aviones furtivos en condiciones variadas.
Cuando se trató del desarrollo del sistema de defensa antiaérea
Cúpula de Hierro, desde el inicio del contrato en febrero de 2006hasta
su fecha de entrada en servicio en marzo de 2011, Israel ya no era el
pobrecito país que se había embarcado en el desarrollo de sus primeros
misiles a principios de la década de 1960. Sin embargo, hubo una
escasez extrema, tanto de tiempo, a raíz del bombardeo masivo de
cohetes de Hezbolá de ese año (el número total de cohetes se estimó
según diversas estimaciones entre 3970 y 4228 entre el 12 de julio y el
14 de agosto de 2006), como de fondos, aunque debido a prioridades
políticas más que a limitaciones nacionales. Con una amenaza de
guerra convencional muy disminuida en comparación con décadas
anteriores -debido a la retirada de Egipto y Jordania del conflicto, el
declive de Siria y la incapacitación de Irak-, las necesidades de
financiación de las fuerzas terrestres e incluso de la fuerza aérea hasta
cierto punto eran menos acuciantes. Sin embargo, su poder burocrático
no había disminuido, Y aunque todos reconocieran la necesidad de
derrotar la amenaza de los cohetes, ninguna rama de las FDI estaba
dispuesta a recortar su propio presupuesto para hacerlo.
En cualquier caso, casi todos los oficiales superiores de las FDI
estaban convencidos, junto con casi todos los expertos civiles, de que
sería desastrosamente antieconómico interceptar cohetes que eran
prácticamente gratuitos para sus usuarios con misiles interceptores
necesariamente costosos.2 Otros argumentaron que el éxito de la
protección de su propia población deslegitimaría los ataques aéreos
israelíes destinados a disuadir o detener los bombardeos aéreos
porque todas las bajas se producirían en Gaza, lo que provocaría una
presión internacional contra las operaciones contraofensivas israelíes,
como ocurrió debidamente en el verano de 2014 y en mayo de 2021.
El resultado fue que el proceso de desarrollo de la Cúpula de Hierro
contó al principio con una financiación mínima; de hecho, se financió
ilegalmente. Una cronología muestra mejor cómo se llegó a esa
extraordinaria situación.
El 19 de abril de 2004, el jefe adjunto del Estado Mayor de las FDI,
MG Gabi Ashkenazi, asignó la responsabilidad del esfuerzo general
contra la amenaza de misiles tierra-tierra de medio y largo alcance a la
fuerza aérea. El 6 de julio de 2004, asignó todo el trabajo del Estado
Mayor a MaFat, la Administración para el Desarrollo de Armas e
Infraestructura Tecnológica. El 13 de octubre de 2004, el jefe adjunto
del Estado Mayor MG Dan Halutz (antiguo comandante de las fuerzas
aéreas del Ejército de Israel) ordenó formalmente al MaFat que
explorara posibles contramedidas tanto contra los cohetes Qassam de
corto alcance lanzados desde la Franja de Gaza, como contra los
cohetes de mayor alcance que Irán estaba suministrando a Hezbolá en
Líbano.
Pero Danny Gold, jefe de la Unidad de Investigación y Desarrollo
de MaFat, estaba vehementemente insatisfecho con la mera
exploración.25 En torno al 5 de agosto de 2005, decidió por su cuenta
iniciar un desarrollo acelerado mientras los aviadores seguían indecisos
sobre cómo proceder y los generales de las fuerzas terrestres se
oponían. En su opinión, no debían tolerarse los bombardeos con
cohetes ni mitigarse con costosos intentos de interceptación: debían
extinguirse en su origen, arrollando a quienes lanzaban cohetes. A Gold
no le impresionó el argumento: los ataques con cohetes continuaban
mientras nadie realizaba ningún adelantamiento porque el coste
potencial en sangre, tesoro y capital político de las incursiones
terrestres en Gaza supe-raba los daños y las victimas infligidas por los
cohetes. Mientras tanto, las ciudades y pueblos israelíes próximos a la
frontera, como Sderot, tenían que vivir bajo bombardeos intermitentes
que hacían la vida insoportable e infligían algunas bajas: el 90 % de los
residentes sufrieron la explosión de un cohete en su propia calle o en
una calle adyacente. Gold sí tenía autoridad para llevar a cabo cualquier
esfuerzo de investigación y desarrollo que considerara digno, pero sólo
hasta la fase de prototipo, lo que podía hacerse dentro de su reducido
presupuesto, porque se permite todo tipo de libertades al fabricar
prototipos sin tener que preocuparse por la futura producibilidad, el
mantenimiento continuo o incluso la fiabilidad. Pero desde el principio
ordenó a sus subordinados que llevaran a cabo el proyecto como un
esfuerzo de desarrollo total cuyos costes pronto superarían con creces
su presupuesto, con el objetivo de demostrar una capacidad de
interceptación en diecio-cho meses y completar el desarrollo de
ingeniería a gran escala de cada componente -radar, software y misil-
en treinta y seis meses. Además, quería el establecimiento igualmente
rápido de instalaciones de producción industrial, incluidas líneas de
montaje para un misil que aún no existía y cuyo desarrollo de ingenie-
ría a escala completa no había sido autorizada.
A falta de milagros, este círculo sólo podía cuadrarse con la
siguiente mejor opción, el equivalente en ingeniería de una incursión
de comandos: un proyecto «telescópico» en el que todo se hiciera de
forma concurrente en lugar de secuencial, ahorrando mucho tiempo.
Pero había que pagar un precio, debido a la casi certeza de que el
desarrollo del radar, el misil y el software seguirían divergiendo a
medida que evolucionara el trabajo para supe-rar problemas
específicos, lo que exigiría costosas correcciones que también podrían
dar al traste con la urgencia deseada al imponer sus propios retrasos.
Por si fuera poco, Gold realizó una incursión totalmente no autorizada
en la preparación de instalaciones industriales, para la que no disponía
de ningún tipo de fondos. Incluso su trabajo de desarrollo de ingeniería
no estaba autorizado, porque iba mucho más allá de la mera creación
de prototipos con maquetas baratas, componentes chapados en latón
y cosas por el estilo, pero las cantidades eran mucho menores.
Investido de su propio y abrumador sentido de la urgencia -la
determinación de tener las defensas en funcionamiento antes del
próximo bombardeo masivo de cohetes, el carismático Gold conjuró los
fondos necesarios de la nada convenciendo a los directivos y miembros
del Consejo de Administración de Rafael, la empresa estatal de misiles,
y de Elta, la empresa estatal de radares (casi todos ellos, oficiales de la
reserva), para que adelantaran el dinero de sus propios fondos. Eso
hicieron, sin tener encargos gubernamentales para el trabajo y, por
tanto, sin ninguna certeza de reembolso pronto o nunca, a pesar de que
eran los directores de empresas constituidas legalmente responsables
de su integridad financiera. Arriesgaban represalias legales, sus
reputaciones y sus carreras al seguirle la corriente a Gold, para
continuar directamente con un desarrollo a gran escala mucho más
costoso después de que él se hubiera quedado sin fondos para
prototipos debidamente autorizados.
Estos procedimientos altamente irregulares de hecho, prohibidos
parecen haber favorecido más que obstaculizado el proyecto porque
todos los implicados estaban atrapados en su abrumador impulso
dinámico. El propio equipo MaFat de Gold, compuesto por ocho
miembros, los mejores diseñadores de misiles de Rafael y los mejores
ingenieros de radar de Elta trabajaron todos tan cerca de un horario
24/7 como lo permitía la fisiología humana. Todo el mundo renunció a
su vida privada mientras duró la operación, y al menos un miembro
religioso del personal renunció a su sagrado sábado, invocando la
excepción permitida de salvar vidas».28
No menos importante era la cuestión del método. La investigación
y el desarrollo verdaderamente innovador, a diferencia de la mejora
incremental que consume la mayor parte de los fondos de investigación
y desarrollo, deben ser un proceso de ensayo y error, o, más bien, de
montar algo, probarlo adecuadamente y luego decidir cómo corregir o
solucionar las deficiencias o los defectos manifiestos que surjan. De ahí
que algunos costes y algunos retrasos sean inevitables cada vez que se
avanza lo suficiente como para justificar las pruebas. Pero, cuando hay
contratistas comerciales en un extremo y funcionarios del Gobierno en
el otro, civiles o militares, la debida preocupación de los contratistas
por los beneficios y el deber del Gobierno para con el contribuyente
significan que cada error debe analizarse primero cuidadosamente,
para determinar si el error fue causado por unas especificaciones
demasiado exigentes o unas pruebas excesivamente exigentes, por
culpa del Gobierno o por la inadecuada habilidad, atención o inversión
del contratista. Lleva tiempo, a veces mucho tiempo, verificar las
reclamaciones de cada parte, y puede generar disputas que hagan
intervenir a los abogados en el proceso, de modo que la resolución de
las disputas ocupe aún más tiempo antes de que se pueda reanudar el
trabajo para corregir el problema o idear una alternativa. Además, los
intentos de limitar el despilfarro, el fraude y la mala gestión a través de
procedimientos de verificación elaboradamente supervisados por un
grupo de pruebas externo, con el fin de evitar arreglos a costa de los
contribuyentes, son una forma muy cara de evitar costes en el
desarrollo de nuevas armas.
Gold y su equipo actuaron de forma diferente o, mejor dicho,
actuaron como solían hacerlo los desarrolladores de armamento
estadounidenses antes de que se les impusieran muchos miles de
normas legales a partir de la década de 1960. Cuando las pruebas
revelaban un error, todos se ponían a trabajar de inmediato para
superar el problema sin molestarse en atribuir responsabilidades, y
mucho menos culpas. Gold también impuso un método de «diseño al
coste»: los cerca de 400 empleados de Elta, Rafael y su propia
organización se dividieron en catorce equipos que funcionaron como
startups competitivos paralelas: «Se nos ocurrieron varias soluciones
en paralelo; todo en el proyecto se hizo en paralelo».29
Cualquier proyecto normal consta de dos etapas: una fase de I+D
y una fase de desarrollo de ingeniería y producción. Gold comprimió las
dos etapas para cumplir con el ajustado plazo. También ésta fue una
decisión que excedía su autoridad, pero aun así se arriesgó. En realidad,
la innovación clave del sistema Cúpula de Hierro fue el bajo coste
unitario de sus misiles, entre 77.000 y 97.000 dólares inicialmente y
aproximadamente 50.000 dólares a partir de 2021.30Significa que este
misil entra en la categoría de munición, lo que permite una doctrina de
disparo no conservadora que hace posible a las FDI arriesgarse con
lanzamientos de misiles de menor probabilidad, logrando así un mayor
índice de interceptación.
Paradójicamente, la reticencia inicial a adquirir el sistema dentro
de las FDI ayudó en gran medida al desarrollo del proyecto.31 Como
explicó un participante de alto rango:

Como no se les impusieron exigencias operativas ni especificaciones técnicas, los


ingenieros gozaron de total libertad para desarrollar rápidamente un arma
óptima... sin que [los oficiales subalternos]vertieran en ella sus «sueños húmedos»
derivados de la revista Avia-tion Week & Space Technology, y sin que los generales
《supervisaran》el programa con reuniones y discusiones interminables.

Sin pretenderlo, el desprecio por los procedimientos burocráticos


adecuados, condenado más tarde por el interventor del Estado, en
realidad salvó el día.
A posteriori, se podría argumentar que se podría haber con-
seguido un mejor rendimiento con más I+D antes de la producción,
pero el precio habría sido mucho más elevado. El equipo de Gold fue
ingenioso a la hora de identificar las características en las que se podían
recortar fondos sin dañar el producto final.34 Otra clave para el control
de costes en las fases de ingeniería fue que los directivos de Rafael
acordaron un pago fijo predeterminado que no dependería de la
cantidad de tiempo de desarrollo.35 Significaba que los directivos de la
empresa aceptaban el riesgo total de perder dinero en el proyecto.
Pero también significaba que tenían plena libertad de acción porque el
cliente no podía intervenir para reducir los costes, lo que desempeñó
un papel importante en el éxito del proyecto. En un caso, se apartaron
radicalmente de la práctica establecida al decidir que el misil Cúpula de
Hierro debía tener un servomotor eléctrico, como si se tratara de un
gran misil balístico de combustible líquido. Esta decisión ignoró la
experiencia acumulada durante años que favorecía los servomotores
neumáticos para misiles aire-aire, pero la inusual solución eléctrica
redujo considerablemente los costes totales, Buscar soluciones de bajo
coste para cada parte del sistema-y la Cúpula de Hierro es una auténtica
orquesta de subsistemas-era una gran prioridad porque al principio
todas las opciones pare-cían conducir a un gasto astronómico.
Encontrar soluciones caras y complejas en el diseño de armas no es
difícil -es el reino de los asientos de inodoro para aviones de 6000
dólares-, pero encontrar soluciones sencillas requiere reflexión y
creatividad.3 A pesar de la urgencia de encontrar una solución para la
amenaza siempre presente de los bombardeos con cohetes y misiles,
no se transigió en el cumplimiento del requisito fundamental de
eficacia operativa a un precio razonable. Cuando los desarrolladores de
los distintos componentes propusieron soluciones que no alcanzaban
los niveles exigidos, se les dijo que siguieran trabajando hasta
encontrar soluciones mejores. «El éxito de un proyecto depende
siempre del acierto previo a la hora de elegir a las personas adecuadas»
fue la conclusión de uno de los protagonistas. El Dr. Ron, uno de los
líderes del equipo de desarrollo llamado los Cinco Fabulosos, describe
el ambiente especial que reinaba en el proyecto: «Desde el primer
momento, me sentí impulsado por el hecho de que estábamos
tratando con algo de una importancia suprema... Un ingeniero sénior
con décadas de experiencia se encontró escuchando a un joven
ingeniero con una opinión diferente». De hecho, la ausencia de una
jerarquía naturalmente inclinada a favorecer los métodos bien
establecidos impulsó el proyecto. No había ninguna autoridad superior
que anulara la preferencia por el sistema operativo más rápido, barato
y lógico por el mero hecho de que se basaba en soluciones poco
habituales.
Como ocurrió repetidamente y en todos los bandos durante la
Segunda Guerra Mundial, grupos de ingenieros y científicos
comprometidos personalmente con una misión nacional urgente que
podría evitar la muerte de seres queridos alcanzaron una masa crítica
de creatividad dinámica que de otro modo no sólo sería inalcanzable,
sino inimaginable. Así es como los británicos idea-ron el primer sistema
de defensa aérea centralizado del mundo para derrotar a la Luftwafe,
inicialmente muy superior, sin un solo ordenador a la vista, y luego
forzaron la existencia de un burdo ordenador para descifrar los códigos
de tráfico de radio alemanes y hundir los submarinos que asolaban
Gran Bretaña. Así es también como los alemanes inventaron y
produjeron el primer caza propulsado por cohete, el primer caza a
reacción, el primer misil de crucero, el primer misil balístico, el primer
misil aire-superficie e incluso el prototipo del primer bombardero a
reacción furtivo mientras estaban bajo bombardeos cada vez más
intensos. Todos esos logros fueron superados por los científicos del
proyecto Manhattan, en su mayoría refugiados, que temían que la
creatividad alemana pudiera extenderse a la bomba d fisión y por ello
no se detuvieron ante nada para inventar formas prácticas de separar
el uranio-238 y utilizar el material fisible resultante en dos diseños de
bomba diferentes, con la esperanza de que uno de ellos pudiera
funcionar (ambos lo hicieron); todo ello, realizado en poco más de tres
años.
En el caso de Israel tenemos el testimonio del jefe de la división
de I+D de Rafael, el Dr. Ronen: «Un día viajaba hacia el norte para asistir
a un experimento y, al llegar a Tel Aviv, sonó la alarma. Mis hijos y nietos
viven allí y fui testigo de cómo el misil interceptó un cohete que parecía
pasar justo por encima de su casa». David, ingeniero jefe del proyecto,
explicó cómo funcionaba la dinámica del proyecto. Antes de la Cúpula
de Hierro, la norma dentro de Rafael era que, tras una prueba fallida,
todo el mundo volvía a las instalaciones de desarrollo para regresar al
campo de pruebas con una nueva solución en el plazo de unos meses;
el proyecto de la Cúpula de Hierro rompió esa norma. En primer lugar,
los experimentos comenzaron muy pronto, algo muy irregular en el
desarrollo de misiles. Desde los primeros y frustrantes experimentos,
se forjó una ética de «no rendirse». A veces, un equipo permanecía
sobre el terreno en lugar de volver a sus escritorios mientras los chicos
de los laboratorios resolvían los problemas; a veces, las soluciones se
encontraban la misma noche en que surgía un obstáculo, de modo que
a la mañana siguiente podía realizarse un nuevo experimento como si
nunca hubiera ocurrido ningún percance. En el proceso, se rompieron
todas las barreras a la creatividad, incluidas las más importantes, las
que eran totalmente inconscientes. Una figura clave testificó: [La
Cúpula de Hierro) ... es el único misil del mundo que con-tiene
componentes [tomados de juguetes]. Un día llevé al trabajo uno de los
coches de juguete de mi hijo. Lo pasamos entre los dos y vimos que
había componentes que realmente nos convenían; más que eso no
puedo decirle.
Es una desafortunada característica de la I+D militar reinventar lo
que ya existe, a menudo para encontrar un uso a alguna tecnología
nueva que puede entusiasmar a los tecnólogos pero que no es
realmente necesaria, o simplemente demasiado cara, para el proyecto
en cuestión. El portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78) alcanzó un
coste total de 17.500 millones de dólares frente a los 6000 millones de
su predecesor, el USS George H.W. Bush (CVN-77), en gran parte debido
a la irresistible necesidad de sustituir las tradicionales catapultas de
vapor sibilantes y chocantes por un Sistema Electromagnético de
Lanzamiento de Aviones insonoro que elimina toda esa antigua
generación de vapor. Cuando el nuevo ingenio de 4000 millones de
dólares siguió fallando, retrasando seriamente la puesta en servicio del
USS Ford mes tras mes, la ase-diada Marina estadounidense afirmó que
el sistema ahorraría esa cantidad en costes de funcionamiento a lo
largo de una vida útil de cincuenta años, lo que indicaba que a los
implicados no les iría muy bien como inversores. En el proyecto de la
Cúpula de Hierro, por el contrario, no había ninguna urgencia por
reinventar.
Otro factor de procedimiento que acabó acelerando el proyecto
fue la implicación de los diferentes participantes muy pronto en la fase
de desarrollo. Normalmente, el trabajo de producción sólo se inicia una
vez finalizado el desarrollo, pero con la Cúpula de Hierro se produjo una
sinergia de cooperación con el Ministerio de Defensa, que se convirtió
en un participante en lugar de un cliente que inspecciona y audita a
distancia (una relación que habría horrorizado a los valientes
luchadores contra el despilfarro, el fraude y la mala gestión, que
prefieren las relaciones de confrontación sin calcular nunca sus
tremendos costes). Iron Dome ofrece el contraejemplo de un proyecto
en el que el cliente prácticamente se fusionó con el equipo del
proyecto. En otra drástica desviación de toda práctica normal, el
personal de Heyl Avir que iba a operar las baterías de la Cúpula de
Hierro (de ninguna manera los aviadores permitirían a los soldados
disparar misiles a su cielo) también participó en los trabajos de
desarrollo.
Que el sistema fuera fácil de utilizar correctamente era un objetivo
extremadamente importante del proyecto: las baterías serían
manejadas por jóvenes reclutas, no por profesionales experimentados,
por lo que se incorporó al proceso a personal antiaéreo de las fuerzas
aéreas. Entonces sorprendieron a los desarrolladores aportando
mejoras y ajustes propios, que fueron debidamente implementados.
Eso sólo fue posible gracias a una maniobra muy poco habitual de los
jefes de desarrollo: «Los soldados [antiaéreos]que manejan el sistema
tienen nuestros números de teléfono (!) y nos llaman para cualquier
problema. [Estuvieron] implicados en el proyecto desde el primer
momento, desde el nivel más básico de requisitos y
especificaciones».40
La sencillez de manejo era un requisito primordial, pero había otras
consideraciones:
Uno de los requisitos del sistema que definimos desde el principio era
que una mujer soldado de baja estatura debía poder subirse a la
posición del lanzador y activarlo. También teníamos consideraciones de
diseño estético; le dije al diseñador del lanzador que quería que tuviera
un aspecto super moderno, pero también amenazador porque está
claro que en menos de una hora de funcionamiento aparecerá en la
CNN y en Al Jazeera.41
Por último, los representantes del personal de fabricación también se
integraron en el proceso de desarrollo en una fase mucho más
temprana de lo habitual, lo que redujo los riesgos del desarrollo a la
producción y aceleró la resolución de problemas al tiempo que se
reducían los costes.42
Una simple cronología capta toda la dinámica que impulsó el proyecto
de la Cúpula de Hierro:
Febrero de 2006: Gold emite su contrato legal y apropiado para un
«demostrador tecnológico», y no más que eso.
27 de agosto de 2006: El ministro de Defensa Amir Peretz, que
casualmente residía en Sderot, muy cerca de Gaza y objetivo principal
de los cohetes de Hamás, declara que la Cúpula de Hierro es un
«proyecto de máxima prioridad» y pide un plan de emergencia para
acelerar su finalización. Pero no consigue un presupuesto ni el apoyo
del gabinete para las órdenes formales a través del jefe del Estado
Mayor de las FDI.
12 de noviembre de 2006: Gold, como jefe de MaFat, da oficial-mente
instrucciones a Rafael para que inicie el desarrollo a gran escala.
16 de noviembre de 2006: El jefe de la Dirección de Planificación del
Estado Mayor de las FDI, un general de brigada de una estrella,
asigna la responsabilidad del desarrollo de un «sistema activo de
defensa contra cohetes de corto alcance» a las fuerzas aéreas,
ignorando y cortando por lo sano la iniciativa de Danny Gold.
1 de diciembre de 2006: El ministro de Defensa Amir Peretz declara que
es esencial una capacidad de interceptación de cohetes de corto
alcance y que la Cúpula de Hierro es la solución elegida, pero que
él mismo no puede autorizarlos fondos necesarios.
4 de febrero de 2007: El primer ministro Ehud Olmert afirma que «la
Cúpula de Hierro es inevitable» y lo más urgente. Pero no se
asigna ninguna financiación a la empresa no autorizada de Gold.
No obstante, la declaración de Olmert anima a los responsables
de Rafael y Elta a seguir trabajando con la confianza de que al final
todo se arreglará.
4 de junio de 2007: El jefe del Estado Mayor de las FDI, LG Gabi
Ashkenazi, retiene su autorización al proyecto Cúpula de Hierro
porque aún no había recibido fondos del Ministerio de Defensa.
3 de julio de 2007: El nuevo ministro de Defensa, MG (Ret.) Ehud Barak,
aprueba «en principio» el desarrollo de la Cúpula de Hierro, que
Gold había iniciado de hecho dos años antes sin ninguna
autorización ministerial ni financiación.
23 de diciembre de 2007: Cinco meses después de la aprobación de
Barak, el verdadero comandante en jefe del sistema israelí, el
Comité del Gabinete para la Seguridad Nacional que incluye al
ministro de Finanzas, respalda finalmente la decisión de Barak,
proporcionando la financiación inicial.
1 de enero de 2008: La Cúpula de Hierro tiene su puesta en marcha
oficial: dos años y cuatro meses desde su inicio real en 2005.
15 de julio de 2009: el radar, el misil y el software de la Cúpula de Hierro
están listos para ser probados como un sistema integrado.
Intercepta con éxito múltiples objetivos.
25 de julio de 2010: Un prototipo demuestra la interceptación selectiva
de cohetes dirigidos a lugares designados como poblados frente
a lugares deshabitados.
27 de marzo de 2011: Se despliega una primera batería operativa cerca
de la Franja de Gaza, seguida de una segunda batería el 4 de abril
de 2011, pero el Ministerio de Defensa emite un descargo de
responsabilidad «confesando» que la Cúpula de Hierro aún no
está plenamente operativa y que, no obstante, se pondrán en
servicio más baterías, como «experimento operativo». Pero esa
excusa apenas hizo falta, ya que el 7 de abril de 2011 una batería
interceptó con éxito un cohete de 122 mm lanzado desde Gaza
hacia la ciudad de Ashqelon. El radar identificó al instante el punto
de lanzamiento, lo que permitió a un avión de las fuerzas aéreas
que ya estaba patrullando bombardear el equipo de lanza-
miento, con éxito.
20 de agosto de 2011: A medida que se calientan los combates, se
lanzan once cohetes de 122 mm en una sola salva contra la ciudad
de Be'er Sheva. La Cúpula de Hierro intercepta nueve y los dos
restantes causan pocos daños.
Marzo de 2012: Se disparan en total unos 300 cohetes y grana-das de
mortero contra territorio israelí. De los 73 cohetes identificados
como amenazas reales contra lugares pobla-dos, la Cúpula de
Hierro intercepta 69. Se despliega una cuarta batería.
18 de mayo de 2012: Debidamente impresionada por su éxito, la
Cámara de Representantes de EE. UU. vota 680 millones de
dólares para la financiación de la Cúpula de Hierro, a cambio
de compartir la tecnología con la industria estadounidense y, en
concreto, con el principal contratista Raytheon.
4 de junio de 2012: El Comité de las Fuerzas Armadas del Senado de
EE. UU. aprueba sólo 210 millones de dólares, exigiendo aún el
intercambio total de tecnología, lo que no molesta a los israelies
porque ven con buenos ojos la producción aña-dida de misiles de
interceptación por parte de Raytheon.
23 de junio de 2012: La Cúpula de Hierro logra su interceptación
número cien.
14-21 de noviembre de 2012: Operación Pilar de Defensa. Las
baterías de la Cúpula de Hierro interceptan 428 cohetes con un
porcentaje de éxito del 84 %.
17 de noviembre de 2012: Se despliega una quinta batería en la zona
de Tel Aviv, que intercepta un cohete ese mismo día.
17 de enero de 2014: El presidente estadounidense Barack Obama
aprueba 235 millones de dólares para la adquisición de baterías
Cúpula de Hierro para Estados Unidos.
1 de agosto de 2014: El Congreso estadounidense aprueba
225millones de dólares adicionales para reponer el inventario de
misiles.
26 de agosto de 2014: Comienza la operación Margen Protector.
Nueve baterías de la Cúpula de Hierro interceptan 578cohetes,
incluidos los Fajr-5 y M-75 de mayor tamaño, para un porcentaje
total de éxito del 89,6 % (65 de las interceptaciones se inician
manualmente, anulando el programa de lanzamiento automático
de la Cúpula de Hierro).
16 de mayo de 2016: Prueba con éxito en el mar de la versión naval
de la Cúpula de Hierro.
17 de septiembre de 2016: Una batería de la Cúpula de Hierro
intercepta dos proyectiles de mortero procedentes de Siria en los
Altos del Golán.
Cinco años después, con la reanudación de las hostilidades del 10 al
21 de mayo de 2021, Hamás lanzó un total de 4360 cohetes contra
Israel. De ellos, 1661 fueron interceptados por el sistema Cúpula de
Hierro, 176 fallaron y cayeron en zonas urbanizadas
y 1843 cohetes cayeron como estaba previsto en zonas
abiertas.43Unos 680 cohetes no lograron cruzar la frontera y cayeron
dentro de Gaza, causando importantes bajas palestinas. Diez civiles
israelies perdieron la vida, y muchos más se salvaron, algunos porque
las mejoras habían aumentado el rendimiento del sistema contra salvas
pesadas destinadas específicamente a abrumar al sistema.
Estratégicamente, el valor del proyecto Cúpula de Hierro radicaba
en que ofrecía al Gobierno israelí una alternativa a otra ofensiva
terrestre probablemente costosa y poco concluyente. Además, los
costes de desarrollo y producción inicial fueron moderados, un total de
unos 2200 millones de dólares (la mitad, proceden-tes de Estados
Unidos) desde el inicio hasta el primer uso operativo, en parte debido
a un ritmo de desarrollo fenomenalmente rápido: la primera
interceptación con éxito se produjo el 7 de abril de 2011, menos de seis
años desde el inicio de los primeros esfuerzos de investigación en
agosto de 2005.
Pero a Michael Lindenstrauss, interventor estatal de Israel y
guardián de los procedimientos gubernamentales adecuados, incluidas
las salvaguardias contra el despilfarro, el fraude y la mala gestión, no le
hizo ninguna gracia la violación al por mayor de las normas perpetrada
por Gold y sus confederados. En lo que a él concernía, la hazaña de
Gold, más que ejemplar, era un caso de insubordinación sostenida y
pirática, de malversación presupuestaria y de irregularidad
administrativa a la mayor escala.
El informe del interventor sí reconocía que las circunstancias en
las que Gold tomó sus decisiones distaban mucho de ser tranquilas y
declaraba loable su sentido de la urgencia: «La oficina del Interventor
del Estado es consciente de la decisión y el fervor de MaFat por
producir sistemas de defensa activos lo antes posible». Pero seguía
reiterando que, no obstante, era impropio que MaFat iniciara el
desarrollo a gran escala antes de que las FDI hubieran definido siquiera
los requisitos operativos; antes de que las FDI y el Gobierno hubieran
aprobado el gasto de enormes sumas, y antes de cualquier exploración
de alternativas defensivas y/o de configuraciones alternativas del
sistema de defensa antimisiles. En otras palabras, Gold había elegido
un sistema y se había lanzado a diseñarlo, en lugar de considerar todas
las opciones. Siguió una larguísima lista de irregularidades, que
terminaba como sigue:
El general de brigada Dr. Danny Gold inició el desarrollo de la
Cúpula de Hierro en agosto de 2005 de forma «desordenada», violando
las normas para ordenar el solapamiento de la fase de predesarrollo
con la de desarrollo a gran escala, pasando así por encima de la
jurisdicción exclusiva del jefe del Estado Mayor de las FDI, del ministro
de Defensa y del Gobierno israelí en su conjunto.44

Junto con muchas más violaciones cometidas por funcionarios del


Ministerio de Defensa y oficiales en servicio energizados por la urgencia
carismática de Gold, el informe del contralor señaló que Gold había
violado el decreto n.° 20.02 del Ministerio de Defensa, de agosto de
2005, cuando ordenó la programación «telescópica» del proyecto con
etapas superpuestas, para iniciar el desarrollo (no autorizado) a gran
escala bajo la apariencia de desarrollo (autorizado) de prototipos, una
violación sólo posible gracias a la indulgencia de la dirección de Rafael
y Elta. Pero, entre paréntesis, el interventor estatal señaló que el
Ministerio de Defensa nunca había definido los términos específicos
que utilizaba para los proyectos de I+D: «desarrollo telescópico»,
«desarrollo en espiral» (aparentemente: la reevaluación y prosecución
secuencial de proyectos), «desarrollo incremental», «programa de
demostración específico» y «demostración tecnológica». Tras la larga
lista de acusaciones, las conclusiones finales del informe eran (como
era de esperar) suaves:
Es aconsejable que el desarrollo y la adquisición de sistemas de
armas (en particular, los proyectos que afectan considerablemente
al presupuesto de las FDI, y a su estructura de fuerzas), se ejecuten
después de que los requisitos operativos se hayan especificado
adecuadamente, y se hayan aprobado de antemano.45
En todo lo anterior Gold había hecho lo que solían hacer los
estadounidenses. Ya en 1956, cuando la US Navy inició el desarrollo del
misil balístico con armas nucleares Polaris 1A, lanzado desde un
submarino, aún quedaba espacio para un verdadero liderazgo de
proyectos en las adquisiciones de defensa estadounidenses. El
almirante «31 nudos» Arleigh Burke (llamado así porque llevaba sus
barcos a vapor por encima de la velocidad recomen-dada), entonces
jefe de operaciones navales, que combinaba una fina mente analítica
con un carácter duro, designó al contralmirante W. F. Raborn, otro
personaje sesudo y de carácter duro, para dirigir el proyecto.* El 21 de
enero de 1961, tras sesenta y seis días de patrulla sumergida, el USS
George Washington, armado con dieciséis misiles Polaris, fue declarado
plenamente operativo, justo cinco años después de que se hubiera
empezado a trabajar en un sistema de armamento cien veces más
complicado que la Cúpula de Hierro (y financiado con un presupuesto
mil veces mayor). En una época en la que había mucha ansiedad en
Estados Unidos por los avances soviéticos en misiles balísticos, la
pronta llegada del Polaris fue muy importante estratégicamente
porque era un arma de segundo ataque, mucho menos vulnerable a un
ataque por sorpresa que los bombarderos en sus aeródromos o los
misiles balísticos de las fuerzas aéreas en sus emplazamientos estáticos
en tierra.
Para desarrollar el Polaris tan rápidamente como lo hicieron,
Burke y Raborn tuvieron que asumir muchos riesgos, grandes y
pequeños, porque estaban desarrollando un tipo de submarino
totalmente nuevo para un tipo de misil balístico totalmente nuevo,
cuyo diámetro reducido era posible gracias a un tipo de ojiva nuclear
totalmente nuevo. Polaris solamente fue posible porque Burke creyó
en la promesa del excéntrico genio Edward Teller, «padre de la bomba
termonuclear», de que su equipo podría desarrollar una nueva ojiva
(W-47) de diámetro reducido y hacerlo rápidamente. Fue sobre esa
base que Burke rechazó el misil balístico de alcance medio Júpiter del
Ejército, que habría requerido submarinos mucho más grandes, para
desarrollar en su lugar el radicalmente diferente Polaris. Pero todo eso
ocurrió antes de la llegada del actual régimen regulador
estadounidense, que atrapa a todo el mundo en miles de normas y una
secuencia interminable de revisiones de programas (y agonizantes ree-
valuaciones por parte del servicio de compras) en nombre de la lucha
contra el despilfarro, el fraude y la mala gestión. En lugar de ser
honrados y alabados por un liderazgo audaz y exitoso, en la actualidad
los almirantes Burke y Raborn serían expulsa-dos del servicio por
asumir riesgos, y cada imperfección sería tachada de escándalo.
El informe de 2009 del interventor del Estado israelí, que ala-baba
y condenaba a la vez al BG Daniel «Danny» Gold, demuestra que Israel
también se ha dotado de autoridades solapadas que emiten
instrucciones contradictorias, así como de un gran número de
reglamentos que no aseguran gran cosa a la vez que impiden una
acción dinámica.
Pero en Israel los ataques enemigos casi diarios mantienen la
degeneración legalista y burocrática bajo cierto control, y se enviaron
las señales correctas cuando Gold no fue multado ni despedido, sino
honrado con el Premio de Defensa de Israel y ascendido como jefe de
toda la investigación y desarrollo de las FDI y del Ministerio de Defensa,
con asiento en las reuniones del Estado Mayor.
En 2019, el Ejército estadounidense adquirió las baterías Iron
Dome de Rafael para proteger sus bases en zonas disputadas. Fue un
último sello de aprobación, tras diez años de actividad operativa y la
interceptación de más de 2400 misiles y cohetes.
VIII.
LAS MUJERES DE LAS FDI
COMO INNOVADORAS

Desde el principio, el FDI fue único entre todas las Fuerzas Arma-das
del mundo porque el servicio militar obligatorio inaugurado con su
creación el 26 de mayo de 1948 se aplicaba tanto a las mujeres como a
los hombres.' En los peligrosos primeros meses de la guerra de la
Independencia, cuando muchos pueblos judíos fueron atacados por
sus vecinos árabes así como por bandas itinerantes, tanto hombres
como mujeres lucharon en grupos de defensa loca-les, haciendo lo que
podían con sus escasos rifles, pistolas y revólveres. Eso no era algo sin
precedentes en la historia de la humanidad; las mujeres siempre han
luchado junto con los hombres en la defensa de pueblos y ciudades
sitiados, siendo el vertido de aceite hirviendo (o agua más
probablemente) sobre los atacantes algo así como un cliché literario,
mientras que a otras se las representa espada en mano.2 Además, en
los años inmediatamente anteriores a la independencia israelí, la
propaganda soviética de guerra había dado mucha importancia a las
mujeres combatientes del Ejército Rojo-pilotos, francotiradoras,
ametralladoras, tripulan-tes de tanques y partisanas (ochenta y nueve
recibieron la condecoración de héroe de la Unión Soviética)- que eran
una pequeña minoría de los cientos de miles de mujeres del Ejército,
una vigésima parte más o menos de sus efectivos totales, que en su
mayo-ría eran enfermeras. La novedad de las FDI era que las mujeres
no eran excepciones para ser lionizadas como heroínas o relegadas a
papeles femeninos seguros (como en el caso de las conductoras del
Ejército británico de servicio doméstico de la Segunda Guerra Mundial,
por ejemplo), sino simples reclutas junto con los hombres, que por lo
tanto sirvieron en una gran variedad de papeles, incluyendo el combate
en las unidades de la Haganah que hicieron la transición a las fuerzas
terrestres de las FDI y en las fuerzas de ataque de élite de Palmaj. Sin
embargo, a medida que surgían fuerzas más organizadas de las FDI, las
mujeres soldados y oficiales, aunque seguían siendo entrenadas para
utilizar rifles y pistolas, fueron asignadas a funciones no relacionadas
con el combate como operadoras de radio, personal de cuartel general,
secretarias de oficina, almacenistas, contables y enfermeras militares.
El servicio militar obligatorio también era diferente porque las
mujeres servían durante periodos más cortos. Inicialmente el ser-vicio
era de veinticuatro meses para ambos sexos, pero gradual-mente el
servicio de los hombres se alargó a treinta, luego a treinta y seis meses,
y después se acortó de nuevo a treinta y dos meses. Otra diferencia es
que una proporción significativa de mujeres estaban legalmente
exentas, incluidas las casadas a los dieciocho años, lo que no es
infrecuente entre algunos grupos socio étnicos, y las que solicitaban la
exención por motivos ideológicos y podían cumplir unas condiciones
establecidas: una declaración convincente de que la solicitante no
puede servir por motivos de con-ciencia o por un «modo de vida
religioso», que se acepta si la solicitante «cumple las leyes del Kashrut
en casa y fuera de ella y no viaja en Shabat», siendo éstas prácticas
observables. Otra diferencia que perduró hasta 2001 fue que las
mujeres soldado y oficia-les seguían bajo la autoridad directiva y
disciplinaria del Cuerpo Femenino (sin importar en qué unidad
sirvieran). El cuerpo se encargaba de la inducción, la formación de
reclutas y los traslados entre las diferentes unidades de las FDI;
también gestionaba las unidades de soldados-maestras, que
aumentaban el número de maestras locales en los nuevos municipios
de inmigrantes y en las comunidades remotas.
El régimen posterior a 1949 cambió de un modo radical con la
expansión de las fuerzas de campaña tras la guerra de 1973, en a que
las fuerzas frontales de las FDI se vieron muy superadas en número por
la expansión de los ejércitos de campaña árabes. Por lo tanto, hubo que
encontrar personal para muchas más unidades de combate de primera
línea adelgazando todo lo demás: unida-des de servicio y logísticas,
comandos de apoyo, cuarteles genera-les y, lo más perjudicial, el
cuadro de instructores de las escuelas de formación grandes y
pequeñas. Incluso antes de eso, el coro-nel Avishai Katz, comandante
de la Escuela de Ingeniería Militar (acrónimo Bahalatz) Ba'had 14, había
iniciado en 1972 un nuevo programa que enrolaba a mujeres como
instructoras de combate. Su evidente éxito extendió la práctica a las
bases de entrena-miento de infantería y de blindados, y después a
todas las FDI.3Surgió una nueva política para emplear a mujeres
selecciona-das como instructoras capacitadas en todas las áreas,
incluyendo especialmente el entrenamiento de armas y vehículos
blindados.4Los reclutas masculinos de las FDI aprenden de las jóvenes
de entre dieciocho y veinte años habilidades especializadas y técnicas
que van desde el francotirador hasta la colocación de cargas de
demolición, el manejo de todas las radios de campo y sensores
variados, la artillería de campaña, las habilidades necesarias para las
tripulaciones de vehículos blindados de combate y mucho más. Iniciado
por la dura necesidad en la década de 1970, cuando Israel no disponía
de suficientes reclutas varones tanto para dotar de personal a sus
unidades sobre el terreno como para servir de instructores en todos
sus cursos de formación (cualquier fuerza militar con un entrenamiento
intensivo necesita muchos instructores), la práctica se institucionalizó
cuando las FDI descubrieron que las mujeres solían ser mejores
instructoras que los hombres, entre otras cosas porque podían
encontrar más fácilmente el equilibrio adecuado entre disciplina y
sensibilidad en el trato con los jóvenes reclutas.
Debido a que su propia formación es muy minuciosa y emplea
técnicas pedagógicas muy eficaces, las instructoras se ganan el respeto
de sus colegas masculinos de las FDI y la atención de sus alumnos
varones. Los jóvenes reclutas en su primer encuentro con armas
peligrosas, como las granadas de mano, se tranquilizan por la
familiaridad de las instructoras que lo hacen primero.
Los aspirantes a artilleros del enorme cañón de alta velocidad de
120 mm del tanque Merkava estándar pueden ver a su instructor junto
a ellos dentro de la apretada torreta del tanque apartando
despreocupadamente un mechón de pelo suelto mientras las tres
toneladas de acero del cañón retroceden explosivamente a cinco
centímetros de sus orejas derechas.6
Las necesidades de adiestramiento de las FDI son ciertamente
únicas: entre todas las Fuerzas Armadas del mundo es la única que
debe confiar en reclutas adolescentes para manejar incluso las armas y
los sistemas de apoyo más complejos, en lugar de los suboficiales
profesionales, técnicamente formados o con muchos años de servicio
de todas las demás Fuerzas Armadas. Por lo tanto, incluso antes de la
llegada de las mujeres examinadas individualmente y seleccionadas
para la formación de instructores, los métodos pedagógicos de las FDI
se consideraron muy cuidadosamente, con el fin de captar y retener la
atención de los jóvenes soldados y enseñarles lo que tienen que saber.
La llegada de las instructoras añadió un elemento de tensión de género
a la fuerza motivadora de la pedagogía establecida, ya que los jóvenes
reclutas varones se esforzarían al máximo para evitar fracasar delante
de sus instructoras.
El Cuerpo Femenino, que había afirmado el papel separado y
diferenciado de las mujeres, quedó cada vez más obsoleto a medida
que las mujeres servían como instructoras en todas las partes de las
FDI, y algunas iban más allá en funciones de apoyo al combate y luego
de combate. Roni Zuckerman, la primera mujer piloto de un caza,
recibió sus alas en 2001. Ese mismo año, tras años de importancia
decreciente, el Cuerpo Femenino fue finalmente abolido y sustituido
por la oficina radicalmente diferente del asesor de Asuntos de la Mujer
del jefe del Estado Mayor, encargado de potenciar el papel de la mujer
en todas las capacidades garantizando más oportunidades,
promoviendo entornos de unidad adecuados para las mujeres soldado
y asimilando a las mujeres a puestos de liderazgo militar en todos los
rangos. Pronto se presentaron voluntarias para todo tipo de funciones
en las fuer-zas terrestres, aéreas y navales, si no en combate directo,
salvo en unidades específicas, lo suficientemente cerca del campo de
batalla en funciones de apoyo, desde la artillería hasta la búsqueda y el
rescate mediante aerotransporte. Algunas instructoras aprovecharon
oportunidades para entrar en combate así, una instructora de
conducción de un vehículo blindado de transporte de tropas (APC)
pesado se unió a una operación en Gaza cuando los APC de su unidad
de entrenamiento fueron asignados para equipar a una unidad de
infantería que no tenía ninguno propio-.En lugar de enviar a las mujeres
soldado en masa a las unidades de combate existentes en busca de una
igualdad formal sin tener en cuenta los aspectos prácticos -las FDI viven
en condiciones duras, en tiendas de campaña o en cabañas, con duchas
al aire libre-, se crearon unidades de combate especialmente
estructuradas de mujeres y hombres soldado para proporcionar las
instalaciones necesarias, y también para acomodar las diferencias de
fuerza en la parte superior del cuerpo (los intentos de negar la fisiología
han causado altas tasas de lesiones entre las mujeres sol-dado de otros
ejércitos).
En 1995, la Guardia de Fronteras, administrativamente
dependiente de la Policía, pero operativamente a menudo bajo el
mando de las FDI, abrió las funciones de combate a las mujeres
reclutas, tanto como policía antidisturbios como en la infantería ligera
antiterrorista. Tras el éxito de la integración de mujeres combatientes
por parte de la Guardia de Fronteras, en el año 2000 se formó una
unidad de combate mixta: el 33.° Batallón de Seguridad Fronte-riza
Caracal, con más de un 50 % de mujeres en 2021. Sus soldados están
entrenados para patrullar las fronteras en busca de infiltra-dos
armados y contrabandistas de drogas y personas. Al asumir el papel de
seguridad fronteriza, el Caracal y otros batallones de infantería mixtos
permiten a las unidades de infantería de pri-mera línea (por ejemplo,
Givati, Golani) disponer de más tiempo de entrenamiento.
La dirección de las FDI, incluido el asesor de Asuntos de la Mujer
del jefe del Estado Mayor, había resuelto que, si las FDI iban a tener
mujeres soldado de combate, tendrían que ser realmente buenas
soldados, y Caracal, como primera unidad de combate mixta, tuvo por
tanto que ser puesta a prueba no en el sector más seguro posible, sino
todo lo contrario. De hecho, las mujeres y los hombres de Caracal
pronto tuvieron que luchar contra infiltrados

del ISIS bien armados procedentes del Sinaí. En un incidente, la


capitana Or Ben Yehoda dirigió a su compañía contra unos infiltrados
bien armados; resultó herida, pero su fuerza pudo matar a seis de ellos.
Una oficial y una francotiradora fueron condecora-das por su valentía y
actuación durante combates similares.
Pronto reconocido como un éxito, Caracal se convirtió en el
modelo de otros dos batallones mixtos de infantería ligera: Leones de
Jordania en 2014 y Batallón Chita en 2015. Muchas otras mujeres han
servido en funciones individuales de combate en unidades de artillería,
en unidades antiaéreas, en transporte y como pilotos de combate,
navegantes y oficiales en todas las ramas. Orna Bar-bivai, la primera
mujer con rango de mayor general (aluf) de las FDI -una de las pocas
generales de división de las fuerzas-fue ascendida a ese rango en junio
de 2011, cuando fue nombrada jefa del Departamento de Personal del
Estado Mayor.
El servicio obligatorio de las mujeres en las FDI fue una innovación
única al principio, en 1948, precisamente porque no era ni un remedio
a corto plazo para la escasez de mano de obra ni un truco
propagandístico, sino más bien un caso de aprovechamiento absoluto
de unos recursos humanos escasos. En un país en el que casi todos los
hombres aptos, salvo los más religiosos, sirven de uniforme -lo más
parecido a un servicio militar universal que se puede encontrar en
cualquier parte del mundo-, muchas mujeres no lo hicieron porque
eran hijas de familias tradicionalistas, en las que el servicio militar se
consideraba subversivo para la modestia que se esperaba de todas las
jóvenes. Una consecuencia involuntaria fue que las FDI se convirtieron
en las emancipadoras de un gran número de mujeres que se rebelaron
contra las nocivas costumbres del viejo país huyendo de casa a las
bases de recluta-miento para unirse a las mujeres laicas de su cohorte
de edad. Por la misma razón, algunas mujeres árabes, en su mayoría
cristianas, también se presentan voluntarias para servir en las FDI;
algunas de ellas, en funciones de combate.
IX.
DOCTRINA MILITAR E INNOVACIÓN

Cuando las FDI tuvieron sus comienzos en 1948 bajo la dirección del
primer ministro y ministro de Defensa del país David Ben-Gurion, el
Ejército británico era a la vez el detestado ex ocupante que se había
esforzado por desarmar a los judíos mientras se enfrentaban a ataques
mortales, y el modelo favorito de Ben-Gurion de un ejército apolítico
de toda la nación. Bajo el dominio británico, los judíos habían
construido gradualmente no un ejército clandestino, sino milicias
politizadas. La Haganah era con diferencia la más grande, controlada
por el partido socialdemócrata Mapai de Ben-Gurion.' Su fuerza de élite
ganadora de la guerra, el Palmaj, estaba dirigida en su mayoría por
miembros del partido Achdut Haavoda, más de izquierdas, entre los
que se encontraban el futuro primer ministro Isaac Rabin y el destacado
comandante de campo de la guerra de la Independencia Yigal Allon. Su
rival ideológico, el Irgún, estaba dirigido por el partido «revisionista»
de derechas.
En teoría, Ben-Gurion podría haberse convertido en un dictador,
dado que la milicia de su partido controlaba la mayoría de las zonas
judías del país. Sin embargo, para Ben-Gurion el control político de la
Haganah no representaba una ventaja que explota, sino más bien una
peligrosa confusión de papeles: era, implacablemente, un estatista
entre ideólogos. Como ministro de Defensa, además de primer
ministro, promovió por tanto a los que se habían alistado como
voluntarios en el Ejército británico en tiempos de guerra, en lugar de a
los recientemente victoriosos comandantes del Palmaj, «un
movimiento político juvenil en armas» que despreciaba las
formalidades militares e incluso los uniformes adecuados, cuya
inspiración anterior a 1948 fue la dirigida por los soviéticos partisanos
que habían luchado tras las líneas alemanas. Ben-Gurion, por el
contrario, quería fuerzas regulares de soldados disciplinados y
uniformados dirigidos por oficiales profesionales, como en el Ejército
británico.
Pero, cuando se trataba de métodos de combate, en particular
para las fuerzas terrestres, ni siquiera Ben-Gurion estaba impresionado
por el estilo de guerra británico, decididamente poco dinámico, que se
basaba en una potencia de fuego muy superior -aluviones de artillería
y bombardeos aéreos-para derrotar al enemigo por puro desgaste,
antes de los avances paso a paso de blindados e infantería para
apoderarse del terreno ganado con la potencia de fuego. Este método
era totalmente inútil para los israelíes porque requería fuerzas muy
superiores, con ventajas numéricas de tres a uno o más en hombres y
potencia de fuego, como en la batalla de El Alamein y, de hecho, en casi
todas las victorias británicas contra los alemanes. Por lo tanto, aunque
las FDI debían copiar las formas no políticas y las ideas organizativas del
Ejército británico, no podían copiar su estilo de combate y sus métodos
operativos, porque tenían que ser capaces de ganar como habían
ganado en 1948, incluso en inferioridad numérica y de potencia de
fuego. Sólo una guerra de maniobras ágil podía sortear, infiltrarse,
dislocar, confundir y desorganizar a fuerzas enemigas muy superiores
mediante audaces acciones por sorpresa o actuando y reaccionando
más rápido de lo que podía hacerlo el enemigo. Obviamente, esto
requería mandos de pensamiento rápido dispuestos a asumir riesgos,
el tipo de personas que lideran la innovación en tiempos de paz.
Los comandantes del Palmaj eran los adecuados para la tarea; sus
tácticas rápidas y fluidas, sus audaces métodos operativos en la guerra
de la Independencia ejemplificaban la guerra de maniobras en su
máxima expresión. Las unidades del Palmaj habían ganado sus batallas
en 1948-1949 con algunas heroicas y muy costosas luchas cuerpo a
cuerpo (algunas, a cargo de quinceañeros), pero sobre todo con
ofensivas audaces y rápidas que superaban a las fuerzas árabes, que al
principio eran más grandes y estaban mejor equipadas, pero que se
vieron fatalmente frenadas por las rígidas cadenas de mando
descendentes.' En otras palabras, el estilo de guerra del Palmaj se
situaba en el extremo «comando» de la guerra de maniobras,
dependiendo más de la velocidad y la sorpresa que, de la potencia de
fuego o la masa, y eso siguió siendo así incluso cuando las fuerzas
combinadas de tres brigadas separadas del Palmaj pudieron montar
grandes operaciones en los últimos meses de la guerra junto con
unidades regulares de las FDI.
Aunque el destacado comandante de campo del Palmaj Yigal
Allon, que había dirigido todas las campañas importantes de la guerra,
abandonó las FDI después de la guerra para dedicarse a la política,
otros oficiales del Palmaj permanecieron en las FDI para propagar su
ética y sus métodos. También había otros oficiales que no pertenecían
al Palmaj pero que, sin embargo, favorecían sus métodos, entre los que
destacaba Moshe Dayan, un ejemplo del estilo de movimientos rápidos
de guerra en 1948 como coman-dante de un batallón de jeeps, luego
en la campaña del Sinaí de 1956 como jefe del Estado Mayor y en la
guerra de 1967 como ministro de Defensa. En esta fase temprana del
surgimiento de las FDI, una inspiración fue la caballería de movimientos
rápidos del Ejército Rojo en su mejor momento durante las últimas
fases de la guerra civil rusa, comunicada al Palmaj por su figura más
alta, Yitzhak Sadeh, un veterano condecorado y comandante de
compañía en el Ejército Imperial Ruso.8 También muy admirada en los
primeros años de la posguerra fue la guerra partisana soviética en los
territorios ocupados por Alemania, combatida por voluntarios variados
bajo el liderazgo de oficiales del Ejército soviético. Pero sólo un puñado
de partisanos judíos sobrevivió para llegar a Israel y describirla con
algún detalle, por lo que influyó sobre todo en las canciones de marcha
del Palmaj y en sus no uniformes, incluido el uso de calcetines de lana
de punto como tocado. Pero lo más importante era la noción de que la
velocidad en la decisión y la acción puede pesar más que la masa;
fundamental para el Palmaj, siguió siéndolo para las FDI. Otra fuente
de la cultura militar del Palmaj fue la teoría y la práctica del brillante
excéntrico y posterior comandante de campo Orde Charles Wingate, el
más raro de los pájaros como oficial británico pro judío en Palestina.
Formando una unidad mixta temporal británica-judía para operaciones
de contraguerrilla en 1938, enseñó a sus discípulos, sobre todo a Yigal
Allon y Moshe Dayan, que la mejor forma de derrotar a los enemigos
es mediante incursiones repentinas, con la importantísima sorpresa
obtenida mediante duras marchas nocturnas por caminos inesperados
o mediante emboscadas que logran la sorpresa mediante un
posicionamiento sigiloso y una paciencia estoica. La fórmula de
Wingate no podía ser aplicada por soldados obstinadamente
obedientes, y mucho menos renuentes. Requería combatientes muy
motivados, bien entrenados y en buena forma física, pero no muchos
de ellos, porque con la sorpresa incluso un número pequeño podía
ganar. De este cálculo, respaldado por la aceptación de extenuantes
ejercicios de entrenamiento, aún perpetua-dos en las largas marchas
de las FDI, surgió el elemento comando en las operaciones Palmaj. Esto
a su vez inspiró la propia cultura de asalto de las FDI, iniciada en
pequeña medida con la única Unidad 101 pero desarrollada a lo largo
de los años en un espectro de diferentes unidades de comandos, cada
una especializada en una tarea o en varias. Sobre todo, en las FDI el
elemento comando -la guerra de maniobras en su máxima expresión-
no es periférico como en otros ejércitos, porque muchos oficiales
superiores son ascendidos desde las unidades de comandos.
Así, dos doctrinas militares radicalmente diferentes influyeron en
la formación de las FDI: la doctrina británica, sistemática y a veces
pesada, que minimizaba los riesgos, pero también las ganancias, y el
estilo de guerra de maniobras Palmaj, de alto riesgo y alto precio, que
trataba de explotar la sorpresa para derrotar a muchos con pocos.
De ello se deduce que, cuando los forasteros sugerían la adopción
de algún nuevo método táctico u operativo, sus sugerencias no podían
rechazarse de plano porque chocaban con dos doctrinas oficiales que
se contradecían entre sí. En cuanto terminó la guerra de la
Independencia con el armisticio de 1949, las FDI intentaron mejorar la
formación profesional de sus oficiales superiores, aún jóvenes,
enviándolos a estudiar a escuelas de guerra europeas o a universidades
ocasionales. Así, Moshe Dayan, futuro jefe del Estado Mayor y ministro
de Defensa, asistió en 1952 a la Escuela de Oficiales Superiores del
Ejército británico en Devizes, de tres meses de duración, cuando ya
había mandado fuerzas en la guerra, negociado un armisticio y dirigido
un mando de zona. Aunque el soldado-sirviente personal (batman) que
le despertaba cada mañana con té y le lustraba los zapatos asombraba
a Dayan, le gustó bastante la forma en que los problemas eran
planteados y resueltos por los experimentados instructores de batalla.
Por el contrario, el mariscal de campo Bernard Law Montgomery de El
Alamein visitaba a veces Devizes para enseñar el «método Mont-
gomery» de ganar batallas, empezando por la acumulación de fuerzas
de artillería, blindados e infanterías enormemente superiores no muy
útil para los oficiales de las FDI que tuvieron que aprender a luchar en
inferioridad numérica y ganar-.
Otros oficiales de las FDI enviados a escuelas de personal y escuelas de
guerra británicas o francesas agradecieron la distracción en una época
en la que viajar al extranjero era un lujo inalcanzable para la mayoría
de los israelíes, pero informaron de que aprendieron muy poco que
fuera útil: las tácticas y métodos operativos sugeridos eran demasiado
rígidos y burocráticos para los improvisados israelíes, y presumían de
armas y potencia de fuego muy por encima de los medios de Israel. Ezer
Weizman, que ya era un exitoso piloto de combate y futuro
comandante y presi-dente del aire, fue enviado en 1951 al Royal Air
Force Staff College de la RAF de Andover, donde también llegó a la
conclusión de que era importante no aprender de los demás. Pero los
jóvenes comandantes israelíes sí aprendieron métodos de
planificación, cálculos logísticos y procedimientos ordenados de
trabajo del personal útiles para las FDI, a menudo demasiado
informales y demasiado improvisadoras. La antipatía extrema tampoco
podía negar por completo las virtudes evidentes de ese otro modelo, el
estilo alemán de guerra de maniobras rápida y fluida, impulsada por un
liderazgo ascendente desde el frente, a su vez posible gracias a la
invención por parte del Estado Mayor prusiano de supervisar pero no
intervenir en el cuartel general de alto nivel,cuyos oficiales del Estado
Mayor sólo debían intervenir para coordinar las fuerzas separadas que
avanzaban bajo sus propios lideres oportunistas si estaban a punto de
chocar o cuando podían converger contra el enemigo. En aquel
momento, la expresión más reciente de ese estilo de guerra eran las
campañas de guerras relámpago de 1939-1943, en las que columnas
de infantería transportada en camiones y encabezada por tanques
avanzarían lo más rápidamente posible, sorteando cualquier
resistencia local fuerte en lugar de detenerse a combatirla, a menos
que el enemigo pudiera ser dispersado rápidamente por fuego de
artille-ría o ataques aéreos muy concentrados.
Aunque la mayor parte del ejército alemán de la Segunda Guerra
Mundial estaba formado por infantería a pie y artillería tirada por
caballos más que por fuerzas acorazadas, mientras que la capacidad de
bombardeo de la Luftwafe no era grande para los estándares
angloamericanos posteriores, la propaganda de la época muestra
columnas de tanques avanzando a toda prisa y oleadas de
bombarderos en picado Stuka descendiendo sobre los objetivos. Esa
tergiversación era en realidad la esencia misma de la guerra relámpago,
en la que el enemigo debía ser sorprendido para que se retirara en
tromba, con el pánico compensando la falta de mucho blindaje o
potencia de fuego del ejército alemán. (Una vez que los rusos
adquirieron ambos en grandes cantidades, se acabó la treta.) Hubo
importantes lecciones en esto para las FDI, que tuvieron que aprender
tanto a explotar los efectos psicológicos como a no confiar demasiado
en ellos.
Otra dimensión de la guerra al estilo alemán es muy anterior a los
nazis y a la guerra relámpago: el cuidadoso cultivo de las habilidades
tácticas en serios cursos de entrenamiento, que fue la fortaleza más
duradera del ejército alemán, persistiendo incluso cuando la
superioridad de potencia de fuego y todo lo demás esta-ban perdidos.
Incluso en las últimas semanas de la Segunda Guerra Mundial, una
unidad de infantería alemana que mantuviera una posición en la que
aún quedaran algunos suboficiales experimentados y suficiente
munición para sus ametralladoras era un objeto inamovible incluso con
una enorme superioridad de potencia de
fuego. Más concretamente, las tácticas alemanas tenían el efecto
de convertir la defensiva en algo parecido a la ofensiva buscando todas
las oportunidades para contraatacar, aunque sólo fuera con un puñado
de soldados; en la ofensiva, en cambio, lo más importante era
encontrar la forma de llegar por detrás de la fuerza ene-miga en lugar
de hacerla retroceder con ataques frontales. Ésa era la doctrina de
ataque/defensa que necesitaban las FDI para sacar partido de sus
brillantes soldados y de la intensidad de entrena-miento posible con un
servicio militar prolongado.
En 1924, mucho antes de que nacieran las FDI, tres miembros de
la Haganah viajaron a Alemania para ser entrenados personalmente
por Paul Emil von Lettow Vorbeck, el extraordinario comandante
alemán que había sido entrenado como oficial militar prusiano regular
para la guerra en Europa, pero que luego logró victorias guerrilleras
imposibles como comandante en África Oriental.'2 Con el África
Oriental alemana bloqueada desde agosto de 1914, von Lettow no
recibió más suministros ni refuerzos. La rendición ante las superiores
fuerzas británicas que subían desde Sudáfrica era la única opción
realista, pero von Lettow avanzó, retrocedió y contraatacó de nuevo
muchas veces durante los cuatro años y medio siguientes, rindiéndose
sólo el 23de noviembre de 1918, dos semanas después de la rendición
oficial alemana. Con un puñado de oficiales alemanes y las tropas
africanas que a menudo entrenó personalmente a lo largo de la guerra,
con Lettow había librado con éxito una guerra de incesantes maniobras,
abasteciéndose mediante infinitas improvisaciones, incluida la
producción de su propia pólvora.
La improvisación, sobre todo la de conseguir equipos y suministros
que no se entregaran sin más, era un arte que von Lettow podía
enseñar a raudales, junto con la idea central e inusual de que la
ofensiva era la única postura adecuada para una fuerza inferior,
atributos que tanto la Haganah preestatal como las primeras FDI
necesitarían desesperadamente. Y los visitantes de 1924 también
podían aprender mucho del Reichswehr, el ejército alemán posterior al
armisticio limitado por tratado a 100.000 efectivos en total (con otros
15.000 para la armada) y severamente restringido en equipamiento
(por ejemplo, sin tanques). Tuvo que hacer mucho
con poco, sobre todo formando a cada soldado hasta el nivel de
instructor para hacer factible una rápida movilización de civiles.13
El propio curso de oficiales de la Haganah comenzó en 1937bajo
la dirección del totalmente autodidacta Yosef Avidar, que se basaba en
las revistas militares para mantenerse al día del pensamiento militar
europeo." Imaginaba un pequeño ejército de líderes bien entrenados,
similar al Reichswehr, en el que cada soldado estaría entrenado al
menos hasta el nivel de sargento. Avidar sostenía que los textos
alemanes eran los mejores, pero también se basaba en publicaciones
soviéticas, británicas y polacas.'5 Muchos futuros lideres de las FDI
fueron aprendices de Avidar; entre ellos, Moshe Dayan y Yigal Allon. Y
aunque las unidades de la Haganah eran muy pequeñas, Avidar
entrenó a sus alumnos para coman-dar batallones e incluso brigadas,
lo que fue una suerte porque en los combates de 1948, las recién
nacidas FDI pasaron de combatir en pelotones de treinta a hacerlo en
brigadas combinadas de miles de personas en sólo unos meses.
A la hora de estructurar el Estado Mayor de las FDI, su alto mando,
el modelo de Ben-Gurion fue de nuevo británico, pero también se vio
influido por las recomendaciones de otra influencia extranjera, el
coronel recién retirado del Ejército estadounidense Fred Harris-
Grunich, que defendía, por ejemplo, que la rama de inteligencia debía
estar separada del Staf general, como en el Ejército de EE. UU.'7 Otra
influencia en la estructura de las FDI fue el impacto de los voluntarios
en tiempos de guerra de las fuerzas británicas, incluidos los que se
habían convertido en pilotos de la Royal Air Force. Presionaron a favor
de una fuerza totalmente independiente como la RAF, que fue la
primera fuerza aérea en convertirse en un servicio separado en una
época en la que los ejércitos y las armadas de otros países tenían cada
uno su propia rama aérea, y no había una fuerza aérea independiente
en cualquier lugar. Esa exigencia fue rechazada, pero, como solución de
compromiso, se concedió al Heyl Avir, o Cuerpo Aéreo, un estatus
superior al de la artillería o el blindaje porque se le permitió tener su
propio cuartel general de mando, aunque seguía subordinado al Estado
Mayor. Se encontró una solución similar para el Heyl Hayam, el Cuerpo
Marítimo de las FDI.18 Todo tuvo que hacerse con poco dinero y mucha
prisa, ero los oficiales que diseñaron las FDI pieza a pieza estaban bien
informados sobre la organización de los Estados Mayores de las fuerzas
occidentales, y trataron de escoger entre sus componen-tes para
diseñar una organización de cuarteles generales que se adaptara a las
circunstancias especiales de las FDI, incluida la necesidad de depender
en gran medida de las reservas y hacer frente a escaseces extremas. En
septiembre de 1947, seis meses antes de la creación de las FDI, un
veterano del Ejército británico, el mayor (retirado) Haim Laskov, se
propuso traducir más de treinta manuales de entrenamiento británicos
y redactó programas de cursos basados en ellos.'' Lo que no se pudo
aprender del Ejército británico se aprendió de otros ejércitos, en
particular del suizo y del finlandés por su modelo de ejército de reserva,
al que se añadió el reclutamiento femenino en respuesta a la extrema
escasez de personal apto.
Finalmente, cuando algunos oficiales de las FDI visitaron los
Ejércitos estadounidense y francés en la década de 1950, quedaron
asombrados por su magnitud y sus tradiciones, pero poco
impresionados por sus métodos.2° Cuando las FDI empezaron a
desarrollar fuerzas blindadas, el interés por las operaciones blindadas
alemanas se centró en sus métodos y tácticas en el desierto occidental,
que se asemeja al Negev y al Sinaí tanto en el terreno como en el clima.
Uri Ben Ari, uno de los fundadores del Cuerpo Blindado de las FDI, nació
en Berlín y hablaba alemán como lengua materna. Leyó los manuales
originales alemanes de guerra blindada y realizó varias pruebas para
tratar de determinar si se adaptaban a las necesidades de las FDI. Fue
principalmente gracias a su trabajo que las FDI adoptaron, entre otras
cosas, tácticas blindadas basadas en doctrinas de combate alemanas
en lugar de bri-tánicas.22 Tras el establecimiento de relaciones
diplomáticas con Alemania Occidental en 1965, las FDI incluso enviaron
-no sin vacilar- a oficiales a estudiar en la Escuela de Comando y Estado
Mayor de Alemania.23 El rápido avance de las fuerzas blindadas de las
FDI en el Sinaí en la guerra de 1967 evocó, sin duda, recuerdos de la
guerra relámpago alemana, En cuanto a la doctrina naval, Israel
necesitaba algo bastante inusual, porque no tenía ningún buque de
combate ni ninguna perspectiva de adquirir ninguno, mientras que
Egipto tenía varios. Como ya se ha señalado, en gran parte gracias a
Yohai Ben-Nun, se encontró una respuesta en los hombres rana de
combate italianos de gran éxito en la Segunda Guerra Mundial, que
utilizaban máscaras, aletas y tanques de aire recién inventados de
buceadores aficionados, y sus propios inventos de torpedos
tripulados, lanchas explosivas y minas lapa magnéticas, para hundir
varios buques de guerra británicos importantes. Ben-Nun puso en
marcha la fuerza de comandos marítimos Shayetet («Flotilla»)13, para
la que aportó equipos de submarinismo y de submarinistas italianos
excedentes de guerra, junto con el experto italiano Fiorenzo Capriotti,
veterano de la famosa y tristemente célebre Decima MAS (cuyas tropas
terrestres fueron culpables de muchas atrocidades) con la aprobación
de Ben-Gurion.
Capriotti empezó a entrenar a sus alumnos israelíes con la téc-nica
más sencilla: botes explosivos, en los que el truco consistía en
mantener el rumbo hacia el buque objetivo, saltando de él sólo en el
último momento. Antes de terminar el entrenamiento, los alumnos
pusieron a prueba sus habilidades el 22 de octubre de 1948, cuando el
buque insignia egipcio Amir Farouq y un barco de escolta fueron
detectados navegando cerca de la costa de Gaza. Ben-Nun y otros tres
alumnos de Capriotti entraron en acción, hundiendo el Amir Farouq con
sus 500 tripulantes y dañando gravemente el buque de escolta.
Capriotti tenía muchas ganas de participar, pero sus alumnos se
negaron, para su gran frus-tración.26 Ben-Nun, que conducía el barco,
continuaría siendo el innovador naval de Israel al conceptualizar una
armada formada por lanchas misileras pequeñas pero muy capaces,
armadas con el misil Gabriel que él inició.
Así, con las tradiciones militares británicas, la guerra de maniobras
alemana, la guerra naval asimétrica italiana, los métodos de comando
de Wingate y las variaciones autóctonas de todo lo anterior, las FDI no
empezaron con una doctrina militar coherente y nunca llegarían a
tenerla. Tampoco las mentes dirigen-tes de las FDI suscribieron nunca
la idea de que la planificación a largo plazo, basada en previsiones del
entorno estratégico a diez años vista y más, pudiera guiar el desarrollo
de las FDI. En la interminable agitación de Oriente Próximo, incluso los
planes quinquenales se ven pronto superados por los acontecimientos,
de modo que cualquier programa plurianual ordenado por la mecánica
de las adquisiciones requiere pronto cambios y adaptaciones: el
eslogan de las FDI de que «los planes no son más que una base para los
cambios» está ciertamente validado por los antecedentes. En 2003 se
inició un plan quinquenal de construcción de fuerzas; tras la segunda
guerra del Líbano de 2006 se desechó la mayor parte para seguir un
enfoque completamente distinto, pero ese plan se detuvo a mitad de
camino por problemas de financiación. Tras un periodo de indecisión,
se formó un nuevo plan que también incurrió en problemas de
financiación que acaban de remediarse cuando las revueltas árabes de
2011 eliminaron la amenaza militar siria y cambiaron en gran medida
el escenario árabe. Eso, a su vez, impulsó un nuevo plan parecido al de
2003, hasta que los combates de Gaza del verano de 2014 revelaron las
limitaciones del plan, lo que acabó impulsando un nuevo plan Gideon
de innovaciones radicales lanzado en julio de 2015,seguido en 2019 con
otro nuevo plan, Tnufa, para explotar las capacidades tecnológicas
emergentes.27 Sin una doctrina militar coherente, y sin planes de
creación de fuerzas que duren lo suficiente como para que importen,
no hay un conjunto de ideas controladoras, una ausencia que inquieta
a algunos pero que sin duda deja la puerta abierta de par en par a
nuevas ideas en las FDI-ideas de cualquier parte, lo que, sin duda,
favorece la innovación-.
X.
DEL TRIUNFO AL FRACASO
EN EL AIRE,1967 Y 1973

Cuando las ambiciones superan los medios disponibles, las personas


sensatas las recortan, pero en la década de 1960 los israelíes,
enfrentados al rápido crecimiento de las fuerzas militares árabes que
les rodeaban, abastecidas por los soviéticos, no podían permitirse ser
sensatos. En lugar de aceptar sus limitaciones, se lanzaron a intentar
encontrar soluciones fuera de lo común, prefiriendo el riesgo del
fracaso a la mansa aceptación de realidades infelices. David Ben-Gurion
nunca podría haber estado de acuerdo con Otto von Bismarck en que
«la política es el arte de lo posible» cuando se propuso construir un
Estado sin un ejército que lo defendiera, un ejército que sólo un Estado
podía construir. Los israelíes de uniforme, desde los soldados rasos
hasta los generales de división, son como los demás israelíes en ese
sentido, sólo que más, y prefieren rutinariamente asumir riesgos a
conformarse con lo inaceptable.
Allá por 1956, cuando el Heyl Avir aún operaba cazas P-51Mustang
con motor de pistón para complementar su escaso total de sesenta
reactores variados, se encontró una nueva misión para ese avión
famosamente versátil el primer día de la campaña del Sinaí, el 29 de
octubre.' Interrumpiría las comunicaciones egipcias cortando las líneas
telefónicas tendidas de poste a poste por toda la península. Cuatro
Mustang fueron equipados especial-mente para la tarea atando cables
a sus colas lastrados para formar ganchos en vuelo.2 Pero ese
dispositivo falló cuando los cables simplemente se cayeron. En lugar de
rendirse, los pilotos cortaron las líneas telefónicas con sus hélices y
alas, añadiendo más riesgo a una misión ya de por sf arriesgada,
volando tan cerca del suelo.
Para los aviadores, la única respuesta posible a la falta de medios
-asegurada por la persistente negativa estadounidense a vender
aviones de combate a Israel- era encontrar la forma de hacer mucho
más con menos.3 En la misma campaña del Sinaí de 1956, el 103.°
escuadrón de Elefantes Voladores que agrupaba el minúsculo
inventario israelí de aviones de transporte entregó351 paracaidistas en
el paso de Mitla, en el Sinaí occidental, en el movimiento de apertura
de la campaña, un raro salto de combate en lo más profundo del
territorio controlado por el enemigo.4 (La copiloto del avión de cabeza
fue la primera mujer piloto de combate de Israel, Yael Rom). Había tan
pocos transportes que de los diez C-47 Dakota, la versión militar del
omnipresente DC-3, siete tuvieron que ser prestados en el último
momento por los franceses, entonces aliados polivalentes de Israel.
Fue con este trasfondo aventurero con el que las fuerzas aéreas
de la década de 1960 abordaron el objetivo aparentemente imposible
de la operación Moked («Enfoque»): destruir la totalidad del poder
aéreo enemigo desde el principio, para anular la superioridad numérica
árabe en el aire, impedir el bombardeo de la reta-guardia civil israelí y
permitir el uso de los aviones de combate israelíes supervivientes para
apoyar a las fuerzas terrestres. Se trataba de una empresa que requería
exactamente lo contrario de la improvisación al estilo israelí de esperar
lo mejor, que exigía en cambio un esfuerzo implacablemente
sistemático y global para superar todos los impedimentos a una
ofensiva aérea destinada a destruir el número necesario de aviones en
cada uno de los muchos aeródromos diferentes en el menor tiempo
posible, y hacerlo con una fuerza aérea sencillamente demasiado
pequeña para la tarea. Para los improvisados israelíes fue necesario un
ver-dadero cambio cultural para alcanzar una disciplina operativa lo
suficientemente intensa como para lograr siempre niveles extremos de
rendimiento. Entrenar implacablemente según normas precisas, sin
tolerancia a las desviaciones, era ajeno a la mentalidad israelí
imperante. Pero se hizo.
Cuando los planes Moked se perfeccionaron finalmente justo a
tiempo para la guerra que comenzó el 5 de junio de 1967, Israel podía
contar con un gran total de 203 aviones de ataque de todos los tipos.5
Sus cargas útiles oscilaban entre apenas 500 kilos y un máximo de 4000
kilos en los rangos de combate requeridos, con el pilar Mirage IIICJ
limitado a 3000 kilos.6Esa aritmética gene-raba una carga
armamentística total combinada por salida equivalente a la de tan sólo
cinco bombarderos B-52, una comparación pertinente porque Moked
era esencialmente un plan de bombardeo, en el que el combate aéreo
sólo tendría lugar si las cosas iban mal, una eventualidad para la que no
se podía prever nada adecuado porque sencillamente no había
suficientes aviones para una defensa aérea seria también. Cuarenta y
cuatro aviones de entrenamiento Fouga Magister armados con diez
cohetes se utilizaron para apoyar a las fuerzas terrestres, mientras que
los aviones de ataque se centraron en Moked.
Las FDI estaban muy superadas en número en comparación con
las fuerzas aéreas combinadas egipcias, jordanas y sirias (544aviones
de combate frente a los 203 de Israel), y más cuando también intervino
Irak con otro centenar de aviones. Pero esto era menos problema para
Moked que el gran número de bases aéreas que había que atacar
simultáneamente. Sólo Egipto contaba con un total de dieciocho:
cuatro justo al otro lado de la frontera en el Sinaí, tres más alejadas a
lo largo del canal de Suez, seis en el delta del Nilo por encima de El Cairo
y cinco a mayor profundidad en Egipto, la más importante de las cuales
era la base de Beni Suef que albergaba treinta bombarderos medios
Tupolev-16(Tu-16), la fuerza de ataque más potente de Oriente
Próximo con una carga útil combinada de 270 toneladas métricas,
mayor por sí sola que el total de Israel.8 Además, los sirios, que con
toda seguridad entrarían en guerra, operaban cinco bases aéreas,
Jordania tenía dos bases e Irak tenía una al alcance de los
cazabombarderos israelíes cerca de la estación de bombeo del
oleoducto H-3. Así pues, durante el primer día de una futura guerra, las
fuerzas aéreas israelies tendrían que atacar un total de veintiséis bases
aéreas en cuatro países diferentes.
El plan preveía un ataque total: el 5 de junio, cuando los caza-
bombarderos partieron hacia un destino incierto, sólo se dejaron doce
Mirage en alerta de defensa aérea, para que sirvieran como fuerza
desesperada de último recurso en caso de que Moked fracasara (se
enviaron cuatro con otros ocho esperando en la línea de vuelo, listos
para unirse a las siguientes oleadas de bombardeos, o bien despegar,
lanzar las bombas y enfrentarse a los cazas enemigos entrantes si era
necesario). Quince aviones de entrenamiento ligeramente armados,
Fouga Magister con cohetes, se emplearon para reforzar la fuerza de
ataque inicial: atacarían varios rada-res egipcios menos defendidos."
Tras la primera oleada, se perdería la sorpresa, y la segunda oleada se
enfrentaría a un enemigo alerta. Era evidente que los aviones de la
segunda oleada que llegaran cargados de bombas serían, por tanto,
desesperadamente vulnerables a cualquier caza sin carga pilotado por
cualquier piloto pasablemente competente. Así que era fundamental
maximizar el número de bases atacadas en la primera oleada tanto
como elegir qué bases atacar.
Maximizar el número de bases exigía atacar con menos aviones
por base. Esto significaba menos aviones egipcios alcanzados por
ataque, lo que permitía que otros tomaran posiciones; así que había
que inmovilizar en tierra a todos los aviones egipcios de estas bases
para evitar que tomaran posiciones tanto durante la primera oleada
como más tarde en la segunda. El remedio sencillo era bombardear
todas las pistas de cada base atacada en las prime-ras pasadas de la
primera oleada. Por eso se dijo a Inteligencia que hiciera grandes
esfuerzos por averiguar la naturaleza exacta de las diferentes pistas: su
vulnerabilidad a las bombas está en función de la naturaleza y la calidad
de su construcción. Pero el problema obvio con ese remedio obvio era
que las pistas de cemento son objetivos difíciles para cualquier cosa
que no sea un bombardeo en picado con bombas pesadas, porque en
inmersiones menos profundas las bombas son propensas a
escabullirse, mientras que las bombas pequeñas pueden simplemente
dejar marcas en las pistas de forma fácilmente reparable; en 1967 los
rellenos de cemento de secado rápido y los listones de aleación ligera
eran estándar para todas las fuerzas aéreas.
Por lo tanto, el remedio no era una cura porque, con tantas pistas
que atacar, destinar suficientes armas para incapacitar-las, incluso a un
ritmo mínimo de ocho bombas de 500 libras por cada una, requeriría
unas 60.000 libras, lo que disminuiría drásticamente el número de
objetivos que se podrían atacar en la primera oleada. La solución fue la
única innovación tecnológica genuina de Moked, inventada por los
ingenieros israelíes sólo en 1966: un tipo completamente nuevo de
bomba rompedora de pistas que pesaba sólo setenta kilos y, por tanto,
tenía un coste muy bajo en carga útil, pero aún así podía hacer estallar
un cráter de hasta 5 metros de diámetro y hasta 1,5 metros de
profundidad -demasiado profundo para ser parcheado de forma útil-
.Esta bomba PaPaM (Ptsatsa Poretset Masloolim, «bomba que penetra
en la pista de aterrizaje») superaba las limitaciones de su pequeña
potencia explosiva porque, primero, se lanzaba en vuelo nivelado a la
baja altitud de 300 pies (100 metros); su impulso hacia delante se
detenía entonces mediante un pequeño freno de paracaídas, con lo
que se inclinaba hacia la pista con la gravedad, momento en el que un
pequeño cohete se encendía para propulsar la bomba profundamente
en el suelo, incluso a través del hormigón, con la explosión retardada
durante seis segundos para un daño máximo.'2 Todo parece demasiado
complicado para que funcione, pero destrozó las pistas de aterrizaje
más allá de una reparación rápida.
Otra munición experimental, conocida informalmente como Olar
Khad («navaja afilada») era mayor que PaPaM, pero no estuvo
operativa a tiempo para Moked.'3 Estaba destinada a tener una curiosa
vida posterior porque fue persistentemente identificada erróneamente
incluso por historiadores reputados como el mucho mayor cazacarros
francés Matra Durandal (BLU 107 en servicio en EE. UU.), que sí era muy
eficaz. Pero su inconveniente para los planificadores del Moked era que
todavía no existía en 1967, y sólo entró en servicio diez años más tarde.
Se decidió atacar a los aviones estacionados sólo con cañones,
para poder dedicar toda la limitada carga de bombas a golpear las
pistas y asegurarse de que quedaban herméticamente bloquea-das, lo
que permitiría atacar más bases simultáneamente. Los aviones no
destruidos en la oleada inicial no podrían despegar y podrían ser
atacados más tarde. Todos los cazas israelíes, excepto los Ouragan,
montaban un par de cañones de 30 mm, los formidables DEFA 552
franceses. Cada uno llevaba 125 potentes cartuchos de 30 mm (los
británicos tenían el igualmente formidable ADEN; ambos eran copias
del Mauser MG 213C alemán, el primer cañón aéreo de revólver).
Incluso un solo impacto de 30mm en el blanco podía inutilizar un avión,
y un segundo podía destruirlo, por lo que las escasas cargas de bombas
podían complementarse poderosamente con ataques de
ametrallamiento. Los Ouragan montaban cuatro cañones de 20 mm
cada uno, suficientemente potentes, aunque menos letales que los
DEFA 552. Aunque los cañones eran franceses, al igual que los cazas
que los montaban, en el caso de los Mirage III no habría habido cañones
de no ser por la obstinada insistencia de los israelíes, ya que los
franceses (al igual que los estadounidenses y británicos de la época)
consideraban que los cañones eran obsoletos para los cazas
ultramodernos armados con misiles.
En el bando israelí, como ya se ha señalado, quienes tomaban las
decisiones eran pilotos de cazas, no ingenieros. En sus ejercicios habían
aprendido que los cazas supersónicos no podían enfrentarse entre sí a
velocidades supersónicas, porque los pilotos humanos no podían ver
sus objetivos y guiar sus aviones contra ellos a esas velocidades. Los
misiles existentes no eran lo suficientemente eficaces para compensar
estas deficiencias. De ello se deducía que la mayoría de los duelos
aéreos seguirían librándose a distancias más cortas, lo que permitía el
uso de cañones, que además eran mucho más baratos por disparo, así
como útiles y de hecho necesarios para ametrallar objetivos en tierra.
En 1967, la insistencia de los israelíes en disponer de cañones en todos
sus aviones dio sus frutos estratégicamente. Sin embargo, la primera
lección para todas las fuerzas aéreas fue construir hangares
fuertemente protegidos para sus aviones, de modo que en el futuro
sólo las bombas especiales pudieran penetrar y destruir los aviones que
se encontraban en su interior. Para atrapar el mayor número posible de
aviones egipcios en tierra en el ataque inicial, el momento exacto de la
hora H, cuando debía lanzarse la primera bomba, dictó el momento de
todas las demás acciones de esa mañana. Según la sabiduría militar
común, la hora H debía ser al amanecer o al atardecer, cuando los
aviones que se acercaban a los objetivos serian menos visibles. Se
consideraron ambas opciones, pero el oficial de inteligencia aérea
Yesha-yahu Bareket no estaba de acuerdo, porque todo el mundo
conocía esta teoría y, por tanto, las fuerzas aéreas árabes estaban
habitualmente alerta a esa hora con algunos aviones en el aire y otros
listos para el despegue. Reunió a sus analistas de inteligencia, en su
mayoría jóvenes reclutas de diecinueve a veintiún años, para conocer
su opinión. Basándose en un conocimiento detallado de la rutina diaria
de la fuerza aérea egipcia, a un joven de diecinueve años se le ocurrió
la idea de una hora H a las 08:00, porque era entonces cuando los
pilotos egipcios en servicio de vuelo hacían tradicionalmente una pausa
para desayunar tras su rutinario alerta al amanecer y su vuelo de
entrenamiento a primera hora de la mañana. Bareket logró convencer
a Moti Hod, comandante de la FAI, imponiéndose así a la opinión
mayoritaria en el cuartel general. Así, la decisión de planificación más
importante, la hora H, fue sugerida por un cabo de diecinueve años. 15
Los aviones atacantes despegaron en secuencia el 5 de junio de
1967, a partir de las 07:10; cada uno, programado para llegar sobre su
base aérea objetivo (incluida la distante Luxor) a la hora H de las 07:45.
Para maximizar la sorpresa, la secuencia de despegue y las rutas de
vuelo se planificaron para asegurar una hora H simultánea en cada base
egipcia. En la primera oleada, diez aviones israelíes se perdieron por el
fuego antiaéreo; nueve aviones egipcios que patrullaban o
consiguieron despegar fueron derribados en combate aéreo, y un total
estimado entre 197 y 204 fue destruido en tierra.
La segunda oleada de Moked comenzó a las 09:34 del mismo día,
cuando unos 164 cazabombarderos de las fuerzas aéreas que habían
regresado del ataque inicial, repostado y rearmado volaron por
segunda vez para atacar dieciséis bases aéreas egipcias, algunos
objetivos nuevos y otros atacados anteriormente, pero
insuficientemente dañados. Una tercera oleada, que comenzó a las
12:15, completó la misión, destruyendo otros 107 aviones en tierra,
alcanzando así un total de 310 aviones egipcios, de los cuales 286eran
aviones de combate destruidos por las dos primeras oleadas, en un
total de unas tres horas.
La tercera y cuarta oleadas disponían de aviones para nuevos
objetivos. Israel planeaba luchar sólo contra Egipto, pero los jordanos,
sirios e iraquíes habían sido convocados a unirse a la guerra por el alto
mando egipcio, que afirmaba tanto que había destruido gran parte de
la fuerza aérea israelí como que sus fuer-zas terrestres avanzaban hacia
Tel Aviv. Jordania abrió debida-mente fuego de artillería sobre
Jerusalén y los pueblos fronterizos cercanos, con los únicos cañones de
largo alcance de Oriente Próximo, los Long Tom de 155 mm
suministrados por EE.UU., disparando profundamente hacia Israel.
Dieciséis cazabombarderos Hawker Hunter de la fuerza aérea jordana
bombardearon objetivos civiles y militares en Israel. Al mismo tiempo,
la artillería siria situada en los Altos del Golán disparó hacia el valle del
Hula, y doce MiG-21 sirios bombardearon objetivos civiles y militares,
al igual que tres Hawker Hunter iraquíes y un único bombardero medio
Tu-16 iraquí.
El daño que los jordanos, sirios e iraquíes infligieron a Israel fue
estratégicamente insignificante, aunque murieron veinte civiles y una
docena de soldados y cientos resultaron heridos, pero la respuesta de
las FDI fue decisiva. A las 12:45, cinco horas después de iniciada la
guerra, ocho cazabombarderos israelíes fueron enviados a atacar las
dos bases aéreas jordanas, destruyendo todos sus aviones. Otras
ochenta y dos salidas contra bases aéreas sirias destruyeron unos
sesenta aviones.7 También hubo ataques de largo alcance contra la
base aérea avanzada H-3 de Irak, donde diez aviones fueron destruidos,
y contra la base aérea más remota de Egipto en Ras Banas, muy lejos
en el mar Rojo, completamente fuera del alcance de todos los aviones
de combate israelíes excepto sus bombarderos ligeros Vautour.
A las 18:00 del 5 de junio, el número total de aviones de ataque
israelíes que habían entrado en acción ese día era casi el mismo que el
número total de aviones de ataque en servicio de escuadrón que a su
vez se aproximaba a la totalidad del inventario activo de la fuerza
aérea, una fenomenal tasa de disponibilidad/capacidad de servicio del
100 % o casi, especialmente destacable para una fuerza aérea obligada
a mantener lotes impares de cazas más viejos en servicio de primera
línea para completar los números. Se habían perdido veinte, así como
dos aviones de entrena-miento armados con cohetes que apoyaban a
las tropas de tierra y un avión de transporte alcanzado en tierra por
aviones jordanos. Normalmente, las fuerzas aéreas bien gestionadas de
todo el mundo se contentan con tasas de disponibilidad del 50 %.
Aunque todo el mundo entiende que lo que cuenta en la guerra no es
el número de aviones en inventario, sino el número realmente listo
para la acción, esa preparación de los aviones que requiere mucho
esfuerzo y mucho gasto es tan perecedera como las flores cortadas que
hay que comprar de nuevo cada día. Disponer de aeronaves
completamente listas con todos los sistemas y subsistemas
funcionando a la perfección requiere tanto un minucioso trabajo de
mantenimiento después de cada vuelo como un gran inventario de
costosas piezas de recambio. Así pues, cuanta más preparación compre
una fuerza aérea, menos dinero tendrá para comprar todo lo demás,
sobre todo más aviones.
Lo que Israel necesitaba, sin embargo, era a la vez una fuerza
aérea relativamente grande para un país con su pobre economía y
también altos índices de disponibilidad. Una forma de resol-ver la
contradicción era invertir en la producción local de piezas de repuesto.
La industria aeronáutica israelí era entonces muy pequeña, en absoluto
avanzada y no especialmente eficiente, pero la empresa Dassault de
Francia -entonces el único proveedor de aviones de combate de Israel-
era casi tan famosa por los precios exorbitantes de sus piezas de
repuesto como por el talento de sus ingenieros para el diseño. De ahí
que, aunque tuviera que funcionar a muy pequeña escala, la
producción local pudiera resultar más barata.
En consecuencia, cualquier cosa que pudiera mecanizarse
localmente solía hacerse, impartiendo de paso habilidades de
producción que pronto resultarían útiles para fabricar la copia
semiautomática Nesher del Mirage una vez que Francia recompensó a
Israel por su victoria de 1967 imponiendo restricciones cada vez más
estrictas a la venta de más armas, que culminaron en un embargo total
en enero de 1969.8 Todo lo que podía ahorrarse del presupuesto anual
de piezas de repuesto podía invertirse en comprar más aviones o al
menos más munición, así como combustible y consumibles, desde
baterías hasta componentes de alto desgaste.
Pero el principal remedio para el objetivo de preparación
imposiblemente elevado era aprovechar al máximo los recursos
humanos de las fuerzas aéreas: los jóvenes reclutas en formación y los
pocos técnicos civiles empleados como profesionales a tiempo
completo. El número de estos últimos estaba muy limitado por los
costes y por la escasez de técnicos aeronáuticos en lo que entonces era
todavía un país agrícola y de industria ligera, por lo que la única
solución posible era aprovechar al máximo la incorporación de reclutas.
Ya antes de 1948 existía un instituto aeronáutico en la ciudad de Haifa,
que dirigía una escuela técnica centrada en las fuerzas aéreas para
cadetes de quince a diecinueve años. Dan Tolkowsky, comandante de
la FAI de 1953 a 1958 (se retiró a los treinta y siete años) revisó el
programa de la escuela, anulando los conocimientos obsoletos sobre
fuselajes (incluida la reparación de telas para los Mosquitos DH y los C-
47) para centrarse en cambio en la electrónica, desarrollando las
habilidades necesarias para mantener la aviónica de los cazas franceses
que llegaban, así como de los equipos de contramedidas electrónicas y
radares tanto nacionales como importados.9 Las escuelas de cadetes
proporcionaron a la fuerza aérea israelí personal ya parcialmente
formado para el exigente trabajo técnico de reparación,
mantenimiento y preparación de aviones para el vuelo. Pero también
inspiraron una conciencia de grupo específica derivada de la indudable
realidad de que la capacidad de combate real de una fuerza aérea
depende de su disponibilidad operativa, que a su vez depende de que
los encargados del mantenimiento estén a la altura de las
circunstancias.
Eso tiene que ver directamente con el segundo hecho destacado
de la operación Moked: la segunda oleada de la ofensiva aérea del 5 de
junio de 1967 comenzó a las 09:34, menos de tres horas después de la
primera, una hazaña aparentemente imposible. Una vez descontados
los tiempos de vuelo hacia los objetivos de la primera oleada y el
regreso desde ellos, quedaba una media de siete minutos y medio
desde la parada completa de los aviones que regresaban a sus puestos,
hasta su autorización para rodar de nuevo para el despegue,
rearmados, repostados e incluso repara-dos si era necesario.
Utilizando técnicas derivadas de las operaciones de parada en
boxes de la Fórmula 1, las fuerzas aéreas habían organizado equipos de
respuesta intensamente instruidos y bien equipados para su trabajo,
pero eso era sólo el principio. A medida que avanzaban los planes de
Moked, se practicaban una y otra vez giros rápidos contra un
cronómetro, con supervisores y miembros de los equipos de
mantenimiento esforzándose por encontrar nuevas secuencias,
configuraciones de equipos o nuevas disposiciones de herramientas
que les permitieran recortar minutos, y más tarde segundos, del
tiempo total de llegada a la salida. Así es como la pequeña fuerza aérea
de Israel pareció tan grande el 5 de junio de 1967,lanzando casi 860
salidas individuales (475 contra aeródromos, 32 contra radares, 119
interceptaciones aéreas y 268 ataques aire-tierra) en once horas,
logrando tasas de servicio extraordinariamente altas para empezar, y
luego mediante cambios de rumbo.20
En los cinco días siguientes, la fuerza aérea israelí realizó
aproximadamente 2790 salidas más; la mayoría de ellas, para atacar a
las fuerzas terrestres árabes.21 Cuando el presidente egipcio Gamal
Abdel Nasser y el rey Hussein de Jordania inventaron conjunta-mente
la acusación de que los ataques aéreos del 5 de junio habían sido
organizados en realidad por las fuerzas aéreas estadounidenses y
británicas, lo que desencadenó disturbios antiamericanos en todo el
mundo árabe, el gran número de aviones israelíes en acción dio cierta
credibilidad a la mentira.
La siguiente cifra que necesita explicación es la proporción de
aviones árabes destruidos en relación con el número de salidas voladas,
que fue de casi uno a uno, una tasa de éxito totalmente sin precedentes
para un ataque aéreo contra objetivos terrestres, incluso sin contar los
muchos otros objetivos atacados, incluidas las estaciones de radar y las
pistas de aterrizaje. La respuesta demasiado obvia, que los pilotos
israelies estaban excepcional-mente bien entrenados, era ciertamente
válida: una fuerza aérea que llegaba al extremo de entrenar a sus
tripulaciones de tierra a partir de los quince años llegaría a extremos
aún más inusuales para seleccionar a los mejores pilotos y entrenarlos
lo mejor posible, para el combate aéreo, por supuesto, pero también
para una precisión extrema en la ejecución de ataques aire-tierra. Dado
que el gran problema de la fuerza aérea era el escaso tonelaje total de
bombas que podían lanzar sus cazabombarderos, la solución tenía que
ser aprovechar al máximo ese escaso tonelaje apuntando cada arma
con precisión.
Pero había un factor adicional, que era en realidad la explicación
más importante de la desmesurada precisión de los ataques aéreos de
los Moked con cañones o bombas: los pilotos tenían instrucciones de
ignorar el fuego de artillería antiaérea al lanzar sus ataques, y eso exigía
ignorar una gran cantidad de potencia de fuego, porque las numerosas
unidades antiaéreas de Egipto esta-ban ampliamente equipadas. La
razón era histórica: reaccionando ante la superioridad esperada de la
potencia aérea estadounidense, las fuerzas soviéticas asignaron
recursos desproporcionadamente grandes a sus armas antiaéreas,
desde un enorme número de ametralladoras pesadas tanto en el arma
común 12,7 mm y el calibre menos común de 14,5 mm, hasta los
numerosos cañones de alta velocidad de 23 mm en montajes sencillos,
dobles y cuádruples que fueron responsables de muchas pérdidas de
aviones estadounidenses en Vietnam junto con los cañones de 57 mm
de disparo más lento pero de mayor alcance.22
Esos cañones se concentraron alrededor de las bases aéreas
egipcias que fueron objetivo de Israel el 5 de junio de 1967.Aunque las
bases carecían de refugios endurecidos para aviones e incluso de
revestimientos adecuados (que pueden limitar las explosiones por
simpatía de un avión siniestrado al siguiente), estaban
extremadamente bien defendidas con abundante potencia de fuego
antiaéreo, incluido el primero de los antiaéreos soviéticos, el S-
75Dvina, más conocido por el nombre de la OTAN SAM-2 Guide-line.23
Ya conocido por derribar el U-2 pilotado por Gary Francis Powers sobre
la Unión Soviética el 1 de mayo de 1960, vio mucha acción en Vietnam
del Norte, donde los pilotos estadounidenses lo apodaron el «oste
telefónico volador» debido a su longitud, consecuencia de su diseño en
dos etapas, con un booster para propulsar el misil a las grandes
altitudes necesarias para la interceptación de formaciones de
bombarderos. En 1967 había derribado 110 aviones
estadounidenses.24 Pero sólo era realmente eficaz contra aviones a
altitudes medias o altas, mientras que el plan para el 5 de junio de 1967
-como casi siempre con la fuerza aérea israelí-aceptaba el mayor
consumo de combustible y los riesgos de colisión con el terreno de las
aproximaciones a muy baja altitud, excepto en el caso de los objetivos
más distantes en Luxor, Ras Banias y H-3. Moked no planeó ningún
ataque contra las veintisiete baterías SAM-2 egipcias: el plan consistía
en volar alrededor de ellas o por debajo de su altitud efectiva. Sólo un
avión israelí fue derribado por un SAM-2, el tercer día de la guerra. Sin
embargo, una vez neutralizada la amenaza aérea árabe, se añadieron
veintidós baterías SAM a la lista de objetivos, con veintidós ataques
para alcanzarlas.
Los SAM-2 de Egipto eran ineficaces contra los aviones que se
acercaban a la altura de las copas de los árboles, pero los cañones
antiaéreos eran efectivos. Veintiséis de los cuarenta y seis aviones
israelíes perdidos en la guerra fueron derribados por estos cañones -
seis mientras atacaban aeródromos, el resto cuando realizaban
operaciones de apoyo en tierra- y otros más resultaron dañados, pero
aterrizaron sin novedad. Quince aviones israelíes fueron derribados por
aviones árabes, catorce durante ataques a aeródromos.25 Estas
pérdidas fueron el resultado directo de lo que los pilotos habían sido
adiestrados a hacer: lograr la máxima precisión volando en línea recta
y centrarse sólo en destruir los objetivos asignados, sin autoprotección
mediante maniobras evasivas. No se desviaron cazas para escoltar a
otros o para volar a cubierto en lugar de servir ellos mismos como
bombarderos. No había defensas electrónicas a bordo, pero unos pocos
aviones de transporte dotados de equipos electrónicos realizaban
interferencias en los enfrentamientos.
Ése era el verdadero secreto de Moked: una potencia aérea
ofensiva sin concesiones, todo lo contrario del énfasis que ponen las
fuerzas aéreas estadounidenses en la protección de las fuer-zas,
comenzando con campañas SEAD (supresión de las defensas aéreas
enemigas) a gran escala antes incluso de atacar los objetivos reales. Su
objetivo es eliminar cualquier amenaza remota-mente posible,
incluidos los misiles antiaéreos y aviones obsoletos, además de todos
los cazas enemigos potencialmente operativos, baterías de misiles,
cañones antiaéreos y sus radares y puestos de mando asociados. En la
campaña aérea Tormenta del Desierto de 1991, el SEAD realizó unas
4000 salidas, mientras que el Contraataque Aéreo Defensivo, es decir,
patrullas de cobertura superior y defensa aérea, ascendieron a 5900
salidas, con otras 4100 voladas por las fuerzas aéreas aliadas. Todo ello
fue en contra de las fuerzas aéreas de Sadam Husein, que no daban la
talla en combate aéreo ni siquiera en sus mejores días, y que en aquella
ocasión estuvieron en su mayoría ausentes; sus mejores aviones fueron
evacua-dos a Irán con preferencia al combate aéreo.26 La distinción
perfectamente válida, por supuesto, es que en 1991 Estados Unidos
luchaba por Kuwait mientras que en 1967 los israelíes luchaban por sus
vidas, y la concentración total de alto riesgo de Moked en la ofensiva
era indispensable para asestar un golpe devastador con una carga total
de bombas enclenque.
Por último, estaba la cuestión de la inteligencia. Lanzar bombas y
ametrallar con cañones de 30 mm son actividades cuyo valor militar
real para una ofensiva aérea como Moked dependía críticamente de la
calidad de la inteligencia que guiaba toda la operación. Ya en 1967 los
servicios de inteligencia de Israel gozaban de una gran reputación, no
sólo porque extraían valiosa información de la inteligencia de la Unión
Soviética, por lo demás herméticamente cerrada, además de países
árabes cercanos mucho más fáciles de penetrar, sino también por sus
operaciones secre-tas. La más relevante de ellas para Moked y la más
reciente en aquel momento fue la operación Diamante, que entregó un
MiG-21 F-13 intacto de las fuerzas aéreas iraquíes pilotado por un
desertor cristiano asirio a la base aérea de Hazor en Israel el 16 de
agosto de 1966.27 Tras extensas pruebas de vuelo y muchos combates
aéreos simulados, ese MiG-21 (número de cola 007) fue entregado a la
Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense que lo consideró lo
suficientemente importante como para establecer un programa
especial, Have Doughnut, para estudiar técnicamente el avión,
mientras pilotos de prueba de los tres ser-vicios probaban suerte con
él y contra él.28 (En aquel momento, por supuesto, Estados Unidos
seguía negándose a vender ningún caza de primera línea a Israel, por lo
que aquel preciado MiG fue algo así como un regalo propiciatorio).
Pero los planificadores aéreos de Moked no se dejaron
impresionar por la inteligencia israelí. Ésta seguía suministrando
generalidades útiles para compilar un orden de batalla con listas de
aviones y bases aéreas, pero los planificadores del ataque necesita-ban
información totalmente más detallada para asignar lo mejor posible las
pocas salidas que podían enviar contra cada base, de modo que los
pilotos que llegaran a baja altura supieran inmediatamente dónde
encontrar sus objetivos: aviones en las plataformas y en los
hangares.29 No ayudaba el hecho de que la mayoría de las bases aéreas
egipcias se extendieran por vastas extensiones y estuvieran sembradas
de barracas sin especificar, antiguas bases británicas que habían
quedado de la Segunda Guerra Mundial.
Sólo un verdadero cambio cultural en el lado de la inteligencia
podría satisfacer a los planificadores de Moked, que necesitaban
conocer la ubicación de cada avión objetivo en cada base en el
momento del ataque, justo después de la patrulla rutinaria al amanecer
favorecida por los egipcios; la preparación operativa de esos pilotos (no
de los pilotos egipcios en general); su modo de vida y hábitos
personales; los cañones antiaéreos y misiles en el lugar; el grosor y
material de las pistas, asfalto o cemento; la ubicación de los puestos de
armamento de los aviones, las posiciones de repostaje y los aviones
ficticios; la ubicación de las estaciones de radar y el alcance exacto de
su cobertura, esencial para tratar de lograr la sorpresa, y mucho más.
Para las FDI, todo esto requirió una revolución en la cantidad y la
calidad de la recopilación y el análisis de inteligencia, empezando por
la ampliación de fuentes de todo tipo-fotografía aérea e interpretación,
interceptación de comunicaciones y exploración humana-, pero al final
todo cuajó sólo gracias a otro remedio fuera de lo común: el
nombramiento del piloto de caza Yeshayahu Bareket como jefe de la
división de Inteligencia Aérea.30 Sólo entonces se adquirió la
perspectiva adecuada: la vista a través del parabrisas.
Bareket aprendió a pensar como si fuera el comandante de la
Fuerza Aérea de Egipto. «;Quiero saber lo que él sabe, y al mismo
tiempo!», solía decir a sus hombres. «Yo era piloto de caza y sabía muy
poco de inteligencia. Tal vez porque era joven y tenía mucho descaro
tuve el valor de hacer todas las preguntas y realizar todos los
cambios».31 En su primer día de trabajo, Bareket pidió a sus hombres
que le informaran de cuántos y cuáles eran los aviones egipcios que
volaban en Egipto. Al cabo de unas horas, recibió un informe desfasado.
Esto desencadenó una revolución que incluyó el reclutamiento de
nuevas personas en la inteligencia de las fuer-zas aéreas y el
establecimiento de nuevos procesos para recopilar información. Al
final, la capacidad de inteligencia de la FAI para seguir los movimientos
de los aviones egipcios alcanzó tal nivel que, cuando cuatro
bombarderos Tu-16 volaron desde su base aérea de El Cairo a la lejana
Luxor la mañana del 5 de junio de 1967, sólo tres horas antes de que la
primera oleada de aviones israelíes despegara hacia sus objetivos, la
inteligencia de la FAI fue informada al instante. Los pilotos recibieron
rápidamente la nueva ubicación de los bombarderos justo a tiempo
para cambiar su plan de vuelo y encontrar sus objetivos en Luxor.
El engaño también fue esencial para un plan que habría fracasado
catastróficamente si los egipcios hubieran estado prevenidos. En
primer lugar, se les hizo creer que había más bases aéreas de la FAI
activas que el número real. En segundo lugar, se mantuvo la rutina de
lanzar cada mañana salidas con entrenadores a reacción Fouga CM.170
Magister, pero con las señales de radio simuladas de cazas a reacción
de primera línea. La FAI también entró en el terreno de la guerra
electrónica para contrarrestar los misiles tierra-aire SAM-2 de Egipto.
Los diez aviones más gran-des de las fuerzas aéreas, los antiguos Boeing
377 Stratocruiser con motor de pistón, estaban equipados con
receptores de esca-neo de frecuencias que podían rastrear la ubicación
y el funcionamiento de las baterías SAM-2, para alertar a los pilotos de
los cazas si corrían el riesgo de ser «iluminados» (o bloqueados) casi en
tiempo real.
Una vez que los resultados del ataque aéreo del 5 de junio de 1967
fueron revelados al mundo por las fotografías de filas y filas de aviones
destrozados y quemados, muchos aparente-mente destruidos
exactamente de la misma manera, los analistas emprendedores explicaron
que todo se había hecho con misiles infrarrojos, en un ingenioso doble
paso: los israelíes advirtieron deliberadamente a los egipcios de su ataque
inminente, para que se apresuraran a encender sus motores, creando así
puntos calientes para los misiles buscadores de calor de los israelíes. Esa
fue sólo una de las teorías menos fantasiosas que circularon más allá del
periodismo para entrar en las evaluaciones de los ser-vicios de inteligencia.
En realidad, no se emplearon armas de precisión en absoluto. Todo se hizo
con el «globo ocular Mark One», como se suele decir, por pilotos que se
concentraron en sus trayectorias de vuelo, ignorando el fuego antiaéreo,
como se les había ordenado, para lanzar sus bombas y disparos sobre el
objetivo, y luego ignoraron aún más la confusión explosiva que había
alrededor para volar de vuelta a sus bases y pasar tan sólo siete minutos y
medio en tierra antes de volar para hacer lo mismo otra vez.32 La única
innovación técnica habían sido las bombas caseras de cráter en pista.
Así pues, Moked fue el resultado de muchas innovaciones
concertadas, tanto tácticas, operativas e institucionales como técnicas en
pequeña medida. Fue, por supuesto, un gran éxito. Pero la sabiduría
antigua determinó hace mucho tiempo que la victoria es la mayor tragedia,
precedida sólo por la derrota, porque en la victoria todo lo que se hizo
parece estar igualmente bien e igualmente digno de repetirse, mientras
que sólo la derrota es un maestro discriminador de lo que funciona
siempre, lo que funciona a menudo y lo que funciona sólo a veces, en
circunstancias transitoriamente afortunadas.
El éxito de Moked incitó a los enemigos de Israel y a sus
patrocinadores soviéticos a superar la superioridad aérea israelí.
Concluyendo que no podían contrarrestar a los pilotos israelíes con un
mejor entrenamiento o con aviones aún mejores (después de 1967, la
proporción de pérdidas en combates aire-aire aumentó a favor de los
israelíes) optaron por una protección mucho más pasiva, con hangares de
ferrocemento para todos los aviones con muros antiexplosivos entre ellos,
y defensas aéreas cada vez más densas con los misiles tierra-aire más
avanzados disponibles, así como una multitud de cañones antiaéreos.
Debido a que la Unión Soviética invirtió mucho más en el desarrollo y la
producción de armas de defensa antiaérea que todo el mundo occidental,
los egipcios y sirios pudieron ser abastecidos con los excelentes cañones
antiaéreos tanto en forma estática como móvil (en particular, el blindado
ZSU-23-4 Shilka de 23 mm, con seguimiento por radar cuádruple), así como
misiles antiaéreos cada vez más capaces que no podían ser superados por
pilotos astutos desprovistos de contramedidas.
En octubre de 1973, el intento de las fuerzas aéreas israelíes de
ayudar a las fuerzas terrestres que respondían a las ofensivas por sorpresa
egipcias y sirias chocó con defensas aéreas que no pudieron destruir ni
evitar, lo que provocó pérdidas insostenibles. Mientras las fuerzas
terrestres sin apoyo se las arreglaban como podían, los aviadores se
enfrentaban a la derrota, hasta que fueron rescatados por las fuerzas
terrestres en avance que superaron las baterías de defensa antiaérea
egipcias y sirias. Ese cambio de suerte tuvo un alto coste en bajas, y no
disminuyó la amarga sensación de derrota de los aviadores, que impulsaría
su venganza.

ARTZAV 19, LA SORPRESA DE 1982

«En 1973, nosotros [las fuerzas aéreas] fallamos al pueblo de Israel,


teníamos que recuperar su confianza», dijo el general de brigada Aviem
Sella.33 El 6de junio de 1982, tras la escalada de ataques contra Israel por
parte de unidades militares palestinas en suelo libanés, las fuerzas
terrestres de las FDI invadieron el sur del Líbano con gran fuerza. El
objetivo era expulsar tanto a las fuer-zas palestinas como a las sirias que
ocupaban el país. (Las tropas israelíes fueron recibidas como libertadoras
por todas las comunidades, pero la actitud de los chiíes cambiaría cuando
permanecieran en el país).
El 9 de junio de 1982, de las 14:00 a las 16:00 horas, la fuerza aérea de
Israel lanzó la operación Artzav 19 («Grillo topo 19»), cuyo ambicioso
objetivo era destruir en un solo ataque todas las baterías sirias de misiles
tierra-aire en Líbano, que estaban total-mente integradas en un sistema de
defensa aérea de última gene-ración suministrado por los soviéticos, junto
con los cañones antiaéreos más eficaces jamás fabricados y una gran
fuerza de cazas a reacción de la fuerza aérea siria. Lo que siguió fue el
primer ataque combinado del mundo de aviones tripulados y no tripula-
dos contra una red integrada de defensa aérea equipada con misiles y
cañones, que, cuando la fuerza aérea siria intervino en gran número, dio
lugar a la mayor batalla aérea individual desde la Segunda Guerra Mundial.
El ataque inicial israelí destruyó diecinueve baterías de misiles
antiaéreos -incluidas algunas SA-8, el misil soviético más avanzado de esa
clase- y también destruyó veintiséis aviones sirios. En los dos días
siguientes se destruyeron cinco baterías más, y el número de aviones sirios
destruidos en combate aéreo alcanzó un total de ochenta y dos, con cinco
más derribados por fuego desde tierra. También se destruyeron otras seis
baterías SAM-6.35 Mientras los sirios traían refuerzos, otras ocho baterías
SAM-6 fueron destruidas durante el mes de combates que siguió. No hubo
ni una sola pérdida aérea israelí en lo que supuso una de las batallas más
unilaterales de la historia.
En su momento, la victoria aérea de Israel atrajo mucho la atención
porque los misiles antiaéreos soviéticos que habían sido tan formidables
sólo nueve años antes, en 1973, parecían haberse vuelto de repente
ineficaces, aunque algunos eran de hecho mucho más avanzados que sus
predecesores. Pero en realidad eso distrajo la atención de la verdadera
hazaña lograda el 9 de junio de 1982.En lugar de un ataque total de
máximo riesgo, como en Moked en 1967, con casi todos los pilotos y cazas
comprometidos, Artzav 19fue un ataque más bien pequeño: los israelíes
volaron sólo 125 salidas de ataque en total, con 56 salidas de apoyo, un
número real-mente bajo que, sin embargo, bastó para destruir la red de
defensa aérea más densa del mundo, con la posible excepción de las
defensas aéreas regionales de Moscú.36 La aniquilación del actualizado
sistema de defensa soviético fue un acontecimiento trascendental que
envió ondas de choque tanto a los establecimientos de defensa soviéticos
como a los estadounidenses. En Moscú hubo una profunda angustia, y
algunos ya vefan la derrota como el principio del fin del imperio soviético,
porque parecía que la Unión Soviética nunca podría ponerse al día
tecnológicamente en la nueva era de la información."
Al igual que el ataque sorpresa Moked, la operación Artzav 19 fue
meticulosamente planeada y ensayada. Pero, mientras que Moked llevó al
límite el inventario de la FAI, Artzav 19 fue tan eficiente que se completó
en sólo dos intensas horas; los cazabombarderos que ya estaban en el aire
y volando en círculos prepara-dos para el ataque de la segunda oleada
tuvieron que soltar sus cargas de armas en el mar 38 Está claro que no se
trató de una victoria obtenida sólo por el puro talento y el intenso compro-
miso, sino más bien por algo conceptual y tecnológico totalmente nuevo.
Pero esa conclusión quedó oscurecida por unos primeros informes
engañosos que nunca se corrigieron oficialmente; los detalles operativos
siguen siendo secretos hasta el día de hoy.
El intervalo de nueve años entre 1973 y 1982 podría sugerir que hubo
tiempo de sobra para este caso de innovación, pero en realidad la fuerza
aérea israelí tuvo mucho menos tiempo que eso porque el desarrollo y la
entrega del equipo necesario desde Esta-dos Unidos se prolongaron
durante varios años, e incluso entonces no incluyó el equipo más
actualizado que quería la fuerza aérea israelí. La FAI rechazó algunos de los
equipos estadounidenses más avanzados que se ofrecían, incluidas las
bombas planeadoras (que no ofrecían la opción de guía manual en vuelo)
y los aviones Wild Weasel dedicados y equipados exclusivamente para la
supresión de defensa aérea, que contradecían la necesidad israelí de cazas
polivalentes, como habían sido los Mirage IIIC antes de la llegada de los F-
4E Phantom, F-16 y F-15.39 Como resultado, los israelíes se vieron
obligados a diseñar y fabricar gran parte de su propio material de
supresión de defensa aérea, empezando desde cero en la mayoría de los
casos. Dado que el método general consistía en emplear una variedad de
enfoques tecnológicos superpuestos, algunos nunca antes probados, en
lugar de depender de un sistema específico, el reto de las adquisiciones
fue fundamental para el esfuerzo general, por muy guiado por la doctrina
que estuviera.40
Esta secuencia de acontecimientos comenzó en 1963, cuando el
primer misil antiaéreo soviético con el que se toparon los israelies el S75,
designado SAM-2 por la OTAN-se desplegó por primera vez en Egipto.
Como ya se ha señalado, su rendimiento operativo durante la guerra de
junio de 1967 fue poco impresionante porque los israelíes habían
identificado la ubicación de las veintisiete baterías SAM-2 egipcias y podían
dirigir sus aviones alrededor de ellas, o volar adaptándose al perfil del
terreno por debajo de la altitud mínima de enfrentamiento del SAM-
2.41Se emplearon sistemas experimentales de guerra electrónica de
alcance, pero su valor era incierto.42 Sólo un avión israelí fue destruido
por un SAM-2.
Inmediatamente después de la guerra de 1967, que fue una gran
derrota para las armas y doctrinas soviéticas, decenas de miles de asesores
soviéticos fueron enviados a Egipto, Siria e Irak para reconstruir sus
fuerzas, con 20.000 asesores operando sólo en Egipto, incluidos muchos
especialistas en defensa aérea.43 La reconstrucción de las capacidades
militares de Egipto coincidió cn escaramuzas crecientes pero intermitentes
que subieron y bajaron de intensidad desde el 1 de julio de 1967 hasta
septiembre de 1969. Los combates incluyeron intercambios de fuego de
armas ligeras (las fuerzas rivales se encontraban a apenas 150 metros de
distancia a ambos lados del canal de Suez), duelos de artillería y tanques,
e incursiones y emboscadas terrestres recíprocas a través de los canales,
así como ataques aéreos y duelos aéreos recíprocos. Fue durante esta
guerra de Desgaste cuando el destructor israelí Eilat fue hundido en
octubre de 1967, el primer buque de guerra destruido por un misil naval.
La superioridad de la FAI en el combate aire-aire quedó rápidamente
demostrada: en tres años de duelos aire-aire, de julio de 1967 a agosto de
1970, sólo perdió seis cazas en combate aire-aire mientras derribaba 113
cazas y bombarderos árabes (86 de ellos eran egipcios). La respuesta
soviética y egipcia fue multiplicar las capacidades tierra-aire, tanto de
misiles como de cañones. Sin embargo, hasta marzo de 1969 ningún avión
israelí fue destruido por misiles tierra-aire (SAM), que rara vez obligaban a
los aviones israelies a abortar los ataques para eludirlos. A pesar de su
creciente número, las baterías de SAM de Egipto no podían proporcionar
una cobertura continua del frente, por lo que la FAI atacó objetivos fuera
de la cobertura de los SAM o, si los objetivos designados estaban dentro
de la cobertura de los SAM, los interferentes y las complicadas maniobras
aéreas de los aviones que volaban en diferentes vectores a diferentes
altitudes fueron suficientes para sorprender y confundir a las tripulaciones
egipcias de los SAM. Cuando se producían lanzamientos de SAM,
normalmente eran detectados, lo que permitía a los aviones a los que
amenazaban realizar agresivas acrobacias aéreas para evadir el misil. Los
cañones antiaéreos resultaron más mortíferos para los aviones que
volaban cerca del suelo para eludir la detección por radar, lo que hizo que
se prefiriera acercarse a los objetivos más arriba y, por tanto, dentro de la
envolvente de los SAM-2, pero por encima del alcance de los cañones.
A partir del 8 de marzo de 1969, los ataques egipcios se intensificaron
drásticamente: se disparaban miles de proyectiles contra las posiciones
israelíes todos los días, decenas de miles algunos días. Al día siguiente, un
pequeño avión de observación se convirtió en la primera pérdida de un
avión israelí a manos de los SAM-2 desde junio de 1967.44 A finales de
junio quedó claro para los israelíes que no podrían mantener el duelo de
artille-ría completamente desigual con los egipcios (unas pocas docenas
de cañones israelíes contra más de mil egipcios). Por lo tanto, se decidió
aumentar drásticamente la participación de la FAI; desde julio de 1969
hasta el alto el fuego del 7 de agosto de 1970, la FAI realizó 8200 salidas de
ataque que arrojaron aproximadamente 50.000 municiones sobre 683
objetivos de defensa aérea, 1353objetivos de fuerzas terrestres, 180
objetivos de infraestructura militar y cinco buques de guerra.45
La decisión de intensificar el ritmo de los ataques requirió una acción
más directa contra las defensas aéreas de Egipto, que se reforzaron
enérgicamente para enfrentarse a los aviones israelíes. La respuesta israelí
ya no consistió en evitar y evadir sino en atacar directamente y destruir las
baterías SAM-2. El 20 de julio de 1969, se destruyó una batería SAM-2 al
oeste de Port Said; dos días más tarde, en una operación de mayor
envergadura, los ataques se dirigieron contra las baterías SAM-2 de Abu-
Suweir, Ganifa, Al-Me-nif y Al-K'hafir.* La mayoría de los ataques anti-SAM
israelies fueron ejecutados por pequeños lotes de aviones que
combinaban aproximaciones altas y/o bajas con el bloqueo de los radares
y las comunicaciones egipcios. Pero unos pocos fueron ataques masi-vos,
con docenas de aviones atacando simultáneamente múltiples baterías
SAM-2 junto con las baterías de cañones antiaéreos desplegadas a su
alrededor.
Durante once meses, el duelo entre los aviadores israelíes y las
defensas aéreas egipcias fue incesante. Los israelíes destruían bate-rías
SAM, cañones antiaéreos y radares para preservar la supremacía aérea
sobre el canal de Suez, que era esencial para disuadir los cruces egipcios y
permitir los ataques contra la artillería y la infantería egipcias que
hostigaban a las fuerzas terrestres israelíes. Los egipcios se esforzaban por
hacer avanzar más baterías de misiles y cañones cada vez más cerca del
canal de Suez para limitar la libertad de acción de los israelíes. A pesar de
la duplicación de las defensas aéreas egipcias hasta alcanzar cincuenta
baterías SAM-2 y 1000 cañones, de julio a diciembre de 1969 no se perdió
ningún avión israelí a causa de los SAM, aunque sí unos cuantos por los
cañones antiaéreos. El 24 de diciembre de 1969, un Mirage que realizaba
una misión de reconocimiento fotográfico fue sor-prendido por un misil
que se acercaba a través de espesas nubes, pero el piloto aterrizó a salvo
y se alejó antes de que el aparato dañado explotara en tierra.
La campaña de Israel contra las defensas aéreas de Egipto no se limitó
a ataques electrónicos y ataques aéreos: en diciembre de 1969, una
incursión de comandos se apoderó de un complejo de radares soviéticos
P-12 Yeniséi (el Spoon Rest A de la OTAN), entonces avanzado.48 El
objetivo era estudiar sus características electrónicas para mejorar las
contramedidas. Para recuperar los pesados componentes del radar, los
asaltantes recurrieron a potentes helicópteros CH-53 recién suministrados
por Estados Unidos, cuya recompensa inmediata fue el acceso al P-12,
entonces el mejor radar de búsqueda de Vietnam desplegado contra
aviones estadounidenses.
Mientras tanto, en septiembre de 1969 habían llegado los primeros
Phantom de fabricación estadounidense. A diferencia de los Skyhawks y de
los aviones franceses, disponían de sistemas integrales de alerta por radar.
Tras la destrucción de los Mirage, las fuerzas aéreas decidieron que sólo
los Phantom realizarían ataques contra los SAM, ya que no necesitaban ver
el lanzamiento del misil para prepararse a evadirlo. Se desarrolló una vaina
externa de contramedida electrónica (ECM), que debían llevar los Vau-
tours y los Skyhawks; los Mirage y los Mystères no podían llevarla. Cuando
se les necesitaba para patrullar zonas amenazadas por SAM, iban
acompañados de un Phantom para dar la alerta. Se aumentó el número de
ECM y se utilizaron en todas las misiones. Sin embargo, la experiencia
demostró que, aunque los efectos de interferencia pudieran reducir la
amenaza, muchos misiles seguían consiguiendo pasar y tenían que ser
evadidos mediante agudas acrobacias aéreas.
Mientras los ataques de la FAI infligían grandes bajas a los egipcios en
mano de obra, armas de artillería, fuerzas antiaéreas y aviones, Nasser
pidió ayuda a Moscú. Los soviéticos respondieron enviando a sus mejores
pilotos de defensa aérea para que participaran. Los preparativos
comenzaron en agosto de 1969, la decisión final de intervenir se tomó en
diciembre de 1969 y las prime-ras unidades soviéticas llegaron en marzo
de 1970.49
Mientras tanto, Israel intentó aumentar la presión sobre Egipto,
viendo una oportunidad en el cambio de régimen de Nasser, que murió en
septiembre de 1970, a Anwar Sadat. La operación Prikha («Florecer»)
atacó bases militares y emplazamientos SAM en lo más profundo de
Egipto, incluso alrededor del propio Cairo, para mostrar a la población en
general que el Gobierno de Sadat ni siquiera podía defender la capital.
Aunque todos los objetivos eran militares y no muy significativos desde el
punto de vista estratégico, el bombardeo provocó fuertes reacciones
públicas, incluidos episodios de pánico masivo -especialmente después de
que dos edificios civiles, identificados erróneamente por los pilotos
israelíes como una fábrica de armas y un cuartel militar, fueran
fuertemente bombardeados.
Del 7 de enero al 13 de abril de 1970, la operación Prikha incluyó
ochenta y ocho salidas, y ningún avión israelí fue derribado. Sin embargo,
no logró su objetivo estratégico de presionar a los dirigentes egipcios para
que des escalarán los combates a través del canal de Suez. Peor aún, en
aquel momento se pensó que la estrategia de Prikha había agravado la
situación de Israel al incitar a los soviéticos a intervenir. Esta apreciación
se demostró erró-nea sólo después de la disolución de la Unión Soviética,
cuando documentos soviéticos desclasificados mostraron que la decisión
de Moscú de intervenir había precedido a Prikha.
El esfuerzo destinado a Prikha no disminuyó los ataques aéreos
israelíes sobre las fuerzas egipcias de primera línea, cuyas defensas aéreas
siguieron fracasando a la hora de detener los continuos ataques israelíes.
Pero, en marzo de 1970, un gran puente aéreo soviético entregó las tropas
y el cuartel general de la 18.a División Especial de Misiles Antiaéreos, con
no menos de setenta y dos baterías de misiles tierra-aire SAM-3,
complementadas con cañones antiaéreos de 23 mm y misiles SAM-7 Grail
lanzados desde el hombro para su uso contra intrusos de bajo nivel.
También llegó el 135. Regimiento de Aviación de Caza soviético, con
noventa y cinco de las versiones más avanzadas del MiG-21 el interceptor
MiG-21MF- y cincuenta interceptores Sukhoi-9. Junto con sus puestos de
mando, cuarteles generales, radares y unidades de guerra electrónica,
estas fuerzas formaban un sistema completo de defensa aérea.
Inicialmente se desplegaron para defender única-mente El Cairo, pero
gradualmente comenzaron a avanzar hacia el este, hacia la línea del frente
en el canal de Suez. No dispuesto a chocar directamente con la Unión
Soviética, el Gobierno Israelí ordenó el cese de todos los ataques en
territorio egipcio profundo.
Los egipcios proporcionaron infraestructuras fuertemente fortificadas
a las fuerzas soviéticas mediante un intento de construcción acelerado y a
gran escala que estaba a su vez defendido de los ataques por baterías de
misiles tierra-aire superpuestas. Incluso antes de comprender todo el
alcance de la intervención soviética y el propósito del vasto esfuerzo de
construcción que estaban viendo, los israelíes empezaron a bombardear
inmediatamente las obras. Pero los egipcios siguieron reconstruyendo, a
pesar de los miles de bajas.
Los SAM-3 y los vehículos blindados con cañones cuádruples ZSU-23
sobre orugas podían desplazarse rápidamente de un lugar a otro para
tender emboscadas. Para ello, los egipcios construyeron tres
emplazamientos de defensa antiaérea para cada bate-ría, tanto para el
engaño como para la supervivencia.51 Algunos emplazamientos vacíos
fueron equipados con maniquíes de madera de sistemas SAM, incluyendo
pirotecnia y señalización electrónica, para que parecieran habitados.52
Además, la red soviética de mando y control a nivel de división
permitía que varias baterías estuvieran sometidas al radar de una sola
batería, permitiendo así el lanzamiento de misiles desde varias baterías
cuyos propios radares estaban silenciados para sorprender a los aviones
israelíes que se aproximaban, una táctica reforzada por la fácil movilidad
de los SAM entre diferentes emplazamientos. El denso despliegue de
baterías con sus campos de tiro superpuestos formaba un conjunto tan
denso que los pilo-tos israelíes hablaban de un «muro de misiles».53 Sin
embargo, la fuerza aérea siguió atacando los emplazamientos de SAM y
sus radares para permitir ataques contra las fuerzas terrestres egipcias.
Entonces, el 12 de abril de 1970, los F-4 Phantom israelíes atacaron
deliberadamente baterías SAM-3 que se sabía que esta-ban tripuladas por
tropas soviéticas; las baterías fueron destruidas antes de que tuvieran la
oportunidad de lanzar ningún misil contra los aviones atacantes.
En junio de 1970, todas las unidades de defensa antiaérea egipcias se
subordinaron a los comandantes soviéticos de Defensa Antiaérea (PVO
Strany) en Egipto, que concentraron y redesplegaron las fuerzas
combinadas de defensa antiaérea para proporcionar una cobertura
continua con baterías de misiles superpuestas desde El Cairo hasta un
radio de sesenta kilómetros de la línea del frente del canal de Suez. Más
agresivos que los egipcios, los operadores soviéticos harían avanzar los
SAM en acciones rápidas en lugar de incrementales.54 En la mañana del
30 de junio de 1970, el conjunto completo de misiles soviéticos se activó y
comenzó a lanzar SAMI contra los aviones israelíes.55 Esa tarde, cuando la
FAI contraatacó los emplazamientos SAM más avanzados, los pilotos
descubrieron que las reglas del juego habían cambiado: no se lanzaban
uno, ni dos, ni varios, sino docenas de misiles contra cada formación.5 Dos
cazas israelies se perdieron a causa de los misiles, lo que conmocionó a los
aviadores. La respuesta inmediata fue probar nuevas técnicas evasivas,
tácticas de equipo y contramedidas electrónicas para reducir la eficacia de
los misiles soviéticos, preferiblemente sin volar muy bajo y, por tanto, al
alcance de los cañones antiaéreos que habían causado la mayoría de las
pérdidas aéreas israelíes en el pasado.
La nueva táctica, aplicada por primera vez el 5 de julio de 1970,
consistía en realizar ataques masivos, estrechamente coreografiados, de
cuatro oleadas y sesenta aviones contra las baterías SAM de vanguardia,
en lugar de los anteriores ataques separa-dos por formaciones más
pequeñas. La nueva táctica dependía en gran medida de una
sincronización precisa para saturar las defensas con múltiples aviones que
se aproximaban desde varias direcciones y alturas con diversos patrones
de vuelo. Los resultados fueron desiguales, y un tercer avión se perdió a
manos de los SAM. En ese momento, las baterías SAM-2 más avanzadas
estaban a sólo treinta y cinco kilómetros de la línea del frente del canal, y
las SAM-3, a unos cuarenta y cinco kilómetros del canal. En ese momento,
los israelíes volvieron a los ataques pequeños, combinando el bloqueo
electrónico con vuelos de «seducción» para atraer el fuego enemigo y
ataques repentinos de aviones que esperaban más allá de la cobertura de
los radares para atacar baterías que acababan de lanzar misiles y que, por
tanto, no podían estar listas para volver a hacerlo.
El 18 de julio de 1970, la FAI atacó de nuevo el conjunto de misiles
soviéticos en una operación a gran escala, Etgar («Desa-fío»). Fue la
primera vez que los israelíes utilizaron la vaina de interferencia de
contramedidas electrónicas AN/ALQ-71 suministrada por EE. UU. (cuyo
nombre en clave era Afunah Reikha-nit, «Guisante Perfumado»).57 Los
expertos estadounidenses en el sistema aconsejaron a los pilotos de la FAI
que volaran directa-mente hacia la zona de misiles en formación estable
sin realizar maniobras evasivas para mantener una cobertura mutua eficaz
(en 《formación de vaina»).58 Pero tanto la tecnología como la táctica
fracasaron, ya que tres preciosos F-4 Phantom fueron alcanzados, dos de
ellos quedaron destruidos y un venerado coman-dante de escuadrón,
Shmuel Khetz, resultó muerto.
La vaina era parcialmente eficaz contra los SAM-2, pero total-mente
ineficaz contra los SAM-3. Los israelíes siguieron utilizándolo, pero
volvieron a las acrobacias aéreas evasivas en lugar de depender
únicamente del artilugio.59 Inicialmente, a pesar del coste, los resultados
del ataque parecían satisfactorios, con siete baterías SAM aparentemente
destruidas, pero más tarde se descubrió que sólo tres eran baterías activas
mientras que el resto eran señuelos.60
Con los israelíes luchando por destruir los SAM, la iniciativa pasó a los
comandantes soviéticos de defensa aérea, que empezaron a desplegar
cazas tripulados soviéticos para interceptar los aviones israelíes. El 25 de
julio de 1970, los MiG-21 soviéticos interceptaron a los A-4 Skyhawks
israelíes en una misión de ataque a tierra y los persiguieron hasta el
espacio aéreo del Sinaí controlado por Israel. Como aviones subsónicos,
los A-4eran superados por los MiG-21, y un A-4 alcanzado por un misil aire-
aire Atoll se vio obligado a aterrizar en la base aérea avanzada de
Rephidim. Los israelíes respondieron del mismo modo el 30 de julio de
1970 con la operación Rimon 20, una emboscada aérea en la que doce
Mirage IIIC y cuatro F-4E Phantom II atrajeron y atraparon a una fuerza de
reacción soviética de veinticuatro MiG-21MF.En la batalla aérea que siguió,
más confusa que la mayoría, los israelíes sufrieron un avión dañado que
aterrizó sin novedad, mientras que cinco MiG-21 fueron destruidos y
murieron cuatro aviadores soviéticos. Al igual que con los ataques contra
el personal de tierra soviético, los israelíes informaron de la destrucción de
aviones egipcios y no soviéticos, para que no pudieran ser contradichos
por los portavoces soviéticos, que seguían negando cualquier implicación
activa en los combates. Moscú tampoco reaccionó a nivel diplomático, ni
siquiera denunció el ataque. En su lugar, se produjo un nuevo avance de
las baterías SAM-3 hacia el canal de Suez.
Pero el mensaje fue recibido tanto en Washington como en Moscú, y
el resultado fue un acuerdo de alto el fuego mediado por Estados Unidos
y firmado por Israel, Egipto y Estados Unidos (la URSS no lo firmó), que
entró en vigor el 7 de agosto de 1970.61E1acuerdo fue violado casi
inmediatamente por egipcios y soviéticos, que hicieron avanzar aún más
sus baterías de misiles hacia la zona del canal. Estados Unidos no trató de
renunciar al alto el fuego ni de hacerlo cumplir, sino que reaccionó
suministrando a Israel todas las armas que había desarrollado para luchar
contra las defensas aéreas: receptores de aviso de radar para instalar en
los aviones, reflectores (para confundir a los radares), bengalas (para
confundir a los sensores de infrarrojos) con sus respectivos dispensadores
y misiles AGM-45 Shrike que apuntaban a las emisiones de radar, así como
bombas de racimo CBU-24 que aumentaban la probabilidad de acertar en
los objetivos. Todo este equipamiento fue un premio de consolación para
Israel a cambio de que aceptara las violaciones del alto el fuego en lugar
de reanudar la guerra, incluso cuando Egipto estaba rompiendo
abiertamente el acuerdo al hacer avanzar las baterías SAM, cuyos misiles
pronto podrían amenazar incluso a los aviones que volaran bien dentro del
lado israelí del canal de Suez.
Entre el alto el fuego de agosto de 1970 y la guerra de octubre de
1973 se produjeron varios lanzamientos de misiles dirigidos contra aviones
israelíes que volaban en el espacio aéreo israelí. En un caso, un
Stratocruiser que transportaba equipos de inteligencia de señales y volaba
por una ruta considerada segura fue derribado por una batería SAM-2 que
había avanzado en secreto hasta una nueva ubicación. Un ataque de
represalia con Shrikes fracasó. Esto anticipó lo que ocurriría al comienzo
de la guerra de octubre de 1973, cuando las baterías SAM egipcias
infligirían grandes bajas, neutralizando la eficacia de la potencia aérea
israelí.
Durante esos tres años, la FAI trató de prepararse para el siguiente
asalto porque después de la negativa de EE. UU. a castigar, o incluso a
reconocer, las violaciones del alto el fuego, nadie creía que pudiera
evitarse otra guerra. De julio de 1967 a agosto de 1970, un total de
dieciséis cazas israelíes fueron destruidos en el frente egipcio; seis,
alcanzados por misiles tierra-aire; cinco de ellos, en cinco semanas. Otros
seis aviones israelíes fueron derribados por cañones antiaéreos egipcios, y
cuatro, por cazas egipcios. Ochenta y seis aviones de combate egipcios
fueron derribados por cazas israelíes durante el mismo periodo. Otros
quince aviones israelies se perdieron en otros frentes.
La principal lección aprendida fue una inversión de prioridades: el
primer acto de la guerra de 1967 había sido eliminar los aviones de
combate árabes (especialmente los bombarderos que amenazaban la
retaguardia civil de Israel) ignorando las defensas antiaéreas árabes. Pero
el primer acto de la siguiente guerra tendría que ser la destrucción de los
SAM, lo que requeriría una mezcla de tecnología, técnicas y tácticas aún
por desarrollar. La tentativa comenzó de inmediato, pero sus resultados no
llegarían a tiempo para la guerra de octubre de 1973.
Los planes de la campaña anti-SAM, uno para el frente egipcio y otro
para el sirio, eran intrínsecamente mucho más complica-dos de lo que
había sido la operación Moked en 1967. El concepto básico era el mismo
para ambos planes: Dugman («Modelo») para Siria y Tagar («Desafío»)
para Egipto. Cada uno de ellos requería secuencias exactamente
programadas de contramedidas electrónicas de enfrentamiento
(interferencias y nubes de rozamiento),señuelos de drones para atraer el
fuego, disparos de artillería de largo alcance para destruir o al menos
interferir las baterías SAM más adelantadas, salvas de misiles
antirradiación Shrike para alcanzar los radares de las baterías y, a
continuación, una serie de vuelos a baja altura para atacar las posiciones
de los cañones antiaéreos y abrir rutas seguras a baja altitud para los
aviones enviados a atacar los objetivos clave, las baterías SAM.
Dado que los diversos sistemas de contramedidas electrónicas y los
misiles Shrike se habían probado, pero no habían dado resultado, y que los
nuevos SAM, especialmente los SA-6, podían funcionar a pesar de los ECM
disponibles, las medidas anteriores se consideraron útiles, pero no lo
suficientemente eficaces como para servir de protección principal de los
aviones atacantes, que tendrían que confiar en tácticas de vuelo
superiores. Para ello, cada oleada de ataques combinaría diferentes
métodos de vuelo. Los ataques iniciales emplearían la técnica Kela
(«Tirachinas»), más segura pero menos precisa, en la que los aviones
volarían bajo y rápido hasta que, en un punto predeterminado antes de
entrar en el alcance de los cañones antiaéreos, los pilotos elevarían el
morro del avión hasta un ángulo prescrito y soltarían las bombas, luego
girarían para salir a una altitud muy baja; las bombas volarían en un patrón
parabólico hacia sus objetivos. Los pilotos no podían ver los objetivos a los
que apuntaban; pero, si los cálculos y la mano del piloto eran precisos, se
alcanzarían suficientes objetivos como para permitir la técnica más
arriesgada pero más precisa de Hataf («A toda prisa»): los aviones volaban
por debajo del umbral del radar hasta un punto predeterminado cerca del
objetivo, se elevaban unos miles de pies, giraban, veían el objetivo,
apuntaban y se lanzaban sobre él, soltaban las bombas y salían a muy baja
altitud. Para eludir el fuego de misiles, toda la secuencia de ascenso a
salida debía durar sólo unos segundos, menos tiempo del que tardaba la
batería en atacar al avión.
Esta táctica, sin embargo, tenía una debilidad crítica: los pilo-tos no
podían ver sus objetivos hasta que se elevaran y volcaran, y no tendrían
tiempo de buscar visualmente el objetivo si no estaba donde esperaban
que estuviera. Por lo tanto, tanto para la técnica Kela como para la Hataf,
los planificadores del ataque aéreo tenían que saber de antemano con
precisión dónde estaría cada cañón o batería de misiles enemiga. Esto a su
vez requería un vuelo de reconocimiento fotográfico antes del ataque, con
la esperanza de que las baterías no se movieran entre el vuelo de
reconocimiento y el ataque, aunque moverse con cierta frecuencia era una
contramedida estándar practicada habitualmente por el enemigo.
Pero la deficiencia más grave de los métodos contemporáneos de
reconocimiento fotográfico para ese fin específico era su lentitud. Pasaban
ocho horas desde el momento en que se tomaba la fotografía hasta el
momento en que se iban a lanzar las bombas sobre el objetivo, sumando
el tiempo de vuelo para regresar a la base; el tiempo necesario para
transferir la película del avión a los reveladores y de éstos a los analistas;
el tiempo necesario para analizar las imágenes; el tiempo necesario para
transferir los resultados a los planificadores; el tiempo para que los
planificado-res digieran los datos, creen un plan y lo envíen a los
escuadrones participantes; el tiempo para que éstos lo estudien y asignen
pilo-tos y aviones, y el tiempo para que cada piloto estudie su misión,
embarque en su avión y vuele hasta el objetivo. Para los voluminosos SAM-
2, difíciles de mover, un lapso de ocho horas no era demasiado en la
mayoría de los casos; para los SAM-3, más fáciles de mover, significaría que
se habrían movido algunas baterías, y los SAM-6 podrían moverse dos
veces en ocho horas. Por lo tanto, los planificadores de la FAI preferían un
ataque preventivo por sorpresa, como en junio de 1967.62
Una debilidad organizativa fue que el análisis fotográfico para
determinar la ubicación exacta de las baterías de misiles, radares y
lanzadores no se realizó en el Cuartel General del Ejército del Aire, sino en
el Cuartel General de Inteligencia Militar, donde se analizaba toda la
fotografía aérea. La consecuencia fue un retraso adicional: más tiempo
para transferir los resultados de los analistas de imágenes a los
planificadores de las fuerzas aéreas. Dentro de unos años, todas esas
funciones se realizarían casi en tiempo real, independientemente de su
ubicación, pero no en 1972-1973.
Los enemigos de Israel no se quedaron quietos. El aparente éxito de
las defensas aéreas en el verano de 1970 se convirtió en la base de su
planificación, e invirtieron mucho en fuerzas tierra-aire, continuando
incluso cuando las fuerzas de combate soviéticas se marcharon, dejando
sólo asesores e instructores. En octubre de 1973 los egipcios tenían 146
baterías de misiles (72 SAM-2 de gran altitud,64 SAM-3 de altitud media y
10 SAM-6 de altitud baja a media), de las cuales 55 (25 SAM-2, 20 SAM-3
y 10 SAM-6) se desplegaron cerca del canal de Suez, por lo que podían
operar a cierta distancia en el espacio aéreo israelí, mientras que las otras,
más alejadas, protegían El Cairoy las zonas de retaguardia. Con un frente
más pequeño que defender, los sirios podían lograr la misma densidad con
menos baterías: 36 (13 SAM-2, 8 SAM-3 y 15 SAM-6), de las cuales 25
estaban desplegadas en el frente (7 SAM-2, 3 SAM-3 y 15SAM-6). Nueve
baterías alrededor de Damasco estaban lo suficientemente cerca del
frente como para ayudar a proteger las unidades de retaguardia de las
fuerzas terrestres sirias, mientras que otras dos protegían el aeródromo de
Dmeyr, más atrás.
Tanto el ejército egipcio cómo el sirio desplegó también unos dos mil
cañones antiaéreos de todo tipo y cientos de lanza-dores SAM-7 portátiles.
En cuanto a las baterías SAM de ambos ejércitos, cada una de ellas
disponía de múltiples emplazamientos fortificados (siguiendo directivas
soviéticas específicas); algunos, con equipos ficticios cuando la batería
estaba en otro lugar, lo suficientemente buenos como para haber
engañado a los israelies. Además, había emisores de radar alrededor de
cada emplazamiento para seducir a los misiles Shrike, y baterías de
cañones antiaéreos y también equipos SAM-7 con hombres para
protegerse de los aviones que volaban bajo. Las ubicaciones de las baterías
se seleccionaron para formar zonas superpuestas, y los sistemas
integrados de mando central permitieron el enfrentamiento de varias
baterías contra cada objetivo.
Antes del estallido de la guerra el 6 de octubre de 1973, el ministro
de Defensa Moshe Dayan y el jefe de las FDI David Elazar habían acordado
que, en caso de guerra, las FDI deberían centrarse en derrotar a los sirios
antes de desviar el grueso de sus fuerzas al frente egipcio, debido a la corta
distancia entre la ubicación de las fuerzas terrestres sirias y los pueblos y
ciudades israelíes en los Altos del Golán y en el valle de Hulah, justo debajo.
Por el contrario, en el frente del Sinaí, unos 150 kilómetros de desierto
vacío separaban la línea del frente del canal de Suez del asentamiento civil
israelí más cercano. Otra razón para dar prioridad al frente sirio era que
Dayan y Elazar esperaban que una rápida victoria sobre los sirios disuadiría
a Jordania e Irak de unirse a la ofensiva sirio-egipcia; decidieron además
que, en caso de guerra, la campaña de supresión de la operación Dugman
contra los SAM sirios comenzaría inmediatamente.
A medida que se acercaba la siguiente guerra, la FAI confiaba en tener
la solución. Sin embargo, cuando estalló, las condiciones iniciales de la
guerra de octubre de 1973 eran completamente diferentes de las
previstas. Cuando llegó el aviso definitivo en la mañana del 6 de octubre,
Benny Peled, comandante de la FAI, solicitó permiso para lanzar un ataque
preventivo y le fue denegado. Al necesitar el respaldo estadounidense,
Israel no podía permitir que se le presentara de nuevo como el agresor.
Peled había confiado en que se le concedería el permiso, y la FAI había
estado preparando sus aviones desde primera hora de la mañana. El
rechazo exigió una reevaluación completa de la situación y un cambio total
de las cargas de los aviones.
Sin embargo, aunque se hubiera dado el permiso, se manifestó una
segunda vulnerabilidad critica: los cielos sobre el campo de batalla previsto
estaban demasiado nublados. Los objetivos no podían ser vistos por los
pilotos. En lugar de lanzar el Dugman, Peled decidió atacar las bases aéreas
sirias más allá de la zona nublada. Esa decisión significó que todos los
aviones tuvieron que descargar sus cargas de munición anti-SAM y
sustituirlas por una mezcla adecuada para atacar bases aéreas -
penetradores de hormigón para destrozar pistas y atacar refugios de
aviones de ferrocemento-, y los pilotos tuvieron que estudiar nuevas
misiones. Dada la hora H árabe prevista, las 18:00 GMT, parecía haber
tiempo suficiente para llevar a cabo la transición.63
Entonces llegó una segunda sorpresa: a las 13:55 las fuer-zas
terrestres empezaron a informar de bombardeos masivos de artillería, y
los operadores de radar de la FAI vieron una masa de aviones egipcios y
sirios acercándose a las fronteras. La FAI se vio atrapada en plena
transición de un modo de ataque terrestre a otro, ninguno era compatible
con la interceptación de los intrusos entrantes. Reaccionando ante el
terrible peligro de un Moked inverso que pudiera paralizar la fuerza aérea,
Peled ordenó que todos los aviones se lanzaran al aire. No se produjeron
ataques contra las principales bases aéreas israelíes, pero a continuación
se produjo una avalancha para traer de vuelta los aviones y preparar-los
para responder a las urgentes peticiones de apoyo aéreo de las fuerzas
terrestres. Sin las unidades de reserva recién movilizadas, las fuerzas del
frente se enfrentaban a enormes dificultades. Necesitaban apoyo aéreo de
inmediato; no podían esperar a que la FAI lograra primero la superioridad
aérea.
A última hora de la tarde del 6 de octubre, los cazabombarderos
israelíes habían realizado unas 200 salidas aire-aire, derribando dieciséis
helicópteros egipcios que desembarcaban comandos detrás de las líneas
israelíes y unos veinte cazas egipcios y sirios. Otras 110 salidas alcanzaron
a las fuerzas terrestres árabes, pero tuvieron que volar contra un intenso
fuego antiaéreo. Se perdieron seis aviones y otros quedaron dañados pero
reparables. También se lanzaron decenas de salidas esa noche. Mientras
tanto, la FAI se preparaba para lanzar Dugman a la mañana siguiente.
inicialmente, las fuerzas israelies en el frente sirio parecían resistir,
mientras que las del Sinaí estaban desbordadas, por lo que la FAI recibió la
repentina orden de lanzar Tagar en lugar de Dugman.
En la mañana del 7 de octubre, la primera de las tres oleadas previstas
de Tagar fue debidamente lanzada y parecía tener éxito. Pero entonces la
situación general de las FDI se invirtió; durante la noche, las fuerzas sirias
habían penetrado entre los israelíes escasamente desplegados y
avanzaban rápidamente por el Golán hacia la población civil israelí del valle
del Hula. La mayoría de las reservas seguían de camino a los frentes, y en
el Golán las escasas fuerzas desplegadas sufrían numerosas bajas. Por el
contrario, en el Sinaí la situación parecía mejor.
Por lo tanto, se ordenó a las fuerzas aéreas que proporcionaran apoyo
inmediato en el Golán.64 Tagar, dirigido contra el SAMS de Egipto, se
detuvo en seco para que Dugman pudiera prepararse rápidamente,
mientras que cincuenta y cinco salidas se lanzaron contra los dientes de las
defensas sirias, que no habían disminuido, para atacar a las fuerzas
blindadas y mecanizadas que avanzaban. La mayoría de estas salidas
realizaron ataques Kela de supervivencia, pero causaron muy pocos daños,
mientras que algunas intentaron ataques más precisos que se toparon con
un intenso fuego antiaéreo.65 Los resultados exactos de estas salidas no
pudieron determinarse, y no se sabe con certeza si fueron definitivamente
eficaces a la hora de ralentizar el avance sirio para ganar tiempo a las
formaciones de reserva que empezaban a llegar para bloquear las rutas
desde los Altos del Golán hasta el valle del Hula, donde muchos civiles
estaban en peligro inminente.
La decisión de llevar a cabo el Dugman sin ninguna ventaja de
sorpresa ni preparativos adecuados se tomó en ese dramático contexto: si
se lograba neutralizar los SAM sirios, la FAI podría llevar a cabo ataques
masivos de bombardeo de precisión contra las fuerzas terrestres sirias y
cambiar el equilibrio sobre el terreno. Era una apuesta de alto riesgo en
circunstancias desesperadas. Pero Dugman fracasó por completo. No
había habido tiempo suficiente para realizar un reconocimiento fotográfico
para actualizar las ubicaciones de las baterías, que se habían movido todas
desde la última actualización del día anterior. Sólo una batería SAM fue
destruida porque un piloto vio por casualidad la nueva ubicación mientras
rodaba para lanzarse en picado sobre su objetivo dado, que ahora, como
todos los demás objetivos, no era más que revestimientos vacíos. Otra
batería SAM siria fue parcialmente alcanzada y volvió a la acción dos días
después. Además, las rutas de salida originales se habían planificado
suponiendo que los sirios aún no habían penetrado en el Golán. Pero lo
habían hecho, llevándose consigo un gran número de cañones antiaéreos
cuya ubicación se desconocía por completo; los aviones que regresaban de
Dugman volaron bajo sobre ellos y pagaron el precio.
Tagar había sido un éxito parcial, cortado en seco, pero, como no se
completó, es difícil evaluar si habría logrado el resultado requerido.
Tampoco se había llevado a cabo exactamente como estaba previsto. En
retrospectiva, está claro que Dugman y Tagar habían fracasado debido a su
complejidad y a la consiguiente falta de flexibilidad ante las condiciones
adversas: tanto políticas el ataque preventivo desautorizado- como
militares, la urgencia de apoyo aéreo para las fuerzas terrestres,
gravemente superadas en número, siendo las nubes de octubre otro
obstáculo. Demasiadas cosas tenían que converger para que los dos planes
funcionaran, un defecto inherente a cualquier plan militar. Además, a las
circunstancias adversas y a la falta de flexibilidad inherente a cada plan de
batalla se sumaron errores operativos e incluso conceptuales. Fue lo
opuesto a Moked con todo saliendo mal en vez de al revés.
Por ejemplo, habiendo decidido iniciar la guerra con Dugman, la FAI
envió su única unidad de drones señuelo al Golán. Estaba equipada con
aviones teledirigidos BQM-74 Chukar de fabricación estadounidense
reconvertidos para servir de señuelos bajo el nombre en clave de Telem.
Pero, cuando Dugman fue cancelado en la noche del 6 de octubre y se
tomó la decisión de ejecutar Tagar contra los SAM egipcios al amanecer
del 7 de octubre, la unidad de drones señuelo estaba en el Golán. Además,
en la confusión, el comandante de la unidad Telem no fue informado del
cambio de planes, por lo que a la hora prevista, según sus órdenes origina-
les, lanzó una salva de aviones Telem hacia Siria. Él y sus hombres
presenciaron no menos de veinte lanzamientos de SAMA contra sus cuatro
aviones teledirigidos; muchos de ellos, lanzados desde bate-rías cuya
presencia y ubicación eran desconocidas hasta entonces. El comandante
de la unidad llamó inmediatamente al Cuartel General del Ejército del Aire
para informar de que los aviones teledirigidos señuelo Telem funcionaban
muy bien-nunca se habían probado antes para preservar el elemento
sorpresa-. Pero entonces le informaron de que, por desgracia, la FAI no
estaba ejecutando Dugman en su frente, sino Tagar en el sur, mucho más
allá de su alcance, “Cuando finalmente se llevó a cabo Dugman unas
horas más tarde, a la unidad no le quedaban drones.
Otro fracaso se produjo con el apoyo de artillería previsto para ambos
planes de derribo. En el Sinaí no había suficientes cañones de largo alcance
para llevar a cabo el bombardeo previsto; los que había estaban ocupados
respondiendo a las peticiones de apoyo de fuego de emergencia de las
asediadas unidades terrestres -Tagar tuvo que prescindir de ellos-. En el
Golán, parte de la artillería desplegada para el plan original se había visto
obligada a retirarse y las unidades de artillería restantes estaban muy
ocupadas apoyando a las fuerzas terrestres. Aunque consiguieron disparar
algunas salvas, como se había planeado para el día anterior, la confusión
creada por el cambio nocturno a Tagar les hizo disparar demasiado pronto.
De hecho, fue quizás este fuego el que incitó a los sirios a reubicar sus
baterías de modo que unas horas más tarde, cuando Dugman se puso
efectivamente en marcha, los pilotos bombardearon posiciones vacías.67
En cuanto a las unida-des de guerra electrónica, se habían desplegado en
el frente egipcio y participaron en Tagar, pero no pudieron transitar a
tiempo hasta el frente sirio para participar en Dugman. Mientras
intentaban evaluar los resultados de los ataques anti-SAM en Siria, y antes
de descubrir su rotundo fracaso, las fuerzas aéreas ejecuta-ron otras
cuarenta salidas de ataque en el Golán y ciento cuarenta más en el Sinaí
en un intento de destruir los puentes de pontones por los que las fuerzas
egipcias cruzaban el canal de Suez.
En total, el 7 de octubre, la FAI perdió doce aviones en el frente sirio:
seis en el fallido ataque anti-SAM, cinco mientras intenta-ban proporcionar
apoyo terrestre y uno ante la artillería antiaérea siria mientras perseguía a
un avión sirio que volaba bajo. Otros diez aviones fueron derribados sobre
el Sinaí y Egipto, para un total de veintidós aviones israelies perdidos sin
ganar nada. Este sería el peor día de toda la guerra, pero los jefes de las
fuerzas aéreas aún no lo sabían. Lo que sí sabían todos en la FAI era que
semejante ritmo de pérdidas no podía mantenerse.
Incluso después del fracaso de Dugman, las nuevas salidas de
reconocimiento fotográfico de las fuerzas aéreas sobre el Golán volvieron
a fracasar a la hora de identificar y localizar diez de las quince baterías
SAM-6 que se sabía que tenían los sirios. Sólo después de una amplia
investigación llevada a cabo dos años después de la guerra, los analistas de
las fuerzas aéreas pudieron final-mente identificar trece de las quince
baterías SAM-6 en las tiras fotográficas que databan del 5 y el 7 de octubre
de 1973.68 En otras palabras, el sistema general era demasiado lento para
seguir el ritmo de los objetivos móviles.
La primera decisión aplicada inmediatamente por la FAI fue renunciar a
operaciones a gran escala para destruir la amenaza SAM con el fin de
proporcionar cielos despejados. En su lugar, recurrió a operaciones mucho
más pequeñas para mordisquear a los SAM, al tiempo que desviaba su
atención hacia el apoyo a las fuerzas terrestres a pesar de la amenaza SAM.
En total, durante toda la guerra la FAI realizó unas 1400 salidas contra SAM
(aproximadamente, 220 en Tagar y Dugman), durante las cuales sólo tres
baterías SAM sirias fueron destruidas y cinco dañadas frente a treinta,
mientras que dos baterías SAM egipcias fueron destruidas y once dañadas.
Otras once baterías SAM egipcias fueron destruidas por las fuerzas
terrestres israelíes después de que las FDI cruzaran el canal de Suez para
asaltar el lado egipcio con tanques e infantería mecanizada. Pero en ningún
momento, hasta los dos últimos días de la guerra, consiguió la FAI una
completa libertad de acción operativa para bombardear a las fuerzas
enemigas a voluntad: cada ataque requería una lucha para penetrar las
defensas aéreas, lo que reducía el valor global de combate de la potencia
aérea israelí.69
A pesar de ello, la mayoría de las salidas de la FAI durante la guerra se
ejecutaron para proporcionar apoyo a las fuerzas terrestres. Por ejemplo,
el 11 de octubre, mientras el Mando Norte de las FDI contraatacaba en
Siria, recibió 221 salidas de apoyo a los ataques terrestres y otras 130 al
día siguiente. Al mismo tiempo, cuarenta y una salidas el 11 de octubre y
once salidas el 12 de octubre atacaron baterías SAM sirias. Esas misiones,
con otras en Siria contra bases aéreas e infraestructuras importantes, y
comba-tes aire-aire para impedir que las fuerzas aéreas sirias atacaran a
las fuerzas terrestres israelies, costaron ocho aviones el 11 de octubre y
tres más el 12 de octubre.7° En total, la FAI realizó aproximadamente
5260 misiones de apoyo terrestre; la mayoría de ellas, de interceptación, y
el resto, de apoyo cercano." Pero como la amenaza SAM nunca se
neutralizó completamente, la efectividad de ese apoyo aéreo se redujo y
el coste en aviones perdidos fue alto. Se realizaron otras 3180 salidas para
patrullar o escoltar aviones de ataque, derribando aproximadamente 260
aviones de combate enemigos y treinta y cinco helicópteros. Los misiles
Hawk y los cañones antiaéreos israelíes también derribaron unos
cincuenta aviones de combate y quince helicópteros.
La guerra le costó a la FAI un total de 102 aviones de combate, cinco
helicópteros y dos aviones ligeros, con una pérdida aproximada de un
avión por cada 110 salidas de combate."2 De los aviones de combate
perdidos, cincuenta y siete fueron derribados durante los primeros cinco
días de la guerra, y los cuarenta y cinco restantes se perdieron durante los
catorce días siguien-tes.73 Aproximadamente la mitad de los aviones de
combate perdidos fueron alcanzados por SAM, lo que supone una
proporción de unos cuarenta misiles lanzados por avión destruido.
XI.
POTENCIA AÉREA RESTAURADA
CON UN SALTO TECNOLÓGICO

Tras la debacle de 1973, Ezer Weizman dijo célebremente: «El misil ha


doblado el ala del avión».' El trauma de la guerra de 1973había puesto en
entredicho la propia ética de las victoriosas fuer-zas aéreas de 1948, 1956
y 1967.«Nos sentíamos humillados», dijo el as de caza Aviem Sella, que
desempeñó un papel clave en la dirección de las reformas posteriores a
1973, y añadió que «estábamos decididos a encontrar la manera de
restaurar nuestro honor profesional... la [guerra de] Yom Kippur dejó al
descubierto una serie de lagunas que la fuerza aérea tenía que llenar si
quería obtener un mejor resultado en la siguiente ronda».2
Algunos oficiales creían que las fuerzas aéreas habían sido superadas
tecnológicamente por los misiles antiaéreos soviéticos. Otros no estaban
de acuerdo en que la tecnología fuera la cuestión principal. Moshe Dayan
insistió notablemente en que las soluciones al problema no serían
tecnológicas («la electrónica no ganará la guerra»), sino tácticas y
operativas: se trataba de luchar de forma inteligente y audaz, confiando en
la inteligencia de los propios guerreros.3 Pero era innegable que los
paraguas de misiles suministrados por los soviéticos habían restringido
muy severamente las operaciones aéreas durante toda la guerra y también
que las contramedidas electrónicas y las armas de alcance disponibles,
como el Shrike y las bombas planeadoras, no podían neutralizarlas, lo que
obligó a la FAI a enviar sus aviones a lo más profundo de las fauces de las
defensas aéreas enemigas, perdiendo una cuarta parte de ellos por los
misiles tierra-aire (SAM) y los cañones antiaéreos.
Después de la guerra, las FAI llevaron a cabo una investigación
exhaustiva, identificando una larga lista de grandes deficiencias y posibles
soluciones para el futuro. Retrospectivamente, lo que había fallado era la
planificación: tanto Dugman como Tagar eran planes rígidos y frágiles
porque dependían totalmente del cono-cimiento exacto de la ubicación de
cada lanzamisiles. Cuando la movilidad de los lanzadores hizo que eso
fuera imposible dada la lentitud del proceso de inteligencia de la época, el
método de planificación no dejó margen para ninguna táctica alternativa.
En respuesta a estos hallazgos, las FAI llegaron a la conclusión de que
era esencial acortar el intervalo entre la detección de las baterías SAM, su
identificación como baterías operativas reales y no como simulaciones, y
su ataque efectivo, antes de que volvieran a moverse.4 Asimismo, era
necesario encontrar formas de reducir el riesgo para los aviones que
realizaban el ataque, ya fuera de los propios SAM o de su conjunto
protector de cañones antiaéreos. Conseguir una mejora espectacular en
ambos frentes reque-ría una serie de innovaciones en tecnología, procesos
de trabajo y tácticas. El objetivo central del programa de desarrollo de la
FAI posterior a 1973 era alcanzar ambas metas.
El comandante Benny Peled consideró que el reto clave era la
aceleración del ciclo localización-ataque, que no podría lograrse sin
métodos de inteligencia totalmente nuevos que acercaran el proceso al
ideal de la inteligencia en tiempo real. Eso mejoraría las capacidades de la
FAI para todas las misiones, no sólo para la misión contra SAM. Un estudio
sobre la eficacia de la costosa tentativa de la FAI para ayudar a las fuerzas
terrestres de las FDI en la guerra de 1973 también concluyó que la
inteligencia sobre objetivos insuficientemente actualizada había sido el
problema número uno.5 Muy pronto se determinó que la solución
tecnológica clave era utilizar vehículos pilotados a distancia (RPV; ahora
drones) lo suficientemente pequeños como para evitar ser alcanzados, con
una autonomía de vuelo lo suficientemente larga como para mantener una
presencia casi constante sobre el campo de batalla, y con una cámara de
vídeo y un enlace de datos para permitir la transmisión de datos en tiempo
real a los planificadores operativos, que ya no tendrían que esperar a que
aterrizaran los aviones para analizar las fotografías. Ayudó el hecho de que
Israel fuera líder mundial en la fabricación de RPV cada vez más capaces.

LA REVOLUCIÓN DE LOS DRONES

Fue en el Artzav 19 cuando los drones desempeñaron por primera vez un


papel central en las operaciones de combate y superaron con creces las
expectativas, marcando el inicio de una nueva era militar. Sin embargo, los
Ejércitos del Aire del mundo no se apresuraron precisamente a adquirir
drones, y mucho menos a integrarlos en sus operaciones. Nueve años más
tarde, en la preparación estadounidense para la guerra del Golfo de 1991,
los únicos aviones teledirigidos de observación con los que se contaba eran
los importados de Israel adquiridos por la Marina y el Cuerpo de Marines.
Ningún otro servicio había mostrado interés por los aviones no tripulados,
y el Ejército estadounidense había cancelado su propio y prometedor
programa Aquila en 1985 por razones dudosas, mientras que las fuerzas
aéreas ni siquiera inicia-ron uno.6 Esa inacción colectiva era tanto más
notable cuanto que la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del
Departamento de Defensa estadounidense había realizado con éxito una
demostración de un avión no tripulado en 1972, justo cuando se estaban
probando los primeros aviones no tripulados israelíes. Así que las FDI
fueron las primeras fuerzas militares de todo el mundo en contar con la
gran ventaja de operar rutinariamente con inteligencia casi en tiempo real,
una ventaja que resultó sorprendentemente persistente.
En respuesta a la creciente amenaza de los abundantes y eficaces
misiles tierra-aire de fabricación soviética durante la guerra de Desgaste,
las FAI comenzaron a utilizar aviones teledirigidos Teledyne-Ryan 124 y
BQM-34 Firebee como señuelos SAM, bajo la designación Mabat,
¿acrónimo hebreo de «avión sin piloto»? También se hicieron intentos de
acoplarles cámaras y enviarlos a fotografiar zonas consideradas demasiado
peligrosas para los aviones tripulados. En 1971, la FAI adquirió Chukars
BQM-74 de fabricación estadounidense Northrop, a los que designó
Telem, como se ha señalado en referencia a su uso inútil en el Golán en
1973. Los aviones Telem se modificaron para que siguieran un plan de
vuelo preprogramado y se mejoraron electrónicamente para simular la
sección transversal de radar de un caza tripulado mucho más grande, con
el fin de despertar a las baterías SAM y a los cañones antiaéreos
controlados por radar para que entraran en acción, revelando así sus
posiciones a los aviones atacantes.8Pero el uso de estos aviones no
tripulados para el reconocimiento fotográfico resultó menos eficaz.
Poco después de la guerra de octubre de 1973, tras los
decepcionantes resultados obtenidos con los aviones teledirigidos
convertidos de fabricación estadounidense, la inteligencia militar de las
FDI había empezado a utilizar el RPV de fabricación israelí vendido
internacionalmente como Mastif, designado Sorek en las FDI. Pero no
podía proporcionar cobertura en tiempo real: sólo podía tomar fotografías
fijas que la Subdivisión de Inteligencia podía utilizar en lugar de solicitar
misiones fotográficas de aviones de reconocimiento tripulados. Al
necesitar la retransmisión en tiempo real de las fotografías, la fuerza aérea
intentó reequipar una cámara de vídeo estabilizada con un enlace de datos
en un Chukar/Telem. Entonces se dirigió a Israel Aircraft Industries (IAI),
que respondió rápidamente con el Scout (nombre FDI Zahavan), que podía
vigilar grandes áreas durante muchas horas y retransmitir fotografías en
tiempo real a las pantallas de vídeo de los analistas, para permitir a los
aviones de ataque aprovechar al máximo las breves ventanas de
exposición durante las cuales las baterías SAM móviles eran más
vulnerables a los ataques. También se utilizaron otras herramientas de
inteligencia desarrolladas o adquiridas, incluidos los sistemas aéreos de
mando y control, pero el uso innovador de aviones no tripulados fue en
gran medida un avance israelí.
El Mastif y el Scout ejemplificaban lo mejor de la pequeña industriade
defensa israelí, modestamente financiada. Su diseño respondía en gran
medida a las necesidades de las FDI gracias a la continua
intercomunicación entre los oficiales en servicio activo que los querían y
los ingenieros que los desarrollaban, que eran en su mayoría oficiales de
reserva de las FDI. Estos RPV eran lo más sencillos posible, mecánicamente
robustos y diseñados para un manejo rudo en condiciones de campo.
Como su diseño incorporaba el mayor número posible de componentes
estándar, también eran baratos. Los primeros modelos disponían de
cámaras de televisión y retransmitían imágenes a los operadores. Más
tarde, se añadieron telémetros láser para permitir el uso de los mismos
drones por los observadores de artillería y para lasear objetivos para
aviones tripulados.
Al comienzo de lo que se convirtió en el proyecto Scout, el IAI asignó
un equipo de ingenieros a la tarea, entre ellos Yair Dobster.10Describió el
proyecto básicamente como una «puesta en marcha»: «Se reclutaron
[jóvenes] con espíritu aventurero y se nombró a un jefe de equipo
experimentado que nos guiara para domar la tendencia de los jóvenes a ir
demasiado lejos, como a veces hacen los jóvenes de mente abierta e
intrépidos».
La empresa trató al Scout como si fuera un avión tripulado corriente.
«Se fabricó con el mismo tipo de aluminio y los mismos remaches, igual
que se fabrican los aviones de pasajeros hasta hoy», según Dobster. Para
ahorrar tiempo y dinero, y para saltarse las iteraciones de prueba y error
basadas en la experimentación en el túnel de viento, simplemente se
redujo el probado diseño de doble brazo del avión de transporte ligero
Arava y se le acopló un único motor orientado hacia atrás. Este diseño
también hizo más fácil equilibrar la distribución del peso cuando se opera
con diferentes cargas útiles y/o combustible extra.
El diseño de la aeronave -la plataforma- fue sólo el principio. Para
operar el Scout, se necesitaba una estación de control en tierra con
pantallas, activadores con palanca de mando y telecomunicaciones. La
carga útil óptica también tuvo que desarrollarse desde cero para adaptarse
al Scout, y también hubo que prever un modo de funcionamiento, ya que
no existía una doctrina operativa establecida."1 Una elección técnica no
favoreció la simplicidad: en Estados Unidos, el primer dron experimental
(que nunca llegó a la producción en serie) llevaba incorporada una
cámarafija, con un aparato de espejo flotante para estabilizar la imagen.
Eso producía una imagen de espejo invertida para el operador, lo que
añadía una complicación que no sería deseable si el sistema se utilizaba
alguna vez en condiciones reales de combate. Para los israelies ese
escenario era un hecho, e IAI decidió resolver el problema desarrollando
un cardán giroestabilizado para la cámara.
Mucho más tarde, dos miembros de la primera tripulación de
operadores de la FDI describieron los dolores iniciales del crecimiento,
incluyendo la escasez de piezas que obligó a canibalizar algunos Scout para
mantener a otros volando. Los frecuentes, aunque pequeños, cambios de
ingeniería tuvieron que hacerse sobre la marcha, sin pausa para la
verificación por parte de inspectores externos de pruebas y evaluación o
para la atribución de culpas por errores, ya que las decisiones de rediseño
se toma-ban sobre la marcha. Era un proceso que no tenía fecha de
finalización, con continuos retoques que no terminaron ni siquiera cuando
los Scout fueron entregados por primera vez. Durante todo ese tiempo, las
tripulaciones operativas de los Scout se mantuvieron en contacto estrecho
e informal con los desarrolladores, como práctica israelí, para darles la
información que necesitaban. Al principio hubo mucho escepticismo en la
fuerza aérea, que era propensa a olvidar que los aviones no tripulados
existían en absoluto. Tras enviar un informe de seguridad después de una
salida que casi acaba en accidente, el escuadrón de drones recibió
llamadas del Cuartel General de las Fuerzas Aéreas preguntando si el piloto
estaba vivo y bien. Tras ese incidente, todos los informes de seguridad del
escuadrón de drones incluían sarcásticamente la tranquilidad de que «el
piloto está vivo y bien».
En 1980, el primer escuadrón de aviones no tripulados participó en
una maniobra de división en la península del Sinaí. Al principio, el
comandante de la división, el entonces BG Ehud Barak (más tarde, jefe del
Estado Mayor, ministro de Defensa y primer ministro), dijo al comandante
de la unidad de drones que su unidad estaba muy abajo en la lista de
prioridades de la maniobra que se avecinaba. Pero, a primera hora de la
mañana, el escuadrón lanzó sus drones con cohetes de corto alcance, sólo
para descubrir que el puente de pontones destinado a simular el cruce del
canal de Suez estaba siendo trasladado en secreto a una nueva ubicación
por los árbitros de la maniobra, con el fin de confundir a la división de
Barak. Cuando Barak se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo en su
monitor, insistió en que el escuadrón de aviones no tripulados volara sin
parar hasta que se le dijera lo contrario. Había descubierto el valor de la
inteligencia ampliada y en tiempo real.12
El escuadrón de exploradores (el primero de este tipo en todo el
mundo) entró en pleno funcionamiento en 1981, justo cuando las baterías
SAM sirias se desplegaron en el valle de Beqaa, en Líbano, ampliando así
su cobertura SAM y amenazando las operaciones de la FAI en el frente
norte. También se produjo otro episodio total-mente inesperado el 14 de
mayo de 1981: uno de los aviones no tripulados Mabat del escuadrón logró
una muerte confirmada cuando un MiG-21 sirio voló sobre el terreno
mientras intentaba derri-barlo.13 Pero fue su uso por las FDI en la guerra
del Líbano de 1982lo que realmente validó los aviones no tripulados,
iniciando una carrera mundial para desarrollarlos. Ciertamente, fue una
auténtica prueba de fuego, ya que los Scout cazaron con éxito baterías de
SAM muy móviles, incluidos los entonces formidables SA-8.14El primer
dron que sucedió al Scout fue su descendiente directo, el dron Searcher 2
de IAI, que entró en servicio con la FAI en 1992como el Khogla (Alectoris).
Para entonces las FDI ya utilizaban drones para lasear objetivos para
municiones guiadas de precisión.
La ofensiva palestina de 2000-2006 puso de manifiesto la necesidad
de aviones no tripulados más capaces, con más resistencia, que
proporcionaba ampliamente el gran IAI Heron 1 (Shoval en las FDI). Se
añadió debidamente un nuevo escuadrón de drones para vigilar el denso
entorno urbano. Las imágenes de los drones que revelaban el verdadero
curso de los acontecimientos de los que se informaba también resultaron
muy valiosas en los ámbitos diplomático y mediático para apoyar los
esfuerzos de Israel por desenmascarar la propaganda engañosa.15
Lo que comenzó como la búsqueda de un avión de reconocimiento
con capacidad de supervivencia evolucionó con el tiempo hacia el diseño
de un nuevo tipo de avión de ataque. Las fuerzas aéreas entraron en la era
de los drones armados con el Hermes 450 (el Zik de las FDI), que servía
como dron de ataque con misiles guiados para proporcionar a los cuarteles
generales de las divisiones una plataforma dedicada a la inteligencia en
tiempo real, pero que también podía utilizarse para lanzar ataques en
tierra o en el mar.'6 En 2006, la FAI ya operaba un dron mucho más grande:
el Heron TP (FAI Eitan), un derivado muy ampliado del Heron que puede
atacar objetivos terrestres a distancias superiores a las 1500 millas
náuticas (su alcance en un solo sentido es de 4000 millas náuticas) con una
autonomía superior a las cincuenta horas. Por lo tanto, puede sustituir
ventajosamente a los aviones tripulados para la vigilancia, el
reconocimiento y también el ataque a larga distancia. (Según se informa,
se ha utilizado para interceptar entregas de armas a Hezbolá en las
profundidades de Sudán)." Ciertamente, su alcance operativo es suficiente
para realizar ataques aéreos con cargas significativas en cualquier lugar de
Irán.'8 Una incorporación posterior al arsenal de aviones no tripulados de
Israel, el Hermes 900 (FAI Kochav), que entró en funcionamiento en 2015,
según se informa, puede operar de forma continua durante más de
veinticuatro horas sin repostar y transportar hasta cuatro misiles AGM-114
Hellfire.19
Un tipo diferente de avión teledirigido de ataque de fabricación israelí
destacó en los combates de Nagorno-Karabaj de 2020.Aunque otros
drones-en concreto, el turco Bayraktar recibieron más publicidad, el Harop
de IAI, sucesor del dron de ataque o «munición de merodeo» Harpy de IAI,
parece haber tenido el mayor impacto en el campo de batalla. Diseñado
originalmente como munición antirradar de merodeo, el Harop, lanzado
desde un bote, tiene una autonomía de misión de hasta nueve horas y
puede servir para el reconocimiento y el patrullaje de la zona, pero
también dispone de una ojiva de 16 kg para lanzarse sobre objetivos de
alto valor. Los azeríes utilizaron el Harop y otros dos modelos israelíes de
municiones de merodeo, el Orbiter y el Skystriker, contra todo tipo de
objetivos: lanzadores de misiles antiaéreos, radares, tanques, vehículos
blindados de transporte de tropas, artillería, posiciones de infantería e
incluso camiones y autobuses utilizados para el transporte de tropas,
disuadiendo de su uso y atacando así tanto la moral como la movilidad de
su adversario.

AUMENTAR LA CAPACIDAD DE SUPERVIVENCIA

Evitar los misiles lanzados desde tierra y las zonas de peligro de los cañones
requería un conocimiento no menos preciso de su ubicación que el
necesario para atacarlos. Sin embargo, si los objetivos se encontraban en
las zonas de peligro, eludir los misiles volando bajo, como se intentó en la
guerra de Desgaste y en la guerra de octubre de 1973, ponía a la aeronave
al alcance de los cañones antiaéreos, mientras que eludir los cañones
volando por encima de su techo efectivo, como también se hizo durante
esas guerras, exponía a la aeronave a los misiles. Además, los nuevos tipos
de misiles, como el SAM-7 portátil (empleado por primera vez en masa
durante la guerra de 1973), el SAM-9 (una versión del SAM-7 montada en
un vehículo) y el SAM-8 (que, junto con el SAM-9, llegó durante la década
de 1970), podían alcanzar a los aviones a altitudes muy bajas. Durante
ambas guerras, las fuerzas aéreas israelíes optaron finalmente por atacar
normalmente por encima del techo del cañón y dentro de la envoltura de
los SAM, empleando una mezcla de sorpresa, señuelos y contramedidas
electrónicas (ECM), pero confiando sobre todo en el vuelo acrobático y en
un complejo trabajo en equipo para reducir las pérdidas. La FAI también
intentó varios métodos de ataques semi aéreos con misiles antirradar
Shrike, bombas planeadoras electroópticas Walleye y bombas planeadoras
HOBO, y la técnica muy rápida de bombardeo por lanzamiento a media
altitud (Kela) para lanzar municiones y salir antes de que los misiles
antiaéreos alcanzaran la aeronave. Pero todas ellas demostraron ser
tecnológicamente deficientes y los objetivos se perdían con demasiada
frecuencia.
Por el contrario, un verdadero avance fue utilizar aviones no
tripulados como señuelos. Volando antes o durante los ataques aéreos, los
aviones no tripulados hacían que el enemigo perdiera tiempo y munición
en objetivos equivocados, al tiempo que se exponían a ser descubiertos.
Los señuelos utilizados en la guerra de 1973 habían demostrado su gran
potencial, aunque se había perdido la oportunidad de capitalizar su
eficacia. Pero habiendo aprendido su valor, la FAI amplió su arsenal de
señuelos. En la toma de 1982, los aviones atacantes lanzaron señuelos
planeado- res Shimshon (Samson) sin motor, de nuevo desarrollo, junto
con los antiguos señuelos Telem, que atrajeron con éxito a los sirios para
que revelaran las posiciones de sus baterías de misiles y gas-taran misiles
inútilmente.20
La mejora de los ECM era obviamente importante para proteger a los
aviones que volaban dentro del alcance de los SAM enemigos. Uno de los
problemas revelados por la guerra de 1973 había sido que los ECM
disponibles eran bastante eficaces contra los SAM-2 más antiguos, sólo
ligeramente eficaces contra los SAM-3posteriores y totalmente ineficaces
contra los SAM-6 más recientes. Evidentemente, el esfuerzo de los ECM
estadounidenses era demasiado lento para seguir el rápido ritmo de las
innovaciones de los SAM soviéticos. Había llegado la hora de los esfuerzos
loca-les. En el segundo día de la guerra de 1973 se había recuperado una
cabeza buscadora SAM-6 quemada en los Altos del Golán. Otro buscador
aún intacto fue recuperado el 24 de octubre en el frente del canal de Suez.
Ambos fueron enviados a Rafael, cuyo equipo de contramedidas comenzó
inmediatamente a trabajar a un ritmo vertiginoso para desarrollar ECM
específicos de interferencia y engaño contra el SAM-6, por entonces el
misil antiaéreo soviético más eficaz.
Esos dispositivos de contramedidas electrónicas se diseñaron,
ingeniaron, probaron y fabricaron en unos pocos meses en lugar de años,
y se entregaron a las fuerzas aéreas en la primavera de 1974 -demasiado
tarde para la guerra de octubre de 1973, pero listos para la siguiente-.21
Al mismo tiempo, las viejas vainas ECM de fabricación estadounidense que
habían fallado en 1973se modificaron con algunos componentes
electrónicos nuevos, y también resultaron ser muy eficaces contra los
SAM-6. La amenaza constante era que el enemigo adquiriera un nuevo
sistema impermeable a los ECM. Sin embargo, la amenaza constante era
que el enemigo adquiriera un nuevo sistema impermeable a los ECM
existentes. Mantener ECM viables requiere un esfuerzo constante para
recopilar información sobre los últimos sistemas enemigos, encontrar sus
limitaciones y, a continuación, desarrollar las capacidades necesarias para
interferirlos o confundirlos. Como en el caso de la industria israelí de
aviones no tripulados, Israel invirtió mucho en este campo y sigue
haciéndolo. Una solución aún mejor es no tener que volar en absoluto a la
zona de peligro, pero para ello se necesitan municiones que puedan
alcanzar objetivos desde más allá del alcance efectivo de interceptación
del enemigo. A pesar de todas las decepciones con las municiones de
precisión que recibió por primera vez de Estados Unidos, la FAI invirtió
mucho en este campo, comprando varios misiles antirradiación guiados
electroópticamente de fabricación estadounidense (llamados
colectivamente Egrof, «Puño») con un sufijo de color para indicar la
munición específica, por ejemplo, Egrof Yarok («Puño Verde») para el
GBU15, Egrof Khum («Puño Marrón») para el Tadmit israelí, Egrof Tzahov
(«Puño Amarillo»)para el AGM-62 Walleye modificado,etc.22
En 1982 las fuerzas aéreas habían integrado misiles antirradiación
AGM-78 Standard (cuyo nombre en clave era Egrof Sagol, 《Puño
Púrpura»), que eran técnicamente superiores a los AGM-45Shrike
recibidos una década antes, tanto por su alcance como porque estaban
programados para seguir volando hacia el radar objetivo, aunque sus
operadores los desconectaran. Anteriormente, había bastado con que los
operadores de radar detuvieran breve-mente las emisiones de radar para
privar al AGM-45 de su guía de localización y las reanudaran cuando la
antena parabólica del radar hubiera girado a otro rumbo, para desviar el
ataque. Pero con el AGM-78 esta táctica fracasaría porque el misil estaba
programado para continuar en su trayectoria inicial, por lo que habría que
mover todo el radar, algo imposible de hacer en cuestión de segundos. El
AGM-78 era tan eficaz que el 69. Escuadrón de F-4Phantom fue
específicamente dedicada a emplearlos, con tripulaciones aéreas
adiestradas en su uso. Finalmente, la 69.a lanzaría una treintena de AGM-
78 durante la operación Artzav 19 en 1982.
Las fuerzas aéreas también aprovecharon la proximidad de los SAM
al territorio israelí: no tendrían que volar a través de los mares hacia un
objetivo lejano, ya que todos los objetivos se encontraban justo al final de
la carretera. Para aumentar el reducido número de costosas variantes
lanzadas desde el aire, tanto los misiles AGM-45 como los AGM-78
lanzados desde el aire se modificaron drásticamente para convertirlos en
misiles lanza-dos desde tierra. Esto comenzó con el montaje de los AGM-
45 en semiorugas M3 de la época de la Segunda Guerra Mundial, para
obtener un sistema de 11 km de alcance introducido al final de la guerra
de octubre de 1973 como medida provisional. Posteriormente se aumentó
su alcance añadiendo cohetes impulsores, desarrollados y fabricados
localmente y con gran rapidez. El AGM-45 Kilshon («Pitchfork»),
potenciado, desarrollado y probado en dos semanas, utilizaba tanques M-
4 Sherman reconvertidos como plataformas de lanzamiento, otro uso más
para ese pilar de cuarenta años; los misiles podían atacar objetivos
situados hasta a 70 km de distancia.
En 1977, el más capaz AGM-78 Keres («Gancho»), introducido con un
lanzador triple más elaborado montado sobre camión, tenía un alcance
mayor y un guiado inercial provisional para alcanzar radares SAM cuyos
operadores habían dejado de emitir entre lanzamiento y lanzamiento,
precisamente para lanzar municiones antirradiación. Pero éste fue un caso
de innovación rápida, económica y aparentemente inteligente que fracasó
en combate. Aunque se dispararon docenas de misiles Kilshon y Keres
contra baterías SAM sirias, no consiguieron destruir ninguna;
evidentemente, con los misiles lanzados desde tierra los ángulos de
trayectoria iniciales eran demasiado planos. Fue una suerte para las
fuerzas aéreas que los asesinos de radares lanzados desde el aire
resultaran suficientes. También fueron esenciales, según se determinó, las
municiones guiadas electroópticas, que permitían a los aviones lanzar sus
municiones con precisión manteniéndose fuera del alcance de los cañones
antiaéreos soviéticos de 23 mm y de los misiles infrarrojos portátiles con
los que los sirios estaban ampliamente abastecidos. (Nunca ha habido
ningún cañón antiaéreo occidental ni remotamente tan rentable como el
soviético de 23 mm en sus configuraciones gemela o cuádruple).
La fuerza aérea empleó una mezcla de municiones guiadas de
fabricación nacional y suministradas por EE. UU. que podían lanzarse a
cierta distancia del objetivo. Lo que la fuerza aérea denominó el «método
de ataque merodeador» era óptimo para las armas de precisión, de las que
disponía de una útil variedad: la AGM-62 Walleye, de fabricación
estadounidense, y la GBU-8HOBOS eran bombas guiadas más antiguas,
pero sin propulsión, que descendían planeando hasta sus objetivos dentro
de modestos rangos de precisión.23 La Tadmit, desarrollada localmente
por Rafael, era también una bomba planeadora guiada manualmente
desde el avión lanzador.24 Zeev Bonen, entonces director general de
Rafael, era muy consciente de la acuciante necesidad de municiones de
precisión y ordenó la conversión de una de las líneas de producción de la
empresa para fabricar exclusivamente municiones de precisión Tadmit,
suministrando a la FAI la primera unidad ya a finales de 1974.25 Esto marca
a Tadmit como precursora de la Cúpula de Hierro: también fue
desarrollada muy rápidamente ignorando los procedimientos y prácticas
normales de adquisición, desarrollo y fabricación para proporcionar una
solución rápida a una amenaza importante.
Una pequeña fracción de las bombas Tadmit fueron dirigidas a sus
objetivos por oficiales de armamento a bordo de aviones C-130 que se
consideraron más adecuados para lanzar las bombas con precisión a sus
objetivos que los F-4 Phantom, en los que la bomba de planeo
descendente tenía que se observada a través de un minúsculo tubo de
rayos catódicos. Para entrenar a las tripulaciones en el uso de las nuevas
municiones electroópticas, se empleó un simulador estadounidense en la
base aérea de Eylin, en Florida, a partir de 1978, y el programa se prolongó
hasta 1982.26

LA REVOLUCIÓN INFORMÁTICA DE
ORCHESTRA-SELLA

Todas las capacidades acumuladas no bastarían si toda la operación no


pudiera coordinarse con precisión de principio a fin. Las diversas
capacidades debían combinarse en un plan de acción común integrado que
permitiera que todas las miradas de piezas trabajaran juntas en la
secuencia correcta y con la sincronización precisa. Pero, a medida que la
operación prevista de la FAI crecía en tamaño y complejidad, su
coordinación planificada de antemano a la manera de una orquesta bien
ensayada impondría cada vez más rigideces en la ejecución del plan, lo que
haría temer que se repitieran los fracasos de Dugman y Tagar.
La adquisición de inteligencia en tiempo real con un ciclo de planificación
rápido para explotarla sólo reduciría parcialmente el lapso de tiempo entre
la adquisición de los objetivos y los ataques contra ellos. Si los pilotos y los
aviones esperaban órdenes en tierra y necesitaban estudiarlas en
profundidad antes de despegar, seguiría habiendo un retraso considerable.
Por lo tanto, la mejor solución era tener aviones ya en el aire a la espera
de objetivos que se proporcionarían de tal forma que el piloto no
necesitara mucho tiempo para estudiar y ejecutar las órdenes. Pero hacer
esto con hasta un par de cientos de aviones en el aire requeriría una
imagen constantemente actualizada de la situación general tanto de las
fuerzas enemigas como de las amigas.
Cuando los británicos inventaron el sistema de control centralizado
de las batallas aéreas que les había salvado en el verano de 1940, el mando
se hacía manualmente. La FAI, creada e inicial-mente tripulada en su
mayoría por veteranos de la Royal Air Force, adoptó el mismo sistema, con
el comandante al mando sentado en un balcón que daba a una gran sala
que contenía una gran mesa con un mapa a gran escala de Oriente Próximo
sobre el que mujeres reclutas movían manualmente pequeñas etiquetas,
cada una de las cuales representaba un avión con todos sus detalles (tipo,
armamento, estado del combustible, altitud actual, velocidad actual)
escritos manualmente en ella.27 Hasta 1973 este método había
demostrado su éxito, pero quedó claro que no podía seguir el ritmo mucho
más rápido y la complejidad mucho mayor de las operaciones. La FAI
necesitaba nuevas capacidades, un nuevo plan para explotarlas y una
nueva forma de dirigir las operaciones.
En la mañana del 9 de junio de 1982, pocas horas antes de que
comenzara la operación Artzav 19, el coronel Aviem Sella, entonces jefe de
la rama de operaciones directamente a las órdenes del jefe de las Fuerzas
de Defensa de Israel MG David Ivry, estaba en su cuartel general
subterráneo esperando el momento para el que se había estado
preparando desde la guerra de 1973.《Hay muchos componentes
diferentes en esta historia-dijo Sella más tarde-, y su denominador común
es que todos surgieron del mayor fabricante de motivaciones: el
fracaso...Las fuerzas aéreas habían sido insultadas».28 Nacido en el año
1946, en la FAI desde 1963, Sella pilotó los primeros F-4E Phantom de Israel
durante la guerra de Desgaste, derribando cinco MiG-21, incluido uno
pilotado por un soviético en la operación de emboscada del 30 de julio de
1970. Sella no estaba mentalmente preparado para la derrota de 1973
infligida por los SAM.
Muy poco después de que cesaran los combates en 1974, el joven
Sella fue destinado al Cuartel General de la FAI con el rango de mayor y se
le encomendó la gran tarea de encontrar la forma de suprimir las defensas
aéreas árabes que habían resultado tan formidables. El jefe de operaciones
Amos Amir formó seis equipos diferentes para que estudiaran otros tantos
aspectos del problema general: guerra electrónica, inteligencia,
entrenamiento, artillería y otros. Sella se movía entre ellos, a veces para
escuchar, a veces para dirigir. Aunque sólo era mayor (difícilmente un alto
cargo en las FDI, con sus pocas estrellas), Sella se encontró a cargo de la
iniciativa más importante de las fuerzas aéreas.
Una de las primeras y posiblemente más difíciles tareas de Sella fue
cambiar la mentalidad de la FAI, que veía una fuerte oposición de muchos
pilotos a la idea misma de centrarse en la lucha contra los SAM.29 La vieja
guardia seguía pensando sólo en batallas aéreas -la prueba de instintos
rápidos, resistencia, conocimiento profundo de los aviones en ambos
bandos y de sus límites, con una voluntad de sobrepasar esos límites y
asumir riesgos-,todo lo cual, de hecho, produjo la superioridad en combate
aéreo que las fuerzas aéreas árabes no pudieron superar y que les hizo
depender tanto de las defensas aéreas suministradas por los soviéticos. Lo
que la vieja guardia no podía aceptar era que su propia superioridad como
pilotos era la que había llevado al otro bando a depender de las defensas
antimisiles que habían derrotado a las fuerzas aéreas en 1973, por lo que
no era un problema que más superioridad en combate aéreo pudiera curar.
Inmediatamente después, otro grupo siguió argumentando que la derrota
había sido causada por la secuencia de desastrosos cambios de última hora
en las prioridades de ataque, por lo que la solución para la próxima vez era
atenerse al plan y añadir más autoprotección para más aviones de
combate en lugar de desviar fondos de las fuerzas aéreas a misiles, aviones
no tripulados y aviones de apoyo.
Sella, comandante adjunto de escuadrón durante la guerra de 1973,
se sumergió en el tema y se ganó a los oficiales superiores para sus ideas.
Las presentó en un documento interno de 1975, Missile Combat-Aerial
Warfare against SAM Batteries, que desarrollaba una publicación anterior
sobre el tema de Eytan Ben-Elyahu, un jefe de escuadrón de F-4 Phantom
que llegaría a ser jefe de la Fuerza Aérea de Israel. Sella promovió aún más
la idea de que el combate anti-SAM justificaba el mismo enfoque
metodológico y los mismos recursos que el combate aire-aire, exponiendo
un desglose detallado de la solución: en primer lugar, evitar la detección
mediante una planificación adecuada del perfil de vuelo (normalmente
entrada ultra baja); en segundo lugar, romper el bloqueo del radar SAM
con maniobras y roces que confundan al radar, y, en tercer lugar, desactivar
el radar SAM con contramedidas electrónicas y el uso hábil de recepto-res
de alerta de radar e inhibidores. Además, se debería aumentar la
concienciación y las habilidades de las tripulaciones aéreas con modelos a
escala de baterías SAM, ilustraciones e incluso maquetas a tamaño real en
todas las bases aéreas de la FAI, para que los aviadores pudieran practicar
recorridos de identificación y ataque cada vez que realizaran su
aproximación de aterrizaje. También sugirió establecer campos de tiro
especiales con SAM simuladas, una ayuda muy costosa para el
entrenamiento.
Para poner en práctica la visión de Sella, las fuerzas aéreas tuvieron
que añadir otra capa de capacidad de mando y control; los planes seguían
basándose en la meticulosa planificación centralizada que tanto éxito
había tenido con Moked en 1967, pero que había fracasado en 1973
cuando los planes no pudieron adaptarse a las circunstancias cambiantes.
La nueva capa permitía al centro de mando aéreo central adaptar o
cambiar los planes incluso cuando los aviones ya estaban en el aire en
medio de las operaciones. Bajo la dirección de Sella surgió un nuevo flujo
de trabajo en cinco pasos:
1. Las formaciones de ataque recorren rutas merodeadoras delante
pero fuera del alcance del conjunto de baterías SAM del enemigo.
2. Un equipo de inteligencia especializado adquiere y transmite
información en tiempo real sobre el conjunto de SAM,
registrando sus movimientos y localizando sus posiciones
3. Ese equipo traslada su síntesis, respaldada por fotografías aéreas,
al puesto de mando anti-SAM.
4. Este último transmite la posición de cada batería SAM al avión
merodeador mejor posicionado para atacar esa bate-ría en
particular.
5. A continuación, los aviones lanzan contra las baterías SAM
municiones electroópticas vectorizadas para golpear sus centros de
control de tiro.

El puesto de mando establecido para coordinar los ataques sucesivos


contra las baterías SAM tendría que dirigir y controlar vuelos de hasta 200
aviones al mismo tiempo, además de plata-formas terrestres y medios de
guerra electrónica. Una vez diseñado el nuevo plan y el puesto de mando
que lo ejecutaría, Sella fue designado para dirigir su reducido personal,
compuesto por un oficial de inteligencia, un oficial de control aéreo y un
oficial de planificación especializado para cada uno de los tres regimientos
SAM de la red de defensa aérea siria, así como un oficial de guerra
electrónica. Una vez establecido en el cuartel general de mando
subterráneo de la FAI, el Estado Mayor intentó apli-car el proceso de cinco
pasos de Sella en un ensayo contra una batería móvil de SAM. La prueba
fracasó, y ese fracaso señaló la urgente necesidad de informatizar todo el
flujo de trabajo, apenas un reto cotidiano cuando sólo estaban
informatizados los procesos más rutinarios.
El plan de ataque estrictamente programado, con todas las diferentes
unidades terrestres y aéreas implicadas-desde drones, señuelos y
helicópteros hasta el gran número de cazabombarderos-no podía
coordinarse ni controlarse con los antiguos métodos manuales. Se podrían
haber memorizado los parámetros, pero había demasiadas variables.
Además, una vez iniciada la operación, se necesitarían instrucciones
actualizadas para el personal y las máquinas en cuestión de segundos,
demasiado rápido para los recálculos humanos instantáneos de todos los
planes de ataque. El control informático era esencial, puesto que los
planifica-dores tenían que prever que se necesitarían tres o cuatro oleadas
de ataque para destruir el vasto y variado conjunto de defensas aéreas
sirias; cada una de ellas, pilotada por aviones armados con diferentes
armas para atacar cada uno de sus componentes por separado (radares,
misiles, lanzadores, puestos de mando, cañones antiaéreos móviles y
montajes de cañones antiaéreos remolcados). Tenían que procesar
simultáneamente las ubicaciones, las cargas de armas y el estado del
combustible de todos los aviones de las fuerzas aéreas, así como la
naturaleza y la ubicación de todos los objetivos, permitiendo así una
optimización continua del ataque al hacer coincidir los aviones con los
objetivos. Cualquier retraso crearía un peligroso problema de tráfico
aéreo, disminuiría el elemento sorpresa y expondría a decenas de aviones
atacantes a las defensas aéreas. Para entonces, los ordenadores centrales
llevaban casi dos décadas utilizándose de forma están-dar en todos los
países modernos, pero no existía ningún programa estándar, o conjunto de
programas, que fuera en absoluto adecuado para comandar y controlar un
plan de operaciones tan complicado. Además, el coste estimado de un
programa hecho a medida(entonces todo era codificación manual) acabó
con la idea de informatizar el mando y control de la FAI.32
Irónicamente fue de nuevo el as de los cazas, el comandante Aviem
Sella, quien inició el esfuerzo para adquirir un sistema digital de mando y
control, llamado Periscope; los mandos aéreos en su profundo búnker
«verían» la batalla aérea a través de él. Habiendo estudiado informática
durante su preceptivo permiso de educación universitaria a mitad de
carrera, Sella estaba convencido de que sabía todo lo que había que saber
sobre ordenadores. Armado con la actitud chulesca de un típico piloto de
combate, Sella se dirigió directamente al jefe de las FAI, MG Benny Peled,
para decirle que había que informatizar las fuerzas aéreas. Esto ocurrió en
1974,muchos años antes del correo electrónico o de Google, cuando los
ordenadores aún se consideraban meras máquinas de calcular, no el
núcleo de los sistemas operativos. De ahí que a Sella se le dijera que la
informatización de las operaciones aéreas no era necesaria ni posible. Sin
inmutarse, siguió buscando formas de hacer realidad su visión. Lo que
necesitaba era un programa que pudiera integrar y actualizar
continuamente y casi en tiempo real todos los datos esenciales en el plan
operativo en curso, como la ubicación exacta de un lanzamisiles sirio recién
movido o la carga de armamento de un caza específico en un momento
dado.3 Todo esto se convertiría en algo muy corriente más adelante, al
menos para las Fuerzas Armadas estadounidenses y algunas otras Fuerzas
Armadas avanzadas, pero en aquel momento fue sin duda una
macroinnovación sin precedentes.
Recibió un buen consejo cuando presenció un ejercicio de mando de
artillería y preguntó a Amnon Yogev, oficial de artillería en la reserva que
trabajaba en el Instituto Weizmann, cómo afrontaba su rama el reto de
dirigir el disparo simultáneo de muchos cañones de artillería y cohetes
contra un gran número de objetivos de diversos tipos, muchos móviles.
Yogev remitió a Sella a Zvi Lapidot, director en el Departamento de
Informática del instituto y oficial de señales en la reserva de un batallón de
artillería, que estaba trabajando en un proyecto de mando computarizado
para el Cuerpo de Artillería. Sella solicitó una reunión con el presidente del
Instituto Weizmann (una figura augusta en Israel), y rápidamente lo
convenció para que asignara un equipo de informáticos para trabajar bajo
su dirección en el desarrollo de un sistema operativo integrado para la FAI.
El equipo se formó debidamente y se puso a trabajar, y no eran los
rechazados de Weizmann, sino más bien el equipo A. El Departamento de
Informática del Instituto Weizmann había adquirido su primer ordenador
en los años 50, cuando en Israel escaseaban incluso los teléfonos, y había
desarrollado una capacidad avanzada en ese campo. Sella no había hecho
cambiar de opinión a sus más que escépticos superiores; simplemente
había seguido adelante, sin pedir ni recibir nunca autorización, y mucho
menos presupuesto, de la FAI. La falta de dinero no fue un obstáculo para
poner en marcha el proyecto, ya que los científicos simplemente siguieron
en nómina del Instituto Weizmann. Tras seis meses de duro trabajo, el
programa prototipo del sistema previsto estaba listo. Sella se dirigió a
Peled, jefe de las FAI, y lo convenció para que visitara el instituto con él
para «ver algo». Un día del verano de 1975, Peled llegó al Instituto
Weizmann, justo cuando se cortó la electricidad. Peled no irrumpió, sino
que esperó pacientemente a que se restableciera el suministro eléctrico.
Pasó dos horas examinando el sistema antes de declarar: «Necesitamos
esto, tal como está, para mañana».34 En una semana, un camión había
llegado para llevarse el voluminoso ordenador central del Instituto Weiz-
mann al búnker del Cuartel General de las Fuerzas Aéreas. No hubo
formalidades, ni papeleo, ni facturas que pagar; sólo era cuestión de
descargar el ordenador del camión.
Comparado con el tablero manual de 1973, el Periscope pertenecía a
una época diferente. Integraba, de forma instantánea, la acción de
sistemas individuales -por ejemplo, un solo caza-bombardero- en un
supersistema orquestado centralmente que podía seguir los ataques
iniciales con órdenes de ataque ad hoc para aviones merodeadores a la
caza de misiles tierra-aire móviles. Podía hacerlo basándose en
información continuamente actualizada recibida de drones, radares
terrestres, centros de mando aerotransportados, aviones de combate
individuales, etc. Las baterías SAM más peligrosas eran las móviles que
podían desplazarse cada diez minutos, demasiado rápido para la
estructura de mando y la inteligencia de las fuerzas aéreas de 1973. Pero
en 1982 la red SAM siria se enfrentó a una fuerza aérea que podía redirigir
sus aviones, armas, contramedidas y señuelos en cuestión de segundos.
El sistema Periscope indujo un cambio completo de mentalidad en las
fuerzas aéreas, y bastante rápido. Con ello, también cambió la estructura
organizativa interna de las fuerzas aéreas. El sistema no centralizaba
realmente todo; su desarrollo generó la comprensión de que no es posible
ni deseable comandar y controlar todo el combate aéreo, todas las salidas
de apoyo aéreo cercano y todas las misiones de reconocimiento y
transporte, así como coordinar la lucha contra los SAM, todo desde un
mismo centro de control.36
Se necesitó una formación considerable para que todos los
componentes de la FAI fueran capaces de aplicar el nuevo concepto. En la
base aérea de Hatzor se instaló una maqueta operativa a escala real de una
batería SAM-6, y en todas las bases aéreas de la FAI había maquetas de
radares soviéticos de alerta temprana, así como un campo de tiro aéreo
electrónico. David Ivry, coman-dante de la FAI, decidió que cada nuevo
piloto de caza debía realizar al menos una práctica contra las baterías SAM-
2 y SAM-3sirias en el sur del Líbano, pero sin efectuar ningún disparo. De
ese modo, todos los pilotos de los escuadrones anti-SAM designa-dos se
familiarizarían con el teatro de operaciones y con las tácticas desarrolladas
para destruir las baterías SAM. Además, cada cuatro meses, las fuerzas
aéreas israelíes realizaban un ejercicio a gran escala centrado en la
supresión de SAM. Esos ejercicios se apodaban Torpedos e incluían un
amplio uso de unidades antiaéreas sirias simuladas y, más tarde, de
combates simulados sobre el Líbano contra las baterías SAM reales, sin que
los sirios se enteraran de lo que estaba tramando la FAI.

ACCIÓN

En cuanto a lo que ocurrió realmente entre las 16:00 y las 18:00horas del
9 de junio de 1982, incluso ahora los detalles concretos permanecen en
secreto, quizás por un único detalle técnico.37Pero no hay duda de que el
día comenzó con salidas de reconocimiento he inteligencia electrónica,
respaldadas por señuelos lanza-dos desde tierra y desde el aire que
despertaron debidamente a las baterías SAM sirias, revelando sus
posiciones. Todas las posiciones SAM conocidas se retransmitieron al
centro de mando de las fuer-zas aéreas y los parámetros se cargaron en el
programa Periscope.
A continuación, los aviones teledirigidos de reconocimiento verificaron
la ubicación y el estado de los SAM antes del ataque, y se enviaron cuatro
aviones de guerra electrónica para interferir los radares sirios.38 En ese
momento, los cazabombarderos de la fuerza de ataque subieron para
mantener posiciones de merodeo a diferentes altitudes, con F-15 y F-16
armados con armas aire-aire volando a cubierto para combatir a cualquier
caza sirio que intentara intervenir contra los cazabombarderos apilados. La
fuerza de ataque estaba compuesta por veinticuatro F-4 Phantom armados
con municiones antirradiación y electroópticas guiadas de precisión,
complementados por A-4 Skyhawks y cazabombarderos Kfir de fabricación
israelí armados tanto con municiones de racimo como con bombas
ordinarias,3 Su presencia era preventiva; en caso de que los sirios
bloquearan los misiles antirradiación o emplearan alguna contramedida
soviética desconocida contra las municiones electroópticas, los A-4 y los
Kfir recurrirían al clásico bombardeo en picado.
En el momento álgido de la operación, un centenar de aviones
israelies se encontraban en el aire, armados con diferentes municiones
para distintas misiones, de modo que cada vez que se gene-raba un plan
de ataque para un conjunto concreto de objetivos, basado en la
información procesada por el programa Periscope, se podía confeccionar
un paquete de ataque optimizado seleccionando aviones de entre los que
ya estaban en el aire y esperando. La imagen aérea hostil y amiga y el
control del tráfico aéreo eran proporcionados por el conjunto de radares
terrestres de Israel, cuyos operadores hablaban directamente con los
pilotos. Un año antes de la guerra, éstos habían sido reforzados con la
llegada de radares aerotransportados E-2C Hawkeye empleados como
controladores de tráfico aéreo de avanzados para los cazas que
merodeaban, para mantener sus diversas formaciones debidamente api-
ladas hasta que a cada una le llegara su turno de lanzar un ataque,
basándose en su proximidad a la ubicación verificada de una bate-ría SAM.
Los E-2C también servían para ampliar el alcance de la cobertura de radar
más allá del alcance de los radares israelíes en lo alto del monte Hermón y
podían retransmitir las comunicaciones por radio en caso necesario.41
A medida que se desarrollaba el ataque, cada vez que se encendía un
radar sirio, se lanzaban AGM78, que normalmente lo destruían. Cuando un
contacto visual o por radar revelaba la ubicación de una batería SAM, ésta
era atacada rápidamente por uno o más F-4 armados con bombas
planeadoras Tadmit o GBU-15 teledirigidas, normalmente dirigidas al
centro de control de fuego de la batería. A-4 Skyhawks y Kfirs con bombas
de racimo los seguían para destruir los lanzadores de las baterías
«descabezadas».
Durante las dos horas que duró Artzav 19, las baterías SAM sirias en
el Líbano permanecieron estacionarias, por lo que no se necesitó la tan
practicada capacidad de cazar baterías móviles. Pero en los días siguientes,
cuando las baterías SAM, incluidas las SA-8, se desplazaron por la noche
hacia el sur del Líbano, fueron destruidas en cuestión de horas.42 Fue
entonces cuando los aviones no tripulados se dieron cuenta plenamente
de su potencial: durante Artzav 19 habían servido sobre todo para verificar
la validez de los datos de localización de las baterías justo antes del ataque,
para asegurarse de que éstas no se habían desplazado repentinamente o
habían sido destruidas.43 Pero durante la noche del 9 de junio los aviones
no tripulados Scout desempeñaron un papel crucial en la caza de las
formidables SA-8. Estas últimas se encontraron junto a las demás baterías
SAM que los sirios enviaron al sur del Líbano al amparo de la noche; con la
guía del Peris-cope y las imágenes en tiempo real de los drones, el puesto
de mando dirigió a los «tiradores», los cazabombarderos
aerotransportados, para destruir las baterías en movimiento,
proporcionando a los pilotos ubicaciones actualizadas y exactas.
Como jefe de la rama de operaciones de la FAI, Sella tuvo el privilegio
de ver la conversión de su concepto en un plan operativo, el Artzav 19, así
como su aplicación real en la guerra, utilizando el sistema de mando
asistido por ordenador que él mismo había introducido en las fuerzas
aéreas pocos años antes. Fue, de hecho, la primera operación de guerra
informatizada que se intentó en cualquier lugar. También fue la primera
vez que las fuerzas aéreas se desviaron de su tan apreciado mando
unificado y controlado directamente por el comandante de la FAI, debido
a la expectativa de que los acontecimientos importantes sucedieran a un
ritmo frenético en una guerra comprimida a sólo unas horas, sin dejar
tiempo para las deliberaciones del personal. En su lugar, el comandante
MG David Ivry se limitó a supervisar las operaciones aire-aire y designó a
Sella para que dirigiera directamente el derribo de las defensas aéreas
sirias supervisando el funciona-miento del Periscope.45
Un visitante del centro de mando subterráneo de las fuer-zas aéreas
habría sido recibido por la extraña visión de un judío ultraortodoxo con su
típico traje y sombrero negros: Menachem Kraus, el único miembro del
equipo del Instituto Weizmann que realmente sabía manejar el ordenador
central en el que funcionaba el software Periscope. Al no haber servido
nunca en las FDI (estaba exento como clérigo a tiempo completo), Kraus ni
siquiera tenía la autorización de seguridad mínima de un soldado común,
y mucho menos la más exigente necesaria para el centro de mando
ultrasecreto, y Sella tuvo que convencer a su jefe de que Kraus era
fundamental para el éxito de la misión. Sella contó más tarde que, mientras
la operación estaba en pleno desarrollo, cada pocos minutos Kraus
levantaba la mano y giraba los dedos para señalar cuántas baterías había
destruido mientras Sella, sentado al otro lado de la sala de mando,
levantaba los dedos en respuesta para informarle del número destruido
hasta ese momento. Cuando todo hubo terminado, Kraus cruzó el pasillo
hasta el despacho de Sella para estrecharle la mano, tapándose los ojos
para no tener que mirar a todos los jóvenes soldados que había por el
camino (con el calor del verano, el aire acondicionado no podía
mantenerse a plena ocupación, así que la vestimenta era informal). Artzav
19, en junio de 1982, fue un acontecimiento decisivo en la historia de la
guerra. Fue la primera batalla librada bajo mando informático a todos los
efectos prácticos; también fue la primera batalla, aérea o no, en la que los
vehículos aéreos no tripulados, o drones, tuvieron un papel importante,
posiblemente decisivo.
XII.
UNIDADES DE ÉLITE.LA
PRODUCCIÓN EN MASA DE
LA EXCELENCIA MILITAR

Históricamente, las Fuerzas Armadas grandes y bien organiza-das han


tenido poco uso de las unidades especiales o de coman-dos. Durante el
siglo XX, cuando las guerras largas se libraban con grandes fuerzas de
reclutas, en las que incluso un país pequeño como Israel llegó a contar con
más de 200.000 soldados (en 1973), los grandes ejércitos tuvieron que
reunir, entrenar, equipar y desplegar miles de unidades de combate del
tamaño de una compañía de unos cien soldados, cada una de las cuales
necesitaba algunos hombres duros para dirigir al resto en la batalla. De ahí
que casi todos los altos mandos militares se opusieran a la escatimación
de los mejores hombres para formar unidades de élite.
Los líderes políticos en busca de glamour militar para aliviar la
melancolía de las largas guerras podían presionar para la creación de
comandos o unidades especiales -Winston Churchill fue un notable
entusiasta-, pero los jefes del Ejército eran normalmente reacios a dedicar
atención o recursos a la creación de unos pocos comandos pequeños o
unidades especiales de otro tipo, que siempre serían demasiado pequeñas
para ganar batallas por sí solas, demasiado valiosas para desperdiciarlas en
meras escaramuzas y demasiado difíciles de integrar de forma útil en
operaciones a gran escala. Los entusiastas argumentarían en contra
ofreciendo variantes de la estratagema de la guerra de Troya, en la que un
pequeño número de héroes hizo posible finalmente la victoria de los
griegos saltando del caballo para abrir las puertas de la ciudad amurallada,
todavía hoy el más famoso de los multiplicadores de fuerzas de la historia.
Pero la mayoría de los jefes del Ejército del siglo XX no estaban
impresionados, porque veían grandes obstáculos para las brillan-tes
operaciones del caballo de Troya en la vida real; entre ellos, la dificultad de
coordinar las acciones de pequeñas unidades especiales con los
movimientos de grandes fuerzas regulares. (Si el ejército griego se hubiera
acercado sigilosamente a las puertas y Helena hubiera detectado la treta,
habrían sido masacrados por los troyanos que estaban sobre ellos en las
murallas). Con entrenamiento clásico o sin él, los jefes de los Ejércitos
estadounidense, británico, soviético y alemán preferían prescindir de las
unidades especiales. Su prioridad era mantener a los mejores
combatientes en las unidades de línea regulares, para que unos pocos
pudieran dinamizar a los muchos. Sólo el final de las guerras a gran escala
permitió la actual proliferación de fuerzas especiales de todo tipo.
David Ben-Gurion, padre fundador de las Fuerzas de Defensa de Israel
y primer ministro, fue el primero en darse cuenta de que el nuevo Estado
necesitaría un ejército sólo para sobrevivir desde su primer día, y tendría
que ser un ejército grande. Por eso, exactamente por la misma razón que
los generales formados profesionalmente, se opuso a las fuerzas de élite
que privarían a las unidades de líderes esenciales. Habría querido abolir la
fuerza de élite de la guerra de Independencia, el Palmaj, a pesar de sus
épicos logros, incluso si no hubiera sido politizada por sus líderes, como
ocurrió. Y una vez asegurada la victoria, sí abolió el cuartel general del
Palmaj. De ahí que las FDI de posguerra comenzaran en 1949 sin fuerzas
de élite, salvo un único y pequeño Batallón de Paracaidistas al estilo
británico de logros muy modestos, y una pequeña, aunque muy eficaz
unidad de comandos marítimos que habían hundido el buque insignia de
Egipto el año anterior. Como ministro de Defensa, Ben-Gurion se
conformaba con que así fuera: quería buenas brigadas de miles de
efectivos, no pelotones excepcionales de treinta. A principios de la década
de 2020, por el contrario, las FDI cuentan con una amplia variedad de
unidades de operaciones especiales, una transformación que comenzó en
pequeña escala cuando Ben-Gurion aún era ministro de Defensa, no
debido a ningún cambio en la política, sino como respuesta urgente a un
problema inmediato. Con el tiempo, surgieron otras amenazas específicas
contra las que las respuestas a gran escala resultaban inadecuadas e
indujeron la creación de más unidades de operaciones especiales, un
proceso favorecido por las circunstancias estratégicas del país: la última
gran guerra contra fuerzas regulares tuvo lugar en 1982 en el Líbano,
mientras que la lucha contra enemigos irregulares ha continuado sin cesar,
con altibajos de intensidad, el tipo de guerra que conviene a las unidades
especiales. Ahora las FDI tienen toda una serie de unidades de élite
diferentes que están territorialmente especializadas, para el verde norte,
el árido sur, la zona de Eilat bañada por el mar Rojo y el altamente
urbanizado centro del país. También están especializadas funcionalmente,
para la infiltración de inteligencia, el reconocimiento de largo alcance, el
ataque de largo alcance y las operaciones encubiertas, la guerra de
túneles, y más, además de tres unidades superiores más grandes que son
más versátiles a la vez que conservan diferentes especializaciones básicas.
Todo empezó con la Unidad 101. Tras la guerra de la Inde-pendencia,
las recién victoriosas FDI estaban en plena disolución mientras los
veteranos regresaban a sus hogares, cuando los infiltrados empezaron a
cruzar las líneas de armisticio no demarcadas ni valladas hacia territorio
israelí, a veces sólo para cosechar sus propios campos perdidos, pero otras
para robar, asaltar y matar. Bandas considerables llegaron tanto para
saquear como para vengarse: desde el verano de 1949 hasta finales de
1956 se produjeron aproximadamente 11.500 ataques de este tipo contra
civiles israelíes y sus propiedades.
Ninguno de los vecinos árabes de Israel vigilaba su lado de la Línea
Verde (llamada así por el color de las líneas del armisticio de 1949 en los
mapas militares de las FDI), y tampoco las FDI podían dispersar a sus pocos
soldados por toda l frontera, donde no podían entrenarse para la guerra.
La desmesurada longitud de las líneas de armisticio en comparación con el
exiguo territorio total del país, resultado de la forma larga y estrecha de
Israel, hacía imposible apostarse y patrullar las fronteras de forma útil.2La
guerra de la Independencia había terminado en la primavera de 1949 con
armisticios, no con tratados de paz, porque en la polí-tica de los vecinos
derrotados era axiomático que la guerra se reanudaría en cuanto hubiera
alguna posibilidad de éxito, con ataques de infiltración transfronterizos
bienvenidos como muestra de lo que estaba por venir a una escala mucho
mayor; la mayoría, llevados a cabo por palestinos, pero muchos también
por diversos ejércitos estatales.
Esto significaba que los líderes militares de Israel tenían que
enfrentarse a dos amenazas militares muy diferentes: la primera era
claramente la amenaza a la seguridad fundamental (bitachon yesodi) con
grandes ofensivas destinadas a derrotar a las FDI y luego aniquilar
físicamente al Estado israelí y a su población judía. Para repeler esa
amenaza, Israel necesitaría, por supuesto, un ejército moderno, con
artillería, tanques, una fuerza aérea y mucho más. La segunda era la
amenaza a la seguridad rutinaria (bita-chonshotef), con francotiradores,
pequeñas emboscadas, minas, incursiones para matar israelíes y robos,
cuyo objetivo general era desgastar la determinación de la población judía
de vivir en Israel.
Para contrarrestar la amenaza cotidiana, se necesitaría un tipo
particular de fuerza militar, más adecuada para «guerras pequeñas». Eso
planteó inmediatamente un dilema para la planificación militar israelí,
porque los requisitos de la guerra a gran escala son cualitativamente
diferentes. El dilema se agudizó a medida que la situación rutinaria de
seguridad seguía deteriorándose: en 1950,67 ciudadanos israelíes fueron
asesinados por infiltrados; en 1951, la cifra aumentó a 137 muertos o
heridos, y en 1952 las víctimas ascendieron a un total combinado de 182.
Todas las víctimas fueron civiles -en su mayoría, mujeres y niños-, con un
total de 1751 incidentes en 1952.4 La respuesta inicial israelí fue defensiva,
incluyendo más patrullas fronterizas y más embosca-das, pero no había
posibilidad de proteger ni siquiera mínimamente las
desproporcionadamente largas y serpenteantes líneas de armisticio. Las
protestas ante la Comisión Mixta de Armisticio fueron en vano. Los
cincuenta y tantos observadores de la ONU recopilaron informes, pero
poco más pudieron hacer. Estaba claro que el Gobierno tenía que proteger
a sus ciudadanos. Tras no con-seguir ningún resultado con medios
diplomáticos, decidió utilizar la fuerza para obligar a los Estados vecinos a
controlar su lado de la frontera, pero tenía que ser una fuerza que no
llegara a la guerra total. Primero llegó la clásica advertencia pública del
primer ministro David Ben-Gurion de que «si las líneas de armisticio a lo
largo de la frontera están abiertas a terroristas y asesinos... nos reservamos
nuestra libertad de acción». Internamente, el jefe del Estado Mayor Moshe
Dayan explicó el razonamiento: «Debemos determinar las reglas de lo que
está y no está permitido en nuestras relaciones con los países árabes, y
debemos tener cuidado de no ser sumisos y aceptar los [ataques] contra
nosotros, aunque su [efecto sea pequeño]».
Dayan era un experto cuando se trataba de incursiones de represalia.
De joven había aprendido el oficio de un maestro como preciado recluta
de los Escuadrones Nocturnos Especiales del capitán británico Orde
Wingate, asaltando aldeas árabes delincuentes durante el levantamiento
de 1936-1939. En la Segunda Guerra Mundial Dayan se convirtió en
explorador del Ejército británico dirigiendo incursiones en el Líbano
francés de Vichy, abriendo el camino a una fuerza británica que el 7 de
junio de 1941 penetró en el Líbano, perdiendo un ojo en los combates.
Como jefe del Estado Mayor, Dayan optó lógicamente por las operaciones
de comandos: incursiones para atacar objetivos tras las líneas enemigas
que se basarían en la sorpresa y la astucia en lugar de en el número o la
potencia de fuego pesada, y que se entenderían claramente como
reacciones a ataques dentro de Israel. Al hacerlo, Dayan formuló un
concepto de política y seguridad que Ben-Gurion aceptó,
institucionalizando así tales acciones de represalia dentro del territorio
enemigo. Al principio, sin embargo, se intentó utilizar la fuerza aérea: el 5
de abril de 1951, ocho cazas atacaron puestos avanza-dos del ejército sirio
en el sur del Golán, en El Hama, en el valle de Yarmuq. El Gobierno se vio
sorprendido por las vehementes reacciones de los diplomáticos británicos,
franceses y estadounidenses (en la actualidad, las acciones terrestres
evocan protestas más fuertes que los ataques aéreos), y Ben-Gurion
decidió entonces dejar de confiar en la potencia aérea.
Pero cuando se trataba de ataques terrestres, Dayan y el estado
mayor pronto descubrieron que las tropas que tenían simple-mente no
podían luchar. Tras la guerra de 1947-1949, la mayoría de los mejores
oficiales combatientes habían abandonado las FDI para dedicarse a la vida
civil. Dispuestos como estaban a volver de uniforme si había que defender
el país en otra gran guerra, no estaban dispuestos a servir en tiempos de
paz como oficiales de carrera. Las mejores fuerzas, las Brigadas Palmaj,
habían sido disueltas por Ben-Gurion y no reemplazadas, mientras que las
unidades de línea estaban llenas de nuevos inmigrantes que rara vez
sabían suficiente hebreo para entender sus órdenes y cuya formación
básica se había apresurado. La moral y la disciplina eran tan bajas que en
1951 ni un solo batallón se consideraba realmente preparado para el
combate.8
En 1950, Dayan, como jefe del Mando Sur, se había sentido muy
decepcionado por la actuación de la 7.a Brigada Blindada bajo su mando.
Después de que los jordanos reclamaran repentinamente que la carretera
a Eilat infringía su territorio, bloquearon el paso durante varios días. Dayan
había dado inmediatamente órdenes a la brigada de despejar la carretera
por la fuerza, pero estaba muy disgustado por la «forma titubeante e
indecisa» en que se aplicaron sus órdenes. Al año siguiente, como nuevo
jefe de la subdivisión del Estado Mayor, supervisó un fracaso mucho peor:
el 2 de mayo de 1951, una fuerza de milicianos sirios de aldea y de
infantería regular entró en el lado israelí de la zona desmilitarizada a lo
largo de la frontera y ocupó Tel Mutilla, una pequeña colina rocosa situada
justo al norte del lago Tiberíades. El Mando Norte de las FDI reaccionó
inmediatamente enviando una unidad de infantería para repeler a los
sirios. Pero los repetidos ataques israelíes fueron ineptos y fácilmente
rechazados. Hubo que enviar más tropas y se necesitaron cinco días de
combates para expulsar finalmente a los sirios, lo que requirió la
participación del batallón druso. Al final, 40 soldados de las FDI habían
muerto y 72habían resultado heridos. La duración de los combates y las
bajas estaban fuera de toda proporción con el pequeño tamaño de la
fuerza siria, que, según los informes de la prensa siria, sufrió unos 200
muertos (la mayoría, de la fuerza). Fue una clara señal de que algo andaba
mal en el entrenamiento y la moral de la infante-ría, un mensaje reforzado
por una serie de fallidas incursiones de represalia en Wadi Fukin, Beit Sira,
Beit Awwa e Idna, donde el 25de enero de 1953, dos compañías del
nominalmente elitista 890. Batallón de Paracaidistas fueron repelidas por
el fuego enemigo, no consiguieron montar suficiente fuego de supresión y
se retira-ron sin completar la misión.
Pero el fracaso más humillante se produjo el 23 de enero de 1953,
cuando un batallón de infantería de la otrora famosa Brigada Givati recibió
la orden de lanzar una incursión nocturna contra la aldea jordana central
de Falame, un notorio nido de merodeado-res transfronterizos. Construida
en lo alto de una colina, la aldea no era el más fácil de los objetivos, pero
sólo estaba defendida por una docena de fusileros de la brigada jordana
Guardia Nacional sin armas pesadas. Los israelíes se perdieron
repetidamente en la oscuridad; cuando la unidad de avanzada llegó
finalmente al borde de la aldea, fue recibida por fuego disperso de
fusilería. Cuando seis soldados israelíes resultaron heridos, el comandante
del batallón ordenó la retirada hacia territorio israelí. Tres oficia-les
superiores-entre ellos, Moshe Dayan- esperaban el regreso del batallón al
otro lado de la línea de armisticio para conocer los resultados de la
incursión. La primera reacción de Dayan fue licenciar al comandante en el
acto, pero luego se dio cuenta de que otros oficiales y otras unidades no
habrían luchado mejor.11
En 1953, de ochenta y cinco operaciones militares, cuarenta y seis
fueron fracasos rotundos y sólo quince se consideraron un éxito. A
menudo ocurría que los aspirantes a asaltantes daban media vuelta
porque no encontraban su objetivo durante la noche. En algunas ocasiones
fueron rechazados, y los oficiales exageraron enormemente la fuerza del
enemigo en sus informes.2 Los sucesivos fracasos redujeron aún más la ya
de por sí baja moral de las tropas. Era evidente que se había perdido la
destreza en la lucha nocturna y la agudeza en el combate de la guerra de
Independencia. En un incidente, un pelotón enviado a volar un pozo en la
Franja de Gaza perdió el rumbo y no logró localizar su objetivo en la
oscuridad. Cuando llegó la mañana, los israelíes descubrieron que habían
vagado en círculos sin ni siquiera haber cruzado la línea de armisticio.3
Profundamente frustrado, Dayan anotó en su diario que «incluso nuestras
unidades de élite entrenadas para acciones especiales, como la Brigada
Paracaidista, exhibieron una negligencia vergonzosa que provocó que
muchas de nuestras acciones acabaran en fracaso».
Era un círculo vicioso: como la política de incursiones de represalia se
vio socavada por las insuficiencias del ejército, la infiltración árabe
aumentó, al igual que el número de muertos, tanto civiles como soldados.
Eso, a su vez, desmoralizó a la población civil, que ya sufría graves penurias
económicas porque la delgada economía israelí se había visto desbordada
por la llegada masiva de inmigrantes indigentes. El racionamiento de
alimentos y los bajos ingresos eran aún más difíciles de soportar cuando el
nuevo Estado judío ni siquiera podía proteger a su población de los ataques
diarios. Bajo una gran presión, Dayan evocó amargamente el vergonzoso
fracaso en Falame para dictaminar que no se permitiría a ningún oficial
suspender un ataque una vez iniciado, a menos que hubiera sufrido un
índice de bajas superior al 50 %. Eso fue excesivamente duro en un ejército
cuyo principio rector era reducir las bajas al mínimo absoluto.
Para entonces estaba claro que el melancólico estado del ejército no
podía remediarse con exhortaciones o reglamentos. Los oficia-les carecían
de confianza en sus hombres, muchos de los cuales eran nuevos
inmigrantes poco militares, mientras que los hombres estaban
desmoralizados por la visible reticencia de sus oficiales a confiar en ellos
en la batalla. Y cada nuevo fracaso provocaba un mayor deterioro de la
confianza del ejército en sí mismo.15Fue el coronel Michael Shaham,
comandante de la Brigada Jerusalén, quien ideó un posible remedio: la
formación de una pequeña fuerza de combatientes hábiles y dedicados
con los que se pudiera contar para llevar a cabo incursiones de represalia
con determinación. Los reclutas preferidos de Shaham eran oficiales
subalternos que habían hecho un buen papel en la guerra pero que habían
dimitido en 1949 en lugar de permanecer en el Ejército en tiempos de paz.
Y argumentaba que la unidad que propugnaba tendría que permanecer
fuera de la estructura formal del Ejército con todas sus reglas, porque «el
tipo de hombre adecuado» no se presenta-ría voluntario para volver de
uniforme si eso significaba aceptar la disciplina de un ejército en tiempos
de paz.
En agosto de 1953, Mordechai Maklef, que era entonces jefe del
Estado Mayor, decidió aceptar el plan de Shaham, haciendo caso omiso de
la objeción de Dayan a la idea de que el Ejército se apoyara en pequeñas
unidades especiales para hacer lo que él creía que toda unidad de combate
debía ser capaz de hacer.17 Maklef eligió a Ariel Sharon, un estudiante civil
de veinticinco años de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad
Hebrea, para dirigir la unidad especial. Había luchado bien en la guerra de
la Independencia y ostentaba el rango de mayor en un batallón de
reserva.18Dayan ya conocía y respetaba a Sharon; habían servido juntos
en el Mando Norte en 1952, cuando Sharon era oficial de inteligencia
militar mientras Dayan era jefe de la rama operativa. Un día Dayan pidió a
Sharon que estudiara la posibilidad de capturar a dos soldados jordanos
para utilizarlos como moneda de cambio por dos soldados israelís que se
habían adentrado en territorio jordano y estaban retenidos por la Legión
Árabe. Sharon no se comprometió, pero con otro oficial se dirigió
directamente a la frontera, donde vio y capturó a punta de pistola a dos
legionarios que llevó de vuelta a Dayan, quien dijo más tarde: «Le pregunté
si era posible y regresó con dos soldados de la Legión Árabe como si
hubiera ido a recoger fruta al jardín».19
Tras recibir el visto bueno para la creación de su Unidad 101,Sharon
seleccionó a sus hombres uno a uno, viajando por todo el país para
persuadir a combatientes agresivos e inteligentes que conocía
personalmente o por su reputación para que abandonaran la vida civil y se
unieran a él en duros combates.20 La Unidad 101 nunca contó con más de
cuarenta y cinco hombres a la vez, pero todos eran excelentes
combatientes -luchadores más que soldados, ya que no llevaban
uniformes ni insignias de rango, y sus armas no eran de serie-. Algunos
delos hombres de Sharon demostraron ser excelentes tácticos que más
tarde ascenderían a altos rangos. Uno que no lo hizo, Meir Har-Zion, pronto
se convirtió en una figura legendaria, «el mejor soldado que Israel haya
tenido», dijo Dayan en una ocasión. Cuando la hermana de Har-Zion fue
asesinada por miembros de una tribu beduina mientras cruzaba
ilegalmente a pie el territorio controlado por Jordania con su novio para
visitar los monumentos de Petra, Har-Zion cruzó la frontera con unos
amigos, localizó a los beduinos responsables, asaltó su aldea y mató a
cuatro en venganza, como es costumbre entre los propios beduinos.
Sin ser aún jefe del Estado Mayor, Dayan se opuso inicialmente a la
solución de las unidades de élite, pero se convirtió en un entusiasta
defensor tras conocer a Har-Zion y sus camaradas. Pudo comprobar que
revivirían las habilidades dormidas del ejército que batalló por la
independencia: la superioridad en e trabajo de campo para infiltrarse en
territorio enemigo y la lucha nocturna. Por lo tanto, confiaba en que
idearían nuevas tácticas y elevarían la moral de las FDI con acciones
exitosas. Los cinco meses de su existencia, de agosto de 1953 a enero de
1954, resultaron suficientes para los objetivos de la Unidad 101. Su última
operación fue también la más importante y controvertida. El 14 de octubre
de 1953, tras el asesinato de una mujer y sus dos hijos en una aldea
cercana al aeropuerto de Lod, en el corazón de Israel, la unidad fue enviada
a atacar la aldea jordana de Qibya, fuertemente con-trolada.22 Sesenta y
tres hombres del Batallón de Paracaidistas del Ejército fueron enviados
como fuerza de cobertura de los cuarenta de la Unidad 101, que se
abrieron paso hasta la aldea, acorralaron a los habitantes y volaron
cuarenta y cinco casas en represalia. Pero no todas las casas habían sido
evacuadas por completo de antemano, y unos cuarenta aldeanos que aún
se escondían dentro quedaron sepultados bajo los escombros, con un total
de 66 muer-tos y 75 civiles heridos, incluidos los alcanzados durante la
batalla. La brutalidad de la incursión provocó fuertes protestas en Israel y
en el extranjero, y el resultado fue un brusco cambio de polí-tica: las
futuras incursiones de represalia se dirigirían contra unidades militares, no
contra aldeas. «Israel ha aprendido-declaró Dayan que, incluso cuando los
árabes atacan a la población civil, debemos apuntar a objetivos militares».
A partir de 1953, la situación estratégica general fue cambiando porque el
nuevo dictador de Egipto, Gamal Abdel Nasser, decidió iniciar un
enfrentamiento con Israel utilizando a los palestinos para librar los
combates reales. A principios de 1954, e ejército egipcio estaba levantando
unidades de fedayines (abnegados islámicos) en Gaza para infiltrarse en las
líneas israelies y atacar a los civiles. Eso presionó al rey Hussein de Jordania
para que demostrara que su ejército también apoyaba las incursiones de
los fedayines. En respuesta, el Gobierno israelí decidió atacar las bases
militares que proporcionaban entrenamiento y apoyo a las unida-des de
fedayines. Atacar instalaciones militares aumentaba obvia-mente los
riesgos de escalada, pero en 1953 la decisión parecía inevitable porque ni
la pasividad ni los continuos ataques contra los pueblos fronterizos eran
opciones viables.
Como el objetivo era influir en los líderes, las operaciones tenían que
ser de mayor alcance e intensidad que los anteriores ataques a pueblos.24
Eso significaba a su vez que el formato original de la Unidad 101 era
demasiado pequeño, mientras que una fuerza mayor no podría seguir
siendo tan informal; necesitaría una organización adecuada. Dayan decidió
fusionar la Unidad 101con el Batallón de Paracaidistas en lugar de
disolverla, lo que se hizo debidamente un mes después de que se
convirtiera en jefe del Estado Mayor el 7 de diciembre de 1953. Así, en
enero de 1954, Sharon se convirtió en comandante de la combinación
Unidad 101y el 890. Batallón de Paracaidistas, una fuerza diez veces mayor
que la Unidad 101 original. Las fuerzas de comandos con entrena-miento
intensivo al estilo moderno han existido desde 1916 (por ejemplo, los
Sturmtruppen de la Alemania imperial), pero la innovación de Israel
consistió en utilizarlas para elevar el nivel de combate de todo el ejército,
primero mediante una expansión directa, ya que la Unidad 101 inspiró al
Batallón de Paracaidistas, mucho más grande, que luego se amplió a la
Brigada Paracaidista, aún más grande, lo que supuso un aumento de más
de cincuenta veces. Eso resolvió la reserva original de Dayan (compartida
por los jefes de los ejércitos de todo el mundo) de que las fuerzas
especiales debilitarían a unas fuerzas regulares mucho mayores al llevarse
a sus mejores hombres, el preciado puñado de combatientes realmente
buenos que pueden dar energía a unidades enteras. Además, los jóvenes
oficiales formados en la fuerza de élite en expansión fueron distribuidos
para dirigir unidades en todas las FDI.
Al inicio de este proceso, Sharon se enfrentó al reto de combinar la
unidad más informal de las FDI con los paracaidistas, los mejores
paracaidistas de las FDI. Para empezar, la mayoría de los oficiales
paracaidistas solicitaron y obtuvieron traslados a otras unidades en lugar
de servir bajo las órdenes de Sharon, que rápida-mente nombró a un oficial
que permaneció como su adjunto. Fue una elección afortunada, porque el
propio Aharon Davidi ganaría fama como combatiente y líder -ascendió a
oficial jefe de infantería y del Cuerpo de Paracaidistas. A medida que
avanzaba la adaptación y la vinculación, los paracaidistas aprendieron a
explorar ya luchar en pequeños grupos, mientras que los antiguos
hombres de la Unidad 101 aprendieron a operar a mayor escala y a utilizar
armas más pesadas. Los antiguos paracaidistas no tardaron en perder su
aspecto impecable a la vez que se convertían en guerreros al estilo
implacable de la Unidad 101.Era característico de la época que los
«ejercicios de campo» del batallón fueran en realidad incursiones al estilo
guerrillero en territorio enemigo.25
El 202. Batallón de Paracaidistas, como se llamaba, demostró sus
nuevas habilidades en una incursión nocturna el 28 de marzo de 1954
contra el pueblo jordano fortificado de Nahalin, a unos diez kilómetros al
oeste de Belén, en respuesta a una masacre en el Néguev en la que
murieron once pasajeros israelíes de autobús y otros resultaron heridos.
Tras deshacerse de los defensores locales de la Guardia Nacional, los
israelíes volaron un número determinado de casas, pero, conscientes de
las muertes en la Qibya, inspeccionaron cuidadosamente los edificios para
asegurarse de que estaban vacíos. Hubo ocho incursiones más a finales de
1954, todas fueron exitosas.26
Con ello, las FDI adquirieron un instrumento militar fiable, que podía
seguir creciendo en tamaño a la vez que establecía estándares intachables
para el resto del ejército. El proceso se vio facilitado por el papel del
entrenamiento de salto en paracaídas en el batallón: se trataba más o
menos como un deporte para mantener su característico espíritu de grupo,
pero era improbable que se utilizara en la guerra a gran escala. Al
ampliarse, los nuevos reclutas sólo necesitarían unos pocos saltos de
cualificación, no un costoso programa de múltiples lanzamientos aéreos
diurnos y nocturnos.
El 202. Batallón de Paracaidistas pronto empezó a innovar
tácticamente. Su nueva técnica para los ataques contra posiciones
fortificadas sustituyó a la versión de las FDI de los dos pasos británicos de
«fuego y movimiento», según la cual una unidad actúa como equipo de
fuego estacionario disparando al enemigo para que no se acerque,
mientras que otra actúa como equipo de asalto que avanza, antes de que
las dos cambien de papel para el siguiente avance. En julio de 1954, Sharon
resultó herido mientras dirigía una incursión contra un bastión egipcio
situado frente al kibutz fronterizo de Kissufim,28 Como muchos otros a lo
largo de la línea de armisticio, consistía en líneas de trincheras
concéntricas unidas por estrechas trincheras de comunicación, con
alambradas de espino y minas por todo el perímetro. Mientras yacía en la
cama del hospital, Sharon elaboró un nuevo método táctico para sustituir
a las viejas tácticas británicas. En lugar de confiar en un intenso fuego de
cobertura, los hombres debían acercarse al sistema de trincheras sin
disparar en absoluto. Caminando lentamente y en absoluto silencio hasta
que les disparasen, los hombres debían entonces correr hacia delante lo
más rápidamente posible, disparando sobre la marcha, mientras las
alambradas de espino eran atravesadas por torpedos Bangalore, largos
tubos metálicos llenos de explosivos de gran potencia. Una vez alcanzada
la línea de trincheras, los hombres debían formar pequeños grupos de
asalto. Sin detenerse a despejar las trincheras de fuego, debían saltar a las
trincheras de comunicación, corriendo y disparando hasta el centro de la
fortaleza y luego salir de nuevo. De esta forma, la fuerza barrería línea de
trincheras tras línea de trinche-ras. Con este método, los equipos de asalto
debían seguir moviéndose y disparando hasta matar o capturar a todos los
defensores.
La esencia de la nueva táctica de Sharon consistía en explotar el efecto de
choque de un ataque repentino seguido de un avance implacable,
destinado primero a sorprender al enemigo y luego a quebrar su voluntad
de resistir, en lugar de ganar matando al mayor número posible. Pero su
método era especialmente vulnerable a los contraataques enemigos:
mientras los paracaidistas luchaban dentro de la fortaleza, pero aún no con
pleno control, la llegada de fuerzas enemigas a la escena podría pillarles a
medio camino y desbaratar fácilmente una táctica que dependía tanto de
los efectos sobre la moral, al reunir a los defensores y abrumar a los
dispersos equipos de atacantes.
Como el 202. Batallón de Paracaidistas luchaba frecuente-mente de
noche y sus hombres estaban entrenados para disparar en movimiento,
los paracaidistas iban armados en su mayoría con subfusiles de 9 mm que
disparaban munición de pistola. La Uzi de fabricación israelí era una buena
arma que había sido adoptada por varios ejércitos extranjeros, pero
ningún subfusil es preciso más allá de los cien metros, y sólo unos pocos
hombres pueden acertar incluso a objetivos grandes disparando desde la
cadera. En cambio, como la Uzi, con su fuego rápido, es mortal en el cuerpo
a cuerpo, a los hombres de Sharon se les enseñó a acortar la distancia lo
más rápidamente posible y a buscar distancias de combate cuerpo a
cuerpo. Los soldados egipcios y jordanos tendían a luchar mal en el cuerpo
a cuerpo, aunque a menudo eran buenos fusileros y bastantes legionarios
jordanos eran auténticos tiradores. Al atacar de noche, cuando el fuego
preciso a larga distancia era dificultoso si no imposible, los paracaidistas
privaron a los árabes de su ventaja, al tiempo que se beneficiaban de su
incomodidad en la lucha nocturna.
Pocos de los oficiales originales de Sharon sobrevivieron indemnes a
las operaciones de represalia de mediados de la década de 1950. En primer
lugar, las acciones eran, por supuesto, peligrosas para todos y, en segundo
lugar, el liderazgo «Sígueme» aumentaba la eficacia de la unidad, pero
también ponía a los comandantes en mayor riesgo que sus hombres. El
propio Sharon resultó herido, al igual que casi todos sus oficiales-algunos,
repetidamente-y otros murieron. (Entre el reducido número de
supervivientes había tres futuros generales: Mordechai Gur, Yitzhak Hoffi
y Rafael Eitan).
El liderazgo desde el frente persistió a pesar de la pérdida de oficiales
en operaciones menores. La sensatez de permitir que oficiales con
potencial de general del Estado Mayor luchen y mueran en escaramuzas
menores se ha debatido repetidamente en las FDI, pero sigue siendo
doctrina oficial. En teoría, existe un cálculo de coste/beneficio según el
cual la pérdida de oficiales muy valiosos se compensa con la ganancia
global en moral de combate en general e ímpetu de combate en particular.
Pero, en realidad, el ethos de «Sígueme» tiene un asidero tan fuerte en la
mentalidad de las FDI que ha sido muy difícil frenar incluso a los oficiales
más veteranos para que no se pongan en la línea de fuego, aunque en
realidad no puedan arrebatar el liderazgo de combate a sus subalternos.30
Dayan no perdió de vista a los paracaidistas incluso después de su
nombramiento como jefe de personal del Ejército israelí en diciembre de
1953 y a menudo estaba en el punto de partida cuando entraban en
acción. Quería -y consiguió-oficiales que fueran hombres de combate y no
gestores en uniforme. Además, quería dientes con un mínimo absoluto de
la cola logística -lo hizo más de una vez- y sus paracaidistas reorganizados
constituyeron un modelo ejemplar. Para difundir el espíritu paracaidista en
el conjunto del ejército, Dayan insistió en que todos los oficiales, incluido
él mismo, recibieran entrenamiento de salto paracaidista. También amplió
la unidad de paracaidistas para que en 1956 tuviera el tamaño de una
brigada. Las demás brigadas respondieron al prestigio de los paracaidistas
intentando competir con ellos, lo que podían hacer más fácilmente cuando
luchaban unos junto a otros, cosa que la 1.a Brigada de Infantería Golani y
las unidades de infantería Nahal empezaron a hacer cada vez más. Desde
que se creó la Unidad 101, los hombres de Sharon habían monopolizado
las misiones de combate. Pero, cuando se asigna-ron misiones de combate
a las fuerzas de infantería ordinarias, éstas rindieron mucho mejor que
antes. Cuando Israel entró en guerra en la campaña del Sinaí de 1956, la
transformación fue completa: en menos de cuatro años desde la
vergonzosa debacle de Falame, el adagio de Dayan «Más vale dedicarse a
refrenar al noble semental que a aguijonear al reacio buey» se aplicaba en
su totalidad, ya que los soldados en semiorugas escasamente blinda-dos
cargaban contra las posiciones egipcias como si cabalgaran en carros de
combate bien blindados.
El ethos de la Unidad 101 persiste en los batallones de operaciones
especiales de alto nivel actuales y en las unidades de élite especializadas
que se crean según las necesidades y se disuelven rápidamente cuando ya
no se necesitan, un proceso oscurecido por la persistencia de sus
evocadores nombres en unidades total-mente nuevas creadas
posteriormente. Algunos ejemplos son la unidad Shimshon («Sansón»)
367 del Mando Sur que operaba disfrazada de árabe en la Franja de Gaza
y fue disuelta mientras que su unidad hermana, la unidad Duvdevan (《
Cereza») 217, en Cisjordania, persiste, ahora con fama televisiva gracias a
su evocación en la serie Fauda. Del mismo modo, Egoz («Nogal»), la unidad
de contrainfiltración del Mando Norte activa entre 1963y 1973, y la unidad
de contrainsurgencia Rimon («Granada») se disolvieron a finales de la
década de 1970, pero una nueva unidad Egoz 621 presta servicio en el
Mando Norte, y una nueva unidad Rimon se creó en 2010 como unidad de
exploración de guerra en el desierto dentro de la unidad de exploración de
largo alcance Maglan («Ibis»), que a su vez forma parte de la Brigada de
Operaciones Especiales Oz. Los batallones de reconocimiento Shaked
(«Almendra») y Haruv («Algarroba») fueron desmantelados a mediados de
la década de 1970 y reencarnados como batallones de infantería
ordinarios en las Brigadas Givati y León, respectivamente. La idea general
es aprovechar las ventajas de la especialización sin rigidez organizativa: si
una unidad ya no se ajusta a las necesidades actuales, simplemente se
suprime.
Las unidades especiales de las FDI difieren entre sí, pero en general,
aunque superficialmente se parecen a las fuerzas de comandos de otras
Fuerzas Armadas, la similitud es engañosa. Las unida-des de operaciones
especiales de élite de todo el mundo que alcanzan altos niveles están
tripuladas por soldados de carrera experimentados que primero sirven en
unidades de línea. Las FDI, por el contrario, dependen de jóvenes reclutas
para todas sus fuerzas de combate, incluidas sus unidades de operaciones
especiales. La competencia para servir en unidades de élite tras el
alistamiento es feroz entre los jóvenes estudiantes de secundaria sólo la
admisión en el entrenamiento de vuelo de las fuerzas aéreas iguala en
prestigio-. Para mejorar sus posibilidades de selección, muchos jóvenes
israelíes se apuntan a programas especiales de preparación pre armada
para mejorar su forma física y aprender las costumbres militares, y los más
pudientes incluso contratan a veteranos como entrenadores personales en
algunos casos, una interesante variación de los pasatiempos de los jóvenes
adinerados de otros lugares.
Una vez que los futuros reclutas informan a las FDI de su deseo de
alistarse como voluntarios en una unidad especial y se comprueba que
reúnen los requisitos físicos y mentales mínimos, se les convoca en una
base militar para un «Yom Sayarot», un día de pruebas de las fuerzas
especiales. Se trata de una serie de pruebas físicas y mentales para
determinar quién de entre los miles de jóvenes de diecisiete años cumple
los requisitos para las pruebas de admisión posteriores de las unidades de
élite de alto nivel de las FDI: la Sayeret Matkal del Cuerpo de Inteligencia;
la unidad naval de comandos y hombres rana Shayetet 13; la unidad
Sayeret Shaldag 5101 de las fuerzas aéreas, y la unidad aerotransportada
de rescate y evacuación 669. Los que aprueban son enviados a otra
semana de pruebas físicas y mentales (Gibush), y los que obtienen las
mejores puntuaciones son enviados al Gibush Matkal para las unidades de
mayor rango. Las pruebas psicológicas de carácter y estabilidad son parte
integrante del proceso porque los sol-dados de las unidades de élite de
operaciones especiales no sólo se enfrentan a graves desafíos, como todos
los soldados, sino que también es mucho más probable que estén solos, o
casi.
El entrenamiento inicial de los reclutas admitidos en una de las
unidades de élite de alto nivel dura aproximadamente veintidós meses, y
es el curso de entrenamiento inicial más largo de las FDI, excepto para los
pilotos de las fuerzas aéreas y los oficiales nava-les (cuyo entrenamiento
incluye la educación superior para obtener un título académico). Los
contenidos de la formación incluyen los elementos básicos de la infantería:
trabajo de campo, entrenamiento individual con armas, endurecimiento
físico mediante combate sin armas y simulaciones de combate sencillas,
diferenciándose de la norma estadounidense/británica/francesa única-
mente en que omite el desfile y el saludo, al tiempo que añade un énfasis
particular de las FDI en marchas muy largas según la tradición Wingate. El
adiestramiento individual avanzado varía con cada unidad, pero
invariablemente incluye navegación de campo en diferentes terrenos,
nociones básicas de contrainsurgencia, cooperación aire-tierra,
operaciones aerotransportadas, recopilación de información, instrucción
de francotiradores, adiestra-miento médico y mucho más.
La afluencia constante de jóvenes entusiastas y de gran calidad
procedentes de todos los sectores de la sociedad da energía a las FDI en
general y a las unidades especiales en particular. Pero una desventaja obvia
de dotar a las fuerzas especiales de reclutas jóvenes, de no más de veinte
años cuando están completa-mente entrenados, es su falta de experiencia
en comparación con sus homólogos de otros ejércitos, en particular el SAS
británico, el destacamento aerotransportado Delta del Ejército
estadounidense, los SEAL de la Marina estadounidense, los boinas verdes
de las Fuerzas Especiales del Ejército de EE. UU. o los RIPMA franceses, que
casi invariablemente comienzan a entrenarse en esas unidades sólo
después de varios años de servicio previo en unidades de línea. Sin
embargo, parece que la falta de experiencia previa queda compensada por
la enorme frecuencia con la que las unidades especiales de las FDI son
enviadas a la acción, por lo que lo que queda son las ventajas de los
jóvenes voluntarios en su intelecto, personalidad e incluso carisma de
liderazgo. Al fin y al cabo, no son autoseleccionados para hacer carrera
militar como suboficiales, como ocurre con los no oficiales de las Fuerzas
Especiales estadounidenses y de otros países. Al contrario, esperan
emerger como los futuros líderes empresariales, profesionales,
académicos y políticos del país. (En 2021, tanto el primer ministro saliente
como el entrante habían servido como suboficiales en unidades especiales
muy exigentes, comprometiéndose para ello a años adicionales de servicio
más allá de los tres años obligatorios).
Esa virtud, sin embargo, es también un problema potencial, y
conocido: la concentración de jóvenes con talento en pequeñas unidades
especiales priva a las fuerzas de línea de las FDI de buenos jefes de pelotón
y buenos sargentos, y también priva al conjunto de las FDI de buenos
candidatos para la Escuela de Oficiales. Esto se deriva del hecho de que las
FDI no tienen academia militar: todos los oficiales ascienden de las filas.
Para salvaguardar el potencial de liderazgo de los reclutas de unidades
especia-les, muchos son enviados a la Escuela de Oficiales al terminar su
programa de entrenamiento de unidad, o bien más tarde. Cuando se
gradúan de la Escuela de Oficiales, pocos regresan a sus unidades de élite
originales, y la mayoría son enviados a unidades de infantería mecanizada,
blindados u otras unidades de línea para comandar pelotones al principio
o para ocupar otras plazas de personal y mando. Los que sí permanecen
en las FDI después de su servicio obligatorio y del servicio añadido firmado
para convertirse en oficiales de carrera, normalmente deben añadir a su
formación en operaciones especiales un entrenamiento en blinda-dos, o
artillería, o señales, o alguna otra rama, y después aprender también a
mandar y controlar dichas fuerzas. Un ejemplo destacado de este tipo de
trayectoria profesional es el difunto teniente coronel Yonatan Netanyahu,
famoso por haber mandado los comandos de alto rango Sayeret Matkal
durante el rescate de rehenes de Entebbe en julio de 1976 (en el que fue
el único soldado de las FDI muerto). En un momento dado, había estado al
mando de un batallón de tanques, después de pasar por el entrenamiento
de blindados, empezando por artillería, conducción y habilidades de
mantenimiento. Otro ejemplo es Ehud Barak, que también comenzó su
servicio en el Sayeret Matkal, y también pasó por el entrenamiento de
blindados y se convirtió en comandante de un batallón de tanques antes
de pasar a los cursos de Estado Mayor y mando, llegando a convertirse en
jefe del Estado Mayor de las FDI y, más tarde, en primer ministro.32 El
movimiento de oficiales que entran y salen de las unidades especiales se
extiende a las fuerzas regulares de línea: no es raro que las unidades
especiales cuenten con oficiales de las Brigadas de Infantería Golani y
Nahal, de la 35.a Brigada de Paracaidistas y de la Brigada de Infantería
Givati, y los oficiales de línea pueden incluso servir como comandantes de
unidad. Un ejemplo es Moshe «Boogie» Ya'alon, que se convirtió en jefe
del Estado Mayor de las FDI (2002-2005) y, después, en ministro de
Defensa (2013-2016) tras empezar como recluta en el 50. Batallón de
Paracaidistas para acabar siendo comandante del Sayeret Matkal, con más
formación para ascensos posteriores que incluían el mando de una división
blindada.
A los reclutas que se presentan voluntarios y son aceptados por una
de las unidades de élite se les exige un tiempo extra, además de su servicio
obligatorio. El servicio en las cuatro unidades de primer nivel, Sayeret
Matkal, Shaldag, Shayetet 13 y la Unidad Aerotransportada de Rescate y
Evacuación de Combate 669, requiere treinta y seis meses adicionales de
servicio de carrera remunerado, además de los treinta y dos meses de
servicio obligatorio, lo que equivale a cinco años y ocho meses de
uniforme, que pueden convertirse en ocho años para completar una
carrera universitaria mientras se sigue de uniforme. Incluso el servicio en
unidades de élite de segundo nivel exige al menos un año más de servicio
de carrera remunerado, a veces dos, lo que significa que sus ingresados
sólo pueden empezar a estudiar o a trabajar después de la formación
militar a los veintitrés o veinticuatro años, con años de retraso respecto a
sus homólogos estadounidenses o europeos. Esto debería tener graves
consecuencias tanto para la economía como para la sociedad de Israel,
pero parece que la competencia integral adquirida durante el servicio
militar y el tiempo libre para cursar estudios privados sirven de mucho.
Las unidades de operaciones especiales de primer nivel tienen el
privilegio de ser las primeras en elegir a los nuevos reclutas entre los
reclutas. Los reclutas no seleccionados por ninguna de las unidades de alto
nivel pueden ir a probar suerte a otras unidades especiales, pero en la
práctica muchos reclutas prefieren unirse a una unidad de segundo nivel,
por cualquier número de razones: tienen un hermano o un padre que sirvió
en ella antes que ellos; tienen amigos que sirven allí; han oído hablar de
los logros de una unidad en una operación reciente, o creen que el carácter
específico de la unidad encaja con su personalidad. Una de estas unidades,
los especialistas en contrainsurgencia Duvdevan, que operan disfrazados
de árabes, tiene el glamour adquirido de la serie de televisión Fauda, de
éxito internacional, lo que sin duda atrae a más reclutas. Otra, la unidad
Maglan 212, para intrusiones profundas en la retaguardia y acciones en
lugares lejanos, atrae a los aspirantes a exploradores, mientras que la
actual Egoz, especializada en operaciones en el terreno boscoso del norte,
tiene la importancia adquirida de oponerse a Hezbolá, el antagonista más
activo de Israel.
Durante muchos años, estas diversas unidades también fueron muy
independientes, bajo la supervisión laxa del oficial jefe de infantería y el
control operativo de uno de los tres mandos regionales para el Norte, el
Centro y el Sur. Pero en 2015 se colocaron todas bajo el cuartel general
único de la recién formada 89.a Brigada de Comandos.3 Se esperaba que
la brigada pudiera funcionar como una fuerza de combate cohesionada
cuando fuera necesario, sin dejar de conservar la experiencia especial y el
ethos de cada una de sus diferentes unidades.
Algunas formaciones más grandes que no se consideran oficialmente
fuerzas de operaciones especiales tienen, sin embargo, un estatus de élite
no sólo en la opinión popular, sino también en los cálculos de eficacia de
los planificadores de guerra. Entre ellas se encuentran la 35.a Brigada
Paracaidista, que en realidad es una brigada de infantería ligera no
pensada realmente para el asalto aéreo en paracaídas, aunque atesora sus
gorras y botas rojas; la 1.a Brigada de Infantería Golani, que se remonta al
nacimiento de las FDI, habiendo comenzado en 1948 como una Brigada de
Infantería Ligera Haganah de soldados a pie pero que ahora está equipada
con el vehículo blindado de combate de infantería más pesado del mundo,
el Namer, de sesenta toneladas métricas; la renacida Brigada Givati,
posterior a 1984, entrenada originalmente para la guerra anfibia, y la 933.a
Brigada Nahal, del acrónimo hebreo de «jóvenes pioneros combatientes»,
compuesta originalmente por reclutas de granjas colectivas (kibbutzim y
moshavim) y movimientos juveniles, que combinaban el servicio
combativo con el trabajo agrícola. Su 50. Batallón Aerotransportado tiene
un famoso historial de combate. Por último, están las fuerzas de élite para
fines especiales que también atraen a voluntarios, como el Yahalom del
Cuerpo de Ingenieros, que se centra en la guerra de túneles de alta
tecnología, además de sus tensas tareas de desactivación de artefactos
explosivos improvisados y municiones, junto con las más prosaicas de
franqueamiento de obstáculos y demoliciones, y la 669.a Unidad de
Búsqueda y Rescate en Combate de las Fuerzas Aéreas, que está
continuamente activa porque en tiempos de paz realiza traslados médicos
urgentes de civiles.
Las FDI también cuentan con una serie de unidades de reserva aún
más especializadas, o más bien localizadas, que surgen sólo cuando se las
moviliza para operaciones de combate o cuando se la llama para un
entrenamiento de refresco. Una de ellas es la Unidad Alpinista, el 7810.
Batallón de Reconocimiento entrenado para las laderas nevadas y los picos
helados del monte Hermón; cuando la nieve local es insuficiente, la unidad
es enviada a entrenarse en los Alpes. Otra es Lotar Eilat, reclutada en esa
ciudad del mar Rojo como fuerza de reacción rápida, de contrainfiltración
local y de rescate de rehenes.
En las fuerzas especiales, incluso más que en las fuerzas de línea, las
unidades de reserva se mantienen unidas gracias a un pequeño número
de personas altamente comprometidas, que han estado entrenándose
juntas durante años y tienden a socializar entre ellas entre sus periodos de
servicio. Aunque su mentalidad de grupo puede ser un problema a la hora
de cooperar con otras unidades, ofrecen altos niveles de compromiso y
competencia, con unos niveles de rendimiento casi tan altos como los de
las fuerzas en servicio activo, y en algunas cosas incluso superiores,
mientras que el coste presupuestario de mantener dichas unidades es, por
supuesto, mucho menor. Las unidades especiales también funcionan como
organizaciones experimentales, o beta, para las FDI en su conjunto al ser
las primeras en probar nuevas armas y tácticas, lo que pueden hacer más
fácilmente a su pequeña escala en lugar de esperar a disponer de más
recursos para formaciones de línea más grandes. De ahí que las unidades
esenciales actúen como punta de lanza de la innovación de las FDI, tanto
tecnológica como táctica. Su informalidad y su particular cultura de
aprendizaje continuo facilitan la innovación y generan tipos
emprendedores conocedores de la tecnología que ahora desempeñan un
gran papel en la economía impulsada por la tecnología del país.34
Ejemplos recientes son las tácticas desarrolladas por la unidad
Yahalom del Cuerpo de Ingenieros para penetrar y descifrar las «reservas
naturales» de Hezbolá, argot de las FDI para referirse a los reductos
subterráneos de búnkeres y túneles que se encuentran en las zonas rurales
del sur del Líbano.35 Utilizando una variedad de técnicas de localización,
penetración y ataque, este paquete de «reservas naturales» ha sido
difundido desde Yahalom a las brigadas de línea que serían enviadas a la
acción en caso de un combate a gran escala. Del mismo modo, durante la
operación orde Protector de 2014 en Gaza, Yahalom tuvo que aprender-en
el fragor de la batalla-a localizar y destruir los túneles ofensivos de Hamás,
antes de la llegada de los equipos de alta tecnología actuales. De nuevo,
esas técnicas se difundieron rápida-mente a otras unidades.36
Como ocurre con cualquier gran organización, las FDI pueden perder
oportunidades de optimización debido a los obstáculos a la comunicación
entre unidades especializadas, sobre todo porque muchas operan bajo
normas de secretismo. En respuesta a esto, la última incorporación a la
larga lista de unidades especiales de las FDI se creó con la misión de
superar esas barreras. Esta unidad, denominada Fantasma, fue formada
por el jefe del Estado Mayor LG Aviv Kochavi en 2020 para funcionar como
una unidad de combate de élite pero no especializada, cuyo personal
conoce colectivamente las capacidades y limitaciones de todos los
componentes de las FDI, y cuya misión es seleccionar e integrar las
capacidades más relevantes para cualquier tarea de combate que se le
plantee. En otras palabras, a diferencia de las demás, esta unidad de élite
no puede ensimismarse, sino que debe seguir oteando el horizonte militar
dentro de las FDI para poder llevar a cabo su misión. Operando en todos
los mandos de área -Norte, Centro y Sur-y en todas las dimensiones -
terrestre, marítima, aérea y también subterránea-, la misión de la unidad
es aportar todo lo que las FDI tienen que ofrecer en un momento dado
para ejecutar la misión que se les ha encomendado.
Kochavi se dio cuenta de que las FDI disponen de una gran cantidad
de capacidades avanzadas, pero no de ningún contrapeso eficaz al viejo
problema de la suboptimización organizativa. Un escuadrón de infantería
de las FDI sobre el terreno que se encontrara en una escaramuza con una
fuerza enemiga similar tendría que luchar en igualdad de condiciones,
cañón contra cañón, sin obtener ningún beneficio de las capacidades total-
mente mayores de las FDI en su conjunto, tentadoramente presentes en
teoría, ausentes en la práctica.37 Ése es el reto que debe abordar la unidad
Fantasma: cómo hacer valer todo el poderío de las FDI para magnificar la
fuerza de cualquier unidad que esté en combate en un momento dado.
Debido a su misión, la unidad no recluta ni entrena a sus propios efectivos,
sino que recibe equipos experimentados de diferentes unidades con
distintas especializaciones, como la unidad encubierta Duvdevan, los
ingenieros de combate de élite Yahalom, la unidad canina Oketz y otras
más. El requisito básico es una combinación de buenas habilidades de
combate con conocimientos tecnológicos.38
Cada equipo de combate se combina, según las necesidades, con
personal de apoyo de las unidades de inteligencia, cibernética y aérea, y
también con profesionales civiles, como ingenieros e informáticos. Por
definición, la unidad es multiservicio y multidimensional. Para la unidad
Fantasma el reto consiste en superar las barreras organizativas, inter
unidades e interservicios de procedimiento cuando se trata de integrar y
optimizar la potencia de fuego aérea y terrestre con los elementos de
maniobra. Un primer remedio fue formar los llamados equipos Sufa
(«Tormenta») con las variadas habilidades y capacidades necesarias para
procesar grandes cantidades de datos, con el fin de orquestar con precisión
los ataques desde diversos alcances desde plataformas terrestres,
marítimas y aéreas. La Brigada Golani, que sirve en el norte enfrentándose
a fuerzas de Hezbolá que pueden atacar en cualquier momento, fue la
primera en incluir equipos Sufa entre sus fuerzas. Otra iniciativa avanzada
por la unidad Fantasma es el uso de drones y micro-UAV en terreno
urbano, siempre difícil para cualquier tipo de operación de combate en
cualquier lugar, pero especialmente para las FDI debido a su doble
limitación de bajas (las bajas enemigas son políticamente costosas) y a la
prevalencia de viviendas de alta densidad en las zonas hostiles.39
Aún no está claro si la unidad Fantasma persistirá y madurará, o si
llegará a un punto culminante en su desarrollo para ser sustituida por otro
intento de optimización, porque las FDI no tienen por qué dar prioridad al
mantenimiento de las tradiciones consagradas frente a la optimización, ya
que cuentan con otras fuentes de motivación, principalmente la
recurrencia del peligro inmediato. El uso de unidades de combate en
funcionamiento como laboratorios experimentales puede remontarse a la
Unidad 101, la primera unidad de comandos de Israel que fue a la vez
pequeña y efímera y, sin embargo, amplia y perdurablemente influyente.
XIII.
EMPRESARIOS MILITARES
Y FUERZAS ESPECIALES

La Unidad 101 se creó porque el primer ministro y la jerarquía de las FDI


encabezada por el jefe del Estado Mayor, enfrentados a un ejército de
posguerra desmoralizado, decidieron que, aunque fuera muy pequeña,
una unidad de combate realmente eficaz podría lograr victorias tácticas
que levantaran la moral y que a su vez permitieran más victorias, con
efectos cada vez mayores en todo el ejército. Pero las otras unidades de
operaciones especiales de alto nivel de las FDI se parecen a las start-ups
de hoy en día: se origina-ron en la iniciativa de un oficial individual que
había identificado una capacidad significativa que no proporcionaba
adecuadamente ninguna fuerza existente de las FDI, pero que podría
proporcionarse con el concepto, el entrenamiento y la estructura adecua-
dos. Obviamente, hacía falta una mente original para llegar tan lejos, pero
para crear realmente la unidad de combate que faltaba se requería otra
cosa que no se combina fácilmente con un intelecto vivo: pura
persistencia. Aunque los cuarteles generales de las FDI eran muy pequeños
en comparación con los estándares mundiales, eran lo suficientemente
grandes como para resistirse a ideas nuevas y no probadas que reclamaban
unos recursos ya de por sí escasos. Los que tenían esa rara combinación de
originalidad y tenaz persistencia se convirtieron en los fundadores.
El primero, como hemos visto, fue el innovador en serie y futuro jefe naval
Yohai Ben-Nun, que fundó los comandos navales Sha-yetet 13 de las FDI,
determinando personalmente su doctrina, eligiendo su equipo y
definiendo su programa de instrucción hasta el último detalle, con él
mismo como instructor jefe al principio. Pero quizá el empresario militar
de las FDI con más éxito fue el que más tarde sería general de brigada
Avraham Arnan, fundador de la Unidad 269, más tarde Sayeret Matkal
(unidad de reconocimiento del Estado Mayor), a menudo conocida
simplemente como la Unidad (Hayehida), diseñada para acciones
terrestres de recopilación de información tras las líneas enemigas (a veces
tan lejos que acaban en otro país completamente distinto) bajo el mando
directo de la Subdivisión de Inteligencia de las FDI. Más tarde se crearon
unidades más especializadas para operaciones como el rescate de rehenes,
pero hasta entonces, como única unidad de comandos de élite de las FDI
(una vez disuelta la Unidad 101), la Sayeret Matkal lo hacía todo, desde el
rescate de rehenes hasta los ataques a larga distancia.
Cuando se establecieron por primera vez los cuarteles genera-les de
las FDI según el modelo clásico, el Estado Mayor incluía una sección de
inteligencia G-2 para estudiar las capacidades del enemigo y sus
intenciones. Recibía información genérica de los diplomáticos del
Ministerio de Asuntos Exteriores, demasiado genérica en su mayoría, así
como de fuentes de prensa, de los informes de las patrullas fronterizas y
de los puestos de observación, y de una Unidad 154 muy pequeña que
enviaba agentes disfrazados a través de la frontera, es decir, agentes
encubiertos que parecían lugareños, en su mayoría árabes, a diferencia de
los intrusos clan-destinos que se escondían en la naturaleza y por la noche.
Las técnicas para intervenir las líneas telegráficas y telefónicas
enemigas se remontan a 1914, y las FDI disponían de sencillos dispositivos
de escucha que podían plantar en los cables en territorio enemigo. Uno de
estos dispositivos en territorio sirio podía interceptar las comunicaciones
militares con bastante fiabilidad, pero de vez en cuando un equipo tenía
que cruzar la frontera a hurtadillas para cambiar las baterías. En diciembre
de 1954, un equipo mixto de cinco soldados cruzó la frontera para alcanzar
un dispositivo en lo más profundo del territorio sirio, pero fue emboscado
por una fuerza mayor y se rindió. Los israelies fueron retenidos en celdas
separadas durante tres semanas y severamente torturados. Uno (Uri Ilan)
se suicidó, dejando una nota que más tarde se haría famosa: «Yo no
traicioné». El de mayor rango, el sargento Meir Yakobi, decidió emular a
Sansón conduciendo a sus captores sirios hasta el dispositivo oculto para
luego activar su carga de autodestrucción y matarlos a ellos y a sí mismo,
pero las fuertes lluvias habían incapacitado el detonador eléctrico.' En
marzo de 1956, tras quince meses de cautiverio, los cuatro supervivientes
fueron libera-dos a cambio de treinta y cinco soldados sirios capturados.
Lo que se aprendió de aquel fracaso fue que las operaciones
clandestinas que entrañaban el riesgo de captura e interrogatorio no
podían dejarse en manos de soldados de infantería ordinarios, por muy
valientes y capaces que fueran. Ese fue el sencillo punto de partida de un
joven mayor que servía en la Unidad 154:Avraham Arnan, un antiguo
comandante de pelotón del Palmaj -uno de los pocos que se habían
convertido en oficiales profesionales en lugar de unirse a la mayoría en la
vida civil, que sólo servían cuando se les llamaba para tareas de reserva-.2
Como la experiencia le demostró a Arnan que los agentes árabes de la
Unidad 154 no eran muy productivos -en su mayoría eran gente del campo
con poco acceso a fuentes de inteligencia-,abogó por su sustitución por
soldados ultra entrenados que también podrían ser buenos soldados de
infantería o buenos comandos para los asaltos, pero que serían
seleccionados y entrenados para servir como exploradores de penetración
profunda, hábiles en la infiltración clandestina (oculta, no disfrazada) y
técnicamente expertos manejadores de dispositivos avanzados de escucha
y sensores variados.3 Más adelante se llevarían a cabo operaciones más
ambiciosas, pero en un primer momento la unidad que imaginó Arnan
debía realizar breves incursiones en países hostiles para recopilar
información de inteligencia inmediata y accesible. Parece bastante
modesto, pero Arnan tuvo que insistir mucho para convertir sus ideas en
realidad. El Estado Mayor de las FDI no tenía tiempo para él, centrado
como estaba en reunir grandes fuerzas de combate para la gran guerra que
temía que se avecinaba y que, de hecho, era inminente.
Sólo después de la victoria en la campaña del Sinaí de 1956, con los
oficiales superiores más relajados, Arnan empezó a construir su fuerza
reclutando a algunos compañeros veteranos de la «unidad árabe» del
Palmaj, formada por judíos que hablaban árabe y parecían árabes, como
judíos iraquíes y yemeníes. En realidad, la propia unidad clandestina de
Arnan se construyó de forma clandestina porque Arnan utilizó las
instalaciones de la Unidad 154 sin ninguna autorización explícita de los
oficiales superiores. Eso garantizó tanto la alegre informalidad de la Unidad
101 como también sus agudas deficiencias logísticas, con más equipo
«organizado», es decir, robado, que expedido adecuadamente.5
Sin ningún permiso oficial del jefe del Cuerpo de Inteligencia ni del
jefe del Estado Mayor de las FDI, Arnan procedió no obstante a buscar
reclutas con personalidades y aptitudes adecuadas en todas las unidades
del Ejército. Luego se basaba en el puro descaro y en sus misteriosas
credenciales de la Unidad 154 para obtener su reasignación a su propia
unidad sin nombre. Para el adiestramiento, hizo pasar a sus hombres
elegidos por los cursos de paracaidismo y otros cursos existentes antes de
llevarlos a su unidad dentro del Cuerpo de Inteligencia, a pesar del intenso
escepticismo del oficial al mando, el tranquilamente reflexivo de hecho,
erudito general de división Yehoshafat Harkabi. Fue el escepticismo de Har-
kabi-una gran virtud en un jefe de inteligencia- lo que salvó a la unidad, ya
que ese escepticismo se extendió a su propia visión negativa del proyecto
de Arnan, al que por tanto no puso fin.
Arnan persistió por su cuenta hasta que una decisión del Estado
Mayor de mediados de 1958 autorizó finalmente su plan de organizar una
fuerza clandestina superior, pero sólo a una escala minúscula destinada a
ser inadecuada. Esta Unidad 269fue colocada directamente bajo la jefatura
del Cuerpo de Inteligencia, una clara muestra de su importancia, pero sus
efectivos autorizados eran sólo catorce en total. Ese número era
demasiado pequeño para crear diferentes subunidades de cualquier
fuerza efectiva, pero Arnan fue aconsejado por aquel empresario militar
anterior, Ariel Sharon, para que «primero dijera que sí» y luego presionara
para conseguir más plazas hasta alcanzar su propio número objetivo.
Arnan empezó por fin a organizar la unidad con la que había soñado, que
debía ser «totalmente diferente de lo que existía antes, una unidad que no
siguiera ninguna ruta recorrida anteriormente y que fuera capaz de pensar
e implementar de una forma que nadie hubiera pensado antes». Esa
pretensión de originalidad sería validada por futuras operaciones, pero en
un aspecto Arnan era perfectamente convencional: sus hombres tenían
que ser perfeccionistas en lo que se refería a las diferentes habilidades
necesarias, incluido el tiro de alta precisión como fusileros,
francotiradores, ametralladores y también como usuarios de pistolas. Esas
habilidades tan básicas salvaron el día en más de una ocasión.
Aunque en realidad quería construir algo bastante diferente, Arnan
pensó que era útil reivindicar el legado de la Unidad 101,y por ello intentó
persuadir a sus veteranos para que se unieran a él; su recluta más
apreciado fue el legendario Meir Har-Zion.9La estratagema funcionó, y los
mejores reclutas pronto quisieron unirse a la apasionante y secreta Unidad
269, que finalmente pudo crecer porque el comandante en jefe de las FDI
Moshe Dayan se interesó activamente por la empresa de Arnan y le dio
permiso para ampliarla.1° Arnan recorría las bases militares en busca del
material adecuado, confiando en su intuición más que en los registros o las
pruebas, y actuando con un gran sentido de la urgencia, con razón: el
mandato de Dayan estaba llegando a su fin.
El sucesor de Dayan como jefe del Estado Mayor, Haim Laskov, era un
veterano del Ejército británico.'2 En contraste con el impetuoso Dayan,
que rompía las reglas y que había dirigido personal-mente audaces
incursiones tras las líneas enemigas en 1941 y de nuevo en 1948, Laskov
había ascendido al rango de mayor en el Ejército británico cumpliendo sus
normas en habilidades disciplinadas y procedimientos ordenados. Como
era de esperar, creía que las FDI necesitaban más disciplina en general en
lugar de más temeridad de la Unidad 101. Actuando como el empresario
que era, Arnan maniobró para conseguir el favor de Laskov exagerando la
influencia del Servicio Aéreo Especial británico de incursión en el desierto
iniciado en 1941 por David Stirling en su propia unidad, en realidad muy
diferente, adoptando incluso su lema «Quien se atreve gana»,'3 Aunque
Laskov no estaba del todo convencido, no intentó detener la reunión de
hombres, equipos e instalaciones por parte de Arnan. Siempre un astuto
operador polí-tico, Arnan alojó su unidad no muy lejos del Cuartel General
de las Fuerzas de Defensa de Israel, en el corazón de Tel Aviv, lo que le dio
fácil acceso a los altos mandos y le permitió invitar a los ministros de paso
a que se dejaran caer por allí para contemplar el exigente y emocionante
entrenamiento de sus hombres -incluso el primer ministro David Ben-
Gurion fue un visitante interesado-.
A medida que su unidad crecía, Arnan necesitaba más fondos, que el
Cuerpo de Inteligencia no podía proporcionar con su ajustado
presupuesto; su unidad de investigación se alojaba en una cabaña de acero
corrugado que perteneció al antiguo Ejército británico hasta 1970. Arnan
se convirtió en un recaudador de fondos institucional presionando a los
generales de las FDI, incluido el futuro jefe del Estado Mayor David Elazar;
pero no era suficiente, así que sus hombres se convirtieron en expertos
ladrones de equipos y suministros expedidos a otras unidades en otros
campa-mentos.4 Estas «requisas» se convirtieron en un atributo de la
unidad durante sus primeros años e incluso se consideraron un buen
método de entrenamiento, ya que requerían planificación, sigilo y una
rápida ejecución.15 La constante presión de Arnan para que su unidad
probara en el terreno tuvo como resultado final su selección para una
primera misión operativa a principios de 1959.'6 La tarea consistía en
infiltrarse en los Altos del Golán en poder sirio para instalar equipos de
inteligencia. La misión fue un éxito, y Arnan se aseguró inmediatamente
otra misión en Jordania que también fue un éxito. Los altos mandos de las
FDI esta-ban preocupados por el estilo libre de los hombres de Arnan pero
satisfechos con sus resultados.
El carismático Arnan evocó a su alrededor una especie de culto a la
personalidad que elevó la moral de sus hombres al tiempo que no hacía
nada por aumentar su respeto por las normas de las FDI, que su propio
comandante estaba superando.8 Lo que final-mente convenció al Estado
Mayor para que reprimiera sus dudas y acogiera a la unidad de Arnan fue
el Rotem Afair, que estalló el 20 de febrero de 1960. Las FDI se vieron
totalmente sorprendidas por la repentina entrada de una división blindada
egipcia y tres brigadas de infantería en el Sinaí. Fue un cambio brusco,
inherentemente muy peligroso, en el equilibrio de poder militar en el
frente más importante de Israel, que los servicios de inteligencia no habían
podido predecir a pesar de todos los preparativos que debió requerir la
entrada y que ni siquiera controló en tiempo real. (Para entonces, el
ejército egipcio estaba recibiendo un sólido entrenamiento soviético sobre
cómo mover grandes fuerzas blindadas de forma sigilosa mediante
preparativos detallados seguidos de salidas muy rápidas). Sólo cuatro días
después de que las columnas blindadas egipcias llegaran a Jebel Libni, en
el eje central del Sinaí que conduce a las líneas israelíes, el cuartel general
se enteró, y eso por mera casualidad: una fuerza de dos divisiones había
penetrado para enfrentarse a la frontera israelí del Néguev antes de que
las FDI pudieran movilizar sus fuerzas de reserva para contenerlas.
Como sucedió, las fuerzas egipcias recién llegadas se retiraron sin
incidentes, pero el impacto en los generales de las FDI fue inmediato y
duradero, validando el argumento más fuerte de Arnan para su unidad.'9
Las cosas cambiaron para mejor bajo un nuevo jefe del Cuerpo de
Inteligencia de las FDI nombrado en 1962, el MG Meir Amit, que confiaba
cada vez más en la unidad para reunir información de inteligencia, al
principio sólo cerca de las fronteras de Israel, pero más tarde también en
lo más profundo del territorio enemigo.20 A medida que aumentaban sus
éxitos, Arnan organizaba fiestas para su unidad a las que también eran
invitados los oficiales superiores, incluido su comandante en jefe, Amit.21
Como las penetraciones a larga distancia de la unidad aumenta-ron
tanto en frecuencia como en profundidad, alcanzando puntos muy
alejados del territorio israelí, Arnan se puso en contacto con Uri Yarom, el
comandante del primer escuadrón de helicópteros de las FDI, la Unidad
124.22 En aquel momento, los helicópteros eran considerados marginales
por los pilotos de caza a cargo de la fuerza aérea, porque no tenían un
papel de combate definido, sólo misiones de rescate y cosas así.23 No fue
hasta 1956 cuando se compraron dos Sikorsky S-55 a Estados Unidos, a
pesar de la oposición de los pilotos de caza, que hubieran preferido
comprar un Mirage más; llegaron a las fuerzas aéreas unos meses antes de
la campaña del Sinaí de 1956.24 En su autobiografía, Yarom escribió que a
las fuerzas aéreas no les gustaban los helicópteros porque los veían igual
que a los camellos, sólo útiles para trasladar personas, pero camellos cuyo
mantenimiento era especialmente caro.25
En cuanto a los oficiales de tierra, preferían con mucho los transportes
de ala fija (como los eternos DC-3/Dakotas), que podían lanzar
paracaidistas en cantidades mucho mayores, mucho más lejos, bastante
más rápido y de forma mucho más barata. Pero Yarom veía el helicóptero
como un caballo de Troya que podía unirse a la batalla dando vueltas para
desembarcar tropas en la retaguardia enemiga menos defendida, incluso
indefensa. Arnan quería encontrar una forma de enviar a sus hombres en
misiones de penetración profunda a objetivos lejanos y volver a
alcanzarlos, descartando el paracaidismo, y apostó por el helicóptero
como solución. Inició un entrenamiento conjunto con la Unidad 124 de
Yarom, que culminó en una serie de ejercicios que a su vez condujeron a la
formulación de una doctrina de combate conjunta.26
En 1962 ya estaban en marcha ambiciosas misiones de penetración
profunda, para las que los pilotos tenían que dominar nuevas habilidades
como la navegación en noches completamente oscuras, el aterrizaje en
terreno desconocido y la evasión de la detección por radar mediante
vuelos ultralentos.27 En 1963 y a principios de 1964, repetidas
operaciones demostraron la madurez de sus capacidades: los hombres de
Arnan fueron desembarcados por helicópteros en lo más profundo del
territorio egipcio y recogidos de nuevo varias horas después, tras colocar
dispositivos para intervenir las comunicaciones militares egipcias. Para
entonces empezaba a estar claro que la combinación helicóptero-mando
podía generar poderosas sinergias incluso en operaciones de combate a
gran escala (como en la batalla de Abu Agheila de 1967, cuando las baterías
de artillería egipcias fueron atacadas por paracaidistas transportados en
helicóptero) esencialmente porque los helicópteros podían eludir la
detección por radar volando muy bajo; su ruido, aunque fuerte en lo alto,
en realidad no llegaba muy lejos. Con este modus operandi, los comandos
unieron mucha información sobre las bases aéreas árabes para la
operación Moked al comienzo de la guerra de los Seis Días de 1967.
Arnan dejó el mando de su unidad en 1964 para servir en el Cuartel
General de Inteligencia Militar, recibiendo el ascenso al rango de general
de brigada, un rango muy alto en las FDI, carentes de estrellas.28 Bajo su
nombre formal Sayeret Matkal la unidad creada por Arnan continuó
desempeñando su papel en asuntos de inteligencia, a menudo lejos de las
fronteras de Israel, al tiempo que adquiría nuevas funciones, incluida la
contrainsurgencia en respuesta al levantamiento posterior a 1967.
Recibiría mucha más publicidad de la que deseaba tras la operación
Isótopo, llevada a cabo a la vista de las cámaras de la prensa en el
aeropuerto central de Israel (entonces Lod, ahora Ben-Gurion):el rescate
de los noventa pasajeros y diez tripulantes del vuelo 571 de Sabena de
Viena a Tel Aviv que fue secuestrado el 8 de mayo de 1972 por cuatro
secuestradores que exigían la liberación de 315 prisioneros, amenazando
con hacer explotar el avión. Sin entrenamiento específico para un rescate
de este tipo, pero con el asesoramiento de antiguos miembros de la unidad
con-vertidos en mariscales aéreos de los vuelos El Al (una innovación
israelí ampliamente copiada), dieciséis hombres de Sayeret Matkal, entre
ellos, el futuro primer ministro Benjamín Netanyahu, bajo el mando de
otro futuro primer ministro, Ehud Barak, se acercaron con monos blancos
de técnico, aparentemente para reparar el avión. Asaltaron el avión,
confiando en sus excelentes habilidades con las pistolas, matando a dos
secuestradores y capturando a los otros dos, con tres pasajeros heridos,
incluida una que murió a causa de sus heridas (Netanyahu también recibió
un disparo en el brazo de un miembro de la unidad).29
Mucho más espectacular fue otra acción de tipo comando, la
operación Aviv Ne'urim («Primavera de la Juventud») del 9 y 10 de abril de
1973, el asesinato de tres jefes de la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP) en Beirut en represalia por la masacre de atletas israelíes
en los Juegos Olímpicos de verano de Múnich de 1972, en la que estaban
personalmente implicados Muhammad Youssef al-Najjar, de Septiembre
Negro, responsable directo de la masacre; Kamal Adwan, jefe de
operaciones, y Kamal Nasser, dirigente y portavoz de la OLP. Bajo las
órdenes del comandante Ehud Barak, que se disfrazó de mujer para la
ocasión (había practicado caminar totalmente disfrazado en Tel Aviv), los
hombres de Sayeret Matkal llegaron en barco a una playa libanesa desde
donde agentes del Mossad, en tres coches alquilados, los condujeron a los
dos bloques de apartamentos de lujo adyacentes donde vivían los jefes de
la OLP. Tres equipos irrumpieron en los apartamentos y mataron a los
objetivos, mientras que otros tres dirigidos por Barak permanecieron fuera
para luchar contra cualquier refuerzo de la OLP o de los gendarmes
libaneses. Con sus disparos de gran precisión, Barak y sus hombres
combatieron, matando a una docena antes de que todos regresaran a los
coches que los llevaron a la playa para un viaje en lancha motora hasta las
patrulleras que espera-ban en tierra. El mismo día, catorce paracaidistas
dirigidos por Amnon Lipkin-Shahak, futuro jefe del Estado Mayor, atacaron
la sede en Beirut del Frente Popular para la Liberación de Palestina,
enfrentándose a más de noventa militantes armados y perdiendo a dos de
los suyos. Simultáneamente, otras instalaciones de Fatah en Líbano fueron
atacadas por comandos navales.
Sin embargo, el punto culminante de la fama internacional de la
unidad fue el rescate, el 4 de julio de 1976, de cien pasajeros y de los doce
miembros de la tripulación de Air France que se habían ofrecido
voluntarios para permanecer con ellos, retenidos por siete secuestradores
y unos cien soldados ugandeses en una antigua ter-minal del aeropuerto
de Entebbe. Dentro de una operación militar más amplia de un total de
cien israelíes a las órdenes de un general de brigada, el rescate real en la
terminal fue ejecutado por veintinueve miembros de la unidad a las
órdenes de su comandante, Yonatan Netanyahu. Mataron a los
secuestradores y a sus compinches ugandeses, con tres rehenes muertos
en el fuego cruzado y diez heridos. Netanyahu fue el único combatiente
israelí muerto.
La operación de Entebbe fue necesariamente pública y se dio a
conocer en largometrajes y documentales, y el propio Netanyahu la
conmemoró con un instituto en su nombre, pero la Sayeret Matkal nació y
sigue siendo una unidad para operaciones secretas que nunca se revelan,
y mucho menos se dan a conocer. Así, sólo por revelaciones fortuitas de
otras partes se sabe algo de sus operaciones, como la enetración en 2017
en un cuartel general del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) que
reveló el diseño de nuevas bombas portátiles que podían pasar la
inspección de los aeropuertos. Sólo informes no confirmados relacionan a
la unidad con las operaciones bastante espectaculares de Israel en Irán. En
cambio, los fracasos de la unidad son bien conocidos, incluida una
operación encubierta en Gaza en 2018 que desencadenó combates más
amplios; antes de eso, un percance en una prueba de armamento con
víctimas mortales, y, remontándonos más atrás, el trágico fracaso de un
rescate de rehenes en suelo israelí. El 15 de mayo de 1974, tres hombres
armados del Frente Democrático para la Liberación de Palestina atacaron
una furgoneta, matando a dos mujeres árabes israelíes e hiriendo a una
tercera, y luego entraron en un edificio de apartamentos en la ciudad de
Ma'alot, en la frontera con Líbano, donde mataron a una pareja y a su hijo
de cuatro años antes de entrar en la escuela local. Rápidamente en acción,
un equipo de Sayeret Matkal intentó un rescate improvisado, pero
veintidós niños murieron y otros más resultaron heridos. Ese fracaso dio
lugar a la creación de una unidad policial especializada en situaciones con
rehenes dentro del territorio israelí, la Yechida Mishtartit Meyuchedet
(«Unidad Especial de Policía»), conocida por su acrónimo hebreo Yamam,
tripulada por profesionales de carrera de la Policía.
Frente a unos pocos fracasos, hubo muchos éxitos, y la creación de
Arnan sigue siendo la principal unidad de comandos del país, que atrae
sistemáticamente a los mejores y más brillantes, que son también los más
aptos. Servir durante al menos cinco años, pero a menudo más, antes de
iniciar estudios superiores, por no hablar de carreras civiles, no parece
impedir el avance posterior: entre los veteranos de la unidad figuran tres
primeros ministros y más ministros del gabinete, jefes del Mossad y del
servicio de seguridad Shin Bet, y empresarios famosos, como Daniel Mark
Lewin, el matemático cofundador de Akamai Technologies, muerto el 11de
septiembre de 2001 a bordo del vuelo 11 de American Airlines, según se
dice la primera víctima del día, apuñalado por uno de los secuestradores
probablemente mientras intentaba resistirse a ellos.

MOSHE BETZER Y LA UNIDAD 5101


Moshe Betzer, más conocido como Muki, adquirió una reputación
legendaria dentro de la Sayeret Matkal, sobre todo por su jovial serenidad
bajo una presión extrema. Ascendió a comandante adjunto antes de
abandonar la unidad para establecer su propia unidad Sayeret 5101,
Shaldag («Martín Pescador»), en honor al ave de caza con una vista
excepcional. Tras la guerra de 1973, con sus grandes pérdidas a causa de
los misiles tierra-aire soviéticos, las fuerzas aéreas buscaban
urgentemente todas las soluciones posibles a la amenaza de los misiles, y
Betzer tenía una propia: una unidad que llegara hasta lo más profundo de
las líneas enemigas para atacar baterías de misiles, instalaciones de radar
y cuarteles generales avanzados con sus propios misiles tácticos, además
de las habituales armas ligeras.30
La reputación personal de Betzer lo dotaba de mayor autoridad que
su rango de teniente coronel. Se le permitió hacerse cargo de una
compañía de reservistas de Sayeret Matkal para crear su propia unidad
especial a título experimental. Como Sharon y Arnan antes que él, pedía
mucho, tomaba lo que recibía y esperaba oportunidades para conseguir
más. En combate, Betzer había hecho maravillas con las armas ligeras
ordinarias, pero para su Shaldag quería añadir nuevos misiles tácticos
ligeros, designadores láser para las bombas de las fuerzas aéreas y
cualquier otra cosa que la tecnología pudiera ofrecer -el comando con
nervios de acero era también un experto en tecnología-.Eso no era un
impedimento, pero el especialista tecnológico también quería convertirse
en una especie de desarrollador de armas para equipar a su unidad con un
nuevo misil, y para eso hacía falta dinero de verdad. La salvación vino de
un soldado de infantería empedernido, el general de división Yeku-tiel
«Kuti» Adam, jefe de la Subdivisión de Operaciones y más tarde subjefe del
Estado Mayor, que apoyó a Betzer y consiguió la financiación inicial para
su unidad y sus ideas sobre armas guiadas.31 En 1976,tras dos años de
duro trabajo, la unidad fue aprobada oficial-mente por el teniente general
Mordechai, jefe del Estado Mayor, después de que presenciara un
simulacro de misil de nuevo tipo, pero seguía estando bajo el mando de
Sayeret Matkal.
La oportunidad decisiva para Betzer llegó en febrero de 1977, cuando
el coronel Yiftach Spector, as de caza con doce victorias, una mente muy
original y de primera clase tanto en ciencia como en literatura, se convirtió
en jefe de operaciones aéreas.32 Defensor desde hacía mucho tiempo de
una unidad de comandos dedicada a las fuerzas aéreas, en cuanto Spector
oyó hablar del Shaldag quiso financiarlo, y las fuerzas aéreas tenían (y
tienen) mucho más dinero per cápita que las fuerzas terrestres. Pero eso
significaría una transferencia formal a las fuerzas aéreas, lo que se
adaptaba bastante bien al concepto operativo de Betzer, pero no a su
necesidad permanente de personal de reserva de Sayeret Matkal.
Spector no quería una unidad «verde» (fuerzas terrestres) bajo mando
«azul» (fuerzas aéreas). Su primer diálogo con Betzer registra un encuentro
entre dos mentalidades radicalmente diferentes que, sin embargo,
encontraron un compromiso:
BETZER. - En lugar de una lucha inútil con todo el mando de las FDI,
empecemos con un batallón de reserva de graduados de Matkal,
para entrenarlos en misiones de operaciones especiales aéreas.
SPECTOR. - Tenemos algún reservista de Matkal disponible?
BETZER. - Sí, los tenemos.
SPECTOR. - Y quién será el fundador de la unidad?
BETZER. - Yo.
SPECTOR. - Quién lo dirigirá?
BETZER. - Yo lo haré.
SPECTOR. - Tengo un problema con Matkal. Sus misiones se basan en
una planificación larga y detallada. Se esfuerzan por alcanzar un alto
grado de certidumbre y por ello se ocupan de cada pequeño detalle.
[Pero las operaciones aéreas se lanzan en un momento]. Necesito
soldados que puedan recibir una misión por la mañana, planificarla
al mediodía y embarcar en los helicópteros para combatir esa noche.
BETZER.- Lo harán.
SPECTOR. - Los necesito siempre disponibles, bajo mi mando directo,
tienen que llevar una boina azul [la boina de la FAI].
BETZER. - Una boina azul? Todavía no. Lo haremos gradual-mente.
Primero los verdes se acostumbrarán a la idea y a su debido tiempo
sucumbirán a ella. Lo haremos todo gradualmente primero
obtendremos la aprobación de (el jefe adjunto del Estado Mayor
Rafacl EitanJ Raful para la unidad como tal. Luego la alojaremos en una
base aérea.
Poco después, Betzer presentó su nueva idea del batallón a Eitan,
siendo Spector el siguiente orador. Cuando Spector se entusiasmó -
demasiado, evidentemente- con todo lo que podría hacer por las fuerzas
aéreas, Eitan se negó, accediendo a separarlo del Cuerpo de Inteligencia,
pero sólo para ponerlo bajo la dependencia del Cuerpo de Infantería y
Paracaidistas, cuyo hábil jefe, el general de brigada Uri Simchoni, ya
conocía (y apoyaba activa-mente) el nuevo batallón. Betzer seguía
temiendo que la separación del Sayeret Matkal perjudicara a su nuevo
batallón, cuyo personal seguía estando compuesto exclusivamente por
reservistas del Sayeret Matkal, pero Eitan le aseguró que todo el personal
del Sayeret Matkal de todos los rangos sería asignado a su unidad en
cuanto cada uno dejara el servicio activo.
Eitan cumplió su promesa y la amplió al permitir que el nuevo batallón
compitiera también por los reclutas del servicio regular, transformando así
al Shaldag de una fuerza de reserva en una unidad de servicio activo.34
Eso puso al Shaldag en la dura competencia por reclutar a los mejores de
los más brillantes entre los reclutas. De nuevo, Eitan echó una mano: tras
hablar con su hijo Yoram, instructor de vuelo, dio instrucciones a las
fuerzas aéreas para que enviaran a todos los cadetes despedidos del curso
de piloto a ser entrevistados por Betzer.
El primer curso de adiestramiento de Betzer era similar al de Sayeret
Matkal, incluso en su duración extra de veintidós meses y su énfasis en la
navegación autónoma, pero el curso pronto empezó a desviarse porque se
invitaba a los reclutas a aportar sus propias ideas sobre los métodos de
adiestramiento, las tácticas y los entrenamientos obligatorios. A partir de
2021, el itinerario de entrenamiento del Shaldag duró un año y ocho
meses, mientras que la obligación de servicio extra, además de los treinta
y dos meses de servicio obligatorio, ascendió a sesenta y cuatro meses,
alcanzando en total los ocho años, incluyendo el tiempo durante el cual
todos los miembros pasarían también por la Escuela de Oficiales y
estudiarían para completar una carrera universitaria. Al final de cada
ejercicio se pedía a los soldados que aportaran sus sugerencias; si estaban
relacionadas con el equipamiento, la Sección de Desarrollo de Armas y
Equipamiento de la propia unidad, una preocupación particular de Betzer,
se esforzaba por conseguir productos de trabajo que satisficieran la
necesidad. Los desarrolladores eran civiles en situación de reserva, pero,
al encontrar sus tareas muy apasionantes, la mayoría sirvió durante unos
cincuenta días en lugar de los treinta obligatorios, con los comandan-tes,
tanto oficiales como suboficiales superiores, haciendo hasta ochenta días.
Betzer siguió el ejemplo de Arnan y se aseguró de que el jefe del
Estado Mayor, junto con algunos de sus oficiales, estuvieran presentes
cuando estuviera listo para demostrar la última incorporación de la unidad
a sus capacidades, a menudo obtenida combinando algún equipo nuevo
de fabricación casera con tácticas hechas a medida para cumplir una tarea
operativa prioritaria. Era una forma de poner al día al Estado Mayor y de
obtener financiación para el progreso del Shaldag.35 Aunque se llamaba
Batallón para Tareas de la Fuerza Aérea, la unidad siguió formando parte
oficialmente de las fuerzas terrestres durante mucho tiempo, hasta que su
quinto comandante decidió que elevaría el estatus del Shaldag para que
fuera la unidad de comandos de la FAI, igual que Sayeret Matkal lo era para
el Ejército de Tierra y Shayetet 13 lo era para la Marina. Se salió con la suya
a mediados de la década de 1980.36
En comparación con el Shayetet 13 de la Marina y el Sayeret Matkal,
con sus célebres espectáculos, el Shaldag ha tenido muy poca exposición
pública y sus veteranos no han escrito libros ni artículos ni concedido
entrevistas. Aparte de un exitoso asalto a un cuartel general operativo en
el contexto vivo del contra ataque israelí contra Hezbolá que comenzó el
11 de abril de 1996,la acción más conocida del Shaldag fue su papel a gran
escala en la operación Salomón del 24 de mayo de 1999, cuando cientos
de regulares del Shaldag y reservistas retirados volaron a Addis Abeba para
evacuar a los judíos en peligro por la sangrienta guerra civil encurso.37 En
treinta y seis horas, con el Shaldag protegiendo todo el aeropuerto, sus
accesos por carretera y las operaciones de vuelo, los transbordadores
aéreos evacuaron a más de 14.000 judíos de Etiopía a Israel.38 Otra
operación conocida tuvo lugar durante la segunda guerra del Líbano de
2006, cuando unos 200 comandos del Shaldag y Sayeret Matkal se
adentraron en el territorio de Hezbolá para llegar a Baalbek para la
operación Sharp and Smooth en la noche del 1 de agosto.39 Sus objetivos
eran grandes depósitos de armas descubiertos por la inteligencia israelí.
Diecinueve combatientes de Hezbolá resultaron muertos, sin que se
conozcan víctimas israelíes.
Mientras que la operación de Baalbek sigue envuelta en la oscuridad,
la destrucción el 6 de septiembre de 2007 del complejo del reactor nuclear
suministrado por Corea del Norte en Al Kibar (también conocido como Dair
Alzour), en la región siria de Deir ezzor, por parte de las fuerzas F-16 y F-15
israelíes está bien documentada. Lo que permanece oscuro es el papel del
Shaldag, porque los informes de prensa al respecto se refieren al uso de
designadores láser por parte de sus hombres para guiar los misiles
lanzados desde el aire hacia sus objetivos una técnica obsoleta-, mientras
que otros se refieren a la «evaluación de daños», sin duda importante para
determinar si era necesario un ataque de seguimiento, pero difícilmente
se realizaría en tierra, dada la disponibilidad de fotografía aérea
multiespec-tral.40 A pesar del secretismo, está claro que el sueño de
Betzer de un batallón de comandos diferente pero igualmente eficaz para
complementar el Sayeret Matkal se ha cumplido. Es notable que después
de tantos años cada unidad siga conservando la impronta del fundador,
con la unidad del oficial de inteligencia Arnan todavía centrada en nuevas
e ingeniosas formas de recopilar información, mientras que la unidad del
técnico Betzer sigue siendo la que utiliza nuevas armas de nuevas formas,
e incluso nuevos conceptos de armas, sobre todo para llevar a cabo
operaciones a gran distancia de Israel.
XIV.
EL CUERPO BLINDADO.DISCIPLINA E
IMPROVISACIÓN TECNOLÓGICA

Mientras que la infantería, con sus unidades de élite, así como la fuerza
aérea hicieron la mayor parte de los combates entre guerras reales, fueron
las fuerzas blindadas las que dominaron las guerras de Israel desde la
campaña del Sinaí de 1956 hasta la guerra de junio de 1967, la guerra de
octubre de 1973 y, finalmente, la guerra del Líbano de 1982, la primera y
hasta ahora única vez en la que las FDI alinearon más de mil carros de
combate bajo un coman-dante a nivel de cuerpo, el MG Avigdor Ben-Gal.
Sin embargo, desde su creación en 1948 hasta después de la guerra de
1967, las fuerzas acorazadas israelíes tuvieron que conformarse con piezas
de segunda mano. Incluso después de que empezara a recibir los tanques
M60A1 Patton de último modelo comprados a Estados Unidos, no podía
permitirse sustituir todos los modelos antiguos. Así que comprar chatarra
o material de segunda mano, reacondicionarlo y mejorarlo se convirtió en
una forma de vida.
Al comienzo, en 1948, las recientes batallas de tanques de la Segunda
Guerra Mundial acababan de definir a las fuerzas blindadas como
vencedoras decisivas de la guerra. Eran malas noticias para los israelíes: el
ejército egipcio que invadía desde el sur disponía de unos formidables
carros de combate Sherman; la Legión Árabe que avanzaba hacia el oeste
contaba con blindados MarmonHerrington Mark IV y Daimler, bastante
modestos, pero con cañones de dos libras (40 mm); los sirios tenían carros
ligeros Renault 35 con cañones de 37 mm, e incluso el variopinto Ejército
Árabe de Liberación se dirigía desde Siria con algunos blindados Canadian
Otter. Mientras tanto, las FDI no disponían al principio de vehículos
blindados propiamente dichos, sólo de camiones civiles parcialmente
protegidos con placas de acero atornilladas sin torretas de armamento, y
muy pocas armas antitanques.
Eso no disuadió al oficial de mayor rango de las FDI, Yitzhak Sadeh
(nacido Izaak Landoberg), un veterano condecorado del Ejército Imperial
Ruso y antiguo comandante del Palmaj, de establecer la 8.a Brigada
Blindada. En lugar de los tres batallones con el centenar de carros de
combate de una brigada normal, la creación de Sadeh sólo contaba con
dos batallones: el 89. equipado en su mayoría con jeeps abiertos
equipados con ametralladoras (el comandante Moshe Dayan planeaba
conducir rápido en lugar de blindados), y el muy ambicioso 82. Batallón de
Tanques, que realmente no podía existir sin al menos algunos tanques
reales. Dado el estricto embargo de armas angloamericano que
interceptaba hasta los revólveres con mango de perla de los jugado-res, no
había posibilidad de importar ninguno de los miles de tanques que había
en los depósitos de excedentes de guerra de Europa. En su lugar, se inició
una búsqueda desesperada de cualquier vehículo blindado.
La primera adquisición fue un único blindado GMC con un cañón de
37 mm robado de una base de las tropas británicas en evacuación. Estaba
entero y venía con su carga de munición, a diferencia del botín que dejó
atrás el ejército en rápida evacuación: extraños blindados de distintos
tipos, sin motor u oxida-dos, o ambas cosas, con cañones inoperativos y
muchas piezas que faltaban.' Sin embargo, también ellos se convirtieron
en los poco prometedores objetos de la búsqueda del tesoro en marcha
para equipar al 82. Batallón de Tanques, que consiguió encontrar diez
tanques franceses Hotchkiss H-39 muy viejos y muy poco blinda-dos con
enclenques cañones de 37 mm, dos tanques medios británicos Cromwell
en buen estado -robados por dos intrépidos soldados británicos que
simpatizaban con los judíos-y un único M.4 Sherman reconstruido.2 En
Italia, no menos de treinta y dos Sherman modificados y armados con
obuses de 105 mm fueron encontrados abandonados como restos y
llevados de contrabando a Israel como «tractores», pero no se pudo hacer
mucho con ellos. Con unos escasos trece tanques, diez de ellos ligeros, la
8.a Brigada Blindada nunca pudo lograr el efecto de choque del «puño de
correo» de una fuerza blindada adecuada, sobre todo porque era
imposible mantener los tanques en funcionamiento durante tanto tiempo
como uno o dos días antes de que se produjeran averías importantes. Los
tripulantes entrenados en ejércitos diferentes con poco hebreo
compartido no ayudaban a mantener los vehículos en funcionamiento.3
No obstante, hubo éxitos modestos que indujeron a las FDI a
establecer otra brigada igualmente nominal, la 7.a Brigada Blindada. Ésta
adquiriría gran fama tras un modesto comienzo como fuerza sin tanque
equipada con camiones blindados semioruga M.3, un peculiar híbrido con
ruedas en la parte delantera para la dirección y bogies de oruga en la
trasera. El Ejército estadounidense mandó construir 53.000 de esos
curiosos vehículos para abastecer rápidamente a sus fuerzas mecanizadas
con algo de tracción, aunque sólo sea parcialmente, y blindados, aunque
sólo sea contra el fuego de armas pequeñas, sin protección en la parte
superior.
Las FDI crecieron muy rápidamente en medio de las presiones
extremas de su primera guerra, y a finales de 1948 ya dominaban el arte
de la guerra móvil con columnas de camiones y jeeps que superaban a los
enemigos que se movían más lentamente, y sólo necesitaban unos cuantos
carros blindados o semiorugas en el frente para abrirse paso a través de
los bloqueos de carreteras y los enredos de alambre de espino. Todo fue
muy duro, pero funcionó lo suficientemente bien como para hacer
retroceder a los egipcios hasta la frontera internacional y más allá en el
Sinaí, para impedir que la Legión Árabe siguiera avanzando, para hacer
retroceder a los sirios hasta la frontera internacional y para persuadir al
ejército iraquí de que regresara a casa. Lo único que no se logró fue el
desarrollo de un cuadro de oficiales y sargentos adecuadamente
profesionales capaces de entrenar a las tripulaciones de vehículos
blindados para manejarlos con seguridad y mantenerlos en
funcionamiento con mantenimiento sobre el terreno según fuera
necesario, y de ejecutar tácticas bien entrenadas al mando para permitir
la coordinación de la batalla sobre la marcha.
Así pues, una vez finalizada la guerra en 1949, el incipiente Cuerpo
Blindado de las FDI, que contaba con unos pocos oficiales en unas cuantas
cabañas, empezó de cero intentando formar a los tripulantes de blindados
individualmente, y luego como parte de sus equipos de vehículos,
progresando a pelotones de tres vehículos, compañías de nueve vehículos
y luego batallones, principal-mente mediante el uso de manuales de
campo del Ejército estadounidense, cuya gran ventaja radicaba en sus
amplias ilustraciones, de gran ayuda para muchos que no sabían inglés. Los
artilleros de tanques fueron instruidos por inmigrantes que habían servido
en unidades de artillería y estaban familiarizados con los cañones
antitanque de trayectoria plana y alta velocidad que funciona-ban igual
que los cañones de los tanques, pero en realidad no se podían practicar las
maniobras porque rara vez había suficientes vehículos blindados en orden
de marcha. Además, algunos oficiales visitaron la augusta École de
Cavalerie de Saumur, Francia, donde la formación de caballería había dado
paso a la de blinda-dos, y aprendieron a combinar infantería en camiones,
o mejor en semiorugas con varios tanques, para formar un Sos
Groupement Blindée, la forma que tenían las tropas francesas de llegar a
fuer-zas de tarea combinadas de infantería y blindados.
Los jóvenes oficiales del Cuerpo Blindado estaban ansiosos por
aprender, y aprendieron, por ensayo y error, en el camino de dos décadas
de ascenso profesional que condujo a las consuma-das fuerzas blindadas
que ganaron la guerra de 1967 junto con la fuerza aérea, superando a
números superiores con un entrena-miento superior a todos los niveles.
Luego se fue descubriendo que la extrema escasez de equipamiento de los
primeros años había dejado un precioso legado: en lugar de habituarse a
esperar pasiva-mente la llegada de nuevos tanques y de todo el resto del
equipo en perfecto estado de funcionamiento, con manuales de
instrucciones y piezas de recambio, el Cuerpo de Artillería y los oficiales de
blindaje de las FDI, con sus ingenieros, técnicos y obreros, tuvieron que
hacerlo todo ellos solos. Una vez que cesaron los combates y dejó de ser
imperativo enviar a la acción cualquier cosa que se pareciera a un vehículo
blindado, el Cuerpo de Artillería aprendió gradualmente a reparar,
reacondicionar y volver a montar lotes extraños de viejos tanques y otros
vehículos blindados vendidos como chatarra o excedentes para obtener
lotes homogéneos de vehículos funcionales. Con todo este duro trabajo
llegó una ven-taja: mientras que ejércitos mucho más ricos se quedaban
atas-cados con cualquier modelo que tuvieran, sin cambios ni mejo-ras
hasta que llegara el siguiente modelo quizás veinte años más tarde, las FDI,
limitadas como estaban por los persistentes embargos de armas y la simple
pobreza, no estaban constreñidas por los lentos calendarios de los
fabricantes, sino que eran libres de introducir mejoras en cuanto estaban
disponibles. Sin una capacidad técnica improvisada, incluso creativa, no
habría habido una clamorosa victoria de los blindados en junio de 1967,
sencillamente porque las FDI no tenían ni un solo carro de combate nuevo
en su inventario: todos eran tanques de segunda mano rehabilitados
localmente. Estados Unidos produjo tanques M48 y M60 Patton en las
décadas de 1950 y 1960, pero se negó a venderlos a Israel, ya que persistía
el embargo impuesto por primera vez en 1947.
Aunque se habló mucho del dinero judío y de los lobbies judíos, el
lobby arabista de las compañías petrolíferas y del Departamento de Estado
era mucho más fuerte: el embargo estadounidense sobre las ventas de
tanques a Israel continuó sin cambios incluso después de que en 1955
comenzaran los envíos de grandes tanques soviéticos a las bases de los
Ejércitos egipcio, sirio e iraquí, que durante la década de 1960 recibieron
cientos de tanques soviéticos T-54B y T-55 que llegaron completamente
nuevos, con todas las piezas de repuesto necesarias, junto con equipos de
técnicos e instructores para entrenar tanto a los combatientes como a los
encargados de su mantenimiento. Sin embargo, los Patton llega-ron a las
FDI porque el Ejército de Alemania Occidental estaba adquiriendo nuevos
tanques Leopard, lo que dejaba obsoletos a sus viejos Patton M48A1 con
motores de gasolina y cañones de 90 mm. Con el acuerdo de EE. UU., se
iban a vender 150 Al y A2a Israel. Pero sólo llegaron 40 antes de que los
alemanes cancelaran la venta bajo la presión árabe. Sólo entonces cedió
Estados Unidos, dados todos los tanques soviéticos que llegaban a Oriente
Próximo, y aceptó suministrar los 110 M48A1 que faltaban a las FDI y
añadir otros 100 tanques M48A2. Israel planeaba mejorar drásticamente
los 250 tanques, sustituyendo sus motores de gasolina por diésel más
seguros, potentes y económicos en combustible, y dotándolos del cañón
de 105 mm. Sin embargo, cuando comenzó la guerra de junio de 1967 el
proyecto apenas había comenzado, por lo que las FDI sólo disponían de un
puñado de las versiones mejoradas y lucharon con los viejos. Pero el mayor
problema de los Patton de las FDI era que simplemente eran demasiado
pocos: 250 tanques formaban una fuerza imponente, pero los ejércitos
árabes combinados tenían muchos más tanques.
Los británicos también produjeron carros de combate; a diferencia de
Estados Unidos, aceptaron vender unos pocos carros de segunda mano
desde principios de los años 50 y luego más, alcanzando finalmente un
total de unos 250 en el momento de la guerra de junio de 1967, con más
entregados posteriormente o adquiridos de otros ejércitos por compra o
captura para un gran total de 660en 1970.6Pero el Centurión a la venta era
un diseño de la Segunda Guerra Mundial. Venía con cañones de 84 mm de
20 libras muy inferiores a los entonces estándar de 105 mm de alta
velocidad, y con motores Rolls-Royce Meteor de tipo aviación que llevaban
incorporado el peligro del combustible de gasolina. Por otro lado, el
blindaje del Centurión era muy bueno, al igual que su estabilización cañón-
torreta, que mejoraba la precisión al disparar en movimiento; de ahí que
mereciera ser adquirido por las FDI.
Los oficiales de artillería y los manitas del depósito de blindaje se
dispusieron debidamente a sustituir los obsoletos cañones de veinte libras
por cañones de 105 mm de alta velocidad de producción local basados en
el diseño británico ROF L7 ganador que se convirtió en un estándar
mundial, y a modificar los anillos de la cúpula de la torreta para alojar una
ametralladora de 12,7 mm del calibre 50 (en teoría, contra aviones; en la
práctica, contra vehículos ligeros). Pero los motores sólo pudieron
sustituirse por diésel más tarde: los motores diéseles suficientemente
potentes para mover tanques de cincuenta toneladas eran demasiado
caros. Modernizar cientos de tanques lleva tiempo: todos los Centurión
empleados en 1967 y 1973 ya tenían los cañones de 105 mm, pero sustituir
los motores llevó hasta mediados de la década de 1970.
Lo único que no se añadió a los carros Centurión de las FDI fue un
dispositivo de visión nocturna, una omisión que fácilmente podría haber
tenido consecuencias estratégicas en la noche del 6de octubre de 1973, ya
que las unidades blindadas sirias explota-ron los dispositivos de visión
nocturna por infrarrojos para seguir atacando en los Altos del Golán por la
noche mientras los israelies, dependientes de los proyectiles de
iluminación disparados por la artillería y los proyectores de luz blanca,
estaban en desventaja técnica y táctica.7 Suponiendo que no se produciría
otra guerra hasta dentro de muchos años, las FDI habían decidido no
malgastar dinero en los dispositivos de visión nocturna por infrarrojos
existentes, que, aunque eran mejores que nada, tenían una capacidad
limitada, y esperar a la próxima tecnología de mejora de la luz estelar,
mucho mejor.
Con unos 250 tanques Patton y 293 Centurión operativos en el
momento de la guerra de junio de 1967, los blindados de las FDI (y, por
tanto, todas las fuerzas terrestres) lo habrían tenido muy difícil contra los
ejércitos egipcio y sirio profusamente equipados con tanques soviéticos.
Cuando comenzó la guerra el 5 de junio, sólo el ejército egipcio tenía más
de 900 tanques desplegados en vanguardia en el Sinaí, con más en reserva
en Egipto. Además, cuando la guerra terminó, sólo seis días después, las
FDI también tenían que luchar contra los jordanos, que contaban con
200Patton M48 (A1 no mejorados) y 44 Centurión, así como contra los
sirios, que tenían unos 300 tanques soviéticos (y algunos Panzer IV
alemanes de la Segunda Guerra Mundial excavados que se utilizaron para
bombardear Galilea). Incluso los iraquíes enviaron una división de
infantería con 100 tanques a la frontera jordana.
En realidad, los blindados de las FDI no estaban tan maltrechos en
1967, porque su experiencia duramente adquirida en la conversión de
viejos tanques, incluso los que carecían de moto-res, cañones, torretas o
eran inoperativos, en vehículos de combate completamente funcionales se
aplicó más plenamente a los viejos tanques M4 Sherman de fabricación
estadounidense, cuyo blindaje y cañones nuevos readaptados podían ser
casi adecua-dos en combate, con un entrenamiento superior y tácticas
superiores. Pero su principal virtud para las embargadas y pobres FDI era
que el Sherman se había fabricado en tal abundancia (49.234de febrero de
1942 a julio de 1945) y distribuido tan ampliamente que ningún embargo
podía negar un número amplio a las FDI. De hecho, algunos Sherman de
las FDI se importaron de Francia en buen estado, incluso con cañones
mejorados; otros se importa-ron de desguaces de todo el mundo, incluidas
las Filipinas; pero el mayor número se había vendido a precios de chatarra
cuando los Ejércitos europeos de la OTAN recibieron sus nuevos Patton del
programa de asistencia militar estadounidense.
A partir de todas esas fuentes, los artificieros y chapuceros de
tanques del Cuerpo de Artillería suministraron a las FDI diferentes lotes de
tanques que funcionaban correctamente, cada uno de ellos entregado en
cantidades lo suficientemente grandes como para que fuera posible
mantener los tanques en buen estado de funcionamiento y entrenar a las
tripulaciones de forma razonablemente eficiente. Una estandarización a
gran escala de todos los Sherman habría sido imposiblemente cara porque
las FDI tenían algunos de cada tipo existente: Sherman M1 con cañones de
76mm; Super Sherman M1 con cañones de 76 mm y suspensión HVSS
(sistema de muelle de voluta horizontal) mejorada; Sher-man M3 con los
cañones estadounidenses originales de 75 mm; Sherman M4 con un obús
de 105 mm, algunos cientos de los cuales habían sido mejorados en Israel
para convertirse en Sher-man M50 con cañones de 75 mm tomados de los
tanques ligeros franceses AMX 13; Sherman M50 Cummings con motores
diésel, y por último, Sherman M51 con una versión más corta del cañón
francés de 105 mm (F1).
En la guerra de 1967, los aproximadamente 500 Patton y Centurión
se complementaron con 360 Sherman M-50/M-51 mejorados y 145
Sherman de modelos más antiguos.8 En 1967 las FDI también emplearon
160 tanques franceses AMX-13. Rápidos, pero muy ligeramente blindados,
se compraron originalmente en 1956porque eran el único tanque nuevo
que alguien estaba dispuesto a vender a Israel. En 1967 se mostraron
incapaces de enfrentarse a los tanques soviéticos más pesados utilizados
por los egipcios y las FDI se deshicieron de ellos rápidamente después de
esa guerra. Cientos de los Sherman mejorados combatirían con éxito en la
guerra de 1973 contra los T55 sirios y los T62 egipcios. Las FDI no los
sustituyeron todos hasta la década de 1970, cuando por fin consiguieron
suficientes tanques Centurión y Patton.La mentalidad de improvisación dio
realmente sus frutos con la producción de vehículos autopropulsados de
artillería y de ingeniería de combate, que, sin duda, eran esenciales pero
que las FDI no podían permitirse comprar de nueva producción, si es que
existían. Las FDI sí diseñaron y produjeron nuevos tipos de vehículos
blindados de combate que se basaban en el blindaje y la propulsión del
cada vez más antiguo, pero persistentemente útil chasis Sherman.
Durante la guerra de 1967 las FDI pudieron ampliar el rebaño, por así
decirlo, con la captura de 30 de los 44 tanques Centurión de Jordania y 100
de sus 200 M48 Patton, pero el botín mucho mayor fueron los T-54 y T-55
soviéticos capturados al ejército egipcio. Inicialmente, muchos de ellos se
utilizaron sin más como los T-54 no modificados Tiran 1 y los T-55 no
modificados Tiran 2. Sin embargo, en 1973 se les mejoró con cañones de
105 mm idénticos a los de los Centurión y los M60 Patton, ametrallado-ras
Browning del calibre 30 montadas en pivotes y con cajas de estiba
adicionales para cambiar su forma y reducir los incidentes de fratricidio. A
finales de los años 70 y en los 80 se mejoraron de nuevo con blindaje
reactivo y sistemas informatizados de con-trol de tiro. Después de que las
FDI decidieran dejar de utilizarlos como tanques, a un par de centenares
se les retiraron las torretas y se modificaron drásticamente los cascos para
convertirlos en transportes pesados de tropas Achzarit con blindaje pasivo
adicional de tecnología Merkava.
La guerra de 1967 puso fin al embargo absoluto de armas
estadounidenses, aunque cada compra todavía tenía que ser aprobada o
denegada individualmente. Las FDI compraron debidamente 150 nuevos
tanques M60A1 en 1971, con otros M60 y M60A1comprados
posteriormente, y todos esos Patton fueron muy necesarios en la guerra
de 1973. Pero también sufrieron cambios locales incluida la sustitución de
la cúpula del comandante original por un diseño local y otros cambios
menores. Después de la guerra de 1973 se comprarían cientos más a
medida que las FDI y los ejércitos árabes llevaban a cabo una carrera
armamentística. A partir de la década de 1980, todos ellos sufrirían
actualizaciones masivas: motores nuevos y más potentes, controles de
fuego informatizados, blindajes masivos y nuevas orugas de acero -las dos
últimas, adaptadas de la tecnología del Merkava israelí-. También se
adquirieron tanques Centurión de segunda mano en gran número después
de la guerra de 1973 y modernizados de forma similar, excepto por el
blindaje adicional, que no podían llevar, y en la década de 1990 fueron
retirados gradualmente del servicio.
Mientras tanto, en 1969, el «Sr. Tanque» de las FDI-MG Israel Tal, que
había sido el líder de las FDI en el codesarrollo Israel-Reino Unido del
tanque Chieftain que los británicos se negaron fraudulentamente a
entregar- reaccionó a la traición británica persuadiendo a sus superiores
tanto civiles como militares para que iniciaran el desarrollo de un tanque
israelí, el Merkava («Carro»). Eso había sido posible gracias a la experiencia
acumulada en ingeniería durante dos décadas de trabajo en la conversión
de vehículos blindados fabricados por otros, con una creciente destreza en
el trabajo del metal y el diseño, así como una profunda experiencia en la
producción de blindajes compuestos. Lo que fue único en el desarrollo del
Merkava fue el liderazgo absoluto del diseño por parte de un solo hombre,
el veterano oficial de blindaje Tal, convirtiéndolo muy probablemente en
el único gran sistema de armas conceptualizado, diseñado y desarrollado
bajo el con-trol de un individuo y no de un comité o, como es más común,
de múltiples comités. En el proceso, el Merkava incorporó opciones
drásticas que ningún comité podría haber aceptado. Pero las elecciones de
Tal fueron aceptadas por colegas y superiores por todo lo que había hecho
antes incluso de proponer que las FDI diseñaran y construyeran su propio
y diferente carro de combate.

LA REVOLUCIÓN DE TAL: DISCIPLINA,


ARTILLERÍA E INICIATIVA

Israel Tal, como otros oficiales de las FDI de su generación, comenzó su


carrera a los diecisiete años como voluntario del Ejército británico durante
la Segunda Guerra Mundial. Cuando regresó en 1945, completó el curso
de «oficiales clandestinos» de la Haganah antes de que comenzara la
guerra de la Independencia, comandando unidades de infantería antes de
convertirse en oficial de blindados, ascendiendo después rápidamente
hasta llegar a ser jefe del Cuerpo de Blindados el 1 de noviembre de 1964.
Dos días después, se enviaron tanques de las FDI para enfrentarse a
los sirios en el norte. Al controlar el terreno elevado del Golán, los sirios
podían disparar sobre las obras del Acueducto Nacional desde dos
posiciones dominantes, una justo al norte de Tel Dan, en la esquina noreste
del territorio israelí, y la otra en el terreno elevado de Tel Azzaziat que
dominaba el valle. La 7.a Brigada Blindada de las fuerzas permanentes que
entrenaron a los reclutas envió una compañía de tanques Centurión para
acallar el fuego sirio. Pero tras disparar unas 200 rondas no habían
infringido ningún daño significativo. Algunos oficiales culparon a los
Centurión recién adquiridos, pero Tal realizó su propio análisis posterior a
la acción y descubrió que los tanques de las FDI se habían colocado
demasiado cerca unos de otros, utilizaron el tipo de munición equivocado
y apuntaron mal los cañones.
Tal demostró personalmente su método preferido durante el
siguiente enfrentamiento, en el que su propio Centurión destruyó dos
tanques sirios. En los meses siguientes, sus tripulaciones siguieron
mejorando su artillería, alcanzando tanques sirios y equipos de desviación
de agua, primero a distancias de dos kilómetros, un alcance decente para
las operaciones de blindaje, pero lejos de ser excepcional para la artillería
estática. Pero, cuando los sirios se replegaron a una distancia de seis
kilómetros una distancia raramente alcanzada en combate-, las
tripulaciones de Tal consiguieron más impactos y siguieron haciéndolo,
tras otra retirada siria en Korazim, el 12 de agosto de 1965, a la entonces
asombrosa distancia de once kilómetros con fuego indirecto parabólico
apuntado con telescopios externos. Con ello, Tal acalló a los críticos del
cañón L7 de 105 mm del Centurión, ganándose la reputación de ser uno
de los mejores artilleros del cuerpo que mandaba, al tiempo que
ejemplificaba su liderazgo en el frente de batalla al manejar
personalmente uno de los cañones.
Tal se convirtió en un experto en blindados que alcanzaría una
reputación mundial empezando por lo más básico de lo básico: ya era
coronel cuando fue nombrado jefe del Cuerpo Blindado, y se puso a
trabajar como mecánico en los cobertizos de reparación de tanques para
familiarizarse con todos los aspectos del mantenimiento y la reparación de
los cinco tanques diferentes en servi-cio.1° Cuando el Cuerpo Blindado
se expandió después de 1956,sufrió un descenso de la calidad, con un
aumento de las averías mecánicas causadas por la falta de disciplina en las
tareas técnicas de mantenimiento. Ese fue el enemigo que Tal se propuso
vencer con una campaña de disciplina integral que definió reglas
minuciosas e inflexibles para el funcionamiento y el mantenimiento de los
tanques. Relacionó la informalidad y la fácil camaradería del Ejército con la
falta de disciplina técnica en su cuerpo. Pero en lugar de aceptar la falta de
disciplina como un hecho inmutable de la vida israelí, Tal montó una
verdadera campaña para introducir en el Cuerpo Blindado una disciplina
formal en la vestimenta (desconocida en las FDI), el saludo y la instrucción.
Además, Tal insistió en que las botas estuvieran correctamente atadas y
que los uniformes de los oficiales tuvieran la parte superior e inferior a
juego. En otras palabras, quería que sus oficiales y hombres blindados
tuvieran un aspecto de soldados no demasiado descuidados, en
contraposición a las bandas de partisanos de pelo salvaje que aún
marcaban la pauta en el resto de las fuer-zas terrestres de las FDI.
Las ideas de Tal fueron aceptadas porque colegas, superiores y, cada
vez más, subordinados se dieron cuenta de que derivaban de un enfoque
filosófico más profundo. Esto comenzó con el cálculo de que el entorno de
Israel era un país ideal para los tanques, por lo que el tanque podría
convertirse en el brazo decisivo y ganador de la guerra de las FDI si lograba
la efectividad requerida." Para ello, sin embargo, las tripulaciones de los
tanques y los encargados de su mantenimiento tenían que diferenciarse
de la desordenada infantería, para convertir al Cuerpo Blindado en una
fuerza disciplinada fiable como condición previa de la competencia
técnica, especialmente dada la gran variedad de modelos de tanques que
las FDI tenían que reunir, mantener y utilizar de forma efectiva.
Los carros de combate son a la vez complicados y frágiles, por lo que
mucho depende del manejo adecuado por parte de sus tripulaciones, que
deben tener serias habilidades mecánicas. De ahí que, en la mayoría de los
ejércitos, las tripulaciones de los carros de combate sean profesionales de
carrera, aunque la infantería siga recurriendo a los reclutas. Pero las
fuerzas de tanques de las FDI tenían que ser reclutas o reservistas, así que
la solución de Tal fue instituir un alto grado de especialización dentro de
su cuerpo e imponer un estricto control disciplinario sobre cada rutina
operativa. Significaba que, de forma única en las FDI, el método no
consistía en estudiar y comprender lo que se necesitaba desde la base, sino
en seguir estrictamente los procedimientos de trabajo establecidos. Como
eso iba directamente en contra del culto a la adaptabilidad y la originalidad
de las FDI, los métodos, las órdenes rígidas y las restricciones de Tal
provocaron tensiones dentro del Ejército y también fuera de él, ya que los
reservistas se quejaron.
Pero Tal prevaleció porque todo el mundo podía ver que la disciplina
técnica mejoraba con la disciplina formal: las tripulaciones de los tanques
reparaban los defectos de forma fiable, en lugar de improvisar soluciones
a golpe de acierto o error; los tanques estaban estrictamente bien
mantenidos, y los equipos que solían averiarse con frecuencia se
manejaban con éxito siguiendo instrucciones precisas. Con un éxito tan
visible, Tal se hizo con un cuadro de oficiales de ideas afines; con su apoyo
introdujo más innovaciones, junto con más cursos técnicos, y un estricto
sistema de inspección para cada elemento del equipo, incluido un
detallado diario de mantenimiento para cada tanque. Cuando los
reservistas fueron movilizados en 1967, encontraron los tanques
esperándolos en los cobertizos de las unidades en perfecto estado de
funcionamiento y listos para la acción. Todo el equipo menor, ya fuera
personal, de pelotón o de compañía, también estaba pulcramente
almacenado y bien mantenido.
Las batallas de 1967 demostraron que la insistencia de Tal en la
disciplina y la pericia técnica no mermó la iniciativa de mando y la agilidad
táctica de los oficiales de blindados. Las unidades que operaban con
Sherman reacondicionados y tanques ligeros AMX-13 escasamente
blindados consiguieron mantenerse firmes frente a los mejores tanques
soviéticos, mientras que los Centurión y los Patton derrotaron a fuerzas
enemigas más grandes para avanzar rápidamente en todos los frentes.
UN CIENTÍFICO ALEMÁN SALVA LOS TANQUES ISRAELÍES: BLINDAJE
REACTIVO
La artillería superior de largo alcance y los tanques fuertemente blindados
eran la respuesta de Tal a las armas antitanque enemigas. Argumentó que
la respuesta aceptada a las armas antitanque -atacarlas con infantería- era
correcta para los enfrentamientos generalmente de corto alcance en la
Europa cubierta de vegetación y edificada, pero no funcionaría en el
desierto abierto, donde las armas antitanques superaban fácilmente a las
armas de infantería y la infantería expuesta no podía acercarse lo suficiente
a las armas antitanque. La solución era enfrentarse a las armas antitanque
a distancias extremadamente largas para que la superior artillería israelí y
el grueso blindaje dieran ventaja a los tanques.
Los combates de junio de 1967 reivindicaron las opiniones de Tal. Para el
10 de junio, con victorias en todos los frentes, estaba claro que las fuerzas
acorazadas de las FDI habían superado todas las expectativas,
precisamente por la insistencia de Tal en los altos niveles de
mantenimiento y entrenamiento de las habilidades individuales.'3 Sin
embargo, aunque estas habilidades volvieron a demostrarse en la guerra
de octubre de 1973, el enemigo había creado una nueva amenaza: un
conjunto antitanque varias veces más denso y más avanzado
tecnológicamente que en 1967.A pesar de los reveses iniciales, las FDI
volvieron a derrotar a los ejércitos árabes, con los tanques liderando las
batallas, pero a un coste en sangre mucho mayor. Contra la artillería de
largo alcance, el enemigo opuso misiles teledirigidos de largo alcance;
contra los asaltos cuerpo a cuerpo con cañones y ametralladoras, el
enemigo opuso una infantería saturada de RPG y dispuesta a gastar
muchas vidas por cada tanque destruido. No se podían comprar en el
extranjero tanques nuevos y mejor protegidos, y el Merkava aún estaba en
fase de desarrollo. Incluso cuando estuviera terminado se tardarían
muchos años en fabricar suficientes tanques Merkava para sustituir a los
más antiguos. Las FDI tuvieron que mejorar la protección de su arsenal
existente con una innovación tecnológica.
El físico experimental de Alemania Occidental Manfred Held,
especialista en la ciencia de la detonación, siguió a los pione-ros Franz
Rudolph Thomanek y Walter Trinks en el desarrollo de cargas huecas para
armas antitanque y aplicaciones civiles de explosivos, como la perforación
petrolífera.4 Held empleó la espectrometría de rayos X y la fotografía de
flash de alta velocidad para medir y visualizar los efectos a escala de
nanosegundos, junto con su intuición natural para los efectos de la
detonación. Sus conocimientos especializados, sus nuevos métodos de
medición y su capacidad para explicar sus conceptos con claridad en
cientos de artículos científicos convirtieron a Held en el principal experto
en la materia.15 La idea del blindaje explosivo reactivo (ERA) para romper
las municiones entrantes frente a escudos blindados que pudieran resistir
las esquirlas nació en 1949en el Instituto Soviético de Investigación
Científica del Acero, pero nunca fue aplicada por el Ejército soviético, que,
después de haberla descartado en 1944-1945, no quedó impresionado por
el valor operativo de las armas antitanque con carga hueca.
Held visitó los campos de batalla de las FDI entre 1967 y 1969por
encargo del Gobierno de Alemania Occidental, y regresó en 1973
inmediatamente después de la guerra de octubre (Yom Kippur),
examinando numerosos tanques árabes e israelíes alcanzados por cargas
huecas. Estas visitas inspiraron a Held la idea del blindaje reactivo y
forjaron sus amistades en Israel. Su nueva idea consistía en encerrar
explosivos en una caja ligera de chapa de acero que detonaría si recibía el
impacto de una carga hueca u otro explosivo, haciendo que la chapa de
acero exterior se atornillara hacia fuera, contrarrestando la carga hueca y
aumentando así la distancia que el chorro explosivo, o el penetrador
formado por la explosión del revestimiento de la ojiva, tenía que recorrer
para atravesar la carcasa del ERA. Cuando se instalaba en un tanque, este
efecto de contrarresto significaba que, para cuando el chorro de alto
explosivo alcanzaba el blindaje de acero del tanque, ya habría agotado
gran parte de su energía cinética, por lo que no penetraría en el blindaje.
Tal cimentó personalmente las relaciones entre Held y la industria
israelí. Habiendo experimentado en los combates de 1973 la evastadora
vulnerabilidad del blindaje de acero simple frente a los misiles guiados
antitanque soviéticos AT-3 Sagger e incluso a cohetes antitanque como el
RPG-7 -presentes en un número tan elevado que sus limitaciones
individuales de alcance queda-ban anuladas-, Tal acogió el invento de Held
con entusiasmo, poniéndolo en contacto con la industria israelí para
apresurar la producción de sus cajas ERA. También fue una salvación
personal para Tal, entonces en descrédito por su fácil desestimación antes
de 1973 de la amenaza de los misiles antitanque, que ahora podía volver a
desestimar. El resultado fue que el Cuerpo Blindado de las FDI fue el
primero en desplegar cajas de blindaje reactivo explosivo en grandes
cantidades, desde principios de 1978.16
Los tanques podían acomodar fácilmente las ligeras cajas modulares ERA,
que se sujetaban individualmente con pernos a accesorios que a su vez se
soldaban en lugares críticos del casco y la torreta del tanque. Además, los
bloques ERA alcanzados y detonados en combate podían ser sustituidos
individualmente por las cuadrillas de reparación sobre el terreno. Mientras
que los herrajes para las cajas ERA se instalaban en la mayoría de los
tanques de primera línea, tanto en las unidades de reclutas como en las de
reserva, los propios módulos de blindaje ERA se mantenían fuera para
ocultar su existencia.
En la guerra del Líbano de 1982, operación Paz para Galilea, los
tanques equipados con ERA de las FDI se desplegaron en gran número por
primera vez, salvando la vida de muchos tripulan-tes de tanques israelíes.
Cazadores de tanques sirios y guerrilleros palestinos atacaron unos 60
tanques de las FDI con misiles antitanque, algunos varias veces, durante
los primeros cuatro días. Entre el 6 y el 25 de junio de 1982, un total de
203 tanques de las FDI fueron alcanzados, el 22 % de los 1025 tanques que
habían sido enviados al combate.8 Pero las cajas del ERA frustraron la
mayoría de los ataques -sólo dos de los 60 tanques de las FDI alcanzados
por comandos sirios al principio fueron destruidos, mientras que los
demás siguieron funcionando incluso después de repetidos impactos-.'°
Los índices de penetración fueron un 50 % más bajos; las armas antitanque
penetraron sólo 108 de los 203 tanques que alcanzaron, y destruyeron sólo
2.20 Durante la guerra, tres tanques con cajas ERA fueron capturados por
los sirios y enviados rápidamente a la URSS, que pronto realizó ingeniería
inversa y reprodujo la tecnología para producir su propio ERA, el Kontakt-
5.21 Las fuerzas soviéticas también introdujeron cohetes antitanque de
cabeza tándem para superar las cajas ERA.
XV.
POR QUÉ EL MERKAVA
ES DIFERENTE

A finales de la década de 1950, Gran Bretaña comenzó a desarrollar un


nuevo tanque con blindaje extrapesado y un potente cañón estriado de
120 mm: el Chieftain. A mediados de la década de 1960, los británicos
ofrecieron suministrarlos a las FDI si los israelíes compraban los viejos
tanques Centurión y accedían a ayudar en el desarrollo del siguiente
modelo de Chieftain, aportando el beneficio de su experiencia de combate
reciente y en curso. Por ejemplo, cuando los sirios intentaron desviar el río
Banias que desemboca en el Jordán, las FDI pudieron dañar e incluso
destruir las excavadoras sirias a distancias extremas de hasta 5000 metros
con los cañones de 105 mm que instalaron en sus Centurión. Pero
descubrieron que, con un grado tan alto de elevación, el cañón no volvía
de su retroceso, ya que el peso del cañón combinado con la gravedad era
demasiado para el sistema de retroceso. Eso se corrigió debidamente en
el Chieftain.
Los oficiales de blindados de las FDI estaban extasiados ante la
perspectiva de recibir por fin nuevos y potentes tanques recién salidos de
fábrica, así que hicieron todo lo posible por colaborar con los británicos,
que enviaron dos preciosos prototipos Chieftain, con ingenieros, a una
base de pruebas secreta que las FDI proporcionaron y dotaron de personal,
mientras que los ingenieros de tanques de las FDI se unieron a la unidad
de desarrollo en Inglaterra, comandada por el jefe del Cuerpo Blindado de
las FDI MG Israel Tal, que volaba a Inglaterra cada mes para ayudar. Los
británicos querían el dinero de las FDI -los pagos por los Centurión iban a
parar al presupuesto de desarrollo del Chieftain, pero sobre todo era la
reciente experiencia en combate de las FDI lo que necesitaban, ya que la
suya estaba muy anticuada. Además, los israelíes ayudaron a los británicos
a vender sus Chieftain a los iraníes, frente a la competencia alemana, para
lo que Tal viajó con éxito a la Escuela de Blindados de Irán.
Pero los británicos no habían decidido de hecho vender tanques
Chieftain a las FDI. Estaban debatiendo el asunto en Consejos de Gobierno
clandestinos sin informar a los israelíes, que siguieron compartiendo sus
secretos y trabajando duro para mejorar un tanque que los británicos
decidieron finalmente vender sólo a sus oponentes árabes, siendo la Libia
del coronel Muammar Ghadafy la perspectiva inmediata y el Ejército
jordano el que realmente los recibió. Cuando los británicos exigieron la
devolución de sus prototipos, poniendo fin finalmente a la farsa en 1969,
la reacción del jefe de desarrollo de código de las FDI fue empezar a
trabajar en un tanque autóctono, el Merkava, cuya primera versión fue
operativa en 1978. En versiones sucesivamente mejoradas se convertiría
en el único carro de combate de las FDI.
Tras la traición británica, tanto más pérfida por la concurrente presión
británica sobre el Gobierno estadounidense para que negara la venta de
tanques a Israel con el fin de salvaguardar las valiosas ventas de Centurión,
las FDI se enfrentaron a la llegada de avanzados tanques soviéticos T-62 a
los ejércitos árabes en cantidades muy elevadas, sin nada nuevo con lo que
contrarrestarlos.3Estados Unidos sí ofreció una solución ingeniosa: las FDI
recibirían los M48 Patton excedentes del Ejército de Alemania Occidental,
desplazados por el nuevo tanque Leopard, que sería poten-ciado con el
eficaz cañón británico L7 de 105 mm y reequipado con motores diésel
AVDS-1790 de fabricación estadounidense. El trabajo de conversión lo
realizaría la línea de montaje de tanques Oto Melara de Italia en La Spezia,
herencia del Programa de Asistencia Militar estadounidense de los
primeros años de la OTAN.
Tal recibió el encargo de supervisar esta empresa de cuatro países y
de encontrar soluciones para las numerosas dificulta-des técnicas que ya
se estaban poniendo de manifiesto. Enviado a Italia para supervisar la
planta secreta de conversión, descubrió que sus homólogos italianos,
tanto en la empresa como en la fábrica, se oponían a la línea de producción
que su Gobierno había acordado establecer. (En La Spezia, el Partido
Comunista tenía una presencia dominante y también se había inscrito en
la campaña soviética contra Israel posterior a 1967; una empresa estatal
como Oto Melara no podía despedir a sus empleados por negarse a
trabajar). En medio de todo esto, un primer transporte ferroviario de
tanques procedentes de Alemania quedó bloqueado por la intensa nevada
en los Alpes, siendo visibles los contornos de los tanques bajo sus lonas; a
un revuelo mediático siguió un escándalo diplomático.
En 1969, Tal decidió retirarse del servicio activo como consecuencia de
serias desavenencias con el jefe del Estado Mayor de las FDI, Haim Bar Lev.
Regresó al servicio activo en 1972 para servir como jefe adjunto de las FDI
a las órdenes de David Elazar hasta después de la guerra de 1973, y dimitió
de nuevo en marzo de 1974 debido a una discusión sobre estrategia con
Moshe Dayan, el entonces ministro de Defensa. No obstante, el liderazgo
de Tal en el desarrollo del blindaje de las FDI persistió porque se convirtió
en jefe de Mantak (acrónimo de Minhelet HaTank [Programa de
Administración de Tanques del Ministerio de Defensa]), la Dirección del
Programa de Tanques del Ministerio de Defensa de Israel. Tras su primera
dimisión, como reservista civil y después de la debacle con el Chieftain y
los M48 mejorados, Tal decidió que había llegado el momento de que Israel
produjera su propio tanque.4 Antes de tomar esta decisión, Tal había
designado al asesor financiero del ministerio Pinkhas Zusman y al
ingeniero de artillería Israel Tilan para que evaluaran la valía financiera y la
viabilidad tecnológica del proyecto. Ambos asesores concluye-ron que un
tanque israelí era factible y una inversión que merecía la pena. Al enterarse
del proyecto, el Gobierno estadounidense revocó su negativa a suministrar
M60 Patton, pero Tal estaba convencido de que podía hacerlo mejor y
recibió la aprobación
tanto de Dayan como del ministro de Finanzas Pinkhas Sapir en agosto de
1970. Tal fue autorizado a intentar establecer una industria de tanques en
Israel.
Los miembros del equipo del proyecto Chieftain fueron rápidamente
transferidos para trabajar en el Merkava bajo la dirección exclusiva de Tal,
que sólo respondía ante Dayan, un grado de centralización inimaginable
en otros lugares. Además, Tal no necesitaría una infraestructura financiera
propia, sino que se apoyaría en las Oficinas de Adquisiciones, Jurídica y
Financiera del Ministerio de Defensa. En 1979, el proyecto de Tal era un
tanque operativo listo para el combate, nueve años después de su
autorización, aproximadamente la mitad de años que los programas de
nuevos tanques más rápidos de la época en otros lugares. Obviamente, la
clave fue la extrema centralización del proyecto: Tal declaró que un
componente menor se diseñaba en quince minutos antes de su
experimentación y producción en tres semanas, para producir un lote de
prueba de cincuenta unidades.6
Todo el personal estaba formado por unos 150 ingenieros; algunos
pertenecían a la Unidad de Desarrollo de Tanques del Ministerio de
Defensa (Mantak) y otros trabajaban en el Departamento de Diseño
Técnico de las FDI, con Tal involucrado en cada detalle, el único con la
última palabra. Por ejemplo, una de las iniciativas de Tal fue alargar el
tiempo de funcionamiento previsto entre averías del motor y la
transmisión (también conocido como «grupo motopropulsor») de las 400
horas del fabricante estadounidense, que, de hecho, sólo fue de 300 horas
en servicio de las FDI. Tal se sumergió en la termodinámica para averiguar
por qué los motores no funcionaban como se esperaba. Hizo que su
ingeniero jefe, Shalom Koren, recuperara el motor más antiguo del Cuerpo
Blindado para poder desmontarlo -este era muy irregular, pero Tal explicó
que la pérdida de 300.000 dólares (una gran suma en los estándares de
1970) podría ahorrar potencialmente millones de dólares-. Final-mente,
Tal descubrió las razones del bajo rendimiento y sugirió treinta revisiones
de diseño del motor que aumentaron su vida útil entre averías de 300 a
1000 horas. Tras facilitar toda la información al fabricante, Tal solicitó a
cambio acceso ilimitado a los planos de los motores, que recibió
debidamente.

PROTECCIÓN, ANTE TODO

El carro de combate Merkava se diferenciaba de otros carros de combate


principales porque el concepto de Tal de lo que debía ser un carro de
combate era diferente. Este concepto se derivaba de consideraciones
tanto tácticas como técnicas.
Como se ha descrito anteriormente, consideraba que los carros de
combate debían liderar la batalla en todo momento, y que la infantería
debía seguir su estela sólo para limpiar. Disentía del consenso casi
universal de que las fuerzas de tanques debían replegarse para cooperar
estrechamente con la infantería mecanizada, menos protegida, y la
artillería, más lenta, para contar con su protección contra las armas
antitanque. La respuesta universal a los tan proclamados éxitos de la
infantería egipcia armada con armas antitanque contra los tanques
israelíes durante los primeros días de la guerra de octubre de 1973 había
sido reforzar la infantería destinada a proteger a los tanques de la
infantería ene-miga y de las armas antitanque. Pero Tal era categórico al
afirmar que la impresión dejada por las grandes pérdidas de tanques del
6al 9 de octubre de 1973, cuando las FDI estaban muy superadas en
número, era engañosa. Las inspecciones de los tanques dañados a lo largo
de la guerra mostraron que la mayoría no habían sido alcanzados por
armas antitanque, sino por tanques enemigos. El problema durante los
primeros días fue una aplicación errónea de técnicas y tácticas, no la
elección de los tanques como fuerza dominante. Parte de la solución
consistió en mejorar las técnicas y tácticas contra las armas antitanque de
mayor alcance, y parte en mejorar la protección de los tanques más
antiguos contra las armas antitanque de la infantería, como hemos visto.
Tal rechazó la noción de que los tanques debían ofrecer un
compromiso equilibrado entre movilidad, protección y potencia de fuego.
Defendió la prioridad de la protección, que le permite moverse por el
campo de batalla a través del fuego enemigo. Un tanque insuficientemente
protegido, por muy rápido que sea mecánicamente, no puede moverse
cuando se ve amenazado por el fuego enemigo. Por tanto, la protección es
movilidad. Además, la protección aumenta la potencia de fuego porque
permite a los tanques acercarse al enemigo, haciendo que las armas sean
más eficaces.
Tal insistió en que el tanque consta de dos sistemas separados: la
tripulación y el propio tanque. La tripulación es más importante, por lo que
su protección debe ser la primera prioridad de todos los diseños de
tanques. En el diseño de Tal, aproximada-mente el 75 % del peso del
Merkava participa en la protección de la tripulación del tanque, mientras
que en un tanque convencional la proporción podría ser sólo del 50 % al
55 %. Cada componente se diseñó para mejorar aún más la protección de
la tripulación, así como para realizar su función designada, de ahíla
característica única del Merkava: el motor en la parte delantera para
proteger a la tripulación, en lugar de en la parte trasera, como en todos los
demás tanques en los que el motor está «protegido» por el
compartimento de la tripulación en la parte delantera. Esta disposición
tiene algunas desventajas: el calor y los gases de escape del motor
aumentan la firma térmica delantera del tanque y el brillo del aire caliente,
lo que interfiere en la puntería del artillero. También desplaza el centro de
equilibrio del tanque hacia delante, lo que acorta su capacidad para cruzar
trincheras (aunque mejora la tracción sobre el terreno al subir pendientes
pronunciadas), y la altura total del tanque debe elevarse para permitir que
el cañón quede suficientemente hundido sobre el motor. Sin embargo, lo
importante, en opinión de Tal, era que el motor añade protección a la
tripulación. También per-mite añadir una escotilla trasera en el casco para
evacuar a la tripulación y al personal herido mientras el volumen del
tanque los oculta del enemigo, a diferencia de las escotillas en el techo.
Las desventajas debían mitigarse de varias maneras, como con un sistema
de refrigeración del motor mejorado.
Esta reconceptualización es lo que hace diferente al Merkava: no es
un diseño de compromiso, sino un diseño que da prioridad a la protección.
También es el único tanque diseñado por soldados de tanques basándose
en sus propias experiencias, incluida la experiencia sintetizada de la
exhaustiva investigación balística de Tal sobre encuentros con blindados
desde 1948. Como vencedor en todas sus guerras, Israel tenía la ventaja
adicional de que, como señaló Tal, «el campo de batalla [y sus restos]
permanecían con nosotros». Tenía archivadores repletos de informes
sobre esos impactos tan estudiados: cada incidente de penetración
cuidadosamente fotografiado, medido y acompañado de una evaluación y
un informe que explicaba exactamente qué había ocurrido y a qué
distancia. La posición poco ortodoxa del motor se derivaba del examen que
Tal realizó de unos 500 tanques diferentes daña-dos en diversos
enfrentamientos de combate; descubrió que sólo en el 2 % de los casos en
los que el motor fue penetrado el tanque quedó inmediatamente
inmovilizado, frente al 100 % una vez que el compartimento de combate
fue violado.
Las ideas de Tal sobre el tanque óptimo fueron objeto de numerosas
críticas, pero éstas amainaron tras la guerra de 1982 en el Líbano, cuando
el Merkava fue reconocido universalmente como un éxito: un tanque de
primera línea por un coste mucho menor que cualquiera de sus
contrapartidas. Desde el punto de vista operativo, en combate, el enfoque
de Israel Tal de dar prioridad a la protección se vio ciertamente
reivindicado: permitía tácticas audaces y salvaba vidas. Incluso cuando un
Merkava era alcanzado más allá de lo recuperable por asaltos frontales, la
tripulación podía salir ilesa por la parte trasera. También se observó que
los tanques Merkava proporcionaban escudos antiexplosivos móviles a la
infantería de a pie contra el fuego de granadas propulsadas por cohetes
(RPG).
Tras los combates de 1982, muchos oficiales del Cuerpo Blindado
quisieron trasladarse a unidades Merkava, y algunos padres incluso
solicitaron el traslado de sus hijos. Ello provocó tensiones entre Tal y el jefe
del Estado Mayor Rafael Eitan, que quería declarar públicamente que el
Merkava no estaba mejor protegido que los demás tanques de las FDI,
mientras que Tal quería mejorar los demás tanques con la tecnología del
Merkava. Los primeros M60 Patton mejorados (Magach 7) estuvieron listos
a finales de la década de 1980. Los Centurión no podían soportar el peso
adicional, por lo que fueron eliminados gradualmente. Para el Mer-kava
Mk 3, introducido en 1990, se desarrolló un nuevo blindaje y un nuevo
concepto: una superestructura básica de tanque sobre la que se fijaban
módulos de blindaje. Éstos podían sustituirse por nuevos módulos cada
vez que se desarrollara una tecnología de blindaje mejorada. De ese modo,
el blindaje del tanque siempre podía actualizarse sin necesidad de
construir un nuevo tanque.?
DE LA PROTECCIÓN PASIVA A LA PROTECCIÓN ACTIVA

El Mark 4 fue el primer modelo de Merkava desarrollado después de que


Tal dimitiera como asesor especial de blindaje del ministro de Defensa en
1989, aunque siguió implicado extraoficialmente en el proyecto hasta su
muerte en 2010. Desarrollado a partir de 1999y en producción desde 2004,
el Mark 4 fue por tanto el primer diseño «postTalik», y equipó a una
brigada de tanques (la n.° 410) en la segunda guerra del Líbano de 2006.
Cuando Tal diseñó el Merkava, previó la protección del tanque
principalmente contra otros tanques (a pesar de las impresiones
contrarias, la mayoría de los tanques de las FDI dañados en octubre de
1973 fueron alcanzados por tanques), pero el Mark 4 fue el primer diseño
adaptado específicamente para contrarrestar otras amenazas;
concretamente, los misiles guiados antitanque y los artefactos explosivos
improvisados típicos de los campos de batalla irregulares actuales.
Durante las cuatro décadas transcurridas desde que el primer Merkava
entró en servicio, el panorama estratégico de Israel experimentó un
cambio espectacular. Egipto (en 1979) y Jordania (en 1994) firmaron
sendos acuerdos de paz, y la probabilidad de gran-des colisiones de
tanques en el desierto del Sinaí, como en 1967 y 1973, se había reducido
considerablemente. Sadam Husein esperaba reemplazar a Egipto como
líder de la coalición árabe antiisraelí, pero el Ejército iraquí fue aplastado
en 1991 y luego disuelto en 2003 en las guerras contra Estados Unidos. La
última vez que las FDI lucharon contra tanques enemigos fue en 1982,
contra los sirios en la operación Paz para Galilea; pero, después de que
Egipto abandonara el conflicto contra Israel, Siria no pudo iniciar una
guerra por su cuenta, y desde 2011 el Ejército sirio está sumido en una
guerra civil.
Al disminuir la amenaza de los ejércitos estatales, la atención israelí
pasó a centrarse en la amenaza restante: las ofensivas terroristas y
guerrilleras palestinas y de Hezbolá. De ahí que muchos en las FDI
sostuvieran que la composición interna de las fuerzas terrestres de las FDI
debía cambiar de una infantería blindada y mecanizada a una infantería
ligera apoyada por armas de precisión. Se impusieron, lo que condujo a
una gran reducción del número de unidades de artillería y blindadas: la
flota de tanques de las FDI se redujo drásticamente en número, todos los
tanques más antiguos que el Merkava Mk 3 fueron retirados del servicio y
se debatió sobre el cese de la producción de los Mark 4.10
Pero Hezbolá y Hamás aumentaron sus capacidades militares desde
el terror de baja intensidad y la guerra de guerrillas hasta la guerra regular
de intensidad media. Se centraron en la artille-ría de largo alcance para
atacar la retaguardia civil de Israel y en una infantería bien armada con
armas antitanque, atrincherada en terrenos favorables -zonas montañosas
en Líbano y densas zonas urbanas en la Franja de Gaza- para impedir que
las fuer-zas terrestres de las FDI interrumpieran su bombardeo con
cohetes. Esto condujo a una serie de guerras de intensidad media, que
obligaron a las FDI a emplear fuerzas blindadas y mecanizadas, exponiendo
la falacia de la teoría del «fin de la necesidad de tanques». Los tanques
Merkava Mk 3 y Merkava Mk 4 se emplea-ron en la segunda guerra del
Líbano (2006), y en las operaciones Plomo Fundido (2008-2009) y Borde
Protector (2014) en Gaza contra fuerzas de infantería armadas con RPG y
una variedad de misiles guiados antitanque (ATGM), incluidos los últimos
Kornet rusos, que pueden alcanzar a un tanque desde más de cinco
kilómetros y penetrar más de un metro de acero blindado. También
emplearon enormes artefactos explosivos improvisados enterrados para
detonar bajo los tanques que avanzaban hacia ellos, mor-teros y otras
armas. La destrucción de los tanques israelíes se convirtió en un símbolo
psicológico del éxito en la batalla. Las FDI entraron en la segunda guerra
del Líbano bajo el supuesto de que sería una guerra de fuego cruzado o,
como mucho, una guerra de infantería ligera de operaciones de
contraguerrilla; en palabras de un comandante de Batallón de
Paracaidistas de las FDI: «Entré en el Líbano [como si] fuera a detener a
[terroristas] palestinos, pero choqué con un ejército regular»." El choque
con la realidad se tradujo en fracasos tácticos y más bajas.
La amarga experiencia durante la segunda guerra del Líbano despertó
a las FDI al hecho de que sus capacidades de maniobra estaban seriamente
obstaculizadas, ya que los escuadrones de Hezbolá utilizaban hábilmente
el terreno montañoso del Líbano para ocultar sus posiciones y emboscar
con éxito a muchos tanques israelíes. Durante los treinta y cuatro días de
combates en el Líbano, Hezbolá desplegó 600 especialistas antitanque
bien entrenados. Las FDI entraron en el Líbano con 250 tanques, de los
cuales 50 fueron alcanzados y 22 penetrados; tres de ellos, irreparables.12
Así, en la batalla de Wadi Saluki, conocida como la batalla de Wadi al-
Hujeir en el Líbano, una columna de veinticuatro tanques Merkava Mk 4
de la Brigada 401 avanzó hacia el oeste desde Tayyiba. Cuando la fuerza
descendió por un barranco escarpado, fue atacada por todos lados,
incluida la retaguardia. Hizbulá había preparado una emboscada y lanzaba
misiles desde posiciones ocultas en las cimas de las colinas con bastante
seguridad, a unos kilómetros de distancia. Andanadas de misiles Kornet
alcanza-ron a los tanques, de los que once fueron alcanzados y unos cuan-
tos ardieron en llamas. En otras acciones fueron alcanzados otros seis
Merkava Mk 4. En total fueron penetrados seis Merkava Mk 4; siete
quedaron inutilizados, de los cuales cinco fueron repara-dos sobre el
terreno y dos tuvieron que ser remolcados, mientras que los otros cuatro
sólo sufrieron daños superficiales y siguieron combatiendo. La brigada
perdió un total de doce soldados en la guerra, ocho de ellos tripulantes de
los tanques penetrados. La investigación posterior a la acción sobre la
conducta de las unidades de tanques en la guerra atribuyó algunos de los
impactos a tácticas deficientes, resultado de una larga negligencia en el
entrenamiento. Habilidades básicas como el uso de cortinas de humo o la
utilización del terreno como cobertura se habían degradado por la falta de
práctica en los últimos años.13
La mejora de las tácticas podría reducir el número de impactos, pero
no la proporción que penetró el blindaje. Aunque, a pesar de la mejora de
las ojivas antitanque, la proporción de tanques penetrados era menor en
2006 que en 1982 (44 % de impactos frente a 47 %) y la proporción
destruida era aún menor (6 %frente a 23 %), el Cuerpo Blindado de las FDI
seguía considerando que el resultado era inaceptable.4 Estaba decidido a
inclinar de nuevo la balanza a favor del tanque frente al misil. Un blindaje
más pasivo o reactivo no era una solución viable dadas las restricciones de
peso y la tecnología existente, así que tenía que idear un avance
tecnológico. La respuesta final sería el sistema de protección activa
conocido en inglés como Trophy (nombre de las FDI Me'il Rooakh,
«Cortavientos»).15 Su historia comenzó en realidad en la guerra de
octubre de 1973, cuando más del 50 % de las bajas de las FDI eran
tripulaciones de tanques cuyos carros fueron alcanzados por una amplia
variedad de municiones antitanque. El trauma de esa guerra espoleó a
Yiftakh, una unidad de desarrollo de armamento dentro de las FDI, a
empezar a trabajar en un sistema de defensa activa para vehículos
blindados de combate (AFV) que detectaría los proyectiles u ojivas
entrantes y de alguna manera los golpearía en vuelo, algo nunca antes
considerado.
Su primer prototipo fue el Sartan («Cangrejo»), seguido del Akrabut
(un tipo de escorpión). Pero ambos proyectos se aborta-ron finalmente en
1988 porque se consideró que los nuevos vehículos de transporte de
tropas Merkava y Achzarit (un vehículo de transporte de personal
fuertemente blindado basado en el casco de un tanque T55) tenían
suficientes capacidades de defensa pasiva.16Los rusos estaban trabajando
en una solución similar y fueron los primeros en montar sistemas de
protección activa en sus tanques: los sistemas Drozd (empleado por
primera vez en 1981) y Arena (1997). Sin embargo, estos sistemas tenían
problemas técnicos, por lo que sólo se adquirieron y emplearon en
cantidades limitadas. El primer sistema con éxito, Trophy, fue desarrollado
por Rafael, el principal desarrollador de misiles de Israel, basándose en los
prototipos desarrollados previamente por Yiftakh.
Rafael superó dos grandes retos: el sistema debía ser totalmente
autónomo, es decir, debía funcionar de forma automática siempre que
estuviera encendido, y debía evitar daños colaterales a las fuerzas amigas
que se encontraran en el tanque o en sus alrededores (un gran problema
de los sistemas rusos). En 2005, Rafael presentó el primer prototipo de
Trophy.'8 El desarrollo se aceleró poco después, debido al éxito de las
tácticas antitanque de Hez-bolá durante la segunda guerra del Líbano.'9
Trophy emplea una red de cuatro pequeños sensores de radar que cubren
un hemisferio de 360 grados alrededor del tanque protegido. Los radares
están integrados en el sistema de gestión de combate del Merkava Mk 4,
proporcionando una detección instantánea de un misil o proyectil entrante
disparado contra el tanque. Si está equipado con un sistema de detección
láser, el sistema puede identificar la ubicación de la amenaza antes del
despliegue del misil o proyectil enemigo (los ATGM como el Kornet-E
utilizan un rayo láser para rastrear sus objetivos). El sistema informa a la
tripulación de la ubicación de la fuente de disparo, incluso mientras el misil
está en el aire, lo que les permite atacar y suprimir la amenaza o eliminarla
por completo.
Gracias a la conectividad centrada en la red, la localización del
objetivo también puede transferirse a otros sistemas de armas y
plataformas para iniciar un contraataque inmediato. El mecanismo de
destrucción del sistema Trophy se activa cuando el misil enemigo alcanza
una distancia determinada del tanque: entonces se apuntan múltiples
proyectiles explosivos contra el misil entrante. Montado sobre un pedestal
giratorio, el dispositivo gira en la dirección de la amenaza entrante para
proyectar una vaina de fragmentos fundidos para destruirlo. Esta letal
contramedida es eficaz contra todo tipo de ATGM, cohetes antitanques y
también proyectiles antitanques de alto poder explosivo (pero no
proyectiles cinéticos).
Las primeras pruebas se llevaron a cabo en el año 2009, y las FDI
declararon que Trophy estaba cualificado para su uso operativo. Poco
después, la Brigada 401 de las FDI comenzó a equipar sus tanques con el
sistema, la misma brigada que había sufrido grandes pérdidas en la batalla
de Wadi Saluki.20 En marzo de 2011, Trophy se utilizó por primera vez de
forma operativa, interceptando con éxito un RPG-7 dirigido contra un
tanque.21 Más tarde, ese mismo mes, el sistema volvió a demostrar su
eficacia al avisar a la tripulación del tanque de la llegada de un proyectil.
Esta vez, el sistema no interceptó la amenaza porque sus cálculos
determinaron que no alcanzaría al tanque,22 Tras esos éxitos, la 401.a
Brigada adoptó formalmente el Trophy y reequipó el sistema en sus
tanques.23 En 2014, la 7a Brigada Blindada inició un proceso de dos años
para sustituir sus anticuados Mk 2 por Mk 4 que ya contaban con el sistema
Trophy APS.24
La operación Margen Protector en Gaza (8 de julio-26 de agosto de
2014) dio lugar a la prueba más intensiva de Trophy hasta la fecha. En la
operación participaron 505 tanques Merkava;66 Merkavas se desplegaron
a lo largo de la frontera con la infantería defensora para bloquear las
incursiones de Hamás en Israel.439 Merkavas escoltaron a unidades de
infantería y de ingenie-ros de combate que entraban en la Franja de Gaza
para localizar y destruir túneles ofensivos que conducían desde el interior
de Gaza a Israel, y para localizar y destruir depósitos de armas y unidades
de combate enemigas. Proporcionaban apoyo de fuego directo a corta
distancia en lugar de la artillería, menos precisa; cubrían a la infantería
mientras buscaba, y a veces servían de transporte de tropas, bajas y
suministros.25
Un punto clave de los esfuerzos de Hamás era demostrar que sus
hombres podían detener al Merkava, que tenía un significado tanto
operativo como simbólico. Hamás formó unidades antitanques
especializada equipadas con las mejores armas antitanque que pudo
encontrar, incluidos misiles antitanque rusos Konkurs (AT-5 Spandrel),
Fagot (AT-4 Spigot) y Kornet (AT-14 Spriggan). Con ellos, Hamás adoptó una
táctica múltiple atacando a los tanques de las FDI a larga distancia con
ATGM mientras enviaba pequeños destacamentos antitanque para el
combate cuerpo a cuerpo con cohetes RPG. Además, Hamás también
utilizó arte-factos explosivos improvisados y minas contra las formaciones
de Merkava para atraerlos a emboscadas preparadas en las que se
pudieran utilizar todas las armas antitanques.
Durante más de tres semanas de operaciones de maniobra de alta
amenaza en zonas densamente edificadas, no se produjo ni un solo
impacto en un tanque defendido por el Trophy y, al parecer, sin falsas
alarmas.26 En un episodio grabado, el tanque de un comandante de
compañía fue blanco de un misil antitanque Kornet desde una distancia de
unos 3,5 kilómetros. «Sabíamos que el tanque era el objetivo, pero el
sistema funcionó a las mil maravillas. Gracias a [Trophy], la amenaza fue
neutralizada. Todo fue automático». No todos los Merkavas de Gaza tenían
el sistema Trophy; los demás tuvieron que conformarse con un blindaje
pasivo y buenas tácticas. Aunque algunos comandantes y tripulantes de
tanques murieron por disparos de armas pequeñas o fragmentos de
explosivos cuando estaban fuera de los tanques, ni un solo comandante o
tripulante de tanque resultó muerto o herido por armas antitanque que
penetraran en los tanques.
Tal y como está configurado actualmente, el Trophy incluye un radar,
cuatro antenas de radar, un sistema informático y un sistema de
interceptación. En acción, el sistema escanea primero los alrededores del
tanque y rastrea las amenazas potenciales. Cuando detecta una amenaza
que podría alcanzar la plataforma, envía una andanada de perdigones
metálicos para interceptar la amenaza entrante. El sistema cubre 360
grados, es lo suficientemente rápido como para enfrentarse a amenazas a
corta distancia y es total-mente funcional mientras está en movimiento.28
En el momento de redactar este informe, el Trophy se considera la única
contra medida eficaz contra los sistemas de ojivas en tándem, como el
Kornet ruso y el RPG-29 Vampir, y puede enfrentarse simultánea-mente a
múltiples amenazas que lleguen desde distintas direcciones, ya estén
estacionadas o en movimiento. Tras su éxito, ahora también se están
desarrollando diferentes versiones del Trophy para su uso en vehículos
blindados medios y ligeros.29
Otro sistema de defensa activa desarrollado al mismo tiempo que el
Trophy es el Puño de Hierro (Hetz Dorban; literalmente, (Flecha
Puercoespín). Detecta las amenazas entrantes mediante un sensor de
radar instalado, pero también dispone de un detector pasivo de infrarrojos
opcional. Cuando una amenaza es inminente, el Puño de Hierro lanza hacia
ella un proyectil explosivo interceptor. El interceptor explota muy cerca de
la amenaza, destruyéndola o desviándola y desestabilizándola, pero sin
detonar su ojiva. Eso es posible porque Puño de Hierro utiliza únicamente
el efecto de explosión del explosivo. La carcasa del interceptor está hecha
de materiales combustibles, por lo que no se forma fragmentación en la
explosión, lo que ayuda a minimizar los daños colaterales. 3° Tiene un
diseño modular que permite su instalación en una amplia gama de
plataformas, desde camiones ligeros hasta vehículos de combate
blindados pesados. El sistema se ha probado con éxito contra una amplia
variedad de amenazas, como RPG, ATGM, munición HEAT (antitanque de
alto explosivo) disparada desde tanques y penetradores de energía
cinética. La adquisición del sistema de protección activa Puño de Hierro
fue aprobada en junio de 2009 para su instalación en el vehículo pesado
de combate de infantería Namer.31
En diciembre de 2014, se reveló que se iba a desarrollar un sistema de
defensa activa de próxima generación combinando el sistema Trophy y la
tecnología Iron Fist.32 A diferencia del método de interceptación del
Trophy, consistente en perdigones metálicos que se esparcen por una
amplia zona, el interceptor de Israel Military Industries (IMI) lanza un misil
antimisiles. En junio de 2016,el Ejército estadounidense eligió la
configuración Iron Fist Light para proteger sus vehículos blindados ligeros
y medios, una decisión tomada por el peso ligero del sistema, su capacidad
para disparar interceptores sin choque y su bajo coste.33 En junio de
2018,Rafael anunció que el Ejército estadounidense había adjudicado un
contrato por valor de casi 200 millones de dólares para que el sistema de
defensa israelí Trophy blindara sus carros de combate M1 Abrams.34 En
junio de 2021, el Ejército británico también eligió Trophy para toda su flota
de 148 carros de combate principales Challenger 3.35

MOVILIDAD

Una de las críticas recurrentes al Merkava era la relativa debilidad del


motor en comparación con su peso, por lo que en general era más lento
tanto en aceleración como en velocidad máxima. También en este caso el
concepto de Tal era diferente: la velocidad máxima al viajar campo a través,
especialmente sobre el terreno rocoso típico de la mayoría de los
esperados campos de batalla israelíes, estaba determinada más por la
comodidad de la tripulación que por la potencia del motor. Conducir
rápido sobre rocas es una experiencia violenta para una tripulación, una
violencia reducida a niveles tolerables por la calidad del sistema de
suspensión. El sistema de suspensión mejorado del Merkava, basado en
muelles, ofrecía una conducción más suave que otros tanques en terrenos
similares, lo que permitía a la tripulación conducir más rápido. Otro factor
importante en un terreno accidentado es la capacidad de subir pendientes
pronunciadas, una capacidad que depende en parte de la tracción al suelo:
el motor colocado hacia delante y el diseño de las orugas de acero
mejoraron la tracción, de modo que los Merkava pudieron escalar crestas
y atravesar terrenos inaccesibles para otros tanques. En un caso en el
Líbano en 1982, esto permitió alcanzar posiciones que ningún otro tanque
podía y, desde allí, destruir una unidad T62 siria.
A medida que se introdujeron los sucesivos modelos del Mer-kava,
llevaban motores más potentes, en parte también para compensar el
aumento de peso a medida que se engrosaba la protección del blindaje. El
Mk 1 tenía un propulsor Continental AVDS 1790 de 750 caballos, y el Mk
2, una versión de 900 caballos del mismo motor; el Mk 3 introdujo un
nuevo motor de 1200 caballos con una nueva transmisión de fabricación
local, y el Mk 4, una versión de 1500 caballos de ese motor.
POTENCIA DE FUEGO

Los Merkava Mk 1 y Mk 2 llevaban una versión de producción local del


cañón británico de 105 mm; los Merkava Mk 3 y Mk 4,un cañón de 120
mm de diseño local. Todos los modelos llevaban sistemas informatizados
de control de tiro que se actualizaban constantemente y se adaptaban a
los modelos más antiguos. El Merkava Mk 4 incluye un doble sistema de
observación y puntería que permite al artillero apuntar y disparar a
objetivos específicos, mientras que el comandante del carro de combate
puede observar de forma más amplia el campo de batalla.36 El Merkava
Mk 4 también está equipado con más y mejores periscopios y cámaras de
televisión panorámicas para operaciones en zonas urbanas.
Más allá de estos cambios incrementales, el Merkava Mk 4introdujo
mejoras totalmente actualizadas o, más correctamente, de vanguardia, en
el mando, el control y la conciencia situacional de las amenazas tanto
visibles como invisibles, resultado de la aplicación de nuevas técnicas de
inteligencia artificial al procesamiento de las entradas de datos. El efecto
general fue mejorar enormemente el conocimiento de la situación de toda
la tripulación, a la que se proporcionan imágenes continuas del terreno, la
ubicación de las fuerzas amigas, la ubicación de las fuerzas enemigas
conocidas y datos sobre objetivos individuales; estos últimos pueden
asignarse rápida y eficazmente entre los tanques minimizando al mismo
tiempo los incidentes de fuego amigo.37 En 2011el sistema Tsayad 600
(literalmente, «Cazador», pero también el acrónimo hebreo de fuerzas
terrestres digitales) conectaba todas las unidades de maniobra con el alto
mando de las FDI, con una actualización posterior del Tsayad 680.38
Durante la operación Borde Protector en Gaza en 2014, el sistema de
datos demostró su utilidad. Se notificó a un tanque la ubicación del
enemigo a través de los datos en pantalla. Entonces el tanque se posicionó
mientras su cañón se fijaba automáticamente en el objetivo según las
indicaciones automáticas del sistema, listo para disparar. Anteriormente,
sólo los cazas o los helicópteros de ataque disponían de este tipo de
capacidad, que ahora estaba presente en toda la flota Merkava.
La capacidad de sobrevivir al fuego enemigo permitió a las
tripulaciones de los Merkava acercarse a sus objetivos, a fin de garantizar
un mejor discernimiento entre objetivos y no objetivos en un entorno
confuso de edificios, civiles y combatientes enemigos, y mejorar la
precisión del fuego. Entre todos ellos, los 505 tanques Merkava que
participaron en la operación Margen Protector dispararon 22.269
proyectiles, incluidos proyectiles M339 para tanques polivalentes. Esto nos
lleva a otro aspecto de la potencia de fuego del tanque, la munición,
empezando por los proyectiles cinéticos Hetz («Flecha») de desarrollo
propio y mejora gradual para perforar blindajes y los proyectiles explosivos
de carga hueca de doble uso (Halul para cañones de 105 mm y Halulan
para cañones de 120 mm) que combinaban funciones antitanque y
antipersona. Esto continuó con balas antipersona mejora-das en una serie
incongruentemente bautizada con nombres de flores locales: Rakefet,
Kalanit y Hatzav. Mientras que Hetz, Halul y Halulan eran meros derivados
locales de municiones ya existen-tes, estas últimas eran nuevos conceptos
en respuesta a la mejora de las armas antitanque portátiles en precisión,
alcance y poder de penetración y al desplazamiento de la mayoría de las
batallas de terreno abierto a terreno edificado.40
A partir de la década de 1980, el productor local Israel Military
Industries comenzó a desarrollar el Rakefet (cartucho APAMMP-T
M117/1), un proyectil de 105 mm diseñado específicamente para atacar a
escuadrones antitanque escondidos tras una cobertura. El proyectil está
dirigido a sobrevolar la cobertura y luego a eyectar seis subcargas que
explotan sobre el objetivo. La segunda guerra del Líbano de 2006 sirvió
como bautismo de fuego del proyectil, en la que demostró su eficacia
contra una gran cantidad de objetivos. El obús Kalanit (APAMMP-T,
cartucho M329) se desplegó en 2009.41 Introdujo un cambio importante,
derivado en última instancia de la inmersión genérica del país en técnicas
informatizadas para todos los aspectos prosaicos de la vida, incluida la
base de datos sanitaria total disponible para cada residente individual
desde su nacimiento (algo no disponible en países mucho más ricos y
avanzados en otros aspectos). En este caso, la Kalanit puede adquirir
digitalmente datos actualizados del objetivo mientras ya está cargada en
la cámara.
Se trataba de una innovación basada en una lección aprendida
durante la segunda guerra del Líbano y la operación Plomo Fundido en
Gaza en 2008-2009 para resolver el mayor problema de los vehículos
blindados, que es disparar con precisión y rapidez en movimiento. La
introducción manual de un rango de objetivos en el ordenador del
proyectil significaba que maniobrar con la cámara cargada era casi
imposible. Con el nuevo sistema de comunicación integrado en el
proyectil, el tanque puede circular con la recámara cargada y responder
más rápidamente a la aparición repentina de un objetivo. Incluso después
de la segunda guerra del Líbano, el arsenal del Cuerpo Blindado israelí
seguía estando diseñado principalmente para luchar contra tanques
enemigos que no se veían por ninguna parte. Muchos tanques seguían
cargados con el Halulan.44 Debido a que las ojivas de carga de forma
canalizan la mayor parte de su explosión en un chorro estrecho para
penetrar en el blindaje, su efecto antipersona es limitado en comparación
con otros proyectiles explosivos de tamaño similar. Cuando el objetivo está
dentro de un edificio, estos proyectiles explotan en la pared exterior, por
lo que la mayor parte de la explosión y fragmentación antipersona se
desperdicia fuera del edificio, y el efecto sobre el enemigo en el interior se
minimiza considerablemente.45
Pero en 2011 se introdujo un segundo proyectil innovador, el Hatzav
(120 mm HE-MP-T, cartucho M339), para la lucha urbana. Tiene una ojiva
en tándem en la que la primera carga en forma de proyectil penetra en la
pared y la segunda explota en el interior. Fue durante la operación Borde
Protector en 2014 cuando se introdujo el Hatzav. El Cuerpo Blindado
suministró a sus tripulaciones de tanques 500 proyectiles de este tipo;
dispararon unos 450 y se comprobaron los efectos. El mayor Barak Asraf,
jefe del Departamento de Artillería del Cuerpo Blindado, informó de que
el Hatzav era «tres veces más letal que el Kalanit, y la mitad de caro»."
Desde entonces, las FDI han comprado grandes cantidades de este
proyectil dual.

VEHÍCULOS BLINDADOS PESADOS DE


TRANSPORTE DE TROPAS

La mayoría de los debates sobre la guerra de octubre de 1973 se centraron


en los efectos mejorados de las armas antitanque de infantería contra los
tanques. Pero los expertos soviéticos consideraban que la principal
amenaza de esas armas era su efecto sobre los vehículos blindados de
transporte de tropas (APC-BTR) y los vehículos de combate de infantería
(IFV-BMP), mucho más delgados. Un investigador de Rafael, Dan Rogal,
llegó a una conclusión similar y sugirió que, dado el número de personal
que se convertiría en bajas si se destruía un APC y dada la necesidad de
que los APC viajaran con los tanques o cerca de ellos, se necesitaba una
nueva generación de APC que llevaran un blindaje más grueso que el de
un tanque. La guerra de 1982 convenció a las FDI de que estaba en lo
cierto, y las FDI comenzaron a construir APC fuertemente blindados. La
mayoría de los APC tienen el motor en la parte delantera y las escotillas en
la trasera, lo que sugirió aprovechar los cascos de los Merkava para el
nuevo vehículo. Pero la capacidad de producción no permitía construir
tanto tanques Merkava como APC Merkava. La solución fue tomar tanques
más antiguos, quitarles las torretas, utilizar el peso ahorrado para blindar
sus cascos con tecnología de blindaje Merkava y rehacer el casco para
permitir que los pelotones de infantería pudieran montar en ellos. Los
primeros tanques transformados fueron Centurión rebautizados
Nagmashot. Se mejoraron sucesivamente con el nuevo blindaje utilizado
en los tanques Mer-kava de modelo posterior. Más tarde, cuando los T55
capturados fueron dados de baja, también se transformaron, creando el
Ach-zarit. Sin embargo, cada una de estas improvisaciones tenía varias
limitaciones, especialmente una capacidad limitada para actualizarse
constantemente con un blindaje más pesado para adaptarse a las armas
antitanque mejoradas, por lo que la solución preferida siguió siendo el APC
Merkava (acrónimo hebreo Namer). Una importante ventaja táctica del
Namer es que permite a la infante-ría desplazarse con rapidez y relativa
seguridad por zonas letales del campo de batalla en las que antes sólo
podían operar los tanques Merkava, lo que permite a los equipos de armas
combinadas luchar juntos con mayor eficacia.
La decisión final de construir realmente tanques Namer se tomó tras
la segunda guerra del Líbano de 2006, y el primero entró en servicio en
2009. Las consideraciones presupuestarias y los deba-tes sobre la
necesidad de un vehículo de este tipo cuando se lucha sobre todo contra
guerrillas y terroristas ralentizaron la adquisición hasta el infame caso de
la batalla de Shuja'iyya, en la Franja de Gaza, del 19 al 23 de julio de 2014.
Siete soldados de las FDI murieron en un solo vehículo blindado de
transporte de tropas M-113,lo que provocó una protesta pública y sirvió
como terrible ejemplo de las consecuencias de una protección
inadecuada.4 Como parte de la investigación posterior a la acción, el
Ministerio de Defensa anunció que aumentaría la tasa de producción y
equiparía cada nuevo APC Namer que entrara en servicio con un sistema
de protección de este tipo, a pesar de que el Namer ya era el vehículo de
combate de infantería más protegido del mundo.
XVI.
UNIDADES 8200 Y 81

En 1993, tres jóvenes israelíes de poco más de veinte años, Gil Shwed,
Marius Nacht y Shlomo Kramer, veteranos todos ellos de la Unidad 8200
del Cuerpo de Inteligencia de las FDI, lanzaron su empresa de nueva
creación Check Point Software Technologies Ltd., con el objetivo de
mejorar la seguridad de su red de comunicaciones. Su principal producto,
Firewall 1, era un filtro de seguridad para el tráfico entrante de Internet,
derivado directamente de la tarea de Shwed en la 8200, que consistía en
asegurar la propia red de comunicaciones de la unidad mientras trabajaba
afanosa-mente para penetrar en las comunicaciones de los adversarios de
Israel. Convertido en el líder mundial del mercado de cortafuegos a los tres
años de su inicio, con una cuota de mercado del 40 %, Check Point siguió
creciendo hasta alcanzar en 2021 un valor de mercado de 16.200 millones
de dólares.
A lo largo de los años, muchos otros antiguos alumnos de la 8200
crearon otras empresas. Un artículo que los enumeraba en 2013
comentaba que «la mejor escuela de tecnología del planeta es la Unidad
8200 del Ejército israelí», y eso fue antes del auge posterior.' Según una
encuesta de 2013, el 10 % de todos los trabajadores de la industria de alta
tecnología en Israel declararon haber servido en la Unidad 8200.2 Y las
mayores empresas israelíes de alta tecnología de la actualidad-incluidas
NICE, Verint y pomverse, así como Check Point-fueron creadas por
antiguos alumnos de la unidad.
Pero la Unidad 8200 del Cuerpo de Inteligencia, actualmente el mayor
proveedor de inteligencia de las FDI-cuya función abarca la inteligencia de
señales (SIGINT), el descifrado, la ciberguerra y la ciberseguridad-no se
creó para educar a tecnólogos empren-dedores.3 Su trabajo fundamental
es proporcionar aviso previo de las amenazas para el Gobierno y las
Fuerzas Armadas de un país con fronteras muy estrechas y sin profundidad
geográfica para absorber los ataques, que además depende de la
movilización de sus fuerzas de reserva. Por lo tanto, Israel depende
excepcional-mente de las alertas previas, así como de la inteligencia que
puede ayudar a prevenir y, si es necesario, adelantarse a las amenazas que
nunca han faltado de enemigos pequeños y grandes, ya presentes en el
lugar o a tiro de pistola, o a mil millas náuticas de distancia en Irán o incluso
al doble si se consideran dignas de atención las amenazas yihadistas del
sur de Asia. Sólo esa amenazadora concatenación puede justificar la
concentración de los mejores recursos humanos de Israel en sus
organizaciones de inteligencia en general, en el Cuerpo de Inteligencia de
las FDI más particular-mente, y especialmente en la Unidad 8200, cuyas
funciones centrales de inteligencia de señales en todas sus formas
proporcionan la información más definitiva disponible en un mundo lleno
de información poco fiable.
Todo empezó con los peculiares requisitos de inteligencia de las FDI
como sistema centrado en las reservas: tenía que disponer de inteligencia
anticipada para movilizar sus fuerzas para defender el país. A lo largo de
los años, las amenazas a las que se enfrentaba Israel variaron,
evolucionaron y se transformaron en diversas formas, desde la infiltración
transfronteriza hasta los programas nucleares de países hostiles como Irak,
Siria e Irán. Las prioridades de la Unidad 8200 cambiaron en consecuencia,
pero siempre participó en las operaciones especiales de las FDI, desde la
planificación inicial hasta la ejecución. Puede hacerse una idea de las
actividades de la unidad a partir de lo que se ha revelado pública-mente a
lo largo de los años.
·La llamada Nasser-Hussein, junio de 1967. La unidad interceptó una
llamada telefónica de gran importancia política entre el rey Hussein de
Jordania y el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser el 6 de junio.' El día
anterior, las fuerzas aéreas de ambos países habían sido aniquila-das. En
la llamada, Nasser sugirió a Hussein que ambos anunciaran que los ataques
aéreos del día anterior habían sido ejecutados no sólo por aviones
israelíes, sino también por aviones británicos y estadounidenses. En
consecuencia, en la mañana del 7 de junio, los medios de comunicación
árabes anunciaron que aviones estadounidenses y británicos habían
participado en los ataques aéreos israelíes contra aeródromos egipcios y
jordanos, lo que provocó ataques masivos contra embajadas
estadounidenses y británicas en varios países árabes, y en algunos lugares
también se atacó a otros extranjeros y a judíos residuales.
Como la Unidad 8200 interceptó la llamada y transmitió la
información, el Gobierno estadounidense supo inmediatamente quién era
el responsable y reaccionó en consecuencia. Fue Moshe Dayan, ministro
de Defensa de Israel, quien provocó la publicación del texto de la llamada
telefónica, a pesar del agudo disgusto de los profesionales de inteligencia
militar, que querían seguir escuchando las llamadas de Nasser. Pero la
prioridad de Dayan era asegurarse de que el Gobierno estadounidense
supiera exacta-mente quién había fabricado la perjudicial acusación.
Operación Entebbe, 4 de julio de 1976. La noche anterior, cuatro
transportes Hércules C-130 volaron de Israel a Uganda para liberar con
éxito a 102 rehenes retenidos por terroristas alemanes y palestinos bajo la
protección del gobernante del país, Idi Amin. En uno de los C-130 viajaban
veinte soldados de la Unidad 8200 que conocían el árabe, el ruso, el inglés
y el swahili, la lengua oficial de Uganda. Su contribución a la operación fue
fundamental porque controlaban todos los movimientos aéreos, así como
las comunicaciones del ejército ugandés sobre el terreno, reduciendo la
vulnerabilidad inherente a una fuerza muy pequeña que podría haberse
visto desbordada fácilmente.
Frustración de un complot terrorista contra un avión de pasajeros en
Australia, julio de 2017.La Unidad 8200 interceptó la comunicación entre
terroristas del ISIS que planeaban hacer estallar un vuelo de Etihad Airways
que viajaba de Sidney a Abu Dabi. La información que Israel pasó a las
autoridades australianas condujo a la detención de dos sospechosos en
Sidney, los hermanos libanés australianos Khaled Khayat, de cuarenta y
nueve años, y Mah-moud Khayat, de treinta y dos, que fueron acusados de
«preparar o planear un ataque terrorista», posteriormente declarados
culpables y condenados a largas penas de prisión. El ministro del Interior
australiano Peter Dutton declaró en una entrevista que Israel participó
«directa-mente» en el descubrimiento del supuesto complot y que «el
vuelo de Etihad estuvo a punto de saltar por los aires y habría provocado
la pérdida de cientos de vidas humanas, por lo que estamos muy
agradecidos por la ayuda que Israel prestó en ese asunto».
Stuxnet. La existencia de un gusano informático que saboteó la instalación
iraní de separación de uranio-235 en Natanz salió a la luz en 2010 y fue
identificado como Stu-xnet.La exposición se produjo a raíz de la filtración
de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA)estadounidense
por parte de Edward Snowden que mostraban que Stuxnet había sido
desarrollado conjuntamente por Israel y Estados Unidos.7 Dado que la
Unidad 8200 es la única organización encargada de llevar a cabo la ciber-
guerra, el vínculo entre la 8200 y Stuxnet fue inmediato.8Su objetivo eran
los sistemas SCADA de Siemens, que controlan y supervisan a distancia las
máquinas industriales; en este caso, las centrifugadoras de separación de
uranio. Stuxnet saboteó el programa nuclear iraní al desbaratar el software
que supervisaba las centrifugadoras, provocando su sobreaceleración,
sobrecalentamiento y combustión. Además, Stuxnet disimuló su propia
actividad enviando información errónea a los operadores de las
centrifugado-ras que les mostraba que todo funcionaba correctamente. La
sofisticación de Stuxnet fue de tal forma que incluso, si los operarios se
hubieran percatado de la avería, Stuxnet les habría bloqueado el acceso y
la corrección del problema.'
Flamer. Otro ciberataque contra Irán atribuido a la Unidad 8200 está
relacionado con el malware Flamer, o Flame. Fue descubierto por el
laboratorio Kaspersky Lab, con sede en Moscú, que admitió que no había
logrado comprender del todo a Flamer porque su código era cien veces
más largo que el de cualquier malware que hubiera encontrado hasta
entonces. La Universidad de Tecnología y Economía de Budapest se refirió
a él como «el malware más sofisticado que hemos encontrado durante
nuestras prácticas; podría decirse que es el malware más complejo jamás
encontrado».11
El malware Flamer tenía los atributos de un troyano, un gusano
malicioso y un virus. Se ejecuta en el sistema operativo Microsoft Windows
y permite al atacante recopilar información sobre el ordenador infectado.
Flamer accede a información que incluye grabaciones de vídeo y audio,
capturas de pantalla, registro de la actividad del teclado e incluso cambios
en la configuración del orde-nador.12 El malware no sólo recopilaba
información de los ordenadores iraníes, sino que también infligía daños
reales; por ejemplo, saboteó terminales petrolíferas iraníes en abril de
2012, obligando a cerrarlas durante varias semanas.' La Universidad de
Tecnología y Economía de Budapest estimó que, cuando se descubrió
Flamer, ya llevaba cinco años activo.4 Una vez desvelado el malware,
quedó claro que su principal zona de interés había sido Oriente Próximo.'5
Los países dañados por el malware, además de Irán, fueron Siria, Líbano,
Arabia Saudí y Sudán, así como la Autoridad Palestina. Una semana
después de su exposición, el malware comenzó a autodestruirse, lo que
planteó la posibilidad de que su difusión hubiera sido aún mayor de lo que
se estimó en un principio.
Según el equipo nacional iraní de respuesta a emergencias
informáticas, MAHER, existe un vínculo entre Flamer y Stux-net, ya que
compartían algunos atributos comunes exclusivos de ambos. MAHER
confirmó que Flamer había logrado superar cuarenta y tres programas
antivirus y había causado una grave pérdida de información." Según
diversas fuentes, Flamer, al igual que Stuxnet, estaba vinculado a la Unidad
8200 porque se encarga de las ciberoperaciones defensivas.
Originada en una época en la que la palabra virus sólo tenía
connotaciones médicas, la Unidad 8200 es la expresión actual de un
esfuerzo sostenido que comenzó antes de que existiera un Estado de Israel.
Su designación original era Shin-Mem 2, como sucesor lineal de la
vertiente de inteligencia de comunicaciones de la organización de
inteligencia SHY de la Haganah preestatal, acrónimo de Sherut Yediot
(«Servicios de Información»). Originalmente SHY recopilaba sobre todo
inteligencia humana, pero adquirió algunas capacidades SIGINT que
acabaron evolucionando hasta convertirse en la Unidad 8200.9 Ante la
insistencia de Ephraim Dekel, jefe del SHY, se compró la primera antena de
captación y se instaló en la calle Ben-Yehuda de Tel Aviv.2° El objetivo de
la antena era una comisaría británica cercana. En cuanto se recogieron sus
señales, se descubrió inmediatamente que los británicos encriptaban sus
transmisiones, por lo que la unidad SIGINT necesitaba también un equipo
de desencriptación. A la manera informal de aquellos días, pronto se
reunió y se puso manos a la obra. Tras la compra de la primera antena, muy
pronto el Departamento SIGINT del SHY estaba interceptando setenta y
cuatro emisoras de radio inalámbricas de la Policía británica, lo que
proporcionó mucha información a la Haganah en su lucha contra el
Mandato Británico, permitiéndole salvaguardar los cursos de
entrenamiento clandestinos y sus modestos alijos de armas ocultas de las
incursiones policiales. El número de objetivos SIGINT creció porque,
además de la Policía británica, el SHY también escuchaba a escondidas a
cualquier persona considerada hostil a la causa, incluidos cónsules
extranjeros, periodistas y miembros de las dos organizaciones
paramilitares judías paralelas (pero rivales), la más pequeña Irgún y la
minúscula pero peligrosa Lehi (también conocida por los británicos como
la banda Stern).
En 1948, con el estallido de la guerra, se tomó la decisión de
desmantelar el Departamento SIGINT del SHY, ya que se necesitaba cada
centavo y a cualquiera que pudiera disparar para la lucha. Pero el fundador
y jefe del departamento, Mordechai Almog, insistió en que el SIGINT era
crucial para la naciente inteligencia israelí, y decidió seguir financiándolo
él mismo con ayuda de otros miembros del departamento. En 1952, Isser
Be'eri, el primer jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de las FDI,
descubrió que el Departamento SIGINT había estado trabajando sin
ninguna autorización legal. Decidió restablecer oficialmente la unidad bajo
las FDI como Shin-Mem 2, abreviatura de Sherutey Modi'in 2 («Servicios
de Inteligencia 2»). Su primer cuartel general en Jafa incluía barracones,
así como laboratorios técnicos y ofi-cinas para los equipos de descifrado.
En 1953, la creciente unidad y su cuartel general se trasladaron a Ramat
Hasharon, justo al norte de Tel Aviv, donde permanece hasta hoy.23 Al
principio, el personal de la unidad estaba compuesto principalmente por
judíos de países árabes, sobre todo de Irak, que podían utilizar sus
conocimientos de árabe para producir información de inteligencia crucial
que ayudó inmensamente a la seguridad nacional de Israel.24
En sus primeros días, el objetivo del Shin-Mem 2 era recopilar
información de inteligencia de señales de las redes de comunicación de los
ejércitos árabes y obtener información sobre armas y radares a través de
la vigilancia electrónica y el descifrado. Pero incluso cuando la unidad tenía
antenas instaladas en las fronte-ras, quedaba una distancia considerable
entre la frontera egipcio-israelí y el delta del Nilo. Para cerrar la brecha y
aumentar en general la cobertura de la unidad, se creó una nueva rama
para la inteligencia aérea, que inicialmente adquirió las plataformas más
baratas disponibles, los DC-3 Dakota, así como globos antiaéreos
excedentarios. Estos últimos fueron sustituidos por globos nuevos en la
década de 1970, que se utilizaron durante treinta años hasta la llegada de
nuevos vehículos aéreos.25 En el momento de redactar este informe, la
Unidad 8200 dispone de diversos aviones, entre ellos, jets Gulfstream.
Durante las décadas de 1980 y 1990, el mundo experimentó la
revolución de los teléfonos móviles, y la Unidad 8200 se convirtió en
pionera en el procesamiento digital de señales, desarrollando sus propios
receptores de señales que mejoraron el seguimiento de los teléfonos
móviles.2 Las misiones actuales abarcan desde la clásica recopilación de
señales de inteligencia hasta la vigilancia y el seguimiento de redes de
telefonía móvil y fija, redes militares tácticas, sistemas de armamento y
radares. Al igual que antes, la unidad es responsable de descifrar lo que
intercepta, por lo que se ve inmersa en una carrera de armamentos
criptológicos, ya que la seguridad de la información y el cifrado siguen
evolucionando rápidamente.
En Israel, como en otros lugares, la guerra cibernética es ahora un
fenómeno en curso junto con la guerra naval, aérea y terres-tre.27 En
consecuencia, existe una mayor presión sobre los recursos totales de la
8200, especialmente porque HIatzav-la Unidad OSINT (de fuente abierta)
de las FDI- ha sido puesta bajo el mando de la 8200. Se puede disponer de
su material previa solicitud, pero su explotación requiere habilidades
lingüísticas, así como un conocimiento lingüístico de la situación.28
Sin embargo, la Unidad 8200 ha seguido siendo en todo momento una
organización de combate, cuyos soldados aptos de ambos sexos reciben
algún tipo de entrenamiento con armas antes de pasar a otras cosas.
Además, la 8200 cuenta con una unidad de sus propios combatientes
entrenados para reunir y recopilar información de inteligencia tras las
líneas enemigas.29 En la actualidad, es la unidad más grande de las FDI.30
Se calcula que el personal de la Unidad 8200 asciende a unos seis mil
efectivos.31 A pesar de su tamaño, sigue siendo pequeña en comparación
con sus homólogas, de modo que, aunque sea tan buena como su
equivalente británico GCHQ o la colosal NSA en calidad, no puede igualar
a ninguna de las dos en cantidad.32 Existe mucha cooperación con la NSA
y el GCHQ, pero evidentemente no en todos los asuntos, sólo en las
amenazas comunes.33
El secreto persiste. El nombre del comandante de la unidad, un
general de brigada y uno de los oficiales más importantes de las FDI, nunca
se hace público, y la estructura de la unidad también es un secreto muy
bien guardado, salvo por el hecho de que cambia según lo requiera la
situación-la plasticidad de las FDI también persiste-. Según se informa, hay
tres centros:
El Centro de Inteligencia es el más grande, con departamentos y
secciones de recopilación, análisis, geográficos, por países y funcionales.
El Despliegue de Inteligencia se encarga de las bases y puestos de la
unidad, incluidos los situados en las fronteras. Una base de la Unidad 8200
fue revelada por el periódico francés Le Monde Diplomatique en 2010, que
describió la base del Negev occidental con sus treinta antenas y
parabólicas para la recogida de señales globales.34 El Centro Tecnológico
es parte integrante de la 8200, con laboratorios y talleres: «Cuanto más
avanzados eran nuestros equipos, más capaces éramos de proporcionar
inteligencia fiable en tiempo real». Para desarrollar sus propios equipos y
modificar los de otros, la 8200 se esfuerza por participar en los avances de
la industria celular y de otras industrias de alta tecnología y cibernética.35
El Centro de Descifrado evolucionó a partir de los equipos de descifrado
del SHY y, al igual que su prototipo, es la parte más secreta de una
organización secreta, con acceso limitado incluso para el resto del personal
de la 8200. Dada la proliferación de la encriptación, el Centro de Descifrado
se enfrenta a un desafío de gran volumen que sólo puede superarse con
métodos de inteligencia artificial altamente desarrollados. Los soldados de
la Unidad 8200 siempre han estado sujetos a estrictos procedimientos de
autorización de seguridad, pero su acceso a otros secretos de las FDI no
estuvo limitado hasta 1973, con el caso particular de un oficial de
inteligencia.
El desdichado protagonista era Amos Levinberg, un joven oficial de la
8200 destinado en el monte Hermón, en la frontera entre Israel y Siria. El
6 de octubre de 1973, el primer día de la guerra, el puesto de Levinberg
fue tomado por el ejército sirio y él fue capturado con otros trece soldados.
En cautiverio, Levin-berg cayó bajo la manipulación de los sirios. Éstos le
dijeron que el Estado de Israel había sido derrotado; que la primera
ministra Golda Meir y el ministro de Defensa Moshe Dayan se habían
suicidado, y que no quedaba nada de la población. Levinberg, dotado de
una fenomenal memoria fotográfica, respondió contándoles a los sirios
todo lo que sabía.36 Recordaba todos los nombres en clave, mapas, planos
de oficinas e incluso cientos de números de matrícula de varios oficiales
de las FDI.37 Cuando fue devuelto a Israel en un intercambio de
prisioneros de guerra confesó todo; se hicieron necesarias medidas
correctivas masivas, pero no fue procesado. Tras el incidente, comenzó la
compartimentación dentro de la Unidad 8200, como de hecho en todas las
FDI, en lugar de la ingenua confianza anterior en la discreción de todos.
Evidente-mente, Levinberg sabía demasiado, incluida mucha información
que no tenía nada que ver con su trabajo. Ahora, como en todas partes, el
acceso a la información coincide con el área de responsabilidad de cada
persona.
Los numerosos ingenieros eléctricos, electrónicos y de software de la
Unidad 8200, junto con otros especialistas, obtuvieron sus títulos como
soldados en activo en instituciones académicas civiles, pero con
financiación del Ejército, lo que conlleva una obligación de servicio. Los
reclutas de la vía académica (atuda academit; literalmente, «reserva
académica») comienzan a los dieciocho años, como todos los demás
reclutas, pero luego son enviados a estudiar a expensas de las FDI.38 Los
ingenieros que no siguen la vía académica son conocidos en la 8200 como
academizators, sol-dados que consiguieron terminar sus licenciaturas en
Ciencias por su cuenta. A diferencia de otras unidades de las FDI, la 8200no
acepta voluntarios; supervisa a los estudiantes de secundaria y de otras
escuelas, y elige a quién invitar para las pruebas y la selección. Al hacerlo,
la unidad 8200 tiene prioridad sobre todas las demás unidades de las FDI.
Según se informa, los soldados que hablen farsi tendrán priori-dad
para la 8200, aunque también estén cualificados para el entrenamiento de
vuelo o el programa Talpiot, por lo demás, las vías más prestigiosas de las
FDI, con derecho preferente de rechazo en todos los asuntos de selección
de personal. Pero la 8200 somete a sus seleccionados preliminares a
requisitos estandarizados: una prueba de aptitud y un rango de perfil de al
menos cincuenta y tres sobre cincuenta y seis, es decir, en la décima parte
superior de todos los reclutas. Una vez superadas las pruebas generales,
los pocos reclutas que dan la talla son convocados para otro examen que
pone a prueba su potencial tecnológico, y los que obtienen puntuaciones
especialmente altas son asignados al Centro Tecno-lógico. A continuación,
se realizan pruebas cognitivas y sociales, una entrevista y, por último, el
proceso de autorización de seguridad. Después, todos los que aprueban
son recibidos calurosa-mente en la Unidad 8200.
La formación posterior comienza en el campo de entrena-miento
básico del Cuerpo de Inteligencia con algo de formación elemental en
combate de infantería. Después comienzan los diferentes cursos
profesionales, y cada uno consta de varios meses de duración, durante los
cuales los soldados viven bajo un intenso horario de 08:00 a 22:00 y pasan
la mayor parte del día estudiando. Un graduado relató: «Me reclutaron en
la 8200 justo después de terminar el bachillerato. Puedo garantizarle que
los pocos meses de estudio que hice en la unidad fueron más intensos que
todo lo que había experimentado en años de instituto».39 Al final de este
curso, los soldados son enviados a puestos designados en las distintas
bases de la 8200.
Una vía alternativa de formación en el empleo es la de los sol-dados
que son enviados inmediatamente a sus puestos de destino al terminar la
formación básica de tipo infantería. Estos soldados pueden ser enviados
primero a cursar estudios académicos o ser plenamente cualificados en sus
departamentos operativos. Los estudios pueden incluir formación
lingüística; por ejemplo, en árabe, farsi y otros idiomas de interés. El
programa Bandera de la Unidad 8200 es también un curso de preparación
para el Ejército. Forma a los oficiales de inteligencia de red de la unidad,
que supervisan y traducen los mensajes.
Los estudiantes de secundaria israelíes interesados se esfuerzan por
descifrarlas últimas prioridades de la 8200 para aumentar sus
posibilidades de ser seleccionados. Los que saben idiomas más raros de
Oriente Medio pueden contar con ser convocados sin impedimentos, y lo
mismo ocurre con los estudiantes con notas excelentes, especialmente en
las asignaturas de Matemáticas, Física o Informática, un poderoso
incentivo para trabajar duro en la escuela. El proceso de selección dura
algunos meses y puede terminar en un rechazo, pero se permiten
candidaturas concurrentes para la Academia de Vuelo y las unidades de
operaciones especiales de alto nivel.
La ideología esencial de la 8200 es que nada es imposible. En su
cultura se asemeja más a una versión de alta energía de una empresa
emergente de alta tecnología que a una unidad regular del Ejército. Los
mandos de la unidad 8200 son muy conscientes de ello y hacen lo que
pueden para fomentar la ambición sin límites. Inevitablemente, el entorno
disciplinario de la 8200 es laxo, y la división entre soldados y oficiales no
es sólo de papel, como en muchas unidades ordinarias de las FDI, sino casi
inexistente. El exteniente G., que sirvió cinco años en el Centro de
Inteligencia de la 8200, definió el ambiente como libre y complaciente, una
experiencia absolutamente diferente a la de servir en otras unida-des,
incluso en las FDI informales.40
Además, los oficiales de la 8200 siguen una política de puertas
abiertas que se extiende a su oficial al mando. Cualquiera en la unidad,
incluido un nuevo recluta convencido de que un asunto requiere atención
de un nivel superior, es libre de presentarse a la puerta (o utilizar un
dispositivo de comunicación comparable) del oficial de mayor rango, hasta
el oficial al mando inclusive, sin tener que respetar la cadena oficial de
mando. Esta política no se deriva de una liberalidad genérica, sino de la
prudencia. La guerra de octubre de 1973 comenzó con un colosal fallo de
los servicios de inteligencia, un Pearl Harbor israelí o una operación
Barbarroja, en la que la enorme acumulación de fuerzas del enemigo no
pasó desapercibida, sino que fue desastrosamente malinterpretada. Los
jefes del Cuerpo de Inteligencia de las FDI fracasaron en el desempeño de
su tarea más crítica: proporcionar una alerta temprana de guerra que
permitiera la movilización de las fuerzas de reserva de las FDI. Detectaron,
pero explicaron los indicadores más fuertes de que los egipcios y los sirios
se preparaban para la guerra. Esto se debió a que estaban cautivos de la
teoría de que los egipcios no iniciarían ninguna guerra porque no tenían
esperanzas de conseguir los medios para contrarrestar la superioridad
aérea de Israel, porque sabían que no podrían ganar una guerra sin ella y,
por último, porque no iniciarían una guerra que no pudieran ganar. Los
jefes de las FDI pasaron por alto la posibilidad de que se iniciara una guerra
para activar reacciones internacionales que rescataran a Egipto de su
apuro tras la pérdida del Sinaf en 1967, aunque el resultado inmediato
fuera una derrota militar. Que el resultado final fuera efectivamente una
derrota para los egipcios y más aún para los sirios no disminuyó los costes
y las pérdidas de la falta de preparación. Ha pasado ya medio siglo desde
el fracaso de la inteligencia de 1973, causado no por inadvertencia, sino
por una arrogancia intelectual desmesurada, pero sigue siendo un
acontecimiento definitorio para la inteligencia israelí. Las investigaciones
de posguerra descubrieron que un teniente coronel del Cuartel General de
Inteligencia Militar había reunido pruebas persuasivas de que una guerra
a gran escala era inminente, pero su superior no estaba de acuerdo y él no
tenía acceso más arriba en la jerarquía.
El ambiente abierto de la 8200 se puso de manifiesto en una serie de
sucesos ocurridos en enero de 2003. Un oficial de la 8200, A, se negó a
facilitar información sobre el paradero de un objetivo para una operación
en Cisjordania debido a una «objeción de conciencia». La Unidad 8200
recibió la orden del Estado Mayor de recabar información sobre un
objetivo concreto, y el oficial A estaba a cargo de la misión. El día de la
operación, el oficial debía pasar la inteligencia pertinente al Departamento
de Investigación de la Dirección de Inteligencia Militar, pero se negó a
hacerlo porque civiles desarmados podrían resultar heridos si se atacaba
el objetivo. Como la División de Investigación no pudo obtener la
información necesaria del oficial A, se dirigió directamente al comandante
de la Unidad 8200, quien ordenó al oficial que proporcionara
personalmente la información. Incluso después de la orden directa, el
oficial A se negó durante veinticinco minutos más, cuando otro oficial llegó
a la sala de operaciones y proporcionó la información necesaria.4
Finalmente, la operación no se ejecutó porque se aceptó la valoración del
oficial A sobre los posibles daños colaterales. A pesar de su desobediencia,
se le elogió por su buen juicio, pero también se le reprochó no haber
proporcionado la información de inteligencia necesaria en tiempo real. El
episodio revela que la unidad realmente anima a sus oficiales a utilizar el
sentido común en todo lo que hacen.
Para estimular las mentes y aliviar la presión de los que se ven obligados
a aplicarse durante días enteros para descubrir un pequeño detalle de
entre muchos, la unidad organiza conferencias, seminarios y diversos
programas de enriquecimiento en una variedad de campos, con días de
diversión para romper la rutina. Estas actividades extracurriculares son
tanto para sol-dados como para oficiales, con el fin de estrechar los lazos
entre todos. Un ejemplo de este tipo de actividad es un proyecto de TED
Talks incorporado por los soldados de la unidad en el que pueden elegir
sus campos de interés, ya estén relacionados con su trabajo militar o no, y
luego ofrecen conferencias a sus colegas, abriéndoles una ventana en
otros campos de interés. Este proyecto ha tenido un gran éxito en la 8200,
y un joven teniente llegó a declarar que había puesto en práctica en su
trabajo militar una idea inspirada en una conferencia.
Otro proyecto singular de la Unidad 8200 es SOOT -SIGINT Outside
the Box-. Una reciente iniciativa de abajo arriba, SOOT es de hecho un
hackathon, un encuentro colaborativo. En cada uno de ellos participan
unos treinta soldados y oficiales, con el objetivo de abordar obstáculos
resistentes mediante una lluvia de ideas de orden abierto. A veces se
plantean incluso cuestiones administrativas, como el reparto de tareas
entre distintos departamentos. Para cada sesión, los soldados se toman
unas semanas para investigar el tema lo más profundamente posible;
después se reúnen para buscar posibles soluciones.
UNA ÉLITE DIFERENTE: 《VER LEJOS》
Y LA UNIDAD 9900

Nadav Rotenberg era un típico adolescente israelí lleno de vida y energía


al que le encantaban los deportes, la vida al aire libre y pasar tiempo con
sus muchos amigos y su querida novia. Cuando llegó el momento de
alistarse, se presentó voluntario para servir en el Batallón 202 de la 35.a
Brigada de Paracaidistas. El 7 de noviembre de 2011, su unidad se enfrentó
a militantes armados en la frontera de Gaza. En la batalla subsiguiente
resultó muerto.45Poco después, el padre de Nadav, Dror, se reunió con
varios de sus compañeros. Buscaban una forma de conmemorar a Nadav.
Mientras los hombres hablaban, compartieron historias sobre sus hijos e
hijas. Uno de los padres habló abiertamente de sus dos hijos autistas, que
tenían dificultades. Al escuchar su historia, Tal Vardi, antiguo oficial del
Mossad, decidió hacer algo al respecto con las FDI.
El autismo es un fenómeno creciente, o al menos ha crecido su
reconocimiento. Un estudio publicado en abril de 2018 por los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. reveló que uno
de cada cincuenta y nueve niños en Estados Unidos se encontraba dentro
del espectro autista, lo que supone un aumento del 15 % con respecto a
dos años antes y del 150 %con respecto a catorce años antes. En total, unos
3,5 millones de estadounidenses padecen un trastorno del espectro
autista (TEA)según lo que es, obviamente, una definición ampliada.
Tampoco se trata de un fenómeno exclusivamente estadounidense; se dan
porcentajes similares en todo el mundo. Casi el 42 % de las personas de
veintipocos años con autismo nunca han trabajado, y los que lo hacen
ganan sueldos exiguos.46 Para los jóvenes autistas israelíes la frustración
se agrava porque, a diferencia de sus compañeros, están exentos del
servicio militar y, por tanto, se les niega una parte importante de la
experiencia formativa de la mayoría de los jóvenes israelíes.
Las FDI tienen una larga tradición de asumir misiones que no son
puramente militares por el bien de la sociedad y de la nación. Pero Tal Vardi
tenía que encontrar alguna justificación válida para los elevados costes de
alistar a reclutas autistas. La encontró dentro de su propia área de
especialización: la inteligencia.
Un reto central de nuestra era es la creciente brecha entre la
capacidad técnica de recopilación y producción de datos y la capacidad
humana de seleccionar y procesar la avalancha de información para
convertirla en conocimiento significativo que pueda ser realmente útil. Ahí
es donde algunos individuos con TEA pueden tener una clara ventaja. En
formas que aún no han sido descubiertas por la ciencia, parece que sus
cerebros están cableados de forma diferente, lo que les permite realizar
ciertas tareas de forma más eficaz. Lo más notable es que pueden
concentrarse en un solo elemento durante un tiempo relativamente largo,
y también realizar tareas repetitivas que requieren cribar grandes
cantidades de información con discrepancias muy pequeñas, una tarea
que agotaría rápidamente a otras personas.
Vardi llamó a su amigo y colega Tamir Pardo, entonces jefe del
Mossad, que organizó una reunión con investigadores y oficia-les de las FDI
para averiguar si se podría emplear de forma útil a israelies autistas en
edad militar. Cuando Vardi y Pardo empezaron a indagar sobre el asunto,
descubrieron que otra colega del Mossad, Leora Sali, física a cargo del
equipo de tecnología del Mossad, les había precedido. Sali, que tiene un
hijo autista, persuadió a algunos oficiales de las FDI para que reunieran un
pequeño equipo de investigadores con el fin de explorar cómo las FDI
podían utilizar las capacidades especiales de los sujetos con TEA. Vardi se
unió a Sali, pero sugirió un curso de acción diferente; en lugar de investigar,
deberían poner en marcha un programa piloto. En 2012 comenzó
debidamente el programa piloto Roim Rachok («Vemos lejos»).
El equipo identificó la Unidad de Inteligencia 9900 como el ajuste
perfecto. La Unidad 9900 recopila inteligencia visual, incluidos datos
geográficos procedentes de satélites y aviones, y se encarga de cartografiar
e interpretar la inteligencia visual para las tropas en el campo de batalla,
así como para los mandos superiores. Una tarea clave de la 9900 consiste
en examinar un gran número de fotos del mismo objeto para detectar
variaciones muy pequeñas entre ellas, como un pequeño montón de tierra
que se ha movido o un nuevo camino de tierra que aparentemente no lleva
a ninguna parte. En entornos urbanos densos, los cambios son aún más
difíciles de descifrar.
No es infrecuente que los sujetos con TEA se concentren
obsesivamente en el mismo objeto durante horas y que posean una
memoria magnífica para los pequeños detalles. Por lo tanto, se esperaba
que, al comparar las fotos, pudieran detectar las variaciones más
pequeñas.48 En una visita a la Unidad 9900, cuando LG Gadi Eisenkot (jefe
de personal de las FDI en 2015-2019) se detuvo ante el escritorio de uno
de los soldados autistas, éste le mostró con gran orgullo algo de
importancia que había encontrado en una foto aérea. Eisenkot miró la foto
de cerca: «; Dónde lo ves?», le preguntó. «Ahí, está muy claro», dijo el
soldado a su jefe de personal, señalando en la pantalla del ordenador.
Eisenkot, por mucho que lo intentó, no pudo ver nada raro.
Había muchas barreras; entre ellas, cómo seleccionar a los que
podrían adaptarse a la vida militar. ; Cómo exponerlos a los secre-tos
militares, sabiendo que pueden ser más vulnerables a la manipulación de
los extraños? No había respuestas, pero Vardi y Sali siguieron adelante. El
programa comienza con un curso de tres meses en un colegio civil, donde
los candidatos aprenden habilidades sociales básicas y estudian temas
académicos que los prepararán para el servicio militar. Los candidatos se
encuentran en el extremo de alto funcionamiento del espectro. De los
aproximada-mente cien solicitantes que hay cada año, alrededor del 80 %
son aceptados. Muchos poseen conocimientos especializados sobre
diversos temas a un alto nivel, ya sea en relación con la arqueología, las
lenguas o la música. Después del programa, los que cumplen los requisitos
se alistan en la Unidad 9900, donde pasan por un entrenamiento especial
para cualificarse como analistas.
Los dividendos fueron casi inmediatos. Antes de la operación Margen
Protector de 2014 en Gaza, se encargó a los soldados de la ASD que
compararan decenas de miles de fotografías aéreas para descubrir indicios
de una posible actividad terrorista de Hamás y la yihad islámica, como
explosivos, minas o túneles. Sus mandos esperaban que el trabajo les
llevara un año y medio, pero los resultados estuvieron listos en tres meses,
a tiempo para que los hallazgos pudieran ser utilizados por las unidades
sobre el terreno. De hecho, a diferencia de los soldados regulares, a los
miembros de la unidad se les tuvo que decir que dejaran de trabajar
después de muchas horas, porque pueden sobrecargarse de trabajo.
Mientras trabajan, los soldados TEA de la 9900 suelen llevar auriculares
para escuchar música, neutralizando así cualquier cosa que pueda
distraerlos.
El programa funciona ahora con múltiples fines: proporciona a estos
reclutas un sentimiento de pertenencia y normalidad al servir en el Ejército
como lo hacen otros jóvenes; facilita su entrada en el mercado laboral, y
puede generar una inteligencia muy valiosa. Además, las habilidades que
aprenden son directamente aplicables en muchas empresas de alta
tecnología. Las sucursales israelies de Intel y eBay fueron las primeras
empresas en contratar a jóvenes del programa. Otras grandes
corporaciones de fuera de Israel han tomado nota. «Es una reserva de
talento que realmente no se ha aprovechado», dijo Jenny Lay-Flurrie,
directora de Accesibilidad de Microsoft.
De momento, el programa se ha aplicado en otras partes de las FDI,
incluidas las fuerzas aéreas. Pero las FDI ya habían recorrido este camino
antes. El mismo jefe de personal de las FDI Rafael Eitan, que estableció el
programa de élite Talpiot, también fue el responsable de poner en marcha
otro programa continuo, esta vez para los menos privilegiados.
Denominado oficial-mente MAKAM, acrónimo hebreo de Centro para el
Avance de la Población con Necesidades Especiales, aunque el programa
es más conocido por su nombre no oficial, «Los chicos de Raful» (del apodo
de Rafael Eitan). Está destinado a soldados que proceden de entornos
difíciles; muchos de ellos, desertores escolares con antecedentes penales
por delitos menores, lo que los exime -y excluye-del servicio militar.
Tras vencer mucha resistencia en poco tiempo, Eitan, uno de los
oficiales más duros de la historia de las FDI, se salió con la suya y los
primeros reclutas se alistaron en 1981 en un programa de entrenamiento
básico de tres meses diseñado específicamente para ellos. El lugar de
entrenamiento tiene un significado simbólico: Havat Hashomer («Granja
de los Guardias», también conocida como «Granja Sejera»). Fue el
emplazamiento de la primera organización sionista de autodefensa, Bar-
Giora, que se puso en marcha en 1907 bajo el dominio otomano. Dos años
más tarde creció y se conoció como Hashomer («la Guardia»), una
pequeña organización de élite muy selectiva (sus miembros no aceptaron
en sus filas ni siquiera a David Ben-Gurion, algo que éste nunca olvidó ni
perdonó). Cuando en 1920 se hizo evidente la necesidad de una
organización de ámbito nacional, Hashomer se fusionó con la Haganah,
que más tarde se convertiría en las FDI.
Las comandantes de unidad, desde las líderes de escuadrón hasta la
comandante de compañía, son todas mujeres soldado altamente
cualificadas y meticulosamente seleccionadas: la primera elección de las
FDI para entrenadoras en general. La admisión para convertirse en
comandante es altamente selectiva, y las seleccionadas poseen una rara
combinación de dureza con una gran sensibilidad para atender las
necesidades psicológicas especiales de sus soldados. El comandante de
todo el programa, un teniente coronel, suele ser un oficial con años de
experiencia en unidades de combate como los paracaidistas o la Brigada
Golani, y el puesto se considera bastante prestigioso. El programa en sí
incluye un plan de estudios básico de entrenamiento de combate con
contenidos educativos adicionales de nivel de secundaria, como clases de
historia y geografía, así como apoyo psicológico y emocional individual. El
joven personal de mando cuenta con el apoyo y el asesoramiento de
psicólogos y trabajadores sociales que supervisan todo el proceso.
Tras cuatro décadas de ensayo y error, el programa se considera un
éxito. Cada año participan entre 1000 y 1500 soldados, el 85 %de los cuales
completan con éxito el curso y se incorporan a las filas de las FDI en
diversos puestos. Muchos reciben formación en oficios que pueden
proporcionarles un medio de vida tras su ser-vicio en las FDI: camioneros,
operadores de maquinaria pesada, cocineros. Pero cada año alrededor del
15 % se alista en unidades de combate. Después de completar su servicio
de reclutamiento, los soldados permanecen, por supuesto, en las reservas
durante muchos años más, justificando así el programa incluso con la
métrica más estrecha de generar soldados a partir de delincuentes
potenciales. Algunos ascienden de rango e incluso se convierten en
oficiales, y sus historias inspiran a otros candidatos. La mayor contribución
es, por supuesto, para la sociedad civil israelí, ya que cada año cientos de
chicos jóvenes que tenían una alta probabilidad de pasar el resto de su vida
en interminables ciclos de delincuencia y prisión se transforman en
ciudadanos productivos respetuosos con la ley.

OTROS TIPOS DE INNOVACIONES

Desde el estallido del COVID-19, las FDI, al igual que otras Fuer-zas
Armadas de todo el mundo, se han enrolado en una respuesta nacional.
Las FDI pueden hacer más que la mayoría debido a la amplia base de sus
fuerzas de reserva. Aunque ayudaron como otras fuerzas militares, con
hospitales de campaña, por ejemplo (aunque en realidad el sistema
sanitario israelí no exigía ninguno), su papel pronto se hizo más central.
Cuando la pandemia empezó a propagarse rápidamente en Israel en marzo
de 2020, se aplica-ron rápidamente medidas de control, y la pandemia
parecía estar bajo control en mayo. Pero durante junio y julio se produjo
un segundo brote, y quedó claro que las medidas de marzo no serían
suficientes. En agosto de 2020, la magnitud de la tarea había que-dado
clara. Se pidió al Mando del Frente Interior de las FDI, la organización de
defensa civil, que creara y dirigiera rápidamente un centro de mando
nacional, el Cuartel General Allon.58 Aunque dirigido por el Mando del
Frente Interior de las FDI, el Cuartel General Allon coordina los esfuerzos
de las organizaciones civiles, incluidos el Ministerio de Sanidad y el
Ministerio de Defensa, y de las autoridades locales. Los 2000 soldados que
componían el Cuartel General Allon incluían a los del Mando del Frente
Interior, el Cuerpo Médico, la Dirección de Informática y Comunicaciones
y la Dirección de Inteligencia; muchos eran reservistas que aportaron
variados conocimientos civiles. La tarea, obvia-mente, consistía en cortar
la cadena de contagio. Para ello, el Cuartel General Allon se organizó en
cuatro centros: el Centro de Pruebas, encargado de la gestión de los
laboratorios nacionales; el Centro de Muestreo y Transporte, que aumenta
las capacidades de muestreo del Ministerio de Sanidad y entrega
rápidamente las muestras a los laboratorios; la unidad Ella para
investigaciones epidemiológicas, realizada por 300 reservistas con
conocimientos profesionales para la tarea, y el Centro de Cuarentena,
responsable de la gestión de los hoteles de recuperación y cuaren-tena.59
El Cuartel General Allon utiliza una plataforma de datos común,
desarrollada por la Unidad 8200 y la Dirección de Informática y
Comunicaciones de las FDI, que integra los datos de las cuatro
organizaciones de mantenimiento de la salud sin ánimo de lucro de Israel
(Kupat Holim) que inscriben a todos los ciudadanos (la inscripción en una
de las cuatro es legalmente obligatoria) y deben aceptar a todos los
solicitantes independientemente de sus afecciones preexistentes. Otros
organismos que colaboran con el Cuartel General Allon son el Ministerio
de Sanidad y el servicio médico de urgencias de Israel Magen David Adom,
junto con otros organismos y ministerios.
No satisfecha con un papel operativo, la organización de I+D de las
FDI, MaFat de la famosa Cúpula de Hierro, se propuso hacer lo que mejor
sabe hacer -innovar- bajo la dirección de su jefe, el Dr. Daniel Gold. Al
MaFat no le falta ambición.61 Una de las ideas que persiguió es Magen
(«Escudo»), una aplicación desarrollada por la Agencia de Seguridad
Interna de Israel, el personal del Shabak y expertos de la empresa de
software Matrix que correlaciona los datos de localización de los teléfonos
móviles con los datos de las investigaciones epidemiológicas y alerta al
usuario si hay una persona infectada cerca. De este modo, ayuda a traer a
las personas que han estado en contacto con los pacientes para aislar-las
rápidamente.
Otro equipo desarrolló un software llamado Indor para responder al
problema de los pacientes coronarios descubiertos dentro de una sala de
hospital, lo que puede provocar el cierre de toda la sala. La nueva
tecnología proporciona un sistema de monitorización avanzado que
detecta -mediante señales Bluetooth, redes inalámbricas de Internet, etc.-
quién acaba de pasar junto al paciente dentro de la sala, lo que permite
poner en cuarentena sólo a los que se acercaron, mientras la sala sigue
funcionando con normalidad. Otra herramienta más es un software de
integración que llega a las bases de datos de las organizaciones de
mantenimiento de la salud y del Ministerio de Sanidad utilizando
herramientas de inteligencia artificial para identificar los prime-ros signos
de propagación con el fin de suprimir los brotes locales en las primeras
fases, proporcionar una imagen clara de la propagación viral y ofrecer a los
responsables de la toma de decisiones un mapa de control de la evolución
en tiempo real.
Paralelamente a las medidas de vigilancia y alerta, los equipos
también trabajaron en el desarrollo de diversos desinfectantes.
Uno de los desarrollos es un guante que impide la transferencia de
virus entre superficies y contiene un antiséptico. Esto responde al hecho
de que los guantes de goma que utiliza mucha gente evitan el contacto de
las bacterias con el cuerpo, pero no impiden la transferencia a la siguiente
superficie que toque la persona.
Otro foco de atención es la identificación de los pacientes. Entre los
desarrollos en la agenda se encuentran formas de detectar el virus fuera
del laboratorio con la ayuda de medios electroópticos o pruebas de
aliento, y otro intento para identificar a las personas infectadas por el olor.
Un socio principal en este esfuerzo concentrado es la Unidad 81.

LA UNIDAD 81

Cada pocos años las FDI desvelan el manto de secretismo que rodea a una
unidad hasta ahora secreta, principalmente para atraer candidatos en la
feroz competencia por los reclutas con talento ente Talpiot, la Academia
de Vuelo, la Atuda y la 8200. A finales de 2020, en plena epidemia de
COVID-19, le llegó el turno a la que algunos consideran la hermana
pequeña de la Unidad 8200:la Unidad 81.
Mientras que la Unidad 8200 es una productora en masa de
innovaciones, la Unidad 81 se dedica a las innovaciones a medida, un
conjunto boutique de investigación y desarrollo. Conocida originalmente
como Rama n.° 8 (Anaf 8) y luego Unidad 432 antes de que finalmente se
le cambiara el nombre, estuvo tripulada por ingenieros y científicos de
distintas disciplinas (muchos, procedentes del programa Talpiot) a los que
se considera solucionadores de problemas. Su tarea colectiva consiste en
proporcionar soluciones a medida principalmente para la inteligencia de
las FDI, pero también para otros mandos. Su virtud (su «propuesta de
valor», en la jerga de Silicon Valley) es la capacidad de entrega rápida. A
diferencia de otras operaciones de I+D que podrían medir los progresos en
años, el horizonte temporal de la Unidad 81 para una solución en marcha
se extiende como mucho a meses y, a veces, sólo semanas. Dispuesta a
plantearse cualquier reto, pero preferiblemente retos del estilo de Misión
Imposible, su enfoque implica la búsqueda de la eficacia a toda costa,
aunque se trate de una eficacia ineficaz que sólo tenga valor práctico para
problemas únicos.
Uno de los fundadores de la unidad fue el mismo Avraham Arnan que
fundó Sayeret Matkal, cuyo propósito era proporcionar rápidamente el
equipo ad hoc necesario. Arnan ideó el lema de la unidad: «El
conocimiento, el deseo y la dedicación harán posible lo imposible». Uno
de sus primeros éxitos fue añadir una pequeña cámara invisible a los
primeros teléfonos portátiles Motorola utilizados por los agentes de
campo, décadas antes de que todos los teléfonos móviles tuvieran una.
Otro fue acoplar cámaras a aviones de juguete teledirigidos antes de que
llegaran los primeros drones. A lo largo de los años, la unidad fue
galardonada con el Premio Israel de Seguridad en treinta y siete ocasiones,
más que la Unidad 8200, que es muchas veces mayor. De hecho, ninguna
otra unidad de las FDI ha ganado tantos premios.
En los últimos años, el centro de atención de la Unidad 81se había
desplazado a las ciberoperaciones antes de cambiar de nuevo a las
aplicaciones de inteligencia artificial que evolucionan hacia máquinas de
inteligencia autónoma. Otra distinción de la 81 es el impresionante
número de start-ups que han fundado sus antiguos alumnos. «Somos la
verdadera incubadora de start-ups», les gusta presumir. Una encuesta
realizada en 2021 por el periódico financiero israelí Calcalist mostró que,
durante los años 2003-2010, unos cien soldados y oficiales de la Unidad 81
lanza-ron cincuenta start-ups que atrajeron unos 4000 millones de dólares
en financiación y tuvieron un valor de capital de mercado de 10.000
millones de dólares.63
La Unidad 81 no sigue ningún protocolo militar, sus soldados rara vez
llevan uniforme y a sus comandantes se les llama por su nombre de pila.
Las lucrativas oportunidades que se presen-tan fuera de ella suponen un
grave problema de retención para las FDI, especialmente para unidades
como la 8200 y, de forma más crítica, para la 81, mucho más pequeña. Pero
parece que sus apasionantes y convincentes retos, así como la satisfacción
personal de superarlos, mantienen en uniforme a suficientes talentos.
CONCLUSIÓN

La visión de jóvenes de pelo salvaje con uniformes harapientos


horrorizó a los dos oficiales de la Marina estadounidense que debían
ponerse en contacto con sus homólogos israelíes en Beirut en
septiembre de 1982. Su tarea consistía en organizar una reunión formal
con el oficial al mando israelí para asegurarse de que las respectivas
patrullas se mantuvieran bien alejadas unas de otras, para evitar
incidentes de fuego amigo, por supuesto, pero también porque los
marines no estaban allí para ayudar a los israelíes, sino más bien para
acelerar su partida, y todos los observadores debían saberlo y, de
hecho, verlo con sus propios ojos.2 Los marines encontraron a un oficial
subalterno que los llevó hasta el coronel con el que debían reunirse:
con marcas descoloridas en los hombros que sustituían a sus
charreteras de teniente, estaba sentado en el suelo, con la espalda
apoyada contra una pared y tan desaliñado y sin afeitar como los
soldados que lo rodeaban; comía una ración de carne directamente de
la lata, el abrelatas le servía de tenedor.
Enseñados a que la disciplina interior empieza por la apariencia
exterior, los pulcros ya sea dos marines perdieron enseguida todo
respeto por el ejército israelí, a pesar de que éste acababa de realizar
un avance de 150 kilómetros muy rápidamente, con apenas un puñado
de bajas.3 Pero lo que ocurrió a continuación podría haberles hecho
cambiar de opinión: cuando el desaliñado oficial reaccionó al sonido de
una explosión soltando la lata para empuñar su arma mientras
escrutaba la escena, sus soldados, aún más desaliñados, se movieron
instantáneamente con él, formando un conjunto bien practicado para
observar a su alrededor, con las armas en la mano listas para disparar.
Esa es la diferencia más fácilmente observable entre el Ejército
israelí y sus homólogos de todo el mundo. Es decididamente más
informal en apariencia y conducta, y no sólo por preferencias
individuales. Nunca se ve a sus oficiales con uniformes de gala por la
sencilla razón de que no se expide ninguno, salvo a un puñado de
agregados militares en capitales extranjeras, a un equipo de instrucción
en aeropuertos y al jefe de personal para los encuentros oficiales con
visitantes extranjeros. En cuanto al saludo correcto y los ejercicios de
desfile, los programas de entrenamiento sencillamente no dejan
tiempo para ellos. La otra diferencia es que las FDI han sido persistente
y notablemente innovadoras en muchos aspectos diferentes, no
meramente de forma incremental mediante versiones actualizadas y
mejoradas de lo que ya existía, sino más bien con una secuencia de
macro innovaciones genuinamente nuevas: algunas organizativas,
como con las FDI, que siguen siendo las únicas Fuerzas Armadas de
servicio único; algunas operativas, como con la ofensiva aérea de 1982,
la primera acción militar dirigida por ordenador en cualquier lugar, y
algunas tecnológicas, como con el misil antibuque Gabriel,
desarrollado en los primeros días de extrema escasez, y el mucho más
reciente blindaje invisible de defensas activas para tanques.
¿Están relacionados la informalidad, los uniformes de trapo y la
macroinnovación? ; Son facetas de un mismo fenómeno más
profundo? Una respuesta la sugiere una anécdota contada por un
oficial de la reserva de las FDI:

A finales de 1982, mi batallón de reserva...fue reforzado...con una


compañía de nuevos reclutas -inmigrantes de diversos países que
habían llegado superando el límite de edad para el servicio militar
obligatorio completo-. Habían realizado sólo unas semanas de
entrenamiento básico antes de ser asignados a una unidad de
reserva.
Bastantes ya habían servido en los ejércitos de los países de los
que procedían. Empecé a hacerles preguntas sobre sus experiencias
militares. Todos coincidieron en que ninguno de ellos había
experimentado un ejército tan desordenado y desorganizado como las
FDI. A modo de broma les respondí: «Bueno, por eso ganamos guerras:
la guerra es un desorden desorganizado y aprendemos a lidiar con él
todo el tiempo».
Todos nos reímos, pero uno de mis soldados que había emigrado
a Israel desde Rodesia, país al que había emigrado previamente desde
Sudáfrica, habiendo formado parte de los ejércitos de ambos,
interrumpió las risas: «En realidad, no tiene gracia, tiene usted razón.
Serví en el Ejército sudafricano cuando empezó la guerra en Namibia;
tardamos medio año en adaptarnos de las normas y el estilo de vida de
los tiempos de paz a los de la guerra. Por ejemplo, al principio, cada vez
que acampábamos en algún sitio nos construiríamos un campamento
normal, con banderas y piedras encaladas que marcaran nuestra
ubicación, etc. Tardamos meses en darnos cuenta de que en realidad
estábamos ayudando al enemigo a localizarnos y a poner fin a esto. Lo
mismo con... otras tonterías del Ejército».
Esa es, en realidad, la razón fundamental por la que las FDI han
sido tan persistentemente innovadoras: no por una presen-cia, sino por
una ausencia. Nacidas en la guerra por declaración oficial antes de que
tuvieran una estructura definida, moldeadas por sucesivas
improvisaciones desde entonces, las FAI no están compuestas por
instituciones militares sólidamente atrinchera-das que puedan
valorarse por su resistencia pero que se resistan al cambio. Tampoco ha
habido nunca una abundancia de financiación que ofrezca remedios
fáciles para cada problema que surja. Estas dos ausencias no aseguran
nada en sí mismas, pero dejan abiertas puertas a la innovación que de
otro modo podrían estar cerradas: la necesidad, nos dice el proverbio,
es la madre de la invención, pero también hay impedimentos. Como
resultado, tal y como hemos visto, cuando los individuos se dirigen a
oficiales de las FDI, incluso remotamente relevantes, con una nueva
idea, es mucho más probable que reciban una audiencia de lo que sería
el caso en cualquier otro lugar, y eso se extiende a individuos sin
cualificaciones previas o pretensiones de experiencia.
Es indiscutible que la guerra inspira poderosamente la innovación,
pero las instituciones militares en guerra absorbidas por sus propias
tareas urgentes se resisten naturalmente a las distracciones, incluidas
las innovaciones propuestas que pueden o no dar resultados en el
futuro, pero que sin duda desviarían la atención y los recursos que se
necesitan urgentemente para una guerra en curso. En el caso de Israel,
se está librando una guerra prolongada desde antes de su nacimiento,
aunque con un elenco de enemigos cada vez menor, pero con combates
de baja intensidad que duran mucho más que breves episodios de
combate de alta intensidad. De ahí que, como ocurre con otras Fuerzas
Armadas en guerra, en las FDI haya muchos que se esfuerzan por
prevalecer sobre el enemigo no sólo cumpliendo con su deber, sino
también ideando sus propias soluciones personales para los problemas
que encuentran a cada paso. Éstas van desde botas inadaptadas al
terreno (las botas siempre son inadaptadas al terreno) hasta tácticas
que pueden ser mejores que las establecidas para las circunstancias del
momento; nuevos métodos operativos que aprovechan mejor las
fuerzas disponibles; nuevos tipos de unidades militares, o nuevos
sensores, sistemas o configuraciones de armas que aprovechan mejor
la tecnología del momento.
Como sabemos por diarios, memorias de guerra y propuestas
técnicas archivadas, tales pensamientos se les han ocurrido a los
soldados, oficiales e incluso jefes del Estado Mayor de muchas Fuerzas
Armadas de todo el mundo, así como a muchos científicos, ingenieros
y observadores civiles dotados de mentes inventivas. La diferencia de
las FDI es que han permanecido abiertas a lo nuevo, hasta el punto de
que su historia desde 1948 se ha caracterizado por una serie de
innovaciones bruscas más que por la aplicación sin problemas de
planes de desarrollo bien trazados.
En años más recientes, las FDI han evolucionado aún más en la
búsqueda de la innovación, desde una disposición al cambio interno y,
lo que es más inusual, a examinar con facilidad las propuestas externas,
hasta la creación de unidades militares cuyo propósito mismo es
innovar, lo que constituye una innovación en sí mismo. Algunas están
centradas en la tecnología para empezar, como la Unidad 81; otras son
fuerzas de combate en primer y último lugar, pero especialmente
atentas a las nuevas opciones tecnológicas, como en el caso de la
unidad de comandos 5101 Shal-dag; una es un programa, Talpiot, que
existe específicamente para aprovechar el talento de reclutas
excepcionales, mientras que la Unidad 8200 debe innovar
constantemente para poder funcionar.
En Estados Unidos, donde se reconoce desde hace tiempo la
necesidad de promover la innovación dentro de las unidades de
defensa, se han creado sucesivas organizaciones de alto nivel con este
fin, dirigidas por oficiales superiores especialmente cualificados y con
credenciales probadas como innovadores. Una de ellas fue la
Organización para la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO), anunciada
el 23 de marzo de 1983 y establecida en 1984, cuyo propósito era
desarrollar sistemas innovadores de defensa basados en el espacio y
de otro tipo contra misiles balísticos intercontinentales y misiles
balísticos lanzados desde submarinos con armamento nuclear. Su
objetivo era encontrar mejores alternativas a los radares terrestres de
defensa balística y a los interceptores propulsados por cohetes que se
habían desarrollado desde 1957 en diversas configuraciones (Sentinel,
Safeguard), sin alcanzar nunca resultados suficientemente
satisfactorios. Su primer director fue el teniente general de la USAF
James Alan Abrahamson, bien cualificado para la tarea como antiguo
director del programa del transbordador espacial de la NASA. Un
ejemplo más reciente es el Centro Conjunto de Inteligencia Artificial
(JAIC) anunciado en junio de 2018 como una nueva subdivisión de las
Fuerzas Arma-das de Estados Unidos, cuyo primer director a partir de
diciembre de 2018 fue el teniente general John N.T.Shanahan,
altamente cualificado para la tarea por su supervisión del Proyecto
Maven («un equipo interfuncional de guerra algorítmica»), que Shana-
han definió en 2017 como «un proyecto piloto para servir de path-
finder, esa chispa que enciende el frente de llamas de la inteligencia
artificial en el resto del Departamento [de Defensa]».
Las estimaciones contemporáneas de la calidad del liderazgo y los
instintos tecnológicos de los generales James Alan Abraham-son y John
N. T. Shanahan fueron muy positivas, y la opinión posterior ha
coincidido. Sin embargo, esas cualidades persona-les no pudieron
alterar las estructuras esencialmente jerárquicas y descendentes de las
organizaciones que dirigían; como partes integrantes del
Departamento de Defensa estadounidense, no podía ser de otro modo.
Las unidades de las FDI que persiguen la macroinnovación como hizo el
SDIO y hace el JAIC son mucho más pequeñas, por supuesto, y sin duda
sólo disponen de una pequeña fracción de sus recursos, pero se
diferencian más fundamentalmente porque están formadas en su
mayoría por reclutas adolescentes supervisados por reclutas de poco
más de veinte años, con pocos oficia-les de carrera de más de treinta
años y, como mucho, uno o dos mandos ligeramente mayores, que a su
vez se adhieren a políticas de puertas abiertas. Ninguna de esas cosas,
incluido el inevitable cliché de un ambiente de puesta en marcha,
garantiza la creatividad, pero tomadas en conjunto eliminan el
obstáculo más obvio para la innovación, la autoridad de lo viejo sobre
lo nuevo. Esa era la ventaja bien oculta de los orígenes de las FDI allá
por 1948, cuando todos los implicados habrían preferido tener unas
Fuerzas Armadas sólidamente establecidas, aunque fueran un poco
anticuadas. Es una ventaja que aún se conserva hoy en día.
INTRODUCCIÓN

1. Tzavah Ha'Haganah le Israel es literalmente «Ejército para la Defensa


de Israel». Zahal es el acrónimo cotidiano.
2. La batalla de la 7.a Brigada Blindada en los Altos del Golán, del 6 al 9
de octubre de 1973, fue citada explícitamente como modelo en el
Manual de Campo del Ejército de EE. UU. FM 100-5, 14 de junio de
1993, Secciones 6-20, 6-21,6-22.
3. El primer vehículo aéreo pilotado por control remoto de las FDI, el
Tadiran Mastif, voló por primera vez en 1973, convirtiéndose en
operativo poco después, mientras que hasta la guerra del Golfo de
1991los únicos RPV en servicio en EE. UU. eran importaciones
israelíes.
4. El 31 de octubre de 1968, los objetivos eran el puente de Nag Ham-
madi sobre el Nilo, una estación transformadora y un segundo
puente en Qena. Elizar Cohen, La mejor defensa de Israel (Nueva
York: Crown,1993),366-373.
5. La Unión Soviética fue la primera en desplegar misiles antibuque (el
KSShch Shchuka OTAN, reportado como el SS-N-1 Scrubber) en
1955, seguido por el Termit-15 que la OTAN reportó como el Styx;
en realidad, un pequeño avión a reacción. Pero el Gabriel que
entró en funcionamiento en 1969 era un hidroavión, mucho
menos vulnerable a la interceptación que el Styx.
6. El primer sistema de protección activa para vehículos blindados fue
el Drozd soviético, desplegado en Afganistán como Komplex
1030M-01.
7. Por ejemplo, el ingeniero Manfred Held, creador alemán del
concepto de «blindaje reactivo» en Occidente. No recibió ningún
apoyo en su Alemania natal a pesar de sus conocimientos sobre
explosivos reconocidos en todo el mundo, pero el jefe de blindaje
de las FDI lo adoptó de inmediato.
LEVANTAR UN EJÉRCITO BAJO EL FUEGO

1. Suiza y Finlandia, no por casualidad dos países incondicionalmente


independientes, también tienen fuerzas centradas en la reserva,
en las que la parte en servicio activo es aún menor que en las FDI
porque sus reclutas sirven menos de un año.
2. Jehuda L. Wallach,El hadegel:Hakamat tsava amami tokh kedei
lehima: Hatsava hafederali be'artsot habrit bemilhemet ha'ezra-
him vetsahal bemilhemet ha'atsma'ut-mehkar mashveh (Tel
Aviv:Ma'arachot, 1997),50.
3. Ley de Defensa Nacional (R. S. C., 1985, c N-5),https://laws-
lois.justice.gc.ca/eng/acts/n-5/página-3.htm.
4. Instrucciones de vestuario de las Fuerzas Canadienses (Ottawa:
Departamento de Defensa Nacional, 2011), 5-1-2.
5. Todavía no es un servicio separado, ahora se llama «Ejército del Aire
y del Espacio», Zroa HaAvir VeHahalal.
6. Fue entonces cuando Aryeh Dvoretzky, un destacado matemático
que ejercía entonces como jefe científico de las FDI, propuso el uso
de miniaviones controlados por radio con cámaras de vídeo
estabilizadas para fotografiar las baterías de misiles antiaéreos
egipcias, en lugar de aviones tripulados. Edward Luttwak le
presentó la idea en junio de 1970.
7. El Comité de Jefes del Estado Mayor, formado en 1923, era una mera
tertulia: carecía de un G-3 multiservicio que coordinara las
operaciones. Su predecesor de 1936, el Ministerio de
Coordinación de la Defensa, sin personal ni presupuesto, era
ineficaz.
8. La Ley Goldwater-Nichols de Reorganización del Departamento de
Defensa del 4 de octubre de 1986.
9. Las canciones del Ejército Rojo se cantaban con fervor, pero se
desconocía su estructura de mando.
10. Al igual que en las fuerzas egipcias e iraquíes, que más tarde
adoptaron el modelo soviético. Michael J. Eisenstadt y Kenneth
M.Pollack, «Ejércitos de nieve y ejércitos de arena: The Impact of
Soviet Military Doctrine on Arab Militaries», en Emily Goldman y
Leslie Eliason, eds., The Diffusion of Military Technology and
Ideas (Palo Alto, CA: Stanford University Press, 2003).
11.El Palmaj fue creado por los británicos en 1941, equipado y
entrenado para servirles como comandos y unidades de
reconocimiento; tras la derrota de Rommel a finales de 1942, los
británicos intentaron desmantelar la fuerza. El Palmaj pasó a la
clandestinidad, haciéndose pasar por una organización volntaria de
asistencia agrícola para los kibbutzim israelíes. El entrenamiento
continuó en secreto tal y como lo habían impartido originalmente
los británi-cos, aunque con menos recursos.
12. Ken Jefery, La historia secreta del MI6 (Nueva York: Penguin
Press,2010),689-697.
13. Cuando el protagonismo de los oficiales británicos en los combates
se convirtió en un escándalo en Londres, se retiraron
públicamente, sólo para regresar inmediatamente en silencio. The
Spectator,«La Legión Árabe, por uno de sus oficiales», 18 de junio
de 1948, 6.
14. Gerald M.Pops,«Marshall,el reconocimiento de Israel»,http://mar-
shallfoundation.org/library/wp-
ntent/uploads/sites/16/2015/01/Israel Pops.pdf.
15.A diferencia de sus subordinados del Departamento de Estado,
Marshall estaba a favor de la inmigración judía a Estados Unidos.
16. La CIA preveía que la resistencia judía no podría durar más de dos
años: «Las consecuencias de la partición de Palestina». SECRET 28,
1 de noviembre de 1947, https://www.jewishvirtuallibrary.org/cia-
report-on-the-consequences-of-partición.
17. Una figura muy subestimada, Ehud Avriel, alias Georg Überall, a los
treinta años fue enviado a Praga para comprar armas, con el apoyo
del ministro de Asuntos Exteriores Jan Garrigue Masaryk hasta su
defenestración el 10 de marzo de 1948. La falta de entusiasmo de
Stalin por los judíos se vio superada por sus prioridades
antibritánicas, y las ventas continuaron tras el asesinato de
Masaryk y la toma comunista de Checoslovaquia.
18. Los Messerschmitt Bf 109 reequipados que siguieron en
producción, cuando se agotaron los motores originales, fueron
reequipados con sustitutos Jumo 211F mal adaptados que
provocaron accidentes de aterrizaje. No obstante, las cinco
primeras victorias en combate aéreo de las FDI se lograron
precisamente con esos Avia S-199.
19.Https://blog.nli.org.il/en/hoi_egypt tel-aviv/.
20. Vea la descripción y las fotos del Museo del Cuerpo Blindado de las
FDI en Latrun: https://yadlashiryon.com/armored-corps/armo-
red-corps-ever-since/armored-corps-establishment.
21. Moshe Dayan fue jefe de las FDI durante la campaña del Sinaí de
1956 y ministro de Defensa en las guerras de 1967 y 1973; como
ministro de Asuntos Exteriores de 1977 a 1979 dirigió las
negociaciones secretas que condujeron a la visita de Anwar Sadat
a Israel.
22. «La Administración para el Desarrollo de Armas e Infraestructura
Tecnológica», abreviada MaFat, un organismo conjunto del
Ministerio de Defensa civil y las Fuerzas de Defensa de Israel
uniformadas.

CÓMO LA ESCASEZ PUEDE FORZAR LA INNOVACIÓN

1. Heyl Avir, «Cuerpo Aéreo», es ahora oficialmente Zro'a HaAvir


VeHahalal, «Brazo Aéreo y Espacial». Una «fuerza», no un servicio
separado, que sigue contando con el apoyo de todas las FDI y
sigue estando sujeto al Estado Mayor de las FDI.
2. Vea el revelador relato del ex-RAF Derek O'Connor en
https://www.historynet.com/spitfire-vs-spitfire-aerial-combat-
israels-war-inde-pendence.htm.
3. Tolkowsky sirvió en la guerra de Independencia, se retiró y se
reincorporó en 1951. Fue jefe al mando del Cuerpo Aéreo durante
la campaña del Sinaí de 1956.
4. Jefrey L. Ethell, Mustang: A Documentary History of the P-
51(Londres: Jane's Publishing, 1981).
5. Mikoyan y Gurevich, que speraron a otros diseñadores soviéticos en
la utilización de tecnología alemana capturada, sorprendieron a
Estados Unidos con su MiG-15 (más rápido que el F-86
estadounidense en Corea),luego el MiG-17, seguido por el MiG 19,
equipado con radar, y después el MiG-21, de éxito mundial.
6. Aplicaba la mejor tecnología alemana de ala de barrido, con un
motor Tumansky R-11 de flujo axial derivado del BMW 003
alemán, y permaneció en servicio durante unos sesenta años.
7. Por ejemplo, el bombardero ligero Sud-Ouest Aviation Vautour II; el
Heyl Avir compró treinta y uno a regañadientes en 1967 a falta de
algo mejor.
8. Weizman fue un as del aire en la guerra de Independencia, subjefe
de las FDI en 1966, ministro de Defensa en 1977-1980 y presidente
de Israel entre 1996 y 2000. Véase Ezer Weizman, On Eagles'
Wings (Nueva York: Macmillan, 1977).
9. El turborreactor de postcombustión Atar 09B con 13.200 lbf de
empuje, otro derivado del BMW 003 alemán. El cañón DEFA de
30mm también era un derivado del Mauser alemán.
10.Ze'ev Lakhish y Meir Amitai, ed., Asor lo shaket: Prakim betoldot heyl
ha'avir bashanim 1956-1967 (Tel Aviv: Ministerio de
Defensa,1995).
11. Dassault nunca repitió el éxito mundial del Mirage III.
12. El subsistema de visualización montado en el casco del F-35,desa-
rrollado en Israel y producido por una empresa conjunta.

UN CUERPO DE OFICIALES JOVEN

1. Shabtai Tevet, Moshe Dayan: El soldado, el hombre, la leyenda(Tel


Aviv:Schocken,1971),415.
2. Martin Van Creveld, Moshe Dayan (Londres: Weidenfeld & Nichol-
son,2004),97.
3. Amiram Bareket, «Batsava mitkonenim: Anshei keva yetsu lepen-siya
begil 42?», Globes, 19 de mayo de
2015,http://www.globes.co.il/news/article.aspx?did=100103787
7.
4. Edward N. Luttwak, «Reinventar la innovación: Teorías sencillas,
remedios complicados», manuscrito inédito.
5. Discurso de Douglas Haig ante la reunión anual del Real Colegio de
Veterinarios, 4 de junio de 1925,
https://quoteinvestigator.com/2012/11/30/horse-in-war.
6. 10 USC 526:los límites están fijados actualmente en 652
generales/almirantes de rango de bandera, con sublímites de 20
oficiales de cuatro estrellas, 68 de tres estrellas y 144 de dos estrellas,
siendo el resto generales de brigada o contralmirantes; pero se
permiten oficiales de rango de bandera adicionales para los mandos
conjuntos multiservicio.
7. La armada de Bolivia, país sin salida al mar (desde 1879), cuenta con
varios almirantes de cuatro estrellas.
8. HaKirya también alberga el Ministerio de Defensa civil, al igual que
el Departamento de Defensa, dirigido por civiles, está ubicado en
el Pentágono con los jefes y cuarteles generales de cada servicio.
9. En el sistema estadounidense, todas las fuerzas están dirigidas por
los comandantes de teatro para el Indo-Pacífico, Oriente Medio
(Mando Central), Europa y América Latina (Mando Sur), mientras
que el presidente del Estado Mayor Conjunto es el asesor principal
del secretario de Defensa, que asesora al comandante en jefe, el
presidente. Su homólogo israelí no es el primer ministro, sino el
con-junto del gabinete de ministros.
10. Los estrategas israelíes definen tres anillos de amenaza. Primer
anillo: Estados hostiles con una frontera común con Israel (ejem-
plo:Siria). Segundo anillo: Estados hostiles con otro Estado entre
ellos e Israel (ejemplo: Irak). Tercer anillo: todos los Estados
hostiles más allá de los Estados del segundo anillo (ejemplo: Irán).
11. Edward Luttwak recuerda que la pretendida informalidad se
desvaneció por la insistencia del Ejército británico en lustrar con
saliva las botas, soldar con la técnica del «braseado» los detalles
metálicos y blanquear los cinturones.
12. Las Fuerzas Armadas holandesas, mucho más pequeñas (unos
41.000 soldados en activo y 6000 en la reserva), contaban en
2021con un general de cuatro estrellas y ocho generales y
almirantes de tres estrellas, además de unos sesenta oficiales de
dos estrellas y una estrella. Profesor Coronel Ret. Frans Osinga,
Academia Militar Holandesa, correspondencia privada, 27 de abril
de 2021.
13. Las Fuerzas Armadas extranjeras que carecen de un cuerpo de
suboficiales fuerte son habitualmente degradadas en las
estimaciones de capacidad de EE.UU., erróneamente en el caso
de las Fuer-zas Armadas que forman a sus oficiales subalternos
como líderes de combate.
14. De ahí los incidentes diarios entre soldados de las FDI y civiles
pales-tinos que aparecen en videoclips tendenciosamente
editados (los lanzadores de piedras convocan previamente a las
cámaras de TV).
15. Todd South, «El entrenamiento extendido está aquí para quedarse
para los soldados de infantería y blindados»,Armytimes.com,15
de octubre de 2020.
16. Daniel Kahneman, «El Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Eco-
nómicas en memoria de Alfred Nobel 2002: Biographical»,
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/ciencias-
economicas/laurea-tes/2002/kahneman-bio.html.
17. Equivalen aproximadamente a 200 dólares al mes, y el doble para
los soldados de combate. Los soldados inmigrantes sin padres en
el país reciben pagos por alojamiento y comida cuando están de
per-miso. Teniente coronel (retirado) Dori Pinkas, antiguo
instructor jefe, entrevista en Ba'had Ehad, Tel Aviv, 15 de marzo de
2016.
18. OCS Branch Descriptions, Fort Benning Maneuver Center of Exce-
llence,9 de enero de 2018.
19. Kenneth R. Tatum y asociados, «Liderazgo y ética a través del
continuo de aprendizaje», Air and Space Power Journal, invierno de
2019,43.
20. A menos que comenzaran la escuela de vuelo tras haber servido
primero en otros servicios, ramas o unidades: véase FAI,
http://www.iaf.org.il/4428-45785-he/IAF.aspx.

INNOVACIÓN DESDE ABAJO

1. Véase el veredicto del preeminente historiador militar Martin Van


Creveld: «Históricamente hablando, han tenido más éxito aquellos
ejércitos que no convirtieron a sus tropas en autómatas, no
intentaron controlarlo todo desde arriba y permitieron a los
comandan-tes subordinados una latitud considerable». Martin Van
Creveld, El mando en la guerra (Cambridge, MA:Harvard University
Press,1985),273.
2.Sobre las órdenes de misión y la cultura de la iniciativa, véase Eitan
Shamir,Transforming Command:The Pursuit of Mission Command
in the US, British and Israeli Armies (Palo Alto, CA: Stanford
University Press,2011).
3.En las Fuerzas Armadas menos avanzadas, los propios oficiales se
muestran reacios a tomar la iniciativa, temiendo los riesgos
profesionales del fracaso. Por ejemplo, en la intervención turca de
marzo de 2018 en Afrin (operación Zeytin Dalı Harekât1), las
unidades que avanzaban contaban con un abrumador apoyo de
artillería.
pero actuaban visiblemente en rígidos movimientos a balón parado
bajo control vertical.
4. Véase la página web del Museo Haganah: http://www.irgon-haa-
gana.co.il/info/hishow.aspx?id=21814.
5. Encabezada por el juez retirado Eliyahu Winograd, de ahí el nombre
de «Comisión
Winograd»:https://online.wsj.com/public/resources/documents/
winogradreport-04302007.pdf.
6. Como señala Martin Van Creveld, «la guerra de Israel contra Hez-bolá
no fue un fracaso», Jewish Daily Forward, 30 de enero de 2008.
7. Véase Dan Senor y Saul Singer,Start-Up Nation: The Story of Israel's
Economic Miracle(Nueva York: McClelland & Stewart, 2009), 67-
83.
8. Nir Barkat, «Tsava vehitek», Ma'ariv, 18 de septiembre de 2000.
9. Esta mentalidad no se vio mermadas décadas más tarde, cuando
Edward Luttwak, en una visita en 2019, tuvo otra sugerencia de
hardware que motivó un contrato de desarrollo conceptual en
cuestión de días.
10. Moshe Dayan, Yoman Vietnam (Tel Aviv: Dvir Co. Ltd, 1977),62-63.
Un día antes del comienzo de la guerra de junio de 1967,el ministro
de Asuntos Exteriores Abba Eban leyó en voz alta un mensaje de
Robert McNamara, secretario de Defensa: «Aprecio mucho y
respeto personalmente a Dayan, que ha proporcionado el informe
más equilibrado sobre la situación en Vietnam que jamás haya
llegado a mi conocimiento».Moshe Dayan: Avney derekh (Tel Aviv:
Dvir Co. Ltd, 1977),427.
11.Moshe Dayan,Breakthrough:A Personal Account of the Egypt-Is-rael
Peace Negotiations (Londres: Weidenfeld and Nicolson,
1981),169-170.
12. Comenzó en 1979 bajo el mando del jefe del Estado Mayor Rafael
Eitan (1978-1983) a sugerencia de dos profesores de Física de la
Uni-versidad Hebrea, Felix Dothan y Shaul Yatziy. «Talpiot»
o«Torre-tas» procede del Cantar de los Cantares 4:4, que describe
la majes-tuosidad de las torretas de un castillo, la altura de los
logros.
13. Estas unidades son secretas, pero las FDI proporcionan informa-
ción básica en su página web.
14. Este principio se atribuye a menudo al mariscal de campo prusiano
Von Moltke. Cuando uno de sus oficiales excusó un error alegando
que sólo seguía órdenes, von Moltke replicó: «Su Majestad le hizo
oficial porque creía que usted sabría cuándo no seguir órdenes».
Trevor N.Dupuy,A Genius for War:The German Army and Gene-ral
Staff,1807-1945(Englewood Clifs, NJ: Prentice-Hall, 1977), 116.
15. Richard A. Gabriel, Operación Paz para Galilea: La guerra entre
Israel y la OLP en el Libano (Nueva York: Hill & Wang,1984),102.
16. Doron Avital,Logika bife'ula (Or Yehuda, Israel: Kinnert,Zmora Bitan,
Editorial Dvir, 2012), 56-58. Avital también contó la historia en
detalle a los autores en una reunión privada en 2016.
17. La Unidad de Reconocimiento del Estado Mayor, o Unidad
269,creada originalmente para la recopilación de información de
inte-ligencia tras las líneas enemigas. Avital se retiró como
teniente coronel, completó un doctorado en Filosofía en la
Universidad de Columbia,se convirtió en socio de una empresa de
capital riesgo y fue elegido miembro de la Knesset, el Parlamento
israelí.

UN EJÉRCITO DE RESERVA DE INNOVADORES

1. Consulte la página web


www.archives.mod.gov.il/pages/exhibitions/bengurion/bigImage
s/hakamattzahal.jp.
2. Dov Tamari, Ha'uma hehamusha:Aliyata vesh'ki'ata shel tofa'at
hamiluim beyisrael (Moshav Ben Shemen, Israel: Editorial Modan
y Ma'arachot, 2012),59-214.
3. El autor Edward Luttwak intentó utilizarla, pero su potente muelle
era casi imposible de amartillar.
4.Archivo UPI, «Las naciones árabes atacan Israel», 15 de mayo de
1948,https://www.upi.com/Archives/1948/05/15/Arab-nations-
At-tack-Israel/6118818754330/.
5. Incluso tras los recientes recortes. Sólo las Fuerzas Armadas
finlandesas son comparables: en 2016 contaban con unos 24.000
soldados en servicio activo y 230.000 en formaciones de reserva
equipadas.
6. Maram, más tarde, Mamram, acrónimo de Centro de Computa-ción
y Sistemas de Información (Merkaz Mahshevim UMa'ara-hot Media),
que proporciona todo el procesamiento de datos de las FDI.Alexander
Speiser, Mamram-mador hafala, Asociación para la Conmemoración de
los Soldados Caídos del Cuerpo de Señales de las FDI (Israel: Yehud
Monson, 2020), 60-85.

UN COMPLEJO MILITAR-INDUSTRIAL DIFERENTE

1. Incluida la empresa privada Elbit Systems, cuya tecnología patentada


incluye el principal avance del F-35-su sistema de visualiza-ción
montado en el casco- y diversas entidades estatales.
2. Según le contó a Eitan Shamir.
3. En el caso de Japón, la distorsión causada por el tabú de los
portaaviones es extrema: sus buques de la clase Izumo son en
realidad portaaviones de tamaño justo, con 27.000 toneladas de
desplazamiento total, pero su categorización internacional es
DDH, que indica un destructor con cierta capacidad aérea, que en
japonés se reduce además a goeikan, que significa simplemente
«escolta».
4. Casi todas las grandes compras militares son «de origen» porque los
componentes de los principales sistemas de armamento se
compran muy deliberadamente en el mayor número posible de
distritos del Congreso; sin duda, los de los miembros de la
Cámara de Representantes o del Senado del Comité de Servicios
Armados o del Subcomité de Defensa del Comité de
Asignaciones.
5. Véase información sobre el MaFat en la página web del Ministerio de
Defensa: http://www.mod.gov.il/Departments/Pages/Research
and_Development_Agency Mafaat.aspx.
6. Uzi Eilam, Keshet Eilam (Tel Aviv: Miskal, Yedioth Aharonoth, Chemed
Books, 2009),153-162.
7. Eilam, Keshet Eilam, 354-370.
8. En el Museo Patton de Fort Knox, Kentucky, alto templo de la fra-
ternidad del blindaje, la foto de Peled se exhibe junto a las de
Patton,Erwin Rommel, Creighton Abrams, Georgy Zhukov e Israel
Tal.
9. Eilam, Keshet Eilam,374-378.

DESARROLLO A ALTA VELOCIDAD

1.La financiación del proyecto dependía de la ayuda estadounidense.


John F. Golan, Lavi:The United States,Israel,and a Con-troversial
Fighter Jet (Lincoln: University of Nebraska Press, Poto-mac
Books, 2016).
2. Uzi Eilam, Keshet Eilam(Tel Aviv: Miskal, Yedioth Aharonoth, Chemed
Books,2009),371.
3. Shlomo Erell, Lefanekha hayam (Tel Aviv: Ministerio de
Defensa,1998),217-218.
4. Ben-Nun (1924-1994)fue el fundador de los comandos de hombres
rana de Israel. El 22 de octubre de 1948 condujo una lancha
explosiva que hundió el balandro El Amir Farouq, de 1400
toneladas, buque insignia de la Marina egipcia, saltando justo a
tiempo. En 1956, como comandante de un destructor-escolta,
capturó un des-tructor egipcio. Retirado en 1966, combatió en
1967 en los Altos del Golán como voluntario. Se le conmemora con
el Fundación Yohai Ben-Nun para la Investigación Marina y de Agua
Dulce.
5. Luciano Garibaldi y Gaspare Di Sclafani, L'incredibile vicendadi
Fiorenzo Capriotti eroe della Decima ed eroe di Israele,en Cosi
affondammo la Valiant, 1.a ed. (Turín: Edizioni Lindau, 2010).
6. Mike Eldar, Shayetet 13:Sipuro shel hakomando hayami (Tel
Aviv:Ma'ariv Book Guild, 1993), 109-162.
7. Avner Shur,Aviram Halevi y Tal Bashan, Ha'esh vehademama:Sipuro
shel Yohai Bin-Nun, meyased shayetet 13 (Ben Shemen,Israel:
Keter Press 2017), 218.
8. Descripción del barco Jaguar, originalmente con casco de madera,de
los astilleros Lürssen de Bremen:Shlomo Erell, Lefanekha hayam
(Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 1998),217.
9. Shur, Halevi, y Bashan, Ha'esh vehademama, 221,225.
10. Uno era el actual jefe de la inteligencia naval alemana Otto Kretz-
mer, ganador de la Cruz de Hierro; otro era el profesor Gabler,
planificador de submarinos en tiempos de guerra. Haim Shahal,
ingeniero jefe del proyecto, creía que un colega alemán había
estado en las SS.
11. Es decir, relaciones diplomáticas plenas. El primer ministro de Israel
David Ben-Gurin y el canciller Konrad Adenauer de la República
Federal de Alemania (RFA) habían firmado un Acuerdo de
Reparaciones en 1952; en virtud de un acuerdo secreto de 1960,
la RFA aceptó proporcionar armas por valor de 60 millones de
dólares, incluidos 12 millones para lanchas torpederas.
12.Shur,Halevi y Bashan,Ha'esh vehademama,226.
13. Shur,Halevi y Bashan, Ha'esh vehademama,226-227.
14. Fue sincero en cuanto a los motivos franceses: «M. Maurice Schu-
mann: Notre politique a abouti au regain de notre influence dans
le monde arabe», Le Monde, 14 de enero de 1970.
15. Véase Mike Eldar, Ha'oyev vehayam (Tel Aviv: Ministerio de
Defensa, 1991), 170-182; Moshe Imbar, Shayetet 3: Sfinot hatilim
beheyl hayam (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 2005), 32-33.
16. Shlomo Erell,Lefanekha hayam (Tel Aviv:Ministerio de
Defensa,1998), 312-313;Imbar,Shayetet 3,36-37;Eldar,Ha'oyev
vehayam,191-199.
17. Uzi Rubin,«Israel's Air and Missile Defense During the 2014 Gaza
War»,BESA Center for Strategic Studies, Mideast Security and
Policy Studies n.° 111, febrero de 2015,18.
18. Ulrike Putz, «Turno de cementerio para la Yihad Islámica: Una visita
a una fábrica de cohetes de Gaza», Spiegel Online Interna-tional,
29 de enero de
2008,http://www.spiegel.de/international/world/graveyard-shift-
for-islamic-jihad-a-visit-to-a-gaza-rocket-factory-a-531578.html.
19. Theodore A. Postol («An Explanation of the Evidence of Weaknes-
ses in the Iron Dome Defense System»,MIT Technology Review,15
de julio de 2014) citó las reclamaciones de daños de los seguros
para describir el sistema como ineficaz porque las ojivas de cohe-
tes separadas seguían detonando. Es decir, la Cúpula de Hierro no
pudo anular el ataque, pero desplazó los daños para salvar vidas y
propiedades, aunque las ojivas separadas explotaran.
20. Michael Gilmore, director de Pruebas y Evaluación Operativa del
Departamento de Defensa de Estados Unidos, citado en Bill Sweet-
man,«Not Combat Ready», Aviation Week and Space
Technology,15 de febrero de 2016,34.
21.Carmel Liberman, «Mefaked heyl ha'avir: Anahnu harishonim
lehishtamesh ba-F35 bemivtsa hetkefi», Bamachane' Journal, 22
de mayo de 2018.
22. Desde el principio, los radares aéreos de apertura sintética podrían
revelar el contorno de cualquier avión furtivo que se encuentre
bajo ellos porque sus fuselajes ocluyen el terreno detectado de
otro modo.
23. Véase Reuven Pedatzur, «Ma kara lekipat barzel», Ha'aretz, 28 de
agosto de 2013, disponible en
https://www.haaretz.co.il/opinions/.premium-1.2107807.
24. Avi Kober,«Cúpula de Hierro: Se ha justificado la euforia?», BESA
Center Perspectives Paper n.° 199, 25 de febrero de 2013.
25. BG (Res.) Dr. Danny Gold sirvió en las fuerzas aéreas y, después,en
el Departamento de Desarrollo de Armamento.Tras desarrollar el
sistema Cúpula de Hierro, se retiró como general de brigada y se
convirtió en jefe de MaFat.
26. BBC News, Preguntas y respuestas: Conflicto de Gaza, 18 de enero
de 2009,http://news.bbc.co.uk/2/hi/middle_east/7818022.stm.
27. Uzi Rubin,«Kosher histagluta shel ma'arekhet habitahon beyis-rael
leshinuyim mahap'khani'im basviva ha'estrategit: Hahagana
ha'aktivit kemikreh bohan» (tesis doctoral, Universidad Bar-
Ilan,2018),161-172.
28. «Mesirut, tsiyonut vekhama halakim mi-Toys R Us: Re'ayon im
hatsevet hamovil shel kipat barzel shekol haverav bogrei hatekh-
niyon, al sod hahatslaha shel haproyekt», The Expert News,9 de
julio de
2014,http://tracks.roojoom.com/r/12638#/trek?page=1;véase
también Ilan Kfir y Danny Dor, Kipat barzel veha'anashim she'asu
et habilti ye'uman (Or-Yehudah,Israel: Kineret Zmura-Bi-
tan,2014),130.
29. «Hahmtzot shel Yisrael», Ynet, 15 de abril de 2018,
https://www.ynet.co.il/articles/0,7340,L-
5227361,00.html#autoplay.
30. BG (Ret.) Dr. Uzi Rubin, entrevista, Tel Aviv, 9 de mayo de
2016.Fundó y dirigió la organización israelí de defensa antimisiles,
Min-helet Chuma (1991-1999), supervisando el sistema de defensa
anti-misiles Arrow, por el que recibió el Premio Israel de Defensa
en 1996.Todas las entrevistas del libro fueron realizadas por Eitan
Shamir.
31. En realidad, la FAI nunca aprobó el sistema. Uzi Rubin, «Iron Dome
Versus Grad Rockets Dress Rehearsal for an All-Out War»,BESA
Perspectives Papers n.° 173, 3 de julio de 2012, https://bes-
acenter.org/perspectives-papers/iron-dome-vs-grad-rocketsa-ves-
tir-ensayo-para-una-guerra-de-todos/.
32. A., desarrollador principal de la Cúpula de Hierro en MaFat, entre-
vista, Tel Aviv, 15 de junio de 2016.
33. Uzi Rubin,entrevista.
34. Desarrollador senior en MaFat, correspondencia personal por
correo electrónico con los autores, 15 de agosto de 2016.
35. Avigdor Zonnenshain y Shuki Stauber,Mehakonkord lekipat
barzel:Nihul ma'arakhot tekhnologiyot bame'ah ha-21
(Haifa,Israel:The Technion Institute for Research& Development,
2014), 92-94.
36. Zonnenshain y Stauber, Mehakonkord lekipat barzel, 89.
37. Zonnenshain y Stauber, Mehakonkord lekipat barzel, 95-96.
38. 《Mesirut,tsiyonut vekhama halakim»,124,125.
39. Kfir y Dor, Kipat barzel, 126,143.
40.«Mesirut,tsiyonut vekhama halakim».
41. Zonnenshain y Stauber,Mehakonkord lekipat barzel,97.
42. Zonnenshain y Stauber,Mehakonkord lekipat barzel,97-99.
43. Israel bajo fuego, página web de las FDI,https://www.idf.il/en/arti-
cles/defense-and-security/israel-under-fire/.
44. Duah mevaker hamedina, Mukhanut lizman herum-tahalikh kaba-
lat hahahlatot lefitu'ah ul'hitstaydut bema'arakhot lehagana
aktivit keneged raketot karka-karka (RKK); duah shanti 51alef 2009
[Prepa-ración para emergencias, Informe anual n.° 51A 2009, El
Contralor del Estado y Defensor del Pueblo de
Israel],85,https://www.mevaker.gov.il/he/Reports/Report_335/R
eportFiles/fullreport2.pdf.
45. Duah mevaker hamedina,Mukhanut lizman herum,93.
46. Edward Luttwak conoció a Burke cuando inspiró un grupo de
reflexión entonces innovador cuyo nombre es mejor dejar en el
anonimato.
47. Había serias imperfecciones: la ojiva W-47 de Teller tenía un meca-
nismo de disparo poco fiable y el misil A2 iba con retraso. Pero
Burke y Raborn no fueron despedidos. En su lugar, dirigieron los
esfuerzos correctores, de modo que a finales de 1961 la versión
A2estaba lista, y el W-47 fue modificado con éxito.
48. Judah Hari Gross, «US Army Receives 1st of 2 Iron Dome Batte-
ries,but Future Unclear», Times of Israel,30 de septiembre de
2020.Durante la operación Borde Protector, los interceptores
Cúpula de Hierro ejecutaron 735 intercepciones con éxito: Ben
Hartman,«50Days of Israel's Gaza Operation,"Protective Edge" by
the Num-bers», Jerusalem Post, 28 de agosto de 2014.

LAS MUJERES DE LAS FDI COMO INNOVADORAS

1. Noruega le siguió en 2015, pero sólo una sexta parte de la cohorte


de edad se alista realmente. Véase Coronel Ode Inge Botillen, «El
ser-vicio militar obligatorio universal en Noruega», Fuerzas
Armadas noruegas, Defense Staf
Norway,https://www.defmin.fi/files/3825/BOTILLE 2017-06-
12_Conscripción_Universal_en_Noruega.pdf.
2. Un ejemplo entre muchos es la pieza central del «Asedio al castillo
de Eger» de Béla Vizkelety.
3. El primer instructor de armaduras fue Racheli Bar-Ziv. Véase Shaul
Nagr,«Mahzor rishon shel madrikhot shiryon», Shiryon 37 (marzo
de 2011):62-64.
4. Avishai Katz,Hayalei shokolad (Tel Aviv: Carmel Press, 2011).
5. Un voluntario entrenado para servir como instructor de artillería de
tanques tras graduarse en un reputado instituto y una univer-sidad
de EE. UU. declaró que las técnicas de entrenamiento de las FDI
eran «totalmente más efectivas, de una dimensión
diferente».Conversación personal con uno de los autores.
6. Yael Luttwak,antigua instructora de artillería de tanques, Cuerpo
Blindado de las FDI, entrevista,Tel Aviv,2016.
7. Hay algunos suboficiales de carrera en las FDI con responsabilida-des
administrativas y de mantenimiento, pero las FDI tienen que
confiar sobre todo en sus jóvenes reclutas.
8. Aryeh Hashavya, Tsahal beheylo: Heyl hashiryon (Tel Aviv: Revi-vim
Press, 1981),196.
9. Or Heler, «Arayot hayarden: Tsahal yakim g'dud hadash
babika»,Hadshot 13, 14 de noviembre de 2014.
10. Chen Kutz Bar, «Na lehakir:Elinor Joseph, lohemet arviya betsa-
hal», NRG Online, 6 de febrero de 2010,
https://www.makorrishon.co.il/nrg/online/1/ART2/050/556.html.

DOCTRINA MILITAR E INNOVACIÓN


1.Acrónimo de Mifleget Poalei Eretz Israel, «Partido de los Trabaja-
dores de la Tierra de Israel». Dominó la política, las políticas y las
instituciones judías anteriores a la independencia, incluidos los
sindicatos, las cooperativas y la mayoría de los asentamientos
colectivos, y fue el partido gobernante de Israel desde la
independencia hasta 1977.
2. Achdut Haavoda, «Unidad Obrera», se fusionó con el marxista-
sionista y prosoviético Mapam en 1948.
3.También conocido como ETZEL, acrónimo de Irgún Tzvayi Leumi,《
Organización Militar Nacional».
4. Por el contrario, cuando a Yasir Arafat se le dio el control de un
miniestado palestino, se negó a disolver la milicia de su propio partido.
Las milicias de los otros partidos persistieron y nunca surgió un ejército
unificado. Las organizaciones oficiales de seguridad de la Autoridad
Palestina están todas controladas por el partido Fatah hasta el día de
hoy.
5. Edward N. Luttwak y Daniel Horowitz,El ejército israeli (Londres:
Allen Lane,1975),74.
6. Eitan Shamir, Transforming Command: The Pursuit of Mission
Command in the US, British and Israeli Armies (Stanford, CA:
Stanford University Press, 2011), 84-85.
7. Durante la operación Najshon y los posteriores combates en Latrun,
unos veinticinco combatientes menores de dieciocho años
murieron en combate.
8. En 1921, Sadeh estaba al mando de la incipiente milicia dela Haganah
en Jerusalén. En 1937, mientras era comandante de la Policía de
Asentamientos Judíos asalariada por los británicos, fundó las
FO'SH, Plugot Sadeh («Compañías de Campo»), la primera fuerza
debidamente entrenada de la Haganah. En 1941, fue uno de los
fudadores del Palmaj, dirigiéndolo hasta 1945, cuando fue elevado
a jefe de personal de la Haganah. En 1948 formó una brigada
blindada de las FDI con tres tanques.
9. Existen varias biografías de Wingate bastante contradictorias. Véase
Peter Mead, «Orde Wingate y los historiadores oficiales», Journal
of Contemporary History 14, n.°1 (enero de 1979):55-82. Se le
conmemora en el Instituto Wingate, el Centro Nacional de
Educación Física y Deporte de Israel, y en otros lugares de Israel.
10. Moshe Dayan, Avney derekh: Otobiografiya (Tel Aviv:Edanim
Publishers,1976),104.
11.Ezer Weizmann,Al kanfei nesharim (Tel Aviv: Ma'ariv, 1975),101.
12. Véase Yehuda Slutsky,Sefer toldot hahagana:Mehagana lema'avak
(Tel Aviv: Ma'arachot, 1959), 2:230-231.
13. Yigal Shefy,Sikat mem-mem: Hamahshava hatsva'it bakursim
lek'tsinim bahagana (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 1991), 32.
14. Yosef Avidar (1906-1995), nacido en Rusia, se unió a la Haganah a
los diecinueve años. Fue fundador del Instituto Ayalon (la fábrica
secreta de municiones de la Haganah),jefe del Cuerpo de Inten-
dencia en 1948-1949,comandante del Mando Norte y, después,
del Mando Central. Tras su jubilación, fue embajador en la URSS y,
más tarde, en Argentina.
15.Shefy,Sikat mem-mem,56-57.
16. Anita Shapira, Yigal Allon: Aviv heldo-biografiya (Tel Aviv: HaKib-
butz HaMeuchad, 2004),141.
17. Dori Pinkas,«Mekorot Hamtakal Bt'shal» (Tesis de maestría,
Universidad Bar-Ilan,2006),43.
18. Zehava Ostfeld, Tsava nolad (Tel Aviv: Ministerio de
Defensa,1994),560.
19.Mordechai Naor, Laskov (Jerusalén: Keter, 1988), 177-178.Haim
Laskov fue jefe de personal de las FDI de 1958 a 1961.
20. Isaac Rabin, Pinkas sherut (Tel Aviv:Sifriyat Ma'ariv, 1979), 1:94.
21. Aryeh J. S. Nusacher, Sweet Irony: The German Origins of Israel
Maneuver Warfare Doctrine (Tesis de maestría, Royal Military
College,Canadá,1996).
22. Eric Hammel, Seis días de junio: Cómo ganó Israel la guerra ára-be-
israeli de 1967 (Nueva York: Scribner, 1992), 24; Haim Bar
Lev,«Defusey lohamat shiryon: Beshuley hatimrun», Ma'arachot
130(agosto de 1960): 13-15, y Uri Ben Ari, «Nua nua! Sof».
Hama'avak al derekh hashiryon (Tel Aviv: Ma'arachot 1998),
50,102-104,114.
23. Martin L.Van Creveld, La espada yel olivo:A Critical History of the
Israeli Defense Forces (Nueva York: Public Afairs,1998),159.
24. BG Julian Thompson, «Prólogo», en Martin L. Van Creveld, Moshe
Dayan(Londres: Weidenfeld y Nicolson, 2004), 11.
25. La Decima Flottiglia Motoscafi Armati Siluranti, alias X MAS, la
primera unidad de hombres rana de combate del mundo.
26. No obstante, Shayetet 13 mantuvo contacto con Fiorenzo Capriotti
hasta su muerte en 2009. Mike Eldar,Shayetet 13: Sipuro shel hako-
mando hayami (Tel Aviv:Ma'ariv Book Guild,1993),138-152.Véase
también el propio Diario di un fascista alla corte di Gerusalemme
de Capriotti, publicado privadamente y distribuido por Alto Mare
Blu, disponible en https://www.altomareblu.com/diario-di-un-fas-
cista-alla-corte-di-gerusalemme-fiorenzo-capriotti/.
27. Motty Basuk, «Haramatkal Eisenkot metakhnen mahapekha beni-
hul taktsiv tsahal», The Marker, 16 de abril de 2015; Editorial, «Kol
ma sheratsitem lada'at al tarsh Gideon», IDF Online, 26 de julio de
2015.
28. A modo de ejemplo, en 2019 Edward Luttwak visitó un lugar de
entrenamiento de las FDI donde vio cómo había que resolver un
grave problema táctico, un proceso que requería mucho valor y
habilidad. Comunicó al oficial de escolta una solución de
modificación más segura basada en hardware. En poco tiempo, el
MG a cargo de la rama correspondiente acudió a su hotel, se firmó
un contrato de desarrollo conceptual en tres días y los trabajos de
ingeniería se pusieron en marcha en meses.

DEL TRIUNFO AL FRACASO EN EL AIRE, 1967 Y 1973

1. A 29 de octubre de 1956: dieciséis Gloster Meteors, veintidós Das-


sault Ouragan y dieciséis Dassault Mystère IVA. Yizthak
Shtigman,Me'atsmaut lekadesh:Heyl ha'avir bashanim 1949-1956
(Tel Aviv:The IAF History Branch, 1990), 322.
2. Una técnica sugerida por un accidente aéreo: un entrenador había
cortado cables de alta tensión, provocando un corte de
electricidad.Avigdor Shachan, Kanfei hanitsahon: Letoldot heyl
ha'avir vema-hal (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 1966), 236, 239;
Shtigman,Me'atsmaut lekadesh, 199-201.
3. La FAI recibió su primer avión de combate suministrado por Esta-dos
Unidos, el A-4 Skyhawks, en 1968.
4. Diez C-47 Skytrain/Dakotas y tres N-2501 IS Noratlas. Sobre el
Batallón 890 de la 35.a Brigada Paracaidista, véase Ehd Yonay,Air
Supremacy (Tl Aviv: Keter Publishing, 1999), 126-127;
Shtigman,Me'atsmaut lekadesh, 195-199, y Shachan, Kanfei
hanitsahon,236.
5. Yonay, La supremacía aérea, 184. La cifra total incluía 65 Mirage
IIICJ;35 Super Mystère B.2; 21 Vautour IIA/B/N;33 Mystère IVAy 51
Ouragan de primera generación. Véase también Ze'ev Lakhish y
Meir Amitai,ed.,Asor lo shaket: Prakim betoldot heyl ha'avir bas-
hanim 1956-1967 (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 1995), 436.
6.Merav Halprin y Aharon Lapidot,Halifat lahats (Tel
Aviv:MoD/Keter, 2000),43.
7. Egipto disponía de 299 cazabombarderos (102 MiG-21,28 MiG-19,96
MiG-17 y MiG-15,y 16 Sukhoi SU-7),57 bombarderos (30 Tu-16y 27
IL-28), 58 transportes (IL-14 y AN-12) y 37 helicópteros (Mi-6/4).
Siria tenía 61 MiG-21, 35 MiG-17 y MiG-15,2 bombarderos
IL-28,5 transportes IL-14 y 10 helicópteros Mi-6/Mi-4. Jordania
disponía de 24 cazas Hawker Hunter y 7 C-47, mientras que Irak
contaba con 32 MiG-21,30 MiG-17 y MiG-15,y 48 Hawker
Hunter,así como 11 IL-28 y 10 bombarderos Tu-16. Lakhish y
Amitai,Asor lo shaket,438-439.
8. En el Sinai: Al-Arish, Bir Gifgafa, Bir Tmade, Jabal Libni; en el canal de
Suez: Fayid, Kibrit,Abu-Swer; en el Delta: Inshas, El Cai-ro-Oeste,El
Cairo-Internacional, Beni Suef, Helwan, Mansoura;en zonas
alejadas: Al-Minya,Luxor, Guardaqa,Bilbays y Ras Banas.Danny
Shalom, Kera'am beyom bahir (Baavir: Aviation Publica-
tions,2002),221-462.
9. Las bases aéreas sirias estaban en Al-Dumayr, Damasco, Marj
Ruhayyil, Sayqal y Tiyas (también conocida como T4).
Shalom,Kera'am beyom bahir,473-518.
10. Yonay,La supremacía aérea,184.
11. Cuartel General de la FAI, 50 lemilhemet sheshet hayamim (Tel Aviv,
2017),235.
12. Teniente coronel Moti Havakuk, historiador jefe de las FAI, comu-
nicación por correo electrónico, 12 de mayo de 2018; Lakhish y
Amitai,Asor lo shaket, 68.
13.Lakhish y Amitai, Asor lo shaket, 68.
14. Fue identificado erróneamente de forma persistente incluso por
historiadores reputados como Durendal; véase, Michael B.Oren,Six
Days of War:June 1967 and the Making of the Modern Middle East
(Nueva York: Oxford University Press, 2002), 174.
15.BG(Ret.)Yeshayahu(《Shaike») Bareket, entrevista, Tel Aviv, 15 de
marzo de 2016.
16. Algunos de los principales aviones destruidos fueron 90 MiG-21,20
MiG-19,75 MiG-17, 30 bombarderos medios Tu-16, 27
bombarderos ligeros IL-28 y 12 cazabombarderos Sukhoi-7.
17. El autor Edward Luttwak fue uno de los beneficiados cuando en el
frente de la Alta Galilea se vio bajo fuego de artillería pero no vio
ningún avión hostil.
18. Se fabricaron localmente 61 fuselajes, al igual que los motores
SNEMCA Atar 9C, cortando el metal para imprimirlo; el 7 de
octubre de 1969, los suizos expulsaron al agregado militar israeli,
el coronel Zvi Alon, después de que Alfred Frauenknecht fuera
detenido el 23 de septiembre de 1969, acusado de haber robado
los planos del Atar 9C de la planta Sulzer de Winterthur.
19. En 1976 se creó otra escuela técnica de las fuerzas aéreas en Be'er
Sheva.
20. Cuartel General de la FAI, 50 lemilhemet sheshet hayamim,235.
21. Cuartel General de la FAI, 50 lemilhemet sheshet hayamim, 278.
22. Centro de Información Técnica de Defensa, informe técnico AFFDL-
TR-77-115 (diciembre de 1977),
http://www.dtic.mil/dtic/tr/fulltext/u2/c016682.pdf.
23. El mejor relato en inglés es Oren, Six Days of War,171.El primer misil
antiaéreo soviético, el S-25 Berkut, nunca se exportó.
24. Chris Hobson, Vietnam Air Losses, United States Air Force, Navy and
Marine Corps Fixed-Wing Aircraft Losses in Southeast Asia 1961-
1973 (Hinckley, Reino Unido:Midland Publishing,2001),270,271.
25. Cuatro aviones se perdieron en accidentes operativos. Cuartel
General de la FAI, 50 lemilhemet sheshet hayamim,281-286.
26. Edward N. Luttwak,Estrategia: The Logic of War and Peace (Cam-
bridge, MA: Harvard University Press, 2003), 238.
27. La inteligencia sobre los soviéticos incluía especialmente el discurso
secreto de desestalinización. Véase Matitiahu Mayzel, «La
inteligencia israelí y la filtración del “discurso secreto” de
Jruschov», Journal of Israeli History 32, n.° 2 (septiembre de 2013):
257-283.Sobre la operación Diamante (Mivtza Yahalom),véase Ian
Black y Benny Morris, Israel's Secret Wars: A History of Israel's
Intelligence Services (Nueva York: Grove Press, 2007), 206-209.
28. Jefrey T.Richelson, ed., «Area 51 Secret Aircraft and Soviet MIGs»,
Archivo de Seguridad Nacional, https://nsarchive.gwu.edu/brie-
fing-book/intelligence/2013-10-29/area-51-archivo-aviones-
secre-tos-soviéticos-migs.
29. Ésa fue también la experiencia de Edward Luttwak como asesor del
plan de ataque Instant Thunder del coronel J. Warden para Escudo
del Desierto, la preparación de 1990 que precedió al ataque de Tor-
menta del Desierto contra Irak, y después para el jefe del Estado
Mayor de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, el general Merrill A.
McPeak, durante Tormenta del Desierto: la comunidad de
inteligencia sólo ofrecía generalidades, mientras que los
planificadores necesitaban puntos de mira exactos. Varios
aviadores hicieron el trabajo improvisando; por ejemplo,
entrevistando a los contratistas extranjeros que construyeron los
refugios de los aviones iraquíes.
30. Yeshayahu («Shaike») Bareket fue piloto de caza de la FAI, instruc-
tor de la escuela de vuelo, jefe de escuadrón y jefe de inteligencia
de la fuerza aérea, y llegaría a ser agregado adjunto de las FDI en
Washington, D.C., en agosto de 1973. Véase Yonay, Air
Supremacy,188,y Liat Bloombergery Tali Ben-Yosef,«2 tayasot,50
shana»,IAF Magazine,n.°166(2005).
31.Yeshayahu Bareket, entrevista, 20 de mayo de 2016, Tel Aviv.
32. No había redundancia en el número de pilotos frente al de aviones;
por lo tanto, casi todos los pilotos tenían que volar una segunda
salida; algunos, una tercera. Moti Havakuk, historiador jefe de las
FAI, correspondencia por correo electrónico, 27 de marzo de 2018.
33. Aviem Sella, entrevista, Herzliya, Israel, 6 de agosto de 2016. Su
brillante carrera en las fuerzas aéreas se vio interrumpida por su
implicación accidental en el caso de espionaje Pollard.
34. David Ivry,«Keytsad hishmadnu et ma'arakh hataka bemilhemet
shlom hagalil» (Instituto Fisher para el Estudio de la Estrategia, el
Aire y el Espacio, Publicación n.°36,s.f.),9.
35. 2K12 Kub; nombre de información de la OTAN: SA-6 Gainful.
36. Martin Van Creveld, La era de la potencia aérea (Nueva York:Public
Afairs,2011),230.
37. En una visita a Checoslovaquia en 1991, Aviem Sella (comandante
del Heyl Avir en 1982) conoció a un general checo que había
servido en Moscú en 1982. Relató que la guerra aérea del Líbano
enseñó a sus homólogos soviéticos que la tecnología occidental
era superior. Rebecca Grant, «La guerra del valle del Bekaa»,Air
Force Maga-zine 85 (junio de 2002): 58-62; Lior Schlein y Noam
Ophir,«Shisha yamim»,IAF Magazine 145 (junio de 2002).
38. Ivry,«Keytsad hishmadnu»,230.
39. Meir Finkel,«Pituah hama'aneh letiley hakarka-avir uletkifat sdot
te'ufa mimilhemet hahatasha lemilhemet yom hakippurim»,Yes-
odot 3 (2021):30.
40.David Ivry,«Hashmadat ma'arakh hataka bemilhemet shlom haga-
lil»,Maarchot 413 (2007): 71; Van Creveld, Age of Airpower, 229.
41.Danny Shalom,Ruah refa'im me'al kahir:Heyl ha'avir bemilhemet
hahatasha 1967-1970(Rishon-LeZion,Israel:Ba'avir Aviation and
Space Publishing), 1:98-101.42. Shalom, Ruah refa'im me'al kahir,
1:411-412,415-420.
43.Arie Avneri,Ha'mahalumah (Tel Aviv: Revivim y Yediot Aharo-
not,1983),18-27.
44. Avinoam Miseznivkov,《Hapalat Piper 033》,Sky-High.co.il,11 de
enero de 2021,https://sky-
high.co.il/2021/01/11/%d7%94%d7%a4%-d7%9c%d7%aa-
%d7%a4%d7%99%d7%99%d7%a4%d7%a8-033/;Ze'ev
Schif,Knafayim me'al Suez (Haifa: Ed. Shikmona,1970),184.
45.Danny Shalom, Ruah refa'im me'al kahir (Rishon-
LeZion,Israel:Ba'avir Aviation and Space Publishing, 2007), 2:1126.
46.Schif,Knafayim me'al Suez, 49-51.
47. Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 1: 567, 570.
48. «Gallo 53»: a las 21:00 horas del 26 de diciembre, los A-4 Skyhawks
y los F-4 Phantoms atacaron a las fuerzas terrestres egipcias para
enmascarar el ruido de tres helicópteros SA 321 Super Frelon que
transportaban una fuerza de paracaidistas Nahal y comandos Saye-
ret Matkal que aterrizaron muy cerca de la instalación del radar.A
las 02:00 horas del 27 de diciembre, los componentes del radar
habían sido desmontados para su devolución por dos CH-53.
49. Dima Adamsky, Mivtsa Kavkaz (Tel Aviv: Ma'arachot, 2006); Isa-bell
Ginor y Gideon Remez, The Soviet-Israeli War 1967-1973:The
USSR's Military Intervention in the Egyptian-Israeli Conflict(Nueva
York:Oxford University Press, 2017).
50.Para evitar que se repitiera, no se apuntó a más edificios, sólo a los
emplazamientos de SAM en los alrededores de El Cairo.
51.Danny Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 2: 853-854.
52. Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 1:546.
53. Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 1:551.
54. Shalom,Ruah refa'im me'al kahir, 2;855.
55.Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 2: 859-860.
56.Shalom,Ruah refa'im me'al kahir, 1;224-227.
57.Shalom,Ruah refa'im me'al kahir,2:944,953,980-984.
58.Shalom,Ruah refa'im me'al kahir, 2:970.
59.Shalom,Ruah refa'im me'al kahir, 2:1002.
60. Shalom, Ruah refa'im me'al kahir, 2: 999; Yoav
Gelber,Hahatasha:Hamilhama shenish'k'ha (Modiin: Zmora Bitan,
Dvir,2017),461.
61.Shalom,Ruah refa'im me'al kahir, 2:1111.62. Shmuel Gordon,
Shloshim sha'ot beoktober (Tel Aviv: Ma'ariv Books, 2008),154-155.
63.Gordon,Shloshim sha'ot beoktober,267.
64. Shimon Golan, Milhama beyom hakippurim: Kabalat hahahlatot
bapikud ha'elyon bemilhemet yom hakippurim (Moshav Ben-She-
men, Israel: Editorial Modan y Ministerio de Defensa, 2013),
374,375,378-379.
65.Golan,Milhama beyom hakippurim,300.
66. Gordon, Shloshim sha'ot beoktober, 316.
67. Gordon, Shloshim sha'ot beoktober, 345.
68. Gordon, Shloshim sha'ot beoktober, 342.
69.La experiencia de Estados Unidos en guerras recientes ha sido que
su superior potencia aérea se vio superada por enemigos que
adoptaron modos de acción poco contrastados: en Afganistán o
Irak los enemigos no se revelaron hasta que atacaron, o ni siquiera
entonces cuando utilizaron artefactos explosivos detonados a
distancia. En el caso de Israel, esa etapa no se produjo hasta
después de su guerra del Líbano de 1982.
70. Elchanan Oren, Toldot milhemet yom hakippurim, volumen 2 (Tel
Aviv: Departamento de Historia de las FDI, 2004), Sección Mapas,
mapa 41.
71. Oren, Toldot, 2:529-530.
72. Oren, Toldot, 1:531.
73. Oren, Toldot, 2:6.

POTENCIA AÉREA RESTAURADA CON UN SALTO TECNOLÓGICO

1. Arie Avneri, Ha'mahalumah (Tel Aviv: Revivim y Yediot Aharo-not,


1983),18.
2. Eitan Shamir entrevista con BG (Ret.)Fuerza Aérea Israelí, Aviem
Sella,Herzliya, Israel, 6 de agosto de 2016.
3. Shmuel Gordon,Shloshim sha'ot be'oktober (Tel Aviv: Ma'ariv
Books,2008),426.
4.Gil Shani,《Yored mahashamayim》,IAF Magazine Online, 25 de
octubre de 2004,http://www.iaf.org.il/1424-22879-he/IAF.aspx.5.
Gordon,Shloshim sha'ot be'oktober, 428-431.
6. El UAV MQM-105 Aquila ya había demostrado capacidades útiles
cuando fue suspendido en septiembre de 1985 porque no cum-
plía 21 de las 149 especificaciones de rendimiento; muchas de
ellas,necesariamente triviales: una forma nada infrecuente de
dete-ner una macroinnovación que (por definición) carece de
usuarios actuales que la defiendan.
7. Un Firebee despojado (Shadmit en la FAI) fue utilizado como dron
objetivo por las unidades de defensa aérea.
8. 《Hatelem hegiu letayeset hactbamio»,
FAI,http://www.iaf.org.il/3626-4953-he/IAF.aspx.
9.Demasiado modesto para algunos; Abraham Karem,licenciado en
el Technion, emigró a Estados Unidos para convertirse en el «padre
de los aviones no tripulados» con el diseño ganador del Predator a
través primero de su Albatross y después del Amber, experimen-
tando la bancarrota antes del renacimiento de su empresa como
adquisición de General Atomics.
10.Dobster continuó en el IAI, desarrollando UAV para Estados Unidos
(Pioneer y Hunter), el señuelo armado Harpy, amplia-mente
exportado, y otros UAV. Eyal Birnberg,«Kesher ayin»,
FAI,http://iaf.co.il/Shared/Library/Controller.aspx?lang=HE&docI-
D=18389&docfolderID=1102&lobbyID=50.
11. Shani,«Yored mahashamayim».
12. Shani,«Yored mahashamayim».
13. 《Tayeset hamalatim harishona», FAI, http://www.iaf.org.il/4968-
33518-he/IAF.aspx http://www.iaf.org.il/4968-33518-he/IAF.aspx.
14. 9K33 Osa o Romb; nombre de notificación de la OTAN SA-8 Gecko.
15. David Eshel, «New Tactics Yield Solid Victory in Gaza»,Aviation
Week & Space Technology, 11 de mayo de 2009.
16.David A. Fulghum y Robert Wall,«Israel Starts Reexamining Mili-tary
Missions and Technology», Aviation Week & Space Techno-logy, 20
de agosto de 2006, disponible en
https://web.archive.org/web/20061218215607/http://www.aviat
ionnow.com/avnow/news/channel
awst_story.jsp?id=news%2Faw082106p2.xml;«Israel coloca
drones de combate contra lanzamisiles en Gaza», World
Tribune,8de mayo de 2007, en
http://www.worldtribune.com/worldtribune/07/front2454229.23
8888889.html.17. Amnon Barzilay,«Ta'asiyat avirit pit'ha matos
lelo tayas lehashma-dat tilim balisti'im», Globes, 6 de agosto de
2006.
18. Aviel Magnezi y Yoav Zaitun,«Al kanaf hamalat shehitparka ba'avir
hutkan rekhiv hadash»,Ynet,29 de enero de 2012,
http://www.ynet.co.il/articles/0,7340,L-4182254,00.html.
19. «Katbam hadash leheyl ha'avir: ha'kokhav' hamivtsa'I», FAI, 10 de
noviembre de 2015,http://www.iaf.org.il/4427-45608-
he/IAF.aspx.
20. Sobre los señuelos planeadores, véase Meir Finkel,«Binyan hako'ah
lemivtsa “artsav 19” (1973-1982)», IDF Journal Bein Ha'Ktavim,n.°
20-21 (2021):105; y Martin Van Creveld, The Age of Airpower
(Nueva York: Public Afairs, 2011),230.
21. Gordon, Shloshim sha'ot be'oktober, 427.
22.Finkel,«Binyan hako'ah»,106-109.
23. David Ivry,«Hashmadat ma'arakh hataka bemilhemet shlom haga-
lil», Maarchot 413 (2007):71.
24. Gordon, Shloshim sha'ot be'oktober,428.
25.Finkel,«Binyan hako'ah»,106-109.
26. Finkel, «Binyan hako'ah»,110-111.
27. Gordon, Shloshim sha'ot be'oktober,282.
28. Eitan Shamir entrevista con BG (Ret.) FAI,Aviem
Sella,Herzliya,Israel,6 de agosto de 2016.
29. Gordon, Shloshim sha'ot be'oktober, 91-92.
30.Finkel, «Binyan hako'ah»,94.
31. Ivry,«Hashmadat ma'arakh hataka», 70.
32. Finkel,«Binyan hako'ah»,94.
33. Ivry,«Destruir el conjunto SAM sirio», 69.
34. Eitan Shamir entrevista con BG(Ret.) FAI, Aviem Sella,
Herzliya,Israel, 6 de agosto de 2016.
35. Gordon, Shloshim sha'ot be'oktober, 458; Ivry, «Hashmadat
ma'arakh hataka»,70.
36. Sella, entrevista con los autores.
37. Ivry,«Hashmadat ma'arakh hataka», 71; Van Creveld, Age of Air-
power,230.
38. Uri Milstein,«Efekt ha'artsav:Kakh hishmida yisrael et tiliey hasu-
rim ve'et hadoktrina hasoviyetit», Ma'ariv, 4 de junio de 2016.39.
Michael Bar Zohar y Nissim Mishal, Ninguna misión es imposible
(Nueva York: HarperCollins, 2015), 201.
40.Finkel,«Binyan hako'ah»,109.
41.Avneri,Ha'mahalumah, 60-61.
42.Finkel,«Binyan hako'ah»,98.
43.Finkel,«Binyan hako'ah»,101.
44. Un año antes, el 7 de junio de 1981, Sella era jefe de operaciones
cuando la FAI destruyó el reactor nuclear iraquí de Osirak en la
operación Opera.
45.Finkel,«Binyan hako'ah»,112-113.
46. Kraus y los tres miembros de su equipo, Amnon Yoge,Izhak Ben
Israel y Zvi Lapidot, fueron galardonados con el prestigioso Premio
de Defensa de Israel.
UNIDADES DE ÉLITE
1. Boaz Zalmanovitz, «Hakamat kohot meyuhadim belohama
nemukhat atsimut», Ma'arachot,n.°369 (febrero de 2000): 32-35.
2. Para un estudio práctico de la geografía militar de Israel, véase Yigal
Allon, Masakh shel hol (Tel Aviv: Hakibutz Hameuchad,1959),52-
82.
3. Shimon Peres, Hashalav haba (Tel Aviv: Am Hasefer, 1965),9-15.
4. Yehuda Wallach, ed., Atlas Carta letoldot medinat yisrael-shanim
rishonot 1940-1948 (Jerusalén: Carta, 1978),113.
5. Ze'ev Drory, La polítca de represalias de Israel, 1953-1956: La diná-
mica de las represalias militares (Londres: Frank Cass, 2005),65.
6. Drory, La política de represalias de Israel.
7. Shimon Golan, Frontera caliente-Guerra fría (Tel Aviv: editorial
Ma'arachot, 2008), 308.
8. Drory, La política de represalias de Israe1,96-101.
9. Moshe Dayan, Avney derekh (Tel Aviv: Idanim & Dvir 1976), 159.
10. Las FDI contaban con una «unidad de minorías» de voluntarios
drusos y circasianos. Pero, en 1956, los dirigentes drusos optaron
por el reclutamiento masculino en pie de igualdad con los judíos.11.
Un segundo intento de atacar la aldea los días 28 y 29 de enero tam-
bién fracasó;véase Drory,La política de represalias de Israel, 101.
12. Drory, La política de represalias de Israel, 100.
13. Michael Bar Zohar y Eitan Haver,Sefer hatsanhanim(Tel
Aviv:A'Levin-Epstein Publishers, 1969), 60.
14. Citado en Shabtai Teveth,Moshe Dayan:Biografia (Moshe
Dayan:una biografia) (Tel Aviv: Shocken, 1971), 384.
15. En 1951, el 62,1 % de los reclutas eran inmigrantes posteriores a
1948. Drory, La politica de represalias de Israe,85.
16.Bar Zohar y Haver,Sefer hatsanhanim,63.
17.Dayan había intentado establecer una unidad especial en
1952cuando era jefe del Mando Sur, Sayeret 30, que no funcionó
bien y pronto fue disuelta. Uri Mistein,Milhmot hatsanhanim (Tel
Aviv:Ramdor, 1968), 13.
1. Ariel Sharon fue posteriormente comandante de la Brigada Para-
caidista y jefe del Mando Sur antes de retirarse en julio de
1973.Llamado de nuevo al servicio en octubre de ese mismo
año,comandó la 143.a División Blindada que cruzó el canal de
Suez.Ministro de Defensa durante la guerra del Líbano de
1982,más tarde fue primer ministro.
2. Teveth,Moshe Dayan,366.
3. Sobrela Unidad 101:La 101 fue la unidad guerrillera de Charles Orde
Wingate durante su campaña etíope. Simon Anglim, Orde Wingate
and the British Army: 1922-1944 (Londres: Routledge, 2015),124.
4.Benny Morris, Milhmot hagvul shel yisrael 1949-1956 (Tel Aviv:Am
Oved/Biblioteca Afikim,1996),411-413.
5. Mivtza Shoshana debe su nombre a Shoshana Kanias, asesinada
junto con su hermano y su madre dos días antes, el 12 de octu-bre
de 1953.Efraim Lapid, «Ha'shoshana'shema'adifim
lishko'ah»,IsraelDefense, 14 de octubre de
2014,https://www.israel
defense.co.il/content/%D7%94%D7%A9%D7%95%D7%A9%D7%A
0%-D7%94-%D7%A9%D7%9E%D7%A2%D7%93%D7%99%-
D7%A4%D7%99%D7%9D-%D7%9C%D7%A9%D7%9B%-
D7%95%D7%97-%E2%80%93-%D7%A4%D7%A2%D7%95%D7%-
9C%D7%AA-%D7%A7%D7%99%D7%91%D7%99%D7%94
6. Dayan, Avney derekh, 115.
7. Morris,Las guerras fronterizas de Israel, 291 y 448.
8. El futuro general Mordechai Gur publicó un relato de sus días como
joven capitán en La Compañía D: La historia de una compa-nía de
paracaidistas (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 1977).
9. El 7 de abril de 1954, contra Husan; el 9 de mayo, en Khirbet Ilin;el
27 de mayo, en Khirbet Jimba, el 28 dejunio, en Azzoun; el 1 de
agosto,cerca de Yenín; el 13 de agosto, en Shiekh Madhkur (todos
en Jordania); el 3 de abril de 1954, cerca de Gaza, y el 15 de
agosto,en Bi res Saka (en la Franja de Gaza).
10. Véase Milstein, Milhmot hatsanhanim; Arie Avnery, Pshitot hatag-
mul(Tel Aviv: Sifriat Hamachon, 1966), y Bar Zohar y Haver,Sefer
hatsanhanim.
11. Operación Ojo por ojo, el 10 de julio de 1954, contra un fuerte egip-
cio en Gaza.
12.Bar-Zohar y Haver,Sefer hatsanhanim,89-90.
13. En junio de 1982, los MG A. Ben-Gal y Uri Simchoni, el BG Yossi Ben
Hanan y el mayor Meir Dagan (futuro jefe del Mossad), junto con
Edward Luttwak y dos sargentos, se dirigieron hacia el norte,a
Biblos (Jbeil), cincuenta kilómetros más allá de las líneas israelíes
en Líbano, y luego otros treinta kilómetros hacia el este sólo para
observar, poniéndose a tiro de pistola de las tropas sirias.
14. Yotam Amitai y Tamar Barash, «Yehidot meyuhadot betsahal
ba'avar uvahoveh: Nitu'ah metahim tsavi'im-hevrati'im»,
Ma'arachot n.°411 (febrero de 2007): 15-22.
15. Ilan Kfir y Ben Kaspit, Ehud Barak: Hayal mispar 1 (Tel Aviv:Alpaha
Tikshoret,1998),39-47,147-152,246.
16. «Hativat hakomando shel tsahal yotset laderekh», Mako, 27 de
diciembre de 2015, https://www.mako.co.il/news-military/securi-
ty-q42015/Article-42880b14824e 151004.htm
17. Keren Hellerman,«Ma meyuhad bayehidot hameyuhadot»,Entre
arenas 3 (2007):21-29.
18. Idan Soncino,«Esh mitahat la'adama: Kakh yehidot haHIR mitam-
not belohama tat-karka'it», Mako, 7 de julio de 2012,
https://www.mako.co.il/pzm-magazine/Article-
a7f54fldbb49831006.htm.
19. Amos Harel y Gili Cohen, «Bli tokhniyot, imunim vetsiyd: Kakh
hitmoded tsahal im haminharot», Ha'aretz, 17 de octubre de 2014.
20. Yoav Limor, 《Anshey harefa'im», Israel Today, 20 de agosto de
2020.
21. Arnon Schwartzman, «Shinuy be'itur halohamim leyehidat tsahal
hehadasha: “He kan kedey lehisha'er"», Mako, 5 de mayo de
2021,disponible en https://www.mako.co.il/pzm-soldiers/Arti-cle-
64cc39064bb2971027.htm.
22. Tal Ram Lev,«Rahfan lekhol mem-mem vehafalat esh mehira
yoter:Kakh year'eh he'atid shel kohot hayabasha», Ma'ariv
Online,18 de marzo de
2021,https://www.maariv.co.il/news/military/Arti-cle-828550.
EMPRESARIOS MILITARES Y FUERZAS ESPECIALES

1. Judy Baumel,«Tzava'ato shel Uri Ilan», Iyunim Be'Tkumot Israel


15(2005):209-238,https://in.bgu.ac.il/bgi/iyunim/15/judy.pdf.
2. Lior Brichta y Eyal Ben-Ari, «Emprendimiento organizativo y fuer-zas
especiales: The First Israeli Helicopter Squadron and the General
Staf Reconnaissance Unit (Sayeret Matkal)», en Special Operations
Forces in the 21st Century: Perspectivas desde las ciencias
sociales,Jessica ed. Glicken Turnley, Kobi Michael y Eyal Ben-Ari
(Abing-don, Reino Unido: Rotledge, Cass Military Studies, 2017),
213-214.
3. Avner Shor, Hotseh gvulot:Sayeret matkal umeyasda Avraham Arnan
(Modi'in, Israel: Editorial Kineret Zamor Bitan Dvir, 2008), 76-77.
4. Shor, Hotseh gvulot, 90-92. Véase también Amnon Jackont, Meir
Amit:Ha'ish vehamosad (Tel Aviv: Editorial Yediot Books, 2012),94.
5. Lior Brichta, Razi Efron y Pinhas Yehezkeally, Yehidat 101: Ee al saf
haka'os (Be'er Sheva:DNA T. E.C.I., 2012).
6. Shor, Hotseh gvulot, 97-101.
7. Brichta,Efron y Yehezkeally, Yehidat 101,22-23;Shor,Hotseh
gvulot,102-103.
8. Shor,Hotseh gvulot,106-107.
9. Shor,Hotseh gvulot, 121-123.
10.Shor, Hotseh gvulot, 108-118. Véase también Moshe Zonder, Saya-
ret Matkal (Jerusalén: editorial Keter), 24.
11. Shor, Hotseh gvulot, 118-119.
12.Haim Laskov, que había servido en la Brigada Judía en la Segunda
Guerra Mundial, ascendió a jefe del Estado Mayor en 1958
después de Dayan.13. Shor, Hotseh gvulot,112.Véase también Uri
Yarom, Kanaf renanim (Tel Aviv: Ministerio de Defensa, 2001),224.
14. Hanoch Bartov, Dado-48 shana ve'od 20 yom (Tel Aviv: Sifriyat
Ma'ariv,1978),77.
15. Para «requisar», véase Uri Ben-Ari,«jNua nua! Sof».Hama'avak al
derekh hashiryon (Tel Aviv: Ma'arachot, 1998); Shor, Hotseh
gvulot,114-116,y Zonder,Sayaret Matkal,24-25.
16. Yigal Shefy,Hatra'a bemivhan (Tel Aviv: Ma'arachot, 2008),71.
17. Shor,Hotseh gvulot,131.
18.Shor,Hotseh gvulot,135.
19. Ofer Drori, «Mivtsa'ey haluts vashrakrak», en
http://www.gvura.org/343185-;Yosef Castel,Hayay-Yoske Castel
(Mi vida-Yoske Castel) (Tek Aviv: Yoske Castel, 2010), 88-89.
20. Amos Gilboa, Mar modi'in:Areleh, aluf Aharon Yariv, rosh aman (Tel
Aviv: Miskal Yediot Books,2013), 111-115. Véase también
Shor,Hotseh gvulot, 181-186.
21. Shor, Hotseh gvulot, 203. Véase también Gilboa, Mar modi'in, 111.
22. Brichta y Ben-Ari, 《Espíritu empresarial organizativo».
23.Yizhak Shteigmann,«La introducción de helicópteros en la Fuerza
Aérea israelí 1948-1958», Cátedra para la Historia de Eretz Israel y
su Yishuv 53 (1989): 131-148.
24. Meir Amitai, Ad 124: Tayeset hamesokim (Tel Aviv: Ediciones
Zamora Bitan,1990),24-25.
25. Yarom,Kanafrenanim,153.
26. Brichta y Ben-Ari, «Espíritu empresarial organizativo», 219.
27. Shor,Hotseh gvulot, 212.
28. Shor, Hotseh gvulot, 215. En 1967 Arnan creó una organización sin
ánimo de lucro, Amutat Misdar Dorshei Hatov, la «Orden de los
que quieren hacer el bien», que recluta a veteranos de la unidad
para realizar trabajos sociales.
29. Amir Oren,«Mi natan et hapkuda», Ha'aretz, 8 de abril de
2012.Véase también Avner Shor, Tsevet Itamar [Equipo Itamar]:
Sayeret Matkal,the People,the Operations, the Atmosphere
(Jerusalén: Edi-ciones Keter, 2003),65-72,y Zonder, Sayaret
Matkal,67.
30.Betzer sirvió en las FDI de 1964 a 1986, empezando en la Brigada de
Paracaidistas antes de pasar a la Sayeret Matkal. Muki
Betzer,Lohem hashay (Jerusalén: Keter Books Ltd., 2015),345-365.
31. Adam fue el oficial de más alto rango de las FDI muerto en com-bate,
el 10 de junio de 1982, cerca de Damour, al sur de Beirut,cuando se
refugiaba del fuego de artillería en un edificio no despe-jado. Betzer,
Lohem hashay, 345-365.
32. Tras su jubilación, Yiftach Spector inspiró la investigación sobre el
reconocimiento automático de objetivos, publicó la novela pre-miada
Ram uvarur (Rishon Le'Tzion, Israel:Miskal Yediot Ahro-not, 2008) y se
convirtió en activista por la paz.
33. Spector, Ram uvarur, 288s. El general de división Rafael («Raful»)Eitan
fue jefe adjunto del Estado Mayor, convirtiéndose en jefe en 1978,
ejerciendo hasta 1983. Spector, Ram uvarur, 290-291.
34. Spector,Ram uvarur,287-289.
35. Spector, Ram uvarur, 358.
36. Avichai Becker, «Ptsatsat testosterona», Ha'aretz, 13 de agosto de
1999.
37. Revelada por el BG (Ret.) Gal Hirsh, comandante de la unidad.Hirsh y
Shaldag fueron condecorados. Gal Hirsh, Sipur milhama sipur ahava
(Tel Aviv:Miskal Yedioth Ahronoth y Chemed Books,2009),113-123.
38. Shai Levy,«Hakomando ha'aviri:Hamivtsa'im hagdolim shel yehi-dat
shaldag», Mako, 7 de noviembre de 2012,
https://www.mako.co.il/pzm-magazine/army-stories/Article-
2e8e84ed23ada31006.htm.
39. Véase Ofer Shelach y Yoav Limor, Shvuyim bil'vanon (Tel Aviv:Miskal
Yedioth Ahronoth y Chemed Books, 2009), 249-250.
40. Yossi Melman y Dan Raviv, «Hashmadat hakur hasuri: Hasipur shelo
supar»,Ha'aretz, 3 de agosto de 2012.
EL CUERPO BLINDADO

1. David Eshel, Carros del desierto: La historia del cuerpo blindado israeli
(Londres: Brassey, 1989), 5.
2. Los soldados británicos Mike Flanagan y Harry McDonald con-dujeron
los tanques unos 100 kilómetros desde Haifa hasta un escondite de la
Haganah. Los dos permanecieron en Israel; el nieto de Flanagan se
convirtió en mayor del cuerpo blindado. Avi Eli-yahu, «Sipuro
hamadhim shel hatank harishon betsahal»,Mako, 2 de junio de
2014,en https://www.mako.co.il/pzm-units/armo-red-corps/Article-
0c5a3f9195c5641006.htm;Shabtai Teveth,The Tanks of Tammuz
(Londres: Weidenfeld & Nicolson, 1969). Es posi-ble que hubiera un
segundo Sherman. Yehuda Wallach,«Hitpathut hamah'shava
hashiryonit betsahal», Ma'arachot, n.°197 (1961):15.
3. Teveth, Tanques de Tammuz,41.
4. Eshel, Carros del desierto, 25.
5. Finalmente, las FDI operaron cuatro tipos de M48 Patton:Magach 1, el
modelo original con motor de gasolina y cañón de 90 mm;Magach 2:
M48A2/E48A; Magach 3: modificado en Israel para llevar un cañón
L7A1 de 105 mm, una cúpula de comandante de perfil bajo Urdan, un
nuevo conjunto de comunicaciones y un motor diésel (AVDS-1790-2A
de 750 CV), y la actualización final,Magach 5, con AVDS-1790-2D y
transmisión mejorados.
6. Minuta de S.L. Egerton, 14 de mayo de 1970, TNA, FCO 17/1303.
7.Diseñado por los soviéticos a partir de tecnología alemana captu-rada en
1945, pero casi ignorado en Occidente, como ocurrió con los visores
montados en el casco que equipaban a los MiG-29 y que fueron pasados
por alto por la USAF incluso cuando los MiG-29 de Alemania Oriental
cayeron en manos occidentales. Pero los exper-tos de las FDI se lo
tomaron muy en serio y desarrollaron el diseño hasta convertirlo en lo
que hoy es el mayor avance del F-35.
8. Edward Luttwak vio un batallón de lo que cree que eran Sherman
originales camino de los Altos del Golán el 9 de junio de 1967.
9. L-33 Ro'em con obuses autopropulsados Soltam de 155 mm para fuego
de artillería móvil; M-50 con el obús francés de 155 mm montado en la
parte trasera del casco del M4A4 Sherman; morteros Makmat de 160 mm
para fuego aún más pesado aunque de menor alcance; lanzadores móviles
MAR-240 para treinta y seis cohe-tes pesados de bombardeo de 240 mm;
lanzadores móviles MAR-290 para cuatro cohetes tierra-tierra de 290
mm;Ambutank,una ambulancia sobre el chasis original del Sherman; Eyal
Sherman con una vaina de observación elevable a veintisiete metros; Kils-
hon, que utiliza el casco del Sherman M-51 con lanzadores de misi-les
antirradiación AGM-45 Shrike; el vehículo de mayales antimi-nas Sherman
Morag, y el vehículo de recuperación/ingeniería Trail Blazer (Gordon)
sobre M4A1 equipados con HVSS.
10. Cuando Tal era comandante del Cuerpo Blindado, una vez
sirviócomo artillero de tanque (bajo el mando de uno de sus
subordi-nados) en un tiroteo con tanques sirios; destruyó un
tanque sirio,pero su propio tanque también resultó dañado.
11. Teveth,Tanques de Tammuz, 60.
12. Con un peso en combate de 34-36 toneladas, el chasis del
Sherman no podía absorber el retroceso del cañón de alta
velocidad L.7 A1.Cañón de 105 mm instalado en el Centurion de
52 toneladas. Los Sherman M50 israelíes mejorados fueron
equipados con el cañón AMX-13 de 75 mm, y los Sherman M51,
con un cañón francés de 105 mm de velocidad media (800 m/s)
que disparaba balas de carga hueca, pero algunas unidades
todavía tenían Sherman con caño-nes más antiguos de 76 mm,
cañones de alta velocidad o incluso los cañones originales de 75
mm.
13. Teveth, Tanques de Tammuz, 55-57,63-67,71-73.
14. Nacido en 1933, Held se doctoró en Fisicoquímica (espectrosco-
pia ultravioleta) en la TU-Muenchen en 1959. Trabajó en
Messer-schmidt-Boelkow-Blohm, la casa de tanques alemana
de la pos-guerra, en iniciación, detonación, fragmentación,
expansión de cilindros, penetración y aceleración de metales.
Florian Bouvenot,«The Legacy of Manfred Held with Critique»
(Monterey,CA:Naval Post-Graduate School, 2011), xxIII, 2-5;
Norbert Eisenreich, «Man-fred Held, A Life Devoted to Explosive
Science», Propellants, Explo-sives, Pyrotechnics 41, n.°1
(2016):7.
15. «Presentación en memoria del Dr. Manfred Held: Una celebra-
ción», Asociación Industrial de Defensa
Nacional,http://www.dtic.mil/ndia/2011ballistics/DrManfredh
eldMemorial.pdf.
16. Cuando las cajas del ERA se exportaron tras la guerra de
1982,Held obtuvo sustanciosos derechos de autor, ya que Tal
había ase-gurado sus derechos.
17. Tom Cooper y Yaser el-Abed,«Syrian Tank Hunters in
Lebanon,1982»,ACIG,The Middle East Data Base, 23 de
septiembre de
2003,https://web.archive.org/web/20080321015417/http://w
ww.acig.org/artman/publish/article 279.shtml.9
18.Soeren Suenkler y Marsh Gelbart, Vehículos blindados de las
FDI:Blindados sobre orugas de las Fuerzas de Defensa Israelies
modernas (Erlangen:Tankograd Publishing,Verlag Jochen
Vollert,2006),10.
19. David Eshel, «Desafió el Merkava a su partido?», Armor 11,
n.°1(enero-febrero de 2006):44-46.
20. Hanan Greenberg, «Por qué fracasó el Cuerpo Blindado en
Líbano 2006?», Ynet News, 30 de agosto de 2006; Suenkler y
Gelbart, «Vehí-culos blindados de las IDF».
21. Shaul Nagar,«Prof.Manfred Held shepite'ah shiryon re'aktivi
halakh le'olamo», Yad LaShiryon.com, 17 de febrero de 2011.

POR QUÉ EL MERKAVA ES DIFERENTE

1. S.C.Smith, «Centuriones y caciques: La venta de tanques y la polí-


tica británica hacia Israel tras la guerra de los Seis Días»,
Historia Británica Contemporánea 28, n.°2 (2014): 219-239.
2. Smith,«Centuriones y caciques»,5s.
3. Saul Bronfeld, 《Albion habogdanit: Hatik», Shiryon, núm.
37(marzo de 2011): 26-31,disponible en
https://yadlashiryon.com/wp-
content/uploads/2017/02/%D7%92%D7%9C%D7%99%-
D7%95%D7%9F-%D7%9E%D7%A1%D7%A4%D7%A8-37-1.pdf
4. Israel Tal, entrevista con Mordechai Bar-On y Pinchas
Ginosar,Iyonim Betkomat Yisrael,Universidad Ben
Gurion,vol.10,2000,66,http://in.bgu.ac.il/bgi/iyunim/10/2.pdf.
5. El proyecto transformó el Cuerpo de Artillería Masha (Merkaz
Shikum veAkhzaka,«Centro de Reparación y Mantenimiento»)
en la cadena de montaje del Merkava.
6. Tal, entrevista con Bar-On y Ginosar, 72.
7. Casi siempre, pero no siempre: unos 200 tanques israelíes
dañados en el frente del Sinaí los cuatro primeros días de la
guerra de octu-bre de 1973, un puñado perdidos en la batalla
por Suez el último día de la guerra y tres tanques Patton M48
dañados en la batalla del Sultán Ya'akub de 1982
permanecieron en manos del enemigo.Los tanques perdidos en
1982 llevaban placas de blindaje reac-tivo y fueron enviados a
la URSS, que realizó copias por ingeniería inversa.Desde
entonces, todos los tanques rusos llevan versiones
gradualmente mejoradas de esa tecnología israelí.
8. Tal, entrevista con Bar-On y Ginosar, 78.
9. Basado en la entrevista de Tal. Véase también Patrick Wright,Tank
(Nueva York:Penguin Books, 2003),323-366.
10. «Kol ma sheratsita lada'at al hatokhnit harav-shntatit Gideon»,
FDI,26 de julio de 2015,http://www.idf.il/1133-22449-
he/Dover.aspx.Desde 1985, el número de tanques se ha
reducido en un 75 %; el de aviones, en un 50 %, y el de vehículos
aéreos no tripulados ha aumentado en un 400 %. Véase Amir
Rapaport,«El nuevo plan plu-rianual de las FDI y el acuerdo con
Irán», Israel Defense, 9 de sep-tiembre de 2015. De 1989 a
2015, el número de brigadas acorazadas en servicio activo se
redujo de seis a cuatro, y el número de briga-das de reserva se
redujo de dieciocho a ocho. Toda la flota restante de M-60,
tanques Centurion y Merkava Mk 1 y Mk 2 de las FDI ha sido
dada de baja, quedando sólo unos 1500 Merkava Mk 3 y Mk
4en el orden de batalla.
11. Proporcionado por el Dr. Eado Hecht, con quien el comandante
del batallón habló en octubre de 2006.
12. Nicholas Blanford, Guerreros de Dios:Inside Hezbollah's Thirty-
Year Struggle against Israel (Nueva York: Random
House,2011),406-407; «Hipagut usridut tankim bemilhmot
yisrael», Shiryon, n.°24(octubre de
2006):55,https://yadlashiryon.com/wp-content/uploads
/2017/02/%D7%92%D7%9C%D7%99%D7%95%D7%9F-
%D7%9E%-D7%A1%D7%A4%D7%A8-24-1.pdf.
13. Coronel Benny Michaelson, «Hashiryon bemilhemet levanon
has-hniya», Shiryon, n.° 30 (diciembre de 2008); 26-33,esp.33.
14.Hanan Greenberg, «Why Did the Armored Corps Fail in Lebanon
2006»,Ynet News, 30 de agosto de 2006; Soeren Suenkler y
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21. Danieli,«8200».
22.Danieli,《8200».
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24. Suboficial jefe M., entrevista, Herzliya, 9 de junio de 2016. El
puesto es clasificado, por lo que la entrevista no pudo revelar
el nombre.
25. 《Unidad 8200», Centro de Patrimonio y Conmemoración de la
Inteligencia de Israel.
26. 《Unidad 8200», Centro de Patrimonio y Conmemoración de la
Inteligencia de Israel.
27. Subcomisión Parlamentaria de Israel sobre Preparación Mili-tar
y Escrutinio General,«Preparación de las FDI para la
guerra,HUZBIT-63-458»,Jerusalén,2020.
28.«Yehidat 8200》,FDI.29. Yochai Ofer,«Lohamey 8200 hosfim:
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30. Assaf Gilad y Meir Orbach, «8200 pinat emek silicon: Haye-hida
hagdola betsahal lomedet la'avod kemo start-up», Calca-list,1
de julio de 2012,https://www.calcalist.co.il/internet/arti-
cles/0,7340,L-3575727,00.html.
31.Entrevista con agentes de la Unidad 8200.
32. Shay Levi, «;Ekh po'elet sokhnut harigul hagdola ba'olam?»,
Mako,20 de octubre de 2013,https://www.mako.co.il/pzm-
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33. Ran Dagoni, «Sarvaney 8200 me'amtim te'anot Snowden al
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2014,https://www.globes.co.il/news/article.aspx?did=100097
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34. Nicky Hager,«Los omniscientes oídos de Israel», Le Monde Diplo-
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35. De entrevistas con oficiales y suboficiales en activo de la Unidad
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38. El término para las fuerzas de reserva que refuerzan al ejército
per-manente es miluim: «relleno».
39. Entrevistas con oficiales y suboficiales en activo de la Unidad
8200.
40.Entrevistas con oficiales y suboficiales en activo de la Unidad
8200.
41. Amos Harel, «Be-8200 meshabhim hasarvan al musariyut akh
mevakrim hitnahaguto», Haaretz, 30 de enero de 2003,
https://www.haaretz.co.il/misc/2003-01-30/ty-
article/0000017f-e104-d75c-a7f-fd8d9e4c0000.
42. Teniente coronel Uri,«Lachtzuv ma'yim mh'asela: shinuy
vehishta-nut bmanganoney ha'mup byisreal», Entre los
polacos: La construc-ción del poder-Parte 2 7 (2016): 41-59.
43.Entrevistas con agentes de la 8200 en activo.
44.Uri,«Lachtzuv ma'yim mh'asela».
45.De la página web conmemorativa del Ministerio de Defensa para
los soldados caídos,Izkor:https://www.izkor.gov.il.
46. David Kushner,«The Israeli Army's 'Roim Rachok' Program Is
Bigger Than the Military», Esquire, 2 de abril de 2019.
47.En hebreo Roim Rachok puede tener un doble significado: ver
lejos o ver hacia el futuro.
48. Rotem Abrutzky, «Hayalim al hakeshet» (el hebreo puede signi-
ficar «en el espectro»), La televisión pública israelí Ka'an 11, 16
de febrero de 2016.
49. Teniente general Gadi Eisenkot, exjefe del Estado Mayor de las
FDI,entrevista, Tel Aviv, marzo de 2021.
50.Abrutzky,«Hayalim al hakeshet».
51. Abrutzky,«Hayalim al hakeshet».
52. Consulte la página de Facebook del programa Roim Rachok:
https://www.facebook.com/Roim Rachok/.
53. Kushner, «El programa “Roim Rachok” del Ejército israelí es más
grande que los militares».
54.Anshil Pepper,«Ne'arey Raful: Haproyekt hakhi hevrati shel
tsahal hogeg 30»,Ha'aretz,28 de agosto de
2010,https://www.haaretz.co.il/misc/2010-08-27/ty-
article/0000017f-e2f8-d75c-a7f-fefd-2cea0000.
55.Michal Yaakov Yitzchaki,«Miposhe'a lelohem: Hamahapakh shel
Lior», Israel Hoy, 6 de abril de
2020,https://www.israelhayom.co.il/article/749351.
56. A partir de 2007 se hizo un esfuerzo concentrado para dirigir a
los graduados del programa a alistarse en unidades de combate.
En 2007,un total de veintisiete soldados se alistaron en
unidades de combate; en 2008 esa cifra se duplicó y se triplicó
al año siguinte.En 2009, el primer graduado del programa fue
comisionado como oficial de combate. Hanan Greenberg,
«Hahazon hitgashem: Ktsin kravi rishon mina'arey
Raful»,Ynet,27 de febrero de
2009,https://www.ynet.co.il/articles/0,7340,L-
3677915,00.html. Véanse ejemplos adicionales de años más
recientes en Korin Elbaz,«Hana>ar im tikim pliliim hafakh
lekatsin mitztayen», Ynet, 13 de octubre de
2017,https://www.yediot.co.il/articles/0,7340L-
5027777,00.html.
57. Véase Lilach Lev Ari,Michal Razer,Noa Ben Yosef-Azoulay y Rinat
Adler,«Meniduy vesikun lehakhala veshiluv: Bogrey tokhni-
yot meyuhadot betsahal mishtalvim ba'ezrahut», Mifgash: Revista
de Trabajo Socioeducativo 24, n.°43 (junio de 2016):59-85.
58. Véase Ministerio de Defensa de Israel:
https://www.mod.gov.il/Society
Economy/articles/Páginas/25.8.20.aspx.
59.«Kakh mifkedet Alon ozeret likto'a et sharsheret
hahadbaka»,FDI,27 de abril de 2021.
60. Kupat Holim («Fondos para enfermos»): además de este servicio
público general,los israelíes pueden aumentar la cobertura
médica contratando un seguro médico privado. En 2020, el
sistema sani-tario israelí se clasificó como el tercero más
eficiente del mundo.Véase «Asia Trounces U. S. in Health-
Efficiency Index Amid Pan-demic», Bloomberg.com, 18 de
diciembre de 2020, y Yoav Zeiton,«Mifkedet haCorona
betsahal hehela lifol: Habdika vektiyat haha-dbaka tokh 36
sha'ot», Calcalist, 4 de agosto de
2020,https://www.calcalist.co.il/local/articles/0,7340,L-
3843423,00.html.
61. Nir Dvori,«Sayeret Corona: Hapituhim hayisraeli'im shel hatse-
vet hameyuhad yenats'hu et hanagif?»,23 de marzo de 2020,
N12News,https://www.mako.co.il/news-
military/2020_q1/Article-c3a-8c3be3a60171026.htm.
62.Hanan Greenwood, «Hayehida hamesuveget sheshinta et hat-
muna», Israel Today, 2 de abril de 2021; Ori Berkowitz, «Kakh
yehi-dat modi'in mesuveget guysa lelhilahem bingif
haCorona», Globes,17 de abril de 2020.
63. Sophie Shulman, «Yehida ktana, mapats gadol», Calcalist, 7 de
enero de 2021,https://newmedia.calcalist.co.il/magazine-07-
01-21/m01.html.

CONCLUSIÓN

1. Edward Luttwak, recuerdos personales (con fotografías),


Líbano,1982.
2. El secretario de Defensa Caspar W. Weinberger fue
inequívoco:«Queremos... fuerzas israelíes completamente
fuera de Beirut...Todavía hay demasiadas fuerzas extranjeras
en Líbano: sirios,israelíes...»,«Una entrevista con Caspar
Weinberger», Washington Post, 26 de septiembre de
1982,https://www.washingtonpost.com/
archive/opinions/1982/09/26/an-interview-with-caspar-weinber-
ger/48e7fd8d-9063-4e55-920a-0493f8415341/.
3. MG Israel Tal del Cuerpo Blindado habría estado de acuerdo con
los marines estadounidenses.
4.Dr. (teniente coronel retirado) Eado Hecht, comunicación perso-
nal,Tel Aviv, 2016.
5. La Comisión Real de Premios a Inventores del Reino Unido de la
posguerra de 1919 determinó que una propuesta de 1912
recibida por la Oficina de Guerra para un vehículo de combate
blindado para resistir el fuego de las ametralladoras, y con ugas
para aplastar el alambre de espino y pasar por encima de las
trincheras, era superior al tanque producido realmente a partir
de 1916. Había sido archivado, sin leer. Gray E. Dwyer, «Story of
the Tanks», The West Australian (Perth WA), 11 de agosto de
1924.
6. Gregory C. Allen, «Project Maven Brings AI to the Fight against
ISIS》,Bulletin of the Atomic Scientists, 21 de diciembre de
2017;Ethan Baron,«Google Backs Of from Pentagon Project
after Uproar:Report»,Military.com, 3 de junio de 2018.
Agradecimientos

EDWARD LUTTWAK
Estoy agradecido al MG Aluf Aharon Yariv z. 1., que me contrató para
ampliar el alcance geográfico de la inteligencia de las FDI y me permitió
llegar al frente del Sinaí en octubre de 1973; al MG Uri Sim-choni z. 1., que
me invitó a participar en el diseño de una unidad de operaciones
especiales; al MG Israel Tal z. 1., que me permitió supervisar el desarrollo
de su tanque Merkava; a MG Avigdor Ben-Gal z. 1., que me invitó a unirme
a su incursión de «superhombres» al norte del Líbano; al Mando de
Adiestramiento y Doctrina del Ejér-cito de EE. UU., que me invitó a
participar en su introducción de la guerra de maniobras y de mi propio
concepto a nivel operativo en la doctrina militar estadounidense, y, sobre
todo, a la Oficina de Evaluación de la Red, la Oficina del Secretario de
Defensa y el Departamento de Defensa de EE. UU., por apoyar muchas
exploraciones geopolíticas (incluida una publicada como The Rise of China
viz the Logic of Strategy) y luego arriesgarse a financiar un proyecto tecno-
lógico, Reinventing Innovation.

EITAN SHAMIR
Tuve el privilegio de entrevistar a oficiales superiores de las FDI que
hicieron historia: MG Dan Tolkowsky, jefe de las Fuerzas Aéreas de Israel
(1953-1958); BG Yeshayahu Bareket; BG Uzi Rubin,y BG Aviam Sela. El
teniente coronel Moti Havakuk, historiador de las Fuerzas Aéreas de Israel,
fue de gran ayuda.

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